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1 En homenaje a Sergio Carrillo y Benjamín Chau, miembros de la Corporación de Socorros Mutuos Bautista Van Schouwen CHILE 02 Mutual Bautista Van Schouwen Vasey conmemora Matanza de la Vega Monumental 03 LOS “PUNTALES” NEOLIBERALES DEL MINISTRO DE HACIENDA R. VALDÉS 06 'El Mercurio' y sus dos candidatos 09 Chile despertó: 750 mil personas se manifestaron contra las AFP 13 Michelle, la aplicada discípula del imperio 15 Chile: “NO + AFPs, ni privadas y ni estatales”. La única solución la expropiación ciudadana. 21 El dirigente bancario y vocero de la Coordinadora Nacional de Trabajadores 27 Los pilares del modelo económico chileno que las AFP resguardan 31 "No+AFP" convoca a nueva marcha nacional para el 21 de agosto Domingo 31, Julio 2016 33 LA ESCUELA CONSTITUYENTE POPULAR ABRE SUS PUERTAS 34 La programada destrucción de Codelco 38 “El capitalismo jerárquico de Chile” 50 …, es imperioso un sindicalismo de clase. 53 ELECCIONES Central Unica de Trabajadores 55 Una alternativa obrera y dirigentes para los trabajadores NUESTRA AMÉRICA 57 Bolivia: Los desafíos del escenario post referéndum 64 Nexos de políticos y periodistas con la CIA para desestabilizar gobierno ecuatoriano 67 Elementos para la comprensión del momento político en Nuestra América 74 Pedro Páez Pérez: “Nos ha faltado un análisis crítico sobre limitaciones estructurales” 81 No sólo en América Latina, sino en el mundo, son dos visiones contrapuestas del destino de la humanidad. 088 Declaración de la Dirección Nacional y el Comando Central del Ejército de Liberación Nacional 91 “Honduras en movimiento, procesos de transformación social” 95 Breve relato de una gesta gigante para la Historia 99 Himno al guerrillero SITUACIÓN POLÍTICA INTERNACIONAL 101 El capitalismo global a la deriva 108 Cultura Universal del Capitalismo neoliberal 108 "El capitalismo se encuentra en su hora final" 115 “Tony Blair es un criminal de guerra”. HISTORIA 120 Clase y nación en la independencia de Nuestra América 126 El contenido popular y revolucionario de la independencia Argentina

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En homenaje a

Sergio Carrillo y Benjamín Chau, miembros de la Corporación de Socorros Mutuos Bautista Van Schouwen

CHILE

02 Mutual Bautista Van Schouwen Vasey conmemora Matanza de la Vega Monumental

03 LOS “PUNTALES” NEOLIBERALES DEL MINISTRO DE HACIENDA R. VALDÉS

06 'El Mercurio' y sus dos candidatos

09 Chile despertó: 750 mil personas se manifestaron contra las AFP

13 Michelle, la aplicada discípula del imperio

15 Chile: “NO + AFPs, ni privadas y ni estatales”. La única solución la expropiación ciudadana.

21 El dirigente bancario y vocero de la Coordinadora Nacional de Trabajadores

27 Los pilares del modelo económico chileno que las AFP resguardan

31 "No+AFP" convoca a nueva marcha nacional para el 21 de agosto Domingo 31, Julio 2016

33 LA ESCUELA CONSTITUYENTE POPULAR ABRE SUS PUERTAS

34 La programada destrucción de Codelco

38 “El capitalismo jerárquico de Chile”

50 …, es imperioso un sindicalismo de clase.

53 ELECCIONES Central Unica de Trabajadores

55 Una alternativa obrera y dirigentes para los trabajadores

NUESTRA AMÉRICA

57 Bolivia: Los desafíos del escenario post referéndum

64 Nexos de políticos y periodistas con la CIA para desestabilizar gobierno ecuatoriano

67 Elementos para la comprensión del momento político en Nuestra América

74 Pedro Páez Pérez: “Nos ha faltado un análisis crítico sobre limitaciones estructurales”

81 No sólo en América Latina, sino en el mundo, son dos visiones contrapuestas del destino de la

humanidad.

088 Declaración de la Dirección Nacional y el Comando Central del Ejército de Liberación

Nacional

91 “Honduras en movimiento, procesos de transformación social”

95 Breve relato de una gesta gigante para la Historia

99 Himno al guerrillero

SITUACIÓN POLÍTICA INTERNACIONAL

101 El capitalismo global a la deriva

108 Cultura Universal del Capitalismo neoliberal

108 "El capitalismo se encuentra en su hora final"

115 “Tony Blair es un criminal de guerra”.

HISTORIA

120 Clase y nación en la independencia de Nuestra América

126 El contenido popular y revolucionario de la independencia Argentina

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CHILE

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Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

[Revista Globalización] Julio 2016

LOS “PUNTALES” NEOLIBERALES DEL MINISTRO DE HACIENDA R.

VALDÉS Hugo Fazio. CENDA.

El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, escribió bajo el título de Puntales Necesarios un artículo publicado por El Mercurio, en el cual sostuvo que “ya se hizo [hicieron] las reformas estructurales que en alguna fase de nuestro progreso fueron cruciales para el crecimiento económico” (29/05/16). Ello cuando el país requiere imprescindibles transformaciones estructurales como recuperar riquezas naturales o cobrar renta por su explotación, reducir los elevadísimos niveles de concentración económica, aumentar el papel del Estado o producir los cambios imprescindibles en el terreno laboral, previsional, educacional y de salud, así como revertir la regresiva distribución en los ingresos. Las transformaciones estructurales ya efectuadas son, como escribieran los economistas del FMI Jonathan Ostry, Prakash Loungani y Davide Furceri, las de la “agenda neoliberal” impuesta a nivel global que descansó en la apertura irrestricta hacia el mundo y la minimización en el papel del Estado. Agenda que conduce concluyeron a una creciente inequidad, impactando finalmente en forma negativa en el crecimiento económico. Valdés a continuación afirmó que “volver la mirada a la solidez de nuestras bases institucionales ayuda a enmarcar la ruta que estamos siguiendo” (29/05/16). En resumen, efectúa un panegírico del modelo económico en aplicación que, por lo tanto, debería protegerse, proyectarse y por ningún motivo ponerse en peligro. De acuerdo con ello reseña cinco elementos que constituirían “activos fundamentales para el buen funcionamiento de la economía”, la cual como es sabido se encuentra en una larga fase de estancamiento. La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico en sus proyecciones para la economía mundial 2016 publicadas en mayo, al igual que el FMI, considera que el crecimiento de Chile en el año será solo de 1,5%, debido principalmente a la reducción en el precio del cobre, a condiciones financieras globales más negativas y a la débil confianza de consumidores y empresarios. De ser así, el crecimiento del producto en el trienio 2014-2016 promediará apenas un 1,8%. Su primer puntal es una “institucionalidad macroeconómica bien organizada” Empezando su enumeración con la “regla de balance estructural” y la existencia de fondos soberanos, los cuales constituirían en

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su opinión un “gran activo”. Se entiende si se les entrega esta valorización que se les debe utilizar. Sin embargo, los fondos soberanos, que suman de acuerdo a las cifras de fines de abril US$23.501 millones, de los cuales US$14.860 millones, que se encuentran en el denominado Fondo de Estabilización Económica y Social, son de libre disposición, están sin emplearse. El país recuerda que en 2009 se utilizaron con éxito para enfrentar la recesión que experimentaba el país. Sin embargo, en la actual coyuntura se ha decidido no hacerlo. Lo mismo acontece con los fondos acumulados de la Ley Reservada del Cobre. Por lo demás esta ley, que debería haberse modificado al término de la dictadura, el ministro Valdés declaró que hacerlo “no está dentro de las prioridades”. En cuanto a la regla de balance estructural, en la situación actual de la economía chilena, la obsesión por reducir el déficit existente constituye otra traba para aumentar el gasto público, el cual aportaría a incrementar la alicaída demanda interna, con mayor razón si se privilegia aumentar la inversión, a la cual se le introdujeron recortes en el “ajuste fiscal” con relación a los montos aprobados previamente. Entre los puntos de la “institucionalidad macroeconómica bien organizada”, Rodrigo Valdés menciona también “tener meta de inflación creíbles” y “un tipo de cambio flotante”. La meta de inflación establecida por el Banco Central es que fluctúe entre un 2% y un 4%. Pues bien, desde hace más de dos años su nivel se encuentra por encima de su rango más elevado. Más aún, el Banco Central al informar durante mayo que se mantendría inmodificada su tasa de interés de política monetaria en 3,5% nominal anual, que en términos reales se ubica en tasas negativas para beneficio de los bancos comerciales, constató que el IPC seguirá sobre el 4,0% “por algunos meses”. Y sus proyecciones de descensos ulteriores descansan en el bajo nivel de la actividad económica, que reduce presiones al alza de los precios, y que la paridad cambiaria del peso con el dólar norteamericano no se seguiría debilitando e incluso podría moverse en forma inversa, desapareciendo así el principal factor de alza registrado durante varios meses. Tener una “meta de inflación creíble” significa actuar para defenderla. No esperar que el curso de la economía la conduzca a los márgenes establecidos por el instituto emisor, incluso a partir de hechos negativos como es el bajo nivel de la demanda interna. Por tanto, el tipo de cambio flotante claramente no condujo a la “estabilidad” de precios. La política seguida en esta esfera es dejar que la paridad sea establecida por el mercado, haciéndola extraordinariamente dependiente de acontecimientos externos como el nivel alcanzado por la cotización del cobre y en general de las materias primas, así como por la dirección que adquiera el movimiento de capitales, variables entregadas también exclusivamente al mercado. En la coyuntura actual la inversión

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financiera está muy a la expectativa de lo que resuelva la Reserva Federal norteamericana en materia de sus tasas de interés. La presidenta de la FED, Janet Yellen, en una intervención efectuada durante mayo en Harvard, habló de la posibilidad cierta de su alza en los próximos meses, lo cual genera tendencias para que los capitales se muevan hacia Estados Unidos. En otras palabras no hay política cambiaria. La función del Banco Central ha sido comentar lo que está sucediendo y en contadas ocasiones tratar de incidir sobre las expectativas del mercado. Otro de los puntales detallados por el ministro de Hacienda es la existencia de reglas que “velan por la libre competencia”. Ello en un país donde numerosos mercados tienen un elevado nivel de concentración, lo cual ha conducido a reiterados casos de colusión denunciados por la Fiscalía Nacional Económica, en que han participado importantes grupos económicos locales y capitales extranjeros. Ello es la negación de la libre competencia. Igualmente efectuó una defensa de manera irrestricta a los derechos de propiedad en la forma como está establecido en la actual constitución, “protegida –dice- de manera robusta, incluida la regulación constitucional de las expropiaciones”. En materia de comercio exterior Valdés se felicita que el país tenga aranceles muy bajos, ya que el nivel promedio de impuestos a las importaciones se encuentra por debajo del 1%, las cuales compiten en muchas esferas con producción nacional. Este nivel es consecuencia, señaló Valdés, de la multitud de acuerdos comerciales con “el 80% del PIB del mundo”. Para finalmente en este plano destacar la firma en febrero pasado del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica. “Ser abierto –subrayó- ayuda a la competencia”, lo cual frecuentemente se produce a favor del competidor externo. Desde luego que se favorece efectivamente la libre competencia cuando se trata de monopolios internos del sector transable, porque enfrentan importaciones que le impiden subir sus precios sin contrapeso. El Tratado Transpacífico, en que participa Chile, tiene un hermano mayor en otro de los objetivos de EEUU, el Tratado Transatlántico con la Unión Europea. Sin embargo, Valdés ni siquiera se preocupa de detenerse en los factores conducentes a que tenga creciente resistencia en el viejo continente, que han demorado la firma de un acuerdo. El rechazo social influye en niveles gubernamentales, lo que se expresó abiertamente por el presidente francés, François Hollande. Ante este cuadro, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, busca que los jefes de gobierno del acuerdo reafirmen su apoyo a la iniciativa. Tampoco considera las razones por las cuales el gobierno de Barack Obama no ha intentado someterlo a aprobación, pese a contar con un acuerdo “de vía rápida” para su despacho parlamentario,

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mientras tienen lugar las campañas primarias presidenciales, en las cuales han predominado ampliamente las posiciones críticas al TPP. Como era previsible el diario El Mercurio editorialmente respaldando la columna de Rodrigo Valdés, llamó a “defender los activos del país” recalcando que su artículo dio cuenta “acertadamente de lo que han sido los pilares básicos de la economía chilena en los últimos treinta años”, o sea desde el último lustro de la dictadura. “La presencia del ministro –subrayó- ha sido una garantía de buen manejo de las finanzas públicas, y sus palabras son una buena señal para los agentes económicos (...)”. Expresando en particular su preocupación por que la discusión sobre la reforma constitucional “seguramente pondría en discusión, con distinta intensidad, los cinco pilares descritos por la máxima autoridad económica. (...) por ejemplo la necesidad de limitar en diversos ámbitos los derechos de propiedad” (02/06/16). Coincidiendo así con Valdés, por lo tanto, en su opinión de que la “solidez de nuestras bases institucionales ayuda a enmarcar la ruta que estamos siguiendo”, por lo cual no deberían cambiarse. Sin duda, llama la atención igualmente que sea el ministro de Hacienda de un gobierno que obtuvo una aplastante victoria electoral levantando un programa de reformas, sea quien señala que en el terreno económico ya se produjeron. “Las reformas estructurales a las que él se refiere – como señaló el economista Eugenio Rivera, de la Fundación Chile 21- fueron las aperturas al exterior, la privatización, la desregulación de la economía y la liberalización financiera, entre otras. Se trata –agregó- de reformas impulsadas bajo la dictadura (...)” (31/05/16). A lo que debe agregarse que continúan vigentes después de más de dos décadas de su fin. Primera Piedra 679 Análisis Semanal Del 20 de junio de 2016 pp. 7,8,9,10. http://www.primerapiedra.cl/lista_revistas.php

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

26/07/2016 :: Chile.

'El Mercurio' y sus dos candidatos x Alvaro Ramis

Faltando año y medio para las elecciones presidenciales en Chile, El

Mercurio ya ha presentado a sus dos candidatos presidenciales En esta ocasión el diario de Agustín Edwards divide los afectos entre

dos ex presidentes, a los que ha entrevistado ampliamente en sus últimas ediciones dominicales convocándolos para hablar del futuro. Sebastián Piñera y Ricardo Lagos han sido objeto de dos cuidadas entrevistas, delicadamente producidas, personalizadas y diseñadas con el único fin de

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confirmar sus nombres en la carrera electoral. Las dos notas mercuriales se dulcificaron y condimentaron con las más enternecedoras fantasías de los candidatos con el fin de presentar el fluorescente porvenir que prometen a los electores. Ninguna referencia al presente, ni definiciones sobre los conflictos en curso o a las tensiones de la actualidad. Y por supuesto, ninguna referencia al pasado, a las herencias envenenadas que el país arrastra como herencia directa de sus dos gobiernos.

La pregunta es, ¿por qué El Mercurio tiene dos candidatos? ¿Por qué necesita repartir su cariño? Esta interrogante revela que ambas candidaturas poseen mucho en común, pero también diferencias que lejos de disociarlas les permiten representar la compleja estructura del capitalismo chileno. Piñera y Lagos comparten sentidos comunes, pero con diferencias menores que les distancian. No son diferencias de fondo, o diferencias políticas, como sus “militancias” parecieran representar. Al contrario, lo que distingue a Lagos y Piñera es el tipo de interés empresarial al que defienden.

La metáfora de esta distinción se aprecia en las obras que ambos levantaron en el frontis de La Moneda, por el costado de la Alameda. Piñera instaló allí un enorme mástil para que flameara una bandera monumental. Lejos de expresar la identidad chilena, Piñera quiso dar una señal de apoyo a sus bases: el capital de base nacional en expansión internacional. Un símbolo para la vieja derecha económica criolla, apalancada por el Estado, que sale a conquistar el mundo. En cambio Ricardo Lagos quiso inmortalizar su nombre por medio del Centro Cultural Palacio La Moneda, en cuya puerta grabó una frase de su autoría: “Aquí Chile se abre a conocer y a enriquecerse con otras culturas”. Pero más que abrirse “a las culturas”, su gobierno fue un momento de total apertura a los capitales transnacionales, que apoyados por el Estado chileno, disfrutaron de enormes ventajas para enriquecerse en este país.

CAPITAL NACIONAL EN FLUJO DE SALIDA VERSUS CAPITAL INTERNACIONAL EN FLUJO DE LLEGADA

Piñera y Lagos frente a frente. Piñera como abanderado de un

empresariado que habiendo generado su acumulación originaria en Chile, sale ahora a conquistar el mundo. Lagos, en cambio, portero de un Estado que recibe a las concesionarias de carreteras, constructoras españolas, sanitarias francesas, Endesa, Telefónica, y las mineras, Barrick Gold, Escondida, Angloamerican, a las que a cambio de un modesto y casi simbólico royalty se les aseguró una invariabilidad tributaria hasta 2017.

La bandera de Piñera que flamea en la Alameda representa la subordinación total de La Moneda al capital nacional. Para ellos se colocó

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alfombra roja y todas las dependencias del gobierno se transformaron en oficinas de promoción de negocios, en el mercado interno y en el mercado externo, por medio de una Cancillería reducida a una oficina comercial. Pero hay que recordar que a los inversionistas extranjeros no siempre se les abrió de la misma forma la puerta. Piñera cambió el régimen tributario a las mineras luego del terremoto de 2010, y se atrevió a quitarle la aprobación a la termoeléctrica Barrancones de la multinacional franco-belga Suez Energy. Son variados los casos en los que no priorizó los intereses de los capitales foráneos por afanes de ganar popularidad o para proteger algún interés empresarial local.

El Centro Cultural de Ricardo Lagos refleja lo inverso. La Moneda también abierta, pero ante todo para un flujo de capital internacional globalizado al que se le garantizó las mejores condiciones de seguridad jurídica y bajos niveles tributarios, para lograr la más rápida rentabilidad. Especialmente ilustrativo resulta recordar la firma del TLC con Estados Unidos por su sentido geopolítico de alianza y vinculación estratégica y garantía para las inversiones norteamericanas. En su periodo se reorientó el gasto social para redestinarlo a subsidios en manos de oferentes privados a los que se concesionó la gestión de los que eran antiguamente servicios públicos: en educación superior por medio del CAE y el mercado de las agencias acreditadoras, en la educación inicial por medio de las subvenciones, en transportes con el Transantiago y las concesionarias de carreteras, en salud por el Auge y en pensiones reforzando las AFPs, permitiéndoles sacar sus utilidades del país e instaurando los “multifondos” con el engaño de la libre elección. Por medio de este diseño surge un capitalismo de servicios, orientado al capital transnacional que vive parasitando de los subsidios estatales.

Esta puerta ancha al capital externo queda reflejada por Francisco Fernández(1), ex fiscal económico nombrado por Lagos, que en febrero afirmó que el expresidente “fue permisivo en torno a las presiones que ejercieron los grandes consorcios transnacionales, particularmente los de matriz española y que me tocó vivir y sufrir como Fiscal Nacional Económico”, ya que que “hubo gente en su gobierno que jugó un papel disfuncional a los roles de fiscalización del mercado, por eso terminé renunciando (...) era un juego de contradicciones insalvables, entre quienes queríamos que imperara la competencia, sin posiciones de predominio por parte de algunas empresas poderosas y, otros, que estaban en el juego de esas empresas muy pudientes”. De allí que Fernández concluya que Lagos “tiene compromisos muy serios con el poder económico y se necesita inspirar confianza en la independencia de los representantes políticos y esa independencia no está asegurada respecto de quienes han favorecido en el

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pasado los intereses económicos que encarnan las empresas. Ricardo Lagos ha servido a los intereses de los empresarios, queda fuera de toda duda”.

AMBAS FORMAS DE CAPITAL NECESITAN DEL ESTADO Para El Mercurio es imposible escoger entre sus dos amores porque

ambos se necesitan. A la vez los dos sectores necesitan controlar el Estado para conseguir un marco legal que les permita eludir la competencia y obtener toda clase de subsidios públicos. Ello no quiere decir que no exista pugna soterrada entre ellos. El capital que apoya a Piñera, con base en Chile, es mucho más conservador en materia cultural y en temas de la contingencia política interna. Su riqueza tiene como origen inmediato un proceso de acumulación por desposesión, logrado a través de las privatizaciones fraudulentas de las empresas monopólicas en dictadura.

De allí su férreo pinochetismo a muerte. En cambio las transnacionales que apoyan a Lagos son mucho más “progresistas” en materia de política interna y en asuntos “culturales”. Al fin y al cabo se trata de empresas que tienen sus sedes matrices en Estados Unidos y Europa, conducidas bajo la lógica de la racionalización estricta de las inversiones, por ejecutivos que ven a Pinochet como una lejana anécdota histórica. Su vínculo con Chile es posterior a 1990. No es extraño que estas empresas financien generosamente iniciativas culturales, teatrales, artísticas y sociales, incluso de carácter crítico y contestatario. Simplemente es parte de lo que las transnacionales asumen como sus programas de “responsabilidad social empresarial”. Pero si se despejan estas variables, ambos tipos de capital aparecen como las dos caras de una misma moneda, capaces de convivir en armonía en un contexto de crecimiento, pero en pugna feroz en tiempos de estrechez y contracción, como los que vivimos ahora. ________________ (1) “Ex pdte. Ricardo Lagos: El mayor lobbista del capital español en Chile”, en ElMuro.cl Martes 16 de febrero de 2016. Punto Final Texto completo en: http://www.lahaine.org/el-mercurio-y-sus-dos

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

28/07/2016 :: Chile

Chile despertó: 750 mil personas se manifestaron contra las AFP Sebastián Balcazar

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Un pueblo entero se volvó a las calles en más de 40 ciudades para unirse en favor de un futuro con pensiones dignas, con la solidaridad como sostén social

El pasado domingo 24 de julio se vivió una histórica jornada de movilización en Chile. Cerca de 750 mil manifestantes, desplegados en más de 40 ciudades a lo largo del país, salieron a las calles para exigir el fin de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), instituciones privadas creadas durante la dictadura cívico-militar que esquilman a la población a punta de pensiones miserables.

Fue un día de lucha por la dignidad. Según los organizadores, la masividad sobrepasó todas las expectativas, evidenciando una situación que ´desbordó´. “La gente se cansó. El grito que coreaban '¡Chile despertó!' es la mejor consigna que sintetiza lo que la gente siente. Nos cansamos de 40 años de abuso y estafa, especialmente de estos últimos de corrupción. Nos cansamos de la indolencia de las autoridades, que son patéticas”, explica el dirigente de la Coordinadora No + AFP, Luis Mesina, una de las organizaciones convocantes.

Este gran hito dejó al desnudo una realidad que afecta a cientos de miles de personas cotidianamente, una situación cada vez más insostenible debida la gravedad de sus consecuencias para quienes han dejado de trabajar. En esto las cifras son drásticas: según datos publicados por Fundación Sol en julio de 2015, estas entidades financieras otorgan una pensión igual o menor a $150 mil –equivalente a unos 227 dólares actualmente- al 91% de las personas jubiladas, a la vez que entre enero y septiembre del mismo año registraron un aumento en sus ganancias equivalente a un 71,4% respecto al 2014. Según el economista Gonzalo Durán, aproximadamente 486 mil millones de pesos más entraron directamente a los bolsillos del empresariado, más de 70 millones de dólares.

Cómo se impuso la pobreza El modelo económico que rige actualmente al país se pensó e

implementó durante la dictadura cívico-militar encabezada por Augusto Pinochet. No existiría hoy en Chile un sistema privado y abusivo para pensionar a nuestros jubilados sin la violencia brutal ejercida por Pinochet y sus esbirros. Son elementos consustanciales. Sin oposición política, la derecha pudo moldear el Estado. [Nota de ELCH: una de las lecciones que tiene que aprender el pueblo y la ciudadanía es que en la derecha no se puede confiar, no se puede votar por ella como una alternativa a una izquierda pusilánime o corroída por el reformismo de la clase dominante. Siempre, siempre hay que construir otra izquierda si la que hay no sirve, teniendo el ciudado de no pavimentarle el camino a la derecha. Ejs:

Venezuela, Argentina]

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Parte del shock ideado por los economistas neoliberales se perfiló en las reformas de principios de los 80. José Piñera Echenique1, hermano del empresario y expresidente Sebastián Piñera, fue el responsable de instalar el sistema privado de pensiones basado en la capitalización individual forzosa de las personas. Es decir, se obligó a muchos trabajadores a dejar el antiguo sistema solidario y de reparto por uno cuyos beneficios están sometidos a las inciertas corrientes del mercado especulativo. Fue el fin de la seguridad social.

De ahí en adelante, los ahorros acumulados tras una vida de trabajo se fueron sumando a los caudales de capital inyectados a poderosos grupos económicos. El sistema de AFP se transformó en uno de los motores del sistema chileno. De acuerdo a cifras expuestas por el economista Marco Kremmerman en una columna publicada en El Mostrador, las AFP “invierten más de US$6.500 millones en 7 empresas del grupo Luksic y US$4.500 millones en 9 empresas del grupo Matte. Por otro lado, a Cencosud de Paulmann le tocan US$1.850 millones, a AntarChile y filiales del grupo Angelini US$1.670 millones e, históricamente, bastante combustible se bombeó para los Grupos Penta y Soquimich”. Estos dos últimos han marcado la crisis que vive actualmente el sistema político chileno, saltándose sin tapujos la legislación y financiando irregularmente las campañas políticas de la derecha y la Concertación (hoy Nueva Mayoría) en los últimos 26 años de democracia. [Nota de ELCH: Esta dualidad tiene como clase dominante a la nueva oligarquía monopólica-financiera chilena, estrechamente ligada a los interese de los EE.UU. No tienen ningún interés en que el

sistema se cambie ya que las ganancias que obtienen corren por rieles bien aceitados] Actualmente, el mercado de AFP lo componen seis empresas: Provida,

Hábitat y Cumprum, de capitales norteamericanos; Capital, compañía colombiana; Planvital, de Brasil; y AFP Modelo, del empresario chileno Andrés Navarro.

Soberbia gubernamental Las pensiones de pobreza no son un tema nuevo, el problema es la

cantidad de presión que viene acumulando el punto. La Nueva Mayoría –conglomerado de gobierno-, sin comprometerse políticamente, ha estudiado diversas formas de encontrar una salida, entre ellas, la creación de una comisión de expertos que propuso soluciones a las falencias identificadas en un diagnóstico previo.

Durante la manifestación, el rechazo a las medidas propuestas por el Ejecutivo fue contundente. “Estamos jugando con fuego porque las autoridades han sido muy soberbias. Seremos millones en las calles, será imposible parar las demandas de los trabajadores. La descomposición

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social a la que hemos llegado hace que la gente se manifieste irritadamente”, argumenta Medina.

En el programa de gobierno, la Nueva Mayoría propuso la creación de una AFP Estatal, a modo de tránsito gradual hacia un nuevo sistema de pensiones. La iniciativa se encontró con el fuerte rechazo de la población. El presidente de la Confederación Nacional de Funcionarios de Salud Municipal (Confusam), Esteban Maturana, fue enfático en criticar la posición del gobierno:” La Presidenta ha propuesta una AFP estatal, eso es un engaño, una mentira, con una AFP estatal no se resuelve el tema de las pensiones. Se resuelve solamente cuando usted tiene un sistema de reparto solidario de administración pública”.

Más de una veintena de políticos concertacionistas ha sido candidato para integrar un directorio de AFP, sin contar aquellos que han llegado a dichos puestos. Entre estas últimas se encuentra la actual ministra del Trabajo y Previsión Social, militante de la Democracia Cristiana, Ximena Rincón, quien llegó a dirigir Provida en 2006.

“La lucha más política que podemos dar” Avanzar en la demanda por un sistema solidario y de reparto para las

pensiones no es solo una arremetida contra un pilar económico del neoliberalismo chileno, sino también un catalizador para un cambio cultural y más profundo. Es justamente poner énfasis en lo de todos, en lo común y en la solidaridad como principio regente de la sociedad: solidaridad entre quienes trabajan por el futuro y quienes lo hicieron durante toda su vida.

A juicio de Medina, se abre una discusión sobre el tipo de país que se quiere construir: “Hay gente que no logra dimensionar el impacto de esta gran lucha. Es la lucha más política que se puede dar. Luchar contra esto implicar derribar uno de los pilares sobre los que descansa el sistema chileno, el problema es que no se dimensiona. Más respeto, menos abuso, son cosas que solo [existen] en un ordenamiento político distinto al actual”.

Nuevas movilizaciones quedaron fijadas para el 10 de agosto y el 10 de octubre, con miras a forjar unidad para una gran movilización nacional convocada para el 4 de noviembre. “Aquí confluimos muchos, porque entendemos que la unidad en torno a esta demanda no limpia de la corrupción. La gente se identifica con esto, esta lucha se puede transformar en la lucha por cambiar Chile”, señaló Medina.

Una gran virtud que posee este movimiento ciudadano, comentó el dirigente, es su cohesión y ausencia de fisuras. Si bien no ha sido fácil, se trata ahora de una organización “de hecho”. La movilización, aseguró, no es fruto del trabajo exclusivo de la Coordinadora, sino de la convergencia de indignados a lo largo del país que se expresaron a través de las redes”.

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Chile es uno de los nueve países en todo el mundo que tiene sus pensiones en manos de privados y sin sistemas de repartos activos. Marcha Texto completo en: http://www.lahaine.org/chile-desperto-750-mil-personas

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

Fecha: 02 julio 2016

Michelle, la aplicada discípula del imperio Haroldo Quinteros Bugueño/

Profesor universitario, Doctor en Educación

Con toda seguridad, el 99,9% de quienes votaron por Bachelet en sus dos campañas presidenciales no tenían idea de sus conexiones con los estratos militares del imperio. Cuando fue designada por Ricardo Lagos (2000 – 2004) Ministra de Defensa, todo el mundo progresista estaba feliz. La designación no podía ser más simbólica: Michelle era hija del heroico militar constitucionalista y anti-imperialista Alberto Bachelet, asesinado inmediatamente después del golpe de estado de 1973. En verdad, eso sólo era el cebo del anzuelo. La realidad es otra, y no es de color rosa. Poco antes de asumir como Ministra de Defensa, Michelle Bachelet había partido al corazón del imperio al matricularse como alumna regular en el “Colegio Interamericano de Defensa (CID),” de Washington.

¿Qué es el CID? Es una academia militar norteamericana, situada sólo en territorio norteamericano, sin filiales en ninguna otra parte del continente americano, y cuyos instructores son exclusivamente norteamericanos, tanto militares como de adoctrinamiento político. Según sus principios fundacionales, en el CID se forman tanto militares como “líderes civiles” que respondan a la doctrina del “interamericanismo,” esa vaguedad con que los gringos así gustan llamar a lo que, al fin de cuentas, sólo refleja su dominio en el continente. En uno de sus informes, el CID se jacta de haber graduado a unos 2700 militares y civiles, egresados que en sus países han llegado a ser generales, almirantes o “sus equivalentes civiles,” y, bueno doña Michelle Bachelet, en calidad de “equivalente civil” es la mejor muestra.

Muy sugestivamente, el CID fue fundado en 1962, justamente a sólo meses de la derrota que el pueblo cubano propinara al imperialismo en Playa Girón, y apenas un año antes del inicio de la intervención directa de EE UU en la guerra civil que se libraba en Vietnam, la que más tarde se transformaría en la guerra total que perdiera tan estrepitosamente en

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1975. El CID tiene una historia realmente macabra para los pueblos de América Latina. Por años, en grupos de cientos, han partido a formarse allí “militares y civiles” latinoamericanos funcionales al dominio continental de la super-potencia americana. Allí se formaron militar e ideológicamente los militares chilenos y sudamericanos que protagonizaron los golpes de estado de los años 70, actuando en ellos en calidad de fusileros, comandos de exterminio y torturadores, en los marcos de la Operación Cóndor, aquella conspiración criminal fraguada íntegramente en Washington.

Según informes del propio CID, esta institución constantemente “realiza viajes a América Latina” y “es financiada por la OEA y la Junta Interamericana de Defensa (JID),” una especie de brazo militar de la OEA, que en su declaración de propósitos, señala que éstos consisten “la defensa en el Hemisferio…”¿defensa hemisférica ante quién? ¿De los rusos comunistas, de los chinos, de los marcianos? Por cierto, EE UU es un país que está en permanente estado de guerra en todos los continentes, pero los latinoamericanos, ¿con quién lo estamos?

Hasta hoy, como pantalla, el CID, este invento yanqui por donde se lo mire, exhibe su condición de instituto “interamericano”, y para esta farsa le viene a las maravillas aparecer también co-fundado por la OEA, esa patética extensión del imperio hacia su patio trasero que no ha hecho más que seguir sus designios. En efecto, en el acta de fundación del CID figuran como firmantes Dean Rusk, Secretario de Estado de EE UU del gobierno de Kennedyy, José Antonio Mora, el entonces lacayuno Secretario General de la OEA.

Como desde los años 90, el ala “progresista” de la Concertación, con Lagos a la cabeza, había pensado en Michelle Bachelet como la titular ideal del Ministerio de Defensa en alguno de sus gobiernos para desde allí proyectarla hacia la presidencia de Chile, la aún joven hija de Alberto Bachelet se matriculó como alumna de “Estrategia Militar”en la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos de Chile (todo en secreto, obviamente… ¿o lo sabía usted, lector?) Eso, al fin y al cabo, podría ser digerible, aunque a duras penas, sabiéndose que por entonces Pinochet estaba vivo y el Ejército era más que nunca conservador y todavía golpista con sus “ejercicios de enlace”, los “cara pintadas”, etc.

Aun así, era digerible, porque al fin y al cabo, esa academia es chilena. Pero, ¡demonios!, ¿puede alguien explicar por qué Michelle Bachelet partió a “educarse” al CID, academia de guerra yanqui cuyo único fin, como la Escuela de las Américas y otras, no es otro que aplastar toda resistencia en el continente al dominio imperialista? El diario inglés TheGuardian, según nota escrita por Karen Calabria, para la “Oficina del Departamento de Estado de EE UU sobre Programas de Información Internacional,” Bachelet viajó al CID hace exactamente tres meses, el 30 de marzo pasado [2016],

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invitada a recibir dos galardones otorgados por el CID a sus más conspicuos ex – discípulos, el título de “Master Honoris Causa” y la “Medalla del Consejo de Delegados.”

Además le requirieron que hiciera un discurso. Según el diario inglés, la Presidenta, entre otras acotaciones, dijo: “Observé que una de las barreras para la democracia plena era la (carencia de) comprensión entre el mundo militar y el mundo civil. Hablaban idiomas diferentes. Yo quería ayudar en eso. Yo podía ser un puente entre esos dos mundos.” Idílico cuadro de amor entre los pueblos de América Latina y sus verdugos, los militares lavados cerebralmente precisamente en el CID, y entrenados para repetir la Operación Cóndor y la experiencia chilena de 1973 cada vez que sea necesario. Por lo demás, la alusión a las contradicciones existentes entre “mundo militar y el mundo civil” son sólo efecto de algo más profundo, el hecho empíricamente probado que la mayor parte de las instituciones armadas latinoamericanas, al fin de cuentas, han servido y siguen sirviendo los intereses de las transnacionales estadounidenses y, obviamente, los de sus cómplices, las oligarquías nacionales. En otras palabras, la gran barrera para la democracia en el sub-continente latinoamericano no es otra cosa que la pobreza y las enormes desigualdades sociales, producto de la dominación política y económica del imperio estadounidense sobre nuestros países, con la complicidad de la clase dominante criolla.

Finalmente, The Guardian anota que Bachelet hizo estas declaraciones “comentando sus estudios de Ciencia Militar (en el CID), los que condujeron a su nombramiento en 2002 como la primera mujer que ejerció el Ministerio de Defensa en Chile.” Ergo, más que Lagos, la nombró Ministra el Departamento de Estado de EE UU.

La continuidad del sistema neo-liberal impuesto a Chile por el imperio, la postura anti-latinoamericana de los gobiernos chilenos frente a la hermana Venezuela, el apoyo inmediato que dio Lagos a los golpistas venezolanos de ultra-derecha pro-yanquis en 2002, la reciente firma de Bachelet del TPP, etc., etc., son, al fin de cuentas, situaciones perfectamente coincidentes con lo que realmente ella encarna.

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

sábado, 30 de julio de 2016

Chile: “NO + AFPs, ni privadas y ni estatales”. La única solución

la expropiación ciudadana. Juan Carlos Gómez Leyton. Especial para Con Nuestra América

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Las y los trabajadores debemos tomar consciencia que las AFPs existen porque nuestras cotizaciones mensuales las dotan e inyectan los recursos para que los dueños inviertan en rentables negocios, por lo tanto, hay que buscar un mecanismo financiero para que los trabajadores comiencen a tener el control directo de las cotizaciones. Una nueva gran manifestación ciudadanía se hizo presente el domingo 24 de julio en diversas ciudades del país con una sola gran demanda: no más AFPs [administradoras de fondos de pensiones]. No creo que sea necesario explicar las motivaciones que tuvieron cientos de miles de trabajadores para hacerlo. Las razones han sido expuestas de manera contundente por expertos en la materia, por economistas, por analistas del sistema de pensiones existente en Chile, tanto nacionales como internacionales. Repetir aquí sus argumentos resulta inoficioso. Baste con señalar que en la actualidad hay miles de pensionados del sistema que apenas viven, recibiendo menos de 200.000 mil pesos mensuales, luego de haber trabajado 40 años. Son pensiones de hambre, de miseria, indignas, que condenan a cientos de miles de hombres y mujeres a vivir su vejez como un tormento, aquejados por las enfermedades propias de la edad, imposibilitados de vivir. Con un sistema de salud pública precario y de pésima calidad. Lo único seguro que les queda es una muerte digna, e incluso hasta eso, en la mayoría de los casos, tampoco lo es.

La sociedad neoliberal es una sociedad de los desperdicios como dice Zigmunt Bauman, hay seres humanos que sobran, que son escorias, basuras, por un lado, están los niños y niñas vulnerables y pobres, prueba de ello es la falta de una política para atender a la niñez desde hace más de 35 años, el ejemplo del SENAME, es prueba irrefutable de ello. Donde la Ministra de Estado Javiera Blanco, estrecha colaboradora de la elite de poder y comunicacional de este país, califica a los niños y niñas vulnerables como un “stock”, o sea, mercancías o desechos o basuras. Por otro lado, están los adultos mayores, los viejos y viejas, los abuelos y abuelas, las y los ancianos, estos son una carga, un fardo, que sobran, que molestan, que se enferman, que piensan y lo peor de todo, viven, pero no producen. Son inservibles, de los cuales hay que deshacerse de ellos. Entre las clases medias pobres o de los sectores populares, la situación es muy grave. Pues, hay otros ancianos que viven como seres humanos: son sectores de la tercera edad que pertenecen a las clases “pudientes” o “acomodadas”, por cierto, que son los menos.

En una sociedad de clases, la vejez se vive de acuerdo a la clase a que se perteneció como trabajador. La marcha del 24J no solo fue una marcha contra el sistema de previsión social establecido por la dictadura militar de Pinochet sino en contra de la clase política nacional, especialmente, la vinculada a la Concertación de Partidos Políticos y la Nueva Mayoría, es

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decir, en repudio de la Democracia Cristiana, del Partido Socialista, del Partido por la Democracia, del Partido Radical Social Demócrata, del Partido Comunista de Chile, del Partido Izquierda Ciudadana, del MAS, de todos y cada una de estas organizaciones que han permitido que durante tres décadas y media, el sistema de acumulación de capitales neoliberal explote y esquilme a millones de trabajadores.

