Equipo 1 Primera Ronda

8
Equipo 1 Marco histórico y geográfico de la ocupación de la Península Ibérica; desde los fenicios hasta la entrada de los árabes. En el presente trabajo se pretende desarrollar los acontecimientos históricos que influyeron para la formación de la actual España, donde posteriormente se creó el Derecho Castellano. Mismo que nos compete estudiar debido a la gran influencia que tuvo en nuestro país, así como en el propio sistema jurídico a consecuencia de la Conquista. La formación de España se da en el espacio geográfico situado en el sudoeste de Europa, rodeado por el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico comúnmente denominado "Península Ibérica". Ésta sería a lo largo de la historia lugar de emigraciones y mestizaje. Los primeros asentamientos de tribus en esta zona se dan aproximadamente en la Edad de Bronce (III - I milenio a.C) en la actual Galicia, Las Islas Baleares y Cataluña, donde surgieron las primeras tribus antecedentes del pueblo vasco. Posteriormente, hacia la Edad de Hierro (Siglo XII a.C) "hacen su aparición los iberos "hombres del río" llegados tal vez de los montes Atlas por el estrecho de Gibraltad" 1 Aproximadamente en el siglo V a.C, atravesaron los Pirineros, personas centroeuropeas, es decir los celtas, según lo relata el jesuita, teólogo e historiador español Juan de Mariana: "...fue ocasión que gran muchedumbre de gente extranjera viniese a poblar en esta provincia […] desde la Gallia comarcana, pasados los Pirineos, los celtas se apoderaron de toda para habitación suya de todo aquel pedazo de España que se extiende hasta la ribera del Ebro, de la unión de los iberos y celtas surge el nombre de "Celtíberia" con que se llamó gran parte de España." 2 1 Pérez de los Reyes, Marco Antonio. (2008) Historia del Derecho Mexicano. México: Oxford University Press. p.116 2 De Mariana, Juan. (1828) Historia General de España, Tomo I. Madrid: Imprenta de los hijos de doña Catalina Piñuela. pp. 60-61 Cruz Mercado, Angélica Hernández Roldán, Blanca

Transcript of Equipo 1 Primera Ronda

Page 1: Equipo 1 Primera Ronda

Equipo 1

Marco histórico y geográfico de la ocupación de la Península Ibérica; desde los fenicios hasta la entrada de los árabes.

En el presente trabajo se pretende desarrollar los acontecimientos históricos que influyeron para la formación de la actual España, donde posteriormente se creó el Derecho Castellano. Mismo que nos compete estudiar debido a la gran influencia que tuvo en nuestro país, así como en el propio sistema jurídico a consecuencia de la Conquista.

La formación de España se da en el espacio geográfico situado en el sudoeste de Europa, rodeado por el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico comúnmente denominado "Península Ibérica". Ésta sería a lo largo de la historia lugar de emigraciones y mestizaje.

Los primeros asentamientos de tribus en esta zona se dan aproximadamente en la Edad de Bronce (III - I milenio a.C) en la actual Galicia, Las Islas Baleares y Cataluña, donde surgieron las primeras tribus antecedentes del pueblo vasco. Posteriormente, hacia la Edad de Hierro (Siglo XII a.C) "hacen su aparición los iberos "hombres del río" llegados tal vez de los montes Atlas por el estrecho de Gibraltad" 1

Aproximadamente en el siglo V a.C, atravesaron los Pirineros, personas centroeuropeas, es decir los celtas, según lo relata el jesuita, teólogo e historiador español Juan de Mariana:

"...fue ocasión que gran muchedumbre de gente extranjera viniese a poblar en esta provincia […] desde la Gallia comarcana, pasados los Pirineos, los celtas se apoderaron de toda para habitación suya de todo aquel pedazo de España que se extiende hasta la ribera del Ebro, de la unión de los iberos y celtas surge el nombre de "Celtíberia" con que se llamó gran parte de España."2

