Encofrado de Cimientos

7/25/2019 Encofrado de Cimientos

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Encofrado de cimientos

CLAVAZON

En la tcnica del encofrado el arte de clavar difiere enormemente de su homnima en lacarpintera. En stas se busca ue el clavado de las distintas pie!as ten"a la m#$ima

duracin% la m#s perfecta unin entre las pie!as% &a ue todo est# presidido por un 'nico fin( la

duracin. En cambio% en el encofrado es mu& distinto. )na ve! ue el molde ha servido para

alber"ar el hormi"n hasta su total fra"uado% es necesario desencofrar% las m#s de las veces

desclavando% levantando las clava!ones de manera ue las tablas de madera sufran lo menos

posible% para poder utili!arlas en otras pie!as de obras similares. *or tanto% la clava!n en el

encofrado busca un doble fin(

+., La unin de la tablas par ue stas puedan soportar estrictamente los esfuer!os a ue

deben uedar sometidos% pero no e$cedindose en ue la clava!n sea m#s robusta de esta

necesidad.

-., La facilidad de desencofrado. i empleamos clavos de ma&or di#metro & lon"itud ue los

adecuados /& ue apro$imadamente iremos indicando en los distintos casos de encofrados

ue presentaremos a lo lar"o de esta mono"rafa0% la dificultad del desencofrado crece con

estas dos ma"nitudes% por lo ue entorpeceremos la operacin del desmoldeo.

NO1ENCLA2)3A

Como &a hemos dicho% &a iremos indicando en cada e4emplo el tipo de clavos m#s adecuados

para la clava!n de las tablas. Conviene% pues% establecer un sistema sencillo & "eneral paradistin"uir los distintos tipos de clavos% p'as o puntas de *ars ue se utilicen. Lo m#s

corriente se ue los clavos se distin"an por sus di#metro & lon"itud. As un clavo cu&o

di#metro sea de 5 mm & su lon"itud de 67 mm% lo escribiremos ue es un clavo de 57867% de

manera ue siempre el primer n'mero indicar# ue se es su di#metro medido en dcimas

de milmetro% & el se"undo% ue es su lon"itud medida en milmetros.

Las medidas m#s usuales de clavos utili!ados en encofrados corrientes suelen oscilar entre

los -9867 a 578:7. En clava!n de peue;as pie!as suelen emplearse clavos m#s peue;os%

tales como el +


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mercado de madera% empu4an al encofrador a emplear parte de su tiempo en operaciones ue

no le son propias de su oficio% aserrando% recreciendo% etctera% las pie!as de ue dispone

para adaptarlas a los fines ue persi"ue.

Los "ruesos de las tablas para encofrar suelen ser de -%6 cm% ue es m#s ue suficiente para

los moldes% con un ancho ue debera oscilar lo menos posible de los +7 cm% & diversoslar"os.

Con este tipo estandari!ado de tablas% se evitara en "ran manera la clasificacin de la

madera se"'n los usos ue se va&a a hacer de ellas% tales como tornapuntas% bridas%

embarrotados% cu;as% etc.

*ero% como decimos% el encofrado se tiene ue adaptar a los diversos tipos ue e$isten en el

mercado par sus distintos usos.

EL 2E33ENO

Las cimentaciones son lo elementos de las construcciones m#s ntimamente li"ados al terreno

sobre el cual se asientan.

@eneralmente% los cimientos uedan invisibles% enterrados en el suelo & por deba4o de la

f#brica vista. *or ello% los encofrados suelen ser m#s toscos% menos cuidadosos% adem#s de

ser menos completos% &a ue se utili!a parte del terreno como encofrado% si ste se ha

e$cavado con las dimensiones adecuadas para las pie!as de hormi"n ue se han

pro&ectado.

En cimentaciones se suelen pro&ectar dados para arranue de pilares% vi"as de cimentacin

corridas entre pilares% vi"as entre cabe!as de pilotes% losas de hormi"n% etc. Cuando la

cimentacin va enteramente enterrada & el terreno no es duro% de manera ue se ha

e$cavado con taludes verticales & con las dimensiones pro&ectadas para la cimentacin% no

se emplea encofrado% &a ue los taludes del terreno sirven de moldes. i se emplease

encofrado% se pedira la madera al no poder sacarla% & adem#s no tendra nin"'n ob4eto% &a

ue el terreno cumplira las funciones de aul.

