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    EN DEFENSA DEL APRIORISMO EXTREMO

    Murray N. Rothbard

    La estimulante controversia metodolgica entre los profesoresMachlup y Hutchison demuestra que a veces hay ms de dos lados para

    toda pregunta.

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    En muchos sentidos, los dos estn debatiendo en prop-sitos cruzados: el profesor Hutchison est principalmente inclinandocontra la metodologa (y opiniones polticas) del profesor Ludwig vonMises; la acusacin ms grave que presenta es que la posicin completadel profesor Machlup es, en el fondo, un intento de encubrir la herejamisesiana con vestidos de respetabilidad epistemolgica. La respuestadel profesor Machlup, con toda propiedad, apenas menciona Mises; yaque, de hecho, sus puntos de vista metodolgicos son polos opuestos.(La posicin de Machlup es cercana a la tradicin central positivistade la metodologa econmica.) Pero mientras tanto, encontramos que el

    profesor Mises y el apriorismo extremo quedan sin defensa en el deba-te. Tal vez la contribucin de un apriorista extremo a esta discusin re-sulte til.

    En primer lugar, debe quedar claro que ni el profesor Machlup niel profesor Hutchison son lo que Mises llama praxelogos, es decir, nocreen (a) que los axiomas y premisas fundamentales de la economa sonabsolutamente ciertas; (b) que los teoremas y conclusiones deducidoscon las leyes de la lgica a partir de esos postulados son por lo tanto ab-solutamente ciertos; (c) que consecuentemente no hay necesidad deprueba emprica de las premisas o las conclusiones; y (d) que los teo-remas deducidos no pueden ser probados incluso si fuese deseable.2

    Murray Rothbard (1926-1995) escribi esto en 1956. Apareci originalmente en el South-ern Economic Journal, enero de 1957, pp. 314-320, y fue reimpreso en The Logic of Ac-tion One, Murray Rothbard, (Edward Elgar, 1997), pp. 100-108. Esta edicin digital est

    publicada con el permiso del Rothbard Estate, Copyright 2002 The Mises Institute.1Terence W. Hutchison, El Profesor Machlup Sobre la Verificacin en Eco-noma, Southern Economic Journal(abril de 1956): 476-83; Fritz Machlup, Rplica aun Renuente Ultra-Empirista, ibid., pp. 483-93.

    2La tradicin praxeolgica, aunque hace poco ha empezado a usar ese nombre, hatenido un lugar de honor, y por mucho tiempo, en la historia del pensamiento econmico.En la primera gran controversia metodolgica en nuestra ciencia, John Stuart Mill era el

    positivista y Nassau Senior era el praxelogo, con J.E. Cairnes oscilando entre las dosposiciones. Ms tarde, el mtodo praxeolgico fue desarrollado con ms profundidad porlos primeros austriacos, Wicksteed y Richard Strigl, alcanzando su plena culminacin en

    las obras de Ludwig von Mises. El punto de vista de Mises se puede verse en La AccinHumana (New Haven, Conn: Yale University Press, 1949), y en su anterior Grundpro-

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    Ambos contendientes estn muy dispuestos a probar empricamente lasleyes econmicas. La diferencia crucial es que el profesor Machlup seadhiere a la posicin ortodoxa positivista de que los supuestos no tienenque ser verificados, siempre que su consecuencias deducidas puedan ser

    probadas verdaderasesencialmente la posicin del profesor MiltonFriedmanmientras que el profesor Hutchison, cuidadoso con supues-tos temblorosos toma un enfoque ms empricoo institucionalistadeque los supuestos tienen mejor que ser verificados tambin.

    Por extrao que parezca para un ultra-apriorista, la posicin deHutchison me parece la mejor de las dos. Si uno tiene que elegir entredos tipos de empirismo, parece una locura poner nuestra confianza enlos procedimientos para probar slo las conclusiones con hechos. Mejor

    asegurarse que los supuestos tambin son correctos. Aqu debo saludarla acusacin del profesor Hutchison de que los positivistas descansan sucaso sobre engaosas analogas de la epistemologa de la fsica.

