Equipo de Bitácora (M-L); Las invenciones del thälmanniano Wolfgang Eggers sobre el VIIº Congreso...

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  • Bitcora Marxista-Leninista

  • Las invenciones del thlmanniano Wolfgang Eggers

    sobre el VII Congreso de la Komintern

    3 de agosto de 2015

    Equipo de Bitcora (M-L)

  • EDITORES

    Equipo de Bitcora Marxista-Leninista

    Editado el 3 de agosto de 2015

    La presente edicin, sin nimo de lucro, no tiene ms que un objetivo,

    promover la comprensin de los fundamentos elementales del

    marxismo-leninismo como fuente de las ms avanzadas teoras de

    emancipacin proletaria:

    Henos aqu, construyendo los pilares de lo que ha de venir.

  • Contenido

    Las invenciones del thlmanniano Wolfgang Eggers sobre el VII Congreso de la Komintern--------------------------------------------------------------------------pg.01 Prembulo--------------------------------------------------------------------------pg.01

    El carcter del frente popular----------------------------------------------------pg.03

    Sobre la posibilidad de un gobierno de frente---------------------------------pg.09

    La lucha contra el sectarismo y su fin-------------------------------------------pg.14

    La lucha contra la ideologa y prctica socialdemcrata, y otras corrientes antimarxistas, en los frentes antifascistas y frentes de otro tipo-------------pg.24

    La cuestin de la revolucin violenta, la dictadura del proletariado, y el poder sovitico----------------------------------------------------------------------------pg.27 La cuestin de defender la obra de Dimitrov----------------------------------pg.28 La cuestin del rol dirigente del partido en los frentes y en la construccin socialista---------------------------------------------------------------------------pg.30

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    Equipo de Bitcora (M-L)

    Las invenciones del thlmanniano Wolfgang Eggers sobre el VII Congreso de la Komintern

    Prembulo ltimamente nos hemos encontrado de frente con algunos textos del alemn Wolfgang Eggers que desebamos hincarle el diente. En realidad el contenido de sus anlisis sobre el VII Congreso de la Komintern de 1935 no dice nada nuevo, no son conclusiones diferentes a la de otros revisionistas que ya hayamos desmontado, con la excepcin de que este personaje lleva desde aos presentndose como un defensor de las ideas de Stalin y Hoxha, de hecho autodenomina a su organismo Internacional Stalinista-Hoxhista y se ve a s mismo como el legtimo heredero del legado de Ernst Aust y del Partido Comunista de Alemania Marxista/Leninista, eso pese a que militando en dicho partido permitiera delante de sus narices que el partido fuera liquidado por filotrotskistas como Horst Dieter Koch tras la muerte de Ernst Aust! Para que nos entienda el lector esto tiene tanta lgica como cuando Ramiz Alia juraba fidelidad a la obra de Enver Hoxha, o Santiago Carrillo al legado de Jos Daz. Es por ello que por sus ropajes de stalinista-hoxhista hemos visto ms necesario refutar sus calumnias sobre la Komintern, calumnias que ya hemos refutado otras veces analizando las teoras de maostas como Edward Hill o de otros presuntos marxista-leninistas como Bill Bland. Wolfgang Eggers es de aquellos autores que han sido influenciados por varias fuentes: 1) Por los autores socialdemcratas trotskistas, titoistas, jruschovistas, eurocomunistas, maostas y sus escritos sobre la Komintern, lo que se nota a la hora de evaluar los congresos de la Komintern. De hecho entre la evaluacin de la lnea marxista-leninista del VII Congreso de la Komintern que hace Wolfgang Eggers y la que hace Lev Trotski no hay diferencia alguna, salvo que el alemn dice estar defendiendo el stalinismo mientras que el ucraniano deca defender el leninismo al criticar cosas como el frente popular. El problema no es leer a estos autores y sus trabajados sobre la Komintern pues es hasta indicado leer estos autores revisionistas para conocer que dicen, lo preocupante es no acudir a los propios textos de la Komintern y entender la lnea de aquellos congresos por lo que cuentan terceros como hace Wolfgang Eggers; 2) Adems est influenciado por Ernst Thlmann, lder del Partido Comunista Alemn de los aos 30 quin heredara la vena espontanesta, idealista y anarquista de Rosa Luxemburgo a la hora de analizar los fenmenos sociolgicos. Ernst Thlmann sera de aquellos lderes que en los aos 30 seran conocidos por sus variadas tesis absurdas sobre el carcter del fascismo y como combatirlo, sus tcticas antifascistas fueron desastrosas para el proletariado alemn, entre ellas encontramos que segn sus miras: a) no haba diferencia

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    cualitativa entre la democracia burguesa y la abierta dictadura terrorista fascista; b) que el advenimiento del fascismo solo significaba que la revolucin proletaria estaba a las puertas; c) que el gobierno de democracia burguesa como el de Brning, Papen o Schleicher era ya gobiernos fascistas creando confusin en el proletariado sobre lo que es y no es fascismo; d) que en pleno proceso de fascistizacin del Estado la socialdemocracia supona el mayor peligro para el proletariado alemn; e) que era un error crear un contraste entre los fascistas y los socialfascistas como denominaban a la mayora de socialdemcratas y que los socialfascistas eran los principales causantes del fascismo y a quienes haba que dirigir el principal golpe. El seor Wolfgang Eggers defiende el supuesto legado de Ernst Thlmann aunque todava no ha sabido explicarnos que aportes nos ha regalado tal figura cercana al anarquismo y al trotskismo; 3) As mismo ha sido influenciado por las tesis de Bill Bland y Norberto Steinmayr quienes promovieron tesis fantasiosas, especulativas y sin ningn respaldo histrico como que Dimitrov fue un agente nazi, que Stalin estuvo secuestrado por los revisionistas desde los aos 20 en el Partido Comunista de la Unin Sovitica y que los mismos revisionistas tambin haba secuestrado a la Komintern y luego a la Kominform, as mismo se basaba en la tesis de que Stalin por miedo permita todo esto e incluso habra dejado celebrar un congreso presuntamente revisionista como el VII Congreso de la Komintern de 1935 en su casa, en Mosc. Las crticas histricas de derecha e izquierda al VII Congreso de la Komintern, son muy conocidas y las hemos refutado en otros documentos, presentemos algunas de estas teoras, dejemos un resumen de estas teoras de las que bebe Wolfgang Eggers: Por supuesto, el VII Congreso de la Komintern de 1935, fue un congreso que levant ampollas para muchos enemigos del marxismo-leninismo, las crticas duraran dcadas: 1) Fue ampliamente criticado desde lados derechistas por muchos socialdemcratas que lo califican de maniobra demaggica y desesperada, que obligaba a todo partido comunista en el mundo a acatar la nueva lnea dictada desde Mosc a travs del pulpo stalinista de la Komintern; 2) Por supuesto quin dedic horas y horas y artculos y artculos para calificar de nueva concesin del stalinismo ante la burguesa que certificaba que se renunciaba a la revolucin y todo tipo de eptetos que distorsionaban la verdadera lnea del congreso atacando desde una presunta crtica de izquierda fue Lev Trotski; 3) Tambin los anarquistas vean el congreso como una estratagema de la burocracia stalinista que evidenciaba el paso atrs que el stalinismo provocaba en la revolucin y la liberacin social de las masas las tcticas antifascistas, proclamando que los stalinistas no comprendan que era fascismo o revolucin, no teniendo sentido conservar los derechos y libertades de la democracia burguesa, e incluso pensando que el advenimiento del fascismo revolucionaba a las masas y precipitaba la revolucin y barrer al fascismo, ni viendo sentido las alianzas con otros antifascistas en los pases ya dominados por el fascismo; 4) Como buenos antistalinistas, los revisionistas chinos, y especialmente la rama de los absorbidos por la propaganda de la pseudorevolucin cultural china, empezaron sobre todo a partir de los 70 a proclamar estupideces del tipo de que era un congreso revisionista porque no hablaba de revolucin, de

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    dictadura del proletariado y socialismo, sino slo de tcticas antifascistas y encima erradas. Como siempre tanto Mao Zedong como sus seguidores intentaban rebajar la influencia de la Komintern en la revolucin china, e intentaban contraponer que fue gracias a que Mao Zedong se desligo de los consejos de la Komintern stalinista que la revolucin china pudo triunfar, ya que Stalin no quera ni permita hacer la revolucin, una teora trotskista-titoista; 5) Tiempo despus los revisionistas eurocomunistas volveran a atacar la lnea del congreso desde la derecha, aludiendo que este congreso llevaba implcito el no acabar nunca la colaboracin temporal con los partidos socialdemcratas y otros partidos antifascistas y la clase que representaban cada uno de ellos; era lo que llamaran el sagrado compromiso histrico de estos partidos durante la lucha antifascista y presentaban la etapa antifascista de los aos 30 que atravesaron algunos pases como inmutable, con lo que jams se acababa ni en los 40 ni en los 50, era ad infinitum para ellos, y por lo tanto un anlisis oportunista y antidialctico, tambin incluso inventaron que dicho congreso tena el germen de la transicin pacfica parlamentaria al socialismo; 6) A la fiesta de la calumnia se apuntaron presuntos marxista-leninistas como Bill Bland y otros de lnea pro albanesa, aludiendo que era un congreso de revisionistas emboscados, de agentes nazis como Dimitrov que habran logrado engaar a los miembros marxista-leninistas de la Komintern, e incluso algo as como que engaaron para aceptar tales tesis revisionistas a todo el Partido Comunista (bolchevique) de la Unin Sovitica. La conocida tesis de Bill Bland de que Stalin estaba rodeado de revisionistas y no le quedaba ms remedio que aceptar tal humillacin no slo en su partido sino en la Komintern celebrando su congreso de 1935 en su casa, presentando a Stalin como un traidor a la clase obrera y un cobarde que no nos dejo ni una sola anotacin en contra de la lnea oportunista de la Komintern por miedo a los revisionistas, algo que curiosamente no se vio cuando si critic la lnea de Zinviev, Brandler, Bujarin y muchos otros en la Komintern. (Equipo de Bitcora (M-L); Introduccin a la obra de Georgi Dimitrov: La clase obrera contra el fascismo, de 1935, 25 de abril de 2013) Bajo esta cosecha de influencias insanas, es esperable que Wolfgang Eggers ataque a la Komintern: Los revisionistas y la burguesa atacaron ferozmente el gran trabajo de la Komintern, precisamente porque cre y desarroll a los partidos comunistas del mundo, que han educado a millones de trabajadores para luchar contra la burguesa de sus propios pases para evitar perpetuar su dominacin. (Enver Hoxha; Informe en el VII Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1976) Empecemos con las crticas de Wolfgang Eggers a la Komintern:

