ENFERMEDADES EN PERÚ POR ZONAS CLIMATICAS

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  • Nmero Especial 90 Aniversario "Anales de la Facultad de Medicina"

    An Fac med. 2008;69 Supl 2 29

    Geografa de las enfermedades en el Per en relacin con las zonas climticas *Pedro Weiss H.* Trabajo que sirvi de base a la conferencia sustentada en el Curso de Post-Graduados de Arequipa.

    Weiss P. Geografa de las enfermedades en el Per en relacin con las zonas climticas An Fac med. 1954;32(37):601-27.

    Losquesehaninteresadoporclasificarlos climas del Per se lamentan unnima-mente de la escasez de datos. De muchas partes del territorio se carece en absoluto de referencias y slo de contados lugares hay observacionesrigurosasysuficientementeprolongadas. Cuando se quiere relacionar la distri-bucin de las enfermedades con las zonas climticas, las dificultades se duplican porque las contribuciones mdico-geogr-ficassonanmsescasasyensumayoraincompletas. Habitualmente enumeran localidades o regiones conocidas por referencias y con errores en los lmites endmicos, que enunacartageogrficaparecennimios,peroque perturban fundamentalmente cuando se quiere establecer relacin sistemtica con zonasclimticasdelmitesdefinidos. Muypocossonlostrabajosdegeografamdica que toman en cuenta las regiones naturalesdelageografa,anlosmsminu-ciosos, efectuados sobre el terreno no apor-tanensentidogeogrficootrareferenciatilquelatoponmica,laalturayrarasveces,elrgimen de lluvias. En otros sectores se ha trabajado en relacin con las comunidades indgenas,perosintenerencuentalaszonasclimticas. Con tan exiguo material y condiciones desventajosaspareceraatrevidocualquierintentodesistematizacingeneral,yaslohemos juzgado desde hace muchos aos que el tema nos apasiona. Pero a la larga, cotejando los datos recogidos en nuestros viajes por el territorio nacional, los que hemos podido aprovechar en la literatura mdica, y de las indagaciones repetidas entre colegas que ejercen fuera de Lima, y enfermos con afecciones regionales, hemos llegado al convencimiento que hay cuadros ocomplejosdepatologaqueconcuerdancon las zonas climticas conocidas. Para la comparacin con las regiones geogrficasyclimticasnoshemosguadoen las obras de Y. Bowman, Los Andes del Sur del Per; del ya clsico aunque moder-

    no libro de K. Knoch (1930), Klimakunde vanSudAmerika.De lamonografa deG. Petersen, Estudios climticos en el noroeste del Per; estudio tan completo y detallado que demanda una investigacin mdica especial de la misma regin, la que se realizar con el apoyo del Dr. Petersen. DeEnsayodeclasificacindelosclimasdelPerdeNicholson;delaGeografafsicade J. Monge y de los trabajos de nuestro recordado amigo el sabio profesor Augusto Weberbauer, con quien conversamos repe-tidas veces sobre la materia y cuyas obras hemos tenido que revisar a menudo, sobre todo,Vegetatonkarte der peruanschenAnden que, cambindole las leyendas pue-de ser un mapa de enfermedades peruanas. El mundo vegetal de los Andes peruanos y Clima y vegetacin en los Andes del Per y en su territorio costanero, disertacin acadmica que, en pocas pginas, encierra el ms profundo conocimiento de la geo-grafa del Per alcanzado en los ltimostiempos. Con siglos de anticipacin el padre Ber-nab Cobo tiene la prioridad en el estudio de la geografa fsica del Per, habiendotenido el acierto de hacer resaltar stiles particularidades locales de los climas. Presentamos la materia de nuestro trabajo con el carcter de ensayo, porque la escasez de datos no permite llegar a conclusiones definitivas. Es fcil preveerque futurosestudiosmodifiquenalgunaomuchas de sus partes. Sin embargo, creemos dejar establecido que de la sistematizacin se deducen interesantes hechos epidemio-lgicos y que hay bases suficientes paraconsiderar que las enfermedades endmicas debenentrarenladefinicindelosclimascomo partes integrantes de los complejos ecolgicos regionales. PARTE ESPECIAL DE LA COSTALa cordillera andina divide longitudinal-mente al Per como una muralla y llena con sus desniveles y repliegues la mayor parte delterritorio.Susflancosrecibendistintas

    influenciasclimticas,eloccidentallorefrescanlasbrisasenfradasalpasarsobrelacorriente de Humboldt, el oriental recibe los vientos alisos cargados de agua, que al chocar con las partes elevadas y contrafuer-tes descargan lluvias copiosas. Las brisas frasyconpocaaguadelladooccidental,lascopiosas precipitaciones originadas por los alisos en el oriente, los pisos de la cordille-ra a distintas alturas, los ms altos en zonas nivales. Los nudos, repliegues y grandes contrafuertes del macizo andino que le dan carcter local a las lluvias y condicionan las corrientesdeaireyelcursodelosros,sonlos factores ms notables que producen las variaciones caractersticas de los paisajesperuanos, formando ambientes distintos a cortas distancias. Zonas climticas con fauna,floraypatologapropia,unasalladode otras como las piezas de un tablero. Al-gunasconclimaypatologaanormalparala latitud (C. Monge). El padre Bernab Cobo cronista del comienzo de la colonia fu el primero que hizoresaltarlasparticularidadesgeogrficasdelPer:Lasierra,corre,deca,dividiendola tierra del Per en tres regiones que son como tres fajas angostas que corren todo el largo de este reino y cada una es tan distinta y de contrarias cualidades de la otra que pone admiracin. En ninguna parte de la tierra existen mayores contrastes dentro de espacio tan reducido, ha dicho un gegrafo moderno (Bowman). La variedad de ambientes hace que la fauna,sobretodoentomolgica,laflora,ytambinlapatologaseanmsvariadasqueen otras partes. La proximidad de lugares con distintas enfermedades endmicas, permite apreciar aspectos epidemiolgicos propios y origina, dentro del territorio, problemassanitariosdepatologahumana,animal y vegetal, que en otras partes se presentan en grandes distancias o afectan alasfronterasentrepases. Desde el punto de vista epidemiolgico, se puede recordar que cada ao se enferman y mueren algunas personas por pasar los

