En torno a las vocales caedizas del español mexicano, Juan M. Lope Blanch

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    JUAN M. LOPE BLANCH, Estudios sobre el espaol de Mxico, UNAM-Instituto deInvestigaciones Filolgicas (Publicaciones del Centro de Lingstica Hispnica, 13), pp.557-577.

    EN TORNO A LAS VOCALES CAEDIZASDEL ESPAOL MEXICANO

    Desde que en 1921 consign Henrquez Urea la particular brevedad de las vocales tonasmexicanas condicin que, en algunos casos, originaba su prdida han aparecido variostrabajos en los que se estudia, de manera ms o menos sistemtica, este fenmeno. 1 Sinembargo, slo dos de ellos estn dedicados exclusivamente a su anlisis: el de P. Boyd-Bowman y el de M. J. Canellada y A. Zamora Vicente. 2 Ambos son estudios muyimportantes y meritorios, aunque, en mi opinin, no reflejan con absoluta exactitud lasituacin real del habla mexicana. El estudio de Boyd-Bowman, aunque muy breve, est

    lleno como tendremos ocasin de comprobar de valiosos aciertos y de felicesintuiciones; pero lo reducido de su extensin, frente a la magnitud del problema, determinaque sus conclusiones sean, aunque acertadas en su mayora, meramente provisionales eimpresionistas. El trabajo de los Zamora Vicente es, en cambio, mucho ms extenso ysistemtico; abundan tambin en l los hallazgos felices Y los descubrimientos personales.No obstante, la acumulacin de casos extremos realmente espordicos como si setratara de hechos normales del habla mexicana, puede producir en el lector una impresinque no creo que corresponda a la realidad lingstica de Mxico.

    Dada la relativa insuficiencia del primero de estos trabajos y la deformacin apreciableen el segundo, me decido a volver sobre el tema, con la esperanza de aportar datossuficientemente amplios y, a la vez, reveladores del verdadero alcance del fenmeno. Paraello, he procurado que mi investigacin, mis encuestas, tuviesen una amplitud superior a lade los trabajos precedentes, y, en segundo lugar, he recurrido al fatigoso mtodo estadsticoque no obstante sus limitaciones permite encuadrar todos los datos dentro de unsistema conjunto, revelando as ms objetivamente la proporcional importancia y extensinde cada hecho particular.

    Ha sido objeto de mi anlisis el habla espontnea de un total de cien informantespertenecientes a las ms diversas clases sociales y culturales: personas de ambos sexos y demuy diferentes edades (entre los 15 y los 60 aos), cuya habla representa la casi totalidadde las distintas modalidades lingsticas que pueden escucharse en la ciudad de Mxico:profesores universitarios, amas de casa, obreros, estudiantes de diversos niveles, oficinistas,sirvientes domsticos, artistas (msicos, actores, escritores), vendedores ambulantes,burcratas, hombres de negocios, periodistas, agrio cultores, etctera.3

    La gran mayora de los informantes ha nacido en la ciudad de Mxico, pero tambin hayentre ellos algunos procedentes de otras zonas del pas; sin embargo, he procurado queestos ltimos fuesen personas que hubieran residido al menos durante los ltimos ocho aosen el Distrito Federal.4 Tambin he tomado en cuenta el habla de algunos mexicanos hijosde extranjeros (hijos de espaoles, norteamericanos, rabes, judos centroeuropeos,alemanes, etctera), siempre y cuando tales personas tuvieran' el espaol como primeralengua. Tres de los informantes son espaoles nacidos en la Pennsula, pero cuya residencia

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    en Mxico rebasa ya los 20 aos.5

    La voz de 52 de estos informantes fue grabada en cintas magnticas, lo cual me permitaen caso de vacilacin escuchar la articulacin dudosa cuantas veces fuera necesario.6

    El recuento estadstico, los porcentajes, etctera, estn hechos con base en estas

    grabaciones. La voz de los 48 informantes restantes no fue grabada, sino slo escuchada yanotada a. lo largo de conversaciones muy diversas. Los datos por ellos proporcionados mesirvieron nicamente para comprobar los resultados obtenidos con las grabaciones7 y para,determinar con mayor exactitud la proporcin de reduccin voclica por individuo dentrode la colectividad (cf. infra,pgina 63). Los tipos de encuesta realizados son tambin de loms diverso, y en todos ellos he procurado, naturalmente, que los informantes hablasen conla mayor espontaneidad posible. Se han registrado conversaciones sobre temas libres entredos informantes, dilogos entre el informante y un investigador (generalmente, unestudiante del Colegio de Mxico), monlogos, grabaciones de programas de radio,8

    discusiones espontneas, etctera. De cada una de esas grabaciones he escuchadodetenidamente para hacer el acopio de material y el estudio estadstico lo registrado

    durante un intervalo que oscilaba entre los 20 y los 30 minutos como mnimo, lo cualsupone unas 20 horas de audicin y muchos miles de palabras. Creo que, con ello, losresultados que proporciona este estudio sern muy prximos a la situacin real, ya que nonecesariamente idnticos a ella.

    Como resumen, puedo anticipar que en la debilitacin y prdida de las vocales no seaprecia disposicin sistemtica alguna por lo que al nivel sociocultural de los hablantes serefiere. Como bien observaron ya Ma. J. Canellada y A. Zamora, el fenmeno puedeaparecer "en todas las clases sociales, desde personas de cultura superior hasta los ltimosestratos" (pgina 225); y lo mismo en adolescentes y jvenes que en personas maduras oancianas. Junto a un estudiante que debilite las vocales hasta el mximo y a cada momento,otro de su misma edad y condicin social las mantendr todas con igual firmeza que uncastellano. No hay, pues, sistematizacin social ni cultural de ninguna clase.9 Si me vieraobligado a declarar en qu mbito parece producirse el fenmeno con alguna mayorregularidad o intensidad, tal vez pudiera decir que los materiales por m reunidos apuntanvagamente hacia personas jvenes de cultura media o superior.10

    Tambin debo advertir que no he tomado en cuenta algunos casos de extremadebilitacin voclica enteramente normales en el espaol general,11 sino slo los queparecen ser ms caractersticos de Mxico y de la situacin consonntica particular en quese producen.

    Punto capital me parece el que se refiere al grado de debilitacin o prdida de lavocal. Creo que el odo me ha permitido distinguir cuatro grados diferentes, que van desdela prdida aparentemente completa12 hasta una simple relajacin intensiva de las vocales,13

    pasando por dos grados intermedios: uno en que puede percibirse todava un leve elementovoclico, una vocal mnima o reducida como la llam Amado Alonso,u y otro en quela vocal debilitada es ya fcilmente perceptible.14 En estos tres ltimos casos, la vocalpuede estar ensordecida por las consonantes sordas prximas, circunstancia que comoveremos es muy frecuente. Limitaciones de imprenta me obligan a transcribir estoscuatro grados de la siguiente manera: 1) estas, antes; 2) estas, antes...; 3) estas, antes... ; 4)ant-s (prdida total). Cuando las vocales se ensordecen, las pongo entre parntesis: nt( e)s,ant(e)s, ant(e)s, etctera. Tambin pongo entre parntesis las consonantes ensordecidas: bai(l)-