    El carcter del frente popular El VII Congreso Mundial de la Komintern abri la puerta a las teoras liquidadoras y capitulacionistas del antifascismo cuyo objetivo era reemplazar la ideologa del marxismo-leninismo-stalinismo por la ideologa

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    socialdemcrata-revisionista. Todas estas teoras liquidadoras ya fueron creadas desde el VII Congreso Mundial de la Komintern intentando hacer prescindir de nuestras propias organizaciones comunistas y la ideologa a favor de la parte delantera de unidad con la burguesa. (Wolfgang Eggers; 80 Aniversario de la traicin por el VII Congreso Mundial de la Komintern, 24 de julio 2015) Falso, los marxista-leninistas para empezar tomaban el frente popular no como una unin con la burguesa, sino, como su propio nombre indica como un frente donde su ncleo era el pueblo, es decir la clase obrera y sus aliados de otras capas de las clases trabajadoras, precisamente eso inclua desglosar bajo un trabajo de persuasin a la dirigencia burguesa de su base trabajadora para atraerlos a la lucha en contra de sus cabecillas: Lo fundamental, lo ms decisivo, para establecer el frente popular antifascista es la accin decidida del proletariado revolucionario en defensa de las reivindicaciones de estos sectores y, en particular, del campesinado trabajador, de reivindicaciones que corresponden a los intereses cardinales del proletariado, combinando en el transcurso de la lucha las aspiraciones de la clase obrera con estas reivindicaciones. Para la creacin del frente popular antifascista tiene una gran importancia el saber abordar de una manera acertada a todos aquellos partidos y organizaciones que enrolan a una parte considerable del campesinado trabajador y a las masas principales de la pequea burguesa urbana. En los pases capitalistas, la mayora de estos partidos y organizaciones tanto polticas, como econmicas se encuentran todava bajo la influencia de la burguesa y siguen a sta. La composicin social de estos partidos y organizaciones no es homognea. En ella aparecen, al lado de los campesinos sin tierra, campesinos muy ricos, al lado de los pequeos tenderos, grandes hombres de negocios, pero la direccin la llevan estos ltimos, los agentes del gran capital. Esto nos obliga a dar a estas organizaciones un trato diferenciado, teniendo en cuenta que, a menudo, la masa de sus afiliados no conoce la verdadera faz poltica de su propia direccin. En determinadas circunstancias, podemos y debemos encaminar nuestros esfuerzos a ganar a estos partidos y organizaciones o a sectores sueltos de ellos para el frente popular antifascista, pese a su direccin burguesa. As, por ejemplo, acontece actualmente en Francia con el partido radical, en los Estados Unidos con las distintas organizaciones de granjeros, en Polonia con el Polskie Stronnictwo Ludowe, en Yugoslavia con el Partido Campesino Croata, en Bulgaria con la Unin Agraria, en Grecia con los agraristas, etc. Pero, independientemente de esto si existan o no probabilidades de atraer a estos partidos y otras organizaciones al frente popular, nuestra tctica tiene que ir dirigida, bajo todas las condiciones, a incorporar al frente popular antifascista a los pequeos campesinos, artesanos, etc., enrolados en ellas. (Georgi Dimitrov; La clase obrera contra el fascismo; Informe en el VII Congreso de la Komintern, 2 de agosto de 1935) No es suficientemente aclaratoria? Bien pongamos otra cita que deja si cabe ms clara la intencin de no fundirse con otras organizaciones, sino de persuadir a los trabajadores engaados en ellas:

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    Para lograr, en dichos pases un frente popular, los comunistas debern llevar a cabo entre las masas una enorme labor poltica y de organizacin. Tendrn que vencer los prejuicios de esas masas, que consideran ya a sus organizaciones reformistas de masas como la encarnacin de la unidad proletaria; convencerlas de que establecer el frente nico con los comunistas significa para ellas pasar a la posicin de la lucha de clases, de que slo ese paso garantiza el xito de la lucha contra la ofensiva del capital y el fascismo. No venceremos las dificultades que se nos presentan si nos planteamos aqu tareas ms amplias. Por el contrario, al luchar por eliminar estas dificultades, prepararemos, y no de palabra, sino en los hechos, la creacin de un autntico frente popular de lucha contra el fascismo, contra la ofensiva del capital, contra la amenaza de la guerra imperialista. (Georgi Dimitrov; Por la unidad de la clase obrera contra el fascismo; Discurso de resumen en el VII Congreso de la Komintern, 13 de agosto de 1935) Esta lnea segua la propia lnea aprendida por Dimitrov en los frentes en Bulgaria durante los aos 20: Qu es el frente nico y que debera ser? El frente nico no es y no debe ser simplemente una confraternizacin de los lderes del partido. El frente nico no se crear mediante acuerdos con los socialistas que hasta hace poco eran miembros de los gobiernos burgueses. El frente nico significa la asociacin de todos los obreros, ya sean comunistas, anarquistas, socialdemcratas, independiente, sin partido, o incluso obreros cristianos, contra la burguesa. Con los lderes, si lo quieren as, sin los lderes si permanecen indiferentes y a un lado, y en desafo de los lderes y en contra de los lderes si sabotean el frente nico del proletariado. Y este verdadero frente comn en la lucha comn est obligado a formarse. Debe formarse si la clase obrera quiere defender sus intereses ms fundamentales y elementales contra la ofensiva capitalista. Hacemos un llamamiento en particular a los obreros sin partido y a los que siguen apoyando la II Internacional. Nosotros decimos: Todava no sois comunistas, muchos de vosotros sois incluso abiertamente hostiles al comunismo. Pero llegar el momento en que se reconozca la exactitud de las ideas comunistas. Esperaremos entonces pacientemente hasta que llegue ese momento, que marcar el comienzo de la verdadera emancipacin de la clase obrera. Pero hasta entonces decimos: A pesar de todas las diferencias en nuestros puntos de vista polticos trabajemos juntos para organizar el frente nico contra los capitalistas. (Komintern; Extractos de la declaracin del Comit Ejecutivo de la Komintern sobre los resultados de la Conferencia de Berln, 27 de abril 1922) Dimitrov ya se adelant a las maliciosas teoras izquierdistas que pretendan aludir que la lnea del frente popular supona un freno en la lucha de clases, o una unin con la burguesa. Siempre recalc que el frente popular era una plataforma para impulsar al proletariado en su alianza con las otras capas trabajadoras en sus objetivos comunes: Es difcil imaginar un mayor grado de miopa y absurdo poltico que contrastar los principios de la lucha de clases con la poltica del frente popular, como algunos de nuestros celosos crticos de izquierda hacen en lo que se respecta a las decisiones de el VII Congreso de la Komintern. Con frecuencia

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    observamos el fenmeno caracterstico que no pocos socialistas de izquierda, que se han desilusionado con la poltica socialdemcrata de colaboracin de clases con la burguesa, y se estn alejando de reformismo, estn con frecuencia dispuestos a ir al otro extremo y se convierten en vctimas del sectarismo y los excesos izquierdistas. Ellos cometen el error de identificar la poltica del frente popular con la poltica de colaboracin de clases con la burguesa, y le demandan una poltica de la clase obrera pura, declarando que la lucha conjunta de la clase obrera y los sectores democrticos de las clases medias bajas, del campesinado y la intelectualidad contra el fascismo constituye un retroceso en la posicin de la lucha de clases. Pero esto no significa en absoluto que la poltica del frente popular sea idntica a la poltica de colaboracin de clases con la burguesa; ms bien muestra que debemos explicar pacientemente el significado de clase de la poltica del frente popular para los sinceros socialistas de izquierda y ayudarles a deshacerse de su propia miopa poltica, que slo puede jugar en manos del fascismo y la reaccin en general. (Georgi Dimitrov; El frente popular, 1936) El Partido del Trabajo de Albania recomendaba a los nuevos partidos marxista-leninistas seguir la estela de estas tradiciones de la Komintern; esto significaba, trabajar para desenmascarar la lnea, los discursos, y las acciones de los cabecillas revisionistas, reformistas y anarquistas, pero mientras haca tal cosa no dudaba en tender siempre una mano a la militancia de base que quisiera coordinar acciones conjuntas contra el capital, el fascismo, por los derechos de los trabajadores, contra las guerras imperialistas a diferencia de sus cabecillas. En estos militantes de base de los partidos se encontraban personas que dudaban de la poltica de sus lderes, que estaban decepcionados y plenamente convencidos de lo traicionero de la poltica de sus jefes revisionistas y pensaban abandonar en breve la organizacin, o eran personas que realmente simpatizaban con el verdadero partido marxismo-leninista y su poltica revolucionaria y queran saber ms de l para saber que les diferenciaba de los partidos revisionistas. En estos casos se proceda a la persuasin terica de su militancia con gran paciencia, mientras se dispona a organizar acciones conjuntas en temas comunes para que dicha persuasin fuera en la prctica comprobada por estos militantes. Pero incluso los acuerdos temporales con estos elementos que se estaban revolucionarizando para tales acciones puntuales que les iba curtiendo y persuadiendo, no deba ser nunca a costa de renunciar a los principios marxista-leninistas, por lo que lejos de acabarse la crtica a la lnea revisionista de sus partidos, dicha crtica se haca indispensable para que pudieran contrastar en teora y praxis la poltica de los dos partidos, terminando de persuadirlos y acabando con las costumbres que haban adquirido en los partidos no marxistas: Actualmente, en la arena poltica mundial adems de los partidos burgueses y socialdemcratas, ya desacreditados, actan tambin los partidos revisionistas que han traicionado los intereses de la clase obrera y su causa revolucionaria. Las fuerzas y los partidos marxista-leninistas deben llevar a cabo una lucha inexorable contra estos partidos para desenmascarar su traicin y sus objetivos contrarrevolucionarios, para destruirlos en tanto que partidos polticos ganndose a su base y sin establecer con ellos ningn compromiso a costa de los principios. Algunos partidos revisionistas harn demagogia sobre la lucha armada. Otros, temiendo ser desenmascarados,