Tiempo después llegaron los fenicios, hacia el año 1100, éstos procedentes del Líbano, cuyas naves surcaron el Mediterráneo. Ellos contaban con una cantidad considerable de oro y plata, pues era tanta que "ni cabía en las naves, ni la podían llevar; de suerte fueron forzados a hacer de plata todos los instrumentos de las naves y las mismas ancoras"3. Gracias a esto realizaron una importante labor mercantil, lo que les permitía controlar el comercio occidental del estaño y cobre, y organizar una serie de pesquerías y fábricas de salazón de pescado. Así mismo, introdujeron la vid, el cerdo, tejidos de púrpura, el torno del alfarero y el alfabeto. De igual forma, sirvieron de enlace y difusores de la cultura, entre los diversos pueblos de la costa mediterránea. Poco a poco " los fenicios fundaron ahí algunas colonias o factorías que les servían de puntos de abastecimiento, de ubicación de astilleros para construir y 1 Pérez de los Reyes, Marco Antonio. (2008) Historia del Derecho Mexicano. México: Oxford University Press. p.1162 De Mariana, Juan. (1828) Historia General de España, Tomo I. Madrid: Imprenta de los hijos de doña Catalina Piñuela. pp. 60-613 Ibídem p. 65

Cruz Mercado, AngélicaHernández Roldán, Blanca Ordoñez Aparicio, Mariana

Velázquez Piliado, Tania

Page 2: Equipo 1 Primera Ronda

reparar sus naves, y de centros comerciales para ejercer su actividad mercantil, así surgió el puerto de Gadir o Gadez, hoy Cádiz, Malaca o Málaga y Abdera,."4 Este asentamiento fenicio en Gadir sirvió para que éstos, controlaran el comercio más importante de la antigüedad, que es el del cobre y del estaño.

De igual forma, una de las colonias fenicias fue Cartago. Ubicado en el norte de África, casi frente a la península itálica en el territorio del actual Túnez. Ésta con el tiempo adquirió autonomía como reino independiente, lo cual hizo que al ser conquistada Tiro, por el rey asirio Asurbanipal, las colonias fenicias dependieran de Cartago. Así:

(…) "Las colonias feniciocartaginesas se reavivaron con la fundación de Ebisos (Ibiza), el año 654, por los cartagineses, al mismo tiempo que las colonias griegas sufrirían una cierta regresión. A partir de entonces resurgieron las colonias púnicas de Baisipo, Bailón, Málaca, Abdera, Mellaria y Baria."5

La fuerza de Cartago llegó a ser tan grande que sostuvo contra Roma las llamadas "Guerras Púnicas". Luchando así por la hegemonía comercial del Mediterráneo, mismas en las que salió vencido. Hispania, (nombre que recibía en ese tiempo la península Ibérica), al ser aliada de Cartago recibió en su territorio asentamientos de cartagineses, éstos fundaron Ebussus (Ibiza) y Cartago Nova (Cartagena), su capital.

Posteriormente, a comienzos del siglo VII comenzaron a darse los primeros asentamientos griegos, especialmente de comerciantes oriundos de la isla de Rodas. Éstos fueron rivales comerciales de los fenicios desde época muy temprana: "(...) en el siglo VIII ya se habían asentado en Egipto, en la península italiana (Tarento) y Sicilia, y poco más tarde aparecían en Masalia (Marsella, Francia), precedidos por viajes exploratorios de calcidios y rodios"6.

A su vez, en la época de la República romana, ésta intentaba anexar Hispania a su territorio. Sin embargo, no tuvieron el camino muy fácil, puesto que: “durante dos siglos hubo necesidad de sostener largas y sangrientas luchas con los habitantes, siempre en guerra de guerrillas y en donde el movimiento cumbre lo protagonizaron el jefe hispano Virrato y el general romano Escipión Emiliano, quien tuvo que recurrir al magnicidio para vencer la resistencia heroica de Virrato”.7 Finalmente, tras la formación del segundo triunvirato en Roma, Octavio Augusto incorporó a Hispania de manera definitiva al Imperio en el año 38 a.C.

"A lo largo de la dominación romana (218 J.C. a 409 J.C.), España va perdiendo su personalidad para convertirse en parte integrante de la República y del Imperio romano"8. Consecuentemente, esto generó grandes resultados ya que “algunos hispanos figuraran entre los hombres célebres de Roma, como es el caso del filósofo Lucio Anneo Séneca, originario de Córdoba y maestro de Nerón, y el mismo emperador Adriano, nacido en Bética9”. De igual forma, cabe mencionar que en la política romana existe un actuación de España con los

4 Ibíd. Pérez de los Reyes, Marco Antonio. p. 1175 Ubieto Antonio, Reglá Juan, Jover José María. (1963). Introducción a la Historia de España (1a ed). Barcelona:Teide. p.346 Ibídem. p. 357 Ídem8 Pérez Bustamante, Ciriano. (1963) Compendio de Historia de España. España: Ediciones Atlas. p. 639 Descola, Jean. (1974) Historia de España. Barcelona: Juventud. p. 40