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    trminos de las zonas endmicas de Ve-rruga peruana y cuando se hacen obras de ingenieracongentede fuerade la zona,la mortandad puede alcanzar proporciones catastrficas;Durantelaconstruccindelferrocarril a la Oroya se dijo, que en la zona endmica cada durmiente cost ms de una vida. Los serranos de las alturas se en-ferman de Uta cuando bajan a cultivar sus chacras. La costa paldica ha sido por siglos el cementerio de los serranos. Los leprosos venidos de la selva propagan la enfermedad enlacostayenlasierradondetodavaelmal est poco difundido. No nos correspon-deocuparnosdelaepidemiologaanimalyvegetaL el acarreo de enfermedades de las plantas con el comercio de plantas y frutos selvticos se hace cada vez ms evidente. Posiblemente, slo en Metrpolis colonialesode gran trficocomercial, lageografamdicaintervieneconigualvaloren el diagnstico que en el Per. El mdico conocedordelapatologaperuana,cuandopercibe el acento loretano piensa en deter-minadas enfermedades e insiste en algunas investigaciones de laboratorio, que no pide para un costeo. Las lceras cutneas de los indios oscuros y de facciones toscas de las vertientes occidentales del norte y centro, notienenotraposibilidadestadsticaquelaleishmaniasis tipo Uta. Frente a la variedad desntomasdelaVerrugaperuana,enlafasehistioide sin erupcin, la procedencia tiene hasta ahora la prioridad en el diagnstico. La posibilidad diagnstica de tifus exante-mtico epidmico se desecha si el enfermo no es un recin llegado de la sierra o no ha convivido con recin llegados. Una erosin del tabique nasal cartilaginoso en un venido de la selva, tiene la grave posibilidad de ser

    una lesin secundaria de espundia. Las reac-ciones serolgicas positivas en los selvticos tienen el mximo de probabilidad de ser originados por una treponemiasis tropical, el pian o la pinta, reacciones que tienen una importanciadistintaalasdelasfilis,porquequedan positivas cuando ya ha desaparecido la infeccin. Cuando se sospecha en lepra, lo primero que hacemos es preguntar si el enfermo ha vivido en la selva, y repetidas veces la sospecha no tiene otra base que la procedencia. C. Monge, G. Kurzinski y J. Chiriboga han hecho resaltar el problema mdico que significa lamigracin y loscambios regionales de la patologa en elPer. La proximidad de las zonas c!imticas es tal en el Per, que en algunas partes se puede ver hasta tres distintas con la simple vista. De las tierras desrticas paldicas de la costa donde rara vez llueve, se puede ver el paisaje de la regin de lluvias de verano de la vertiente occidental donde quedan confinadaslaszonasendmicasdeVerrugaperuana y Uta, y ms atrs, las alturas con las cordilleras nevadas. De algunas partes frasdelasierrasepuedenverlasvertientesorientales clidas, hmedas y boscosas y los bosques de la hilea, donde se propagan las enfermedades tropicales ms graves. El descenso abrupto pone a la vista las zonas superpuestas con la sencillez de un diagra-ma (Bowman). A los viaieros les aconte-ce,decaelpadreCobo,queelmismodaque salen de tierra donde jams llueve ni truena, dentro de pocas horas de camino, se hallan en trminos de la sierra, que es tierra muy lluviosa de terribles truenos y rayos. Actualmente, la transicin en auto se hace en pocos minutos. En las tardes de verano,

    nosonmuchoslosdasquesepuedeviajar50 kilmetros hacia arriba de la zona seca de la costa sin penetrar en los trminos de una tempestad. De las zonas de techos planos y cercos de adobn se pasa bruscamente o la zona de techos planos y cercos de piedra pircada. La vecindad de zonas enfermizas y tierras sanas da relieve a lo que llamamos lugares de influencia o sea poblaciones, ms o menos apartadas de los focos infecciosos, en los que, por diversas razones residen enfermos, algunas veces en nmero que constituye problema social y llega a ser causa de error en la determinacin de las reasgeogrficasdelasenfermedades.Al-gunosdelostoponimiosquefigurancomolugares endmicos en la medicina peruana sonenrealidadlugaresdeinfluencia,sobretodoenlageografadelaVerrugaperuanay la Uta, posiblemente tambin, en la del Mal del Pinto y la Lepra. Una triste experiencia obliga a tomar cada vez ms en cuenta las zonas climti-casen losproblemasbiogeogrficosydetrnsito peruanos. Los legisladores incaicos las tuvieron muy en cuenta, como lo ha demostrado el Prof. C. Monge con riqueza dedocumentacin.Enellargoperododelacolonia y durante la Repblica, hasta hace muy poco, fueron olvidadas completamente a costa de graves perjuicios. Actualmente, existe un Instituto de BiologaAndinacuya til labor abarca parte principal del problema creado por la variedad de zonas climticasylascaractersticasdelapato-logaregionalenelPer. La Fig. 1 representa un corte transversal del territorio en la regin central, aproxi-madamente entre los grados 9 y 10. Se

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    ha representado en forma diagramtica el relieve de los Andes, dividido en zonas segn la distribucin de las enfermedades endmicas en las diversas alturas en esa latitud, distribucin que se mantiene en una buena extensin del territorio (aproxi-madamente entre los 5 y 13). Las zonas de patologa correspondena regionesnaturalesde lageografa,a lasprovincias climticas y tambin a los pisos botnicos descritos por el Prof. Weberbauer. La correspondencia entre la distribucin de la flora y enfermedades endmicas semantiene algunas veces hasta en aspectos locales, de manera que el viajero puede determinarlazonadepatologaenlaqueseencuentraporlafisonomadelpaisaje. La demarcacin ha sido hecha tomando encuentaloslmitesdelaenfermedadmsextendida en la zona y no pretende ser precisaenmetros.Los lmites seencajanunos en otros como ocurre en la realidad. Los extremos de las lneas zonales hansido hechos punteados, tanto para salvar la falta de datos precisos en algunos casos, como para expresar las oscilaciones que experimentan en su extensin ciertas zonas endmicas con los cambios estacionales. La zona N 1 representa la regin de lacosta,msfraymssana,encuantoaenfermedades endmicas, que lo que corres-ponde a su latitud. No presenta otras que el paludismo,disentera,maldePinto,focosde peste, algunos de rinoescleroma, quizs foco de tifus petequial endmico. En la par-te Sur, en algunos valles, la Trepanomiasis Americana, enfermedad posiblemente nueva en el territorio peruano, que se va extendiendo hacia el norte, hasta ahora sin control sanitario. El padre Cobo ha dejado una descripcin grficadelacosta:losllanos,escribe,sonde suyo tan secos, que si no entraran en elloslosrosquebajandelasierrageneral,fueran del todo yermos e inhabitables, porque no llueve jams en ellos ni en ms de cien leguas la mar adentro, por toda su extensin, ni hay truenos, rayos, ni relm-pagos,susueloessequsimo.Enciertapartedeellacaealgnrocoquellamamosenlatierra gara, que viene no en verano sino en invierno. Es una descripcin acabada del desierto costanero que se extiende en el litoral, como una faja de clima sub-tropical, desde el norte de Chile hasta Tumbes, en la proximidad de la frontera con el Ecuador, conunasuperficiede13000000dehect-reas, de las cuales slo un 3% est cultivado. La vida est circunscrita en los valles, que sonverdaderososisfluvialesseparadospor

