Enciclopedia de La Segunda Guerra Mundial - Tomo III El Mundo Bajo La Bota Del Nazismo

EDITORIAL MUNDO HISPANO S.R.L.

EDIFICIO CENTRALMAR DEL PLATA - ARGENTINAwww.mundohispanoweb.com

Reservados todos los derechos. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier procedimiento, comprendidos la reprografía y el trata- miento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamos públicos.

IMÁGENESGettyimageslatam.com/ThinkstockGettyimageslatam.com

Obra Catalogada

TÍTULO DE LA OBRA COMPLETA:

Segundia Guerra Mundial: un mundo partido en dos. 1a ed.

ISBN Obra: 978-987-25583-7-6

1. Segunda Guerra Mundial.

DirectorRuben Balda

CoordinadorJerónimo Peón

IlustraciónEberhard, Juan PabloCampo, Rodrigo Martín

ColaboradoresArriola, JulianaGarcía, María LuzIche, ErnestoVirgolini, Diego Hernán

ENCICLOPEDIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Índice

TOMO 1

CAPÍTULO 1: HERIDAS ABIERTAS Las cadenas de Versalles El nuevo mapa europeo El nacimiento de los regímenes políticos autoritarios El Nacionalsocialismo Alemán (Partido Nazi) El Fascismo Italiano

Camino a la guerra: una década de conflictos El nazismo al poder El rearme alemán El Espacio Vital Alemán La conformación del Eje Berlín‐Roma‐Tokio

Debilidad de las potencias europeas La conferencia de Múnich Personajes: Adolf Hitler El poder de le Wehrmacht CAPÍTULO 2: SE DESATA EL CONFLICTO: la guerra entre septiembre de 1939 – mayo 1940) Primer objetivo: Polonia La guerra relámpago

¿Morir o Danzing? El pacto de no agresión germano – soviético Derrumbe de Polonia Invasión soviética sobre Finlandia Postales de la guerra invernal

La extraña guerra Una cadena de errores aliados

La línea Maginot La Ocupación de Dinamarca y Noruega

El avance alemán hacia el oeste

Pág. 1Pág. 2Pág. 3Pág. 4Pág. 5Pág. 6Pág. 7Pág. 8Pág. 10Pág. 12Pág. 13Pág. 14Pág. 15Pág. 17Pág. 21Pág. 23Pág. 24Pág. 24Pág. 25Pág. 26Pág. 28Pág. 30Pág. 32Pág. 33Pág. 35Pág. 38Pág. 39Pág. 42

CAPÍTULO 3: SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMASOcupación de Bélgica y los Países Bajos El derrumbe de Francia De Gaulle llama a la resistencia La revancha de Compiègne El carro de combate Italia entra en guerra Resistencia británica La batalla de Inglaterra Inglaterra bajo las bombas Las causas del fracaso alemán en la Batalla de Inglaterra La aviación de la Batalla de Inglaterra Protagonistas: Charles de Gaulle Hitler recurre a la diplomacia La reunión entre Hitler y Franco El colaboracionismo de la República de Vichy

TOMO 2 CAPÍTULO 4: LA APERTURA DE OTROS FRENTES (Octubre 1940 – Junio 1941) Los desaciertos del Duce Invasión a Grecia La guerra naval en el Mediterráneo Italia contra los aliados en África

Alemania acude en ayuda de su socio Mussolini La campaña alemana en los Balcanes La invasión alemana a la isla Creta

La guerra del desierto (1° parte) Características de la Guerra del desierto La Francia libre contra la Francia de Vichy Los primeros éxitos del África Corps Personajes: Erwin Rommel CAPÍTULO 5: LA BATALLA DEL ATLÁNTICO (Octubre de 1940 – Diciembre de 1941) El bloqueo a Inglaterra El sistema de convoyes británicos Hundir al enemigo inglés La reacción británica La acción de los corsarios

La Batalla del Bismark El submarino El acercamiento de Norteamérica: la Ley de préstamo y arriendo La carta del Atlántico

Personajes: Franklin Delano Roosevelt La conformación de la coalición antihitleriana Protagonistas: Sir Winston (Leonard Spencer) Churchill CAPÍTULO 6: DESPERTAR A DOS POTENCIAS (Junio de 1941 – Diciembre de 1941) La invasión alemana a la Unión Soviética Sospechas de Stalin Operación Barbarroja La barbarie Rusia se organiza Los cercos a las capitales rusas El invierno aliado de los rusos La contraofensiva rusa

Pág. 44Pág. 45Pág. 48Pág. 50Pág. 51Pág. 51Pág. 53Pág. 55Pág. 56Pág. 57Pág. 58Pág. 61Pág. 63Pág. 64Pág. 65Pág. 66

Pág. 67Pág. 68Pág. 69Pág. 70Pág. 72Pág. 73Pág. 74Pág. 76Pág. 78Pág. 79Pág. 80Pág. 81Pág. 83Pág. 85Pág. 86Pág. 87Pág. 88Pág. 89Pág. 90Pág. 92Pág. 95Pág. 97Pág. 99

Pág. 101Pág. 103Pág. 103Pág. 107Pág. 108Pág. 109Pág. 110Pág. 112Pág. 114Pág. 117Pág. 120Pág. 122

Josip Stalin El ataque de Japón a Pearl Harbor: la entrada de Japón y Estados Unidos a la guerra La invasión del Imperio del Sol Naciente Japón avanza sobre el extremo oriente Dos posiciones irreconciliables El día del ataque, “día de la familia” La guerra mundial

El “pacto de neutralidad” entre Japón y la Unión Soviética TOMO 3 CAPÍTULO 7: EL MUNDO BAJO LA BOTA DEL NAZISMO El Imperio de Hitler Las necesidades del poder alemán El trabajo forzoso en el nuevo orden

La germanización de Europa La cuestión judía La solución final del “problema judío” Campos de concentración y el genocidio

Auschwitz El gueto de Varsovia

Las formas del colaboracionismo El caso particular de los “Estados Satélites” La Francia de Vichy

CAPÍTULO 8: LA GUERRA DEL PACÍFICO (Diciembre de 1941 – Febrero de 1943) Japón se adueña del Pacífico Malasia en poder de Japón La caída de Birmania La derrota norteamericana en Filipinas La derrota de los aliados en Java

Errores y desaciertos del Imperio del Sol Naciente Bombardeo sobre Tokio con sabor a venganza La batalla del Mar del Coral Derrota japonesa en Midway Las causas de la derrota

Estados Unidos conquista Guadalcanal Protagonistas: Douglas MacArthur El portaaviones El poder de las armas japonesas TOMO 4

Pág. 124Pág. 125Pág. 126Pág. 128Pág. 130Pág. 131Pág. 134Pág. 134

Pág. 136Pág. 137Pág. 140Pág. 142Pág. 145Pág. 148Pág. 151Pág. 153Pág. 156Pág. 158Pág. 162Pág. 163Pág. 164Pág. 166Pág. 167Pág. 168Pág. 169Pág. 171Pág. 175Pág. 176Pág. 179Pág. 180Pág. 182Pág. 183Pág. 186Pág. 188Pág. 189Pág. 192

CAPÍTULO 9: LOS PRIMEROS REVESES DE ALEMANIA EN EL CONFLICTO (Enero de 1942 – febrero de 1943)

Pág. 194

El frente de África Pág. 195Nuevo avance alemán en el desierto en enero de 1942 Pág. 195El triunfo aliado en El‐Alamein Pág. 197

Operación Torch Pág. 199Los aliados toman la delantera en África Pág. 202

El frente ruso Pág. 204La campaña alemana del Cáucaso Pág. 205El avance alemán durante el verano Pág. 206La batalla de Stalingrado Pág. 210La rendición del VI Ejercito Alemán Pág. 213

Los primeros bombardeos sobre Alemania Pág. 214CAPÍTULO 10: LOS ALIADOS PASAN A LA OFENSIVA (Enero de 1943 – Diciembre de 1943) Pág. 216Conferencia de Casablanca Pág. 217Los aliados triunfan en África Pág. 219La “Guerra Total” Pág. 221El derrumbe de Italia Pág. 223El debacle del ejército italiano Pág. 224El desembarco en Sicilia: “Operación Husky” Pág. 225La caída de Mussolini Pág. 227La capitulación de Italia Pág. 229

La campaña de Italia: los combates sobre la línea Gustav Pág. 232La ofensa soviética en el frente del este: Jarcov y el enclave de Jursk Pág. 234La Conferencia de Teherán Pág. 237Bombardeos sistemáticos en Alemania Pág. 239 TOMO 5 CAPÍTULO 11: LA LIBERACIÓN DE LAS GRANDES CIUDADES (Febrero de 1944 – Enero de 1945) Pág. 243La gran ofensiva rusa desde el este Pág. 244La ofensiva del invierno Pág. 245La ofensiva de verano Pág. 246La Conquista de Finlandia Pág. 248La tragedia de Varsovia Pág. 249Los Balcanes en poder de los soviéticos Pág. 251

La campaña en Italia Pág. 253El desembarco de Anzio y los combates en Monte Cassino Pág. 254

Los aliados en Normandía: Operación Overlord Pág. 256Formaciones primarias Pág. 257Estrategia de la operación Pág. 257Operación Tonga Pág. 257Operación Neptuno Pág. 257Defensa de Normandía Pág. 258Trasfondo de la operación Overlord Pág. 259Operación Overlord en acción Pág. 260

París libre al grito de: ¡Tous aux barricades! Pág. 261Las Fuerzas Armadas marchan en el Río Rin Pág. 264Fuerzas aliadas Pág. 264Fuerzas alemanas Pág. 264

Estrategia de Eisenhower Pág. 264 Avance a Alemania Pág. 265La batalla por Bastogne Pág. 265CAPÍTULO 12: ESTADOS UNIDOS PASA A LA DELANTERA EN EL PACÍFICO Pág. 268Batalla de Saipán Pág. 269Fuerzas militares Pág. 269Objetivos militares Pág. 269Estrategia militar Pág. 270Desarrollo del conflicto Pág. 270

La reconquista de Filipinas Pág. 271Acciones del almirante japonés Shima Pág. 272Combate en Luzón Pág. 272Asalto a Manila Pág. 274Reconquista de Bataan y Corregidor Pág. 274

La batalla de Leyte Pág. 275Batalla del paso de Palawan: 23 de octubre Pág. 275

Batalla del mar de Sibuyan: 24 de octubre Pág. 276El estrecho de San Bernardino: 25 de octubre Pág. 276Batalla del estrecho de Surigao: 25 de octubre Pág. 277Batalla de samar: 25 de octubre Pág. 277Batalla de Cabo Engaño: 25 y 26 de octubre Pág. 277Resultados del conflicto Pág. 278

Los Kamikazes Pág. 279Actos kamikazes Pág. 280Takijiro Onishi: Formador de los kamikazes Pág. 280Trasfondo religioso Pág. 281

La Guerra en China Pág. 282El papel de China Pág. 282Guerra civil china Pág. 283

La liberación de Birmania Pág. 284Las campañas de Iwo Jima y Okinawa Pág. 284Raíz del conflicto en Iwo Jima Pág. 284

Características de la Isla Pág. 285 Defensa y combate Pág. 286 Okinawa Pág. 288RAIDs aéreossobre Japón Pág. 290Operación Doolittle Pág. 290Objetivos militares Pág. 291Estrategia Doolittle Pág. 291

Comienza la acción Pág. 292Odisea del RAID Pág. 293Resultado de la misión Pág. 295

TOMO 6 CAPÍTULO 13: EL TRIUNFO DE LOS ALIADOS Pág. 296La invasión de los aliados a Alemania Pág. 297La Unión Soviética en Prusia Oriental Pág. 297Visión alemana Pág. 298Visión soviética Pág. 299

La Conferencia de Yalta Pág. 299Batalla de Berlín Pág. 300Contexto político social Pág. 301

Incursiones soviéticas Pág. 301 Frente alemán y acción Pág. 303Resultados Pág. 306

La liberación total de Italia Pág. 307La derrota de Alemania Pág. 308La conferencia de Postdam Pág. 310Las bombas atómicas sobre Nagasaki e Hiroshima Pág. 311El final de la guerra: la rendición de Japón Pág. 314Firma del acta de rendición Pág. 315

CAPÍTULO 14: LAS CONSECUENCIAS DEL CONFLICTO Pág. 316Los problemas sociales y económicos post guerra Pág. 317Pérdidas humanas y sus consecuencias Pág. 317Problemas financieros Pág. 318Repercusiones psicológicas y morales Pág. 319

El nuevo sistema internacional Pág. 321Dos bloques en Europa Pág. 323Antecedentes Pág. 324

Formación de los bloques Pág. 324Alianzas de Europa Occidental Pág. 325Alianzas de Europa Oriental Pág. 326

División de Alemania Pág. 327La “biestatalidad” de Alemania Pág. 328El muro de Berlín Pág. 328Rivalidad entre los dos bloques Pág. 328

La descolonización de Asia Pág. 329China Pág. 329Filipinas Pág. 329India Pág. 329Ghandi Pág. 330Nehru Pág. 330Asia suroriental Pág. 331Corea Pág. 333

El proceso de Nuremberg Pág. 333Antecedentes Pág. 334Comienza el juicio Pág. 335Acusaciones Pág. 335Jueces Pág. 335Acusados Pág. 336El proceso Pág. 336La causa Pág. 337La sentencia Pág. 338La ejecución Pág. 339Nuevo orden internacional Pág. 340

136La 2° Guerra Mundial

ELBIBLIOTECOM

Capítulo 7El mundo bajo la bota

del nazismo

A mediados de 1942 el Tercer Reich alcanzará su máxima extensión. Gran parte de Europa se encontraba bajo el dominio alemán y comenzaba a ser objeto de un remodelamiento de fundamentos ideológicos y raciales

que sumirían a gran parte de la población de los territorios ocupados y conquistados en la crueldad y la muerte. Eran los cimientos de un “nuevo orden” que Hitler pretendía instaurar, cuya Ĵ nalización era la germanización de

toda Europa desde el Atlántico hasta los Urales y desde el Mediterráneo al Mar del Norte.

Los pilares del imperio que Hitler pretendía construir otorgando la supremacía a Alemania, estaban en la conquista de grandes territorios( el “espacio vital”) donde aquél se pudiera abastecer de materias primas para

la industria en general y la bélica en particular, de manera de alcanzar y mantener un desarrollo extraordinario de imperio, el dominio militar y político sobre esos territorios estableciendo colonias de alemanes para asegurar

las fronteras del Imperio y por último lograr un predominio absoluto de la raza aria considerada superior, lo cual implicaba eliminar la posible inĶ uencia de razas inferiores, cuyos seres eran molestos e indeseables ya que

podrían manchar o pervertir la raza germana. Estas razas inferiores sobre las cuales Hitler tenía un odio especial eran los judíos y los eslavos.

De tal manera que ya en los inicios del conĶ icto habrá un especial ensañamiento contra estos dos pueblos a los cuales se perseguirá y se hostigará al extremo, con una deshumanidad absoluta.

Si bien el plan en un comienzo solo apuntaba al dominio de los territorios y la subordinación de los pueblos, en especial los del Este, aplicando la política de aniquilación con “moderación”, luego de la campaña de Rusia

saldrán a la luz las verdaderas intenciónes de Hitler: extinguir a los judíos mediante el exterminio masivo, el cual será llevado a cabo con una frialdad y crueldad escalofriante, y a los eslavos emplearlos como esclavos para la producción en la industria y el campo hasta el límite de su resistencia humana, de esa manera se los eliminaría

por decantación, y aquellos que no fueran físicamente explotables deportarlos hacia el otro lado de los Urales o simplemente matarlos.

Prácticas como la deportación de pueblos enteros, la explotación indiscriminada de mano de obra esclava en condiciones infrahumanas, el desmantelamiento y traslado de fábricas completas para su instalación

en Alemania, la apropiación y el uso indiscriminado de recursos de los territorios ocupados, la violencia, la persecución de ideólogos y políticos, el asesinato en masa de las poblaciones dominadas para el “escarmiento” y el exterminio de judíos en los campos de concentración, serán las habituales en una época considerada como la

más sangrienta y nefasta en la historia de la humanidad.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOM

El imperio de Hitler

Al terminar el verano de 1942 el dominio de los alemanes sobre Europa llegó a su máximo. Su control sobre las poblaciones dominadas era absoluto y se ejercía con un rigor cuya

violencia y atrocidad escapaban a la razón humana.

El imperio alemán se extendía de Este a Oeste, desde las mismas puertas de Moscú, donde habían sido detenidas las fuerzas alemanas invasoras, hasta las costas del océano Atlántico y de norte a sur desde el Atlántico Norte hasta el Mar Mediterráneo. A su vez, estaba for-mado por territorios anexionados, territorios ocupados y territorios aliados, varios de los cuales funcionaban como “estados satélites”.

Estos territorios con sus poblaciones, estaban catalogados de acuerdo a un orden jerárquico establecido por el Reich según la condición de sus habitantes y la función asignada a los mismos dentro del imperio. De acuerdo a la posición ocupada por estos territorios dentro de la escala, sus habitantes serían considerados de diferente manera.

Como núcleo central y potencia dominante, se encontraba la Gran Alemania que incluía a los anexionados Austria, Sudetes Alemanes, Prusia Oriental y el pasillo de Danzig, Alsacia y Lorena (Francia), Luxemburgo, Eupen y Malmedy (estos dos últimos territorios belgas), todos ellos dentro de un primer orden .

Luego se encuentran los llamados “países satélites” entre los que se encuentran países alia-dos dada su adhesión al Pacto Tripartito, Italia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Eslovaquia y Finlandia, de los cuales, no todos ostentaban la misma posición.

Adolf Hitler.

De acuerdo a la posición ocupada por estos territorios

dentro de la escala,sus habitantes

serían consideradosde diferente manera.

Médicos y enfermeros aliados encuentran cadáveres antes de ser incinerados o

sepultados.

También, formando parte de esta Gran Alemania, pero ya en segundo orden, se encontraban los protectorados de Bohemia y Moravia (ex Checoslovaquia) y Polonia, en los cuales el trato a la población fue degradante y cruel ya que sus habitantes en su mayoría eslavos y judíos eran considerados inferiores y por ello eran sometidos a una explotación infrahumana en beneĴ cio de las necesidades del imperio, antes de su exterminio deĴ nitivo.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMLos países ocupados militarmente como la Francia ocupada, que estaba bajo el mando del militar Otto von Stülpnagel, Bélgica, conĴ ada al general Von Falkenhausen, Noruega, admi-nistrada por un gobierno civil que será ocupado en 1942 por Vidkun Quisling, jefe de los nazis noruegos y promotor de la masacre de políticos y judíos en su país, estarán sometidos a un sistema de colaboración forzosa de mano de obra, como así también los recursos de estos países, serán utilizados de manera indiscriminada al servicio de la industria alemana.

Entre los países ocupados, pero en una categoría inferior, se encuentran los territorios del Este, los cuales, una vez establecido el avance de las tropas nazis, fueron agrupados en una unidad administrativa denominada Ostland (territorio del Este, en alemán), formada por la Rusia Blanca, los estados Bálticos, algunas regiones de Polonia oriental y Ucrania. En estas regiones se establecieron colonias alemanas con el Ĵ n de germanizar la zona mediante la prevalencia de la raza aria y la expulsión o desaparición de los pueblos existentes.

