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203 ¿EMPRESA O NEGOCIOS? Editorial LOS ACUERDOS BáSICOS PARA UNA TRANSICIóN Alejandro Foxley LA PERSONA, TANTO EN SU INDIVIDUALIDAD COMO EN SU RELACIóN CON LOS DEMáS Paola Delbosco EMPRESA Primavera 2011

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203

¿EmprEsao nEgocios?

Editorial

Los acuErdos básicos para

una transiciónAlejandro Foxley

La pErsona, tanto En su

individuaLidad como En su

rELacióncon Los dEmás

Paola Delbosco

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EMPRESAP r imave r a 2011

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SUMARIOEMPRESA

Tarifa ReducidaConcesión Nº 1453

Franqueo PagadoConcesión Nº 1277

Número 203Septiembre/Octubre/Noviembre 2011

Publicación de ACDE Buenos AiresAsociación Cristiana de Dirigentes de Empresa

Afiliada a la Federación ACDEUNIAPAC de Argentina

directorEduardo Aceiro

consejo de redacciónEduardo Alsina

Celso Enrique ArabettiPablo BevilacquaTomás Donovan

Carlos GaraventaHéctor Mario Rodríguez

consejo EditorialAdolfo AbláticoLuis M. Bameule

Enrique Del CarrilHoracio Diez

Gabriel Mayor

EditorEduardo Otsubo

asistente de direcciónPatricia D’Agostino

premio santa clara de asís 2002

Los artículos reflejan el punto de vista del autor y no necesariamente

el de ACDE

Registro Propiedad Intelectual 731.023Precio del ejemplar: $12.- (S/envío postal)

suscripción por 4 números(cuatro números, incluye envío postal) Buenos Aires, Interior: $ 80.- Países Limítrofes: U$S 60.- Resto de América: U$S 70.- Europa: U$S 80.- Suscripción estudiantes: $ 50.- Suscripción donación: $ 200.-

Publicación propiedad de ACDE Buenos Aires

Bolívar 425 - (C1066AAI) Buenos Aires

República ArgentinaTel./Fax: (54 11) 4331-0251

E-mail: [email protected]

3 Editorial ¿Empresa o negocios?

6 Reportajes Paola Delbosco La persona, tanto en su individualidad

como en su relación con los demás

12 Economía subsidios: ¿dónde podemos ir a parar? Orlando Ferreres

14 Reflexiones más preguntas que respuestas, asertividad Marcelo D. Váquez Avila

25 Institucional Los acuerdos básicos para una transición Alejandro Foxley

31 Reflexiones Época de cambios o cambio de época Horacio Bolaños

36 Desde EE.UU. acerca de la presunta prosperidad asociada

a cesaciones de pago Carlos E. J. M. Zarazaga

40 Empresa responsabilidad social empresaria

y creación de valor compartido Carlos G. Garaventa

44 Empresa innovadores que meten miedo Tomás Donovan

46 Testimonio Fraternidad en tiempos difíciles Héctor Mario Rodríguez

50 Sociedad “no te metás”

Un llamado a asumir el compromiso político que la Patria nos reclama

Eduardo Alsina

55 Sociedad Emprendedorismo social Gabriel Berger

58 Desde España La gran cosecha Miguel Aranguren

62 Testimonio Jornada mundial de la Juventud

arraigados y edificados en cristo, firmes en la fe

Joaquin Güemes

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¿Empresa o negocios?

¡Qué estrecha es la puerta y qué angosta la senda que lleva a la vida,

y cuán pocos los que dan con ella!

(Mateo 7, 14).

En el idioma común, se tiende a identificar al “hombre de negocios” con el “em-presario”, cuando se trata de dos perfiles con diferencias importantes.

Un empresario siempre es -en alguna medida- hombre de negocios, porque la empresa comercial tiene por objeto realizar una actividad lucrativa que, semánticamente, se identif ica con la palabra “negocio”, en cuanto ésta es lo contrario al “ocio” o descanso, muchas veces necesario y también útil para nuestro espíritu, como supo describirlo en una obra magistral, El Ocio Útil, el f ilósofo Joseph Pipper.

Pero no todo “hombre de negocios” es un empresario, porque una empresa es un proyecto a largo plazo y no sólo hacer negocios (en sí nada pecaminoso si no se atenta contra el bien común). El empresario requiere algo más que la preocu-pación por un resultado económico positivo inmediato. Su mirada, sin perder de vista el beneficio como legítima recompensa y sostén indispensable de su organi-zación, debe dirigirse también a otros ámbitos: a la justa remuneración de quienes colaboran con él desde distintos lugares; a un adecuado equilibrio entre el gasto y la inversión, distinguiendo claramente ambos conceptos ya que ello le permitirá un justo equilibrio entre sus necesidades, su sobriedad y su criterio del ahorro; al examen cuidadoso del mercado y sus exigencias para producir aquello que, ade-más de rentable, es deseado y útil para la sociedad.

Ser empresario es esfuerzo, a veces soledad de mando; cumplir una misión educa-dora con el ejemplo y generar acciones que multiplican talento y comunican una visión a largo plazo orientada a resultados. Por definición, es ser un emprendedor o sea, generar innovaciones y tomar riesgos adaptándose a la situación general de la sociedad donde se inserta para, con un uso cada vez más eficiente y efectivo de recursos escasos, agregar valor y, con una mirada a largo plazo, asegurar la conti-nuidad y prosperidad de su empresa.

Por ello también busca articular sus actividades con las del Estado, universidades y otras organizaciones intermedias, generando sinergias para provecho propio y de la sociedad. Y requiere actitudes valientes y aunar criterios y acciones en agrupa-ciones sectoriales empresarias en lugar de negociar “uno a uno”, según mezquinos intereses particulares en detrimento del bien común. La falta de energía, de stock

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ganadero, de infraestructura de transporte, son sólo algunos ejemplos donde los empresarios fallamos en persuadir y exigir acciones buenas para nuestras empresas y el bien común.

Lamentablemente en nuestro país no se distingue con claridad entre ambos tipos humanos. Suele calificarse como empresarios a meros hombres de ne-gocios cuya mira no se encuentra en crear organizaciones duraderas, sino en obtener ganancias rápidas con el menor trabajo y muchas veces a costa de la sociedad toda. Una mirada madura de nuestra realidad los identifica frecuente e inmediatamente con aquellos que por años han medrado con los favores del Estado aprovechando vinculaciones o, en el peor de los casos, repartiendo ga-nancias con los poderosos.

Estos “hombres de negocios”, demasiado frecuentemente, viven de ma-nera casi exhibicionista y a veces tienen organizaciones pobres que poco ofrecen a sus trabajadores y a la sociedad, mientras cambian a menudo de rubro o actividad. Desgraciadamente en nuestro país, este tipo humano -que dista mucho de ser un empresario- ha f lorecido en todas las épocas y bajo distintos gobiernos cualquiera fuese su origen, desprestigiando la necesaria y valiosa actividad empresaria y al empresario en general. Si bien es parte de un fenómeno mundial, porque vivimos una época donde los compromisos duraderos sucumben frente al bienestar inmediato, en la Ar-gentina cobra singular gravedad porque se une a otros factores culturales e institucionales que fomentan el fenómeno y debilitan una sana visión de lo que es, realmente, una empresa y del rol del empresario.

En primer lugar cabe destacar algo que ya hemos resaltado en otras notas editoriales. La Argentina vive en la cultura del “cortoplacismo”. Pocos aceptan el desafío de levantar la mirada asumiendo el riesgo empresario para generar valor con innovación, productividad y crecimiento sustentable en el largo plazo.

Ese mismo “cortoplacismo” o “cortismo” argentino, del cual somos co-rresponsables muchos empresarios, atenta contra la empresarialidad e invade también a gobiernos y gobernantes, cuando genera un contexto de políticas públicas carentes de reglas claras, estables y previsibles para el largo plazo, con la resultante de que los que más prosperan son quienes viven a costa de los ‘negocios’ que generan los favores del Estado. Ejem-plos de avances del Estado sobre la empresarialidad son las f ijaciones ar-bitrarias de precios y de cupos para importar o exportar. Así, se afecta el buen clima de negocios y se desalienta la inversión y el ahorro en aras del consumo inmediato.

Esta visión cortoplacista tiene mucho que ver con una cultura que prioriza “atajos”, tiene una baja sensibilidad moral e incluye una clara renuncia de cierta dirigencia política y empresaria a elaborar y consensuar un proyecto de País duradero y estable. En ese contexto se explica que la ciudadanía, con toda ló-gica aunque también con baja sensibilidad moral en oportunidad de decidir con su voto, opte por no poner en riesgo una situación beneficiosa en lo inmediato frente a la ausencia de propuestas claras y liderazgos ejemplarizantes que per-mitan vislumbrar un futuro más seguro.

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Pero además del cortoplacismo, la Argentina tiene en sus genes un defec-to grave que impide elaborar planes a largo plazo y que también afecta muy adversamente al clima de negocios. Se trata de la grosera subestima-ción de las nefastas consecuencias de la falta de transparencia, de la co-rrupción, y del desprecio por la ley y las instituciones que, en el transcurso de nuestra historia, se han subordinado a las necesidades coyunturales. Parecería que el argentino en general se autocomplace con el ‘roban, pero hacen’ y considera erróneamente que el funcionamiento normal de las ins-tituciones políticas y el respeto a la estabilidad de la ley serían obstáculos para los objetivos inmediatos. De allí surgen las interpretaciones irrazona-bles del derecho y los cambios constitucionales para adaptar la legalidad a los deseos o ambiciones del momento.

Quien es sólo “hombre de negocios” y además se desentiende de la mo-ral y del bien común, medra con la situación inestable y aprovecha de ella para tomar ganancias sin crear riqueza. El verdadero empresario no se desalienta frente a circunstanciales triunfos de criterios coyunturales; por el contrario, mantiene su esperanza y optimismo en las condiciones posi-tivas de su país comprometiéndose con éste personalmente o a través de las agrupaciones empresarias, evitando posturas obsecuentes con el Poder de turno.

En este sentido, el ejemplo de dirigentes de todo el mundo -que supieron con-servar y hacer crecer sus empresas superando limitaciones políticas originadas en dictaduras y regímenes autoritarios, guerras internacionales y civiles, catás-trofes naturales, etc.- debe servirnos para no confundir lo circunstancial con lo definitivo; para continuar luchando a fin de crear riqueza, cambiar la realidad y, sobre todo, procurar un cambio posible de los defectos precedentemente señalados, que anidan en nosotros, los argentinos.

En definitiva, el empresario, en un permanente y renovado desafío, construye su empresa todos los días, con paciencia, perseverancia y resiliencia, y sabe recorrer el “camino estre-cho” que nos propone Jesús porque siempre es un hombre de esperanza.

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r e p o r t a j e s

Doctora en filosofía (Universitá degli Studi

di Roma). Profesora Universitaria (UCA, y Austral). Profesora

part time en IAE, Escuela de Dirección

y Negocios/Austral. Investigadora del

Centro Standard Bank Conciliación Familia

y Empresa, conFyE, en el IAE. Coautora de siete libros referidos a temas éticos. En 2010

ha publicado como editora junto con

Marcelo Paladino dar sentido a la empresa,

y como autora, junto con Guillermo Fraile,

El desafío de cada día, análisis y estrategias para la conciliación

entre profesión y familia.

La persona, tanto en su individualidad como en su relación con los demás“Cuando llegue el tiempo de los balances, ojalá que los buenos balances laborales no se hayan pagado con balances personales o familiares deficitarios”, señala Paola Delbosco.

Atenta a que la preocupación por los resultados pueda dejar de lado el cuidado de los procesos, y sobre todo el de las personas, subraya no perder de vista que el centro mismo de todos los esfuerzos es la persona, tanto en su individualidad como en su relación con los demás.

Su mirada humanista nos permite bucear en la problemática del hombre como persona e inserto en el mundo de la empresa, en los límites oportunos entre una justa dedicación al trabajo y la adicción, en el secreto de saber negociar con uno mismo y con la familia. En definitiva, un aporte a la reflexión en la búsqueda de sentido a nuestra vida personal, familiar y profesional.

paola delbosco

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Nos encontramos en su casa para concluir la entrevista, a horas de una de sus innume-rables charlas programadas, esta vez junto a su marido Héctor, sobre un tema más que interesante “La toma de decisiones en familia”. Experiencia de campo pareciera no faltarle. Cuando nos presentamos, y a manera de cartas credenciales, haciendo a un lado una serie de libros, videos y artícu-los publicados de su autoría, puso sobre la mesa la foto de sus 9 hijos y 14 nietos, ad-virtiendo que dos más se sumarán pronto a esta familia grande, que muestra con orgullo.

Su simpatía y frescura al hablar conviven con una gran capacidad de observación, que ejerce de manera natural y que enriquece sin duda alguna tantos sus reflexiones filosóficas como las observaciones del acontecer diario.

Quien diría que esta intelectual italiana, nacida en una pequeña localidad cercana a Venecia, construiría su vida y su familia en la Argentina. Su padre, agregado aeronáutico, tuvo como destino nuestro país, y lo que iban a ser dos años se transformaron en cuatro de residencia. En ese tiempo inicia su noviazgo con Héc-tor que, de regreso a la tierra del Dante, se mantuvo firme -sin internet mediante- gracias al contacto de las cartas numeradas, algunos costosos llamados telefónicos y una visita anual.

Doctorada en Filosofía en Roma, ya sin ningu-na duda, emprende su viaje definitivo a Buenos Aires, donde inicia su vida familiar y desarrolla una extensa y reconocida labor académica e intelectual. La persona del dirigente de em-presa es uno de los temas sobre los que ha profundizado, constituyéndose en el disparador para iniciar nuestra charla.

- Los tiempos modernos cuentan con abun-dantes teorías orientadas a la eficiencia y a la optimización de los resultados. Podemos saber bastante cómo evitar el fracaso o cómo ser exitosos, pero da la impresión de que sabemos bastante menos sobre cómo vivir mejor.

Delbosco: - La preocupación por los resul-

tados puede dejar de lado el cuidado de los

procesos y sobre todo el de las personas.

Que una operación resulte exitosa quiere

decir que alcanza los resultados que apa-

recían en el proyecto, pero eso no siempre

garantiza que las personas que participa-

ron en esos logros hayan optimizado sus

capacidades, se hayan relacionado con los

demás de una manera oportuna, hayan

encontrado sentido en lo que hacían.

La cultura actual pareciera estar más centrada en el mundo del trabajo que en el crecimiento interior y en las relaciones profundas entre las personas…

- Si bien entiendo que el mundo del trabajo

es importante, tanto por el hábitat humano

que construye y por la vida más cómoda

que permite, con más posibilidades y me-

nos riesgos, no se puede perder de vista que

el centro mismo de todos los esfuerzos es la

persona, tanto en su individualidad como

en su relación con los demás.

¿Dónde está el límite oportuno entre una justa dedicación al trabajo y la adicción?

- La adicción es definida por la imposibi-

lidad de dejar de hacer aquello que nos

r e p o r t a j e s

Delbosco: “Los familiares entienden con

mucha comprensión las necesidades de

mayor presencia en el trabajo cuando hay

una emergencia o circunstancias puntuales

más demandantes, pero la capacidad de comprender supone

la actitud de fondo de querer compartir tiempo

con la familia. Por eso las prioridades son fruto de una decisión personal

inteligente”.

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produce dependencia, lo cual nos impide

hacer otras cosas. Se trata de una funda-

mental pérdida de libertad y de dirección de

la propia vida.

Cada uno debería preguntarse por el

eventual nivel de dependencia respec-

to de las exigencias laborales que está

padeciendo, pero es bueno distinguir con

claridad la adicción de la justa búsqueda

de excelencia.

Es un buen ejerci-

cio preguntarnos si

estamos trabajan-

do demás por una

exigencia puntual

de un mejor resul-

tado, o porque no

sabemos ya hacer

otra cosa y por ser

quizás el ámbito

laboral el único en

el que sabemos qué

estamos haciendo y

para qué servimos.

Si la respuesta es

ésta última, ya es

hora de revisar prio-

ridades.

El aumento de los casos de estrés, ataques de pánico o la aparición de nuevos cuadros psicosomáticos en las compañías, ¿no hablan a las claras de un gran número de hombres y mujeres desbordados?

- Es difícil no interpretarlo así, y es urgente

intervenir para evitar lo que corresponde-

ría a una verdadera epidemia de estrés. El

antídoto está en la dosificación correcta de

dedicación al trabajo y cuidado de la vida

personal y familiar.

Cuando nuestro mundo personal se restrin-

ge a las relaciones de trabajo, hay una pri-

mera señal de alarma: parecería que nues-

tra vida está dependiendo demasiado del

ámbito laboral que, si bien es importante y

entra a formar parte de nuestra identidad,

no puede sustituir las relaciones personales

significativas y perdurables, y además deja

de lado dimensiones importantes de la vida,

porque no pone en juego la totalidad de

nuestra persona.

Una respuesta farmacológica “para seguir funcionando” no pareciera ser la solución cuando se trata de enfermedades del alma, del “sinsentido”.

- Los fármacos pueden inclusive agudizar

los síntomas porque, al poner en primer

lugar la performance profesional, la vida per-

sonal y la propia salud resultan instrumen-

tales al resultado laboral. En ese cuadro los

fármacos enfatizan el carácter adictivo del

trabajo.

¿Cómo atemperar esta problemática y trabajar en ella?

- Creo que ayuda ver a la persona como

un todo, con sus distintos ámbitos, pero

interconectados: trabajamos, pero también

nos relacionamos con las demás personas;

quizás hemos formado una familia y hemos

engendrado hijos que nos necesitan; nos

abre la mente leer, ver buen cine, viajar,

nos hace bien practicar deportes o disfrutar

de la naturaleza, acercarnos a los grandes

misterios de la realidad en nuestra relación

con Dios, responder con generosidad a las

carencias de los demás, etc. Todo eso forma

parte de nuestra vida y ningún elemento

puede ser expulsado sin afectarnos.

Es necesario tener algo de tiempo, de vez en

cuando, para hacer el punto de la situación

y replantearnos las prioridades.

¿El problema humano no es, en definitiva, un problema ético, que se resume en saber qué posición tiene uno en la vida frente a sí y frente a los otros?

- Si ético quiere decir que involucra el uso

justo de nuestra libertad, sí, es un problema

ético. Se trata del uso del tiempo que nos

ha sido asignado en esta vida. El valor de

r e p o r t a j e s

Trabajar es humanizarnos, pero

también es elevarnos a Dios y, si es así,

no es de menor importancia lo que

podemos brindar a quienes trabajan

con nosotros, arriba o abajo en la

jerarquía de funciones. Siempre se

puede y se debe hacer el bien.

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ese tiempo; el valor ético

de su uso se mide por el

bien posible que hayamos

realizado en nosotros y en

los demás.

Cuando llegue el tiempo

de los balances, ojalá que

los buenos balances labo-

rales no se hayan pagado

con balances personales o

familiares deficitarios.

La soledad es un punto a considerar cuando habla-mos de encontrar sentido a nuestra vida personal, familiar y profesional. En un mundo globalizado, vi-vimos la paradoja de estar cada vez más conectados pero menos comunicados.

- Sí, es un poco así, y la nueva tecnología -sobre

todo pienso la telefonía móvil, pero también

en cierto uso de las redes sociales- interfiere

con las relaciones personales presenciales,

en vez de favorecerlas. Es tan así que se es-

tán pensando nuevas reglas ´sociales´de uso

del teléfono, por lo menos cuando se está

en una reunión con otras personas y no se

trata de una cuestión de vida o muerte.