    zonas ridas extensas, pampas, en las cuales slo llueve con intervalos de muchos aos y regularmentenorecibensinounafinalluviade invierno en la parte prxima al litoral. La falta de lluvia y la temperatura mode-rada son las anormalidades que caracterizan el clima costanero peruano. Weberbauer compara las temperaturas del Callao con las deBaha,ciudadbrasilea,situadaalotrolado del continente en la misma latitud. La temperaturamediadeBaha(24,8)es5,6msaltaqueladelCallaoyelmesmsfroenBahatieneunpromediode22,5sea1 ms que el ms clido del Callao. Tomamos del libro de Petersen el cuadro N 1 comparativo de las temperaturas de los puertosdelacostadelPacfico. Puerto Darwin en Australia, a la misma latitud que el Callao tiene un clima tropi-calconcasi28enelpromedioanual.ElCallao,con8.1menos,unclimasubtro-pical. En cambio, entre Arica y el Callao distante6,ladiferenciadetemperaturaesmnima.Haciaelnorte,lasdiferenciasconCartavio, Trujillo, Chiclayo y Talara son tambin menores que las que corresponden aladistanciageogrfica.Lamismaigualdadde temperatura presenta la corriente de Humboldt en toda su extensin sur a norte, yellonoshaceverquenoesunrodeaguapolar, sino una zona en que surgen a la superficielasaguasfrasdelaprofundidad.Hay puertos del norte donde el agua es ms fraqueenotrosdelsur. LacorrientefradeHumboldt,queeslaresponsable de los caracteres particulares delclimacostanero,fluyealolargodelacosta e inmediata a tierra, con una veloci-dadquesegnMurphy(1923)esde0.91millas por hora ms o menos cubriendo un ancho que no excede de 150 millas. Cuando alcanza los 5 lat. S. a la altura de PuntaParias(440lat.S)seapartadelcontinente mar afuera y pasando por las islas Galpagos se pierde en las aguas clidas ecuatoriales(Petersenpg.12).Lacostaal norte de Punta Parias recibe las aguas clidas de la co-rriente ecuatorial, llamada corriente del Nio porque se deja sentir des-pus de Navidad, aunque tiene su mximo en Fe-brero y Marzo. En ocasiones la co-rriente ecuatorial avanza anormal-mente hacia el sur

    produciendo cambios notables en el clima del litoral que se sienten en Chiclayo, Tru-jillo, el Callao y algunas veces hasta Pisco. Se reconocen las aguas de la corriente del Nio por el aspecto que la gente de mar conoce con el nombre de Aguaje o Mar enfermo. Nota: Mar verde, rojo, negro, aguaje rojo, mar enfermo llaman los pescadores a las aguas clidas y turbias del Nio por la presencia de algas microscpi-cas verdes rojas y de microcrustceos rojos del gnero munida y mar blanco o aguaje blanco cuando los microorganismos de la corriente de Humboldt han muerto por el contacto con las aguas tibias del norte. Frecuentemente trae la descomposicin de estos organismos unas emanaciones de gas sulfdrico, que algunas veces transforma-ronunosbuques surtidosen laBahadelCallao, pintados de blanco-plomo en una slo noche en buques negros, por lo cual se conoce el fenmeno en literatura como Callao Painter o El pintor del Callao. Tambin las escuelas de peces se disgustan con las aguas tibias y turbias y huyen al sur y a ellos les siguen en bandadas interminables las aves guaneras. Pero felizmente no dura mucho tiempo esta segunda Inversin del clima y pronto se restablece el reino severo,constanteyfrodelacorrientedeHumboldt. En la costa, slo la provincia litoral de Tumbes baada en parte por la corriente clida del Nio y colindante con el Ecuador tiene clima tropical y un rgimen de lluvias que permite el desarrollo de vegetacin selvtica en el litoral. Merced a los estudios climatolgicos del Dr. Petersen conocemos mejor que ningn otro el clima de esta re-gin del noroeste peruano, en que se realiza la transicin entre el desierto del litoral peruano y el exuberante clima ecuatorial. Raro es el viajero que no se sorprenda al ver la aridez de la costa peruana tan desacorde con la latitud. Para Humboldt, que fu un apasionadopor la geografa fsica y espe-

    Latitud Sur Promedio anual Mes ms clido Oscilacin anual Observacin

    Valparaiso 23 1' 14,3C Ene. 17,6C 6,3Iquique 20,12' 17,3C 15) Ene. 21,0C 5,4Arica 1830' 19,4C Feb. 22,8C 6,6Mollendo 175' 19,2C16) Feb. 22,7C 6,6 Callao 124' 19,2C Mar. 21,6C 4,7(Port Darwin) (1228'17) (27,3C) (Nov. 29,1C) 7,7?Cartavio 753' 21,2C Feb. 24,5C 6,0Talara 435' 22,1C Feb. 27,2C 8,7

    Zorritos 340' 24,3C - 4,9Zorritos 340' 24,9C Abr. 27,7C 5,2 192Zorritos 340' 23,8C Mar. 26,7C 4,6 1927

    Cuadro N 1

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    cialmente por los efectos de la temperatura sobre la tierra, fu el mayor de los enigmas y elquehabadelIevarloaldescubrimientodel fenmeno ocenico que hizo su nombre ms popular en los tiempos posteriores. El cielo encapotado amenazaba siempre lluvia, pero las paredes de adobn de las ruinasdeChanchncertificabanqueporlomenos durante dosmil aosnohaballovido. La aridez resalta ms ahora que se viaja en avin. El mdico de la costa tiene que admirar la falta de enfermedades tropicales que se propagan en la misma latitud. No hay pian, leishmaniosis, lepra endmica, anquilos-toma ni necator, blastomicosis brasilea, penfigo foliasio,lceras fagednicasde lapiel; el fagedenismo, comn en el clima hmedo de la hilea, en la costa se desarrolla slo en las cavidades hmedas, boca, nariz, bronquios, vagina, etc. donde encuentra un microambiente apropiado. El clima costeo hace rido el paisaje y limita las posibilidades cuantitativas de la agricultura, pero es factor determinante de muchas condiciones favorables; impide la propagacin de endemias correspondientes a la latitud, ofrece condiciones especiales para el cultivo de plantas valiosas como el algodn, que requieren un riesgo reglado. Ha permitido el almacenamiento del salitre y guano, los tesoros de ms honda trascen-dencia en la historia de la poca republica-na.Laarqueologatambinesdeudoraalasequedad de la costa, pues de haber llovido comocorrespondea la latitud, sabramosmuy poco o nada de las culturas costeas preincaicas.Elaguafraycargadadesaldela corriente peruana es excepcionalmente rica en plankton que sustenta una fauna marina abundante y variada, por lo que el pescado es un alimento fcil de conseguir y tan abundante que ha permitido el desa-rrollodeunaproficuaindustriapesquera. Tambin las condiciones climticas de lacostahaninfludoenlascaractersticassociales del Per. En Mxico, en Colombia y Venezuela los espaoles tuvieron que establecer las capitales en lugares altos para tener un clima templado propicio. En el Per se establecieron a la orilla del mar, lejos de los ncleos ms arraigados de cultura aborigen y prximos al intercambio marino, circunstancia que no fu propicia a la homogenizacin. La propagacin en la costa de algunas enfermedades y la falta de otras se debe a la accin circunfusa ambiental y no a las condiciones higinicas o de nutricin, pues stas si no son iguales, son inferiores

    en las poblaciones rurales de la costa a los que prevalecen en lugares semejantes de la selva. Tampoco han sido menores en la costa los factores externos de contamina-cin, pues adems de los que trajeron los beros,lainfiltracindeesclavosnegrosfumayor que en otras partes y adems, en la primera mitad del siglo pasado se trajo, en buen nmero, esclavos chinos como peones rurales, y algunos segn parece atacados de lepra. El comercio de forasteros ha sido en todas pocas intenso. Es bien conocida la participacin de los esclavos en la conta-minacin del continente americano con enfermedades extraas. En Tumbes, donde el clima cambia, la patologa,hastadondeseconocesehacetambintropical.En1925,encontramosenla ciudad de Tumbes y en Zarumilla casos de parasitismo intestinal intenso con uncinaria y tricocfalos, casos de lepra; mdicos de la regin nos han comunicado que han visto enfermos de pian. Tenemos datos para su-poner que existen casos de verruga peruana, loquenoseraunhechoinslito.

