Ernesto Guhl_Los Páramos Circundantes Pequeño

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Libro Clave paramos en Colombia.

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  • ERNESTO GUHL

    LOS PARAMOS CIRCUNDANTES

    DE LA SABANA DE BOGOTA

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    FONDO FEN COLOMBIA

    Bogot - 1995

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    Recuerdo con precisin la vez que salimos con mi padre a recorrer lo que se llamaba la "Ciudad Encantada", hacia el occidente del retn de los Patios, en la va a La Calera, en direccin a Bogot. Reciba ese nombre por las maravillosas formaciones rocosas cubiertas de lquenes multicolores que surgan del pajonal como edificaciones y ruinas seculares. Es lamentable tener que decir que esas rocas hoy da -ante la indiferencia colectiva- estn sirviendo de enchape a las paredes o de "adorno" en un jardn de las casas "elegantes" del Chic y otros barrios. Hoy en da la Ciudad Encantada no existe ms Pero retornando a mi historia, al llegar al filo desde el cual se domina la ciudad, escuchamos su ruido y vimos all abajo muy lejos, como en una maqueta, sus edificios, calles y avenidas, y unos minsculos vehculos que se movan por esa ciudad en miniatura. Mi padre no ha sido nunca hombre de muchas palabras y sealando hacia la Bogot-maqueta me dijo: " Ves cmo se ve de pequea la ciudad ? Ves sus calles pequeitas y las personas que casi no alcanzan a distinguirse? Recuerda que ese es el tamao verdadero de los problemas y de las cosas si las miras desde la altura suficiente". Pero pasemos a hoy y anotemos con profunda preocupacin el maltrato y la ocupacin de los pramos con todo tipo de actividades que no solamente afectan esos ecosistemas nicos y maravillosos del trpico hmedo, sino que tienen un efecto tremendo sobre la oferta hdrica nacional. No debemos olvidar que la funcin del pramo es fundamentalmente la de ser la fbrica del agua del pas antes que servir a propsitos individuales para obtener unas magras y mezquinas cosechas agrcolas, insostenibles en el mediano plazo, o para quemar y obtener unos escasos retoos para engordar el ganado. El tema del abastecimiento de agua en la Bogot del futuro es uno de los grandes problemas estratgicos de la ciudad y su solucin necesariamente tiene que atravesar por la comprensin de la dinmica funcional ciudad-entorno, que en el caso de Bogot implica e1l forma esencial al pramo. Sumapaz debe mirarse con esta ptica y protegerse como un elemento bsico del futuro de la ciudad. Si Sumapaz se maneja ml y se destruye, el resultado es sed para Bogot. Frente a la delicada situacin que implica la progresiva invasin de los pramos, que afecta su funcin esencial de productores de agua, se cre en la ley del medio ambiente una proteccin especial para estas zonas. Las cumbres de las cordilleras deben entenderse como ecosistemas estratgicos, bsicos para mantener los sistemas de soporte de vida del pas. Las grandes estrellas hidrogrficas, el Macizo Colombiano, Sumapaz, la Sierra Nevada de Santa Marta ... deben protegerse celosamente y recuperar lo deteriorado. Si ello no es as, habremos cambiado la sostenibilidad de la nacin por unos miopes resultados econmicos de corto plazo. Dentro de esta perspectiva considero que la idea del Fondo FEN y de su director, ngel Guarnizo, para reimprimir e/libro Los pramos circundantes de la Sabana de Bogot, es un valiossimo aporte para el conocimiento y la comprensin de los pramos, su funcin ambiental y su adecuada relacin con el hombre. Este libro es un documento bsico para aprovechar la nueva actitud con respecto a la relacin con la naturaleza, y el nuevo inters y las posibilidades de revertir las tendencias de deterioro de los pramos y permitirles trabajar silenciosamente en la produccin del agua y de la vida.

    ERNESTO GUHL NANNETTI Octubre de 1995

    PRESENTACION

    El Jard n Botnico Jos Celestino Mutis , en su propsito de avanzar en el reconocimiento de la vegetacin de los bosques y zonas adyacentes Bogot para enriquecer su patrim onio vegetal, contina la serie de pu

    blicaciones con motivo de sus 25 aos con este segundo fo lleto: Los pramos circundantes de la Sabana de Bogot (El pramo de Sumapaz ), valioso estudio del profesor Ernesto Guhl, que constituye una concep cin global d e estas zonas: su geologa, clima, suelo, vegetacin y la vida humana en las altas montaas ecuatoriales.

    En la poca prehispnz"ca la valoracin del pramo por los Muiscas, pobladores de la Sabana, fue mtz"ca, dado que en la laguna de 19uaque, localizada en el pramo, emergi y ms tarde se sumergi Bac hu, la madre del gnero humano; de tal suerte que p ara el indz'o el concep to de "pramo" estaba asoado con todo lo desconocido . Y tan mz"sten'oso lo vz'eron, que muchos lo llamaron, ya en la conquista, "El pas de las nieblas". A este "pas ", El pramo de Sumapaz , con el ansia de hallar El Dorado entr de p rz'mero Federm n en el siglo XVI, buscando el paso de la Cordillera Orz'ental para llegar a la Sabana, con tan mala suerte que el fro, la obscuridad y las ventz"scas diezmaron sus compaeros y las cabalgaduras, y tan terribles seran los relat os de sus padecimientos que dejaron una tremenda impresin de esta rea tan hostil al hombre.

    Siglos despus se fund la Expedicin Botn ica (1783), la cual no alcanz a detener su inters en esta zona como regin flors tica. El mismo Mutis, en su permanencia en Bogo t, cuando ascendi a los cerros de Monserra te y Guadalupe, alcanz apenas a estud iar taxonmicamente algunas especies, entre ellas la Befaria resinosa (pega -pega) y la Espeletia grandiflora (fraylejn) con que h onr al Virrey Ezpeleta. Adems, Mutis y sus dz'scpulos, especialmente los maestros pintores, ya tenan bastante tarea con la fascina nte vegetacin del trpz'co clido.

    Con un sendo fi"togeogrfico y ecolgico Francisco Jos de Caldas, quien nos describi magistralmente "La nz'velacin de las plantas que se cultivan en vecindad del Ecuador", al refen'rse a su llam ado trmz'no superior del trigo, dice: "es verdad que la planta vegeta en alturas ms favorables, pero el labrador ve frustradas todas sus esperanzas y se halla

  • ~obligado a respe tar este lm ite prescrito por la naturaleza ". Es decir, el sabio apenas alcanz a vislumbrar el lm ite de las plantas tiles al hombre; quizs pens que esas heladas cum bres no albergaban especies necesarias a su vida.

    Coincidente con los trabajos de la Expedicin y a principios del siglo XIX, el siglo de los grandes viajeros, irrumpe en el Nuevo Mundo A lejandro von Humboldt, descubridor cientfico de las regiones equinocciales. Como ningn fen meno natural escap a su visin, tam bin atraves los pram os y probab lemen te desde ellos se conso lidaron sus criterios para redactar su Geografa de las Plantas. La variacin de stas respecto a su distribu cin altitudinal constituye la tercera dim ensin de la flora, que el doc tor E. Prez - Arbelez calific como el "hallazgo lucero" y que en su poca asombr al mundo culto. Pero Hum boldt nos trasm ite una apreciacin som bra: de su travesa por el sur del pas en un pramo cercano a Pasto de paso para Quito, apenas menciona una "vege tacin escasa" y considera las penalidades de sus habitantes en su lucha vital con este m edio.

    Varias dcadas ms tarde, en 1874, estas mismas impresiones se repiten en Wo lf JI el P. Sodiro en los pramos ecuatorianos, que como zona de transic in hacia los trp icos secos, dzfieren de lo s nuestros; segn Th. Wolf "no hay primavera, no hay verano, no hay otoo ni invierno y existe siempre lo mism o": slo pajonales.

    Volviendo a Colombia, dos gelogos alemanes, Stuebel y Reiss, quienes hicieron el viaje de Usme a Pasea atravesando el Sumapaz, sufrieron tambin los rigores del clima de las montaas tropicales hmedas. Torrenciales aguaceros que "caen como cortinas ", vientos helados y la gran sorpresa de encontrar en el descenso helechos arborescentes, palmas, musgos, lquenes, lianas: la deslumbran te y compleja vegetacin del bosque alto-andino.

    Nuevos exploradores alemanes se agregan a esta lista: Diels, Hettner, autor de ex tenso estudio so bre la Cordillera Oriental y el eminente botnico Karl von Goebel, quien en los pramos venezolanos analiz muchas de las caractersticas ecolgicas de las plantas paramunas (1 886) y de quien an hoy son vlidos sus concep tos. Pero el pramo como paisaje en las altas montaas ecuatoriales y sus comparaciones con otras alturas del hemisferio las realiz el gegrafo ms importante de este siglo : Carl Troll, tambzn alemn, cuya mayor contnbucin es el conocimiento de la geoecologa de las regiones montaosas de las A mricas tropicales y aft"rma que slo "por medio de la sinopsis de todos los f enmenos ser posib le penetrar en la mdula de la naturaleza terrestre y en la esencia de los distintos pases"; es, adems, el creador del con cepto del ecuador climtico que atraviesa el Sumapaz.

    Corresponde al eminente profesor Cuatrecasas el mrito de la f ijacin de los lmites del pramo, el estudio de sus especies, sus comunzdades vegetales ms caractersticas. Son fun damentales sus criterios para la investigacin de la vegetacin del pramo.

    Postenores al profesor cataln han sido los estudios de dos holandeses: el doctor Thomas van der Hammen, quien ha centrado sus trabajos en la historia del clima y la vegetacin alto -andinos. Con un enf oque ft"to -sociolgico y corolgico el doctor A. Cleef, quien ha realizado un extenso y s'eno trabajo botnico en casi todos los pram os de la cordillera Orien ta l de Co lombia, ha definido con mayor precisin la procedencia de los elemen tos flor sticos. En cuanto a la f auna, son no tables los aportes del P. Olivares en aves, y del doctor Helmut Sturm en zoo loga general.

    En la ac tualidad hay, por fortuna un gran movimiento de investigacin de profesores y estudiantes del Instituto de Ciencias Naturales, el Departamento de Biologa de la Universidad Nac ional y o tras instituciones afines interesadas, diferenc indo se sus pref erencias en aspectos ms locales.

    Esta breve secuencia de los hombres que han viajado o escrito sobre los pramos, nos permite aftrmar que es el no table gegrafo Ernesto Guhl quien los ha estudiado ms in tegradamente. Veintisis aos de do cencia en la Universidad Nacional, en ctedra permanente y repartida su aula en la Ciudad Blanca y al aire libre en excursiones con sus discpulos, observando y ensendoles las realidades f sicas de l pas, le han permitido la profu nda comprensin del comp lejo ecosistema del pramo, del cual l afirma que, como "culminacin geogrfica y ecolgica de los Andes ecuatoriales hmedos de Colombia, es nico en el mundo ".

