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Encalado-1 CORRECCIÓN DE LA ACIDEZ: ENCALADO Mª Elvira López Mosquera Prof. Titular Universidade Santiago de Compostela Escola Politécnica Superior-Lugo I. Producción de cultivos en suelos ácidos. II. Encalado: objetivo y efectos. III. Gestión técnica del encalado. III.1. Tipos de encalado. III.2. Materiales encalantes. III.3. Determinación de las necesidades de cal: dosis. III.4. Aplicación. En: López Mosquera, M.E. 1995.Enmiendas. Monografía docente. Escola Politécnica Superior. Universidade Santiago de Compostela. ISBN: 84-89189-26-9.

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CORRECCIÓN DE LA ACIDEZ: ENCALADO

Mª Elvira López Mosquera Prof. Titular Universidade Santiago de Compostela

Escola Poli técnica Superior-Lugo

I . Producción de cult ivos en suelos ácidos. II . Encalado: objetivo y efectos. III . Gestión técnica del encalado.

III .1. Tipos de encalado. III .2. Materiales encalantes. III .3. Determinación de las necesidades de cal: dosis. III .4. Aplicación.

En: López Mosquera, M.E. 1995.Enmiendas. Monograf ía docente. Escola Pol i técnica Super ior . Univers idade Sant iago de Compostela.

ISBN: 84-89189-26-9.

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I. PRODUCCIÓN DE CULTIVOS EN SUELOS ÁCIDOS:

LIMITACIONES, SOLUCIONES A nivel mundial los suelos ácidos ocupan el 30% de la superficie terrestre l ibre de hielos (Von Uexküll & Mutert , 1995), pudiendo considerarse que los procesos de acidificación consti tuyen el factor de degradación de suelos más importante en zonas tropicales y templadas (Baligar & Fageria, 1997).

Distr ibución de suelos ácidos en cl imas húmedos

( t ª anual del suelo >8 °C). Adaptado de Vam Wambeke, 1976.

En España, los suelos con estas característ icas vienen a representar el 40% de la superficie nacional (Roquero, 1964). De el los, se puede considerar que unos 10 millones de hectáreas pueden presentar problemas para los cultivos. A estas cifras podría sumársele la correspondiente a suelos que están en vías de descalcif icación y/o acidificación por causas antropogénicas. En el caso de Galicia, la acidez es la principal característ ica de sus suelos, por su clima húmedo, el predominio de sistemas abiertos y su geología de naturaleza fundamentalmente ácida. Los suelos afectados por la acidez suponen entre el 85 y el 90% del terri torio.

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I .1. Principales l imitaciones en suelos ácidos

La acidez puede considerarse el principal factor l imitante en el aprovechamiento agronómico de los suelos gallegos. Los efectos que la acidez ejercen sobre el cult ivo son complejos, s iendo difíci l separar los directos de los indirectos. La acidez afecta fundamentalmente a:

La disponibilidad de nutrientes. La actividad biológica.

Y favorece: La toxicidad por Al y Mn.

Para la mayoría de los cultivos, la disponibilidad de casi todos los nutrientes, salvo el Mo, es óptima con un pH entorno a 6,5 (Fig.1.) . Por debajo de este intervalo, la producción puede verse afectada adversamente en los suelos ácidos por varias razones.

Fig. 1 . Disponibi l idad de los e lementos nutr i t ivos según pH (Truog, 1948 modif icado).

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Las fotos 1, 2, 3 y 4 i lustran algunos de los efectos que la acidez ejerce indirectamente en los cult ivos. Foto 1 . Def iciencia de calcio en tomate (b losson end rot = necrosis apical) Foto 2. Defic iencia de Mg en tomate Foto 3. Defic iencia de Mo en soja Foto 4. Carencia de P en maíz

Foto 1 Foto 2

Foto 3 Foto 4

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La actividad biológica es menos intensa con niveles de pH inferiores a 6,0. Por consiguiente, en medio ácido los microorganismos del suelo f i jan menos N, se produce una menor mineralización de la materia orgánica y los elementos en combinación orgánica (N, S, P) se l iberan con mayor lentitud (FAO, 1986) (Fig.2).

