Entrevista a Momoitio en DEIA 24-01-13

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BEGIRA Deia Ostirala, 2013ko urtarrilaren 25a 45 Deia Ostirala, 2013ko urtarrilaren 25 45 KULTURA AISIA KOMUNIKAZIOA [email protected] 12 urterekin hasi zen pintatzen Momoitio. Orduantxe, Sopelako etxalde batean bizi zen familiarekin. Egun batean, gurasoak baserritik kanpo zeudela, zuriz pintatu berri zegoen etxaurreari erreparatu zion Momoitiok, behiak zaintzen zegoen bitartean. “Zergatia jakin gabe, gurdien azpia pintatzeko erabiltzen genuen brotxa hartu eta behi beltz bat margotu nuen etxeaurrean”, kontatzen du margolariak. Gurasoak etxera heldu zirenean, pozarren erakutsi zuen bere obra, baina haien mirespena jaso beharrean, egundoko errieta egin omen zio- ten. Hurrengo hilabetea, nahaste-borrastea txukuntzen eman zuen sopela- tarrak. “Berrehun bat kapa zuri eman nizkion etxaurreari”, azaltzen du, baina orban beltza behin eta berriz irtetzen zen. Azkenean, bere kezka teknikoaren konponbidea aurkitu zuen: aitzur batekin horma urratu zuen margo baltza ken- du arte eta, orduan bai, margo zuria inpregnatzea lortu zuen. Handik gutxira, aitak herriko albaitariari kontatu zion bere semearen bihurrikeria eta, honek, etorkizuneko margolari baten hastapenetan izango zuen eragina zein zen jakin gabe, margo kutxatila bat oparitu zion Momoitiori. >A. A. Teknikaren ikaskuntza Momoitio, muy arraigado en Bizkaia, asegura que su tierra ha sido la privilegiada para la presentación de esta última muestra. FOTO: ZIGOR ALKORTA Una de las obras expuestas en la galería Llamas. “Pintar es vivir una locura” ANE ARALUZEA BILBAO. Seguro de haber creado un estilo que lo define, Julián Momoi- tio (Sopelana, 1944) declara que “pin- tar es vivir una locura, crear tu pro- pia utopía, y dentro de ella, ser genio e idiota”. Desde ayer, la galería Lla- mas de Bilbao expone una pequeña muestra de la locura que lo ha insti- gado a pintar incesantemente desde que era un niño. En esa trayectoria vital que ha vivido su creación, el pintor se declara en el inicio de su “última fase”, ya que dice estar ges- tando “la pintura más grande” de todas las que ha realizado hasta el momento. Momoitio está “entusiasmado” con esta nueva producción, “son los fun- damentos de estos últimos años”, asegura. Pero también ha alcanzado los fundamentos de la pintura más primigenia, ya que sus últimas obras han sido pintadas exclusiva- mente con los dedos. Explica que se trata de una técnica difícil, en la que ha de realizar muchos trazos, fallar y volver a intentarlo. Sin embargo, asevera desear “esa agonía”, porque significa que su “existencia todavía tiene un contenido”. Han sido muchos los géneros en los que se le ha encasillado. En una oca- sión, unos críticos británicos le lla- maron “renovador del romanticis- mo”. No obstante, Momoitio se ve a sí mismo como alguien que ha lle- vado el romanticismo al ala de su propia personalidad. No se siente identificado con nin- guna corriente artística porque se considera autodidacta. En ese sen- tido, destaca su autenticidad: “Siem- pre he sido yo, no me importaba pin- tar bien, sino hacerlo como no lo había hecho nadie”. Por ese motivo, quizá, opina que lo aprendido de los demás no sirve más que como arma para que cada uno pueda realizar por sí mismo cosas distintas a las asimiladas a través de los demás. Confeso admirador de Picasso, declara que “a partir de la configu- ración de las raíces que iban a mar- car mi destino, dejé de ser influen- ciado”. Y cuando habla de raíces, se refiere también a sus orígenes. SOLICITADO Su tierra ha sido la pri- vilegiada para la presentación de esta última exposición, declara el pintor, quien está muy arraigado en Bizkaia. A pesar de ello, narra con emoción la impresión que crean sus obras en países remotos, donde tam- bién ha tenido la oportunidad de exponer. “En Shanghai los últimos cuadros son los que más han impac- tado”, revela el sopelarra. Es preci- samente en Asia donde vende muchas de las reproducciones de sus cuadros. Se trata de duplicados fir- mados por él con los que consigue gran parte de sus ingresos debido a los derechos de imagen. “En todo el mundo quieren mis obras, pero no tengo obra”, dice con resignación, ya que su producción anual se limita a veinte o treinta cua- dros. Gran parte de sus ventas las realiza por internet, donde ha des- cubierto que en países como “Rusia o la India no les importa el precio si les gusta el lienzo”. Momoitio sostiene que “cuando compran un cuadro mío, se llevan una parte de mi vida”. La autentici- dad por la que se caracteriza, mediante la cual ha “rechazado toda influencia”, le ha llevado a rehusar también a ciertas técnicas “maravi- llosas” de pintura, porque no casa- ban con su obsesión de que lo que haga “perdure y permanezca en el tiempo”. El pintor sopelarra Julián Momoitio expone sus últimas obras en la galería de arte Llamas de Bilbao

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“Pintar es vivir una locura” El pintor sopelarra JuliánMomoitio expone sus últimas obras en la galería de arte Llamas de Bilbao