    El profesor Guhl no s lo vive y correlaciona las variables de l pramo, sino que su incansable cmara fotogrfic a capta los grandes y mnimos detalles del paisaje: los nichos ecolgicos; los cantos rodados; los yermos pajonales; los f railejones de formas arrosetadas y pubescentes; los arbustos con sus colores vistosos; los llamados bosques enanos de enceni"llos y tambin las altas turberas con sus curiosos cojines de Plantago y Distichia, que forman abigarrados almohadones; yesos tapetes de Sphagnum, que son los que con tribuyen a mantener el rgimen hdrico. Todos estos conjuntos que incluyen las morrenas y otras huellas glaciares, as como las preciosas lagunas que ayudan a f ormar las redes hidrogrficas y especialmente el pramo de Sumapaz, que es la mayor estrella fluvia l del centro de l pas, aparecen en las 45 fotos en co lor del autor, en este folleto.

    Es anhelo del Jardn que esta publicacin sirva para llamar la atencin sobre el papel decisivo del pramo como fuente de agua y recurso

  • natural insustituible por los pueblos para su existencia y para que nos mueva a su ardorosa defensa. Ojal su lectura conduzca a iniciar pro vec tos de investigacin que lleven a una mayor comprensin de este medio ambiente, que debe permanecer intacto.

    Agradecemos al Banco de la Repblica, siempre generoso con el Jardn, la fin anciacin de esta obra.

    TERESA ARANGO BUENO

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    CONTENIDO

    7. Prlogo a la segunda edicin. 9 . Presentacin .

    15 . El hombre y las altas montaas. Los pramos y su fama equivocada en la descripcin de algunos

    22. viajeros - v. Hagen sobre Federmann . 24. Reiss y Stuebel en el pramo de Sumapaz. 27. El porqu del sufrimiento durante el viaje. 28 . Humboldt escribe sobre el pramo. 30. La creacin del mundo en el pramo segn la mitologa ch ibcha. 31. La fu ncin e importancia ecolgica del pramo. 34. El turismo moderno y el del futuro al pramo.

    Los pramos circundantes de la Sabana de Bogot (pramo de Sumapaz).

    37 . Ub icacin geogrfica y extensin del pramo de Sumapaz. 43. Qu es un pramo? 47. Los pramos no son iguales. 49. Dnde empieza el pramo. El lmite superior del bosque. 53. El lmite superior del bosque en el macizo de Sumapaz. 56 . La base estructural y geolgica del pramo de Sumapaz. 58 . Las glaciaciones pleistocnicas en los pramos circundantes de

    la Sabana de Bogot. 59. Los glaciares. 60. La secuencia glacial.

    6l. Las morrenas.

    64. Las ltimas glaciaciones durante el Pleistoceno. 65 . Algunas acciones del agua y del hielo en los pramos. 72 . La influencia glaciar y sus consecuencias en el alto valle del r o

    Tunjuelo . 76. La influencia fluvitil y climtica. 78 . Fenmenos periglaciales en los Andes colombianos.

    Generalidades .

    Morfologa periglacial en la zona paramuna.

    Conclu siones.

    82 . El clima actual del pramo. 83. El pramo es hmedo y seco a la vez ?

  • ....,

    86 . El caso del pramo de Sumapaz. 87. El ecuador climtico en el pramo de Sumapaz y la clasificacin

    climtica de este ltimo, segn Koeppen. Temperatura. El clima del pramo alto.

    92 . El rgimen de lluvias en el pramo de Sumapaz. 95. La vegetacin y el clima ambiental en el pramo . 105. Los pantanos en los pramos. 108. La resistencia al fro intenso. 109 . Los suelos, la vegetacin y el uso de la t ierra. 112 . Los lagos, lo ms maravilloso del pramo . 116. El pramo en los jardines botnicos. 119. El hombre y su vida en el pramo . 120. El lmite de altura para la vida humana en ellos. 123. La rotacin de la tierra, base de produccin y el poblamiento. 126. La biologa humana.

    LOS PARAMOS CIRCUNDANTES

    DE LA SABANA DE BOGOTA

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    El hombre y las altas montaas

    El hombre y la montaa es una relacin que constituye un cap tulo en la historia de la humanidad casi t an viejo como el hombre mismo.

    y en el caso colombiano no hay que hacer mucho nfasis para explicar esta situacin . Algo as como el 70C?0 de la poblacin vive y trabaja en la mon taa. Es ms : lo que fue este pas , lo que es en el presente y lo que va a ser en el futuro, depende de la actitud que el hombre asuma frente a las montaas, porque lo dems es complemento.

    Pero la montaa tiene diferentes aspectos, y cuando, por sus enormes alturas, se convierte en una regin hostil al hombre por su clima y relieve, forma obstculos naturales a las comunicaciones, barreras casi infranqueables ; pero tambin es refugio de los vencidos y de los oprimidos, dndoles seguridad por su misma adversidad.

    La alta montaa era el hab itat de los demonios y tambin el trono de los dioses a un mismo tiempo. Es el lugar en donde se originan los vientos y las nubes , y viajar por ellas era y es una gran aventura.

    Pero el caso colombiano es algo diferente. Ciertamente las montaas llegan a grandes alturas, pero raras veces adquieren formas y tamaos peligrosos y adversos al hombre. Aqu lo tpico es el lomo ancho, alto y largo de las cordilleras y la forma de re lieve suave y por regla general mucho menos agitado que en las vertientes de alturas inferiores.

    En cuanto a escalar la cord illera, el viajero descansa cuando llega al pramo; rara vez se eleva por encima del pramo un paisaje "alpdico': es decir, de montaas empinadas, aDruptas, de contrastes topogrficos. Slo en la cord illera Central y en la Sierra Nevad a de Santa Marta la encontramos. En la primera aparecen los volcanes como cuerpos extraos superpuestos sobre el dorso paramuno de la cordillera. Pero en la cordillera Oriental, formada de rocas sedimentarias en su mayor parte, luego plegada y considerablemente ancha hasta en las grandes alturas, da origen as, y constituye a la vez, el epicentro de los pramos propiamente dichos en los Andes ecuatoriales hmedos de Colombia. Pramos, un concepto geo-ecolgico, se forman nicamente en las grandes alturas ecuatoriales hmedas; y en las grandes alturas trop icales secas se desarrolla la puna.

    Cuando los conqu istadores espaoles experimentaron el clima am

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  • bient al de las altas cumbres andinas de Colombia, le dieron el nombre de pramo, que aplican ellos a las mesetas altas de la pennsula Ibrica por encima del lmite superior del bosque; es decir , la palabra pramo es puramente espaola.

    Resumiendo, podemos decir que el concepto de "pramo" es un concep to ecolgico (biogeogrfico) que se refiere a regiones montaosas de los Andes ecuatoriales hmedos por encima del lmite superior del bosque (ms de 3.100 m.); con una geomorfologa (forma del relieve) hasta periglacial [peri (griego) = alrededor; glacies (lat.) = hielo], caracterizada en el alto pramo ( 3.500 m. hacia arriba) por morrenas [morraine (francs) el total del material de escombros que trastea un glaciar], solifluxin, de solum (lat.) = suelo; fluere (lat.) = deslizarse, desplazamiento de una delgada capa hmeda del suelo con escasa inclinacin del reheve, como consecuencia de la congelacin y descongelacin diurna en las grandes alturas tropicales (en Colombia por encima de los 3.800 mts.), y gelifraccin (desintegracin de las crestas por la dinmica exgena, fuerz as externas como viento, agua, fro y calor) . Se distingue adems el pramo por condiciones ambientales extremas; gran influencia biolgica y fsica, suelos cidos, baja presin atmosfrica; escasa densidad , sequedad y humedad del aire a la vez, baja temperatura media con fu ertes oscilaciones diurnas. Adems, altas temperaturas del suelo y del aire durante la insolacin directa, pero con cambios bruscos y fue rtes, por causa de la nu bosidad, y durante la noche; factores que pueden ocasionar escarchas y nevadas, as como recios vientos en determinada poca del ao, que no son muy frecuentes, pero cualquier vientecito hmedo y de baja temperatura lo experimenta el viajero que anda entre las nubes como una mano helada.

    Foto No. 1. El ms comn de los paisajes de l alto pramo: un rosetal de Espeletia ct. grandiflora entre el pajonal compuesto por calamagrostis effusa. Alt. 3.800 m.

    Foto No . 2. Cumbre andina - paramuna en la regin de Chisac (entre 3.800 y 3.900 m. de altura). Ostenta las formas de relieve formadas por la accin del hielo en el pasado, y que lu ego fueron moldeadas por el clima paramuno del presente.

    Foto NO .3. La Puya goudotiana es otra planta tpica de los pramos circundantes de la Sabana de Bogot. Su habita t ptimo es e l pramo bajo. Como esta foro del va lle del ro Tunju elo a 3.660 m . de altura. La planta alcanza ms de 2 .50 m . Sobre la vertiente op uesta del vall e se ve el lmite de altur a ( 3.500 m.) para la agricultura.

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  • 2 En mapa topogrfico. 3 En foto area vertical.

    Mapa y foto Inst . "A. Codazzi

    M.O , .,... ESCALA ..

  • De manera que el terror del pramo no es una terrible montaa, sino su clima: Esta niebla constante, la llovizna fra y penetrante, la falta de visin y la luz escasa por la niebla. Este clima ambiental envuelve las formas geomorfolgicas suaves del lomo de las cordilleras, y grandes extensiones son pantanosas, ya que aqu nace la hidro loga, es decir, la mayor a de los ros colombianos. y el viajero, andando en este medio ambiente, como se dice hoy , se

    deja impresionar psquica y fsicamente . Es as como cuando el botnico italiano-ecuatoriano, el Padre L. Sodiro, quien describe en una magnfica prosa el despertar primaveral de la naturaleza con sus maravillosos colores delicados y nuevos, despus del largo descanso durante el invierno en los Alpes suizos, lo compar con el aspecto severo y los colores tristes de los pajonales paramunos, donde las partes muertas de las plantas resisten a la descomposicin natural de las mismas y eclipsan y desfiguran el brillo de la nueva generacin (1874). Y Th. Wolf en su obra clsica de la "Geografa del Ecuador" (1 898) complementa esta visin: "En el pramo no hay primavera, no hay otoo, no hay verano y no hay invierno; slo existe siempre lo mismo. Dos tercios de las hojas de las hierbas son siempre secas y de color pardusco-amarillento mientras el color verde-azulejo de las hierbas nuevas, en conjunto con las plantas, producen aquel manto verde-olivo que cubre todas las montaas llamado pajona!. Un desierto perfecto no produce sobre el viajero una impresin tan triste y melanclica como las soledades de los pajonales" .

    Sin duda Theodoro Wolf y el Padre Sodiro se impresionaron demasiado, muy tristemente con el pramo, aun cuando, tambin es cierto, el pramo ecuatoriano como zona de transicin continental entre los Andes ecuatoriales hmedos del norte y los Andes tropicales secos del sur, es biolgicamente mucho menos vigoroso y variado que los pramos colombianos de la cordillera Oriental.

    Pero ay! , el viajero que encuentra el pramo despejado; qu vi-

    Foto No. 4. Alto pramo de Chisac. Se observa la destruccin ocasionada por las qu emas anuales y constantes . 3.780 m . La transhumancia en el trpico-fro del alto pramo es indicada por la vaca en el pajonal que fue quemado y lu ego retoa, lo que es aprovechado por el ganado. El animal bien pelud o por el fro est al borde de uno de los innumerables pantanos.

    Foto No. S. 1: 1 tec ho de Co lombia El Pram o de Sumapaz co n el cerro Nevado. Altura 4 .300 m. En primer plano un a morrena fro ntal que fu e cortada un afluente del ro Nevado, qu e nace detrs de ella en la laguna La Guitarra .