    Esta es precisamente la clave del asunto. Todos los procedimientospositivistas estn basados en las ciencias fsicas.3 La fsica es la que co-noce o puede conocer sus hechos y puede poner a prueba sus conclu-siones contrastndolas contra esos hechos, siendo al mismo tiempocompletamente ignorante de sus supuestos ltimos. En las ciencias de la

    Accin Humana, por otro lado, es imposible poner a prueba las conclu-siones. No hay laboratorio donde los hechos puedan ser aislados y con-trolados; los hechos de la historia humana son complejos, resultantesde muchas causas. Esas causas slo pueden ser aisladas por la teora, te-ora que es necesariamente a priori a esos hechos histricos (incluyendolas estadsticas). Por supuesto, el profesor Hutchison no llegara tan lejosa rechazar las pruebas empricas de los teoremas; pero, siendo encomia-

    blemente escptico de las posibilidades de las pruebas (aunque no de que

    sea deseable), l insiste en que los supuestos sean verificados tambin.En fsica, los supuestos ltimos no pueden ser verificados directa-

    mente, porque no sabemos nada directamente de las leyes explicativas olos factores causales. Por eso el buen sentido de no tratar de hacerlo, deusar falsos supuestos tales como la ausencia de friccin, y as sucesiva-mente. Pero supuestos falsos son lo reverso de lo apropiado en econom-a. Porque la accin humana no es como la fsica; aqu, los supuestos

    bleme der Nationalkonomie [traducido al ingls como Problemas Epistemolgicos de laEconoma (Princeton, NJ: D. Van Nostrand, 1960)]. Sobre la similitud entre Senior y Mi-ses, ver Marian Bowley,Nassau Senior y la Economa Clsica (New York: Augusto M.Kelley, 1949), cap. 1, esp. pp. 64-65. El Ensayo de Lionel Robbin Sobre la Naturaleza yel Significancia de la Ciencia Econmica fue enfticamente praxeolgico, aunque no pro-fundiz en los problemas metodolgicos ms complejos.

    3Sobre las diferencias entre las metodologas de la praxeologa y la fsica, ver Mu-rray N. Rothbard, Hacia una Reconstruccin de la Economa de la Utilidad y la Redis-tribucin, en Sobre Libertad y Libre Empresa: Ensayos en Honor de Ludwig von Mises,Mary Sennholz, ed., (Princeton,. N.J.: D. Van Nostrand, 1956), pp. 226ff)

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    ltimos son lo que es claramente conocido, y es precisamente a partir deesos axiomas dados que el corpus de la ciencia econmica es deducido.Las suposiciones falsas o dudosas causan estragos en la economa, mien-tras que a menudo demuestran ser tiles en la fsica.4

    Por eso, el profesor Hutchison tiene razn al querer establecer lossupuestos. Pero esas premisas no tienen que ser (de hecho, no puedenser) verificadas apelando a los hechos estadsticos. Se establecen, en

    praxeologa, en una base mucho ms segura y permanente como verda-des definitivas. Cmo, entonces, se obtienen esos postulados? En reali-dad, a pesar de la etiqueta de extremadamente a priori, la praxeologacontiene un axioma fundamentalel axioma de la accinque puedeser llamado a priori, y algunos postulados subsidiarios que son en reali-

    dad empricos. Por increble que parezca a los versados en la tradicinpositivista, a partir de este pequeo nmero de premisas toda la eco-noma es deduciday deducida como absolutamente verdadera. De-

    jando a un lado por el momento el Axioma Fundamental, los postuladosempricos son: (a) unos pocos, y (b) de base tan amplia como para sercasi empricos en el sentido empiricista del trmino. Para decirlo deotra manera, son tan generalmente ciertos como para serauto-evidentes,como para ser vistos por todos como obviamente ciertos una vez que son

