Encofrado de Muros CivilGeeks

7/26/2019 Encofrado de Muros CivilGeeks

1/15

Encofrado de muros

Se distingue este tipo de encofrados del resto de los publicados hasta ahora

porque en ellos se emplean tableros de grandes dimensiones, en consonancia

con las tambin considerables dimensiones que adquiere este tipo de obra, alcontrario de lo que suceda en el caso de pilares y vigas, caracterizadas por su

estrechez y longitud. Aqu, en cambio, en el encofrado de muros y paredes,

habr de disponer de tableros grandes en consonancia con la obra a eecutar.

Replanteo

!na vez hormigonado el cimiento sobre el cual se va a asentar el muro que

tratamos de encofrar, se procede, sobre el enrasado de aqul, a replantear o

delimitar el nuevo encofrado. "endremos muy en cuenta que no conviene

dear endurecer totalmente el hormig#n de enrase de cimiento, par poder dear$agarrados% los clavos y tablas que forman la carcelilla o tablas de sueci#n de

la base inferior del encofrado. Estas carcelillas se situaran de la manera

siguiente&

'iado el ee del muro a encofrar, las tablas de sueci#n de la base inferior no

irn a una distancia de ese ee igual a la mitad del espesor del muro, ya que


2/15

hay que tener en cuenta, adems de ste, gruesos de tabla y anchos de las

tablas que forman las costillas.

As, pues, y findonos en la figura (), que muestra una planta, tenemos, si

llamamos e al espesor del muro, g al espesor del muro, g al grueso de tabla y c

al ancho de costilla.

Separaci#n entre tableros * e + . g + . c-

lo que tenemos que alearnos del ee del muro& e/ * c +g.

0ara este tipo de $carcelillas% se emplea la misma tabla

de encofrar, teniendo, pues, por escuadria ,1 2 centmetros.

Ejecucin

Es corriente que, una vez clavadas la $carcelillas%, se proceda a suetar las

costillas, sobre todo las e3tremas del encofrado y varias del centro. 0ara ello

se proceder a su aplomado con toda precisi#n y se le clava un tornapunta para

su afirmado. Es fundamental, repetimos, el perfecto aplomado de estas

costillas que ahora situamos, ya que en ellas se van a apoyar todas lasoperaciones sucesivas. 0ara mayor seguridad, se clava horizontalmente una

tabla en la parte superior de las costillas, que les da mayor rigidez e impide

que se separen, inclinndose, del plano que forman sus aristas interiores 4cara

del muro5.


3/15

En la figura (6 vemos una tabla de aguante de pie, o carcelilla, con dos

costillas ya aplomadas y una de ellas con un tornapuntas arriostrarla

verticalmente. "ambin se ha dibuado una riostra horizontal en la parte

superior para evitar que las costillas venzan.

7os tornapuntas van clavados por su e3tremo superior, como ya hemos visto,

por dos clavos a la cabeza de las costillas. 0or la parte inferior, que se corta en

bisel, debe afianzarse bien al suelo, o tambin puede clavarse una tabla que ya

habremos deado recibida en el hormig#n del suelo para esta misi#n.

Si todo ello, es decir, si no se hubiera deado previamente clavada una tabla en

el hormig#n para suetar el e3tremo del tornapunta, tambin podemos obtener

esa rigidez mediante el clavado de una tabla o meor un cuadradillo.

En la figura 89 vemos un tornapuntas cuyo pie va clavado a la tabla quepreviamente se ha embutido en el hormig#n, y en la figura 8: vemos el caso

en que no tuvimos esa previsi#n o nos convino ms establecer $el tringulo de

rigidez% mediante un cuadradillo. En fin, en cada caso particular y seg;n los

elementos con que se cuenten, as dispondremos el arriostramiento de las

costillas.


4/15

Nmero de costillas necesarias

astar con colocar un tornapunta cada dos o tres costillas,

incluso menos. =laro que si se trata del encofrado de un muro de considerable

altura y se va a hormigonar tambin en alturas grandes, convendr que los

tornapuntas estn ms untos para mayor refuerzo.


