Entrevista al escritor Fernando Vallejo ¡Por Dios, nos jodimos! (Ed. 168).pdf

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4 · Bucaramanga, del 14 al 27 de septiembre de 2009 4 · Entrevista Diana Cantillo [email protected] Fernando Vallejo, escritor antioqueño, cineasta, biólogo, activista de los derechos de los animales y autor de novelas como ‘La puta de Babilonia’ y ‘La virgen de los sicarios’, llegó antes de la hora prevista para su conferencia, y por los pasillos de la Universidad Autónoma de Bucaraman- ga lució descomplicado y amable, lo que sorprendió a las personas que se percataron de su llegada. Pero, sólo le bastó entrar a la cabina de radio, donde fue realizada esta entrevista, para que inmediatamente se transformara y dejara ver el Vallejo que el país conoce y del que renunció hace 39 años por ser, según él, Colombia una “mala patria” y después del escándalo desatado por una publicación suya en la revista Soho en la que arremetía contra la Iglesia. No escatimó palabras para expresar su malestar en ciertos temas. Agudo y satírico habló de la que fue su patria y de las “em- presas criminales” que, considera, son las religiones. Poco quiso hablar de sí mismo, pero confesó cuál es su talón de Aquiles, los animales. Dijo que era una infamia escuchar del “bellaco de –Álvaro- Uribe” todo el tiempo, y del más parecido contradictor que tiene el presidente colombiano: Hugo Chávez, presidente de Venezuela. En 2000, en una presentación en el Mi- nisterio de Cultura, usted se dirigió a las nuevas generaciones y dijo lo siguiente: “A los muchachitos de Colombia: ustedes han tenido la mala suerte de nacer y en el país más loco del planeta –y continuó- el cielo y la felicidad no existen. Esos son cuentos de sus papás para justificar el crimen de haberlos traído al mundo”. ¿Si la vida es un crimen o una condena, entonces, qué es la muerte? Es evidentemente la solución a esa condena. Lo que ocurre es que a lo que llamamos muerte consideramos que es el último ins- tante fugitivo de fracciones de segundo en que la maquinaria mental deja de funcionar. Eso es lo que uno considera muerte. La verdad es que cuando uno va enve- jeciendo, se va muriendo de a poquito. Por ejemplo, a veces siento que llevo varios años muriéndome, con cada uno de los personajes que he querido y que se me han muerto, me muero con ellos, hasta con los de los enemigos, hasta con el cambio de mi ciudad, con el cambio en el país, del planeta. Nos vamos muriendo poco a poco. De tal manera que vivir es morir y morir es acabarnos de morir. ¿Qué crímenes se gestan en la realidad de una persona común y corriente? Dos crímenes. El primero, imponer la vida. Sacar a alguien de la paz de la nada y traerlo a este horror, es una infamia, es un crimen imperdonable. Dos, atropellar a los animales que el hombre domesticó, a los de sistema nervioso desarrollado. Comernos a las vacas y permitir que las acuchillen en los mataderos, es una infamia. Usted dijo que “cuando nací me encontré aquí una guerra entre los conservadores y liberales que arruinó el campo, pero “¡Por Dios, nos jodimos!” Esto exclamó, sin ser creyente, Fernando Vallejo cuando se le preguntó su opinión por el referendo reeleccionista. “Siempre la he tenido presente en toda mi vida”, dijo Fernando Vallejo refiriéndose a Colombia, quien señala que ‘no se ha ido de aquí’ y que prueba de esto es que ‘en todos sus libros y novelas Colombia está presente". /FOTO PASTOR VIRVIESCAS GÓMEZ. ahora la guerra es todos contra todos y no se sabe quién mata a quien”. El presidente Álvaro Uribe Vélez, nos prometió que con la ley de justicia y paz habría verdad, justicia y reparación en Colombia. ¿Piensa que Colombia alcan- zará plenamente estos ideales? Nadie da de lo que no tiene. Uribe no puede dar verdad porque no la tiene, porque es un mentiroso. Él no puede dar justicia porque no es un hombre justo. ¡Reparación! ¿Qué va a reparar él, si él fue el fundador del paramilitarismo en Colombia? ¿Quién fue el que creo las Convivir, que es el