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Empoderamiento Espiritual®Por J. Alberto Gloria ArguetaLidexcel Publicaciones®Cd. Guadalupe, N. L.C. P. 67150

Consultor editorial: escribania.com.mxDiseño de portada: Moisés Díaz.

Impreso en Monterrey, N. L., México.

Las citas bíblicas fueron tomadas de la versión de Casiodoro de Reina y Cipriano de Vale-ra, revisión 1960, a menos que se indique lo contrario. Derechos Reservados.

Todos los derechos reservados bajo la Ley Internacional de Derechos de Autor. Prohibida la reproducción por medios. Ninguna parte de este libro se puede reproducir, almacenar en ningún sistema, o transmitir en ninguna forma electrónica, mecánica, fotocopia, grabación o por cualquier otro método, sin permiso escrito del autor.

EMPODERAMIENTO ESPIRITUAL

La fuente de poder que cada individuo necesita para ganar en la vida

“Un hombre tratando de hacer la obra de Dios sin la llenura

del Espíritu Santo, pierde su tiempo; por eso, no perdemos nada

si esperamos hasta recibir ese ‘poder’ ”

D. L. Moody

Por

J. Alberto Gloria Argueta

5

Gratitud y Dedicatoria

Gracias a mis patrocinadores; mis socios en el esfuerzo de llevar esta enseñanza a tus manos. Ellos tienen parte de la recompensa del Cielo.

Al mismo tiempo les extiendo mi gratitud a los hombres y mujeres que se dedicaron, y a los que se dedican, a agitar la llama del Espíritu Santo en la vida de los creyentes por todo el mundo.

Quiero dedicar este libro a mi hijo David Alejandro, quien cuando te-nía tres años, entró en aquella habitación mientras yo oraba el precioso lenguaje del Espíritu, y con su sencilla fe recibió allí mismo la llenura del amado Espíritu Santo.

A Ti, maravilloso Espíritu Santo, por revelarte a mi vida a través de las enseñanzas de aquellos y aquellas a cuyos pies me he sentado; y por la re-velación personal que me has dado Tú de quién eres. Sin Ti no quiero ir a ningún lado; no quiero tomar ninguna decisión sin tu consejo, no quiero ignorar ninguno de tus avisos; te necesito en extremo y te amo profunda-mente. Gracias, Señor y Dios de mi vida, a Ti te dedico mi alabanza.

J. Alberto Gloria Argueta

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Contenido

Introducción

Capítulo 1Tres obstáculos que impiden el bautismo en el Espíritu Santo

Capítulo 2Tres verdades a cerca del bautismo en el Espíritu Santo

Capítulo 3La importancia de orar en el lenguaje espiritual

Capítulo 4Siete beneficios resultantes de una relación

cotidiana con el Espíritu Santo

Apéndice

9

13

21

29

39

61

9

Introducción

Originalmente, quise darle a este libro el título Cómo recibir en segundos el

bautismo del Espíritu Santo; sin embargo, siguiendo un sabio consejo, evité que

la palabra “segundos” le restara importancia a la enseñanza contenida en este

tratado, por lo que cambié de idea. En una segunda instancia traté de llamarlo

Cómo recibir fácilmente el bautismo del Espíritu Santo. Finalmente, con la firme

intención de que toda persona, sea cual sea su actividad en la vida, entienda so-

bre la importancia de vivir bajo el poder de Dios y su relación con el éxito, decidí

llamarlo Empoderamiento Espiritual®. Quiero mostrar al Espíritu Santo desde

una perspectiva sencilla, práctica y alcanzable; pero, nunca como algo barato.

Te quiero enseñar, con las Escrituras, el tremendo poder que está disponible

para ti hoy; el cual te ayudará a lograr un alto desempeño cuando vivas cada día

en victoria a través de Cristo Jesús.

El bautismo del Espíritu Santo en la vida de cada creyente es una prioridad

en la agenda de Dios, especialmente sabiendo que los días que se están viviendo

son críticos. La maldad se multiplica, la violencia arrecia y el amor de muchos se

enfría; la tentación acosa por todas partes y el bombardeo contra tu fe se inten-

sifica, pues se viven ya los tiempos postreros, y es necesario el poder de lo alto. El

profeta Joel lo profetizó:

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“Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días, dice Dios,

derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas

profetizarán; y vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán

sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días

derramaré de mi Espíritu, y profetizarán”.