Sin embargo, no me siento demasiado

pesimista con respecto a este tema de la

soledad, por lo menos en la Argentina,

donde la cultura de los amigos es muy

fuerte y de profundas raíces. Me parece

que aquí tenemos todavía muy buenas

costumbres y nos encontramos fre-

cuentemente con nuestros amigos. Si el

trabajo lo impide, hay que intervenir para

rectificar la tendencia.

Como bien señala Sinay, en el campo de los negocios, las conexiones virtuales mantie-nen su carácter de herramienta. Lo riesgoso es, siempre, convertirse en herramienta de la herramienta, ser sujeto de ella…

- Estoy completamente de acuerdo. Por otra

parte, la amistad (y el amor, que es una

forma especial de amistad) es una relación

esencialmente no instrumental, con lo cual

el medio eventualmente debe ser medio

para la amistad, pero nunca reemplazo.

Hoy puede existir la ilusión de la conexión,

pero por suerte es muy difícil confundir

la conectividad con la amistad genuina, y

esta última es imprescindible para una vida

plena.

Ud. ha señalado la necesidad del dirigente de empresa de “saber negociar con uno mismo y no con la familia”. Me gustaría pudiera profundizar en este concepto.

- Se trata de una idea de Guillermo Fraile,

con el que hemos publicado El desafío de

cada día, un libro que dedicamos a las per-

sonas que aman su trabajo, pero también

aman a su familia y quieren tener una vida

en armonía. Es seguramente un esfuerzo

y un desafío de cada día…, pero la idea es

que la decisión para conciliar sea personal

y no tercerizada a la familia.

r e p o r t a j e s

Delbosco: “Cuando nuestro mundo personal

se restringe a las relaciones de trabajo,

hay una primera señal de alarma: parecería

que nuestra vida está dependiendo

demasiado del ámbito laboral que, si bien es importante y entra a

formar parte de nuestra identidad, no puede

sustituir las relaciones personales significativas y

perdurables”.

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Los familiares entienden con mucha

comprensión las necesidades de mayor

presencia en el trabajo cuando hay una

emergencia o circunstancias puntuales

más demandantes, pero la capacidad de

comprender supone la actitud de fondo de

querer compartir tiempo con la familia. Por

eso las prioridades son fruto de una deci-

sión personal inteligente.

Las organizaciones empresarias, ¿preservan este equilibrio?

- Estamos en camino de tener cada vez

más organizaciones que deciden cuidar a

su gente. Esto se da por distintas razones:

algunas genuinas, por convicción; otras

instrumentales, por conveniencia, y algunas

por efecto de leyes que actúan por coerción.

Si se cuidan a las

personas de la em-

presa por convic-

ción, se buscarán

cada vez mejores

medidas de conci-

liación, para per-

mitir una vida más

equilibrada; pero

no hay que des-

cartar las medidas

implementadas por

las empresas para

mejorar el clima

interno, para atraer

talentos, para cum-

plir con requerimientos de certificadoras de

responsabilidad empresarial.

Hoy se está buscando también un apun-

talamiento legal, para institucionalizar

ciertos logros y favorecer una vida personal

y familiar de buena calidad. Las medidas de

conciliación, por otra parte, no pueden sino

favorecer a las empresas y a la sociedad.

¿Adhiere al concepto de empresas fami-liarmente responsables? Nuria Chinchilla nos desafía en este sentido a pensar cómo trabajo con mi gente y cómo permito que

estas personas sean padres y madres de familia.

- Actualmente se está ampliando el número

de empresas que se preocupan activamente

por cuidar a sus colaboradores, poniendo

a su disposición medidas de conciliación,

para que cada uno, según sus necesidades

puntuales, haga uso de las políticas de

flexibilidad más apropiadas a sus circuns-

tancias, sin que eso signifique sacrificar la

excelencia de los resultados. Se trata de un

nuevo pacto de cooperación entre partes

-la empresa y sus colaboradores, varones y

mujeres- que supone una mayor responsa-

bilidad a cambio de mayor diversificación

de tiempos, lugares y modos.

Quizás con las empresas familiarmente

responsables esté empezando realmente

una nueva cultura laboral, que beneficiará

a todas las personas: las que ya formaron

su familia, las que todavía no, los padres,

las madres, los hijos, la sociedad. Se trata,

como dice Alejandro Melamed, Director

de Recursos Humanos de Coca Cola, no de

trabajar menos sino de trabajar mejor.

Por otra parte, la empresa no pierde apor-

tando para que la sociedad tenga mejor

nivel de vida familiar, porque su actividad

está ligada a las familias, que le proveen

clientes o usuarios, colaboradores o direc-

tivos, etc. Ser familiarmente responsable

para una empresa es sinónimo de tomarse

en serio su responsabilidad social.

Con Nuria coincido plenamente. Además el

centro CONFyE (centro Standard Bank CON-

FyE, Conciliación Familia y Empresa) del

IAE, fundado en el 2006, contó con su apoyo

en su impulso inicial, y ahora seguimos

conectados en proyectos compartidos.

¿Cuál es el aporte enriquecedor que la visión cristiana pueda darnos para poder conciliar trabajo y familia, y contagiar la esperanza de que esto sea posible?

- Mucha claridad recae sobre estos temas a

r e p o r t a j e s

Cada uno debería preguntarse por

el eventual nivel de dependencia

respecto de las exigencias laborales

que está padeciendo, pero es bueno

distinguir con claridad la adicción de la

justa búsqueda de excelencia.

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Primavera 2011 Página 11

r e p o r t a j e s

partir de la visión cristiana del ser humano

y del trabajo.

Juan Pablo II nos dejó un legado importan-

tísimo con la Laborem exercens, una encí-

clica dedicada al trabajo, pero sobre todo

al trabajador, como persona completa que

debe poder expresar su humanidad en lo

que hace. Esta es la dimensión subjetiva del

trabajo, que va más allá de los resultados

prácticos o económicos, y que se preocupa

en mirar el sentido humano, la construc-

ción de un mundo justo y la participación

al orden de la creación a través de nuestro

esfuerzo cotidiano.

Si eso se da así, trabajar es humanizarnos,

pero también es elevarnos a Dios y, si es

así, no es de menor importancia lo que

podemos brindar a quienes trabajan con

nosotros, arriba o abajo en la jerarquía

de funciones. Siempre se puede y se debe

hacer el bien.

J. Pieper decía que la esperanza es la virtud del hombre que camina…

- La esperanza como actitud humana nos

hace percibir con optimismo el futuro, per-

mitiéndonos ver el objetivo que nos propo-

nemos como un bien posible, e interpretar

los obstáculos como estímulos para un

ulterior crecimiento. Nada se podría hacer

sin este tipo de esperanza.

Por otra parte, la esperanza como virtud

teologal es lo que completa todo esfuerzo

humano genuino y dirigido al bien: es la

promesa de que Dios no deja nada bueno

sin sus frutos, y frutos abundantes.

Eduardo Otsubo

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Página 12 EMPRESA Nº203

E c o n o m í a

subsidios: ¿dónde podemos ir a parar?

orlando Ferreres

Orlando Fererres es Licenciado en Economía (Universidad de Buenos Aires). Advanced Management Program (Harvard University). Titular de Orlando J. Ferreres & Asociados.

En 1993 eran de $1915 millones y en este

2011 se estima que llegarán a $115 224

millones, con un aumento de 60 veces

entre esas fechas, considerando tanto los

subsidios a empresas como los sociales.

Expresados en dólares llegan a USD

27 435 millones, una cifra realmente im-

portante que era de menos de USD 2000

millones en 1993.

¿Cuántos caminos, puentes, puertos, fe-

rrocarriles, viviendas, se pueden hacer con

27 000 millones de dólares por año? Con

estas obras, ¿cuántas personas se pueden

ocupar en trabajos formales y bien remune-

rados, contando también todos los efectos

directos e indirectos de la mayor demanda

genuina en el resto de los sectores produc-

tivos?

Si en lugar de gastar en mera transferencia,

sacándoles a unos mediante impuestos par-

te importante de sus ingresos para darles a

otros ese dinero como subsidios, el Estado

invirtiera esos fondos en obras públicas de

infraestructura, como indicó J M. Keynes

oportunamente, creo que ya hoy, después

de varios años de seguir esta política, no

tendríamos excluidos. Sin embargo, el he-

cho de que tengamos que seguir con la

terapia intensiva de los subsidios, significa

que mucha gente no ha podido solucionar

genuinamente su problema de ocupación

y sigue requiriendo el apoyo de los demás,

como si después de nueve años aún vivié-

ramos de alguna manera distinta la crisis

de 2002. No estamos pensando en que los

subsidios se reduzcan a cero, sino en dejar-

los en 2000 a 5000 millones de dólares por

año, lo que es una cifra muy alta de todas

maneras. Esto nos dejaría cerca de 25 000

millones de dólares por año para inversio-

nes reales.

El efecto multiplicador de las inversiones en

obra pública (1.5 a 1.8 veces) es mucho ma-

yor que el de las transferencias (1.0), como

se ha demostrado en estudios recientes.

Esto significa que la forma en que estamos

manejando los recursos tiene otras priori-

dades, que pueden ser políticas, pero con

una visión a corto plazo.

El sector energético, entre Cammesa y Enar-

sa, se llevaría este año $ 45 800 millones,

un 76% más que el año anterior. El sector

transporte consumiría recursos por $19 000

millones, considerando los $4300 millones

de trenes y subtes, los $9000 millones del

fondo fiduciario para el transporte y los

$3000 millones estimativos de subsidios

para Aerolíneas. Después tenemos $6700

para empresas públicas, entre las que se

destacan los subsidios para AYSA por $3000

millones aproximadamente. Finalmente

otros subsidios a sectores económicos por

$5700 millones. En general, estos subsidios

responden a la política de tener precios po-

líticos para los servicios públicos (precios

mucho menores que el costo de produc-

ción), que ya se demostró en el gobierno de

Raúl Alfonsín (1983-1989), es una política

que termina mal si no se la va reemplazan-

do a tiempo.

El resto de los subsidios, $38 000 millones,

son sociales, tanto la asignación universal

por niño, que no ha tenido recurso impo-

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Primavera 2011 Página 13

TRANSFERENCIAS AL SECTOR PRIvADOEn millones de pesos

total transporte EnergíaEmp.

públicast. sociales otros

1993 1.915

1994 2.783

1995 4.680 264

1996 4.445 276

1997 5.700 278

1998 5.910 343

1999 6.411 228

2000 6.155 116

2001 5.819 116

2002 8.696 344

2003 11.140 770

2004 12.373 1.759

2005 14.697 2.976

2006 17.640 4.421 4.032 232 8.595 360

2007 28.323 6.688 8.331 521 9.731 3.052

2008 45.336 8.896 16.486 1.413 13.873 4.668

2009 52.452 10.802 15.944 2.320 19.901 3.485

2010 75.889 13.306 26.022 4.144 27.850 4.567

2011e 115.224 19.005 45.799 6.712 37.999 5.708

Fuente: OJF & Asociados en base a ASAP y MECON.

E c o n o m í a

sitivo, como el resto de los planes sociales

diversos que se ejecutan en diferentes

Ministerios. Esta parte de los subsidios so-

ciales podría reducirse más si los planes

de obra pública ocuparan genuinamente

a muchos de los marginados actuales, los

que podrían pasar a alquilar o adquirir

una vivienda digna, educar a sus hijos y

no depender tanto de los punteros políti-

cos, que en muchos casos usan los dine-

ros del Estado como forma de posicionar-

se políticamente ellos mediante este tipo

de votos cautivos.

Podemos mejorar la asignación de recur-

sos, debemos mejorar la misma, pero para

ello nuestros políticos deben abandonar

la idea de manejar a una buena parte de

la masa de necesitados, creados en los úl-

timos 25 años, mediante la dádiva de los

subsidios.

Page 16: Empresa 203

Reflexiones

¿Quién de nosotros no ha tenido momentos en

los que nos hemos sentido agresivos, otras veces

algo acobardados? La asertividad se basa en la

capacidad para expresar lo que pensamos con

seguridad y confianza, dejando de lado cualquier

tipo de agresividad o de timidez.

La mayoría de las personas comete estos

errores principalmente en los momentos

de tensión, ansiedad, nerviosismo y estrés.

Esta tensión les impide aprender de sus

errores y, en vez de eso, refuerzan aún más

el concepto negativo que tienen de sí mis-

mos. Esto se va convirtiendo en un proble-

ma de autoestima.

La asertividad es la habilidad de decir lo

que uno quiere decir sin faltar el respeto,

ni a ti ni al otro. Como estrategia y estilo de

comunicación, se diferencia y se sitúa en un

punto intermedio entre otras dos conductas

polares: la agresividad y la pasividad.

Suele definirse como un comportamiento

comunicacional maduro en el cual la per-

sona no agrede ni se somete a la voluntad

de otras personas, sino que manifiesta

sus convicciones y defiende sus derechos.

Es una forma de expresión consciente,

congruente, clara, directa y equilibrada,

cuya finalidad es comunicar nuestras

ideas y sentimientos o defender nuestros

legítimos derechos sin la intención de

herir o perjudicar, actuando desde un es-

tado interior de autoconfianza, en lugar

de la emocionalidad limitante típica de la

ansiedad, la culpa o la rabia.

Marcelo D. Váquez Avila

Prof. De Comportamiento Humano en la Organización Instituto

Internacional San Telmo, Sevilla, España

Página 14 EMPRESA Nº203

Page 17: Empresa 203

Más preguntas que respuestas, asertividad

Para su puesta en práctica, es necesario te-

ner en cuenta algunas premisas o creencias

básicas:

• Tengo el derecho a decir NO sin sentirme

culpable: parece muy obvio, pero no lo es.

No es malo decir “no, gracias”, o “no me

interesa”. Hemos de tener claro lo que

queremos y si te niegas a algo porque no

va contigo, la otra persona lo ha de res-

petar y entender. Así que no tiene sentido

sentir culpa por negarse a algo que no te

interesa, sino todo lo contrario, deberías

sentirte bien ya que te estás responsabi-

lizando de lo que harás con tu vida me-

diante tus decisiones.

• Tengo el derecho a expresar mi opinión,

aunque puedo cambiar de opinión siem-

pre que lo crea conveniente: tienes el

derecho a decir lo que piensas. Aunque

es recomendable preguntarse antes de

hablar. ¿Lo que voy a decir va a herir los

sentimientos de alguien? ¿Mis comenta-

rios y argumentos van a ayudar a mejorar

la situación? También puedes cambiar de

opinión si en algún momento la situación

o tu percepción de la situación han cam-

biado.

• Tengo el derecho a ser oído: muchos de

nosotros caemos en el mal hábito de ha-

blar todo el rato, sin embargo, olvidamos

que también tenemos la responsabilidad

de escuchar. Conoce tus límites y lo que

estás dispuesto a escuchar y lo que no.

También toma conciencia de tus conver-

saciones y si de verdad sientes que hay

un equilibrio conversacional.

Nuestro nivel de asertividad de forma muy

simple se puede definir mediante aquellas

conductas que operan en nuestro propio

interés. En otras palabras, ¿Te permites

situaciones en las que pones tus propios

intereses, sentimientos, metas, deseos, etc.

por delante o siempre van detrás de los de

las otras personas? Te invito a hacernos al-

gunas preguntas:

1. Cuando necesitas más explicaciones,

indicaciones o instrucciones para luego

poder actuar, ¿preguntas sobre ello o te

lo callas?

2. Cuando te enojas, te enfadas o te moles-

ta algo, ¿lo sabes expresar con palabras o

generalmente te lo callas?

3. Si estás teniendo una conversación con 3

personas más, y todos están de acuerdo

en un tema con el cual tú no estás de

acuerdo, ¿te das la libertad de expresar

tu opinión o te la callas?

4. ¿Te encuentras cómodo hablando de-

lante de un grupo reducido debatiendo

sobre un tema o por el contrario estás

tenso?

5. Si alguien te pide que hagas algo que no

quieres hacer, ¿le dices que no o sientes

la necesidad de poner excusas, o hacerlo

de todos modos?

Invierno 2011 Página 15

Page 18: Empresa 203

Página 16 EMPRESA Nº203

6. ¿Cómo haces contacto visual con la gen-

te con la que estás hablando?

Para esto no hay recetas, pero quizás

para dar respuestas más asertivas a estas

preguntas se puede tener en cuenta lo si-

guiente:

1. Las personas asertivas piden más expli-

caciones o instrucciones para asegurarse

que todo está entendido. Para atender

lícitamente nuestros intereses, debemos

preguntar y no pensar que eso invade los

derechos de los demás. Si sientes miedo

o vergüenza de pedir más explicaciones,

esto puede significar una falta de aserti-

vidad causada por una autoestima baja,

entre otros factores.

2. La incapacidad para expresar la rabia o

la ira también puede ser un signo de falta

de asertividad. Cuando no somos capaces

de decir que no, terminamos haciendo co-

sas que no queremos hacer. De hecho, no

tienes derecho a culpar a nadie ya que no

hay culpable y lo único que hay es un res-

ponsable (alguien que puede dar respuesta

a ello) que eres tú. ¿Cómo podemos espe-

rar que los demás sepan lo que realmente

pensamos si no somos capaces de decir-

lo? Si no te expresas adecuadamente, no

culpes a otros de que no te comprenden,

más bien, toma responsabilidad sobre tus

decisiones de comunicar o no comunicar

lo que piensas.

3. Tu afirmación se suele medir por tu volun-

tad de “ir contra la corriente” siempre que

seas fiel a tus valores y creencias. Debes

estar dispuesto a estar en desacuerdo, in-

cluso si tu opinión fuera impopular.

4. ¿Expresas tus opiniones? Un pequeño

grupo sería entre 5 a 10 personas. ¿En

este contexto puedes expresar lo que

piensas? Si no podemos, es una señal

clara de que tenemos un camino por de-

lante para crecer.

5. Si no puedes decir “no” por la sencilla

razón de que no te apetece o no te gusta

sin justificarlo con excusas o pretextos,

entonces podrán aparecer resentimien-

tos. Muchas veces el resentimiento resul-

ta de la incapacidad de alguien a decir

que no y la posterior falta de respeto a

sí mismo, ya que la persona realmente

nunca ha querido hacerlo.

6. El contacto visual es muy importante en

la comunicación humana. Si no puedes

mantener el contacto visual cuando

hablas con una persona, habrá que in-

tentarlo ya que contribuye directamente

a tener respuestas efectivas y lograr una

mejor comunicación empática.

Tenemos la responsabilidad de proteger

nuestros propios intereses ya que va favor

de la propia dignidad como personas. Hay

momentos en la vida que exigirán un sacri-

ficio de nuestras necesidades, pero no será

lo normal en todos los casos, ya que esto

sólo debería ocurrir como una excepción y

no como una regla.

¿Qué tal si empezamos a desarrollar más

nuestra asertividad?

Reflexiones

Page 19: Empresa 203
Page 20: Empresa 203
Page 21: Empresa 203

C

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Page 22: Empresa 203

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Page 23: Empresa 203
Page 24: Empresa 203
Page 25: Empresa 203
Page 26: Empresa 203

Primavera 2011 Página 25

E m p r e s ainstitucional

Los acuerdos básicos para una transición

alejandro Foxley

“América Latina está viviendo la bonanza de unos precios de materias primas extraordinariamente favorables. Y, por lo tanto, tenemos al alcance de la mano la oportunidad

de convertirnos en economías avanzadas en los próximos diez o quince años”, señala con énfasis Foxley, durante su presentación en el Encuentro Anual de ACDE de este año.