    Sub-tipos clmticos de la costa.- Dentro de la condicin de clima templado, la costa en una buena parte de su extensin (desde lafronterasurconChilehastaelgrado8,aproximadamente a la altura de Trujillo), presenta dos subtipos climticos, distintos por su grado de humedad y accin sobre la salud. El subtipo nebuloso o de lomas y el desrtico. El subtipo nebuloso de la costa (marcado porflechasennuestromapadepatologa)est condicionado por un banco de neblina, queenlosmesesdefroyacesobrelaparteprxima al mar produciendo las garas de invierno, y a consecuencia de ellas una ve-getacindelascolinasmuycaracterstica. El subtipo desrtico, ms apartado del mar, es seco, sin lluvias, favorable a la salud. YaelpadreCabohabanotadoestadife-rencia singular entre las dos zonas de la costa Porque la tierra vecina a la mar; desde su orilla hasta apartarse de ella cuatro o cinco leguas, es ms hmeda y de ms continuas neblinasylaquesedesvadelamar,desietehasta ocho leguas, goza de aire ms puro y seco y de cielo ms claro y alegre, como se ve en el valle de Lunahuan, lca y La Nazca, que distan de la mar de seis a diez leguas y son famosas por su regalado y saludable cli-ma. Aadiendo adelante Dos seales nos muestran la diferencia y son: que la tierra vecinadelamarcraniguasyesmuysujetade mal de asma y la apartada de la mar, el espacio dicho, carece de ambos achaques.

    Cuando los que sufren de ahogos les aprieta elmal,elremediomejorqueusanessubirroarriba, tres o cuatro leguas de esta ciudad, y en llegando a gozar de aire ms seco se hallan libres de su mal. Esta costumbre se conserva hasta la actualidad. Las evaporaciones marinas arrastradas hacia tierra por los vientos predominantes enlacosta,alpasarsobrelacorrientefrade Humboldt, se condensan en neblina. En invierno la neblina se queda en las colinas del litoral, manteniendo la atmsfera con un alto grado de humedad. En verano al chocar con el suelo caliente de la costa las nubes se elevan hacia la sierra. El diagrama, figura 2, tomado de laobra de Y. Bowman permite apreciar las relacionesfsicasdelasdistintaszonasdelas vertientes occidentales de los Andes, de la zona nebulosa de lomas, con el desierto costanero y con las quebradas o vertientes de los ros permanentes que bajan de lacordillera al mar y donde estudiamos las zonas de Phlebotomus. Las neblinas imprimen carcter al clima, actansobrelasaludyquizssobreelesp-ritu de los pobladores. Encapotan el cielo y mantienen el litoral a la sombra, bajo un manto gris de vapor de agua que favorece la formacindehongossaprofticos(mohos)causa de sensibilizaciones, adems irritan lasvasrespiratorias.Losclimasnebulososmantienen en suspensin los alergenos. El padre Cobo seala como diferencia entre las zonas de la costa que la cubierta deneblinascraniguas(Pedculopenetras)y la apartada del mar no. En la actualidad las niguas se propagan por igual en ambas zonas, en cambio el agente transmisor de la Tripanosomiasis americana la llamada chirimacha o vinchu-ca (Triatoma Sp.) se propaga mejor en las partes secas. En el puerto de Ilo la gente no la conoce, en cambio en Moquegua abun-dan. Sube ms que otros transmisores de la costa a la sierra y rechaza la zona nebulosa del litoral. Los focos costeos de mayor endemici-dad del mal del Pinto estn tambin en su mayoraenlapartedesrticaasoleada. La ciudad de Lima ubicada bajo el manto de neblina tiene un clima hmedo, malsano sobre todo en invierno, en que el promedio de humedad alcanza a 90 y 100%. Los limeos que pueden pasan el invier-no en la zona desrtica, donde en busca de ms horas de sol se han formado poblacio-nes climticas, como Chaclacayo, Santa Ins, Los Angeles y la antigua Chosica, llamada con razn Villa del Sol.

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    En toda la costa sur y media los habi-tantes de la zona nebulosa procuran pasar el invierno en la parte desrtica. La Fig. 3 es una vista area del valle de Lima tomada en la parte desrtica aproximadamente a la altura del kilmetro 27aguaabajodelroRmac.Alfondoseve el banco de neblina que cubre Lima, cuyolmitecontinentalyaceconbatanteconstancia sobre los cerros de las haciendas Estrella y Neveria. Los que viajan de Cho-sica a Lima en meses de invierno y los que llegan por el aire estn habituados a ver esa cubierta sobre la ciudad. Todomanifiestalacantidaddevaporde agua que nada sobre nuestras cabezas, escribi Unnue comentando el clima de Lima. Las personas de pulmones dbiles, sinesenlosdasdesol,respirancondifi-cultad agrega ms adelante. Es posible que la nebulosidad acte no slo manteniendo en suspensin los alrgenos sino tambin directamente como medio hmedo, sobre el organismo predisponindolo a otras reacciones alrgicas pues el reumatismo y las alergias cutneas son tambin frecuentes. En verano los limeos procuran vivir en las playas marinas, donde las brisas refres-cadasporlacorrientefraperuana,reducenel rigor del verano tropical a las horas del mediodaenlacancula. Los puertos marinos tienen la particu-laridad de ser ms frescos en verano y ms clidos en invierno que las poblaciones situadas bajo el manto de neblina. Cuando senavegaaguasafuerapasandoloslmitesde la corriente fra se alcanza una zonamarina tropical, donde el sol sorprende por su luminosidad.

    Los balnearios han sido ubicados de preferencia en las terrazas costaneras fuera de lacuencade los ros,dondeesmenorel peligro del paludismo y se goza de un clima ms seco. Desgraciadamente la falta de agua en la superficie obliga a surtirsede ella de pozos, que no bien controlados facilitan el desarrollo del Culex y an del Anophelex. El claustro de neblina a pesar de la tristeza de su color gris contribuye a la bellezadelpaisajeylaeconomadelpas,despertando en invierno sobre las colinas del litoral una vegetacin alegre, lomas, que es la nica vegetacin expontnea en los cerros de la costa, sirviendo de ali-mento al ganado. Su color intensamente verde, da aspecto ameno, contrasta con el desierto plido de arenas grises amarillas (Weberbaur). En la fiesta de San Juan la gente acude a las lomas enbuscadelasflo-res de Amancaes. Cuando el manto de neblina se le-vanta en las tardes sobre el horizonte forma ocasos po-lcromos que hansido mencionados por su belleza. Las grandes masas de nubes blancas que emigran a los pica-chos de los Andes, forman tambin un adorno del paisaje.