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    incluso emprendern formalmente alguna accin armada. Los marxistas-leninistas no deben dejarse engaar por estas tcticas diablicas, no deben confundir jams la voluntad de lucha de las masas con los designios saboteadores de los cabecillas revisionistas. Por tanto, el contacto con la base, en el fuego de la lucha y para la lucha revolucionaria, es lo nico posible y ello con el objeto de neutralizar y liquidar a los revisionistas. (Enver Hoxha; Sobre el papel y las tareas del Frente Democrtico en la lucha por el triunfo completo del socialismo en Albania; Obras Escogidas, Tomo IV, 14 de septiembre de 1967) Como siempre los revisionistas han andado bastante perdidos sobre lo que es un frente y que funciones ha tenido segn la Komintern, parece como si hubiera sido una de las varias asignatura pendientes que ms se le atragantaron a la hora de intentar formares en marxismo-leninismo: Cierto es que tanto para la lucha para la conquista de objetivos menores, como para objetivos mximos, es permisible la idea de un frente de lucha sea de caractersticas antiimperialistas, antifascistas, anticapitalistas, etc. donde converja el partido comunista con otras organizaciones teniendo estas una mayora de elementos de las clases trabajadoras, sean obreros o elementos pequeo burgueses, pero slo tiene aplicacin bajo determinadas condiciones, y el partido comunista siempre tendr el deber de ser vanguardia de dicho frente si no quiere que fracasen los objetivos del frente y que esa alianza temporal caiga en manos burguesas para manejarla a su antojo. Generalmente a este tipo de frente se ha llamado frente popular, con el calificativo de popular por el hecho de unir a obreros y el resto de clases trabajadoras para un fin concreto. Tambin han existido histricamente los llamados frente nico del proletariado, donde el partido comunista instaba al resto de organizaciones con gran afiliacin de obreros, o de obreros sin partido, hacia un objetivo concreto. Este tipo de frente fueron comunes tras la Primera Guerra Mundial, y eran utilizados como mtodos para frenar la ofensiva de la burguesa sobre los derechos laborales de los obreros y su nivel de vida, pues era comn por entonces, que la burguesa intentara por ejemplo: pagar las reparaciones de guerra que deba a otros pases cargando tal deuda a espaldas de las clases trabajadoras, por lo que muchas veces estos frentes, no eran slo frente nico del proletariado, sino que se extendan con las organizaciones no proletarias de artesanos, campesinos y dems, agraviados por la ofensiva de la burguesa; convirtindose en frente popular con diversos calificativos: frente del trabajo, frente de los trabajadores, frente anticapitalista etc., razn por la que en ocasiones estos dos tipos de frente se entrelazan. Los calificativos usados por cada frente no importan, lo importante es comprender en cada experiencia de frente que alianza contraa el proletariado y con qu objetivo. (Equipo de Bitcora (M-L); El revisionismo del socialismo del siglo XXI, 2013) Nosotros por tanto, hemos dejado claro la utilizacin de las tcnicas de frente incluyendo durante la poca del VII Congreso de la Komintern desde una visin de clase proletaria como hicieron los Klement Gottwald, Enver Hoxha, Jos Daz, Pedro Checa, Joan Comorera, Hilary Minc o Bolesaw Bierut, a diferencia de la utilizacin de las tcticas de frente del tipo que sean desde posiciones revisionistas, como hicieron histricos revisionistas:

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    En lo referente a los pases coloniales y semicoloniales y su etapa de liberacin nacional; casi siempre se ha utilizado el frente popular por las condiciones de la etapa correspondiente en estos pases, y por la debilidad del proletariado y su an ms necesario acercamiento a otras clases trabajadoras. En estos pases los frentes tenan caractersticas antifascistas, antiimperialistas y anticoloniales, por lo que incluso la burguesa nacional poda ser de utilidad contra el imperialismo extranjero, dentro o fuera del frente, esto es factible en esta etapa aunque no es siempre necesaria la colaboracin de la burguesa durante la misma. Pero si finalmente la burguesa nacional colabora con las fuerzas progresistas en esta primera etapa, no se debe prolongar su colaboracin en la segunda etapa, la de construccin socialista, si se mantiene esa alianza interclasista pasado el periodo inicial, cuando ya se ha liberado a la nacin del pas que le oprima por activo a travs fuerza militar de ocupacin, o por pasivo cuando la ocupacin se da a travs de fuerzas autctonas, cuando la burguesa nacional no tiene ms rol progresista que jugar, y continua siendo una clase explotadora, si estos sntomas de alianza con la burguesa nacional siguen en esta revolucin, es indicativo de que esa revolucin en marcha no concluir en revolucin proletaria y socialista, sino que se dirige a la simple realizacin de una revolucin de carcter liberal burgus o pequeo burgus; de hecho, hemos sido testigos de mltiples revoluciones de este tipo a lo largo de la historia reciente, en donde se observa claramente que por no poder superar el amor a la burguesa nacional, a la intelectualidad burguesa y al capitalismo se quedan atrapadas en la lgica de produccin capitalista. (...) Tampoco es raro ver las experiencias de la incorrecta puesta en prctica de un frente nico proletariado se presupone que con partidos con alta afiliacin de obreros, donde en vez de persuadir a la base socialdemcrata de lo errneo de su dirigencia y la poltica de colaboracin de clases con la burguesa, se finaliza en que el propio partido comunista postula pensamientos y acciones tpicas del socialdemocratismo, incluyendo el colaboracionismo de clase con la burguesa. Es comn observar estos mismos fallos en la distorsin de la prctica del frente tanto a la hora de lidiar con las masas y organizaciones no obreras en un frente popular como con las masas y organizaciones obreras del frente nico del proletariado. Conocemos histricamente a partidos como el Partido Comunista Francs de Maurice Thorez y el Partido Comunista Italiano de Palmiro Togliatti, que temieron durante varios aos quebrar la alianza entre los partidos antifascistas y dirigir al partido hacia una revolucin socialista tras el fin del poder fascista pese a tener gran influencia y grandes posibilidades de xito, pero ellos, abogaron en cambio por una unin nacional bajo una democracia burguesa y una etapa antifascista que en sus mentes se hara eterna, se empezara a decir que era posible el trnsito pacfico al socialismo con el apoyo de todas las fuerzas que haban luchado contra el fascismo incluido los partidos burgueses anti hitlerianos y anti mussolinianos, y tambin se empez a teorizar que no era necesario el partido comunista como tal para transitar al socialismo en cada pas, que cualquier partido poda hacerlo. Aos despus se dijo que no eran necesarios los partidos para transitar al socialismo. Sobra decir que estas desviaciones seran criticadas como ilusiones reformistas por la Kominform durante 1947, y que la amplificacin de estas ilusiones en estos y otros partidos aos despus dara pie a muchos revisionismos, y en particular en algunos de estos partidos

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    occidentales como el italiano, espaol o el francs desembocaran en el revisionismo eurocomunista en los aos 70. Esto, no tiene nada que ver con las tcticas marxista-leninistas de frente. (Equipo de Bitcora (M-L); El revisionismo del socialismo del siglo XXI, 2013)

    Sobre la posibilidad de un gobierno de frente La Internacional Comunista (Estalinista-Hoxhista) resume la traicin del VII Congreso Mundial de la Komintern en las siguientes tesis: 1) La negacin de la revolucin proletaria, y en su lugar, hacer un trato con la burguesa por medio de establecer el gobierno del frente popular que fue la peor traicin en la historia de la Internacional Comunista. (Wolfgang Eggers; 80 Aniversario de la traicin por el VII Congreso Mundial de la Komintern, 24 de julio 2015) Falso, el VII Congreso de la Komintern de 1935 no exclua sino que presupona que el objetivo final del proletariado en cualquier pas pese a sus etapas y ritmos de la revolucin, era la revolucin proletaria, la revolucin socialista. En torno a la cuestin de un posible gobierno de frente del tipo que sea, se tipificaba que caractersticas deba tener: Si se nos pregunta, si nosotros, los comunistas, luchamos sobre el terreno del frente nico solamente por reivindicaciones parciales o estamos dispuestos a compartir la responsabilidad, si se llegase a la formacin de un gobierno sobre la base del frente nico, diremos con plena conciencia de nuestra responsabilidad: si tenemos en cuenta que puede producirse una situacin en que la creacin de un gobierno de frente nico proletario, o de frente popular antifascista sea no solamente posible, sino indispensable en inters del proletariado. Aceptamos, en efecto esta eventualidad (Aplausos). Y en este caso, sin ninguna vacilacin, nos declararemos a favor de la creacin de este gobierno. (...) No se trata de un caso de este gnero, sino de la posible formacin de un gobierno de frente nico en vsperas y antes de la victoria de la revolucin sovitica. Qu sera este gobierno? Y en qu situacin pudiera ser posible? Es, ante todo, un gobierno de lucha contra el fascismo y la reaccin. Debe ser un gobierno formado como consecuencia del movimiento de frente nico y que no limite de ninguna manera la actividad del partido comunista y de las organizaciones de masas de la clase obrera, sino, al contrario, que tome enrgicas disposiciones dirigidas contra los magnates financieros contrarrevolucionarios y sus agentes fascistas. En el momento oportuno, apoyndose sobre el movimiento creciente del frente nico, el partido comunista del pas en cuestin se manifestar por la creacin de semejante gobierno, sobre la base de una plataforma antifascista concreta. (Georgi Dimitrov; La clase obrera contra el fascismo; Informe en el VII Congreso de la Komintern, 2 de agosto de 1935) Cuales deban ser las condiciones para un gobierno de este tipo que tendran su ejemplo sobre todo en Europa Central y del Este tras la Segunda Guerra Mundial segn Dimitrov?:

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    Bajo qu condiciones objetivas ser posible la formacin de un tal gobierno? A esta pregunta puede contestarse de un modo muy general: bajo las condiciones de una crisis poltica, en que las clases dominantes ya no estn en condiciones de acabar con el potente ascenso del movimiento antifascista de masas. Pero esto es slo una perspectiva general, sin la cual apenas ser posible, en la prctica, la formacin de un gobierno del frente nico. Solamente en presencia de determinadas premisas especiales, puede ponerse al orden del da el problema de la formacin de este gobierno como tarea polticamente necesaria. Me parece que en este sentido merecen la mayor atencin las siguientes premisas: Primero. Cuando el aparato estatal de la burguesa est ya lo bastante desorganizado y paralizado para que la burguesa no pueda impedir la formacin de un gobierno de lucha contra la reaccin y el fascismo. Segundo. Cuando las ms extensas masas trabajadoras y en particular los sindicatos de masas se levanten impetuosamente contra el fascismo y la reaccin, pero no estn todava preparados para lanzarse a la insurreccin con el fin de luchar bajo la direccin del partido comunista por la conquista del poder sovitico. Tercero. Cuando el proceso de diferenciacin y radicalizacin en las filas de la socialdemocracia y de los dems partidos que participan en el frente nico, haya conducido a que una parte considerable dentro de ellas exija medidas implacables contra los fascistas y dems reaccionarios, luche del brazo de los comunistas contra el fascismo y se manifieste abiertamente contra el sector reaccionario y hostil al comunismo de su propio partido. (Georgi Dimitrov; La clase obrera contra el fascismo; Informe en el VII Congreso de la Komintern, 2 de agosto de 1935) Dimitrov fue muy claro sobre la posibilidad de formacin de los frentes populares, pero fue mucho ms claro en la cuestin de en qu ocasiones los comunistas apoyaran tales frentes y hasta qu punto: El mantenimiento del frente popular (...) no significa que la clase obrera tenga que apoyar el frente popular del presente gobierno a cualquier precio. La composicin del gobierno puede variar, pero el frente popular debe permanecer y crecer fortalecindose todo el tiempo. Si por alguna razn u otra el gobierno existente no llega a ser capaz de ejecutar el programa del frente popular, si toma la lnea de claudicar ante el enemigo de casa y del exterior, si su poltica conduce al descrdito del frente popular y por lo tanto debilita la resistencia a la ofensiva fascista, entonces la clase obrera, mientras sigue fortalecimiento los lazos del frente popular, se deber esforzar por llevar a cabo la sustitucin del presente gobierno por otro, a un gobierno que lleve firmemente a cabo el programa del frente popular, que sea capaz de hacer frente al peligro fascista, salvaguardando las libertades democrticas del pueblo (...) y asegurando su defensa contra la agresin fascista. (Georgi Dimitrov; El frente popular, 1936) Adems se dejaba claro que un gobierno de coalicin de este tipo, aunque pudiera suponer la cada de un gobierno filofascista en una democracia burguesa o directamente un gobierno fascista en un Estado fascista, e incluso aunque se aventurara a tomar ciertas medidas antifascistas, este gobierno no traera la completa victoria sobre el fascismo, pues solo la revolucin socialista bajo el completo control del partido de la clase obrera, es decir del comunista, y