Para el ex ministro de Hacienda y Canciller de la República de Chile, el desafío será cómo llevar adelante un proceso que conlleva riesgos económicos, sociales, políticos e

institucionales, los que enumera y analiza. A partir de allí da forma a una agenda regional y de país que supere a los gobiernos de turno y, con una mirada a largo plazo, que haga foco

en una macroeconomía estable con reglas claras, un superávit estructural del fisco, y una integración regional de abajo hacia arriba con una clara mirada de apertura al mundo.

Finalmente, nos plantea acerca de qué podemos hacer para mejorar la calidad de la política y de las instituciones. Y su respuesta no da lugar a dudas: tener el coraje para

erradicar todas las formas de populismo de la vida política y consensuar acuerdos transversales en los temas básicos. Y concluye: “Una economía de avanzada requiere de

una democracia de avanzada”.

Si uno toma la predicción, aceptada por

cualquier economista o persona influyente

en el mundo económico, de que los próxi-

mos años van a ser de las economías emer-

gentes, la pregunta central que se nos plan-

tea es cuánto de ese beneficio va a quedar

de hecho en América latina, una región -en

general- de ingresos medios.

La transición es mucho más fácil desde paí-

ses de ingresos bajos a medios que de países

de ingresos medios a economías avanzadas.

De hecho, si uno toma estadísticas desde el

año 1960, más del 65 % de los países de ingre-

sos medios no pasaron la frontera para con-

vertirse en economías avanzadas. Puesto en

términos de datos más recientes: en las dos

últimas décadas, solo ocho países han logra-

do pasar de categoría.

Sin embargo, tenemos varios argumentos

para una visión optimista, aunque es vital

alertar acerca de los obstáculos que se pre-

sentarán en el camino.

Proyección de los países a nivel mundial

El Fondo Monetario Internacional realizó

una proyección de los países a nivel mun-

dial hasta 2016. Suponiendo que a esa fecha

habremos hecho las reformas y los cambios

necesarios como para seguir creciendo a una

tasa del 5 % anual, el argumento optimista

señala a cuatro países de Latinoamérica que,

en un plazo de diez a doce años, pasarían el

umbral para convertirse en economías avan-

zadas: Uruguay, Argentina, Chile y México. Por

su parte, Brasil, Colombia y Perú, de acuerdo

a esta proyección, lo lograrían en el término

de quince a veinte años.

¿Cuáles son las razones para este optimis-

mo? Que durante la última crisis, los países

de América Latina manejaron las cosas

mucho mejor, incluso, que los países desa-

rrollados. Hubo una mejor macroeconomía,

no se generaron desequilibrios agudos, y

los bancos y las instituciones financieras,

Alejandro Foxley es Ingeniero químico y Doctor en Economía de la Universidad de Wisconsin. Ha sido profesor en la Universidad de California, en la Universidad de Notre Dame, en el MIT, en la Universidad de Sussex y la Universidad de Oxford. Es miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas de España. Ex ministro de Hacienda (1990/1994). Senador y canciller de la República de Chile (2006/2009). Versión periodística de la presentación realizada en el XIV Encuentro Anual de ACDE (Buenos Aires, Junio de 2011).

Page 27: Empresa 203

Página 26 EMPRESA Nº203

en general, fueron

más prudentes que

en cualquier situa-

ción anterior que

llevó a una crisis en

la región. Se contó

con mecanismos

de autorregulación

más eficaces y ter-

minaron, en la fase

de crisis, con me-

nos activos tóxicos

y, por lo tanto, pa-

rados en un pie fir-

me para enfrentar

lo que nos interesa

hoy día: el período

de poscrisis.

Otro elemento positivo a tener en cuenta

es que el precio de los llamados commodities

sigue alza, en algunos casos creciendo como

en el caso del cobre. En la Argentina han vi-

vido el boom de la soja, con la insaciable de-

manda de China y de otros países del Asia.

Estamos viviendo, entonces, la bonanza de

unos precios de materias primas extraordi-

nariamente favorables. Y por lo tanto, tene-

mos al alcance de la mano la oportunidad

de convertirnos en economías avanzadas en

los próximos diez o quince años.

Los riesgos en el camino al desarrollo

Ahora bien, esto no es automático. Porque

después que se ha recorrido la primera mi-

tad del camino hacia al desarrollo, la segun-

da mitad es mucho más compleja y difícil, e

implica un número mayor de riesgos.

¿Cuáles son esos riesgos que pueden pre-

sentarse en este camino al desarrollo? Voy a

enumerar, rápidamente, algunos de ellos:

víctimas del propio éxitoEl primer riesgo -típico en América latina-

es caer víctimas del propio éxito. Las cosas

están bien, estamos haciendo muy buenos

negocios, la gente está ganando dinero, los

trabajadores tienen buenos reajustes de

remuneraciones, la gente se entusiasma y

compra y compra, y se endeuda con mucha

facilidad con los bancos o con las insti-

tuciones cuasibancarias. Al aumentar el

consumo privado, aumenta el sector de la

construcción, siempre alerta para aprove-

char este empuje, y se comienza a gestar un

boom del sector inmobiliario.

¿Cuál es el riesgo de este conjunto de facto-

res? Que si uno suma una entrada masiva de

capitales, un boom interno de consumo, y un

crecimiento muy rápido del sector inmobilia-

rio, es un cuadro típico potencial de exceso

de demanda interna y creación de una bur-

buja, que en algún momento va a explotar.

Esta historia es muy conocida en nuestros

países; después de pasar unos años de eufo-

ria caemos en depresiones intensas.

Si no manejamos adecuadamente este mo-

mento macroeconómico, y no mostramos

una capacidad verdadera de frenar las ma-

nifestaciones claras de esta poscrisis como,

por ejemplo, la inestabilidad de los precios;

y si el crecimiento nominal de la economía

va mas allá del crecimiento potencial por la

inflación de la demanda, quiere decir que

estamos en una zona de riesgo.

El desafío principal que nuestros países

debemos transitar desde el punto vista ma-

croeconómico es que, después de las estra-

tegia de manejo de crisis con reactivación

económica potente, tenemos que movernos

fluidamente hacia una estrategia de creci-

miento a largo plazo. Si eso no ocurre, pasar

el umbral hacia una economía avanzada en

diez o doce años, tampoco va a darse, y éste

es un desafío muy fundamental.

La trampa de los países de ingresos medios El segundo riesgo es caer en lo que se llama

la “trampa de los países de ingresos me-

dios”. ¿En qué consiste? Tomemos a manera

de ejemplo el caso de Malasia, un país del

este de Asia, región donde se instauró con

más fuerza este concepto. Malasia junto

E m p r e s ainstitucional

Foxley: “No se recorre con éxito la mitad del camino que falta para convertirse

en economía avanzada, si no coexiste con una

buena democracia, transparente, abierta para todos, confiable

y capaz de hacer converger los intereses

emprendedores que toda sociedad tiene latentes y, muchas veces, sin utilizar

adecuadamente”.

Page 28: Empresa 203

Primavera 2011 Página 27

a Tailandia están en el grupo de países de

ingreso per cápita medio. Entre los más

desarrollados se encuentran Japón, Corea y

Singapur, y entre los más pobres: Vietnam,

Camboya y Laos, entre otros.

Pues bien, Malasia crecía al 7% durante dé-

cadas, pero su crecimiento en la crisis fue

negativo, y se pronostica que en los próxi-

mos años no va a ser superior al4 % y pro-

bablemente pueda estar alrededor del 3%.

¿A qué obedece esta merma? Justamente a

la trampa de los países de ingresos medios.

Malasia tiene un sector productivo no

muy distinto del de países como Brasil o

Argentina, con un sector manufacturero

relativamente diversificado pero con una

fuerte concentración de productos manu-

factureros, intensivo en mano de obra, textil

y manufacturas livianas… ¿Qué es lo que

empieza a ocurrir? Al crecer la economía

suben los salarios, y con una cierta presión

inflacionaria, empiezan a perder ventajas

comparativas con Vietnam, Camboya, Laos

y China. Las manufacturas livianas emigran

para dichos países. Ante esta situación, y

viendo que estaban realizando una fuerte

inversión en educación, deciden competir

entonces con Corea, Japón y Singapur.

Y allí aparecen ciertos déficits muy marca-

dos en comparación con dichos países:

• una insuficiente calidad de los recursos

humanos;

• una economía relativamente rutinaria

integrada en una red regional o global

de producción pero sin una suficiente

capacidad de innovación y creatividad

productiva;

• la ausencia de una filosofía empresaria

competitiva.

Hoy, los mejores ingenieros de Malasia

están buscando trabajo y se están yendo

a trabajar en las industrias de tecnología

avanzada de estos países mencionados.

Las economías de América latina estamos

más o menos en los mismos niveles de in-

greso per cápita que Malasia o Tailandia, y

corremos riesgos similares: México y países

de América Central, en competencia de

China en manufacturas livianas, textiles,

etcétera; Brasil y la Argentina, en un rango

más amplio de manufacturas y con una

competencia creciente de productos de Ja-

pón, Corea y sobre todo de China.

Más del 50% de las

empresas industriales

exportadoras de Brasil

ya están sufriendo la

competencia china

y dos tercios de esas

empresas están per-

diendo clientes hacia

estas empresas asiáti-

cas. Por lo tanto, aquí

hay un desafío muy

importante: el riesgo

de no ser capaces de

movernos subiendo

la escala de valor

agregado incluyendo

más tecnología, inno-

vación y educación de

más calidad para competir.

Desfase entre economía e instituciones El tercer riesgo de los países de ingresos me-

dios es que, a veces, la economía crece más

rápido de lo que se perfeccionan las institucio-

nes y tenemos, entonces, un aparato del Es-

tado que se moderniza segmentadamente en

algunos sectores, y una burocracia pesada con

una muy lenta capacidad de reacción.

Un ejemplo de un sector público capaz de

responder rápido, inteligentemente y con

muy buena coordinación, fue el rescate de

los mineros en Chile. Todos los que seguimos

esa historia, dijimos: “acá hay un buen apa-

rato público que es capaz de hacer esto”. Dos

meses después, en el mismo país, hubo un

incendio en una cárcel y murieron ochenta

personas. Ergo, todavía tenemos una larga ta-

rea por hacer para que el sistema institucional

suba hasta ponerse a un estándar compatible

con una economía avanzada.

E m p r e s ainstitucional

Si uno suma una entrada masiva de

capitales, un boom interno de consumo,

y un crecimiento muy rápido del

sector inmobiliario, es un cuadro típico

potencial de exceso de demanda interna

y creación de una burbuja, que en algún

momento va a explotar.

Page 29: Empresa 203

Página 28 EMPRESA Nº203

En nuestros países, desgraciadamente, hay

más corrupción que la que se conoce o la

que parece y ésta atenta, desde luego, en la

confianza en el sistema por parte de quie-

nes quieren poner su capacidad empren-

dedora, ya sean nacionales o extranjeras, y

apostar al largo plazo.

El riesgo de las democracias delegativas El cuarto riesgo está

relacionado con la

baja calidad de la po-

lítica en muchos de

nuestros países. Una

característica relati-

vamente frecuente

en la región es que

las reglas básicas de

manejo de la econo-

mía y también de la

sociedad, son inesta-

bles. ¿A qué obedece

esta tendencia? Tal

vez, porque hay un

sentido del manejo

del poder que excede

el clima necesario

para que todos sien-

tan que tienen un

espacio y que deben y pueden contribuir al

desarrollo del país y de la sociedad.

Para nuestros dirigentes políticos la amenaza

de la pérdida de poder provoca una tendencia

a cambiar las reglas para mantener ese po-

der. En América Latina a este fenómeno se lo

llama “democracia delegativa”. Los gobiernos

electos por la mayoría con una votación clara,

limpia, frente a problemas o dificultades en

que sienten que pueden perder el poder, co-

mienzan a tomar medidas para ampliar esa

esfera de poder, que incluye: plebiscitos; re-

feréndums, o pedidos al pueblo para aceptar

cambiar la constitución o modificar la forma

como funciona el Poder Judicial y acciones

para que la prensa no puede expresarse con

la libertad que requiere una economía abier-

ta, globalizada y una democracia. El resultado

es la existencia de un desequilibrio de pode-

res, que terminan subordinados al Ejecutivo.

Otra muestra de nuestra baja calidad de la

política es la incapacidad que frecuente-

mente tenemos en la región para construir

acuerdos transversales que permitan dar

una estabilidad de largo plazo, al país, y que

permitan, por lo tanto, inducir el salto de

inversión que necesitamos para recorrer la

mitad del camino que falta. Y estos acuerdos

transversales, que deben darse en cuestionas

esenciales, implican diálogo, y escuchar todo

el tiempo que sea necesario al que piensa

diferente, no al que piensa igual.

La agenda poscrisis

Frente a los riesgos expuestos, ¿cuál debiera

ser la agenda de poscrisis de América Lati-

na? O, en otras palabras: ¿qué hacer para

evitar caer en esta trampa de los ingresos

medios y asegurar la continuidad de un

crecimiento alto en el largo plazo? o, ¿cómo

crear las condiciones para un proceso inin-

terrumpido de mejoras de competitividad

en la economía nacional?

El primer punto de la agenda poscrisis con-

lleva tres supuestos sobre los que debemos

coincidir:

• Una macroeconomía estable en el me-

diano y largo plazo con reglas conocidas

por todos y con comportamientos, por lo

tanto, previsibles, sea un gobierno de de-

recha, de centro o de izquierda.

• Un superávit estructural del fisco, eso quie-

re decir asegurarse de que se puede hacer

una política fiscal contracíclica. Para resu-

mir en una palabra, un superávit estructu-

ral a prueba de las oscilaciones del precio

de los commodities o de cualquier factor

inesperado esa meta se ha mantenido.

• Ahorrar las ganancias clínicas por mate-

rias primas, no gastarlas. Esto aumentará

la credibilidad de la gente y la capacidad

de respuesta cuando la economía pudiera

frenar su crecimiento. En Chile creamos

los fondos soberanos en el extranjero

donde esa plata se pone y no se toca. Y

uno de estos fondos es para asegurarnos

E m p r e s ainstitucional

En nuestros países, desgraciadamente,

hay más corrupción que la que se

conoce o la que parece y ésta atenta,

desde luego, en la confianza en el

sistema por parte de quienes quieren

poner su capacidad emprendedora,

ya sean nacionales o extranjeras, y

apostar al largo plazo.

Page 30: Empresa 203

Primavera 2011 Página 29

E m p r e s ainstitucional

que cuando la pirámide demográfica se

invierta y el número de personas mayores

aumente fuertemente, vamos a tener una

reserva que pueda suplementar un piso

mínimo de jubilación para todas las per-

sonas que lleguen a la edad de jubilarse.

Proyectarse hacia el mundo y la lección del este asiático

El segundo punto de la agenda poscrisis es

abrazar a la globalización sin complejos. Eso

quiere decir proyectarse hacia el resto del

mundo abriendo la economía, a través de tra-

tados de libre comercio, etcétera. En el caso

de los países en desarrollo, el 65% del benefi-

cio del comercio es por apertura unilateral.

América latina, 51 años después de iniciar el

proceso de integración entre pueblo hermanos,

tiene un comercio interno de 15%, a diferencia

de Europa que ostenta, en un proceso similar

en el tiempo, un 70%. ¿Cuál es el problema?

Creo que la experiencia del este de Asia es

muy rica como ejemplo a seguir. Estos paí-

ses lo que entendieron muy prontamente

es que la integración se hace de abajo hacia

arriba, es decir, las empresas que tenían

ambición buscaban sus socios, preferente-

mente en la región o de países desarrolla-

dos y constituían redes de integración en

la producción fundamental, piezas, partes,

mecanismos de distribución y venta, mejo-

ras de calidad compartidas, etcétera.

Los actores principales de la integración debie-

ran ser las empresas nacionales e internacio-

nales que nos van a ayudar a abrazar la globa-

lización con una buena probabilidad de éxito.

La calidad de los recursos humanos

Y el tercer punto de la agenda está re-

lacionado con la calidad de los recursos

humanos. Aquí voy a dar también un dato

muy telegráfico: si uno ve la prueba PISA

internacional, que mide el rendimiento en

matemática, en ciencia, y en lectura, Argen-

tina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y

Uruguay, se encuentran entre la posición 50

y 65, en el ranking de países. Pensemos que

Corea está 6° lugar, y con ellos vamos a tener

que competir.

Subir del número 50 al, por lo menos, 20

implica todo un esfuerzo creativo, que invo-

lucra a toda la sociedad. Y si uno quiere ha-

cer la integración desde las empresas hacia

arriba deberá involucrar intensamente a las

empresas en un diálogo con los Ministerios

de Educación, con los municipios, con los

proveedores privados de la educación, para

ver cuál es el método de aterrizar los con-

tenidos que sean adecuados para que esa

gente, cuando se incorpora al mercado de

trabajo, haga un aporte a veces pequeño,

para aumentar la productividad, la eficien-

cia y la competitividad en la economía.

En educación superior nos pasa lo mismo,

estamos en el ranking entre 40 y 80, y en

capacidad de innovar, incluso hay algunos

países de la región que se ubican en el nú-

mero 100 ó 110.

La innovación es un proceso de aprendi-

zaje lento en el cual la interacción entre

empresarios, entre empresas nacionales y

extranjeras, entre instituciones públicas y

privadas, es indispensable.

Foxley: “La innovación es un proceso de

aprendizaje lento en el cual la interacción

entre empresarios, entre empresas

nacionales y extranjeras, entre instituciones

públicas y privadas, es indispensable”.

Page 31: Empresa 203

Página 30 EMPRESA Nº203

E m p r e s ainstitucional

Estuve observando la experiencia Finlandia

2020. ¿Qué hacen ellos? Juntan a un grupo

de personas, actores importantes del sector

privado y público y del ámbito universita-

rio, y arman un programa de tres semanas:

la primera en China, la segunda en Silicon

Valley y recién la tercera en Helsinki. ¿Por

qué? Porque para globalizarse hay que

aprender desde abajo, de la gente que está

inventando cosas, que está aplicando las

ideas, y del trabajador que se empeña para

mejorar lo que hizo ayer o antes de ayer.

Competitividad: infraestructura + energía

Finalmente, es importante poner el foco de

la agenda en aumentar la competitividad.

América Latina no puede ser competitiva si

no resuelve dos problemas: la integración

en su infraestructura y la integración en el

plano de la energía. El costo de transporte

de una unidad de exportación desde nues-

tra región a Estados Unidos es el doble del

costo de la misma unidad de exportación

desde el Asia al país del Norte, y la diferen-

cia de distancia es francamente enorme. Sin

embargo, ellos han logrado reducir su costo

de transporte en forma muy significativa.

Si no hay integración y conectividad de

transporte y de energía, va a llegar un mo-

mento en que la tasa de crecimiento de la

economía va a encontrar un techo.

Una economía de avanzada requiere de una democracia de avanzada

¿Qué podemos hacer para me-

jorar la calidad de la política y

de las instituciones? Tener el

coraje para erradicar todas las

formas de populismo de la vida

política y consensuar acuerdos

transversales en los temas bá-

sicos.

Una política de acuerdos en las

políticas transversales es un

juego de suma positiva, todos

ganan: los que participaron en el acuerdo,

los que están en el gobierno y los que es-

tán en la oposición, y como en democracia

por definición hay alternancia en el poder,

y como los que están en el poder cuando

pasa el tiempo, siempre se desgastan, el que

tiene mejor posibilidad en la oposición de

llegar al poder, va a ser el que tuvo una po-

sición constructiva y una capacidad de lle-

gar a acuerdos en los temas fundamentales.