Hitler organizará su imperio sobre la base de un “Nuevo Orden” que implica el dominio abso-luto de Alemania y la raza aria, y procurará su transformación, crecimiento y permanencia mediante el fortalecimiento de su poder económico y militar, para lo cual procurará colocar todos los recursos posibles al servicio de las necesidades bélicas del régimen y las necesida-des económicas y sociales del pueblo germánico, aún a costa de desabastecer al resto de las poblaciones de Europa, las cuales tenían sin cuidado al Reich alemán. En efecto, se sometió a todas las poblaciones a una reorganización económica y demográĴ ca de manera tal de modelar Europa según las necesidades de este nuevo proyecto que no era otro que el esta-blecido en las páginas del Mein Kampf, 17 años atrás cuando Hitler estando preso sentó las bases de un nuevo movimiento ideológico basado en la supremacía racial.

En 1942 el primer paso de ese proyecto estaba dado, la conquista de los territorios que conformaban el espacio vital, ahora era necesario otorgar a la raza aria los instrumentos necesarios para su expansión y desarrollo. Para ello debía someter todos los recursos, mate-ria prima y mano de obra, existentes dentro de Europa a la producción de bienes y servicios necesarios para la población germánica, y a la vez para abastecer a las fuerzas militares, pilar del poderío alemán.

Los territorios ocupados estaban administrados por comisarios del Reich que gobernaban bajo un régimen dictatorial a la orden de los propósitos del Führer. En todos ellos se practicaba una política de violencia, tortura y muerte, donde se perseguían y asesinaban políticos, sacerdotes, ideólogos y judíos de manera indiscriminada.

Otto von Stülpnagel.

Alexander von Falkenhausen.

Vidkun Quisling.

Mein Kampf, Mi lucha.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMAsí, el funcionamiento del imperio estará caracterizado por una industria concentrada en Alemania con el traslado de cientos de fábricas desmanteladas en los territorios conquista-dos y su posterior establecimiento en suelo alemán, o en caso de ser imposible el traslado, la apropiación a la fuerza de esas fábricas para su utilización a favor de Alemania. La mano de obra y los materiales los suministrarían los pueblos ocupados del Este en primer lugar y los occidentales posteriormente, cuando la producción que crecerá a pasos agigantados deba responder al incremento de las necesidades bélicas dada la prolongación del conĶ icto y la complicación de la situación alemana. Todo será puesto al servicio del imperio nazi.

De esta manera la postal del imperio estará dada por el traslado masivo de personas a la fuerza, la deportación de poblaciones enteras para ser empleadas en la producción alemana y su hacinamiento en campos de concentración donde vivirán en condiciones infrahumanas y serán explotados hasta sus últimas fuerzas, puesto que su destino no es de importancia para los nazis sino solo su grado de utilidad.

Pero estos movimientos demográĴ cos no solo tienen que ver con el empleo de mano de obra sino con la limpieza de seres indeseables y contaminantes de la raza aria. Esta debía propagarse por toda Europa y debía ser la dueña de sus recursos según los principios del nazismo, para ello debían eliminarse a los habitantes originales de las tierras ocupadas. Para el logro de este Ĵ n Hitler y los nazis recurrirán a la práctica del exterminio, y a las muertes que se contaban de a cientos de miles, producidas por la explotación indiscriminada, se sumarán las matanzas masivas de los pueblos eslavos en la campaña del Este llevada a cabo por las fuerzas especiales de la Wehrmacht y de las SS, que arrasarán con poblaciones completas en el propósito de eliminar este grupo étnico. Por último, millones debían ser deportados al otro lado de los Urales, proyecto que no llegaría a llevarse a cabo por el fra-caso de la operación alemana en el Este.

El imperio sería conducido entonces con un régimen basado en el terrorismo y la muerte apoyado por una milicia implacable que debía procurar la consecución de los objetivos nazis de supremacía racial y dominio de los territorios.

Lo mismo sucederá con los judíos aunque en este caso la situación será aún peor, puesto que para ellos se aplicaría solo el exterminio, luego de hacerlos sufrir de manera abominable en los campos de concentración o en los guetos, viviendo hambre, efermedades, vejaciones y frío en condiciones paupérrimas de higiene hasta ser sometidos a la muerte Ĵ nal en las cámaras de gas.

Campo de concentración. La estrella identiĴ caba a los judíos, un triángulo rojo a los comunistas, entre otras clasiĴ caciones.

Desnutrición en Auschwitz. Prisioneros rescatados por tropas rusas. 1945.

Víctimas de los campos de concentración, antes de ingresar a las cámaras de gas, en

Auschwitz.

Todo será puesto al servicio del imperio nazi.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMEsta milicia no será otra que las fuerzas de las SS, cuyo jefe supremo era Heinrich Himmler a cuyo cargo se encontraba también la organización de los Campos de Concentración. Estas fuerzas especiales serán quienes impongan el terror en los territorios dominados. Eran quienes manejaban la Policía y quienes disponían del destino de las poblaciones ocupadas, imponiendo las reglas de nuevo orden con violencia, asesinatos en masa, saqueos y depor-taciones de pobladores. No respetan otras reglas más que las propias y su poder estaba por encima de cualquier otro establecido en estos territorios conquistados.

Este será un imperio que se conducirá en una época por demás oscura donde todo será muerte y sufrimiento para poblaciones subyugadas por una fuerza en extremo violenta e inhumana.

Heinrich Himmler.

Fritz Todt.

No respetan otras reglas más que las propias y su

poder estaba por encima de cualquier otro establecido en estos territorios conquistados.

Cadáveres de las víctimas.

Las necesidades del poder alemán

El sostenimiento del imperio nazi dependía principalmente de la capacidad militar de los alemanes con la cual subyugaba a las naciones conquistadas a través de un aparato

terrorista que imponía temor y la violencia extrema. Para mantener esta capacidad, desde el comienzo del conĶ icto Hitler procuró apoderarse de los recursos materiales de los paí-ses ocupados sustrayendo a la fuerza minerales y metales indispensables para la industria de la guerra y de los cuales Alemania carecía, pero que en cambio, Europa del Este poseía en exceso. Así es como, los alemanes saquearon los territorios ocupados, explotando indis-criminadamente los recursos ajenos en Ucrania, Ostland y Polonia donde los comisarios del Reich se apropiaron de las industrias de dichos países tales como fábricas, minas, yaci-mientos petróliferos y acerías y las explotaron de manera excesiva en beneĴ cio del régimen nazi, pero no solo eso sino que para dicho trabajo se empleó a la fuerza mano de obra de las poblaciones locales. Cientos de miles de habitantes del pueblo eslavo fueron tomados como esclavos para trabajar campos y minas exprimiéndolos al límite de sus fuerzas en pro-vecho de la industria alemana.

Fritz Todt, ministro de Armamento en 1940, apenas comenzada la guerra, se encargó de racio-nalizar el trabajo de una enorme masa de mano de obra extranjera entre prisioneros de guerra y poblaciones deportadas, que trabajaban en pésimas condiciones y hasta caer agotados, al servicio de las exigencias bélicas del Reich. El desplazamiento de poblaciones fue un fenómeno forzado por los nazis por la cual se trasladaron cientos de habitantes de las regiones orientales de Europa a las minas y a las regiones agrícolas o al interior de Alemania para trabajar en la industria.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMPero además de la industria de guerra existían otros motivos que movilizaban a Hitler para saquear las riquezas de los países ocupados, ya sea explotando sus recursos, apoderán-dose de sus industrias, esclavizando material humano, robando dinero, etc. Para continuar gozando del apoyo incondicional de los alemanes y lograr su compromiso con la guerra debía procurar seguir proporcionándole un alto bienestar económico, superior al del resto del con-tinente, al igual que lo había hecho en la década del treinta para conseguir poder político.

Pero a medida que el conĶ icto avanza, las necesidades de material bélico aumentan a pasos agigantados. La prolongación de la guerra y la resistencia en el frente ruso incrementaron las necesidades de material de guerra, con lo cual se hizo indispensable aumentar el nivel de producción y con ello crecieron las necesidades de materias primas y de mano de obra.

Es por ello que a partir de 1942 la situación de la población, sobre todo en Europa Oriental y en Rusia se agudiza por el uso masivo de poblaciones de eslavos y hasta de prisioneros de guerra (lo cual contradecía los tratados internacionales que prohibían la explotación de prisioneros de guerra para la industria bélica), a los servicios del Tercer Reich, en condicio-nes calamitosas, sufriendo un maltrato inhumano al extremo, hacinados y sin posibilidades de una pronta liberación.

Deportaciones y tomas de prisioneros masivas.

Judíos y otros prisioneros terminarán como esclavos en trabajos forzosos.

Los esclavos y prisioneros estaban en condiciones

calamitosas, sufriendo un maltrato inhumano al

extremo, hacinadosy sin posibilidades de una

pronta liberación.

Para ello debía proveerse de alimentos y mercancías desde las zonas ocupadas y explotar al máximo los campos a costa de privar de alimentos a las poblaciones locales dominadas. En Alemania a pesar de la guerra, la vida cotidiana continuaba con el mismo nivel de vida, el cual se sostenía gracias a los cientos de mercancías y toneladas de alimentos incautados y exportados sin pagar desde los territorios del Este. La mano de obra que dejaba vacante un alemán para reclutarse como militar era suplantado por mano de obra extranjera explotada despiadadamente y cada obrero que caía rendido por el trabajo se dejaba morir sin compasión alguna, para ser reemplazado nuevamente por otro proveniente de las grandes masas deportadas desde Europa Oriental.

Los cuerpos eran cremados o sepultados en fosas comunes. Hay signos evidentes de desnutrición.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMEl trabajo forzoso en el Nuevo Orden

A Ĵ nes de setiembre de 1944 se estimaban en 7.500.000 el número de súbditos civiles extranjeros que trabajaban para el Tercer Reich. Casi todos habían sido llevados a la

fuerza, deportados a Alemania en vagones de ganado, casi siempre sin alimentos, sin agua, sin la menor instalación sanitaria, para trabajar en fábricas, campos mineros o agrícolas. No solo se los obligaba a trabajar, sino que eran sometidos al maltrato, se los torturaba físicamente, se les hacía pasar hambre y muy a menudo se les dejaba morir por falta de ali-mentación, de ropa y de cobijo.

Las deportaciones implicaban el traslado en masa de trabajadores extranjeros en las cuales eran arrancadas las mujeres a sus maridos, los hijos a sus padres, para ser enviados a pun-tos de Alemania alejados entre sí. Para entender la magnitud de los hechos y de la locura tampoco se libraban los menores. Apenas tenían edad para trabajar. Incluso los altos man-dos colaboraron personalmente con la requisa de niños: un memorándum hallado entre los papeles de Rosenberg nos revela que este método fue empleado en Rusia. Lleva fecha de 12 de julio de 1944: “El Grupo de Ejércitos del Centro tiene la intención de aprehender de 40 a 50.000 muchachos de entre 10 y 14 años para ser enviados a Alemania….Estos mucha-chos serán asignados en primer lugar a la industria alemana para que efectúen en ella su aprendizaje…Tiene por objeto no solamente impedir un refuerzo directo de las fuerzas enemigas sino igualmente reducir su potencial biológico”. Esta operación de rapto tenía como nombre Operación Heno.

En los países del Oeste las fuerzas nazis comenzaron con una fuerte campaña propagandista llenas de promesas engañosas, con el objetivo de reclutar voluntarios para trabajar en las fábricas alemanas. Sin embargo, con el incremento de las necesidades bélicas los nazis no tardaron en recurrir a la requisa y a emplear cada vez más el terrorismo.

Alfred Rosenberg.

Miles de niños eran destinados como esclavos para trabajos forzosos. En la imagen, niños en Auschwitz.

Los nazis no tardaronen recurrir a la requisa

y a emplear cadavez más el terrorismo.

El peor maltrato lo sufrieron los polacos y eslavos a quienes Hitler despreciaba sobremanera. Las deportaciones, su hacinamiento y condición de esclavitud serán de una virulencia por demás despiadada.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMAl principio se emplearon métodos relativamente suaves. Se hacían redadas a las salidas de las iglesias o de los cines. En el Oeste, las unidades de las SS se contentaban simplemente con cercar una barriada y llevarse a unos cuantos hombres y mujeres juzgados aptos para el trabajo. Pueblos enteros fueron rodeados y registrados de este modo. En el este, cuando los habitantes se resistían, los alemanes prendían fuego al pueblo y embarcaban a todo el mundo, empleando el método de “tierra quemada” instruido por Hitler.

Las condiciones del transporte de este material humano del Este a Alemania dejaba mucho que desear: el hambre, los golpes, las enfermedades, el frío, abundaban en los vagones de los trenes, atestados de hombres, mujeres y niños trasladados a los campos de concentración donde serían alojados para ser empleados en las fábricas alemanas instaladas en las cercanías.

Luego en los barracones de los campos de concentración donde estaban alojados lo que menos gozaban era de un descanso reparador, por el contrario sufrían el maltrato, frío, racio-nes ínĴ mas de comida y nada de higiene, estaban vestidos con harapos, aun en invierno, donde las temperaturas europeas son en extremo bajas.

Justamente muchos de estos campos donde se alojaban los trabajadores forzosos fueron levantados en diferentes regiones a poca distancia de las grandes fábricas alemanas, tal es el caso de Krupp, donde se fabricaban los cañones, las municiones y tanques alemanes, y que absorbía a gran número de estos trabajadores, en su gran mayoría eslavos y prisioneros de guerra rusos, los cuales trabajaban largas horas hasta que pudieran mantenerse en pie.

Cadáveres de esclavos judíos, eslavos y rusos, muertos por no recibir alimentación.

Cuerpos de prisioneros deportados a Dachau, Alemania.

El hambre, los golpes, las enfermedades, el frío,

abundaban en los vagones de los trenes atestados de hombres, mujeres y niños.

Mujeres sumidas en la esclavitud, separadas de sus hijos, hacinadas en condiciones infrahumanas.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMEn estos campos las enfermedades infecciosas abundaban y atacaban a sus habitantes de una manera atroz, a causa de la falta de sanitarios, de agua, que a menudo se cortaba por días y del poco espacio en el que se hacinaban cientos de personas.

A la vez, unos 2.500.000 trabajadores forzados, en su mayoría eslavos e italianos, fueron lle-vados a granjas alemanas, y aunque sus condiciones de existencia, fuesen mejores que las de sus camaradas empleados en fábricas, estaban muy lejos de ser las ideales, ni siquiera humanas. Los trabajadores debían trabajar el tiempo exigido por su patrono, y la duración del trabajo podía ser ilimitada. Los patronos a su vez estaban autorizados a realizar castigos corporales sobre los trabajadores esclavos y se les estaba prohibida cualquier consideración humana sobre los mismos.

Para los nazis, en cuanto a las necesidades laborales, las mujeres eran tan necesarias como los hombres. De los casi tres millones de ciudadanos rusos obligados a servir en Alemania, la mitad eran mujeres. La mayoría fueron enviadas a granjas y fábricas y otra gran parte fue empleada parea el servicio doméstico de manera tal de “aliviar el trabajo de las amas de casa alemanas”, según las propias palabras del Führer.

En ningún caso los trabajadores agrícolas o el servicio doméstico podían entrar en restau-rantes, cines o teatros y no tenían derecho a asueto.

En 1943 y ante la elevada mortandad de prisioneros de guerra rusos en los campos de con-centración donde eran abandonados a la intemperie, los altos mandos alemanes se quejaron de la mala administración de los mismos pero respondiendo a una motivación por demás egoísta. Entre ellos el mismo Heinrich Himmler, jefe de las SS, quien veía como un desper-dicio el dejar perecer a esta importante fuente de mano de obra tan indispensable para la industria de la guerra. De ahí que se enviaran más de un millón de prisioneros rusos a las fábricas de armamentos, y esto implicaba correr con mejor suerte ya que al menos allí no morirían de frío aunque si de agotamiento.

A mediados de 1942 dos millones y medio de trabajadores extranjeros trabajaban en el interior de Alemania, además de tres millones de prisioneros de guerra rusos, de los cuales muchos fueron empleados para la industria de armamentos, lo cual violaba los convenios internacionales, que estipulaban que los prisioneros de guerra no pueden ser empleados en este tipo de trabajos. Pero no solo eso, sino que el maltrato que sufrían, también era aberrante. De los cinco millones de prisioneros rusos tomados por los alemanes hasta 1944, la mitad morirá de agotamiento, hambre y frío.

Barraca de hombres, mal nutridos, en harapos, realizarán trabajos forzosos hasta agotar sus fuerzas .

En ningún caso los trabajadores agrícolas o el servicio doméstico podían

entrar en restaurantes, cines o teatros.

Los trabajadores debían trabajar el tiempo exigido

por su patrono, y la duración del trabajo podía

ser ilimitada.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMEn cuanto a los trabajadores del oeste, y a partir de la complicación del conĶ icto para los alemanes y del incremento de sus necesidades industriales, también fueron tomados a la fuerza. Y, aunque tuvieron mejor suerte que los del este, el maltrato también existió. Hasta 1944, un total de 785.000 franceses, holandeses y belgas, fueron reclutados para trabajar de manera forzosa en la industria alemana. También la consideración con los prisioneros del oeste, franceses, ingleses y norteamericanos, fue diferente.

El punto máximo del esfuerzo productivo del Reich se registra en 1944: más de 28 millones de ciudadanos alemanes empleados (14 millones de hombre y otras tantas mujeres), casi 7 millones de trabajadores extranjeros (5,3 millones de trabajadores forzosos y 1, 8 millones de prisioneros de guerra). Ese mismo año, son enrolados 10, 6 millones de alemanes en las fuerzas militares.

Así, es como gracias a la explotación indiscriminada de mano de obra extranjera en carácter de esclavos permitió a los alemanes disfrutar de un bienestar social y económico elevado a pesar de los avatares de la guerra y a la vez mantener un poder militar enorme hasta los últimos meses del conĶ icto.

Eslavos y judíos eran considerados, por los nazis, como “infrahombres” (untermenschen), es decir racialmente inferiores y como tales, seres molestos e indeseables dentro del “nuevo orden europeo” del Führer. Su destino, según la concepción hitleriana, no era otro que el de desaparecer.

Niño muerto por desnutrición en el Gueto de Varsovia. 1941.

Prisioneros rusos.

Hasta 1944, un total de 785.000 franceses,

holandeses y belgas, fueron reclutados para trabajar de manera forzosa en la

industria alemana.

Se propusieronapoderarse de las riquezas

naturales y económicasde las regiones conquistadas.

Punto máximo del esfuerzo productivo. 1944

Alemanes empleados 28.000.000

Trabajadores extranjeros 7.100.000

La germanización de Europa

El objetivo primordial de Hitler con esta guerra, que se inició disfrazada con una supuesta reivindicación de la nación alemana, era el de construir una nueva Europa donde el

Imperio Alemán y los nazis se constituyeran como los dueños y señores de todo lo que en ella existiera. De esta suerte se propusieron apoderarse de las riquezas naturales y econó-micas de las regiones conquistadas y remodelar el conjunto demográĴ co de manera tal de establecer la supremacía de la raza germánica. De estas ideas, concebidas como principios primordiales de la ideología nazi, surge que este conĶ icto posee en realidad una movilidad ideológica y racial.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMLos eslavos que fueran aptos para el trabajo en los campos y las canteras serían tomados como esclavos hasta que, agotados y enfermos por la explotación desmedida e infrahu-mana, ya no fueran útiles al régimen entonces serían deportados al otro extremo de los Urales, hacia donde, según se supo después, los alemanes planeaban enviar a más de 30 millones de eslavos. El resto de los eslavos considerados “inservibles” para el trabajo como así también los judíos debían ser simplemente aniquilados.

La guerra en Polonia y la Unión Soviética tenía como meta justamente llevar a cabo estos cometidos: el dominio de grandes extensiones territoriales y su apropiación y continuar con una política de opresión tendiente a la eliminación o deportación masiva de las poblacio-nes locales dejando de esa manera libre el acceso a los colonos alemanes que se instalarían para explotar los recursos en provecho de Alemania.

Es así, como en nombre de la superioridad racial germana se inicia, en el Este de Europa, una matanza a mansalva del pueblo eslavo dominado y la movilización de millones de almas hacia los centros de producción alemanes. Cualquier signo de oposición y/o rebelión sería anulado con el asesinato inmediato de cientos de pobladores como escarmiento.

Lo mismo ocurría con los eslavos de Checoslovaquia que habiendo sido conquistados por Hitler antes del inicio de la guerra, fueron rápidamente sometidos a la esclavitud de los nazis. La orden de aquél, había sido justamente que la mitad de este pueblo fuera tomado como “material humano” para trabajar en la industria mientras que la otra mitad debía, simplemente, ser exterminada.

Agotados, sin recibir alimentos, morían de inanición. Era una práctica sistemática de exterminio.

Soldados alemanes en Varsovia.

En nombre de la superioridad racial germana se inicia, en el Este de Europa,

una matanza a mansalva del pueblo eslavo dominado.

Sidecar alemanes.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMEn Polonia, uno de los primeros territorios en conquistarse, el ensañamiento con la pobla-ción fue de una crueldad inusitada. Se procuró el aniquilamiento de esta nación a través de la destrucción del aparato estatal y de la cultura nacional mediante la persecución, tortura y asesinato de intelectuales, sacerdotes y políticos. Con este ánimo se apuntó a la eliminación de la élite polaca de manera tal de dominar directamente a las masas, las cuales se consi-deraban únicamente capaces de suministrar mano de obra. En cuanto a los judíos, de gran presencia en este país, los mismos fueron conĴ nados en guetos para luego ser exterminados. El 90% de la población polaca era judía o eslava y solo el 10% era de ascendencia alemana, por lo tanto las consecuencias de la práctica de la germanización, en este país, fue nefasta. Hans Frank, quien fuera Gobernador general de Polonia en los años sombríos se encargó de enviar a los campos de concentración a millones de judíos y de conĴ scar sus bienes que pasaron a formar parte del patrimonio alemán.

Las políticas de represión y exterminio se conĴ aban a grupos operativos de las SS denomi-nados Einsatzgruppen, y a comandos especiales del ejército alemán. Al terminar el primer mes de guerra en este país 250.000 judíos habían sido asesinados y solo en Varsovia 400.000 judíos fueron encerrados tras las paredes del muro del gueto más grande construido durante el conĶ icto, donde fueron conĴ nados a una existencia de carencias, tortura y muerte.

En las Repúblicas Bálticas, las masacres las dirigen comandos especiales ayudados por mili-cias locales. Como es el caso de Noruega, donde los nazis locales inician una política de terror dirigida a eliminar a la militancia política y a los judíos locales.

Con la Operación Barbarroja, se desata en la Unión Soviética este mismo fenómeno de vio-lencia pero a una escala mucho mayor no solo por la impronta racial sino por un hondo resentimiento anticomunista. Luego de la ocupación de los territorios rusos por las tropas alemanas, 3.000 efectivos de fuerzas especiales destinados a tal Ĵ n procedían a ejecutar a miles de comisarios del Ejército Rojo hechos prisioneros, a guerrilleros y judíos.

“Los polacos han nacido para ejecutar trabajos rudos. No hay razón para mejorar su suerte. Es indispensable mantener el nivel de vida muy bajo en Polonia e impedir que se eleve…Los polacos son perezosos; hay que emplear la coacción para hacerlos trabajar…Nos serviremos del gobierno general (de Polonia) para el suministro de mano de obra no especializada…Cada año suministrará al Reich los trabajadores necesarios”. Palabras del Reich y que Hanz Frank gobernador de Polonia se encargará de ejecutar a la perfección, estrujando a Polonia al máximo, saqueando sus riquezas y recursos para ser enviados a Alemania, pero no conforme con ello someterá a la población a las penurias más humillantes en nombre del Reich. Hambre, frio y muerte serán moneda corriente en este país y el exterminio de los judíos una práctica incesante.

El 90% de la población polaca era judía o eslava

y solo el 10% era de ascendencia alemana, por lo tanto las consecuencias de la práctica de la germanización,

en este país, fue nefasta.

Campo de concentración de Auschwitz.

Ejecución de un prisionero en Rusia.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMEn cuanto a los prisioneros de guerra rusos los mismos fueron deportados hacia Alemania con el propósito de ser utilizados en la industria, de los cuales la mitad morirá de hambre, frío o agotamiento.

En síntesis se trataba de un simple aniquilamiento de los estados polacos y rusos para la ins-talación de colonias alemanas con el propósito de expandir la raza y promover el desarrollo del imperio. Se debía arrasar con las grandes ciudades del este como Moscú, Leningrado y Varsovia entre otras, destruir su población, y apropiarse de sus riquezas, explotando sus recursos naturales y desmantelando fábricas para enviarlas a Alemania. Sus habitantes, serían empleados como esclavos para trabajar los campos de manera tal de proveer a las necesida-des alimenticias de los alemanes, o para la dura explotación de los recursos minerales para la industria armamentística. Por último, se procedería al aniquilamiento total de los judíos.

La germanización forzosa no resultó más que un sistemático exterminio de seres humanos considerados inferiores por el simple hecho de pertenecer a uno u otro grupo racial y sobre los que Hitler se atribuyó el derecho de decidir sobre sus vidas. Respondía a unos de los prin-cipios básicos del régimen nazi y hacia 1944 habrá alcanzado cifras de muerte espeluznantes.

“Somos una raza superior y tenemos que acordarnos de que el más ínĴ mo de los trabajadores alemanes, tanto en el plano racial como en el biológico, tiene mil veces más valor que cualquier miembro de esta población” Erich Koch comisario nazi en Ucrania, responsable del envío de tres millones de Ucranianos civiles a territorio alemán como mano de obra extranjera y de la muerte de la mitad de estos en los campos de trabajo, debido a su explotación despiadada.

Si bien el exterminio masivo se inicia en 1941 la política antisemita se venía gestando y empeorando desde los primeros años de Hitler en el poder.

La germanización forzosa no resultó más que un

sistemático exterminio de seres humanos considerados

inferiores por el simple hecho de pertenecer a uno u

otro grupo racial.

Prisioneros de guerra alemanes.

La “cuestión judía”

E l aniquilamiento de los judíos era una idea Ĵ ja para Hitler y uno de los grandes principios de la ideología nazi. Su eliminación se consideraba como algo necesario para alcanzar el

dominio de la raza aria sobre los pueblos europeos y la conquista del espacio vital.

Prisioneros hacinados en ell campo de concentración de Buchenwald, Alemania.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMYa en 1935 con el dictado de las leyes de Nüremberg, profundamente discriminatorias y separatistas, comienza el calvario del pueblo judío. Luego los decretos de 1937 y 1938 agra-varon la situación. Básicamente, las medidas se referían a la especiĴ cación de quienes eran consideradas personas judías, a prohibiciones de índole personal (no podían relacionarse íntimamente con alemanes) y prohibiciones de índole social o laboral ya que se les impe-día entrar a determinados lugares reservados únicamente para los alemanes, cines, teatros, restaurantes, colegios entre otros. No podían tener cargos públicos, no podían trabajar en empresas privadas alemanas y en caso de poseer alguna empresa o negocio propio el mismo debía ser vendido por un precio insigniĴ cante. Los médicos, abogados y otros profesionales no podían prestar servicio a personas de origen alemán.

Sin embargo la persecución a la comunidad judía y la intromisión en la vida privada de sus miembros fue mucho más allá. Se trató de impedir la reproducción biológica del pueblo judío a través de prácticas forzosas de esterilización, separación de sexos y otras. Eran, de alguna manera, métodos lentos de exterminación.

Con estas leyes, los actos de violencia y discriminación hacia el pueblo judío se realizaban cotidianamente dentro del marco legal alemán pero lejos de la razón, puesto que ellas se determinaban la necesidad de deshacerse tanto de los judíos como también de aquellos miembros de la comunidad que padecieran deĴ ciencias Ĵ sicas y psíquicas por considerarse una degeneración de la raza aria.

Pero no solo los judíos eran víctimas de prácticas inhumanas sino también los homosexuales, enfermos y disminuidos mentales y los discapacitados, los cuales son sacriĴ cados en pos de la pureza de raza. Por último, dentro de esta limpieza de raza entraban los eslavos a quienes se había reservado el lugar de esclavos, y los gitanos.

Se trató de impedir la reproducción biológica del

pueblo judío a travésde prácticas forzosas

de esterilización.

Los “campos de exterminio” tenían como Ĵ n exclusivamente eliminar prisioneros. Allí se implementaron las cámaras de gas.

GráĴ cas de la época.

Exterminio de judíos.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMEsta persecución de carácter legal conformaba la denominada primera fase de la política antisemita de Hitler donde se anularon derechos sociales, laborales y económicos de los judíos. Esta fase transcurrió desde 1933 hasta 1939 y en ella se constituyeron diferentes for-mas para anular de manera gradual esta comunidad. Las leyes discriminatorias permitieron la realización de boicots contra productos y negocios judíos, la persecución y la expulsión masiva de cientos de miembros de la comunidad judía fuera de las fronteras alemanas y la creación de campos de concentración para alojar a los judíos expulsados o apresados, se inventaron causas y juicios contra judíos, etc. Se ejecutaron razias, represalias y pogroms. La “Noche de los Cristales Rotos” o Kristallnacht, sucedida entre el 9 y 10 de noviembre de 1938 es un claro ejemplo de pogrom contra el pueblo judío.

Con el comienzo de la guerra mundial la política antisemita nazi se endureció mucho más y la violencia de la llamada segunda fase contra los judíos se torno más cruel e inhumana. En efecto esta segunda fase se inició luego de la invasión a Polonia y se caracterizó por la aislación de las comunidades judías en guetos o su traslado masivo hacia los campos de concentración donde eran seleccionados aquellos que mejores condiciones presentaban para trabajar, el resto sería eliminado.

En los guetos se sometió a los judíos a condiciones de vida infrahumanas, ya que se cortó el suministro de productos hacia el interior de los muros y no se permitía a sus habitantes salir de los mismos, esto llevó en cuestión de poco tiempo a una situación extrema de ham-bre y enfermedades que signiĴ có la muerte de cientos de miles de sus pobladores. Familias enteras perecieron tras los muros soportando frío y la abstinencia forzada mientras en el exterior la vidad de las ciudades permanencía intacta.

La tercera fase desarrollada entre 1942 y 1945 corresponde justamente a la eliminación deĴ nitiva del pueblo judío. La deportación de millones de judíos hacia los campos, tradu-cido en viajes interminables donde hombres, mujeres, niños y ancianos eran transportados en vagones de ganado, apretados, sin agua, sin aire y sin ninguna consideración higiénica, era el preludio de la muerte. Muchos morían ya en el camino por asĴ xia o deshidratación, los que no, podían luego ser seleccionados para trabajar en la industria bélica y otros miles

Asimismo la violencia desatada por los nazis dentro de los guetos fue sangrienta, se iniciaron cacerías humanas, fusilamientos y asesinatos en masa. Algunos fueron destruidos de manera completa a través de incendios y otros luego desalojados para deportar a sus ciudadanos ya maltrechos por la escasez, hacia los que constituirían la tercera y última fase: los campos de concentración y de exterminio.

Se cortó el suministro de productos hacia el interior

de los muros y no se permitía a sus habitantes

salir de los mismos.

Kristallnacht.

Sinagoga en llamas.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMconĴ nados a las cámaras de gas y a los crematorios instalados para el exterminio de una población cuyo único pecado era pertenecer a una raza diferente.

La “Solución Ĵ nal del problema judío”.

Para Ĵ nales de 1941 y tras la ocupación de los territorios del Este, 11 millones de judíos, entre rusos, polacos, ucranianos, y europeos occidentales, ya se encuentran bajo el domi-

nio alemán. Si bien los nazis ya habían decidido tiempo antes el destino de los mismos, el exterminio se producía en forma gradual. Sin embargo, la prolongación de la campaña del Este, la entrada repentina de Estados Unidos a la guerra y la gran masa de judíos existentes obliga a Hitler a acelerar el proceso de eliminación y a alterar sus planes.

Por lo tanto, el alto mando alemán comienza a elaborar un plan para concretar el exter-minio total de los judíos, el cual es presentado el 20 de enero de 1942 en una conferencia celebrada en Wannsse, cerca de Berlín y que reunía a la cúpula de las SS, policías, ministros y miembros del partido Nazi. Adolf Eichmann y Reinhard Heydrich, serán los encargados de organizar la llamada “solución de Ĵ nal del problema judío”, término frío y burocrático con el que los jerarcas nazis vienen a denominar a este plan con el cual lograrían la liberación absoluta de Europa de la presencia de judíos. Se trataba del aniquilamiento sistemático de este pueblo a través de las cámaras de gas en los campos de exterminio.

A partir de entonces millones de judíos serán trasladados desde todas partes de Europa hacia el este, a los distintos de campos de concentración preparados para el exterminio, como Auschwitz, Belzec, Chelmno, Sobibor, Majdanek y Treblinka. Primero debían ser agrupados por sexos y ser sometidos a una selección en la cual los más aptos para el trabajo forzado serían separados del resto y enviados a los campos de concentración, para emplearse en la

Se comienza entonces con los asesinatos en masa a través del fusilamiento directo de grandes grupos de judíos en las zonas ocupadas y con la actuación de los Einsatzkommandos, unidades volantes dotadas de camiones con instalación de gas que permitían el aniquilamiento de judíos en el mismo terreno a través de este horroroso método. Se calcula que cerca de un millón de judíos polacos y rusos fueron eliminados por estos comandos. Sin embargo resultaba insuĴ ciente dada la enorme cantidad de judíos existentes. Solo en Polonia la cifra se elevaba a tres millones.

El alto mando alemán comienza a elaborar un plan para concretar el exterminio

total de los judíos.

Einsatzkommandos.

Adolf Eichmann.

Reinhard Heydrich.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMindustria bélica y la construcción de carreteras, donde seguramente perecerían también a causa del agotamiento y el hambre al que serán sometidos. El resto, no apto, sería enviado directamente a los campos de exterminio para su eliminación en las monstruosas cámaras de gas y posterior incineración de sus cuerpos en los crematorios.

En esta horrorosa maquinaria de muerte montada con los campos de exterminio y los cam-pos de concentración donde se hacinaron millones de personas para ser eliminadas de una manera aberrante perecieron más de seis millones de judíos mientras que se calcula que más de 20 millones de personas padecieron sus atrocidades.

Poco después de iniciado el plan de exterminio sistemático se decidió aplicarlo también en Europa occidental, donde ya en 1940 se habían dictado las primeras leyes antisemitas. Los judíos de países como Francia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo y Noruega fueron víctimas de toda clase de privaciones, persecuciones y discriminaciones.

En 1942 comenzaron las primeras deportaciones de judíos desde estos países hacia los campos de concentración. Varios guetos fueron desalojados y sus habitantes transporta-dos hacia el mismo destino, mientras que numerosas redadas fueron ejecutadas en París, Ámsterdam y Roma.

Reinhard Heydrich, organizador principal de la conferencia de Wannsee y promotor prin-cipal de la solución Ĵ nal expresa en forma contundente cual debía ser el trato al pueblo judío: “A partir de ahora, los judíos deberán ser trasladados al este. Todos los que estén en condiciones de trabajar serán concentrados en grupos del mismo sexo y destinados a la construcción de carreteras. Sin duda alguna gran parte de ellos morirá de agotamiento. Los que sobrevivan, que serán indudablemente los de más resistencia física deberán ser tratados

El traslado de los “condenados” se hacía a través de trenes de carga donde se apretujaban tal cual animales, sin espacio para respirar, sin agua, sin comida y sin instalaciones sanitarias. Muchos fallecían en el camino, pero eso no importaba puesto que era parte del exterminio. Los sobrevivientes de los largos y penosos viajes, lejos de sentirse aliviados comenzaban a sufrir las consecuencias de su fortaleza, la misma que les permitió resistir. La explotación, el hambre, el frío, las enfermedades infecciosas y el abandono eran padecimientos constantes para estas personas, antes de su destino Ĵ nal con Zyklon B en las cámaras de gas.

Se calcula que más de 20 millones de personas

padecieron sus atrocidades.

Niños deportados.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMen consecuencia, pues en estas gentes que representarán una selección natural habrá que ver los gérmenes de una nueva expansión judía.”

Einsatzkommandos: Grupos especiales de aniquilamiento que surgieron de una reorgani-zación de los comandos de operaciones especiales de las SS, para llevar a cabo la matanza de judíos en los territorios invadidos.

Los einsatzkommandos ya habían actuado como grupos especíĴ cos de asesinato cuando la anexión de Austria y de los Sudetes. Estos grupos fueron reorganizados bajo la supervi-sión de Reinhard Heydrich en seis batallones Einsatzgruppen que actuaron en la frontera de Polonia y Bielorrusia y después muy activamente en la invasión a la URSS, cuyo objetivo era la eliminación sumaria de judíos, gitanos, y después de los comisarios políticos.

Las cifras del horror: 6 millones de judíos muertos, 63% de la comunidad existente en Europa, 5 millones en los campos de concentración y un millón a manos de los Einsatzkommandos. Esta cifra se reparte de la siguiente manera: en Polonia, 2.800.000 judíos, en la URSS ocu-pada 1.500.000, Rumania 200.000, Hungría, 200.000, Checoslovaquia 200.000. En Alemania 170.000 y en Austria 140.000.

Campos de concentración y el genocidio

Los campos de la muerte como suele llamarse a estos centros de detención no surgieron durante la guerra mundial sino que fueron ideados un par de años antes por los jerar-

cas nazis para alojar a los enemigos del régimen, opositores, comunistas, judíos y presos políticos, a los cuales se encarcelaba directamente, sin contemplar sus derechos y sin ser sometidos a juicio. También iban a parar allí homosexuales, enfermos mentales, gitanos y demás personas consideradas “antisociales”.

En 1933 se construyó el primero de una larga lista de campos cuyos métodos se irán per-feccionando hasta llegar a la época del exterminio sistemático con las cámaras de gas. Se trataba del campo de Dachau en las cercanías de Múnich. En 1939 ya existían varios campos de concentración en funcionamiento, (Buchenwald, Flossenburg, Mathausen y Ravensbrück, este último solo para mujeres) que recibían a los judíos apresados en Alemania, Austria y

Hubo un especial ensañamiento contra los niños, en los cuales los nazis veían el peligro de la multiplicación de la raza inferior. Terminada la guerra prácticamente no existían niños judíos menores de 10 años.

Los einsatzkommandos eran grupos especiales

de aniquilamiento.

También iban a parar a los campos de concentración:

homosexuales, enfermos mentales, gitanos y demás

personas consideradas “antisociales”.

Niña exhausta tras los enfrentamientos del Levantamiento del gueto de Varsovia.1943.

Muertes de judíos según su ubicación

Polonia 2.800.000

URSS ocupada 1.500.000

Rumania 200.000

Hungría 200.000

Checoslovaquia 200.000

Alemania 170.000

Austria 140.000

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMChecoslovaquia, además de disidentes políticos, clérigos, eslavos, gitanos, testigos de Jehová, y toda aquella persona perteneciente a un grupo o raza considerada inferior por el ideario nazi.

Los detenidos estaban divididos por categorías que eran distinguidas a través de diferentes colores: rojo para los políticos, rosa para los homosexuales, verde para los presos comunes, lila para los testigos de Jehová, negro para los antisociales y amarillo para los judíos.

Al estallar la guerra los campos de concentración, convertidos en campos de trabajo, proli-feraron según las necesidades del Reich. Decenas de miles de hombres, mujeres y niños (en su gran mayoría eslavos y judíos) provenientes de Polonia y Rusia ocupadas, comenzaron a ser deportadas a estos campos para ser empleadas en trabajos forzados, siendo cruelmente explotados en provecho de un régimen, para el cual sus vidas no valían absolutamente nada.

Por tal, serán sometidos a duros trabajos en donde perecerán por agotamiento o falta de alimentación. A menudo cortaban el agua, no poseían instalaciones sanitarias, estaban ata-cados por enfermedades infecciosas de la piel, piojos y pulgas, sufrían de tifus y tuberculosis. Vivían en sucuchos del tamaño de una perrera donde a duras penas entraban agachados en cuatro patas, sin abrigo, sin calzado incluso en invierno. En una palabra, la entrada de una persona a estos campos signiĴ caba una verdadera condena a muerte dada la degra-dación a la que era sometida.

Otro tanto ocurre con los prisioneros de guerra rusos, que llegan de a millones (se calcula que cinco millones de prisioneros rusos fueron deportados desde el este hacia los campos de concentración) y son sometidos a condiciones deplorables de existencia e incluso obli-gados a trabajar en la industria de la guerra.

Los campos de concentración también fueron empleados como centro de experimentación. Cientos de detenidos fueron utilizados por médicos de la SS para efectuar las más diversas y espantosas experiencias: pruebas de esterilización, castraciones, congelaciones, vivisec-ciones, experimentos sobre enfermedades, etc.

Los que no pudieran ser utilizados para la experimentación o como mano de obra para trabajar serían descartados y destinados directamente a la cámara de gas, sin importar su edad o sexo.

Justamente luego de la invasión a la Unión Soviética el número de detenidos en estos campos crece signiĴ cativamente. Los detenidos amontonados y maltratados, con raciones exiguas de agua y comida, eran obligados a trabajar hasta caer de agotamiento luego de lo cual eran desechados. En las cercanías de los campos de concentración se erigían fábricas como Krupp o IG Farben instaladas cerca de Auschwitz, que utilizaban el material humano existente en los centros como mano de obra, explotándolos hasta morir.

A menudo cortaban el agua, no poseían instalaciones

sanitarias, estaban atacados por enfermedades infecciosas

de la piel, piojos y pulgas, sufrían de tifus y tuberculosis.

Mujeres y niños en Auschwitz.

Colores de los distintivos en los uniformes de los detenidos

Políticos Rojo

Homosexuales Rosa

Presos comunes Verde

Testigos de Jehová Lila

Antisociales Negro

Judíos Amarillo

Prisioneros de guerra rusos.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMPara 1942 la maquinaria de la muerte se había perfeccionado hasta el último detalle en fun-ción de la “solución Ĵ nal” decidida para los judíos, aunque no solo los judíos serían victimas del exterminio, si bien constituyeron su gran mayoría. El 7 de diciembre de 1941 se había establecido el decreto “Noche y Niebla” (que signiĴ caba “secreto total”) por el cual todos los sospechosos o detenidos que pudieran considerarse peligrosos para el Reich serían envia-dos a estos campos donde serían exterminados.

En1942 la administración de los campos de concentración quedó bajo el mando de las SS. Tanto Himmler, jefe supremo de las SS como Reinhard Heydrich, jefe de la OĴ cina Central de Seguridad del Reich, y Adolf Eichmann, jefe del Departamento de AsuntosJudíos de las SS, se ocuparon de organizar los campos de la muerte.

Según las estimaciones establecidas con posterioridad a la guerra cerca de 6 millones de judíos murieron en los campos de concentración y de exterminio (de los cuales la mitad eran polacos), a los que se deben agregar 3 millones de prisioneros rusos, 1 millón de dete-nidos políticos, clérigos y presos comunes, 240.000 gitanos y unos 70.000 detenidos fueron víctimas de la eutanasia, aunque nunca se sabrá realmente la cantidad exacta de personas que fueron exterminadas en las cámaras de gas.

A pesar que nunca existió una ley escrita u orden especiĴ ca de construcción de estos centros de terror ni tampoco disposiciones acerca de sus propósitos, los campos de concentración nazis existieron y funcionaron “eĴ cientemente” desde 1933 a 1945. Se calcula que llegaron

Se crearon entonces campos de exterminio, algunos construidos para tal Ĵ n como Chelmno, Belzec, Majdanek, Sobibor y Treblinka, otros convertidos en tales como Auschwitz-Birkenau, y todos dotados de terroríĴ cas cámaras de gas y de hornos crematorios donde eran asesinadas miles y miles de personas por día. Se calcula que en Auschwitz, se llegaron a exterminar 60.000 personas por día. Todos de la misma manera, transitando en grandes grupos por los pasillos que los conducían al interior de las cámaras, algunas de las cuales albergaban hasta 2.000 personas entre adultos y niños, los desnudaban como si fueran a proporcionarles una ducha, (eso era los que los detenidos creían al principio), luego por los conductos de aire se enviaba oxido de carbono o lo más comúnmente usado, Zyklon B y en cuestión de minutos, las personas fallecían gaseadas. Por último los nazis se deshacían de los cadáveres incinerándolos en enormes hornos crematorios o en fosas comunes, para que no quedaran rastros del brutal acto.

Se calcula que en Auschwitz, se llegaron a exterminar 60.000 personas por día.

Zyklon B, pesticida a base de cianuro, utilizado en las cámaras de gas.

Entrada a una cámara de gas.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMfuncionar casi 900 centros de detención aunque todos ligados a los quince campos de con-centración principales. A su vez, cientos de personas colaboraron y trabajaron en función de estos campos de concentración, ciudadanos y funcionarios tanto alemanes como de los mismos países ocupados que estuvieron involucrados (proveedores, industriales, pro-fesionales, administrativos, transportistas, etc.) en esta horrenda máquina que signiĴ có el genocidio de millones personas por motivos raciales.

Este campo de concentración fue creado en la región de Silesia, al sur de Polonia, en 1940 y practicó el exterminio hasta noviembre de 1944, cuando comienza a ser desmantelado por los alemanes ante el avance soviético. En él coexistieron los trabajos forzosos y el exterminio en masa.

Se calcula que llegaron a funcionar casi 900 centros

de detención.

Los detenidos eran sometidos a una selección en la cual eran separados

los más aptos para los trabajos forzados.

Hornos crematorios.

Auschwitz

Fue el campo de concentración más grande construido por los nazis durante la guerra y en él, se estima, fueron exterminadas unas tres millones de personas. Por lo mismo es

considerado un símbolo del genocidio judío y sus paredes fueron testigos de las peores atrocidades cometidas por los alemanes durante la guerra.

Se componía de tres campos: el primero y principal (Auschwitz I) donde funcionaba una cámara de gas y un horno crematorio para la matanza de prisioneros rusos y enfermos ter-minales. El segundo (Auschwitz II) es el de Birkenau, a dos kilómetros del campo principal, donde se practicaba el exterminio en masa de los judíos y los gitanos. Se encontraba divi-dido en dos bunkers en los que hasta enero de 1945, funcionaban 12 cámaras de gas de casi 240 metros cuadrados cada una, donde los presos eran asĴ xiados con ZyKlon B, un pesticida sumamente mortífero. A su vez, existían en él cuatro hornos crematorios.

Por último, Auschwitz III, era un complejo industrial de la IG Farben, que fabricaba metanol y caucho sintético. Estaba ubicado a seis kilómetros de Auschwitz I y empleaba como mano de obra a los detenidos del campo.

Auschwitz, Polonia. El cartel dice “El trabajo te hace libre”.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMLos detenidos que llegaban de a miles diariamente en los vagones de los trenes de carga, eran sometidos a una selección en la cual eran separados los más aptos para los trabajos forzados. El resto era utilizado para experimentos o exterminado directamente. Estos últi-mos, en su gran mayoría niños, ancianos y enfermos.

En 1944, luego de la ocupación alemana a Hungría, casi 450.000 judíos húngaros fueron enviados a este campo de exterminio de los cales 300.000 fueron destinados a las cámaras de gas inmediatamente.

Los comandantes del campo de Auschwitz fueron: Rudolf Hoess, teniente coronel de las SS (mayo de 1940 hasta noviembre de 1943); Arthur Liebehenschel, teniente coronel de las SS (noviembre de 1943 hasta mayo de 1944); Richard Baer, mayor de las SS (mayo de 1944 hasta enero de 1945).

Los espeluznantes testimonios vertidos por el comandante del campo Rudolf Hoess, en el juicio de Nuremberg, acerca del hacinamiento de los presos y de los métodos utilizados para el exterminio de personas son por demás elocuentes acerca de la crueldad y la bestia-lidad empleadas contra estas personas. Según su propias palabras 2.500.000 fue el número de víctimas sacriĴ cadas en las cámaras de gas a las que se debe agregar unas 500.000 más que perecieron a causa del hambre, el frío o las enfermedades. Eso hace un total de tres millones de muertes.

Este centro de exterminio, conocido como el más “eĴ caz” dada su enorme cantidad de víc-timas, no fue descubierto sino hasta el 27 de enero de 1945 cuando el Ejército Rojo topa con él durante su avance hacia Alemania.

“La solución Ĵ nal del problema judío signiĴ caba el total exterminio de todos los judíos de Europa. Me fue dada la orden, en junio de 1941, de crear en Auschwitz instalaciones para el exterminio. […]Organicé los locales para el exterminio, utilicé Zyklon B, ácido prúsico en cristales que dejaba caer en el interior de la cámara de la muerte por una pequeña abertura. Para matar a los que se encontraban allí, bastaban 3 a 15 minutos. Sabíamos que las personas estaban muertes cuando cesaban los gritos. En general, esperábamos, media hora para sacar los cadáveres. Luego, nuestros comandos especiales les quitaban los anillos y los dientes de oro. […]. La órden era llevar a cabo el exterminio en secreto, pero el horrible olor nauseabundo procedente de la continua quema de cadáveres invadía toda la zona y la gente que vivía en los alrededores acabó por saber que en Auschwitz, se practicaba el exterminio.” Fragmentos de la declaración de Rudolf Hoess durante el proceso a los nazis celebrado en Nuremberg, luego de Ĵ nalizada la guerra.

Rudolf Hoess, declaró en Núremberg y fue enjuiciado en Varsovia, Polonia.

Primer horno crematorio construido en Auschwitz. El campo es ahora un museo estatal.

Juicio contra los criminales nazis en Polonia.

Richard Baer.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMEl Gueto de Varsovia

A penas producida la invasión a Polonia los nazis pusieron en marcha las primeras medidas antisemitas en ese país. Los judíos polacos fueron victimas de persecusiones, asesinatos

y conĴ scación de sus bienes. Todos fueron obligados a llevar un brazalete con la estrella de David como distintivo que señalaba su condición de judío.

En efecto, el 16 de octubre de 1940 y hasta el 31 de ese mismo mes, por orden del general Hans Frank, gobernador general de Polonia y gran verdugo de los judíos en ese país, todos los hebreos son llamados a concentrarse en un solo sector, ubicado en el barrio israelita de la ciudad. Durante dos semanas todos los residentes judíos que no habitaban el barrio debieron trasladarse a ese sector mientras que los polacos y alemanes arios que residían en el lugar fueron reubicados en otra parte de la ciudad.

El 16 de Noviembre, Ĵ nalmente, los alemanes cerraron los accesos del gueto y prohibieron a sus habitantes salir al exterior. Primero se lo cercó con alambre de púas para luego construir un elevado muro de 18 Km de extensión. Tras ese muro los habitantes del gueto habrían de sufrir toda especie de carencias. La escasez de alimentos y mercancías de primera nece-sidad fue extrema, puesto que las raciones destinadas a los judíos eran ínĴ mas. El hambre, el frío y las enfermedades comenzaron a golpear a los miles de habitantes de esta seudo ciudad que sorteaban la falta de abastecimiento a duras penas a través del contrabando que podían proporcionar los pocos judíos que trabajaban en las fábricas militares alemanas.

Un año después, los alemanes ordenan la construcción de un inmenso gueto en la mismísima ciudad de Varsovia, capital de ese país, para concentrar a todos los judíos de la ciudad en un solo lugar. Más de 400.000 judíos quedarán separados del resto de la ciudad en un espacio de no más de 450 hectáreas cercado por un muro de tres metros de altura.

Mujer observando a través del muro.

Instalación de alambrados en el muro.

Más de 400.000 judíos quedarán separados del resto de la ciudad en un

espacio de no más de 450 hectáreas cercado por un

muro de tres metros de altura.

El 16 de Noviembre, Ĵ nalmente, los alemanes

cerraron los accesos del gueto y prohibieron a sus

habitantes salir al exterior.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMEl gueto estaba administrado y organizado por una institución judía, formada por miem-bros judíos, pero creada por los alemanes, para regir como gobierno local del mismo. Esta entidad denominada Judenrat (al frente de la cual los nazis colocaron a un ex funcionario de Polonia de origen judío, llamado Adam Czerniaków) hacía de enlace entre los alemanes y los habitantes del gueto.

La Judenrat procuraba poner el orden en el lugar, eran los encargados de distribuir las racio-nes de comida y de transmitir las disposiciones de las autoridades nazis.

La vida cultural y social dentro del gueto fue prohibida aunque se solía desarrollar de igual manera en forma clandestina. Solo estaban permitidas las actividades organizadas por la judenrat (escuelas, guarderías, enfermerías, periódicos, oĴ cios religiosos, entre otros) y de acuerdo a lo escasamente autorizado por los alemanes.

Pero las privaciones eran muchas e inhumanas y, las epidemias y el hambre debido a la superpoblación que afectaba al gueto, fueron devastadores. Ni bien fue amurallado el gueto comenzaron a llegar nuevos grupos de refugiados que procedían de Dazing, Alemania y Austria aumentando el número de habitantes del mismo y con ello el nivel de escasez y las penurias, que llegaron a ser de una extremidad tal que se calculaban unas 5.000 muertes por enfermedades y hambre al mes. Muchos vivían en las calles, sin ningún tipo de protec-ción. La situación de los mendigos, muchos de ellos niños, era desesperante.

Se llegó a brindar hasta conciertos de música y obras de teatro de manera clandestina. También se impartían clases mejoradas a los niños, para no cortar su educación y hasta se publicó prensa clandestina, para informar sin censura a la población del gueto.

OĴ ciales de la Policía Judía o Servicio del Orden en el gueto. 1941.

Niños en el gueto.

Hermanas en el gueto.

El gueto estaba administrado y organizado por una

institución judía, formada por miembros judíos, pero

creada por los alemanes.

Las penurias llegaron a ser de una extremidad tal que

se calculaban unas 5.000 muertes por enfermedades y

hambre al mes.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMLas persecuciones y redadas organizadas por la policía nazi dentro del gueto eran comunes. En ellas los judíos eran tomados como coto de caza para la diversión de los soldados nazis.

Los cadáveres de los muertos por las enfermedades yacían en la calle donde sus familiares los depositaban a la espera de ser recogidos y llevados a las fosas comunes. Familias ente-ras perecieron a causa de las epidemias que las azotaban.

Para paliar esta grave situación social se formaron también de manera clandestina centros de ayuda, generalmente manejados por jóvenes, que prestaban asistencia a los más nece-sitados, enfermos, huérfanos y a los ancianos, brindando alimentos y platos de comida.

El 22 de julio de 1942 y, luego de la puesta en marcha de la “solución Ĵ nal”, comenzaron las deportaciones en el gueto hacia los campos de exterminio. Los mismos judíos miembros de la Judenrat y de la policía del gueto eran los encargados de organizar el desalojo corres-pondiente a la primera aktion (“gran acción de realojamiento”) ordenada por las SS. Durante dos meses, miles de personas fueron sacadas a la fuerza y trasladadas hacia trenes de carga que los transportarían a los campos de concentración. Solo fueron exceptuados la Judenrat, la policía, los enfermeros y los trabajadores de las fábricas alemanas.

Para setiembre de 1942, cerca de 300.000 judíos ya habían sido trasladaos a Treblinka, donde encontrarían la muerte. Miles de judíos también fueron asesinados durante el desalojo y otros tantos se suicidaron, incluyendo al mismo Czerniaków que no soportó más la presión. Solo quedaron en el lugar unos 60.000 judíos, la mayoría jóvenes, quienes fueron reclui-dos en un sector más acotado del gueto desde donde no se atrevían a salir por miedo a ser acribillados en la calle.

Estos jóvenes judíos comenzaron a organizar una resistencia tendiente a evitar otras deportaciones, ya conscientes sobre su Ĵ nalidad. Dos movimientos juveniles se forman al respecto: la Organización Combatiente Judía (Z.O.B) dirigida por Mordechai Anielewicz y la Organización Militar Judía (Z.Z.W.). Consiguieron unas pocas armas por medio del contrabando y otras fabricando dispositivos caseros y cócteles Molotov.

Guardias nazis hostigando a un judío del Gueto de Lodz, en Polonia.

En 1942 se suicida Czerniaków, que no soportó

más la presión.

Para setiembre de 1942, cerca de 300.000 judíos ya

habían sido trasladados a Treblinka, donde

encontrarían la muerte.

Deportación de judíos de Wurzburgo, Alemania.

Gendarmes franceses custodian la deportación de judíos en París. Mayo de 1941.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMCuando los alemanes deciden iniciar una nueva aktion, en enero de 1943, se encuentran con una febril resistencia armada que termina por expulsar a los nazis del gueto y al cabo de cuatro días los alemanes debieron cesar las deportaciones.

A partir de entonces, los miembros de la resistencia toman el control del gueto y constru-yen barricadas y trincheras, también acondicionaron sótanos, buhardillas y bunkers donde esconderse y establecieron diferentes posiciones para vigilar y contrarrestar a la posible entrada de las tropas nazis al gueto. Situación que Ĵ nalmente ocurre el 19 de abril de 1943 cuando los alemanes deciden liquidarlo del todo.

Fuerzas blindadas compuestas por camiones y tanques, con el apoyado de artillería, y un total de 3000 hombres de las SS penetraron en la madrugada. Pero, nuevamente se encuen-tran con una fuerte resistencia que los obliga a replegarse.

Se calcula que unos 14.000 judíos murieron a causa de la rebelión, víctimas de las balas o de los incendios, otros se suicidaron. Algunos de los sobrevivientes lograron escapar por las alcantarillas, otros (unos 50.000) son tomados prisioneros por los alemanes y enviados a los campos de concentración. Finalmente unos 400 alemanes fueron muertos por los com-batientes de la resistencia.

El gueto de Varsovia, el más grande construido por los nazis durante la segunda guerra y Ĵ el reĶ ejo del padecimiento del pueblo judío durante el conĶ icto, deja de existir tras tres años de aberraciones y sufrimientos. Sus circunstancias son conocidas, posteriormente, a raíz de numerosos documentos escritos por los propios habitantes del gueto que los escon-den para que sean encontrados en el futuro y pueda conocerse realmente lo sucedido entre esas enormes paredes de ladrillos.

Finalmente Himmler, jefe de las SS, furioso con la situación, ordena incendiar el gueto para forzar a los sublevados a salir de sus refugios. El 16 de mayo la rebelión termina y los nazis se alzan con la victoria. El gueto había quedado consumido por las llamas. Los nazis destruyen la sinagoga de Varsovia como símbolo del triunfo.

Tropas de las SS reprimen el Levantamiento del Gueto de Varsovia con el incendio total. 1943.

Los miembros de la resistencia toman el

control del gueto y construyen barricadas

y trincheras, también acondicionaron sótanos,

buhardillas y bunkers.

Consecuencias de la rebelión

Judíos muertos 14.000

Judíos prisioneros 50.000

Alemanes muertos 400

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOM

Las formas del colaboracionismo

El término “colaboracionismo” designa, en sentido peyorativo, la cooperación que, de distintas formas, los gobiernos de los países europeos, mantienen con los ejércitos del

Reich. A lo largo de la guerra, la geografía del colaboracionismo cambia sobre todo según las necesidades y los equilibrios internos de aquellos estados de soberanía limitada, com-prendidos dentro de las fronteras del imperio continental de Hitler. Todos se declaran aĴ nes ideológicamente al nazismo, todos persiguen a la población judía, muchos de ellos envían trabajadores a Alemania y, en las zonas ocupadas de Europa septentrional, suministran sol-dados que se encuentran en las unidades especiales de las Waff en- SS.

Los regímenes que invocan el consentimiento de Alemania para defender sus intereses eco-nómicos y geopolíticos a costa de los países limítrofes se enfrentan, a pesar de su adhesión a los postulados del nazismo. En cualquier caso, la actitud de Hitler se basa en la convicción de que los problemas entre regímenes colaboracionistas son cosa de actores subordinados a los planes de dominación del Reich.

La estrategia militar alemana es responsabilidad de Hitler que, según el momento, establece acuerdos de colaboración política, económica y militar con los gobiernos de los países ocu-pados por la Wehrmacht. No hay una política orgánica “europea” nazi.

Símbolo del colaboracionismo europeo, y entre los más fanáticos defensores de la ideología fascista, racista y antisemita, esta Vidkun Quisling, el jefe del movimiento nazi noruego que, después de ofrecer sus servicios tras la invasión del país, primero es marginado y luego, a principios de 1942, puesto al frente del gobierno. En el marco de su visión de una Europa nazi, desencadena en Noruega una feroz represión a judíos y oposición. Su nombre será sinónimo de “traidor”.

Póster soviético.

Himmler y Axman examinando las tropas.

Todos se declaran aĴ nes ideológicamente al nazismo,

todos persiguen a la población judía.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMEn Bélgica, el fascista León Degrelle (jefe de la Legión Valona, encuadrada en las SS) deĴ ende la superación de la idea nacional en una Europa nazi. En los Países Bajos, dos movimientos se disputan el apoyo de Berlín: el de Anton Mussert, fundador del movimiento nacionalsocialista y reconocido en Berlín como el “Führer holandés”, que propugna una Holanda independiente, y el del Ķ amenco van Thonningen, defensor de la integración de Holanda en el Gran Reich.

El caso particular de los “Estados Satélites”

Entre los denominados “estados satélites” hay, con posiciones diferentes, países del Este como Eslovaquia, Croacia, Rumania, Bulgaria, Hungría y Ucrania.

En la antigua Checoslovaquia, desmembrada por los acuerdos de Múnich, Eslovaquia, que se proclama independiente en 1939 y bajo protección alemana hasta poco antes de que estalle el conĶ icto, es un Estado semitotalitario, de impronta corporativa y católica. La región de Bohemia – Moravia (una parte de la cual ha sido anexionada al Reich) se denomina oĴ -cialmente “protectorado” y es gobernada por el representante del Reich y por el presidente checo, que a su vez es el jefe de un partido nacionalista. La resistencia se moviliza y, en mayo de 1942, asesina al “protector” Reinhard Heydrich. Le sigue una represión muy fuerte que culmina con la destrucción del pueblo de Lidice y el exterminio de los habitantes que han apoyado al comando que ha asesinado al jerarca nazi.

De los estados satélites del Reich, Rumania es el que ofrece a Alemania la colaboración militar más consistente. Tras la abdicación del rey Carol, el poder es regenteado conjunta-mente por el mariscal Ion Antonescu y la Guardia de Hierro fascista que impone un clima de terror. Al ser eliminada temporalmente esta última, Antonescu declara la guerra a la Unión Soviética y envía 30 divisiones rumanas que, durante la operación Barbarroja, combaten en Crimea y Ucrania. La actitud de Antonescu es emblemática del oportunismo que distingue a los demás gobiernos de la zona: apoyo militar a cambio de adquisiciones territoriales a costa de los países vecinos.

En agosto de 1944, Rumania será protagonista de uno de los vuelcos más espectaculares de las alianzas: Antonescu es arrestado, su sucesor acepta las condiciones impuestas por los rusos y declara la guerra a Alemania.

Tras la invasión de las tropas del Eje en el área balcánica, surge, en marzo de 1941, el estado independiente de Croacia, que incluye una fuerte minoría de serbios y musulmanes. Ante Pavelic, que apoya a los alemanes y lleva a cabo masacres de serbios y judíos, dirige el régimen Ĵ lonazi, con sede en Zagreb. En Serbia, la ocupación alemana lleva a cabo una fuerte represión.

Bandera del estado independiente de Croacia.

Anton Mussert. Esvástica nazi.

Ion Antonescu.

León Degrelle.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMEn 1941, Bulgaria se adhiere al Pacto Tripartito y permite el paso de las tropas del Eje que invaden Grecia y Yugoslavia, a cambio de anexionarse Tracia y Macedonia. El colaboracio-nismo búlgaro también se maniĴ esta en la represión interna y en la persecución de los judíos. A mediados de 1943, el país empieza a inclinarse a favor de la paz para no ser arrollado por la retirada de los alemanes de la Unión Soviética.

En la Ucrania ocupada por las tropas del Reich, se constituye un ejército insurreccional nacio-nalista que en 1942 lucha por la independencia del país de la Unión Soviética y colabora con los ocupantes. En la región los propósitos de Hitler son exterminar la población local para sustituirla por colonos alemanes. Sin embargo, aquí la situación se complica porque el general Andrei Vlasov constituye un ejército que llama a los ucranianos a la deserción del Ejército Rojo y a la lucha contra el bolchevismo y el régimen de Stalin.

La Francia de Vichy

De los regímenes colaboracionistas, el francés es el más complejo. Después de la derrota de 1940, el general Pétain dirige el Estado que, surgido en la zona del país no ocupada

por los alemanes, tiene su capital en Vichy. Sus fuertes rasgos corporativos y autoritarios sintetizan las tendencias fascistas, antisemitas, nacionalistas y de un catolicismo extremis-tas extendidas por el país en los años treinta.

En el variado panorama del colaboracionismo francés hay intelectuales nacionalistas reu-nidos en torno al semanario Je Suis Partout. Como Robert Brasillach, los nacionalistas de extrema derecha de Action Françoise, los radicales embebidos de la ideología fascista, como Jacques Doriot, políticos como Pierre Laval (defensor de la reconciliación franco-alemana, paciĴ sta y antibritánico) que se oponen a la actitud sumisa de Pétain. Este intentará promo-ver hacia el Reich una cooperación económica, evitando con éxito, entrar en guerra con los

La Hungría del almirante Miklós Horthy se alinea ya antes del conĶ icto del lado de la Alemania hitleriana, que ha favorecido la anexión húngara de una parte de Eslovaquia y el norte de Transilvania, a costa de Rumania. La alianza con Hitler, para conjurar la amenaza del movimiento fascista de las Cruces Flechadas, es la estrategia perseguida por el régimen antisemita de Horthy que, en primer lugar, permite el paso de la Wehrmacht por el territorio húngaro y luego envía un contingente de 150.000 soldados al frente oriental.

Miklós Horthy.

Ucrania.

Andrei Vlasov.

Tapa del semanario.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMAliados. Pétain desea la integración de Francia en el Nuevo Orden europeo como antigua gran potencia, pero con autonomía. Cuando la dureza de la ocupación alema se acentúe, crezca la resistencia interna y la suerte del conĶ icto se empiece a volver contra el Reich, prevalecerá la línea del primer ministro Pierre Laval, que no duda en entregar a los judíos franceses para su deportación. Se establece el servicio de trabajo obligatorio a petición de Fritz Sauckel, comisario del Reich encargado de la requisa de mano de obra francesa. Entre junio de 1942 y mediados de 1944, 600.000 trabajadores franceses son enviados a Alema-nia para potenciar la maquinaria de guerra.

Las vicisitudes de la República de Vichy son un ejemplo del oportunismo y la ambigüedad de gran parte de la población de los países bajo dominio alemán.

Robert Brasillach.

Jacques Doriot.

Pierre Laval junto a Stalin.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOM

Capítulo 8La Guerra del PacíĴ co

(diciembre de 1941a febrero de 1943)

El plan imperial de Japón que supone la conquista del espacio vital en el Sudeste Asiático termina por desatar un nuevo frente en esa región del mundo ya que el ataque nipón preventivo vertido sobre la base naval

estadounidense de Pearl Harbor provoca la entrada de Estados Unidos en la guerra. Mientras que la apertura del frente asiático signiĴ có a su vez la mundialización del conĶ icto.

En efecto, Estados Unidos se había mantenido al margen de una confrontación bélica con las potencias del Eje y, si bien Roosevelt, se mostraba alineado a la causa de los ingleses rechazando fervientemente los totalitarismos

europeos, no estaba convencido de querer participar en un conĶ icto armado.

Japón, por su parte, sabía que su dominio en Asia tenía un único obstáculo capaz de complicarlo: EEUU. El resto de las potencias aliadas con posesiones en la región no estaban en buena situación para defender sus colonias.

De esta manera, Japón se lanza a la conquista de Asia con la intención de aniquilar el poderío norteamericano en el menor tiempo posible (de eso depende principalmente su victoria) para lo cual volcará todo su arsenal en pos de este propósito. Iniciará hostilidades por tierra, aire y mar tendientes, por un lado, a establecer posiciones defensivas que impidan acciones por parte de su enemigo desde el océano y por el otro consolidar su conquista

del territorio asiático, expulsando a los colonos europeos.

Durante seis meses el avance de Japón en la región será imparable, y sus objetivos parecerán casi resueltos. Sin embargo, el Imperio del Sol Naciente comete dos errores estratégicos decisivos: uno es el de planiĴ car su ofensiva suponiendo que el conĶ icto será breve sin prever una posible extensión del mismo. Y el otro error es

el de subestimar la capacidad de reacción y de reposición de EEUU, que con el enorme poder económico y productivo con el que cuenta no tardará en sobreponerse a la sorpresa de los primeros “cachetazos” japoneses y

volcar la balanza a su favor.

La entrada de Estados Unidos y su compromiso total en el conĶ icto mundial signiĴ cará a su vez un peso importante en el equilibrio de fuerzas de los dos bandos enfrentados, los aliados y las potencias del Eje,

complicando la situación de estos últimos con el correr de las operaciones en los distintos frentes durante 1942.

Persecución de ideólogos y políticos, el asesinato en masa de las poblaciones dominadas para el “escarmiento” y el exterminio de judíos en los campos de concentración, serán habituales en una época considerada como la

más sangrienta y nefasta en la historia de la humanidad.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOM

Japón se adueña del PacíĴ co

La expansión japonesa en Asia que ya había logrado concretarse por todo el litoral de China hasta las puertas de Indochina y Birmania, implicaba su continuidad con la conquista

de estos territorios y los correspondientes a Malasia, las Indias Holandesas y Filipinas. Esto suponía cumplir varios objetivos propuestos por el imperio nipón: dominar el espacio vital asiático, apropiarse de las materias primas fundamentales para mantener su poder bélico e impulsar el desarrollo industrial japonés y concretar la expulsión de los colonos europeos erigiéndose como salvador de Asia. Pero para concretar estas conquistas Japón necesitaba establecer su hegemonía en el PacíĴ co, aniquilando rápidamente las fuerzas norteame-ricanas e inglesas en la región. Para lo cual se propondrá establecer un cordón defensivo conquistando distintas posiciones que le permitan ejercer su supremacía.

Con estos planes trazados, Japón inicia su ofensiva en el PacíĴ co a través de una serie de operaciones desarrolladas simultáneamente de manera tal de asestar los golpes rápida-mente, anulando la capacidad de reacción de las potencias aliadas.

El mismo día, mientras se concretaba el ataque a Pearl Harbor, los japoneses desembarcan tropas en Malasia y el Golfo de Siam. Esto provoca que los ingleses movilizaran su Ķ ota fon-deada en Singapur para detener el desembarco. Pero, el 10 de diciembre de 1942, aviones japoneses atacan a la Royal Navy que, sin la protección de una escolta aérea, es derrotada y sufre una pérdida enorme al ser hundidos el acorazado “Prince of Wales” y el crucero “Repulse”, además de resultar dañadas otras unidades.

Este cordón se extendía en el PacíĴ co recorriendo una línea imaginaria trazada desde las Islas Kuriles, hasta las Islas Wake (norteamericanas), las Marshall y las Gilbert (británicas), las Bismark (australianas), Nueva Guinea septentrional (australiana) y las Indias Orientales Holandesas para llegar hasta Malasia (británica). Todo este amplio espacio del Océano PacíĴ co era parte del espacio vital del Japón y su dominio del mismo dependía de poder bloquear las fuerzas británicas y norteamericanas en el sector.

Japón inicia su ofensiva en el PacíĴ co a través de una serie

de operaciones desarrolladas simultáneamente.

Japón necesitaba establecer su hegemonía en el PacíĴ co,

aniquilando rápidamente las fuerzas norteamericanas

e inglesas en la región.

Unidad japonesa integrada por luchadores de Sumo, entrenando en tácticas militares de defensa. 1942.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMLa victoria japonesa sobre la escuadra naval británica signiĴ có un duro golpe para la posi-ción Aliada en el PacíĴ co, puesto que la destrucción de la Ķ ota norteamericana en Pearl Harbor sumada a la pérdida de su par inglesa en las costas de Malasia, implicaba el domi-nio absoluto de Japón en las aguas de PacíĴ co y el camino libre para su conquista de Asia.

El 8 de diciembre, procede a la conquista de la importante colonia británica de Hong Kong, destruyendo a través de incesantes bombardeos la Ķ ota aérea y naval apostada en la zona. Luego de varios días de ataques y tras la incursión de tropas japonesas procedentes de Can-tón, los ingleses capitulan y Hong Kong queda en manos del Imperio Japonés.

Malasia en poder de Japón.

Para concretar su expansión por el sudoeste asiático, Japón había planeado una serie de ataques simultáneos en diferentes puntos de la región con el objetivo de tomar posición

en puntos estratégicos y destruir el poder naval y bélico de los aliados.

Por ello y en simultáneo con el ataque a Pearl Harbor y el desembarco de tropas en Kota Bharu (Malasia), el 8 de diciembre también habían desembarcado tropas japonesas en Tai-landia, país con el que Japón consigue Ĵ rmar un acuerdo de cooperación por el cual aquel permite el tránsito de tropas niponas, por su territorio, hacia Malasia a cambio de recuperar algunas posiciones arrebatadas por los colonos europeos.

De esta suerte, Japón se convertirá en el dueño de la región, conquistando los territorios continentales del sudeste asiático y expandiendo su dominio en el océano, apoderándose de puntos estratégicos que estaban en manos de los Aliados y concretando el cierre de su cordón defensivo.

Luego de varios días de ataques, los ingleses

capitulan y Hong Kong queda en manos

del Imperio Japonés.

Vista de Hong Kong, con cientos de barcos rodeando el puerto. 1942.

Tropas japonesas en Malasia. 1942. Marines estadounidenses en un campo de batalla de Guam, Islas Marianas, hacia 1944.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMEl paso de las tropas hacia Malasia tenía como objetivo dominar la península para Ĵ nalmente tomar Singapur, bastión del dominio colonial de Inglaterra en Asia y sede de una de las más importantes bases militares de ese país en la región.

Con la Ķ ota norteamericana fuera de combate y la destrucción de importantes pilares de la Ķ ota británica esta pequeña isla considerada por los ingleses como el Gibraltar del Extremo Oriente resultaba muy vulnerable al ataque japonés.

Las tropas, que desembarcaban sin obstáculos en el norte de Malasia y en Tailandia, se aba-lanzaron sobre la Península Malaya obligando al ejército inglés a replegarse hacia el sur.

Los japoneses, mejor preparados y equipados para la guerra en la jungla, y con buen cono-cimiento del territorio avanzaron rápidamente hacia Singapur. El 12 de enero ocuparon Kuala Lumpur, segunda ciudad en importancia del país y el 31 de ese mismo mes, tras más de 700 Km recorridos, los soldados nipones aislaron la isla.

Finalmente, el 15 de febrero de 1942, los ingleses se rinden. Más de 70.000 soldados junto a su equipo bélico quedaron en manos de los japoneses, en una de las más desastrosas derro-tas en la historia militar de Inglaterra.

La caída de Birmania

Entre los objetivos impuestos por los japoneses para concretar su plan imperial estaba el de interrumpir el abastecimiento, de los norteamericanos y británicos, a las tropas chi-

nas, que llegaba a través de la “carretera de Birmania”.

En efecto, esta carretera situada en el norte de Birmania, que por aquel entonces era colonia británica, era utilizada por los aliados para hacer llegar ayuda a los chinos que afrontaban la dura guerra con el Japón. Los suministros eran desembarcados en el puerto de la ciudad

El ejército británico sitiado en Singapur entabló una encarnizada lucha para defender la isla considerada una fortaleza inexpugnable por los ingleses, pero que, sin el apoyo por mar, y sin abastecimiento no pudo contener el feroz embate del ejército japonés comandado por el general Tomoyuki Yamashita, quien recibía constantemente refuerzos de tropas que continuaban desembarcando a lo largo de la península.

El 15 de febrero de 1942, los ingleses se rinden.

Remoción de escombros tras los bombardeos japoneses en Singapur.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMbirmana de Rangún y desde allí eran transportados en tren hasta Lashio, ciudad donde se inicia la “carretera de Birmania”, que recorre un camino sinuoso entre las montañas hasta llegar a la ciudad de Kunming, en el sudeste de China.

El abastecimiento a los chinos era primordial para los Aliados para mantener elevadas las posibilidades de los chinos de frenar el avance de las tropas niponas y de esa manera prote-ger las instalaciones norteamericanas en China. Por el otro lado la continuación del conĶ icto chino- japonés implicaba que los japoneses mantuviesen comprometidos en el mismo gran número de fuerzas militares. Para los británicos particularmente, la caída de Birmania podía signiĴ car poner en peligro su colonia más importante en Asia: la India, centro comercial e industrial vital del Imperio Británico.

Sin embargo los japoneses, que ya dominaban Tailandia, utilizaron las bases aéreas en ese país para lanzarse sobre el territorio birmano, y entre el 23 y el 25 de diciembre de 1941 atacaron Rangún destruyendo sus instalaciones portuarias. Para entonces, tropas niponas habían cruzado la frontera y se expandían por todo el territorio rápidamente.

La invasión de los nipones se vio facilitada por la adhesión de los habitantes locales que vieron en los japoneses su posible liberación de la opresión británica, además, la superiori-dad aérea y táctica de los japoneses resultó aplastante para las fuerzas aliadas que durante cinco meses se vieron constantemente superados y obligados a replegarse.

A pesar del valor estratégico de Birmania, los británicos nunca creyeron posible que los nipones la ocuparan, por lo complicado de su geografía, elevadas montañas y grandes ríos, y por ello no poseían un ejército entrenado ni equipado para contrarrestar la invasión.

Recorre un camino sinuoso entre las montañas hasta

llegar a la ciudad de Kunming, en el sudeste

de China.

La carretera de Birmania.Soldados japoneses en Moulmein.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMPara el 8 de marzo ya había caído Rangún, y varias tropas británicas y algunos refugiados birmanos e hindúes se ponen a salvo en la frontera oeste de la India. El resto de las tropas británicas se dirigen hacia el norte hasta Assam, también territorio hindú. El 12 de mayo cae Mandalay y tres días después Lashio. A esa altura, los japoneses habían conseguido ocupar todo el país y expulsar a los británicos de Birmania.

Ahora estos deberán aprestarse a defender el último bastión de su dominio imperial en Asia: el territorio de la India. Pero, la falta de actividad de las tropas niponas en los meses próxi-mos debido a las inclemencias del tiempo (estación de los monzones), les darán un respiro a las tropas británicas apostadas en India y las norteamericanas de Joseph Stilwell que se refugiaron en China, para organizar la contraofensiva.

La derrota norteamericana en Filipinas

El ataque a Pearl Harbour signiĴ có la entrada de Japón a la guerra. Y lo hizo desplegando todo el caudal de sus fuerzas, convencida de la necesidad de una guerra rápida y contun-

dente. De ahí que haya abierto el fuego en diversos puntos estratégicos dentro del amplio radio del Sudeste Asiático, un poco para sacar provecho al factor sorpresa y un poco para evitar el rearme de las fuerzas de las colonias, con ayuda desde los países de origen.

Así fue como, junto con el ataque a la base norteamericana de Hawái, se produjo simultánea-mente la invasión en Malasia, colonia británica, y el inicio de las operaciones correspondientes al plan para la toma de Filipinas, protectorado norteamericano desde Ĵ nales del siglo XIX.

Esta última, se hallaba custodiada por la Ķ ota norteamericana apostada en el PacíĴ co, con bases no solo en Pearl Harbour, sino también en Guam (en las Islas Marianas) y las islas Wake. Por ello, Japón dirigió su ataque también hacia estos dos puestos militares norteamericanos, ocupando la primera el 8 de diciembre de 1941. El ataque de las Islas Wake, concretado el 10 de diciembre, se tornó un poco más complicado para los japoneses que se encontraron con una férrea resistencia que habría de aguantar los feroces y continuos bombardeos hasta el 23 de diciembre cuando Ĵ nalmente los norteamericanos se rinden.

Los japoneses habían conseguido ocupar todo

el país y expulsar a los británicos de Birmania.

Marines estadounidenses durante los ataques japoneses en Guam.

Islas Wake, ocupadas por Japón desde 1941 a 1945.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMSin la defensa de la Flota del PacíĴ co, Filipinas se encontraba a merced de las fuerzas niponas que no tardaron en iniciar los desembarcos en el oeste de la isla Luzón, el 8 de diciembre de 1941, apenas iniciadas las operaciones en el PacíĴ co. Ese mismo día, aviones japoneses que habían despegado desde Formosa bombardearon los aeródromos norteamericanos en las islas destruyendo la mayor parte de las unidades de la FEAF (F. Aérea del Lejano Oriente) en tierra. Todos los B-17 y la mayoría de los cazas estadounidenses fueron blanco fácil de los Zero japoneses que tras varios raids eliminaron cualquier posibilidad de contraataque desde el aire.

Los estadounidenses, con el General Douglas MacArthur a la cabeza, conocían la posibili-dad de un ataque a las islas, aunque no contaban con las fuerzas suĴ cientes para enfrentar a los japoneses. Las fuerzas disponibles, si bien eran superiores en número no contaban con el entrenamiento necesario y su armamento era anticuado y escaso. Para colmo aun no se habían recibido los refuerzos solicitados al gobierno, cuando los sorprende el ataque a Perl Harbour y el consecuente inicio de hostilidades.

Esto y la prematura destrucción de la fuerza aérea norteamericana, permitió que los ejérci-tos japoneses que desembarcan el 8 de diciembre, y los que lo hacen con posterioridad en otros sectores de las islas, se extiendan rápidamente en dirección a Manila.

La Ķ ota naval fondeada en la isla había sido evacuada por orden de su capitán el almirante Hart, que ante la inminencia de la invasión había dispuesto que varios de sus buques se hicieran a la mar, el mismo 8 de diciembre. Con el transcurrir de los días y ante los resulta-dos adversos, se decidió evacuar la mayoría de la Ķ ota hacia Malasia y las Indias Orientales.

Todos los B-17, y la mayoría de los cazas estadounidenses

fueron blanco fácil de los Zero japoneses.

Manila tras los bombardeos japoneses.

General MacArthur.

Tropas japonesas toman la Isla de Corregidor, Filipinas. Captura de una estación de artillería pesada. 1942.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMDurante todo el mes de diciembre los japoneses continuaron desembarcando en diferentes sectores de las islas y avanzando sobre las tropas Ĵ lipinas y norteamericanas, que luchaban desesperadamente por mantener la capital en su poder. Sin embargo, y tras los últimos des-embarcos de las fuerzas niponas en la costa oriental, el general MacArthur decide declarar a Manila ciudad abierta y ordena el repliegue de sus tropas hacia la península de Baatán, para reanudar la defensa desde allí. Con él se recluyó el presidente de Filipinas, Quezón y su gobierno, mientras que otro tanto de las tropas norteamericanas y Ĵ lipinas a cargo del general Wainwright se retira a la isla fortiĴ cada de Corregidor. Los ejércitos japoneses al mando del general Masaharu Homma entran Ĵ nalmente a Manila el 2 de enero de 1942 y ocupan la ciudad.

Durante dos meses unos 80.000 miembros de las tropas norteamericanas (entre Ĵ lipinos y estadounidenses) permanecieron atrincherados en la península de Baatán y en la Isla Corre-gidor, soportando los ataques de las fuerzas niponas. La idea era mantener la defensa de las islas hasta que llegaran los refuerzos y se reacondicionaran las Ķ otas destruidas en el mar para hacer frente a las tropas japonesas. Sin embargo, la escasez de alimentos, de medici-nas, y el acecho de enfermedades como la malaria y la disentería hacían estragos entre las tropas, y el resto de los refugiados que los acompañaron de a cientos en la retirada. Esto complicó la situación de las fuerzas norteamericanas en Bataán donde el padecimiento de las tropas fue impresionante.

A pesar de su negativa inicial, el general Mac Arthur tuvo que sucumbir a la orden bajada desde el gobierno de abandonar las islas y refugiarse en Australia, el 11 de marzo de 1941. Desde allí debería reorganizar las fuerzas estacionadas en Australia y Nueva Zelanda. La situación desesperante de sus tropas dejadas ahora a cargo de los generales Wainwgrith y King, le hizo pronunciar la célebre frase de “¡volveré”!, con la cual acentuó su promesa de regresar a las islas con provisiones y refuerzos, lo que cumpliría recién dos años después.

La escasez de alimentos, de medicinas, y el acecho

de enfermedades como la malaria y la disentería hacían

estragos entre las tropas.

General Jonathan Wainwright.

Masaharu Homma.

Prisioneros estadounidenses en la caída de Bataán y Corregidor. 1942.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMMientras tanto las tropas en las islas continuarían una lucha suicida, dada las desventajas de los ejércitos, ante la negativa del gobierno norteamericano de capitular. Sin embargo el 9 de abril de 1942, Ĵ nalmente las tropas norteamericanas y Ĵ lipinas del general King se rinden en Batán ante la imposibilidad humana y militar de continuar con los combates que ya se habían convertido en una masacre, puesto que las fuerzas norteamericanas habían traspasado los límites del agotamiento, enfrentándose al hambre, las enfermedades y la falta de municiones.

Pero esto no era todo, luego de la rendición unos 70.000 soldados y civiles, norteameri-canos y Ĵ lipinos, fueron tomados prisioneros y conducidos en penosas condiciones hasta el campo de concentración de O´Donnell, recorriendo un total de 90 Km, primero a pie y luego en tren de carga, sin agua y sin aire, muchos de ellos muy enfermos, a través de la calurosa selva Ĵ lipina. Unos 10.000 hombres morirán en el camino, la cuarta parte soldados norteamericanos. El resto alcanzará a llegar al campo de concentración, pero allí también miles de hombres serían asesinados, torturados y tratados de una manera atroz, sin ningún respeto a su condición de prisioneros de guerra. Este hecho inhumano, los norteamericanos, lo dieron en llamar como “La Marcha de la Muerte”, y sería el inicio de una serie de atrocida-des cometidas por los japoneses en el transcurso de la Guerra del PacíĴ co.

Las tropas en Corregidor resistirían un mes más, para rendirse el 6 de mayo de 1942. De esta manera Japón se había apoderado de Filipinas y el ejército norteamericano había sufrido una de sus mayores derrotas. Ahora Japón estaba a un paso de apoderarse de todo el PacíĴ co.

Unos 10.000 hombres morirán en el camino, la

cuarta parte eran soldados norteamericanos.

“La Marcha de la Muerte” sería el inicio de una serie de

atrocidades cometidas por los japoneses en el transcurso

de la Guerra del PacíĴ co.

La Marcha de la Muerte de Bataán.

Ataque japonés en Manila.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMLa derrota de los aliados en Java

El éxito de la marcha de sus avances sobre Malasia y Filipinas le permitieron a los japoneses continuar su camino en dirección a las Islas holandesas. Estas constituían el archipiélago

más rico de la región sudeste del PacíĴ co ya que poseían caucho y petróleo, indispensable para la industria y abundantes cantidades de alimentos. Esto, y el valor estratégico de su posición para el dominio sobre el PacíĴ co, convertían su conquista en uno de los principales objetivos del país nipón y la concreción de uno de sus grandes anhelos desde hacía años.

Así es como el 17 de diciembre de 1941 los japoneses desembarcan en Borneo, sobre la parte inglesa de la isla, y se apoderan de los pozos petroleros y el 20 de diciembre instalaron una base fortiĴ cada en Mindanao lo que les facilitaba el avance hacia las Islas Holandesas. Esta-ban a un paso de la Isla de Java, la más rica y poblada del archipiélago holandés.

Esto puso en marcha las acciones aliadas para la defensa de Java. Se concentraron fuerzas navales norteamericanas, holandesas, británicas y australianas para defender la isla. Y a pesar de que estas lograron retrasar un poco la invasión de Java no pudieron contener el avance Ĵ nal de los japoneses que superaban por aire y mar a las fuerzas aliadas.

El 3 de febrero, aviones japoneses inĶ igen un grave daño a las fuerzas de aviación holan-desas en Subraya destruyendo todos los aviones estacionados en la base. Luego tomaron Célebes, el 10 de febrero y Timor, el 20 de ese mismo mes. Con la capitulación de Singapur y el avance sobre Sumatra el cerco sobre Java se había cerrado indefectiblemente. Las fuer-zas aliadas no podían contrarrestar el arrasador avance Japonés desde todos los Ķ ancos.

La batalla Ĵ nal por la defensa de Java se produce el 27 de febrero, cuando las fuerzas holan-desas a cargo del almirante Karel Doorman se proponen detener una Ķ ota japonesa que pretendía llegar a Java.

La batalla entre las fuerzas de Doorman y la Ķ ota japonesa era muy desigual. Se enfrentaban unos 16 buques aliados, de hombres abatidos por las últimas derrotas sufridas contra más de 50 buques japoneses, más veloces y poderosos. Y el resultado fue el esperado, la derrota de los aliados fue desastrosa. En menos de 24 horas los aliados habían perdido casi todos sus buques. Solo cuatro buques norteamericanos lograron evadir los feroces embates de los torpedos japoneses, escapando a través del estrecho de Bali, el resto fue hundido en el Mar de Java en una de las batallas navales más cruentas del conĶ icto del PacíĴ co.

Las fuerzas aliadas no podían contrarrestar el

arrasador avance Japonés desde todos los Ķ ancos.

Tropas coloniales holandesas en Java se aprestan a entrentar a los japoneses. 1941.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMEl 28 de febrero se concretaron los primeros desembarcos en Java y rápidamente comen-zaron a ocupar la isla. El 7 de marzo los aliados capitularon y Japón se apoderó totalmente de las Islas Holandesas.

En marzo se concretará también la conquista de la parte norte de la Isla de Nueva Guinea y parte de las Islas Salomón. En enero también había sido ocupada Rabaul en las Islas Bis-mark en poder de los británicos y la cercanía sobre Australia era más que peligrosa. Incluso los japoneses ya habían efectuados incursiones aéreas sobre el puerto de Darwin.

El dominio japonés en el PacíĴ co por entonces era abrumador, como también la derrota de los aliados. Los japoneses dominaban casi todo el Sudeste Asiático, se habían apoderado de importantes suministros para la guerra a la vez que eran por el momento, superiores en fuerza. Los aliados en cambio se habían recluido en Australia, habían perdido gran parte de su Ķ ota naval y acarreaban una inmensa cantidad de muertos. Su futuro cercano en la región se auspiciaba negro. Sin embargo las debilidades del Imperio Japonés y su desme-dida ambición, lo llevará a cometer varios errores en el manejo de su dominio sobre Asia. Mientras que las derrotas fortalecerán el espíritu aliado, que volverá a la carga muy pronto en esta lucha, reorganizado, fortalecido y abastecido gracias a su magníĴ ca maquina pro-ductiva y a su poder económico que aún permanecen intactos.

El dominio japonés en el PacíĴ co, por entonces, era

abrumador, como también la derrota de los aliados.

Los japoneses cometen varios errores al plantear

su estrategia para lograr la hegemonía en Asia.

Errores y desaciertos del Imperio del Sol Naciente

Hacia mediados de 1942, el Imperio del Sol Naciente tan ansiado por los nacionalistas y militares de Japón parece un hecho. Su dominio militar se extendía por todo el Sudeste

Asiático y los principales objetivos propuestos por el alto mando nipón al inicio de las hostili-dades parecen haberse cumplido: expulsar a los colonos europeos de los territorios asiáticos, ocupar dichos territorios, apoderarse de sus riquezas y materias primas y consagrar una supremacía única en la región.

Sin embargo, la cuestión no estaba resuelta del todo para una conĴ rmación del Imperio. En realidad, los japoneses cometen varios errores al plantear su estrategia para lograr la hege-monía en Asia. En primer lugar, dicha estrategia se basa únicamente en su dominio militar

Japoneses trabajando durante la ocupación de las islas de Java.

Bombardeo japonés a la base naval estadounidense en Luzon,

Filipinas. 1941.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMde la región, que si bien hasta el momento parecía contundente, dependía mucho de su capacidad económica para sostenerlo.

En la vorágine por dominar la región, los japoneses se ocupan de lograr las conquistas mili-tares, sin planiĴ car la administración posterior de las colonias ni el desarrollo de su aparato industrial. En efecto los japoneses no supieron sacar provecho de sus dominios y del valor económico de los mismos, tanto que las rápidas conquistas militares no dieron tiempo al crecimiento adecuado del aparato productivo japonés. El desarrollo de la producción no alcanza los valores suĴ cientes para sostener el poder militar que Japón necesita para la defensa de tan vasto territorio conquistado. Justamente, la extensión del mismo será uno de los factores que determine el vuelco en la balanza de fuerzas, ya que Japón no cuenta con una producción tan grande como para cubrir sus necesidades bélicas que terminan siendo enormes con el transcurso del conĶ icto. Y las riquezas ganadas tampoco alcanza-rán para cubrir los suministros necesarios de semejante despliegue en toda la amplitud del Sudeste Asiático. Tampoco cuentan con la mano de obra cualiĴ cada suĴ ciente para susten-tar dicha producción. En Ĵ n, las carencias económicas serán uno de los principales factores de la imposibilidad de sostener tan extenso dominio mucho tiempo más.

Para colmo Japón se niega a cualquier tipo de colaboración económico-militar con su aliado europeo, Alemania y la falta de coordinación de operaciones provocará un aislamiento que implicará una debilidad de fuerzas. A diferencia de estos, los norteamericanos y los ingleses aúnan esfuerzos para luchar coordinadamente y derrocar al enemigo en común. La capa-cidad militar norteamericana se pone al servicio de los millares de británicos y paisanos locales, que están a su servicio en la región.

En el otro extremo se encuentra, Inglaterra y sobre todo Estados Unidos, con un poderoso aparato productivo y capacidad económica incalculable para reponerse rápidamente y colocarse, nuevamente, en carrera. La industria del acero en EEUU fabricaba en total unos 80 millones de toneladas e Inglaterra unos doce millones, Japón solo producía unos 9 millones. Esto muestra a las claras la desigualdad en las capacidades productivas de uno y otro para reponer las pérdidas y para determinar fuerzas en el campo de batalla.

Japón no cuenta con una producción tan grande como

para cubrir sus necesidades bélicas que terminan siendo

enormes con el transcurso del conĶ icto.

La falta de coordinación de operaciones provocará un aislamiento que implicará

una debilidad de fuerzas.

Propaganda estadounidense. “Adelante, por favor, toma el día libre”, advierte a los trabajadores que dejar de producir es ayudar al enemigo japonés. 1942.

Industria del acero

EEUU 80.000.000 toneladas

Inglaterra 12.000.000 toneladas

Japón 9.000.000 toneladas

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMEn este análisis, cabe destacar también la brutalidad empleada por los japoneses en el some-timiento de los territorios ocupados y que a pesar de ser empleado para facilitar su dominio será un factor adverso a sus propósitos, puesto que no solo evitará la colaboración de los locales sino que fomentará el desarrollo de guerrillas que se aunarán a los esfuerzos aliados para acabar con la opresión japonesa. En efecto, lejos de la propuesta inicial de creación de una “esfera de prosperidad en Asia” (desarrollo económico de Asia, llevado a cabo por asiá-ticos) con la que Japón logra, en un principio, adherir a su causa a los habitantes locales, la ocupación terminó por revelar el objetivo ambicioso de los nipones de explotar sus pobla-ciones y riquezas de una manera excesiva en provecho de su Imperio.