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    el poder sovitico, garantizaba el fin de la base econmica del capitalismo y por tanto del fascismo: Por esto sealamos la posibilidad de formar, bajo las condiciones de la crisis poltica, un gobierno del frente nico antifascista. En la medida en que este gobierno despliegue una lucha real y verdadera contra los enemigos del pueblo, conceda libertad de accin a la clase obrera y al partido comunista, nosotros, los comunistas, lo apoyaremos por todos los medios y lucharemos en la primera lnea de fuego, como soldados de la revolucin. Pero les decimos francamente a las masas: este gobierno no traer la salvacin definitiva. Este gobierno no est en condiciones de derrocar la dominacin de clase de los explotadores y, por esta razn, no puede tampoco eliminar definitivamente el peligro de la contrarrevolucin fascista. Por consiguiente, hay que prepararse para la revolucin socialista! Slo y exclusivamente el poder sovitico traer la salvacin!. (Georgi Dimitrov; La clase obrera contra el fascismo; Informe en el VII Congreso de la Komintern, 2 de agosto de 1935) Por tanto: los marxista-leninista en el VII Congreso de la Komintern se basaban como era normal en analizar la situacin in situ para encontrar la mejor forma de acelerar la revolucin proletaria: Hace quince aos, Lenin nos invitaba a que concentrsemos toda la atencin en buscar las formas de transicin o de acercamiento a la revolucin proletaria. Puede ocurrir que el gobierno del frente nico sea, en una serie de pases, una de las formas transitorias ms importantes. Los doctrinarios de izquierda siempre pasaron por alto esta indicacin de Lenin, hablando solamente de la meta, como propagandistas limitados, sin preocuparse jams de las formas de transicin. Y los oportunistas de derecha intentaban establecer una fase democrtica intermedia, especial, entre la dictadura de la burguesa y la dictadura del proletariado, para sugerir a la clase obrera la ilusin de un pacfico paso parlamentario de una dictadura a otra. Esta fase intermedia ficticia la llamaban tambin forma de transicin e invocaban incluso el nombre de Lenin! Pero no fue difcil descubrir el fraude, pues Lenin hablaba de una forma de transicin y de acercamiento a la revolucin proletaria, esto es, al derrocamiento de la dictadura burguesa y no de una forma transitoria cualquiera entre la dictadura burguesa y la proletaria. (Georgi Dimitrov; La clase obrera contra el fascismo; Informe en el VII Congreso de la Komintern, 2 de agosto de 1935) Viendo qu tipo de rgimen exista y las tareas pendientes, midiendo si la dictadura de la burguesa bien en su forma democrtico-burguesa o fascista poda ser remplazada por la dictadura del proletariado directamente bajo la nica direccin del partido comunista, o si por las circunstancias se necesitaba de un gobierno de frente popular que representara la dictadura del proletariado y el campesinado. El fin pese a todo segua siendo buscar la mejor forma de derribar a la burguesa del poder. Tambin, la aplicacin de la tctica variaba si se trataba de un pas con restos de feudalismos, con un gobierno fascista, etc.: Sera falso, por ejemplo, presentar la cosa como si el gobierno del frente nico fuese una etapa obligatoria en la senda hacia la instauracin de la dictadura del proletariado. Sera tan falso, como lo era antes presentar las

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    cosas como si en los pases fascistas no hubiese ninguna etapa intermedia y la dictadura del fascista tuviese que ser obligatoriamente y directamente sustituida por la dictadura del proletariado. El nudo del problema est en saber si en el momento decisivo el proletariado estar en condiciones de derrocar directamente a la burguesa e instaurar su propio poder, y si podr asegurarse, en ese caso, el apoyo de sus aliados, o si el movimiento del frente nico del proletariado y del frente popular antifascista estar el mismo, en la etapa dada, en condiciones de aplastar al fascismo, sin poder pasar en forma directa a la liquidacin de la dictadura de la burguesa. En ese caso, renunciar a formar y apoyar un gobierno de frente nico o de frente popular basndose slo en lo indicado ms arriba, sera una miopa poltica inadmisible y no una poltica revolucionaria seria. Tampoco es difcil comprender que la formacin de un gobierno de frente nico, en pases en que el fascismo no est todava en el poder, no es lo mismo que en los pases de dictadura fascista. En stos la formacin de un gobierno de este tipo slo es posible en el proceso del derrocamiento del poder fascista. En los pases en que la revolucin democrtico-burguesa se desarrolla, el gobierno de frente popular podr llegar a convertirse en el gobierno de la dictadura democrtica de la clase obrera y el campesinado. (Georgi Dimitrov; Por la unidad de la clase obrera contra el fascismo; Discurso de resumen en el VII Congreso de la Komintern, 13 agosto de 1935) Estas tesis de Dimitrov inspiraran a las de Joan Comorera en cuanto al carcter que deba tomar por ejemplo un gobierno de frente popular antifascista en un pas como la Espaa de Franco:

    Nosotros, los obreros revolucionarios, los campesinos, los pequeo burgueses, los intelectuales progresistas, todos los patriotas, somos una parte integrante del campo antiimperialista y democrtico, y nuestro deber es luchar para liberar al Estado espaol de las castas y las clases que lo monopolizan, hemos de dar trmino a la revolucin democrtica espaola. (...) Y entendamos, porque hoy, hasta Franco se califica de demcrata, no podemos dejarnos deslumbrar por la democracia formal. Debemos querer la forma y el contenido de la democracia. Hemos de arrancar las races de las castas parsitas, tenemos que dejar fuera del territorio al capital monopolista extranjero, tenemos que liquidar a los monopolios [nacionales] internos, que son sus cmplices e instrumentos. Debemos nacionalizar el suelo, el subsuelo, tenemos que nacionalizar bancos y seguros, transportes y otros servicios pblicos, la gran industria y el comercio. Hemos de liquidar el parasitismo terrateniente y entregar la tierra a los campesinos que la trabajan, hemos de asegurar una vida digna y libre de la opresin econmica explotadora a la pequea burguesa y los campesinos medios. Debemos crear un verdadero Ejrcito Popular, un autntico orden pblico popular, un rgimen de igualdad absoluta entre los sexos y que asegure a la juventud ya la infancia una perspectiva ilimitada de progreso y bienestar. Debemos limpiar el Estado de los agentes y de los instrumentos de las castas y los capitalistas. Debemos reestructurar el Estado espaol, para que en la lnea federativa, obtengan la realizacin plena los derechos nacionales Catalua, Euskadi y Galicia. Y para consolidar la revolucin democrtica, desarrollar y marchar hacia el socialismo, debemos exigir que el nuevo Estado espaol, surgido de la revolucin espaola, sea dirigido por la clase obrera y las masas populares.

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    (Joan Comorera; Nuestro problema no comienza ni acaba en la persona de Franco; Carta Abierta a J. Navarro i Costabella, 1949)

    La dialctica confirmara la tesis dimitrovista con el desarrollo de las democracias populares tras la Segunda Guerra Mundial, donde los iniciales gobiernos provisionales de coalicin de frente popular antifascistas, bajo diferentes nombres, tornaran poco a poco a ser gobiernos plenamente asegurados por la hegemona de los partidos comunistas en gobiernos quienes poco a poco iran disolviendo no solo los partidos y las organizaciones burguesas uncialmente, sino progresivamente tambin las pequeo burguesas. Al aplicarse sin miedo la lucha de clases, y superar ciertas deficiencias por la falta de experiencia, lograran coronar con xito la transformaciones polticas, econmicas y culturales, realizando la revolucin proletaria y la revolucin socialista.

    Esta misma opinin la registr Enver Hoxha al examinar qu partidos comprendieron realmente las directivas del VII Congreso de la Komintern y quienes se durmieron en los laureles o simplemente no las comprendieron o las quisieron comprender: En los pases de la Europa Oriental, los partidos comunistas supieron ligar las tareas de la lucha por la independencia y la democracia a la lucha por el socialismo. Elaboraron y aplicaron una poltica que condujo a la instauracin de los regmenes de democracia popular. En cambio, los partidos comunistas de Europa Occidental no se mostraron capaces de aprovechar las situaciones favorables que haban creado la Segunda Guerra Mundial y la victoria sobre el fascismo. Esto demostraba que no haban comprendido ni aplicado debidamente las orientaciones del VII Congreso de la Komintern Internacional Comunista, el congreso fue sostenido del 25 de julio al 21 de agosto de 1935. Este congreso sustentaba que, al oponerse y combatir al fascismo, se iran creando en condiciones determinadas tambin las posibilidades de formar gobiernos de frente nico, totalmente diferentes de los gobiernos socialdemcratas. Aqullos deban servir para pasar de la etapa de la guerra contra el fascismo a la etapa de la lucha por la democracia y el socialismo. Pero en Francia y en Italia la guerra contra el fascismo no condujo a la creacin de gobiernos del tipo que propugnaba la Komintern. Acabada la guerra, en esos pases asumieron el poder gobiernos de tipo burgus. La participacin de los comunistas en los mismos no cambi su carcter. Tampoco el Partido Comunista Francs que en general hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial sigui una lnea correcta, logr corregir y superar los errores, deficiencias y desviaciones que se haban manifestado acerca de determinados problemas, y que entre otros motivos surgan por falta de anlisis realistas de las situaciones internas y externas. (Enver Hoxha; Eurocomunismo es anticomunismo, 1980) Como ya insistimos, la Kominform en su I conferencia de 1947, criticara no solo las desviaciones de las tcticas de frente y de gobierno de frente expuestos por la lnea general del VII Congreso de la Komintern en los partidos como el de Francia o Italia, sino incluso durante esa poca el Partido Comunista de la Unin Sovitica tambin estaba preocupado por partidos que estaban en el poder y dominaban esos gobiernos de coalicin, como el partido comunista en

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    Yugoslavia o Checoslovaquia que albergaban deficiencias en las tcticas de frente, la resoluciones de los ritmos en las medidas econmicas, y dems. Finalmente como sabemos en el caso yugoslavo el tema jams se corregira y dara como resultado que en la II Conferencia de la Kominform de 1948 se criticasen sus desviaciones abiertamente.