Muchos chilenos y chilenas desde que José Piñera, el intelectual orgánico del capital nacional, estableciera e impusiera el sistema en los años ochenta, se plantearon en su contra. Era una aberración y solo conduciría a incrementar la pobreza de los adultos mayores en el futuro, y que la forma como el capital neoliberal extraía no solo plusvalor a los trabajadores cotidianamente, sino que los obligaba a entregar el 10% de sus sueldos miserables para incrementar la acumulación capitalista del empresariado nacional e internacional. Con ello el capital lograba reproducirse exitosamente en el tiempo, concentrándose cada vez más en menos manos. Éxito del modelo era total y completo. La solución para el esquivo proceso de acumulación, que el economista estadounidense Tom Davis había señalado en 1962 como el principal obstáculo para la reproducción del capitalismo nacional, había sido encontrado.

La acumulación destinada para reproducción ampliada del capital no la harían los capitalistas sino los trabajadores. Pero, quien administraría los recursos expropiados compulsivamente a los trabajadores, serían las empresas capitalistas nacionales o extranjeras, la ganancia la obtendrían ellos, pero las y los trabajadores disfrutarían solo del 35% o con suerte con un 40% del salario acumulado y percibido durante 40 años de trabajo. O sea, salarios y pensiones de miseria. Eso se dijo en los años ochenta. Y, esa es la gran responsabilidad social y política de aquellos que consolidaron, ampliaron y profundizaron el sistema en la sociedad nacional, son los Aylwin, los Frei Ruiz Tagle, los Lagos, Bachelet y, por cierto, Sebastián Piñera.

La marcha del 24J por multitudinaria que haya sido, no basta. De ninguna manera resuelve el problema, presente y futuro. Tendrán que venir más y más. Pero, no hay que cometer el error del movimiento estudiantil de 2011, dejarse expropiar la demanda por el fin del lucro, por una educación gratuita y de calidad, por la clase política miserable enquistada en la Nueva Mayoría. Esa lección ciudadanas y ciudadanos no debe volver a ocurrir.

La demanda: NO MÁS AFPs, es nuestra y nosotros debemos, las y los ciudadanos, organizarnos social y políticamente, es decir, transformarnos en actores con poder, para encontrar la solución más óptima para un problema que nos compete y nos interpela. No podemos pensar que la clase política actual, corrupta y podrida, nos va dar la solución. Tampoco

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podremos pensar que los dueños de la AFPs van dejar ir el negocio tranquilamente, tendremos que arrebatárselo.

Todos las y los trabajadores de las AFPs son accionistas de ellas, por lo tanto, somos los dueños de ellas y de los recursos que allí se depositan todos los meses. Nos pertenecen, lo primero que hacer debemos es organizarnos por AFPs. Todos los que pertenecen a una, debemos reunirnos y comenzar exigir nuestros derechos de accionistas. Somos miles. Según la información que se dispone al 31 de mayo del año en curso hay cerca de 11.000.000 de afiliados, distribuidos de la siguiente forma en 6 AFPs, que hoy dominan el mercado.

AFP TOTAL, AFILIADOS

CAPITAL 1.737.710 CUPRUM 640.416 HABITAT 2.042.288 MODELO 1.483.860 PLANVITAL 973.900 PROVIDA 3.221.644 TOTAL 10.099.818

Tenemos la fuerza y la razón. Debemos comenzar a organizarnos para tomar el control de ellas. Para producir en el más corto plazo su expropiación. Y, comenzar administrarlas financieramente como los trabajadores administraban las Sociedades de Fondos Mutuos, la Mutuales u otras organizaciones sociales de ese tipo. El control de las AFPs debe ser ciudadano y no estatal.

Las y los trabajadores debemos tomar consciencia que las AFPs existen porque nuestras cotizaciones mensuales las dotan e inyectan los recursos para que los dueños inviertan en rentables negocios, por lo tanto, hay que buscar un mecanismo financiero para que los trabajadores comiencen a tener el control directo de las cotizaciones. Evitar así que los patrones abusen y usen nuestras cotizaciones en beneficio propio. Tenemos que tener claro que los dueños de la AFPs están coludidos con los patrones y empresarios a los cuales les trabajamos diariamente.

La próxima acción ciudadana en contra de las AFPs no debe ser una marcha sino un paro nacional de advertencia que apunte la ocupación (toma) masiva de las casas centrales de estas empresas, ocupar sus oficinas y constituir una asamblea permanente de afiliados y la constitución de un directorio general de trabajadores para tomar el control popular y ciudadano de ellas.

NO podemos esperar.

¡¡¡A terminar con las AFPs, ahora!!!

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Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

Entrevista a Luis Mesina. TIEMBLAN LAS AFPs

El dirigente bancario y vocero de la Coordinadora Nacional de

Trabajadores No + AFP se refiere al clima de impugnación al sistema de capitalización

individual. El Ciudadano

Irrumpió el descontento y la indignación contra el sistema de AFPs. Cientos de miles de chilenos demostraron, este 24 de julio, su bronca contra el sistema, la política y el robo legalizado, durante las marchas convocadas en todo el país por la Coordinadora Nacional de Trabajadores No + AFP, cuyo vocero es el sindicalista Luis Mesina, quien estudió en el Instituto Superior de Comercio y el ex Pedagógico. Crítico de la CUT, Mesina fue el año 2000 vicepresidente de la central, cargo al que renunció debido a la corrupta gestión del entonces presidente, el socialista Arturo Martínez. Actualmente, es secretario de la Confederación de Sindicatos Bancarios y de la Federación de Sindicatos del Banco Santander, además de presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores del Banco Santander. “Siempre he sido dirigente bancario”, dice.

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Señala que la convocatoria surgió porque la Coordinadora trae un plan de actividades desde hace mucho tiempo, aunque lo más que habían logrado concentrar en algunas marchas habían sido unas 8.000 personas: “La última protesta, que fue muy grande, y tuvo cierta cobertura nacional en unas diez ciudades, fue el 10 de diciembre. En Santiago fue numerosa, incluso fue la primera vez que hubo detenidos, pero no pasó de 7 mil personas, aunque fue al medio día de un día laboral. Posterior a la manifestación, conversamos y se tomó la decisión de probar con una protesta familiar. Hubo convocatorias desde distintos grupos que simpatizan y están en torno a la Coordinadora, pero que no forman parte directamente. En Arica, Antofagasta, Copiapó, Concepción y Valdivia, por ejemplo, nuestra gente se pudo desplegar. Ya había una suerte de acuerdo de que fuera un día domingo. Finalmente, se decidió hacerla el 24 de julio. En un primer momento pensamos que sería lo mismo de siempre, pero comenzaron a surgir flyers, volantes, se empezó a difundir por las redes sociales de forma muy dinámica, con mucha fuerza. De pronto, se destapó el escándalo de la pensión de Myriam Olate, la esposa del diputado socialista Osvaldo Andrade, y hubo una irrupción gigantesca de indignación en las redes. Nacieron distintos grupos y movimientos de indignados en el país, en las redes, y esos colectivos, grupos, se suman y convocan o lo hacen por su propia cuenta para el mismo día, con sus propios mensajes, afiches y creatividad, impulsados por la presión de las redes. Esos indignados presionaron en las redes, por Facebook, Twitter, y otras plataformas, con fotos, videos, informativos, afiches, con humor también. Aparece el Movimiento Indignados Anti-AFPs y muchos más… Son expresiones que, en la realidad son los famosos colectivos, pero en Internet es otro mundo, otra forma de relación y opinión. Es gente desencantada, cansada de la corrupción, de la impunidad. Eso se expresó claramente, inundó las redes y generó una explosión de bronca que aún es imposible dimensionar. Creo que la pensión de la ‘socialista’ Olate ayudó a gatillar esa bronca. Pero ocurrieron otros hechos: se difundió en las redes que se había cambiado la tasa de mortalidad por parte de la Superintendencia, lo que implicaba alargar la expectativa de vida y significa una rebaja del 2,2% de las pensiones. Decisión totalmente arbitraria, una cuestión brutal, o sea, no hay solución y se perjudica siempre a los trabajadores. Le agregaron varios litros de bencina a la hoguera con el reportaje donde denunciaron al diputado Iván Fuentes, involucrado en corrupción. Además, apareció el senador DC Patricio Walker, que representa a toda esa casta aristocrática totalmente corrupta en la política, y con desdén a los periodistas que le preguntaron les dice: ‘Sí, ¿cuál es el problema? Recibimos dinero de los empresarios…’. Los periodistas no tuvieron la osadía de replicarle. Muchos pensaron: ‘¡Ya es el colmo!’. Un pobre “gueón” que fue dirigente pesquero, lo compraron y él se

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vendió. Muchos le creían, aunque ya se sabía que era de los trigos sucios. Fue un baldón para la gente, que ven a un miserable manipulado por un senador pudiente. Se agudiza la lucha de clases que ellos dicen que es un invento marxista. Y la última semana se conoció que los 45 directores de las AFPs se repartieron 3.200 millones de pesos por concepto de dietas, por asistir a una reunión semanal un par de horas. Indignante… Todo eso fue un caldo de cultivo para que los trabajadores reaccionaran”.

CHILE DESPERTÓ -¿Cuál ha sido el papel de la CUT, ANEF, Colegio de Profesores…?

“Ninguno, aunque muchos se sumaron el día de la marcha. No son

convocantes. Ahora, han estado publicando otra cosa en sus redes. Pero es de fácil comprobación. A esta altura no pueden intentar subirse al carro. Ellos no están en la Coordinadora No + AFP. Sí hay organizaciones de base, dirigentes y sindicatos que pertenecen a la ANEF o a la CUT, que está muy lejos de esto y no tiene nada, pero nada que ver. Con nosotros participan dirigentes y sindicatos de las CUT provinciales. Después de la marcha, hemos tenido bastante presencia mediática. Nunca nos habían dado tanta cobertura en la TV, radios, medios digitales, aunque siguen tergiversándonos. Pero la gente no se pierde porque investigando un poco en el computador: No + AFP, salimos nosotros, no la CUT. La cúpula de la central durante mucho tiempo avaló una AFP estatal y Arturo Martínez sigue haciendo seminarios promoviéndola. Si la burocracia no va a cambiar… Lo que sucedió en la marcha del 24 es expresión de lo que la gente les dijo por las redes: no queremos a la CUT, no queremos a ningún partido político. Su presidenta, Bárbara Figueroa, salió apoyándonos, no sabemos si lo hizo oficialmente, y eso ha generado una confusión muy grande. Pero la gente no quiere nada con ellos. La reacción contra el senador Alejandro Navarro, que lamentamos, demuestra que la gente no quiere nada con los políticos. Si a Navarro le hacen eso, imagínate a los demás. Ya no pueden andar por la calle, vamos para allá”.

-¿Hay intentos de robarse el liderazgo del movimiento? “Sí, es probable, pero no tienen ninguna posibilidad. Los medios

pueden levantar una figura, tienen ese poder. Levantar, por ejemplo, a la presidenta de la CUT, pero la gente no les cree, saben que no son ellos los que están detrás del movimiento contra las AFPs. Hoy en mitines contra las AFPs, después de la marcha del 24, aparecen diputados corruptos como Daniel Farcas, dirigentes de la Nueva Mayoría y hasta de la derecha… La organización de la marcha fue nuestra y en el acto habló una joven del Movimiento Indignados. Todo lo organizamos nosotros, los permisos, la

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música… Pueden tratar de montarse, pero es imposible. En el estudiantado han tratado de meterse y ¿qué representan? Nada. Las Juventudes Comunistas no representan a nadie en las universidades. Marchamos más de 750 mil personas en todo Chile, en provincias donde nunca habían protestado contra las AFPs. Algunos dicen más de un millón, es una cantidad muy difícil de dimensionar, pero fueron cientos de miles. Muchos dirigentes sociales, políticos y estudiantiles enviaron tweets, como Giorgio Jackson o Camila Rojas, presidenta de la Fech. Nos decían que la marcha fue tan grande como la movilización estudiantil de 2011. Lo que sí tenemos claro es que es la marcha nacional más grande después de los 90, supera las estudiantiles, porque fue familiar, un día domingo y con frío. Devela que el país está cansado. Los cánticos decían: ‘¡Chile despertó!’. Pero la respuesta del gobierno fue estúpida. ¿Quién respondió? El funcionario que tienen en comisión de servicio con los grandes empresarios, el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés, y dijo: ‘No hay plata’. El mismo que validó las fusiones truchas de AFPs y permite que el Estado deje de recibir por concepto de tributos 400 millones de dólares. ¡¿De qué hablamos!? Tenemos un desafío gigantesco: sacar de una vez por todas a quienes no cumplen el rol de funcionarios públicos sino que son representantes del empresariado, enquistados en el aparato público por los gobiernos de turno. Hay que acabar con ese maridaje espurio de empresarios y políticos”.

-¿Qué organizaciones sí participan de la Coordinadora?

“La Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam), la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud, la Confederación Bancaria, la Federación de Trabajadores de Wal-Mart, la Confederación de Trabajadores Metalúrgicos, muchos sindicatos grandes de Concepción, el Sindicato de Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar), el Sindicato de Industrias Chilenas de Alambre (Inchalam), organizaciones del sector público están casi todas, el Frente de Trabajadores de la Minería, la Unión Portuaria… Los sindicatos de verdad y, lo importante, lo distintivo en este movimiento es que es transversal, que es de hecho, no de derecho, que no tiene dirigentes, sino vocerías. Hoy soy yo, mañana eso puede cambiar. El rol fundamental es responder al planteamiento que nos unifica: No + AFP”.

“Tenemos propuestas, como el sistema de reparto. Si partidos y

militantes quieren participar con nuestras condiciones, perfecto. Tenemos

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un trabajo de años y eso es lo que nos valida. No hay un doble estándar, ni interés por candidatear a nadie. Son alicientes, pero también eso me hace pensar: ‘¡Puta que estamos cagados! La gente necesita aferrarse a alguien y no se trata de eso’. Demuestra que hay desesperanza. La Plaza Los Héroes estaba repleta y de repente me llaman y me dicen que la marcha seguía más allá de San Isidro. Nuestro audio no se escuchaba más allá de dos cuadras. Fue muy emotivo, se cantó la canción nacional y El pueblo unido, a algunos no les gustó porque se identifica con la política, la izquierda, pero la gente lloraba cantando. Al bajar del escenario, se me acercaba gente a felicitarme, diciendo: ‘Por fin estamos en la unidad’. Tiene dos lecturas: lo importante de la lucha y el que nos damos cuenta que la gente está tan desesperada. Desolación es lo que hay, y es porque se ha traicionado todo cuando han llegado al poder, entonces, la gente no cree, y cuando ve a alguien que piensa puede representarlos, depositan en él sus esperanzas. Prima una lógica individualista, no hay construcción colectiva, y es eso lo que hace falta. Acá tiene que haber un movimiento, no un sujeto. Hoy tenemos una posibilidad histórica: el pueblo pide a gritos organización y es necesario construirla en todas partes. En algunos medios nos han tergiversado, han querido golpearnos tratándonos de populistas, nos han intentado hacer daño, y lo hacen con su qué, como La Segunda. ¿Para quién escriben esos reportajes? Lo importante es que el movimiento contra las AFPs crece y se masifica a todo nivel. Y nos están pegando para intentar botarnos, confundiendo, dando tribuna a quiénes nunca han estado acá, diciendo que está la CUT y los partidos metidos. Han dicho que milito, que quiero el poder, pero no me interesa responderles. Cualquiera puede buscarnos en Internet o leer mis opiniones sobre la CUT y la política tradicional”.

TODOS AL FONDO E -¿Qué viene ahora?

“Sumar a la mayor cantidad de gente y cambiarse al Fondo E, porque

si una amplia mayoría nos cobijamos en ese fondo, no podrán especular como lo hacen hoy en el mercado bursátil y utilizar esos recursos para colocar directores, financiar a los bancos, Isapres, el retail, etcétera. Tendrían que invertir en renta fija, en papeles del Estado y, en consecuencia, el negocio de las AFPs colapsa inmediatamente. Si un 80% de los trabajadores se cambian, colapsa. Esa es desobediencia civil, un acto pacífico de rebeldía”.

“Nos dicen: ‘Sigan en los fondos A y B’. Les notificamos: ‘¡No lo vamos a hacer, nos vamos a ir al Fondo E!’. Al Fondo E se le permite que el 5% pueda ser invertido en riesgo. Los papeles del Estado rentan menos, pero con rentabilidad garantizada. Así se acaba el negocio para los especuladores

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y el Estado tendría que invertir en proyectos que nos beneficien, por ejemplo, el Metro, hospitales o el litio que ahora está en manos de SQM. ¿Qué van a hacer los dueños de las AFPs y el gobierno?”

“El miércoles 10 de agosto realizaremos una Jornada de difusión, educación y propaganda, que va a culminar a las 21:00 horas en una Protesta popular, un cacerolazo en las poblaciones y plazas del país. Tendremos distintas actividades: mitines de propaganda frente a las AFPs, para difundir aun más este movimiento, para que la gente no se deje embaucar por los cantos de sirena que dicen que van a modificar el sistema, ¡pamplinas! Todas apuntan a gravar aún más a los trabajadores, aumentar la edad de jubilación -que es lo que están planteando y quieren imponer-, aumentar el pilar solidario, que significa distraer más recursos del Estado para financiar pensiones que son administradas por empresas privadas, donde todos perdemos y solo ganan ellos, y aumentar la cotización, obligar a los trabajadores independientes a cotizar… Este domingo 21 de agosto convocamos la Segunda marcha familiar. En las redes se empezó a plantear que lo del 10 de agosto es organizado por la CUT. La Coordinadora Nacional de Trabajadores No + AFP siempre los días 10 hace jornadas de propaganda, porque ese es el día en que los empleadores tienen que depositar las platas que descuentan. Ese día se les vence el plazo, es una fecha simbólica: el día que nos roban”.

-¿Si el movimiento crece y los trabajadores se cambian al Fondo E, si empiezan a organizarse, hacia dónde va esto? ¿Dónde podría apuntar la

organización? “Al fin de las AFPs, por supuesto. Vamos hacia allá, no lo veo muy lejano, hacer colapsar este sistema de robo a los trabajadores, a los jubilados. Como lo dijimos: ‘¡Que tiemble Chile!’. Queremos que tiemble, que las estructuras sobre las cuales se ha construido este sistema, como la Constitución del 80 y el sistema de pensiones que es el que permite el mantenimiento de este modelo económico que provee de recursos baratos a los grandes grupos económicos, fomenta la concentración de manera brutal y la redistribución regresiva del ingreso, financia la estrategia de colusión de los grandes consorcios: pollos, cerdos, farmacias, papel higiénico, bencineras, retail, financieras, etcétera… que se derrumbe. Se han coludido sobre la base del financiamiento que les proveen las AFPs. Colapsar esto es darle un golpe al sistema para que caiga. Se obligaría al Estado a intervenir. ¿Qué dicen como política del terror? Que es gravísimo, que se derrumbaría el mercado de capitales. Pero ese es el mercado que sirve para que se financien los grupos económicos y asfixia a los pequeños porque no les prestan plata. Si colapsan, el Estado deberá activar la banca pública, una que efectivamente sea de fomento. La culminación de esto es la

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lucha por un sistema de seguridad social. Si caen las AFPs, caen también las Isapres, toda la estructura putrefacta de este sistema. Sería una conquista histórica de los trabajadores, porque le plantearía a los chilenos que es posible darse otras metas, otro modelo de sociedad mucho más justo. Se abriría un abanico de potencialidades, de demandas”. ARNALDO PEREZ GUERRA

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

País Desconcertado 10.08.2016

Los pilares del modelo económico chileno que las AFP

resguardan Por Antonia Orellana

Luego de la irrupción del debate sobre el sistema de pensiones en la

agenda pública, las propuestas de cambio promovidas por la Asociación de AFP, el gobierno y la oposición se mueven dentro del mismo marco del sistema. Estos son los tres ejes que confirman el rasgo del sistema de capitalización individual como eje estructural de la economía neoliberal chilena.

La Coordinadora No Más AFP convocó a manifestarse este miércoles frente a las distintas sucursales de las entidades previsionales. La última encuesta CADEM mostró que un 87% de los encuestados está de acuerdo con que “es necesario hacer una reforma al sistema previsional de las AFP”. La Nueva Mayoría, presionada para mostrar algún avance al respecto, se

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reunirá el próximo jueves 18 en un cónclave para tomar definiciones al respecto. Michelle Bachelet, en tanto, le habló al país en cadena nacional anunciando una serie de medidas para mejorar el monto de las jubilaciones. Ese es el actual estado de las cosas.

A nueve meses de la entrega de las conclusiones de la llamada Comisión Bravo, los cambios que por el momento evalúa el consejo de ministros mandatado por Bachelet contemplan puntos como la modificación de la composición de los directorios de las administradoras -para evitar eventuales conflictos de interés-, la incorporación de un mecanismo que vincule la rentabilidad de los ahorros con la comisión que cobran las AFP y una redefinición de la comisión cobrada, la que eventualmente pasaría a calcularse en base al saldo acumulado por cada afiliado, en lugar de considerar el sueldo de las personas y modificar el cobro de intermediación por inversiones en el extranjero.

En cuanto a la llamada “brecha de género” en las pensiones, la Comisión Bravo sólo contempló dos medidas: subir la edad de jubilación a 67 años, igualarla para hombres y mujeres y generar tablas de cálculo de pensión diferenciadas, ideas que fueron descartadas por la Presidenta, quien sólo anunció una tabla de mortalidad única para hombres y mujeres. Pese a que en el informe de la comisión al respecto se mencionan un sinnúmero de variables que provocan esta brecha, estas no fueron profundizadas en las propuestas, dado que involucran una modificación que excede al mero sistema previsional.

Lo que se ha descartado de plano es el retorno a un sistema de reparto o una modificación más profunda del sistema. Empresarios como Andrés Navarro (Sonda y AFP Modelo) han declarado que un cambio radical sería un “retroceso para el mercado de capitales”. Desde el gobierno han señalado que trabajan sobre ideas que son consenso, como cubrir mínimos que permitan salir de la pobreza; incorporar mayor solidaridad en el sistema y aumentar el aporte previsional al 5%, con cargo al empleador.

Tales medidas cuentan, incluso, con el apoyo del empresariado. Hermann Von Mülenbrock, presidente de la SOFOFA, declaró al Diario Financiero que “tiene que haber un aporte de las personas, un aporte del empresariado, un aporte de la gente que tiene más recursos y también yo creo que un aporte del gobierno a los pilares solidarios”.

El consenso respecto a “la medida de lo posible” en los cambios al sistema de pensiones grafica cómo las AFP constituyen, en palabras de la Fundación SOL, un “pilar del modelo económico chileno”, con profundas implicanciones en otros ámbitos.

Las AFP y el mercado de capitales

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El 11 de mayo pasado se presentó en la Cámara de Diputados un proyecto de ley para que las AFP puedan invertir en activos alternativos, como parte de las propuestas del gobierno para incentivar la productividad. Los nuevos focos de inversión posible son deuda privada, activos inmobiliarios, bonos de fondos de inversión y de infraestructura, entre otros instrumentos.

Así, se busca diversificar los espacios en los que las AFP invierten los 167.836 millones de dólares que obtienen de los cotizantes, los que representan un 69% del PIB. Según grafica la Cartera de Inversiones Desagregada de Fondos de Pensiones que publica la Superintendencia de Pensiones para abril de 2016, los ahorros de las y los trabajadores chilenos se destinan sobre todo para la “financiarización” de los grupos económicos, es decir, la inyección de recursos frescos a estos, lo que representa un 7,8% de las ganancias del comercio de capitales chilenos.

De acuerdo al análisis de las inversiones de las AFP que realizó la Fundación SOL, tan sólo en empresas del grupo Matte se invirtieron $3 billones de pesos de los ahorros previsionales de chilenos. En el grupo Luksic, en tanto, se invirtieron $4,35 billones de pesos. “Esta es una de las muestras más claras de cómo el sistema está pensado para inyectar recursos al mercado de capitales y no para dar pensiones”, señala Karina Narbona, investigadora de la fundación.

La implicación entre los ahorros previsionales y el mercado de capitales también tiene su expresión global: actualmente el 42,6% de los fondos están invertidos en el extranjero, cifra que disminuyó respecto del año pasado, principalmente porque la situación internacional provocó fuertes pérdidas para todos los fondos. Para invertir fuera de Chile, las AFP usan mayoritariamente los fondos mutuos o de inversión extranjeros.

Además, actualmente tres compañías aseguradoras de Estados Unidos controlan el 75% de los activos de los fondos chilenos. Principal, Metlife y Prudential controlan las AFP Cuprum, ProVida y Habitat, respectivamente. Esto añade una dificultad extra a la hora de evaluar el paso del actual sistema a una nueva modalidad: de ratificarse el Tratado Trans Pacífico (TPP), estas empresas podrían recurrir a tribunales internacionales para impedir los cambios.

El Código Laboral: la otra obra maestra de José Piñera

Actualmente, el 50% de las y los trabajadores percibe menos de

$305.000 líquidos. Si a eso se suma que el 68% de los empleos creados en los últimos 6 años son de carácter precario -lo que involucra una baja posibilidad de cotizar en los fondos de pensiones-, el resultado son las “lagunas previsionales” de las que tanto hablan los expertos. El debate

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sobre las pensiones lleva, invariablemente, a discutir el sistema de relaciones laborales de Chile: una vez terminado su trabajo aprobando el nuevo Código Laboral en 1979, la siguiente tarea de José Piñera como ministro del Trabajo de Pinochet fue la creación del sistema de AFP.

“El descenso en el nivel y poder de la negociación colectiva facilitó el terreno para poder implantar el sistema de AFP. Por un lado tenemos trabajadores que perdieron fuertemente su poder en la relación capital trabajo y por el otro hay un sistema financiero en el que los grandes capitales ganan a dos bandos: con un bajo valor del trabajo y con la especulación bursátil que generan los fondos de las AFP”, señala Karina Narbona de la Fundación SOL.

Brecha de género en las pensiones, otra consecuencia de una cultura

machista

El sistema de AFP depende directamente de lo que cada persona ahorre y ahí las mujeres, que suelen tener una trayectoria laboral más discontinua, se ven especialmente perjudicadas. Así, la pensión promedio auto-financiada de las mujeres -es decir, sin el aporte del “Pilar Solidario”- es menos de la mitad de la de los hombres: mientras ellas reciben $93.077, los hombres $204.332 en promedio.

Ninguna de las propuestas anunciadas hasta el momento por el gobierno contemplan atacar la raíz de este problema, que según el propio informe de la Comisión Bravo tiene distintos orígenes, todos entroncados en la cultura y economía patriarcal. “La división sexual del trabajo, es decir la distribución de actividades en base a roles culturales de género, en donde a las mujeres les corresponde las tareas de cuidado del hogar (no remuneradas) y a los hombres las remuneradas, produce diferencias en los patrones de inserción laboral de las mujeres y por ende diferencias en el nivel y/o existencia de cotizaciones”, señala el texto.

Los defensores del sistema de AFP apuntan a las “lagunas previsionales” como uno de los principales factores que reducen las pensiones. Sin embargo, no mencionan el hecho de que Chile tiene una de las tasas de participación femenina en el mercado laboral más bajas de Latinoamérica, lo que incide en su nivel de ahorro previsional. Así, la proporción de mujeres chilenas que indican no trabajar por razones familiares –de cuidado de niño/as y/o personas mayores- que alcanza el 12%, en comparación al 0,7% de los hombres, según la Encuesta CASEN 2013. Y, de no modificarse la estructura que le adjudica esta tarea a las mujeres, es una cifra que crecerá, ya que el aumento de la esperanza de vida augura, también, una crisis del sistema de cuidado a los mayores. Actualmente se estima que unas 267 mil personas en Chile viven en hogares

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con un adulto mayor donde un miembro no trabaja por tener que cuidarlo. De esos cuidadores, un 84% son mujeres.

Así, factores como la peor calidad de los empleos a los que acceden las mujeres, menores sueldos, castigo a su capacidad reproductiva mediante el alza de cotizaciones para salud y división dispar de las tareas domésticas, reproductivas y de cuidados, requieren de una “cirugía mayor”, que va desde temas como la disminución de la jornada laboral o la homologación de los derechos paternales y maternales en el trabajo, hasta cambiar el sistema de salud en Chile.

Para las mujeres, un sistema de reparto también configuraría una mejor opción. “Como el sistema de reparto no está tan vinculado con las lagunas previsionales hace frente de mejor forma a las desigualdades de género en el trabajo”, explica Karina Narbona de la Fundación SOL. Sin embargo, no es suficiente: experiencias como el Sistema Nacional de Cuidados de Uruguay, que socializa una tarea hasta ahora exclusivamente femenina, son todavía un pendiente para Chile.

"No+AFP" convoca a nueva marcha nacional contra las AFP para

el 21 de agosto Domingo 31, Julio 2016 Crédito: Agencia UNO

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Tras una nueva semana de amplio rechazo de la ciudadanía contra el sistema previsional AFP, y que la encuesta Cadem revela que nueve de diez chilenos lo reprueban, la Coordinadora "No+AFP" convocó a una nueva marcha nacional para el domingo 21 de agosto, para así reforzar el rechazo ciudadano y presionar al Ejecutivo.

Esteban Maturana, presidente de la Confederación de Trabajadores de la Salud Municipal (Confusam) y también integrante de la Coordinadora, señaló que "estamos convocándonos para una marcha familiar, una nueva versión de la marcha familiar, que en esta oportunidad queremos definirla de una manera distinta", consigna Cooperativa.

"Estamos muy contentos con lo que pasó el 24-J, pero en esta oportunidad creemos que hay que hacerlo más grande todavía. Por eso llamamos al 1+1, a una marcha familiar 2.0, es decir, queremos duplicar la gente que estuvo en las calles de Chile. Es la única forma. No hay otro camino", indicó Maturana al mismo medio.

http://www.elmostrador.cl/noticias/multimedia/2016/07/21/video-explicacion-del-sistema-de-afp-chileno-a-traves-de-la-invencion-de-la-mentira-segun-nano/

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

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PROCESO CONSTITUYENTE DESDE ABAJO:

LA ESCUELA CONSTITUYENTE POPULAR ABRE SUS PUERTAS

Coincidentemente, el día en que termina el show oficialista de los cabildos ciudadanos no vinculantes (regionales en este caso), inauguramos la Escuela Constituyente Popular, como continuadora de la experiencia de las escuelas constituyentes que hemos venido impulsando desde hace un año y medio en distintos puntos del país.

Ello prueba que es posible desarrollar un proceso constituyente autónomo, de raigambre ciudadana y popular. También demuestra que es posible impulsar la discusión y educación política popular apoyándonos principalmente en nuestras propias fuerzas, sin pedir ni recibir ayuda del sistema, del gobierno, los partidos políticos, instituciones estatales, grupos empresariales, iglesias, fundaciones nacionales o internacionales, ni poder fáctico alguno.

Ante la desorientación de muchos que no saben cómo convocar a nuestro pueblo si no es al alero de las iniciativas del poder, respondemos que SÍ SE PUEDE mantener la autonomía de pensamiento y de acción: - SÍ SE PUEDE promover la educación ciudadana popular sin recibir financiamiento alguno de gobiernos, empresas o partidos. - SÍ SE PUEDE discutir de política en la base de la sociedad popular de manera autónoma, sin depender de convocatorias del gobierno o de las instituciones estatales. - SÍ SE PUEDE pensar y debatir libremente sobre un nuevo orden constitucional, sin que el poder nos impongan sus plazos, formatos y condiciones. - SÍ SE PUEDE impulsar un proceso constituyente que no esté amarrado a quorom parlamentarios supramayoritarios imposibles de alcanzar. - SÍ SE PUEDE construir una fuerza constituyente fuera del duopolio, sin pedirle permiso y sin transar los cambios constitucionales más esenciales para construir una sociedad democrática.

LA ESCUELA CONSTITUYENTE POPULAR

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QUE INAUGURAMOS EN UNA POBLACIÓN POPULAR DEL GRAN SANTIAGO ES UNA EXPRESIÓN DE ESTA DECISIÓN DE CONTINUAR DESARROLLANDO

EL PROCESO CONSTITUYENTE POPULAR PRECISAMENTE EN EL MOMENTO EN QUE SE APAGAN LAS LUCES Y LA

MÚSICA DE LOS "CABILDOS" ORNAMENTALES OFICIALES.

Primera clase: "¿Por qué es necesario cambiar la Constitución?", por Patricia Ayala, profesora de Castellano e integrante del Foro por la

Asamblea Constituyente. Patricia Ayala Apablaza <[email protected]>

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

Chile. 01/08/2016

La programada destrucción de Codelco Julián Alcayaga O.

La semana pasada se dieron a conocer diversas noticias, en fuentes

nacionales e internacionales, relacionadas con Codelco. Todas lamentables: 1) Un estudio de la ONU reveló que existen millonarias

subfacturaciones en las exportaciones de cobre, que alcanzan a US$ 16.000 millones entre 1990 y 2014.

2) Un reportaje de El Mercurio del 20.07.2016 dice que la deuda de Codelco creció en 247% en 11 años.

3) Finalmente, políticos y expertos, en consenso panorámico, llaman al Estado a inyectar mayores recursos en Codelco.

1.- El estudio de la ONU reveló que existen millonarias subfacturaciones en las exportaciones de cobre en varios países. En Chile alcanzarían la friolera de US$ 16 mil millones entre 1990 y 2014. Este informe de la ONU no es una novedad: desde hace más de 20 años venimos denunciando la subfacturación por parte de las mineras extranjeras. Tales empresas no declaran ni la cantidad real ni el verdadero contenido de cobre, plata, oro y molibdeno de los concentrados que exportan. Esa evasión tributaria ha sido posible –desde 1990 a la fecha– porque no ha existido voluntad política para fiscalizar las exportaciones mineras.

El año 2003, en la Comisión Especial de Tributación Minera del Senado, el Director Nacional de Aduanas de la época, Sr. Raúl Allard, declaró que no podía hacer una mejor fiscalización de las exportaciones mineras porque Aduanas no contaba con los medios técnicos y de personal para hacerlo. En realidad, la falta de personal y medios técnicos en Aduanas, ha

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sido más bien un objetivo que las mismas transnacionales mineras lograron imponerle a los gobiernos que hemos tenido desde 1990 en adelante. La falta de voluntad política del Estado para fiscalizar las exportaciones mineras es un negocio más que las mineras lograron imponer, es decir que han podido comprar.

Desafortunadamente, la subfacturación no es un comportamiento sistemático y exclusivo de las mineras extranjeras: también ha sido un comportamiento sistemático de Codelco desde el año 2010 a la fecha. Los ingresos por ventas declarados en los resultados anuales son muy inferiores a lo que debieran ser en función de la producción y el precio del cobre y sus subproductos.

Al enterarnos de esta subfacturación, el 21 de octubre

del 2011 presentamos una denuncia al SII por las pérdidas de Codelco de US$ 4.700 millones en mercados de futuro y otros US$ 4.000 millones en subfacturación en las exportaciones. Dos años después presentamos este mismo tipo de denuncia ante el Consejo de Defensa del Estado, cuando las pérdidas en subfacturación ya bordeaban los US$ 14.000 millones.

Visto que esas instituciones hicieron oídos sordos a nuestras denuncias, en abril de 2015, junto a la ONG Chile-Cobre, presentamos una querella contra quienes resulten responsables, en el 7° Juzgado de Garantía de Santiago, por las pérdidas de Codelco en mercados de futuro por US$ 4.700 millones y de US$ 14.000 por subfacturación por ventas, desde el año 2010 a 2014.

En febrero del presente año, la investigación dio un salto cualitativo,

pasando a la Fiscalía de Alta Complejidad. Es de esperar que la fiscal designada, Sra. Macarena Cañas, descubra la verdad.

Mucho ayudaría en esta investigación que el estudio de la ONU revelase qué parte de los US$ 16.000 millones de subfacturación en el cobre chileno corresponden a Codelco, y qué parte a las mineras extranjeras. Es de esperar que en el futuro la ONU osará revelar los nombres de las empresas culpables de la subfacturación y los respectivos montos de ella. 2.- La prensa también dio a conocer una información impactante sobre Codelco. Un reportaje de El Mercurio del 20 de julio de 2016, dice que la deuda de Codelco creció en 247% en 11 años, y aporta el detalle de las cifras de endeudamiento año por año, desde el 2004 al 2015 incluido.

La explosión de la deuda la hizo pasar de US$ 3.895 el año 2009 a US$ 13.083 el año 2015. Al término del gobierno de Sebastián Piñera, el

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endeudamiento era de US$ 11.075 millones, con un aumento de US$ 7.180 millones en los 4 años de su gobierno.

El considerable aumento del endeudamiento –más de US$ 7 mil millones entre el 2010 y el 2015–, corre paralelamente con las pérdidas por subfacturación que bordean los U$ 15 mil millones.

Estas cifras catastróficas para Codelco y el país, son prácticamente desconocidas por la opinión pública y los propios trabajadores de Codelco. Sin embargo, este descalabro ya lo habíamos pronosticado en el año 2011.

En una columna publicada en diversos diarios electrónicos en abril de 2011 sostuvimos: “Ya lo habíamos dicho en diversas ocasiones: el Sr. Diego Hernández y otros ex ejecutivos de transnacionales mineras, llegaron a Codelco a cumplir el objetivo que siempre persiguieron: su privatización. Pero como para ello se requiere una reforma constitucional y un quórum que es imposible alcanzar en la actualidad, se recurre entonces a una “gestión preparatoria” o “propiciatoria” de una opinión que vaya en ese sentido. Ello consiste en crear tales dificultades financieras y económicas en la Corporación, que se llegue a la “conclusión” que para salvarla ya no queda otro camino que su privatización en su totalidad, o por partes, como ya se está haciendo con la venta de Edelnor, del yacimiento Inca de Oro, y se preparan las condiciones para la venta de Ventanas, El Salvador y Potrerillos”.

Insistimos en lo mismo en varias columnas posteriores, habida cuenta que ya en abril del año 2010 las transnacionales mineras se apoderaron de la administración de Codelco, merced a la Ley de gobierno corporativo de la empresa nacional que hizo aprobar Michelle Bachelet en el último año de su anterior mandato. Gracias a esa Ley, al comenzar la presidencia del Sr. Piñera, la administración de Codelco fue ofrecida a ejecutivos venidos directamente de las transnacionales.

Diego Hernández fue designado Presidente Ejecutivo de Codelco, y Thomas Keller Vicepresidente de Administración y Finanzas. En la mayoría de las otras vicepresidencias y gerencias importantes de la Corporación, fueron designados ejecutivos de transnacionales mineras.

Las autoridades de gobierno, parlamentarios de todo el espectro político y hasta el presidente de la FTC (Federación de Trabajadores del Cobre), Raimundo Espinoza, se felicitaron de la elección de estos ejecutivos, por su indudable capacidad técnica y experiencia de administración en grandes mineras. Existió un consenso panorámico para considerar que gracias a estos ‘experimentados ejecutivos’ se incrementarían notablemente los resultados de Codelco.

Pese a la ‘calidad’ de esos ejecutivos, pronosticamos que comenzaba la época de las pérdidas para Codelco. Porque teníamos conciencia que el objetivo de la minería priva siempre fue la privatización de Codelco.

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Ya en 1975, el Ministro de Hacienda Fernando Léniz presentó a la Junta Militar el primer proyecto de privatización. La Junta Militar rechazó la privatización. Por el contrario, dictó varias leyes para consolidar la Nacionalización, entre ellas el DL 1.350 que creó Codelco, y el DL 1.530, que destinó el 10% de las ventas de Codelco a la Fuerzas Armadas.

De ahí en adelante la privatización de Codelco sólo podría hacerse por vía constitucional y previa derogación de la atribución del 10% de sus ventas a las FFAA.