5/15

"ambin tendremos que disponer de mayor n;mero de tornapuntas en el caso

de tratarse de un muro grueso.

Si por economa de obra, o por otra circunstancia, la separaci#n entre costillas

fuera superior a los 89 cm, habra que procurarse alguna manera de impedir

que las tablas del encofrado se alabeasen o fle3ionaran al recibir el empue del

hormig#n, procurarse alguna manera de impedir que las tablas del encofrado

se alabeasen o fle3ionaran al recibir el empue del hormig#n, produciendo en

el muro las fesimas $barrigas%, que son de un efecto deplorable y cuya

correcci#n no es, naturalmente, muy ortodo3a, ya que hay que andar repicando

el hormig#n sobrante, enluciendo despus, etc. Se impone, pues, una seria

vigilancia de las costillas y de los tornapuntas. =laro que todava no hemos

descrito la funci#n que realizan los atirantados y que tambin impiden que los

tableros se abran.

0uede sucedernos que no tengamos suficientes tablas para proceder a colocar

un n;mero de costillas que nos permita estar seguros del encofrado. Esto no

debe importarnos demasiado si tenemos, en cambio, medias tablas o trozos de

tablas de longitud suficiente para poder efectuar empalmes con ellas y obtener

as las costillas que nos son necesarias para disponer una cada 89 cm como

m3imo. 0ar ello deberemos tener en cuenta, en primer lugar, la forma de

solape que debe darse a los empalmes, y en segundo lugar, pero no por ello

menos importante, el punto del encofrado de donde cae ese solape o empalme.

En las figuras 8 y 8? vemos dos formas de solape. 7a primera 4figura 85 no

ofrece garanta alguna, por tener poca superficie de contacto. 7a segunda

4figura 8?5 es ms correcta. @ndudablemente, cuanto mayor sea la longitud

solapada, tanto meor.

Aun en el caso de que efectuemos un buen solape, tal como se muestra en la

figura 8, no por ello deberemos darnos ya por satisfechos. Estos solapes no

deben hacerse en cualquier punto, en cualquier altura. Si se colocara entre dos

carreras, ante el empue del hormig#n, serviran de bien poco. 0or eso hay

que situar esos empalmes $precisamente% a la altura de una carrera. En las

figuras 8 y 81 vemos c#mo debe situarse este solape.

Carreras

Ban clavadas a las costillas y suelen colocarse incluso sin necesidad de colocar

primero los eiones.


6/15

carreras.


7/15

19 cm 4ya vimos que la primera carrera queda a unos ?9 cm del suelo5- luego,

esta separaci#n va en aumento, ya que en la parte alta el empue va

decreciendo con la altura y el empue a soportar es menor. 0or eso se llega a

separaciones de : metro y algo ms.

=omo tanto las carreras como los atirantados eercen la misma funci#n, que es

la de evitar que los tableros se separen o abran, si disponemos un gran n;mero

de atirantados podemos, a cambio de esto, disminuir la escuadra de las

carreras. 0ero como norma general, por demos disponer de un atirantado con

alambre de unos ? a ?,1 mm de dimetro cada 89 a :99 cm- se pondr a 89

cm, en los casos en que estemos encofrando muros de cierta altura o de

espesor considerable.

7a forma de atirantado ya la vimos cuando tratamos de los pilares, es decir, se

les da $garrote%, que equivale a decir que por la mitad del tirante se introduceuna barra y se gira, de manera que al arrollarse sobre s mismo, va

disminuyendo su longitud y apro3imando los tableros hasta la posici#n

deseada.

"ambin puede tensarse el alambre mediante el acuCado e3terior.

=laro que al efectuar esta operaci#n, los tableros tienden a vencerse hacia el

interior, disminuyendo su separaci#n. Esto se evita siempre mediante la

colocaci#n de unos codales precisamente en las cercanas del atirantado. Estos

codales estarn cortados a una longitud que es e3actamente la anchura oespesor del muro. De esta manera, y dada la rigidez de los codales, este ancho

permanece invariable.

A la hora de hormigonar, y conforme la altura del hormig#n va llegando hasta

los codales, stos se estiran, ya que no deben quedar embebidos en la masa de

hormig#n, y adems, porque ya no son necesarios, puesto que el hormig#n

empua los tableros hacia afuera y los mantiene separados. En cambio, los

alambres de atirantar s que quedan embebidos en la masa de hormig#n y,

cuando se efect;e el encofrado, hay que tener cuidado de recortarlos bien paraque no queden $flecos%.

!FGS DE =@EF"A 7G


8/15

Si los muros son de una longitud

escasa, no habr dificultad en el problema de las carreras. 0ero cuando esta

longitud e3cede de las dimensiones de aqullas, entonces se nos presenta,

como suceda con las costillas, el problema del empalme de las carreras.

Estos empalmes pueden ir en cualquier parte del encofrado, no hayprescripci#n especial para ello. En cambio s la hay para la forma de efectuar

este empalme.

7a forma ms eficaz de hacerlo es uniendo ambas piezas a testa, no con

solape, como hacamos en el caso de las costillas.

para evitar que por el empue del hormig#n, estas uniones, al fle3ionar,

rompan ese empalme hay que tomara las precauciones necesarias dando cierta

rigidez a la unta. Esto se consigue colocando en ella dos tablas, como se

indica en la figura 8(, que evitarn, debidamente clavadas, la fle3i#n por launta. "odava meores la forma de empalme que se ve en la figura 88.

En cuanto al empalme de las tablas que forman el molde no hay dificultad

alguna, ya que se van uniendo a testa. S#lo cabr aqu tener la precauci#n de

reforzar con una costilla maestra el lugar donde se efect;a la unta, para evitar

que el encofrado se abra bao el empue del hormig#n.

En la figura 8) se muestra un encofrado de un muro completo, con indicaci#n

de cada una de sus partes ms fundamentales y que ya hemos descrito hasta

aqu.

0FE=A!=@G


9/15

hormig#n. =omo ya vimos en los pilares, tambin aqu se suelen ensayar unas

ventanas de limpieza, para e3traer de ellas cuantas pequeCas cosas hayan

cado en el suelo. !na vez efectuada esta limpieza, se cierra bien la abertura,

para que por ella no pueda salir al e3terior el hormig#n vertido ni tan siquiera

el mortero.

Si los muros tuvieran una altura

superior a los tres metros, es conveniente tambin hacer ventanas de

hormigonado.


10/15

ESK!@


11/15

=omo se ve en la figura )9, las carreras contin;an ms all de la esquina. Esto

es necesario para poder colocar las tablas de refuerzo o de aguante de esquina,

las cuales van clavadas a la carrera correspondiente.

El atirantado de las dos paredes que

constituyen la esquina no ofrece dificultades, ya que se efect;a como si se

tratase de muros independientes, realizando la operaci#n de la misma manera

que ya hemos descrito.

"ambin se aplica aqu cuanto diimos acerca de los elementos de seguridad yrefuerzo, tales como costillas, carreras, tornapuntas, etc.

Si sobre el muro se apoya la losas del suelo de piso, el tablero queda al interior

tiene que ser ms bao que el e3terior. 7as costillas se cortarn a una altura

que ser la del techo disminuido en un grueso de tabla, que es el

correspondiente a la tabla de encofrado de piso.

IGF@HG


12/15

0ara separar el tablero interior del fondo del suelo se colocan unos tacos de

madera de la altura deseada. ucho meor que estos tacos de madera 4los

cuales s#lo se deben emplear cuando no dispongamos de otra cosa5 son unas

piezas de hierro sobre las cuales se apoya el tablero.

Estos zancos, como es natural, quedarn embebidos en la masa de hormig#n,

por lo que no irn e3cesivamente suetos a los encofrados. Si se suetasen

e3cesivamente impediran la operaci#n de desencofrado, teniendo incluso que

estropear madera al forzarla.

En la figura ): vemos una forma bastante c#moda de colocar estos soportes,

tambin llamados zancos. =omo puede verse, se colocan alternativamente en

las costillas, lo que es ms que suficiente para soportar con seguridad al

encofrado. Ban clavados a aqullas con clavos doblados, abrazndolos, y a

manera de tope, para que el tablero no se deslice por los redondos, se clavanen lugar conveniente, para que la altura del fondo del tablero sea la deseada, es

decir, igual al grueso de la loza del suelo, unos tacos de madera que impiden

todo descanso.

Si se da el caso de que el tablero interior no se pueda apoyar y afianzar sobre

la carcelilla correspondiente, hay que poner unos montantes por delante de las

carreras, acodaladas por la cabeza y el pie.

SG7!=@G


13/15

ventana, puerta, etc. En este caso, naturalmente, hay que tener en cuenta que

tambin los huecos, hay que utilizar tableros estos $huecos% deben preverse en

los encofrados.

As como el muro o pared se encofran colocando las costillas, luego tabla a

tabla, en el caso de encofrar los huecos, hay que utilizar tableros ya

preparados en el taller, con las medidas ustas, de modo que tan s#lo se

proceder a su colocaci#n.

Estos tableros, como han de sufrir empues de cierta importancia, debidos a la

masa de hormig#n, debern ir embarrotados como un tablero cualquiera.

"A77EF

7as medidas de esta clase de moldes debern tomarse con e3tremo cuidado, yaque habr que tener presente que estos encofrados son para obtener $hueco% y

por lo tanto las medidas e3teriores del tablero sern las que se produzcan en la

obra una vez hormigonadas.

Estas dimensiones, pueden variar

muy ligeramente, seg;n dispongamos en obra los tableros del molde. En la

figura ) vemos que el tableros de arriba 4dintel, se trata del molde para una

puerta5 se apoya en los dos laterales 4ambas5. Esta manera de encofrar

dificulta algo el posterior desencofrado de la pieza. eor para desencofrar es

la manera de clavar el tablero correspondiente al dintel que se muestra en la

figura )?.

que se obtiene al clavar uno de los e3tremos a la cabeza del tablero de laamba y lateralmente al otro. De esta forma, se pueden retirar los encofrados

ms fcilmente.


14/15

REPLANTEO

=olocando ya el tablero interior del encofrado del muro, se procede sobre l al

replanteo del hueco que nos interesa obtener. En este replanteo hay que tener

tambin en cuenta, como suceda con el muro, que tendremos que situar las

tablas de aguante o carcelillas de manera que encaando los tableros de

encofrado del hueco queden stos en su lugar e3acto. 0or tanto, estas

carcelillas se clavarn a una distancia entre su bordes e3teriores que ser la del

hueco a obtener disminuida en dos gruesos de tabla, correspondiente a los

tableros del molde y disminuida tambin por otros dos gruesos ms,

correspondientes al embarrotado de dichos tableros. En la figura ) vemos una

carcelilla con las dimensiones indicadas.

PUESTO EN OBRA

!na vez clavadas las tablas de la carcelillas, procederemos al encae del molde

que va a determinar el hueco de puerta, ventana, etc. 7os tableros del molde,

que han sido eecutados totalmente en el taller, se irn introduciendo unto a

las tablas de aguantes correspondientes, para lo cual se habr tenido presente

clavar los codales separados un grueso de tabla del borde interior, para que no

coincidan con las tablas de las carcelillas.


15/15

Efectuado el encae de los tableros, se procede a colocar los refuerzos, tales

como abalcones, para resistir el empue de la masa de hormig#n.

!na vez terminado todo esto, ya estar listo el molde del hueco para recibir el

tablero correspondiente al encofrado e3terior del muro.

0ara mayor claridad de todo lo e3puesto, puede estudiarse la figura )1, que

representa el encofrado de un hueco de ventana.

Encofrado de Muros CivilGeeks

Documents

Transcript of Encofrado de Muros CivilGeeks