    La lucha contra el sectarismo y su fin La crtica de los lderes del VII Congreso en contra del llamado sectarismo era en realidad una crtica al marxismo-leninismo, una crtica de la revolucin socialista mundial y una capitulacin ante la burguesa, una traicin seria al proletariado mundial, una renuncia de la visin del mundo proletario, una declaracin de guerra contra Stalin. (Wolfgang Eggers; 80 Aniversario de la traicin por el VII Congreso Mundial de la Komintern, 24 de julio 2015) Falso. La crtica al sectarismo en el VII Congreso de la Komintern se refera a hechos tan concretos, patticos e intolerables que no se haban superado en los partidos comunistas, desviaciones que en general eran la herencia no corregida de muchos militantes que haban militado en organizaciones socialistas o anarquistas. Hablamos de temas como el aislacionismo del partido con las masas, creer que las masas tienen los mismos conocimientos que el partido, falta de formacin terico-poltica que redundaba en anlisis irreales, negacin a trabajar en las organizaciones de masas capturadas por los reformistas o los fascistas, o la distorsin de las etapas en la revolucin, cosas muy reales y nada fantasiosas para quin conozcan la historia del movimiento comunista marxista-leninista internacional de aquellos aos: En la situacin actual, el sectarismo, ese sectarismo engredo, como lo calificamos en nuestro proyecto de resolucin, entorpece ante todo nuestra lucha por la realizacin del frente nico; ese sectarismo, satisfecho de su estrechez doctrinaria y de su alejamiento de la vida real de las masas; satisfecho de sus mtodos simplistas, para resolver los problemas ms complicados del movimiento obrero sobre la base de esquemas cortados por un patrn; ese sectarismo, que pretende saberlo todo y no cree necesario aprender de las masas, de las enseanzas del movimiento obrero; en una palabra, el sectarismo, para el cual todo es una pequeez; ese sectarismo engredo no quiere, ni puede comprender que situar a la clase obrera bajo la direccin del partido comunista no se consigue espontneamente. El papel dirigente del partido comunista en las luchas de la clase obrera hay que conquistarlo. Para esto, no hace falta declamar acerca del papel dirigente de los comunistas, sino que hay que merecer, ganar, conquistar la confianza de las masas obreras con una labor cotidiana de masas y una poltica justa. Esto slo se lograr si nosotros, los comunistas, en nuestra labor poltica tenemos seriamente en cuenta el verdadero nivel de conciencia de clase de las masas, su grado de revolucionarizacin, si apreciamos seriamente la situacin concreta, no a travs de nuestros de deseos, sino a travs de la realidad. Tenemos que facilitar a las extensas masas, pacientemente, paso a paso, el trnsito a las posiciones del comunismo. No debemos olvidar jams las palabras de Lenin, quien nos advirti con toda energa que:

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    Se trata precisamente de no creer que lo que ha caducado para nosotros haya caducado para la clase, para la masas. (Vladimir Ilich Ulinov, Lenin; La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo, 1920) Acaso ahora, camaradas, hay todava en nuestras filas pocos doctrinarios que en la poltica del frente nico slo perciben, siempre y en todas partes, los peligros? Para esos camaradas, todo el frente nico constituye un peligro rotundo. Pero esta firmeza de principios sectaria no es otra cosa que el desamparo poltico ante las dificultades de la direccin inmediata de la lucha de masas. El sectarismo se manifiesta especialmente en la apreciacin exagerada de la revolucionizacin de las masas, en la apreciacin exagerada del ritmo, con que se apartan de las posiciones del reformismo, en el intento de saltar las etapas difciles y los problemas complicados del movimiento. Los mtodos de direccin de las masas se sustituan frecuentemente en la prctica por los mtodos de direccin de un grupo cerrado de partido. A consecuencia de esto no se apreciaba debidamente la fuerza de los lazos tradicionales entre las masas y sus organizaciones y direcciones y, cuando las masas no rompan estos lazos de golpe y porrazo, se adoptaba frente a ellas una actitud tan brusca, como frente a sus dirigentes reaccionarios. La tctica y las consignas se convertan en un patrn, vlido para todos los pases, y no se tenan en cuenta las particularidades de la situacin concreta en cada pas dado. Se pasaba por alto la necesidad de desplegar, en el seno de las propias masas, una lucha tenaz para ganar su confianza, se descuidaba la lucha por las reivindicaciones parciales de los obreros y la labor dentro de los sindicatos reformistas y de las organizaciones fascistas de masas. La poltica del frente nico se suplantaba frecuentemente por meros llamamientos y por la propaganda abstracta. Las actitudes sectarias entorpecan en no menor grado la seleccin acertada de los hombres, la educacin y formacin de cuadros relacionados con las masas, que gocen de la confianza de stas, de cuadros con consecuencia revolucionaria y probados en las luchas de clases, que sepan asociar a la experiencia prctica del trabajo de masas la firmeza de principios del bolchevique. De este modo, el sectarismo retras considerablemente el crecimiento de los partidos comunistas, dificult la aplicacin de una autntica poltica de masas, entorpeci la explotacin de las dificultades del enemigo de clase que deba fortificar las posiciones del movimiento revolucionario, impidi la conquista de las extensas masas proletarias para los partidos comunistas. (Georgi Dimitrov; La clase obrera contra el fascismo; Informe en el VII Congreso de la Komintern, 2 de agosto de 1935) Podemos poner varios ejemplos documentos de lucha contra este sectarismo insano: a) Las teoras promovidas por Ernst Thlmann de que no existe diferencia cualitativa entre un gobierno de democracia burguesa y un gobierno de una abierta dictadura terrorista fascista: Se ha revelado en nuestras filas la tendencia a dibujar un contraste ente fascismo y democracia burguesa. (...) Este es el mayor peligro para el partido comunista. (Ernst Thlmann; Algunos errores en el trabajo terico y prctico

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    del Partido Comunista de Alemania, y como superarlos, 10 de diciembre de 1931) Dimitrov replicara: Nosotros no somos anarquistas, y no puede en modo alguno sernos indiferente qu rgimen poltico impera en un pas dado: si la dictadura burguesa, aunque sea con los derechos y las libertades ms restringidos, o la dictadura burguesa, en su forma descarada, fascista. Sin dejar de ser partidarios de la democracia sovitica, defenderemos palmo a palmo las condiciones democrticas arrancadas por la clase obrera en aos de lucha tenaz, y nos batiremos decididamente por ampliarlas. Cuntas vctimas cost a la clase obrera de Inglaterra conseguir el derecho de huelga, la existencia legal de sus tradeuniones, la libertad de reunin y de prensa, la ampliacin al derecho al sufragio, etc.! Cuntas decenas de miles de obreros dieron su vida en los combates revolucionarios de Francia, a lo largo del siglo XIX, hasta conseguir arrancar los derechos elementales y la posibilidad legal de organizar sus fuerzas para lucha contra sus explotadores! El proletariado de todos los pases derram mucha sangre para conquistar las libertades democrtico-burguesas, y se comprende que luche con todas sus fuerzas para conservarlas. (Georgi Dimitrov; Por la unidad de la clase obrera contra el fascismo; Discurso resumen pronunciado en el VII Congreso de la Komintern, 13 de agosto de 1935) Citemos al propio marxista-leninista espaol Jos Daz, uno de los defensores de la lnea del frente popular: Nosotros luchamos por la dictadura del proletariado, por los soviets. Lo declaramos paladinamente, porque nosotros como partido del proletariado, no renunciamos a nuestros objetivos. Pero, en los momentos actuales comprendemos que la lucha est planteada no en el terreno de la dictadura del proletariado, sino en el de la lucha de la democracia contra el fascismo como objetivo inmediato. (Jos Daz; El VII Congreso de la Komintern seala el camino; Discurso pronunciado en el Coliseo Pardias, de Madrid, 3 de noviembre de 1935) Esto deja claro que la posicin thlmanniana de desprecio a las libertades aunque limitadas de la democracia burguesa frente al advenimiento del fascismo, es algo que est en las antpodas del leninismo: Si Engels dice que bajo la Repblica democrtica el Estado sigue siendo, lo mismo que bajo la monarqua, una mquina para la opresin de una clase por otra, esto no significa, en modo alguno, que la forma de opresin sea indiferente para el proletariado, como ensean algunos anarquistas. Una forma de lucha de clases y de opresin de clase ms amplia, ms libre, ms abierta facilita en proporciones gigantescas la misin del proletariado en la lucha por la destruccin de las clases en general.. (Vladimir Ilich Ulinov; Lenin; El Estado y la revolucin, 1917) Adems muchos de estos pseudomarxistas, tericos anarquistas, partan de que cuando en un pas existe el peligro fascista solo abogaban que la nica