Fig . 2 . Relación del pH con la n i tr i f icación (Risse & Harris , 1999)

A niveles de pH iguales o inferiores a 5,0 el Al+ 3 consti tuye el principal factor l imitante, afectando fundamentalmente a nivel radicular (Foto 5). La toxicidad por Mn aparece en suelos de pH < 6,0 y mal aireados, origina descenso del crecimiento y afecta a la parte aérea (Foto 6).

Foto 5. Toxicidad por Al Foto 6. Toxicidad por Mn

Relación pH-nitrificación

012345

3 4 5 6 7 8 9 10

pH

Nitr

ifica

ción

re

lativ

a

Mala Mala

Buena

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Los trabajos más modernos indican que es el Al el principal responsable de los problemas que ocurren en este t ipo de suelos. En muchas regiones ácidas se prefiere la denominación de suelo alumínico, dado que el Al se convierte en el elemento que controla la mayor parte de las reacciones del suelo:

- A pH ≤ 5,0 la solubil idad del Al aumenta, de tal manera

que por sí mismo constituye un agente de toxicidad para plantas y microorganismos.

- En suelos ácidos el Al l lega a dominar el complejo de cambio, compitiendo ventajosamente con Ca, Mg, K, que son iones de menor tamaño y más fáciles de desplazar a través del lavado.

- Además, el Al que ocupa los bordes de las arci l las o que forma parte de hidróxidos, es responsable de que se produzca fi jación de aniones (fosfatos y sulfatos) .

En suelos minerales, se puede decir que es el Al el principal

responsable de la baja fertil idad de los suelos ácidos.

I.2. Cult ivo en suelos ácidos: soluciones Como hemos visto, los suelos ácidos l imitan el desarrollo de la mayoría de las plantas cult ivadas. Para que éstas se desarrollen sin una inhibición seria debida a la reacción desfavorable del suelo, contamos con dos t ipos de soluciones:

1. Elección de especies o variedades que se desarrollen bien con el nivel de acidez existente en el suelo.

2. Neutral izar la acidez del suelo para adecuarla a las preferencias de las plantas a cult ivar.

Esta acción de corrección se realiza añadiendo al suelo compuestos de Ca y Mg, mayoritariamente de Ca, de ahí el nombre de ENCALADO. La definición incluye a la vez el aspecto “corrector” y el aspecto “nutri t ivo” de manera implíci ta. Al mismo t iempo que se corrige la acidez, se aportan elementos esenciales para las plantas: Ca y Mg.

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ENCALADO Elimina

Disminuye

Consigue

Mejora

Disponibi l idad Mn, Zn, Cu y B

“Toxicidad ácida”

II. ENCALADO: OBJETIVO Y EFECTOS Con el encalado se intenta ajustar el pH al intervalo en el que la mayoría de los nutrientes esenciales se encuentren disponibles y en el que la mayoría de los elementos tóxicos sean insolubles. La validez del encalado cómo método de corrección de la acidez es un hecho avalado por largos años de práctica, s iendo los efectos ejercidos sobre las propiedades químicas, f ísicas y microbiológicas del suelo variables y aún en estudio por un gran número de investigadores en dist intas partes del mundo (Fig. 3) . Técnica que produce, a su vez, cambios en la composición mineral y en el rendimiento de las plantas (Fig.4). Mejores condicicones act iv idad microbiana

Aireación Suministra Ca, Mg Disponibi l idad P, Mo, N, S La act iv idad de determinados herbicidas

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Fig. 3 . Efecto de la aplicación de cal sobre el pH y sobre el porcentaje de saturación de Al en suelos de Galicia (Mombiela, 1983).

Cal ( t ha - 1)

Fig . 4 . Efecto de la cal sobre la producción total de materia seca de especies sembradas en San Antón y Marco da Curra (Galic ia)

(Mombiela y Mateo, 1984).

CO3Ca apl icado ( t ha - 1)

0

10

20

30

40

50

60

70

0 4 8 125

5,5

6

6,5

%Al

pH

00,5

11,5

22,5

33,5

4

0 0,75 1,5 3 6 12

M. AntónM. Curra

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De forma general, se puede decir que el encalado en suelos

ácidos, hasta un pH débilmente ácido-neutro amplía considerablemente la gama de cultivos y variedades que

pueden desarrollarse. En conjunto, se incrementa la productividad de los suelos.

III. GESTIÓN TÉCNICA DEL ENCALADO Como hemos visto, los efectos del encalado son muy diversos. Para realizar una buena gestión del mismo, es preciso elegir el material encalante adecuado, aplicarlo en la dosis correcta y en las condiciones más idóneas. III.1. Tipos de encalado Encalado de corrección, de fondo o base: Permite elevar el pH a

un nivel considerado óptimo (5,5-6,0) o reducir el Al de cambio a un porcentaje no l imitante (< 15-20%).

Encalado de mantenimiento: Una vez realizada la corrección, el

estado cálcico debe ser mantenido a un nivel medio sat isfactorio para el conjunto de los cultivos que forman la rotación. Este encalado compensa las pérdidas producidas por la exportación de las cosechas, el lavado y el efecto de los fert i l izantes de reacción ácida (Fig. 5, Tablas 1,2,3).

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Fig.5. Aci f icación por causas antropogénicas (Hébert ,1990).

Tabla 1. Pérdidas de calcio por percolación (kg ha- 1 ) en un suelo de

cul t ivo en Santiago de Compostela (Díaz-Fierros, 1985).

Año Percolación(mm)

Sin encalar Encalado (6 t caliza)

1968 1297 262,7 283,5

1971-72 881 161,8 205,0 1972-73 591 105,1 128,7 1973-74 836 111,2 105,6 1974-75 596 80,5 90,3 1975-76 348 44,1 50,9 1976-77 1399 183,7 224,7 1982-83 1350 162,0 265,0 1984-85 1218 130,0 162,0

Medias 946 137,9 168,4

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Tabla 2. Efecto a lcalin izante o acidi f icante de d is t in tos abonos (Comifer , 1986).

REACCIÓN ÁCIDA REACCIÓN NEUTRA REACCIÓN BÁSICA

Sulfato amónico Sulfato potásico Fosfatos naturales Urea Cloruro potásico Nitrato cálcico

Nitra to amónico Superfosfato Nitra to potásico Fosfato amónico Fosfato bicálcico Abonos ternar ios

15-15-15 Ni tra to sódico

Ácido fosfór ico Escor ias s iderúrgicas Cianamida cálcica

Est iércol de vacuno Gall inaza Est iércol de oveja Est iércol de cerdo

Est iércol de cabal lo

Tabla 3. Extracciones de Ca y Mg por d is t in tos cul t ivos CaO MgO CaO MgO CEREALES LEGUMBRES Tr igo (8 t ) Col if lor (30 t) Paja enterrada 8 15 Consumo máximo 140 20 Paja recogida 35 25 Zanahor ias Nec. Totales 70 25 Maíz grano (8 t ) cañas enterradas

40 15 Guisantes Planta entera

100 10

Cebolla PLANTAS INDUSTRIALES

Hojas y bulbo (60 t) 130 30

Remolacha azucarera (60 t )

PRADERA PERMANENTE

Raíces 60 55 (10 t mat . seca) 70-100

35

Hojas 80 50 FORRAJERAS

Lino Raygrass (12 t) 70 40 Granos (2 t) 5 10 Alfalfa (12 t ) 350 25 Fibra (25 t) 85 10 Maíz ensi lado

(12 t ) 50 30

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III.2. Materiales encalantes Químicamente, la cal es CaO, pero por extensión el término se usa para incluir todos los productos de caliza que se usan para neutralizar la acidez del suelo (óxidos, hidróxidos, carbonatos, s i l icatos) que llevan Ca y/o Mg. Dist intas fuentes de cal son: margas, conchas marinas, escorias, carbonatos precipitados, piedra caliza, residuos calizos de fábricas de remolacha azucarera, cenizas de madera, lodos residuales, etc.) . Sin embargo, son los depósitos de caliza los que están más ampliamente distr ibuidos y constituyen la fuente comercial más importante de cal. También es cierto que cada vez es mayor la preocupación por dar salida a subproductos residuales (concha de meji l lón, espumas de azucarería, cenizas procedentes de la industr ia de la madera, …) que se acondicionan adecuadamente y estudian sus ventajas para ser uti l izados como materiales encalantes al ternativos a los comerciales.

Tabla 4. Principales enmiendas cálcicas y magnésicas (Finck, 1988; Whithey & Lamond, 1993).

Enmienda Fórmula Valor neutral izante

(%) Carbonato cálcico CaCO 3 80-100 Dolomita CaCO 3. MgCO 3 80-100 Cal v iva CaO 150-179 Cal magnésica v iva MgO 250 Cal apagada Ca(OH) 2 120-136 Cal magnésica apagada Mg(OH) 2 172 Otras enmiendas

Escor ias a l to horno CaSiO3 50-70 Conchas marinas CaCO 3 90-110 Lodos municipales e industr ia les

CaCO 3Ca 80-100

Espumas azucarera CaCO3, Ca(OH)2 - Cenizas madera CaO,Ca(OH) 2 13-92 Yeso Ca(SO4) 2 No t iene

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III.2.1. Calidad del material encalante La calidad del material encalante es medida por su eficacia neutralizando la acidez. Se determina por su pureza química y el tamaño de sus partículas. Se requiere una garantía química que vendrá dada por:

- Contenido en Ca o Mg expresado en forma de óxido (la cantidad de enmienda se expresa obligatoriamente en CaO y MgO) = Pureza.

- Valor neutral izante o equivalente de carbonato cálcico (capacidad que t iene un producto encalante para neutralizar ácidos).

El equivalente de carbonato cálcico de los materiales para encalar se calcula en base al del correspondiente al carbonato de Ca puro que es del 100%. Estos materiales deben ofrecer también una garantía f ísica , que viene dada por su tamaño de part ícula. El tamaño de partícula se expresa como el porcentaje de material que pasa a través de mallas de dist intos tamaños. Cuanto más finamente molida esté la caliza, será más reactiva, se disolverá con mayor rapidez y se mezclará mejor con el suelo, además así se obtendrán resultados más rápidos. Sin embargo, cuanto más f ina se muele la piedra, tanto mayor es su costo y sus cualidades son de menor duración. Por otra parte, los materiales molidos muy finamente son de dif íci l aplicación y pueden ser arrastrados por el viento; si la aplicación no es uniforme, puede que resulten cambios localizados, graves y perjudiciales en el pH. Para la mayoría de los suelos, un grado de f inura comprendido entre 0,5 y 0,3 mm de diámetro puede consti tuir el mejor compromiso entre costo, velocidad de reacción y efecto residual , evitando así que se produzcan efectos localizados del encalado excesivo (Fig. 6) . La problemática de cada explotación exige la selección de uno u otro, según la necesidad de rapidez o su coste.

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Fig.6. Efecto del tamaño de part ícula en la producción (Risse & Harris , 1999).

Para decidir qué enmienda elegir es necesario considerar además otros aspectos: Coste según su valor neutralizante Disponibil idad en la zona Necesidad de aportar Mg Urgencia de la corrección Característ icas del suelo y del cult ivo

III.3. Determinación de las necesidades de cal El principal problema a la hora de encalar, es determinar la cantidad de cal necesaria para obtener buenas producciones. De hecho, a pesar de la abundante l i teratura sobre los problemas de los suelos ácidos puestos en cult ivo, no existe un acuerdo claro de cuál es el mejor

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

Producción relativa (% )

Tam año partícu la (m m )

E fecto del tam año de partícu la de la cal en la producción

<0,75 0,50-0,40 0,30-0,25 0,25-0,20 <0,20

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método para determinar la dosis de cal a añadir . Existen distintos métodos, que podríamos clasificar en métodos directos e indirectos. III.3.1. Métodos directos III.3.1.1. Métodos basados en el pH Para determinar la cantidad de cal que exige un suelo para la corrección de la acidez, existe un procedimiento, todavía ampliamente util izado en el mundo que consiste en definir previamente un “pH óptimo para un cult ivo o grupo de cult ivos” ( tabla 5) determinado, o de forma más global y menos precisa un “pH óptimo del suelo”. Tabla 5. In tervalos de pH idóneos para los principales cul t ivos de Galicia ESPECIES ÓPTIMO TOLERANCIA PARA RENDIMIENTO

SATISFACTORIO Trébol b lanco

6,0-7 ,0 -

Trébol v iole ta

6,0-7 ,0 -

Raygrass 5,5-7 ,0 - Dact i lo 6,0-7 ,0 5,0-8 ,0 Alfalfa 6,5-7 ,5 6,0-8 ,0 Maíz 5,5-7 ,0 5,0-8 ,0 Tr igo 6,0-7 ,0 5,8-8 ,5 Centeno 5,5-6 ,5 4,0-7 ,7 Avena 5,5-7 ,0 4,0-7 ,5 Patata 5 ,0-5 ,8 4,5-7 ,0 Judía 5,8-6 ,7 5,5-7 ,5 Guisante 6,0-7 ,0 5,5-8 ,0 Lechuga 6,0-7 ,0 - Pimiento 6,0-6 ,5 5,5-7 ,0 Tomate 6,0-6 ,7 6,0-8 ,2 Ajo 6,0-7 ,0 - Cebolla 6,0-6 ,7 - Col 5,6-7 ,0 5,6-7 ,5 Vid 5,6-7 ,0 6,0-8 ,0

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La acción del encalante sería la siguiente: CC H+ + CO3Ca CC Ca+ + + H2O + CO2 H+ Una vez definidos los niveles de pH óptimos que se deberían

alcanzar en el suelo o el pH óptimo para un cultivo, para conocer la cantidad de encalante a aplicar se pueden emplear los métodos siguientes:

- Titulación directa del suelo con una base (Ca(OH)2) - Uso de soluciones tampón

Los métodos más habituales, de uso relat ivamente simple y más versáti les son los que uti l izan ciertas soluciones tampón, con las que se equil ibra el suelo hasta alcanzar un determinado pH:

- Solución amortiguadora de tr ietanolamina-Cl2Ba (Mehlich, 1948).

- Solución amortiguadora de nitrofenol-acetato (Woodruff, 1948).

- Solución amortiguadora SMP (Shoemaker et al . , 1961). - Método de Wodruff modificado según textura y contenido

en materia orgánica de suelos gallegos. Solución tampón p-nitrofenol-acetato (Guit ián y Carballas, 1976). Adoptado como método oficial por el M.A.P.A. (1975):

Qm CaO pHd/ha = 84 pHd – pHi (7,0-pHs) 7 ,0- pHi siendo: pHd= pH deseado pHi = “ inicial (KCl) pHs = pH p-nitrofenol Los requerimientos de cal se obtienen de tablas que han sido desarrolladas para relacionar la disminución del pH de la solución amortiguadora con las toneladas de caliza necesarias para elevar el pH del suelo al valor deseado. Los métodos tampón propuestos en los últ imos años ya no están tamponados a pH 6,5 ó 7,0, s ino que miden la cantidad de cal necesaria para elevar el pH del suelo a valores de 6,0 para suelos

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minerales(Shoemaker et al . , 1986), de 5,5 para suelos orgánico-minerales (Webber et al . , 1977) y de 5,0 para suelos orgánicos (Risse and Harris , 1999). III.3.1.2. Métodos basados en la neutralización del Al Numerosas referencias bibliográficas relat ivas a medios ácidos, ponen de manifiesto que:

- El Al es el cat ión dominante en los suelos minerales con valores de pH de 5,0 o inferiores (Ríos y Pearson, 1964; McCart & Kamprath, 1965).

- Que ha sido identif icado como el responsable de la baja fert i l idad en muchos suelos ácidos (Foy, 1984; Alley & Zelazny, 1989).

- Que la neutral ización del Al necesita generalmente menos cal que la recomendada por las soluciones tampón clásicas y presenta mejores correlaciones con la producción (Kamprath, 1970; Mombiela y Mateo, 1984; Farina & Channon, 1991).(Fig. 7) .

Fig . 7 . Relación entre la dosis de cal , e l pH, la saturación de Al y e l desarrol lo de la caña de azúcar en un Ult isol (Acrisol) en Indonesia

(Kamprath , 1970)

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. Por todo el lo, la tendencia actual es encalar para neutralizar el efecto tóxico del Al y no para alcanzar un determinado pH, especialmente en lugares donde el encalado es caro o los suelos están al tamente tamponados. Con este método los costes de cal son menores que los basados en el pH. De todas formas, al exist ir una relación entre pH y porcentaje de saturación en Al, ambos cri terios de diagnóstico no resultan contradictorios. La diferencia entre ambos enfoques reside en la cantidad de enmienda recomendada, lo que incide en la rentabil idad de la operación y evita el sobreencalado. La necesidad de cal dependerá de la tolerancia al Al de la especie que se pondrá en cult ivo (Tabla 6), variando para dist intos suelos según su composición mineralógica y contenido y t ipo de humus.

Tabla 6. Sensibi l idad de di ferentes especies al Al .

ESPECIES SENSIBLES (<5% sat Al)

ESPECIES SENSIBILIDAD INTERMEDIA (5-15% sat Al)

ESPECIES TOLERANTES (≤ 30% sat Al)

ESPECIES MUY TOLERANTES (<80% sat Al)

Trébol Guisante Patata Pino Alfalfa Cebada Avena Eucal ip to Judía Maíz Fresa

El encalante actuaría así : 2 Al + 3CaCO 3 + 6 H 2O 3Ca + 2Al(OH)3 +3H 2CO 3 H2CO3 H2O + CO2 Las cantidades de enmienda a uti l izar se basan en la determinación de las necesidades de cal: moles de Ca+ 2 por kg de suelo que se requieren para disminuir la acidez total a un valor que se considera aceptable. Normalmente sólo se neutraliza la acidez intercambiable.

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Cálculo de la dosis de cal a través de la relación: CaCO3 (t /ha) = K. Al cambiable (cmol (1/3 Al3 +)/kg) (Kamprath, 1970). El factor K puede variar entre 1,5 y 3,3 según la cantidad de cargas dependientes del pH del suelo y según la tolerancia de las plantas al Al. CaCO3 (t /ha) = Al (cult ivos más tolerantes Al) CaCO3 (t /ha) = 1,5 Al (cultivos moderadamente tolerantes Al) CaCO3 (t /ha) = 2 Al (cultivos menos tolerantes) (El Al cambiable se extrae con KCl N) Cochrane et al . , 1980

Las necesidades de cal pueden ajustarse a diferentes valores de porcentaje de Al para adaptarse al grado de resistencia de las plantas a la toxicidad por Al según la relación: CaCO3 (cmol(+)kg- 1) = 1,5 (Al-%Al deseado (Al+Ca+Mg) 100 (Siendo el Al, Ca, Mg los de cambio expresados en cmolc kg- 1) . Neutralización parcial del Al de cambio (Mombiela y Mateo,

1984; Mosquera, 1987). En base a datos obtenidos en estudios de producción de pratenses en Galicia, a dist intas dosis de cal y analizando en suelo el porcentaje de saturación de Al en el CIC extraído con BaCl2 0,3M a pH del suelo, se obienen las dosis de cal a part ir del ábaco representado en la Fig. 8.

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Fig . 8 . Necesidades de cal en función del porcentaje de saturación de Al actual (% Al actual) y deseado (D)

( Mombiela y Mateo, 1984)

El cri terio del Al ha sido uti l izado con éxito en los suelos del sur de Estados Unidos, Puerto Rico, Brasil , oxisoles del Sur de Africa, (Kamprath, 1970; Reeve & Sumner, 1970; Pearson, 1975; Baligar & Fageria, 1997). III.3.2. Métodos indirectos Determinación en función del contenido en materia orgánica

del suelo (Keenney & Corey, 1963): Necesidades de cal (6,5) = 1,6 (6,5 – pHs). (%MO)

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Determinación en función de la tasa de arcil la y de materia orgánica (Marín-Laflèche, 1974):

Q= 0,00022 (A + 5MO) (ep H s / 1 , 5 – e p H a / 1 , 5) Q = t CaO/ha A= arcil la ( tanto por mil) MO= materia orgánica ( tanto por mil) pHs =pH deseado pHa=pH actual