Page 3: Equipo 1 Primera Ronda

césares romanos. "Entre los españoles ilustres que intervinieron y colaboraron en la obra romana, figura preeminente Trajano, el gran emperador".10

De manera casi simultánea en que Hispania se convertía en una provincia romana, se producía en el mundo un acontecimiento de gran trascendencia para la humanidad: el nacimiento de la religión cristina. Las tribus españolas, al ser una mezcla de varias migraciones (fenicios, griegos y cartagineses) profesaban distintas religiones. Mientras que la romanización: (…) "hecho que se conoce como el proceso histórico mediante el cual los pueblos peninsulares se incorporaron al mundo cultural romano, este periodo comenzó mediante el contacto militar, puramente accidental"11 propagó el paganismo. Éste admitía numerosos dioses, aunque bajo relativa superioridad al dios Júpiter.

Ante esta situación, el cristianismo predicaba la veneración a un solo Dios, "creador del mundo y padre de todos los hombres, ante el cual todos son iguales, cualesquiera que sea su raza o clase social a la que pertenezcan"12. En este sentido, el cristianismo comenzó a ser predicado en España, "se cree que por San Pablo y varios discípulos suyos".13 Para el siglo II y III existían comunidades cristianas, éstas sufrieron las sangrientas persecuciones con que algunos emperadores romanos trataron de contener la rápida difusión de la nueva religión.

En el último siglo del Imperio decayó la cultura, la prosperidad y la grandeza de la vida romana. Debido a la invasión de los pueblos germanos provenientes de las regiones escandinavas, (actualmente Alemania), en el año 409 d.C, dentro de los territorios del Imperio romano, acabó por destruir las tres ventajas antes mencionadas.

Dentro de estos pueblos germanos se encontraban los godos, pueblo indogermánico, proveniente del Mar Báltico, quienes se dividían a su vez en ostrogodos y visigodos.

Los visigodos en su afán de conquistar territorios lograron avanzar hasta el Danubio. Sin embargo, el emperador Teodosio los derrotó, por lo que tuvieron que aceptar un pacto de alianza con los romanos. Mismo que les permitió en calidad de colonizadores avanzar hacia el sur del imperio. En el año 392 d.C., con la muerte de Teodosio, el imperio se dividió definitivamente en dos partes; la oriental y la occidental. De tal suerte que el imperio romano se debilitó aún más, hecho que permitió a los visigodos penetrar en España. Así pues, con el paso del tiempo los otros grupos bárbaros fueron desplazados, incluso los romanos orientales o bizantinos, que se habían establecido en el sur de España. Por lo que finalmente, los visigodos se adueñaron de forma absoluta del país.

A principios del siglo VI el reino Visigodo de las Galias fue conquistado por los francos, quienes habían formado una monarquía al norte de las Galias y habían invadido las comarcas al norte de España. Como resultado de aquella conquista, a los Visigodos les quedaron muy pocas tierras por lo que tuvieron que trasladar a España el centro de su reino, reubicándola en Toledo. Con el

10 Ibid. Pérez Bustamante, Cipriano. p. 6011 Ibídem. Ubieto Antonio, Reglá Juan, Jover José María. p. 3912 Altamira, Rafael. (1946) Manual de Historia de España (2ª ed.) Argentina: Editorial Sudamericana. p. 9913 Ibíd. p.100

Page 4: Equipo 1 Primera Ronda

tiempo este reino terminó adaptándose junto a la cultura romana-cristiana, al mismo tiempo que por divisiones interinas se formaron otros reinos cristianos.

A comienzos del siglo VIII se produjeron invasiones procedentes del norte de África, una de las más importantes fue la de los árabes musulmanes, quienes destruyeron la monarquía Visigoda.

“A la muerte de Vitiza sin dejar sino hijos menores, Rodrigo es elegido rey por el Senado […] los hijos de Vitiza acuden a los árabes en demanda de socorro para reconquistar el trono de su padre...Julián fiel vasallo del progenitor de los príncipes transmitió a Musa ben Nusayr la petición de estos. “Musa” consulto al califa, tanteo el terreno y envió un ejército de beréberes a las órdenes de su liberto Tariq.”14

Después de esto, los árabes dirigidos por Tariq, derrotan al ejército de Rodrigo, el 19 de julio del año 711 d.,C. en la célebre batalla de Guadalete, cerca de Medina. Esto debido a la rápida expansión del Islam desde el 634 y a la crisis interna de la monarquía visigoda. Animados por aquel éxito, los árabes decidieron proseguir con la invasión en las tierras hispanas, primero en dirección a Toledo y posteriormente a Zaragoza.