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    s, ot(ro)s, etctera.Si bien este afn de distincin gradual exige un mayor esfuerzo y plantea, muchas veces,

    serias dificultades,15 he puesto de mi parte todo lo posible por mantenerlo, pues no mepareca justo simplificar la realidad reducindola a dos nicos casos: prdida y debilitacin

    intensa. Supongo que esa simplificacin es la que torna discutibles muchos de los ejemplosofrecidos por Zamora Vicente en su trabajo, donde presenta casos de prdida total ensituaciones en que, sin duda, deba de haber de acuerdo con los materiales por mreunidos algn elemento voclico. De la deformidad de estos ejemplos da prueba elhecho de que, ledos conforme a las transcripciones que ofrece Zamora, resultanincomprensibles para los mismos mexicanos. Es lo que ha sucedido con brzbs 'variasveces' (pgina 231), cuya trascripcin ms aproximada sera [briazbs-s]; de brskschs'varias cosechas' (pgina 235; tal vez [brias k(o)sch(a)s]); de enseflts 'encefalitis' (pgina229; acaso [ens(e)falt(i)s]); de losornmnts:frils ('los ornamentos de los frailes', pgina 235);de bfn-trs ('vivo inters') y prests-fns ('preceptos divinos', pgina 239) y de otrosejemplos que los mexicanos no pueden interpretar. El caso de gentsksestablsn ('gentes que

    se establecen', pgina 231) resulta poco menos que impronunciable, por lo que sirvindome de la gradacin explicada me atrevera a suponer [xnt-s k(e) sestablsen] Lomismo podra decirse de la transcripcin lsj'ntes (pgina 287; acaso [las xntes] y de parn-t'sco(pgina 239; tal vez [pa/ren/t()s/ko]).16

    Tambin he procurado determinar en qu nmero proporcional de personas se produce elfenmeno, y qu grado de intensidad alcanza en cada una. Basndome en el habla de losinformantes cuya voz ha sido grabada,17 he llegado a los siguientes resultados: En poco msdel 15% de los hablantes no se produce prcticamente ni prdida ni debilidad anormal devocales; en un 23% el fenmeno aparece slo ocasionalmente; sigue un tercer grupo(19.2%) en el que la prdida o reduccin se produce todava con poca intensidad; el 17.3%de los mexicanos relajan ya las vocales con cierta regularidad, segn una frecuencia quepodramos situar a medio camino entre la prdida meramente ocasional y los casosextremos; un 11.5% de ellos rebasan esta situacin intermedia y un 13.4% representa loscasos extremos de prdida muy frecuente y notable. Son, pues, menos los hablantes en losque el fenmeno es relativamente acusado (42.2%) que aquellos en los que slo se daocasionalmente o con poca frecuencia (57.8%).18

    Otra observacin fundamental: el debilitamiento o prdida de las vocales no dependebsicamente de la posicin silbica que la vocal guarde con relacin al acento principal dela palabra, sino del entorno consonntico que la envuelva.19 Cualquier vocal tona, seainicial, final o intertnica, podr debilitarse o mantenerse de acuerdo con la influencia delas consonantes en contacto. Los autores de anteriores estudios han dispuesto sus materialesde acuerdo con la tradicional distincin entre slabas tnicas, protnicas, iniciales, etctera.Creo que ello enturbia la realidad de los factores determinantes del cambio. Lo queverdaderamente importa es el contacto consonntico. Por no partir de esta base, consideroque se equivoca Zamora al afirmar que "siendo postnica, cualquier vocal es susceptible deelisin" (pgina 230). No lo creo. Suceder slo si las consonantes prximas lo permiten.Entre /g/ y /n/, entre /b/ y /d/ o entre /b/ y/g/, por ejemplo, no he recogido ni un solo caso deprdida de vocal, y no alcanzo a imaginar que se pronuncien actualmente en Mxico vocescomo zngano, rgano, vrtigo, plmbago, o vido sin la vocal postnica: [sngno],[rgno], [brtgo], [plmbgo], [bdo].

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    El nmero total de vocales perdidas o anormalmente debilitadas que presentan mis 52grabaciones magnetofnicas es relativamente pequeo: 2,284. Digo "relativamente"porque, si bien la cifra no es desdeable, resulta menor de lo que tal vez pudiese hacerpensar el estudio de los Zamora Vicente.20 Para que podamos hacernos una idea

    aproximada de la intensidad o frecuencia relativa del fenmeno dentro del discurso,transcribo a continuacin dos breves pasajes de mis grabaciones. El primero corresponde alinformante nmero 1, muchacho de 18 aos, de cultura media, oriundo de Mrida, peroresidente en el Distrito Federal desde los seis aos de edad; persona en quien con mayorconstancia se aprecia la reduccin de vocales. El segundo pasaje corresponde a lainformante nmero 18, estudiante universitaria de 20 aos, del D. F., que habla ingls,francs y algo de portugus. Representa el peldao intermedio en la escala de reduccinvoclica que va desde los casos de debilitacin o prdida meramente espordica hasta loscasos extremos.21

    Informante nmero 1: yeste m- puse a leer el peridico; (e)stuve leyendo un rato, y lwego p-scomimos en la casa de X... a la una y media comim-s, y en la tarde ah, no!, pero comim os

    en casa de unos tos mos; bueno, unas tas primas de mis paps, k-stn (= que estn)viviendo por all, por lamos; y comimos y de all me fui al teat(ro). Sal del tiatro, y p(we)sme fui... este... me vine acompaando a una muchacha no?, que p-ses mi novia. Digo, deall, del tiatro no? la llev a su casa. .. Ah!, nos trajo Juan, por cierto; nos trajo Juan. Y...y ya nos fuimos en casa un rato, y luego ella se vino y yo me qued en la casa, Luegoentr, cen, ~ [= me] puse a ver televisin rta sesentaisis, k(e)so [= que eso] no me la pierdo.Y este... m puse a trabajar y acab como a la una ms o menos e [= de] trabajar. Por ciertoque eso me ocasion que no me levantara hoy para entregar el trabajo k-estaba yo haciendoayer. Entons's bueno, los martes, jueves y sbados me. bao aqu, en mi casa|.

    Informante nm. 18: |S, pero hay tantos obstculos para el Mercado Comn ahorita...pues... por ejemplo el ingreso per cpita est muy bajo en los pases casi todos tienenuna economa muy retrasada; no podran llegar a un nivel como el del Mercado Comnmuy pronto. Adems el dominio que tiene Estados Unidos sobre Amrica Latina es un granimpediment(o)|.

    De los 2,284 casos de reduccin voclica reunidos, slo 44 corresponden a vocalestnicas,22 ninguna de las cuales desaparece por completo (franss, bichtos). Esto representaalgo menos del 2% del total, frente al 98% de casos en posicin tona.

    La consonante que ms favorece el debilitamiento y prdida de cualquier vocal es, sinduda alguna, la /s/, como ya haba advertido muy atinadamente Boyd-Bowman. 23 De los2,284 casos registrados, 2,036 presentan contacto anterior o posterior de la vocal con /s/, locual equivale a casi el 90% del total absoluto. La posicin de las vocales con relacin a laslaba tnica es ante tan enorme porcentaje cosa muy secundaria. Otro hecho que meparece de notable importancia es que la gran mayora de esos 2,036 casos presentacombinacin de vocal+ s, especialmente trabada; slo en el 7% escaso de estos ejemplos(140 en total) hay contacto anterior con /s/ [pars(e)k(e) no], [universidad]), en tanto que loscasos de contacto posterior llegan a 1,372 (= 67.3%): [dient(e)s], [ant-s], [unidos], [mejores],[chicas], [centavos], [pescar], [digamos], [much(o)s], [del ospital, etctera. Los 524 casosrestantes (= 25.8%) presentan la vocal entre dos /s/: [entons-s], [des (e)sperado], [nos (e)stn],[cos(a)s], [sostener].

    Es posible que el carcter especial de la /s/ mexicana influya en el oscurecimiento y

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    prdida de la vocal que est en contacto con ella. Amado Alonso, tratando de explicar laposible prdida de vocales en el espaol de Nuevo Mxico, se inclina a pensar que elfenmeno consiste "en la pronunciacin breve de las vocales y en una tendenciaespecialmente fuerte a articular la vocal simultneamente con la consonante prolongable

    que est en su contacto", de tal manera que "la articulacin de la continua cubra a la de lavocal tanto por anticipacin como por dilacin" (BDH, I, 438-439). Creo que esto es,bsicamente, lo que sucede en Mxico. La /s/ mexicana, de timbre muy agudo ypeculiarmente larga en su duracin,24 cubre a la vocal prxima, embebindola en s mismay ensordecindola en no pocos casos.25 De ah que la combinacin particular de dosconsonantes entre las que puede ir situada la vocal que ms favorece su reduccin y prdidasea precisamentesvs: los 524 casos registrados representan casi el 23% del total absoluto.

    Cualquier consonante puede preceder a la combinacin de vocal+s. He hallado ejemplosde debilitacin o prdida voclica en contacto anterior con todas y cada una de lasconsonantes del sistema fonolgico mexicano, segn puede advertirse en el siguientecuadro:26

    I vocal+ s = 1,896 casos (85%)

    pvs tvs kvs

    222 (9.7%)314

    (13.7%)206 (9%)

    fvs svs cvs xvs

    20 (0.9%) 524 (22.9%) 88 (1.7%) 20(0.9%)

    bvs dvs rvs yvs gvs

    36 (1.6%)

    144

    (6.5%) 80 (1.8%) 18 (0.8%) 2 (0.09%)mvs nvs vs

    92 (4%) 82 (8.6%) 18 (0.8%)

    lvs

    28 (1.2%)

    |vs (vocal)vs

    21 (0.9%) 81 (8.5%)

    Este cuadro nos permite hacer varias observaciones a los resultados obtenidos por Boyd-Bowman. Es cierto que son las consonantes oclusivas sordas /t/, /p/ y /k/en combinacincon /s/ las que ms favorecen la relajacin de vocales, pero la combinacin svs lassobrepasa netamente.27 De las consonantes sonoras, es la dental la que ms propicia ladebilitacin voclica ([ustedes]. [unid(o)s], [todos], [disponer]) y aun la prdida absoluta([ciudad-s]). Siguen en importancia las nasales, sobre todo /m/ ([problemas], [comes]),especialmente en el morfema verbal de primera persona plural ([estam-s], [digam (o)s].[tenemos], [llevamos], y la /n/ ([men-s], [regiones], [tienes]).28

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    Boyd-Bowman no haba registrado ningn ejemplo de combinacin con /y/ o con /r/;aparecen, no obstante (por lo menos en el habla actual), aunque en menor proporcin([ell(o)s], [call(e)s]); especialmente con /r/: [exteriores], [centauros], [culturas].29 Adems,agrupada con /t/, es relativamente fcil que la /r/ se ensordezca y asibile, relajndose

    muchsimo, sobre todo en ciertas palabras de uso muy frecuente: [nosot

    (ro)

    s], [nuest

    (ro)

    s],[ot(ro)s], etctera. En una ocasin el informante nmero 1 pronunci [nuest(ro)s], casi[nues(o)s] (cf. "sayagus" nueso, esp. ant. maese).30 y en otra, el informante nmero 22(oficinista de 31 aos) asibil y ensordeci la /r/agrupada con /t/ante diptongo tnico: "losdos t(ri)s que llegaron". Reduccin semejante a la de trvs en la combinacin prvs:[p(e)sisamente], [ap-simadamente], [p-sioso).31

    Aparte de la /r/,la nica consonante que no parece favorecer la prdida es la /g/: en losdos nicos ejemplos registrados (ambos en la palabra gringos), la vocal es claramenteperceptible, aunque est ensordecida: [gring (o)s]. Si bien el porcentaje de casos con // no esmuy elevado, ello no significa que este fonema no favorezca la reduccin voclica; puedeexplicarse por la relativamente baja frecuencia de aparicin del fonema en la lengua

    espaola. Pero de que la // favorece la relajacin de vocales -110 slo tonas ([much

    (a)

    s].[Snch(e)s]. [muchach(o)s]) da prueba el hecho de que la mayora de las vocales tnicasdebilitadas que he reunido est en contacto con // (11 en total. o sea casi el 32% de loscasos de vocales tnicas relajadas): [ch(i)st-s]. [much()simo], [bich(i)t(o)s].

    Otra observacin significativa: de los 1,896 casos en que la vocal va seguida por /s/, casiel 71% corresponde a combinaciones con consonante sorda anterior, en tanto que a lascombinaciones con sonora slo corresponde el 23%. Difcilmente podra un quimgrafocomo el utilizado por los Zamora Vicente registrar las vocales mnimas ensordecidas porlas consonantes sordas que las envuelven; slo con la ayuda de un espectrgrafo podrdeterminarse la presencia o ausencia total de elemento voclico sordo.

    No advierto en mis grabaciones la frecuente sonorizacin de /s/ a que se refierenCanellada y Zamora (pgina 232 y nota 20). Advierto, s, que en los casos de prdidavoclica la /s/ es todava ms tensa y aguda que de ordinario,32 pero generalmente sorda. Esposible que esta particularidad cambie mucho de individuo a individuo. Lo que yo heencontrado en no pocos casos es precisamente el fenmeno contrario, o sea, elensordecimiento de fonemas consonnticos sonoros prximos a /s/, especialmente antepausa: [nosot(ro)s], [bai (l)-s]. [ca (y) (r)s], [a ()(o)s], etctera.33 El ensordecimiento de lasvocales debilitadas es constante, sobre todo entre consonantes sordas. Entre svs: [clas(e)s].[pes(o)s], [cos(a)s]. Entre vs: [muchach(o)s], [much(a)s]. Entre tvs: [dient(e)s], [minut(o)s],[est(a)s], [Pot(o)s]. Entre kvs: [pork(e)son] 'porque son', [foc(o)s]. [inc(a)s], Entrefvs: [prof(e)sor],[of(i)sina], Entre pvs: [p(e)s 'pues', [p(i)stola], [emp(e)s] 'empec', Entrexvs: [fj(e)s(e)], [hij(o)s].Cuando precede consonante sonora, el ensordecimiento de vocal es mucho menosfrecuente, pero se advierte sobre todo entre dvs: ([ciudad(e)s], [dormid(o)s]) y entre mvs (en elmorfema verbal -mos: [digam(o)s], [recibim(o)s]). Alguna vez, espordicamente, entre rvs:([prof(e)sor(e)s], vs [a(o)s],yvs [ell(o)s]gvs [gring(o)s], etctera.34

    Por otro lado, conviene sealar que la debilitacin extrema o la prdida de vocales se dacasi exclusivamente en presencia de alguna consonante sorda. Observo que la reduccin seproduce en casi el 69% de los casos entre dos consonantes sordas; en el 29%, entresonora y sorda; pero slo en poco ms del 2%, entre dos sonoras o entre sonora y pausa.