A veces no es posible darle al terreno taludes verticales% pero s sin apenas talud% de manera

ue el e$ceso de hormi"n ue representara el rellenar todo el po!o o !an4a con hormi"n

compensara el costo del encofrado% en cu&o caso tambin suele suprimirse ste% uedando

los cimientos con un peue;o e$ceso.

En terrenos flo4os% en los ue no ha& la posibilidad antes apuntada% pero ue son lo

suficientemente consistentes como para soportar debidamente la masa del hormi"n ue

"ravita sobre ellos% se necesitar# encofrar solamente las partes laterales de la pie!a a

hormi"onar% sirviendo el fondo del terreno como un tablero m#s. En este caso% la anchura de


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la e$cavacin ser# un poco ma&or de la pro&ectada con el fin de poder introducir & colocar los

tableros laterales con cierta facilidad% as como% una ve! terminado el perodo de fra"uado

necesario% poder retirar la madera con el menor desperdicio posible.

En los casos e$tremos en ue el terreno no pueda soportar la car"a del hormi"n & loscimientos se constru&an como vi"as entre apo&os m#s profundos% se har# necesario el

encofrado del fondo mediante un tablero.

er# un caso similar al de la vi"a. e tendr# en cuenta ue el tablero dl fondo debe clavarse

entreB los dos laterales% &a ue para el desencofrado se uitar#n primero los laterales & el

fondo todava deber# de4arse m#s tiempo. i se clavase deba4oB de los costeros o laterales%

la operacin de desencofrado ser# m#s traba4osa% &a ue en el desclavado habra ue hacer

esfuer!os sobre el fondo. En cambio si se clava entre los costeros% los clavos se sacan

lateralmente% apo&ando la barra de pata de cabra sobre dichos laterales. En la fi"ura +9

indicamos las dos maneras citadas de encofrados% para ue el lector pueda apreciar las

dificultades de desencofrado ue hemos dicho.

*ara fi4ar los laterales se suelen utili!ar codales% ue se apo&an por un e$tremo en el tablero &

por el otro en el terreno% afian!ando de esta manera el molde contra el empu4e del hormi"n%

tornapuntas o puntales apo&ados en piuetes% estacones% etc.

En el caso en ue el terreno no soporte la car"a de hormi"n & ha&a ue poner tablero de

fondo% se har# preciso un buen realce & apo&o% de manera ue dicho tablero no ceda al echar

el hormi"n. *ero habr# ue tener sumo cuidado en la colocacin de dichos apo&os% por lo

ue se deber# ampliar la base de apo&o% es decir% ue se dispondr# una tabla tal como indica

la fi"ura +6. a con ello% la superficie de apo&o en el terreno es "rande &% por tanto% la car"apor unidad de superficie es peue;a% soportado con se"uridad el peso ue se le transmita de

la obra.


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Como medida elemental% se limpiar# siempre el terreno en donde deba apo&arse un codal de

toda tierra ve"etal suelta% por lo menos en un espesor en el ue estemos se"uros de ue el

terreno no va a ser m#s consistente & firme.

*3E*A3ACDN FE LO 2A>LE3O

Cuando se trata de una obra de poca enver"adura% en la cual slo se va&an a utili!ar los

tableros una sola ve!% por lo "eneral no convendr# ue la clava!n sea e$cesiva. Con ello se

abreviar# el traba4o del encofrador% tanto en el monta4e del tablero como a la hora de

desencofrar.

i los elementos de obra e$i"en ue el encofrado sea duradero% lo ue euivale a decir ue se

ha&a de utili!ar en varias ocasiones /tal es el caso de una edificacin ue ten"a una serie devi"as de cimentacin e$actamente i"uales0% es necesario ue se cuiden e$tremadamente los

tableros% para sacarles el m#$imo rendimiento% &a ue la economa en la obra es de notar.

e dispondr#n embarrotado par dar ma&or resistencia a las pie!as% con clava!n adecuada.

e pueden utili!ar clavos de -=86


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A veces% por la especial disposicin de los tornapuntas% los tableros tienden a caer hacia

adentro% es decir% a reducir la lu!% por lo ue suelen colocase alambres ue atirantan & llevan

el encofrado a su sitio. Estos tirantes reciben el nombre de lati"uillos.