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  • sin increble ! No hay obstculo que limite la vista; hacia abaj o linda con el bosque oscuro y la atmsfera brumosa; pero hacia arriba en el cielo limpio, con lo infinito en el espacio y en el tiempo. Esto es importante en cuanto a los aspectos fsicos, biticos y psquico-espiritu ales que vamos a tratar en este escrito.

    El pramo es tierra de libertad en todo sentido, porque aqu el hombre se somete a prueba por parte de la naturaleza. Pero la mayora de los viajeros han sido injustos con este maravilloso paisaje, que es la regin ecolgica ms tpica de los Andes ecuatoriales hmedos de Colombia. El pramo no es triste, es serio . No es melanclico, es severo. No es hostil, es grandioso, y como culminacin geogrfica y ecolgica de los Andes ecuatoriales de Colombia, es nico en el mundo.

    Los Pramos y su fama equivocada en la descripcin de algunos viajeros. v. Hagen* sobre Federmann - El Conquistador Federmann en el pramo de Sumapaz.

    Los pramos todos constituyen, para la mayora de la poblacin del pas, regiones poco conocidas y an menos visitadas. Esto es especialmente vlido para el pramo de Sumapaz, el ms extenso del mundo y muy cercano a la ciudad de Bogot. Sin embargo, los cuentos sobre ellos, ms que informaciones verdicas, son abundantes y viejos.

    Cuenta Vctor W. van Hagen * que ya en el siglo XVI un grupo de conquistadores, entre ellos algunos alemanes, viniendo desde Coro en Venezuela en busca del pas de El Dorado, tuvieron que enfrentarse al pramo de Sumapaz. Oigmoslo: " ... Durante todo el camino trataron de encontrar un paso hacia las tierras altas de las montaas (ellos iban por el pie de monte llanero). No tenan idea entonces de que la cordillera era una barrera montaosa que se extiende desde Colombia hasta el Estrecho de Magallanes. Ellos consideraban los Andes como un macizo montaoso aislado, semejante a la Sierra Nevada de Santa Marta, y pensaban en dar la vuelta alrededor de ste. Tampoco saban que el ro Up a, un afluente del ro Meta, lleva sobre los 50 latitud norte a travs de un boquern en la montaa alta por un camino hacia las tierras de El Dorado.

    * V ctor W. von Hagen: "The Golden Man. A Quest for EL DORADO". London, 1974.

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    1 "En el mes de febrero de 1539 llegaban, mientras la muerte diezmaba

    como de costumbre sus fil as, al ro Ariari, uno de los ros cabecera occidentales del ro Guaviare, donde Georg Hhermuth calcul la latitud en 20 norte.

    "No todos los ros que bajan de los Andes llevan en su curso alto hacia un paso en la cumbre, pero ste, el ro Ariari, s lleva haci a arriba. Tenan que seguirlo hacia arriba, lo cual indicaba un ascenso desde los 200 metros a los 4.000 metros sobre el nivel del mar . Bajaba en esta poca del ao el ro violenta y torren tosamente, a travs de numerosos saltos y pasos tan estrechos y peligrosos, que casi no dejaba margen para un camino que conduce a las tierras altas del Sumapaz.

    "Haban encontrado, pues, el paso por la cumbre de la cordillera. Federmann logr vencer la altura. Ahora slo faltaba atravesar la tierra fra alta . Pero el fro violento mat a la mayora de los cargueros indios y la tierra era tan hondamente congelada que tuvieron que dejar sus muertos sin enterrarlos. Durante el primer da en el pramo se mur ieron 20 caballos. Federmann -qu ien pensaba que haba experimentado toda clase de climas y condic iones de vida- no encontr, sin embargo, las palabras adecuadas para describir en una carta a su amigo Avila, la tristeza de las tierras altas del Sumapaz, ni la fu erza del mortal viento. Ellos lograron una hazaa que ni siquiera pudiera realizar un perro . Los que estaban todava con algo de vida, cruzaron un paso hacia las tierras ms bajas y que hoy en da todava se llaman 'F redreman ' en memoria de aquel acontecimient o, aun cuando la ortografa no es correcta .. ..."

    Hasta aqu lo que dice Vctor v. Hagen en el ao de 1974 sobre el pramo de Sumapaz , escribiendo las mismas exageraciones de los cronistas de hace ms de 400 aos.

    De all y desde entonces vienen los cuentos sobre el "peligro mortal" de las tierras paramunas. Viajeros ilustres, campesinos y cient ficos, todos han cado en las redes de estos cuentos hasta cuando en la poca de la violencia hace ms o menos 30 aos, el pramo alto del Sumap az fue poblado por refugiados que aqu en la soledad de las grandes altu ras y en asocio de los pocos habitantes que haba, encontraron sosiego y seguridad, y as empieza la historia moderna de la conquista y destruccin del pramo con informacin verdica sobre este paisaje nico sobre el planeta.

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  • Reiss y Stuebel en el pramo de Sumapaz*

    Wilhelm Reiss nos dej la descripcin de un viaje por la parte noroccidental del pramo de Sumapaz, que efectu en el ao de 1868 en compaa del amigo Alfonso Stuebel. A Reiss y Stuebel se les menciona siempre en este binomio, como si se tratara de una sola persona. Era un solo equipo de dos hombres cientficos (un binomio y sinnimo) que se dedicaron a la exploracin y el estudio de los volcanes en Colombia y el Ecuador. Su vi aje, inicialmente planeado para algu nos meses, se prolong hasta casi diez aos en la Amrica del Sur y dur ms tiempo que cualquier otro viaje cientfico en este continente . (El doble de tiempo del viaje de Humboldt). El resultado cientfico de esos dos jvenes exploradores alemanes -y sea el momento de destacarlo aqu , ya que casi siempre se menciona nicamente a Alejandro v. Humboldt- fue de un valor incalculable especialmente para la geologa y las ciencias afines en cuanto al origen de los volcanes .

    Pero oigamos lo que dice W. Reiss sobre su viaje por el pramo de Sumapaz: "El 2 de junio (ao 1868) abandonamos nuevamente la ciudad (Bogot). Esta vez nuestro propsito era el de visit ar el afamado puente natural de Pandi. Pero para no u tilizar en la ida y el regreso la misma va, resolvimos durante la ida tomar el camino va Usme (2.780 metros) y Pasca (2.145 metros) hacia Fusagasug (1.780 metros) . Un camino que segn el mapa pareca un poco ms largo que aquel directo a Fusagasug, que puede recorrerse en un da.

    "Nuest ra caravana estaba compuesta, lo mismo que en nuestra excursin al Salto de Tequendama, por nosotros dos, ms dos peones (arrieros), de los cuales el uno llevaba los barmetros y el otro tena que cu idar nuestro equipaje. Adems llevamos una bestia de carga que transportaba nuestras camas y dems utensilios.

    "A las 8 de la maana salimos a caballo con direccin sur a travs de la altiplanicie de Bogot, para luego de dos horas de viaje, entrar en un valle que se extiende desde el oriente, por el cual marchbamos hacia arriba. Al medio da llegamps a Usme (2.780 m.), un pequeo y miserable pueblo, pero con mayor altura sobre el mar que Bogot.

    "Aqu nos informaron que en el camino a Pasca tendramos que atravesar un pramo, quiere decir, una altiplanicie sin vegetacin de ms de 10.000 pies de altura.

    * Publ icado en : " 1m Banne der Anden - Reisen deutscher Forscher des 19 Jahrhunderts" . (" Bajo el embrujo de los Andes - viajes de exploradores alemanes del siglo XIX " ) editado por H. Scurl a, editorial de la Nation, Ber lin , 1979 (R.O.A.).

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    ( "Lentamente caminbamos valle arriba hasta las 6 de la tarde. La ve

    getacin era cada vez ms escasa y los campos cultivados desaparecieron casi del todo . Por fin, ya al atardecer, alcanzamos una sola casa, la hacienda "El Hato" (3 .120 m.), pero no fuimos recibidos con atencin. Slo con mucha insistencia logramos posada y comida para hombres y animales, y proteccin contra una fuerte y pertinaz lluvia. La lluvia prosigu i durante toda la noche, de tal manera que a la maana siguiente todos los caminos estaban transformados en un barro resbalossimo . Desde aqu tuvimos que llevar un gua, ya que el pramo carece de cammos.

    "Lenta y dificultosamente avanzaron las mulas hacia arriba sobre el suelo resbalossimo al pie de las vertientes en direccin al lomo u horizonte ms alto de las montaas. "Aqu ya no hay ni rboles ni arbustos, pero en vez de ellos se pre

    senta una planta rarsima, el llamado frailejn (Espeletia grandiflora), cuyas hojas grandes en forma de lanza y cubiertas densamente de pelos lanosos, puestas sobre el tronco negro de la altura de un hombre, dan una visin nica; sobre todo cuando en extensiones que se atrav iesan durante horas y horas, no hay otra vegetacin alta. De pronto el camino sigue sobre altas cuchillas para luego bajar a unas cuencas pandas. El suelo es un puro pantano, todas las montaas son desnudas, carentes de vegetacin alta; sin embargo, no se ven estructuras rocosas, ya que todo est cubierto por un espeso manto de humus .

    "Entre los habitantes estos pramos son muy temidos. Ellos constituyen las partes ms altas de las cordilleras , estn expuestos a los vientos y casi siempre envueltos en nubes y por regla general reina aqu un intenso fro . Era este el primer pramo que cruzbamos y ya al principio del viaje nos toc conocer sus horrores . Desde las 6 de la maana hasta la una de la tarde conservbamos la misma altura (3.722 m.) continuamente envuelta en nubes, que casi ininterrumpidamente nos proporcionaban fu ertes lluvias. Al mismo tiempo sopl un viento helado que nos encalambraba los dedos y casi no podamos abrir las manos ; las mulas tiritaban de fro y, no obstante los encauchados, la humedad penetr en t odas partes.

    "Sin poder ver mayor cosa de los dos lagos que se encuentran en estas alturas, llegamos a la una de la tarde al borde alto del valle que lleva hacia Pasca. No obstante que nubes muy densas llenaron el alto can de; este valle, nos convencimos pronto de que adelante de nosotros habla una espantosa bajada. Ciertamente, el gua nos haba prevenido del mal camino dic iendo que era imposible bajarlo en bestia, pero sin embargo, una escalera de piedra tan espantosa no habamos esperado . Sobre estos caminos y en un tiempo increblemente corto se baj a de las

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  • regiones paramunas a los bosques ms maravillosos, llenos de helechos arbreos, lianas y pronto, tambin, de palmas. La abundanda de la vegetacin de los valles altos sorprende cada vez de nuevo , y siempre es maravilloso mirar gozando esta riqueza de variad simas formas y bien formados grupos.

    "Si sufrimos arriba en el pramo tanta humedad y unas temperaturas de 5C., aqu pudimos entender que ste era apenas un ligero anticipo de lo que es un aguacero tropical. Las aguas caen como cortinas densas. El fondo central de los caminos, generalmente profundos, sirve a una quebrada t orren tosa de lecho, a travs del cual tuvimos que buscar con dificultad sobre las piedras resbalosas nuestro camino. Por fin la suela del valle se torn ms panda y nosotros pensamos en cabalgar nuevamente para alcanzar nuestra posada, pero el gu a nos d ijo que apenas empezaba la peor parte del camino , y era dudoso salir antes del anochecer del bosque. Pronto, con la oscuridad que se iniciaba, nos convencimos de que era imposible avanzar ms.

