En Ti Seran Benditas
-
Upload
yonatan-crespin-chavez -
Category
Spiritual
-
view
642 -
download
0
description
Transcript of En Ti Seran Benditas
EN TI SERAN BENDITAS LAS FAMILIAS DE LA TIERRA
Ps. Yonatan Crespín ACyM Nvo. Chimbote www.MiAlianza.org
INTRODUCCIÓN
Pablo y Santiago usan dos expresiones
para describir a Abraham. Lo llaman:
i. El ‘Padre de la fe’ (Romanos 4:11);
ii. ‘Amigo de Dios’ (Santiago 2:23).
UR: Una ciudad grande y antigua. Era la capital
del viejo imperio Babilónico. (Ver Mapa)
1. Soberanía de Dios
MEDITAR: La soberanía de Dios siempre se
antepondrá a cualquier deseo humano. ¿Hemos
visto Su soberanía en nuestras vidas?
I. EL MANDATO DE DIOS (v.1)
2. La Dificultad del
Mandato
La exigencia Del llamado
“Vete” (v.1).
a. “De tu Tierra” los lujos y
la tranquilidad de vida que
le brindaba esa ciudad tan
grande.
I. EL MANDATO DE DIOS (v.1)
b. “De tu parentela” todas las personas con
quienes Abram compartía su vida.
I. EL MANDATO DE DIOS (v.1)
c. “De la casa de tu padre” Las personas
con las cuales podía contar en cualquier
momento; quienes lo amaban, y a quienes él
amaba.
I. EL MANDATO DE DIOS (v.1)
d. “A la tierra que te mostraré” llevando todas
sus pertenecías. No era fácil viajar en esa
época, y Abram tuvo que caminar miles de
kilómetros, con sus siervos y animales.
I. EL MANDATO DE DIOS (v.1)
II. LA PROMESA DE DIOS (v. 2-3)
Dios pidió a Abram que hiciera algo muy difícil;
pero lo alentó con grandes promesas. Las
promesas incluyeron:
1. Hacer de Abram una Nación Grande: Esto era
algo sorprendente, porque Abram sabía que su
esposa era estéril (Génesis 11:30). ¿Cómo lo
habría tomado?
b. Bendecirlo: Abram había dejado atrás todas
las cosas valiosas, humanamente hablando.
II. LA PROMESA DE DIOS (v. 2-3)
c. Engrandecer su Nombre: Hasta entonces Abram era un desconocido, y habría quedado en total anonimato, si no hubiera obedecido a Dios.
II. LA PROMESA DE DIOS (v. 2-3)
d. Hacerlo de Bendición para Otras Personas:
En realidad, a todo el mundo (v.3).
II. LA PROMESA DE DIOS (v. 2-3)
MEDITAR: Dios tiene cosas increíbles
para nosotros, si solo confiamos en Él
(Efesios 1:3; Romanos 8:16,17; 1Cor
2:9).
II. LA PROMESA DE DIOS (v. 2-3)