Naturalmente% cuanto m#s alto sea el encofrado% tanto m#s resistente ha de ser% &a ue m#s

presin e4ercer# el hormi"n sobre los tableros e$istiendo% pro tanto% m#s peli"ro de ue stosfle$ionen & tomen formaB. En muros de cierta altura% se emplea el sistema de hormi"onado

por ton"onadas o por capas% con lo ue decrece "randemente el peli"ro de la fle$in% al

uedar altura de hormi"onado bastante menores.

2ALLE3 FE 1ON2AHE

En el taller d monta4e & preparacin dispondremos de toda las herramientas necesarias & ue

suelen ser las mismas ue fi"uran en un taller de carpintera de cierta cate"ora. Como la

labor principal a reali!ar es la de la clava!n de las tablas% ue previamente se habr#n

colocado en su sitio% clasificadas debidamente por sus tama;os% es mu& conveniente disponerde mesas de traba4o. Estas mesas se obtienen sencillamente con caballetes & tableros% sobre

los cuales iremos apo&ando las nuevas pie!as a fabricar.

AL@)NA DFEA DN2E3EAN2E O>3E 1ON2AHE FE 2A>LE3O

Conocida la lon"itud de la pie!a o encofrar% comen!aremos por buscar tablas de la mediad

dada. En la ma&ora de los casos% tendremos ue contar la lon"itud de las tablas o a;adir

otras para obtenerla lon"itud e$i"ida. 2en"amos siempre presente ue% como norma "eneral%

vale m#s a;adir ue cortar% si esto es posible% &a ue madera cortada% madera

desperdiciadaB.

Lo m#s conveniente sera encontrar dos pie!as de tabla de madera ue su lon"itud total fuera

la deseada% con el fin de desperdiciar el menor material posible. )na ve! conse"uido esto% &

para obtener el ancho de la pie!a% habr# ue unir varias tablas por medio de barrotes% tal

como se ve en la fi"ura +:. El primer barrote no se debe colocar a tope con las tablas% es

decir% ue ambas cosas empiecen al mismo tiempo% sino ue se debe clavar el barrote a un

par de centmetros o tres% a lo sumo% m#s all# del e$tremo de las tablas. Con ello se evita ue

los barrotes se desclaven por efecto de cualuier "olpe ue reciba el e$tremo del tablero.


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*ara dar ma&or resistencia a los tableros% los barrotes as clavados en los e$tremos se

afian!ar#n con dos clavos a todas las tablas% lo ue evitar# cualuier deformacin. El resto

del embarrotado se suele clavar con dos clavos en las tablas de arriba & de aba4o% & el resto

con un solo clavo. Ello es m#s ue suficiente para ase"urar un buen tablero.

No conviene ue los clavos ueden en los e$tremos de los barrotes o de las tablas% sino ueueden desde el lu"ar de clavado a dicho e$tremo por lo menos unos dos centmetros &

medio% con el fin de ue si una de las tablas sufriera al"'n "olpe o esfuer!o% no ras"ase la

madera.

i al clavar un clavo se no tuerce la cabe!a% lo inmediato es sacarlo.

Ham#s% debemos remacharlo & colocar otro nuevo 4unto a l. Esto sera de psimos%

carpinteros. *ero el mal no uedara ah% sino ue per4udicaramos la tabla% &a ue el clavar

un clavo abrimos una herida o ras"adura en sus fibras% lue"o al poner otro 4unto a l% esta

"rieta aumentara% debilitando% por tanto% toda clase de resistencia. Fe ah ue tablas del"adaso de mala madera tiendan a resuebra4arse por los clavos.