comienzo, el germen del paramilitarismo? ¿Por qué no repara? Los que iban a reparar los repatrió a los Estados Unidos para que no hablaran o ¿Porqué no dejó aquí a -Salvatore- Mancuso y a sus cómplices? Pues para que no hablaran. El fundador del paramilitarismo en Colombia es Álvaro Uribe, cuando era gobernador de Antioquia. Él no va a dar verdad porque él es un mentiroso. En alguna oportunidad dijo que Colombia era un país de estúpidos por haber reelegi- do al presidente Uribe Vélez ¿Qué piensa usted ahora cuando ha sido aprobado al referendo reeleccionista en el Congreso? Fíjate en qué cosa tan infame hemos caído nosotros: en la misma trampa de Venezuela. Venezuela no deja de hablar del bellaco de Chávez. Nosotros no paramos de hablar del bellaco de Uribe. ¡Por Dios, nos jodimos! El hecho de que estemos escuchando el nombre de ese tipo por todas partes quiere decir: nos jodimos, igual que Venezuela, igual que el Ecuador. ¿La guerrilla en Colombia va a llegar al poder o por el contrario piensa como muchos que la guerrilla está diezmada? No. La guerrilla es una empresa criminal miserable, repudiada por la casi unanimidad de Colombia, a la cual me he unido, por supuesto. Lo que pasa es que han hecho de esta empresa miserable, a la cual no “logran” acabar, una bandera para seguirse perpetuan- do en el poder los ineptos. ¿Ve futuro para la izquierda en Colom- bia? No. Ni para la izquierda, ni para la derecha, ni para Colombia, ni para la humanidad. Alguna vez dijo que a los colombianos no nos quieren en ninguna parte porque no nos necesitan... No, claro, nos necesitan para lavar los inodoros. ¿Eso quiere decir que lo han rechazado en algún país? No. ¿No puede ser más útil en Colombia, un país que, según usted, está en ruinas? No provoqué este desastre, yo no tengo porque resolverlo. Además, no es posible de resolver. No hay posible solución. Hablo por los animales, por las vacas, los caballos, que sienten el hambre, la sed, el miedo, el dolor, la angustia como noso- tros. Y que son el amor de mi vida. Calculemos que hace 10 mil años cuando empezó la agricultura y la ganade- ría, el hombre los domesticó y los domesti- có para atropellarlos, para esclavizarlos… Y acuchillarlos el 24 de diciembre para cele- brar la venida del Niño Dios, como son las vacas, los cerdos, los pollos, los caballos, los perros. Estos animales son mi prójimo. La mitad de la humanidad hoy en día pertenece a esto que se llaman religiones, o sea, empresas criminales que se alimentan de la sangre y del dolor de estos animales ¿Por qué? Porque ustedes no tienen moral. A ustedes los educó la Iglesia, viendo que ella son los detentores de la moral pero ellos no son dueños de la moral, porque ellos no tienen ninguna, es una empresa inmoral. ¿Qué propone para evitar el sacrificio de los hipopótamos de la Hacienda Nápoles? No, pues, si los ayudan a bien morir, con caridad, mejor. Porque al que libren de la existencia, mejor, porque pasa a la paz de la nada de donde nunca debió haber salido. ¿Si juró no volver a pisar este país, por qué decidió volver a Colombia? No sé cuántas promesas he hecho en la vida y cuántas promesas no he violado. Además, ¿Cuándo me fui de Colombia, si siempre la he tenido presente todos los días de mi vida? Entonces, yo no me he ido de aquí. Aquí estoy físicamente pero en México estaría ahora espiritualmente. En todos los libros y mis novelas que he escrito está presente, en todas mis páginas. No me he ido de aquí. ¿Qué les responde a aquellos que piensan que usted es un mal embajador de Co- lombia en el mundo? Pero Colombia no tiene ninguna impor- tancia afuera. Colombia es uno entre dos- cientos países de la tierra. Colombia es un paisito insignificante. La humanidad no nos debe nada, puede prescindir de nosotros, de lo que fuimos y de lo que somos. Perderán a algunos lava-inodoros, unos cuantos electricistas, unos cuantos plomeros, unos cuantos carpinteros que son los que están consiguiendo trabajo en Estados Unidos y en Europa, una mano de obra para construir,