    establecidos, y por eso no son en la prctica empricamente falsables ypor lo tanto no operacionalmente significativos. Cules son esas pro-posiciones? Podemos considerarlas en orden decreciente de su generali-dad: (1) (el ms fundamental) variedad de recursos, tanto naturales comohumanos. De esto sigue directamente la divisin del trabajo, el mercado,etc.; (2) (menos importante) el ocio es un bien de consumo. Estas son re-almente los nicos postulados que se necesitan. Otros dos postuladossimplemente introducen subdivisiones de lmites en el anlisis. As, laeconoma puede elaborar deductivamente, a partir del Axioma Funda-mental y postulados (1) y (2) (en realidad, slo el postulado 1 es necesa-rio), un anlisis de una economa Crusoe, de trueque y de una economamonetaria. Todos esas leyes elaboradas son absolutamente ciertas. Sinembargo, son slo aplicables a casos concretos donde las condiciones

    particulares limitantes se aplican. No hay nada, por supuesto, sorpren-dente sobre esto; podemos enunciar como ley que un manzana, sin apo-

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    Esto es vlido tambin para los principios heursticos del profesor Machlup quesupuestamente son empricamente significativos sin ser verificables como verdaderos.

    No quiero negar que los supuestos falsos son tiles en la teora econmica, peroslo cuando son usadas como construcciones auxiliares, no como premisas de las cualeslas teoras empricas pueden ser deducidas. La construccin ms importante es la eco-noma de rotacin-uniforme, o equilibrio. No se pretende que ese estado sea considera-do real, ya sea real o potencial. Por el contrario, la empricamente imposible ERU esconstruida precisamente para analizar tericamente un estado de no-cambio. Slo anali-zando un estado ficticio que no cambia podemos llegar a un anlisis apropiado del mundoeconmico cambiante real. Sin embargo, esto no es un supuesto falso en el sentido uti-

    lizado por los positivistas, ya que es teora absolutamente verdadera de un estado inmuta-ble, si tal estado existiera.

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    yo, caer al suelo. Pero la ley es aplicable slo en los casos en que unamanzana en realidad se deja caer. As, la economa Crusoe, de trueque yde una economa monetaria son aplicables cuando tales condiciones seobtienen. Es tarea del historiador, o del economista aplicado, decidir

    qu condiciones se aplican en las situaciones especficas a ser analiza-das. Es obvio que esas identificaciones particulares se hacen por simpli-cidad.

    Cuando analizamos la economa de intercambio indirecto, por lotanto, nosotros hacemos la simple y obvia condicin limitante (Postula-do 3) de que intercambios indirectos se estn haciendo. Debe quedar cla-ro que, al hacer esta simple identificacin no estamos poniendo a

    prueba la teora; simplemente estamos eligiendo la teora que se aplica

    a la realidad que deseamos explicar.El cuarto postuladoy de lejos el menos fundamentalpara una

    teora de mercado es el que los profesores Hutchison y Machlup consi-deran crucialque las empresas siempre tienen como objetivo la maxi-mizacin de sus ganancias de dinero. Como se har ms claro cuandotrate el Axioma Fundamental ms adelante, esta suposicin de ningunamanera es una parte necesaria de la teora econmica. De nuestro Axio-ma se deriva esta verdad absoluta: que cada empresa siempre tiene como

    objetivo maximizar su beneficiopsquico. Esto puede o no puede impli-car la maximizacin de sus ganancias de dinero. A menudo no, y ningn

    praxelogo negara este hecho. Cuando un empresario deliberadamenteacepta beneficios monetarios ms bajos para dar trabajo a un sobrino

    bueno para nada, el praxelogo no se queda confundido. El empresariosimplemente ha optado por tomar una cierta reduccin en la gananciamonetaria para satisfacer su consumola satisfaccin de ver que a susobrino no le falta nada. La suposicin de que las empresas tienen como

    objetivo maximizar sus beneficios de dinero es simplemente una conve-niencia para el anlisis; permite la elaboracin de un marco de catalaxia(economa del mercado) que de otra manera no podra ser desarrollado.El praxelogo siempre tiene en cuenta el proviso que donde este postu-lado subsidiario no se apliquecomo en el caso del bueno para nada

    biensu teoras deducidas no sern aplicables. l simplemente cree quesuficientes empresarios siguen objetivos monetarios para hacer su teoramuy til para explicar el mercado real.5

    Pasamos ahora al Axioma Fundamental (el punto clave de lapraxeologa): la existencia de la accin humana. De este axioma absolu-tamente verdadero se puede tejer casi todo el lienzo de la teora econ-

    5No estoy tratando aqu a respaldar las restricciones recientes que se han hecho encontra el supuesto de la maximizacin de ganancias monetariasla mayora de las cualesignoran la maximizacin del largo plazo como opuesto de la de corto plazo.