Dosis calculada en función de la textura Textura Encalado de fondo (kg ha - 1) Suelos arenosos 1000-2000 Suelos l imosos (10-20% arci l la) 2000-3000 Suelo muy arci l loso o humífero 3000-5000 III.4. Aplicación sobre el terreno III.4.1. Aplicación La cal es muy insoluble, es necesario mezclarla bien en la zona radicular . Debe distribuirse homogeneamente sobre la superficie y que se incorpore de forma completa en la capa de suelo que se pretende tratar (normalmente la capa superficial , 15 cm). Cuanto más íntimamente esté mezclado con el suelo, será más eficaz. En suelos medios o pesados se han de uti l izar productos de efecto rápido, mientras que en suelos l igeros deben aplicarse productos de efecto lento, para evitar sobredosificaciones. Para su distr ibución se puede uti l izar una distr ibuidora de cal , una abonadora o una sembradora. El empleo de una sembradora resulta más caro y es más lento, pero ofrece las ventajas de que no se producen solapamientos, no se producen pérdidas por el viento y la cal queda mejor esparcida, lo cual es importante para evitar sobreencalados. Para su incorporación al suelo suele uti l izarse una grada de discos. Varios estudios (Kamprath, 1973) han puesto de manifiesto que la incorporación profunda de una cantidad determinada de cal es más eficaz que la incorporación superficial . Sin embargo la aplicación subsuperficial a menudo es dif íci l de realizar debido a la fal ta de equipo y a lo elevado del costo. En sistemas de mínimo laboreo debe aplicarse sólo en la tercera parte de la profundidad. En sistemas de no laboreo , es necesario

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realizar el encalado antes de que se ponga el cult ivo por este sistema. III.4.2. Época de aplicación y frecuencia Se encala el suelo, no la planta, por el lo es mejor elegir épocas del año en las que los suelos estén sin cult ivo: otoño y primavera principalmente. De todas formas, la época no es importante, se puede encalar en cualquier estación con tal de que el t iempo lo permita y el suelo esté en buenas condiciones. Sin embargo, a menudo los factores decisivos de la época de aplicación son el t ipo de rotación, el s istema agrícola y la forma de cal que se emplee. Es aconsejable aplicar la cal donde pueda ser más provechosa en la rotación, por ejemplo antes de la siembra de una leguminosa o antes de la implantación de los cult ivos más sensibles a la acidez. La reacción entre el suelo y la cal aplicada se distr ibuye a lo largo de muchos años. Durante el primer y segundo año, la reacción es rápida, más tarde declina gradualmente, no se alcanza el pH máximo resultante hasta después de los dos años de aplicación. Después de este t iempo, la reacción es más lenta y el pH desciende gradualmente hasta el nuevo encalado (Fig.9). En caso de que haya que añadir una gran cantidad, es mejor fraccionar la enmienda y hacer la corrección durante varios años. No debe aplicarse una cantidad que suponga una modificación de pH superior a una unidad cada vez. Los factores que afectan a la l ixiviación influyen en la periodicidad del encalado. En zonas templado-húmedas normalmente es necesario encalar cada 5 años, según t ipo de suelo, pluviosidad, aplicación de abonos e intensif icación del sistema de cult ivo. En zonas tropicales se recomienda cada 2 años. No debe aplicarse en época de l luvias para evitar pérdidas. Es conveniente hacer análisis de suelo (cada 3-4 años) que permitan saber cuando conviene volver a encalar . Las recomendaciones sobre el momento de aplicación antes de la plantación son variables, según Urbano (1989) serían:

- Con cal viva: 1-2 meses antes de la siembra. Cuidar la acción caústica de la cal sobre las semillas.

- Con caliza: 3 meses antes de la siembra para que tenga t iempo de actuar. No hay acción caústica.

- Con dolomita, con antelación de 3 a 6 meses.

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Otros autores sugieren que los mejores resultados se obtienen encalando con una antelación de 6 a 18 meses antes de la siembra, aunque si la corrección debe ser rápida, puede hacerse justo antes de plantar. En realidad depende de las condiciones del suelo, cl ima y tamaño de part ícula del encalante. En Galicia incluso se hace 15 días antes de la siembra.

Fig 9. Evolución del pH de un suelo tras el aporte de cal con el t iempo (1,4-1,6 t /acre) (Brady, 1990).

III.4.3. Relación con otras enmiendas y ferti l izantes No debe mezclarse con est iércol ni con abonos nitrogenados

amoniacales a no ser que se entierre rápidamente, ya que se produce volati l ización del N amoniacal .

No mezclarse con superfosfatos ni con escorias Thomas, ya que se produce retrogradación de P a fosfatos no asimilables.

Influencia del encalado en el tiempo

3,54

4,55

5,56

6,57

7,5

0 1 2 3 4 5 6 7 8

Años de cultivo

pH d

el s

uelo

Aplicación de cal

Aplicación de cal

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