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¿Ve futuro para la izquierda en Colom- bia? No. Ni para la izquierda, ni para la derecha, ni para Colombia, ni para la humanidad. Usted dijo que “cuando nací me encontré aquí una guerra entre los conservadores y liberales que arruinó el campo, pero Bucaramanga, del 14 al 27 de septiembre de 2009

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4 · Bucaramanga, del 14 al 27 de septiembre de 20094 · Entrevista

Diana [email protected] Vallejo, escritor antioqueño, cineasta, biólogo, activista de los derechos de los animales y autor de novelas como ‘La puta de Babilonia’ y ‘La virgen de los sicarios’, llegó antes de la hora prevista para su conferencia, y por los pasillos de la Universidad Autónoma de Bucaraman-ga lució descomplicado y amable, lo que sorprendió a las personas que se percataron de su llegada.

Pero, sólo le bastó entrar a la cabina de radio, donde fue realizada esta entrevista, para que inmediatamente se transformara y dejara ver el Vallejo que el país conoce y del que renunció hace 39 años por ser, según él, Colombia una “mala patria” y después del escándalo desatado por una publicación suya en la revista Soho en la que arremetía contra la Iglesia.

No escatimó palabras para expresar su malestar en ciertos temas. Agudo y satírico habló de la que fue su patria y de las “em-presas criminales” que, considera, son las religiones. Poco quiso hablar de sí mismo, pero confesó cuál es su talón de Aquiles, los animales. Dijo que era una infamia escuchar del “bellaco de –Álvaro- Uribe” todo el tiempo, y del más parecido contradictor que tiene el presidente colombiano: Hugo Chávez, presidente de Venezuela.

En 2000, en una presentación en el Mi-nisterio de Cultura, usted se dirigió a las nuevas generaciones y dijo lo siguiente: “A los muchachitos de Colombia: ustedes han tenido la mala suerte de nacer y en el país más loco del planeta –y continuó- el cielo y la felicidad no existen. Esos son cuentos de sus papás para justificar el crimen de haberlos traído al mundo”. ¿Si la vida es un crimen o una condena, entonces, qué es la muerte?Es evidentemente la solución a esa condena. Lo que ocurre es que a lo que llamamos muerte consideramos que es el último ins-tante fugitivo de fracciones de segundo en que la maquinaria mental deja de funcionar. Eso es lo que uno considera muerte.

La verdad es que cuando uno va enve-jeciendo, se va muriendo de a poquito. Por ejemplo, a veces siento que llevo varios años muriéndome, con cada uno de los personajes que he querido y que se me han muerto, me muero con ellos, hasta con los de los enemigos, hasta con el cambio de mi ciudad, con el cambio en el país, del planeta.

Nos vamos muriendo poco a poco. De tal manera que vivir es morir y morir es acabarnos de morir.

¿Qué crímenes se gestan en la realidad de una persona común y corriente?Dos crímenes. El primero, imponer la vida. Sacar a alguien de la paz de la nada y traerlo a este horror, es una infamia, es un crimen imperdonable. Dos, atropellar a los animales que el hombre domesticó, a los de sistema nervioso desarrollado. Comernos a las vacas y permitir que las acuchillen en los mataderos, es una infamia.

Usted dijo que “cuando nací me encontré aquí una guerra entre los conservadores y liberales que arruinó el campo, pero

“¡Por Dios, nos jodimos!”Esto exclamó, sin ser creyente, Fernando Vallejo cuando se le preguntó su opinión por el referendo reeleccionista.

“Siempre la he tenido presente en toda mi vida”, dijo Fernando Vallejo refiriéndose a Colombia, quien señala que ‘no se ha ido de aquí’ y que prueba de esto es que ‘en todos sus libros y novelas Colombia está presente". /FOTO PASTOR VIRVIESCAS GÓMEZ.

ahora la guerra es todos contra todos y no se sabe quién mata a quien”. El presidente Álvaro Uribe Vélez, nos prometió que con la ley de justicia y paz habría verdad, justicia y reparación en Colombia. ¿Piensa que Colombia alcan-zará plenamente estos ideales?Nadie da de lo que no tiene. Uribe no puede dar verdad porque no la tiene, porque es un mentiroso. Él no puede dar justicia porque no es un hombre justo.

¡Reparación! ¿Qué va a reparar él, si él fue el fundador del paramilitarismo en Colombia? ¿Quién fue el que creo las Convivir, que es el comienzo, el germen del paramilitarismo? ¿Por qué no repara? Los que iban a reparar los repatrió a los Estados Unidos para que no hablaran o ¿Porqué no dejó aquí a -Salvatore- Mancuso y a sus cómplices? Pues para que no hablaran.

El fundador del paramilitarismo en Colombia es Álvaro Uribe, cuando era gobernador de Antioquia. Él no va a dar verdad porque él es un mentiroso.

En alguna oportunidad dijo que Colombia era un país de estúpidos por haber reelegi-do al presidente Uribe Vélez ¿Qué piensa usted ahora cuando ha sido aprobado al referendo reeleccionista en el Congreso?Fíjate en qué cosa tan infame hemos caído nosotros: en la misma trampa de Venezuela. Venezuela no deja de hablar del bellaco de Chávez. Nosotros no paramos de hablar del bellaco de Uribe. ¡Por Dios, nos jodimos!

El hecho de que estemos escuchando el nombre de ese tipo por todas partes quiere decir: nos jodimos, igual que Venezuela, igual que el Ecuador.