    Volviendo a la combinacin particular svs, falta comentar una cuestin de gran

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    importancia, que se relaciona estrechamente con el grado de debilitacin de las vocales aque ya me he referido, Segn Zamora Vicente, "el nexo final s + vocal tona (o diptongo) +s, sea o no forma de plural, queda convertido casi siempre en una sola s larga", de tal modoque "a menudo se confunden singular y plural" (pgina 234). Y ofrece ejemplos como

    stos: [serbs:] 'servicios', [cs

    e

    cuns:] 'consecuencias', [bals:] 'balazo' y 'balazos', [dios:]'Dios', 'dioses' y 'dicesis'. Creo que en estas afirmaciones hay un error de interpretacin: nila combinacinsvs se resuelve en una solas larga, ni hay confusin de singular y plural. Enel caso svs hay casi siempre35 una transicin silbica claramente perceptible, unainterrupcin breve pero evidente; su articulacin no coincide con la de una s larga, sino quese acerca ms a la de las consonantes geminadas. Transcribir esa combinacin mediante [s:]no creo que corresponda a la realidad; por ello, trato de representar grficamente esaparticular articulacin empleando el mismo recurso que us Amado Alonso para los casossimilares del navarro (z-z-pone: BDH, I, 433) y ya Henrquez Urea para el habla mexicana(pas-st; quessede: BDH, IV, 336). As, son cosas muy distintasDios [dios], dioses [dis-s]y dicesis [dis(e)s-s] o [d is-s(e)s].Que el resultado desvs no es una solas larga ya lo haba

    advertido muy claramente Boyd-Bowman: "Cuando hay encuentro de doss, una es siempresilbica. En es's, gras's, entons's no tenemos unas larga y uniforme (*entons:), sino dos: ladivisin silbica entre ellas va marcada por un ligero y brevsimo relajamiento de lasibilacin, sin que sta deje de ser continua y sorda. Con una s fuerte y continua (*es:,*gras:), las palabras quedaran extraamente alteradas" (nota 5). He pronunciado, enefecto, algunas de las transcripciones de Zamora ante hablantes mexicanos (como gras:,bals:, libans:) y, o no las entendan en absoluto, o las interpretaban siempre comosingulares. Para que pudieran juzgarlas como formas del plural, tena que marcar latransicin silbica normal: libans-s. Y es que en casos de prdida voclica total, la /s/parece ser una verdadera consonante silbica, de tal manera que la divisin por slabas nocorresponde tampoco a la que ofrece Zamora Vicente. Segn l, "cuando la vocaldesaparece detrs des, sta se agrega a la slaba anterior si acaba en vocal: [ns justifican]'no se justifican', [ns concluy] 'no se concluy', etctera" (pgina 282), y as ofrecedivisiones silbicas como ns/ke ('no s qu), pres/pst ('presupuesto': dos slabas!),prs:/ment('precisamente': tambin dos slabas; pgina 289), cos: ('cosas': una slaba),gr's:('gracias'; pgina 287), benefs: ('beneficios'; pgina 235), todo lo cual resulta discutible. Enprimer lugar, creo que 1as "silbica no se agrega a la slaba anterior, sino que sigue siendodistensiva, de tal manera que la diferencia que existe en Mxico entre nos justifican y no sejustifican reside no slo en el carcter tnico de la /o/del segundo sintagma, sino tambinen el distinto silabeo de las dos frases: [nos/jus/ti/fi/can] 'nos justifican, frente a,[ns/s-/jus/ti/fi/can] 'no se justifican'. De ah que, en segundo lugar, no creo que seaenteramente acertado transcribir la palabra presupuesto en dos slabas, sino en cuatro:[pre/s-/ps/t(o)];36 ni no s qu por nos/ke, sino por [n/s-/k]. El sistema de transcripcinseguido por Zamora es quiz una de las causas de que su estudio pueda producir unaimpresin algo deformada por exceso de la realidad.

    Ya he indicado (cf. supra) que de los 2,036 casos de debilitacin o prdida voclica encontacto con /s/, slo en 140 hay contacto anterior.37 Las combinaciones particulares en queaparecen estn sealadas en el cuadro siguiente.38

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    s + vocal= 140 casos (6.1%)

    svp svt svk

    14 (10%) 11 (7.7%) 17 (12.1%)

    svf svs svc svx

    5 (5.6%) (cf. cuadro 1) 1 (0.7%)

    svb svd svr svy svg

    4 (2.9%) 12 (8.6%) 4 (2.9%) 7 (5%) 2 (1.4%)

    svm svn sv

    18 (12.8%) 20 (14.5%) 2 (1.4%)

    svl

    9 (6.4%)

    sv' sv(vocal)

    8 (5.7%) 6 (4.5%)

    Slo un par de observaciones importantes se desprenden de ese cuadro: en primer lugar,la que se refiere al alto porcentaje de las combinaciones de /s/ con nasal (ms del 27%): y,segundo lugar, el hecho de que el carcter sordo o sonoro de la consonante siguienteparezca influir mucho menos en la debilitacin voclica que en las combinaciones deconsonante + vocal + s.39 Esto, tal vez, porque la /s/se apoya embebindola y a vecesensordecindola en la vocal siguiente, con la que forma slaba, sin que guarde relacinmuy estrecha con la consonante que sigue (comprese an/t-s con trn/s(i)/to).Quiz por esta

    misma razn, en casi todas las combinaciones de s + vocal el elemento voclico es msfuerte que en los ejemplos de vocal + s, y los casos de prdida completa de la vocal ([s-

    fuera) 'se fuera') son muy poco frecuentes: no llegan al 5%.Los casos de debilitacin o prdida de vocales que no estn en contacto con /s/ ascienden

    en total a 248, lo cual representa nicamente el 10.9% escaso de los ejemplos reunidos enmis grabaciones.

    La distribucin relativa de esos casos puede apreciarse fcilmente en el cuadrosiguiente:40

    248 casos

    pv

    tv

    kv

    10 (4%) 77 (31%) 61 (24.6%)

    v xv

    28 (11.3%) 6 (2.4%)

    bv dv rv

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    9/17

    2 (0.8%) 6 (2.4%) 4 (1.6%)

    mv nv lv

    28 (11.3%) 24 (9.7%) 2 (0.8%)

    Se advierte de inmediato que la debilitacin y ahora rarsima vez prdida absoluta delas vocales se limita prcticamente a cuatro casos: en contacto anterior con /t/, con /k/ y con/e/, y en contacto anterior o tambin posterior con nasal. Ejemplos: [part(e)], [plt(i)k (a)s],[k(e) tengan], [ark(i)tecto], [lo k(e) pasa], [anoch(e)], [much(o) trabajo], [ti k(e)], ['~puse] 'mepuse', [ntons-s] 'entonces', [komba] 'como va', [mprimer] , etctera.41

    Los casos de ensordecimiento de vocales originado por consonante sorda distinta de /s/son relativamente numerosos: 150 en tota1.42 De ellos, el 42.6% corresponde a vocalprecedida por /t/: casi el 32%, a vocal precedida por /k/; y el 12% a vocal tras //, De talmanera que slo a estos tres fonemas /t, k, / corresponde el 86% del total de los casos deensordecimiento sin /s/.

    Hasta ahora he indicado cules son los entornos consonnticos que ms favorecen laprdida, debilitacin y ensordecimiento de vocales, pero no he precisado en qu proporcinse produce la prdida absoluta y en qu medida quedan rastros de elemento voclico.43 Creoque es sumamente importante tratar esta cuestin.