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BEGIRADeia Ostirala, 2013ko urtarrilaren 25a 45Deia Ostirala, 2013ko urtarrilaren 25 45

K U LT U R AA I S I A

K O M U N I K A Z I O [email protected]

12 urterekin hasi zen pintatzen Momoitio. Orduantxe, Sopelako etxalde bateanbizi zen familiarekin. Egun batean, gurasoak baserritik kanpo zeudela, zurizpintatu berri zegoen etxaurreari erreparatu zion Momoitiok, behiak zaintzenzegoen bitartean. “Zergatia jakin gabe, gurdien azpia pintatzeko erabiltzengenuen brotxa hartu eta behi beltz bat margotu nuen etxeaurrean”, kontatzendu margolariak. Gurasoak etxera heldu zirenean, pozarren erakutsi zuen bereobra, baina haien mirespena jaso beharrean, egundoko errieta egin omen zio-ten. Hurrengo hilabetea, nahaste-borrastea txukuntzen eman zuen sopela-tarrak. “Berrehun bat kapa zuri eman nizkion etxaurreari”, azaltzen du, bainaorban beltza behin eta berriz irtetzen zen. Azkenean, bere kezka teknikoarenkonponbidea aurkitu zuen: aitzur batekin horma urratu zuen margo baltza ken-du arte eta, orduan bai, margo zuria inpregnatzea lortu zuen. Handik gutxira,aitak herriko albaitariari kontatu zion bere semearen bihurrikeria eta, honek,etorkizuneko margolari baten hastapenetan izango zuen eragina zein zen jakingabe, margo kutxatila bat oparitu zion Momoitiori. >A. A.

Teknikaren ikaskuntza

Momoitio, muy arraigado en Bizkaia, asegura que su tierra ha sido la privilegiada para la presentación de esta última muestra. FOTO: ZIGOR ALKORTA

Una de las obras expuestas en la galería Llamas.

“Pintar es vivir una locura”ANE ARALUZEA

BILBAO. Seguro de haber creado unestilo que lo define, Julián Momoi-tio (Sopelana, 1944) declara que “pin-tar es vivir una locura, crear tu pro-pia utopía, y dentro de ella, ser genioe idiota”. Desde ayer, la galería Lla-mas de Bilbao expone una pequeñamuestra de la locura que lo ha insti-gado a pintar incesantemente desdeque era un niño. En esa trayectoriavital que ha vivido su creación, elpintor se declara en el inicio de su“última fase”, ya que dice estar ges-tando “la pintura más grande” detodas las que ha realizado hasta elmomento.

Momoitio está “entusiasmado” conesta nueva producción, “son los fun-damentos de estos últimos años”,asegura. Pero también ha alcanzadolos fundamentos de la pintura másprimigenia, ya que sus últimasobras han sido pintadas exclusiva-mente con los dedos. Explica que setrata de una técnica difícil, en la queha de realizar muchos trazos, fallary volver a intentarlo. Sin embargo,asevera desear “esa agonía”, porquesignifica que su “existencia todavíatiene un contenido”.

Han sido muchos los géneros en losque se le ha encasillado. En una oca-sión, unos críticos británicos le lla-maron “renovador del romanticis-

mo”. No obstante, Momoitio se ve así mismo como alguien que ha lle-vado el romanticismo al ala de supropia personalidad.

No se siente identificado con nin-guna corriente artística porque seconsidera autodidacta. En ese sen-tido, destaca su autenticidad: “Siem-pre he sido yo, no me importaba pin-tar bien, sino hacerlo como no lohabía hecho nadie”. Por ese motivo,quizá, opina que lo aprendido de losdemás no sirve más que como armapara que cada uno pueda realizarpor sí mismo cosas distintas a las

asimiladas a través de los demás.Confeso admirador de Picasso,declara que “a partir de la configu-ración de las raíces que iban a mar-car mi destino, dejé de ser influen-ciado”. Y cuando habla de raíces, serefiere también a sus orígenes.

SOLICITADO Su tierra ha sido la pri-vilegiada para la presentación deesta última exposición, declara elpintor, quien está muy arraigado enBizkaia. A pesar de ello, narra conemoción la impresión que crean susobras en países remotos, donde tam-

bién ha tenido la oportunidad deexponer. “En Shanghai los últimoscuadros son los que más han impac-tado”, revela el sopelarra. Es preci-samente en Asia donde vendemuchas de las reproducciones de suscuadros. Se trata de duplicados fir-mados por él con los que consiguegran parte de sus ingresos debido alos derechos de imagen.

“En todo el mundo quieren misobras, pero no tengo obra”, dice conresignación, ya que su producciónanual se limita a veinte o treinta cua-dros. Gran parte de sus ventas las

realiza por internet, donde ha des-cubierto que en países como “Rusiao la India no les importa el precio siles gusta el lienzo”.

Momoitio sostiene que “cuandocompran un cuadro mío, se llevanuna parte de mi vida”. La autentici-dad por la que se caracteriza,mediante la cual ha “rechazado todainfluencia”, le ha llevado a rehusartambién a ciertas técnicas “maravi-llosas” de pintura, porque no casa-ban con su obsesión de que lo quehaga “perdure y permanezca en eltiempo”.

El pintor sopelarra Julián Momoitio expone sus últimas obras en la galería de arte Llamas de Bilbao