Encontrar La Gratitud en Lugares Cotidianos – Vivir Agradecidos

3
Encontrar la gratitud en lugares cotidianos Testimonio de vida de Kristi Nelson, Directora Ejecutiva de A Network for Grateful Living (Una Red para Vivir Agradecidos). Habiendo sobrevivido a un cáncer grado cuatro, Kristi confiesa que con el tiempo fue perdiendo la actitud de agradecimiento constante que le había proporcionado esa situación límite. Por lo tanto, concluye, el vivir agradecidos es una práctica diaria que requiere un esfuerzo por asombrarnos ante todo lo que se nos presenta. o hay nada por lo que estoy más agradecida que por mi capacidad de ser agradecida. Esto puede parecer un burdo esfuerzo por zafar de identificar qué es aquello que más agradezco en la vida… y lo es. De todos modos, sinceramente mi capacidad de agradecer triunfa por sobre todas los motivos para ser agradecida. La mayoría de nosotros tiene una cantidad de motivos por los que estar agradecidos. Solo pensemos: tenemos un par de ojos, oídos, pulmones y manos. Y como si esto no fuera suficiente, tenemos un corazón que late y un cerebro que nos maravilla; tenemos una piel que nos cubre, tenemos órganos brillantes y una variedad de sentidos bien sintonizados y nunca ociosos. Nuestros cuerpos son un verdadero milagro, como lo es la naturaleza toda. Y si somos afortunados, tenemos gente que se preocupa por nosotros, tenemos un techo sobre nuestras cabezas, tenemos acceso a suficiente agua potable y comida como para no pasar hambre. Una verdadera avalancha de asombro nos arrasaría si tomáramos conciencia de cuántas razones tenemos a cada momento para ser agradecidos. Sin embargo, el tener incluso infinitos motivos para agradecer no garantiza que de hecho nos sintamos o seamos agradecidos. Créanme, lo sé. Veintidós años atrás fui diagnosticada con cáncer grado cuatro. Para muchos de quienes siendo jóvenes le escapamos a la muerte sobreviviendo a condiciones en las que corría peligro nuestra vida, la vida misma llegó a ser un don por el que juramos que estaríamos eternamente agradecidos. Al comienzo esto fue así. Los primeros años en que el cáncer entró en remisión le dieron un contorno bien definido a las bendiciones en mi vida. Por ese entonces yo estaba “súper permeable”: cada N

description

Encontrar La Gratitud en Lugares Cotidianos – Vivir Agradecidos

Transcript of Encontrar La Gratitud en Lugares Cotidianos – Vivir Agradecidos

Page 1: Encontrar La Gratitud en Lugares Cotidianos – Vivir Agradecidos

19/4/2015 Encontrar la gratitud en lugares cotidianos – Vivir Agradecidos

data:text/html;charset=utf­8,%3Cdiv%20class%3D%22outer­container%20transparent%22%20style%3D%22margin%3A%200px%20auto%3B%20padding%3… 1/3

Encontrar la gratitud en lugares cotidianos

Testimonio de vida de Kristi Nelson, Directora Ejecutiva de A Network for Grateful Living

(Una Red para Vivir Agradecidos). Habiendo sobrevivido a un cáncer grado cuatro, Kristi

confiesa que con el tiempo fue perdiendo la actitud de agradecimiento constante que le

había proporcionado esa situación límite. Por lo tanto, concluye, el vivir agradecidos es

una práctica diaria que requiere un esfuerzo por asombrarnos ante todo lo que se nos

presenta.

o hay nada por lo que estoy más agradecida

que por mi capacidad de ser agradecida. Esto

puede parecer un burdo esfuerzo por zafar de

identificar qué es aquello que más agradezco en la

vida… y lo es. De todos modos, sinceramente mi

capacidad de agradecer triunfa por sobre todas los

motivos para ser agradecida.

La mayoría de nosotros tiene una cantidad de

motivos por los que estar agradecidos. Solo

pensemos: tenemos un par de ojos, oídos, pulmones

y manos. Y como si esto no fuera suficiente,

tenemos un corazón que late y un cerebro que nos

maravilla; tenemos una piel que nos cubre, tenemos

órganos brillantes y una variedad de sentidos bien

sintonizados y nunca ociosos.

Nuestros cuerpos son un verdadero milagro, como lo es la naturaleza toda. Y si somos

afortunados, tenemos gente que se preocupa por nosotros, tenemos un techo sobre

nuestras cabezas, tenemos acceso a suficiente agua potable y comida como para no

pasar hambre. Una verdadera avalancha de asombro nos arrasaría si tomáramos

conciencia de cuántas razones tenemos a cada momento para ser agradecidos. Sin

embargo, el tener incluso infinitos motivos para agradecer no garantiza que de hecho nos

sintamos o seamos agradecidos.