    Vientos de la costa.- El litoral recibe vientos del mar: brisas o virazones y vientos del lado de la tierra: terrales. Habitualmente en las primeras horasdeldasopladelponienteuna brisa marina fresca que aun-que con niebla hace deliciosas las maanas de verano porteas. Desde el medio da hasta elcomienzo de la noche el virazn viene con los alisos del sur (sur sureste) y es intenso, arrecia en los meses de primavera. El vi-razn vespertino, dice Petersen es la ms notable manifestacin dinmica de la atmsfera en el litoral. Arrastra corrientes de arena que hacen dao a la agricultura y en casos a la salud. Hemos observado casos de der-

    matitis y conjuntivitis graves en obreros que trabajaban en los arenales a las horas del viento. Se atribuye al golpe de la arena en las pampas del norte los casos de ceguera, que segn parece por los relatos de cronistas y representaciones cermicas, era frecuente entre los antigos mochicas. Se conoce con el nombre de Paracas las tempestades de polvo que produce el viraznvespertinoenlabahadePisco.Lasparacas apunta Juvenal Monge, penetran hasta 100 kilmetros tierra adentro en tanto quelasbrisasmarinasnopasandelos2040kilmetros. En ocasiones, casi siempre en relacin con desbordamientos hacia el sur de la corriente ecuatoriana, soplan vientos del norte, clidos y hmedos. Quiz por esta condicin tuvieran antiguamente prestigio demalsanos.UnnuedecaElsoplonorte

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    lastimalacabeza,deaququelosquepade-cen de ella pueden desde la misma cama, notar la hora en que comienzan. Ulloa y Jorge Juan aos antes mencionaron la misma particularidad. Los vientos marinos se perciben hasta 30 y40kilmetrosdellitoral,msadentroelclima es continental con vientos ms secos quesoplaneneldadelaspartesbajas,enla noche de la sierra, la alternancia cono-cida entre vientos del valle y vientos de la montaa,pudiendostossermuyfros.J.Mongeen sugeografacitacomo lugaresnotables por la intemperie de los vientos de sierra: Alto de Fierro en la cordillera de Cajabamba, la cordillera de Calla Calla al lado este del Maran y las vertientes de Chanchani. En el lado oriental el Per recibe los vientos alisos, ms tormentosos, clidos y cargados de agua.

    Las lluvias.- La costa peruana recibe dos formas de lluvia: la gara de invierno que cae sobre el litoral en el centro y sur y las lluvias de verano espordicas. En invierno la tensin de agua en el manto de neblina del litoral es tal que cualquierbajadetemperaturaproducerocoygara,siendodifcilestablecerel lmiteentre una y otra forma. Las garas pueden durarvariashorasydasenteros,peronoobliga al uso de ropas impermeables ni de paragua, los techos de las casas no necesitan ser inclinados. Ms humedecen que mojan y aparte de la accin nociva del aire hmedo, no tienen trascendencia en el estado sanita-rio. En invierno se agravan algunos casos de paludismo, pero las garas no intervienen en la endemia paldica, tambin los casos de verruga crnica y reumatismo se agravan conelfrohmedoquesesientemsqueelseco. La gara es ms o menos intensa en relacinconlatopografa. En las colinas costaneras, las neblinas se condensan, forman el ambiente hmedo de la vegetacin de lomas, cuyos rboles con sus ramas cubiertas de musgos estn siempre empapados. En la parte desrtica, por dentro de la faja de neblinas slo se producen lluvias espordicas, especialmente en tardes de verano. Son chaparrones de sierra con gotas gruesas, formadas en nubes altas, que tras-pasansulmitehabitualenlacordillera. De manera irregular distanciados al-gunas veces por perodos de 6 a 10 aosse presentan en la costa norte lluvias que pueden ser torrenciales. Tuvimos opor-

    tunidad de apreciar el desastre producido porlasdelao1925,queatrajolaatencinmundial por su magnitud y consecuencias funestas. La destruccin y las epidemias que despertaron constituyen un hecho que no sepodrolvidar.ElDr.VctorEguigurenhizo un estudio histrico y demogrficodelaslluviasdePiuraentrelosaos1894,1895,demostrandolainfluenciaquetenansobreel ndicedemortalidad,encambioquelosaossecoseranmenosmortferos,salvo en una oportunidad en que hubo una epidemia de Fiebre Amarilla. Estas lluvias se acompaan de irrupciones hacia el sur de la corriente clida del Nio que aumenta la temperatura y la humedad, pudiendo dejarse sentir en Lambayeque, La Libertad y en ocasiones an ms al sur.

    Edipemiologa.- La difusin del Mal del Pinto en todos los valles de la costa, desde elroMacarenlafronteraconelEcua-dor,hastaellmitesur(valledeSamaenel Per, de Lluta y Asapa en el territorio chileno), y la falta de Pian en toda esa ex-tensin,certificauncarcterdiferencialenlaepidemiologadeambasenfermedades.El Mal del Pinto se propaga en el clima templado sin lluvias de la costa, lo mismo que en el hmedo de la selva; el Pian por el contrario, como lo demostr la comisin que hizo estudios especiales en Jamaica, y loconfirmalareparticingeogrficaenelPer, requiere climas clidos, hmedos, conaltondicepluvimtricoyvegetacinboscosa. Estas condiciones rigen en la selva peruana donde se propaga por igual el Pian y el Mal del Pinto conviviendo en las mismas localidades, y presentndose algunas veces an en el mismo enfermo. La Pinta por su condicin de enfermedad indgenaautctona,abarcaenelmapadelPer mayor extensin. Esto se nota sobre todo en la selva donde convive con el pian. En muchas partes donde ste no ha llegado existe la pinta como enfermedad tradicio-nal. Valles semejantes y prximos se dis-tinguen porque unos presentan el Mal del Pinto endmico y otros estn libres sin que se pueda decir cual es la causa de esa diferencia.Vtor,Tambo,Moquegua,Locumba, Sama, Tacna, Lluta, son valles cor-tos, desrticos, casi paralelos, muy parecidos ensuvegetacinyensufauna,conrosdepoca agua que se pierden antes de llegar al mar, con agua salobre, sobre todo Locumba y Sama. De estos valles slo Sama tiene focos endmicos de Pinta, grupos aberrantes y casos espordicos hemos encontrado en

    Moquegua y Locumba. La indemnicidad de Locumba es notable, porque existe una de-vocin, el Seor de Locumba, posiblemente sustitucin catlica de algn culto incaico, que atrae cada ao una masa de peregrinos triple o cudruple de la poblacin estable, entre ellos muchos pintosos del valle de Sama, que permanecenvarios das en elpueblo.Despus de la fiesta se producenbrotes de gripe, catarros, viruelas, varicela, pero no se ha implantado hasta ahora la Pinta. Del lado oriental de la cordillera hay tambin tres valles parecidos por su ambien-teydireccin,elApurmac,elUrubambayel Paucartambo, de los cuales presenta Pinta endmica el Urubamba. Por los datos que tenemos de la Pinta del ladodelPacficonosubeen lacordilleramsarribadelos800a1000metros,noalcanza la zona de Verruga y Leishmaniosis andinaUta,quecomienzasobrelos1,200metros. Esta regla se altera en la quebrada del roSanta donde alcanza segndatosdel Dr. Nieto hasta Yungay a 1,535 metros. Es interesante que en este valle que corre como valle interandino de Norte a Sur, segn Weberbaur el cultivo de la caa de azcar sube como excepcin tambin hasta Yungay. La zona desrtico, clida y seca donde se sitan de preferencia los focos de Pinta de los valles de la regin del Pacfico eszona paldica y en la parte Sur se propaga tambin la Vinchuca o Chirimacha tras-misora de la Trypanosomiasis Americana. El paludismo alcanza las orillas del mar y sube ms que la Pinta. Las vinchucas no llegan a los puertos. En la selva de clima clido, hmedo y lluvioso, la Pinta se propaga junto con el Pian, la Lepra, la Leishmaniosis americana y dems enfermedades endmicas de la floresta americana estando la Pintamsextendida que el Pin y la Lepra. Se discute si aparte de las nodosidades yuxta-articulares producidas por las tres treponemiasis,sfilis,Pinta,Pian,existenotras de distinta etiologa. La geografamdica en el Per parece apoyar esta l-tima posibilidad, porque el rea de mayor densidad de la treponemiasis no siempre coincide con la de las nodosidades. La regin del Huallaga medio, fu por mucho tiempo la regin peruana de las trepone-miasistropicales,en1948encontramosso-breuntotalde2242personasexaminadas19,58%conantecedentesdePiany2,4%de Pinta.De 376 colegiales en quienesse realiz reacciones serolgicas25%las