Por último, el éxito de las primeras victorias llenó de conĴ anza a los japoneses que se embar-caron en una odisea que escapaba a sus posibilidades logísticas. La ambición del gobierno imperial por conquistar el espacio vital y la equivocada evaluación de un enemigo que creyó vencido, los conducirá no solo a errar los próximos pasos sino hasta descuidar su propio territorio que será fácilmente violado por los norteamericanos a través de un bombardeo a la propia capital. En efecto, los japoneses si bien eran superiores en número y fuerza en un principio, esto, se debió a la sorpresa y velocidad de los ataques iniciales que dejó des-provisto de fuerza a su adversario. Pero el mando imperialista carecía estratégicamente de amplitud de visión y quedará luego tecnológicamente en inferioridad de condiciones, frente a la reposición de las nuevas Ķ otas americanas. Los norteamericanos, en cambio aprendie-ron rápidamente el sabor amargo de la derrota y esto los llevó a replantear su estrategia en el PacíĴ co, con el uso más eĴ caz de acorazados y portaaviones lo cual marcará una clara ventaja en el terreno de combate. La actitud arrogante e imprudente de uno y la decidida pero más reĶ exiva del otro será lo que de alguna manera produzca el vuelco de la situación y Ĵ nalmente deĴ na la suerte de contienda en el PacíĴ co, y por qué no de la guerra.

La promesa de liberación e independencia dada a los habitantes locales queda rápidamente desacreditada, cuando los gobiernos títeres impuestos por los japoneses en estos territorios empiezan a hacer uso de los excesos, matanzas masivas de civiles, torturas, trato inhumano y la explotación indiscriminada de las riquezas, despojando a las poblaciones hasta de los sustentos mínimos. La situación de la ocupación japonesa será similar a la de los regímenes totalitarios europeos, y sus consecuencias igual de atroces y mortíferas que las de aquellos, por lo que no tardarán en surgir grupos ávidos de venganza.

La ocupación terminó por revelar el objetivo ambicioso

de los nipones de explotar sus poblaciones y riquezas.

Civiles evacuados de Paranaque, Filipinas. 1941.

Prisioneros japoneses capturados por tropas estadounidenses en la batalla

de Iwo Jima.1944.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOM

El golpe a la capital supuso un efecto psicológico

importante sobre la población común japonesa.

Bombardeo sobre Tokio con sabor a venganza

Como represalia al ataque sufrido por los norteamericanos en su base de Pearl Harbor, Roosevelt había encomendado al Estado Mayor un plan para herir profundamente a los

japoneses, y levantar la moral de los norteamericanos. El plan Ĵ nalmente acordado fue el de bombardear el corazón mismo del Imperio Japonés: Tokio. La misión consistía en atacar diferentes blancos militares en dicha ciudad utilizando 16 aviones B-25 que despegarían de dos portaviones, el Hornet y el Enterprise, situados a 400 millas de la costa japonesa. Estos aviones luego debían aterrizar en China, puesto que la corta longitud de las pistas de los portaaviones no permitía el aterrizaje de este tipo de aviones para su recarga de combus-tible y luego seguirían ruta a Birmania para ser empleados por los aliados que luchaban en esa región.

El ataque se produjo entonces el 18 de abril de 1942, y a pesar de los resultados Ĵ na-les y de que en sí no causó grandes daños sobre Tokio, tuvo tres consecuencias muy importantes para los norteamericanos. Por un lado el golpe a la capital supuso un efecto psicológico importante sobre la población común japonesa que conĴ aba ciegamente en

La operación, programada inicialmente para el 19 de julio de 1942, debió adelantarse un día debido a que los buques avistaron varios pesqueros japoneses navegando en la zona y temieron ser descubiertos. Ante la eventualidad de ver comprometida toda la Ķ ota se decidió que los aviones partieran lo antes posible y que la Ķ ota se alejase de la región. Este cambio de planes complicó la suerte Ĵ nal de los pilotos que al tener que partir hacia Japón faltando unas 800 millas aún, luego debieron realizar aterrizajes forzosos en China debido a la escasez de combustible sin poder alcanzar la pista de aterrizaje programada. Muchos de ellos habían sido alcanzados por la artillería antiaérea en Tokio y se encontraban heridos y sus aviones averiados. Sin embargo llegaron a China donde, lanzándose en paracaídas, aterrizaron dispersados en diferentes zonas. Algunos fallecieron en el aterrizaje, otros fueron tomados prisioneros y otros fueron socorridos y ocultados por campesinos chinos que luego los ayudaron a llegar a destino seguro.

Vista desde un bombardero B-25. La Base Naval en la Bahía de Tokio el día del ataque. 1942.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMJapón debió reforzar

su seguridad en el Este afectando varias escuadras

a ese sector del PacíĴ co.

Según el almirante Yamamoto, para la

dominación absoluta del PacíĴ co, era indispensable

destruir totalmente la Ķ ota norteamericana.

el triunfo de su fuerza militar, desconociendo las debilidades de la misma que eran ocul-tadas eĴ cientemente por el alto mando nipón para continuar gozando de las ventajas de una población comprometida con la causa. También ponía en evidencia la vulnera-bilidad del aparato defensivo japonés, y demostró que inclusive podían ser atacados en su propio territorio. A partir de este ataque, Japón debió reforzar su seguridad en el Este afectando varias escuadras a ese sector del PacíĴ co. Pero lo más importante fue que el objetivo principal de este plan se cumplió, puesto que levantó la moral de la fuerza nor-teamericana que venía siendo vapuleada por un enemigo atrevido que lo había herido en lo más profundo y que no le daba respiro. Esta corta incursión dejó establecido que aún no estaban vencidos.

Tropas norteamericanas en Port Moresby.

La batalla del Mar del Coral

En abril de 1942, y con el propósito de asegurar sus posesiones en el PaciĴ co Oriental, el Alto Mando Japonés decidió que era necesario aislar del todo a Australia, sede de las

principales bases norteamericanas que quedaban en el PacíĴ co, y como tal una de las princi-pales amenazas del “nuevo perímetro de conquista” de Japón. Para ello se decidió continuar con el avance hacia el sur consolidando la conquista de Nueva Guinea, una de las islas más grandes del PacíĴ co, hasta ocupar la Base Militar de Port Moresby. Lo que los japoneses pre-tendían, era establecer una cabeza de puente en dicha base para desde allí hostigar a los aliados apostados en Australia.

Sin embargo, según el almirante Yamamoto, para la dominación absoluta del PacíĴ co, era indispensable destruir totalmente la Ķ ota norteamericana. ConĴ ado en la superioridad numé-rica de su escuadra propone no solo atacar la base de Nueva Guinea sino también tomar las islas Midway y las Aleutianas, ubicadas mucho más al norte, de manera tal de atraer los portaaviones norteamericanos a ese sector y hundirlos. Esta nueva estrategia implicaba dividir las fuerzas japonesas en un doble objetivo con lo que se corría el riesgo de debili-tar el poder de la misma, lo cual no convencía al Alto Mando Japonés. Sin embargo, luego de varias vacilaciones, Yamamoto logra su cometido y el Estado Mayor ordena, también, la puesta en marcha de las operaciones en Midway para junio de 1942.

Pero lo que los japoneses no sabían entonces es que los norteamericanos ya habían descifrado la clave del código secreto de la marina japonesa con lo cual estaban al tanto de todos sus movimientos, y el impase brindado por los japoneses debido a sus dudas sobre las operaciones, les había dado a los norteamericanos, el tiempo suĴ ciente para restablecer sus fuerzas en la región.

Almirante Isoroku Yamamoto.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMPor lo tanto cuando los japoneses se deciden a realizar en mayo desembarcos en Tulagi (Islas Salomón) y Port Moresby para concretar su demorado avance en Nueva Guinea, la armada norteamericana ya estaba preparada en el Mar del Coral para rechazarlos.

A sabiendas de los mentados desembarcos, los norteamericanos deciden salir al cruce de la Ķ ota imperial que transportaba las tropas japonesas, y evitarlos. Se dispusieron para esta operación dos portaviones, el Lexington y Yorktown, bajo las órdenes del almirante Flet-cher, los cuales se concentraron junto a sus respectivas escuadras, en el Mar del Coral, los primeros días de mayo.

Luego de varios reconocimientos aéreos previos, el 8 de mayo de 1942, Ĵ nalmente la Ķ ota del almirante Fletcher se enfrenta con la Ķ ota japonesa del almirante Takagi, que contaba al igual que la norteamericana con dos portaviones (el Shokaku y el Zuikaku), y alrededor de 120 aviones de combate por lo que, las fuerzas, eran similares. A pesar del combate, las escuadras no se enfrentaron directamente, es más nunca llegaron a avistarse puesto que se encontraban a 150 km de distancia aproximadamente. Sino que la lucha se entabla espe-cíĴ camente entre los aviones de uno y los portaviones de otro bando, por lo que esta se constituirá como la primera batalla aeronaval de la guerra.

El saldo del enfrentamiento en números arrojó mayores pérdidas para los norteamericanos, con mayor cantidad de muertos y de buques dañados. Cada bando además perdió un por-taaviones, el Lexington, en el caso de los norteamericanos y el Shokaku, en la Ķ ota japonesa. Sin embargo, los norteamericanos conseguirán un logro importantísimo con consecuen-cias a futuro para la guerra: evitar la toma de Port Moresby y detener el avance del Imperio de Japón hacia el sur.

La idea de los desembarcos, surge en los japoneses como una necesidad de reforzar la fuerza de sus incursiones en Nueva Guinea, puesto que habiendo desembarcado en la isla en enero de 1942, el avance japonés se había retrasado mucho. La conquista había resultado más complicada de lo esperado debido a que los norteamericanos, conscientes de la importancia estratégica de la misma, habían reforzado sus posiciones allí.

El saldo del enfrentamiento en números arrojó

mayores pérdidas para los norteamericanos, con

mayor cantidad de muertos y de buques dañados.

Lexington.Yorktown.

Almirante Frank Fletcher.

Shokaku.

Zuikaku.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOM

Derrota japonesa en Midway

Un mes después de la batalla del Mar del Coral los japoneses continuaron con sus planes para acabar con la Ķ ota norteamericana. Persiguen la idea del almirante Yamamoto de

tender una trampa a los norteamericanos atacando Midway y las islas Aleutianas, lo cual obligaría a los portaaviones y buques estadounidenses a descubrirse y enfrentar a la Ķ ota japonesa. Pero continuaban sin advertir aún, que los norteamericanos podían descifrar sus mensajes y que por lo tanto conocían sus planes de antemano. Incluso no lo advierten, a pesar de haber interceptado varios mensajes radiotelegráĴ cos norteamericanos que reve-laban un febril movimiento de su Ķ ota en el PacíĴ co, (especíĴ camente en la zona de Hawai), lo que signiĴ caba que se preparaban para alguna operación importante. Justamente, la Ķ ota norteamericana se alistaba para recibirlos en las cercanías de Midway.

En efecto, una vez conocidos los planes japoneses, el almirante Chester W. Nimitz, coman-dante en jefe de la Ķ ota norteamericana del PacíĴ co, había dispuesto el envío a la zona de la Task Force 16, compuesta por los portaviones Enterprise y Hornet, al mando del almi-rante Spruance, y la Task Force 17, formada por varios buques destructores y cruceros. Todos partieron con destino a las Islas Midway el 27 de mayo de 1942 posicionándose al norte de las mismas el 1° de junio de ese año, a una distancia prudente de manera tal de no ser alcanzados por los aviones de reconocimiento japoneses. Dos días más tarde, se sumó a las escuadras, el portaaviones Yorktown, al mando del almirante Fletcher, el cual, los japone-ses daban por hundido en el Mar del Coral y que por el contrario, había sido rápidamente reparado para esta misión. Por último, la base de Midway había sido duramente reforzada con artillería, aviones y tropas, por lo que, las fuerzas disponibles por los norteamericanos el día del ataque japonés, distaban mucho de lo supuesto por Yamamoto al momento de planiĴ car su estrategia.

El almirante japonés dividió sus fuerzas en tres grupos. En primer lugar una línea de portaviones, al mando del capitán Nagumo, el cual debía realizar el primer ataque a Midway, en segundo lugar la fuerza principal de la Ķ ota, al mando de Yamamoto, compuesto principalmente por acorazados, y con la cual, estaba previsto se enfrentarían los portaviones norteamericanos y, por último, una fuerza de invasión que ocuparía Midway. A su vez, una escuadra debía atacar las islas Aleutianas de manera tal de confundir al enemigo, y distraerlos del centro de las operaciones en Midway, pero los norteamericanos, ya advertidos, no ignoraron estos movimientos.

Los japoneses continuaban sin advertir que los

norteamericanos podían descifrar sus mensajes.

Chester W. Nimitz.

Formación de Douglas SBD-3 estadounidenses en la defensa de las islas Midway ante el ataque japonés.

Almirante Raymond Spruance.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMSe trataba de un total de 11 acorazados, 8 portaviones, 22 cruceros, 65 destructores y 21 submarinos. Sin dudas la Ķ ota más poderosa del PacíĴ co. Sin embargo, los errores tácticos de sus comandantes la dejarán expuesta a una inteligente y efectiva puesta en escena de la marina norteamericana que solo cuenta para este combate con 3 portaviones, 8 cruce-ros y 17 destructores.

El 4 de junio de 1942, los portaviones de Nagumo se encontraban próximos a Midway y lis-tos para lanzar el ataque. Un error en el reconocimiento previo efectuado por los aviones japoneses convence al vicealmirante nipón de que no hay fuerzas enemigas en la región y por lo tanto ordena el lanzamiento de los aviones para el ataque.

Las causas de la derrota

En efecto, luego de las primeras órdenes de ataque de los japoneses, estos no habían descubierto aún la presencia de los portaviones norteamericanos acercándose a la Ķ ota

de Nagumo. Varios son los factores que coinciden para que Nagumo equivoque la táctica de batalla a seguir. En primer lugar, los aviones de reconocimiento japoneses envían varios mensajes ambiguos sobre la presencia de Ķ ota enemiga en la región. Segundo, cuando efectivamente se conĴ rma la misma, Nagumo ya había efectuado varios cambios en sus órdenes respecto a la recarga de los aviones de su Ķ ota. Esto, a su vez, había demorado una segunda oleada de ataque a Midway, por lo que no se logra destruir del todo las pis-tas de aterrizaje en la isla, y además había provocado peligrosamente, la acumulación en el puente de los portaaviones Akagi y Kaga de cientos de torpedos y bombas, lo cual será nefasto para la naves posteriormente.

Era el inicio de la batalla aeronaval más importante del conĶ icto en el PacíĴ co debido a las consecuencias decisivas que tendría la misma para el curso de la guerra. A pesar de la ventaja inicial de las fuerzas japonesas, y de que los primeros ataques a Midway parecen favorecer a los nipones, los norteamericanos se alzarán con la victoria. Pero no solo eso, sino que provocarán serios daños a la armada japonesa de los que ésta no se llegará a recuperar jamás.

Un error en el reconocimiento efectuado por los aviones convence al vicealmirante

nipón de que no hay fuerzas enemigas en la región.

Kaga

Akagui.

Flotas

Japón 11 acorazados

8 portaviones

22 cruceros

65 destructores

21 submarinos

EEUU 3 portaviones

8 cruceros

17 destructores

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMPor otro lado los norteamericanos, habían efectuado varias incursiones débiles con sus aviones para atacar la formación de portaviones de Nagumo y, aunque todas fueron eĴ caz-mente rechazadas, aumentaron las demoras en las órdenes del almirante japonés. Cuando éste recibe el mensaje informando sobre la presencia de una Ķ ota norteamericana, el mismo resulta incompleto ya que no especiĴ ca cómo está compuesta esa Ķ ota ni cuántos porta-viones la conformaban. Mientras tanto varias formaciones de aviones ya habían despegado desde los portaviones estadounidenses, (lo cual tampoco había sido detectado por las patrullas japonesas), y se dirigían directamente a atacar la Ķ ota de Nagumo. Éste ya había decidido esperar que todos los aviones que aun estaban volando de regreso de Midway aterrizaran en sus portaviones, y recargarlos para luego si atacar con todas sus fuerzas la Ķ ota norteamericana descubierta.

Estaba previsto que los aviones nipones despegasen del puente exactamente a las 10:30. Pero los norteamericanos no le dan tiempo y a las 10:25 de la mañana justo cuando el Akagi, el Soryu, y el Kaga, se encontraban con todos los aviones cargados de bombas y combustibles prestos para partir y atacar a la Ķ ota enemiga, son sorprendidos por los aviones bombarde-ros norteamericanos que llegaban a su blanco.

En solo cinco minutos, dan el golpe de gracia hiriendo seriamente al Akagi, cuya cubierta se incendia rápidamente dejándolo fuera de combate, la misma suerte correrán los portaviones Soryu, Kaga, e Hiryu durante los próximos tres días durante los cuales se extenderá el combate en Midway y en los que la marina japonesa sufrirá la destrucción de gran parte de su Ķ ota.

Estaba previsto que los aviones nipones despegasen

del puente a las 10:30. Pero a las 10:25 son sorprendidos

por los aviones bombarderos norteamericanos que llegaban a su blanco.

Mikuma.

Kawanishi N1K Shiden, cazabombardero japonés al momento del despegue.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMA las fallas de su sistema de reconocimiento, se debe agregar además, el hecho de que el principal factor con el cual los japoneses esperaban obtener una importante ventaja, el fac-tor sorpresa, queda destruido con el descubrimiento anticipado de los planes por parte de los norteamericanos. Esto desestima la suposición en la cual Yamamoto basa su estrategia. El estima que los ataques provocarán la dispersión de la fuerza norteamericana. Al contrario, los estadounidenses concentraron todo su poder para atacar a los portaviones japoneses, mientras que la potencia naval japonesa estaba dividida en grupos situados a varias millas de distancia entre sí, lo que la hacía más débil y vulnerable. Incluso en el momento en que los portaviones de Nagumo son atacados, la fuerza de Yamamoto se encuentra a 300 millas de distancia y ni siquiera llega a participar de la batalla.

En la batalla de Midway, los japoneses sufren el hundimiento de 4 portaaviones, 1 crucero, 2 destructores y 2 transportes además de la pérdida total de los aviones embarcados y más de 3.500 hombres muertos entre los que se encontraban la mayoría de los pilotos más experimentados de la fuerza aérea japonesa. Mientras que los norteamericanos solo pier-den un portaaviones, el Yorktown, un destructor y alrededor de 150 aviones, a los que hay que sumar unos 300 hombres.

Las cifras muestran a las claras lo desastroso que fue la derrota para la Marina Japonesa que procurará ocultarla estratégicamente a sus enemigos e incluso a su propio Estado Mayor.

Esta caída catastróĴ ca de los japoneses, los dejará incapacitados para lanzar nuevas ofensi-vas y los obligará a reforzar su perímetro defensivo. Lejos de destruir la Ķ ota norteamericana los japoneses habían contribuido a consolidar a los Estados Unidos como una potencia que sale fortalecida de los traspiés sufridos en los últimos meses y que como tal no tardará en adueñarse de la victoria.

A su vez, el estado mayor había dispuesto navegar con silencio de radio para mantener la sorpresa, esto impidió la comunicación entre los diferentes grupos de combate. Tampoco los japoneses, a diferencia de su adversario, contaban con radares, lo cual diĴ cultaba la detección del enemigo. En Ĵ n, muchos fueron los errores cometidos por los japoneses pero, sobre todo, estos conĴ aban demasiado en su superioridad de fuerzas y descuidan de manera nefasta los detalles tácticos.