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    posibilidad de salvar al pas del fascismo era lanzarse s o s a la toma de poder en solitario y al establecimiento de la dictadura del proletariado, sean las condiciones que sean, nada de defender los derechos y libertades ganados a precio de sangre por las masas trabajadoras, ni de alianzas con otras fuerzas interesadas en el no triunfo del fascismo; no se tomaba en cuenta las condiciones objetivas como las particularidades socio-econmicas que imponen la etapa y las alianzas del proletariado en la revolucin, tampoco la situacin subjetiva como la fuerza del partido comunista para tal pretendida toma de poder en solitario; o lo que es lo mismo abogan por el blanquismo, trotskismo, luxemburguismo, anarquismo, premarxismo en definitiva. Por si al lector no le ha quedado claro, expondremos un ejemplo sencillo de la lnea sectaria que abogaba Ernst Thlmann. El propio alemn Wilhelm Pieck sera de los pocos valientes que se atrevera a realizar una autocrtica de la lnea del Partido Comunista de Alemania bajo las teorizaciones erradas de Ernst Thlmann como las ya citadas: En Alemania, fue solamente despus de la llegada de Hitler, que los comunistas defendieron la clara consigna de defensa de los sindicatos libres, seguido de los lemas de restaurar los sindicatos libres. (...) Por otra parte, un error igualmente grave como la subestimacin del peligro fascista fue el hecho de ver fascismo donde no exista. Este error se debi a que una serie de escritores comunistas dieron una interpretacin mecnica de la declaracin del VI Congreso de la Komintern de 1928 donde se deca que la burguesa se vea obligada cada vez ms por recurrir al fascismo. En Alemania, los comunistas durante mucho tiempo mantuvieron el punto de vista que el gobierno socialdemcrata de Hermann Muller estaba trabajando para la fascistizacin, que el gobierno de Brning ya era un gobierno de dictadura fascista. Por otra parte, subestimaron el movimiento de Hitler, bajo la suposicin de que en un pas como Alemania, donde la clase obrera estaba tan altamente organizada, los hitlerianos no podran hacerse con el poder y que las masas pequeo burguesas que viraron espontneamente a acudir en masa hacia los hitlerianos, pronto se apartaran de ellos. (...) Estos errores se debieron a la absolutamente falsa concepcin de que todos los partidos burgueses son fascistas, que no hay dos mtodos de dominacin burguesa [democracia burguesa y abierta dictadura terrorista fascista - Anotacin de Bitcora (M-L)], y que era indecoroso para los comunistas la defensa de la democracia burguesa. Mientras no podamos sustituir la democracia burguesa por la democracia proletaria, por la dictadura del proletariado, el proletariado est interesado en defender todos los derechos de la democracia burguesa para que puedan ser utilizados para preparar a las masas en el derrocamiento del poder capitalismo y lograr la democracia proletaria. (Wilhelm Pieck; Las actividades del Comit Ejecutivo de la Komintern; Informe en el VII Congreso de la Komintern, 26 de julio de 1935) Dnde est el honor en defender segn Wolfgang Eggers las lneas thlmannianas de estas tcticas antifascistas sacadas del radicalismo pequeo burgus del anarquismo? Quin puede pasar en silencio a sus desastrosas consecuencias para Alemania y otros pases el tipo de trabajo de este estilo? En otra ocasin abordaremos estas tesis con un documento particular para las desviaciones de Ernst Thmann, sigamos.

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    b) Las tesis de Jos Bullejos sobre la revolucin en Espaa que tambin contenan un cariz sectario. Para quin no est informado de la historia del Partido Comunista de Espaa. Hay que decir que el partido en 1932 se deshizo de la cpula de su dirigencia izquierdista-sectaria de Jos Bullejos que entre otros graves fallos, no haba comprendido el suceder de los acontecimientos en el pas ibrico, las etapas, y las reivindicaciones que necesitaba el partido comunista por aquel entonces: En 1926, ms que un partido comunista haba en Espaa unos cuantos grupos diseminados, sin ninguna cohesin entre s, con una direccin que marchaba sin perspectivas y sin tener en cuenta la ayuda de la Komintern, una direccin impregnada de todas las caractersticas anarquistas y sectarias. En 1929, en Espaa, comienza a desencadenarse una serie de luchas econmicas y polticas, y, como consecuencia de estas luchas de los obreros y campesinos y de las fuerzas democrticas, en 1930 se hunde la dictadura de Primo de Rivera, y, en 1931, es derrumbada la monarqua e instaurada la Repblica. Los cambios operados en la correlacin de fuerzas en Espaa no fueron comprendidos por la direccin del partido. No alcanz a ver que las masas que se lanzaron a la calle vean en la Repblica la mejora de su situacin econmica y de libertad, y que este era un momento precioso para que el Partido Comunista en Espaa se ligase a las masas y que planteara la forma de conquistar sus mejoras de carcter econmico y poltico que el momento exiga, como la toma de la tierra, aumento de los salarios, etc., el armamento de los obreros y de los campesinos, la cuestin nacional, acabar con el podero de la Iglesia, etctera, etctera. Pero los dirigentes de entonces, Bullejos, Adame y compaa, no comprendieron nada respecto a lo que haba cambiado la situacin. En lugar de plantearse estas consignas propias del momento, se pronuncian contra la Repblica, en la cual los obreros y las masas populares haban puesto toda su ilusin, dando la consigna de: Abajo la Repblica burguesa!, Vivan los soviets y la dictadura del proletariado!. Los obreros, que buscaban a los comunistas al implantarse la Repblica para que les orientaran en las luchas por las conquistas democrticas, cuando los comunistas les hablaban contra la Repblica eran sealados como aliados de los monrquicos y, en algunos sitios como Sevilla o Madrid, las masas buscaban a nuestros camaradas para lincharlos. (...) Sabis con qu queran hacer la revolucin proletaria? Con un total de ochocientos comunistas en el pas y con el escndalo que hacan en los mtines Bullejos y Adame. Ya en aquel momento, la Komintern someti a la crtica esta lnea para ver si era posible enderezar los errores cometidos por el partido, los cuales le impedan ligarse a las masas. En lugar de tener en cuenta la ayuda tan formidable que representa la Komintern para sus secciones y, sobre todo, para las direcciones dbiles, estos seores intensificaron su resistencia y sabotaje a la lnea trazada por la Komintern, y desde ese momento no ces un instante la lucha de dichos seores contra la lnea marxista-leninista de la Komintern. (...) El primer trabajo serio que realiza nuestro partido es conseguir solucionar la gran hazaa de una direccin que llevaba siete aos como tal y sin arrastrar ni a un solo militante. Pero en esta tarea, este grupo, con sus mtodos sectarios y de mando, haba dejado su lastre. La nueva direccin del partido abre en todas sus organizaciones una discusin sobre los problemas polticos, los mtodos de trabajo y sobre lo que representa la Komintern. El espritu sano y

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    revolucionario de la base del partido, fue un factor decisivo para la comprensin de la justeza de la expulsin del grupo de renegados y de la lnea poltica de la Komintern. (Jos Daz; Las luchas del proletariado espaol y las tareas del Partido Comunista de Espaa; Informe en el VII Congreso de la Komintern, 1935) La Komintern incluso antes del VII Congreso de la Komintern tipific estos errores en 1932 como desviaciones sectarias, que pareciera que nacan de no haber superado los vestigios anarquistas: Como verdaderos revolucionarios, los comunistas espaoles deben buscar y poner al descubierto las razones del retraso del partido y los errores que ha cometido, y deben tomar enrgicas medidas para eliminarlos rpida y completamente. La razn bsica de los errores del partido, su incapacidad para comprender el carcter de la revolucin, la funcin y las tareas del proletariado como potencia hegemnica en la actual revolucin democrtica, su incapacidad para comprender el papel del partido comunista, para avanzar correctamente y al tiempo con consignas polticas oportunas para la accin de masas y para que estas consignas fueran tomadas por las masas, los errores reflejados en la pasividad relativamente marcada en el partido; son las razones bsicas que el partido estaba, y por desgracia, sigue estando atado, por el sectarismo y las tradiciones anarquistas. El partido en su conjunto y sus lderes, en particular, carecan, y por desgracia an carece, de una actitud poltica correcta y completa; su valoracin del carcter y peculiaridades de las contradicciones de clase, de la revolucin en Espaa, era falsa; los juicios errneos fueron y estn siendo dados por factores polticos concretos. Los dirigentes del Partido Comunista Espaol no han comprendido la inmensa significacin poltica de las supervivencias econmicas, sociales y polticas del feudalismo en Espaa, y as no vieron que la revolucin democrtica fue madurando sobre esa base; no prepararon al proletariado para la revolucin. El partido no comprendi a tiempo que, precisamente la burguesa se va a jugar un papel contrarrevolucionario en la revolucin democrtico-burguesa, se estaba llegando a un punto, en que el proletariado, como nica clase revolucionaria verdaderamente coherente, podra y debera conducir la revolucin. Dado que el partido comunista subestim el papel del proletariado, se aisl, perdi el contacto con la clase obrera, ignor al campesinado, perdiendo el contacto con las grandes masas, no midiendo el pulso de las masas o midiendo sus sentimientos, subestimado sus demandas y su militancia. Y cuando los acontecimientos llegaron a un punto crtico, cuando se proclam la repblica en el 1931 bajo el tremendo asalto de las masas que marchan en las calles, el partido puso consignas errneas que eran incomprensibles para las masas. (Komintern; Una carta desde el Bur del Oeste Europeo de la Komintern al Partido Comunista de Espaa, 15 de enero de 1932) c) Los marxista-leninistas albaneses llevaron a cabo una dura lucha contra el tipo de trabajo sectario que caracterizaba a los grupos comunistas albaneses, un trabajo que haba imposibilitado la unin con las masas y la propia unin de los grupos comunistas en un partido comunista.

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    Qemal Stafa, fundador del Partido Comunista de Albania como Enver Hoxha, propuso las tesis de Dimitrov del VII Congreso para un correcto anlisis del fascismo y para el fortalecimiento del partido: Qemal Stafa tom la palabra. Nos quedamos escuchando con atencin. Recuerdo slo la esencia de las ideas principales de su contribucin. Hizo una introduccin correcta acerca de la lucha que los comunistas deben librar contra el fascismo y luego pas a demostrar con argumentos tericos y con ejemplos de la vida lo que era el fascismo y el peligro que representa. Dijo que el fascismo era el enemigo jurado de los pueblos, los comunistas y la revolucin. Cit algunos extractos del famoso informe de Dimitrov: Sin embargo, nosotros continu Qemal en mayor o menor medida, no hemos entendido bien ni hemos aplicado correctamente las instrucciones, consejos y directivas de la Komintern, y del propio Dimitrov. Ese fue un gran error por nuestra parte y del grupo de Shkodra est haciendo una autocrtica por ello. (Enver Hoxha; Cuando el partido estaba naciendo, 1983) El propio Partido Comunista de Albania, en la resolucin de su I Conferencia Nacional, aluda que la no compresin y aplicacin de las tesis del VII Congreso de la Komintern de 1935 eran la razn de la tarda consolidacin de los asilados grupos comunistas como partido nico del proletariado en Albania, y de que estas deficiencias estuvieran dejando hueco a teoras cercanas al trotskismo y al anarquismo: La I Conferencia ha observado que, en general, estos grupos no estaban vinculados con las masas, estaban lejos de un genuino trabajo comunista, estaban en oposicin los unos a los otros, una oposicin que lleg a un punto feroz de lucha. El espritu de estrecho sectarismo, el oportunismo y el parroquialismo prevaleci en ellos. La no aplicacin de las directrices del VII Congreso de la Komintern de 1935 caus graves errores polticos y organizativos. La teora de los cuadros, as como la negacin de la existencia de proletariado en Albania, y como consecuencia la negacin de la posibilidad de la existencia de un partido comunista, se han hecho sentir. (Partido Comunista de Albania; Resolucin de la I Conferencia Nacional del Partido Comunista de Albania, 17 de marzo de 1941) Los propios marxista-leninistas albaneses reconocieron que el VII Congreso de la Komintern de 1935 realiz una gran labor por resolver el defecto del tipo de trabajo sectario, comn entre comunistas albaneses de la poca, los cuales no estaban familiarizados con los verdaderos mtodos de trabajo leninista: El VII Congreso de la Internacional Comunista que se reuni en Mosc en julio de 1935, subray la necesidad de desarrollar an ms la lucha contra el ataque del capital y del fascismo. En relacin con esto, el Congreso encomend la tarea de crear el frente nico de la clase obrera contra el fascismo, asegurando la unidad de accin del proletariado y, sobre esta base, organizar un amplio frente popular antifascista. Para realizar estas tareas era necesario que los partidos comunistas superaran una serie de deficiencias, tales como las manifestaciones de un trabajo sectario entre las masas, mejoraran los mtodos de agitacin y propaganda, se lanzaran a valerosas acciones revolucionarias. (...) Las decisiones del VII Congreso del Komintern

