El documental analiza la problemática del Sistema Educativo Nacional, sobre todo, de la educación básica, reflejando estadísticamente, y mediante algunas encuestas y entrevistas, nuestra realidad en ese ámbito y su repercusión en el desarrollo de nuestra sociedad en su conjunto.

En México 34.9 millones de niños y jóvenes son estudiantes, casi un tercio de la población total de la nación.

Desde la creación de la SEP, en 1922, nuestro país tardó 80 años en lograr que todos los niños pudieran ingresar al primer grado de primaria.

Se gradúan del nivel secundaria un 45% de los estudiantes; con respecto al bachillerato sólo lo culmina el 27%, y esta cifra disminuye a tan solo el 13% para el caso de la licenciatura y 2.01% para el posgrado.

En México, el promedio de escolaridad es de 8.6 años, en comparación con Estados Unidos y Canadá, en los que es mayor a los 13 años.

México ocupa el primer lugar en ausentismo de docentes entre los países de la OCDE. Un factor asociado a este es la cantidad de horas dedicadas al estudio en las aulas, que es casi la mitad de la de algunos países desarrollados.

Con respecto a la propuesta de evaluar a todos los maestros de educación básica para conocer las aptitudes pedagógicas de los evaluados, resalta el hecho de que no habrá ninguna sanción para aquellos que resulten reprobados.

En cuanto al Examen de Conocimientos y Habilidades Docentes que se aplica desde 2008, al menos 8 de cada 10 maestros no lo aprueban.

En el año 2006, México obtuvo el promedio más bajo en la evaluación PISA, de entre los países de la OCDE.

En PISA 2009, 50.8% de los alumnos no alcanzaron las habilidades matemáticas mínimas. En el mismo examen, en el área de lectura, México tuvo 425 puntos promedio y Shanghai 556. Para alcanzar el nivel de este último tardaríamos 327.5 años.

Contrario a lo que muchos creen, el nivel de rendimiento y de aptitudes no difiere prácticamente entre las escuelas privadas y las públicas.

El gasto por alumno de nivel básico que se efectúa en México es de 3.8% del PIB, siendo en promedio un 3.6% para la OCDE. En este mismo organismo, México es el primer lugar en gasto público destinado a la educación, con 20.6%. Es significativo el hecho de que un 93% del gasto en educación se destine al pago de sueldos y salarios del personal docente y administrativo, ignorándose la cantidad dirigida al SNTE.

Los recursos son insuficientes indudablemente. La infraestructura escolar tiene muchas deficiencias, sobre todo en zonas marginales. La pobreza y la desigualdad social son factores esenciales, que impiden una adecuada escolarización, así como las enfermedades y la desnutrición, la inseguridad y la violencia.

En 1980, México y Corea del Sur tenían el 13% de la población que ingresaba a educación terciaria. Esta situación cambio al grado que para el año 2009, el 100% de la población en edad respectiva tenía acceso a dicho nivel en Corea del Sur, mientras que en nuestro país la cifra era de 28%. Al compararse las horas efectivas de aprendizaje por año entre ambos países para el año 2009 en el sexto grado de primaria, resultó que México tenía 562 horas efectivas, y Corea del Sur, 1195.

Al apreciarse la relevancia que tiene la educación para nuestro progreso cultural, social y económico, se enfatiza en la urgencia para tomar medidas a todos los niveles, siendo indispensable la participación de los padres de familia, con su involucramiento directo en las actitudes y disposiciones, acompañando a sus hijos en el desempeño de sus responsabilidades así como en sus logros, fomentando la lectura diaria; de los maestros, capacitándose y diversificando sus técnicas pedagógicas, cumpliendo con sus deberes y motivando el aprendizaje efectivo, y a las autoridades encargadas de establecer políticas públicas, elevando el gasto en educación y soslayando los intereses personales, el nepotismo, los monopolios, el fraccionamiento y el involucramiento directo de la política como medio de poder.