¿La guerrilla en Colombia va a llegar al poder o por el contrario piensa como muchos que la guerrilla está diezmada?No. La guerrilla es una empresa criminal miserable, repudiada por la casi unanimidad de Colombia, a la cual me he unido, por supuesto. Lo que pasa es que han hecho de esta empresa miserable, a la cual no “logran” acabar, una bandera para seguirse perpetuan-do en el poder los ineptos.

¿Ve futuro para la izquierda en Colom-bia?No. Ni para la izquierda, ni para la derecha, ni para Colombia, ni para la humanidad.

Alguna vez dijo que a los colombianos no nos quieren en ninguna parte porque no nos necesitan...No, claro, nos necesitan para lavar los inodoros.

¿Eso quiere decir que lo han rechazado en algún país?No.

¿No puede ser más útil en Colombia, un país que, según usted, está en ruinas?No provoqué este desastre, yo no tengo porque resolverlo. Además, no es posible de resolver. No hay posible solución.

Hablo por los animales, por las vacas, los caballos, que sienten el hambre, la sed, el miedo, el dolor, la angustia como noso-tros. Y que son el amor de mi vida.

Calculemos que hace 10 mil años cuando empezó la agricultura y la ganade-ría, el hombre los domesticó y los domesti-có para atropellarlos, para esclavizarlos… Y acuchillarlos el 24 de diciembre para cele-brar la venida del Niño Dios, como son las vacas, los cerdos, los pollos, los caballos, los perros. Estos animales son mi prójimo.

La mitad de la humanidad hoy en día pertenece a esto que se llaman religiones, o sea, empresas criminales que se alimentan de la sangre y del dolor de estos animales ¿Por qué? Porque ustedes no tienen moral. A ustedes los educó la Iglesia, viendo que ella son los detentores de la moral pero ellos no son dueños de la moral, porque ellos no tienen ninguna, es una empresa inmoral.

¿Qué propone para evitar el sacrificio de los hipopótamos de la Hacienda Nápoles? No, pues, si los ayudan a bien morir, con caridad, mejor. Porque al que libren de la existencia, mejor, porque pasa a la paz de la nada de donde nunca debió haber salido.

¿Si juró no volver a pisar este país, por qué decidió volver a Colombia?No sé cuántas promesas he hecho en la vida y cuántas promesas no he violado. Además, ¿Cuándo me fui de Colombia, si siempre la he tenido presente todos los días de mi vida? Entonces, yo no me he ido de aquí. Aquí estoy físicamente pero en México estaría ahora espiritualmente.

En todos los libros y mis novelas que he escrito está presente, en todas mis páginas. No me he ido de aquí.

¿Qué les responde a aquellos que piensan que usted es un mal embajador de Co-lombia en el mundo? Pero Colombia no tiene ninguna impor-tancia afuera. Colombia es uno entre dos-cientos países de la tierra. Colombia es un paisito insignificante. La humanidad no nos debe nada, puede prescindir de nosotros, de lo que fuimos y de lo que somos. Perderán a algunos lava-inodoros, unos cuantos electricistas, unos cuantos plomeros, unos cuantos carpinteros que son los que están consiguiendo trabajo en Estados Unidos y en Europa, una mano de obra para construir,

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·5Bucaramanga, del 14 al 27 de septiembre de 2009 ·5Entrevista

Con franqueza, Fernando Vallejo confesó que terminó escribiendo “talvez por desocupación o por las ganas de molestar”. /FOTO PASTOR VIRVIESCAS GÓMEZ.

para pegar ladrillos. Nosotros no existimos. Nadie nos ubica

en el mapa. Cuando se habló del cartel de Medellín medio empezaron a saber dónde estábamos. Ya no lo saben, ya nos olvidaron, eso es cuento pasado.

¿Cuáles escritores o literatos merecen su respeto?Te puedo decir de músicos, músicos de la música clásica y de la popular. Por ejemplo, Mozart, Richard Strauss, y de la música popular, de los nuestros, José Barros, Lucho Bermúdez. A mí, la literatura no me intere-sa. Dejé de leer literatura.

¿Por qué dejó de interesarle?Porque también me interesé por la biología y me dediqué a estudiar muchos años cien-cias biomédicas. Escribí un libro de física.

Terminé escribiendo, ni siquiera te puedo decir porqué, talvez por desocupa-ción o por las ganas de molestar que me produce hacerlo.

¿Ese estilo controversial, polémico e irreverente de Fernando Vallejo es una estrategia publicitaria?No le digo cómo soy. No hablo de mí mismo. Pues ya te digo que son tres cali-ficativos no más. Por lo menos tienes que poner unos 100 porque yo soy más que tres palabras, más que eso.