¿Por qué esto es tan importante? Porque en

América Latina hay que fortalecer la credi-

bilidad de las instituciones vigentes en una

buena democracia. Lo que necesitamos, a

veces angustiosamente, en la región es más

rigor democrático; eso quiere decir, respetar

siempre las reglas propias de una democra-

cia avanzada, que es aquella concordada

con todos los sectores relevantes, y resistir

con coraje, con capacidad de persuasión, la

tentación de cambiarlas cada vez que hay

una ventaja transitoria de poder.

No se recorre con éxito la mitad del cami-

no que falta para convertirse en economía

avanzada, si no coexiste con una buena

democracia, transparente, abierta para to-

dos, confiable y capaz de hacer converger

los intereses emprendedores que toda so-

ciedad tiene latentes y, muchas veces, sin

utilizar adecuadamente. Una economía de

avanzada requiere de una democracia de

avanzada.

Para nuestros dirigentes políticos la amenaza

de la pérdida de poder provoca una tendencia a cambiar las reglas para mantener ese poder. En

América Latina a este fenómeno se lo llama

“democracia delegativa”.

Page 32: Empresa 203

Primavera 2011 Página 31

ref lexiones

Época de cambios o cambio de época

Horacio bolaños

Horacio Bolaños es Director del Programa para la Dirigencia Empresaria (Prodiem) de ACDE.

Cuando al historiador inglés Arnold

Toynbee le preguntaron por las consecuen-

cias de la revolución francesa, contestó que

no podía hablar de ella pues sólo habían

transcurrido doscientos años. Creo que con

ello alertaba sobre la necesidad de observar

los procesos humanos con perspectivas a

largo plazo. En consecuencia, observar los

cambios actuales con cautela y en perspec-

tiva puede ayudar.

A partir del año 1989, con la caída del muro

de Berlín se desploma la barrera simbólica

de la bipolaridad y comienza la búsqueda

de un nuevo orden universal. Algunos cre-

yeron que al caerse el muro hacia Oriente,

eso significaba que el Occidente Capitalista

había salido triunfante y que podía despa-

rramarse despreocupadamente por todo

el planeta, sin rendir cuenta de nada. Las

voces que clamaban por repensar el orden

económico mundial desde una perspectiva

más solidaria desapareció entre la algarabía

de los festejos.

Sin embargo, en el 2001, la implosión de las

torres en el corazón de la capital capitalista

da una señal de alarma que, tomada sólo

como desafío bélico desencadenó nuevas

aventuras guerreras y nuevas postergacio-

nes de la agenda de fondo.

Finalmente, desde hace dos años, la nueva im-

plosión financiera tocó el corazón del sistema

capitalista y esta vez sí conmueve al centro mo-

tor de la economía que son las organizaciones.

Por este motivo, vale pensar en cómo aspiran

las empresas y las organizaciones en general a

operar para evitar nuevos dolores de cabeza y

pérdidas significativas de riqueza en el futuro.

El futuro no llega sino que se construye,

nos enseñaron en la década de los setenta

los maestros de la estrategia empresaria. Es

el momento, entonces de pensar en cómo

queremos estar después de este llamado de

atención profundo que significó la puesta

en evidencia de las carencias de un modo

irresponsable de hacer negocios.

“Las épocas de transformación ofrecen oportunidades para instalar nuevas prácticas sociales que superen las limitaciones de las anteriores”, señala Bolaños, quien

profundiza en cierta semejanza entre este nuevo tiempo y el fin de la época medieval con el nacimiento de lo que sería el mundo moderno.

Para el autor, los cambios en la sociedad -producto de los nuevos conocimientos, las nuevas tecnologías, las nuevas aspiraciones, la movilidad física, el crecimiento

demográfico y demás factores de cambio- irrumpieron en la tranquilidad de las salas de directorio y demandan respuestas urgentes. “Las aspiraciones latentes de la sociedad

requieren de empresas más solidarias, equitativas y rentables”, agrega.

En el artículo sostiene la existencia de numerosas organizaciones que ya han internalizado esta problemática y se preocupan por lograr ambientes de trabajo

basados en la cooperación, el respeto y la confianza mutua. Y propone, fortaleciendo esta tendencia, una posible agenda para los Directorios y CEO que quieran avanzar en

la construcción de ambientes de trabajo y organizaciones más vivibles y requeridas.

Page 33: Empresa 203

Página 32 EMPRESA Nº203

ref lexiones

El nacimiento del mundo moderno

El momento actual de la humanidad se ase-

meja al otro cambio de siglo en el cual en

poco más de 30 años se transformó drásti-

camente el paradigma de la concepción del

mundo. Entre fines del siglo XV y principios

del XVI, Europa vio hundirse irremediable-

mente el mundo medieval -ya en agonía- y

surgir otro que todavía no sabía que sería el

mundo moderno, pero en el que ya estaban

sentadas las bases de racionalidad, cientificis-

mo, previsibilidad e individualismo que serían

determinantes de la modernidad. Don Quijote

es la figura que mejor relata el intento vano

de vivir en un mundo con los valores del otro.

Los molinos contra los que embiste con sus

inadecuadas armas representan, nada menos,

que la tecnología autómata que comienza a

adueñarse de los campos y las ciudades.

El siglo XVI fue una época en que el descu-

brimiento de las nuevas tierras (no sólo de

América) cambia radicalmente los hábitos

de comida, bebida, vivienda, explotación

agraria, entre otros. Al mismo tiempo, una

inflación inimaginable trastoca todos los

precios, producto de la afluencia de los me-

tales preciosos provenientes de nuevas e

ignotas regiones.

Recién hacia el 1637, ya en el siglo XVII, co-

mienzan a encontrarse nuevas certezas que

permiten reordenar todo el nuevo saber y el

nuevo poder: el cogito cartesiano, el Estado

Soberano hobbesiano y la ciencia bacconiana.

Una agenda de pensamiento con el foco en la vida

Dada la interconexión entre los seres hu-

manos y el cúmulo de conocimientos dispo-

nibles, es muy posible que se tarde mucho

menos en nuestros días en hallar el nuevo

paradigma que nos acompañe en la nueva

era que se asoma.

Hegel dice que: “el búho de Minerva levanta

vuelo al anochecer”. Con ello alude a que

el búho, es decir la filosofía, toma impulso

cuando un mundo cultural desaparece y el

otro todavía está por asomar. Es interesante,

entonces, ver de qué cosas se están ocu-

pando los pensadores de nuestros días. Y lo

primero que observamos es un giro coperni-

cano en la temática.

Durante más de 2500 años, los filósofos se

sintieron motorizados por la pregunta so-

bre la muerte. Desde la caracterización de

Platón de la filosofía como meditatio mortis,

hasta la expresión heideggeriana, que sos-

tiene que “somos para la muerte”, el tema

de la muerte aparece en el horizonte de ese

pensar crítico que quiere ser la filosofía. El

punto es que desde hace no muchos años

la agenda pasó a girar alrededor de la vida,

como por ejemplo:

• Ensayos farmacológicos

• Aborto

• Genética y Clonación

• Muerte digna

• Medio ambiente y animales

• La vida en otros planetas

• La calidad de vida y migraciones

• Tecnociencia

También aparecen temas muy relacionados

como el hambre, las migraciones, el uso del

poder y la demorada igualdad de géneros.

Bolaños: “Es el momento de pensar en cómo

queremos estar después de este llamado de

atención profundo que significó la puesta en

evidencia de las carencias de un modo irresponsable

de hacer negocios”.

Page 34: Empresa 203

Primavera 2011 Página 33

Las tensiones de la empresa en su vínculo con la comunidad donde operan

¿Qué nos puede estar diciendo todo esto a

nosotros, gente de empresas y de organiza-

ciones?

En principio, podemos ver que las empresas

también han transitado el siglo XX y lo que

va del XXI con tensiones crecientes en su

vínculo con la comunidad donde operan.

Durante los años siguientes a la primera

gran guerra, la presión estuvo dada por

la necesidad de ser cada vez más eficien-

tes, es decir, por aumentar la diferencia

entre los egresos y los ingresos, con el fin

de aportar al fisco. Después de la Segunda

Guerra Mundial se le sumó la presión de

ser efectivos, es decir que además de efi-

cientes, era necesario suministrar los bie-

nes o servicios en tiempo y forma. Cuando

los mercados comienzan a internacio-

nalizarse, en los años ochenta, se suma

la necesidad de la calidad y el cero error,

que colocaba al cliente en el centro de la

preocupación. Ya en los noventa, además

de todo lo anterior se les exige que sean

sustentables, que produzcan sin dañar

el medio ambiente. Y ahora se le suma la

necesidad de ser ciudadanos responsa-

bles, que atiendan equitativamente a los

intereses de todos los grupos vinculados e

incluso a los de aquellos que todavía no vi-

ven pero que serán ciudadanos del futuro.

Y a hacerlo de acuerdo con valores sociales

compartidos, es decir, honestamente.

Puede verse ahora cómo los cambios en la

sociedad –producto de los nuevos conoci-

mientos, las nuevas tecnologías, las nuevas

aspiraciones, la movilidad física, el creci-

miento demográfico y demás factores de

cambio- irrumpieron en la tranquilidad de

las salas de directorio y demandan respues-

tas urgentes. Además, las organizaciones

cada vez son menos piramidales y más re-

ticulares y sus límites entre quienes están

dentro y quienes están fuera es difuso.

Por todo ello, difícilmente las respuestas

estén en dar más de lo mismo. La sociedad

espera de las organizaciones nuevas res-

puestas y los empleados calificados suman

sus propias expectativas más novedosas

cuanto más jóvenes.

Los jóvenes se incorporan al mundo del

trabajo con paradigmas sociales extraños al

mundo corporativo tradicional, entendien-

do por tradicional al ordenamiento fabril,

bancario, burocrático de las empresas de la

sociedad de bienestar o de la producción.

La valorización del

ocio por sobre el de-

ber, de la diversión

por sobre la disci-

plina, de la sorpresa

sobre lo previsible,

son rasgos propios

de esta nueva socie-

dad. La inmediatez

del deseo por enci-

ma de la posterga-

ción del disfrute y la

falta de compromiso

con cualquier tipo

de futuro definido,

son otras de las ca-

racterísticas de lo

que el sociólogo Zygmunt Bauman llama

modernidad líquida.

Las relaciones de trabajo y el vínculo empleado - empleador

Para el autor de la Universidad de Leeds,

este tipo de sociedad genera agentes con-

sumidores. Los agentes productivos, crea-

tivos pero sistemáticos, divertidos pero

responsables, solidarios pero autoexigen-

tes, deben crearlos las organizaciones, en

especial las empresarias, pues la sociedad

no se los proveerá.

¿Cómo hacerlo? O por lo menos, ¿cómo

empezar a concretarlo? Uno de los cambios

de paradigma que vemos como esencial a

ref lexiones

Los jóvenes se incorporan al mundo

del trabajo con paradigmas sociales

extraños al mundo corporativo

tradicional, entendiendo por tradicional al

ordenamiento fabril, bancario, burocrático

de las empresas de la sociedad de

bienestar o de la producción.

Page 35: Empresa 203

Página 34 EMPRESA Nº203

ref lexiones

transformar está referido a cómo entende-

mos las relaciones de trabajo y el vínculo

empleado - empleador. La valuación de

las empresas aumenta significativamente

cuando sus intangibles son sólidos y todos

sabemos que la calidad de los intangibles

está fuertemente relacionada con la cuali-

dad de las personas que motorizan el nego-

cio, como ponen de relieve Kaplan y Norton.

Es frecuente que en el mundo de los nego-

cios las relaciones de competencia y de jue-

go suma cero lleven a desarrollar compor-

tamientos competitivos que no diferencian

a propios de competidores. Es demasiado

frecuente observar que los vínculos entre

las personas dentro de una misma organi-

zación estén caracterizados por:

• Considerar a las personas como robots

• Prevalecer los intereses sectoriales

• Los errores y debilidades son estigmati-

zados

• La información se escatima y se usa

como poder

• Las partes se ven como rivales

• Representan bajo riesgo para la jerarquía

pues se ampara en el poder

• Prácticas y políticas uniformes

• Se recurre prioritariamente a motivado-

res extrínsecos

• La unidad de intercambio es el dinero:

“Te doy porque me das”

Podemos caracterizar a esta modalidad

como calculadora y egoísta. Está basada en

la dimensión material de la organización.

Pero esta visión no es la única. Hay otra que

se esboza ya en numerosas organizaciones

alrededor del mundo que se preocupan por

lograr ambientes de trabajo basados en la

cooperación, el respeto y la confianza mu-

tua. En ellas encontramos que los vínculos

interpersonales se caracterizan por:

• Las personas se sienten seres humanos

• Se procura satisfacer los intereses comu-

nes

• Se apoyan las fortalezas mutuas y los

aciertos

• La información es clara y oportuna

• Las partes se ven como equipo

• La conducción está más expuesta

• Las prácticas y políticas son personalizadas

• Se promueven los motivadores intrínse-

cos y trascendentes

• La unidad de intercambio es la

confianza:“Te doy porque lo necesitas”

A esta otra manera de entender las rela-

ciones y el clima organizacional podemos

caracterizarlo como dialógico o comunica-

cional. Se basa en la dimensión moral de las

organizaciones.

Esta segunda mirada de las organizaciones

es la que promueven autores como Marvin

Es frecuente que en el mundo de los

negocios las relaciones de competencia y

de juego suma cero lleven a desarrollar comportamientos

competitivos que no diferencian a propios de

competidores.

Page 36: Empresa 203

Primavera 2011 Página 35

Brown, filósofo organizacional, o Robert

Levering, fundador del Great Place to Work

Institute, y recientemente aparecen los mis-

mos conceptos preconizados y sugeridos en

la última Encíclica de Iglesia Católica. Pero

más importante, es que esta es la aspira-

ción de miles de trabajadores de empresas

de todo tipo, tamaño y ubicación que son

anualmente consultados en entrevistas de

clima organizacional.

Hasta aquí intentamos mostrar que las

épocas de transformación ofrecen opor-

tunidades para instalar nuevas prácticas

sociales que superen las limitaciones de

las anteriores. Por otra parte, comparti-

mos las aspiraciones latentes de la socie-

dad sobre las empresas en el sentido de

ser más solidarias, equitativas y rentables.

Y nosotros encontramos una excelente

oportunidad para que, quienes deseen

consolidar los negocios en esta vía, pue-

dan concretarlo.

Por último deseamos compartir una posible

agenda para los Directorios y CEO que quie-

ran avanzar en la construcción de ambien-

tes de trabajo y organizaciones más vivibles

y requeridas.

Una de las primeras sugerencias es que el

tema del clima organizacional y de todos

los aspectos relacionados con la gestión de

personas sea considerado un punto clave

de la estrategia del negocio y no delegable,

tanto de los números uno como de los inte-

grantes de su mesa.

En el siguiente cuadro creemos resumir las

características de una agenda integral basa-

da en los nuevos valores, que hemos toma-

do de nuestro amigo Marvin Brown.

ref lexiones

dimensión corporativa

desafíos disparadores

CulturalApertura hacia las diferencias culturales

Capacidad para manejar los desacuerdos

¿Cómo podemos desarrollar una fuerza de trabajo coherente, pero que acepte la diversidad?

Interpersonal

Participación de los empleados en la fijación de estándares

Seguridad de respeto e igualdad de oportunidades para defender puntos de vista.

Reciprocidad y equilibrio entre las partes.

¿Nuestros patrones de comunicación brindan seguridad y participación a todos los involucrados?

OrganizacionalCalidad de productos y servicios

Carácter de comunidad de trabajo

¿Respetan nuestros productos y publicidad los valores culturales de donde operamos?

¿Alentamos el respeto, la camaradería y la solidaridad entre nuestros colaboradores?

Social

La organización como parte de la sociedad civil.

La organización como ciudadano corporativo

¿Nuestras prácticas y políticas, así como la localización de nuestros emprendimientos ayudan a generar igualdad de oportunidades?

Ambiental

Respeto por los recursos, aun los renovables

Promoción de la prosperidad común

Lucha contra la violencia y el sobre consumo.

Sustentabilidad en el largo plazo

¿Respetamos la diversidad global, tanto social como biológica?

¿Qué estamos haciendo para revertir las tensiones étnicas, educacionales, de edad, de capacidades, que se registran en nuestro entorno?

¿Cómo educamos para el uso racional de los bienes?

Page 37: Empresa 203

Página 36 EMPRESA Nº203

Desde EE.UU.

Hace pocos días me llegó a Dallas la

información de que en la Argentina se

estaba difundiendo con mucho entu-

siasmo la noticia de que un grupo de

premios Nobel de Economía reunidos

en Lindau, Alemania, había menciona-

do el caso argentino como demostra-

ción elocuente de que no otra cosa que

prosperidad aguarda a las naciones

que toman la decisión unilateral de

dejar de pagar en los términos conve-

nidos la deuda que el gobierno había

emitido anteriormente.

Recibí la noticia con asombro, porque

que yo sepa el premio Nobel de Eco-

nomía nunca le ha sido concedido a

nadie por haber hecho una contribu-

ción específica al tema de las cesacio-

nes de pago.

Nuevamente, según informes pe-

riodísticos que habría que verificar,

uno de los premios Nobel presentes

en el evento anual de marras pare-

ce haber afirmado que el prolonga-

do período de crecimiento econó-

mico que experimentó nuestro país,

tras declarar la cesación de pagos

cantando el himno nacional a fines

del 2001, constituye demostración

cabal de los obvios beneficios de

tal decisión. Seguramente, se tra-

te de un error de interpretación,

porque es bien sabido que la su-

cesión cronológica de dos eventos

no constituye en ninguna ciencia

demostración de que el que ocu-

rrió primero haya sido causa del

que ocurrió después. Si fuera cierto

que las cesaciones de pago son una

receta mágica a la prosperidad,

¿cómo es que la que la Argentina

declaró previamente, a mediados de

1980, fue seguida por la así llamada

década perdida?

De todas maneras, como varios pre-

mios Nobel asistentes a la reunión de

Lindau se ocuparon también de enfa-

tizar, la Argentina ha venido experi-

mentando una mejora tan inédita en

sus términos de intercambio que no

sería serio descartar la hipótesis al-

ternativa de que ése y no la cesación

de pagos de 2001 ha sido el motor del

crecimiento en los últimos años.

Sin duda el tema da para mucho más

que el espacio disponible para estas

breves reflexiones en voz alta, porque

a nivel teórico hay casos en los que

las cesaciones de pago pueden tener

consecuencias inocuas o incluso, be-

neficiosas, y otras en las que pueden

afectar negativamente las perspecti-

vas de largo plazo de un país.

LOS COSTOS y BENEFICIOS DE LAS CESACIONES DE PAGO

De todos modos, como una primera

aproximación al tema, puede ser útil

repasar brevemente lo que la teoría

económica dice con respecto a los

costos y beneficios de las cesaciones

de pago.

Carlos E. J. M. Zarazaga

Carlos E.J. Zarazaga es Economista Investigador y Asesor para Asuntos

Económicos Latinoamericanos. Reserva Federal de Dallas (EE.UU.).