    La curiosa idea de que no buscar metas monetarias es irracional refuta la eco-noma, es similar a la vieja idea de que los consumidores estn siendo irracionales, o no-

    econmicos, cuando prefieren pagar precios ms altos en las tiendas ms cerca de ellos,o con una atmsfera ms agradable.

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    mica. Algunas de las implicaciones lgicas inmediatas que se derivan deesta premisa son: la relacin de medios y fines, la estructura temporal dela produccin, la preferencia temporal, la ley de la utilidad marginal de-creciente, la ley de los rendimientos ptimos, etc. Es este axioma crucial

    lo que separa la praxeologa de los otros puntos de vista metodolgi-cosy es este axioma el que suministra el elemento a priori crtico enla economa.

    En primer lugar, debe ser enfatizado que cualquiera sea el rol quela racionalidad pueda jugar en la teora del profesor Machlup, no jueganingn papel para el profesor Mises. Hutchison dice que Mises afirmaque toda accin econmica es (o debe ser) racional.6 Esto es rotun-damente errneo. Mises no asume nada sobre la racionalidad de la ac-

    cin humana (de hecho, Mises no utiliza el concepto en absoluto). l noasume nada acerca de la sabidura de los fines del hombre o sobre si susmedios son correctos. l asume slo que los hombres actan, esto es,que tienen algunos fines, y utilizan algunos medios para tratar de alcan-zarlos. Este es el Axioma fundamental de Mises, y es este axioma el queda a toda la estructura praxeolgica de teora econmica construida so-

    bre ella su certeza absoluta y apodctica.

    Ahora la pregunta crucial que surge es: cmo hemos obtenido la

    verdad de este axioma? Nuestro conocimiento es a priori o emprico,sinttico o analtico? En cierto sentido, tales preguntas son una

    prdida de tiempo, porque el hecho importante es que el axioma es auto-evidentemente verdadero, auto-evidente en mayor y ms amplia exten-sin que los otros postulados. Porque este axioma es cierto para todoslos seres humanos, en todas partes, en cualquier momento, y no podra nisiquiera concebiblemente ser violado. Dicho de forma corta, podemosconcebir un mundo donde los recursos no son variados, pero no uno en

    el que existen seres humanos, pero no actan. Hemos visto que la otrospostulados, si bien son empricos, son tan obvios y aceptables quedifcilmente pueden ser llamados falsables en el sentido empiristahabitual. Cunto ms cierto puede ser el axioma, que ni siquiera esconcebiblemente falsable!

    Los positivistas de todos los matices se ponen inquietos con lasproposiciones auto-evidentes. Y, sin embargo, qu es la tan aclamadaevidencia de los empiristas sino traer una proposicin hasta el momen-

    to oscura a la vista evidente? Pero algunas proposiciones necesitan sloser dichas para hacerse inmediatamente evidentes, y el axioma de la ac-cin es esa proposicin.

    Que consideremos el axioma de la accin a priori o empricodepende de nuestra posicin filosfica ltima. El profesor Mises, en latradicin neo-kantiana, considera que este axioma es una ley del pensa-miento y por lo tanto una verdad categrica a priori a toda experiencia.

    6Hutchison, El Profesor Machlup Sobre la Verificacin en la Economa, p. 483.