    De los 2,284 ejemplos reunidos en total, slo creo encontrar prdida completa de vocalesen 400, lo cual representa nicamente el 17.5%. Pero si tenemos en cuenta que 119 de esos400 casos son ejemplos de [p-s] 'pues', y 63 lo son de [-ntns-] 'entonces' palabras dearticulacin muy especial por lo continuo de su uso quedaran slo 218 casos de prdidavoclica en voces normales, lo cual representa nicamente el 4.5% del total de ejemplos.

    Tambin dentro de estos 400 casos, las condiciones favorecedoras de la prdidacoinciden casi exactamente con las condiciones generales expuestas en las pginas

    anteriores: en la inmensa mayora de los casos, la prdida se produce en contacto con /s/.44

    El grado mximo de debilitacin pero sin llegar a la prdida total: [ant(e)s], [salimos],etctera se da en 868 ejemplos, lo cual representa el 38% del total absoluto. 45 En el44.5% restante, el elemento voclico es ya claramente perceptible, aunque pueda estar mso menos ensordecido.

    Por lo que respecta a la predisposicin de cada una de las vocales para la prdida, deboobservar que la que con mayor frecuencia se relaja es la /e/ (980 casos = 42%), vocal queparalelamente es la que con mayor facilidad desaparece por completo. Le siguen la /o/(548 casos = 24%) y, relativamente. la /i/ (127 ejemplos = 5.6%). La /a/ parece ser muchoms resistente, pues si bien el nmero total de casos en que aparece reducida es algosuperior al de la /i/ (160 = 7%), hay que tener en cuenta que el fonema /a/ se usa con mucha

    mayor frecuencia que el fonema /i/ en el habla espaola (su porcentaje de aparicin es delorden del 13%, segn los clculos de Toms Navarro con lo cual resulta ser la vocal msempleada en nuestra lengua, en tanto que el de /i/ slo llega a 4.7%). Adems, la prdidacompleta de la /a/ es muy poco frecuente; por lo general se mantiene como vocalreducida.46

    No es raro que la reduccin o prdida pueda afectar a parte de un diptongo o a todo l inclusive siendo tnico: [t(ri)s]47 o a un hiato, especialmente si est formado por una

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    misma vocal repetida. De lo primero he reunido 247 ejemplos (= 10.8% del total absoluto)y de hiatos en fontica sintctica 182 casos (7.9%). Sin embargo, hay que advertir quede esa alta proporcin de diptongos debilitados gran parte corresponde al bordn pues,articulado [p-s] o [pes] o [pos] o [pwes]. He aqu algunos ejemplos:48 [gra-s] o [gras(a)s]

    'gracias', [ejersis

    (io)

    s], [estud

    (io)

    s], [s

    u

    sposo]'su esposo', [k-st] 'que est', [s

    -

    s] 'se es', [n

    o

    st]'no est', [aikempesr] 'hay que empezar', y, con acento, [kso] 'queso'.Una ltima observacin: todos los fenmenos anotados parecen ser ms frecuentes o

    acusados ante pausa, especialmente final. As, un mismo informante dijo con separacinde pocos segundos acabar la tesis//",pero "la tesis de maestra", Y otro, tambin conun breve intervalo, "y lospresident(e)s//", frente a "algunospresidentes de Mxico". Enespecial el ensordecimiento y debilitacin de vocal precedida por /t/ (sin contacto posteriorcon /s/), se produce casi exclusivamente ante pausa; "muy bienfsicament(e)//", Lo mismoha observado Ral vila en la tesis antes mencionada (cf. nota 1).

    * * *

    Hasta ahora, el fenmeno de reduccin extrema de vocales se ha estudiado como unacaracterstica del habla de la altiplanicie mexicana. Pero es evidente que se produce en unrea mucho ms extensa. Aunque no haya sido investigado detenidamente fuera de Mxico,el fenmeno puede rastrearse en varias investigaciones sobre el espaol de Hispanoamrica.Ya Henrquez Urea, al hablar de las vocales caedizas del mexicano (BDH, IV, 336),adverta que algo muy semejante suceda "en las sierras del Per 49 y Bolivia: Potos =Pots".Respecto de Bolivia, tambin Canfield, al transcribir fonticamente el habla de uninformante boliviano,50 registra pronunciaciones como [rms] 'ramas' y [orrjos] 'horarioes', y refirindose al espaol de El Salvador afirma que "la palabra precisamentepuedeorse [priamente]" (cf, 33), o sea, casi como en Mxico; lo mismo, en [earin] o [se

    esarin] 'se desarrollan' (77). El propio Canfield documenta el frecuente "ensordecimientode vocal final tras sorda" (40), especialmente entre mujeres, y tras //(noche)o /s/ (casa),si bien advierte que "no es tan marcada esta tendencia como en Mxico ni en el Per".

    Aunque Humberto Toscano apenas hace alusin a este fenmeno en su estudio sobre elespaol del Ecuador51 y en una Gramtica castellana de reciente publicacin en la queconsigna pronunciaciones como [plms] 'plumas' y [mercds] 'Mercedes' (cf. BICC, 17,1962, pgina 705), es indudable que el fenmeno tiene gran fuerza, al menos en la sierraecuatoriana. Personalmente, en Quito he reunido los siguientes ejemplos oyendo hablardurante unos pocos minutos a un profesor ecuatoriano: [clases, sntesis, entons-s, entonses,losestudiantes, altos, diferent(e), cuatro cient(o)s ochenta, suficiente tiempo, universidades,losestados unidos, mtodos, tenemos, algun-s, extranjeras, sociales, (e)ste, profesor, prof(e)sores,universidad, cinco]. Es decir, todos casos de debilitacin o prdida de vocal inclusivetnica prcticamente siempre en contacto con /s/. Por lo que se refiere a Colombia, LuisFlrez, ha llamado la atencin sobre el fenmeno en varias ocasiones, con ejemplos muysemejantes a los que pueden encontrarse en Mxico (presisamente, s-senta, Sntander,muchsmas), y en especial tratndose de /i/tona o tnica precedida por /s/ o //: visita,diesisiete ,s-seora, chst, etctera.52 Mi colega y amigo Jos Pedro Rona me comunica quealgo muy semejante ocurre en la provincia argentina de Santiago del Estero.

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    Tenemos, pues, registrado el fenmeno en El Salvador, Per, Bolivia, el Ecuador, laArgentina y Colombia. Nada de extrao tendra que se hallase en otras zonashispanoamericanas. Sera preciso disponer de otros tantos estudios monogrficos para saberen qu grado de desarrollo se encuentra y en qu condiciones se produce. Por las muestras,

    puede pensarse que estas ltimas son muy semejantes a las de Mxico.Notas

    1 La relacin de dichos trabajos, a partir del de Aurelio M. Espinosa sobre el espaol deNuevo Mxico, puede verse en las primeras pginas del artculo de Ma. J. Canellada y A.Zamora Vicente sobre "Vocales caducas en el espaol mexicano", NRFH, 14 (1960), 222-241. Con posterioridad a este artculo se han vuelto a ocupar del problema" Ma. de LourdesAcosta Lozano (en su tesis presentada ante la Universidad de Mxico en 1963 sobreAlgunos aspectos del. habla de Zacapoaxtla, Puebla) y Ral vila (tambin en una tesissobre el habla de Tamazunchale: Aspectos fonticos 'Y lxicos del espaol hablado en

    Tamazunchale, San Luis Potos, Mxico, 1967).2 El estudio de P. Boyd-Bowman, sobre "La prdida de vocales tonas en la altiplaniciemexicana", tambin se public enNRFH, 6 (1952). pp. 138-140. El de los Zamora Vicentees el descrito en la nota anterior.