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    marcaban una nueva etapa en el desarrollo del movimiento comunista y obrero mundial. Su aplicacin de manera creadora, en las condiciones concretas de cada pas, abra el camino a los comunistas para ponerse a la cabeza de las amplias masas populares y convertirse en la principal fuerza dirigente del movimiento obrero, democrtico y antiimperialista. Estas decisiones tenan gran importancia para todos los pases y de manera especial para aquellos que, como Albania, estaban amenazados directamente por el fascismo. (Partido del Trabajo de Albania; Historia del Partido del Trabajo de Albania, 1982) d) El caso de los marxista-leninistas blgaros, es otro caso claro. Primero se tuvo que luchar contra los resabios del llamado socialismo estrecho, que eran los marxistas que no comprendan o se resistan a aceptar el leninismo, y aplicaban frmulas ms en comn con el anarquismo, la socialdemocracia o el luxemburguismo que el leninismo, con las lgicas consecuencias para el trabajo del partido: El socialismo estrecho no estaba exento de un cierto culto a la espontaneidad en el movimiento obrero. Estuvo bajo el hechizo de la concepcin socialdemcrata del funcionamiento automtico de las leyes sociales objetivas. Vio como su principal tarea la agitacin y la propaganda, la explicacin y aclaracin de las leyes que funcionan de manera objetiva del desarrollo social, organizando y educando a los obreros y dems capas trabajadoras en el espritu del socialismo, despertando su conciencia de clase, orientando sus luchas diarias con el fin de que la revolucin socialista era inevitable, que se producira como resultado de las condiciones objetivas que maduraban. El partido no se consideraba como una fuerza activa llamada no slo para organizar y educar a las masas trabajadoras y dirigir sus luchas cotidianas, no slo para explicar los eventos diarios, sino tambin para participar en la creacin y la canalizacin de los acontecimientos revolucionarios para convertirse en un factor dominante en la preparacin, organizacin y desarrollo de la revolucin proletaria. Por lo tanto, hubo un cierto retraso y pasividad del partido en el momento de la agudizacin de la lucha de clases, un aislamiento sectario frente a las masas que se haban levantado en armas. El socialismo estrecho transform una serie de enseanzas marxistas en un dogma, como resultado de la cual el partido cay en el sectarismo e hizo sus contactos con las amplias masas ms difcil. As, por ejemplo, aplicando una poltica de lucha correcta sin cuartel contra la clase burguesa, se opuso a las diversas coaliciones electorales con partidos burgueses, y el trabajo legislativo constructivo del parlamento burgus, el partido dio la vuelta al concepto de organizacin de clase independiente y lo moldeo como un dogma, negando en general, y en todas las condiciones la conveniencia de un acuerdo con otros grupos sociales y polticos y, por tanto, como de hecho sucedi, se aisl. La actitud de nuestro partido no tena nada en comn con la doctrina leninista en cuanto a los compromisos revolucionarios, sin los cuales el partido revolucionario no puede luchar con xito y avanzar. Al no entender el papel de los campesinos como aliados de la clase obrera en la lucha contra el capitalismo, se tom una posicin plejanovista y no una posicin leninista sobre el problema campesino. () Lenin demostr la posibilidad de utilizar las potencialidades revolucionarias existentes de los campesinos tanto en la revolucin democrtico-burguesa como en la

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    revolucin socialista. Nuestro partido libr una lucha correcta y exitosa contra los reformistas que trataron de transformar el partido de la clase obrera en un diluido partido pequeo burgus que de esta manera sera herramienta de la burguesa y privara a la clase obrera de su independencia. Pero de igual forma que en ello acert, nuestro partido fall y no se dio cuenta de que los campesinos, como pequeos productores de mercancas estn sometidos a la explotacin del capital monopolista, y tienen un considerable potencial revolucionario, siendo los aliados naturales de la clase obrera en su lucha por la emancipacin. No supo ver que sin la alianza de los obreros y campesinos, sin la realizacin de la direccin de la clase obrera en esta alianza, la dominacin capitalista no puede ser derrocada y ninguna victoria del proletariado es posible. El socialismo estrecho defini dogmticamente al campesino productor de mercancas nicamente como un elemento conservador en la sociedad. El partido no se dio cuenta de que el dominio de los trusts conduce al aumento de la explotacin y al empobrecimiento de la masa de los campesinos, los hace cada vez ms insatisfechos y despierta en ellos tendencias revolucionarias. Esta falta de comprensin de las posibilidades revolucionarias del campesinado como un aliado de la clase obrera en la revolucin constituye una de las diferencias ms caractersticas entre el socialismo estrecho y el leninismo. Por lo tanto, no es en absoluto casual que el partido durante 1900, en las revueltas campesinas, descuidara las potencialidades revolucionarias de los campesinos en la lucha contra el capitalismo, potencialidades que podran haber sido desarrolladas slo bajo la direccin de la clase obrera y su vanguardia militante. Tampoco es casual entonces que nuestro partido no tena en ese momento un programa agrario revolucionario. () Por lo tanto, no se pudo sacar provecho de las lecciones de la primera Revolucin Rusa de 1905, y esto redunda en que en la apreciacin de la revolucin y en sus deducciones de ella, no se pudo ir ms all de Kautsky. Se era completamente ajeno a los nuevos aspectos esenciales de la teora marxista de la revolucin proletaria desarrollada por Lenin en su obra: Dos tcticas de la socialdemocracia en la revolucin democrtica de 1905, cuando se hablaba sobre el papel dirigente de la clase obrera en la revolucin democrtico-burguesa, y de la transformacin de este ltima en una revolucin socialista mediante el levantamiento armado. Es por eso que, a pesar de que se propagaba incansablemente la idea de una revolucin socialista como la nica salida para los trabajadores, nuestro partido no tena ninguna concepcin clara de los problemas bsicos de esta revolucin. No pensaba el problema de las formas y medios concretos en que la revolucin podran llevarse a cabo en Bulgaria, de sus principales impulsores, su carcter y peculiaridades y el papel de la clase obrera y su partido, tampoco se haca frente a la cuestin de los aliados de la clase obrera. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 18 de diciembre de 1948) Despus, durante los aos 30, unos pocos aos antes de la celebracin del VII Congreso de la Komintern de 1935, los marxista-leninistas agrupados bajo Georgi Dimitrov y Vasil Kolarov vieron necesario combatir en el partido comunista la creciente tendencia izquierdista-sectaria de Iskrov, Georgi Lambrev y Elia Vasilev, que en lo sucesivo vinieron a ser conocidos como la versin trotskista blgara, esto llevara al partido a alejarse de las masas, y a emitir anlisis ajenos a la situacin real que viva el pas, virando a desastre las

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    polticas del partido y mermando su influencia en la clase obrera y el resto de clases trabajadoras: La poltica izquierdista-sectaria, que en realidad era una poltica trotskista, no tena nada en comn con la lnea de la Komintern y fue dirigido en contra de ella: 1) En lugar de una evaluacin sobria de la situacin sobre la base de un anlisis marxista concreto de las fuerzas en accin, se establecieron y reiteraron frmulas generales de la estrategia y tcticas leninista-estalinistas y se aplicaron mecnicamente las condiciones de los otros partidos comunistas sin tener en cuenta nuestra situacin concreta. Los izquierdistas-sectarios tomaron para s mismo gran crdito por los xitos obtenidos por el partido a pesar de su liderazgo, y proclamaron como tarea inmediata el establecimiento de la dictadura del proletariado en Bulgaria. 2) Pese a que el partido haba sido perseverante en la agitacin constante entre los obreros y campesinos para la popularizacin de los lemas del partido, para la preparacin de la lucha y la movilizacin de las masas, estos esfuerzos fueron sustituidas por las frases revolucionarias de izquierda y apelaciones rimbombantes sobre actuacin revolucionaria. Estas consignas sectarias tpicamente fueron: lanzar una ofensiva general y abierta, hacerse cargo de las calles, ocupar la tierra, etc. La consigna de una huelga poltica estaba tan desacreditada por culpa de los izquierdistas-sectarios que la Profintern se vio obligada especficamente a condenar su uso en Bulgaria. 3) El verdadero liderazgo, basado en una adopcin consciente por los miembros del partido y de las organizaciones de masas de las decisiones y directivas del partido, dio paso al trato grosero y mecnico del mismo. La actitud que la direccin izquierdista-sectaria de nuestro partido tena al Partido de los Trabajadores era incorrecta y sumamente perjudicial. Aunque el Partido de los Trabajadores contaba entre sus miembros a muchos obreros con experiencia en el trabajo de masas, y a pesar de que actu como una correa de transmisin a travs del cual el Partido Comunista Blgaro ejerca su influencia sobre las masas, sus lderes locales fueron tratados como personas de segunda categora. Tras el golpe de Estado del 19 de mayo de 1934, cuando a los obreros se les prohibi su nico partido legal y las dems organizaciones de masas, la direccin izquierdista-sectaria no puso ninguna oposicin a estas acciones, y se apresur a declarar al Partido del Trabajo como autoliquidado. 4) Bajo la apariencia de una bolchevizacin falsa, absolutamente todo el perodo del socialismo estrecho del partido fue proclamado como menchevique y antibolchevique. Tambin bajo el pretexto de defender el levantamiento de septiembre de 1923, una crtica trotskista de ese levantamiento fue popularizada y pese a ello los activistas de septiembre del partido fueron condenados al ostracismo. Incluso, este liderazgo sectario fue tan lejos como para sabotear la campaa antifascista internacional en relacin con el proceso de Leipzig de 1933.