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    tenanpositivasporantecedentesdePiano Pinta, sin embargo no vimos un slo caso de nodosidades. Esta falta contrasta con lo que hemos visto en otras partes de la selva donde el Pian y la Pinta no son tan comunes. En el bajo Huallaga y en el Ucayali sobre todo. En Pucallpa vimos varios casos y en Estero Moyuna en el Ucayalienuncolegiode56alumnoshaba3 casos con tumores muy desarrollados. En la costa peruana donde las nodosidades son debidas slo a la Pinta, son muy escasos y pequeos, nunca los hemos visto ms grandes que una haba. El Gundu no existe o es muy raro ac-tualmente en el Per. Quizs existi en la antigedad porque algunos huacos pre-incaicosmochicasparecenfigurarlo. La gangosa es enfermedad exclusiva de la selva,peronosesuperponeensugeografaal Pian, en el Huallaga medio no vimos casos. La lepra que se propaga en las regiones clidas y lluviosas del territorio, no lo hace en lo zona seca de la costa. El hecho tiene un marcado inters para el conocimiento delaepidemiologadelaenfermedad.Enlahistoriafiguralalepracomoenfermedadcomn en la costa. Hubo en Lima hospital para leprosos que alguna vez no alcanz para albergar a todos los enfermos, hubo persona virtuosa (Antn Snchez) que dedic a la asistencia de los leprosos su persona y su caudal. Sin embargo la historia es dudosa porque la enfermedad se esfuma con la in-troduccin de las tcnicas bacteriolgicas, como los fantasmas de la noche con la luzdelda,conposiblesexcepcionesmuyraras, los casos diagnosticados con la ayuda del microscopio, como los portadores de anquilostoma son siempre personas venidas de las regiones boscosas, sobre todo de la trasandina. Alrevisarlabibliografadelaleprapre-cisa tener presente que la palabra fu usada conotros significados, frecuentemente sellam en el pasado lepra a la pinta, que se hizo enfermedad comn en los negros esclavos y actualmente en la selva se llama lepra a toda escoriacin o lcera rebelde, designando lazarillos a los leprosos. El departamento de Piura ha sido desde poca remota un campo natural de expe-rimentacin en que se ha puesto a prueba la resistencia de las zonas ridas de la costa peruana a la propagacin de algunas enfer-medades, especialmente el Pian y la Lepra. Posiblemente desde la poca precolombina, el prestigio difundido de su clima seco y are-nasclidas,atraaenfermosdesdelugares

    distantes, sin que se llegaran a enraizar las enfermedades que venian a curarse. En la primera mitad del siglo XVII Alonzo deNezrelataquelosindiostenancomonico remedio eficaz del cutipemaneradebubas enterrarse en losdasdegransol y luego salir y echarse al sol. Ulloa y Jorge Juan en el siglo XVIII mencionan tambin la fama de las arenas calientes de Piuraqueatraanenfermosdegalico.Mstarde Unnue recomienda viaiar a Paita y a los centros inmediatos con temple seco a los gotosos, perlticos, escrofulosos, in-fectados de galico y de otros males que se curan con la transpiracin constante. En 1901 el mdico titular del departamento escriba: La lepra tuberculosa existe enmuy reducido nmero de personas venidas todas del Ecuador, con la idea de que este temperamento les sana o por lo menos que el curso de la enfermedad se retarda, pero en realidad lo que sucede es que en otros tiemposselesadmitasinrepugnancianirecelo alguno y eso ms bien los animaba a venir. En1925tuvimosoportunidaddeverenPaita dos casos y en Piura uno, ecuatorianos que convivan con familias peruanas.EnCatacaos un enfermo del mismo origen form familia, sin propagar su infeccin. Aumenta el inters de estos resultados negativos la existencia de casos autctonos de lepra a corta distancia en Tumbes, que como hemos visto es zona tropical. Ulti-mamente hemos diagnosticado en Lima un caso, con posible raigambre familiar, proveniente de Sullana en el valle de Chira, parte del departamento de Piura que pene-tra en la zona tropical con otro regimen de lluviassegnelmapitapluviogrficodelDr.Petersen. Zonas de sierra de la regin trasandina del sur del Per han sido conquistadas por la endemia leprosa (lepra de Andahuaylas descrita por el Dr. H. Pesce). Tambin Huancabamba provincia de Piura tiene lepra endmicahasta 1,800metros. Estazona endmica tiene doble inters, porque cierra el crculo de los climas propiciosalrededor de la zona indemne de Piura y demuestra por otra parte que la gran regin serrana sometida a lluvias peridicas, donde se propaga la Verruga y la Uta, es propicia a la endemia leprosa. La inmunidad de la costa es un argu-mentocontrarioalasteorasqueconcedenpapel a insectos en la trasmisin de la lepra, pues chinches, simulides, anofeles y pulgas se propagan con ventaja en las partes secas ysonlosvectosresponsablesdelapatologa