    "En la parte inferior y panda del valle estrecho y sombreado por el bosque, se concentraba el agua. El suelo arcilloso se convierte en un lodazal sin fondo y a cada paso que daban hombre y animales se resbalaban. Para asegurar en algo el paso de los animales, se han trazado unas zanj as paralelas a travs del camino en las cuales la mula pone primero las manos y luego las pat as. Est as zanjas, inicialmente muy pandas, se ahondan cada vez ms, hasta cuando alcanzan tal profundidad que el animal a cada paso toca con la barriga los baches entre zanja y zanja. Las zanjas y los hoyos estn llenos de lodo; frecuentemente el camino es un charco ancho, ya que ste, in icialmente estrecho, es ampliado cada vez ms cuando los viaj eros tratan de esquivar el lodazal , pasando por los lados. En las part es demasiado pantanosas , especialmente all donde algunas mulas se han ahogado, se han construido unos pasos con t roncos de madera de ms de 4 p ies de ancho , a travs de los cuales los animales van con paso poco seguro . Pero tambin estos malecones de t roncos son invadidos con el t iempo por el pantano ; la madera se pudre y cualqu ier paso puede dar alIado sin fondo.

    "Despus de que hubimos andado un buen trecho a pie a travs de los lodazales, resolv subir a mi mula, ya que es muy molesto caminar con encauchado , zamarros muy pesados y las largas espuelas con ruedas de varias pulgadas de dimetro . Pero el montar por estos caminos tambin ofrece sus dificultades, ya que es un continuo caer en los profundos hoyos de lodo, y parece a veces increble cmo la mula puede salirse de nuevo.

    "Ya de noche, y cubiertos de lodo hasta la cabeza, llegamos a Pasea, un pequeo poblado agradable a unos 1. 500 pies ms bajo que Bogot,

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    ubicado en un valle bonito sobre la confluencia de dos torrentosas quebradas (2. 145 m.) .

    "Como de costumbre hab amos escogido la poca del ao menos favorable para visitar el pramo, ya que en aquellas regiones altas, ahora es irNierno (poca de lluvias), mientras que la altiplanicie de Bogot y los valles ms bajos gozan de un llamado verano. Pero a un forastero le es totalmente imposible encontrar la acertada poca del ao para un viaje, ya que frecuentemente y a distancia de pocas horas se encuentra invierno y verano de lado a lado".

    El porqu del sufrimiento durante el viaje

    Pues bien , hasta aqu W. Reiss con sus impresiones sobre el pramo, mucho ms reales que las de la mayora de los viajeros. El que los pramos sean tem idos por la poblacin vecina (no por los paramunos) , es explicable si consideramos las condiciones de vida de ell a que le impiden un acertado abrigo para tales traves as. Si se le encalambraron los dedos de las manos al seor Reiss (y a m t ambin muchas veces), no es nada asombroso en estas alturas (3.722 m.), y como l mismo dice, en la peor poca del ao, el invierno o perodo de lluvias. Pero aun durante esta~l poca se puede viajar por los pramos sin guardar las manos en los guantes, lo que es imposible durante el invierno en Alemania. Adems se dej impresionar -como todos los viajeros- por la infinidad de cuentos, verdaderos algunos pocos, e inventados la gran mayora, sobre la regin de las altas montaas deshabitadas por el hombre . Deshabitadas porque aqu no crecen las plantas tiles para el sustento de su vida. Adems, entre todos los pueblos de la tierra y hasta po ca muy reciente hab a un temor ante las altas montaas. El andar sobre malas vas y extensos pantanos sin caminos, envu elto en nubes y lluvia, ciertamente puede afectar el modo de sentir del hombre. La geografa vertical en los Andes ecuatoriales hmedos de Colombia provoca la baja temperatura equivalente* del pramo, hace sentir ms el fro al hombre, de igual modo Como la alta temperatura equ ivalente de la selva pluvial lo hace expe

    * Baja temperatura equivalente entendemos aqu aquel fenmeno de un alto co n. tenido y tensi n de vapor de agua en la atmsfera, que hace senti r el clima ambiental muy diferente (bochorno en la t ierra calien te, intenso frohmedo en el pramo) al de aque llas regiones de igual temperatura, pero con escasa humed ad atmosfrica.

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  • rimentar el desagradable amb iente del bochorno de la tierra caliente. Aspectos que y a desde muchos aos atrs se investigan bajo e! criterio de "e! alma humana bajo el influjo de tiempo y clima, suelo y paisaje"*.

    y naturalmente la escasa densidad del aire, la gran altura, la fuerte insolacin (dos veces superior a la de la tierra templada), la actuacin de los rayos ultravioleta, el cambio brusco y frecuente de las temperaturas y de la humedad atmosfrica; todo esto acta en el medio ambiente reinante de una manera diferente a las alturas inferiores sobre los seres vivos. Para sacar conclusiones ecolgicas, o para ver cmo actan estos diversos fenmenos en conjunto sobre los seres vivos, no es suficiente observar y analizar los diversos factores y elementos cada cual por separado . Ante todo es necesario relacionar la temperatura tan fuertemente variable a travs de muy corto tiempo con la precipitacin correlacionada con la radiacin solar. Es decir : se debe buscar calculando el nd ice d e sequ a en la radiacin que determina el calor especfico de evaporacin . Con este mtodo de trabajo tcnico se puede explicar cientficamente la manera de reaccionar los viajeros como seres biolgicos en el pramo. Pero una reaccin como "alma humana bajo este influjo de tiempo y clima, suelo y paisaje" del pramo, no es posible expresarla en frmulas, no cabe todava en un computador. Sin embargo, es esta actitud, movida por una fuerza no sujeta a fenmenos y elementos fsico s ni a leyes b iolgicas, la psicologa, o quiz la bio-psicologa, la que por ende determina las relaciones de! hombre con u I\..medio geogrfico. '1

    Humboldt escribe sobre el pramo

    En una carta* * a su hermano Guillermo, con fecha 25 de noviembre de 1802 , desde Lima escribe lo siguiente:

    " ... La dificultad ms grande po r vencer tod av a nos esperaba en el camino entre Popayn y Quito. Sobre este camino nos toc cruzar los pramos de Pasto, y esto en la peor poca de lluvias, que ya haban empezado .

    * Hellpach , Will y: "Geopsique", Espasa Calpe S.A. Madrid , 1940 y "Geopsyche" Ferdinand Enke. Verlag. Stuttgart, 1950.

    ** Pu blicada en "1m Banne der Ande - Re isen deutscher Forscher des 19 Jahrhunderts", (Bajo el embrujo de los Andes - Viajes de exploradores alemanes del siglo XIX). Ed itado por H. Scurla, editorial de la Nation Berlin, 1979 (R.D .A ).

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    "Pramo se denomina en los Andes todo lugar donde en una altura desde los 1.700 hasta 2.000 Toisas* la vegetacin ya n o prospera y donde el fro penetra a uno hasta los huesos . Para esqu ivar el fuerte calor del valle del Pata, do nde uno contrae en la primera noche la fiebre que luego dura de 3 a 4 meses, conocida bajo e! nombre de 'Calentura de! Pat a', pasamos por las cumbres de la cordillera donde existen terribles y bruscos abismos. As que viajamos de Popayn v a Almaguer a Pasto, que est ubicado al pie de un temible volcn .

    "No se puede imaginar uno nada m s espantoso que el camino que sirve de entrada a la pequea ciudad de Pasto , do nde pasamos la navidad . .. Espesos bosques alternan con extensos pantanos. Las mulas se entierran hasta la barriga, y el viaj ero tiene que pasar por t an est rechos y profundos pasos entre las rocas, que da la impresin de estar en un socavn de unas min as.

    "Los caminos estn empedrados con los huesos de las mulas que aqu se caen y se mueren por causa del fro y agot amiento. Todas las provincias de Pasto, inclusive las regiones alrededor de Guachucal y de Tquerres, representan una superficie m ontaosa, congelada, muy helada, hasta ms all de! punto hasta donde puede resistir la vegetacin, y est encerrado por volcanes y solfataras que expulsan constantemente remolinos de humo. Los desgraciados habitantes de estas t ierras yermas no tienen otra alimentacin que las patatas, y cuando stas no m aduran como en el ao que acaba de pasar, entonces la gente se va al monte para buscar como alimento , contra la terrible h ambre, el tronco de un pequeo rbol que se llama Achupulla** (Pourretia Pit = carna). Pero como este rbol t ambin sirve de forraje para el oso , entonces es frecuente la rivalidad entre e! hombre y el anim aL"

    * 1 To isa = 1.95 m., antigua medida francesa. ** Alfonso Portillo en su libro "Divulgacin de conocim ie ntos cient ficos sobre

    las plantas ms ti les y conocidas en Colombia en valor alimenticio , medicinal e industrial" . Pasto, 1950, di ce: "del Keshua: achupulla", "la pia fru ta, Puya pyramidata. Planta de la Familia de las bromeliceas , abundante en las cimas de los Andes equinocciales. Se produce entre los 3.000 y 3.500 metros sobre el nive l de l mar . Tiene tronco espinoso de 3 - 4 pies de alto. La base de las hojas y el Fruto de la raz contienen un jugo azucarado agradable. Las hojas de la Achupa lla, las de la base, las comen algunos pueblos de la frontera colombo-ecuatoria na, ya al natu ral ya en forma de colada o de chicha. La flor y la raz la comen los osos con avidez y con ell as se engordan marranos".

  • La Creacin del mundo en el pramo segn la mitologa chibcha*

    "Por encima de la tierra de los Chibchas est la nada. Las monta..i1 as de este pas se abren vertiginosamente al cielo, y las aguas cubren la tierra entre ellas. La Sabana estaba cubierta por el agua, y las montaas oscuras y amenazantes se levantaron de las aguas hacia la oscuridad del cielo, y la niebla envolvi todo en un manto impenetrable.

    "Todo esto lo vio el todopoderoso , que era la luz misma. Entonces envi enormes aves que ahuyentaron a las nieblas y soplaron a travs de sus picos aire difano. As separ el todopoderoso la t ierra de las aguas de lo infinito del cielo .

    "Y luego cre lo maravilloso y brillante, lo Grande . El rompi la oscur idad con su luz brillante y calent las tierras. Y en segu ida envi esta luz para que radiara sobre las montaas y las aguas. As se fue el agua y surgi la Sabana. Y el tod opoderoso llam esta luz Sua.

    "Pero Sua sec y hasta tost la tierra de los Chibchas con su luz abrasadora y ardorosa. Fue entonces cuando el todopoderoso hizo desaparecer a Sua detrs de las monta1 as y cre algo suave y blando, lo que vino cuando haba desaparecido Sua, y Dios la llam a esta luz Cha.

    "Pero las tierras eran silenciosas y sin vida. As que el todopoderoso se compadeci y de la laguna de 19uaque, que est al norte de Hunza, sali una mujer a la cual llam Bachu. Y Bachu sac de la laguna un nio que no tena ms de t res aos. Tom este nio de la mano y lo llev a los Llanos. All construy una casa. En esta casa vivan ellos hasta cuando el nio lleg a ser hombre. Entonces Bachu lo tom de marido y ellos tuvieron mucha descendencia.