Créanme, lo sé. Veintidós años atrás fui diagnosticada con cáncer grado cuatro. Para

muchos de quienes siendo jóvenes le escapamos a la muerte sobreviviendo a

condiciones en las que corría peligro nuestra vida, la vida misma llegó a ser un don por

el que juramos que estaríamos eternamente agradecidos. Al comienzo esto fue así. Los

primeros años en que el cáncer entró en remisión le dieron un contorno bien definido a

las bendiciones en mi vida. Por ese entonces yo estaba “súper permeable”: cada

N

Page 2: Encontrar La Gratitud en Lugares Cotidianos – Vivir Agradecidos

19/4/2015 Encontrar la gratitud en lugares cotidianos – Vivir Agradecidos

data:text/html;charset=utf­8,%3Cdiv%20class%3D%22outer­container%20transparent%22%20style%3D%22margin%3A%200px%20auto%3B%20padding%3… 2/3

experiencia me saturaba; yo era una esponja. Le decía a todos que vivía “con mucha

agudeza”. Al no estar segura de cuánto tiempo más dispondría, me sentía asombrada

por cada cosa, cada persona, cada momento vivido.

Sin embargo, ante una capacidad que no está bien desarrollada, lo maravilloso puede

hacerse condicional y transitorio. En mi caso, todas aquellas razones para sentirme

bendecida entraron con el tiempo en el campo de lo dado por sentado. Aquello que fuera

capaz de provocar mi gratitud fue haciéndose cada vez más elaborado. Año tras año fui

desarrollando una especie de tolerancia a la gratitud, y lo que antes era suficiente motivo

para agradecer fue quedando atrás en mi búsqueda de nuevas metas. Empecé a estar

más ocupada, a ser más “normal”, sumándome a quienes viven en una persecución

crónica de objetivos y de la satisfacción que éstos prometen. Empecé a martirizarme

con más trabajo, a quejarme del tráfico, de mi sobrepeso, de los resfríos; a compararme

sin piedad con los demás; sufrí por el estrés y terminé agotada. Habiendo escapado de

la muerte, ahora se me estaba escapando la vida.

Es comprensible. Nuestra cultura nos enseña que solo podemos “encajar” en ella si

tomamos parte en cientos de conversaciones acerca de lo que nos falta y de lo que

necesitamos (más horas de sueño, más confort, más amor sobre todo), para lograr el

bienestar que buscamos con ansias. Ciertamente que de a ratos nos sentimos

agradecidos cuando las condiciones son agradables y nuestras necesidades son

satisfechas. Si algo bueno pasa, nuestra gratitud se despierta. Pero la gratitud puede

desaparecer tan rápido como aparece: el presente se cubre de polvo, los amigos nos

defraudan, el semáforo se pone en rojo, el sol se esconde tras una nube… y así

volvemos a desear, esperar y hasta forzar nuevas razones para sentirnos bien, y por

ende agradecidos. Esto se conoce en el léxico contemporáneo como “la búsqueda de la

felicidad”.

Por contraste, en estos días estoy aprendiendo a acceder a una provisión de felicidad

más profunda y confiable mediante el cultivo de la gratitud como una forma básica de

sentir la vida: viviendo agradecida. Como dice el hermano David Steindl­Rast, “no es la

felicidad lo que nos hace agradecidos, es agradecer lo que nos hace felices”. Luego de

haber estado situada en ambos lados de esta frase, puedo asegurar que es verdadera.

Soy mucho más feliz cuando soy consciente de lo que ya tengo, que cuando tengo más

pero no soy consciente de ello.

El tener infinitos motivos paraagradecer no garantiza que de hechonos sintamos o seamos agradecidos.

Vivir agradecidos es una prácticadiaria que se fortalece aprendiendo a

Page 3: Encontrar La Gratitud en Lugares Cotidianos – Vivir Agradecidos

19/4/2015 Encontrar la gratitud en lugares cotidianos – Vivir Agradecidos

data:text/html;charset=utf­8,%3Cdiv%20class%3D%22outer­container%20transparent%22%20style%3D%22margin%3A%200px%20auto%3B%20padding%3… 3/3

Vivir agradecidos es una práctica diaria (tal como lo son la práctica de la atención plena

o de la compasión), que se fortalece aprendiendo a enfocar nuestra atención a la plenitud

que encierra cada momento, tal como se presenta. Podemos dirigir intencionalmente

nuestra atención a aquello que se nos ofrece, a lo que se está desarrollando, a lo que es

suficiente. Podemos llamarnos al asombro, podemos elegir el ver las oportunidades.

Incluso en los momentos más difíciles tenemos la oportunidad de aprender, de amar, de

respirar. Al enfocar nuestra atención en lo disponible y lo posible de cada momento, lo

suficiente y lo sagrado, podemos reconectarnos con una fidelidad a la vida que es

reparadora. Esto también nos mueve a mirar de una manera diferente aquello que

tenemos a nuestra disposición. Esta es la capacidad de ser agradecida por la que estoy

tan agradecida.

No quiero perder el tiempo deseando y esperando razones para estar agradecida. Tengo

el don de mi propia vida, y ella me quiere plenamente viva y locamente agradecida,

ahora. Ahora, y sin condiciones. Porque algún día, como dijo la poetisa Jane Kenyon,

“sé que algún día será de otro modo”.*

Kristi Nelson

* El poema de Kenyon describe agradecida un día cualquiera, desde levantarse hasta

acostarse. La última línea tiene el sentido de “sé que algún día será demasiado tarde”

para agradecer.

Artículo publicado en The Huffington Post el 31 de marzo de 2015.

enfocar nuestra atención a laplenitud que encierra cada momento,tal como se presenta.