Las tablas a emplear en las pie!as de encofrado han de ser de buena calidad% sin alabeos ni

otros defectos ue% al poco de usar los tableros% con la humedad del hormi"n & los traba4os a

ue se ven sometida en el encofrado & desencofrado% habr# ue sustituirlas con "rave

per4uicio econmico% &a ue se derrocha material & mano de obra% con la natural prdida de

tiempo en la buena marcha del hormi"onado% ue no debe de perder el ritmo marcado.

En la fi"ura +


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e ha dimensionado% para dar una idea sobre distancias m#s convenientes a ue deben ir lo

distintos elementos ue lo inte"ran /tablas% barrotes% clavos0.

Este dimensionado ue damos en la fi"ura +< no bebe tomarse como re"la "eneral% &a ue en

cada caso particular variar# la disposicin del embarrotado. La altura o ancho en el sentidotransversal de las tablas & la presin ue e4er!a sobre el encofrado la masa de hormi"n%

determinar#n la distancia /& por lo tanto el n'mero0 de los barrotes a emplear.

*or barrote se suele emplear escuadras i"uales o poco ma&ores ue las empleadas para las

tablas% es decir% de -6 mm I +77 o m#s.

*ara dar ma&or claridad a nuestras e$plicaciones% denominaremos por barrotes e$tremos a

los ue est#n al comien!o & final de la pie!a% auellos ue se colocan a -%6 cm de los bordes

de las talas% A los dem#s% los llamaremos indistintamente centrales% interiores o intermedios.

No siempre son suficientes los barrotes para absorber los esfuer!os de fle$in producidos por

el empu4e de la masa de hormi"n no siendo conveniente ni econmico prodi"ar en e$ceso el

n'mero de stos.

Entonces% se recurre a las carreras% ue son unas tablas ue se disponen hori!ontalmente en

la parte alta del encofrado% de manera ue impiden la deformacin de ste% tal como se indica

en la fi"ura +J. Con este notable refuer!o% en el ue adem#s se suelen apo&ar los puntales &

tornapuntas% se elimina el peli"ro de fle$in.


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Las carreras no van clavadas ni a las tablas ni a los barrotes% como en un principio podra

creerse% sino ue se su4etan con alambre de atirantar. *ara dar ma&or presin% entre la correa

& el cable% se van introduciendo unas cu;as hasta ue se consi"ue una efica! tirante!. Vase

la fi"ura -7% en la ue se indica esuem#ticamente cuanto decimos.

EK)DNA

En las esuinas /fi"ura -+0% sobre todo en el interior de la misma% uedan perfectamente

enca4ados los dos tableros ue se encuentran% &a ue al disponer los barrotes e$tremos a dos

centmetros & medio del comien!o de las tablas% ue es el "rosor de la mismas% se acoplar#n

ambas pie!as% uedando% adem#s% enca4ados los dos barrotes% sirvindose mutuamente de

refuer!o. En la parte e$terior de dicho encofrado se deber# refor!ar con tablas verticales% si la

presin ue va&a a e4ercer el hormi"n% es "rande.

*ar ma&or refuer!o% se suele utili!ar una se"unda carrera en la parte ba4a del encofrado & a'n

cuando se toma un "ran empu4e del hormi"n & el embarrotado sea suficiente para soportar

con las debidas "arantas de resistencia dicho esfuer!o% se tomar# la precaucin de disponerun embarrotado con tablas de canto% es decir% tal como se ven en la fi"ura --% &a ue es

sabido ue la resistencia a la fle$in% en nuestro caso% aumenta considerablemente con la

dimensin b dela pie!a. Este tipo de embarrotado se suele llamar de costilla4e & costillas a las

tablas as empleadas.

*3OLON@ACDN FE 2A>LE3O


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a hemos indicado ue no siempre la lon"itud de los tableros coincidir# con la de la s tablas%

por lo ue% en la "ran ma&ora de los casos% ser# necesario prolon"ar las pie!as. er#

entonces conveniente ue no todas las tablas terminen en una misma vertical% sino ue lo

lar"os se va&an distribu&endo de manera ue no coincidan esos puntos dbiles ue

constitu&en los empalmes de las tablas. Lo ue s es indispensable es ue sobre dichas 4untas

se clave un barrote% para dar ma&or resistencia a la unin.

er#% desde lue"o% fundamental% ue los empalmes de la tablas si"an un orden de secesin%para evitar el ue cai"an m#s de dos sobre un mismo barrote. Aunue en casos e$tremos%

naturalmente% no habr# m#s remedio ue unir obre una misma vertical m#s de tres tablas% por

lo ue el barrote deber# refor!arse debidamente.

1DDN FE LA CLAVAZON EN LO 2A>LE3O


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a hemos indicado ue los clavos tienen por misin la de hacer de varias pie!as /tablas0 &

unos barrote transversales% una unidad movible% transportable% sin ue pueda sufrir

deformaciones% alabeos ni desperfectos en las diversas operaciones a ue debe de uedar

sometida durante su empleo.

Fonde m#s suele sufrir el tablero es precisamente en las operaciones para las ue no ha sidodestinado% tales como desencofrado% traslado% etc.

Cuando se pone en obra% salvo las operaciones del enca4e de las distintas pie!as% la labor del

clavo es bastante escasa% &a ue durante el proceso de fra"uado del hormi"n la misin

resistente del clavo es casi nula.

*or todo ello% el buen encofrador% tras de cerciorarse de la misin del encofrado en las

distintas pie!as de hormi"n ue lleva una obra% deber# saber la clase de clavos ue m#s le

conviene emplear. Como el espesor de madera empleada en los encofrados es de -6 mm%

resultar# ue los clavos de m#s de 67 de lon"itud saldr#n al otro lado de la tabla% despus dehaberse hundido bien la cabe!a en el barrote% pro lo ue se deben doblarB & remachar contra

el tablero% como si trat#ramos de clavarlos nuevamente en la madera. As uedar# bien

clavado el barrote al tablero & a la hora de desarmarlo% en caso ue nos interese esa

operacin% no ha& m#s ue endere!ar el clavo & sacarlo con el au$ilio de la barra de pata de

cabra.

AL@)NO 1OFELO FE ENCO?3AFO *A3A CD1DEN2O

En un cimientos en ue se ha abierto la !an4a con m#s ancho ue el necesario para el

cimiento /lo ue suceder# en terrenos sueltos% en donde ha de darse cierto talud para ue sesosten"an por s mismos% tal como se ve en la fi"ura -50% & por lo tanto el tablero de encofrado

ser# de la misma altura del cimiento /o me4or un par de centmetros m#s alto0% se emplean

tableros de la forma ue se indica en la fi"ura -9.


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La distancia entre barrote ser# de unos


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*)E2A EN O>3A

Antes de llevar al punto de empleo los tableros% ha& ue ase"urarse bien de ue las !an4as

para los cimientos estn no slo abiertas% sino en las condiciones ue conven"an al

encofrado. Es decir% ue no bastar# ue la !an4a sea la indicad en los planos para las

dimensiones ue debe de tener el cimiento una ve! terminadoB% sino ue tendr# la anchura &

profundidad ue ha"a f#cil & conveniente la colocacin del encofrado calculado.

*orue% indudablemente% todo encofrado necesita un c#lculo & un estudio racional% no una

improvisacin% a lo cual est#n mu& acostumbrados los ue se llaman a s mismos

encofradores.

)na ve!% repetimos% ue estn las !an4as abiertas conforme a las necesidades del encofrado%

procederemos a preparar los diversos materiales ue son au$iliares del encofrado% tales como

codales% puntales% tornapuntas% carreras & alambre de atirantar. 2ambin es conveniente tener

preparados al"unos tacos de madera% cu;as% etc.% adem#s de% naturalmente% los clavos ue

ha&amos ele"ido como los m#s idneos.

2omaremos% como primera operacin% un tablero ue% co"ido por los e$tremos% lo llevaremos

al lu"ar ue debe ocupara. *uesto as provisionalmente% veremos dnde conviene ir clavando

en el terreno los piuetes% midiendo a o4o la distancia de manera ue lue"o% al colocar lastornapuntas% ueden stos con la inclinacin media de los 67,.