    propia de la zona. La abundancia de piques y pulgas en los pueblos rurales fu tradicional y ha sido mencionada como carcter resal-tante por antigos viajeros. Adems de las referencias de Ulloa: a los piques de la costa norte, hay las de Flora Tristn a las pulgas de la regin sur. Nota: JuandeArona refiere la siguienteancdota Un peruano que viajaba por Espaa le escribi a un amigo suyo espaol, personahumoristaquehabaresididovariosaos entre nosotros y que moraba entonces enlapennsula,elresumendesusimpre-siones en esta forma: Lahistoriadesupaspuederesumirseentres M M M moscos, mendigos y m ..... Pi-cado el espaol contest, la historia del suyo puede escribirse con P P P polvo, pulgas y piques. En los ltimos aos estos parsitos handisminudo sensiblementeen laspo-blaciones grandes por la introduccin del D.D.T. Tuvimos oportunidad de apreciar la abundanciadepulgasenpueblosycaserosprximos a la ciudad de Piura, Tacal, Cata-caos, Simbila, Noriguada, etc. Cada vez que visitamos algunos de estos lugares, en los que las casas son de caa y tienen suelo de tierra, ramos invadidos por Pulex irritans y algunas veces Pulex penetrans. Por la propagacin de pulgas la Peste bu-bnica forma parte del complejo de enfer-medades de la costa. Desde 1903 en que se identificaronlosprimerosbrotesepidmicossimultneos en el Callao y Pisco, se suele presentar ao a ao, en focos aislados a lo largo de la costa, sobre todo en la parte del territorio al norte del Callao. En la regin sur es rara y en Tacna en la frontera con Chile nunca se le ha visto. En Huanca-bamba, departamento de Piura alcanza comoexcepcinzonasdesierraa1800metros. La pulga chopix es el trasmisor ms extendido, las ratas de campo tienen la Poligenia y en la sierra como en el Ecuador juegapapelimportantelaCeratofilus. El Rinoescleroma encuentra condiciones ms favorables en el clima de la costa que enotras partes delPer.La geografa deesta enfermedad ha merecido un estudio especial por inters del Prf. Juvenal Denegri. No se ha encontrado casos en la selva, ni en la cordillera por encima de los 2,500metros. Pequeos focos endmicosfueronidentificadosenPiura,laLibertad,Ancash,Lambayeque,Cajamarca, Junn,Ayacucho, Moquegua, lca. La mayor parte de los casos, segn el Dr. Denegri provienen de la costa norte. Manuel Guillermo Loli que ha hecho tambin un estudio amplio deltemaencuentraquede16casos,15pro-

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    vienendelacostay1deCelendnenzonade clima seco. La costa y las zonas serranas sometidas a lluvias peridicas parecen ser las propensas a la endemia. La rareza del Rinoescleroma en la selva amaznica es evidente y se aprecia hasta en el Brasil.

    Paludismo.- En la poca moderna y hasta la introduccin del D.D.T, ha sido el paludismo la endemia no trasmisible de mayor trascendencia para la salubridad del pas.Slolaspartesaltasdelasierranolatienen. En las vertientes occidentales sube hasta los 2000metros en la estacin deverano, y en los valles interandinos hasta los2,500metros.Porsiycomofactordetuberculizacin fu la causa de ms peso en los ndices demorbosidad y letalidadelevados de las zonas clidas de la costa. Los obreros serranos le han pagado siempre un alto tributo al bajar a los llanos. Por mucho tiempo ha sido la enfermedad rural de rutina y la mayor probabilidad de acierto diagns-ticodelosprcticos.Enlosltimos25aosse han producido invasiones epidmicas a lugaresdondeantesnohabaexistidooselehabaolvidado.Estosbrotesepidmicosque hemos podido observar personalmente en Piura y la Convencin pusieron de ma-nifiestolagravedadqueadquierelainfeccin cuando se propaga en colectividades nuevas. El conocimiento de este hecho tiene mayor trascendencia ahora que se ha logrado detener la endemia en casi todos los valles de la costa. En1925 a consecuenciade las lluviasextraordinarias que hemos mencionado, se produjo una epidemia paldica en Piura que por su gravedad slo puede ser comparada con la de Fiebre Amarilla. Los enfermos mo-ranalterceroocuartodadeenfermedad.

    Micosis brasilea.- La posibilidad de in-feccin sin enfermedad ha sido puesta de manifiestoporlascutirreaccionesconanti-gosespecficosenlasmicosisprofundas.LageografaenelPerdelaParacoccidioidesbrasilensis restringida hasta ahora a la Selva amaznica, permite por los casos que salen a laCostaoalaSierraconfirmaresaposibili-dad y hace ver que pueden transcurrir largos perodosdelatenciaantesqueaparezcanlosprimerossntomasdelaenfermedad.Hastaahora no se ha encontrado en la costa un solo caso que no haya estado alguna vez en la Selva, algunos estuvieron muchos aos antes y por muy corto tiempo. El Sr. C.T.residenteenArequipavivi2aosenlaselvay27aosdespuspresentlosprimerossntomaslaringotraqueales,quese

    agravaron por un tratamiento con Estrepto-micina motivado por un falso diagnstico de tuberculosis. La niita C. D. que hizo una formacerradaconfundidaenclnicaconunHodkinghabaestado5aosantes,cuandotena7aos,enlaselvadeChanchamayo,por dos meses. Creemos indispensable que cada vez que se crea haber encontrado casos autctonos de la Costa o de la Sierra, lo mismo que variacionesclnicasdelasformasconocidas,se de a conocer los cultivos, pues puede tratarse de especies diversas o errores de diagnstico, de los que hemos visto varios. En el terreno de lasmicosis todava secometen muchos errores entre nosotros. Variosde los casosdenuestraestadsticafueron diagnosticados antes como tuber-culosis y repetidas veces hemos tenido que aclarar falsos diagnsticos de micosis.

    Leishmaniosis tegumentarias.- Tambin lageografacircunscritanoshaceapreciarciertas particularidades de las leishmaniosis cutneasque enotra formapodanpasardesapercibidas. Hemos visto casos de lce-ras leishmanisicas que se desarrollaron a causa de un traumatismo sobre la piel, en localidades donde no hay la enfermedad, pero siempre en personas que antes resi-dieron en lugares infectados. Este hecho y pruebas de inmunidad que relataremos en el captulodeepidemioloqanoshacencreerque tambin en las leishmaniosis puede haber infeccin sin enfermedad. Los casos delatenciadespusdelacuracinclnicason conocidos. Tambin la secuencia de las lesiones secundarias mucosas respecto a las cutneas se presenta con nitidez. Son mu-chos los casos que desarrollan sus lesiones mucosas fuera de las zonas endmicas y aos despus de haber sanado de sus lceras cutneas.

    REVISIN GENERAL DE LA DERMATOSIS EN EL PERClimayrazainfluyenenelaspectoparticu-lardenuestradermatologa,delqueslosepuede dar una visin aproximada y general porcarecerdeestadsticaslocales. En Lima se puede apreciar una marcada diferencia racial entre la clientela de los consultorios de hospital y particulares. Lapieldelindiosedefiendemejorquela del blanco, y es menos propensa a las reaccionesanormales.Laresistenciavaracon el mestizaje y sobre todo con el grado de pigmentacin del individuo. En grupos de indios oscuros que por razn de su trabajo, pasan la vida al sol,

    tales como pescadores, agricultores, etc., sorprende la falta de dermatitis solares cr-nicas, como las manchas solares, queratosis precancerosas,queilitisactnicasuotrasafecciones luminosas. El acn juvenil, la querosis de la pubertad, la seborrea capitis son menos frecuentes en los indios que en los blancos, casi siempre los jvenes indios pasan la pubertad sin otro cambio en la piel de la cara que un aumento moderado de la secrecin grasa. La falta de vello y escasezdepelossecundariosinfluyeenestadisposicin; es frecuente que no necesiten afeitarse y los adultos muestran el pelo del pubis con disposicin femenina. Hay tambin, sin embargo, querosis y acn en jvenes mestizos de piel oscura, pero no con la frecuencia que en los blancos. Las discromas formanparteconsiderabledelas dermatosis nuestras y su diagnstico puede ser difcil porque tienen causasvariadas. A las conocidas en la derma-tologa clsica se agregan las producidaspor el Mal del Pinto, las Micsicas y las Bacterianas. En los nios de colegio, de piel bruna, resultanlasacromasparasitariasdelacara,ms marcadas en las tierras tropicales del pas.Elimptigocrnico(dartrsvolantes),que en algunas partes se llama cancha. La Pitiriasis versicolor es acromiante, en las regiones tropicales invade el cuello, la nuca y parte de la cara, aparentando una discromiasifiltica. Hemos descrito una Pitiriasis acromiante delacaraycuerpo,similaralatiaflovadeCastellani y Al Malgache, cuyo agente cau-salesunSterigmatocito.N.Sp.clasificadocomo St. Cinnamominus (Weiss), 1930. Las personas de piel poco pigmentado habitualmente perciben sus infecciones acromiantes en la temporada de baos, cuando las manchas blancas se hacen visibles sobre la piel tostada por el sol. Difcilmente se leshace comprenderqueno hay relacin entre la desaparicin del agente infectante y la acromia. Lesiones completamente estriles pueden reaparecer por una insolacin. Los genitales tienen una pigmentacin acentuada en los indios y mestizos. Como es sabido en Africa, para reconocer la mezcla con negro, tambin el componente indio se puede delatar en personas aparentemente blancas, por el color oscuro de los genitales masculinos externos. Indios y mestizos suelen presentar man-chas pigmentadas en las mucosas, que no son patolgicas. Han sido llamadas man-chas tnicas por el Prof. Carlos Monge.

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    El cloasma se acenta en las personas mestizas. Tambin son muy intensas las pig-mentaciones producidas por la bergamota y el sol. La Mancha monglica por su frecuencia merece ser citada. Se le llama en el Per Coyu siki, Ana siki, Medalla siki, Callanazo, Testamento, Esmeralda de familia. Es ma-nifiestaenlosmestizosymsvisibleenlosindios que en los blancos y negros. De color verde o morado verdoso, quien no sabe de ella puede tomarla por una afeccin pigmen-taria. La hemos visto en nios hasta de 11 aos y algunas veces distante de la regin sacra. El Dr. Ricardo Palma, a quien debemos unestudiomonogrficolahaencontradoen137sujetosmestizosentre189examinadosy en la siguiente distribucin de edad:

    de 0 a 1 ao 76%de 1 a 2 aos 33% de 2 a 3 aos 20%

    de 3 a 4 aos 8%

    Porcentaje que indica que se trata de un carcter dominante. Un fenmeno notable y molesto, no slo para los que lo presentan, es el excesivo sudor, con mal olor de los pies: hiperhidrosis con bromidrosis (pezua) de los Serranos del pueblo recin llegados a la costa. Con lapermanenciaen lacostael sntomaseaminora. A los indios de la sierra le sudan las ma-nos y los pies, a las personas de raza negra, las axilas, el grajo o sobaquina de los zambos es conocido. Los bebedores de chicha y comedores de ajsonpropensosalaRossea;enCatacaos,en Aplao y Arequipa donde se consume mucha chicha, hemos visto numerosos ejemplos,algunosconRinofimia. ElDr.MarroqunhadescritocasosdeCutis vertices gyrata en indios de Puno, tambin de una forma de Queilitis por levaduras que llaman llegte. De cutis vr-tices hemos visto dos casos en mestizos de Huancavelica. De nuestra experiencia creemos deducir que el Vitiligo es ms frecuente en poblacio-nes andinas altas, como Arequipa, Matuca-na, Hunuco, Huancayo contrastando con el Mal del Pinto que es de tierras bajas. Sin embargo en focos de Mal del Pinto hemos visto casos de Vitiligo. Los que relacionan el Lupus eritemo-toso con los climas tempestuosos y de bruscas variaciones, no podran explicarsu frecuencia en la Costa peruana donde

    no hay tempestades ni cambios acentuados de temperatura, y se presentan las formas crnicas, sub aguda y aguda. La Psoriasis, Liquen plano, la Pelada, las Neurodermatitis, los Transtornos neuro-vasculares, el Lupus eritematoso crnico y diseminado, el Herpes zona, la Pitiriasis ver-sicolor, la Rosada de Gilbert, los Eritemas: Multiforme, Nodoso, Indurado de Bazin, Eczematides, Piodermitis, Intertrigos, Im-ptigos, el Prurrigo estival, la Deshidrosis, constituyen los casos diarios del consultorio dermatolgico y los hemos visto en las tresregionesdelpasyenpersonasderazablanca y mestiza. Con menos frecuencia que las anteriores se ve casos de Esclerodormia general y en placas,enadultosynios.Penfigovulgary vegetante, de Enfermedad de Duhring, Melanosis de Riehl, Poikilodermia vascular, la Poikilodermia reticular pigmentada de Civatta. La Fibromatosis de Reklenhau-sen, Ictiosis, Nevis, Angiomas, Queloides; Dermatitis hipostticas de las extremida-des inferiores, Xantomas, Herpes simple, Molluscum contagiosum, Enfermedad de Bowen, Epiteliomas. De las enfermedades raras hemos visto en personas con mezcla de razaindia:QueratosisfiguradadeMibelli,Acantosis nigricans, Periarteritis nodosa, Dermatomiositis, Acrodinia infantil, Sarcoma mltiple pigmentario de Kaposi, Adenoma sebceo de Pringle, Lengua negra pilosa, Pseudo-pelada de Broq, casos de Ainhum en negros de Caete. Epitelioma clcico, un caso con cinco ndulos. El Angioma rubi es propio de la raza blanca, con frecuencia se le confunde con lesiones incipientes de Verruga peruana. El Lupus eritematoso en las personas pigmentadas comienza como una mancha hipercrmica. La Deshidrosis, el Prurrigo estival, la Pitiriasis rosada, lo mismo que otras dermatosis alrgicas se presentan en los cambios de estacin, sobre todo en los meses de primavera, setiembre, octubre, noviembre. Tambin enfermedades inter-nas de naturaleza alrgica como las Colitis y las lceras del estmago se agravan en primavera.Laacentuacindelossntomasde la Verruga peruana crnica en esa poca, estaraafavordelcarcteralrgicodeesaforma de infeccin. Lainfluenciadelaprimaverasobrelasreacciones alrgicas es notable y fu per-cibida ya por Unnue, que comentando la ConstitucinMdicadelao1779deca:la principal enfermedad eran los catarros yenespecialafinesdeoctubreyenelmesde noviembre, agregando en otra parte:

    En la primavera hubo muchos sarnosos, pero con xito favorable en la curacin. La sarnamolestmucho. El Esto porla misma razn cura estas afecciones que cuando son rebeldes se destierra por el usodelbaodelmar.Sevequeconocatambin la ventaja del bao de mar sobre las dermatosis alrgicas, ventaja que en la actualidad se cree exclusiva de algunas lagunas saladas, como Huacachina, las Salinas, etc. El Lupus vulgar y sobre todo la forma ulcerosa es afeccin poco frecuente, resulta rarsimoverlaenpersonasdepieloscura,quizs en los indios puros no existe. No creemos que su rareza, que ha sido notada enotrospasesdeAmricalatina,sedebaa una deficiente resistencia de la colec-tividad a la tuberculosis, pues si bien los ndices de infeccin pulmonar sonmuyaltos y con cuadros exudativos, tambin con relativa frecuencia se presentan formas ganglionares y la Tuberculosis verrucosa cutis que denota mayor defensa es la forma trivial nuestra de tuberculosis cutnea.

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