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    Mi propia posicin epistemolgica se apoya en Aristteles y SantoToms en lugar de Kant, y por eso yo interpretara la proposicin demanera diferente. Yo considerara al axioma una ley de la realidadmsque una ley del pensamiento, y por tanto emprica en lugar de una

    priori. Pero debe ser obvio que este tipo de empiricismo es tan dife-rente al empiricismo moderno que yo muy bien podra seguir llamndoloa priori para los propsitos presentes. Porque (1) es una ley de la reali-dad que no es concebiblemente falsable, y sin embargo es emprica-mente significativa y verdadera; (2) se basa en la experiencia interioruniversal, y no simplemente en la experiencia externa, esto es, su evi-dencia es reflectiva en lugar de fsica7; y (3) es claramente a priori aeventos histricos complejos.8

    El encasillamiento epistemolgico de las proposiciones auto-evi-dentes siempre ha sido un problema espinoso. As, dos tomistas renom-

    brados como el Padre Toohey y el Padre Copleston, si bien tienen lamisma posicin filosfica, difieren sobre si las proposiciones auto-evidentes deben ser clasificadas como a posteriori o a priori, ya quedefinen las dos categoras de forma diferente.9

    Del Axioma Fundamental es derivada la verdad de que todo elmundo trata siempre de maximizar su utilidad. Contrariamente a lo que

    dice el profesor Hutchison, esta ley no es una definicin disfrazadadeellos maximizan lo que maximizan. Es cierto que la utilidadno tienecontenido concreto, porque la economa se ocupa no del contenido delos fines del hombre, sino con el hecho de que tiene fines. Y este hecho,

    7Vase la crtica del profesor Knight a Significancia y Postulados Bsicos de laTeora Econmica de Hutchison. Frank H. Knight, Qu es Verdad en Economa?

    Journal of Political Economy (Febrero de 1940): 1-32.8El profesor Hutchison me puede haber tenido en mente cuando dice que en re-cientes aos los seguidores del profesor Mises tratan de defenderlo diciendo que en reali-dad l quera decir emprico cuando deca a priori. As, ver a mi Praxiology, Replayto Mr. Schuller, American Economic Review (diciembre 1951): 943-44. Lo que quisedecir es que el axioma fundamental de Mises se puede ser llamado a priori o empri-co de acuerdo a la posicin de filosfica de uno, pero es, en cualquier caso, a priori, paralos propsitos prcticos de la metodologa econmica.

    9As, Copleston llama principios auto-evidentes proposiciones sintticas a priori(aunque no en el sentido kantiano)sinttico como transmitiendo informacin sobre la

    realidad no contenida lgicamente en las premisas anteriores; y a priori como siendo ne-cesarios y universales. Toohey virtualmente oblitera las distinciones y habla de proposi-ciones sintticas auto-evidentesa posteriori, porque, si bien son necesarias yuniversales, son derivadas de la experiencia. Ver F.C. Copleston, S.J., Aquino (London:Penguin Books, 1955), pp. 28 y 19-41; John J.H. Toohey, S.J., Notas sobre Epis-temologa (Washington, D.C.: Georgetown University, 1952), pp. 46-55. Todo esto plan-tea la pregunta sobre la utilidad de la dicotoma analtica-sinttica, a pesar de la

    prominencia implcitamente dado a ella en La Significancia y los Postulados Bsicos dela Teora Econmica de Hutchison. Para un escepticismo refrescante sobre su validez, y

    para una crtica sobre su uso tpico de deshacerse de las teoras difciles de refutar, ya sea

    como definiciones disfrazadas o hiptesis discutibles, ver Hao Wang, Notes Sobre laDistincin Analtica-Sinttica, Theoria 21 (Partes 2-3, 1955): 158ff.

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    siendo deducido directamente del Axioma de la Accin, es absolutamen-te cierto.10

    Hemos llegado finalmente a la ltima hereja de Mises ante losojos del profesor Hutchison: su supuesta deduccin lgica de conclu-siones polticas al por mayor a partir de los axiomas de la cienciaeconmica. Tal acusacin es completamente falaz, particularmente sinos damos cuenta de que el Profesor Mises es un defensor inflexible delWertfreiheit [libre de juicios de valor] no slo en la economa, sinotambin en todas las ciencias. Incluso una lectura cuidadosa de las citasde Mises seleccionadas por Hutchison revelarn que no hay tales deduc-ciones ilegtimas.11 De hecho, la economa de Mises no tiene rival res-

    pecto a evitar que juicios de valorad hoc sin analizar entren en el corpus

    de anlisis econmico.Dean Rappard ha planteado la pregunta: cmo puede Mises ser al

    mismo tiempo campen del Wertfreiheit en economa y del [liberalis-mo] laissez-faireun dilema que ha llevado al profesor Hutchison aacusar a Mises de hacer deducciones polticas a partir de la teoraeconmica?12