Cuando el año 2010 las mineras privadas controlaron la administración de Codelco, aprovecharon la ocasión para avanzar en su proyecto privatizador. Mediante un sencillo plan: destruir económica y financieramente a Codelco, creando artificialmente la necesidad de su privatización para salvar la empresa. Con el mismo objetivo conseguirían la derogación del 10% de las ventas a las FFAA, con el pretexto de destinar esos recursos para salvar a Codelco de la quiebra. Quiebra a la que conduce el elevado endeudamiento y la colosal caída de los ingresos.

Con el mismo objetivo se ideó otro plan sibilino. Programar colosales inversiones por alrededor de US$ 27 mil millones a objeto de aumentar la producción de Codelco en poco más de 400 mil toneladas de cobre. Decisión aberrante: las mineras extranjeras invirtieron –entre 1990 y 2013– cerca de US$ 25 mil millones, ¡pero aumentaron la producción en 4 millones de toneladas!

Ahora, en Codelco, quieren invertir más, para producir 10 veces menos.

Invertir US$ 27 mil millones, dizque para aumentar la producción, principalmente en forma de concentrados, es parte del plan para destruir Codelco.

Estas injustificadas inversiones, excepción hecha de Chuquicamata subterránea, llevarían a la quiebra de Codelco.

Entre los proyectos de inversión se encuentra la Ampliación de Andina y Radomiro Tomic sulfuros, para exportar el aumento de producción en forma de concentrados. Invertir miles de millones de dólares para exportar concentrados es un retroceso brutal que debiese ser rechazado por cualquier mente sana. ¿Pero quién tiene mente sana en el gobierno? ¿Quién en el Parlamento? 3.- Las malas noticias no paran ahí: el 11 de julio, en el 45º Aniversario de la Nacionalización del cobre, Nelson Pizarro llamó a un acuerdo nacional para el desarrollo de Codelco, en el entendido que el Estado debiera preocuparse de destinar más recursos para su capitalización y poder así financiar las cuantiosas inversiones programadas.

El Mercurio del 21 de julio pasado dice que el sector minero –de forma transversal– llama al Estado a subsanar la falta de caja de Codelco

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para financiar su plan de inversión, y da cuenta de la opinión en ese sentido de algunos expertos que son a la vez destacados lobistas de las grandes mineras, como Jorge Bande, Gustavo Lagos y Juan Carlos Guajardo.

En el mismo diario, una información del 23 de julio se refiere a un llamado de economistas del PPD –que cuenta entre sus ‘militantes’ a SQM– para eliminar el 10% de las Ventas de Codelco a la FFAA, y destinar esos fondos a las necesidades de inversión de la Corporación.

Así, el círculo se cierra. Derogar la atribución del 10% de las ventas a las FFAA es el objetivo que siempre han perseguido las transnacionales mineras, como paso previo a la privatización de Codelco. Baste con precisar que entre los economistas del PPD que solicitan la derogación figuran dos lobistas de la minería privada, Iván Valenzuela y Alvaro García. [Nota de ELCH: Este 10% que reciben las FF AA de las ganancias brutas no tienen ningún control. Es falso establecer la dicotomía que para salvar Codelco es necesario mantener el 10%. Este 10% debe ser destinado a proyectos de desarrollo que beneficien

realmente a todos los chilenos] Las transnacionales mineras ya desvalijadron Codelco. Ahora van por

más, y quieren que el propio Estado las ayude a destruir Codelco. Solo queda esperar que en el gobierno se enciendan las alarmas, y, mientras las mineras privadas administren Codelco, no le entreguen un solo dólar para financiar inversiones innecesarias. Y que el Ministerio de Hacienda no la autorice a seguir endeudándose.

¿Deseos piadosos? Julián Alcayaga O.Economista y abogado ©2016 Politika | [email protected] http://www.alainet.org/es/articulo/179176

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo Ciper. EL CRUDO ANÁLISIS DEL CIENTISTA POLÍTICO DEL MIT, BEN ROSS

SCHNEIDER:

“El capitalismo jerárquico de Chile difícilmente puede ser

defendido por los partidarios del libre mercado” Juan Andrés Guzmán en Actualidad y Entrevistas. 04.05.2016

El bajo crecimiento y la desconfianza dominan el debate económico y

político. Muchos empresarios y economistas culpan a las reformas y la burocracia. En cambio, el cientista político del MIT Ben Ross Schneider examina la responsabilidad de los grandes grupos que explotan solo materias primas e invierten poco en investigación. Son tan dominantes –dice- que hacen que Chile no tenga economía de mercado, sino un

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“capitalismo jerárquico” que tiende al monopolio y a la baja productividad. La salida que sugiere: una política industrial donde el Estado participe en las decisiones de los privados.

El bajo crecimiento económico y la desconfianza hacia la elite política y empresarial dominan hoy el debate en Chile. El martes 19 de abril, prácticamente a la misma hora, se expusieron en Santiago dos formas muy distintas de encarar estos problemas. La prensa económica no reparó en esta curiosa coincidencia porque solo cubrió uno de los eventos.

En la CEPAL la economista Mariana Mazzucato, autora del superventas El Estado Emprendedor, ofreció una conferencia en la que rescató al Estado en su rol de motor de la innovación. Contra las ideas dominantes que lo pintan como arcaico e inútil, Mazzucato mostró que buena parte del éxito comercial de Apple, de la farmacéutica GlaxoSmithKline o de Google, tienen su origen en una cuantiosa inversión pública en investigación y no, como se cree, en el espíritu de aventura de algunos inversionistas. El capital de riesgo, afirmó, llegó a esos negocios cuando el riesgo ya había pasado.

Para tener crecimiento sostenido -argumentó Mazzucato- es clave que el Estado asuma financieramente grandes “misiones” (al estilo del desafío norteamericano de llevar un hombre a la Luna), pues muchos sectores económicos se activan al intentar dar solución a los problemas que esas misiones plantean. Mazzucato dijo a CIPER que, si en este modelo no se reconoce el aporte del Estado, “no solo entendemos mal cómo ocurre la innovación, sino que alimentamos la desigualdad, permitiendo a las firmas recibir mucha más recompensa de la que les corresponde si tomamos en cuenta lo que pusieron en el proceso”.

En paralelo, los empresarios convocados por ICARE exponían en el Hotel Haytt su visión y propuestas para reactivar la economía, cuyo lento crecimiento el Banco Central proyecta entre 1,25% y 2,25% para este año. Expusieron: Alberto Salas, presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, organismo que llegó con 109 propuestas; el economista Joseph Ramos, presidente de la Comisión Nacional de Productividad, que aportó 21 propuestas. Y la Presidenta Michelle Bachelet, cuyo gobierno hizo otras 22 propuestas.

En esa reunión, las ideas de Mazzucato habrían sonado extrañas, pues el Estado solo fue mencionado como culpable de poner trabas burocráticas al crecimiento. De hecho, de las 152 propuestas, la mayoría de las que aluden al Estado buscan cambiar normas laborales o financieras y bajar impuestos, es decir, achicar y redirigir la burocracia para que la inversión privada vuelva a ser el motor de la economía. El abogado Juan Carlos Eichholz, uno de los expositores, anotó que varias de esas propuestas llevaban años sobre la mesa. Dijo que no se concretaban por la existencia de

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grupos de poder dentro del Estado, por ejemplo, los funcionarios públicos del Registro Civil o los notarios.

La débil formación de la fuerza de trabajo también fue mencionada en ICARE como responsable del bajo crecimiento. Desde hace tiempo hay acuerdo en ese punto (ver informe del BID de 2001), y eso ha justificado un sinnúmero de políticas educativas, como el Crédito con Aval del Estado (CAE) o la actual política de gratuidad universitaria. Sin embargo, eso no ha sido suficiente: un tercio de la fuerza laboral es analfabeta funcional, recordó Joseph Ramos, por lo que no sólo nos toma más tiempo producir sino que hay muchas cosas que simplemente no podemos hacer.

Probablemente, porque estaba la Presidenta presente, no se mencionó con la intensidad usual la otra gran causa que los empresarios esgrimen para el bajo crecimiento: la incertidumbre que habrían creado entre los inversionistas las reformas estructurales del gobierno, especialmente la tributaria y la laboral.

En su discurso, la Presidenta celebró los puntos de acuerdo de los paquetes de propuestas, entre ellos, la simplificación de trámites para facilitar el emprendimiento; fomentar el vínculo entre empresas y universidades para generar respuestas innovadoras a los problemas productivos; y hacer coincidir la educación de los colegios e institutos con las necesidades productivas. Bachelet llamó a los empresarios a una convergencia: “ya no meros diagnósticos y análisis, sino pasar a la acción”.

Como la posibilidad de éxito de cualquier acción depende no solo de la calidad de datos que se consideren, sino también de la información y de los actores que deja fuera el análisis, hay que decir que en el encuentro de ICARE lo que se omitió fue lo que estaba más presente: la empresa y sus decisiones productivas, la forma de pensar de sus dueños tanto en los negocios como en la sociedad. Se habló del impacto de grupos de poder dentro del Estado, pero no de cómo se ve afectada la productividad cuando las empresas tienen una posición dominante en el mercado y ejercen control de los precios a través de acuerdos con la competencia. Una violación a las reglas del mercado que se investiga respecto de los pollos, los supermercados, el papel tissue, etc.

Se habló de la burocracia como freno, pero no se analizó nuestra dependencia de la explotación de materias primas, ni se discutió cómo abrir sectores nuevos y qué rol le cabe al Estado en esa apertura.

El análisis que hacen importantes investigadores internacionales -que se presenta a continuación- indica que no mirar a las empresas hace comprender mal las causas del problema productivo y genera respuestas incompletas. Un asunto que se vuelve capital cuando la Presidenta anuncia que ya no es tiempo de más análisis sino de actuar.

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LA CULTURA DE LA ELITE

Hace pocos meses, Ricardo Hausmann, economista de la Universidad de Harvard, dijo a CIPER que Chile sabe muy poco para ser desarrollado: “El problema es que el precio del cobre cayó y la economía chilena no tiene otra cosa que la empuje. Y las cosas que no son cobre son los mismos arándanos que están vendiendo hace 30 años”. Para Hausmann, si casi no crecemos no es principalmente por las reformas que está haciendo el actual gobierno -como han argumentado el ex Presidente Sebastián Piñera o el economista Sebastián Edwards-, sino por nuestra incapacidad de crear nuevos negocios y actualizar los viejos para que sigan siendo rentables.

En contra de nuestra obsesión por el Producto Interno Bruto (PIB) como indicador de cuán cerca estamos del desarrollo (nuestro PIB per cápita es de US$15.000 y nos faltan US$7.000 para alcanzar a Portugal), Hausmann argumenta que esa cifra es sólo el reflejo de lo que de verdad nos separa de los países prósperos: la variedad y complejidad de los productos que sabemos hacer. Los números de nuestras exportaciones le dan la razón: el 65% son materias primas, y de ellas, el 80% es cobre. Más grave: la mitad de ese cobre se exporta sin refinar, es decir, vendemos una arena negra 30% cobre, 70% escoria (ver columna de Felipe Correa en CIPER)

Cuestionando la convicción chilena de que mejorando la educación mejoraremos nuestra productividad, Hausmann argumenta que lo que saben hacer los países, lo saben en sus empresas, no en sus escuelas o universidades. Es decir, el desarrollo no pasa –no solo- por mejores mallas curriculares o mejores profesores, sino por lo que ocurre y no ocurre al interior de las empresas: qué producir, cuánta tecnología ponen en ello, cómo se organiza el trabajo, etc. Y afirma que, en muchos casos, son las empresas que quieren producir algo las que forman a sus trabajadores.

Desde un punto de vista productivo preguntarse por qué Chile no es Finlandia, equivale a preguntarse por qué la Papelera (empresa estrella del Grupo Matte) no es Nokia, como afirmó en 2006 el rector de de la Universidad Adolfo Ibáñez, Andrés Benítez en revista Capital. El ejemplo es certero porque la finlandesa Nokia partió siendo una empresa forestal como la Papelera, pero tras una fuerte y constante inversión llegó a dominar el mercado de los celulares.

Esta dependencia de las materias primas, que en Chile no se discute, es para varios investigadores un freno central para el crecimiento. Ha-Joon Chang, economista de la Universidad de Cambridge, describe la debilidad de este tipo de desarrollo en su libro Malos samaritanos (2007 RH business books). Dedicarse a explotar bienes primarios, explica, puede ser buen negocio durante un tiempo, como lo fue para Argentina que llegó a ser el

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quinto país más rico del mundo a comienzos del Siglo XX gracias al trigo y la carne. El problema está en el largo plazo. Primero, porque la productividad de los commodities crece más lento que la de las manufacturas y es fácil quedarse atrás (usted puede inventar una forma de ensamblar un refrigerador en la mitad del tiempo que su competidor, pero difícilmente logrará que en un mismo terreno quepan mas vides para producir más vino).

Segundo, dice Chang, porque el crecimiento de los países está basado fundamentalmente en las habilidades que tienen sus empresas y trabajadores para organizarse en tareas complejas y transformar sus formas de producir. Un país que depende de la mano de obra barata o de la explotación de materias primas no desarrolla esas habilidades y queda a merced de que lo que produce hoy sea reemplazado por la tecnología de países más hábiles.

En ese sentido, para Hausmann, el elemento que impide a Chile dar un salto hacia nuevas industrias está en la cultura de nuestra elite, la cual carece del know how para producir cosas nuevas, pero además, no usa las herramientas de que dispone para revertir esa situación. Hausmann lo ejemplifica con el uso que las empresas hacen del Fondo de Utilidades Tributables (FUT). Desde 1986 el FUT les permite a las firmas posponer el pago de impuestos cuando reinvierten sus utilidades, lo que ha hecho que se acumulen cerca de US$200 mil millones, la mayor parte de ellos en la última década. Sin embargo, en el mismo periodo la inversión privada en Investigación y Desarrollo (I+D) ha sido poco más del 30% del gasto nacional: alrededor de US$300 millones por año. -Me sorprende lo bajísima que es la inversión en investigación y desarrollo de las empresas chilenas, a pesar de contar con este tratamiento fiscal especial que es el FUT -dijo Hausmann a CIPER.

EL CAPITALISMO JERÁRQUICO

Durante la última década, Ben Ross Schneider, cientista político del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ha investigado por qué a pesar de la riqueza que se ha acumulado en algunos sectores, seguimos sabiendo tan poco.

Parte de las respuestas que ha encontrado están contenidas en su libro Capitalismo Jerárquico en Latinoamérica (2013, Cambridge University Press) y en un trabajo más reciente: Diseñando política industrial en Latinoamérica(2015, Palgrave). Para Schneider, la poca variedad de productos que producen los latinoamericanos –y la poca tecnología que agregan a los procesos- está vinculada a la existencia de grandes conglomerados familiares que dominan la economía.

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Schneider repara en que pese a su relativo tamaño pequeño, “Chile tiene un desproporcionado número de grandes firmas”. Algunas están especializadas, como Lan; pero la mayoría tiene presencia en tres o cuatro sectores básicos, como los grupos Matte (forestal, minería, energía, banca), Angelini (forestal, minería, pesca, combustibles) o Luksic (minería, energía, bebidas, banca). Schneider los llama “grupos diversificados”.

Para Schneider, los grandes conglomerados no son necesariamente negativos. Al contrario, la experiencia internacional le indica que, en la tarea de buscar nuevas áreas de desarrollo que permitan diversificar la producción de los países, ellos son buenos partners “debido a que conocen el espacio productivo y fácilmente pueden identificar un sector interesante al que moverse”.

Sin embargo, los grupos latinoamericanos operan de otra manera. Primero, invierten muy poco en investigación: mientras Corea invierte el 3% de su PGB en Investigación y Desarrollo (I+D), Chile destina sólo el 0,4%. Y mientras en Corea la mayor parte de ese gasto lo hacen las empresas, en Chile solo aportan poco más del 30%. Es decir, el empuje para lograr un salto tecnológico es débil “y lo hace mayoritariamente el Estado”, enfatiza Schneider.

Además, su poder sobre la sociedad es tan grande que tienden a transformarse en monopolios u oligopolios en los sectores que dominan, lo que significa que tienen capacidad de controlar los precios en el mercado. Debido a eso, afirma Schneider, aunque nuestra economía se llama “de mercado”, muchas decisiones cruciales no se toman en el mercado, sino al interior de los “grupos diversificados” y de acuerdo a sus intereses.

Esto constituye un tipo de capitalismo muy distinto al que hay en Estados Unidos o el Sudeste Asiático. Schneider lo ha bautizado como “capitalismo jerárquico” y dice que Chile es el caso clásico. Dado que estas grandes empresas están controladas por unas pocas familias, el académico del MIT piensa que este “capitalismo familiar”, como también llama al modelo chileno, “difícilmente puede ser defendido por los partidarios del libre mercado”.

Estas empresas y también las multinacionales instaladas aquí –afirma Schneider-, “deciden qué se exporta, qué tipo de capacitación se requiere”, y también “cómo se organiza el acceso al capital, a la tecnología y los mercados”. Refiriéndose a la colusión de precios que se ha detectado en Chile, Schneider afirmó a CIPER: “Dado que el capitalismo jerárquico tiende a concentrar mucho poder en pocas corporaciones, puede producir carteles. Lo que hoy estamos viendo no me sorprende en realidad”.

En ese contexto, la posibilidad de corrupción se acrecienta debido a que muchos conglomerados se benefician de sectores regulados por el Estado. Las regulaciones, remarca Schneider, son técnicamente complejas y

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tanto los ciudadanos como los medios de comunicación y los políticos carecen de la experticia y del interés para estar atentos a ellas. Se produce así lo que el cientista político Pepper D. Culpepper llama “la política silenciosa”, donde al amparo de la complejidad, las empresas obtienen grandes ventajas. De hecho, en los sectores regulados, la única gran amenaza es el cambio en las normas, por lo que los grupos dedican tiempo e ingresos a esta política silenciosa, explica Schneider.

Un punto muy relevante es que el control que tienen estas grandes compañías sobre los precios les permite acumular mucho efectivo, el que usan para expandirse a otras regiones o para saltar a otras actividades económicas. Schneider ejemplifica el impacto de esta práctica en la empresa mexicana Cemex (Cemento y Concreto), que controla alrededor de dos tercios del mercado de su país. La falta de competencia hace que los consumidores mexicanos paguen el doble por el cemento que los consumidores norteamericanos. Eso le permite a Cemex acumular mucho efectivo el cual usa para expandirse agresivamente a otros mercados, arrinconando a la competencia, explica Schneider en su libro sobre el capitalismo jerárquico. Y agrega que el control que tienen estas firmas sobre precios y mercados les hace la vida más fácil y reducen su esfuerzo por mejorar su productividad.

Aplicando este razonamiento a los casos de colusión de precios que se han investigado en Chile, es válido preguntarse si esa es la razón de por qué los “grupos diversificados” chilenos son prósperos y se mantienen atados a las materias primas. En su libro, Schneider aborda ese punto preguntándose por qué la Papelera no aprovechó el boom de las materias primas para transformarse en Nokia. El Grupo Matte –escribe Schneider- es poco especializado, con una gama de inversiones poco innovadoras. Para ese tipo de grupos, explica, “las alzas en los precios de las materias primas se vuelven una tentación irresistible para invertir más en commodities y reforzar su estrategia de desarrollo”.

EQUILIBRIO DE MALAS HABILIDADES

Pero la estrategia de desarrollo que es buena para los grandes conglomerados, no es necesariamente buena para todo el país. En opinión de Schneider, uno de los problemas más complejos que caracterizan al “capitalismo jerárquico” y que limitan la posibilidad de los países de ser productivos, es lo que llama la trampa de las “bajas habilidades”.

En primer lugar, dice, están las grandes empresas que podrían hacer investigación y desarrollar bienes con valor agregado, pero prefieren dedicarse a la explotación de materias primas. Dada esa elección, ofrecen pocos puestos para trabajadores especializados y muchos empleos para los

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que se requiere poco o ningún estudio y muy mal pagados. Debido a que los escasos buenos puestos de trabajo tienden a quedar en manos de las clases medias y altas (los economistas Javier Núñez y Roberto Gutiérrez mostraron en 2004 que el apellido pesa más que el rendimiento académico en el ingreso de un profesional chileno), los estudiantes pobres y de sectores medios bajos (la mayoría) corren un mayor riesgo al invertir dinero y tiempo en una formación más compleja. Ese riesgo lleva a que menos jóvenes se decidan a especializarse, por lo que la formación de la fuerza de trabajo mejora lentamente.

En este punto el ciclo se reinicia pues si alguien quiere hacer negocios fuera del rubro de los commodities no encontrará el capital humano necesario. Resultado: las nuevas inversiones se siguen dirigiendo hacia las materias primas y los trabajos continúan siendo malos y mal pagados.

Esta perspectiva permite dar otra mirada a los problemas que ha tenido Chile al buscar impulsar la productividad concentrándose sólo en reformas educativas. Por ejemplo: la crisis del CAE2 que en 2011 sacó a las calles a miles de jóvenes. Fuertemente endeudados en la educación superior, el 40% de los egresados no conseguía salarios suficientes como para cancelar sus deudas. Las explicaciones más frecuentes apuntaron a las altas tasas de interés del CAE (varios artículos de CIPER examinaron el negocio que hacían los bancos) y a la mala calidad de la formación de muchas instituciones, la que no permitía a los estudiantes acceder a los buenos empleos (como argumentaron Sergio Urzúa y Arturo Fontaine).

El análisis de Schneider sugiere, en cambio, que el problema central puede estar en que el “capitalismo jerárquico”“no ha producido buenos trabajos, ni desarrollo equitativo y probablemente no los pueda producir por sí mismo”. Es decir, el problema no se debería (o no solamente) a que los jóvenes estén más o menos endeudados, mejor o peor preparados, sino que los trabajos para los que estudian no existen o son muy escasos.

“Hay una brecha entre lo que están estudiando los jóvenes y los trabajos que el sistema puede generar”, remarca Schneider. Dado que esa brecha no se ha cerrado, es razonable preguntarse por el destino que tendrá la enorme inversión en formación en capital humano que está haciendo Chile a través de la educación gratuita universitaria, o de programas como Becas Chile. ¿En qué van a trabajar todos estos jóvenes mejor preparados si, como dice Schneider, el modelo chileno probablemente “no pueda producir por sí mismo” mejores empleos?

Más aún, dado que Michelle Bachelet dijo en ICARE que un gran punto de acuerdo es adecuar la formación de los colegios e institutos a las

2 CAE: ¿Para qué sirve? La Carga Anual Equivalente es un valor único que representa el costo de un Crédito en

el lapso de un año. Este valor se expresa en un porcentaje, y fue creado para convertir los productos financieros en bienes fáciles de comparar para los usuarios.

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necesidades de la empresa, ¿qué van a enseñar las escuelas si las empresas no se mueven hacia actividades más complejas?

La trampa de la baja capacitación se agrava con la rotación en los empleos que caracteriza al mercado laboral latinoamericano. Schneider resalta que el promedio de permanencia en un empleo en el continente, es de tres años, en contra de los 7,4 años en los “tigres asiáticos”. La economista Kirsten Sehnbruch, del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales, aporta cifras peores: el 35% de los trabajadores chilenos cambia de empleo cada siete meses. Y saltan, en general, a una actividad distinta. No es mucha la especialización que se puede lograr así.

Todo esto lleva a considerar desde otra perspectiva el problema de la formación de la fuerza laboral que traba la productividad. No es sólo un problema con el que se encuentran las empresas, sino que ellas también han ayudado a generarlo.

Aunque Schneider reconoce que Latinoamérica ha cerrado algunas brechas macroeconómicas con el mundo desarrollado, y Chile ha sido bastante exitoso en ese plano, cree que el “capitalismo jerárquico” no puede por sí solo llevar a las empresas fuera de la “trampa de las bajas habilidades”. Por el contrario, Schneider explica que el boom de los commodities ha hecho que el modelo jerárquico se consolide sobre todo en el ámbito de las instituciones: grandes y poderosos conglomerados; un Estado replegado y débil; y una fuerza laboral atomizada, atada a malos empleos.

Por ello sugiere que llamar a países como Chile “emergentes” o “en desarrollo” da una falsa idea de que vamos cambiando hacia un modelo más productivo y equitativo cuando los datos que él observa indican que nuestro modelo está estabilizado. Schneider cree que para producir un cambio se requiere una política industrial: la intervención de los gobiernos para favorecer el desarrollo de actividades productivas más complejas que la explotación de materias primas.

-Es necesario algún grado de intervención política para moverse hacia un desarrollo más acelerado y equitativo -insiste.

Las dificultades que implica aumentar la productividad en Chile se aprecian mejor si se considera lo que los economistas llaman “la trampa del ingreso medio”. La mayoría de los países que han caído en esa “trampa” han salido de la pobreza haciendo algo bien: por ejemplo, explotando materias primas y aprovechando la competitividad que les da la pobreza, es decir, el bajo costo de la mano de obra. Pero a medida que el país crece y las personas mejoran su nivel de vida, el costo sube. Entonces, el país cae en la trampa del ingreso medio: no puede competir con los

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bajos costos de las naciones más pobres, pero tampoco ha logrado producir bienes complejos para desafiar a los más desarrollados.

Es decir, la productividad se ha gastado en el esfuerzo de moverse al status de clase media, dice Schneider en un reciente artículo en coautoría con Richard Doner (The Middle-Income Trap: More Politics than Economics). Dado que ni la teoría más salvaje propone mantener a la mayoría en la pobreza, la única vía de recuperar la productividad es dar un salto en qué se produce y cómo se produce. Un salto hacia la complejidad que para Schneider requiere de una política industrial.

Dar ese salto es extremadamente difícil. Los números son elocuentes. Un estudio del Banco Mundial indica que de los 101 países que eran de Ingreso medio en 1960, solo 13 se habían graduado como desarrollados en 2008.

El problema –estima Ben Schneider- está en que ese salto requiere de un enorme esfuerzo institucional. Según muestra la experiencia internacional, los países de ingreso medio gastan gran parte de su capital político en el esfuerzo de llegar a esa posición; y cuando necesitan dar el salto final, sus instituciones se han debilitado. Aunque Chile ha superado la barrera del ingreso medio (entre US$2.000 y US$11.000 per cápita) los problemas descritos parecen coincidir con las dificultades que enfrentamos hoy, como se verá a continuación.

EL ESTADO EN EL CORAZON DEL IPAD

“La política industrial está de vuelta. Muchos países la aplican y son

capitalistas”, dijo a CIPER, Ben Ross Schneider. Hasta mediados de los ‘90, la idea de que el Estado tuviera una participación activa en la producción, parecía haber quedado enterrada en la historia. Algunos hechos la resucitaron. Primero, que contrariando las recomendaciones neoliberales, algunas naciones pobres de Asia (Corea entre ellas) alcanzaron la cima del desarrollo con un Estado tan proactivo que determinaba incluso qué debían producir las empresas exportadoras. Segundo, la crisis mundial de 2008, donde el Estado debió salir al rescate de mercados que invirtieron miles de millones de dólares en bonos basura, hizo repensar las bondades del mercado sin control.

En estos últimos años, además, estudios centrados en entender cómo se produce la innovación han mostrado el positivo efecto del rol del Estado. Así, la importancia de la inversión pública ha ido apareciendo en los lugares más insospechados. Por ejemplo, en un Ipad, como ha mostrado Mazzucato.

Las estrategias que describe Mariana Mazzucato, pero sobre todo las que llevaron al desarrollo a Corea, son un tipo de política industrial que Schneider explica así: implican dirección estatal en los objetivos, apoyo

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financiero, medición constante de metas y, en muchos aspectos, coerción. Este último factor se omite cuando se cita a Corea y Finlandia como modelos a seguir. En su libro Capitalismo Jerárquico, Schneider argumenta que “una profunda consideración de las políticas industriales exitosas en el Siglo XX difícilmente puede ignorar esta característica coercitiva”. El ejemplo extremo es la marcha forzada de Corea al desarrollo, donde el dictador Park Chung Hee solía humillar en público a los dueños de las industrias coreanas que no cumplían con las metas.

Esta política está en el extremo opuesto de lo que en Chile se hace y se debate y que Schneider llama “política industrial pasiva”: generar un marco para el crecimiento pero no intervenir en lo que las empresas deben hacer. El citado FUT (Fondo de Utilidades Tributarias) es un buen ejemplo. La idea original era que el Estado renunciara temporalmente a una porción de los impuestos de una empresa a cambio de que esta los reinvirtiera. Pero dado que la ley no especifica un tipo de inversión, la señal de la autoridad es que resulta indiferente para el interés público si ese dinero se dirige a inversión tecnológica, a materias primas o a la especulación con el precio del dólar. Libres para decidir, las compañías encontraron más conveniente destinar más del 50% de esos ingresos a sociedades financieras y no a inversión productiva, según un estudio del ex director de Impuestos Internos, Michel Jorratt, situación que no cambió con la reciente reforma.

Hacer política industrial no es fácil, pues se trata de domar al mercado y además dirigirlo hacia un destino productivo. Schneider puntualiza que lo que llevó a que la política industrial se dejara de lado a fines del Siglo XX es que los estados carecen de información suficiente como para diseñar intervenciones adecuadas. Por eso su resurrección ha pasado por implementar sistemas de información más intensos, continuos y complejos entre Estado y empresas. En su libro Cuando los pequeños Estados dan grandes saltos (2012, Cornell University Press), el cientista político Darius Ornston, argumenta que para tener éxito tecnológico países como Irlanda, Finlandia, Dinamarca, Suecia y Corea recurrieron a formas muy dinámicas de corporativismo, que incluyen acuerdos entre empresarios, trabajadores y gobiernos.

Otra dificultad mayor es que un modelo como el coreano implica que el Estado elige a los ganadores. Samsung fue financiada y apoyada por fondos fiscales coreanos así como Toyota fue respaldada durante 20 años con inversión pública japonesa. En ambos casos los gobiernos eligieron a esas empresas y no a otras. Esa discrecionalidad, que puede tener razones técnicas, genera inevitable recelo.

En esta nota se ha preguntado por qué la Papelera no se transforma en Nokia, ¿pero sería aceptable que la Papelera, acusada de acordar con su

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competencia el precio del papel tissue durante 10 años, recibiera una fuerte inversión pública para transformarse en Nokia?

En su último libro, Schneider analiza un modelo que puede desplegarse tanto activa como pasivamente, dependiendo de las condiciones políticas de cada país: los consejos públicos-privados. En Argentina ese tipo de consejo fue crucial para desarrollar la industria vitivinícola en Mendoza. En Chile se hizo un intento con el Consejo Nacional de la Innovación para la Competitividad (CNIC), pero no prosperó. Creado durante el primer gobierno de Bachelet (2006), este organismo recibió el 3% del “royalty minero” con la tarea de desarrollar un plan y una estructura institucional para hacer inversiones en desarrollo tecnológico.

Schneider opina que el CNIC tuvo cierto éxito inicial determinando sectores en los que hacer innovaciones y colocando algunos recursos. Sin embargo, “el gobierno de Piñera, opuesto a una política industrial vertical, suspendió las actividades del CNIC y traspasó los recursos a educación”.

Lo ocurrido con el CNIC muestra que las políticas industriales requieren un liderazgo que las impulse y también de acuerdos nacionales. Las mejores políticas –afirma Schneider- no pueden progresar mucho si no están alineadas con los intereses y visiones de otras instituciones (Poder Legislativo) o con las organizaciones de los grupos de poder (partidos, asociaciones empresariales y redes). Más aún, dada la posición privilegiada que tienen las grandes empresas en muchos sistemas políticos latinoamericanos, al intentar fijar una política global los gobiernos deben tomar muy en cuenta las preferencias y capacidades de estas empresas.

En un escenario donde las personas desconfían de las relaciones entre políticos y empresarios aplicar estas políticas es muy difícil. Aludiendo a ese problema. Bachelet dijo en ICARE: “No es tiempo para sospechas, es tiempo para el encuentro de los compatriotas. Quienes siembran desconfianza no solo le niegan a Chile lo que más necesita, sino que cosecharán mas desconfianza aún”.

En su análisis, Schneider también opina que la confianza es clave. Pero al mismo nivel ubica otro requisito: que los actores cambien su forma de actuar. Schneider argumenta, por ejemplo, que la credibilidad de los consejos públicos privados depende de que los acuerdos sean respetados por todos. Si una empresa se salta los acuerdos y obtiene beneficios para sí misma (como SQM que logró una norma tributaria de la que se benefició solo ella), la credibilidad del consejo se desploma.

La sugerencia de Schneider sobre este punto es: el prestigio de las políticas industriales depende de que se altere la forma en que el poder económico normalmente garantiza resultados favorables para sí mismo. Esto es, que cambie la forma en que se financian las campañas políticas y se usa el lobby para influir en la política económica.

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-En el contexto de los casos de corrupción que se han descubierto en Chile en los últimos años, ¿es posible pensar en hacer una política industrial? ¿No será necesario que la justicia limpie primero -Históricamente la política industrial, incluso la que ha sido muy exitosa, como en Corea y Japón, ha estado acompañada por mucha corrupción. El punto importante es que la corrupción no se instale en el área de la política industrial. Y eso es posible de conseguir: incluso en el caso del escándalo de Lava Jato en Petrobras, otras partes de Petrobras han promovido el desarrollo local. El punto es que, al mismo tiempo que una parte del gobierno lleve adelante una política industrial en serio, otras partes sean competentes persiguiendo la colusión y la corrupción. * Esta entrevista es parte de una serie de diálogos con investigadores como Mariana Mazzucato, “RM Phillips Professor” en Economía de la Innovación en la Universidad de Sussex (ver entrevista en CIPER) y Ha-Joon Chang (Universidad de Cambridge) que busca ampliar el debate actual de por qué Chile crece poco y que vías hay para enfrentar ese problema.

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

Los trabajadores deben elegir a quienes los representen

verdaderamente, es decir, es imperioso un sindicalismo de clase.

Las listas disputan los votos de los 340 mil trabajadores que aportan cerca de 3 mil sindicatos. A esto se suman los trabajadores públicos, que aportan otros 320 mil a través de la Anef y los distintos gremios de la salud.

Las elecciones de la CUT se realizarán el próximo 25 de agosto. Los candidatos son: Arturo Martínez (PS), Barbara Figueroa (PC),

Nolberto Díaz (DC) y Andrés Giordano (Independiente). Aparte de la disputa dentro de la Nueva Mayoría, otro deja vu de las

elecciones del 2012 son las dudas hacia la transparencia del padrón electoral. Hasta el cierre de esta edición este aún no se entregaba, lo cual está contemplado en los estatutos: el Colegio Electoral tiene como último plazo el 21 de agosto, cuatro días antes de la elección. El órgano electoral está conformado por 15 consejeros nacionales, la Secretaría General y la Secretaría de Organización de la CUT, lo que también despierta suspicacias: el secretario general es Arturo Martínez, quien es a la vez candidato, y el secretario de organización es Guillermo Salinas, pareja de Bárbara Figueroa e influyente figura para el sindicalismo del PC.

A continuación, las definiciones de los principales candidatos:

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Andrés Giordano, (IND) presidente del Sindicato Starbucks: “Queremos romper con la lógica de los consensos con los partidos de gobierno”

“Esencialmente, el diagnóstico que tenemos es sobre el modelo de sindicalismo que construyó el plan laboral de la dictadura y se continuó en democracia. Tiene que ver con una CUT construida por y para los partidos, primero el PS y el PC. Hoy la CUT está oxidada y ha llevado al mundo de los trabajadores a distintas derrotas. Queremos romper con la lógica de los consensos con los partidos de gobierno, que se ha dado en las últimas décadas, salvo en el gobierno de Piñera. Somos muy críticos de este estilo de conducción que nada tiene de autonomía, contraviniendo a los principios básicos del sindicalismo. Y no es sólo hacia afuera, el modelo interno de trabajo es una CUT antidemocrática, verticalista, que no es participativa. Hay muchas decisiones que ni siquiera pasan por el consejo de la CUT, mucho menos por las bases. Queremos convocar a un congreso refundacional, y un principio importante es el del voto universal”. Nolberto Díaz (DC), actual vicepresidente CUT: “Nuestra expectativa es ganar”

“Lo que hemos hecho es colaborar lealmente con la CUT desde su fundación. La nuestra es una lista amplia, unitaria, autónoma, que busca sobre todo la unidad del movimiento sindical, pero sobre la base de la autonomía de los gobiernos y partidos. Nuestro principal propósito es terminar con el plan laboral y poner fin a las AFP. Valoramos la presencia de otras listas, nos habría gustado formar algo mucho más unitario. No nos cerramos a la posibilidad de trabajar a futuro. Tenemos un desafío: hacer crecer la CUT, y eso pasa por hacer que mucha gente que se apartó durante los últimos años vuelva a la CUT.

Requerimos la unidad del movimiento sindical y para eso se necesita generosidad, porque cuando uno ve los debates se hace más acento en lo que nos separa que en lo que nos une, que en la reforma laboral o en el fin de las AFP es mucho más. Nuestra expectativa para las elecciones es ganar, por supuesto”. Bárbara Figueroa (PC), va por la reelección: “No pretendemos hegemonizar el Consejo Nacional” “No vamos a la reelección: vamos a la competencia, a disputar la CUT. En el marco del proceso que se ha desarrollado en los últimos 5 años, con una estrategia sindical que puede ser más o menos valorada, hemos logrado un reconocimiento de la CUT que es muy importante para poder seguir posicionando al sindicalismo como un actor que permita que se consoliden los cambios en Chile. Asumimos este desafío no sólo como reafirmar una conducción, sino principalmente ser contribuyentes a un proceso de incidencia del mundo sindical en pos de los

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cambios que Chile se ha planteado para este periodo. Se pueden elegir 45 consejeros, pero lo más probable es que presentemos una lista más acotada para dar la señal de que necesitamos de todas y todos, de que no pretendemos hegemonizar el Consejo Nacional ni buscar un control absoluto, sino que desde una contribución diversa avanzar” Arturo Martínez (PS), ex presidente CUT 2000-2012: “Todavía puedo seguir aportando”

“Nosotros no andamos buscando diferenciarnos de nadie, nosotros apostamos y hemos apostado siempre por un sindicalismo de base, creemos que es necesario tener un sindicalismo mas autónomo, mas independiente, que si bien tiene una visión política del país, pero no se casa con ningún partido ni credo religioso. La CUT tiene que liderar o ser parte importante en el proceso de cambio que el país necesita. no puede estar afuera de ninguna accion, no podemos ni debemos ni se justifica que no estemos en la pelea contra la AFP.

El sindicalismo tiene sus problemas. Tenemos una ley laboral muy mala pero también hay una forma de hacer sindicalismo que no ha ha logrado reencantar a los trabajadores. Y uno tiene que hacerse cargo de eso, pero uno solo no es el que hace sindicalismo, uno hace todo lo que puede. Yo creo que todavía puedo seguir aportando desde donde quede. Yo no estoy postulando aquí a la presidencia, yo estoy postulando a salir entre los 45 dirigentes elegidos. Yo no soy de esos dirigentes que anda a atacando a otros, yo los respeto a todos”.

País Desconcertado 05.08.2016. La batalla por la multisindical: Quién es quién en las elecciones CUT 2016. Por Antonia OrellanaSíntesis

[Nota de ELCH: Hemos tomado este artículo en su cuasi totalidad. ]

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Por una CUT de lucha, democrática y con unidad desde la base

Miércoles 10 de agosto

Mundo Obrero Chile ELECCIONES CUT

¿Cuáles son los ejes principales de la novedosa lista Alternativa Obrera?

Este próximo 25 de agosto se realizarán nuevas elecciones de la

Central Unitaria de Trabajadores, principal organismo de trabajadores que actualmente está siendo bastante cuestionado debido al rol de sus direcciones. Sin embargo, este año se presenta una alternativa que se propone recuperar la Central para los trabajadores.