El autor Juan Vernet relata acerca de los países que fueron alcanzados rápidamente por la invasión árabe y respecto a esto dice:

“El fenómeno de la invasión puede explicarse o porque los conquistadores dispusieran de una supremacía militar superior o bien porque la nueva fe que esparcían fuera rápidamente asimilable o, cuando menos, no entrara en conflicto con la de los países conquistados <<esto último era lo que ocurría: mal arraigado el cristianismo en algunos de ellos – España, por ejemplo- >>” 15

Para entonces el poderío árabe unificado por la religión musulmana, abarcaba un enorme territorio que comprendía tres continentes gobernados por otros tantos califatos autónomos: “el de Bagdad en Asia, el de Cairo en África y el de Córdoba en Europa, en el año 715 d.C. Se nombró a Abdelaziz primer emir dependiente del emirato de Damasco. Para el 740 d.C. Abderramán formó el emirato independiente de Córdoba, quien en el año 929 fue elevado al rango de califato.”16

Los cristianos ubicados en la parte de mayor dominación árabe siguieron practicando su religión y por eso se les llamó mozárabes, es decir, “medio árabes”, pero la convivencia de ambos pueblos presentó siempre una situación de crisis y tensión, puesto que el mestizaje y la transculturación no fueron posibles debido a sus convicciones religiosas; por lo mismo, hacia el norte se fueron formando los reinos cristianos autónomos de León, Asturias, Navarra, Castilla, Aragón y Barcelona. Todos ellos lograron gozar de una gran autonomía gracias al apoyo del imperio franco-carolingio. Sin embargo, aunque la permanencia de los francos en ella fue breve, logró dar aliento a los pequeños países cristianos, entre ellos destacó el reino de Asturias, que con el tiempo se unió a Galicia y León, fomentándose así, la guerra contra los árabes 14 Sánchez Albornoz, Claudio, La España Musulmana, Tomo I, 3ª edición, Espasa, Madrid, 1973, p. 45-4615 Vernet, Juan, Lo que Europa debe al Islam de España , El Acantilado, Barcelona, 1999, p.39 16 Ídem

Page 5: Equipo 1 Primera Ronda

en un movimiento conocido como la Reconquista, que tuvo como antecedente la victoria cristiana en la gruta de Covadonga hacia el año 718 d.C.

La Reconquista española duró casi ocho siglos, hasta que con la unificación cristiana bajo los Reyes Católicos y con el debilitamiento y la posterior división del califato árabe, se logró tomar Granada, en enero de 1492.

A partir de ese momento se inició la reconstrucción y unificación del país, los Reyes Católicos todavía gobernaron en forma separada sus respectivos reinos: Castilla de Isabel y Aragón de Carlos. Sin embargo, en ese trascedente año 1492, España se liberó de la dominación árabe, al mismo tiempo que ganaba todo un continente para incorporarlo a sus dominios, gracias al viaje de Cristóbal Colón. Así, poco a poco se fue formando una unidad nacional, que hoy conocemos como España.

Page 6: Equipo 1 Primera Ronda

Bibliografía

Altamira, Rafael. (1946) Manual de Historia de España (2ª ed.) Argentina: Editorial Sudamericana

De Mariana, Juan. (1828) Historia General de España, Tomo I. Madrid: Imprenta de los hijos de doña Catalina Piñuela.

García Moreno, Luis A. (1990) España de la Edad Antigua. España Romana y Visigoda. México: Biblioteca Iberoamericana

Luiselli García, Diego. (1999) Historia Universal. México: Nuevo México.

Pérez Bustamante, Ciriaco. (1963) Compendio de Historia de España. España: Atlas.

Pérez de los Reyes Marco Antonio. (2008) Historia del derecho mexicano. México: Oxford University Press.

Sánchez Albornoz, Claudio. (1973) La España Musulmana (3ª ed.) Tomo I. Madrid: Espasa.

Vernet, Juan. (1999) Lo que Europa debe al Islam de España. Barcelona: El Acantilado.

Ubieto Antonio, Reglá Juan, Jover José María. (1963). Introducción a la Historia de España (1a ed). Barcelona: Teide.