Page 38: Empresa 203

Primavera 2011 Página 37

Acerca de la presunta prosperidad asociada a cesaciones de pagoResulta ser que a esos efectos ayuda clasifi-

car a las cesaciones de pago en dos grupos:

1) Las que se originan en circunstancias que

están más allá del control del país involu-

crado, y 2) aquellas en las que el país tuvo

al menos responsabilidad parcial en la ma-

terialización de esas circunstancias.

El de las cesaciones de pago “accidentales”

es el caso benigno, en el sentido de que no

tiene mayores consecuencias de largo plazo

para la inversión, el empleo y la prosperi-

dad futura del país involucrado. En estos

casos, la interrupción (pero no el repudio)

del pago de la deuda soberana puede con-

siderarse como justificada e incluso, apro-

piada para aliviar una situación de por sí

penosa.

Para ilustrarlo con una metáfora futbolís-

tica, es como si el país que cae en cesación

de pagos hubiese tocado la pelota con la

mano en el área, pero todo el mundo enten-

diera que no intencionalmente y que, por lo

tanto, no se le debería cobrar penal.

Tal vez este tipo de cesaciones de pago acci-

dentales es la que algún premio Nobel pue-

de haber tenido en mente, al referirse a las

presuntas bondades de la medida.

Claro que la mayoría de las cesaciones de

pago son del segundo tipo, porque en la

práctica es muy difícil exonerar completa-

mente a un país de toda responsabilidad en

las situaciones que le impiden afrontar el

pago de la deuda soberana. Esta observa-

ción es particularmente relevante para paí-

ses que, como la Argentina, han recurrido al

expediente muchas veces en el pasado.

Aunque pueda ser cierto que en una coyun-

tura histórica determinada la cesación de

pagos haya sido producto de la mala suerte,

más que de mala voluntad o negligencia,

igual el país tendrá que pagar costos al-

tos por la decisión. Si así no fuera, nunca

tendría incentivos para reducir al mínimo

situaciones de insolvencia, confiando en

que no habrá sanciones porque siempre

podrá apelar a la excusa de una confluencia

fortuita de circunstancias más allá de su

control. Continuando con la analogía an-

terior, los premios Nobel deberían tener en

cuenta que nuestro país ha tocado la pelota

demasiadas veces con la mano como para

que sea creíble que fue por casualidad y se

lo exima del correspondiente penal.

Por lo tanto, la teoría económica parece su-

gerir que en el caso específico de la Argenti-

na, las sucesivas cesaciones de pago en que

ha incurrido en el pasado han sido y siguen

siendo costosas y, lejos de ser la clave de su

prosperidad, es uno de los factores detrás

de su estancamiento secular y de sus altos

niveles de pobreza.

LA TEORíA ECONóMICA y LA EvIDENCIA EMPíRICA

¿Hay alguna evidencia empírica consistente

con este diagnóstico teórico? La respues-

ta es afirmativa y, de hecho, los lectores

pueden encontrarla en el número 172 de

la revista EMPRESA, de junio-julio de 2005.

Page 39: Empresa 203

Página 38 EMPRESA Nº203

test imon io

Desde EE.UU.

Allí comenté que Finn Kydland (otro premio

Nobel de Economía que también participó

alguna vez en la reunión anual de los Nobel

en Lindau) y yo nos habíamos ensuciado

con los datos de la Argentina y descubierto

que los períodos de expansión de nuestro

país han estado caracterizados histórica-

mente por una tasa de inversión mucho

menor que lo que debería haber sido, dado

lo bien que nos iba.

Esto es cierto tanto para el sostenido perío-

do de crecimiento económico que se obser-

vó entre 1990 y 1998, que en su momento

también dio pábulo a la especulación de

que la prosperidad sin límites estaba a la

vuelta de la esquina, como para el período

más reciente, también de ocho años, com-

prendido entre el 2002 y el 2010.

Como dejamos constancia en aquella nota,

en este último ciclo de bonanza iniciado

en el 2002, contemporáneo con una mejora

excepcional en los términos del intercam-

bio, la inversión privada debería de haber

estado en el orden del 30% del PBI, mientras

que no llegó mucho más allá del 21% en los

mejores años. Como la cifra del 30% surgió

de un modelo teórico que suponía implí-

citamente que los inversores tenían plena

confianza en la Argentina, nos atrevimos a

conjeturar que la diferencia con la inversión

mucho menor efectivamente observada era

una medida de la brecha de credibilidad

que padece nuestro país y, por lo tanto, una

aproximación a los costos de ser un país

adicto a las cesaciones de pago.

Justo es admitir que se trata de una conje-

tura que estamos en el proceso de intentar

demostrar más formalmente. Pero puestos

a hacer conjeturas, las de un premio Nobel

son tan válidas como las de otro.

EL CASO GRECIA

Mucho se habla últimamente de la difícil

situación por la que atraviesa Grecia y de la

posibilidad de que entre en cesación de pa-

gos. Lamentablemente, ese país, como la Ar-

gentina, también ha apelado muchas veces

en el pasado a esa solución. Según el presti-

gioso economista Kenneth Rogoff, Grecia ha

estado en cesación de pagos en promedio

un año de cada dos desde su independen-

cia en 1832. Es por lo tanto dudoso que

los mercados internacionales se avengan

a considerar otra cesación de pagos como

el resultado inevitable de acontecimientos

fortuitos más allá del control de Grecia.

Para colmo, es improbable que le sonría el

destino, como le sonrió a Rusia y Argentina

tras sus cesaciones de pagos en 1998 y 2001,

respectivamente, porque Grecia no tiene ni

petróleo ni soja.

Por lo tanto, habrá que advertirle a los grie-

gos, ya que inventaron el mito, que tengan

cuidado con los cantos de sirena que los

tientan con la idea de la cesación de pagos.

Por más inevitable que pueda ser la opción,

la teoría económica y la evidencia para el

caso argentino sugieren que es difícil que

vaya a condenarlos al éxito, por lo que no

habría mucho motivo para festejarla bailan-

do al ritmo de la música de Zorba, el Griego,

en el Partenón.

Page 40: Empresa 203
Page 41: Empresa 203

Página 40 EMPRESA Nº203

E m p r e s a

responsabilidad social empresaria y creación de valor compartido

carlos g. garaventa

Carlos G. Garaventa es Doctor en Administración de Empresas (UCA). Licenciado en Economía y C.P.N (UBA). Miembro del Consejo de Administración de la UCA. Profesor Titular en la Facultad de Ciencias Económicas de la UCA. Director Académico y Prof. de los Programas “Red de Empresas Familiares en Crecimiento” y “Senior Management Program” en el Centro de Educación Empresaria (Universidad de San Andrés). Miembro del Consejo de Redacción de la Revista Empresa de ACDE.

El artículo de Michael Porter y Mark Kramer

referido a “La creación de valor comparti-

do”, publicado en la Revista Harvard Busi-

ness Review de enero - febrero de 2011, ha

generado un interesante debate en el ámbi-

to de la Responsabilidad Social Empresaria

(RSE).

En su idea de CSV1 (Creating Shared Value o

CVC: Creación de Valor Compartido), Porter

y Kramer sugieren “cómo reinventar el capi-

talismo y liberar una oleada de innovación

y crecimiento”. Sostienen que “el capita-

lismo está bajo asedio y que las empresas

han sido vistas cada vez más como una

causa importante de los problemas sociales,

ambientales y económicos”, y señalan que

esto genera la pérdida de confianza en las

empresas e impulsa a los líderes políticos a

promover medidas regulatorias que ponen

en riesgo la competitividad y el crecimiento

económico.

Afirman que existe una “visión estrecha de

creación de valor” que hace que las empre-

sas no tengan en cuenta aspectos impor-

tantes, como la satisfacción de sus clientes,

el uso indebido de los recursos naturales,

la adecuada relación con sus proveedores

y los problemas sociales y económicos de

las comunidades donde producen, distribu-

yen y venden. Invitan a que las empresas

asuman el liderazgo para volver a unir los

negocios con la sociedad y sostienen -a mi

juicio, en forma equivocada- que en la res-

ponsabilidad social, los problemas sociales

están en la periferia y no en el centro.

A diferencia de lo que dicen Porter y Kra-

mer, sostengo que las normas y sistemas

de gestión ética y responsable, integrada a

la estrategia de negocios inspirados en Res-

ponsabilidad Social Empresaria, consideran

como centrales a los impactos económicos,

sociales y ambientales, derivados de las

acciones y operaciones de la empresa. Cada

uno de ellos en relación a los grupos de in-

terés (stakeholders), tanto los internos –in-

volucrados en la propia organización- como

los externos, que están en la sociedad. De

ninguna manera ubican en la periferia a

los problemas sociales vinculados con cada

uno de esos impactos; por el contrario, la

RSE integrada a la estrategia propone que

la creación de valor económico que se logre

en el cumplimiento del triple objetivo -eco-

“Existen más coincidencias que diferencias entre los enunciados de creación de valor compartido y responsabilidad social empresaria”, señala el autor, acerca del debate iniciado por Michael Porter y Mark Kramer, a principios de este año, que ha tenido repercusión en el ámbito de la RSE.

Garaventa profundiza en este nuevo concepto, analiza dos casos de modelo de gestión inspirados en la RSE y nos invita a descubrir las similitudes entre estas dos visiones. “Finalmente -concluye- la responsabilidad social empresaria y la creación de valor compartido coinciden en puntos claves acerca de la idea de “unir los negocios con la sociedad”.

Page 42: Empresa 203

Primavera 2011 Página 41

E m p r e s a

Garaventa: “La RSE integrada a la estrategia propone que la creación

de valor económico, que se logre en el

cumplimiento del triple objetivo -económico, social

y ambiental-, debe tener en cuenta y beneficiar a

todos los stakeholders, que ocupan el centro del

modelo”.

nómico, social y ambiental- debe tener en

cuenta y beneficiar a todos los stakeholders,

que ocupan el centro del modelo.

Modelos de gestión inspirados en RSE

Más allá de esta consideración, el artículo cita

como ejemplos de empresas que trabajan en

la creación de valor compartido a: GE, Google,

IBM, Intell, Johnson & Johnson, Nestlé, Unile-

ver y Wall-Mart. Es importante destacar que

estas mismas empresas también presentan

modelos de gestión inspirados en RSE.

Entre esos ejemplos, baste citar los casos

Nestlé Nespresso y Wall-Mart vinculados

con la gestión responsable de la cadena de

suministro.

El primero de ellos, basado en la experiencia

Nespresso2 y en el Programa de Calidad Soste-

nible AAA, iniciado en el 2003 para asegurar la

disponibilidad de “café especializado” a largo

plazo. Este programa incorpora prácticas sos-

tenibles que permiten a caficultores de países

como Brasil, Colombia, Costa Rica y Guatema-

la obtener una mejor calidad de café, incre-

mentar su productividad, aumentar sus ingre-

sos y mejorar su calidad de vida. Por su parte,

mediante la relación directa con el productor,

Nespresso asegura la disponibilidad de mayor

cantidad de “café especializado” que necesita

para garantizar el crecimiento del negocio.

Se trata de un Programa que integra la

calidad con principios económicos, socia-

les y ambientales, que demuestra cómo la

empresa aplica un programa de responsabi-

lidad social de manera estratégica, en bene-

ficio de sus propios intereses y de los grupos

que participan en su cadena de valor.

Wall-Mart3 presenta un interesante caso de

Desarrollo de Proveedores en la Argentina,

vinculado con su compromiso con el desa-

rrollo comunitario y la sustentabilidad, que

contempla la promoción de PyMES y brinda

la oportunidad a proveedores nacionales de

incrementar sus exportaciones -poniendo a

disposición los procesos logísticos y comer-

ciales de la compañía- todo en el marco de

las acciones que promueven la responsabi-

lidad social como factor clave de la cadena

de valor, contribuyendo a incentivar a sus

integrantes a replicar estos principios y a

mejorar la calidad de vida de la comunidad.

Como puede verse con estos ejemplos, la res-

ponsabilidad social empresaria y la creación

de valor compartido, coinciden en puntos cla-

ve acerca de la idea de “unir los negocios con

la sociedad”, que proponen Porter y Kramer no

sólo en el artículo antes citado, sino también

en “Estrategia y Sociedad”, que trata sobre el

vínculo entre ventaja comparativa y respon-

sabilidad social corporativa, publicado en Har-

vard Business Review, de diciembre de 2006.

La competitividad de la empresa y la salud de las comunidades donde opera

Es oportuno destacar que, al referirse a las raí-

ces del valor compartido, los autores señalan

que la competitividad de una empresa y la

salud de las comunidades donde opera están

fuertemente entrelazadas. Esta posición coin-

cide con la célebre frase de Stephan Schmid-

heiny, fundador del Business Council for Sus-

tainable Development (WBCSD), quien en su

Page 43: Empresa 203

Página 42 EMPRESA Nº203

momento dijera que: “no hay empresa exitosa

en sociedad fracasada, como no hay sociedad

exitosa con empresa fracasada”.

El mismo Schmidheiny dice que “el WBCSD

agrupa a empresas importantes del mundo,

unidas por una visión compartida acerca

del desarrollo sostenible que se basa en tres

pilares: el desarrollo económico, el equi-

librio ambiental y el progreso social. Este

Consejo se propone promover el liderazgo

empresario como catalizador para el cam-

bio hacia el desarrollo sostenible, basado en

la eco-eficiencia, la innovación y la respon-

sabilidad social corporativa”.

Estos mismos principios están presentes

en instituciones y organizaciones inter-

nacionales y nacionales vinculadas con

la Responsabilidad Social y el Desarrollo

Sostenible. Podemos citar a CSR Europe,

Business in the community, The Global

Compact, Global Reporting Initiative (GRI),

Forética, Club de excelencia en sostenibili-

dad, Instituto Ethos (Brasil), ACDE – UNIA-

PAC, Forum Empresa – América, Acción RSE

(Chile), IARSE, entre otras.

A ellas debe sumarse el permanente trabajo

de investigación y formación en el ámbito

universitario y el importante cuerpo nor-

mativo relacionado con la gestión ética y

responsable, tal como las Normas ISO 26000

(guía de responsabilidad social), ISO Serie

14000, (guía en aspectos ambientales), AA

1000 (compromiso con stakeholders), OH-

SAS 18001(Sistema de gestión de Seguridad

y Salud laboral), SGE21 (Sistema de gestión

ética y socialmente responsable) y SA 8000

(gestión laboral), entre otras.

RSE y CvC: propuestas coincidentes y en algunos aspectos complementarias

Lo cierto es que existen más coincidencias

que diferencias entre los enunciados de

Creación de Valor Compartido y Responsa-

bilidad Social Empresaria.

Esto se comprueba también cuando Porter y

Kramer, al referirse a cómo se crea valor com-

partido, afirman que las empresas pueden

crear valor económico creando valor social.

Este es uno de los postulados básicos de la

responsabilidad social, tal como lo manifiesta

Stephan Schmidheiny al decir que la RS es

uno de los elementos clave del concepto de

desarrollo sostenible, que refleja la interac-

ción responsable entre cada uno de los sec-

tores involucrados en una empresa. Y agrega

que es, también, el esfuerzo de una empresa

por contribuir a la creación de una sociedad

más segura, estable y próspera, de tal modo

que la compañía se beneficie a largo plazo.

La misma coincidencia entre CVC y RSE se

comprueba cuando Porter y Kramer, al ana-

lizar la conexión entre la ventaja competiti-

va y los problemas sociales, el rol de los em-

prendedores sociales, las implicancias para

el gobierno y la sociedad civil, afirman que

la eficiencia en la economía y el proceso so-

cial no son opuestos y explican la forma de

crear valor compartido, estableciendo tres

formas diferentes de hacerlo:

• Reconcebir productos y mercados, iden-

tificando las necesidades de la sociedad y

los impactos positivos y negativos que las

acciones de la empresa puedan producir.

• Redefinir la productividad de la cadena de valor, promoviendo la conciencia de cui-

dado ambiental y compartiendo el desarro-

llo de prácticas innovadoras en beneficio de

la cadena de abastecimiento y distribución.

•Permitir el desarrollo de clusters locales. A partir de la idea de que ninguna empre-

sa es autosuficiente, señalan el desarrollo

de clusters locales –incluyendo empresas,

instituciones académicas y asociaciones de

comercio- como un aspecto clave para el

aumento de la productividad, la innovación

y la competitividad, al mismo tiempo que la

formación de mercados abiertos y transpa-

rentes, capaces de mejorar ingresos y poder

de compra de los productores locales y

beneficiar también a la comunidad.

1. Michael E. Porter y Mark R. Kramer, “Crea-ting Shared Value. How to reinvent capitalism – and unleash a wave of innova-tion and growth”, Harvard Business Review. January – February 2011.2. Caso de estudio (entre otros) del Programa “Formación de Formadores en Responsabilidad Social Empresarial”, Semina-rio Iberoamericano de Docencia e Investigación en RSE, iniciativa del Fondo España-PNUD, REDUNIRSE y Santander Universidades -conjun-tamente con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Dirección Regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)- con el fin de debatir el tema en la región y lograr acuerdos de cooperación interuni-versitaria en torno a la definición e implementa-ción de enfoques, modelos y programas comunes para la enseñanza e investiga-ción en RSE.

E m p r e s a

Page 44: Empresa 203

Primavera 2011 Página 43

Porque estas propuestas son las mismas que

se sostienen desde la perspectiva de la RSE,

es que no comparto de ninguna manera lo

que manifiestan los autores al decir que la

creación de valor compartido (CVC) debería

reemplazar a la responsabilidad social corpo-

rativa (RSC). Por el contrario, en mi opinión, se

trata de propuestas coincidentes y en algunos

aspectos complementarias.

RSE y la responsabilidad ética

En algún sentido, los autores reconocen que

ambas propuestas tienen algo en común. En

nota al pie del cuadro donde presentan las

diferencias que ellos ven entre RSC y CVC,

dicen textualmente: “En ambos casos se da

por supuesto el cumplimiento de leyes y

estándares éticos y la reducción del daño

causado por las actividades corporativas”.

Esta es la única mención explícita que se

hace en el artículo acerca de la dimensión

ética en la creación de valor compartido y

ello constituye una ausencia importante,

porque al mundo le hace mucha falta una

nueva cultura de ética, valores y responsa-

bilidad, que contribuya a restablecer la con-

fianza en los empresarios y en el mercado.

Tal como afirma Antonio Argandoña , la res-

ponsabilidad es ética cuando genera debe-

res en la persona. Para que la RSE se acepte

como responsabilidad ética, debe fundarse

en una concepción de la ética capaz de ge-

nerar autónomamente normas obligatorias

para los agentes; es decir, que no dependan

de la existencia de una ley ni del poder

coactivo del Estado. De este modo, la RSE

puede ser una decisión libre y voluntaria y,

simultáneamente, obligatoria por razones

vinculadas con la dimensión ética.

3. Consejo Empresa-rio Argentino para el Desarrollo Sostenible. 11º Recopilación de Casos de las Empresas Miembros del CEADS - 2009.4. Antonio Argandoña, Profesor de Economía IESE, “La Responsabilidad Social de la empresa a la luz de la ética”. Docu-mento de Investigación – Septiembre, 2007.