    "A todos ellos Bachu les dio unas leyes. Les orden respetar y rezar a los dioses , y a creer en Chiminigagua, el Seor que todo lo haba creado .

    "Ya cuando los padres de los Chibchas tenan una edad muy avanzada, y sus espaldas estaban cansadas por la vejez, Bachu tom a su marido de la mano. As los dos entraron al pramo, a la laguna de Iguaque, y mucha gente los acompa. All se metieron al agua y cuando sta los cubri hasta el pecho fu e cuando Bachu habl a sus hijos ya toda la descendencia. Les record el respeto a los dioses, tal como les haba enseado. Les exhort hacia la paz y armona y derramando muchas lgrimas se despidi de ellos. Cuando el agua se haba cerrado por en

    * Segn la co ndesa G . Podewil s - Duerniz : " Leyendas de los Chibchas". "Legenden der Chibcha". Stuttgart, Stecke r und Schroer.

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    cima de sus cabezas, el pueblo abandonado por ella vio en la laguna dos culebras y decan que Chiminigagua los hab a transformado en estos animales. Desde entonces las culebras son animales sagrados en el pas de los Chibchas".

    Hasta aqu, pues, parte de la mitologa chibcha referente al pramo y las aguas en las montaas altas. Luego, despus de la venida de Bochica, el enviado de Dios todopoderoso que les hizo muchos bienes, vino Huitaca, la malvola mujer que hizo mucho mal hasta cuando Chibchachum, el dios de la Sabana, resolvi terminar con la vida del pueblo mal enseado por Huitaca, convirtiendo la Sabana en un inmenso lago por medio de intensa lluvia. Pero lleg el momento cuando Bochica se conmovi con las spl icas del pueblo Chibcha en apuros, y viniendo sobre un brillante arco iris, con una varilla de oro en la mano la inclin hacia la direccin de la puesta del sol, abriendo as las rocas para que las aguas pudieran salir hacia las t ierras bajas, salvando as al pueblo de los Chibchas.

    La funcin e importancia ecolgica del pramo

    Vemos, pues , que el agua, el fro , la niebla y la oscuridad siempre han desempeado un papel preponderante en la vida de los hombres de las altas montaas de los Andes ecuatoriales de Colombia.

    Y hoy se dice -es decir algunos bilogos- que el pramo es fi sio lgicamente seco. Qu sucede entonces? (fisiologa = enseanza del desarrollo de los procesos vitales) . Y por qu todos los viajeros se quejaron de la alta humedad del pramo? Pues ms adelante (pg. 82 ) cuando hablamos del clima del pramo nos referimos a esta caracterstica exclusiva del fro- hmedo de la alta montaa ecuatorial , de lo cual son prueba y testigos contundentes los extensos pan tanos altos, los nacimientos de la hidrografa colombiana. Y condicin previa para la formacin de un pantano alto es un gran excedente de agua, el cual permi

    t~ el buen desarrollo del mundo vegetal, pero a la vez impide que los reSIduos vegetales sean descompuestos por los microorganismos debido a la falta de oxgeno.

    Recientes investigaciones ya no contienen el concepto de que las selvas extensas (p.e., cuenca amaznica) sean los " pulmones" del planeta. Estas consumen casi la misma cantidad de oxgeno que producen con sus hojas. Adems se comprob que las plantas jvenes de rboles y Otros de rpido crecimiento, son las que producen un excedente de oxgeno considerable. De manera que las reforestaciones nuevas contribuyen

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  • con ms ox geno para la atmsfera que las antiguas selvas. La explicacin causal de este fenmeno est en que la mayor parte de energa fijada en las plantas es consumida por la transformacin de los residuos vegetales por medio de la descomposicin de stas por la fauna de! suelo y de los microorganismos; adems de que e! sistema de los ejes de las

    * plant as superiores gasta parte considerable de la energa. Entonces, qu sucede en el pramo con su vegetacin de crecimien

    to extremadamente lento, de edad avanzada, y de descomposicin an ms lenta, donde como dice Th. Wolf, " dos tercios de las hojas de las hierbas son siempre secas...", es decir, muertas? Y no se diga de las Espe!etias o fra ilejones como es su nombre popular, que cuando tengan una edad considerable, sus troncos estarn envueltos por las hojas muertas de muchsimos aos atrs.

    Es decir: que no nos metemos por el momento en esta disputa de los cientficos. Gocemos e! pramo! Pero ante todo seamos conscientes en e! deseo de que todos nosotros, habitantes y visitantes del pramo, debemos ser cuidadosos con este precioso tesoro de la naturaleza. Tenemos que usar la razn y la fan tasa en relacin con este paisaje, su vegetacin y sus aguas para conservarlas para el bien de todos y hacia e! fu turo.

    Ante todo las aguas . Aqu arriba en las altas cumbres andinas nacen las redes hidrogrficas de Colombia. Sin agua no hay vida orgnica posible. Es la condicin bsica para toda existencia vital. Debido a sus sobresalientes caractersticas solubles, tiene una importancia biolgica grande, ya que constituye la parte preponderante de la sustancia de los seres vivos, que la necesitan para su metabolismo. Las plantas estn compuestas hasta ms de 90C}'0 de agua, y el cuerpo humano del 60 y 70C}'0 de su peso de agua . Constantemente los seres vivos toman y eliminan agua. Pero la disolu cin de las materias nutr ientes y el transporte de stas en el organismo, como para la regularizacin de la temperatu ra del cuerpo y eliminacin de materias venenosas durante el proceso metablico, es sencillamente indispensable. Pero sin agua tampoco es posible una economa nacional, de manera que para la existencia y desarrollo de la sociedad humana es absolutamente indispensable. y esta agua, a travs del ciclo hidrolgico de la tierra, movida por la energa solar, hace su primer contacto directo con la superficie del territorio colombiano aqu arr iba en el pramo: en sus inmensos pantanos, sus maravi

    * Estas concl usiones nuevas son el resultado de una investigacin interdisciplinaria de geo-ecos istemas en el caso conc reto de un bosque de hayas. Publicado en: "Pginas informativas para cientficos alemanes en el exterior", 11/73, Bo nn.

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    M. O 500 1000 M.

    una muestra de lo desconocido del pramo a n hoy en da es la parte del presente mapa de la Carta General de Colombia en escala 1 :25.000, plancha 265- IV-B , qu e muestra un pequeo espacio del alto pram o de Sumapaz . En este mapa se comete el error de confundir los bloques errticos del pa isaje pcriglacial con casas de habitaci n (\os pequ eos cuadrados negros) . En verdad se trata de una regin de unos 400 metros por e,ncima del lmi te superior del pob lamiento en los Andes ecuatoriales humedos de Colomb ia, totalme nte deshabitada, aun cuando es utili zada peridicamente como espacio de incur sin eco n mi(a, pero nunca Como espac io de habitat humano.

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  • llosas lagunas, en la escorrenta an no encauzada de sus altas cumbres, con su clima ambiental nico en el mundo. Esta es la verdadera y ms importante fun cin del pramo. y lo comprendieron as los aborgenes y no lo olvidemos hoy nosotros, los habitantes desnaturalizados por el moderno habitat de cemento y ladrillo.

    El turismo moderno y el del futuro al pramo.

    No va a estar lejos el da -desgraciadamente- cuando una autopista pavimentada atraviese el pramo, y sobre ella los au tomotores con calefaccin, t elevisin y otras cosas por el est ilo lleven una gente sofisticada y desnaturalizada por la civilizacin tcnica. Ellos no van a tener problemas viales, pero s otros y m il veces peores para ellos y que no tenemos nosotros los paramunos. Pues me refiero a aquellas enfermedades psquicas y biolgicas de la civilizacin moderna, que imposibilitan al hombre para sufrir y gozar el pramo a un mismo tiempo. Es decir: no lo van a comprender y por lo mismo existe el grave peligro de que lo van a destruir.

    Los pramos circundantes de la Sabana de Bogot. (El pramo de Sumapaz).

    El pramo de Sumapaz es tan circundante y tan vecino a la Sabana de Bogot que ayud a darle su actual forma y fisonoma geogrfica en su sector meridional.

    Antao, por lo que hoyes el valle del ro Tunjuelo, bajaba un ro caudaloso y torrentoso que llevaba las aguas y sedimentos fluvio-glaciares de la parte septentrional del macizo del Sumapaz, hoy conocida como la regin de Chisac, y entonces, hasta el perodo tardo glacial ( 10 - 12.000 aos atrs), para entregarle esas agu as al entonces presente lago que ocupaba lo que hoy en da es la Sabana.

    La parte inferior del valle Tunjuelo-Usme, lo mismo ms hacia el sur-oeste de Sibat-Soacha, forma u na llanura (bahas en el lago de entonces) que penetra bastante y profundamente en las lomeras terciaria y perifrica sur-orientales de la Sabana. Esta serrana en el sur-oriente de la Sabana, t ambin conocida con el nombre de cerros de Fucha, se une aqu con la ancha masa ondulada en el sur-occidente que baja como vertiente del enorme macizo del Sumapaz. Esta era entonces una pennsula en el gran lago, el codo montaoso que hace terminar la Sabana en este sector, dando lugar a las partes planas de los valles inferiores.

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    ESQUEM A DE LA CIRCULACION

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    ENERO TC

    LIMITES DE LOS TROPICOS SEGUN TIEMPO Y CLIMA (W. Lauer l

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    ~~~m~~~~4.000

    900 N 80 60 40 20 0 20 40 60 800 905

    O Trpicos calidos I:Y:::::;:)Zona de in te rseccin del l!mite ~ Regiones no tropicales abs oluto de helado, y de l limi_ te de def ic iencia de color

    mil Pramo ~Puna CARACTER IST ICAS PERIFERICAS DE LOS TROPICOS CALIDOS

    1Segu n W. Lauer Mod ifieado 1

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    O-T(oo ) 5 0 - I ZO DT(o~0)OO - 50 OT(ofto)5 0 -IZO 1- DT ( dios) OT (o~c)-----------I

    _ Trpicol c lidol(megatrmicol) c=J Trpicos frias ( me~o y al igotrmico) O T : OlCiloclon Temperatu ra Tm: T,mperatura m,dia mm Promo _ Puno

    CRITERIOS CLlMATI COS y SU DI STRIBUCION HORIZONTAL y VERT ICAL DE LOS TROPICOS

    (Segun W. Lauer Modifi cado)

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  • norte; hacia el noreste del Alto de Oseras est la cuenca del ro Guape -afluente del ro Ariari- pero con direccin opuesta a la indicada, ya que baja a las llanuras orientales, y tiene sus cabeceras en las lagunas que rodean el Cerro Nevado de Sumapaz. Algo al occidente del nudo del Alto de Oseras estn las cabeceras de las aguas del ro Prado (Cunday) .