La lista Alternativa Obrera, integrada por Edward Gallardo, minero, dirigente de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC) y del Sindicato SCM, división El Teniente de Rancagua; Simón Bousquet, presidente del Sindicato GAM (Centro Cultural Gabriela Mistral); y Antonio Páez, secretario general de Starbucks, plantea una opción totalmente diferente a lo visto en las elecciones de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores).

Dentro de sus principios fundamentales, los trabajadores y dirigentes sindicales de base aseguran que “conquistaremos nuestras demandas sólo con fuerza de la organización, lucha y movilización desde las bases. No será con lobby parlamentario”, enfatizan, criticando a las actuales direcciones de la Central, que son parte del gobierno de la Nueva Mayoría, y que han jugado un paupérrimo rol de dirección, sin ponerse a la altura de las exigencias de la clase trabajadora del país y cediendo en todo momento al gobierno y empresarios.

“Luchamos por Pliego Único de Demandas y Plan de lucha y movilización, con paros activos y no testimoniales, con asambleas y organización desde las bases. Una CUT que organice a la juventud y la mujer trabajadora, a inmigrantes y precarios, que sea protagonista en la articulación de una fuerza de millones en las calles, como una herramienta de organización de los trabajadores y del pueblo”, aseguran en su programa oficial.

Los dirigentes se proponen 1) democratizar la CUT. “Denunciamos el voto “ponderado” que les da

poder a los dirigentes sobre las bases. Exigimos el voto universal ahora. No más burocracia en la Central. Luchamos por la democracia de los trabajadores, unidad desde las bases y auto-organización, con asambleas, comités y delegados. Que los dirigentes sean revocables y mandatos por su

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base, que trabajen y no tengan privilegios”, como también se plantean luchar por un “congreso refundacional de la CUT”.

2) Unidad de la clase trabajadora, estudiantes, mujeres, pobladores y pueblos originarios. “Nuestras demandas enfrentan los mismos enemigos: empresarios y gobiernos. Debemos levantar una central que apoye activamente y sea protagonista de estas luchas hasta la victoria”.

3) Solidaridad con las luchas internacionales y por la unidad de los trabajadores del mundo. “Unidad con los inmigrantes y por una CUT que apoye y solidarice con las luchas de la clase obrera internacional: como la represión que sufren los maestros en México, o en Francia contra la reforma laboral”, aseguran los trabajadores.

En cuanto a sus principales reivindicaciones, la lista Alternativa

Obrera se propone luchar por los siguientes ejes clave: 1) salario mínimo de $400.000, acorde a la canasta familiar; 2) fin al subcontrato, paso a planta de las y los trabajadores; fin a las

AFP y las pensiones de hambre, “estamos por un sistema público solidario que asegure pensiones que correspondan al sueldo mínimo acorde a la canasta familiar, gestionado por sus trabajadores”;

3) fin al Código Laboral de la dictadura y la reforma laboral pro-empresarial;

4) renacionalización de los recursos naturales bajo control de los trabajadores;

5) negociación colectiva por rama, y derecho efectivo a la huelga; 6) ¡Abran paso a las mujeres trabajadoras! “Luchamos por

Comisiones de Mujeres en los sindicatos. Sala cuna en los lugares de trabajo. Fin al abuso laboral. Igual trabajo igual salario”; y

7) por los derechos de la juventud trabajadora. Los trabajadores y dirigentes sindicales que componen dicha

alternativa se proponen recuperar la Central realmente para los trabajadores, acabando con las cúpulas y privilegios burocráticos que existen hoy en día en el organismo. Pretenden que la CUT pase a ser una verdadera herramienta de lucha y reivindicación de la clase trabajadora del país, con total independencia de los gobiernos patronales y los empresarios, recuperando el “espíritu de la Foch (Federación Obrera de Chile) de Luis Emilio Recabarren y la CUT de Clotario Blest”, afirman.

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ELECCIONES CUT. 10 de agosto

Una alternativa obrera y dirigentes para los trabajadores Javiera Márquez. Santiago de Chile

La Izquierda Diario conversó con el candidato a presidente a las

elecciones CUT por la lista Alternativa Obrera, Edward Gallardo Basay, dirigente nacional de los trabajadores contratistas del cobre, nos habló de su origen, de sus impresiones del momento político y de los desafíos que tiene la clase trabajadora. http://www.laizquierdadiario.cl/Elecciones-CUT-Un-dirigente-para-la-clase-obrera?id_rubrique=1201

¿Qué es lo que los motiva a presentarse a las elecciones? Si bien, la Central sufre de un descrédito importante, quienes la han

llevado a esa situación por su ausencia en los grandes conflictos, o por actuar como voceros del gobierno y los empresarios, son los dirigentes burocráticos que la encabezan. Por eso como Consejero Nacional CUT, he sido muy crítico del rol que ha cumplido la conducción.

Nos motiva ver que miles de trabajadores están alzándose en huelgas y paros, pero que no encuentran a la mano una estrategia de independencia política de clase, ni un llamado de unidad, que les muestre que cada derecho ha sido fruto de una lucha. Pensamos que la crisis de la CUT no se resuelve en estas elecciones, pero sirve para mostrar una alternativa a miles de trabajadores que están expectantes, a quienes los invitamos revisar nuestro programa y a impulsar esas luchas.

¿En qué contexto se presenta un minero a las elecciones CUT? Los empresarios con la colaboración de la burocracia sindical han

puesto a los trabajadores en un momento defensivo. La baja del precio del cobre ha sido una excusa para desarmar organizaciones sindicales y de este

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modo debilitarnos frente a los empresarios en el contexto de la reforma laboral anti obrera.

Desde que la cúpula del PC en la CTC, llamó a confiar en el protocolo de Acuerdo que propuso Codelco, desmovilizando con las manos vacías y miles de despedidos, de pases bloqueados y con el trabajador Nelson Quichillao asesinado por Fuerzas Especiales, desde entonces, el mango del sartén lo tiene el mundo empresarial.

En un par de años los miles de despidos en la minería y las condiciones laborales empeoran, pero no mejoran los salarios. En mi caso, tuvimos que dar una dura batalla por mi reingreso a faena y del presidente del Sindicato, Daniel Vargas tras la derrota en la lucha por el Acuerdo Marco con Codelco del 2015. Pero no estábamos dispuestos a adaptarnos a estar fuera como muchos dirigentes sindicales, nuestro lugar está en la faena. Y recién hace unas semanas logré ingresar y la empresa se vio obligada a recibir también a Daniel.

Sin embargo, creo que el descrédito de las instituciones, el desfalco de los aportes reservados de Codelco a las Fuerzas Armadas y el escándalo de las pensiones, hacen que este equilibrio a favor de la patronal sea frágil. Así lo demostramos miles de trabajadores y nuestras familias el 24 de julio, en la marcha contra las AFP.

¿Desde tu experiencia como dirigente sindical, qué crees que puedes aportar en estas elecciones?

Creo ser parte de la construcción de un movimiento obrero de base,

desde hace 21 años y hasta el día de hoy no deja de conmoverme el constituir sindicatos. Ver ese triunfo en los ojos de los trabajadores contra todas las trabas que impone el código laboral, es algo que siempre motiva. Soy lo opuesto a los dirigentes burocráticos que he conocido de cerca, que no tienen sindicatos, que se acomodan en algunos o los inventan para mantener cargos; al contrario, yo he contribuido a trabajadores de carne y hueso a organizarse y es ahí donde pertenezco.

He encabezado junto a compañeros de base procesos de lucha importantes en muchos sindicatos pequeños y grandes, huelgas largas tal y como contra el grupo Angelini, financista de políticos o contra Anglo Américan en la lucha por el Acuerdo Marco.

No me interesa ser reconocido por burócratas sindicales, pero me reconforta ser reconocido por trabajadores y dirigentes de base en el país, muchos fuera de la CUT, porque he estado donde las papas queman. Ahí está mi aporte, la experiencia en la lucha de clases en base a la estrategia que abrazo, de independencia política de clase, por los intereses de los trabajadores. Considero que me he forjado como un dirigente de la clase

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obrera, a la que llamo a confiar únicamente en sus propias fuerzas y que solo encuentre alianza en otros sectores oprimidos y jamás en gobiernos, empresarios y sus políticos en un parlamento corrupto.

¿Qué les dirías a los trabajadores en general en estas elecciones?

Que las luchas de los últimos años de trabajadores y estudiantes pusieron en evidencia que este régimen está hecho a la medida de los empresarios y sus políticos. Por esto es que debemos impulsar la unidad con los estudiantes para golpear juntos y derribarlo. Necesitamos volver a Recabarren y Clotario. Para ello necesitamos refundar lo que fue la Central Única de Trabajadores. Debemos poner los recursos natrales y nuestra producción al servicio de los rabajadores y el pueblo. Eso nos ha enseñado la historia, son aquellas lecciones las que nos impulsan a levantar esta alternativa, obrera, de base, de lucha y combativa. A ésta les invitamos a conocer y adherir.

NUESTRA AMÉRICA

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

03/07/2016

Bolivia: Los desafíos del escenario post referéndum Hugo Móldiz Mercado, PIA/La Epoca.- Nuestra America

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Bolivia ha cambiado radicalmente en diez años: cuenta con un modelo económico con capacidad de generar excedentes y redistribuirlos en beneficio de la sociedad a través de distintos mecanismos; en los últimos tres años (2013-2015) ha alcanzado el primer lugar en crecimiento económico en la región sudamericana y el segundo en América Latina; de un poco más de diez millones de habitantes cerca de dos millones de personas han salido de la extrema pobreza, y un millón han pasado a su condición de “clase media” [1]; registra una ampliación de la democracia en la que le gente ya no sólo vota sino que también elige (antes al presidente lo designaba el Congreso), participa y decide; y, finalmente, existe un proceso inocultable de ampliación de derechos ciudadanos y comunitarios.

Sin embargo, aunque no con la misma intensidad ni con igual peligro, la Revolución Democrática y Cultural liderada por el presidente Evo Morales también atraviesa un momento difícil y la continuidad del proceso más profundo de la historia de este país, enclavado en el corazón de Sudamérica, ya no cuenta con las mismas garantías con las que contaba hasta 2014.

¿A qué se debe el hecho de que la continuidad de la revolución boliviana, con horizonte emancipador socialista comunitario, esté seriamente amenazada a poco más de tres años de que concluya el mandato constitucional del líder indígena campesino?

Está claro que no hay una sola causa. Parafraseando a Marx quizá sea oportuno subrayar que la realidad es la síntesis o expresión de múltiples determinaciones y no de una sola. En las próximas líneas intentaré sintetizar las causas que explican el estado de la situación del proceso político boliviano.

Elementos externos Si analizamos los factores externos, Bolivia no es una isla como para

estar al margen de los efectos provocados por la contraofensiva general del imperialismo estadounidense y las oligarquías locales en su objetivo de restablecer su control de América Latina. Contraofensiva que tiene como condición sine qua non la expropiación para beneficio de las transnacionales de los recursos naturales estratégicos de la región, fortaleciendo su estrategia de contención de China y de Rusia en el tablero mundial en disputa.

La contraofensiva imperial no es nueva. Sus orígenes se remontan casi a fines del siglo XX en clara y abierta reacción a la primera victoria de la izquierda en las urnas en medio del universo capitalista –salvo la heroica resistencia cubana en América Latina– en la que se apreciaba, sin embargo, un prematuro desgaste y fracaso del modelo neoliberal. El triunfo de

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Chávez en Venezuela en 1998 marcaba no sólo el punto de inflexión del consenso de Washington, sino el inicio en la constitución de gobiernos progresistas y revolucionarios en América Latina.

En dieciséis años, los gobiernos revolucionarios de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, pero también los gobiernos progresistas de Brasil, Argentina, Honduras y El Salvador han enfrentado, en distinto grado, un sistemático acecho de las fuerzas oligárquico-imperiales con algunas o todas las facetas de la guerra no convencional: boicot económicos; campañas de desabastecimiento; asesinato de dirigentes políticos y sociales; amenazas de ruptura constitucional y de división territorial; subversión ideológica a través de ONG con financiamiento norteamericano directo o vía algunas redes europeas; cerco mediático; e intentos de magnicidio. Lo que ha cambiado desde el 5 de marzo de 2013 (tras la muerte del Comandante Chávez) es un incremento de la ola contrarrevolucionaria contra los procesos de cambio que hasta ahora ha desplazado del gobierno al “kirchnerismo” en Argentina, y ha derrocado por la vía de un golpe congresal a Dilma Rousseff en Brasil.

Sin embargo, a pesar del cambio de las relaciones de fuerza y la difícil situación en la región, los gobiernos revolucionarios de Bolivia, Venezuela y Ecuador cuentan todavía con un capital político que abre la condición de posibilidad de resistir y revertir el complejo momento al que se enfrentan, cada cual en sus especificidades. Esto quiere decir que la derrota del “chavismo” en las legislativas de diciembre de 2015 y de Evo Morales en el referéndum del 21 de febrero de 2016 para abrir la Constitución y posibilitar una nueva repostulación en diciembre de 2019, así como la forja de una candidatura presidencial de Alianza País sin Rafael Correa en Ecuador, no implican automáticamente la cancelación de estos procesos revolucionarios ni mucho menos victorias estratégicas de la derecha y el imperialismo. No lo son porque, a diferencia de los países en los cuales se instalaron gobiernos progresistas, en Bolivia, Venezuela y Ecuador se produjeron revoluciones en las que se materializó el desplazamiento de un bloque de poder por otro, en las que se registró un cambio parcial en el sistema de creencias legado por el neoliberalismo y en las que se fue construyendo una nueva institucionalidad estatal. Todo esto les da a los gobiernos revolucionarios la condición de posibilidad de revertir el mal momento.

También es prudente anotar que el imperialismo y la derecha boliviana han desplegado con éxito una estrategia subversiva para el referéndum del 21 de febrero. Si bien la victoria fue pírrica, no menos cierto que encontraron al gobierno del presidente Evo Morales en un momento complejo y, a través de un método distinto respecto de los que usaron en diez años para derrotar al proceso de cambio, lograron su objetivo. Contra

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la revolución boliviana se desató la llamada Guerra de Cuarta Generación en base a una “novela” [2] bien construida que logró afectar la imagen, hasta ese momento intocable, del líder indígena Evo Morales. En una década no pudieron con la guerra económica, la guerra política, las batallas electorales y la guerra militar, pero obtuvieron lo que querían –evitar la aprobación de la modificación de la CPE para una nueva repostulación en las elecciones del 2019–, sobre la base de una estrategia de mentira, manipulación y miedo, y con las armas de los medios de comunicación y las redes sociales que el gobierno había subestimado.

Desafíos venideros ¿Ahora bien, desde dónde entender las dificultades por las que está

atravesando la revolución boliviana? La respuesta a la interrogante la desarrollaré incidiendo más en los desafíos que en el análisis de las causas. Esto no quiere decir que se haga vista gorda de las causas, sino que ellas están implícitas en el desarrollo de las tareas que la revolución boliviana deberá encarar.

Un primer factor a resolver es el restablecimiento del equilibrio o la “relación de correspondencia armoniosa” entre la Sociedad Política y la Sociedad Civil, es decir entre la dominación y la hegemonía. A diferencia de la primera gestión (2006-2009) donde incluso se enfrentaron amenazas reales de golpe de Estado, fractura territorial a partir del control de la ultraderecha de cinco de los nueve departamentos del país e intento de magnicidio, la revolución boliviana refleja en los dos últimos años un peligroso desencuentro entre el Estado y la sociedad, más por debilidades y errores del bloque en el poder y los movimientos sociales que por aciertos y fortalezas de la oposición de derecha.

Las relaciones de dominación, que existe en cualquier tipo de Estado, se construyen desde el Estado mismo a través de su aparato estatal y sus mecanismos institucionalizados. La hegemonía se construye y se amplía desde la sociedad. En ambos planos –Estado y sociedad– se producen relaciones de fuerza que definen el curso histórico de los procesos en marcha. Esa es una realidad teórica y práctica irrebatible.

Desde esa perspectiva, hay coyunturas en las que el predominio de la dominación es mayor a la hegemonía, pero es particularmente preocupante cuando se le otorga al Estado el papel de sujeto y, por tanto, de único organizador de la hegemonía en la sociedad. Es preocupante porque por lo general, como dice Álvaro García Linera, el Estado tiende a la concentración y monopolio de decisiones, mientras la sociedad tiende a una mayor democratización de las decisiones cuando hay sujeto histórico que la dirige.

En la coyuntura política boliviana, debido a cierta “fetichización del poder”, quizá más en la sociedad otrora conducida por la fuerza

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organizadora y movilizadora de las organizaciones sociales pero también en ciertos niveles del Estado, lo que se observa es la disminución o quizá aún pérdida en la capacidad de dirección de los llamados a construir hegemonía. Es decir, aquel bloque indígena-campesino-obrero y popular que ya era dirección antes de ganar las elecciones de diciembre de 2005 y luego dominante después de desplazar del poder al viejo bloque oligárquico-burgués vinculado al imperio, ha dejado de ser tal y lo que produce es un vacio de dirección en la sociedad, dando paso al surgimiento y desarrollo de una corriente contrahegemónica conservadora contraria al proyecto emancipador de horizonte poscapitalista.

Un segundo factor, causa y efecto del primero, que de manera urgente deberá resolver la revolución boliviana es la reconstitución del sujeto histórico que hizo posible resistir y derrotar al neoliberalismo y abrir la experiencia revolucionaria más profunda de la historia de este país. Ese sujeto indígena-campesino-obrero y popular no existe en la Bolivia de hoy. Por diversas razones que van desde la “ilusión” de “tomar el cielo por asalto” hasta el retorno a sus intereses corporativos de corto plazo, pasando por la “fetichización” o “enajenación” del poder, los movimientos sociales, particularmente urbanos, han abandonado sus intereses estratégicos de largo plazo y, por tanto, su visión universal.

Cuando eso sucede, el “sentido común” en torno al cual se articulan las luchas, resistencias y avances del bloque de las clases subalternas elevadas a la condición de bloque en el poder, se debilita y corre el riesgo de fragmentarse de manera irreversible. Es decir, se producen varios “sentidos comunes” particulares, de corto alcance y muchas veces en contradicción con los otros hasta el punto que pueden llegar a ser antagónicos.

El sujeto histórico se constituye en la lucha, no está predestinado ni mucho menos se configura en la pasividad. El nivel de conciencia para enfrentar las tareas que requiere el momento histórico, en la laboriosa e irrenunciable misión de construir una nueva sociedad, se adquiere o no en dependencia del papel protagónico o no que se tenga en la lucha cotidiana. El sujeto histórico no sólo existe cuando resiste, sino cuando resiste en articulación con otros sectores sociales desde una perspectiva nacional, y cuando encarna la agenda o programa del cambio. Resistir-construir-resistir es un triángulo permanente en la lucha contra el capital y en el desafío de edificar una sociedad más allá del capital.

Desde esa perspectiva, en Bolivia el bloque social que hizo posible esta revolución ha alcanzado peligrosos niveles de pasividad. Es decir, ha pasado de ser constructor de su propia historia a constituirse en actor pasivo de lo que se hace o no desde el Estado. Esa pasividad y retorno a los intereses particulares denotan un retroceso en el nivel de conciencia y expresan un proceso destituyente del sujeto histórico. Habida cuenta de la

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objetiva subsunción real y formal al capital en la globalización capitalista de hoy, cuando se produce ese retroceso, esos hombres y mujeres adquieren solo la condición de “capital variable” y no de sujetos históricos de una revolución poscapitalista.

Un tercer factor es lograr un “desdoblamiento articulado del sujeto histórico”. Esto significa que el bloque indígena-campesino-obrero y popular se piense asimismo y se comporte en su doble condición:

Por un lado, como “bloque en el poder político del estado” y que, por tanto, con la enorme responsabilidad de ser portador de una concepción universal del Estado y de representar el interés general de todos y todas, de superar sus visiones corporativas o sectoriales al momento de diseñar y aprobar las políticas públicas y de generar las condiciones institucionales necesarias para una efectiva participación en la construcción del poder. El sujeto histórico es el más interesado en alcanzar niveles de eficiencia y productividad en la gestión de las empresas públicas, pues de ello depende asegurar la generación de excedentes para su redistribución por diversos mecanismos.

Por otro lado, como protagonista o actor político y social estratégico en la construcción de la hegemonía entorno al horizonte de visibilización del proyecto histórico. Este bloque entonces deber ser portador de una visión universal del mundo y de un “sentido común” que articule a los “otros sentidos comunes” de los pueblos que apuestan, desde distintos niveles de desarrollo de la conciencia social, a la superación de las relaciones antagonizadas y de subordinación creadas por el capital. Como reflexiona Gramsci en sus escritos, la construcción de hegemonía es incorporar de los otros aquellas ideas que no alteren o cambien el rumbo del proyecto que se está ejecutando.

El sólo comportarse como bloque en el poder político lo enajena y lo separa de la sociedad en la que también se libra la disputa contra el sistema de creencias del capitalismo, lo cual le deja abierto un espacio a las fuerzas conservadoras para reagruparse y construir condiciones de un proyecto contrahegemónico al que se tiene desde 2006. Asimismo, el sólo comportarse como actor político y social estratégico, sin ninguna participación en las estructuras estatales o niveles de decisión, abre un camino para el desarrollo de las corrientes oportunistas generalmente hábiles para penetrar en las altas esferas, pero también empuja al actor político a migrar o refugiarse progresivamente en sus intereses corporativos de corto plazo.

En ese sentido, un correcto y adecuado “desdoblamiento articulado del sujeto histórico” implica estar con la iniciativa estratégica ininterrumpida y de cambiar la lógica conservadora del poder, pues eso

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conduce “desde arriba” y “desde abajo” a la construcción de un poder radicalmente distinto del que hace gala el capital.

En cuarto lugar está el desafío de lograr un equilibrio entre la gestión y el trabajo político desde el Estado y mejor aún desde fuera del Estado. No cabe la menor duda que Evo Morales ha cambiado radicalmente Bolivia pues ha logrado materializar las agendas pendientes de los siglos XIX y XX, y encarar la agenda del siglo XXI. No hay antecedentes de un impulso tan fuerte al proceso de modernización del país y al mismo tiempo de ampliación de derechos colectivos y de construcción plurinacional.

Sin embargo, los resultados de la gestión, altamente valorados por la población, no se traducen ahora por efecto automático en un incremento de apoyo político al gobierno, en intención de voto por el MAS y mucho menos en una toma de conciencia de que sólo un proceso con horizonte socialista y comunitario ha sido capaz de lograr cosas que no se hicieron o quedaron pendientes desde la fundación de la república y además garantizar futuro de país. Las grandes y pequeñas obras que el Presidente Evo Morales presenta todos los días fueron una novedad ampliamente valorada hasta el 2014 que sí se traducía en votos y apoyo político, pero ahora no sucede lo mismo. La gente piensa que es una obligación del Estado hacer lo que se hace y son los jóvenes los que más ignoran lo mucho que se ha tenido que luchar para hacer posible este proceso de cambio.

Un quinto desafío es acelerar la construcción de la institucionalidad estatal plurinacional. Con la nueva Constitución Política del Estado, surgida desde el proceso constituyente, se ha registrado un cambio parcial de la organización del Estado. Desde concebir a los “poderes” como “órganos” –pues el poder es único y reside en el pueblo-hasta cambiar los nombres del Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral. La revolución ha empezado a “bañar” todos los ámbitos de la realidad con su “sentido común” entre 2009 y 2014. Pero la tarea ha quedado inconclusa pues la dinámica, la técnica, muchas normativas y la lógica de la vieja estatalidad todavía se mantienen inalterables. Además de haber incorporado lo “plurinacional” en las diferentes instancias del Estado, lo que no es poco desde lo simbólico y político, todavía queda mucho por cambiar y reformar el estado.

Uno de los rasgos centrales de la tarea pendiente en términos de construcción de la estatalidad es que el nuevo bloque histórico –entendido como aquellos intelectuales y técnicos que organizan la administración pública y representan el vínculo entre la estructura y la superestructura-, encuentra resistencia y veces sabotaje en el viejo bloque histórico. Este fenómeno es comprensible pues le ha tocado incluso a las revoluciones cuya vía para la “toma del poder” fue por la violencia revolucionaria apelar a los burócratas del viejo estado. Desde la revolución bolchevique hasta la revolución cubana al principio se ha tenido que recurrir a intelectuales y

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técnicos de gobiernos del pasado para administrar el estado. Y los tiempos políticos en revoluciones surgidas desde la lucha electoral son mucho más largos y llenos de complicaciones, aunque el mismo tiempo complejos por la exigencia rutinaria de corto plazo de revalidar su legitimidad en las urnas cada cinco años. Y en Bolivia ha sido aún mucho más complejo debido a una población mayoritariamente excluida de la educación y una intelectualidad altamente funcional al viejo orden. Pero a diez años de iniciado el proceso de cambio, no contar con cuadros políticos y técnicos con capacidad de conducir las distintas instancias del Estado Plurinacional refleja una gran debilidad.

Entonces, llevar adelante una nueva estructura de los “órganos” del Estado y terminar de desplazar a la burocracia de la vieja estatalidad para sustituirla por un nuevo bloque histórico, es una tarea central desde la perspectiva revolucionaria boliviana.

Finalmente, un sexto factor a resolver favorablemente a la revolución boliviana, que también es una tarea pendiente para las revoluciones del siglo XXI, es encontrar la fórmula para trascender la camisa de fuerza que representa la democracia representativa y que subsume las ricas y dinámicas democracias directa y participativa-comunitaria que han sido incorporadas a la Constitución Política del Estado por el sujeto constituyente (sujeto histórico) en el marco del proceso constituyente.

El reconocimiento de las democracias directa, participativa y comunitaria como espacios de constitución, organización, toma de conciencia y movilización del sujeto histórico de las revoluciones posliberales y poscapitalistas, no implica que la democracia representativa haya dejado de ser el espacio principal de disputa entre la dominación y la emancipación. Esto no es malo en sí mismo, pero tampoco se debe perder de vista que en esa disputa las fuerzas sociales antagónicas e interesadas en establecer su visión de organización de la vida social no ingresan al campo de batalla en las mismas condiciones. Las fuerzas revolucionarias deben hacer mayor esfuerzo por conocer y manejar mejor las reglas de una democracia forjada a imagen y semejanza de la burguesía, pero también para no ser atrapadas por su tendencia enajenante. En realidad, se debe aprehender la democracia representativa para luego transformarla radicalmente como espacio de concreción de las otras democracias.

Dos son los rasgos centrales de la democracia representativa bajo conducción liberal-conservadora: por un lado, la de producir una línea de separación entre gobernantes y gobernados a partir de los intereses de clase, lo que en Bolivia implicaba hasta antes del gobierno de Evo una racialización del poder y de la lucha de clases. Por otro lado, el mecanismo de la alternancia –prejuicio liberal que incidió en algo en el resultado del 21 de febrero- y no de la alternativa. Durante dos décadas en Bolivia la

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alternancia se dio entre los partidos políticos de la misma alternativa: el neoliberalismo.

Entonces, desde una perspectiva revolucionaria el desafío es cómo las democracias participativa, directa y comunitaria se proyectan a través de la democracia representativa. Esto quiere decir que el sujeto histórico debe producir siempre su condición de mayoría social, de mayoría política y de mayoría electoral aún antes del ritual del sufragio. Y esa su condición lo hace construyendo hegemonía en la lucha con ideas para la profundización del cambio, propuestas, estrategias, caminos, etc.

La revolución boliviana cuenta, para enfrentar esos desafíos y rectificar los errores y equivocaciones cometidas, con un líder extraordinario, Evo Morales, quien forma parte del triángulo victorioso –fuerza organizada del pueblo, líder y proyecto alternativo- que se requiere para avanzar. El imperialismo no hace sino su tarea, intentando derrotar y destruir nuestros procesos, nunca dejará de hacerlo. La tarea nuestra es hacer un balance lo más objetivo de lo que hicimos en diez años de revolución para enmendar lo que está mal, consolidar lo que estamos haciendo bien y construir una nueva subjetividad convertida en fuerza material revolucionaria para seguir el camino victorioso de la emancipación. 1 La definición de “clase media” debe der debatida en la izquierda, particularmente en los gobiernos revolucionarios y progresistas. Sin negar que se haya ampliado esta clase media, se corre el riesgo de confundir mayores ingresos para los trabajadores con su “traslado” a otra clase social. Quizá sin darnos cuenta lo que hacemos es ideológicamente convertir a trabajadores que tienen mayores ingresos en clase media, con todo lo que a veces significa en términos de modificación de posición política y cultural, con lo que más que fortalecer el campo de la revolución se lo debilita. 2 A dos semanas del referéndum un periodista y ex director de inteligencia del gobierno de Jaime Paz Zamora, y una fuente permanente para los servicios secretos de EE.UU. según se constata en los cables filtrados por WikiLeaks, lanzó una denuncia de tráfico de influencias contra el presidente Evo Morales. Supuestos contratos firmados entre una empresa china y el Estado entre 2013 y 2015 con la presencia de una ex pareja del presidente en 2007, además de la existencia de un hijo, fueron parte de la trama que se desmontó en mayo de 2015. Nunca hubo tráfico de influencias y no existe prueba física del niño.

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

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Julio 2016

TELESUR REVELA NEXOS DE POLÍTICOS Y PERIODISTAS CON LA CIA

PARA DESESTABILIZAR GOBIERNO ECUATORIANO Rcci.net/globalización.

Un video revelado por el programa es noticia que se transmite por el canal Telesur demuestra la injerencia histórica que ha tenido la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés) en Ecuador.

El primer nombre que aparece en el video es el de Mario Pazmiño, un militar retirado y exdirector de inteligencia de Ecuador, quien fue formado por la CIA como un experto en seguridad.

Pazmiño fue relevado de su cargo por fallas de información. Le ocultó al presidente ecuatoriano Rafael Correa que el ataque a Angostura, ocurrido en 2008 en el que murió el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), Raúl Reyes, y otras 22 personas, fue planificado por la CIA.

Testigos señalan que Pazmiño recibió equipamiento de la embajada estadounidense en Quito, según el video revelado por Telesur.

Otro de los nombres revelados es el de Leila Hadad Pérez, jefa de la CIA en Ecuador durante muchos años hasta que Rafael Correa asumió la Presidencia. Hadab trabajaba de manera encubierta en el almacén de alfombras Aladino en Quito. Muchos políticos entraban a ese lugar con el pretexto de comprar alfombras y salían con instrucciones claras de lo que debían hacer. En este almacén también se autorizaba la designación de jefes de la Policía y Fuerzas Armadas afines a sus intereses.

Por sus acciones logró que Emilio Palacio, periodista del diario ultraconservador El Universo, fuera acogido como asilado político en los

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EE.UU., y desde ese país intenta influir, pero con poco éxito. Hadad Pérez fue expulsada de Ecuador en 2008, meses antes del ataque a Angostura.

Karen Hollihan, reclutada por la CIA según se señala en el video, es directora de relaciones públicas del Instituto Interamericano para la Democracia. Su historial en Ecuador fue escaso aunque suficiente para coordinar una red de informantes encargados de atentar contra la democracia en Ecuador.

El primero en ser reclutado fue Mario Pazmiño, el exmilitar Alberto Molina, Fernando Villavicencio, quien se formó en los viejos sindicatos petroleros que acostumbraban a chantajear con amenazas de paro. Llegó a ser asesor del entonces asambleísta Cléver Jiménez.

Otro nombre la red de intervención de la CIA revelado en el video es César Ricaurte, quien dirige Fundamedios, una organización que se escuda en la defensa de la libertad de expresión, pero en realidad es un instrumento de las acciones psicológicas de los servicios de inteligencia estadounidense en Ecuador.

La CIA, de acuerdo a documentos desclasificados y testimonios de sus exfuncionarios, mantuvo una operación permanente para intervenir en las decisiones políticas y sociales de Ecuador.

Desde comienzos de la década de 1960, la CIA se infiltró en el Gobierno, la policía, grupos civiles y ONG para fomentar los intereses de Estados Unidos en el país. Además, aún continúa luchando para imponer su influencia y poder en la región.

Muy pocos conocen los movimientos políticos que llevaron a que fuerzas de inteligencia foráneas intervinieran en Sudamérica y Centroamérica con consecuencias desastrosas para la región, además de un enorme impacto en el orden mundial.

Ver el video en: https://youtu.be/oWGisrI0hrQ http://rcci.net/globalizacion/2016/fg2538.htm

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

Junio de 2016. Bogotá, Colombia

Elementos para la comprensión del momento político en

Nuestra América Jairo Estrada Álvarez, profesor del departamento ciencia política.

Universidad nacional de Colombia

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En el último período ha ganado espacio la tesis de que estamos asistiendo al fin de lo que se ha definido como el ciclo progresista. Más que ello, como se trata de mostrar en este texto, lo que se ha puesto en evidencia es la acentuación de la disputa por el destino de Nuestra América, así como los límites del “posneoliberalismo”.

El deterioro de la macroeconomía y el “modelo extractivista”

Los efectos macroeconómicos generados por la caída de los precios de los commodities y, de manera particular, del petróleo, en el contexto de la persistente crisis del capitalismo mundial, son evidentes. En la mayoría de los países de la región se ha acentuado en forma diferenciada la tendencia a los desbalances externos, en las balanzas comerciales y de pagos, lo cual ha generado mayores déficits fiscales, estimulado el creciente endeudamiento y presionado la inflación al aumento. Tras el deterioro de los indicadores macroeconómicos se encuentra el régimen extractivista de acumulación que se impuso en la región en los últimos lustros, con independencia de los proyectos políticos, pudiéndose en todo caso establecer claras distinciones entre los gobiernos de la derecha neoliberal y algunos de los gobiernos progresistas (especialmente en Venezuela, Ecuador y Bolivia). Mientras que en los primeros la mayor porción del excedente económico fue a parar a las manos de las corporaciones transnacionales y la destinación para la financiación del gasto público fue menor, en el los segundos, merced a políticas públicas en defensa de la riqueza natural y reivindicativas de la soberanía nacional, se emprendió su redistribución para favorecer proyectos de inversión pública y sustentar un sinnúmero de programas sociales orientados hacia la población más pobre.

La estructuración del “modelo económico” con base en economías de extracción genera impactos distintos sobre los proyectos políticos. Mientras que en los países donde gobierna la derecha neoliberal representa una profundización del proceso de transnacionalización y desnacionalización (destructiva) de la economía, en el caso de los gobiernos progresistas sus consecuencias son evidentemente contradictorias. En efecto, por una parte, es indiscutible que tales economías constituyen en gran medida el soporte de las pretendidas políticas de transformación social, pero, por otra, se han convertido al mismo tiempo en el sustento de nuevas conflictividades que han erosionado su legitimidad social.

Por ello puede hablarse de la existencia de formas de oposición política y social dentro del propio campo popular, que se enfrentan a la orientación asumida por el modelo económico. Tal oposición posee configuraciones territoriales, en las que sobre todo comunidades indígenas o campesinas encaran, con muy diversos repertorios de lucha, proyectos de

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extracción minero-energética. Las razones para ello se encuentran en una crítica radical al modo de desarrollo, al modo de vida concomitante con éste y a los severos impactos socioambientales. Estas luchas en algunos casos han pretendido ser instrumentalizadas por la derecha con el propósito de ampliar el espectro de oposición a los gobiernos progresistas. Éstos, por su parte, en lugar de decantar el debate público y discutir las demandas sociales han optado por acciones represivas, que terminan debilitando las propias bases sociales. Tampoco resulta apropiado, en la perspectiva de consolidar una correlación de fuerzas a favor del campo popular, el extremismo (especialmente ambiental) de algunas demandas sociales. El dilema consistente en usar el excedente generado por la extracción de recursos naturales para financiar el proyecto político gobernante, por un lado, o producir un quiebre en el modo de producción y de vida en defensa de la madre tierra, en las condiciones de un solo país, por el otro, atraviesa buena parte del debate teórico y político. Éste adquiere significados más complejos cuando de por medio está la pregunta acerca de los fundamentos económicos del proyecto político. En ese dilema se divide el campo popular. Y no hay hasta ahora elaboraciones que posibiliten al menos coincidencias estables.

“Antineoliberalismo” y “verdadero capitalismo” Tras los debates sobre el “modelo de desarrollo” hay aspectos todavía

más hondos de alcance sistémico. En efecto, pese a que algunos gobiernos se autodefinieron como del “socialismo del siglo XXI” (Bolivia, Ecuador, Venezuela), entre tanto no pueden caracterizarse con ese concepto, lo cual no le resta valor político alguno a los importantes cambios que allí se han adelantado, especialmente en lo concerniente a la reafirmación de la auto-determinación y la soberanía, a la recuperación de los recursos naturales y la puesta en marcha de políticas sociales a favor de los humildes. Esos atributos nacional-populares no necesariamente indican que se esté en camino de la superación de rasgos esenciales de la organización capitalista. [Nota de ELCH: Pero tampoco niegan esa perspectiva. Es un problema programático-

estratégico] Más evidente han sido en algunas de las experiencias los contenidos

antineoliberales, aunque sin desprenderse de los enfoques predominantes de política macroeconómica. En atención a ello, surgieron conceptualizaciones imprecisas para definir el carácter de (algunos) gobiernos progresistas, como la del “posneoliberanismo”. En otros casos, como los de Argentina, Uruguay y Brasil, políticas y medidas que pueden catalogarse como progresistas, se acompañaron de una reivindicación del “verdadero capitalismo”, entendiendo por éste el capitalismo de la producción, en oposición al capitalismo financiero o de la especulación. En

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algunas experiencias, la idea del socialismo ha sido más bien un asunto del discurso y la retórica, lo cual desde el punto de vista cultural no deja de ser significativo. [Nota de ELCH: El punto de vista cultural encierra el debate de ideas,

o sea, un terreno de batalla ideológico, cuestión vital en una perspectiva socialista]. Y en otros, el ideal del socialismo ni siquiera ha hecho parte del proyecto (ni del discurso) político.

El papel de la cuestión social Particular atención ha merecido la forma como se ha enfrentado la

solución de la cuestión social. Diferentes análisis constatan que a más tardar hasta 2014 se produjo un mejoramiento de la situación social en Nuestra América, medida en la reducción de los índices de pobreza y de miseria y en el crecimiento de las capas medias de la población. Tal resultado se explica por el redireccionamiento de recursos de presupuesto hacia el gasto social, incluso en los países en los que ha gobernado la derecha neoliberal. Es indiscutible que ha sido en los países con gobiernos progresistas, en donde se han registrado los mayores aumentos del gasto social, especialmente en los casos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, aunque también en Brasil, Argentina y Uruguay. No obstante, las políticas orientadas a reducir la pobreza, no necesariamente se han acompañado de una reducción del patrón de desigualdad social existente. Solamente en Venezuela se comprueba una reducción significativa de la desigualdad hasta 2014; en menor medida en Bolivia y Ecuador. En el conjunto de países de la región, la disminución del coeficiente Gini ha sido moderada.

Más allá de los indicadores de medición, la cuestión social contiene aspectos más sustanciales, referidos a sus alcances estructurales y a la capacidad de financiación. En este punto, en lo que corresponde a los gobiernos progresistas se ha señalado con razón el predominio de un enfoque asistencialista, sin mayor diferencia respecto de los enfoques que ha estimulado la derecha neoliberal. Si bien la experiencia enseña que con ese enfoque se pueden enfrentar problemas acuciantes en el corto plazo –e, incluso, construir lealtades sociales–, en sentido estricto, más que abocarse una solución estructural de la cuestión social se la está regulando y reproduciendo. Los respaldos se deterioran cuando ocurre lo mismo con las condiciones de financiación y, sobre todo, cuando éstas dependen de los comportamientos de la macroeconomía.