Talcahuano 736 piso 5ºC1013AAP - Buenos Aires

República Argentina

Tel/fax (54-11) 4373-5966Líneas rotativas

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Estudio RIMOLDI

Abogados

E m p r e s a

Page 45: Empresa 203

Página 44 EMPRESA Nº203

innovadores que meten miedo

tomás donovan

Por lo general, a las personas no nos cuesta

encontrar excusas o chivos expiatorios a la

hora de explicar por qué fracasan muchos

de nuestros proyectos innovadores. Fre-

cuentemente, percibimos que el contexto

organizacional bloquea el desarrollo y la

implementación de las ideas novedosas, con

frases recurrentes como “Eso está muy bien,

pero desde casa matriz nunca lo aprobarían”;

o “Imposible que Sistemas acepte modificar

la plataforma existente”; o “Esto siempre se

hizo así y la gente lo verá como una amenaza

a su identidad profesional.” Lo cierto es que

ante los primeros atisbos de adversidad en el

entorno de trabajo, la tendencia es bajar los

brazos y criticar la resistencia al cambio de la

cultura organizacional, la rigidez del mana-

gement para fomentar el desarrollo de inicia-

tivas, o las internas políticas de la compañía

que convierten a la empresa en una especie

de coloso o cíclope burocrático.

En síntesis, solemos refugiarnos en nuestra

zona de preocupación (aquellos factores ex-

ternos que no dependen de nosotros), y nos

retroalimentamos unos a otros con criticas

y mitos que confluyen en una especie de

circulo vicioso, mezcla de pesimismo, critica

e indignación. En este escenario, no es sen-

cillo encontrar grietas o caminos alternati-

vos para filtrar innovaciones que no compi-

tan con el poderoso orden homologado.

Ahora bien, rara vez nos tomamos el tiem-

po de analizar qué podríamos haber hecho

mejor nosotros para que nuestros proyectos

no queden en el cajón de las “buenas ideas”.

En otras palabras, perdemos de vista nues-

tra zona de influencia, es decir, el área de

acción sobre la cual tenemos efectiva inci-

dencia directa y viable.

Joseph Shumpeter, célebre economista

austro-estadounidense, insistía una y otra

vez con que la incertidumbre es el principal

obstáculo del emprendedor. Cuando una

persona presenta una idea novedosa, por

lo general no sabe con exactitud cuál será

el desenlace de su aventura: incompati-

bilidades de mercado, conflictos de poder,

incertidumbre social y política, problemas

técnicos y carencia de recursos son algunas

de las variables que confluyen en la sensa-

ción de incertidumbre.

Lo interesante es que la incertidumbre no es

exclusiva del emprendedor, la padecen tam-

bién los potenciales usuarios. Incertidumbre

equivale a miedo, a resistencia, a quedarse en

la zona de confort, a inseguridad. Todas estas

sensaciones invaden e impregnan a los demás

cuando proponemos ideas que salen del surco

de comportamiento institucionalizado. Y ello

es natural y racional.

Lo que sucede es que por lo general con-

cebimos a la propia incertidumbre como

un comportamiento prudente y racional,

y a la ajena como mediocre y resistente al

cambio. En lugar de culpar y despotricar

contra la burocracia organizacional, quizá

convendría pensar qué más podríamos

haber hecho para reducir la sensación de

amenaza (natural y coherente) de nuestros

potenciales clientes.

De la incertidumbre al riesgo medible

West & Farr (1990) definen a la innovación

como la aplicación intencional de nuevas

ideas a procesos, productos o políticas den-

tro de un rol, grupo u organización; es decir,

E m p r e s aE m p r e s a

Tomás Donovan es Licenciado en Filosofía (Universidad del Salvador). Posgrado en Conducción de recursos humanos (UCA). Consultor en la firma Ingouville & Nelson. Socio de ACDE.

Page 46: Empresa 203

Primavera 2011 Página 45

no alcanza con buenas ideas para innovar,

es necesario presentarlas de una manera

consistente, potente y viable.

Para ello, lo que proponemos es hacernos

cargo de la resistencia natural de las per-

sonas y planificar nuestras innovaciones

asumiendo y anticipando las adversidades

naturales del ecosistema en el cual nos

movemos. A la hora de vender internamen-

te una idea, existen 4 pasos sencillos que

ayudan a que los usuarios a transitar de la

incertidumbre natural al riesgo medible.

A) Oportunidad concreta y testeada em-píricamente. En lugar de presentar proyec-

tos basados en la intuición o en el sentido

común, anclar la idea en un problema

real basado en evidencia empírica: datos

cuantitativos que demuestren qué esta-

mos perdiendo por no cambiar un proceso

existente.

B) Equipo y recursos: Cuando proponemos

cambios, nos suelen preguntar: ¿Y quién

haría todo esto?, ¿con qué recursos? A lo

que solemos responder “Ya se verá” o “una

vez aprobado el proyecto, veremos” Esta

falta de preparación suele potenciar la sen-

sación de amenaza.

C) Prototipo: es poco probable que nos

aprueben ideas disruptivas si no presenta-

mos evidencia empírica no solo de que el

problema existe (oportunidad), sino tam-

bién de que nuestra propuesta funciona.

Para ello muchas veces conviene testear

nuestra idea en contextos de bajo riesgo

que permitan comprobar de manera ex-

perimental la efectividad del proyecto. Por

ejemplo: “Probé este nuevo formulario de

relevamiento comercial en 15 clientes de

confianza y 13 me enviaron la documenta-

ción completa antes de las 24 h del envío”.

D) venta de la idea: Un error frecuente que

genera boicots y trabas en los demás es pre-

tender presentar nuestros proyectos como

verdades absolutas y concluidas que vienen

a resolver lo que otros no supieron hacer.

Es clave vender

nuestras ideas, no

como algo termi-

nado, sino más

bien como algo que

está en proceso de

gestación y que ne-

cesita de los demás

para concretarse

de manera efectiva.

Esto permite dos

cosas: a) mejorar

la idea inicial a

medida que la

compartimos y los

demás agregan

perspectiva a nues-

tro modelo inicial y

b) Generar idea de

pertenencia a la iniciativa. Si los demás se

sienten protagonistas y partes activas del

proceso, su implementación será mucho

más factible que si presentamos nuestro

proyecto como una solución heroica y uni-

lateral.

En síntesis, existe una causalidad recóndi-

ta entre la manera en la que presentamos

nuestros proyectos innovadores y la manera

en la que la organización los percibe. Por

lo general no vemos dicho enlace, sino que

nos concentramos en criticar la rigidez ob-

cecada de las organizaciones.

Muchas veces esperamos la aprobación for-

mal de nuestras ideas para empezar a desa-

rrollarlas, olvidando que nadie aprueba pro-

yectos basados en intuiciones especulativas.

Es difícil para el emprendedor invertir tiempo

y esfuerzo en proyectos de los que no se sabe

con certeza si se harán realidad. El resultado:

una fuerte tendencia a quedarnos en nuestra

zona de preocupación, reforzada por profecías

auto-cumplidas. La recomendación: inten-

temos pensar, aunque duela, que quizás la

incertidumbre que percibimos en nuestros

contextos de trabajo sea reflejo de la insegu-

ridad con la que los presentamos. Hay mucho

por hacer de nuestro lado.

E m p r e s aE m p r e s a

Donovan: “Muchas veces esperamos la aprobación

formal de nuestras ideas para empezar a

desarrollarlas, olvidando que nadie aprueba

proyectos basados en intuiciones especulativas”.

Page 47: Empresa 203

Página 46 EMPRESA Nº203

Testimonio

Una mañana soleada de martes, en el

invierno tardío de Buenos Aires, varias

personas estaban reunidas en uno de los

señoriales salones de la Bolsa de Comercio.

El objetivo del encuentro: que los visitantes

británicos nos expusieran a los anfitriones

argentinos las características de su sistema

integral de supervisión de las actividades

financieras en la City londinense.

Los argentinos estábamos estudiando seria-

mente adaptar nuestro sistema anárquico

y desconectado de regulación y control del

delicado engranaje de los servicios financie-

ros locales a las mejores prácticas interna-

cionales. Y de los sistemas existentes, el im-

plantado por la Financial Services Authority

(FSA) de Gran Bretaña se nos presentaba

como uno de los más modernos y adecua-

dos a nuestras necesidades.

Desde el punto de vista de la política pública

-en la defensa de los intereses de los clientes

financieros- la libre competencia y las reglas

de juego claras para los participantes -res-

ponder a la concentración y consolidación

de los grupos financieros multi-propósitos,

mediante la supervisión integral de sus

actividades, a través de un organismo que

consolidara las funciones de las diversas su-

perintendencias en las que se dispersaba (y

se dispersa) el control gubernamental argen-

tino- surgía como la mejor solución.

La delegación extranjera estaba encabezada

por el Embajador Británico en Argentina y

por el Chief Executive Officer (CEO) de la

SFA. Con ellos, varios funcionarios y funcio-

narias de diverso rango.

Héctor Mario Rodríguez

Economista (UBA). Coordinador de Equipos Técnicos de la Fundación

“Libertad y Progreso”. Socio de ACDE y miembro del Consejo de

Redacción de Empresa.

Page 48: Empresa 203

Primavera 2011 Página 47

Fraternidad en tiempos difícilesLa contraparte argentina estaba integrada

por un prestigioso ex ministro de Economía

de la Nación, relevante economista y miem-

bro activo de la Bolsa de Comercio; sus au-

toridades y por mí que, como Subsecretario

de Servicios Financieros de la Nación, tenía

la responsabilidad de la supervisión técnica

de esos organismos y centralizaba el estu-

dio de esas reformas. En aquel encuentro

estaba acompañado por algunos funciona-

rios de la Subsecretaría.

El proyecto nunca avanzó, como huelga

decirlo, ya que aún hoy la supervisión está

descentralizada, favoreciendo a los grupos

financieros que lucran con el arbitraje re-

gulatorio, desplazando actividades desde

áreas más controladas a aquellas menos

reguladas, en un irresponsable juego de

gato y ratón que perjudica al inversor y al

bienestar general. Pero lo más importante y

trascendente para los mercados financieros

estaba por ocurrir en esos momentos, bien

lejos de allí.

Promediando la reunión y mientras el CEO

de la SFA exponía -con delicioso acento

británico- las bondades del régimen imple-

mentado en las Islas Británicas, una de las

secretarias del Embajador, dejando de lado

todo protocolo, entra sin preaviso al salón

para comunicarle en voz alta a su jefe una

noticia extraña: un avión, una avioneta

quizás, había impactado en el World Trade

Center de Nueva York y había impregnado

de confusión y temor al centro de Man-

hattan en plena jornada laboral de Wall

Street. Nuestros visitantes agradecieron la

actualización de novedades y no hesitaron

en continuar con su exposición. Los argen-

tinos, algo incómodos, optamos por conti-

nuar oyéndolos.

Unos minutos después, la puerta del salón

es abierta con cierta premura y la misma

secretaria, ahora presa del llanto, alcanza

a contar a la incrédula audiencia que un

segundo avión había impactado en las To-

rres Gemelas; que no eran avionetas y que

también había sido atacado el edificio del

Pentágono en Washington.

Como toda respuesta, la señorita recibe de

sus jefes una muestra de flema británica

que jamás olvidaré: gracias y a continuar

con la exposición. No entendíamos lo que

estaba pasando, éramos funcionarios pú-

blicos además de seres humanos sensibles

y estaban atacando organizadamente a la

sede del poder militar de EE.UU. (aliado,

si los hay, de Gran Bretaña) y a uno de los

centros financieros más significativos del

mundo. ¡Y los ingleses preferían seguir con

su disertación y hacerse problema luego!

Era demasiado para mi sangre española.

Con el respeto que merecían los presentes,

la casa que nos albergaba y el tema que

nos ocupaba, me disculpé, expliqué que no

podía ausentarme de mi despacho en esas

circunstancias y salí presuroso hacia el Mi-

nisterio de Economía.

Cuando llegué a mi escritorio, todo era

confusión entre la gente que trabajaba

conmigo. Los que teníamos la suerte de

tener agencias noticiosas con video, como

Bloomberg o Reuters, podíamos observar

una y mil veces la imagen de los aviones

Page 49: Empresa 203

Página 48 EMPRESA Nº203

test imon io

Reflexiones

penetrando la estructura de las Gemelas;

sólo para ser interrumpidos por noticias de

su derrumbe o de los ataques similares en

otras partes de EE.UU.

Seguir con la actividad cotidiana, con la ruti-

na de reuniones, expedientes, burocracia más

o menos encubierta, resultaba virtualmente

imposible. El Crucifijo, regalo de mis padres

después de mi nombramiento, y que ennoble-

cía la pared a mis espaldas, recibió algunas

oraciones por las víctimas y por el esclareci-

miento rápido de las señales contradictorias.

Cerca del mediodía recibí un llamado que

alivió un poco la ansiedad: en la capillita de la

Casa Rosada, el Cardenal Bergoglio iba a oficiar

una ceremonia religiosa para orar por el acon-

tecimiento. La distancia entre mi despacho y

la capilla era de no más de doscientos metros

lineales, por lo cual fui uno de los primeros en

llegar. Nunca antes había estado en el oratorio

de pocos asientos que contaba la Casa de Go-

bierno en 2001. Ya estaban allí, en la segunda

línea de asientos el Dr. Fernando De la Rúa,

presidente de la República, y su esposa. Poco

después arribaban otras personas destacadas

de la política y algunos desconocidos para mí.

La ceremonia fue íntima, no había espacio

para otra alternativa. Pero las palabras del

Cardenal tuvieron la grandeza de nuestra

Fe y, creo, es un buen momento para home-

najearla, una década después del aconte-

cimiento. No sabíamos si había muertos de

nacionalidad argentina entre las víctimas

que ya eran miles; sí sabíamos que eran

inocentes. O, al menos, tan inocentes como

cualquiera de nosotros no involucrado en

esa guerra inentendible desde acá. El Ar-

zobispo de Buenos Aires nos sorprendió a

todos pidiéndonos que rezáramos por los

victimarios; es decir por los terroristas que

se habían inmolado por una causa loca,

probablemente injusta a los ojos de Dios y,

en ese acto, asesinado a muchos hombres y

mujeres alejados de ese fanatismo.

Rezar por nuestros enemigos, por los que

nos desean el mal, por los que nos hacen

el mal. ¡Qué lección! La revolución del cris-

tianismo, en mi modesta opinión, tiene un

pilar en este consejo: odiar al pecado, pero

amar al pecador. Dicho de otra forma: aho-

gar el Mal en el Bien.

Aquel día, 11 de septiembre de 2001, es in-

olvidable para muchos contemporáneos en

todo el orbe, por diversas razones. La Provi-

dencia quiso entregarme estos dos detalles

que hoy comparto, como testimonio de

valores en acción: la indiferencia, próxima

al autismo y el perdón cristiano, por encima

de todo.

Page 50: Empresa 203
Page 51: Empresa 203

Página 50 EMPRESA Nº203

E m p r e s as o c i e d a d

“no te metás”Un llamado a asumir el compromiso político que la Patria nos reclama

Eduardo alsina

“Pero si no sos vos… ¿Quién? Y si no es ahora… ¿Cuándo? Interrogantes difíciles de contestar porque contienen en sí la respuesta a si se los acepta como un desafío, como una demanda”, plantea Alsina.

En este artículo, Eduardo Alsina, a partir de su experiencia personal, aporta una interesante y rica reflexión sobre el libro No te metás -presentado por Luis Riva y Martín Lutufyan- profundizando en las tres tesis que plantean los autores sobre los motivos que subyacen en la sociedad y que la llevan a la negación del compromiso con lo público.

Y concluye: “El mandato es: ‘siempre se está a tiempo’, lo importante es generar con el ejemplo la empatía que se requiere para movilizar -como propone el rabino Sergio Bergman en su prólogo al libro- primero como ciudadanos y luego como representantes, cerrando de esta forma un círculo virtuoso”.

Eduardo R. Alsina es licenciado en Organización de la Producción (UADE). Realizó cursos de Ingeniería Industrial y Administración de empresas en instituciones del país y del exterior. Fue profesor en el ITBA y en la UB. Perteneció al Consejo Directivo de ACDE. Fue director de la revista Empresa y es miembro de su Consejo de Redacción. Integra los directorios del grupo de empresas de Algodonera San Nicolás S.A. y es adscrito a su Presidencia.

Mi amistad con Luis es lo suficientemente

profunda –creció a partir de nuestro en-

cuentro en ACDE y fue fraguada en muchas

lides resueltas con la pluma– como para

permitirme comentar su obra con gran res-

peto, pero sin inhibiciones.

Viajando por mi biblioteca y haciendo

zapping en ella, encontré un libro editado el

año pasado El miedo a la política de Santiago

Kovadloff, que anticipó mi encuentro con

No te metás de Luis Riva y Martín Lutufyan.

El miedo a la política, que tan bien describe el

conjunto de artículos publicados entre 2007

y 2009 por Kovadloff en el diario La Nación,

puede resumirse como “el miedo a afianzar

las instituciones de la República. Miedo a

un ejercicio responsable de los principios

democráticos”. Y no tengamos dudas que el

temor es paralizante.

Comienzo hablando de El miedo a la polí-

tica porque su contenido constituye un

importante antecedente a No te metás, y al

subtítulo con dos preguntas demoledoras

por su contundencia, que plantean a mi

entender el gran dilema argentino todavía

no resuelto.

Pero si no sos vos… ¿Quién? Y si no es

ahora… ¿Cuándo? Interrogantes difíciles

de contestar porque contienen en sí la res-

puesta a si se los acepta como un desafío,

como una demanda.

Podemos replicar “nosotros” y “ahora”, pero

no puede ser esta una afirmación vacía de

compromiso; tiene que actuar como el dis-

parador de un cambio de conducta que no

siempre estamos dispuestos a realizar.

Recuerdos de juventud y el dilema de ser espectador o jugador

En mi primera juventud -creo estar vivien-

do la última- participé en un partido polí-

Page 52: Empresa 203

Primavera 2011 Página 51

tico, hoy no existe como tal, que sostenía

ideas (que el maniqueísmo actual llamaría

“de derecha”) que enfrentaba con escasos

recursos a un gobierno de perfil autoritario.

En aquellos tiempos, todo el que pensaba

distinto era “opositor” y en buena parte este

juicio se ajustaba a la verdad, lo que no

justificaba tratar a esta parte de la sociedad

como a un enemigo, porque se la convertía

en uno implacable con consecuencias que

aún persisten.

Un día recibí un llamado de un familiar

muy respetado que me recibió en su

escritorio para llamarme a la reflexión

sobre lo que estaba haciendo a mi edad,

sobre mi actitud que consideraba poco

responsable ya que “comprometía” a

todo mi entorno con dichas veleidades

políticas. Mala palabra esta última, ya

en aquél entonces.

Esta intrascendente anécdota personal sólo

puede ser recordada y tener algún valor

porque, considero, reproduce la situación

vivida por muchos de nosotros en diversas

ocasiones; y remarco que apostillé “compro-

metía” porque de eso se trata, que este es el

eje de la cuestión sobre la que nos interpela

el texto comentado. No es lo mismo estar

comprometido con una causa o ideal a sen-

tirse culpable por comprometer a otros con

nuestra conducta.

La misma palabra, distintas acepciones,

diferentes actitudes frente a un mismo dile-

ma. Ser jugador o espectador, la acción o la

crítica que a poco conduce. Exponer a otros

a un riesgo o ser responsable de la palabra

empeñada.

En No te metás, el mensaje subyacente es

“metete ahora” o, por lo menos, dejá en

quienes te rodean este propósito como asig-

natura pendiente de tu vida, pero no como

una posibilidad remota y poco conveniente.

Un apreciado amigo de ACDE y gran cola-

borador de la revista Empresa, entre otras

actividades que de manera generosa brin-

da a la asociación, viniendo por formación

de la filosofía y por profesión de la gestión

de las personas en la organización em-

presaria, nos decía “…no sé que mundo le

dejo a mis hijos, pero sí que hijos les dejo

al mundo…”, frase con la que enseñaba

que es trascendente nuestro rol de padres

como un medio para insertarnos en el

futuro gracias a la conducta de nuestros

descendientes, si sabemos apoyarlos en su

formación.

Podemos preguntarnos en qué medida mo-

tivamos o desalentamos a nuestros hijos en

su interés por la política y es posible que la

respuesta esté muy lejos de corresponderse

con el llamado de No te metás.

Es probable que las enseñanzas que reciben

no se correspondan con el ejemplo que les

damos, que nos falte ejemplaridad -pode-

rosa herramienta formativa- o bien que

nos escuchen quejas y reproches hacia los

políticos de turno, sin hacer juicios de valor

que ponderen las virtudes de aquellos que

luchan en un medio hostil por tratar de

hacer las cosas bien. De esta forma, no les

s o c i e d a d

Alsina: “Podemos replicar ‘nosotros’ y ‘ahora’, pero no puede ser esta una

afirmación vacía de compromiso, tiene que

actuar como el disparador de un cambio de

conducta que no siempre estamos dispuestos a

realizar”.

Page 53: Empresa 203

Página 52 EMPRESA Nº203

brindamos alternativas y se termina en el

“que se vayan todos”, con el resultado frus-

trante que ya conocemos.

Siempre se está a tiempo

¿Cuál es el límite que el tiempo nos impone

para intentar asumir el compromiso polí-

tico que se nos exige? Dicho en forma más

directa: ¿la edad cuenta en el momento de

decidir participar en política?

Reconozco etapas y situaciones en las cuales la

opción es particularmente compleja y que pue-

den estar tanto ubicadas en la juventud, plena

de proyectos a veces confusos y de exigencias

múltiples de estudio y trabajo o en la vejez,

habitada por recuerdos y escasa de futuro, lu-

chando por no caer en los “if” (si hubiera hecho

esto o aquello) y a veces denostada por falta de

valoración del aporte de la experiencia.

Si interpreto bien el texto comentado, el

mandato es: “siempre se está a tiempo”,

s o c i e d a d

Del diálogo con Luis Riva

“EL LIBRO NO ES ExCUSA PARA NADIE, SINO INvITACIóN A TODOS”

- NO TE METAS ¿es un compendio de ex-cusas para justificar la propia deserción del compromiso político o sus tesis soportan un llamado a la responsabilidad y orientan hacia el camino de lo público, como única forma de llegar con eficacia a toda la sociedad y no a las parcialidades que, por ejemplo, encaminan a las ONG?

riva:- Ortega y Gasset hablaba acerca “del hombre y sus circunstancias”. En jerga más canyengue discurrimos acerca “del huevo y la gallina”. En todo caso el dilema se centra muchas veces en si tienen que cambiar las estructuras para que puedan ser distintas las personas, o tienen que hacerlo éstas para lo-grar cambiar los entornos y las circunstancias.

Las tres tesis del NO TE METÁS tratan precisamente de sistematizar una serie de condicionantes sociales que paralizan a las personas ante el llamado a asumir un com-promiso decidido, consistente, sistemático y orgánico en la búsqueda del Bien Común mediante la asunción de responsabilidades cívicas y políticas. Y se formulan como tales para poder discutirlas, confrontarlas y fi-nalmente vencerlas a través de propuestas metodológicas concretas, que impulsen a las personas a tomar posición y asumir un compromiso.

Prefiero entonces hablar más de condicionan-tes que de excusas, porque viendo las cosas desde la perspectiva personal creo que el camino fue analizar las razones que nos con-ducen al “no te metás” y cómo pueden trans-formarse en un compromiso que dé cohe-rencia a los valores que se piensan, pero que si no son vividos se deshilachan. La decisión mía, personal, de “no deserción”, finalmente obedece a motivaciones interiores fortalecidas por entornos que demandan y exigen, pero también de otros que contienen y ayudan.

El cambio que buscamos comienza en noso-tros mismos…

- Esa es la piedra angular, pero el hecho de que en varios individuos pueda producirse ese cambio tiene que ver con que el conjunto de esos varios -unidos en un “círculo de con-fianza”- puedan “animarse” mutuamente para vencer la comodidad y actuar en lo público, teniendo sus espaldas cubiertas por la conten-ción y aliento de quienes -aun desde lo priva-do- pueden ayudarles en el difícil camino de la acción política.

NO TE METÁS no es un conjunto de excu-sas, es análisis y controversia que pretende sirva -glosando a Sergio Bergman- a los que deben transformarse de “habitantes a ciu-

Page 54: Empresa 203

Primavera 2011 Página 53

lo importante es generar con el ejemplo

la empatía que se requiere para movilizar

-como propone el rabino Sergio Bergman en

su prólogo al libro- primero como ciudada-

nos y luego como representantes, cerrando

de esta forma un círculo virtuoso.

Ya en Argentina Ciudadana el rabino Berg-

man sostenía que “… A la maquinaria de

triturar buena gente en la política argenti-

na, se la puede modificar solo desde la polí-

tica…Para una buena política hay que hacer

política…”. Qué anticipo inspirador para

nuestros autores.

Las tesis del no compromiso con la política y el desafío de participar

Riva y Lutufyan despliegan en su ensayo

tres tesis acerca de los motivos que sub-

yacen en la sociedad y que la llevan a la

negación del compromiso con lo público ha-

ciendo de la política el camino más directo,

reemplazándolo por una activa participa-

ción en emprendimientos de ONG, llenos de

buenos propósitos, pero insuficientes para

generar un cambio estructural.

La primera es la tesis del desencanto, en la

cual nos explican de qué forma el desánimo

del ciudadano se nutre de la desilusión por

lo que advierte como un fracaso sistemático

del accionar de la política y por lo tanto de

quienes se desempeñan en ella. Esta desilu-

sión ya no causa sorpresa –nos hemos habi-

tuado a ella– y produce un efecto perverso

al quitarnos los legítimos sueños de ver

grande a nuestra Patria.

Este desaliento es contagioso y justifica la

actitud de prescindencia hacia lo público,

nos focaliza en luchar por la patria chica

de nuestro hogar, de nuestro trabajo y nos

convierte en isleños, no aislados en medio

del mar sino curiosamente instalados en el

continente, rodeados de argentinos como

nosotros, pero mirándonos en el espejo de

la individualidad.

En la tesis de la insignificancia se mues-

tra la sensación que invade a muchos de

la inutilidad del esfuerzo a realizar en la

política, considerando que el aporte y la

contribución serán magros en compara-

ción al complejo universo que se enfren-

ta. Este conflicto de escala -me siento

demasiado pequeño y desarmado para

enfrentar a la corporación de la política-

nos conduce a volcar la disposición por

los asuntos sociales en las ONG, ámbitos

más amistosos y respetuosos de valores

s o c i e d a d

dadanos” (es decir TODOS), para que, a su vez, sean capaces de generar los con-dicionantes positivos que permitan que ALGUNOS demos el paso siguiente de “ciudadanos a representantes”.

El libro no es excusa para nadie, sino invitación a todos. A cada quien, segura-mente, en forma distinta, pero conver-giendo a entender el Bien Común como lo que se piensa, crea y construye para todos, pero también entre todos.

Por ahí viene la mano, creo...

Page 55: Empresa 203

Página 54 EMPRESA Nº203

s o c i e d a d

compartidos, pero de escaso poder trans-

formador a nivel nacional.

Al desarrollar la tesis de la corruptibilidad

se desnuda con realismo el desaliento que

impide involucrarse a quienes, aun tenien-

do interés y pasión por entrar en la “arena

política”, temen el desprestigio que conlleva

un entorno corrupto y mezclarse –aunque

no sea asociarse– con lo que bien llaman

Riva y Lutufyan “la democracia clepto-

burocrática”.

Cuando Judas, un mega-corrupto, vende a

Jesús por treinta monedas, no ensucia con

su vil acción al resto de los apóstoles; por el

contrario, los impulsa a acompañar al Señor

hasta su calvario y luego a continuar con el

ministerio de la Palabra, inmaculados del

pecado de quién fuera su par en la mesa de

la Eucaristía.

Salvando las distancias, el mensaje de No

te metás es: “no temas a los corruptos”, tu

misión es dar testimonio de una conducta

que predique con el ejemplo y honor, res-

peto y vocación ciudadana. No son meras

palabras, son columnas que sostienen a

la sociedad.

Participar, crecer de abajo hacia arriba

Los invito a profundizar el apasionante

diálogo entre dos generaciones, que se ar-

ticula a lo largo del texto, entre un joven

que actúa como un inteligente indagador

de los caminos y los obstáculos que se

presentan para entrar en política, recorri-

do que culmina en el 2050, en el aniver-

sario de la muerte del General José de San

Martín, senda transitada con resultados

más que alentadores.

Los autores proponen soluciones a los di-

lemas planteados, sobre todo responden al

cómo hacerlo. El verbo es sin duda partici-

par, crecer de abajo hacia arriba, involucrar-

se en los barrios y municipios pero, funda-

mentalmente, cambiar uno mismo, porque

es desde nuestro interior que surgirá el

impulso transformador que demandamos

sin asumirlo.

El mensaje de No te metás es: “no temas a

los corruptos”, tu misión es dar testimonio de una

conducta que predique con el ejemplo y honor,

respeto y vocación ciudadana. No son meras

palabras, son columnas que sostienen a la

sociedad.(El rabino Sergio Bergman

junto a Martín Lutufyan y Luis Riva, durante la

presentación del libro).

Page 56: Empresa 203

Primavera 2011 Página 55

E m p r e s as o c i e d a d

Emprendedorismo social

gabriel berger

Reconocido el crecimiento y el aporte del emprendedorismo social como respuesta a los grandes desafíos colectivos que enfrentan las sociedades modernas, Berger nos invita

a profundizar en esta temática y a priorizar nuestra capacidad para acompañar el crecimiento y consolidación de este fenómeno.

Enriquece esta reflexión, la experiencia compartida en el campo de la investigación académica acerca del rol de los emprendedores sociales en la gestión de las

organizaciones.

En la última década, hemos asistido al

reconocimiento del fenómeno del empren-

dedorismo social como promotor de inno-

vaciones para abordar y resolver problemas

sociales que afectan a la humanidad en su

conjunto.

El Premio Nobel de la Paz, otorgado a Mu-

hammad Yunus en 2006, “por sus esfuer-

zos para incentivar el desarrollo social y

económico desde abajo”, en honor a su

labor con el Grameen Bank de Bangladesh,

refleja en cierta forma cómo el fenómeno

del emprendedorismo social y la figura del

emprendedor social han llegado a ser reco-

nocidos por el mainstream.

Que nada menos que Klaus Schwab, fun-

dador del World Economic Forum (prin-

cipal encuentro del liderazgo económico

internacional) haya creado The Schwab

Foundation for Social Entrepreneurship

en 1998, con el propósito de “avanzar el

emprendedorismo social y fortalecer a

los emprendedores sociales como catali-

zadores para el progreso y la innovación

social”, refleja en qué medida el liderazgo

corporativo ha comenzado a prestar aten-

ción a este fenómeno.

Que la Skoll Foundation for Social Entrepre-

neurship, creada por el fundador de Ebay,

Jeff Skoll, con la misión de impulsar cam-

bios de gran escala invirtiendo, conectando

y reconociendo a los emprendedores socia-

les y otros innovadores dedicados a solu-

cionar los problemas más significativos del

planeta, haya decidido aliarse con Oxford

University en el 2003 para crear en su es-

cuela de negocios el Skoll Center y organi-

zar anualmente en el campus de Oxford el

World Skoll Forum for Social Entrepreneur-

ship, indica hasta qué punto el fenómeno

y la temática han llegado al corazón de la

academia.

Gabriel Berger es profesor de la Universidad de San Andrés y director del Centro de Innovación Social de la Universidad y del Posgrado en Organizaciones sin Fines de Lucro. Cuenta con un doctorado en Política Social y una maestría en Management de Servicios Sociales (Heller School of Social Policy and Management, Brandeis University, EE:UU.).

Page 57: Empresa 203

Página 56 EMPRESA Nº203

El Skoll World Forum on Social Entre-

preneurship es un encuentro global que

reúne a 800 participantes de todas las

regiones del mundo para debatir cómo

acelerar los enfoques emprendedores y

brindar soluciones innovadoras para los

principales problemas que afectan al pla-

neta como cambio climático, migraciones,

tránsito urbano, recursos no renovables,

epidemias, entre otras cuestiones.

Enfoques normativos de los emprendedores sociales

Para algunos, los emprendedores sociales

son los agentes de cambio de nuestro tiem-

po, creadores de

innovaciones que

generan disrupción

en el statu quo y

promueven trans-

formaciones socia-

les sistémicas. Para

otros, los empren-

dedores sociales

son individuos que

simplemente de-

sarrollan una idea

innovadora para

producir una mejo-

ra social significa-

tiva y cuentan con

la capacidad para

hacerla realidad.

Desde una perspectiva, los emprende-

dores sociales generan cambios paradig-

máticos y producen equilibrios sociales

superadores y, por lo tanto, no deben ser

confundidos con los activistas sociales

exitosos o los grandes líderes organizacio-

nales. Desde una mirada menos heroica,

los emprendedores sociales poseen la ins-

piración, visión, creatividad y la determi-

nación, tradicionalmente asociadas a los

emprendedores de negocios, que aplicadas

a un emprendimiento social, producen

cambios sociales sustentables.

Estos enfoques normativos, promovidos

desde distintas organizaciones que apoyan

el fenómeno del emprendedorismo social,

son parte del ecosistema en el que se inves-

tiga, se analiza, y se enseña sobre el tema

y se forma a los nuevos emprendedores

sociales.

En el campo de la investigación académica

La Universidad de San Andrés (UdeSA) se

ha convertido en un actor relevante de este

ecosistema. Algunos ejemplos ilustran esto.

El Posgrado en Organizaciones sin Fines de

Lucro, con quince años de actuación, ha

servido para potenciar el trabajo de varios

emprendedores sociales, algunos de los

cuales han recibido reconocimientos inter-

nacionales por su labor. El “Programa Avan-

cemos”, ya en su cuarta edición, desarrolla-

do con la colaboración de la organización

internacional Ashoka e implementado junto

con la Red San Andrés, busca promover el

liderazgo y el emprendedorismo social en

nuestros estudiantes. Este programa no solo

se ha convertido en un modelo para otras

organizaciones, sino que también ha per-

mitido que algunos de nuestros estudiantes

representen a nuestro país en foros interna-

cionales juveniles.

En el campo de la investigación, el fenóme-

no del emprendedorismo social y el rol de

los emprendedores sociales en la gestión

de las organizaciones han seguido también

una evolución interesante, en línea con los

interrogantes que se plantean los actores de

este ecosistema.

Nuestro primer trabajo en este campo

estuvo centrado en el rol de los nuevos

emprendedores sociales en la gestión de

alianzas intersectoriales y, entre otros

aspectos, la investigación permitió com-

prender como los emprendedores sociales

en la década del noventa comenzaron a

apalancarse en la colaboración con em-

presas para potenciar sus iniciativas so-

s o c i e d a d

En la medida en que queramos

contribuir a que la promesa de los

emprendedores sociales se convierta

en realidad, es necesario comprender

cómo resolver los cuellos de botella

que enfrenta todo emprendimiento

con fines sociales para crecer.

Page 58: Empresa 203

Primavera 2011 Página 57

ciales, y los aprendizajes que

tuvieron que realizar quienes

provenían del mundo de la so-

ciedad civil para superar obs-

táculos culturales y barreras

institucionales para lograr que

estas colaboraciones funcio-

naran. Posteriormente, el foco

de la investigación se orientó a

entender el rol de los empren-

dedores sociales en el ciclo de

vida de las iniciativas y orga-

nizaciones sociales.

Este proyecto permitió en-

tender, entre otros hallazgos

claves, que, a medida que los

emprendimientos sociales y sus

organizaciones avanzan por las etapas de

lanzamiento, consolidación, instituciona-

lización, desarrollo y crecimiento, los em-

prendedores requieren desarrollar distintas

habilidades, enfoques y estilos de liderazgo

para contribuir a fortalecer sus iniciativas y

gestionarlas exitosamente.

Más recientemente, en el marco de la

investigación realizada sobre negocios in-

clusivos, hemos podido estudiar el proce-

so de creación de nuevos emprendimien-

tos sociales que utilizan el mercado para

abordar los problemas de la pobreza y la

exclusión, y observar como un factor cla-

ve de éxito la capacidad del emprendedor

social de aprender, ajustar y hasta cam-

biar radicalmente su modelo de negocios

hasta lograr un enfoque sustentable para

sus iniciativas.

Estos tres proyectos han permitido la pu-

blicación de tres libros y varios casos peda-

gógicos, en el marco de la red SEKN (Social

Enterprise Knowledge Network) integrada

por equipos de diez escuelas de negocios de

América y España, y que actualmente esta-

mos coordinando desde UdeSA. Avanzando

en esta línea, hemos iniciado un proyecto

orientado a comprender cómo los empren-

dimientos sociales logran escala ya sea de

manera directa o indirecta por medio de su

replicación. En la medida en que queramos

contribuir a que la promesa de los empren-

dedores sociales se convierta en realidad,

es necesario comprender cómo resolver los

cuellos de botella que enfrenta todo em-

prendimiento con fines sociales para crecer.

Este estudio, implementado en seis países,

contribuirá al diseño de un modelo de capa-

citación que facilite el aceleramiento de la

generación de escala en negocios con fines

sociales, y a crear un entorno de apoyo para

su crecimiento.

En conclusión, el fenómeno del empren-

dedorismo social se ha instalado con

fuerza en ámbitos de promoción y desa-

rrollo social, cooperación y organismos

internacionales, capacitación y academia.

La innovación social y la capacidad de

responder de manera efectiva a los gran-

des desafíos colectivos que enfrentan las

sociedades modernas dependen en gran

medida de nuestra capacidad para acom-

pañar el crecimiento y consolidación de

este fenómeno.

s o c i e d a d

Berger: “A medida que los emprendimientos sociales

y sus organizaciones avanzan por las

etapas de lanzamiento, consolidación,

institucionalización, desarrollo y crecimiento,

los emprendedores requieren desarrollar distintas habilidades,

enfoques y estilos de liderazgo para

contribuir a fortalecer sus iniciativas y gestionarlas

exitosamente”.

Page 59: Empresa 203

Página 58 EMPRESA Nº203

Desde España

Las ideas viajan de polo a polo a gran velo-

cidad. Ventajas de este tiempo maravilloso,

capaz de romper distancias y de hacer que

España sea el corazón de Argentina y que

Argentina sea el corazón de España; o al

menos así le ocurre a este pequeño escri-

tor que por ser español y vivir en España,

presume, allí por donde va, de publicar en

“Empresa” -revista argentina- algunos de

sus artículos. Y claro, cuando las palabras

se multiplican por cientos de ejemplares

no es de extrañar que más de un lector

curioso rastree mi correo electrónico en la

dirección de la página web con la que firmo

mis columnas, logrando colar las inquietu-

des del otro lado del planeta en la pantalla

de mi ordenador, el mismo PC desde el

que garabateo estas líneas, logrando como

por arte de magia que -a pesar de los ki-

lómetros- podamos compartir las mismas

preocupaciones y muy parecidas ilusiones

de forma instantánea.

El argentino curioso del que les hablo se

llama Gerardo y es profesor en un colegio

de Buenos Aires.

Suelo repetir, allí donde me invitan a ha-

blar en público, que el mundo necesita con

urgencia buenos maestros, instructores

que vayan más allá de la correcta expli-

Miguel Aranguren

Escritor y artista plástico español. Colaborador para El Mundo, Telva,

el Correo y Alba, entre otros medios europeos. La hija del Ministro es su reciente y última novela publicada.

www.miguelaranguren.com.

Page 60: Empresa 203

Primavera 2011 Página 59

La gran cosecha cación de sus asignaturas y hagan de la

transmisión del conocimiento (del técnico

o del práctico, además de los secretos para

hacer de la vida una experiencia feliz) una

vocación, con todas las de la ley en la que

se impliquen por completo. Y algo me hace

confiar en que Gerardo forma parte de este

tipo de profesores, aquellos que calan en la

conciencia de sus alumnos hasta dejarles

una huella imborrable estampada con la

fuerza del ejemplo, ya que la ejemplaridad

es su efectivo método de trabajo.

El asunto es que Gerardo viene a España en

unos días y hemos quedado para vernos. Y

no sólo porque debajo del brazo me traerá

un encargo (alfajores de dulce de leche, mi

debilidad), sino porque vamos a compartir

en Madrid una experiencia histórica: la

nueva Jornada Mundial de la Juventud con-

vocada por el papa Benedicto XVI*.

Gerardo me avisa de que viene acompaña-

do por cien muchachos de su colegio, cien

jóvenes argentinos, nada menos, dispuesto

a sumarse a la alegría y el recogimiento

de una semana de fiesta y oración. Realiza

Gerardo una reflexión certera en el men-

saje que me ha enviado: “Teóricamente

estos chicos están comenzando la vida que

les ofrece infinitas posibilidades de diver-

sión, por lo que muchos adultos juzgarán

que todavía no les ha llegado el tiempo de

“preocuparse” por las cuestiones morales

que de seguro nos va a plantear Benedicto

XVI en la clausura de las Jornadas. Sin em-

bargo, su peregrinación a Madrid desde tan

lejos, que les está exigiendo un gran esfuer-

zo económico para costearse el vuelo y la

estancia en España, me afirma en la seguri-

dad de que, a pesar de su breve experiencia,

están necesitados de verdades auténticas,

no perecederas ni cambiantes, esas verda-

des que a fuerza tienen que ser las mismas

que han iluminado a tantos hombres a lo

largo de la historia y que responden a las

preguntas más profundas que todos debe-

ríamos hacernos. En su intuición, tan equi-

vocada algunas veces y tan sabia otras más,

me confían que el Papa, representante de

Cristo en la tierra, les puede ayudar a con-

ducir su existencia a buen puerto”.

Los tópicos siempre han acompañado a la

juventud. Tópicos que los jóvenes se echan

encima y tópicos con los que los adultos

pretendemos enfangarles. Sin embargo, los

alumnos de Gerardo han tenido la valentía

de prescindir de las trivialidades en este

recorrido a través del mundo y parten segu-

ros de que se les va a revelar lo auténtico.

Y sí, reconozcámoslo, parece contradictorio

que sea un anciano de ochenta y cuatro

años quien vaya a descorrer el telón que

esconde la mayor de las sorpresas: aquella

que nos dice que sólo lograremos la ple-

nitud cuando seamos conscientes de la

dignidad del hombre a través de Dios hecho

hombre, como si el Papa nos tendiera un

espejo al que mirarnos para hallar nues-

tro auténtico rostro; ahí es nada para una

audiencia millonaria acostumbrada a las

nuevas tecnologías, los conciertos multi-

tudinarios de rock y las consignas de un

mundo agotado por los placeres de un vivir

plano que identifica libertad con placer. Sin

embargo, mi amigo Gerardo está persuadi-

Primavera 2011 Página 59

* El autor había escrito estas líneas días antes de la Jornada Mundial de la Juventud a realizarse en Madrid.

Page 61: Empresa 203

Página 60 EMPRESA Nº203

do de que “volverán a casa completamente

entusiasmados. Y eso que regresarán al país

de los piquetes después de haber conocido

la patria de los “indignados”, es decir, que

deberán atemperar las propuestas del Santo

Padre con una realidad que nada tiene que

ver con los cuentos de hadas y sí con crisis

políticas, morales y económicas que pare-

cen invitar a un pesimismo definitivo.

¿Cómo harán para no perder la esperanza

cuando choquen con la traición de aquellos

en quienes confían, con las trampas que son

moneda corriente, con sus propias equivo-

caciones?”, se pregunta el profesor. Y sin de-

jarse llevar por esa pendiente de melancolía

con la que muchos simplifican el carácter de

los argentinos, Gerardo reacciona en la línea

siguiente de su misiva: “Estoy convencido de

que ellos y yo (¡de que todos los que asista-

mos a la JMJ!), daremos un paso bien grande

con el que afianzaremos la confianza en

Dios, en primer lugar, y en la capacidad de

los hombres para renovarnos”.

Qué magnífica, querido Gerardo, tu conclu-

sión, porque además es cierta: los seres hu-

manos escribimos nuestra biografía a base

de aciertos y equivocaciones. En ocasiones

abundan más las segundas que las pri-

meras, pero basta el arrepentimiento para

que cada jornada sea un día nuevo, blanco,

sobre el que recomenzar a escribir nuestra

historia con un guión en el que abunden

“el amor, el servicio, perdonar y saber pedir

perdón”, como enumeras en un golpe de

inspiración.

Durante la semana en la que se va a ex-

tender la Jornada Mundial de la Juventud,

se celebrarán numerosísimas actividades

culturales y lúdicas que, con un lenguaje

joven, ayudarán a los peregrinos a com-

prender la gracia de los sacramentos como

herramienta para esa renovación diaria. En

algunas salas de cine de la capital española,

por ejemplo, se van a proyectar filmes con

los que se pretende ahondar en este asunto.

Uno de ellos, bajo la dirección de Roland

Joffé, que ha firmado películas inolvidables

como Los gritos del silencio o La misión, indaga

sobre el don del perdón. Se titula Encontrarás

dragones y se ha elaborado, en buena medi-

da, en estudios de Argentina, por más que

la historia reproduzca uno de los momentos

más amargos de la historia reciente de mi

país: la Guerra Civil, que hace ahora setenta

y cinco años enfrentó hermano contra her-

mano y provocó una terrible persecución

contra el catolicismo, completando el mar-

tirologio del siglo XX.

Uno de los protagonistas de Encontrarás

Dragones es un joven como los que acompa-

ñarán a Gerardo. En el tiempo, que repro-

duce la película, también era un muchacho

anónimo aunque con una singularidad

interna: barruntaba una misión divina que

no terminaba de manifestársele. Se trata de

Josemaría Escrivá, quien al fin recibirá una

misteriosa luz del Cielo con la que fundó

el Opus Dei, “una enorme catequesis”, en

palabras del hoy santo, que lleva a todos los

rincones de la tierra la exigencia que tene-

mos los hombres corrientes de alcanzar la

perfección cristiana sin necesidad de cam-

biar de estado ni oficio.

Podría Joffé haber centrado la acción del

filme en esa llamada universal a la santi-

Desde España

Page 62: Empresa 203

Primavera 2011 Página 61

dad, mostrando diferentes maneras de vivir

el cristianismo en un mundo secularizado,

pero tras estudiar a fondo la figura de San

Josemaría, entendió que el mensaje más

impactante de aquel sacerdote aragonés

radicaba en el perdón, esencia del cristia-

nismo. Si de él mismo decía el cura -a veces

ante muchas personas- que se “veía capaz

de todos los errores y de todos los horrores”,

dada su condición pecadora, jamás encon-

tró razones que justificaran el odio hacia el

prójimo, a pesar de que sufrió en sus carnes

y en su honra una sucesión interminable de

incomprensiones, desafectos, murmuracio-

nes y calumnias.

Como a Escrivá, a Benedicto XVI le está co-

rrespondiendo un papado difícil. Y no me

refiero al reto de superar el magnetismo de

Juan Pablo II, ya que este tímido alemán no

ha pretendido nunca trocar su personalidad

reposada, silenciosa y observadora, tan dis-

tinta a la de aquel ciclón polaco que ya se

codea con los más grandes pontífices de la

historia. Hablo de los escándalos provoca-

dos por tantos pastores indignos y del dolor

de sus víctimas, junto a las que ha llorado

en más de una ocasión, asumiendo la culpa

y solicitando el perdón como si fuese su

blanca sotana la que perpetrara tan horri-

bles abusos. Hablo del desafecto de tantos

hombres que juegan a ser dioses, desoyen-

do los consejos sabios con los que el Papa

pretende que entre todos construyamos un

mundo más justo. Hablo del desprecio de

los pueblos hacia lo divino, muy especial-

mente hacia el mensaje redentor de Cristo.

Hablo del aparente triunfo de la “cultura de

la muerte” frente al milagro de la vida.

Pero Gerardo, mi buen amigo Gerardo, rom-

pe cualquier tentación de pesimismo. Basta

leer su manera de referirse a los alumnos

con los que viene a España: “Hay algo en

estos jóvenes que les impulsa a buscar

respuestas que van más allá de cómo di-

vertirse, de qué gustos hay que darse o de

cómo les van los estudios”. Algo –todavía

indefinible, añado yo- que también impulsa

a otros cientos de miles de adolescentes a

renunciar a las comodidades y ponerse en

camino hacia el areópago de Madrid. Sin

saberlo, tal vez, todos esos jóvenes se van a

transformar en buena semilla que germina-

rá cuando ya estén de vuelta en sus países

de origen, lo que me hace soñar junto a Ge-

rardo, mi amigo epistolar y argentino, que

en poco tiempo veremos crecer una cosecha

sobre los campos agostados de la tierra.

Page 63: Empresa 203

Página 62 EMPRESA Nº203

E m p r e s ates t imon io

Jornada mundial de la Juventudarraigados y edificados en cristo, firmes en la fe

Joaquin güemes

Joaquín Güemes está cursando la Licenciatura en Comunicación Social (Universidad Austral). Participó de la Jornada junto a dos hermanos como miembro de la Diócesis de San Isidro.

¡Qué grande es nuestra Iglesia! Estas son las

primeras palabras que se escaparon de mi

boca al encontrarme en las calles de Madrid

con miles y miles de jóvenes, de todos los

colores, olores, vestimentas y lenguas, que

siguen a Cristo. Muchas veces era imposi-

ble comunicarte por medio de las palabras,

pero de corazón siempre te entendías. Jesús

nos unía, más allá de todas las diferencias.

Viendo tantos cristianos pensaba en los que

están detrás de ellos, y a cada uno que veía

le tenía que sumar mínimo un católico más

que se había quedado en su país. Empezando

por sus padres, que en la mayoría de los casos

son quienes educan edificando los valores en

Cristo. ¡Qué lindo que el mundo no esté tan

perdido como parecía! Todavía quedan millo-

nes de personas que viven con profundidad,

millones de personas que viven.

Una unión más fuerte e íntima con Él

Benedicto XVI dejó en claro lo que deseaba

comunicarnos en esta jornada por medio del

lema: “Arraigados y edificados en Cristo, fir-

mes en la fe”. El Santo Padre nos invitó a “to-

mar una decisión personal en relación a Él”,

logrando una unión más fuerte e intima con

Él. Manteniéndonos firmes en la fe no hay

tormenta, no hay frío, no hay viento, no hay

problema que pueda quitarnos la alegría de

tener un corazón lleno de amor de Dios.

Cerca de dos millones de jóvenes se dieron cita el sábado 20 de agosto pasado en el Aeródromo de Cuatro Vientos, Madrid. Era el encuentro central con el Santo Padre en la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud, una experiencia de fe que cada año crece en presencia y repercusión.

En esta edición rescatamos el testimonio de unos de los jóvenes argentinos que participaron de este encuentro mundial como así también parte del mensaje de Benedicto XVI

Page 64: Empresa 203

Primavera 2011 Página 63

El Papa dejó en claro que “no se puede

vivir la fe en solitario. Quien cede a la

tentación de ir «por su cuenta» o de vivir

la fe según la mentalidad individualista,

que predomina en la sociedad, corre el

riesgo de no encontrar nunca a Jesucris-

to, o de acabar siguiendo una imagen

falsa de Él”.

Tras estas palabras claras, dijo que en medio

de la multitud también se podía ver que las

alegrías compartidas son cada vez más gran-

des y los dolores en comunidad son mucho

más livianos. Cuando gritábamos todos juntos

a Benedicto, la euforia era mucho mayor y

cuando nos juntábamos para cubrirnos del

frío, se nos hacía más acogedor dormir.

test imon io

Benedicto xvI: “DESCUBRIR NUESTRA vOCACIóN EN LA SOCIEDAD y EN LA IGLESIA”…Dios nos ama. Esta es la gran verdad de nuestra vida y que da sentido a todo lo demás. No somos fruto de la casualidad o la irracionalidad, sino que en el origen de nuestra existencia hay un proyecto de amor de Dios. Permanecer en su amor significa, entonces, vivir arrai-gados en la fe, porque la fe no es la simple aceptación de unas verdades abstractas, sino una relación íntima con Cristo que nos lleva a abrir nuestro corazón a este misterio de amor y a vivir como personas que se saben amadas por Dios.

Si permanecéis en el amor de Cristo, arraigados en la fe, encontraréis, aun en medio de contrariedades y sufri-mientos, la raíz del gozo y la alegría. La fe no se opone a vuestros ideales más altos, al contrario, los exalta y per-fecciona... no os conforméis con menos que la Verdad y el Amor, no os conforméis con menos que Cristo.

Precisamente ahora, en que la cultura relativista domi-nante renuncia y desprecia la búsqueda de la verdad, que es la aspiración más alta del espíritu humano, debe-mos proponer con coraje y humildad el valor universal de Cristo, como salvador de todos los hombres y fuente de esperanza para nuestra vida.

Que ninguna adversidad os paralice. No tengáis mie-do al mundo, ni al futuro, ni a vuestra debilidad. El Señor os ha otorgado vivir en este momento de la historia, para que gracias a vuestra fe siga resonando su Nombre en toda la tierra.

valentía y generosidad para seguir el camino que Él nos proponga…Os invito a pedir a Dios que os ayude a descubrir vuestra vocación en la sociedad y en la Iglesia, y a perse-verar en ella con alegría y fidelidad. Vale la pena acoger en nuestro interior la llamada de Cristo y seguir con va-

lentía y generosidad el camino que Él nos proponga.

A muchos, el Señor los llama al matrimonio, en el que un hombre y una mujer, formando una sola carne (cf. Gn 2, 24), se realizan en una profunda vida de comunión. Es un horizonte luminoso y exigente a la vez. Un proyecto de amor verdadero que se renueva y ahonda cada día, compartiendo alegrías y dificultades, y que se caracteriza por una entrega de la totalidad de la persona. Por eso, reconocer la belleza y bondad del matrimonio significa ser conscientes de que solo un ámbito de fidelidad e indisolu-bilidad, así como de apertura al don divino de la vida, es el adecuado a la grandeza y dignidad del amor matrimonial.

A otros, en cambio, Cristo los llama a seguirlo más de cerca en el sacerdocio o en la vida consagrada. Qué hermoso es saber que Jesús te busca, se fija en ti y con su voz inconfundible te dice también a ti: « ¡Sí-gueme!» (cf. Mc 2,14).

…para descubrir y seguir fielmente la forma de vida, a la que el Señor os llame a cada uno, es indispensable per-manecer en su amor como amigos. Y, ¿cómo se mantie-ne la amistad si no es con el trato frecuente, la conver-sación, el estar juntos y el compartir ilusiones o pesares? Santa Teresa de Jesús decía que la oración es «tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama» (cf. Libro de la vida, 8).

Benedicto xvI

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Necesitamos al otro para crecer, necesitamos del otro para ver a Cristo

También expresó: “Tener fe es apoyarse en la

fe de tus hermanos, y que tu fe sirva igual-

mente de apoyo para la de otros”. Esto lo vi

claro cuando en medio de la tormenta decidí

dejar de saltar un minuto y mirar a mi alre-

dedor. Empapado como estaba, en alpargatas

y cortos, ni había llevado buzo por el calor

que hacía, me encontré con un joven como

yo (que si no me equivoco era de Italia) que

miraba al cielo y rezaba con tanta fe que me

impactó. Yo me paré junto a él y levante los

ojos. Su fe afianzó mi fe. Necesitamos del

otro para crecer, necesitamos del otro para

ver a Cristo. Y gracias a Dios, el otro está.

Tuve la gracia de poder compartí este gran

viaje con dos de mis hermanos, y compar-

tiendo lo vivido, mi hermana de 18 años de-

cía: “Qué lindo y qué loco que es pensar que

todo esto empezó con doce personas”. Y no

eran filósofos u hombres cultos, eran simples

trabajadores, pero llenos de Dios, arraigados

en Cristo, edificados sobre piedra, no tenían

a quien temer, no tenemos a quien temer.

“Que ninguna adversidad os paralice. No

tengáis miedo al mundo, ni al futuro, ni a

vuestra debilidad. El Señor os ha otorgado

vivir en este momento de la historia, para

que gracias a vuestra fe siga resonando su

Nombre en toda la tierra”. “Igual que esta

noche, con Cristo podréis siempre afrontar

las pruebas de la vida. No lo olvidéis”.

Una vez que logramos arraigarnos a Cristo,

tomarlo como un amigo, así como el Papa

expreso que Él nos quiere, no debemos tener

miedo. Cuando la lluvia nos azotaba, y el

viento tenía cada vez más fuerza, nosotros

gritábamos más fuerte, saltábamos con ma-

yor altura y nos juntábamos en grupos cada

vez más grandes. Nadie tenía miedo a los

rayos, nadie se preocupaba por las cosas mo-

jadas, ni en como dormiríamos. Todos con-

fiaban en Dios, todos estábamos firmes en

nuestra fe, no había miedo alguno. Benedicto

XVI quiere que pasemos esto a nuestras vi-

das, que en los momentos más difíciles nos

juntemos y gritemos nuestros valores con

más fuerza que el resto. Que busquemos

saltar más alto, intentando alejarnos de la

superficialidad de la tierra, y vivir el cielo.

Ser parte de una Iglesia que guía y ayuda

El Santo Padre nos invita, tras lo vivido, a

“convertirse en sus fieles seguidores y valero-

sos testigos”. Ser evangelios, dar a conocer la

palabra de Dios a través de nuestras acciones.

Demostrar lo lindo que es ser cristianos, ser

parte de una Iglesia que no limita o castiga,

sino que guía y ayuda. Dar a conocer la mejor

vida, la que supera y transforma los dolores

en alegría, la que se vive compartiendo, la que

se vive feliz. Pero no ir muy lejos para dar a

conocer la vida profunda de Dios, sino mos-

trarlo en el trabajo, en los estudios, en la calle

y en nuestras casas. Ser un evangelio, donde

las otras personas puedan leer la vida de Dios.

Fue una experiencia que anima, y da fuerzas

a no bajar los brazos. Pero no solo a los jóve-

nes, sino a todos los cristianos. Hay esperanza

de cambio, la fe se mantiene viva; unidos y

no como individuos, siendo la cantidad que

somos, no hay a que tener miedo. Ya sabemos

que “arraigados y edificados en Cristo, firmes

en la fe”, no hay quien nos pare.

test imon io

Güemes: “Manteniéndonos firmes en la fe no hay tormenta, no hay frío, no hay viento,

no hay problema que pueda quitarnos la alegría de tener un corazón lleno

de amor de Dios”.

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