    3 En sntesis, las caractersticas de mis informantes son las siguientes: personas de culturasuperior: 16%: de cultura media: 40%; de cultura primaria: 25%; analfabetos (osemianalfabetos): 19%. Hombres: 43: mujeres: 57. Menores de edad: 25: entre los 21 y los50 aos: 62: mayores de 50 aos: 15. En algn caso, aludo a determinados informantes pormedio de un nmero (del 1 al 52). Su ordenacin no es caprichosa: parte del informante enquien con mayor frecuencia e intensidad se produce el fenmeno de debilitacin y prdidade vocales y llega al nm. 49, informante en quien nunca se produce el fenmeno. Losnms. 50, 51 y 52 corresponden a tres informantes especiales, de origen espaol (cf. infra,nota 5).

    4 Esto con el fin de reducir los lmites de mi estudio y ganar en sistematizacin cuantoperdiera en extensin geogrfica. De este modo, mi investigacin se reduce a losfenmenos de debilitacin voclica apreciables exclusivamente en el Distrito Federal. Claroque el habla de la ciudad de Mxico representa con sus cinco millones de habitantes lamodalidad lingstica ms importante, no slo de la altiplanicie mexicana, sino de toda laRepblica, ya que es el habla propia de la sptima parte de la poblacin total del pas. (Estacifras corresponden a la situacin demogrfica del ao en que fue hecho el estudio: 1963, sino recuerdo mal).

    5 La eleccin de estos tres informantes de habla castellana peninsular llegados aMxico cuando tenan algo ms de 20 aos creo que se justifica por el hecho de quepodran servir para atestiguar la fuerza expansiva de la particular articulacin mexicana de131 vocales. A juzgar por ellos, no parece ser excesiva. El nm. 50 mujer semiculta, amade casa, originaria de Segovia no revela contagio alguno digno de tomarse enconsideracin. En el habla del nm. 51 hombre de negocios, relativamente culto, nacidoen Navarra y educado en Madrid y en la del nm. 52 hombre de cultura superior,universitario, de Castilla la Nueva se aprecia cierta propagacin del fenmeno dereduccin voclica, que los sita dentro del grupo de personas en cuya habla se produce

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    prdida ocasionalde vocales. En hijos de espaoles, en cambio, nacidos ya en Mxico, elfenmeno puede presentar la misma intensidad y frecuencia que en personas enteramentemexicanas.

    6 Advierto que, en no pocas ocasiones, me vi precisado a escuchar 15 o 20 veces la misma

    palabra para tratar de determinar el grado de debilitacin o de ensordecimiento de una solavocal. Y que, en algn caso, mi interpretacin no era absolutamente segura. Espero podercontar en breve con el auxilio de un espectrgrafo, lo cual me permitir resolver conabsoluta certeza esos casos dudosos. La mayora de las grabaciones se conserva en elColegio de Mxico, donde se est formando un archivo magnetofnico del habla mexicana;otras fueron hechas por m directamente.

    7 Quise saber si adems de las posiciones consonnticas determinantes de reduccinvoclica atestiguadas por las grabaciones apareca en el habla de otros informantesalguna situacin consonntica distinta, no registrada. No sucedi as: todos los casos dedebilitacin o prdida de vocal evidenciados por el habla de esos 48 informantes estaban yaampliamente documentados en las grabaciones. Los resultados finales de esta serie de

    anlisis hechos directamente coincidan con los resultados obtenidos mediante lasgrabaciones; por ello consider innecesario seguir aumentando el nmero de informantes.8 Muy pocas, ya que los locutores aun en los momentos de mayor espontaneidad

    suelen velar por la propiedad de su habla.9 Ni la hay tampoco en el habla individual: cualquier hablante en el que se produzca

    reduccin voclica podr articular una misma palabra de distinta manera cada vez; cf. elejemplo que transcribo en la p. 65: [comimos], junto a [comimos], [comimos] y [comimos]sucesivamente.

    10 Lo que s puedo afirmar rotundamente como ya han hecho con todo acierto Ma.Josefa Canellada y Alonso Zamora es que no se trata de un fenmeno propio del hablarstica o caracterstico de personas de escasa cultura. Tambin en esto el espaol deMxico difiere completamente del habla de Nuevo Mxico, y no responde a las mismascausas mediante las cuales Amado Alonso procuraba explicar la prdida de vocales en elnuevo mexicano (cf. "Consonantes silbicas",BDH, I, 431-439).

    11 As, no entran en mi estudio, ni por ende en el recuento estadstico, casos como l'agua,l'orquesta, noramala y norabuena, or, Ufemia (Eufemia), lacena (alacena), chacha,bujero (agujero), etctera, que obedecen a otras causas y que pueden documentarse encualquier regin donde se hable espaol. Esta distincin no parece haberse observado en eltrabajo de Zamora Vicente, donde junto a casos de prdida condicionada por lasconsonantes prximas, como cafesto, p-stortos, etctera, se incluyen ejemplos como[orcar](por 'ahorcar'; sin duda derivado directo de horca),[or](comn a gran parte deldominio lingstico del espaol: cf. A. Alonso, BDH, 1, 417.430), [cadabres](que podraser plural de un cadabre 'cadver' ampliamente atestiguado) y [ventisnco] (como ejemplode prdida de la semivocal, cuando la forma venti- es normal alternando con veintiengran parte del territorio de habla espaola).

    12 Al menos hasta donde alcanza mi odo. No rechazo la posibilidad de que, inclusive enesos casos extremos, exista un elemento voclico mnimo sonoro o, ms probablemente,sordo que slo los aparatos fonticos modernos pueden registrar. En cuanto el Colegio deMxico disponga del espectrgrafo con que va a enriquecer su laboratorio, someteralgunos de estos casos al anlisis de la mquina. Mientras tanto, me veo obligado a dar

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    crdito a mi odo y a mantener ese cuarto grupo de "prdida total de vocales", a pesar de laautorizada opinin de Amado Alonso en el sentido de que el odo suele equivocarse enestos casos y tomar por consonantes silbicas "pronunciaciones que no lo son" (BDH, I,435).

    13

    Digo "intensiva" porque no me refiero a la simple relajacin normal en castellano detoda vocal tona, sino a una debilitacin mayor, que sorprende sin duda al odo peninsular oa cualquier otro no habituado a la fontica mexicana. (Cf. la nota 12 del artculo deCanellada y Zamora).

    14 A veces, vocal mnima indiferenciada, de timbre impreciso: [p(e)stola] 'pistola',[ermnes] 'hermanos' [est(e)s personas], etctera.

    15 Reconozco que muchas veces resultaba dificilsimo determinar al simple odo apesar de que, gracias a las grabaciones, poda escuchar cada caso cuantas veces considerarapreciso si exista todava un elemento voclico mnimo o no; y ms an decidir si unavocal relajada deba incluirse en el apartado tercero (elemento voclico mnimo) o en elsegundo (vocales muy debilitadas, pero ya ms fcilmente perceptibles); y todava ms

    pretender hacer esa clasificacin con igualdad de criterio en das distintos... Sin embargo,aunque doy por supuesto el error en la interpretacin y clasificacin de algunos casos, creoque sta puede mantenerse, ya que la proporcin de frecuencias no se apartar mucho de larealidad, dado el elevado nmero de ejemplos analizados.