    Desde el Alto de Oseras se extiende con direccin E.N.E. el pramo de Sumapaz por unos 45 kms. hasta el Pico de los Ranchos (3.960 m.) en donde se desprende hacia el sureste un ramal cordillerano que culmina en el Cerro Nevado de Sumapaz (4.300 m.) y luego contina en considerable extensin hacia el sur, dando origen a un valle interandino longitud inal, ubicado entre el eje del pramo de Surnapaz (divisin ent re las aguas que van hacia los ros Magdalena y Meta), y la cordillera del Nevado - denominada en la parte alta la Maleza, por 10 abro pto de su topografa alp dica, por lo casi desprovisto de vegetacin-, y atravesado por el ro Nevado que constituye la parte alta del ro Guape. Este valle, como todos los dems valles y toda la vertiente del macizo de Sumapaz que dan sobre los Llanos orientales, estn totalmente despoblados, desconocidos y cubiertos de selva en toda su extensin. Pertenecen estas tierras al departamento del Meta, y ninguna otra regin en la orinoqua y amazona colombianas ofrece condiciones tan favorables para su propio desarrollo y el del pas entero, como estas tierras andinas del Meta con su piedemonte. Ubicadas en el centro de la Repblica y siendo continuacin hacia el oriente de su epicentro, Bogot, forman hoy espacialmente -aunque no aprovechada- una unidad econmica con sta, en lo que radica la importancia y futuro desarrollo de estas tierras, cuyas distancias de Bogot estn dentro de un radio de 100 a 200 kms.

    Foto No. 6. Entre el segundo y tercer cinturn de nubes ecuatoriales , sobre el borde occidental del macizo de Chisac, se observa el efecto convectivo-vertical del fenmeno tcrmo-pluvial sobre las vertientes.

    Foto No . 7. Ambiente de bosque de niebla. En primer plano la Ericaceae - Cauendishia sp. una de las ms tpicas plantas del ci nturn superior del bosque andino , que conduce al pramo . Ale. 3400 m. en el pramo de El Tablazo .

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  • Qu es un pramo?

    La nOClOn de "pramo" es un concepto ecolgico (bioclimtico). Biogeogrficamente es parte de los biomas* montano cuyas condiciones ecolgicas (biogeogrficas) estn determinadas por la altura sobre el nivel del mar y su posicin geoastronmica (en el caso del pramo latitudes ecuatoriales) . La u bicacin geogrfica, o sea las relaciones con los ecosistemas vecinos, tanto horizontales como verticales de clima y vegetacin que estn determinados como hemos dicho por la altura sobre el nivel del mar y su ubicacin geogrfica, quiere decir en este caso de las montaas el relieve, y sus fo rmas son las que determinan los biomas montano como ecosistemas de los cuales debemos dis tingu ir entre bajo montano, pre-montano, montano y montano alto. A este ltimo pertenecen los pramos en las altas cumbres de los Andes ecuiltoriales hmedos de Colombia, pero en contraste con los pisos altitudinales inferiores que estn estrechamente interrelacionados entre s, los pramos como bioma constituyen un espacio ecolgico casi aislado en la geografa vertical de las cordilleras colombianas. Estas, an te todo, por la altura absoluta sobre el nivel del mar, proporcionan a los ecosist emas un clima exclusivo con caractersticas determinantes, entre las cuales los parmetros termo-hgricos se destacan especialmente por sus efectos biolgicos y fsicos. Son los ltimos los causantes de su moldeacin geomorfolgica tpica en cada caso.

    En el orden bioclimtico el ecosistema montano alto se caract eriza por condiciones ambientales extremas y con grande influencia biolgica: baja presin atmosfrica, escasa densidad del aire, baja temperatura media, pero alta temperatura del aire y del suelo con directa insolacin y

    * Bioma (griego = Bioscin "vida"). El conjunto de las biocenosis que se encuentran en un lugar y que deben su existencia a este conjunto (como biocenosis se entiende la unidad entre las asociaciones vita ls = biocenosis y el espacio vital = biotopo). En la naturaleza se logra , p or fi n, sin la intervencin del hombre, una forma estab le de existencia, el llamado cl max , que slo sera mod ificable a cau sa de grandes cambios el imticos.

    Foto No. 8. Espeletia uribeii en un claro del bosqu e de niebla destrudo por el fu ego que encend i el hombre. Este fra ilejn alcanza alturas de ms de 10 mts. en su afn de llegar a la luz por encima del bosque. Su morfologa lo salv de las ll amas. Alt. 3.300 m . en el pramo de Palacios.

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  • muy bajos valores de temperaturas cuando no se realiza tal radiacin de calor. Lo mismo sucede con la humedad del aire cuyos valores cambian an ms rpida y bruscamente que la temperatura, la fuerza del viento es moderada y peridica y as sucede tambin con las heladas nocturnas (durante el da muy rara vez el termmetro pasa por debajo de OC. ).

    As se entiende que la altura de los ecosistemas montano alto les proporciona un clima exclusivo con caractersticas determinadas como los ya mencionados parmetros termo-hgricos, con sus formas biolgi cas. Los fuertes contrastes trmicos diurnos (clima diurno-ecuatorial) con el resultado de la fuerte radiacin solar como consecuencia de la poca densidad de la atmsfera en las grandes alturas, y que adems sta es muy seca durante la insolacin por la misma razn, determinan en estas alturas un rgimen energtico-solar totalmente diferente a aquel de altu ras inferiores.

    En las latitudes medias con un clima estacional-anual como en Europa y Norteamrica, con sus largos perodos diurnos de insolacin y muy cortas noches durante el verano, producen en las montaas una temperatura casi igual a la de las tierras bajas, y no se nota una diferencia tan grande como aqu en las montaas equinocciales con su clima diurnoecuatorial con duracin de da y noche prcticamente siempre igual.

    Se supone que la radiacin solar en los altos Andes contiene el doble de la cantidad de energa que aquella que recibe en la parte baja (montano-bajo: tierra templada). Es decir, la limitada insolacin por la nubosidad en las cumbres de los Andes ecuatoriales hmedos de Colombia est compensada por la intensidad, lo cual entre muchos otros fenmenos fsico-psquicos en el hombre, adems es importante para el proceso de la fotosntesis de las plantas y por ende de la cubierta herbcea que forma un grueso manto de absorcin para el agua a manera de una esponja. Este manto herbceo de la absorcin est formado tanto por la vegetacin viva como por la muerta, ya que la descomposicin de la materia orgnica es inmensamente lenta debido a los fenmenos termoh gricos, permitiendo as una compacta y muy hmeda cubierta (duran-

    Foto No. 9. Paisaje del sub-pramo de Neusa con la represa y restos de un bosque de Encenillo (Weinmannia tomentosa) que anta.o cubra toda la regin. Altura entre 2 .900 m -3.400 m.

    ' oto No . 10. Corre de un a morren a no estratificada, ni compactada, cerca d e la laguna d e Chisac, 3.500 m. de altura. Por encim a se ve u n bloque erra rico dejado por el hielo, y la vegetaci n destru ida por la quema del hombre.

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  • te la mayor parte del ao) de humus crudo -caracterstico del suelo paramuno- sobre el fu ndamento rocoso.

    Ahora bien, por habe r experimentado los espaoles durante la conquista este clima ambiental de las regiones y paisajes glaciales y periglaciales de las cumbres altas de los Andes ecuatoriales, les dieron el nombre de PARAMO, que apl ican ellos a las mesetas de la pennsula Ibrica por encima del lmite superior del bosque. Mesetas barridas por el viento, la lluvia y la nieve durante el invierno, deshabitadas y no aptas como morada humana.

    Los pramos no son iguales

    Los pramos no son iguales. Factores importantes para sus caractersticas regionales son la ubicacin geogrfica, la extensin y vecindad orogrfica, ms la energa del relieve, quiere decir, la inclinacin de las vertientes en los valles ad yacentes que influye sobre el pramo y determina su geoecologa asociada con la base rocosa y de los suelos, formando un clima y microclima especial y espacial dentro del macrotiempo reinante, durante las pocas del ao en las cumbres de los Andes ecuatoriales hmedos.

    As en los alrededores de la Sabana de Bogot los pramos ubicados sobre el cordn occidental montaoso que encierran y delimitan la Sabana, son todos de extensin pequea. Son apenas las cumbres culminantes del cordn occidental, que a su vez se convierte hacia el oeste en

    Foto No . 11. Los pramos no son iguales. Aqu en el borde occidental de la Sabana, el bosque subi hasta ms de 3500 m.s. n . m ., hoy casi en su totalidad destrudo; una parte convertido en campos de cultivo para la papa y o tra degradado con una raq u tica vege tacin paramuna secundaria. La foto muestra un hermoso ejempb.r de Hesperomeles goudo tia na, que antallo form hermosos bosques . AIt. 3550 m .

    Foro No. 12. El pramo degradado en el borde occidental de la Sabana . S lo en la parte baja y hmeda prospera todav a el Frailejn . Fn sus alrededores renace despus de la quema el Chusque (Chusquea seandens). Los arbustos son diferentes especies de Seneeio e indican hum edad en el suelo.

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  • la vertiente occidental de la cordillera Oriental sobre e! clido y no muy hmedo valle de! ro Magdalena.

    Desde la Sabana, que sirve como sartn de calentamiento, el efecto de este fenmeno llega hasta las cumbres occidentales sin encontrar obstculos favoreciendo as el desarrollo de una vigorosa vegetacin boscosa de los tipos de bosque andino y bosque de niebla (y las turbulencias trmicas y dinmicas en la atmsfera por encima del borde de la Sabana), hoy prcticamente desaparecidos y reemplazados por una ve~ getacin secundaria de pajonales y rastrojo en el orden autctono-natural, y de cultivos de papa con base en la rotacin de tierra, como nuevo paisaje cultural, que lleva claras muestras de una economa regional de destruccin y de saqueo, degradando al pramo como el paisaje geogrfico-natural ms destruido en Colombia.

    Esto tambin es la fisionoma paisajista en todo el borde occidental p'aramuno de la Sabana, no obstante la altura relativamente considerable de hasta 3.600-3 .800 metros sobre el nivel del mar. El bosque subi aqu hasta ms de 3.500 m. de altura. Esto se observa desde el pramo de Chisac en el sur, donde se bifurca e! eje principal de la cordillera, dando origen a la Sabana, pasando por El Tablazo, hasta el pramo de Guerrero en el norte, y ms all por e! borde occidental de las altiplanicies cundi-boyacenses. (Consultar e! mapa de los departamentos de Cundinamarca y Boyac del Instituto Geogrfico "Agustn Codazzi") .

    Pero muy distintos son aquellos pramos ubicados sobre e! lomo y borde oriental de la cordillera que se distinguen por una mayor altura sobre el nivel del mar, llegando en algunos casos al lmite de la llamada nieve perpetua como en el caso de la Sierra Nevada del COCUYi o alcanzando alturas alrededor de los 4.000 metros y ms como en el pramo de la Rusia (rucio por e! fro) o el Santurbn, o el Sumapaz, para nombrar algunos apenas. Por consiguiente, es caracterstica de ellos su mayor extensin espacial que permite e! desarrollo de un clima regional paramuno como en el caso del pramo de Sumapaz, y su influencia bioclimtica sobre la Sabana de Bogot, y por ltimo la influencia sobre e! clima de la vertiente exterior de la cordillera, del pie de monte llanero o amaznica de la misma. Todos son en conjunto considerablemente ms hmedos que la vertiente occidental interandina.

    En cuanto a la extensin total de los pramos en Colombia estamos haciendo unos estudios ms exactos sobre una cartografa ms precisa

    . ,1 que la de antao, que daba como dato global un 2ero de la superficie total del pas. Para tener una visin ms real de esta situacin, es aconsejable usar la Sabana de Bogot como escala y espacio comparativo que apenas presenta el uno por mil de la superficie de Colombia.

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    Dnde empieza el pramo. El lmite superior del bosque.

    En pginas posteriores hemos indicado los lmites de alturas para el habitat permanente del hombre y el superior del bosque (vase p. 120) Ahora bien, en cuanto a estos lmites se debe considerar que en las grandes alturas de las regiones cumbres de los Andes, la atmsfera menos densa permite una intensidad de la radiacin solar y un mayor enfriamiento por la irradiacin nocturna. Este hecho es muy importante y juega un papel grande en el clima diurno tropical con el cambio de da y noche prcticamente constantes en duracin, y viene a consti tuir el ciclo diurno de! clima ecuatorial en 24 horas, algo as como un cambio de verano e invierno, con sus correspondientes alteraciones de calor, fro y heladas. (Esta es la diferencia fundamental del clima diurno ecuatorial con el clima anual polar). Produce tambin, an hoy en da, en las grandes alturas (por encima de los 3.800 m. los procesos de solifluxin y gelifraccin).

    La zona de las heladas nocturnas as casi permanente empieza algo por debajo del lmite inferior de la nieve perpetua, y las heladas nocturnas peridicas, de acuerdo con e! macrotiempo de los trpicos fros, llegan hasta cerca de los 2.000 m.s.n.m. Las heladas nocturnas espordicas y raras pueden llegar hasta el lmite superior del caf (1.800 m.). De manera que la zonificacin vertical trmica de los trpicas fros determina tambin una zonificacin vertical ecolgica, semejante al cambio general latitudinal que va desde los trpicos a travs de las latitudes medias con su rgimen de clima estacional anual, hacia las regiones polares, con el bien desarrollado tipo anual, aunque por otras causales y con otros ritmos peridicos anuales; y por lo mismo con otras formas propias biticas de vida. Esta es otra de las caractersticas del mundo tropical.

    De manera que es ante todo la altura sobre el nivel del mar de las fajas de bosque andino y bosque de niebla en e! presente caso, la que le proporciona un clima exclusivo con caractersticas determinadas; entre estas fajas los parmetros termo-hgricos se destacan especialmente por SUs efectos biolgicos y fsicos, que son tambin los causantes de su moldeacin geomorfolgica, que vara en los distintos pisos altitudinales.

    Los fuertes contrastes trmicos diurnos son el resultado de la fuerte radiacin solar, como consecuencia de la poca densidad del aire en las

    gra~des alturas, que adems est muy seco durante la insolacin. Se eS~~a, como ya hemos dicho, que la radiacin solar en los pramos sumInIstra la doble cantidad de energa que aquella que reciben las partes de la montaa en la tierra templada.

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    aunque se mantengan muy por debajo del lmite del bosque, suelen stas, o bien estar limpias de vegetacin o bien pobladas solamente de unos rboles resistentes al viento y al fro . Este fenmeno de las cimas se explica por ser l el sitio complejo de un nd ice ms elevado de irradiacin a la atmsfera libre y del abatimiento de las temperaturas del suelo; de los vientos huracanados que se llevan el aire recalentado del mismo y que en invierno redistribuyen la nieve , y en parte el efecto de unas condiciones hidrogeolgicas muy desfavorables.

    En las latitudes tropicales, el lmite superior del bosque contrasta con las situaciones por las que atraviesan los boreales : tanto por la fisionoma de los rboles, por sus condiciones ecolgicas como por los modelos topodimticos (Troll, 1959). All se dan los rboles de especies sempervivientes y de hoja ancha, frecuentemente con una corona copular, que florecen en diferentes estaciones del ao. En los trpicos queda sustitu do el contraste trmico estacional entre verano e invierno, por las diferenc ias entre unas pocas lluviosas y otras secas, fenmeno que tambin sigue actuando en altitudes elevadas. En condiciones ecuatoriales no existe esta variedad que los pjaros nectar fe ro s -colibrespueden fecundar las flores a lo largo de todo el ao. La cubierta estacional nivosa del ambiente subnveo (en caso de existir) ms depende del perodo lluvioso que de la oscilacin trmica estacional. En las montaas de la puna tropical del norte de Bolivia y del sur del Per , por debajo del lmite de las nieves perpetuas (5 .000 - 5.200 m.), la nieve es nicamente un fenmeno diurno (en Colombia - 4.800 a 4.700- un fenmeno de horas), a causa de las amplias oscilaciones diurnas de la temperatura. La estacin de crecimiento vegetal coincide con la poca lluviosa (en los Andes ecuatoriales hmedos no tiene interrupcin) y la nieve representa un papel mnimo en el ao fenolgico* (en Colombia muy rara vez la nieve -no as el granizo, que es muy frecuente-llega a las partes ms altas de los bosques ms elevados en altitud (Polylepis sp).

    Las condiciones climticas del lmite superior del bosque en los trpicos han sido analizadas con menor frecuencia que en las reas polar y alpina . En general, el descenso de las temperaturas medias con respecto a la altitud -yen algunos casos con la ayuda de unas precipitaciones ms reducidas- cumple una misin decisiva en estos procesos. La dis

    * Feno (gri ego Phainomai = aparecer; logos = enseanza. La enseanza de las relaciones entre el tiempo y los seres vivos, en determinadas fases del ciclo vegetativo de las plantas).

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    tribucin topogrfica del bosque y de la pradera depende, al parecer, de todo un cuadro ecolgico en el que se incluyen el clima local, la madurez del suelo y las aguas subterrneas. Estas condiciones cambian segn se trate de valles, barranqueras, crcavas * , vallonadas o de salientes y crestas. Normalmente el bosque asciende a mayor altitud por los valles hmedos y protegidos por los vientos que disponen de suelos frescos y bien irrigados que por salientes, que son ms secas; estn batidos por el viento, son, incluso, presa del hielo y tienen unos suelos de costras bien desarrollados. El lmite del bosque semperviviente de alta montaa suele ser muy neto, efecto de los incendios que tambin se consuman en los herbazales de gran altitud " * * .

    El lmite superior del bosque en el macizo de Sumapaz

    Si exceptuamos lugares topogrficamente favorecidos, el bosque nO\, sube a ms de 3.400 metros como cubierta vegetal continua y en forma de "bosque de niebla" en las vertientes interiores del macizo, donde to- l dava no ha sido interferido por el hombre. La destruccin del bosque para convertirlo en potreros, no idntico con su utilidad para la produc- I ci n de carbn vegetal (una de las materias primas bsicas de la vida campesina), ha bajado, si no se cuidan bien los potreros, el lmite del \ bosque es ms o menos unos 200 300 metros de su lmite natural.

    En la vertiente exterior y oriental del macizo el lmite sube unos 100 a 200 metros ms alto. Por encima de este lmite superior del bosque .) no lo ha habido en tiempos histricos. '

    El mencionado "Mapa Ecolgico de Colombia" diferencia en la misma amplitud altimtrica, entre los 3.000 Y 4 .000 metros sobre el nivel del mar, muy bien las formaciones vegetales en las vertientes occidentales y orientales del macizo, segn el volumen de lluvia anual, adems del mencionado "Bosque hmedo montano " con lluvias entre 500 y 1.000 mm. anuales. El "Bosque muy hmedo montano", con lluvias anuales entre los 1.000 y 2.000 mm, localizndose aqu el famoso bosque de niebla. Sigu e luego el "Bosque pluvial montano" con lluvias su

    * Crcava (Carcavn). Asequia producida por la erosin del agua, especialmente **

    en laderas no muy pendientes de las colinas , donde se excavan hacia arriba. Ob. sito Inform acin ms amplia vase: E. Guhl : "La Sabana de Bogot, sus alrededores y su vegetacin". Jard n Botnico ) .C. Mutis, Bogot, 1981.

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  • periores a 2 .000 mm anuales, tambin ubicado dentro de la misma gama trmica, y que generalmente se encuentra limit ado en su nivel inferior con el bosque muy hmedo montano bajo, o con el bosque pluvial montano bajo; o existe como una prolongacin an ms hmeda del bosque muy hmedo montano.

    Por encima de estas formaciones aparecen en el "Mapa Ecolgico" las "Formaciones en los pisos altitudinales sub-alpino', alpino y nival" .

    "No son muy extensas las reas que ellas ocupan y carecen de valor agrcola entre nosotros. Algunas de estas regiones se encuentran en la cordillera Oriental como el nevado del Cocuy , otras en la cordillera Central en los nevados del Tolima y del Ruiz y en las montaas aisladas de la Sierra Nevada de Santa Marta" *.

    No menciona pues la "Memoria explicativa sobre el Mapa Ecolgico" el pramo de Sumapaz, que aparece en el mismo mapa como uno de los territorios ms grandes que albergan las " formaciones sub-alpino, alpino".

    La lluvia anual "puede estar entre 500 y 2.000 mm y la temperatura promedia aproximad a entre 6C y 3C. Estas fo rmaciones han sido estudiadas por Cuatrecasas, qu ien las denomina "Pramo propiamente dicho" .

    En cuanto a las " condiciones climticas" de temperatura entre aproximadamente 12C y 60 C, stas corresponden a la gama altimtrica entre los 3.000 Y 4 .000 metros sobre el nivel del mar, y quiz sean algo menores todava, pero hacer llegar el bosque hasta 4.000 metros es dudoso, y para el pramo de Sumapaz est claramente establecido que desde las lagunas de Chisac hacia el sur, por sobre las extensas morrenas en altura superior a 3.500 metros sobre el nivel del mar, nunca ha habido un bosque. El alto valle glacial de Santa Rosa es demasiado pantanoso y slo se desarrolla un rastrojo baj o, formado por Diplostephium revolutum Blake; el romero, y uno y otro Senecio e Hypericum que llegan a ser arbustos. Donde terminan las formas periglaciales y desaparece el suelo pantanoso y las corrientes subterrneas de las aguas, tan t picas del pramo, que trataremos en otra parte, existi y todav a existen restos de un bosque homogneo de Polylepis.

    Pero en las vertientes orientales, debido a la humedad alta y permanente, hay lluvia todava ms abundante durante todo el ao y relieve que se caracteriza por una fu erte pendiente hacia los pisos trmicos in

    * Mapa Ecol gico de Colombia. Formaciones Vegetales de Colombia, InstitutO Geogrfico " Agust n Codazz i", Bogot, 1963 .

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    feri ares que modifica la "estratificacin trmica" , es posible que el bosque suba a ms altura, aunque nunca a 4 .000 metros.

    Estos fenmenos se observan en muchas cuch illas o cuestas paramunas en la cordillera Oriental, y sin duda han influido en el cuadro de la vegetacin tan grandemente diferente en los dist in tos pramos y a corta distancia entre s.

    Sin duda subi en muchos de ellos el bosque a alturas mayores que en la actualidad . Interesante es aqu la Espeletia uribeii en la cresta paramuna de Palacios (al oriente de Bogot, 3.400 metros sobre el nivel del mar). Esta planta alcanza alturas que pasan de 10 y 11 me tros , tal vez porque tuvo que sobresalir del bosque de niebla primit ivo que cubra estas montaas, para llegar a la luz.

