Enero 2012

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Revista mensual. Enero 2012 n°5. NE, Venezuela. Revista OTILCA Bienvenido

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¡La Orquesta Típica Luisa Cáceres de Arismendi le da la bienvenida al nuevo año 2012!

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Revista mensual. Enero 2012 n°5. NE, Venezuela. Revista mensual. Enero 2012 n°5. NE, Venezuela.

Revista OTILCA

Bienvenido

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NOTA DEL EDITOR En nombre de la gran familia OTILCA deseamos que éste año 2012, sea de grandes logros y que se cristalicen todos los objetivos propuestos.

Hace tres años nace la Orquesta Típica Luisa Cáceres de Arismendi hoy llamada OTILCA. El 14 de febrero del año 2009 en la comunidad de la Cruz Grande (Municipio Mariño) inicia sus ensayos con tan solo seis integran-tes, desde entonces ha dado grandes pasos hasta llegar hoy día a casi el centenar de integrantes.

Dicha celebración será conmemorada con diversas actividades como el Festival de Solistas de la OTILCA, edición especial de la Revista OTILCA, Inicio de La Cantoría, Recitales y el Gran Concierto Titulado “Tercer Aniversario de la OTILCA”, donde contaremos con el apoyo de institucio-nes públicas y privadas que han visto durante todo este tiempo el creci-miento de nuestra institución, pero también padres, madres, represen-tantes y público en general que con cariño han apoyado este joven pro-

Nota del Editor

En resumen de cuentas,

La casa de estudios musicales que une a niños, ni-ñas, jóvenes y adultos regulares o con necesidades educati-vas especiales.

El firme propósito de demostrar que los sueños se pueden hacer realidad y que con orgullo llevamos el nom-

bre de una heroína que con su vida demostró ser grande y es nuestra fuente de inspiración.

Amor, alegría, orgullo con talento margariteño.

INSCRIPCIONES GRATIS: Con mucha alegría anunciamos las inscripciones para nuestra Cantoría Luisa Cáceres de Arismendi, especialmente dirigida a adultos que por lo general tienen horarios complicados pero con enormes deseos de apren-der música (más información página 11). Además, la Escuela de Música Luisa Cáceres de Arismendi celebra el ter-cer aniversario de la OTILCA por todo lo alto, ofertando inscripciones to-talmente gratis en los meses de enero y febrero para todos los instru-mentos y programas (maternal, educación especial, regular y educación para adultos).

¿Cómo inscribirse? Los pasos son muy sencillos; primero los interesados deben acudir a nues-tra sede principal (Edificio Esparta Suites), para realizar su PREINSCRIP-CIÓN y luego al ser completado un grupo de 20 personas será llamado para la formalización de la inscripción y posterior inicio a clases.

Lcdo. Samuel González Castrillo

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A veces perdemos tiempo

valioso de nuestras vidas

buscando afuera las cosas

que tenemos dentro o cerca de

nosotros. Buscamos personas que

nos valoren, nos amen y nos en-

tiendan en el exterior, pero dentro

del núcleo de nuestra casa, existen

seres tan cercanos como nuestros

familiares.

La familia no es algo que puedes

escoger, pero si hay algo que valo-

ro, amo y por lo que vivo infinita-

mente agradecida de Dios es por

mi familia. Sobre todo mis padres,

mis hijos, mi nieto, mis hermanos

mi abuela y mis sobrinos. Son el

regalo más bello que Dios me ha

dado. Mi sostén en momentos en

que los golpes de la vida me han

destrozado o en los cuales he que-

rido enloquecer.

Cada día que pasa aprecio más

cada momento que paso con ellos.

Me causa también mucho dolor

cuando los hiero o lastimo muchas

veces sin proponérmelo. Porque

en ocasione las palabras cargadas

de coraje o en momentos que me

siento sensible, lastiman. Pero la

familia es algo muy importante.

Quien no dedica tiempo a sus se-

res queridos es un ser incompleto.

También nos toca tener familia en

nuestros trabajos, en la iglesia, en

nuestros grupos de encuentro en

mi caso personalmente en la or-

questa unos de mis núcleos fami-

liares donde asisto y comparto con

los integrantes y su directiva, los

cuales me hacen sentir que esta-

mos en familia donde cada uno de

nosotros aprende la disciplina, el

valor de la amistad y sobre todo el

respeto del uno por el otro.

Para terminar cito al Venerable

Juan Pablo II.

Mary Guilarte

FAMILIA QUE REZA UNIDA

PERMANECE UNIDA

Parroquia San Francisco Javier

“Familia que reza unida,

permanece unida” .

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M uchas veces hemos escu-

chado que la música, es el

“Lenguaje Universal” que permite

comunicarnos con cualquier perso-

na rompiendo las barreras del idio-

ma. Al analizar el arte desde este

punto de vista, podríamos llegar a

comprender la importancia de la

música como patrimonio humano,

y el porqué de su alcance por enci-

ma de otras artes, además de su

permanencia a través del tiempo

con la cultura del hombre.

¿QUÉ ES EL LENGUAJE?

Se llama lenguaje

(del provenzal lenguatgea y este

del latín lingua) a cualquier tipo

de código semiótico estructurado,

para el que existe un contexto de

uso y ciertos principios combinato-

rios formales. Existen contextos

tanto naturales como artificiales.

Por el lenguaje entendemos un

sistema de códigos con cuya ayuda

se designan los objetos del mundo

exterior, sus acciones, cualidades y

relaciones entre los mismos. (A. R.

Luria, 1977).

EL LENGUAJE COMO MEDIO DE

EXPRESIÓN

Es decir, mediante estos códigos

utilizados en el lenguaje logramos

hacer llegar nuestras ideas, pensa-

mientos, sentimientos y opiniones

a los demás, logrando así cubrir

una gran necesidad humana como

lo es la expresión del ser.

LA MÚSICA COMO LENGUAJE.

Conocemos que para la comunica-

ción es necesaria al menos la exis-

tencia de un emisor, un mensaje, y

un receptor; junto al código, el

canal y el contexto que rodeará

LA UNIVERSALIDAD DE LA MÚSICA

Isaías Subero

CONTEXTO

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dicho mensaje. La música ha de-

mostrado ser un excelente medio

de comunicación no sólo por cum-

plir con los requisitos necesarios

para ser considerada como tal, sino

por la eficiencia y rapidez con la

que transmite el mensaje.

El músico es el emisor del mensaje,

quien lo envía a través del sonido

que viaja por el aire (el canal), has-

ta el receptor, quien lo “descifra” y

se ve afectado emocionalmente

por el mismo.

La música logra influir en nosotros

de una manera que ningún otro

arte ha podido, algunos estudios

demuestran que la música, es la

más “rápida” de las artes, a pesar

que la velocidad de la luz es supe-

rior a la del sonido, tardamos mu-

cho más en apreciar una pintura,

que en regalarle toda nuestra aten-

ción a una melodía desde la primera

nota. Además, en la mayoría de las

personas, la música logra influen-

ciar emocionalmente de tal manera,

que es capaz de cambiar el estado

de ánimo con tan solo escuchar una

canción.

La música cuenta además con su

propio código, posee sus propias

normas en la escritura y lectura de

las partituras, las cuales represen-

tan el principal medio de registro

musical desde hace siglos, y lo me-

jor de todo, es que no es necesario

que el receptor lo conozca para

entender el mensaje, debido a que

el sonido, al llegar al cerebro actúa

sobre las emociones de las perso-

nas, haciéndolas sentir alegres, tris-

tes, nostálgicas a las expectativas.

Incluso cuando el receptor no sepa

cómo escribir o leer música, podrá

entender el mensaje porque existen

en él otros elementos aún más im-

portantes, que podrá familiarizar

con sus propias experiencias y sen-

tirse influenciado por ella. En mu-

chos casos, la música viene acom-

pañada con letra, lo cual representa

una unión de dos lenguajes para

transmitir una misma idea, lo que

hace más claro y directo el mensaje.

El hecho de que al escuchar música

podamos “ver” imágenes en nuestra

mente, no es sino normal, el sonido,

al igual que el olor, pueden recor-

darnos experiencias vividas en el

pasado que nuestro cerebro no tar-

dará en mostrarnos, haciendo más

viva la experiencia.

La música es universal porque no

necesita que el emisor hable el mis-

mo idioma que el receptor, ambos

poseen otros elementos sonoros en

común, y cuando estos son usados

de forma coherente y lógica para

transmitir una idea, entonces le lla-

mamos música.

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C omo nuevas generaciones

estamos acostumbrados, a

“subirle el volumen” a nuestras

vidas, sin saber muy bien que a

largo plazo perderemos la capaci-

dad de apreciar cada uno de los

matices que caracterizaban a los

sonidos que antes percibíamos.

Todo empieza cuando eres ado-

lescente y pierdes los límites de

tus decibeles.

La capacidad auditiva de un ser

humano está en riesgo cuando los

sonidos a su alrededor se exceden

de 90 decibeles. Si una persona se

expone de manera prolongada a

un volumen de esta magnitud,

puede sufrir una pérdida gradual

de audición. Tampoco se reco-

mienda escuchar sonidos de 100

decibeles sin protección (como

ocurre a veces en fábricas, donde

los empleados se encuentran to-

talmente expuestos a ruidos al-

tos) por más de 15 minutos. Y ni

hablar de exponerse regularmen-

te a 110 decibeles por más de un

minuto, porque la pérdida de

audición podría ser permanente.

Por eso, para saber a cuántos deci-

beles nos exponemos diariamente,

aquí están unas pequeñas relacio-

nes entre los ruidos cotidianos a

los que estamos expuestos y el

riesgo que los mismos representan:

Una conversación normal, una

carcajada o un ambiente en una

oficina o salón tranquilo son equi-

valentes a 60 decibeles, lo que

resultaría totalmente normal y

poco perjudicial para nuestro oí-

do. Los ruidos del tránsito en la

ciudad, el metro y las motocicle-

tas llegan a los 80 decibeles, casi

Verónica Sarache

MODERA TU VOLUMEN,

CUIDA TU AUDICIÓN

Decibeles… ¿qué son?

Los decibeles se definirían, de una manera un tanto científica, como la

unidad utilizada para expresar la magnitud de una modificación en un

nivel sonoro o señal física, eléctrica o electromagnética. En palabras

más simples, es la unidad aplicada para medir la magnitud de un soni-

do.

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el límite establecido. El camión de

la basura y una sierra eléctrica

llegan a los 110 decibeles, sobre-

pasando el límite y siendo, inevi-

tablemente, perjudiciales para

nuestro sentido auditivo. Y los

centros nocturnos, como las dis-

cotecas, el máximo volumen en el

reproductor de música con audí-

fonos y los conciertos de rock

equivalen a 120 y 140 decibeles,

nocivos totalmente para el ser

humano y su audición.

¿Qué se recomienda?

No se puede hablar jamás de ais-

larse de la sociedad por querer

cuidar el sentido auditivo, de ma-

nera que queda descartado total-

mente. Lo que sí se puede sugerir

es que, si ya uno está expuesto

inevitablemente a ruidos como lo

son el tráfico, las motocicletas, el

camión de basura, entre otros, no

cuesta nada moderar el volumen

de los reproductores de música,

más aún cuando se llevan audífo-

nos, evitar asistir constantemente

a eventos como lo son conciertos

de rock, clubes nocturnos y fiestas

(hacer de eso una ocasión espe-

cial, no frecuentar de manera per-

sistente), para impedir los daños

futuros en nuestra capacidad de

percepción de los sonidos.

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La música es una manifestación

ancestral y universal presente en

todas las sociedades humanas. La

capacidad para apreciar la música

no requiere de entrenamiento espe-

cífico. El comportamiento musical

es universal y también lo son reglas

musicales comunes tales como el

uso de sistemas de escalas basados

en octavas y la preferencia de las

consonancias por sobre las disonan-

cias, esto puede interpretarse como

evidencias de una condición innata.

Las reglas han surgido de forma

independiente y paralela en cultu-

ras aisladas, e incluso algunas de

estas reglas se aplican a la percep-

ción musical de especies no huma-

nas. Esto implica que las mismas

tienen su base en la organización

del cerebro más bien que en la cul-

tura.

Estudios realizados en fetos e infan-

tes han revelado que las capacida-

des auditivas básicas como la discri-

minación de tono e incluso capaci-

dades más complejas como el reco-

nocimiento de una melodía, ya es-

tán presentes en etapas tempranas

del desarrollo. Se ha sugerido que

esto podría deberse en parte al estí-

mulo musical prenatal. Sin embar-

go, la capacidad del adulto de perci-

bir la música depende en parte de la

cultura, mientras que los infantes

parecen tener una capacidad más

generalizada, que obedece a las

reglas musicales universales antes

mencionadas. Esto implica la exis-

tencia de una habilidad innata que

más tarde en la vida puede ser mo-

dificada por efecto ambiental. Una

pregunta fundamental es si esta

habilidad está o no determinada

genéticamente, y de estarlo hasta

qué nivel.

El escuchar música o ejecutarla tie-

ne múltiples efectos en la estructu-

ra y función del cerebro, eviden-

ciando un efecto biológico. En estu-

dios neurofisiológicos se ha encon-

trado que la estimulación musical,

activa áreas específicas del cerebro.

También se ha demostrado que la

práctica musical activa, agranda

algunas áreas del cerebro. En inves-

tigaciones con tomografía de emi-

sión de positrones (PET), se ha evi-

denciado que el escuchar música

produce cambios fisiológicos en el

flujo sanguíneo cerebral y las fun-

ciones cardiovascular y muscular.

MÚSICA Y GENÉTICA

M.Sc.Tany Fonseca de Pérez

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Sin embargo la naturaleza de las

moléculas implicadas en estas

respuestas aún no ha sido identi-

ficada.

Es evidente que la destreza musi-

cal se agrupa en familias. Todos

cocemos familias enteras en las

que la habilidad musical es la re-

gla. Qué tanto de esta agrupa-

ción familiar se debe a factores

genéticos o a factores ambienta-

les es motivo de activo debate.

Pues también es cierto que las

capacidades comerciales, artesa-

nales se agrupan en fami-

lias .¿Cómo saber si se hereda la

capacidad o si el estar inmerso en

un medio ambiente musical desde

antes del nacimiento define el

resultado?

Se ha demostrado que existe un

componente genético en fenoti-

pos excepcionales de aptitud mu-

sical como lo son: el oído absoluto

(la capacidad de identificar un

tono aislado sin ningún tono de

referencia) y la amusia congénita

(sordera a los tonos). Adicional-

mente, se ha encontrado una

mayor coincidencia de la capaci-

dad de reconocer un tono erró-

neo en melodías simples conoci-

das en parejas de gemelos

(genéticamente idénticos) que en

parejas de morochos (tan pareci-

dos genéticamente como pueden

serlo dos hermanos). Estos resul-

tados revelan la presencia de fac-

tores hereditarios.

La capacidad musical varía entre

individuos y se expresa a nivel

poblacional de tal forma que

ambos extremos (individuos

“El escuchar música o ejecutarla tiene múltiples efectos en la estruc-

tura y función del cerebro, evidenciando un efecto biológico.”

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extremadamente capaces o inca-

paces) son infrecuentes, presen-

tando la gran mayoría de la po-

blación capacidades musicales

intermedias. Esta forma de distri-

bución de una característica en la

población es típica de caracteres

complejos determinados simultá-

neamente por varios genes y que

además está influenciado noto-

riamente por factores ambienta-

les. A este patrón de herencia se

le conoce como multifactorial.

En el año 2008 investigadores de

la Universidad de Helsinski, Fin-

landia, encontraron mediante el

estudio de 11 familias de varias

generaciones (234 personas estu-

diadas), la primera asocia-

ción reportada entre la ca-

pacidad musical y una re-

gión cromosómica específi-

ca (4q22). Posteriores estu-

dios muy probablemente

identificaran el gen implica-

do ubicado en dicha región.

Este sería el primer gen

identificado de los varios

que se espera estén implica-

dos en la herencia de la ca-

pacidad musical si se asume

el patrón de herencia multi-

factorial antes mencionado.

La aptitud musical es en resumen,

una capacidad cognitiva innata que

está bajo regulación genética,

pues ciertamente nacemos con un

potencial musical heredado. Sin

embargo, dicho potencial no defi-

ne la capacidad musical que alcan-

zará un individuo, sólo sirve de

base para desarrollar o no experti-

cia musical si se somete a un me-

dio ambiente favorable. En otras

palabras, en la gran mayoría de los

casos lo que logremos con la po-

tencialidad musical que hemos

recibido en herencia, dependerá

del buen uso que hagamos de la

misma.

Bibliografía consultada:

Palli K,Karma K, Norio R,Sistonen P,Göring H y Järvelä. (2008). Genome-wide linkage

scan for loci of musical aptitude in Finnish families: evidence for a major locus at 4q22.

Journal of Medical Genetics 45: 451 - 456.

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APÓYANOS

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La Escuela de Música Luisa Cáceres de Arismendi anuncia la creación de un nuevo proyecto de enseñanza musical dirigido a adultos interesados en el canto. Con el alto estándar ya fijado por la organización, la aten-ción va dirigida esta vez a los adultos, quienes por horarios de trabajo, no pudieran asistir a clases matutinas o vespertinas, brindando una op-ción viable al estudio de la música. La Cantoría de 7 a 9, representa una nueva adaptación al exitoso con-cepto de educación manejado por la OTILCA, no solo ofrece un horario cómodo para los integrantes (de siete, a nueve de la noche) sino ade-más involucra el aprendizaje del canto a través de técnicas corales, y

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La Cantoría

www.otilca.wordpress.com

Orquesta Típica Luisa Cáceres @otilca

[email protected]

www.otilca.com

Director: Lcdo. Samuel González Castrillo

Coordinadora: Profa. Nathalia Quintero

Administración y Enfermería:

Lcda. Mélida Socorro

Profesora de Piano y Clarinete:

Lcda. Carolina Villegas

Utilería:

Pedro Luis Lares

Editores:

Lcdo. Samuel González Castrillo (Director)

María Verónica Sarache (Violín)

Isaías Subero (Contrabajo)