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    5) Aunque permaneciendo temporalmente, y con la ayuda de sus amigos trotskistas del extranjero, tomaron el control de la direccin interna del partido, donde los izquierdistas-sectarios se consolidaron como una faccin secreta trotskista dentro del partido. Con la excusa del leninismo y el uso de la autoridad de la Komintern, y siempre bajo una doble faz, estaban destruyendo la base del partido y desacreditando al movimiento revolucionario. (Georgi Dimitrov; Informe en el V Congreso del Partido Obrero (comunista) Blgaro, 18 de diciembre de 1948)

    La lucha contra la ideologa y prctica socialdemcrata, y otras

    corrientes antimarxistas, en los frentes antifascistas y frentes de otro tipo

    Las decisiones del VII Congreso de la Komintern violaron la demanda de Stalin a saber, En primer lugar, para librar una lucha incesante contra el socialdemocratismo en todos los mbitos, en lo econmico y en lo poltico, incluyendo en este ltimo la exposicin del pacifismo burgus con la tarea de ganar la mayora de la clase obrera para el comunismo. (Wolfgang Eggers; 80 Aniversario de la traicin por el VII Congreso Mundial de la Komintern, 24 de julio 2015) Falso. No sabramos citar la de veces que hemos utilizado precisamente las citas de Dimitrov y otros comunistas haciendo hincapi en los foros del VII Congreso de la Komintern para explicar que en la lucha contra el fascismo, en las tcticas de frente antifascista, es imposibles concretizar con xito resultados positivos y revolucionarios sin una lucha contra el reformismo socialdemcrata, pues las propias concepciones antifascistas socialdemcratas sobre el carcter del fascismo o su visin de cmo combatirlo son insuficientes para cortarle el paso al fascismo, de hecho la colaboracin de clases como principio prctico socialdemcrata es un ejemplo de rasgo incompatible para el antifascismo, por lo que los marxista-leninistas siempre explicaron a sus cuadros que la colaboracin antifascista con los socialdemcratas u otras fuerzas similares implicaba el hecho de criticar sus deficiencias reformistas, sindicalistas, anarquistas, y dems: Sera ingenuo pensar que la realizacin de la unidad de accin del proletariado se puede conseguir tratando de ganar a los lderes reaccionarios por el camino de la persuasin, las exhortaciones o los exorcismos. La unidad del proletariado internacional no se puede lograr sin una lucha tenaz de todos sus partidarios contra los enemigos declarados o encubiertos de dicha unidad. A veces se escuchan en las filas de los socialdemcratas voces segn las cuales los comunistas, con su crtica abierta y franca respecto de la conducta de los dirigentes de la II Internacional y de la Internacional de msterdam, dificultan la creacin de un frente nico. Pero acaso puede lograr la creacin de un frente nico si no se critica de la manera ms decidida a quienes no escatiman sus esfuerzos por obstaculizarlo? Qu clase de dirigentes del movimiento obrero seramos, si no dijsemos abiertamente toda la verdad sobre una cuestin tan importante para toda la clase obrera? Quin pasa por alto u oculta los actos nocivos de los dirigentes reaccionarios en las filas del

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    movimiento obrero, no ayudan a la causa de la unidad de la clase obrera. Quin renuncia so pretexto de que ello redundara en favor del frente nico proletario a la lucha contra sus enemigos y a la crtica contra el reformismo que subordina el movimiento obrero a los intereses de la burguesa, presta un mal servicio a la clase obrera. El VII Congreso de la Komintern de 1935 proclama la poltica nico del proletariado y del frente popular, en su resolucin del 20 de agosto seala especialmente: Las acciones conjuntas con los partidos y las organizaciones socialdemcratas no slo no excluyen, sino que, por el contrario, hacen an ms necesaria la crtica seria y razonada del reformismo, del socialdemocratismo, como ideologa y como prctica de la colaboracin de clase, con la burguesa y la explicacin paciente a los obreros socialdemcratas acerca de los principios del programa del comunismo. (Komintern; Resolucin final emitida por el VII Congreso de la Komintern respecto al informe de Georgi Dimitrov, 20 de agosto de 1935) No es un buen luchador por la unidad de la clase obrera y por el frente popular contra el fascismo quin no sigue esta directiva del VII Congreso de la Komintern. Se equivoca profundamente quien piensa que la lucha por el frente popular nos exime de la obligacin de llevar a cabo una lucha por una base de principios y por los intereses esenciales del movimiento obrero, contra las teoras y conceptos hostiles a la clase obrera. Esta lucha no perjudicara a la causa del frente popular; al contrario, solo podra favorecerla. Algo ms. Esta lucha es la premisa necesaria para un despliegue y fortalecimiento reales del frente popular contra el fascismo y la guerra. (...) Al aplicar la poltica del frente popular contra el fascismo y la guerra, al desplegar acciones conjuntas con los dems partidos y organizaciones de los trabajadores contra el enemigo comn, al luchar por sus intereses vitales y por sus derechos democrticos, por la paz y la libertad, los comunistas no pierden de vista la necesidad histrica del derrocamiento del capitalismo ya anacrnico, y de la edificacin del socialismo, que lleva aparejada la liberacin de la clase obrera y de toda la humanidad. Coordinar de manera justa la poltica del frente popular con la propaganda del marxismo, con la observacin del nivel terico de los cuadros del movimiento obrero, con la asimilacin de la gran doctrina de Marx-Engels-Lenin, como una gua para la accin: eso es lo que tenemos que aprender y ensear diariamente a nuestros cuadros y a las masas. (Georgi Dimitrov; La unidad del proletariado internacional, imperativo supremo del momento actual, 1 de mayo de 1937) Esta forma revolucionaria de proceder en torno a la unidad obrera y popular por la Komintern en estos aos, fue comentada por los marxista-leninistas albaneses: Hasta cuando han sido contempladas las acciones conjuntas con los partidos socialdemcratas sobre diversos problemas, en diferentes periodos, no se ha tratado jams de negar esta lnea fundamental, sino de trabajo en su marco con el solo fin de encontrar los medios y vas adecuadas para evitar la escisin del movimiento obrero, y esto sin pisotear los principios, sino defendindolos hasta el fin. No se trataba de rehabilitar pues ideolgica y polticamente a la socialdemocracia, como los revisionistas quieren hacernos creer y como hacen

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    actualmente ellos mismos en la prctica. As es como fue planteada la cuestin en el VII Congreso de la Komintern de 1935 tambin. Su llamada a llevar acciones conjuntas con los partidos socialdemcratas en la lucha contra el fascismo, contra la ofensiva del capital y el peligro de guerra imperialista no significaba de ninguna manera la rehabilitacin ideolgica y poltica de la socialdemocracia, era all slo una accin tctica, condicionada por ciertas circunstancias histricas creadas, que deba ir en beneficio del fortalecimiento de la unidad del movimiento obrero, sin sacrificar de ninguna manera los principios leninistas revolucionarios ni apartarse de estos ni un poco. (Shyqri Ballvora; La importancia histrica de la Komintern en la denuncia y exposicin de los revisionistas y su papel y lugar en la historia, 1984) Cuando se reclama que el VII Congreso de la Komintern o Dimitrov no dejaban claro el rol de los embaucadores pacifistas burgueses socialdemcratas entre los obreros respecto a la cuestin del socialismo, citemos la siguiente rplica del blgaro Dimitrov para cerrar de nuevo la boca a estos pobres ignorantes como Wolfgang Egger: Deseosos de conservar a toda costa las bases tambaleantes de la sociedad burguesa, aprovecharon a fondo la influencia ideolgica y poltica de la socialdemocracia, del reformismo, para engaar a la mayora de la clase obrera, para tratar de convencerla de que no era el mayor desarrollo de la Revolucin, sino su rpida liquidacin, lo que conducira a los obreros al socialismo. (...) Los polticos cobardes y estafadores, que se encontraban al frente de las organizaciones obreras de masas del proletariado, atemorizaban a los obreros en el sentido de que habra vctimas, se haran sacrificios, se produciran privaciones y se caera en la ruina econmica. Les inculcaban la idea de que el camino del bolchevismo, la aplicacin revolucionaria, en la prctica, de la doctrina de Marx y Engels, la revolucin proletaria y la dictadura del proletariado no conduciran al socialismo, sino que llevara a l el camino de la socialdemocracia: el de la coalicin con la burguesa y la conservacin del rgimen burgus asegurara el trnsito pacfico e indoloro al socialismo. Ahora el resultado de estos veinte aos salta a la vista. Quin negara que los sacrificios, y las privaciones que sufrieron, por ejemplo, toda la clase obrera y los trabajadores de Alemania durante todo el periodo de posguerra, y en particular, en las condiciones del cruento rgimen de la dictadura fascista, no son mil veces ms grandes que todos los sacrificios y privaciones que habran sido necesarios para la victoria de la revolucin proletaria en 1918? En vez del paso pacfico e incruento al socialismo, que prometa la socialdemocracia, con toda su poltica divisionista y derrotista, allan el camino para la victoria del fascismo. (Georgi Dimitrov; La Unin Sovitica y la clase obrera de los pases capitalistas, 7 de noviembre de 1937) Por tanto, con la refutacin de todas estas citas, queda bastante claro que el objetivo de la Komintern en esos aos era: No se debe perder de vista que la tctica del frente nico es un mtodo para persuadir palpablemente a los obreros socialdemcratas de la justeza de la poltica comunista y de la falsedad de la poltica reformista, y no una reconciliacin con la ideologa y la prctica socialdemcratas. (Georgi

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    Dimitrov; La clase obrera contra el fascismo; Informe en el VII Congreso de la Komintern, 2 de agosto de 1935) La cuestin de la revolucin violenta, la dictadura del proletariado, y

    el poder sovitico El VII Congreso de la Komintern dej caer la ejecucin de todas las piedras angulares de la Internacional de Lenin y Stalin, por ejemplo: -Las ideas del socialismo mundial y el comunismo mundial. -La revolucin mundial. -La dictadura del proletariado mundial. (Wolfgang Eggers; 80 Aniversario de la traicin por el VII Congreso Mundial de la Komintern, 24 de julio 2015) Falso. La Komintern dej claro que no era posible el real trnsito al socialismo sin arrebatar el poder a la burguesa. En consecuencia adverta que no habra socialismo real, ni democracia real, sin la toma del poder por el proletariado que fuera resguardada con la dictadura del proletariado, y creara la democracia proletaria y a partir de ello el socialismo. El VII Congreso de la Komintern no solo enfatiz la lucha contra el fascismo en los numerosos pases que se venan inmersos en l o que corran peligro de caer en l, sino que adems prest especial atencin a que las masas populares no se dejaran engaar por las ilusiones de los supuestos planes socialistas que vociferaban los jefes socialdemcratas como eran el Plan de Man en Blgica bajo el marco de la democracia burguesa que es expresin de su dictadura de clase: