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Los accidentes en Chüe . . las estadñtkas . .

'L. enseñanza y b empresas . . 7

Nómina prvticlpantes en las jornadas Relación de instituciones y empresas

Directorio y Mesa Directiva durante 1964 . . . .

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LOS ACCIDENTES EN GMILE

Las deficientes estadísticas de seguridad demuestran que anual,mente se producen en el país aproximadamente 420.000 accidentes laborales, de trán- sito. e n e l hogar o de otro tipo. S i la medición fuera más per- fecta, probablemente e l nú- mero crecería.

Para apreciar en toda su magnitud todo tIn que signif i- ca esta cifra, bastaría cotejar- la con la longitud de Chile: 4.200 kilómetros.

En cada kilómetro se produ- cir ian 100 accidentes.

Casi nueve accidentes men- suales ,por kilómetro.

Cualquier t ipo de compara- ción que se realice es elocuen.. te.

Las 420.000 personas que se accidentan anualmente en Chile, representan casi tres ve- ces los habitantes de la ciudad de Concepción n casi cinco veces los habitantes de la ciu- dad de Antofagasta.

En síntesis: el cinco por ciento de la población de nues- t ro país sufre de los terribles efectos de la falta de seguri- dad.

De los 420.000 accidentes, aproximadamente 4.000 son mortales.

Once m i l provocan invali- dez.

Además, la economía nacio- nal recibe u n daño enorime porque :

-55.000.000 de jornadas de trabajo se pierden anual- mente.

-1 00.000.000 de escudos se dejan de percibir 'o pierden el Estado, las empresas priva- das y los propios afectados.

En la úl t ima década los ac-. cidentes mortales han aumen- tado y su tendencia a seguir subiendo es notoria.

Este panorama sombrío, ca- s i desalentador, en, tina epoca que está marcada por el sig- no de .los impresionantes avan- ces tecnológicos v científicos, fue dado a conocer ,por el Consejo Nacional d e Seguri- dad en unas jornadas organi- zadas en conjunto con la Uni- versidad Técnica del Estado y el Servicio de Cooperación Técnica.

¿Está suficientemente pro- tegido el capital humano en Chile? ¿Qué se puede hacer para ahorrar vidas humanas? ¿Hay que adoptar una actitud fatalista y cruzarse de 'brazos?

El señor J. Manuel Casanue- va R., presidente del Consejo Nacional de Seguridad, sinte- tizó certeramente la situación actual :

"Existe la necesidad de con- formar políticas y medios no sólo para actuar en el presen- te, sino decididamente en las próximas décadas v ahorrar vidas humanas. E,llo no encie- rra la pretensión de detener el

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Voluntarios de la brigada contra incendio, en práctica de extinción de inflamables con niebla de agua.

progreso, sino darle bases só- lidas, seguras, estables, que le permitan avanzar sin entorpe- cimiento, protegiendo al ser humano junto con darle una vida ,mejor. E! potencial hu- mano. a diferencia de la má- quina, es limitado. Por lo tari- to, debe ser cautelado como el tesoro más preciado :de la crea- ción."

Las cinco jornadas, irnpreg- nadas vitalmente de este espi- r i t u de humanismo, se consti- tuyeron en u n diagnóstico im- presionante d e lo que existe y de lo que ,hace falta e n mate- r ia de seguridad. Fundamen-

talmente resaltó la carencia de una política nacional de pre- vención de accidentes v una participación más activa de l Estado. El análisis que presen- tamos a continuación muestra los programas desarrollados por diversas empresas estata- les y gpriva.das, las dificultades que es necesario superar, los avances logrados e n importan- tes sectores de la actividad in - dustrial, e ! grado de vincula- ción de escuelas v universida- des con las materias de segu- ridad, e l débil <papel jugado por el Estado y los planes que los expertos recomiendan gue se pongan en vigencia para prevenir accidentes y proteger el potencial humano.

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LAS ESTADISTICAS La primera jornada se t i tu ló "Los accidentes y las

. estadísticas eii Chile". Los expertos estimaron que la situación en este sector es la que a continua. ción se expone.

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ren en 110s sistemas de encues- tas o en los datos que solici- tan.

Casi todas las empresas es- tatales o privadas uti l izan la nomenclatura i n t e rnacional ASA, pero han adaptado ter- minologías s conceptos a la idiosincrasia del trabajador, su grado de cultura o, simple- mente, a las necesidades de la empresa.

Letrero de seguridad

Las estadísticas de ascidsn- tes del trabajo constituyen una herramienta f unda.mental ,para planificar, orientar v dirigir una campaña de seguridad. En Chile no existe Lin sistema es- tadístico nacional y rqniforme de accidentes del trabajo o de otro tipo. Algunos organismos estatales, como el Servicio Na- cional de Salud, Servicio de Minas del Estado o Dirección General de Estadísticas dif ie-

cación en el sector estadístico es de di f íc i l solución si no se .logra cierta uniformidad de criterio, más aún. si se consi- dera que en el sector privado existen alrededor :de 20.000 ,patrones, muchos de los cua- les no se interesan en !materias de seguridad, no proceden con criterio científico n actúan simplemente por intuición.

Los antecedentes disponi-

bles están dispersos en una gran cantidad de instituciones. Muchos no son representati- vos o la información y acopio de datos es insuficiente.

El Servicio Nacional de Sa- lud está realizando un inten- to serio de centralizar, a nivei nacional, las estadísticas de accidentes laborales a través de formularios que envía a las industrias. Sin embargo, éstas estiman que el intento adole- ce de defectos, porque no exis- te unanimidad de criterios pa- ra confeccionar estadísticas, computar accidentes, inter- pretar normas, etc.

Este primer intento del SNS demuestra, sin embargo, que existe una inquietud y que se está iponiendo en práctica, cualesquiera que sean sus de- fectos, un "sistema" que. una vez perfeccionado, puede ser de gran utilidad.

Hay que destacar que hace menos de un quinquenio. in- dustrias de gran (prestigio e importancia en la economía del país no sólo no tenían es- tadísticas, sino que también carecían de programas de se- guridad. La denuncia de acci- dentes en una de ellas, por ejemplo, era una copia dejada por un practicante como me- ro dato informativo.

Los expertos en seguridad determinaron, luego de cono- cer en forma descarnada lo que se iha hecho y lo que falta por hacer en materias estadís- ticas de seguridad en nuestro país, que:

-Hay que estudiar y esta- blecer un procedimiento esta- dístico único adaptable a cua- lesquiera de las actividades que se desarrollan en Chile.

-Crear u n organismo que centralice el estudio, el análi- sis y la evaluación de datos de estadísticas de accidentes.

-La institución menciona- da debe elaborar v recopi'lar tales estadísticas, actuando co- mo fuente de información pa- ra todas las actividades nacio- nales.

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LA ENSENANlA Y LAS EMPRESAS

La segunda jornada se tituló "La enseñanza de la seguridad en los centros de estudios y en las em- presas". Los especialistas hicieron e l siguiente diag- nóstico.

Entrenamiento de obreros para realizar funciones de a d i o a sus eornpaiXeros en caso de emergencia.

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Si la instrucción de seguri- dad se otorgara en una época temprana de la vilda, para que e l n iño adquiriera hábitos. los a c c i d e ntes d i ~ m i n u i r i a n en porcentajes apreciables Pero Chile, según los más connota- dos expertos nacionales, carece de una política que inicie esta enseñanza en la escuela prr- maria, continúe en las dist in- tas etapas hasta llegar a la Universidad, se convierta en una norma rigurosamente rcs- petada dentro de l hogar y se radique f irmemente en la co- munidad.

Las cifras reunidas por se- rias instituciones y ernDresas estatales y privadas demues- t ran que e l 83 % de los acci- dentes que se producen en e l país son motivados por "fac- tores personales". En otras pa- labras, la mayoría de la pobla- 2iÓn vive en grave situación de inseguridad, porque nn ha re- cibido educación sistemática y básica en este sentido

Estudios particulares reali- zados por industrias naciona- les y extranjeras que operan en e l país, alarmadas por el al- to porcentaje de accidentes, permit ieron establecer que el Estado n o se h a preocupadc de elaborar normas de seguridad que constituyan ciclos comple- tos hasta formar conciencia

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def in i t iva en todos los haibi- tantes.

Los defectos educacionales se reflejan en:

-La carencia absoluta de programas de seguridad en las escuelas primarias, técnicas, secundarias y en las universi- dades.

-Los profesionales univer- sitarios no salen suficiente- mente preparados en esta ma- teria. Aunque rá,pidamente se ponen al día a l ejercer sus funciones, n o están sufi.ciente- mente motivados para irradiar sus conocimientos.

-Sólo se registran esfuer- zos aislados de diferentes cor- poraciones educacionales para proporcionar elementales co- nocimientos de prevención de accidentes.

Por otra parte, las empresas encuentran serias dificultades para \poner en ma.rc,ha este ti- p o de enseñanzas, por e l lbajo nivel de educación de los obreros. La ,mayoría n o suspera el cuarto año de preparatorias v. en u n gran porcentaje, exis- t e tendencia a l anailfabetismo por desuso, es decir, están en peligro de que se les olvide leer o escribir, perdiendo los escasos conocimientos alcan- zados.

A este factor negativo se agrega la .movilidad o e l ,paso transitorio p o r diversas seccio-

nes o tipos de trabajo. En su- ma, su falta de especializa- ción.

Como las empresas no t ie- nen u n sistema uni forme de enseñanza y e l lenguaje que se emplea a veces, para d i fun- d i r las normas de seguridad, es demasiado técnico, la comu- nicación con grandes sectores obreros se 'hace demasiado di- fícil.

Las experiencias indican que no existe conciencia en- t re los trabajadores de que la seguridad es una parte integrai d e su actividad y defiende su vida n o sólo en el trabajo, si- n o que también en la calle y en e l hogar.

U n número -apreciable de supervisores obreros estima que la función mencionada significa agregarle nuevos de- beres. F'ara ellos es una "obli- gación" desagradable.

Los expertos destacan con preocupación que Chi le no marcha al r i tmo de los acon- tecimientos técnicos que con- mueven a l imundo. Los nuevos descubrimientos, los adelantos que se aplican e n gran escala en los países desarrollados. nos sorprenden casi inermes, s in personal preparado cualita- t iva y cuantitativamente.

La enseñanza de la seguri- dad en la escuela, pr imero en forma elemental, para luego adquir ir un grado mayor de desarrollo, es forma d e vincu- lar a las nuevas generaciones con los avances fabulosos im- .puestos por e l homb.re en el campo tecnológico. Conclusiones 1 . Necesidad de establecer en

Chi le la intrucción obliga- toria y sistematizada de seguridad a todos los ni- veles d e la educación.

-Las asignaciones del Esta- d o a la enseñanza part icu- lar debieran contener la obligación de los estable- cimientos que la reciben, en orden a implantar en sus programas la enseñan- za de la seguridad.

2 . Establecer e n los centros d e formación de operarios,

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como los que posee e l Servicio d e Cooperación Técnica (Centro d e Adies- t ramiento Industr ia l ) , o similares, la enseñanza d e la seguridad, c o m o ipar- t e integral d e sus progra- mas.

3 . El Consejo Nacional de seguridad, como coopera- c ión a las necesidades de- b e proporcionar {planes de asesoría d e seguridad para aquéllos, a fin de dispo- ner d e instructores de se- guridad.

4. La enseñanza d e la segu- r idad debe ser incluida

también en las Escuelas de Temporada.

5: Conveniencias e n que e l Consejo Nacional d e Se- guridad pudiera estudiar la fo rma d e evaluar e in- formarse d e los conoci- mientos de aquellos prác- t icos 'que real izan traba- jos d e seguridad e n las in- dustrias y empresas. -

Recomendación Recomendar a las empresas

la edición d e manuales prác- t icos d e seguridad que pue- dan servir a las medianas y pequeñas para su aplicación local.

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Trabajo con equipo de seguridad

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FRENTE AL TRAB l ADOR Y LA EMPRESA Con el tema mencionado se inició la tercera jorna, da. Los especialist;~ resumieron la situación con las opiniones que se sintetizan.

Hasta hace algunos años, los trabajadores que respetaban las normas de seguridad eran considerados "menos horn- bres" o "menos chilenos". La concepción d e valentía estaba ligada profundamente a la in- seguridad. Por eso. la fr, ~ c u e n - c ia de accidentes era mucho más alta que la actual.

En In Última década e l pro- blema de la seguridad ha al- canzado un desarrollo más perfeccionado en nuestro país. Aunque todavía subsisten gra- ves dificultades, la mayoría de los empresarios y u n número importante de obreros, com- prenden claramente e l ,papel que desempeñan las medidas de prevención de accidentes.

No es fácil, sin embargo. te-

ner u n cuadro completo de la forma en que operan empresas y trabajadores, por la variedad de industrias que existen e n el 'país, su dist inta capacidad económica v de producción, los múlt iples sistemas previsio- nales y ,los diferentes métodos de divulgación de las normas de seguridad.

Los técnicos en esta mate- ria han determinado las si- guientes características bási- cas :

-Las grandes empresas proceden correctamente, de- sarrollan intensos ,programas de seguridad protegiendo efec- tivamente s.u potencial huma- no. Sólo d i f ieren en métodos e iniciativas, muchas de las cuales corresponden al carác-

ter de la industria o empresa, -Las pequeñas empresas.

en general. no trabajan con métodos d e seguridad. n o t ie- nen conciencia de In que ella significa. distorsionan todo el problema falseando los da- tos al contratar pólizas de se- guros y traspasar su responsa- bi l idad a la Caja de Acciden- tes de l Trabajo, u otras com- ,pañías aseguradoras.

-Muchos trabaiadores han comprendido que la seguridad es importante. En la medida que los sindicatos han colabo- rado con la empresa e n esta materia la curva de accidentes y de horas-trabajo .perdidas ha decrecido notablemente.

-Muchos sectores labora- les n o t ienen una concepción

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muy clara de lo que significa una política de seguridad y confunden sus aspiraciones de mejoramiento económico y so- cial con reivindicaciones de protección. habitualmente mal orientadas. deformando los programas trazados.

-Algunas empresas nn tie- nen una posición f irme y con- tribuyen a crear u n caos en es- te sentido. Los sectores de Co- bierno tampoco tienen una conciencia lmuy clara al res- pecto y, en muchas oportuni- dades. han confundido las rei- vindicaciones sociales con la técnica de estudiar eliminar los riesgos de accidentes.

-Resalta también el desco- nocimiento de lai leyes vigen- tes, especialmente en lo que se refiere a indemnizaciones. Sectores de vanguardia de los trabaiadores -que +e supone bien informados- iqnnran. por ejemplo. que desde el año 1925 existe una ley nue reco- noce el derecho de los obrp- ros a gozar de indemnización vitalicia. aún en los casos en que haya trabajado en indus- trias que n o tenían pólizas de seguro.

-En las bases de los con- tratos no se exige aue se oh- serven las normas de seguri- dad, va sea de parte del traba- iador o de la empresa.

-No se prohibe e l trabaEo de los menores de edad. aun- que el Código del Trabaio au- toriza a las empresas para con- tratarlo. Se ha observado que las víctimas más 'frecuentes de los accidentes son niños, per- diéndose un valioso potencial humano.

-No existen controles fisi- cos periódicos. obligatorios pa-

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ra aquellos trabajadores que están expuestos a condiciones d e inseguridad e n la industr ia o condiciones ambientales in- seguras.

Finalmente, se destaca la necesidad de revisar la legisla- c ión vigente, modif icarla, mo- dernizarla, adecuarla a las ne- cesidades actuales Y a los avances d e la tecnología *mo- derna. ,

Conclusiones

1 . Incorporar a l Consejo Na- cional de Seguridad a to- das las asociaciones de tra- bajadores. integrándolos a los programas de seguri- dad que se desarrollan.

2 . Las organizaciones de se- guridad de cada empresa deben ser ubicadas con un rango adecuado y una dependencia jerárqui- que garantice s u acción.

3 . Las orgenizaciones sindi- cales d e trabajadores ins- t ru i rán a sus bases a los efectos de inclu i r en pet i - ciones sindicales la efecti- va corrección de peligros. evitando las compensacio- nes tnecuniarias a trueque d e mantener los riesgos que los exponen a perder 'a vida.

4. Radicar e n e l Conseio Na- '

ciotial d e Seguridad la pre- paración d e un ,programa d e di fusión d e la seguridad entre los más altos ejecu- t ivos de las empresas. a realizarse e n e l curso del año 1965.

5 Prooiciar la revisión de la legislación d e accidentes part icularmente la relat i- va a rehabilitación, crean- d o responsabilidades ante la demostración d e l factor personal inseguro.

RECOMENDACIONES Trabajo de los menores

Recomendar la adopción d e medidas legales drásticas que garanticen la .prohibición del trabaio d e los menores en la industria. El desarrollo d e una poli t ica económica paralela

Soldadores con equipo protector 1

Obreros tomando muestras de aire dentro de una mina 1

Auxiliar de seguridad tomando medidas de explosividad en cañería que va a ser soldada.

debe también garantizar com- pensaciones económicas para que los menores de escascs recursos puedan terminar ca- rreras cortas que les aseguren mayor capacidad técnica y. por tanto, mejores salarios. Máquinas peligrosas

N ingún trabajador deb? aceptar trabajar en máquinas carentes de protecciones ob- vias y ningGn empleado supe- r io r debe hacer trabajar a o t ro en tales máquinas.

Seguro estatal en una sola inst i tuc ión Radicar en una organiza-

c ión estatal (Cajas de Acci- dentes del Trabajo) todos los seguros de accidentes. Control médico periódico

Establecer controles médi- cos periódicos obligatorios pa- ra los trabajadores expuestos a dolencias físicas o fisiológi- cas, consecuencia de procesos o condiciones ambientales pe- l igrosas.

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La incipiente aplicación de normas de seguridad en Chile, a pesar de su evidente avance, el acelerado progreso en el campo tecnológico mundial y la falta de recursos económi- cos, sorprendió sin preparación adecuada a las industrias na- cionales para abastecer al país de elementos de protección personal.

Hay imuchos factores nega- tivos que es necesario elimi- nar. Desde luego, no existe una relación permanente entre consumidores, fabricantes y organismos estatales encarga- dos de especificar y controlar la calidad de las producciones.

N o ,prevalece tampoco un criterio uniforme por parte de las empresas. respecto de cuá- les son los elementos más im- prescindibles Y el modela que debe adaptarse para llegar, en lo posible. a cierto grado de standarización.

Actualmente existe una evi- dente anarquía en esta mate- ria. Las empresas tienen mo- delos diferentes, se rigen por marcas diversas y exigen a sus proveedores frecuentes m&-

FABRICANTES Y CONSUMIDORES

Fabricantes y Consumidores

Con el tema "Fabricantes y consumidores frente al problema de elementos de protección personal", se inició la cuarta jornada. Las diferentes posiciones se sihtetizan a cbntinuación.

ficaciones, la que eleva e l cos- to de los elementos de protec- ción y disminuye la calidad.

Pero tal vez. el problema más grave, sea la ausencia ab- soluta de un organismo com- petente que controle la cali- dad de la producción en forma permanente, científica, v que cuente con el respaldo y la confianza de todos los secto- res.

Hay otros factores que l imi- tan o retrasan el abastecimien- to de elementos de protección de buena calidad. Entre ellos se destacan la falta de estu- dios de las necesidades del mercado. carencia de asesoria en &las empresas que no tienen un buen departamento de se- guridad, dificultades en la importación de elementos que no. existen en el país e cuya fabricación es muy deficiente y la escasez notoria. en mu- ohas ocasiones, de materia prima de calidad.

También provoca dificulta. des la falta de seriedad de al- gunas fAbricas que se adjudi- can las propuestas con presii-

puestos bajísimos. Sin ernbar- go, al entregar Im !materiales de protección que se les ha encargado, se constata que, o no han cumpli¿o con las espe- cificaciones o han empleado material de inferior calidad.

La gravedad del .problema disminuiría si se estableciera un control periódico de calidaa en las industrias, como parte del proceso de fabricación y complementario de los mues- treos de laboratorio que ac- tualmente realiza el l nstituto de Investigaciones v Ensayos de Materiales de la Universi- dad de Chile.

Conclusiones.

Establecer a través del Con- sejo Nacional de Seguridad una relaci6n permanente en- tre consumidores, fabricantes y organismos estatales. encar- gados de especificar v contro- lar los elementos de protec- ción personal.

Especificar y normalizar los elementos de protección per- sonal de manera de evitar la

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Entrega de elementos de protección personal

gran variedad o t ipo de ellos que a juicio de los fabricantes dificulta su adecuada manu- factura. Para este aspecto se tomará como base aquellas normas de especificaciones que pudiesen aportar el Insti- tuto de l nvestigaciones Tecno- lógicas y Normalización, los consumidores, fabricantes, etc.

Establecer un control perió- dico de calidad en industrias como parte del proceso de fa- bricación y complementario de los muestreos de laboratorio que actualmente realiza el ID I PM. Estdblecer qué orga- nismo del Estado debe preo- cuparse del control de calidad de estos elementos y, en lo *PO-

sible, exigir un sello de garan- tía.

Facilitar la importación de los elementos de protección que no se fabriquen en el país o que su manufactura no ga- rantice totalmente su uso co- mo tal.

Sugerir a los compradores la eliminacién de aquellos fabri- cantes de elementos de protec- ción que no cumplan con sus entregas o que traten de colo- car en el mercado productos de inferior calidad a la reque- rida o especificada.

Recomendar a las empresas o instituciones. hasta que se logre implantar el control de calidad por parte de los orga-

nismos estatales, que no corn- pren sus elementos de protec- ción sin que cuenten con la asesoría especializada de sus 'Departamentos de Seguridad o de las otras empresas cuando no posean en su propia orga- nización.

Promover el autocontrol de calidad por parte de los fabri- cantes.

El Consejo Nacional de Se- guridad recomendará a los consumidores la determina- ción anual en especie y can- tidad de los elementos de !pro- tección. Este, por su parte, in- formará a los productores del probable volumen del merca- do consumidor.

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El Estado frente al problema de la Seguridad

La quinta jornada se tituló "El Estad@ frente al pro- blema de la Seguridad". La maquinaria institucional del E.stado debiera ser remozada para lograr una intervención más operativa.

En esta ú l t ima etalpa, apa- se subraya e l nexo entre e l éx i to d e las jornadas y ofre- rece expuesto e l problema d c seguridad contra acciden- ciendo el !plantel universitario la seguridad desde sus oríge- tes y supervivencia en la a l Consejo Nacional de Segu- nes, manifestados en las ins- colectividad. r idcd en futuras actividades tituciones y servicios del Es- tado. Portavoces autorizados formularon un encuadre pre- ciso d e las ,políticas preven- cionistas para labores mine- ras, problemas de tránsito y vialidad. así como e l Servicio Nacional de Salud y Servicio de Seguro Social.

Conclusiones

1 . Como primera conclusión

2. Se destacó la necesidad d e modi f icar las actuales po- líticas estatales a los efec- tos de considerar ampl i tud de recursos y cuadros ad- ministrat ivos suficientes.

Discursos finales

a) De l Rector d e la Univer- sidad Técnica, don H o r a c i ~ Aravena Andaur, celebrando

de la misma especie.

b ) Del Presidente de l Con- sejo Nacional d e Seguridad, don J . Manuel Casanueva R.. evaluando las jornadas, los participantes. las conclusiones 1: el discurso f ina l del señor Rector de la Universidad Téc- nica, para el cual tuvo expre- siones d e muy ponderada aprobación y elogio.

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Relación de los Participantes en las jornadas de Seguridad

DIRECTOR DE LAS JORNADAS DE SEGURIDAD:

SEÑOR HERNAN HENRIQU'EZ

PRl MERA JORNADA

Presidente de esta Jornada don Tucapel Conzález.

Participaron los señores : Sergio Vil larroel. Alvaro Prado. Reynaldo Urzúa. Tomás Qui roga.

Presidente de esta Jornada don Santiago Vivanco.

Participaron los señores : Ju l io Figueroa. Hernán Henríquez. Tomás Quiroga. L i to Miranda.

Presidente de esta Jornada, don Eduardo de l Río.

Participaron los señores Samuel del Canto. Pablo Délano. Alvaro Prado.

Presidente de esta Jornada. don Carlos Llona.

Participaron los señores: Victor Calvo. Seigi Machino. Tomás Quiroga. Manuel (García. jorge Rivera.

Presidente de esta Jornada, don Hum~berto Garcia.

Participaron los señores: Ju l io Figueroa. Dr. Hernán Oyanguren. Coronel ]os6 Sepúlveda.

Mar io Carrizo. L i to Miranda. Humberto ' Garcia. Rubén Cárdenas. Dante Lépori . Guil lermo Bravo. Tucapel González.

SEGUNDA JORNADA

Humberto Carcía. Tucapel Conzález. Santiago Vivanco. Abraham Bittelman Jorge Scherer. Luciano Cabalá. Patricio Rojas.

TERCERA JORNADA

Cuil lermo Alarcon. Ovidio Calcagni. Jul io Figueroa. Ernesto Lennon. Manuel Hormazába l. Jorge Carbonell. Ladislao Lira.

CUARTA JORNADA

Carlos Llona. jaime Carmendia Dalivor Svoboda. Carlos .Vial. Ernesto Gómez. Pablo Ihl. Migue l Parra. Ricardo Belcredi.

QUiINTA JORNADA

Victor Gallardo. Guil lermo de la Maza. Dr. Cuil lermo Bravo A. J. Manuel Casanueva R. Patricio Figueroa. Ladislao Lira.

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E INSTITUCIONES Y EMPRESAS QUE PARTiClPARON EN

LAS JORNADAS DE SEGURIDAD

Asociación de Aseguradores de Ghile. Banco Central. Braden Copper Company. Caja de Accidentes del Trabajo. Carabineros de Chile. Compañía Carbonifera Lota-Schwager. Compañía Chilena de Electricidad Ltda. Compañía de Acero del Pacífico. Compañia Manufacturera de Papeles y

Cartones S. A. Confederación de Empleados Particulares. Confederación Unica de Trabajadores. Consejo de Rectores. Consejo Nacional de Seguridad. Corporación de Fomento de la Producción. Dirección de lndustria y Comercio. Dirección de Transporte y Tránsito Público. Empresa Nacional de Electricidad S. A.

Empresa Nacional de Petróleo. Ferrocarriles del Estado. lndustria Azucarera Nacional S. A. Industria Nacional de Neumáticos S. A. l nstituto de l nvestigaciones y Ensayos

de Materiales. l nstituto Nacional de l nvestigaciones

Tecnológicas y Normalización. Ministerio de Educación. Ministerio del Trabajo y Previsión Social. Servicio de Cooperación Técnica. Servicio de Minas del Estado. Servicio de Seguro Social. Servicio Nacional de Salud. Sociedad de Fomento Fabril. Superintendencia de Seguridad Social. Universidad Técnica del Estado.

DI RECTOR10 DURANTE 1964

Señores :

Cuillermo Acuiía Macuada Arturo Alvarez Agüero Domingo Arteaga Garcés Manuel Barahona Vargas Mario Bernales Dubó Abraham Bittelman Filskelftein Luciano Cabalá Pavesi Ovidio Calcagni Pozzoni Eleodoro Calderón Loyola René Cárdenas Seguel Eduardo Costa Orgui Fernando Cruz Silva Héctor Estay Rojas jul io Figueroa Fernández Max Flores Alvarez Roberto {Fuentes Stone Luis Gajardo Guerrero Victor Gallardo Granello Humberto Carcía Zúñiga Sergio García Swart

Tucapel Conzález Carcía Francisco lduya Fernández Pablo Ih l Clericus Stanley M. jarrett Carlos Kaiser Hayler Luis Kaiser Schmidt Dante Lépori Acquini Marina de Loyola Espinoza Orlando Mercado Labbe Pe.dro M u j ica Rod ríguez José Hurnberto Muñoz Vadillo Jorge Navarro Silva Fernando Onfray Baglietto Víctor Plaza ,Meza Gastón Robert Ruy-F'érez Carlos Sylvester Pluschke Eneas Valenzuela Pizarro Gustavo Vicuña Correa Gustavo Zeppelín Sustrate

MESA DIRECTIVA EN EJEIRCICIO DURANTE 1964

Presidente :

Primer Vicepresidente :

Segundo Vicepresidente :

Secretario General :

Director de Finanzas :

Tesorero :

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J. Manuel Casanueva Ramírez

Eduardo Del Río Martínez

Hernán Henríquez Bastías

Rosal ino Fuentes Silva

Samuel del Canto Cómez

Cuillermo de la Maza Denegri

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Edición y Producción : Consejo Nacional de Seguridad Paraje Mat t r 957 - Depto. 420 - Casilla 1566, Fono 397962, Santiago - Chile