Esta caída catastróĴ ca de los japoneses, los dejará

incapacitados para lanzar nuevas ofensivas. El portaviones Yorktown recibe un impacto desde un avión japonés apenas visible, que logra escapar entre

el fuego antiaéreo de los destructores estadounidenses. Batalla de Midway. 1942.

Pérdidas de los japoneses

Portaviones 4

Cruceros 1

Destructores 2

Transportes 2

Aviones Todos los embarcados

Hombres 3500

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOM

Los japoneses opondrán una feroz resistencia durante

seis meses en los que los marines norteamericanos

sufrirán un inĴ erno.

Estados Unidos conquista Guadalcanal

El freno impuesto al avance japonés en Nueva Guinea que frustró los planes japoneses de invadir Australia y la resonante victoria en Midway, dio a los norteamericanos la opor-

tunidad de equilibrar las fuerzas en el PacíĴ co. Ahora se encontraba en condiciones de desencadenar una contraofensiva que frene la expansión japonesa y de allí en más los obli-gara a retroceder.

El alto mando norteamericano con MacArthur como jefe de las fuerzas terrestres del PacíĴ co y Chester Nimitz, titular de la marina, decide iniciar las operaciones en Guadacanal donde los japoneses construían un aeródromo que podría ser utilizado como base para posibles operaciones que vuelvan a poner en peligro las bases en Australia.

La conquista de Guadalcanal se asigna a la 1° División de Marines, comandada por el gene-ral Vandergrift, quienes desembarcan en esta isla el 7 de Agosto de 1942, apoyados por el 2° regimiento de marines y por el 1° batallón de Raiders.

Los japoneses opondrán una feroz resistencia por tierra, por mar y por aire durante seis lar-gos meses en los que los marines norteamericanos sufrirán un inĴ erno, ya que los japoneses no darán tregua con violentos y constantes ataques y bombardeos que los llevarán al límite de su cordura. Sobre todo, durante los primeros meses de combate, donde los norteame-ricanos fueron constantemente atacados, y a pesar de que rechazaron los ataques, la falta de víveres, las enfermedades como el paludismo, la complejidad de la selva, el clima, y la lucha encarnizada agotaron los nervios de las tropas.

En cuestión de horas los norteamericanos avanzaron sobre la isla con el objetivo de alcanzar el aeródromo y tomarlo. Dos días después los marines se habían apoderado del aeródromo y ocuparon las islas de Tulagi y Gavutu, donde también habían desembarcado. Pero en Guadalcanal alcanzar la victoria no sería fácil. Los marines se encontraron con un terrero sumamente hostil, cubierto de espesa jungla, con temperaturas extremas y copiosas lluvias. Enfrente tenían a una fuerza japonesa que no se dejaría conquistar tan fácilmente y que lo enfrentaría en cruentos combates desatados mayormente por la noche.

General Alexander Vandergrift. Campaña de Guadalcanal. Tropas estadounidenses aprovisionándose en la isla. 1942.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOMLa impresionante potencia

de fuego y decisión en la ofensiva norteamericana

volcará la victoria a su favor.

Sin embargo del lado japonés las cosas no fueron mejor y los resultados Ĵ nales serán mucho más sangrientos que para los norteamericanos. En su tenacidad de evitar la invasión a toda costa los japoneses lucharán encarnizadamente. Pero Ĵ nalmente la impresionante potencia de fuego y decisión en la ofensiva norteamericana volcará la victoria a su favor y hará estra-gos en las Ĵ las niponas. Tanto es así, que al Ĵ nal de la conquista los marines tendrán 2.000 hombres muertos, de 60.000 que llegaron a combatir en Guadacanal, mientras que las fuer-zas niponas tendrán 24.000 hombres muertos entre 36.000 combatientes, muchos de ellos por enfermedades. Esto demuestra la crueldad de los enfrentamientos y el padecimiento de las tropas, en uno de los campos de batalla más memorables de la guerra.

Varios fueron los combates arreciados durante estos largos meses, batallas terrestres como la del Monte Kayo y la de Lunga o impresionantes batalla navales como la desarrollada en Savo, con victoria japonesa, o la de Cabo Esperanza a favor de los norteamericanos, tam-bién la batalla de Santa Cruz desatada el 26 de octubre, donde los japoneses pierden dos portaaviones y los norteamericanos al Hornet.

Sin embargo la madre de todas las batallas en estos meses de conquista se habría de desa-rrollar entre el 11 y el 15 de noviembre en las costas de Guadacanal, entre la marina japonesa y la marina norteamericana y se la denominó simplemente batalla de Guadacanal. En ella los marines norteamericanos se consagrarían victoriosos y a partir de allí consolidarían sus posiciones en las islas, para lograr la ocupación deĴ nitiva de la isla el 9 de febrero de 1942 luego de que las últimas tropas japonesas fueran evacuadas.

La conquista de Guadalcanal signiĴ có el primer retroceso de los japoneses en el PacíĴ co. Con ella los norteamericanos aseguraban que la ruta de comunicación entre América y Australia no fuera amenazada.

Soldados norteamericanos exhibiendo una bandera japonesa capturada en Guadalcanal a Ĵ nes de 1943.

Tres cazas japoneses derribados por un destructor estadounidense

en Guadalcanal. 1942.

Soldados durante la campaña en una operación de desembarco.

Muertes

EEUU 2.000 hombres

Japón 24.000 hombres

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOM

Las tropas aliadas habían conseguido una importante

victoria en Papuasia.

Participó de la Primera Guerra Mundial donde

fue condecorado.

Mientras tanto en enero, tropas aliadas, conformadas por australianos y norteamericanos, bajo la comandancia de MacArthur habían conseguido una importante victoria en Papua-sia donde tras varios combates consiguen expulsar a los japoneses del extremo oriental de Nueva Guinea.

Esto implicaba un punto de inĶ exión deĴ nitivo en el conĶ icto del PacíĴ co debido a un cambio importantísimo de estrategia por parte de las fuerzas aliadas que dejan de lado su posición defensiva y asumen un papel totalmente ofensivo revirtiendo los resultados logrados por el Imperio del Sol Naciente hasta el momento. Éste, en cambio, se replegará a una situación defensiva que Ĵ nalmente marcará un retroceso de sus dominios. Era el Ĵ nal de los planes de expansión japonesa y el comienzo de mejores épocas para las potencias aliadas.

Examinando una división.

Protagonistas: Douglas MacArthur

Este reconocido militar estadounidense tuvo un papel destacado en la guerra del Pací-Ĵ co como gestor de la estrategia que lleva a los norteamericanos a la victoria. Hoy es

recordado por la frase expresada a sus oĴ ciales al momento de partir de Filipinas en el peor momento de la invasión japonesa lo cual lo mortiĴ caba. La misma prometía ¡Volveré! Y así lo hizo luego de casi dos años y tras la reconquista del PaciĴ co.

Nació en 1880 en Little Rock, Arkansas. Se formo en la academia militar de West Point donde se recibe de teniente de ingenieros en 1903. En 1904 es enviado a Filipinas y luego a Japón donde adquiere conocimientos de la región que le servirán más adelante para el curso de su carrera militar. En 1906 regresa a Estados Unidos y desarrolla una destacada carrera que lo lleva el 1913 a ser miembro del Estado Mayor General. Participó de la Primera Guerra Mun-dial donde fue condecorado, y luego es enviado nuevamente a Filipinas.

Douglas MacArthur.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOM

En 1941 es nombrado Comandante en Jefe de las Fuerzas de Estados Unidos

en el Lejano Oriente.

En 1930 regresa a Washington, tras ser nombrado Jefe del Estado Mayor del Ejército , cargo que ocupa hasta 1935, cuando es designado como consejero militar en Filipinas y por tal motivo vuelve a ese país, donde se retira del Ejército en 1937. Alli lo sorprenderá la guerra en 1939 y será convocado nuevamente a servicio. En 1941 es nombrado Comandante en Jefe de las Fuerzas de Estados Unidos en el Lejano Oriente.

Siendo sus fuerzas vencidas en Filipinas por los japoneses en 1942, se refugia en la isla Corre-gidor hasta el 11 de marzo de ese año cuando tras una orden del presidente Roosevelt es obligado a abandonar Filipinas y trasladarse a Australia donde se le encomienda la reorga-nización de las tropas aliadas en el Sudeste Asiático. Allí es nombrado jefe de las fuerzas terrestres y junto con el comandante Nimitz se ocuparán de las operaciones en el PacíĴ co.

El 2 de setiembre de 1945 es el encargado de recibir la capitulación de Japón a bordo del USS Missouri. Luego es nombrado Jefe de las Fuerzas de Ocupación del Japón donde impulsa la transformación del país que es desmilitarizado e inclinado hacia una democracia. Se destaca el desarrollo de la constitución de 1946 de Japón en el cual tuvo activa participación y con la cual funda las bases de la reorganización del país de cara al futuro.

En 1950 estalla la guerra de Corea. Es convocado a asumir el mando en un ejército de las Naciones Unidas, pero tras una contraofensiva contra Corea del Norte, sus fuerzas retroce-den por el apoyo de China comunista a los norcoreanos. Se propone atacar a China, pero Ĵ nalmente el presidente Truman, quien no quiere una guerra con China, lo destituye del mando. En Estados Unidos se dedica a los negocios y a la política. Muere en 1964.

Dueño de una visión estratégica magníĴ ca, a pesar de los errores cometidos en Filipinas, conduce eĴ cientemente a las tropas norteamericanas a la victoria, para lo cual desarrollo operaciones de guerra combinadas con las fuerzas de la marina. Su estrategia se basó en atacar a los japoneses en el momento de mayor desequilibrio de las tropas, con lo cual su avance resultaba abrumador para los nipones.

Desembarco en el Golfo Lingayen, Islas Filipinas, en 1945.

Retrato del año 1930.

El portaviones

Estos gigantes del mar tuvieron una importancia estratégica crucial durante el conĶ icto del PacíĴ co, y será justamente aquel quien desarrolle la Ķ ota más poderosa quien se

alce con la victoria.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOM

Los primeros portaviones surgen de la reestructuración

de otros buques que son acondicionados con pistas

de aviones en su parte superior.

Los portaviones se convierten en el arma

principal de la Ķ ota de guerra de las marinas.

La concepción de su importancia para la guerra fue establecida por las grandes potencias en la Primera Guerra Mundial. La posibilidad de contar con una base móvil desde donde pudieran despegar y aterrizar aviones de combate aportaba la posibilidad táctica de emplear fuerza aérea aun encontrándose alejado de su territorio.

Los primeros portaviones surgen de la reestructuración de otros buques que son acondiciona-dos con pistas de aviones en su parte superior para embarcar unos pocos aviones utilizados solo como apoyo o reconocimiento en operaciones de guerra. Recién en 1918, de la mano de los británicos se construye el primer portaviones llamado HMS Hermes.

Sin embargo no serán los ingleses quienes desarrollen los grandes buques de aviones de la Segunda Guerra, sino los norteamericanos y los japoneses quienes reconociendo la impor-tancia de las operaciones aeronavales en el desarrollo de la guerra inician la construcción de unidades cada vez más grandes, con mayor capacidad de embarque y mayor eĴ cacia en el combate. También se perfecciona su blindaje y se los dota de un potente sistema de artillería antiaérea.

Los japoneses en cambio conciben la idea de atacar la base norteamericana a partir de una importante escuadra de aviones lanzadas desde sus portaviones ubicados a una distancia considerable de Hawai.

Luego serán los norteamericanos los que los transformen en armas letales en los combates del Mar del Coral, Midway y Filipinas.

De tal manera que los portaviones se convierten en el arma principal de la Ķ ota de guerra de las marinas, desplazando en importancia a los grandes acorazados.

Pero no solo eso. Hasta el ataque de Perl Harbor, donde los japoneses lo emplean por primera vez como arma de ataque los portaviones solo eran utilizados para brindar cobertura aérea al resto de la Ķ ota pero no para desarrollar ataques. Ni siquiera los ingleses luego del hundimiento del Bismark reconocen su importancia.

HMS Hermes.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOM

Los alemanes no poseen portaviones y las dos

unidades que comienzan a construir durante el conĶ icto no llegarán a ser terminadas.

Al inicio de la guerra, Gran Bretaña cuenta con 7 portaaviones, Estados Unidos también con 7 y Japón con 6, pero al Ĵ nal de la misma la Ķ ota de portaviones norteamericana sobrepa-sará las 100 unidades mientras que Japón solo habrá desarrollado 14 e Inglaterra uno pocos. Esto da a entender la supremacía alcanzada por EEUU en el mar y que a su vez le permite sacar claras ventajas en otros ámbitos de la guerra como la fuerza aérea la cual es explotada al máximo gracias al empleo de los portaviones.

Contrarios a la visión norteamericana o japonesa, los alemanes no poseen portaviones y las dos unidades que comienzan a construir durante el conĶ icto no llegarán a ser termina-das, otro tanto ocurre con Italia que no alcanzará a transformar dos de sus transatlánticos.

Los japoneses por su lado desarrollarán la línea Shokaku en 1941, para construir luego en 1944 la línea Taiho con 30.000tn y capacidad para 53 aviones y la línea Shinano de 55.800tn y posibilidad de transportar 70 aviones.

Sin embargo los norteamericanos alcanzarán un desarrollo tecnológico muy superior en cuanto a los instrumentos de navegación y respecto a los sistemas de radar, que serán exce-lentes. Pero esta no será la única característica que determine la superioridad de la Ķ ota

La guerra del PacíĴ co contribuye al diseño de portaviones mucho más ligeros y grandes de manera tal de transportar mayor cantidad de aviones. En efecto las grandes superĴ cies marinas impiden el empleo de bases aéreas por lo tanto se hace indispensable mayor capacidad de embarque. Los norteamericanos y los japoneses se destacan al respecto construyendo eĴ caces naves de gran porte. Así, los norteamericanos suman a las series de portaviones Yorktown existente al inicio de la guerra la clase Essex surgida en 1942 y más tarde su línea de portaviones Midway en 1945 alcanzando 42.650 tn y una capacidad de transporte de 137 aviones.

Clase Essex.

Clase Taiho.

Portaviones al inicio de la guerra

Gran Bretaña 7

EEUU 7

Japón 6

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOM

Los nipones eran conscientes de la importancia que

estos buques tendrían en la guerra marina.

norteamericana y por lo tanto su mejor aprovechamiento en el conĶ icto, sino su enorme capacidad de rotación de unidades. La gran capacidad económica y productiva colocada por los norteamericanos al servicio de la guerra permitirá la reposición inmediata de la Ķ ota hundida en combate. Además como se explicó antes la construcción de unidades durante la guerra será impresionante.

Sin embargo, los primeros éxitos japoneses se explican sobre todo por la superioridad técnica de sus aviones. El modelo más empleado por los nipones fue el caza conocido como Zero, construido por Mitsubishi y cuyo nombre completo es Mitsubishi A6M2 Zero, Modelo 21. Este caza monoplaza de la marina japonesa se constituirá en el símbolo de la potencia aérea del Japón durante el primer año de la guerra en el PacíĴ co logrando la supremacía aérea del Imperio del Sol Naciente.

El poder de las armas japonesas

Durante la Guerra en el PacíĴ co se rebela para las potencias occidentales el impresio-nante poder de la maquinaria de guerra japonesa donde la marina y la aviación juegan

un papel preponderante en la lucha por la hegemonía asiática.

Ante la inminencia de la guerra, los japoneses formaron una imponente Ķ ota que contaba en 1941 y para el inicio de las hostilidades con 381 unidades, de las cuales 11 eran portaa-viones. Los nipones eran conscientes de la importancia que estos buques tendrían en la guerra marina y se dedicaron a preparar unidades ligeras y de gran tonelaje de manera tal de aumentar la capacidad para transportar aviones. Asimismo, concentró esfuerzos en for-mar a sus pilotos, los cuales eran sometidos a un duro adiestramiento. Inclusive muchos de ellos conformaron un verdadero grupo de elite que durante el primer año de la guerra resultó en una verdadera pesadilla para la Ķ ota norteamericana.

Caza japonés Mitsubishi A6M2 “Zero”. Si bien en un comienzo dominó el aire del PacíĴ co, hacia el Ĵ nal de la guerra fue usado por pilotos suicidas “kamikaze”.

www.elbibliote.com


ELBIBLIOTECOM

Su frágil blindaje y la falta de protección para los

pilotos los convertía en aviones muy vulnerables.

Su blindaje ligero hacía de este aparato un avión muy ágil y extremadamente maniobrable, a la vez que su velocidad, alcanzaba unos 530 Km/h, le permitía impedir el reconocimiento aéreo del enemigo. Estaban dotados de dos cañones de 20 mm y dos ametralladoras de 7,7 mm y en sus alas podían cargar una bomba de 250 kilos o dos de 60 kilos. Por último, con-taba con un depósito de combustible de reserva lo cual le brindaba un radio de acción de hasta 1.000 km, muy superior a cualquier otro avión de entonces.

A pesar de su superioridad durante el primer año de combates, su frágil blindaje y la falta de protección para los pilotos los convertía en aviones muy vulnerables. Hacia 1943, los norteamericanos construirán nuevos aviones para contrarrestar a estos cazas japoneses y aunque no serán tan maniobrables como los nipones, serán más rápidos y estarán mejor armados, además de brindar mayor protección a los pilotos, lo que les permitía a los avio-nes atacar a los Zeros a muy corta distancia.

La marina japonesa contaba con el buque más grande del mundo, el Yamato. Botado en 1940 este acorazado de 65.000 tn estaba armado con 9 cañones gigantes de 457 milímetros, cuatro torretas triples del 152, y una impresionante artillería antiaérea, además de contar con 12 cañones del 127 y cerca de 24 piezas del 25 y 4 del 13. Será hundido durante el des-embarco norteamericano en Okinawa, por 12 torpedos y 7 bombas de gran calibre.

En cuanto a la Ķ ota de portaviones, los existentes en un principio, como los gemelos Akagi y Kaga, inicialmente cruceros de batalla y luego transformados en portaaviones, el ligero Shoho, el Kyujo, el Soryu e Hiryu, y los gemelos Shokaku y Zuikaku, si bien contaban con una gran tecnología y artillería antiaérea, no contaban con radar lo cual era una gran des-ventaja frente a los norteamericanos. En 1944 se sumarán a la Ķ ota la línea Taiho y Shinano con naves más grandes, de capacidad y de blindaje superior.

A pesar de la potencia de los portaviones y buques de guerra japoneses con el transcurso de la guerra no podrán hacer frente a la poderosa Ķ ota norteamericana y sobre todo a la enorme capacidad de reposición con la que la misma contaba, gracias a la poderosa maquinaria industrial de los Estados Unidos.

Yamato.

Mitsubishi A6M2 Zero

Velocidad 530 km/h

Cañones 2 x 20 mm

Ametralladoras 2 x 7,7 mm

Bombas en las alas 1 x 250 kg o 2 x 60 kg

Radio de acción 1.000 km

El Yamato en 1941

Peso 65.000 toneladas

Cañones 9 x 457 mm

4 torretas triples 12 x 152 mm

Cañones 12 x 127 mm

24 x 25 mm

4 x 13 mm

www.elbibliote.com

Enciclopedia de La Segunda Guerra Mundial - Tomo III El Mundo Bajo La Bota Del Nazismo

Documents

Transcript of Enciclopedia de La Segunda Guerra Mundial - Tomo III El Mundo Bajo La Bota Del Nazismo