En ese sentido, la pregunta por la transformación estructural de la relación social capitalista adquiere relevancia, pues sobre ella descansa la posibilidad real de producir sociedades menos desiguales en el largo plazo. Los procesos de estatización que se han advertido en las experiencias nacional-populares, aunque afectan la propiedad trasnacional, no necesariamente conducen a una afectación de la propiedad capitalista en

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general, particularmente en lo que respecta a las fuerzas internas, y tampoco son garantía de que se encuentren en curso procesos de socialización de la propiedad que se orienten hacia la generación de nuevas relaciones sociales “desde abajo”. Evidentemente provocan reacomodos y nuevas alianzas de clase y debilitan los poderes establecidos históricamente; pueden, inclusive, generar el surgimiento y el fortalecimiento de nuevas facciones, progresistas o modernizantes a la luz del proceso histórico, pero no comprometidas con los cambios estructurales de fondo en dirección hacia sociedades que puedan catalogarse como poscapitalistas u orientadas al socialismo. Las experiencias de los gobiernos progresistas denotan en ese aspecto que se trata de construcciones sociales relativamente inestables y con alta posibilidad de reversión de sus avances.

El ámbito político y sociocultural Junto con lo anterior, se encuentra el ámbito político y sociocultural,

determinado por las trayectorias específicas de los procesos que posibilitaron el acceso a posiciones de gobierno, en lo cual incidieron los liderazgos de Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa.

Allí donde el acceso al gobierno se fundamentó en diversas expresiones organizadas del movimiento social y copiosas movilizaciones populares que se sellaron con triunfos electorales, los logros democratizadores han sido mayores que en los casos en los que predominaron las alianzas electorales y la “democracia de opinión”.

En ese sentido, debe destacarse el inmenso valor político y cultural de los procesos constituyentes que se adelantaron en Venezuela, Bolivia y Ecuador, en cuanto contribuyeron a producir e institucionalizar cambios importantes en las relaciones de poder a favor de las clases subalternas y a propiciar procesos de democratización política y social. Sin lograr, en todo caso, una ruptura plena con la organización democrático-liberal, la cual ha impuesto que, a causa de los diseños que le son inherentes, los proyectos políticos se hayan visto abocados a una recurrente (y desgastante) convalidación electoral. Dicha convalidación ha hecho del resultado electoral un fin más que un medio, afectando el sentido transformador del proyecto político y acompañándose de tendencias hacia el debilitamiento del movimiento social y popular, que incluyen, en algunos casos, la cooptación y el disciplinamiento, o la pérdida de su potencial crítico y transformador. Aunque ello también deviene en factor explicativo de formas de oposición dentro del propio campo popular.

Más problemática ha sido, por otra parte, la situación de los proyectos progresistas que se han sustentado en alianzas electorales, pues la necesidad de preservación de mayorías terminó imponiendo el

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pragmatismo para garantizar la obtención de resultados favorables. La consecuencia lógica ha sido el alejamiento del programa político de las aspiraciones populares y la concesión a fuerzas de derecha. Los casos del Partido de los Trabajadores de Brasil y del Frente Amplio en Uruguay son ejemplos de ello.

Con independencia de lo señalado, el actual balance de poder registra un mayor protagonismo del movimiento social y popular en el debate y en la definición de los asuntos públicos. El cambio político ha implicado un traslado de poder social a las clases subalternas y una mayor politización.

Los cambios en la estrategia de la derecha

En este contexto general, el comportamiento general de las fuerzas de la derecha ha tenido significativas variaciones. De una etapa inicial, luego de los primeros cambios progresistas, en la que primó una posición defensiva y de reducción de su poder, se ha transitado, particularmente durante el último lustro a una estrategia ofensiva de disputa por el poder político, en presencia de la preservación de un poderío económico interior articulado con dinámicas transnacionales y no afectado sustancialmente por las políticas progresistas. Dicha estrategia, además de desenvolverse en el marco de las contiendas electorales y del uso de las posibilidades que brinda la organización institucional del poder y de la persistente democracia gobernable (para propiciar, por ejemplo, los llamados golpes blandos), ha desplegado nuevos repertorios que conjugan la movilización en la calle con una intensa acción comunicativa a través de las llamadas redes sociales y de los medios masivos de comunicación. La magnificación de los problemas, la distorsión e, incluso, el falseamiento de la realidad se han constituido en factor generador de dividendos políticos a su favor. Asimismo, se asistido a una actualización del discurso político neoconservador, que se apropia de reivindicaciones de la izquierda y logra apoyos sociales tanto en sectores medios como en segmentos importantes de la población en condiciones de pobreza.

Tras sus derrotas transitorias, en el resurgimiento de las fuerzas de derecha han influido los errores de conducción política de los procesos de cambio, los problemas de gestión pública, la tendencia a la burocratización y la corrupción, así como los conflictos en el campo popular, que han sido capitalizados hábilmente, dado el descontento social que todo ello ocasiona.

Los aspectos geopolíticos y la situación de la integración

Lo hasta aquí expuesto, comprende principalmente las dinámicas internas de los procesos políticos. A ellas se agregan factores de carácter geopolítico. En este aspecto, deben considerarse por una parte las relaciones de Estados Unidos con América Latina y el Caribe y, por la otra,

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los procesos de integración que se han adelantado recientemente en la región. En el primer caso, puede afirmarse que con los gobiernos progresistas se asistió a una pérdida de influencia de los Estados Unidos, afectándose su posición hegemónica y su política de “patio trasero”. Con el liderazgo de Hugo Chávez se produjo el retorno del discurso y la política antiimperialista, dándole continuidad a la coherencia (y persistencia) de la Revolución cubana. Algunos gobiernos progresistas se inscribieron dentro de esos lineamientos, como Bolivia y en menor medida Ecuador; otros optaron por el pragmatismo y la moderación extrema, como en los casos de Brasil y Uruguay. De manera contradictoria, al tiempo que un grupo de países reivindicó la ruptura y el restablecimiento de la soberanía y la autodeterminación, otros dieron continuidad a relacionamientos que restablecieron por otras vías los lineamientos de las políticas neoliberalesdel “libre comercio”. Igualmente se buscó una ampliación del espectro de las relaciones exteriores, particularmente con China y Rusia. Sobre todo China incrementó en forma significativa su presencia económica en la región. Brasil, a su vez, amplió su influencia regional, sin que ello representase un estímulo a los procesos de integración: su influencia se articula más bien con los intereses económicos de sus transnacionales.

La atenuación de la posición hegemónica de Estados Unidos no significó el abandono de las posiciones perdidas y mucho menos la renuncia a su estrategia de dominación de espectro completo, que junto con la prolongación de las políticas de militarización con fines de control del acceso a recursos naturales, contiene elementos políticos, tecnológicos y socioculturales. En ese sentido, además del apoyo irrestricto a los “países aliados” que conforman el arco del Pacífico, se impidieron propósitos de cambio político con los “golpes blandos” en Honduras y Paraguay, y se ha buscado la desestabilización de los gobiernos progresistas. Para ello, se ha contado con evidentes articulaciones y coordinaciones con las fuerzas de derecha de los países de la región, haciendo aparecer las presiones para el cambio político regresivo como procesos con desencadenamientos internos y no necesariamente como el producto de constelaciones de fuerzas transnacionales, con indiscutible sujeción a los intereses estadounidenses.

La acción coordinada de los Estados Unidos con la derecha regional, unida a los otros factores ya expuestos, ha dado sus frutos. Se han recuperado posiciones perdidas y está en curso la afectación de otros procesos. La derecha está a la ofensiva en Nuestra América. El “golpe blando” en Brasil y la creciente amenaza de intervencionismo en Venezuela son sus más recientes manifestaciones.

En cuanto se refiere a los procesos de integración, éstos también están afectados por la pérdida de influencia del progresismo. Además de los cambios políticos regresivos por el retorno de la derecha a posiciones de

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gobierno, que es útil para fortalecer la integración neoliberal contenida en la Alianza del Pacífico, debe señalarse que no fue posible consolidar el proyecto de integración alternativo promovido bajo el liderazgo de Hugo Chávez con la iniciativa del ALBA-TCP. Esta iniciativa, concebida sobre presupuestos de cooperación y solidaridad que trascendían el cálculo económico, no logró el consenso del amplio espectro (político-ideológico) de los gobiernos progresistas. Los gobiernos de Argentina, Brasil y Uruguay decidieron no participar en ese proceso integrador, manteniendo más bien su adscripción al Mercosur. El balance actual es notorio. Ni se proyectó el ALBA, cuya situación se ha visto afectada por la caída de los precios de los commodities y los problemas internos de algunos países, ni el Mercosur superó el estancamiento que lo acompaña desde hace varios años.

Otros esfuerzos políticos orientados a promover un accionar colectivo y autónomo de los países de la región, como, por ejemplo, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), han perdido peso luego de los impulsos iniciales y de un notorio protagonismo. Entre tanto, en estos casos, los propósitos integradores tienden a ser más retóricos que reales. La derecha no tiene interés en ellos, pues su perspectiva política es panamericana, ajustada al sometimiento a los Estados Unidos.

Estamos frente a un campo político abierto y en disputa, sin una precisa definición de su posible trayectoria futura. http://contrahegemoniaweb.com.ar/entrevista-al-dr-pedro-paez-perez-nos-ha-faltado-un-analisis-critico-mas-profundo-sobre-las-limitaciones-estructurales/

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

[Revista Globalización] Julio 2016

Entrevista a Pedro Páez Pérez: “Nos ha faltado un análisis crítico

más profundo sobre las limitaciones estructurales” Ministro Coordinador de la Política Económica de Ecuador entre 2007 y 2008, representante Plenipotenciario en la Misión Especial del Gobierno del Ecuador para la Nueva Arquitectura Financiera Internacional entre 2009 y 2011, el Dr. Pedro Páez Pérez es el actual Superintendente de Control de Poder de Mercado del Ecuador. En entrevista exclusiva para ContraHegemonía, analiza la situación política de la región, cuestiona la producción intelectual del progresismo y advierte sobre la urgente necesidad de avanzar hacia un plan de autonomía financiera para América Latina.

¿Cuáles son los desafíos que plantea hoy la coyuntura internacional para

América Latina?

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La coyuntura internacional actual se expresa en el surgimiento de un nuevo dogma para nuestro continente, basado en la elaboración de mecanismos de crisis. Si bien no podría afirmar categóricamente que estas sean “crisis programadas”, el nuevo dogma tiene que ver con el trabajo de ciertos expertos en demoliciones que han desarrollado las élites, expertos que conocen muy bien el tema y lo manejan más allá de los textos de la economía convencional. Hay una visión de la izquierda y de los heterodoxos que pecan de arrogantes y que trata a los economistas y expertos voceros del sistema como si fueran tontos, sin percibir que estos “tontos” tienen el saber del poder y que responden muy bien a los intereses de sus amos. Si vemos el desempeño que ha tenido la Reserva Federal de los EEUU, por ejemplo, debemos aceptar que fue verdaderamente exitoso: están totalmente podridos y no sólo se mantienen vivos sino que además ganan plata y obtienen la legitimación de toda la sociedad norteamericana y mundial. Tuvieron la notable capacidad de hacer que los trabajadores norteamericanos se sientan culpables de la crisis por haberse endeudado demasiado, generando incluso un efecto de cascada sobre los pueblos de América Latina para que también nos sintamos culpables de la crisis, a pesar de que ni siquiera nos hemos beneficiado en nada de esa especulación financiera que la generó.

¿Cómo se expresa esa arrogancia intelectual en la política ecuatoriana y latinoamericana?

Si bien creo que la propuesta original de la Revolución Ciudadana aún se mantiene en el Ecuador, aunque muy golpeada y limitada por la coyuntura internacional, advierto que la izquierda ecuatoriana -y quizás la izquierda de toda América Latina- tiene un grave déficit en los análisis económicos. Un enorme déficit académico e ideológico, dado por la cantidad de estereotipos y de colonialismo cultural que aún persiste en América Latina, sobre todo en el plano de la economía. Particularmente en el Ecuador, nos ha faltado un análisis crítico más profundo de las limitaciones estructurales que plantea la dolarización. Si comparamos con el sistema de convertibilidad argentina de los años 1990, por ejemplo, tenemos que al final del día se iban los dólares cada vez que pagaban la importación y otros pagos al exterior, pero al menos se quedaban los pesos para la circulación interna. En el Ecuador, si desaparecen los dólares desaparece el circulante interno, es decir, se traduce inmediatamente en un estrangulamiento adicional al que tenían ustedes en Argentina, que es el de la liquidez. Esto plantea una serie de complicaciones y de desafíos operativos, teóricos y

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metodológicos enormes, que no hemos analizado con la profundidad necesaria, nos hemos quedado cortos.

¿Cuál sería entonces la principal dificultad para salir de la dolarización?

Es posible salir de la dolarización y esto no supone necesariamente un proceso tan largo. Hay que entender que el riesgo de salir de la dolarización es el riesgo del caos social que podría generarse, pero programado por los mismos que ganaron con la crisis financiera en el Ecuador, que luego ganaron con la dolarización y que ahora pretenden ganar reventando la dolarización. Entonces tenemos un problema de economía política muy serio. Es por eso que la principal dificultad para salir del dólar es esencialmente política y consiste en la idea falsa que la derecha logró implantar en todas las mentes ecuatorianas, según la cual la creación de una moneda nacional necesariamente supone un salvataje bancario y una hiperinflación. Lo paradójico es que en el Ecuador, la única hiperinflación que hemos sufrido no fue en moneda Sucre sino en Dólares. Allá por el año 2001 tuvimos una inflación que llego hasta el 108%, desbaratando toda las opiniones de los neoliberales que decían que con la dolarización nunca más íbamos a tener inflación en nuestro país. Es por ello que, desde varios círculos de izquierda hemos venido planteando la posibilidad de salir de la dolarización sin la necesidad de que haya caos social. Por ejemplo, buena parte de los efectos negativos de la dolarización podrían mitigarse pagando con créditos tributarios que puedan ser endosados y que el Banco Central con el Servicio de Rentas Internas trabajen como market makers, generando círculos de aceptabilidad similares a los mecanismos de fidelización que tienen las empresas aerolíneas o algunas cadenas de tiendas para conservar a sus clientes por medio de circuitos de pagos. Con ese tipo de créditos no sólo podríamos evitar el ajuste sino que además el Estado podría lanzar una política expansiva menos dependiente de los dólares.

¿Cuáles son los sectores sociales que se muestran más reticentes a una salida del dólar?

Las capas medias, pero también los sectores populares. Por eso otro de los temas que debemos estudiar en profundidad son los mecanismos ideológicos automáticos del sistema. Si tuviera que hacer un paralelo con lo que está ocurriendo hoy en la Argentina, podríamos ver que la gente está aceptando resignadamente los despidos masivos, las subas masivas de las tarifas de los servicios públicos, y eso tiene que ver con la capacidad del sistema de exudar ideología. [Nota de ELCH: A pesar de esta afirmación se ham

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sucededido masivas marchas de protesta] En los Manuscritos Económicos Filosóficos, Marx hablaba sobre el extrañamiento y la enajenación, postulando que la alucinación no era el resultado de un pensar particular sino de una manera de vivir y de operar en el mundo. Fíjate que el primero que se da cuenta de la sintonía metodológica entre Marx y el psicoanálisis es Mariátegui, en la Defensa del Marxismo, donde dice que lo que hacía Freud lo había hecho ya Marx al analizar el capitalismo (en palabras de Lacan, Marx había entendido el síntoma). Es decir, el vivir alucinado como resultado de la propia vida y no como una ilusión que podría desaparecer en el momento en el que uno “toma conciencia”. En términos de los debates actuales, esa ilusión no sería un mero producto

de los medios de comunicación… Claro, y eso es clave. Sin duda el poder de los medios es enorme, pero creo que nos falta un esfuerzo teórico mucho más profundo para comprender dónde radica ese poder, porque estamos poniendo en riesgo todos los procesos políticos de América Latina. Con la misma resignación con que una sociedad tribal creía necesarios los sacrificios humanos para mantener el orden del cosmos, los pueblos de América Latina hoy se sienten culpables y pecaminosos por haber transgredido las “leyes sagradas de los mercados”. Es decir, los culpables de todo serían estos dirigentes políticos populistas o progresistas que nos hicieron transgredir esas leyes del mercado y por lo tanto ahora debemos asumir estos sacrificios humanos para recuperar la normalidad, el orden del cosmos, a través del desempleo, la inflación, el ajuste, con la secreta esperanza individual de que ojalá le toque al otro.

Usted fue uno de los principales impulsores del proyecto de una Nueva Arquitectura Financiera diseñada para los países de la UNASUR. ¿Cuál es el

origen y la actualidad de ese proyecto? Algunos compañeros veníamos planteando la necesidad de avanzar hacia una nueva arquitectura financiera en Ecuador, justamente como respuesta a las crisis que habíamos sufrido entre 1998 y el 2000 en torno al derrumbe de los bancos por culpa de las reformas neoliberales impuestas por el Banco Mundial y el FMI. La idea inicial del Banco del Sur que lanza el presidente Chávez y los compañeros venezolanos, se basaba originalmente en un fondo, es decir que iba a actuar solamente como un grifo abierto con los excedentes en dólares provenientes del petróleo venezolano. Era una idea muy poderosa y potente, sobre todo por la orientación y el destino de esos recursos, que eran básicamente para promover la integración latinoamericana. El problema de eso justamente era que ese fondo iba a durar mientras duraran los excedentes petroleros en dólares, que es lo que

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se está acabando ahora. En ese sentido, el diseño de una Nueva Arquitectura Financiera regional, basada en los principios de un nuevo concepto de moneda, un nuevo concepto de banca y un nuevo concepto de red de seguridad financiera, es en realidad una réplica fractal de lo que nosotros habíamos planteado para el capítulo ecuatoriano. En el Acta Fundacional del Banco del Sur, el 9 de diciembre de 2007, estuvieron presentes Néstor y Cristina, Lula, Chávez, Evo, Duarte del partido colorado del Paraguay, Tavaré y Correa; es decir que contábamos con total voluntad política para avanzar con el proyecto. Nuestra propuesta consiste fundamentalmente en tres herramientas: necesitamos un Banco del Sur, un Fondo del Sur y el SUCRE que significa Sistema Unitario de Compensación Regional. En cuanto al sistema llamado SUCRE (acrónimo que inventaron Chavez y Correa mientras conversaban en un desayuno, haciendo honor al prócer que selló con la batalla de Ayacucho la independencia de toda América del Sur), estaba diseñado para romper el monopolio que tiene el dólar sobre la liquidez de nuestros países. Técnicamente, es una plataforma nueva posible gracias a la generalización de los sistemas electrónicos de pago a partir del año 2000, que permiten la liquidación bruta en tiempo real. Es un híbrido entre ese sistema de liquidación bruta en tiempo real y la liquidación neta en dólares de los saldos comerciales cada seis meses. Nunca fue pensado como una nueva moneda, ni siquiera como una moneda de circulación física, sino simplemente como un sistema de compensación de pagos para las transacciones dadas entre nuestros países. Esta aclaración es importante porque, lastimosamente, muchos medios progresistas y de izquierda de la región circularon con cierta malicia o picardía criolla la idea de que esa era el truco que teníamos los ecuatorianos para salir de la dolarización. No solamente es una muestra de la deslealtad de estos compañeros (si ese disparate hubiera sido cierto tendrían que haber callado por solidaridad), sino sobre todo de su mediocridad profesional. No sólo era una idea falsa sino además absurda, porque no había manera de utilizar este sistema de compensación de pagos para salir de la dolarización, sencillamente porque no se trataba de una nueva moneda. Esas lecturas tan superficiales sobre nuestra propuesta, han hecho un daño tremendo, entorpeciendo el proceso del diseño de la nueva arquitectura financiera que contemplaba los tres pilares mencionados.

¿Qué rol se le asignaba en ese proyecto a las reservas públicas de bienes naturales comunes?

En la bolsa de Toronto, las compañías especializadas como las petroleras y mineras, muchas de ellas no especializadas en la actividad sino en la

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especulación, transan con la certificación de nuestras reservas públicas. Entonces nos preguntamos, ¿por qué no podemos utilizar mecanismos similares pero para el bien común? Es decir que las reservas naturales probadas pueden quedar como reservas internacionales de valor y los estados soberanos pueden negociarlas, pero manteniendo los recursos bajo tierra, conservando nuestros bosques y nuestra biodiversidad. Si el mercado ya lo está haciendo, simplemente podríamos hacerlo a nivel nacional desde los estados para defendernos de los ataques especulativos. En lugar de extraer nuestro petróleo o tumbar nuestros árboles, sólo para intercambiarlos por unos papeles verdes llamados dólares, para después comprar unos papeles rozados que se llaman bonos del Tesoro de los EEUU, ¿por qué no tener directamente certificadas cuáles son nuestras reservas internacionales y sobre esa base hacer la ingeniería financiera? Esa podría ser por otra parte la base del Fondo del Sur. Hay ahí una sinergia entre los créditos de desarrollo en moneda regional, en monedas nacionales y también en dólares con los pagos de sistema de compensación de pagos y el respaldo de un fondo. Sólo en las épocas de crisis económicas los estados entrarían a vender o bien los títulos-valores sobre las reservas o incluso utilizar eventualmente las reservas para explotarlas.

Si los gobiernos involucrados en esta Nueva Arquitectura Financiera regional hubieran avanzado en la implementación del Fondo del Sur, el

Banco del Sur y el SUCRE ¿cree que estos instrumentos de política económica hubieran podido sostenerse con el actual giro político hacia la

derecha neoliberal que se vive en algunos de nuestros países?

En primer lugar hay que insistir en que no fue la falta de voluntad política la que impidió que se alcanzaran los objetivos propuestos, sino las graves limitaciones epistemológicas y sobre todo el rol totalmente pernicioso que han jugado las burocracias y las tecnocracias intermedias, absolutamente capturadas por el pensamiento único desde hace mucho tiempo. La prueba de que nuestro proyecto era viable y no una utopía irrealizable nos la dieron principalmente los asiáticos. En sólo dos meses crearon el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, con la participación de 58 países, incluyendo enemigos geopolíticos como Inglaterra y Alemania. Por otra parte, mientras se seguía postergando la creación del Banco del Sur, la idea se difundió y llegó hasta los BRIC’s, que finalmente asumieron casi todo los contenidos de nuestra propuesta. Es decir, diseñaron un Banco de Desarrollo con prioridades distintas a la de los bancos comerciales, pero sumado a un fondo de estabilización y con una moneda propia para fomentar el intercambio. Más aún, en un comienzo hablábamos de un capital total de 250.000 millones de dólares, formado por los 50.000

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millones de dólares que debía poner cada uno de los cinco países, pero no en moneda dólar sino en moneda nacional. Y esta era en realidad la clave de nuestro sistema, es decir: ¿cuál es el problema para Brasil de poner el equivalente de todo ese dinero en reales? Esto pasó en Deli, en Marzo de 2012. Sin embargo, en la siguiente reunión de los BRICs que fue en Durban, en Sudáfrica, los técnicos se encargaron de modificar las cosas volviendo al redil neoliberal, diciendo que cada país tenía que poner 50.000 millones de dólares en dólares, y entonces los presidentes de Brasil y Sudáfrica dijeron que eso era imposible. En cuanto al SUCRE, China y Rusia han firmado medio centenar de sistemas similares con países de sus respectivas zonas comerciales, utilizando la misma plataforma tecnológica pero para relaciones bilaterales y no multilaterales. Esto es como utilizar un cañón para matar una mosca, porque justamente la ventaja de este sistema es esa multilateralidad: mientras más países involucrados hay más útil se vuelve. Con esto quiero decir que, frente a todos los tabúes, frente a todas las limitaciones epistemológicas y recelos, frente a todas las críticas de que estábamos haciendo aventurerismo y demagogia pura, aquí está la evidencia. En realidad no estamos hablando más que de mecanismos de compensación de pagos que los utilizaban ya los bancos del norte de Italia hace 800 años, con pluma y pergamino. Por eso creemos que el sistema hubiera tolerado los cambios de signo político que viven algunos países, como antes toleró el giro político el tema del Aladi o el Pacto Andino. El punto fundamental es que esta arquitectura financiera permitiría ampliar los grados de libertad de cada país individualmente y de la región en su conjunto. En relación al tema del Fondo del Sur, creo que es absolutamente viable en el cortísimo plazo. Creo que aún estos gobiernos de derecha se hubieran dado cuenta de que esto era absolutamente necesario. No sólo porque no impide las políticas monetarias de cada país, sino porque además las refuerza, refuerza todos los grados de libertad para cada una de las políticas macroeconómicas y crea un ámbito de decisiones y de capacidades nuevo, supranacional, regional, que no es más que la capacidad de decidir hacia dónde van a ir los créditos, independientemente del modelo económico que se elija. http://contrahegemoniaweb.com.ar/entrevista-al-dr-pedro-paez-perez-nos-ha-faltado-un-analisis-critico-mas-profundo-sobre-las-limitaciones-estructurales/

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

sábado, 6 de agosto de 2016 Argentina y nuestra América. Punto de inflexión.

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Lo cierto es que lo que se está jugando en este momento de

inflexión, no sólo en América Latina sino en el mundo todo, son

dos visiones contrapuestas del destino de la humanidad. Mariano Ciafardini / Especial para Con Nuestra América. Desde Buenos

Aires, Argentina

Si nos acordamos de los años 90 y de la forma en que se llega en Argentina al 2001, no aparece como poca cosa, para la izquierda verdadera y el campo popular, haber recorrido estos últimos diez años en una reconstrucción y recuperación de espacio político, que contrasta con la prédica en el desierto y las luchas de subsistencia durante el neoliberalismo menemiano anterior. Aun con las limitaciones del proyecto kirchnerista que, debe decirse, no fueron tanto mayores que las que padecieron y padecen el resto de los proyectos latinoamericanos que han sido parte de la misma onda popular de la década, solo una visión fuera de contexto no advertiría que en términos reales hubo un avance cualitativo en el escenario político ideológico social y que la gestión kirchnerista tuvo que ver en ello.

Porqué entonces la salida del gobierno del kirchnerismo, previsible desde bastante tiempo antes de las elecciones, en tanto que la selección de Daniel Scioli como candidato presidencial no implicaba para nadie, y en particular para Cristina, continuidad alguna del proyecto, sino, en todo caso, un aterrizaje suave en el llano, ha provocado esta discontinuidad tan abrupta en el clima de las fuerzas propias.

Es cierto que la desposesión de los resortes del ejecutivo constituye un cimbronazo político innegable. Pero la potencialidad de un movimiento y de un liderazgo que, después de años de desideologización y mercantilización de la política, logró concitar nuevamente el entusiasmo genuino por cambios estructurales (se hayan hecho o no), particularmente en extensos sectores juveniles de todo el país, no puede, o no debería poder, diluirse o congelarse así como así.

Por otro lado, aun aceptando sin beneficio de inventario todo el paquete del gobierno kirchnerista incluyendo el pesado lastre de los casos de corrupción, el instrumento que se podría ( y debería) armar a partir de su propio envión político es, hoy por hoy, la única alternativa visible contra la despiadada avalancha neoconservadora (y neo represiva) que ya absorbió a casi todo el radicalismo, edulcoró a gran parte del PJ y juega a demócratas y republicanos con los neoperonistas “new age” que “están, pero no están “ con el macrismo.

Sin embargo ese nuevo instrumento o planteo estratégico del movimiento popular, esperable, como continuidad en la lucha del

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movimiento popular argentino, a partir de la salida del gobierno, no se ha estructurado naturalmente, ni se observan, por el momento, puntas claras, visibles, de proceso de composición o recomposición alguno.

Porqué un movimiento popular con esa potencialidad y con un liderazgo sólido, y aceptado aun por los aliados más periféricos, no se ha continuado en forma casi automática a partir de un cambio de gobierno que era previsible totalmente ( insistimos en que aún el triunfo de Scioli, que era la única mejor alternativa posible, implicaba la necesidad de la estructuración de esta estrategia de resistencia desde fuera del poder).

Más todavía, por qué no se ha dado, al menos hasta ahora, esa continuidad en la discontinuidad de un movimiento popular que surgió con tanto dinamismo y sembró tantas expectativas y supo mantenerse aceptablemente cohesionado, aun en el declive gubernamental. Sobre todo cuando el acceso del macrismo al gobierno no ha hecho más que ofrecer oportunidades de reacción social y ha mostrado una cantidad de aborrecibles perfiles que no eran imaginados ni siquiera por lo que sabíamos que era la peor alternativa electoral.

La puerilidad de la campaña mediática, construida sobre los casos de corrupción de los allegados al gobierno kirchnerista, no es explicación suficiente para el inexplicable estado de defensiva, semiparálisis y conventilleo interno del FPV, que no pasa por el momento de emitir algunos sonidos balbuceantes acerca de que “ellos también tienen casos de corrupción”, “los precios subieron una barbaridad” y “las inversiones que prometieron no vienen”. La tragedia en la que nos está sumiendo la desenfadadamente neoliberal gestión macrista, en el marco de un crisis global que se profundiza aceleradamente, exige otro tipo de respuestas, sobre todo de un movimiento que se pretende (y está muy bien que así sea) no sólo popular, sino también revolucionario.

Solo el hecho de las violaciones a los derechos humanos, con el caso de Milagro Sala como paradigmático, exigiría, para estar a la altura del pretendido calificativo, un estado de movilización y acción permanente y de gran confrontación con el gobierno y no sólo algunas expresiones de repudio, solidaridades y vigilias sostenidas a pulmón por la militancia más comprometida.

Para continuar, con cierta aspiración de profundidad en el análisis político, esta propuesta reflexiva, creo que debemos alzar la mirada comparativa con algunas situaciones, similares en la diversidad de los escenarios políticos de la región.

Inmediatamente viene al pensamiento la situación brasileña, de los queridos compañeros del PT el PC do B y las demás fuerzas políticas que abonan el proyecto encabezado por “Lula” y Dilma. Es inimaginable unas circunstancias políticas más grotescas: en Brasil se ha dado un golpe de

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estado utilizando ilegalmente recursos constitucionales y lo ha hecho un grupo político que en simultáneo ha confesado su accionar mafioso y corrupto y su vinculación directa con los grandes intereses económicos externos. El grado de resistencia esperable de un movimiento que ha demostrado tener aun gran poder de convocatoria debería ser el de una cuasi desobediencia civil con huelgas generales incluidas al menos por parte de las importantes centrales obreras que conducen los partidos del proyecto ) Y esto por decir algo sin forzar demasiado la imaginación.

Pero es que el propio discurso limitado a lo políticamente y jurídicamente correcto y en el mejor de los casos a los logros ya remotos de los inicios del proceso político “lulista”, de los máximos dirigentes del movimiento, pone el marco al sentido y la forma del despliegue de fuerzas. Cualquiera que tenga un poco de experiencia histórica en el combate político desde la izquierda sabe, y tiene que sentir, que ello tampoco está a la altura de las circunstancias ni es suficiente frente a las gravísimas amenazas que acechan al futuro de Brasil, y de toda la región, si no se para y se revierte la deriva política en que se encuentra.

Sería imposible hacer aquí un análisis más extenso y pormenorizado de estas experiencias y agregar además (como se debería) el análisis de la situación de aquellos procesos populares latinoamericanos que han conformado con el argentino y el brasileño el gran torrente de cambio esperanzador desde el año 1999 en nuestra región. Pero sí se puede llamar la atención sobre un clima de desorientación y desconexión que campea dentro de ese continente de fuerzas y movimientos populares y de izquierda que supo dar el no al ALCA, en Mar del Plata, y construir la Unasur, el Alba y la Celac.

La nueva pregunta que se suscita ahora, entonces, en otro plano, es: qué pasa con todo el espíritu de este movimiento popular y antiimperialista indudablemente de izquierda, en tanto hasta la propia revolución cubana se sumó a sus tendencias integradoras.

La contraofensiva política proveniente de los intereses financieros neoliberales, mediatizada principalmente por las estrategias del departamento de estado norteamericano, es contundentemente real, pero en verdad, no hace más que desplegarse visiblemente entre los intersticios y las grietas que empezó a presentar el propio movimiento regional popular, desde sus propias gestiones gubernamentales.

Los medios masivos monopólicos y las estructuras judiciales reaccionarias estuvieron siempre y no es que el avance popular inmenso de esta década se haya dado porque se descuidaron o se fueron de vacaciones. La “distracciones geopolíticas” no existen más que en una visión ingenua de las relaciones internacionales. Como en cualquier carrera de alta competitividad, en la política internacional los espacios que se abren, se

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llenan inmediatamente y siempre hay alguna expresión del poder que está pujando por ocuparlos (o generarlos). Si el movimiento nuestroameircanista se dio y logró lo que logró fue por su propia fuerza interna, en las condiciones en que se generó y se desarrolló, a pesar de y luchando eficazmente en contra de todas esas fuerzas reaccionarias que ahora conforman la “contraofensiva”.

La explicación acerca de los espacios vacíos que se están generando en el nuevo momento y que son aprovechados para el desarrollo de esa “contraofensiva” habrá que buscarla entonces en el cambio de esas condiciones y en la falta de adecuación de esas fuerzas internas al nuevo momento.

Y acá es donde aparece el meollo de la cuestión política actual, íntimamente ligada al proceso económico mundial, en tanto que uno de los rasgos distintivos de lo político en tiempos de globalización es que lo político se da ya, ahora, siempre en un mismo tiempo y espacio reales que lo económico y que los escenarios locales están imbricados temporal y espacialmente con los globales.

A partir de aproximadamente el 2012, la caída de los precios de los “comodities” como producto de la inminente recesión global empezó a generar problemas serios en todas las administraciones de los gobiernos populares que constituían la red progresista de América Latina y el Caribe y esto debilitó sustancialmente las posibilidades de sostener el distribuicionismo neo keynesiano sobre el que se sustentaron los distintos proyectos. Esto es una verdad simple contundente y más que evidente. Lo trágico sería no verla o enredarse en detalles, sutilezas o variables secundarias, obviamente diferentes en cada caso nacional particular, y darles una dimensión que no tienen. Eso sí sería el árbol que no deja ver el bosque.

Ver el bosque consiste en ver que esos recursos ya no existen, ni volverán a existir y la no existencia de esos recursos impone un cambio cualitativo en la propuesta política actual de los movimientos populares y de izquierda de la región. Es por lo tanto la falta de ese viraje cualitativo en la propuesta política y económica lo que está debilitando a estos movimientos y haciendo cada vez más grandes las grietas por las que se filtra la contraofensiva derechista. Esa actualización dialéctica de la propuesta que debe mostrar una continuidad pero no ser la misma que la que orientó estos movimientos hasta ahora, es lo que está faltando y comienza a distanciar a los liderazgos del pulso de los pueblos. Este es el punto de desorientación en las organizaciones y en las conducciones.

Desde una perspectiva no paternalista se advierte con claridad que “las masas” no se equivocan estratégicamente. Y si no reaccionan ante una

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determinada propuesta lo más posible es que lo que está equivocada o perdió vigencia o actualidad es la propuesta y no las masas.

Este es el punto de inflexión en que nos encontramos. No se puede seguir pensando, como parece que se está pensando en muchos de los círculos de conducción de estos movimientos populares, que lo que se está atravesando es una coyuntura pasajera de crisis económica y que, si logramos mantenernos (los que aún están) en el gobierno o esperar un poco, tácticamente, los que ya no están en el gobierno , cuando vuelva otro gran impulso económico del capitalismo mundial y las clases medias de los países “desarrollados” vuelvan a hiperconsumir fastuosamente y, por lo tanto, China e India vuelvan a producir a “tasas chinas” para atender esa lujuriosa demanda y, por tanto, nuevamente, los precios de las materias primas vuelvan a dejar la renta que dejaban en la década del 2000, volveremos a poder seguir la distribución y el derrame y quizás...

Eso no va a pasar. Lo que hay por delante es una larga crisis muy probablemente terminal del sistema mismo. El inconsciente colectivo lo sospecha lo intuye y puede reaccionar buscando salidas individuales o colectivas pero lo que no va a seducirlo en modo alguno es una propuesta basada en la insinuación de que esos tiempos van a volver o de que todos los ajustes económicos que se están sufriendo son exclusivamente producto de la maldad de los gobiernos de derecha en los casos en que estos han logrado desplazar electoralmente o por golpes blandos a los movimientos populares, y que el simple regreso de estos movimientos al poder va a traer la bonanza o continuar con lo que se daba.

Y si Macri fracasara escandalosamente (como parece que lo está haciendo) en Argentina y hasta se diera la circunstancia de que tuviera que abandonar el gobierno anticipadamente o someterse a una abrumadora mayoría opositora en las cámaras, ¿cuál es el plan? Acaso volver con la misma propuesta económico-política que hasta el 31 de diciembre. Acaso alguien sincero y bien intencionado cree que ello sería viable y sustentable.

Y si Dilma no es desplazada por el “impeachment” y vuelve al gobierno y recompone su gabinete, ¿cómo sigue la historia en Brasil? ¿Empezaría a crecer la economía brasileña y a revertirse la crisis volviendo a las políticas del momento anterior al golpe destituyente?

Aun en el caso de aquellos movimientos populares que están en el gobierno en particular el del compañero Maduro en Venezuela. Si superara la crisis actual y en las próximas elecciones recuperara los espacios perdidos ¿sería acertado seguir adelante exactamente con el mismo esquema político-económico que hasta el presente?

La izquierda y el movimiento popular (en el gobierno o no) necesitan hablar claramente, ya, con los pueblos acerca de la gravedad de la crisis mundial y de la necesidad de empezar a tomar medidas de emergencia,

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urgentes, que permitan afrontar racionalmente la situación y evitar catástrofes que inicialmente serán sectoriales y finalmente arrastrarán a toda la sociedad.

Lo cierto es que lo que se está jugando en este momento de inflexión, no sólo en América Latina sino en el mundo todo, son dos visiones contrapuestas del destino de la humanidad. Una que piensa en una larga vida todavía del capitalismo, que estaría pasando por una de sus tantas crisis cíclicas, pero de la que se ha de recomponer nuevamente. Esto lo comparten incluso muchas visiones populares o de izquierda que asumen con resignación la supuesta “longue durée” y consideran que de lo que se trata es de seguir resistiendo en el mismo esquema neo-desarrollista que hasta ahora frente al neoliberalismo y al neo conservadurismo. La otra visión, a mi entender la acertada y consecuente con una interpretación ajustada al materialismo histórico, es la de que la crisis actual del capitalismo financiero no es una más, sino la última, por ser precisamente el capitalismo financiero la última etapa del capitalismo. Que de esta recesión mundial creciente no se sale ya sino en una compleja transición a una multipolaridad efectiva, con planificación global ampliamente reguladora de la economía, distribución equitativa real y profunda democracia política global y local. Claro que, como decimos, todo ello en un proceso altamente complejo que probablemente exija recomposiciones geopolíticas forzadas, rearticulación del poder mundial en bloques continentales y economías de emergencia, con distribuciones y ajustes urgentes, pero para todos los sectores sociales, y no solo para algunos como ha sido históricamente en el capitalismo.

Es evidente que los únicos que pueden ofrecer opciones viables de menores costos colaterales y que preserven el “afectio societatis3” y permitan a partir de un replanteo estructural iniciar un nuevo camino de vida superador, son los partidos y movimientos populares y de izquierda. Con un agregado, la magnitud de la crisis va a exigir una mucho más profunda cooperación, coordinación e integración regional, en tanto cada bloque mundial ha de tratar de protegerse y salvaguardase con sus recursos a la mano, cooperando con otros en algunos casos, y defendiéndose del asalto y la depredación desesperada de otros, en otros casos. En nuestra América se impone una cumbre urgente de las conducciones de los movimientos populares para lanzar la contra contra-ofensiva articulada, integradora y verdaderamente transformadora. Solo ello proporcionaría la densidad político ideológica que necesitan las luchas en cada país. Habrá que ver si se está a la altura de las circunstancias.