    16 Me asaltan serias dudas sobre la validez de algunos de los ejemplos que proporcionaZamora Vicente; en especial, el de [mnstroasnts:terirs] (por 'ministro de asuntosexteriores': p. 235). No creo que haya podido orlo espontneamente en labios de unmexicano, puesto que en Mxico no existe el Ministerio de Asuntos Exteriores(denominacin peninsular de la dependencia gubernamental) sino la Secretara deRelaciones, y no hay, por consiguiente, Ministro de Asuntos sino slo Secretario deRelaciones Exteriores. Podra pensarse que Zamora haya pedido a algn hablante mexicanoque leyera esas palabras, pero no creo que, en tal caso, la pronunciacin obtenidacoincidiese con la transcripcin que nos ofrece, ya que la prdida de vocales sueleproducirse, naturalmente, en la pronunciacin rpida, espontnea, de palabras normales enel sistema lingstico de los hablantes, en especial de palabras de uso constante, cuyodesgaste es muy acusado.

    17 Tal vez este nmero no sea suficiente para deducir conclusiones enteramente seguras aeste respecto, pero permitir al menos formarse una idea aproximada del alcance que endireccin horizontal tiene el fenmeno.

    18 Como caba esperarse, en el habla de estos ltimos se produce la reduccin voclicacasi exclusivamente en voces de uso muy frecuente: antes, pesos, gracias, entonces,nosotros, tardes, precisamente, pues, casas, otros, morfema verbal -mos, sintagmas queest, que es, etctera.

    19 El acento tnico slo parece establecer una diferenciacin: la que existe entre lasvocales tonas mucho ms propensas a la cada y las tnicas mucho ms resistentes. Cierto que el fenmeno de debilitacin voclica llega a afectar a las vocales tnicas,como ya han sealado por primera vez Canellada y Zamora (y ste es uno de los principaleshallazgos de su trabajo), pero sin que determine la desaparicin plena de la vocal. Al menosen ninguno de los ejemplos por m reunidos de vocales tnicas debilitadas se llega a sueliminacin completa: podrn ser muy reducidas y sordas pero siempre creo percibir un

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    elemento voclico en la slaba, ms o menos embebido por las consonantes prximas.20 Casos como los de la total desaparicin de la /a/ tnica a que se refieren (p. 287); la

    reduccin a dos slabas de sintagmas que propiamente tienen cinco (non/s:t= 'no necesito',p. 239;el hecho de que, si bien "muchas veces la vocal se restablece" [como si lo normal

    fuera la prdida], "en multitudde casos desaparece por completo"(p. 240), hasta el puntode que haya "casos en que la frase se hace prcticamente ininteligible para el peninsular"(p. 241), son afirmaciones que acaso pudieran hacer pensar en una situacin ms grave delo que menos de 2,300 casos de debilitacin voclica correspondientes a un total de unas80,000 palabras analizadas permiten suponer. Me inclino a pensar que, cuando seproducen situaciones de incomprensin entre mexicanos e hispanohablantes de otrasnacionalidades, ms se deber a otras causas que a la reduccin de las vocales. No obstante,tambin Dmaso Alonso haba achacado a la debilitacin de vocales la dificultad decomprensin del habla mexicana, si bien se expresaba con mayor comedimiento: "Estatendencia es lo que principalmente hace a veces algo difcil para un castellano lacomprensin de la conversacin rpida entre mexicanos de las clases populares" (Memoria

    del IICongreso de Academias de la Lengua, Madrid, 1956, p. 89, nota).21 Para facilitar el trabajo de imprenta slo ofrezco transcripcin fontica de los sonidosrelacionados con el fenmeno que nos ocupa.

    22 No incluyo en este nmero las palabras acentuadas que, dentro de la frase, se usancomo proclticas o enclticas, o que llevan slo un acento secundario: comer es todo; daresta carta.

    23 Cf.NRFH, 6, p, 188: "Nos parece importante observar que la prdida de estas vocalesinacentuadas ocurre casi exclusivamente en contacto con s, sobre todo entre s y otraconsonante sorda, o con s al final de palabra". En su tesis doctoral sobre El habla deGuanajuato (Mxico, 1960), el prrafo dedicado al estudio de la prdida de vocales se titulaprecisamente "Vocal tona en contacto con s.En la mayora de los ejemplos que ofreceHenrquez Urea (BDH, IV, 336), la prdida de vocal se produce en contacto con /s/; lomismo sucede en todos los ejemplos que proporcionan Estrella Cortichs (p. 41) y Boyd-Bowman, as como en la mayora de los que registran Acosta Lozano y Ral vila.

    24 Cf. Henrquez Urea,DDH, IV, p. 126. "Es bien conocida la s mexicana... de timbreagudo, singular por su longitud entre todas las del mundo hispnico. Es probable que debasu carcter a la influencia del nhuatl, donde no exista la s,pero s tres sibilantes parecidas,de larga tensin" (ibd.,p. 336). No negar tajantemente esta posible influencia del sustrato,pero tampoco puedo olvidar que este tipo de s aguda y tensa aparece en otras muchasregiones de Amrica, libres de influencia nahua, y que la reduccin de vocales en contactocons se produce igualmente en otros pases (cf. infra,pp. 76-77).

    25 Cf. Boyd-Bowman, p. 138: "Parece que las mexicana, siempre larga y de timbre agudo(y ms todava en final de palabra),provoca el ensordecimiento de la ya abreviada vocalyen ciertos casos la asimilapor completo". Claro est que hablar de las mexicana como deuna articulacin uniforme y de uso general es una simplificacin deformadora. Esa [s] tensay aguda es una de las muchas realizaciones fonticas alfonos del fonema /s/ enMxico. Pero, de ninguna manera, la nica. Esa [s] tensa y aguda muy frecuente en lashablas del altiplano, dentro de las cuales se sita el habla de la capital es precisamente,eso s, la que parece favorecer el fenmeno de la debilitacin voclica.

    26 Las cifras y los porcentajes de este cuadro se refieren al total absoluto. El nico fonema

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    tras el cual no hallo prdida de vocal es f. Sin embargo. el informante nm. 1 (en quienmayor nmero de casos de prdida se aprecia) debilit en una ocasin toda la slabainiciada por f tras pausa, aunque se trataba precisamente de slaba tnica y no habacontacto con s: |~ puse a ver televisin, rta s(e)sentaisis|.

    27

    Boyd-Bowman pensaba que sv

    s era combinacin "ms rara" que las tres anteriores.Ciertamente que en el elevado porcentajesvs influye de manera decisiva el repetido uso dela palabra entonces [entn-s] (233 casos), palabra que sufre muy intenso desgaste fonticodebido precisamente a la frecuencia de su empleo. Pero no es menos cierto que tambin elalto porcentaje correspondiente a pvs se explica en gran parte por la abundancia de lapalabra pues, que muchos hablantes utilizan a cada paso. (He reunido 169 casos en quefigura dentro de la frase como elemento gramatical); y que en la proporcin de kvs influyenlos muy comunes sintagmas que se [k(e))se], que si [k(e)si], que est [k-st], que es [kes]etctera. Tambin en otro aspecto el de la cerrazn voclica resulta ser la combinacinsvs la que ms afecta a la vocal. Observa Joseph H. Matluck, "La trabada en la ciudad deMxico",AdeL, 3 (1963). p. 31, que el fonema /s/ "parece ser el que con ms fuerza influye

    en la cerrazn de la vocal, sobre todo cuando sta se encuentra entre dos /s/".28 La situacin mexicana es, pues, muy distinta de la que refleja el estudio de Espinosasobre el nuevomexicano (BDH, I, pp. 208-218) y de la que Amado Alonso advierte en losdialectos romnicos: "nasal (sobre todo en inicial), rfricativa, l, y ms rara vezs"(BDH, I,436).

    29 Pero no en la elevada proporcin que supona Zamora Vicente, en cuya opinin elcontacto ms favorecedor de prdida sera, "inmediatamente" despus del de s,el de r(p.228). Yo no he encontrado ningn caso en que la rorigine, por s sola, prdida total devocales.

    30 Son variantes relativamente frecuentes de nosotros las realizaciones [nost(ro)s].[nos(d)os] y, en algn caso, [noss].

    31 Ambos fenmenos los consign acertadamente Boyd-Bowman: "Hay dos ejemplos enlos cuales una ragrupada desaparece junto con la vocal:psioso, nosot's"(p. 139).

    32 Tal vez sera ms exacto decir que son precisamente las personas que pronuncian unasde timbre ms agudo y de mayor duracin que la ordinaria las que con mayor facilidaddebilitan o eliminan las vocales.

    33 Es lo mismo que haba observado Boyd-Bowman (p. 139): grant 's, vif's ('vivos': quizmejor [bi(b)-s]), Venat's ('Venados'). Tambin lo ha advertido, en el habla de Tamazunchale,Ral vila. Hay casos extremos de ensordecimiento que afecta a varias slabas contiguas:[p-s k(r)(i)tikaeso] 'pues critica eso', [k(e)s(el)(e)] 'que es el que'.

    34 De ensordecimiento de vocales he registrado un total absoluto de 722 casos, lo cualsupone el 31.6% de la totalidad de los ejemplos reunidos. De esos 722 casos, algo ms del79% presenta contacto generalmente posterior con /s/ (158 casos), kvs (125 ejemplos)y tvs (122 casos). A gran distancia,pvs (30 casos) y otras combinaciones. Para los casos deensordecimiento de vocal que no est en contacto con /s/ el 20% restante, cf. infra, p. 74.

    35 Con excepcin de la palabra entonces; esta voz, muy empleada como muletillainconsistente, ha sufrido un desgaste mayor y, a veces, llega a pronunciarse con una sola /s/final, que puede ser muy breve y dbil: [entons(e)s], [entons(e)s], [entons-s], [entn], [tns] e,inclusive, [~tn]. En las dems palabras, nicamente por excepcin he hallado algn casode reduccin silbica, y slo en voces de mucho uso: [ne-sitba] por necesitaba, y [pre-

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    samente] por precisamente (o sea, siempre entre s-s, y en casos de sucesin de slabastonas).

    36 Detrs de /t/y ante pausa, la vocal suele como ms adelante veremos relajarse yensordecerse, pero no llega a desaparecer: [intilment(e)].

    37

    Esto, dejando aparte los 524 casos de combinacin sv

    s, que representan el 25.8% deltotal relativo.38 Esos 140 casos representan slo el 6.1 % del total absoluto, y un poco menos del 7%

    del total relativo a los ejemplos en contacto anterior o posterior con /s/. Losporcentajes indicados en el cuadro se refieren al promedio relativo de cada combinacinsobre ese total de 140 ejemplos.

    39 Desvt11 casos y desvd12, mientras que de tvs registr 314 y de dvs slo 144.40 Tambin aqu los porcentajes indicados bajo cada fonema se refieren a la proporcin

    relativa de cada uno dentro del total de 248. Claro que, frente al total absoluto de ejemplosreunidos (2,284), estas cifras resultan insignificantes. As, las combinaciones de vocalcon /t/ que en este cuadro son las ms numerosas apenas si representan el 3.4% del

    total absoluto (frente al casi 9% de casos determinados por /s/).41 Seis de los casos de vocal en contacto con nasal y cuatro de los de contacto con /t/ sonejemplos de debilitacin de vocal tnica: [~tnzme] 'entonces me', [k (r)()t(i)ka] 'crtica',[(m)chas], [mcho]. Tambin en Castilla la vocal inicial absoluta seguida de n labiodental esmuy reducida y como observa Navarro Toms, 89 es la nasal "la que suelepredominar, absorbiendo en gran parte a dicha vocal anterior". Como en Mxico[emfermo], [emfriar], etctera.

    42 Lo cual representa en relacin con el total absoluto de 722 casos de ensordecimiento algo ms del 20% (cf. nota 34).

    43 Se he sealado ya (cf. nota 34) la proporcin de casos de ensordecimiento voclico encada situacin.

    44 Vocal seguida de /s/: 354 ejemplos; vocal precedida de /s/: 8. Total: 362 (o sea, el90.5% de todos los casos de prdida plena). Total de casos en que no aparece /s/: 38(9.5%).

    45 Insisto en que estos porcentajes son slo aproximados, ya que no podra abrigar lapretensin de haber sabido interpretar y clasificar exactamente al simple odo todos losejemplos reunidos. Tambin en este caso de "conservacin de un elemento voclicomnimo", las condiciones consonnticas son en esencia como cabra esperarse lasmismas: en contacto con /s/: 795 casos (91.6%): sin presencia de /s/: 73 ejemplos (8.4%).Solamente en el caso de las vocales tnicas cambian estas proporciones, en favor de lascombinaciones en que no aparece /s/: De los 44 casos reunidos, en 30 hay contacto con /s/(68.1%) y en 14 no (31.8%). Claro que de estos 14 ltimos casos, 9 presentan combinacincon //, fonema cuyos efectos son muy parecidos a los originados por /s/.

    46 Cosa que ya haba advertido Boyd-Bowman: "En los casos pertinentes que pudimosobservar, la a se relaj mucho, pero rara vez desapareci por completo: se oa an un ligeroelemento voclico" (p. 139). Exceptuando la frmula frecuente gras's ('gracias'), declara nohaber advertido prdida completa de /a/ ms que en un caso: est's milp's (p. 140). Yo hehallado tambin (ks-s]), [s-s]. [mu-s] y algn que otro ejemplo.

    47 Cf. supra. Esta circunstancia ya la haban advertido muy atinadamente Canellada yZamora: "Tambin los diptongas tnicos sufren a veces una reduccin (total o parcial) de

  • 7/29/2019 En torno a las vocales caedizas del espaol mexicano, Juan M. Lope Blanch

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    sus elementos: [impustos], etctera" (p. 237).48 Tal vez no sea enteramente superfluo observar que tambin en la reduccin de

    diptongos o de hiatos desempea papel decisivo la presencia de una /s/, sobre todo si estrabante.

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    En Cuzco he registrado yo algunos casos extremos semejantes a los mexicanos: [yanoent(re)s'p-s] 'ya no entres, pues'.50 Cf. D. L. Canfield, "Observaciones sobre el espaol salvadoreo", Fil, 6 (1960), pp. 29-

    76, especialmente p. 62.51 H. Toscano Mateus, El espaol en el Ecuador, Madrid, 1955; cf. p, 50: "Quito, a ms

    de 2,800 metros sobre el nivel del mar, y la Sierra ecuatoriana en general, presentanidntico carcter. El ejemplo [mexicano] de Henrquez Urea [blocs pr'apnts]podrafcilmente recogerse en Quito, Riobamba, Tulcn o Cuenca; el caso ms tpico de ladeficiente pronunciacin serrana de las vocales es la socorridsima conjuncinpues, que enQuito se pronuncia generalmentep's, segn anot Rosenblat (BDH, II, nota 102)".

    52 Cf. su libro Lengua espaola, Bogot, 1955, p. 175; y, sobre todo, La pronunciacin

    del espaol en Bogot, Bogot. 1951, 3.