(Hechos 2:16-18 en referencia a Joel 2:28-29)

Esa profecía se empezó a cumplir hace casi dos mil años, en una temporada

de las fiestas de Dios, llamada Pentecostés (Hechos 2:1), después de que Jesús ha-

bía regresado a la presencia del Padre. Fue durante esa festividad que, por prime-

ra vez, el Espíritu Santo descendió para llenar y habitar plena y permanentemen-

te en los creyentes, pues en el Antiguo Testamento ese don solamente era dado

a profetas, sacerdotes y reyes, sobre quienes “venía el Espíritu de Señor”, con lo

cual se entiende, claramente, que no habitaba permanentemente en ellos.

El libro de los Hechos no se ha terminado de escribir aún, y si eres cuidado-

so, te darás cuenta de que la Iglesia fue transformada, de un grupo de discípulos,

en un corporativo explosivo y poderoso en continuo crecimiento y prosperidad.

¿Gracias a qué? A la llenura del Espíritu Santo. Es por eso que una de las prio-

ridades en la agenda de Dios es empoderar a cada creyente, para que continúen

como Cuerpo de Cristo creciendo, prosperando, y manifestando el Reino de

Dios en la Tierra, llevando los beneficios de éste por donde quiera que vayan.

El apóstol y profeta costarricense Rony Chávez, durante uno de mis viajes

a San José, Costa Rica, profetizó que mi ministerio sería marcado por llenuras

masivas del Espíritu Santo. Yo lo creo, y por eso me dediqué a escribir este libro,

para edificar la fe de los creyentes en esta área, pues entiendo que nada se puede

obtener sin una fe bien fundamentada en la Palabra de Dios.

Empoderamiento espiritual

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Es mi deseo que este pequeño libro-semilla (pues no se venderá) te ayude a

apropiarte de la promesa del Padre, y que seas empoderado, para que testifiques

eficazmente del amor de Dios dentro de tu núcleo familiar, tu comunidad, tu

nación y hasta lo último de la Tierra. Que vivas una vida en triunfo SIEMPRE,

que vayas de poder en poder, en aumento como la luz de la aurora, de gloria en

gloria.

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,

y me seréis testigos en Jerusalén,

en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la Tierra”.

Palabras del Señor Jesucristo, Hechos 1:8

Recibe y aprecia esta semilla, que con gran amor pone en tus manos este mi-

nisterio. Declaro que eres buena tierra y que traerás fruto al treinta, al sesenta y

al ciento por uno, y que ese fruto permanece.

Alberto Gloria Argueta

Introducción

13

1

Tres obstáculos que impiden el bautismo en el Espíritu Santo

He descubierto que, las cosas más importantes de la vida, en realidad, son

muy simples; pero, por alguna extraña razón tendemos a complicarlo todo.

Pareciera que, entre más difícil se hace algo, adquiere más valor, y eso no ha

sido diferente en lo relacionado con el bautismo del Espíritu Santo, pues se

ha tornado muy místico y muy difícil. No obstante, ahora quiero demostrar-

te cómo apropiarte de esta hermosa promesa de una manera muy sencilla y

efectiva.

Recuerdo el día en que yo mismo recibí este precioso regalo, y jamás he ol-

vidado los terribles momentos que viví antes de tan grandioso acontecimien-

to. Me atormentaba el temor cada vez que oía a alguien decir que el tema de

la predicación sería el bautismo del Espíritu Santo o cualquier cosa que tu-

viera que ver con ello; de puro miedo el corazón, literalmente, se quería salir

de mi cuerpo, de modo que me cerraba y no podía recibirlo… quería; pero,

no podía. ¿Puedes imaginarlo? Le tenía terror al Espíritu Santo. Había vis-

to a tantas personas haciendo cosas raras que no me imaginaba haciéndolo

yo mismo.