El no haberse asumido plenamente hasta ahora esta cuestión de base es lo que explica la falta de reflejos que viene exhibiendo, en general, el 3 Intención entre asociados de contraer o continuar una obra común en un pie de igualdad.

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movimiento nuestroamericanista. Especialmente desde la derrota del chavismo en las elecciones de medio término del 2015, el triunfo de Macri en la elecciones argentinas de fines de ese mismo año y la suspensión de Dilma a comienzos del actual 2016.

La tremenda diferencia que marcaron estos procesos populares nuestroamericanos con el pasado inmediato anterior (y con lo que hubieran hechos gobiernos continuistas de derecha en su lugar) fue el aprovechar el “viento de cola” del auge primarista en dos sentidos imprescindibles en aquel momento, dado la situación en que nos encontrábamos:

1) La urgencia humanitaria de atender distributivamente en forma

inmediata y como fuera a la inanición y la brutal exclusión de sectores enteros de la población, especialmente niños y jóvenes, con lo que automáticamente en la faz económica se dinamizó el mercado interno mejorando la situación de amplios sectores medios y se aumentó el nivel de empleo ;

2) el articular todo ello con un regreso a la política de masas, con inclusión de las nuevas generaciones de jóvenes a la política popular, incentivándose el patriotismo y la valorización efectiva de los derechos humanos y civiles en toda su dimensión y no como privilegio de una ciudadanía reducía o como formas abstractas de democracia liberal (si se pudo haber hecho más es una reflexión contrafáctica que deberá hacerse oportunamente pero que sería un error poner en el centro en este momento crítico).

Este es el capital social y político en el que reside la legitimación, el

prestigio y la potencialidad de estos movimientos populares. Pero ese poder de convocatoria popular, ese liderazgo está

inevitablemente sujeto a la máxima que rige todo poder político: el poder si no se ejerce se diluye.

Hoy no se justifican ni siquiera argumentos presuntamente tácticos. El “tiempismo”, tanto en fútbol como en política, siempre termina con una goleada en contra.

Centro de Formación y Estudios Marxistas Agosti (CEFMA) Publicado por Con Nuestra América

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Por la Paz, la resistencia continúa

Colombia

Declaración de la Dirección Nacional y el Comando Central del

Ejército de Liberación Nacional 06 Agosto 2016

Escrito por Comando Central

Declaración de la Dirección Nacional y el Comando Central, del Ejército de Liberación Nacional

El gobierno de Juan Manuel Santos llega a la mitad de su segundo

mandato y los resultados son desastrosos. La locomotora minero-energética que debía jalonar la economía, se descarriló por la baja de los precios y la caída de las exportaciones de materias primas. Mientras el sector financiero reporta jugosas ganancias, se mantiene el estrangulamiento de la industria y la agricultura. El peso se devalúa, la inflación se dispara, aumenta la deuda externa y la balanza comercial es deficitaria. Ante el profundo hueco fiscal, es inminente otra reforma tributaria contra la clase media y los sectores populares.

El desempleo, la carestía, la miseria, arrasan con los pobres y la hambruna mata sin clemencia la infancia, principalmente de las comunidades afrodescendientes e indígenas. Ante esta caótica situación, diversos sectores sociales no tienen más alternativa que movilizarse para reclamar los derechos básicos, que el Estado debe garantizar; siendo brutalmente reprimidos por la fuerza pública, amparados en las últimas leyes antisociales, que han venido imponiendo las bancadas parlamentarias santistas y uribistas. Además, se aumentan las amenazas y los asesinatos del paramilitarismo contra las organizaciones y los dirigentes que se atreven a disentir de las políticas estatales.

Un logro importante de la gestión de Santos, se dio el 23 de junio de 2016, con el acuerdo sobre Cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo y Dejación de Armas de las FARC.

Para favorecer el proceso de paz, mantenemos respeto por la mesa de La Habana. Siempre confiamos que cualquier diferencia, el país la podría conocer en el curso de nuestro proceso, que está abierto a la participación de la sociedad. Pero ante el congelamiento impuesto por el gobierno a la mesa con el Ejército de Liberación Nacional, y ante la próxima firma de un

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acuerdo definitivo de dejación de armas de las FARC, nos vemos en la obligación de expresar que no compartimos la esencia de estos acuerdos.

Se evidencia que el objetivo principal de la comandancia de FARC, es convertirse en una organización legal, aceptando unos acuerdos que exculpan al Estado de su responsabilidad en el desarrollo de la guerra sucia y el Terrorismo de Estado, a la vez que deforman los fundamentos esenciales del Derecho a la Rebelión. Así, el gobierno niega la naturaleza política del alzamiento armado y mantiene intacto el régimen oprobioso de violencia, exclusión, desigualdad, injusticia y depredación.

Compartimos las inquietudes de diversos sectores de la sociedad, del movimiento social y político, frente a varias de las temáticas acordadas, ya que no interpretan sus expectativas, como la limitada participación de la sociedad; la negociación de asuntos sociales sin tener en cuenta a los sectores afectados; la justicia transicional que evita el enjuiciamiento al Estado por su culpabilidad en el genocidio; y la poca incidencia de lo acordado para modificar la realidad del país.

El Estado colombiano, el Presidente y las Fuerzas Armadas han expresado con claridad que “la paz es la victoria”, y que a ella se llegó como resultado de la aplicación de la fuerza militar. Para ellos, la paz no es una convicción política, sino sólo un cálculo económico; pues les resulta más barato llevar la insurgencia a la legalidad sin comprometerse con las transformaciones que la sociedad necesita, y evitar la prolongación de una lucha de resistencia, que los viene desgastando y no podrán controlar.

El ELN ha reiterado que la paz sólo será posible si se dan transformaciones estructurales de la sociedad y del Estado, donde el pueblo sea el protagonista de las nuevas construcciones, que permitan la justicia social, la equidad, la dignidad y la soberanía. Mientras esta nueva Colombia no esté garantizada y se mantenga un régimen oligárquico basado en la violencia, sigue siendo un imperativo político mantenernos como rebeldes alzados en armas, para acompañar todas las luchas de resistencia social.

Si durante estos más de 60 años de lucha guerrillera, la oligarquía no ha cedido parte de sus privilegios al pueblo, mucho menos lo hará después que la guerrilla se desarme. Por el contrario, se envalentonará con mayor represión contra los reclamos sociales y será más grande la entrega de la patria a los intereses imperialistas. Las clases que manejan el poder, sólo entienden que la paz es el desarme de las guerrillas, para maximizar sus ganancias.

La oligarquía colombiana no quiere la paz, porque no permite cambiar su estructura de dominación, esto quedó demostrado en las negociaciones con las FARC, al colocar las “líneas rojas” de no tocar su modelo de explotación económica, de exclusión política o de barbarie

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militar. La poca voluntad de paz del gobierno, también se muestra al mantener congeladas las negociaciones con el ELN.

Desde agosto de 2012, con el acompañamiento de la comunidad internacional, adelantamos reuniones formales con el gobierno de Santos en pos del objetivo de lograr una paz, que interprete el sentir de los colombianos. Múltiples incumplimientos, exigencias unilaterales e intentos de manipulación tuvimos que afrontar, pero logramos firmar el 30 de marzo del presente año, el acuerdo de Agenda para desarrollar la fase pública de las conversaciones, en un proceso abierto a la participación de la sociedad.

Pasados 4 meses, las conversaciones están congeladas por decisión unilateral del gobierno, quien pretende imponer condiciones por fuera de la formalidad de la mesa, haciendo exigencias que jamás fueron acordadas, aunque son asuntos que están contemplados para ser discutidos. Al parecer el gobierno le tiene miedo a la participación de la sociedad.

La fase pública de conversaciones con el ELN, implica darle la palabra a todos los colombianos y colombianas, a los sectores organizados, pero también a la pobrería, a quienes secularmente han estado excluidos, silenciados e invisibilizados.

Debe abrirse un nuevo momento de participación democrática, donde la sociedad no puede seguir siendo una “invitada de piedra”, sino que debe ganar el protagonismo para diseñar los cambios. Las propuestas que produzca este proceso participativo de la sociedad, no puede quedarse en simples recomendaciones o insumos, sino que por el contrario deben ser propuestas a instrumentalizar, para poder hacerlas realidad.

La paz no es el desarme de la guerrilla, sino una construcción multicolor, donde la participación popular cobra vida y se concreta en las transformaciones de la nueva nación. Si la sociedad plantea la democratización del poder, es la oligarquía la que debe definir si permite los cambios o continúa manteniendo la guerra y haciendo política mediante la violencia.

En la actualidad, lo que está en el orden del día no es un Plebiscito para desarmar a una organización guerrillera, sino la necesidad de construir una paz verdadera, pues de poco servirán unos acuerdos parciales si continúa el conflicto social y armado.

El ELN convoca a todos los sectores populares y clases medias de la ciudad y del campo; a los industriales, agricultores y comerciantes atropellados por la competencia desleal de las empresas transnacionales; a los movimientos y partidos políticos de izquierda, democráticos y de centro que buscan alternativas al régimen; a las mujeres, LGTBI y demás sectores generistas que no sólo buscan la igualdad ante la ley, sino la equidad frente a la vida; a los estudiantes y la juventud que piden ser los arquitectos del

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futuro; a todos los patriotas que quieren una república soberana; a todas y todos, les ofrecemos esta fase pública como un gran Diálogo Nacional, para que construyamos la Nueva Colombia en paz.

El ELN sigue manteniendo en alto la bandera de la paz, siempre junto al pueblo, en sus luchas de resistencia frente a la oligarquía y el imperialismo.

La rebelión, a la que hemos acudido como legítimo derecho del pueblo ante un régimen ilegítimo, es la renuncia a obedecer a los poderosos, para colocarnos del lado de los humildes y desposeídos. Pero esta lucha de resistencia no es sólo militar, sino que abarca todas las dimensiones de los sueños y las aspiraciones de las mayorías, donde quienes perseveran siempre logran la victoria.

¡Colombia para los trabajadores! ¡Ni un paso atrás, liberación o muerte!

Montañas y ciudades de Colombia

Agosto 5 de 2016. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215328

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

05/08/2016

III Congreso de Sociología:

“Honduras en movimiento, procesos de transformación social” Osmán López

La reflexión sociológica actual de la sociedad hondureña está avocada

a nuestra historia, pues sin ella no podemos comprender el presente. El recurso de la historia, empleado al modo en que nos lo heredaron los pensadores clásicos de la sociología Marx, Durkheim y Weber, permite entender de dónde venimos para entender mejor hacia dónde vamos.

“La sociología es la ciencia que estudia la génesis y el desarrollo de las instituciones sociales en el seno de una sociedad, con el fin de que el conocimiento de la realidad social nos permita orientar nuestras conductas y disponer con mayor conocimiento de causa sobre el mejor modo de organizar nuestra sociedad”.

Un acontecimiento que marca nuestra historia reciente de Honduras, fue el golpe de Estado perpetrado en 2009, hecho que expresa la quiebra y el colapso, como punto de llegada, de la frágil institucionalidad democrática

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del país heredada de los procesos de transición autoritaria a la democracia desde inicios de los años ochenta del siglo XX.

Este golpe, además, es resultado directo del sabotaje histórico del que ha sido objeto la democracia por parte de los grupos de poder oligárquicos que han ejercido el control del Estado desde los inicios de la independencia. El temblor institucional propiciado por este hecho nefasto en la historia política del país, produjo, consecuentemente, un nuevo despertar de la conciencia social del pueblo hondureño expresada democráticamente en la resistencia ciudadana frente al golpe e inaugurando consigo una nueva etapa de movimiento en los procesos de lucha por la transformación social del país.

El golpe de Estado, puso al desnudo los conflictos históricos de nuestra sociedad y revitalizó la vigencia de las luchas del movimiento social, pero, además, sacó a luz el funcionamiento de toda la arquitectura tecnocrática neoliberal que sirve para el sostenimiento del control económico, político y social del país.

El golpe de Estado nos revela que independientemente de la apariencia modernizante con que se presenta la tecnocracia neoliberal, todavía, como señala el sociólogo guatemalteco Edelberto Torres Rivas, “el peso de la noche, como se le llama al recuerdo poderoso de la cultura oligárquica y de sus influencias, está aún presente. Moribundo, pero presente. Desde los años cincuenta en estos países se viene buscando la modernización política y económica frente a los intereses terratenientes, para que se defina la vida productiva y política de manera más burguesa, más moderna”.

El golpe de Estado sumergió a Honduras en una encrucijada de violencia y de violaciones a los derechos humanos que persisten en el presente, y en un contexto de mayor riesgo y peligro para la población en general. Hay una mezcolanza de formas de violencia que van desde el crimen organizado, narcotráfico, las pandillas juveniles y delincuencia común. Los crímenes políticos se disfrazan como si fueran producto de la violencia criminal y el Estado no asume su responsabilidad por las violaciones a los derechos humanos.

No se advierten en la actualidad condiciones objetivas que permitan a la sociedad hondureña una solución a las violaciones de los derechos humanos apegada a los principios de justica en el marco del Estado de Derecho y el orden democrático, así como la posibilidad de contar con las garantías efectivas de protección de los derechos humanos que pongan freno a la actual escalada de violencia y violaciones que vive el país.

Como corolario de fondo, se percibe que hay un desconocimiento de los derechos humanos por la población, de su significado e importancia para el respeto de la persona humana y la convivencia pacífica. El desconocimiento de este valor constituye uno de los condicionantes

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sociales que propicia la indiferencia y la apatía social, con lo que se refuerza la expansión de la violencia y la inseguridad en el país.

Si bien, se puede afirmar que como resultado de las luchas de las organizaciones defensoras de los derechos humanos, emprendidas desde los años ochenta, se logró el reconocimiento por parte del Estado, en tanto que los derechos humanos han sido adoptados en su positividad jurídica, todavía persisten desafíos importantes para trascender a la vigencia sociológica de los mismos.

El actual escenario histórico en Honduras es tremendamente difícil, aterrador y de mucha impotencia y frustración. Aunque hay un pueblo que empuja pacíficamente por el cambio democrático pero la respuesta de los grupos de poder es violenta y el saldo en pérdidas de vidas es lamentable e indignante. Hasta el momento ya han sido asesinados muchos líderes de la resistencia, defensores de derechos humanos, periodistas, operadores de justicia y ciudadanos que participan en las luchas sociales. El más reciente y emblemático, el asesinato de Berta Cáceres.

Pese a toda esta ola de violencia, las luchas sociales por la democracia, la justicia y el respeto a los derechos humanos persisten. Recientemente, se levantó un movimiento de protesta social contra la corrupción del actual gobierno por el desfalco del Instituto Hondureño de Seguridad Social IHSS. Ante el conocimiento público de este escandaloso acto de corrupción se produjo la consecuente expresión ciudadana de protesta abierta y permanente en las marchas de las antorchas, auto-convocada y articulada en el movimiento de los INDIGNADOS. Asimismo, los estudiantes universitarios levantaron la lucha por sus derechos y la defensa de la universidad pública, y otras luchas que diversos actores en distintos puntos del territorio nacional, luchas campesinas, de pobladores, de mujeres, de la diversidad sexual, entre otras.

¿Cómo se explica la activación de esta conciencia social en movimiento? ¿Cuál es su significado en el presente contexto histórico de Honduras? ¿Cuál es el pronóstico? son algunas de las interrogantes de fondo sobre las que se pretende reflexionar en el III Congreso de Sociología: Honduras en movimiento y procesos de transformación social, que hace homenaje a nuestro extinto colega y amigo, profesor, Guillermo Molina Chocano, un precursor de la sociología en nuestro país.

La comprensión actual de la activación ciudadana en movimiento y la vigencia de las luchas sociales, las formas de lucha de los pueblos por conquistar su propia historia, exige reflexionar a la vez sobre la ofensiva de las fuerzas que se le oponen y las estrategias que implementan en la confrontación para su debilitamiento y desarticulación.

Honduras en movimiento y procesos de transformación social, es un título con el que la Asociación Hondureña de Sociología, acierta para

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enfrentar el análisis del presente, un punto de llegada en nuestra historia con un nuevo despertar de la conciencia social que revitaliza la esperanza y reactiva la vigencia histórica de la lucha por la transformación social del país. Constituye una excelente apuesta para comprender e interpretar el presente y aportar a su transformación, así como una valiosa oportunidad para el reencuentro y el diálogo entre la comunidad de sociólogos. Es un momento importante para hacer una lectura que nos oriente en los caminos para prácticas de contrapoder que desmonten los cimientos de las formas de dominación, no solo en Honduras, sino en toda la región. Su análisis debe contribuir a pensar en el potencial de cambio de la lucha social para enfrentar las relaciones de poder y servir en la construcción de nuevas relaciones desde abajo, desmontando las relaciones instituidas.

La tarea urgente desde la sociología, consiste en consolidar un pensamiento intelectual capaz de desenmascarar la ideología y las prácticas tecnocráticas de gestión y control del campo social de corte neoliberal-conservador, y articular un pensamiento crítico, comprometido con las luchas sociales y políticas genuinas que empujan por la transformación y la conquista de la Democracia Participativa y el Estado Social de Derecho. Osmán López. Profesor de Sociología de la UNAH http://www.alainet.org/es/articulo/179308

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

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Cuba. 12/08/2016

Breve relato de una gesta gigante para la Historia

Movimiento revolucionario 1953-1958

La inercia e incapacidad de los partidos políticos burgueses para enfrentar al régimen castrense -al cual se adhirieron algunos de estos partidos- contrastó con la beligerancia de los sectores populares, en especial de la joven generación que recién nacía a la vida política.

De sus filas nació un movimiento de nuevo tipo, encabezado por Fidel Castro (Birán, 1926), un joven abogado cuyas primeras actividades políticas se habían desarrollado en el medio universitario y las filas de la ortodoxia. Preconizando una nueva estrategia de lucha armada contra la dictadura, Fidel Castro se dio a la silenciosa y tenaz preparación de esa batalla.

El "Moncada" fue el pequeño motor que echo a andar el motor grande.

Las acciones se desencadenarían el 26 de julio de 1953, con los asaltos simultáneos a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, concebidos como detonantes de una vasta insurrección popular.

Al fracasar la operación, decenas de asaltantes que cayeron prisioneros fueron asesinados. Otros sobrevivientes, entre los que se encontraba Fidel Castro, fueron juzgados y condenados a severas penas de prisión. En el juicio que se les siguió, el joven líder revolucionario pronunció un brillante alegato de autodefensa -conocido como "La Historia me absolverá"-, en el cual fundamentaba el derecho del pueblo a la rebelión contra la tiranía y explicaba las causas, vías y objetivos de la lucha emprendida. Este alegato se convirtió en el programa de la revolución.

Entretanto, la dictadura enfrentaba la crítica coyuntura creada por el descenso de los precios del azúcar con la manida fórmula de la restricción productiva. Para contrarrestar sus efectos depresivos, el gobierno inicia una movilización compulsiva de recursos financieros que, en proporción apreciable, terminarían en las arcas de los personeros del régimen. No obstante el fomento de nuevos renglones productivos en las dos décadas precedentes, la economía cubana, uncida al azúcar, no alcanzaba un crecimiento satisfactorio. Evidencia máxima de ello era la masa de desempleados y subempleados que ya, a mediados de la década de 1950, llegaría a constituir la tercera parte de la fuerza laboral del país.

El intento de la tiranía por legalizar su estatus mediante unas espurias elecciones en 1954, serviría al menos para aplacar su saña

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represiva. La circunstancia fue aprovechada por el movimiento de masas que en 1955 ascendió de manera significativa y logró la amnistía de los presos políticos -entre ellos los combatientes del Moncada- y escenificó huelgas obreras de gran importancia, sobre todo en el sector azucarero. En ese mismo año se funda el Movimiento Revolucionario 26 de Julio, constituido por Fidel Castro y sus compañeros, y un año más tarde se crea el Directorio Revolucionario, que agrupa a los elementos más combativos del estudiantado universitario.

La desacertada política de ascensos, el estímulo a entronizar el nepotismo, el favoritismo, la adulonería y la falta de preparación técnica y profesional de algunos de los principales jefes y oficiales del Ejército, constituyeron elementos que influyeron en la decisión de un grupo de oficiales con preparación académica conspirar por mejorar la profesionalidad de la institución. Estos oficiales llamados "Puros" podían ser localizados principalmente en el Campamento Militar de Columbia, la Fortaleza de la Cabaña y en las escuelas militares. Entre ellos se destacaban: José Ramón Fernández, José Orihuela, Enrique Borbonet, Ramón Barquín, Manuel Varela Castro, entre otros. Una denuncia provocó la detención de todos los complotados y el aborto del intento sedicioso.

Otro hecho que preocupo al régimen batistiano fue el asalto al cuartel "Domingo Goicuría" el 29 de abril de 1956. Unos 50 hombres alrededor de las 12:00 atacan e intentan ocupar el cuartel "Goicuría". La inmensa mayoría de los combatientes eran militantes de la organización auténtica (OA) y estaban dirigidos por Reinold García. La acción resultó un fracaso rotundo porque eran esperados, la prueba está en el saldo de la acción: 17 asaltantes muertos sin ningún herido, mientras el Ejército no tuvo bajas. El asalto a este cuartel, sede del Regimiento No 4 de la Guardia Rural, en Matanzas, constituyó un elemento que estimuló a los órganos de inteligencia y represión actuar con más energía y, en particular, a desarticular, neutralizar y no subestimar a los grupos de conspiradores pertenecientes a los auténticos.

Tras demostrar la imposibilidad de toda lucha legal contra la tiranía, Fidel Castro marcha hacia México con el propósito de organizar una expedición liberadora e iniciar la guerra revolucionaria. Por su parte, los partidos burgueses de la oposición ensayan una nueva maniobra conciliadora con Batista en busca de una salida "política" a la situación. El fracaso terminaría por hundirlos en el desprestigio.

El 2 de diciembre de 1956, Fidel Castro desembarcaba al frente de la expedición del yate Granma en las Coloradas, provincia de Oriente.

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El desembarco de los expedicionarios del yate Granma dio inicio a la lucha guerrillera en las montañas el 2 de diciembre de 1956.

Dos días antes, los combatientes clandestinos del Movimiento 26 de Julio, al mando de Frank País, habían llevado a cabo en Santiago de Cuba un levantamiento de apoyo al desembarco.

Al no coincidir ambas acciones, el levantamiento terminaba en un fracaso. Tras el revés del lugar llamado Alegría de Pío, que dispersara al contingente expedicionario, Fidel Castro y un puñado de combatientes lograban ganar el firme de la Sierra Maestra para constituir el núcleo inicial del Ejército Rebelde. Su carta de presentación sería, un mes después, la toma del pequeño cuartel de La Plata, acción que serviría para desmentir las versiones propaladas por la dictadura acerca del total exterminio de los expedicionarios.

En 1957, mientras el Ejército Rebelde se gestaba en las montañas con una serie de acciones -entre las más importantes se encuentra el combate de El Uvero-, en las ciudades se desarrollaba con gran ímpetu la lucha clandestina. El 13 de marzo de ese año, un destacamento del Directorio Revolucionario realiza un ataque al Palacio Presidencial en La Habana, con el propósito de ajusticiar al tirano, pero fracasan. En esta acción caería en combate José Antonio Echeverría, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria. A los atentados y actos de sabotaje, la tiranía respondería con un incremento de las torturas a los detenidos y una oleada de crímenes. En el mes de julio, el asesinato de Frank País provocaría una huelga espontánea que paralizó gran parte de la nación. Poco después, en septiembre, el alzamiento del puesto naval de la ciudad de Cienfuegos pondría en evidencia las profundas grietas en las fuerzas armadas del batistato. A finales de año, el ejército fracasa en su ofensiva contra la Sierra Maestra, en la que ya se han consolidado dos columnas guerrilleras.

A principios de 1958, el movimiento revolucionario decide acelerar la caída del tirano mediante una huelga general con características de insurrección.

En la Sierra Maestra, Fidel Castro crea dos nuevas columnas al mando de los comandantes Raúl Castro y Juan Almeida, respectivamente, quienes deben abrir dos frentes guerrilleros en otras zonas montañosas de Oriente. La huelga convocada el 9 de abril se malogra con graves pérdidas para las fuerzas revolucionarias. Batista cree llegado el momento de liquidar la insurrección, y en el verano lanza una ofensiva de 10 000 hombres sobre la Sierra Maestra.

Ejército Rebelde

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La estrategia empleada por el Ejército Rebelde puso fin a la tiranía de Batista.

En feroces combates y batallas -Santo Domingo, El Jigüe, Vegas de Jibacoa, y otros-, las tropas rebeldes derrotan a los batallones de la tiranía que logran penetrar en la Sierra y los obliga a retirarse.

Ese es el viraje definitivo. Los partidos de la oposición burguesa, que hasta entonces han maniobrado para capitalizar la rebeldía popular, se apresuran en reconocer el indiscutible liderazgo de Fidel Castro.

Columnas rebeldes parten hacia diversos puntos del territorio nacional, entre ellas las de los comandantes Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos, quienes avanzan hacia la provincia de Las Villas. En esa zona ya operan diversos grupos de combatientes, entre otros los del Directorio Revolucionario y el Partido Socialista Popular (Comunista). El 20 de noviembre, el Comandante en Jefe de las tropas rebeldes, Fidel Castro, dirige personalmente la batalla de Guisa, que marca el comienzo de la definitiva ofensiva revolucionaria.

Ejército Rebelde y Pueblo: Unidad y Acción.

En acciones coordinadas, las ya numerosas columnas del II y III frentes orientales van tomando las poblaciones aledañas para cerrar el cerco sobre Santiago de Cuba. Che Guevara, en Las Villas, toma uno tras otro los pueblos a lo largo de la carretera central y asalta la ciudad de Santa Clara, capital provincial, mientras que, por su parte, Camilo Cienfuegos rinde en tenaz combate el cuartel de la ciudad de Yaguajay.

El 1º de enero de 1959, Batista abandona el país. En una maniobra de última hora, bendecida por la embajada norteamericana, el general Eulogio Cantillo intenta crear una junta cívico-militar. Fidel Castro conmina a la guarnición de Santiago de Cuba a que se rinda y al pueblo a una huelga general que, apoyada masivamente por todo el país, aseguraría la victoria de la Revolución.

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Himno al guerrillero. Himno al guerrilero

Cuba, 1958 En octubre de 1958, la Columna Invasora número 2 del Ejército

Rebelde, al mando del Comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán, bajó de la Sierra Maestra y se encontraba ya en la parte norte del centro de la Isla, luchando contra el ejército batistiano, demostrando con la guerra de guerrilas, en cada combate, su empuje y fuerza, a pesar de la desigualdad en número de hombres y recursos bélicos.

México, 1958

En Ciudad de México se gestaba una expedición que arribaría a Pinar del Río para apoyar la entrada de la columna a este territorio. Camilo había nombrado a un miembro de su tropa, Osvaldo Rabaza Vázquez, para que junto a su hermano, Osmany Cienfuegos, organizara dicha expedición. Por razones de salud y la imposibilidad de obtener el pasaporte, el guerrillero Rabaza no pudo viajar al extranjero, como se había previsto. Se encontraba en México, desde el 9 de octubre, el hermano de Rabaza, quien formaría parte del grupo como integrante de la expedición. A este amigo - hermano de Camilo desde la infancia y condiscípulo en el kindergarten, es a quien

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Osmany le solicita que, con sus dotes de poeta, escribiera la letra para un himno que habría de acompañar a la expedición.

José Rabaza Vázquez se inspira en las hazañas de los rebeldes y crea la letra del Himno Guerrillero; también utiliza como modelo la misma estructura de sĺabas métricas del himno compuesto por Perucho Figueredo. Al com ba te/ co rred/ ba ya me ses/ ... A de lan te/ lahe roi ca gue rri lla..

Formaba parte del grupo de cubanos, en tierra azteca, el músico, compositor y director de orquesta, Enrique González Mántici, quien se encragó de musicalizar los agurridos versos.

El 14 de diciembre de 1958, en la casa que ocupaba Osmany Cienfuegos con su familia, reunidos por el fervor patriótico y las ansias de libertad, el grupo de compatriotas entonaron el himno, dirigidos por el maestro González Mántici, quien los acompañó al piano.

En 1967, cuando ocurre la muerte del Guerrillero Heroico, Ernesto Guevara, cobró tanta fuerza, que se convirtió en símbolo, ligado para siempre a la figura legendaria del combatiente de Cuba, del combatiente americano y del mundo. El himno Guerrillero, es uno de los cantos más significativos y estremecedores dentro de la música patriótica y revolucionaria del siglo xx.

https://youtu.be/7KwvXSSCmL0 https://www.youtube.com/watch?v=7KwvXSSCmL0

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SITUACIÓN POLÍTICA INTERNACIONAL

Alertas rojas: señales de implosión en la economía global

El capitalismo global a la deriva Jorge Beinstein

A fines de Mayo, durante la reunión del G7 Shinzo Abe, primer

ministro de Japón, anunció la proximidad de una gran crisis global4, el comentario más difundido por los medios de comunicación fue que se trataba de un alarmismo exagerado reflejo de la difícil situación de la economía japonesa. De todos modos no faltan los que admiten la existencia de peligros pero en general los atribuyen a los desequilibrios financieros de China, a la recesión en Brasil o a las turbulencias europeas. La situación en los Estados Unidos suele merecer comentarios prudentes distantes de cualquier alarmismo. Sin embargo el centro motor de la última gran crisis global (año 2008) fue la explosión de la burbuja inmobiliaria estadounidense, ahora los expertos no perciben allí burbujas en plena expansión a punto de estallar sino todo lo contrario: actividades 4 Philippe Mesmer, “L’alarmisme de Shinzo Abe surprend le G7”, Le Monde, 26.05.2016

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financieras, industriales y comerciales estancadas, crecimientos anémicos y otros señales al parecer tranquilizantes que alejan la imagen de algún tipo de euforia descontrolada.

Pero es imposible ignorar la realidad. Los productos financieros derivados constituyen la componente mayoritaria decisiva de la trama especulativa global, solo cinco bancos de los Estados Unidos más el Deutsche Bank han acumulado esos frágiles activos por unos 320 billones (millones de millones) de dólares5 equivalentes a aproximadamente 4,2 veces el Producto Bruto Mundial (año 2015), eso representa el 65 % de la totalidad de productos financieros derivados del planeta registrados en diciembre de 2015 por el Banco de Basilea. Esa hiper-concentración financiera debería ser una señal de alarma y el panorama se agrava cuando constatamos que dicha masa financiera se está desinflando de manera irresistible: en diciembre de 2013 los derivados globales llegaban a unos 710 billones de dólares, apenas dos años después, en diciembre de 2015 el Banco de Basilea registraba 490 billones de dólares… en solo 24 meses se evaporaron 220 billones de dólares, cifra equivalente a unas 2,8 veces el Producto Bruto Global de 2015.

No se trató de un accidente sino del resultado de la interacción perversa, a nivel mundial, entre la especulación financiera y la llamada economía real. Durante un largo período esta última pudo sostener una desaceleración gradual evitando el derrumbe, gracias a la financierización del sistema que permitió a las grandes empresas, los estados y los consumidores de los países ricos endeudarse y así consumir e invertir. La declinación de la dinámica económica de los capitalismos centrales pudo ser ralentizada (aunque no revertida) no solo con negocios financieros, la entrada de más de 200 millones de obreros industriales chinos mal pagados al mercado mundial permitió abastecer con manufacturas baratas a los países ricos y el derrumbe del bloque soviético brindó a Occidente un nuevo espacio colonial: la Unión Europea se amplió hacia el Este, capitales de Europa y de los Estados Unidos extendieron sus negocios.

Así fue como los Estados Unidos y sus socios-vasallos de la OTAN siguieron adelante con los gastos militares y las guerras, enormes capitales acumulados bloqueados por una demanda que crecía cada vez menos pudieron rentabilizarse comprando papeles de deuda o jugando a la bolsa, grandes bancos y mega especuladores inflaron sus activos con complejas operaciones financieras legales e ilegales. Los neoliberales señalaban que se trataba de un “circulo virtuoso” donde las economías real y la financiera 5 Tyler Durden, "Is Deutsche Bank The Next Lehman?", Zero Hedge, http://www.zerohedge.com/news/2015-

06-12/deutsche-bank-next-lehman. Michael Snyder, "Financial Armageddon Approaches", INFOWARS, http://www.infowars.com/financial-armageddon-approaches-u-s-banks-have-247-trillion-dollars-of-exposure-to-derivatives/

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crecían apoyándose mutuamente, pero la fiesta se fue agotando mientras se reducian las capacidades de pago de los deudores abrumados por el peso de sus obligaciones.

La crisis de 2008 fue el punto de inflexión. En diciembre de 1998 los

derivados globales llegaban a unos 80 billones de dólares equivalentes a 2,5 veces el Producto Bruto Global de ese año, en diciembre de 2003 alcanzaban los 200 billones de dólares (5,3 veces el PBG) y a mediados de 2008, en plena euforia financiera, saltaron a 680 billones (11 veces el PBG), la recesión de 2009 los hizo caer: para mediados de ese año habían bajado a 590 billones (9,5 veces el PBG). Se había acabado la euforia especulativa y a partir de allí las cifras nominales se estancaron o subieron muy poco reduciendo su importancia respecto del Producto Bruto Global: en diciembre de 2013 rondaban los 710 billones (9,3 veces el PBG) y luego se produjo el gran desinfle: 610 billones en diciembre de 2014 (7,9 veces el PBG) para caer en diciembre de 2015 a 490 billones (6,2 veces el PBG).

El aparente “circulo virtuoso” había mostrado su verdadero rostro: en realidad se trataba de un círculo vicioso donde el parasitismo financiero se había expandido gracias a las dificultades de la economía real a la que drogaba mientras la cargaba de deudas cuya acumulación terminó por enfriar su dinamismo lo que a su vez bloqueó el crecimiento del globo financiero.

La primera etapa de interacción expansiva anunciaba la segunda de interacción negativa, de enfriamiento mutuo actualmente en curso la que a su vez anuncia la tercera de enfriamiento financiero marchando hacia el colapso y de crecimientos anémicos, estancamientos y recesiones suaves de la economía real acercándose hacia la depresión prolongada, todo ello como parte del probable desinfle entrópico [desorden, pérdida sistemática] del conjunto del sistema.

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La financierización integral de la economía hace que su contracción

comprima, reduzca el espacio de desarrollo de la economía real. El peso de las deudas públicas y privadas, la creciente volatilidad de los mercados sometidos al canibalismo especulativo, grandes bancos en la cuerda floja y otros factores negativos ahogan a la estructura productiva.

Por otra parte el sistema global no se reduce a un conjunto de procesos económicos, nos encontramos ante una realidad compleja que incluye una amplia variedad de componentes interrelacionadas (geopolíticas, culturales, militares, institucionales, etc.), eso significa que la crisis puede desencadenarse desde distintas geografías y focos de actividad social. Por ejemplo un hecho político como la decisión del electorado de Gran Bretaña de salir de la Unión Europea pudo haber sido el detonador tal como lo anticipaba George Soros que esperaba un “Viernes negro” seguido por una reacción en cadena de turbulencias fuera de control si el jueves 23 de Junio triunfaba el Brexit6 , el desastre no se produjo pero pudo haber ocurrido... aunque el sacudón fue bastante fuerte7 .

Podría ser una ola de protestas sociales en Europa más extendida y radicalizada que la ocurrida recientemente en Francia o el derrumbe del Deutsche Bank que acumula papeles volátiles por unos 70 billones de

6 Antoine Gara, "George Soros Says Brace For 'Black Friday' If Brexit Vote Succeeds", Forbes,Jun 21, 2016,

http://www.forbes.com/sites/antoinegara/2016/06/21/george-soros-says-brace-for-black-friday-if-brexit-vote-succeeds/#7e295d543a89 7 Wolf Richter, "European Banks Get Crushed, Worst 2-Day Plunge Ever, Italian Banks to Get Taxpayer

Bailout, Contagion Hits US Banks", Wolf Street, June 27, 2016, http://wolfstreet.com/2016/06/27/european-banks-get-crushed-worst-2-day-plunge-ever-italian-banks-to-get-taxpayer-bailout-contagion-hits-us-banks/

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dólares casi equivalentes al Producto Bruto Mundial8 . También la economía italiana ofrece su cuota de riesgos, afectada por la degradación acelerada de los bancos acorralados por los impagos de sus deudores que sumaban en marzo de 2016 unos 200 mil millones de euros (equivalentes al 12 % del Producto Bruto italiano)9. Y por supuesto Japón aparece como un importante candidato al derrumbe con una deuda pública de 9 billones de dólares que representa el 220 % de su Producto Bruto Interno, no ha conseguido salir de la deflación y sus exportaciones pierden competitividad10 .

Los Estados Unidos centro de la economía global (sobre todo de su hipertrofia financiera) es naturalmente el motor potencial de futuras tormentas globales. Allí se han ido acumulando en los últimos meses las señales recesivas: desde la persistente tendencia a la baja en la producción industrial desde fines de 201411, hasta el ascenso continuo de deudas industriales y comerciales impagas (que ya han alcanzado el nivel de fines de 2008 – aumentaron casi un 140 % entre el último trimestre de 2014 y el primer trimestre de 2016)12 , pasando por la caída del conjunto de ventas (mayoristas, minoristas e industriales) al mercado interno desde el último cuatrimestre de 201413 y de las exportaciones desde noviembre del mismo año14.

A ello debemos agregar una deuda pública nacional que sigue aumentando, ya ha superado la barrera de los 19 billones de dólares (casi 106 % del PBI) que sumado a las deudas privadas llega a los 64 billones de dólares (3,5 veces el PBI de 2015)15 , y también claras señales de deterioro social como el hecho de que unas 45 millones de personas reciben actualmente ayudas alimentarias por parte del Estado16, la agencia encargada de monitorear los programas alimentarios gubernamentales, FRAC por su sigla en inglés, señalaba en su último informe que “más de 48,1 millones de estadounidenses viven en hogares que luchan contra el hambre”17 . 8 Michael T. Snyder, "Will Deutsche Bank Survive This Wave Of Trouble Or Will It Be The Next Lehman

Brothers?", Smarter Analyst, May 23, 2016, http://www.smarteranalyst.com/2016/05/23/will-deutsche-bank-survive-this-wave-of-trouble-or-will-it-be-the-next-lehman-brothers/ 9 Jeffrey Moore, “Will Italian banks spark another financial crisis?”, Global Risk Insights, March 7, 2016.

10 Takashi Naakamichi, "Japan emerges as key victim in fallout from Brexit", Market Watch,June 27, 2016.

11 U.S. Board of Governors of the Federal Reserve System, “Industrial Production and Capacity Utilization”.

12 Worlf Richter, "Business Loan Delinquencies Spike to Lehman Moment Level", May 19, 2016,

http://wolfstreet.com/2016/05/19/delinquencies-of-commercial-industrial-loans-spike/ 13

FRED - Federal Reserve Bank of St. Louis, Total Business Sales. 14

U.S. Census Bureau, “U.S. International Trade in Goods and Services”. 15

FRED - Federal Reserve Bank of St. Louis, All Sectors; Debt Securities and Loans. 16

United States Department of Agriculture, Food and Nutricion Service 17

. FRAC, Food Research & Action Center, "U.S. Makes Progress Addressing Food Hardship, but One in Six American Households Still Struggle to Put Food on the Table", June 30, 2016, http://frac.org/u-s-makes-progress-addressing-food-hardship-but-one-in-six-american-households-still-struggle-to-put-food-on-the-table-report-finds/

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Para un creciente número de expertos, sobre todo los especialistas en

temas financieros el interrogante decisivo no es si la crisis se va a producir o no sino cuando va a ocurrir.

Para algunos podría tomar la forma de un estallido financiero al estilo de lo ocurrido en 2008 o en anteriores eventos de ese tipo, para otros lo que está por llegar es una gran implosión del sistema.