    Una vez quemado el bosque, proceso del cual sobrevivi la Espeletia gracias a su estructura morfolgica, reaccion tal como hace despus de cada quema y qued slo como nica planta alta en el nuevo paisaje donde se form luego el pramo bajo, cuya carac terstica vegetal est representada por los paj onales. Los pramos en las crestas de las alt montaas estn hoy en da, debido a la destruccin del bosque de niebla, mucho ms extendid os de lo que fue ron en otro t iempo y alcanzan un nivel mucho ms bajo del que les corresponde en la vegetacin cl imtica, lo que no muestra el "Mapa Ecolgico de Colombia" , que es ms bien un mapa climtico generalizado, que no considera el relieve y sus'" formas. La misma fisiografa de las cumbres andinas y su ubicacin geogr

    fica producen muy grandes variaciones ecolgicas a causa de las condiciones edficas y cl imticas, que no aparecen en el mencionado mapa. Aunque es cierto que las condiciones climticas y fisiogrficas que pro dujeron como vegetacin primaria el bosque hmedo montano y los otros tipos, no es menos cierto que el hombre en esta rea alter y hasta cambi "el medio ambiente, que es el complejo de los factores que ejercen influencia sobre los organismos vivos". Porque los fenmenos meteorolgicos como temperatura y lluvia son apenas algunos pocos factores que forman , en asocio de muchos otros, el "m edio-ambiente". ~i en este medio ambiente han sido exluidos algunos elementos que lo I~tegran, como por ejemplo el bosque, entonces el equilibrio bitico ha SIdo alterado, la ecologa es otra, por ms que sigan operando algunos de los factores importantes como temperatura y lluvia. En el lugar que OCupaba el bosque montano hmedo existe hoy un pajonal paramuno, ~ . la nueva fisonoma del paisaje es expresin de la al teracin que ha halda en la fIara, la fauna y hasta en los aspectos inorgnicos y que re~resenta la ecologa del presente. De la vertiente oriental de la cordiera no percibimos nada cuando lo observamos desde arriba en el pra

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  • mo; pero s influye poderosamente sobre el tiempo y el clima del mismo. All no hay bosque andino, sino selva pluvial de montaa. Existe pues una gran diferencia entre las vertientes occidentales (bosque andino) y orientales (bosque pluvial de montaa) de la cordillera. Pero de esto hablaremos ms adelante .

    Hoy en da las montaas que circundan la Sabana se caracterizan por la carencia total de bosques en sus vert ientes sobre ella. El famoso "bosque de niebla", que constituye un cinturn que bordea las mont aas, entre ms o menos 2.800 y 3.200 metros sobre el nivel del mar, ha desaparecido como cubierta vegetal. Pero existen en su lugar de ubicacin las condiciones climticas propias de su ecologa, que coinciden con el segundo y ms alto cinturn de nubes ecuatoriales, una zona de alta y prolongada nubosidad, escasa luz y muy abundante humedad, frecuentes vientos y fro permanente. En este lugar encontramos hoy en da el pramo bajo, es decir, su lugar lo ocuparon los pajonales y el frailejn. Se extiende ms o menos de los 3.000 hasta los 3.500 metros aproximadamente. Su parte inferior se confu nde con el bosque de niebla de hoy; su temperatura med ia est , segn la altura, entre 100C y 7C. y la lluvia es alta durante todo el ao .

    Este t ipo de pramo enmarca -excepto una parte del borde occidental y oriental- toda la Sabana.

    La base estructural y geolgica del pramo de Sumapaz

    El macizo de Sumapaz es un nudo orogrfico culminante de la cordillera Oriental, con una altura media entre 3.500 y 4.000 metros sobre el nivel del mar, con direccin S.W. -N.E., alejndose cada vez del valle del ro Magdalena y desplazndose el cordn horizontal y el eje de altura hacia el oriente. El sector occidental del macizo, con su vertiente sobre el valle del ro Magdalena, tanto hacia el norte como al sur, est formado por valles tectnicos, que con sus ramales cordilleranos forman

    ( ejes secundarios y paralelos al eje principal. La vertiente oriental sobre las llanuras orientales, mucho ms corta y

    pend ient e, est cruzada por profundos valles transversales de erosin, excavados por los ros hasta su medula. Constituyen pues excelentes cuencas para la formacin de embalses (Chivar, que ya existe, del ro Bat, y la Esmeralda, del ro Guavio, en va de realizacin).

    Constituye adems el pramo de Sumapaz la divisoria de aguas entre los sistemas fluviales de los ros Guaviare-Orinoco en el Driente, y el ro Magdalena en el occidente, repartiendo sus aguas radialmente en tOo

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    das las direcciones, desde su parte ms alta, con una topografa y materiales de sedimentos de tpicas formas glac iales y periglaciales que cubren -excepto las crestas ms altas- t odo el fundamento estructural y su geologa. Esta parte del pramo con su t ranquila topografa es una reserva de aguas en sus hoyas hidrogrficas, ya que debido a su ubicacin sobre el ecuador climtico, la precipitacin es alta, y sus cuencas hidrogrficas pueden ser convertidas en embalses.

    Un cordn cordillerano ligeramente ms elevado ( 4.000 m.) que las cabeceras de los ros, que divide a stos, se extiende arrancando en el occidente en el Alto de Rabona (algo ms al sur del Alto de Andabobos) hacia el oriente, hasta el Cerro Nevado de Sumapaz (4.300 m., slo lleva una ligera capa de nieve du rante algunos das, hasta semanas, durante la poca de lluvias fu ertes), separando las altas cuencas de los ros Ariari y Blanco.

    Del norte hacia el sur se ex tiende otro cordn cordillerano con altura ligeramente superior a los 4.000 metros, que separa la parte occidental del pramo, de tranquila topografa, de la regin oriental fu ertemente acciden tatia. Constituyen ambas partes diferentes formaciones geolgicas. Esta divisoria geolgica y topogrfica se encuentra en el Alto de los Cquezas (4 .000 m.) que d ivide los ros Ariar i y Blanco, formando el centro geogrfico del pramo de Sumapaz .

    La parte occidental y tranquila est const itu ida por rocas sedimentarias del Terciario (Paleoceno-Oligoceno), pero en su mayor parte cubiertas con materiales de origen glacial, que han dado principio a los extensos pantanos altos que aqu predominan.

    ~n la parte oriental son dominantes rocas metamrficas del Paleozoico y sedimentarias antiguas del Devnico, que debido a lo agreste del terreno , le da a esta parte del pramo un aspecto "alpdico". . Las muy numerosas lagunas, todas ellas en sus lechos de origen gla

    CIal, se encuentran en alturas entre los 3.500 y 4.000 m. En cuanto al valle del r o Tunjuelo, objeto de nuestra excursin,

    el fundamento geolgico es una fo rmacin sedimentaria con d ireccin sur-norte y con buzamiento oeste-este entre 20-250. El valle es asimtrico , ya que la vertiente occidental es menos pendiente y su eje est reCOrtado sobre la vertiente oriental. El fundamento rocoso pertenece a la formacin Guadalupe (C retceo super ior) (T. Siabato.)

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  • Las glaciaciones pleistocnicas en los pramos circundantes de la Sabana de Bogot

    Las glaciaciones p1eistocnicas que se han podido dist inguir en las montaas aledaas a la Sabana de Bogot son dos (Royo y Gmez, 1950): una, la ms antigua, fue aquella en que los hielos alcanzaron mayor extensin , baj aron a niveles ms bajos y cercanos a los de las aguas del lago que ocupaba entonces la Sabana.*

    Estas glaciaciones fueron de varias clases: las hubo de tipo alpino, con lenguas largas como las del Neusa; las del r o Fro con el pramo de Guerrero; las de San Miguel en Sibat; las de Chisac y Bocagrande, que conflu an en lo que es hoy La Regadera y seguan por el valle del ro Tunjuelo hasta cerca de Usme. Las de Teu sac con las del Verjn, que llegaban hasta el valle de Sop. Las de tipo pirineico o colgante, frecuentes sobre t odo en la p arte al oriente de Bogot, como en Monserrate. Tambin las hubo intermedias entre estos dos tipos, por mantener la forma de casquete como las que originaron las hoyas de los ros San Cristbal, San Francisco, Arzobispo, etc ., en las espaldas de Bogot. Lo mismo podra decirse de t oda la parte N .E . de la Sabana, como las sierras de Nemocn y Suesca, la de Guasca y el valle del Sisga etc.

    Vemos, pues, que el dominio de los hielos en aquella poca fue t an grande que fo rmaban un cerco casi continuo alrededor del lago sabanero.

    La segunda glaciacin alcanz aqu poca extensin y nicamente por encima de los 3.450 metros. Los ncleos glaciares quedaron redu cidos por el sur a las partes ms elevadas de la Sierra de los Colorados (Santa Rosa), del Ch isac y del Curubital en Bocagrande y algunos otros ms.

    En la segunda glaciacin el retroceso fu e lento y d iscontinuo. Produjo pues un escalonamiento y en el caso de Chisac se form un verdadero anfiteatro; sus morrenas constituyeron, y an lo son, una barrera, que dio origen a la laguna del mismo nombre, hoy convertida en embalse para el acueducto de Bogot. .

    Claramente se observa este paisaje del alto pramo estando el observador sobre las montaas que rodean la laguna de Chisac o de El Tunjo, encontrndose sobre el vrtice de una bifu rcacin del eje principal de la cordillera Oriental. Con un da despejado se observa desde aqu , arriba a 3.900 metros de altura, la mxima que alcanzamos en la serie

    * Guhl: La Sabana, op . cit. Buzamiento = li near - direccin, ngulo entre la inclin acin de la vertiente Y la plana horizontal.

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    de nuestras excursiones en la Sabana de Bogot y sus alrededores; la altura inferior que encontramos es de 786 m . sobre el nivel del mar en el puente sobre el ro Bogot en la excursin a Mesitas del Colegio y La Mesa. Es decir: la diferencia altimtrica de ms de 3.000 m. es factor decisivo para tantas regiones bioc1imticas en la Sabana y sus alrededores. Ahora, m irando desde aqu arriba hacia el norte, vemos cmo el eje principal toma rumbo hacia el N .E. mientras un segundo ramal se dirige al N.W. Entre el ltimo y unos ramales del primero, o eje principal, se extiende la Sabana de Bogot, que desde aqu arriba se aprecia magnficamente, inclusive la ciudad con sus rascacielos.

    Nosotros, durante nuestra excursin caminamos un trecho sobre el borde del ramal occidental que cae aqu bruscamente sobre la vertiente oriental del ro Sumapaz, en la parte alta todava cubierta con bosque andino y bosque de niebla; pero tanto desde abajo como desde arriba, el hombre lo destru ye en su afn de ubicarse en las tierras todava deshabitadas.

    Tambin contemplamos el sorpresivo juego de las nubes que se forman muy por debajo de nosotros. Vemos el proceso circulatorio convectivo de la atmsfera en los valles adyacentes. Pero el pramo , en las primeras horas de la tarde -soleado hoy-, es ms caliente que la vertiente alta fra y hmeda del bosque de niebla, y es as como sobre su borde, donde caminamos, vemos esta lucha maravillosa de las corrientes atmosfricas; y algo ms abajo todava, la formacin de nubes y los centros de turbulencia que producen las altas y bizarras torres de nubes. Toda esta dinmica de la atmsfera tiene una marcada tendencia convectiva (vertical) . La Sabana, que se ve en el norte