Colombia. Bogotá Universidad Cooperativa de Colombia - Bogotá Maestría en Educación – Cohorte 5. Modulo: Pensamiento crítico Fecha de entrega: 10 de Septiembre de 2011 Realizado por Francisco Javier Navarro Ortiz Profesor: Miguel Ángel Pérez

ENSAYO.

Preocupación académica proyectada en un Pensamiento crítico.

El fin primordial de este ensayo, examina la pregunta ¿Existen las condiciones en nuestras

escuelas para desarrollar en los estudiantes un pensamiento crítico?. Las pruebas

internacionales (Pisa, Timms) buscan conocer el estado de los estudiantes de 15 años (ICFES,

2010), si están preparados de enfrentar los retos del futuro, si pueden analizar, razonar y

comunicar sus ideas efectivamente, si tienen intereses que pueden desarrollar a través de sus

vidas como miembros productivos de la economía y la sociedad; en otras palabras si tienen un

pensamiento crítico que le permita acumular y evaluar información relevante, usar ideas

abstractas para llegar a conclusiones y soluciones para probarlas con criterios y estándares

relevantes. Colombia ha participado en estas pruebas y aunque ha mejorado sus resultados

referentes a los años 2006 y 2009, éstos están lejos de ser satisfactorios.

Al igual que Colombia, el gobierno peruano (Grupo Editorial Norma, 2008), se ha preocupado

por la calidad de la educación proyectándolos en el Diseño Curricular Nacional (DCN) donde se

pretende desarrollar capacidades, valores y actitudes que permitan al educando aprender

durante toda su vida, a través del desarrollo del pensamiento crítico en los estudiantes,

docentes y administrativos. Para lograrlo, primero se estimula al niño a opinar, para llevarlo al

segundo estadio que seria razonar esa opinión, teniendo en cuenta su desarrollo cognitivo y

afectivo y por último logrando que los estudiantes sean activos en sus propias realidades.

La Fundación para el Pensamiento Crítico (Foundation for Critical Thinking), afirma que en los

últimos tiempos ha habido un resurgimiento del pensamiento critico, ya que la educación está

capacitada para producir pensadores críticos, pero a pesar de toda la información que existe

sobre la importancia del papel que tiene el pensamiento crítico en la educación, su aceptación

por parte de la sociedad hasta ahora está iniciando, aprovechando el cambio de modelos

educativos que se están viendo en los últimos años. Hemos pasado de una escuela

memorística a una escuela que procesa la información para aplicarla en la vida cotidiana y

desarrollar aprendizajes significativos.

El pensamiento crítico busca analizar la estructura y consistencia de los razonamientos, ideas y

opiniones en el contexto de la vida cotidiana que las personas aceptan como normales o

verdaderas. Esta evaluación puede ser realizada a través de la observación, la experiencia, el

razonamiento, el ciclo cibernético de transformación y el método científico.

El pensamiento crítico se basa en valores intrínsecos intelectuales que van más allá de las

impresiones y las opiniones particulares, por lo cual necesita claridad, exactitud, precisión,

evidencia y equidad. Supera el aspecto formal de la lógica para evaluar y entender los

argumentos y así dotar de herramientas el intelecto y separar lo razonable de lo no razonable,

lo verdadero de lo falso, al estudio de detección de las falacias.

El pensamiento crítico, además tiene unas habilidades (Facione, 2007): interpretación, análisis,

evaluación, inferencia, explicación y autoregulación. La interpretación, comprende y expresa la

relevancia de la experiencia, situación, dato, evento o juicio; ésta permite leer la expresión de

un rostro o diferenciar la idea principal de un texto de las secundarias. El análisis permite crear

juicio al identificar las relaciones de inferencia: reales y supuestas, entre enunciados,

preguntas, conceptos, etc. La evaluación es la valoración de la credibilidad de los enunciados.

Inferencia significa identificar y asegurar los elementos necesarios para sacar conclusiones

razonables y formular conjeturas. La explicación es la capacidad de presentar los resultados de

una manera reflexiva y coherente y la autorregulación consiste en autoaplicarse su capacidad

de pensamiento critico para mejorar sus opiniones previas y también es llamado metacognición

que significa elevar el pensamiento a otro nivel.

Pero ¿cómo lograr este pensamiento crítico?. Como lo dije anteriormente, estamos enfrentado

cambios en nuestros modelos pedagógicos por el surgimiento de nuevos paradigmas que

presenta al mundo como un todo sistémico (Velandia Mora, 2005), contiene una visión

sistémica de la vida que obliga un replanteamiento de la educación el cual encontró apoyo en

la cibernética social planteado por Waldemar de Gregory con sus propuestas de cerebro

triádico, ciclo cibernético de transformación de la realidad y creatividad comunitaria e

interdisciplina basado en el hológrafo social cuyos componentes son: el ciclo cibernético de

transformación, los cuatro componentes operacionales (Espacio, cronología, personajes y

procedimientos), las potencialidades, los subsistemas sociales (14), las metas y los niveles de

energía.

Estos nuevos conceptos facilitan en gran medida la adquisición del pensamiento crítico que el

Dr Miguel Ángel Pérez nos plantea en su libro “Pensamiento crítico e interdisciplinariedad” que

propone desarrollar el pensamiento crítico a través del desarrollo de destrezas intelectuales

(Humildad,, entereza, empatía, autonomía, integridad, perseverancia, confianza, e

imparcialidad (el para qué)) aplicando estándares universales intelectuales (claridad, exactitud,

precisión, pertinencia, profundidad, amplitud y lógica (el qué)) por medio de los elementos del

pensamiento crítico (pregunta en cuestión, información, concepto, puntos de vista,

implicaciones y consecuencias, supuestos, interpretación o inferencia y propósitos del

pensamiento (el cómo)), los cuales pueden ser emparejados con los diez pasos del ciclo

cibernético de transformación.

En este sentido, el docente debe, primero, autoevaluarse para saber el nivel de pensamiento

crítico en el cual se encuentra ubicado y a partir de allí, realizar las actividades, antes

mencionadas, para aumentar este nivel y poder exigir a los estudiantes un nivel adecuado que

le permita enfrentar los retos del futuro: estar preparados para enfrentar y vivir, en este siglo

XXI.

Trabajos citados

De Gregori, W. (2002). Construcción Familiar - Escolar de los Tres Cerebros. Bogotá. D.C.:

Kimpress Ltda.

Facione, P. (2007). Pensamiento crítico. Recuperado el 1 de Agosto de 2011, de

http://www.eduteka.org/PensamientoCriticoFacione.php

Grupo Editorial Norma. (2008). El pensamiento crítico. El Educador , Año4, No. 16.

ICFES. (2010). Evaluaciones Internacionales. Bogotá: Cadena.

Pérez, M. Á. (2010). Pensamiento crítico e interdisciplinariedad. Bucaramanga: Sic, editorial

Ltda.

Velandia Mora, C. (2005). Modelo Pedagógico con fundamentos de cibernética social. Bogotá:

Universidad Cooperativa de Colombia.