Caben dos hipótesis extremas, la primera de ellas es que la acumulación de deterioros debería generar tarde o temprano un salto cualitativo devastador, la historia del capitalismo está marcada por una sucesión de crisis de distinta magnitud, mirando al pasado sería razonable suponer un desenlace bajo la forma de hiper crisis.

La segúnda hipótesis es que la pérdida de dinamismo del sistema no es un fenómeno pasajero sino una tendencia pesada que obliga a superar la idea de gran turbulencia repentina, de tsunami arrasador e introducir el concepto de “decadencia”, de envejecimiento prolongado, de degradación civilizacional, lo que no excluye las crisis sino que las incorpora a un recorrido descendente donde el sistema se va apagando, desarticulando, caotizando, perdiendo vitalidad, racionalidad.

Larry Summers, ex Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, relanzó recientemente con gran repercusión mediática la teoría del “estancamiento secular” según la cual las grandes potencias tradicionales están ingresando en una era de estancamiento productivo prolongado arrastrando al conjunto del sistema global18 , recuperaba de ese modo las 18

Laurence. H. Summers, "Reflections on the New Secular Stagnation Hypothesis", Secular Stagnation:Facts, Causes, and Cures, CEPR Press, 2014.

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ideas de Alvin Hansen expuestas en plena crisis de los años 1930. Por su parte académicos importantes como Robert Gordon19 , Tyler Cowen20 o Jan Vijg21 apuntalaban ese punto de vista desde la visión de la ineficacia creciente del cambio tecnológico en términos de crecimiento económico, este último planteando el paralelismo entre la decadencia estadounidense y las del imperio romano y de China en la era de la dinastía Qing (entre mediados del siglo XVII y comienzos del siglo XX). En los años 1970 cuando se iniciaba la larga crisis global que llega hasta nuestros dias Orio Giarini y Henri Loubergé por entonces en la Universidad de Ginebra habían elaborado la hipótesis de los “rendimientos decrecientes de la tecnología” a partir del procesamiento de una gran masa de información empírica22 , por su parte el historiador Fernand Braudel señalaba que la gran crisis de esa década era el comienzo de una fase cíclica descendente de larga duración23 . Desde una visión marxista Roger Dangeville, también en esa época, afirmaba que el capitalismo en tanto sistema global había ingresado en su etapa senil24 , yo retomé esa hipótesis desde fines de los años 199025 que más adelante fue asumida por Samir Amin26 y otros autores.

Ahora las señales de alarma se multiplican, desde desajustes financieros graves hasta perturbaciones geopolíticas cargadas de guerras y desestabilizaciones, desde crisis institucionales hasta declinaciones económicas. Los comentaristas occidentales se maravillaban en los años 1990 ante el espectáculo de la implosión de la URSS, es probable que dentro de no mucho tiempo empiecen a horrorizarse ante desastres mucho mayores centrados en Occidente.

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

19

Robert J. Gordon, “Is US Economic Growth over? Faltering Innovation confronts the six Headwinds”, NBER Working paper series, 18315, August.2012."The turtle’s progress: Secular stagnation meets the headwinds", Secular Stagnation:Facts, Causes, and Cures, CEPR Press, 2014. 20

Tyler Cowen, "The Great Stagnation", Dutton, 2011. 21

Jan Vijg,"The American Technological Challenge: Stagnation and Decline in the 21st Century", Algora Publishing, 2011. 22

Orio Giarini y Henri Loubergé,"La Civilisation technicienne à la dérive.Les rendements décroissants de la technologie", Dunod, Paris, 1979 23

Fernand Braudel, “Civilisation matérielle, économie et capitalisme, XV XVIII Siècle”, tome I, Armand Colin, Paris, 1979 24

Roger Dangeville, “Marx-Engels. La crise”, Editions 10/18, Paris 1978 25

Jorge Beinstein, “La larga crisis de la economía global”, Corregidor, Buenos Aires, 1999 y “Capitalismo senil. A grande crise da economia global”, Record, Rio de Janeiro, 2001. 26

Samir Amin, “Au-delà du capitalisme sénile”, PUF, Paris, 2002.

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Cultura Universal del Capitalismo neoliberal

Publicado en http://ctxt.es/es/20160706/Multimedia/7097/

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

09-07-2016 Entrevista al economista Jorge Beinstein

"El capitalismo se encuentra en su hora final" Arnaldo Pérez Guerra. Rebelión

Destacado economista marxista, especializado en prospectiva y economía global,

Jorge Beinstein es Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de Franche Comté-Besançon, Francia, y actualmente profesor emérito de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, donde dirige el Centro Internacional de Información Estratégica y Prospectiva (CIIEP). Ha sido académico en importantes universidades de Europa y América Latina, donde también ha dirigido relevantes proyectos de investigación. Entre sus últimos libros destacan: Comunismo o Nada, La ilusión del metacontrol imperial del caos: La mutación del sistema militar de los Estados Unidos, Capitalismo del siglo XXI, y Crónica de la decadencia: Economía global 1999-2009. Sus trabajos se pueden leer en la

web beinstein.lahaine.org.

-¿Cuál es su opinión sobre Chile? Vivimos la doctrina del shock impuesta por la dictadura, el neoliberalismo salvaje, el extractivismo y

endeudamiento, la despolitización… -Creo que Chile nunca ha podido superar la tragedia del 11 de Septiembre. La dictadura remodeló a la sociedad chilena. No es el único caso, también en Argentina la dictadura cívico-militar instaurada en 1976 produjo

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degradaciones culturales y estructurales que han perdurado hasta hoy. Después de Pinochet ustedes han pasado a una suerte de democracia limitada comprimida por el modelo neoliberal que pudo instalarse y reproducirse como parte de una división internacional (colonial) del trabajo, de una economía global hegemonizada por los Estados Unidos pero que actualmente se está deteriorando rápidamente. Caen los precios de las materias primas sin perspectivas de repunte significativo y durable, eso afecta de manera decisiva al modelo neoliberal chileno.

La burguesía chilena creía que la masacre pinochetista y sus prolongaciones económicas y culturales ‘democráticas’ extirparían por completo la memoria histórica popular, bloquearían para siempre el surgimiento de alternativas antisistema. Es la eterna ilusión de los contrarrevolucionarios siempre desmentida por la realidad. América Latina vive actualmente una época oscura, de arremetidas derechistas, pero también de putrefacción capitalista, entonces lo que parecía imposible, las aspiraciones revolucionarias, puede reaparecer. Las latencias, las memorias subterráneas que se reproducen de manera invisible pueden converger con nuevas formas de crítica teórica y de lucha práctica hasta conformar una avalancha social. Dicha posibilidad no debe ser descartada sino más bien alentada. La evolución de la crisis global y regional abre esa perspectiva”.

Zarpazos de la lumpenburguesía -¿Qué ocurre en Argentina tras la llegada de Macri al gobierno y cómo

caracterizaría sus decisiones? -Ha significado un violento giro hacia la derecha más extrema del arco político argentino. A los pocos días de asumir se produjeron transferencias de ingresos hacia las elites económicas que por su magnitud y velocidad no tienen precedentes en la historia económica argentina. Esto ha causado una fuerte contracción del mercado interno y en consecuencia la llegada de la recesión. El FMI pronosticó a comienzos de año una caída real del Producto Interno Bruto para 2016 del orden del 1%, aunque viendo lo que ya ha ocurrido en el primer cuatrimestre podemos hablar de un descenso superior al 3%, más allá de lo que anuncie en el futuro el gobierno a partir de cifras manipuladas. Desde la llegada de Macri, se ha producido un apagón estadístico. No se suministran más las cifras oficiales de desocupación, inflación y otros indicadores. No descarto la posibilidad de una suerte de híper-recesión si el gobierno no llega a controlar la dinámica depresiva que ha generado.

Entre los especialistas se discutía en los primeros meses acerca de cual era realmente el modelo económico macrista. Las decisiones económicas han sido tan salvajes, las contradicciones tan evidentes, el desastre tan grande que no cabe pensar que estamos ante un plan

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estratégico coherente apuntando a una reconversión capitalista de largo plazo, aunque sea oligárquica, sino ante un saqueo donde cada grupo dominante saca su tajada sin importarle lo que vaya a ocurrir en el futuro. Marchamos hacia una crisis de gobernabilidad impulsada por fuerzas entrópicas que se han desatado al derrumbarse el kirchnerismo. Las clases dominantes argentinas operan como una suerte de lumpenburguesía, de burguesía depredadora altamente destructiva. El fenómeno forma parte de un proceso global del mismo signo”.

-Háblenos de la “lumpenburguesía global dominante”… -Tendríamos que arrancar desde los 70 cuando a partir de la estanflación la recuperación posterior se produjo con tasas de crecimiento económico global declinantes. Esa tendencia de largo plazo fue acompañada por una expansión de los negocios financieros que terminaron por financierizar al sistema mundial de tal manera que hacia 2008 la masa financiera mundial representaba unas veinte veces el Producto Bruto Global (PBG), solo los productos financieros derivados equivalían a unas 11 veces el PBG. El fenómeno forma parte de un proceso más amplio de ascenso del parasitismo como componente hegemónica del sistema capitalista mundial que por supuesto incluye también a la hipertrofia militar, a la narco-economía, al consumo suntuario de las élites globales y su plataforma productivo-comunicacional, etcétera. Se trata de un fenómeno originado hace casi medio siglo pero que en el siglo XXI se manifiesta como una mutación integral del sistema, como la transformación de su núcleo central dominante en una casta parasitaria. En ese sentido es posible establecer paralelismos con otras decadencias civilizatorias como por ejemplo la del Imperio Romano, etapa superior y final de la llamada civilización greco-romana.

La lumpenburguesía -hoy dominante a escala global con centro en el Imperio estadounidense-, es decir, una burguesía degenerada, parasitaria, marca un salto cualitativo en la trayectoria universal del capitalismo, así como la aristocracia militar-consumista de la decadencia imperial fue el resultado de la mutación terminal de Roma. -Usted señala una crisis de la financierización de la economía mundial y que el Imperialismo despliega como último recurso la “Guerra de Cuarta Generación”: destruir las sociedades periféricas para convertirlas en zonas de saqueos. ¿Podría caracterizar esto y ampliar su visión? -La crisis de 2008 marcó el fin de la expansión acelerada de la trama financiera global, la misma fue una suerte de droga que permitió endeudarse a estados, empresas y consumidores de los capitalismos centrales, pero el ciclo del endeudamiento impune llegó al límite, la

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explosión de la mega burbuja inmobiliaria fue el punto de inflexión del sistema. Entonces los estados imperialistas realizaron enormes transferencias de fondos hacia los grupos financieros tratando, con éxito, de evitar su derrumbe. Pero no fue más que un parche y no la superación de la crisis.

En 2001, por ejemplo, los negocios con productos financieros derivados, la columna vertebral de la red especulativa global, acumulaban unos 95 billones (millones de millones) de dólares equivalentes a unas 2,8 veces el PBG. En 2005, llegaban a unos 280 billones (unas 6 veces el PBG), y a mediados de 2008, poco antes de la crisis alcanzaban cerca de 680 billones (11 veces el PBG). Se trataba de un crecimiento exponencial, pero a partir de ese momento esa masa especulativa dejo de expandirse, se volvió inestable y desde 2014 se fue desinflando velozmente. Entre fines de diciembre de 2013 y fines de diciembre de 2015 la contracción fue del orden del 30%. En 24 meses se esfumaron unos 220 billones de dólares... ¡Equivalentes a casi tres veces el PBG! Hasta la crisis de 2008 la expansión financiera operó como una suerte

de impulsor inflacionario de la economía mundial. Desde 2014 la contracción financiera opera como un motor deflacionario que empuja hacia abajo a la economía. Dicho de otra manera, en una primera etapa se desarrolló un círculo aparentemente virtuoso (en realidad perverso) donde las deudas crecientes y las ganancias especulativas inflaban el consumo de los países ricos, sus gastos estatales (especialmente los gastos militares), sus innovaciones tecnológicas, sus actividades productivas, lo que a su vez engordaba a la especulación financiera. Pero el funcionamiento de dicho mecanismo produjo finalmente un círculo vicioso depresivo donde la sobrecarga financiera comprime a la economía lo que a su vez deteriora y desinfla a la especulación. Nos encontramos ante la declinación turbulenta de un ciclo parasitario, la más grave crisis de toda la historia del capitalismo.

Si observamos lo sucedido con otras civilizaciones, vuelvo al caso romano, comprobaremos que cuando la pérdida de dinámica llega a un cierto punto la elite dominante trata de utilizar al máximo su último recurso: la fuerza militar. En nuestra civilización burguesa el Imperio -Estados Unidos y sus aliados vasallos occidentales-, intenta saquear al resto del planeta para así postergar su caída. El objetivo es apoderarse y agotar los recursos naturales de la periferia, marginar completamente a sus habitantes o súper explotarlos según los casos. Se trata de un megaproyecto

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estratégico tendiente a reducir drásticamente sus costos periféricos (mano de obra, insumos mineros y agrícolas, etcétera). Libia, Irak, Ucrania, Afganistán, Siria… nos muestran al Imperio destruyendo sociedades pero sin poder remplazar lo destruido por un nuevo orden colonial, lo que se instala es el caos porque lo que emerge no es una nueva división internacional del trabajo sino la decadencia global. La crisis del Imperio acentúa su locura belicista la que a su vez agrava la crisis”.

Progresismos y capas medias -Los “progresismos” latinoamericanos parecen desgastados. ¿Cuál es su opinión sobre lo que ocurre en Honduras, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Venezuela, la caída del kirchnerismo, las negociaciones de paz en Colombia y la “normalización” de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos? -Los progresismos latinoamericanos, desde sus versiones más conservadoras como la del Frente Amplio de Uruguay hasta las más radicalizadas como la de Venezuela intentaron reformar los sistemas capitalistas existentes, en algunos casos para humanizarlos, mejorarlos socialmente y en otros para superarlos gradualmente, no se produjeron revoluciones sino reformas más o menos audaces. Esas experiencias pudieron aprovechar la efímera mejora del comercio internacional de materias primas para combinarla casi siempre con ampliaciones de los mercados internos, sobre todo expandiendo el consumo popular. También aprovecharon el retroceso geopolítico del Imperio para construir políticas relativamente autónomas.

Pero eso se fue agotando al profundizarse la crisis global a partir de 2008 y sobre todo desde 2014 cuando cayeron los precios de las materias primas a lo que se agregó una ofensiva muy fuerte de los Estados Unidos reconquistando su patio trasero latinoamericano. La misma comenzó desde la llegada de Obama a la Casa Blanca desplegando un complejo y flexible abanico de intervenciones, desde los ‘golpes blandos’ como en Brasil, Honduras, Paraguay y Argentina hasta acciones desestabilizadoras como en Venezuela pasando por el intento del abrazo-dle-oso a Cuba y siguiendo por el plan de desarme de la guerrilla colombiana. En este último caso los Estados Unidos intentan lograr la rendición negociada de la insurgencia a través de una sofisticada trama envolvente de presiones directas e indirectas, anzuelos seductores y golpes bajos. Se trata de un juego típico de la llamada Guerra de Cuarta Generación destinada a someter a la insurgencia a una

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dinámica aparentemente de asimilación al sistema, realmente de destrucción, empezando por sus fundamentos ideológicos revolucionarios hasta llegar a su extinción estructural.

En su ofensiva contra el progresismo los Estados Unidos cuentan con

la colaboración de las burguesías latinoamericanas completamente transnacionalizadas. Lumpenburguesías periféricas arrastrando a importantes segmentos de las capas medias. -¿Se derechizan las capas medias latinoamericanas? ¿Neofascismo? ¿Contrarrevolución? ¿Qué ha contribuido a que el fenómeno ocurra? -Lo que muestran países como Brasil, Argentina, Bolivia o Venezuela en su primera etapa próspera es que la prosperidad y la gobernabilidad del sistema no solo reanimaron la voracidad de las elites locales sino que además ‘aburguesó’ a las capas medias ascendentes, ayudó a su integración ideológica con la cima, depredadora, lumpenburguesa, del capitalismo local buscando al mismo tiempo diferenciarse de la clases bajas también ascendentes. Los medios de comunicación concentrados cumplieron un rol decisivo en ese proceso inyectando odio social en un espacio fértil para eso, asociando justicia social con despilfarro, democratización del poder político con corrupción, etcétera. Este brote de irracionalidad pequeñoburguesa forma parte de un fenómeno más amplio, global, de fascistización, que se extiende por Europa e incluye fenómenos como el del llamado ‘Estado Islámico’ en Oriente Medio. Los neofascismos centrales y periféricos aparecen como respuestas reaccionarias a la crisis produciendo a veces contrarrevoluciones no porque hayan existido tentativas revolucionarias reales sino precisamente por la ausencia de revoluciones antisistema capaces de superar la degradación capitalista.

De todos modos la instalación de regímenes reaccionarios no significa el comienzo de una nueva gobernabilidad de tipo elitista y colonial sino la instalación de mecanismos de saqueo que profundizan las crisis. Es lo que se constata en casos como los de Argentina, Brasil o Paraguay y en lo que podría llegar a ser una victoria neofascista en Venezuela.

BRICS y petróleo -¿Estados Unidos va por el BRICS? -Evidentemente sí, y acaba de obtener su primer éxito en Brasil. Pero su mega-estrategia global apunta contra China y Rusia. Ambas potencias han constituido una alianza estratégica de largo alcance que va desplazando a los Estados Unidos de Asia, estableciendo puentes importantes con Africa y América Latina. La intervención de la OTAN en Libia y otras en el resto de

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Africa así como la ofensiva imperialista en Latinoamérica pretenden entre otras cosas frenar la creciente influencia de China y Rusia. El problema del Imperio es que no tiene qué ofrecer a cambio del mercado chino a países como Brasil o Argentina, solo ofrece promesas de ‘inversiones’ mientras realiza o trata de realizar saqueos. -Estados Unidos intenta apoderarse de las reservas de petróleo y gas mundiales: Afganistán, Irak, Siria, Libia, Ucrania, Yemen... ¿Venezuela? -Uno de los temas decisivos de la disputa geopolítica euroasiática es el de la guerra energética donde las reservas de gas y petróleo ocupan un lugar central, el control de esas reservas pero también el del transporte: gasoductos y oleoductos, canales, estrechos y otras posiciones estratégicas. Por ejemplo en Asia, y sobre todo en la zona del Golfo Pérsico y de la Cuenca del Mar Caspio, está algo más del 65% de las reservas petroleras globales. Esa pelea se extiende hacia Africa en Nigeria y Angola y hacia América Latina, donde Venezuela ocupa un lugar decisivo con el 20% de las reservas mundiales de petróleo.

Aunque el precio del petróleo está bajo también es verdad que la producción global de petróleo convencional está planchada desde hace casi una década. La irrupción del petróleo de esquisto de Estados Unidos amplió el volumen extraído pero se trata de recursos limitados que en pocos años más -a comienzos de la próxima década- llegará a su máximo nivel y empezará a declinar. Obviamente el dominio de las principales fuentes energéticas permitiría a los Estados Unidos ponerle un pie en el pescuezo de China y otro en el de Europa y jugar al gato y el ratón con el competidor ruso haciendo subir y bajar los precios según su voluntad. Pero Estados Unidos no está ganando esa guerra: no pudo doblegar a Irán, gran exportador energético, no pudo desestabilizar a Rusia, otro gran productor, haciendo saltar por el aire la convergencia ruso-china, y hasta ahora no ha sometido a Venezuela. -¿Qué piensa que ocurrirá con China y Rusia en las próximas décadas? -Tanto China como Rusia pudieron emerger como grandes potencias aprovechando el último gran auge de la economía capitalista global. Rusia como potencia energética-militar y China como potencia industrial. En ambos casos las exportaciones hacia los países ricos fueron los motores de la prosperidad. Pero esa etapa global ha concluido. Los mercados desarrollados se comprimen y los Estados Unidos -liderando a la OTAN- acosa a esas naciones emergentes tratando de capturar grandes reservas de materias primas y quebrar el poderío militar en el caso ruso, y en el caso chino intentando esclavizar a la más grande clase obrera industrial del planeta: 250 millones de trabajadores, y subordinar a ese temible

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competidor financiero e industrial pero también tecnológico y con cada vez mayor capacidad militar. Liquidar la alianza estratégica ruso-china es el objetivo mayor de Occidente.

Pero por otra parte los capitalismos ruso y chino no están fuera de la crisis global, forman parte de ella, son afectados por sus turbulencias, sus contracciones comerciales. Tratan de desacoplarse parcialmente de la decadencia mundial atrincherándose en el espacio euroasiático. El proyecto de la Nueva Ruta de la Seda, una gigantesca red de transporte marítimo y terrestre uniendo a los países de la región, constituye una de sus más grandes esperanzas. Lo que muestra la realidad es que no pueden escapar del desorden global, después de todo esas dos naciones protagonizaron en el siglo XX las dos más grandes tentativas de superación del capitalismo. La inviabilidad histórica del nacionalismo burgués en la era del capitalismo globalizado, aunque se trate de grandes países, abre allí la posibilidad de reintentar nuevamente tomar el cielo por asalto”. Rebelión

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

10/07/2016

“Tony Blair es un criminal de guerra”. Tariq Ali, entrevistado sobre el informe Chilcot y la Guerra de Irak

Cuando Irak está en su tercer día de duelo, una investigación británica

largamente esperada sobre la Guerra de Irak acaba de hacer públicos sus resultados. El informe Chilcot contiene 2,6 millones de palabras, tres veces la extensión de la Biblia. Sirviéndose de extractos de la correspondencia privada entre el antiguo Primer Ministro, Tony Blair, y el Presidente de los EEUU, George W. Bush, el informe detalla cómo Blair empujó a la Gran Bretaña a la guerra, aun a falta de informes concretos de los servicios de inteligencia. Por ejemplo, ocho meses antes de la invasión, Blair escribió a Bush: “Estaré contigo, pase lo que pase”. Luego, en junio de 2003, menos de tres meses antes de que empezara la invasión, Blair escribió privadamente a Bush que la tarea en Irak “es absolutamente imponente, y no estoy ni mucho menos seguro de que estemos preparados para ella”. Blair añadía: “Y si se derrumba, todo se derrumba en la región”. Para ahondar en este asunto hablamos hoy con el escritor, comentarista y autor británico-pakistaní Tariq Alí. JUAN GONZÁLEZ: Bien, a mí me gustaría preguntar a Tariq Alí por su impresión sobre el informe, particularmente sobre las secciones que hablan

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de la quasi-obsesión de Blair con el cambio de régimen en Irak, con librarse de Saddam Hussein. Y también por el hecho de que se tardara siete años en terminar este informe. TARIQ ALI: Tardó siete años, porque todas y cada una de las personas entrevistadas tenían que tener oportunidad de ver el informe, y Blair y sus abogados miraron con lupa cada línea, lo mismo que los generales y otras gentes.

Los descubrimientos del informe, para ser honrados, no son muy destacables ni muy originales, como ha dicho ya Sami [Ramadani]. Son cosas que se habían dicho ya por nuestra parte antes de que la guerra empezara. Era lo que dijeron todos los intervinientes en la multitudinaria manifestación Stop de War desarrollada en Londres. Tony Benn y Jeremy Corbyn, señaladamente, dijeron todo esto. Ahora, es agradable tener la confirmación oficial de que todo lo que habíamos venido diciendo era verdad. Pero es demasiado poco y llega demasiado tarde.

Y puesto que el informe no quería o no podía discutir la legalidad del asunto, eso significa que, aun cuando hay pruebas en el informe suficientes para que abogados independientes promuevan una iniciativa ciudadana para llevarlo a los tribunales, el informe mismo no basta para que el Estado persiga de oficio a Blair por crímenes de guerra. Es un criminal de guerra. Empujó al país a esa guerra ilegal. Sus partidarios en el Parlamento, apoyados por los grandes medios de comunicación, buscan ahora librarse de Jeremy Corbyn, quien tuvo el 100% de razón en esa guerra. Así que nos encontramos en una situación extraña. El informe, creo yo, indignará a mucha gente que, a diferencia de nosotros, no llegó en su día a ser convencida por el movimiento antibélico de que nos hallábamos ante una gran mentira y de que era ilegal. Lo que vaya a pasar ahora está por ver, pero yo vería con mucha esperanza que grupos de abogados y juristas independientes exigieran ahora que Blair sea acusado y procesado. Es muy claro que él empujo a la guerra. Obligó a los servicios de inteligencia a preparar dossiers chapuceros. Presionó a su fiscal general para que cambiara de opinión antes de comparecer ante el gabinete. Todo esto consta en el informe. La cuestión es: ¿alguien responderá por eso, o se trata de un ejercicio meramente terapéutico? JUAN GONZÁLEZ: ¿Y respecto de todo este asunto del liderazgo laborista en el Parlamento, en que se busca echar a Jeremy Corbyn, a pesar de que fue uno de los más elocuentes abogados de la antiguerra y a pesar de que la bases, el grueso de las bases, del Partido Laborista lo siguen apoyando? TARIQ ALI: Bueno, yo creo que esto es estrafalario. Algunos me han dicho que la razón de que intenten este golpe contra Jeremy en el Parlamento buscaba que no fuera él el líder del Partido Laborista en el momento en que

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se hiciera público el informe Chilcot. Veremos lo que dice él en la conferencia de prensa que tiene convocada para hoy. Pero yo creo que será muy duro. La ironía es que la mujer que presenta su candidatura a sucederle fue una partidaria de la Guerra de Irak. Ahora que tenemos una investigación judicial que dice lo que dice sobre la guerra, creo yo que es tiempo de que las bases laboristas comiencen un proceso para sacar del Parlamento a algunos de los más notorios belicistas. No representan a nadie ahora, sólo a un gabinete del pasado, a un gobierno que fue a la guerra. Y si miras algunas secuencias emitidas hoy por Channel 4 hoy, ves lo que dijo entonces Corbyn, lo que dijo entonces Benn, y lo comparas con lo que dijo Blair, te asombra recordar la manifiesta complacencia, la brutalidad con la que Blair se dirigió al Parlamento: “Hay algunos aquí que piensan que el cambio de régimen es malo”. Y Gordon Brown aplaudiendo con las orejas, así como Margaret Beckett, desde el otro lado: todos estos están ahora por la labor de librarse de Jeremy Corbyn. Yo espero que los miembros del Partido Laborista contraataquen, porque es precisamente contra este tipo de cosas que Corbyn ha venido combatiendo a la derecha infiltrada en el Partido Laborista. AMY GOODMAN: Sami Ramadani, tú estás en el comité directivo de Coalición Stop de War, amiga del líder de la oposición Jeremy Corbyn. Esta ofensiva contra él centrada en el voto Brexit, al que él se opuso como líder de la oposición, y también aquí mismo, en Democracy Now, hace unas semanas, cuando se manifestó contra la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea… Esta ofensiva… ¿qué crees tú que hay detrás de esta ofensiva SAMI RAMADANI: Realmente, yo siento –y probablemente Tariq compartirá eso conmigo— que están verdaderamente preocupados por la posibilidad de que Jeremy Corbyn lleve al Partido Laborista a la victoria en las próximas elecciones. Les aterroriza esa perspectiva. Observan las últimas cuatro elecciones parciales registradas desde que Corbyn fue elegido, y todas las ganó con holgada mayoría. De hecho, en la última, dobló la mayoría laborista. Y luego miran los resultados de las elecciones locales, y también en ellas le ha ido muy bien. Están verdaderamente preocupados: si gana ¿qué será de ellos? ¿Les pasarán factura… AMY GOODMAN: ¿Les preocupa que pueda llegar a ser Primer Ministro? SAMI RAMADANI: …les pasarán factura sus antecedentes políticos como partidarios de la Guerra de Irak, como co-votantes con los Tories en asuntos de capital importancia, como las políticas de bienestar conservadoras o las políticas neocon aplicadas por los Tories? Parecen prevaricar o allanarse a las exigencias conservadoras, etc. Y su abandono de las comunidades de clase trabajadora durante 20, 25 años: el gobierno

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de Margarett Thatcher destruyó un sinfín de comunidades de clase trabajadora, y la dirección del Nuevo Laborismo bajo Tony Blair simplemente prosiguió esas políticas de abandono de las comunidades de clase trabajadora, con el resultado de que muchas de ellas, desilusionadas y deprimidas, incluso llegaron a votar por o con el UKIP, un partido de extrema derecha…

Tony Blair y José María Aznar (coaliados de Bush en la guerra contra Irak)

JUAN GONZÁLEZ: En Irak el número de víctimas registrado el pasado sábado tras el atentado con coche-bomba en Bagdad ha llegado a 250, lo que lo convierte en el más mortífero de su género desde la invasión estadounidense en 2003. Me gustaría volver al antiguo Primer Ministro Tony Blair. En noviembre pasado reconoció ante Fareed Zakaria –de la cadena CNN— que había “elementos de verdad” en la afirmación de que derrocar a Saddam Hussein desempeñó un papel en la creación del ISIS. Escuchen:

“ - FAREED ZAKARIA: Cuando se observa el auge del ISIS, mucha gente apunta a la invasión de Irak como causa principal. ¿Qué tiene usted que decir a eso?

“ - TONY BLAIR: Yo creo que hay elementos de verdad en ello. Pero, una vez más, creo que tenemos que ser extremadamente cautos aquí, porque, si no, nos equivocaríamos respecto de lo que está pasando ahora mismo en Irak y en Siria. Usted no puede decir, obviamente, que quienes derrocamos a Saddam no tenemos ninguna responsabilidad en la situación de 2015.” JUAN GONZÁLEZ: Sami Ramadani, ¿qué tienes que decir de esas declaraciones y del reciente atentado en Bagdad y de la situación general en Irak hoy, 13 años después del comienzo de la guerra? SAMI RAMADANI: Pues, por lo pronto, que tengo que contener mi indignación, porque escuchar a Tony Blair pontificando aquí sobre su papel en esa guerra genocida tiene que indignar a cualquier ser humano que

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guarde un poco de humanidad. Tras toda esta muerte y destrucción, ahí lo tienes apoltronado y tratando de justificar el hecho de que a partir de 2003 se llevara el terrorismo a Irak, todos esos llamados líderes del ISIS… Dicho sea de paso: el ISIS era al-Quaeda en Irak. Era su nombre oficial. Y sabemos que al-Quaeda se fundó en Afganistán con la ayuda de la CIA y el apoyo de Gran Bretaña, etc. Pero, como suele ocurrir, algunas de estas organizaciones terroristas favorecidas y armadas por ellos terminan ocasionalmente mordiendo la mano que les da de comer.

Pero eso no altera la imagen estratégica de que prácticamente todos los iraquíes, incluso muchos de los que apoyaron la invasión y la ocupación, dan testimonio de que las fuerzas de ocupación –británicas, no menos que norteamericanas— estimularon el terrorismo. Y la miríada de organizaciones terroristas existentes ahora se vio también favorecida por las potencias regionales: Arabia Saudí, Quatar, Turquía… Son todas aliadas de los EEUU. Fundaron esas organizaciones.

Les suministraron armas. Turquía llegó gradualmente a ser la base logística de esas organizaciones terroristas. Unos 30.000 combatientes, según Naciones Unidas, llegaron procedentes de 80 países distintos de todos los rincones del globo. Combatientes entrenados, el grueso de ellos. Procedentes de Chechenia, de Libia, de Túnez, de Arabia Saudita, etc. Y la CIA, como han revelado The New York Times, como ha revelado Seymour Hersh y como han puesto en evidencia tantas y tantas fuentes de todo punto fiables, la CIA, digo, coordinaba buena parte de eso desde Turquía.

Y escuchar ahora a Tony Blair tratando de disociarse a sí mismo y a George Bush y a quienes tomaban decisiones políticas de la proliferación de grupos terroristas vesánicos en Irak… Realmente, si preguntas a los iraquíes, te dicen que seguimos en guerra. La invasión y ocupación del país en 2003 no ha terminado. Este terrorismo es la continuación de aquella guerra. Porque ellos ven esas organizaciones terroristas como un brazo de la misma invasión y de la misma ocupación del país.

Siguen dividiendo e imperando. Siguen buscando dominar Irak, porque el pueblo iraquí tiene una gran historia de lucha por la independencia, por el progreso, incluso por el socialismo… AMY GOODMAN: Sami Ramadani… SAMI RAMADANI: … y no pueden controlar tan fácilmente el país, el terrorismo les sirve. AMY GOODMAN: Sami y Tariq, quiero que escuchéis una secuencia de Donald Trump grabada ayer en Raleigh, Carolina del Norte, hablando de Saddam Hussein:

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“ DONALD TRUMP: Saddam Hussein fue un mal chico. ¿Vale? Fue un mal chico, realmente malo. Pero ¿sabéis qué hizo bien? Mató terroristas. Y lo hizo muy bien. No les leían los derechos. No dialogaban con ellos. Eran terroristas. Punto. Hoy, Irak es Harvard para el terrorismo. ¿Quieres ser terrorista? ¡Vete a Irak! Es como Harvard.” AMY GOODMAN: Eso decía ayer Donald Trump. Tariq, ¿qué dices a eso? TARIQ ALI: Bueno, ya ves, ¿cómo se puede negar la verdad de lo que está diciendo? La BBC emitió ayer una entrevista filmada con un chico que había ayudado al derribo de la estatua de Saddam Hussein, un acontecimiento publicitariamente escenificado, Amy, como sabes, inmediatamente después de la ocupación de Bagdad. Ese muchacho salió ayer en la BBC y dijo que se avergonzaba de lo que hizo. Quiere disculparse. Dijo: “Saddam mató a familiares míos, pero la vida, la vida cotidiana en Irak era con él mucho mejor que ahora”. El grueso de los iraquíes, incluidos los que odiaban y sufrieron a Saddam, dicen que la vida era mucho mejor con él que bajo la ocupación y actualmente.

Así que Trump no anda errado, y precisamente porque es capaz de decir cosas como ésta y Clinton, no, porque su cónyuge estuvo implicado como presidente en las sanciones contra Irak… Madeleine Albright [Secretaria de Estado con Clinton] defendió la muerte de medio millón de niños causada por las sanciones… Así que, ¿qué se puede decir? Y otra cosa que vale la pena recordar: todos dicen ahora que cometieron errores en Irak. Pues bien; han cometido los mismos y aun peores errores en Libia. Los están cometiendo ahora mismo en Siria. No hacen nada para detener la invasión saudí del Yemen o la ocupación saudí de Bahrain. Y luego pretenden ser un poco más humildes: “No volveremos a cometer los mismos errores”. Pues los están cometiendo a la vista de todos en Occidente.

HISTORIA

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

09/07/2016

Revolución o mentira. Clase y nación en la independencia de

Nuestra América Miguel Mazzeo

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Lo(a)s libertadore(a)s reconocieron en las masas plebeyas, en las “castas”, en el “bajo pueblo”, al sujeto histórico principal de la lucha por la independencia.

Para los libertadores y las libertadoras, la Nación, por sustentarse en las clases subalternas y oprimidas, se fue conformando como proyecto colectivo de integración de los y las de abajo frente a la dominación, externa e interna. Era un proyecto a futuro y no un dato de la realidad. La expresión de una utopía libertaria y democrática y no un conjunto de fórmulas vagas y genéricas, banales y uniformes.

En las sociedades precapitalistas (o de escaso desarrollo capitalista) el análisis de clase presenta algunas dificultades. Pero no por eso resulta inviable. En Historia y conciencia de clase, Georg Luckács planteaba que en el capitalismo la clase es realidad histórica, hecho objetivo, mientras que en situaciones históricas precapitalistas (o de escaso desarrollo capitalista) es un concepto analítico que exige un esfuerzo de interpretación pero que resulta indispensable para explicar y dar sentido a un conjunto de hechos. Por ejemplo, en Nuestra América, las luchas raciales, pueden verse como una sublimación de la lucha de clases. Salvando las distancias, algo similar podría plantearse respecto del concepto de Nación. También debería funcionar como concepto analítico.

Lo cierto es que en el proceso independentista de Nuestra América, ambas categorías, ambas dimensiones: clase y nación, según las diferentes coyunturas históricas, se presentan articuladas o desarticuladas. Ahora bien, el vínculo entre causa popular e independencia se torna más evidente en los momentos que signan los grandes avances del proceso. Por el contrario, sus estancamientos y retrocesos tienen el sello de la desarticulación. Este dato remite a uno de los rasgos principales del proyecto estratégico de los libertadores y las libertadoras. Ellos y ellas reconocieron en las masas plebeyas, en las “castas”, en el “bajo pueblo”, al sujeto histórico principal de la lucha por la independencia. Un sujeto económico, social, político, cultural, étnico y militar. Un sujeto heterogéneo, variopinto.

Para los libertadores y las libertadoras, la conformación de una nación soberana se presentaba como una instancia que exigía una praxis basada en el “pueblo en armas” y un conjunto de medidas que modificaran las relaciones sociales, que trastocaran la pirámide de la sociedad colonial, clasista, racista y machista: la abolición de la esclavitud, las diversas formas de servidumbre indígena (encomienda, yanaconazgo, mita, tributo, pongo, etc.), la prohibición de la tortura, el reconocimiento de las lenguas aborígenes, el recurso a la expropiación de los bienes de las clases acomodadas (que en

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general eran las que conspiraban contra el proyecto emancipador), las nacionalizaciones de minas, bancos y el comercio exterior, la abolición del poder eclesiástico, el impulso a favor de los derechos de las mujeres, etcétera.

Para los libertadores y las libertadoras, la Nación, por sustentarse en las clases subalternas y oprimidas, se fue conformando como proyecto colectivo de integración de los y las de abajo frente a la dominación, externa e interna. Era un proyecto a futuro y no un dato de la realidad. La expresión de una utopía libertaria y democrática y no un conjunto de fórmulas vagas y genéricas, banales y uniformes. Vale tener presente que proyecto y utopía son dos momentos esenciales de la dialéctica.

La Nación, para los libertadores y las libertadoras, era, además, una gran Nación: la Patria Grande (o la restauración –simbólica– del Tahuantinsuyu entre otras fórmulas con sentidos similares). Por lo tanto, la revolución tenía alcances continentales. Y por eso los libertadores y las libertadoras fueron grandes internacionalistas. Las grandes batallas por la independencia de Nuestra América fueron libradas por ejércitos populares e internacionalistas.

El gran ejemplo es Ayacucho.

La articulación clase/nación tiene larga data en Nuestra América. De forma conciente está presente en los orígenes más remotos del proceso anticolonial e independentista. En la rebelión de Túpac Amaru II, Túpac Katari, Micaela Bastidas y Bartolina Sisa, en 1780 y 1781. O en la Revolución Haitiana de 1791-1804 con Toussaint L’Overture y más tarde con Alexandre Petión (solidario con las luchas independentistas en el continente, un anticipo del papel que jugó la Cuba revolucionaria a la largo de su historia). Luego con los procesos iniciados hacia 1810, con José Artigas, Juana Azurduy, Simón Bolívar, Juan José Castelli, Martín Miguel de Güemes, Miguel Hidalgo, José María Morelos, Mariano Moreno, Simón Rodríguez, Manuela Sáenz, José de San Martín, Francisco Morazán, José Antonio Sucre, entre otros y otras. Todos y todas, en líneas generales, concibieron a la Nación como un espacio utópico para edificar una sociedad igualitaria y emancipada. Ese fue un rasgo central de su “idealismo nacional”.

Dicha articulación también se manifestó de manera más espontánea: por ejemplo, durante los siglos de resistencia indígena y negra contra el colonialismo. Esa resistencia porta en germen la idea de otra “nación”. Una larga historia de rebeldía contra la explotación colonial antecede al proceso independentista: el Negro Miguel, José Leonardo Chirino, Caupolicán,

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Lautaro, Zumbí, Tiradentes. Durante la primera invasión inglesa a Buenos Aires, la “plebe” quería linchar oficiales ingleses (por cierto, “Manuela la Tucumana”, una mujer del pueblo, mató a un soldado inglés) mientras que la elite porteña los invitaba y los agasajaba en sus casonas.