    Los siguientes pasajes de Mises dan la clave de este rompecabezas:

    El liberalismo es una doctrina poltica. . . . Como doctrinapoltica el liberalismo (en contraste con la ciencia econ-mica) no es neutral respecto a los valores y los fines ltimos

    buscados por la accin. Asume que todos los hombres o porlo menos la mayora de las personas estn decididos a al-canzar ciertas metas. Les da informacin sobre los mediosadecuados para la realizacin de sus planes. Los campeonesde las doctrinas liberales son plenamente conscientes delhecho de que sus enseanzas son vlidas slo para las per-sonas que se comprometen a sus principios valorativos.Mientras la praxeologa, y por tanto tambin la economa,utiliza los trminos felicidad y la eliminacin de la intran-

    10Vase Hutchison, El Profesor Machlup Sobre la Verificacin en Economa, p.

    480. Alan Sweezy cay en el mismo error cuando denunci que el dictum de Irving Fi-sher: cada individuo acta como desea. dado que no es una proposicin posible de po-ner a prueba en psicologa, debe ser reducida a la vaca cada individuo acta comoacta. Por el contrario, el dictum es deducible directamente del Axioma de la Accin, yes por tanto empricamente significativo y apodcticamente verdadero. Ver Rothbard,Hacia una Reconstruccin de la Economa de la Utilidad y la Redistribucin, pp. 225-28.

    11As: El liberalismo parte de las ciencias puras de la economa poltica y la so-ciologa las cuales dentro de sus sistemas no hacen valoraciones y no dicen nada acercade lo que debe ser o lo que es bueno o malo, sino que slo determinan lo que es y cmoes Citado por Hutchison, El Profesor Machlup sobre la Verificacin en Economa, p.483n.

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    William E. Rappard, Sobre Leer a von Mises, en Sobre Libertad y Libre Em-presa, M. Sennholz, e., pp. 17-33.

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    quilidad en un sentido puramente formal, el liberalismo lesatribuye un significado concreto. Presupone que la gente

    prefiere la vida a la muerte, la salud a la enfermedad. . . laabundancia a la pobreza. Ensea a los hombres a actuar de

    acuerdo a esas valoraciones.13

    La ciencia econmica, dicho de forma corta, establece leyes exis-tenciales, del tipo: si A, entonces B. Mises demuestra que esta cienciaafirma que las polticas laissez-faire conducen a la paz y mejores nivelesde vida para todos, mientras que el estatismo conduce al conflicto y aniveles de vida ms bajos. Entonces, Mises como ciudadano elige el li-

    beralismo laissez-faire, porque l est interesado en la consecucin de

    estos fines. El nico sentido en que Mises considera al liberalismo comocientfico es, en la medida que las personas se unan sobre el objetivode la abundancia y el beneficio mutuo. Quizs Mises es excesivamentesanguneo al juzgar el alcance de tal unificacin, pero l nunca conectala valoracin con lo cientfico: cuando l dice que un control de precioses malo l quiere decir malo no desde su punto de vista como eco-nomista, sino desde el punto de vista de aquellos en la sociedad que de-sean abundancia. Los que eligen objetivos opuestoslos que favorecenel control de precios, por ejemplo, como una va para ejercer poder bu-

    rocrtico sobre sus semejantes, o quienes, por envidia, juzgan la igual-dad social como ms valiosa que la abundancia general o la libertadciertamente no aceptaran al liberalismo, y Mises ciertamente nunca di-ra que la ciencia econmica demuestra que estn equivocados. l nuncava ms all de decir que la economa proporciona a los hombres el cono-cimiento de las consecuencias de las diversas acciones polticas, y que esasunto de los ciudadanos, conociendo esas consecuencias, elegir su cur-so poltico.

    MisesHispano.org

    13Mises,La Accin Humana, pp. 153-54; ver tambin pp. 879-81.

    http://www.miseshispano.org/http://www.miseshispano.org/