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En mis inicios crecí en una iglesia denominada pentecostal, en donde la

meta de cada convertido era ser lleno de ese poder pentecostés (llamado así

porque en la fiesta judía del mismo nombre el Espíritu Santo llenó por pri-

mera vez a los creyentes). Al fin me rendí y dije: “Bueno, necesito ese poder”

(aunque, en ese entonces, lo entendía principalmente como requisito social

dentro de mi círculo religioso). Recuerdo que se acercaba un retiro espiritual

para jóvenes, y si algo sucedía en esa clase de eventos era la manifestación del

Espíritu Santo, de modo que era mi oportunidad (pues yo creía que se nece-

sitaba de un gran evento para que esto sucediera). Llegó la gran noche y lue-

go de alabar a Dios durante un largo tiempo y del mensaje, empezamos a orar

pidiendo este don.

Recuerdo que grité, grité, grité y volví a gritar; el sudor me escurría de tal

forma que mojé el piso donde estaba hincado. Después de más de una hora,

cuando ya casi no tenía más voz, Dios tuvo misericordia de mí y empecé a ha-

blar en otras lenguas; después de eso todo fue maravilloso.

En esta parte es donde está el error: cuando recibes algo maravilloso des-

pués de tanto sufrimiento, llegas a creer que el sufrimiento era necesario.

Así, se tiende a enseñar desde la experiencia, y no desde la base de la Pala-

bra de Dios, complicándolo todo. Créeme, he escuchado historias graciosas

y aterradoras que les ocurrieron a otras personas cuando trataban de recibir

este don. A mí me tomó años recibirlo; pero, yo te voy a ayudar para que tú

lo obtengas en SEGUNDOS.

Para que puedas recibir fácilmente el hermoso e importantísimo regalo

del bautismo del Espíritu Santo, debes empezar primero por edificar tu fe

con la Palabra de Dios, ya que ésta es la vía eficaz para lograrlo. Yo identifiqué

tres obstáculos principales que a continuación describo.


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:: TRES OBSTÁCULOS PRINCIPALES:

Obstáculo 1. IGNORANCIA

Muchos creyentes ignoran lo IMPORTANTE que es ser llenos del poder

del Espíritu Santo; desconocen la función vital que Él tiene en la vida de cada

creyente. No han comprendido que sin ese poder es imposible lograr una vida

VICTORIOSA en Cristo Jesús. Esa ignorancia, regularmente, es el resultado de

la falta de la enseñanza correcta en el tema.

Algunos piensan que ser bautizados es opcional, y dicen: “Bueno, tú sabes,

orar en lenguas es para algunos y para otros no”; pero, la Escritura dice en He-

chos 1:4-5 que Jesús mandó a sus discípulos que no hicieran nada antes de reci-

bir ese poder, y a ti se te aplica esa orden también.

En Hechos 10:44-46 dice que el apóstol Pedro predicaba, y los que le acom-

pañaban se quedaron maravillados cuando vieron a los gentiles recibir el bautis-

mo del Espíritu Santo, porque les oían hablar en otras lenguas; es decir, las len-

guas son la señal del bautismo del Espíritu Santo, y más adelante verás que son

mucho más que una señal.

“Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre

todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido

con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase

el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas,

y que magnificaban a Dios”.

Hechos 10:44-46

Tres obstáculos que impiden el bautismo del Espíritu Santo

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Otros confunden “recibir el Espíritu Santo” con la “llenura del Espíritu

Santo”; estas son dos experiencias totalmente diferentes. La primera tiene que

ver con la salvación, pues cuando naces de nuevo el Espíritu Santo te marca

como con un sello, te separa para Dios y comienza a habitar en ti. Puedes ver

esta diferencia en las Escrituras, en Juan 20:22, donde dice que Jesús, después

de haber resucitado (requisito indispensable para poder redimir), se presentó

a sus discípulos mostrándoles las heridas en sus manos y costado, y luego SO-

PLÓ, diciéndoles: “Recibid el Espíritu Santo”.

“Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre,

así también Yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló,

y les dijo: Recibid el Espíritu Santo”.

Juan 20:21-22

Ahora, si esta hubiera sido la llenura, ¿por qué mandarles más tarde a que

no se movieran de Jerusalén hasta que recibieran la promesa del Padre? ¿Para

qué decirles que recibirían poder cuando viniera sobre ellos el Espíritu San-

to?

“Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que

esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de Mí… pero

recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me

seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de

la Tierra”.