El 8 de diciembre de 1810, en La Gaceta, decía Mariano Moreno: “Si deseamos que los pueblos sean libres, observemos religiosamente el sagrado dogma de la igualdad. Si me considero igual a mis conciudadanos ¿por qué me he de presentar de un modo que les enseñe que son menos que yo? Mi superioridad sólo existe en el acto de ejercer la Magistratura que se me ha confiado; en las demás funciones de la sociedad, soy un ciudadano sin derecho a otras consideraciones que las que merezca por mis virtudes”.

“La independencia es revolución o mentira”, decía el cura Morelos en Chilpancingo, México, en 1813, con inigualable intuición emancipadora. En esta frase subyace todo un programa político. De modo directo planteaba que sin cambios estructurales (en las relaciones de propiedad, por ejemplo), sin el protagonismo directo de las masas populares, no había posibilidades de garantizar la soberanía nacional. Que no había puntos intermedios. Que la independencia exigía la guerra y que la “libertad” no era compatible con las opresiones internas. Muchos años después el sentido de esta frase de Morelos fue retomado por todos aquellos que entendieron que el socialismo era/es el único camino para tener Patria.

“Me parece una locura que en una revolución de libertad se pretenda mantener la esclavitud”, le decía Bolívar a Francisco de Paula Santander en una carta del 10 de mayo de 1816. Cuatro años después, el 10 de mayo de 1820, le insistía: “Debemos triunfar por el camino de la revolución, y no por otro”. Bolívar se refería a una “libertad popular”. Por cierto, Santander no era el mejor interlocutor.

En efecto, quienes lucharon por hacer de Nuestra América una Patria Grande, la “Nación” y la “revolución social” entendida como la consumación de la “igualdad” (todavía no se hablaba de socialismo, de comunismo o de izquierda), formaban parte de un todo indivisible. Y aunque no en todos los casos los grupos independentistas radicales buscaron desde el inicio del proceso el apoyo popular, en algún momento comprendieron que la independencia no podía ser la obra exclusiva de una elite blanca y culta. Que la independencia era imposible (era una mentira) sin ese sustento, es decir: sin la revolución. Que la Patria Grande (la Nación) era inviable sin ese material. Fue en esa encrucijada que algunos sectores de esas elites, superaron sus complejos y prejuicios de clase, se negaron a sí mismos como aristócratas, terratenientes, mantuanos, gente decente, gente principal, blancos, comerciantes prósperos, burócratas o soldados del Rey, perdieron sus posesiones y, consustanciados con la fiebre revolucionaria e igualitaria de sus pueblos, se convirtieron en libertadores y libertadoras.

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Bolívar, por ejemplo, supo aprender de la rebelión popular de 1814 que acabó con la Segunda República. Derrotado José Tomás Boves –el pulpero asturiano líder de la rebelión popular “realista”– el libertador regresó a Venezuela y proclamó la abolición de la esclavitud, se rodeó de oficiales negros y pardos, impuso la igualdad en su ejército, etcétera. Su capacidad política convirtió a los ex seguidores de Boves, en luchadores por la independencia. Bolívar logró articular los afanes niveladores de los negros y pardos con el anticolonialismo de un sector de la elite blanca criolla. Ajustó el proyecto independentista a las condiciones impuestas por la lucha de clases.

Del mismo modo, las clases populares también tuvieron que aprender la inviabilidad de sus reivindicaciones igualitarias en el marco del orden colonial. Tuvieron que aprender a descreer de aquellos caudillos democráticos realistas que prometían saciar su hambre de libertad, de tierras y de justicia –incluso su legítima sed de revancha–, en nombre del Rey y/o de Dios. Para las clases populares fueron tan funestos los detractores como los aduladores. Es cierto que la adulación muchas veces despertaba fuerzas incontenibles, iras infernales, y el adulador corría el riesgo de ser arrasado y transformado.

Así, la Patria se apropió de las banderas democráticas e insurrecciónales de las clases populares y estas se apropiaron del proyecto independentista.

Fue la combinación entre clases populares, ejércitos populares y fracciones “roussounianas” de la elite, la que motorizó el proceso independentista. Los liderazgos más sacrificados, generosos y utópicos, libres del localismo de las oligarquías y las protoburgesías importadoras fueron consustanciales a esta combinación. Claro está, este proceso fue limitado y usufructuado por las clases dominantes locales que solo aspiraban a beneficiarse de una integración subordinada a un orden neo-colonial. Sus herederos siguen gobernando en buena parte de Nuestra América.

En algún momento del proceso independentista, las elites radicales o los caudillos radicales, asumieron que era imprescindible transformar a las clases subalternas y oprimidas, a “las castas”, a la “plebe”, en sujetos constituyentes. Lo que planteaba la necesidad reconocer sus modos de participación, sus esquemas solidarios de producción y distribución, sus tácticas de combate; y, sobre todo, garantizar las formas de decisión colectiva, exceder el dogma de la propiedad privada, etcétera. Esto es: recuperar las tradiciones de los pueblos originarios, de los negros, mulatos, zambos, pardos, indios, mestizos, gauchos, llaneros.

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El reparto de las tierras, las asambleas en fogones improvisados eran la forma de construir la nación. La fórmula era bien sencilla: mucha democracia y poco liberalismo.

El reconocimiento de esas tradiciones hizo posible traducciones del pensamiento de Rousseau, en el papel y sobre todo en la praxis. Traducciones que, de algún modo, recreaban el pensamiento ilustrado y lo configuraban como un pensamiento transmoderno, radical, deslastrándolo de sus componentes eurocéntricos.

Esto jamás les fue perdonado por las clases dominantes. Fueron tildados de “robespierrianos”, “agitadores”, “temerarios”, “locos”. Un siglo y medio después a sus herederos y herederas directos se los llamará comunistas, subversivos, o especies similares. De ahí el destino de los libertadores y las libertadoras: el asesinato, el exilio, el ostracismo, el olvido planificado. Y, cuando ya eran huesos y polvo, la tergiversación de sus proyectos. Porque sus ideas difícilmente podían servir como complemento de regímenes oprobiosos y, en general, del capitalismo dependiente.

Por eso su conversión en héroes oficiales de naciones dependientes exigió un trabajo de meticuloso de deformación, de construcción de relatos burgueses que los asimilaran. Los ejemplos abundan: Bartolomé Mitre escondiendo literalmente el Plan revolucionario de Operaciones de Moreno. O las oligarquías y burguesías venezolanas, colombianas, argentinas y uruguayas, construyendo respectivamente un Bolívar, un San Martín y un Artigas de cartón, funcionales de sus libertades de papel. Asimilándolos a quienes fueron, en rigor de verdad, sus antípodas. A quienes los traicionaron o los abandonaron: un Santander, un Bernardino Rivadavia, un Carlos María de Alvear.

El clivaje posterior fue efecto tanto de las acciones de las oligarquías y las protoburguesías locales para quienes la independencia era solo uno de los sinónimos de la libertad de comercio, como de los cambios en las correlaciones de fuerza a nivel mundial. Y también fue resultado de las debilidades de esos frentes compuestos por las elites políticas radicales y el pueblo. Para las clases dominantes la independencia debía poner fin a la revolución y dar inicio al orden. Debía ser una independencia a medias, que no lesionara sus intereses y que no alentara el espíritu de insubordinación del pueblo. Por eso los libertadores y las libertadoras fueron repudiados en vida por las clases dominantes. Luego los convirtieron en bronce y trataron (y tratan) de colocarlos al nivel de sus horizontes estrechos y mezquinos.

La nación (la patria chica) se fue delineando como la ideología de aquellos sectores políticos e intelectuales, propietarios, pragmáticos y arribistas, que se propusieron intermediar políticamente entre el orden interno y el orden mundial, entre las clases dominantes y las clases subalternas y oprimidas, a partir de un rol activo en la administración del

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capitalismo y a partir de la consolidación de una presencia estatal importante, al tiempo que bloquearon toda confrontación abierta con el poder y toda tendencia a la democratización real del mismo.

Finalmente la independencia terminó sabiendo a libertad de comercio, a “buenos negocios”, a un conjunto de formalismos y rituales huecos, a liberalismo, a estabilidad, autoridad y “topía”, a privilegios para una minoría que poco o nada había hecho por ella… La independencia dejaba se ser revolución, dejaba de ser la posibilidad de una democracia radical y espacio utópico subversivo y se acercaba peligrosamente a la mentira para convertirse en tarea inconclusa. Por eso el Plan revolucionario de Operaciones, de Mariano Moreno, la Carta de Jamaica de Bolívar, o el Reglamento Provisorio de Artigas siguen vigentes como programas revolucionarios.

Claro está, el espacio utópico subversivo que reclama nuestro tiempo es bien diferente a los espacios utópicos subversivos del siglo XIX y el siglo XX. [Y el XXI]. Frente al espacio antiutópico que impone la globalización, frente a sus modalidades de homogenización compulsiva y opresora, pero también frente a la inconsistencia e inviabilidad histórica de los artefactos culturales y las “topías” burguesas, la nación puede reconfigurarse y redefinirse como el espacio de una comunidad construida por los y las de abajo en base a la diversidad, la igualdad sustantiva y el poder popular. www.contrahegemoniaweb.com.ar Texto completo en: http://www.lahaine.org/revolucion-o-mentira-clase-y

Terminar y transmutar la herencia dictatorial en Chile, ese es el objetivo

julio 7, 2016

El contenido popular y revolucionario de la independencia

Argentina Guillermo Caviasca

En este trabajo presentamos tres ideas fuerza para la

interpretación de la independencia Argentina. La primera es que fue una revolución popular, que tuvo gran participación de las masas, y que los objetivos y conclusiones de todo el proceso revolucionario estuvieron en disputa por varias décadas. Segundo, que la tarea de construir un Estado nación moderno era uno de los desafíos revolucionarios, concientes, de los líderes que encabezaron el proceso y que la forma que tomara ese Estado y esa nación era una creación de la revolución que debía realizarse. Y tercero, mostraremos cómo a través de las fuerzas militares que surgieron en el

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proceso revolucionario las masas impusieron parte de sus intereses en la orientación del la política de las dirigencias más permeables a su influencia.

El desarrollo de programas políticos solo es posible si encuentra, en la formación social donde se pretende desplegar, una posible base material y humana que le de potencia, sino solo es una “utopía abstracta”. Por ello hay que encontrar la articulación de clases que constituyen el posible sustento de una política avanzada: democrática, agraria y proteccionista.

Plateamos en este sentido que a lo largo de las luchas que se inician con las invasión inglesa y que se continúan hasta la consolidación del Estado nación, los intereses de las clases, de los actores y grupos políticos se expresan en diferentes proyectos más o menos antagónicos entre si. Hay dos grandes líneas dentro de las que los podemos agrupar. Por un lado un proyecto independentista que busca el desarrollo, se previene contra las nuevas posibles formas de dominación extranjera y que, en ese sentido, está dispuesto a apelar a las masas (en diferente forma de acuerdo a cada momento y de qué grupo político o liderazgo hablemos). Nunca “orgánico” pero siempre condicionado por esta necesidad de apoyo popular, y en este sentido permeable a algunos o muchos de sus reclamos. Mostraba una tendencia hacia el proteccionismo, hacia la conciliación con las masas rurales y urbanas, y fue más americanista.

Frente a otra tendencia que expresa una línea de absoluta confianza a los dictados del mercado mundial, y en ese momento del capital inglés que es el que lo domina. Un proyecto librecambista que busca siempre bajar las tasas aduaneras, y apela a la inversión extranjera. Que desconfía de la movilización de las masas y busca sacarlas de la escena política mediante mecanismos legales elitistas, excluyéndolas de toda forma de participación real que no fuera la rebelión. Que se apura a disciplinar sin concesiones al “bajo pueblo” y transformarlo en mano de obra rural quitándole el acceso a la tierra. Que en lo geopolítico deviene en antiamericano.

Una estructura a crear El virreynato del Río de la Plata fue creado en 1776 y ejercía

jurisdicción sobre varios millones de km2, con una población que en los cálculos más optimistas no puede hacer exceder del millón y medio de personas. La Banda Oriental contaba con poco más de 30 mil habitantes, 15 mil en Montevideo. Buenos Aires unos 40 mil en la ciudad y un poco más de 30 mil en la campaña. Las provincias que hoy forman la Argentina rondaban las 300 mil personas. La autoridad sobre este extenso territorio era, en parte, sólo jurídica. Se encontraba débilmente articulado en lo político y menos aún en lo económico. A sólo 30 años de su fundación entra en crisis a causa de la invasión inglesa a Buenos Aires y la Banda Oriental, y la posterior caída de España bajo el dominio napoleónico. O sea, tuvo una

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corta vida, aunque sirvió para amalgamar (no unir) a formaciones sociales disímiles, cuyas relaciones anteriores eran muy débiles como para considerarlas bases sólidas para un Estado-nación. El virreynato había servido además para dos cosas de importancia posterior en nuestra independencia: una, el desarrollo de Buenos Aires; y dos, el enfrenamiento con Brasil. Además de potenciar la explotación ganadera de cara al mercado mundial y hacer crecer la población entorno al Río de la Plata.

Entonces, al comenzar el siglo XIX el virreynato engloba dos sociedades distintas. Una: en la región rioplatense, que podemos definir como mercantil. Es la zona menos poblada donde las tribus nómades indígenas no representaban una fuente de mano de obra campesina sustancial para el tipo de explotación señorial que los terratenientes hispanos procuraban establecer en América. Pero se encontraba en proceso de rápida formación y crecimiento, gracias a sus fronteras abiertas, y a que las relaciones sociales se encontraban débilmente asentadas: era una sociedad poco densa. En el otro polo (social, geográfico y económico) estaba el Alto Perú, una sociedad estamental con fuertes rasgos de feudalismo, donde desde antes de la conquista española existía una civilización agrícola avanzada. Allí durante 250 años una casta hispana ejercía el domino sobre una masa de tributarios campesinos indígenas. Estos indígenas prestaban tributos en trabajo al conjunto de la casta y para la extracción de minerales, que eran la fuente más importante de recursos del virreynato para el sistema colonial español. Entre esa región, de antigua tradición y una sociedad fuertemente establecida, y el Río de la Plata, de reciente formación y tradiciones más flexibles, se encontraban el resto de las “provincias”. A su vez, toda América se encontraba enmarcada dentro de la juridicidad del antiguo régimen absolutista colonial.

Desde fines del siglo XVIII el mundo occidental estaba avanzando hacia transformaciones económicas, nacimiento de nuevas ideas y cambios políticos que proyectarían a la cada vez más dinámica burguesía hacia la hegemonía. Inglaterra completaba su primera revolución industrial y su presencia comercial en el mundo era abrumadora, pero todo occidente mostraba el ascenso de nuevas clases sociales y, con ellas, de nuevas formas de ver el mundo. La revolución francesa fue la expresión más importante, en el plano político, de esta transición. Por un lado las ideas de “libertad, igualdad y fraternidad” aparecían ante las masas como una muestra de las posibilidades, de las mejoras, que estos cambios podían implicar. Otro elemento era una nueva juridicidad y concepción del hombre como sujeto político, de la autoridad, etc., que dio nacimiento a la formación de Estado-nación. Y por último, pero no por eso menos importante, desató la crisis del imperio español y con ella la asunción de las soberanías por gobiernos locales. Así, en el marco de la revolución burguesa clásica en su momento

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más crítico, en América hispana el cambio político daba sus primeros pasos con los desafíos y posibilidades que un periodo de crisis y cambios radicales siempre implica.

La revolución de la independencia como guerra popular Ahora bien nuestra región tiene una característica que mencionamos

más arriba y que simplificadamente es “feudalidad” en el Alto Perú y “mercantilismo” en el Río de la Plata. Sobre estas operaron dos fenómenos político militares de enrome envergadura. Uno: el Alto Perú fue directamente afectado por las rebeliones de Tomás Katari, Tupac Amaru, y Tupak Katari en 1780. La revolución levantó a las comunidades contra la secular opresión feudal y la discriminación étnica, y alertó a las clases dominantes andinas que ajustaron sus prevenciones sobre los riesgos de cualquier cambio radical. Una sociedad basada en la explotación de campesinos, en la que el desarrollo de otras clases sociales cuya riqueza sea obtenida por formas económicas se encuentra en pañales, tendrá tendencia a abroquelarse en la conservación del orden tradicional. Más aun si vivió y triunfó contra una amenaza de cambio reciente. En el Alto Perú la revolución tal como sería “llevada” por los ejércitos porteños implicaba la abolición de la servidumbre y con ella de la clase dominante, y no una transición o ruptura, costosa, solo para una minoría. Esta será la matriz con la que se puede explicar el fracaso de las revoluciones de la independencia en la actual Bolivia.

Dos: en el Río de la Plata se produce la invasión inglesa. Fue una operación que alcanzó gran envergadura por la cantidad de efectivos puestos en juego por Inglaterra (llegó a haber 15000 hombres en 1807 una cifra muy elevada para una campaña colonial) y por la calidad de los jefes que la condujeron (el más famosos William Beresford, llego a ser un jefe de gran importancia en la organización de los ejércitos que derrotaron a Napoleón). Sin embargo esas fuerzas fueron derrotadas por un ejército constituido localmente, y por autoridades elegidas también localmente, ante la incapacidad de las autoridades virreynales de organizar una resistencia eficiente. Se movilizaron masas en una cantidad enorme para integrarse a “milicias”: 8151 hombres casi todas las personas en condiciones de combatir de los 40000 habitantes de la ciudad (también se crearon milicias en Montevideo, unos 2000 hombres, pero allí fueron licenciadas después de la derrota inglesa). Es interesante tener en cuenta que en aquel puerto oriental se encontraba la base de la flota española en el Atlántico Sur, una fuerza regular peninsular, clave de la resistencia montevideana a las fuerzas patriotas hasta 1815. Además de que la burguesía mercantil con asiento en Montevideo disputaba con la de Buenos Aires la autonomía de su comercio. Allí estaría la base de la resistencia

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hispana, de la contradictoria alianza con Artigas en su lucha con Buenos Aires y del posterior “cambio de bando” al lado portugués en la entrega de la Banda Oriental.

Las milicias eran fuerzas previstas por el ordenamiento militar español: milicias urbanas y rurales, más o menos regladas. Implicaban un número potencial de hombres en armas muy superior a los del “fijo” español. Elegían a sus oficiales, la integraban negros y castas para los cuales implicaba sin dudas un lugar de cierto prestigio y mayor libertad. Es conocido a través de las memorias de Belgrano el caso que puede considerarse como ejemplo. Allí el líder revolucionario relata que tenía a su cargo el recuento de los votos con los que los milicianos designaban al jefe de una unidad. Belgrano recuerda que el sufragio daba por jefe a una persona “mas conocida por sus vicios” que por virtudes militares y que tuvo que retocar el resultado para que este cayera en una persona acorde a la función. Son numerosas las fuentes que detallan el carácter deliberativo y político de todas las unidades militares porteñas. La intervención de San Martín contra el triunvirato en 1812 fue una movilización de tropas que acompañó la agitación de los grupos ligados al ex morenismo. Pero inclusive en una fecha tan avanzada como el año 1820, fue una decisión política deliberativa la que llevo a que el Ejército del Norte decidiera no obedecer la orden de reprimir al artiguismo, la que se combinó con una agitación en la ciudad y la campaña de lo que en ese entonces se denominaba “el partido popular”, y que tenia como expresión en el campo a la inquietud de las clases pobres y “levantamiento de montoneras”.

Las montoneras no son otra cosa que las herederas de las milicias rurales del ordenamiento militar español y la movilización que implicó la guerra de la independencia y las luchas por definición de hacia donde se orientaría la organización del nuevo Estado. Por ejemplo, el proceso social y político que llevó al acenso primero de Manuel Dorrego y luego del rosismo, que madura durante la experiencia rivadaviana en Buenos Aires desde 1820, cuenta con numerosos testimonios sobre resistencias, que en varios casos las fuentes mencionan como “levantamientos de montoneras”. Recordemos que la clave de la materialización del poder de Rosas para llegar al gobierno fueron las milicias rurales. Las milicias, las montoneras, e inclusive los ejecitos patriotas expresaron elemento más democrático y movilizador del periodo, abarcando a una porción sustantiva de la población en sus filas.

Güemes: una reforma montonera Un caso extremo en que las milicias implicaron un cambio en el status

jurídico y la condición económica de la población pobre fue Salta. Con la instalación de la guerra en Salta como base de operaciones avanzada para la

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guerra en el Alto Perú, la provincia debió movilizar a una gran masa de su población, y lo hizo a través de milicias cuyo comandante era el Jefe de la vanguardia del ejército del norte, Martín Miguel de Güemes. Eran 6610 hombres los que podía movilizar Güemes (4900 milicianos), en base a formaciones regionales que se agrupaban para combates concretos y para el control de la zona. En la práctica una gran parte de los campesinos que en una sociedad como la salteña eran dependientes (arrendatarios) de la clase dominante provincial aristocrática. La integración a las milicias implicaba para los campesinos sustraerse a la justicia “civil” que en realidad era la justicia de la clase señorial y dejar de pagar impuestos a los terratenientes. Las permanentes contradicciones del líder popular salteño con los liberales porteños pasa justamente por este eje. Mientras la guerra de la independencia se mantuvo como prioridad, los liberales porteños se vieron obligados a “tolerar” a Güemes, ya que el “partido americano” con San Martín en sus filas se imponía como mayoritario. Sin embargo el alejamiento de la guerra con San Martín en Perú permitió que el norte fuera pacificado (aunque ello significara que las fuerzas sanmartinianas perdieran su último apoyo en la maniobra de pinzas planificada).

¿Por que sucedió esto? El sistema Güemes cargaba el costo de la guerra en los propietarios acomodados y liberaba a la población a cambio de servicio militar en las milicias (situación que no los sustraía de sus tierras, al contrario). Implicaba reformas sociales y colocaban a un líder popular con proyección nacional en el mismo momento que se estaba combatiendo a Artigas en el litoral. La pacificación del norte, tanto en lo social como en la guerra con los españoles, era central en los intereses de clase de la oligarquía salteña y de la fracción rivadaviana que en 1820 había logrado el poder en Buenos Aires después de aplastar al federalismo local. Quizás este sea un caso extremo; aunque no tanto, ya que Andresito a la cabeza de las fuerzas güaraníes o Artigas con sus movilizaciones de hombres y recursos implicaron una aún mayor disrupción en el orden tanto social, político o económico y hablamos de tres sociedades diferentes: la salteña, la oriental y la güaraní.

El carácter social de la guerra aparece con fuerza en el Alto Perú. Allí la revolución no prende inmediatamente, la primera expedición (la de Castelli) no logra sostenerse a pesar de su ímpetu reformista. Se han dado diferentes explicaciones para esto (no podemos desarrollarlas en este artículo). Lo que sí sabemos es que a partir de la llegada de las tropas porteñas se desató un proceso que daría sus frutos en la segunda expedición conducida por Belgrano, a la que se sumarían amplias porciones de la población, implicando una movilización de masas de importancia (que se implicó en ambos bandos). Quizás en las recomendaciones de Belgrano a San Martín cuando le entrega el mando del ejército haya parte de la

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explicación de su éxito: respeto las costumbres y la religiosidad de esos pueblos.

La población del Alto Perú es difícil de precisar, al igual de todas las poblaciones de América, dada cierta imprecisión de los censos para dar cuenta del conjunto de los habitantes, pero se encontraba en torno al millón (los censos vireynales dan cifras menores), de los cuales los dos tercios eran indígenas y solo la décima parte eran considerados blancos. El 90% vivía en la campaña, en su mayoría campesinos sometidos. La lucha guerrillera, miliciana y regular dada por la resistencia altoperuana desde 1812 movilizó en su apogeo a varios miles de soldados “regulares” (en tono a los 6000 quizás) y a varias decenas de miles de irregulares, en su mayoría indígenas conducidos por sus propios oficiales (los jefes formales de las republiquetas en general combinaban un liderazgo popular con un grado militar oficializado por el jefe del ejército del Norte). Nunca operaron juntos, no eran un ejército móvil, sino que se encontraban divididos en diferentes regiones donde organizaban a su base social de la cual dependían, desde Tarija hasta La Paz horadando las principales líneas españolas y amenazando el dominio de las ciudades.

Cuando en 1816 los dos grupos más formales, los de Warnes y Arenales, son derrotados en combates regulares, las republiquetas comienzan a decaer. Aunque la masiva y popular fuerza de Juana Azurduy (Padilla y Azurduy contaban con unos 10.000 seguidores aunque una pequeña parte eran soldados regulares) continuó más tiempo hasta que junto con otros grupos guerrilleros se replegaron para unirse a las fuerzas de Güemes esperando la necesaria ofensiva libertadora que completara la maniobra sanmartiniana. Miles de rebeldes altoperuanos se replegaron hacia las provincias hoy argentinas y de ellos salieron los congresales que representaron al Alto Perú en el congreso de Tucumán en 1816. Hubo cientos de caudillos patriotas en la actual Bolivia, eran la expresión de una lucha de carácter popular y masiva que expresaba el renacer del carácter social de la lucha cuya raíz debería buscarse en las rebeliones andinas de 30 años atrás. El abandono de la visión Americana y el temor a las reformas sociales por parte del grupo rivadaviano, que se hizo del poder en Buenos Aires en 1820, condenó a San Martín a tener que ceder el mando a Bolívar. Y condenó a Bolivia a que sus libertadores fueran sus mismos opresores criollos colaboracionistas de los españoles, ahora devenidos en “republicanos”.

Jacobinismo a la criolla Al principio mencionamos una caracterización de la estructura social

del antiguo virreynato: mercantil en Buenos Aires y semifeudal en el Alto Perú. Pareciera que para el caso porteño eso implicaba ventajas para una

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política revolucionaria popular, y es cierto, la abolición de la servidumbre y la movilización de esclavos no afectaban la estructura productiva articulada en el comercio con una base rural en expansión. Sin embargo esa misma base mercantil colocaba en la primera línea del proceso revolucionario a una clase cuyos intereses inmediatos tendían a articularse irresistiblemente con el capital inglés. Y el capital inglés necesitaba un tránsito hacia la construcción de Estados que produjeran bienes de la tierra baratos, tuvieran mercado internos débilmente articulados, que no fomentaran la producción de mercancías que compitieran con las importaciones, que fueran permeables y facilitadores a las diferentes oleadas de “inversiones” que, en los momento de excedentes financieros en el centro, se necesitan colocar sin trabas. Ya en la Asamblea del año XIII Manuel García (el entregador de la Banda Oriental) promovía las “inversiones” mineras inglesas y en el año veinticuatro Rivadavia firmó el primer empréstito. Si una cara de la sociedad rioplatense era su capacidad de movilizar milicias y que estas tuvieran poder político, por la poca importancia económica de lo servil y esclavista en la región; la tendencia negativa era su voluntad de dependencia. Esas dos tendencias se enfrentaron, también en Buenos Aires y fueron las luchas entre el “partido popular” federal (en momentos claves encabezado por figuras como el Coronel Dorrego, Manuel Moreno, Manuel Pagola, etc.) y los liberales directoriales: apoyarse en la movilización armada de las masas abierta en la independencia o reprimirla.

Todo el proceso revolucionario que formó a nuestra naciente nación fue una larga guerra que combinó elementos y momentos de guerra nacional con los de guerra civil. En realidad todo el proceso de lucha por la independencia y posterior formación del Estado fue en parte nacional y en parte de luchas sociales y de clases. Por lo tanto, no estaba determinado previamente que la Argentina de la segunda mitad del siglo XIX se consolidaría como un estado oligárquico y una economía monolíticamente agroexportadora. La amplia movilización de la población que concéntricamente llegó a los confines del virreynato y con San Martín cruzó las fronteras, desorganizaba los lazos tradicionales de dependencia de la antigua sociedad colonial, y liberaba las contradicciones que encerraba la nueva sociedad. Nos interesa la lucha que se dio entre los intereses, aspiraciones más o menos difusas, sentimientos, que impulsaban a las masas en su participación armada, primero contra la reacción española y después contra la burguesía comercial y el mercado mundial.

Creemos que ahí se encuentra la base de los proyectos independentistas revolucionarios. Es en la articulación entre una base social popular con una elite “intelectual” que no pertenece orgánicamente a ella (en el sentido gramsciano, en nuestro caso caudillos y/o “doctores”, una fracción de la elite local dispuesta a crear un Estado nación independiente y

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modernizar las relaciones sociales con reformas de contenido popular). Una “alianza” que confluye en una serie de puntos clave y que genera la posibilidad (la acumulación originaria, la base material) de construir un centro de poder político militar que de forma a un Estado capaz de dirigir el proceso de formación nacional en una dirección que no sea la que naturalmente imponían las condiciones del mercado mundial. Es lo que Antonio Gramsci llamaba la “articulación de una voluntad colectiva nacional popular”.

Proteccionismo posible Cuando analizamos la primera mitad del siglo XIX debemos ver el

comportamiento de los grupos gobernantes respecto de las tarifas aduaneras. Es importante aclarar que el comercio libre fue una importante conquista que significaba la ruptura del monopolio absolutista y la intermediación parasitaria de los comerciantes de Cádiz. Para nada la política colonial había sido “proteccionista”; por el contrario, las disposiciones españoles buscaban aplastar cualquier tipo de progreso colonial, lo que implicaba reducirlo al mínimo. La discusión una vez conquistado el libre comercio, pasaba en términos modernos por: libre importación vs. proteccionismo aduanero.

En el Plan de Operaciones, después de la idea de librecomercio, se desarrolla una posición “industrialista” y “dirigista” para crear una estructura económica nueva.

“Las fortunas agigantadas en pocos individuos (…) que sirven a la ruina de la sociedad civil (…) con su poder absorben el jugo de todos los ramos del estado (…) y en nada remedian las grandes necesidades de los infinitos miembros de la sociedad”. Propone confiscar esas fortunas “para luego de consolidar el estado sobre bases fijas y estables” aunque “parecerá duro para una pequeña parte de individuos (…) aparecerán después las ventajas públicas que resultan con el fomento de fábricas, artes, ingenios y demás establecimientos a favor del Estado y de los individuos que las ocupan con sus trabajos”. Y continúa más adelante “la confiscación de 500 ó 600 millones de pesos si bien descontentará a 5 ó 6000 individuos, las ventajas habrán de caer sobre 80 ó 100.000 trabajadores”.

Propone usar esa fortuna para fortalecer el estado, formar un fuerte ejército que (acertadamente augura) debería luchar contra los de Brasil, llevando los principios de la revolución y conquistar Río Grande. Y la mitad restante debería usarse para el incentivo económico industrial y de la agricultura “poniéndolo en el centro mismo del estado” donde a su vez se multiplicaría en pos del interés general. Se nota la pluma de Belgrano en este apartado del Plan. Si combinamos estas ideas con la voluntad escrita y puesta en práctica de movilizar a los gauchos de la Banda Oriental y a los

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indios del Alto Perú, vemos la existencia de una idea que combina masas armadas con reformas sociales y económicas.

Es necesario en este punto tampoco ser anacrónicos. Es una descontextualización extrema pensar en una “revolución industrial” rioplatense en 1810, 20, 30 o más adelante aun; o sea pensar en un proceso conciente de industrialización aun antes que en Alemania, por ejemplo. Es también erróneo pensar en una industrialización sustitutiva en una sociedad muy poco poblada donde todos sus centros urbanos menos Buenos Aires no superaban con mucho los 5000 habitantes y se encontraban vinculados a actividades agrícolas en muchos casos simples. Lo que sí había en el virreynato eran una gran cantidad de producciones artesanales que abastecían los mercados locales y algunas se comerciaban por la región, como ponchos, yerbas, vinos, artículos de cuero, sombreros, talleres navieros pequeños, carreteros, etc. Estos constituían una clase de artesanos no articulada a nivel “nacional”, pero que en algunos casos eran pequeñas manufacturas con una cantidad de trabajadores (esclavos o libertos muchas veces) que, si seguimos la historia en detalle, se expresan desde los primeros tiempos con exigencias de protección contra la importación a través de diversos petitorios. Solo el saladero apareció en el Río de la Plata como la más importante industria con elaboración de materia prima en gran escala y división de trabajo entre una mano de obra numerosa proletarizada. De hecho estos trabajadores urbanos también fueron base de las fuerzas militares de la revolución y expresaron sus intereses y adscripciones políticas a través de ellas.

La protección del trabajo nacional mediante la política aduanera, el desarrollo de las fuerzas productivas en general y especialmente mediante una estructura agraria más democrática, que favoreciera y no reprimiera las tendencias al asentamiento popular en el campo, la unificación del mercado nacional, el fomento de la manufactura local integrando las diferentes capacidades provinciales, articulado con la independencia de toda dominación extranjera, era el programa popular que alcanzó a movilizar a amplias masas. Con sus matices y posibilidades de acuerdo al contexto político y regional, era el programa de Artigas cuya política agraria era de vanguardia. Fue el que llevó adelante San Martín desde el Cuyo donde la activación de la manufactura con recursos propios para abastecer al ejército produjo un despegue económico de importancia

Artigas: independencia y revolución Es el 9 de setiembre de 1815 durante el “Congreso de oriente” cuando

Artigas dicta el “Reglamento de derechos aduaneros”, que es el primer reglamento orgánico claramente proteccionista del periodo. Se establecen fuertes aranceles del 40% para la introducción de “ropas hechas y calzados”

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y del 25% a los demás efectos de ultramar, menos “caldos y aceites” que serían del 30% para proteger los productos regionales. Mientras que los provenientes de Mendoza solo pagarían el 4%. Los lienzos, yerba y tabaco, nueces, etc. de las demás Provincias Unidas también pagaban muy bajos impuestos, lo que mostraba una discriminación muy fuerte a favor de los productos de la nación frente a los extranjeros. Solo quedaban libres de impuestos los productos extranjeros que eran sumamente necesarios y no se fabricaban en el país como maquinarias, imprentas y armas, tan importantes para la guerra.

Las tarifas de la aduana eran claves para el sostenimiento y desarrollo de la producción artesanal y las embrionarias manufacturas. Con los años, con una estructura política y económica más madura (y una distribución de la tierra distinta) serían la base sobre el cual se pudiera plantear una sociedad en la que la producción industrial local tuviera peso. En realidad muchos procesos de desarrollo industrial comenzaron con estructuras que se encontraban muy retrasadas, pero la protección estatal y la “imitación” de los modelos más desarrollados permitieron despegar hacia formas superiores de desarrollo técnico y capacidad de producción. En esos primeros pasos está la alternativa de construir una estructura económica que no se recostara solamente en la importación relegando a la marginalidad o desaparición a los talleres.

Cómo se formará la propiedad rural era un tema clave del conjunto del proceso de desarrollo independiente. El 10 de setiembre el caudillo rioplatense dio a conocer el “Reglamento Provisorio de la Provincia Oriental para el Fomento de la Campaña y Seguridad de sus Hacendados” en el que se proponía un ordenamiento integral y alternativo. Poblar la campaña, sedentarizar a los gauchos creándole hábitos de trabajo. Consolidar las tenencias informales, formar una clase media rural, favorecer a la familia y a los más desposeídos según un criterio de justicia social. Crear un proletariado, aumentar la productividad e impedir la concentración de la propiedad. La tierra era el principal recurso productivo: la resolución de la forma en que se organizara la apropiación de la misma determinaba en gran parte la evolución del nuevo Estado y las características de la formación social en creación. Fue sin dudas el más avanzado de los proyectos agrarios de toda la época, y el único que se plasmó en una ley integral y no solo en medidas aisladas. Junto con una política proteccionista y de acumulación y orientación de la riqueza, constituían un proyecto orgánico de desarrollo nacional y posibilitaban una “alianza” entre las masas y una elite dirigente.

Las contradicciones de una revolución que debía crear sus propias

bases.

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Otro problema que se encontraron los revolucionarios fue el de las finanzas del nuevo Estado. A partir de la pérdida de las minas del Alto Perú solo tenían dos fuentes principales: los empréstitos forzosos y la recaudación aduanera. Siendo la aduana por lejos la más importante y constante fuente de ingresos. Es por ello que cuando estudiamos las tarifas no solo debemos pensar en como los diferentes gobiernos pensaban en subir o bajar tarifas de acuerdo a sus intereses de clase o proyectos relacionados con la estructura económica, sino que muchas veces las tarifas eran condicionadas por las necesidades que tenía el Estado de dinero para su funcionamiento o por conflictos militares (aunque como ya mencionamos, la fracción liberal consideró desde el inicio los empréstitos y la inversión extranjera como fuente principal de recursos, pero eso dependía de un orden político firme y acorde a las necesidades del capital inglés).

Los gobiernos y líderes rioplatenses debieron resolver una cuestión geopolítica global: cómo estando en guerra con España no malquistarse con Gran Bretaña. Y el problema de Gran Bretaña era cómo, siendo aliada de España, no perjudicar su propio comercio con América. Para los locales la cuestión se resolvía por dos vías distintas. Una, fomentar el libre comercio sin trabas extendiendo ampliamente la presencia británica en comerciantes y productos por toda la región: fue la política en el primer triunvirato, en las exposiciones sobre economía de Gracia en la asamblea del Año XIII y en la polémica entre Rosas y Patrón con Ferré. Sin embargo, para los patriotas mas lúcidos, si bien era claro que el comercio de nuestros productos con Inglaterra (dueña indiscutible de los mares por décadas) era una necesidad para aprovechar nuestros recursos mas redituables en el mercado mundial (Belgrano ya había intuido que “las vacas eran las minas del Plata”), estaban prevenidos. Sabían que el endeudamiento y la afluencia masiva de productos extranjeros perjudicarían el desarrollo de la producción local y la extensión de la agricultura y el poblamiento del campo, con lo que se hipotecaría el futuro del país.

Esta contradicción entre la tendencia del mercado mundial y la necesidad de proteger los intereses de sectores populares vinculados a la producción, local y regionalmente, se manifiesta en todos los líderes y programas revolucionarios del periodo. Está inscripta en la misma “Representación de los hacendados”, en el “Plan de Operaciones”, en la política artiguista, en la sanmartiniana tanto en Cuyo como en Perú (el desarrollo en Cuyo hace pensar en una planificación económica moderna para abastecer el ejército con recursos propios) y reaparece en la política rosista con la contradicción entre la “Ley de Aduanas” de 1835 y la polémica con Ferré de de 1831.

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O sea, los “partidos” que tienen tras de sí la presión de grupos que dependen de la producción manufacturera artesanal o que dependen para desarrollar sus políticas del apoyo de sectores populares se ven impulsados a levantar las tarifas aduaneras, privilegiar la producción local y ser influenciados por las masas rurales pobres. Por eso si nosotros seguimos a lo largo del periodo las tarifas de la aduana y específicamente las políticas económicas de los diferentes gobiernos, veremos que en general el código aduanero de Artigas o los efímeros gobiernos federales porteños establecieron tarifas “proteccionistas”. Y en el campo encontraremos desde amplias políticas reformistas como el “Reglamento” de Artigas, hasta una tolerancia conciente como la de Rosas.

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Hace 200 años el 9 de julio de 1816, finalmente, se declaró la

independencia de “toda dominación extranjera”. La idea de “toda” y no solo de España, fue una imposición de los patriotas sanmartinianos y de la gran movilización popular que en esos momentos inundaba el territorio virreinal en el norte y el litoral, frente a los liberales porteños que buscaban dejar las puertas abiertas a conseguir la protección británica o de alguna potencia. La independencia no pudo ser llevada a fondo, pero la historia y los proyectos de esos patriotas siguen siendo para nosotros el programa de nación que debemos concretar.

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Y la solidaridad de: