Con el deseo de conocer la realidad del MTA, de re-descubrirlo para re-avivar las

brasas que hay en el “ambiente”, nos juntamos el Equipo nacional y 70 personas que respondieron a la

convocatoria.

Allí estaban un buen grupo de hermanas teresianas, monitores del campamento de Canfranc, profesores de colegios teresianos, miembros de las cdad de MTA de Zaragoza, personas que fueron del movimiento… y en la gran y variada diversidad de vidas y experiencias tuvimos el encuentro.

El Llamamiento de Enrique de Ossó y las palabras de Teresa nos adentraron en la oración y nos fueron invitando a entrar en el castillo.

Hicimos un recorrido por la historia del MTA desde sus orígenes en Tortosa y fuimos situando la realidad de hoy.

Una dinámica por parejas nos adentró en el conocimiento de unos con otros y en poner nombre y palabra a lo que desde el corazón sentimos, deseamos y vivimos como teresianos- Compartimos nuestra respuesta a la urgente llamada hoy…

¿Qué es para mí ser teresiano?¿A qué me llama hoy el Padre Enrique? ¿Qué

llave nos ofrece para abrir la Puerta?¿Qué espacios encuentro para abrir mi castillo

en mi comunidad?¿Cómo es mi forma de ser y estar como

teresiano/a en el mundo? Y también ¿cómo debería ser según Enrique y

Teresa?

Tuvimos un descanso-afectivo y seguimos con la puesta en común a aquellas respuestas

personales compartidas en parejas. La verdad es que fue una dinámica que movía los

corazones, un viaje por nuestra historia como teresianos, un recuerdo de experiencias

pasadas y camino recorrido hasta nuestro hoy. Se hicieron muy presentes los que se “han ido quedando en el camino”, los que estuvieron y

ya no están y los que han dejado una huella de su paso en nuestro camino.

¡Compartíamos afecto!

Quedaba ver lo que está por construir, los caminos que nos falta recorrer y por donde seguimos

buscando. Quizá no hubo conclusiones, ni objetivos marcados pero sí quedó constancia de que EL MTA

ESTÁ VIVO Y TIENE VIDA y de que juntos, porque nos necesitamos, tenemos una puerta abierta para el

encuentro. No se trata de estructuras, las pistas las tenemos, pero desde cada situación y realidad que

uno vive como teresiano en el mundo tiene que encontrar-se con otros que buscan y sueñan. Acabamos la mañana con la celebración de la

Eucaristía y una comida fraterna.

Mi vida, nuestra vida, se va configurando por lo que hemos recibido de los nuestros, por lo que en el día a día hemos ido recibiendo de la gente que nos va queriendo… que nos “van haciendo” desde donaciones, enseñanzas, tiempos dedicados, gestos de amor y desde el compartir con los otros los regalos valiosos que LA VIDA les va haciendo. Nosotros, todos los que nos reunimos en Zaragoza este fin de semana, hemos tenido la suerte de ir creciendo entre gente que nos ha ido transmitiendo que el encuentro con Jesús es algo fundamental para estar en este mundo, un modo de estar con Jesús muy particular, “A lo Teresa”: Verdadero, franco, íntimo, afectivo… implicado, agradecido… y fuimos hasta allí haciéndonos eco de la misma urgencia y compromiso que acogió Enrique en su encuentro con Teresa:¡ Somos hermosura y dignidad! ¡Somos hijos! ¡Somos encuentro! ¡Somos relación! ¿Cómo no juntarme con otros que han heredado este gran tesoro, que lo sienten como don personal para construir y aportar algo bueno a nuestro alrededor? … o sólo por el gozo de compartirlo…? Aunque seamos distintos en formas y modos, es gustos y disgustos… hay palabras, que nos ponen en guardia, con las que nos sentimos nombrados, vitalmente conectados y en las que nos sentimos reconocidos… Pongamos a esas palabras: Enrique, Teresa, Jesús, MTA, Compañía de Santa Teresa, Familia Teresiana… rostros concretos con os que ir haciendo camino hacia aquello que es Reino y Vida.

Busquemos los cómos, y como hicieron con nosotros, pongamos en las entrañas de otros, los mismos sueños a los que nosotros ya no podemos renunciar, porque son parte de nosotros mismos, de nuestra manera de ser y de estar…Es verdad que no hemos llegado concreciones, en un solo día no se podía pretender, pero hemos quedado llamados a poner ideas, sugerencia, acciones y oraciones en común para continuar compartiendo la herencia que recibimos…