Fespus de esta operacin previa% volveremos a situara el tablero en la posicin definitiva% la

cual estar# determinada por el replanteo de la obra /con camillas% estacas con puntas% etc.0 &

conforme a la planta de cimientos & a la s ulteriores reformas ue pudiera haber sufrido el

pro&ecto.


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*ar fi4ar el tablero se pueden clavar unos tochos o recortes de redondo tras el tablero% por la

parte e$terior. Esto puede fi4ar la parte ba4a del tablero.

No teniendo estos tochos o mano% se coloca una tabla contra el tablero% en su parte inferior%

por un e$tremo% & por la otra se clava a los piuetes ue habamos colocado en un principio%

con lo ue &a tendremos colocado el tablero inferiormente en la lnea ue nos interesa.Convencidos de ue &a el tablero no puede correr hacia fuera% tendremos ue operar en el

aplomado del tablero. *ondremos para ello el nivel o la plomada en varios puntos para

convencernos de su total verticalidad% hecho lo cual% tomaremos tornapuntas para situarlos de

manera ue el e$tremo m#s alto de ste se apo&e en la parte superior de un barrote%

clav#ndolo por le otro e$tremos al piuete.

e colocar#n cuantos tornapuntas se considere necesario para afian!ar debidamente el

tablero% teniendo en cuenta ue son ellos los ue transmiten el empu4e del hormi"n sobre el

tablero% teniendo en cuenta ue son ellos los ue transmiten el empu4e del hormi"n sobre el

tablero al piuete% por lo ue no deben de fle$ionar o pandear ba4o esta clase de esfuer!o.

Los piuetes% ue son preferentemente de rolli!o & desperdicios% deber#n estar bien clavados%

&a ue de lo contrario% el empu4e de los tornapuntas% una ve! echado el hormi"n en el

encofrado% desclavara o movera los piuetes con "rave peli"ro de la obra.

En la fi"ura -


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Es tambin conveniente% & esto se hace en el caso en ue se clave el tornapuntas al piuete%

ue se clava una tabla hori!ontal ue va desde el piuete /por el otro lado en ue ha sido

clavado al tornapuntas0 hasta la parte inferior del barrote% con lo ue se refuer!a la accin de

los otros elementos. a sabemos ue la fi"ura "eomtrica indeformable es el tri#n"ulo &% por lo

tanto% mec#nicamente se constru&e todas las pie!as resistentes trian"uladoB su fi"ura.

3eali!adas todas estas operaciones con uno & otro tablero de ambos lados del encofrado% seprocede a acodalar & atirantar dichos tableros para ue no puedan ceder en la parte superior.

3E?)E3ZO FE ENCO?3AFO

El descrito anteriormente es un encofrado sencillo% en el ue el empu4e del hormi"n no es

considerable% por lo ue las pie!as ue hemos descrito ser#n suficientes para no deformarse

durante las operaciones del hormi"onado.

*ero cuando por diversas causas% tales como la altura del encofrado% su lon"itud% "rueso o

cualuier otra causa ue motive el esfuer!o de los tableros para su me4or traba4o en obra% sedebe disponer de otras pie!as ue ha"an m#s efica! la labor del encofrado. 2ales pie!as

pueden ser( los e4iones% las carreras% las dobles carreras% etc.

E4iones

on pie!as o recortes de tablas de +- a +< cm de lar"o% ue se clavan en la parte superior de

los barrotes e$tremos & un intermedio% si el tablero tiene mucha lon"itud. Esta altura debe ser

tal ue% al colocar apo&ada encima la carrera% sobresal"an unos centmetros de tablero. En la

fi"ura 5+ se ve la colocacin de los e4iones en un tablero. La distancia apro$imada ue debe

haber entre ellos suele ser% apro$imadamente% de unos dos metros% & a una altura de manera

ue las carreras a'n sal"an por encima de los tableros hasta unos cinco centmetros o poco

m#s.


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Carreras

Estas pie!as se suelen fabricar con cuadradillo tambin llamado alfar4a% de escuadras de

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