Hechos 1:4, 8


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Es muy claro que cuando Jesús les dice: “Recibid el Espíritu Santo”, trata

de la experiencia de la salvación. Recuerda que los discípulos creyeron en Je-

sús como Abraham, Moisés, David y todos los santos del Antiguo Testamen-

to; sin embargo, aunque su fe los justificaba para con Dios, no eran salvos aún,

pues Jesús debía resucitar primero, porque sin derramamiento de sangre no

hay remisión de pecados y sin resurrección vana sería la fe. Por eso, antes de so-

plarles y declararles esas palabras, les mostró sus heridas, y ellos se regocijaron

porque vieron al Señor; es decir, creyeron en Él resucitado. Es a partir de la re-

surrección de Jesús que es permitido que cada individuo que cree en Él como

Salvador se convierta en un templo de Dios, recibiendo al Espíritu Santo.

Una vez salvos, estaban listos para la continuación del proceso de empode-

ramiento (dicho sea de paso, Dios es el autor original del empowerment), y es

entonces que les manda (no les ruega ni les presenta una opción; tampoco lo

deja a la flexibilidad del criterio personal de cada uno) que no se vayan a nin-

gún lado. Sin importar cuánto supieran, cuántas maravillas hubieran visto a su

lado o cuántas maravillas hubieran hecho cuando Jesús los entrenó, les ordenó

esperar hasta recibir la llenura del Espíritu Santo.

Entonces, se entiende por la Palabra que:

1) El bautismo del Espíritu Santo NO es opcional.

2) Hablar en lenguas es la evidencia física de la llenura del Espíritu Santo.

3) El bautismo en el Espíritu Santo es una experiencia diferente a recibir-

lo durante la salvación.


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Obstáculo 2. TEMOR

Al igual que me sucedió a mí, muchos creyentes tienen temor de recibir este

don, porque es algo que no conocen o conocen mal. Tal vez alguien les dijo: “Ten-

gan cuidado, pueden recibir lenguas satánicas”; quizás vieron a alguien revolcarse

descontroladamente en el piso o escucharon a otro decir que no podía controlar su

idioma después de que haber sido bautizado y estaba en un centro comercial cuan-

do esto sucedió, etc.

El temor me detuvo por años de recibir este hermoso regalo. Recuerdo que tan

sólo al oír mencionar “Espíritu Santo” o “bautismo en el Espíritu Santo”, temblaba y

se me quería salir el corazón; pero, estaba engañado. Basta recordar que el producto

de la mentira es el temor, y éste a su vez genera duda, la cual es la asesina de la fe.

Nada maligno puede intervenir cuando le pides a Papá que te llene con el Espí-

ritu Santo. En el evangelio de Lucas, Jesús enseñó que todo aquel que pide recibe, y

compara al Papá celestial con los padres terrenales, diciendo:

“¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra?

¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo le

dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos,

sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial

dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”.

Lucas 11:9-13

Dios es bueno; Él no te dará lenguas satánicas si le estás pidiendo la capacidad de

orar en lenguas espirituales; tampoco te obligará a hacer nada que lastime tu digni-


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dad. Si el hombre, lleno de defectos y maldad, desea lo mejor para sus hijos, ¿cuánto

más el Padre celestial?

Todo lo que sucede durante el tiempo en que una persona está recibiendo la lle-

nura del Espíritu Santo es permitido por dicha persona; lo que sucede es que algunas

son más emocionales que otras, y deciden expresarlo extravagantemente, mientras

que otras son más quietas al experimentar dicho empoderamiento.

He visto gente que cree esta promesa, y muy quietamente empieza a hablar en

otras lenguas; también he visto a otras personas que durante esta experiencia son

muy expresivas y se hacen notar o llaman mucho la atención (algunas con inten-

ción).

Como puedes verlo, es decisión de cada persona lo que suceda en dicho momen-

to; y si la experiencia es tan placentera que sientes el deseo de expresarlo extravagan-

temente, ¡adelante! ¡Gózalo! Deja el temor a un lado y no escuches esas mentiras

que te quieren distraer de tu objetivo.

Hoy en día, después de tantos años, y de conocer los beneficios del bautismo del

Espíritu Santo, sé que temía lo que la mentira me señalaba. El Espíritu Santo no debe

ser temido, pues ser lleno de su poder es lo mejor que le puede suceder a un creyente

que quiere ganar en la vida.

Obstáculo 3. PENA Y VERGÜENZA

Sentir pena de pronunciar un lenguaje extraño es otro de los obstáculos, pues pa-

recen ser palabras sin sentido; hay vergüenza por la posibilidad de llegar al descon-

trol y empezar a hacer desfiguros… “¿Y qué si son mis emociones o yo mismo lo estoy

inventando?”, es lo que suele sentir o preguntarse la gente.

En primer lugar, como lo dije anteriormente, el Espíritu Santo no está interesa-


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do en avergonzar a nadie; Él es muy amable y trata a cada persona como necesita ser

tratada. Además, nadie conoce el significado de esas lenguas, excepto Dios, como el

apóstol Pablo escribió:

“Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios,

pues nadie lo entiende, aunque por el Espíritu habla misterios”.

1 Corintios 14:2

Entonces, los hombres, los ángeles y los demonios no tienen conocimiento del

lenguaje espiritual, ni siquiera los cristianos mismos; por lo tanto, ¿quién podrá des-

calificar lo que no entiende? ¿Quién puede decir si es verdad o no que tus lenguas

son del Espíritu? Solamente Dios. No dejes que tus emociones o voces externas cali-

fiquen si es o no real tu experiencia; confía en el Padre.

Te daré un ejemplo: si dominas el habla inglesa y escuchas a alguien hacer bal-

buceos y decir que está hablando inglés, puedes decirle: “No es verdad, no estás ha-

blando inglés; yo domino esa lengua y sé que lo que tú pronuncias no es inglés”. Sin

embargo, si desconoces el idioma, ¿podrías descalificarlo? ¿Verdad que no? Ya en-

tendiste el punto.

Lo único que se necesita es tener la humildad suficiente para decirle a Dios: “Se-

ñor, haz conmigo como quieras, porque lo que Tú hagas conmigo, siempre será me-

jor que lo que yo haga de mí”.

Vence cualquiera de estos tres obstáculos creyendo la Palabra de Dios, y no te ba-

ses en las experiencias de otros. Vive tu propia experiencia usando tu fe en lo que el

Señor te está enseñando, pues estoy seguro de que ya no es tan terrible como lo pen-

sabas. Estás avanzando hacia tu promesa, y estás más habilitado para ser empodera-

do; pero, todavía hay más por aprender. Continúa leyendo.


21

2

Tres verdades acerca del bautismoen el Espíritu Santo

Así como se identifican tres obstáculos que impiden que muchos tengan ac-

ceso a los beneficios de la llenura del Espíritu Santo, también creo que existen

tres verdades referentes al bautismo del Espíritu Santo, y entenderlas es clave

para recibir fácilmente este maravilloso don.

:: TRES VERDADES ACERCA DEL BAUTISMO

DEL ESPÍRITU SANTO

Verdad 1. ES MUY IMPORTANTE

Es fundamental y absolutamente necesario que cada creyente reciba la lle-

nura del Espíritu Santo. Es el empoderamiento necesario para vivir en VICTO-

RIA y cumplir con el propósito de vida. A menos que consideres que triunfar es

opcional, entonces esta llenura también lo sería.

No caigas en el error de pensar que no es importante esta experiencia, pues

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es más relevante de lo que imaginas. De ello depende la forma en la que enfren-

tarás la tentación y las diversas pruebas en tu caminar, y en cómo actuarás frente

a las encrucijadas de la vida, y qué tan dotado serás del poder sobrenatural y los

dones espirituales que te pueden convertir en un campeón.

Por favor, no subestimes la importancia de este bautismo, ya que el Señor

Jesucristo mismo no hubiera podido cumplir su ministerio si no hubiese ido al

Jordán a recibir esa llenura. Jamás hubiera salido vivo del desierto cuando el Dia-

blo lo tentó si el mismo Espíritu Santo que lo llevó a ese lugar no le hubiese guia-

do en cada respuesta, con las que aniquiló el intento del enemigo por derrotarlo

para evitar que fuera a la cruz.

“Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue

bautizado por Juan en el Jordán. Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse

los Cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre Él”.

Marcos 1:9-10

“Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu

al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo.

Y no comió nada en aquellos días...”

Lucas 4:1-2

Verdad 2. ES MUY FÁCIL RECIBIRLO

Recibir la promesa del Espíritu Santo es solamente cuestión de fe y unos

cuantos segundos; exactamente igual que cuando fuimos salvos.

Tú recuerdas ese día en que te encontraste con el Salvador, ¿Qué hiciste?


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Creíste la Palabra, luego con fe simple oraste aquellas frases que expresaban tu

arrepentimiento y le diste entrada en tu corazón al Señor. Cuando terminaste de

orar ya eras salvo, y pasaste de muerte a vida; de ser criatura de Dios a ser hijo de

Dios… en segundos.

De la misma manera se recibe la promesa del Espíritu Santo: haces una ora-

ción con fe simple, crees con tu corazón mientras lo confiesas con tu boca y reci-

bes el regalo. Entonces, el Espíritu Santo te llena. ¿Así de simple? Así de simple,

¿Y las lenguas? Bueno, lo importante es que primero tengas la certeza de que has

recibido el regalo, para que luego venga la conquista de la evidencia física (orar

en lenguas). Sin embargo, de eso hablaremos con detalle más delante.

Verdad 3. ES MUY HERMOSO

Recibir el bautismo del Espíritu Santo es una experiencia absolutamente pla-

centera, que no tiene nada que ver con el horrible momento que muchas veces

imaginas, y cuando lo recibes te das cuenta de lo extraordinariamente agradable

que resulta.

¿Recuerdas cuando te conté de mi experiencia? Pues cuando al fin recibí la

llenura me dio pena haberlo temido por tanto tiempo. Lo he visto en muchas de

las personas a las que he ayudado a apropiarse de esta hermosa promesa, y que

cuando reciben la llenura y empiezan a orar en otras lenguas, sus lágrimas bro-

tan y un gozo tremendo las inunda; no lloran de tristeza ni de vergüenza, sino

de la alegría por sentir el poder de Dios fluir en sus cuerpos. Su alma se regocija

y su espíritu estalla en adoración a su Dios; han iniciado en otro nivel de vida, el

del empoderamiento espiritual, y el Infierno empieza a temblar, pues un solda-

do más ha sido capacitado con el poder de Dios, y será muy difícil para el Diablo

Tres verdades acerca del bautismo en el Espíritu Santo

24

hacer volver atrás a ese individuo.

Recuerda que estas tres verdades te las está mencionando alguien que tuvo

miedo y vergüenza de recibir este regalo, porque estaba lleno de ignorancia. Yo,

literalmente, sufrí para ser bautizado, y por esa razón he dedicado tiempo para

escribir este libro y ayudarte a evadir todo lo que tuve que padecer. Hoy en día

he visto a cientos de personas recibir fácilmente esta poderosa llenura de Dios,

incluyendo a mi hijito David.

Cuando él tenía tres años (hoy tiene 13 y sirve a su Dios), un día entró a mi

cuarto mientras yo oraba en lenguas. Con su corazón sencillo empezó a pro-

nunciar unas palabras que llamaron mi atención; escuché con cuidado y me di

cuenta de que no me estaba copiando (no repetía mis palabras), sino que esta-

ba orando en otras lenguas. Desde ese día él ora en otras lenguas y ni siquiera le

tuve que predicar; sólo tomó lo que su padre tenía. Si puedes tener la fe sencilla

de un niño será igual de fácil para ti.

:: EDIFICA TU FE PRIMERO CON LA PALABRA

El bautismo o llenura del Espíritu Santo es un regalo, un don que sólo se tie-

ne que recibir para disfrutar de sus beneficios.

Como te expliqué antes, se recibe exactamente igual que la salvación: por

FE a través de una oración. Entonces, es instantáneo, cuestión de segundos; ha-

ces esa sencilla oración y sin hablar en lenguas ya eres lleno del poder del Espíritu

Santo. ¡Recuerda que es por fe!

Tal vez te preguntes: “¿Cómo es posible que sea tan sencillo? Además, ¿cómo

puedes decir que estaré bautizado aun sin orar en lenguas si se supone que las

lenguas son la evidencia de dicha llenura?”. Permíteme explicarte: una vez que


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tú entiendes que este poder dado por el Espíritu Santo es un regalo, lo pides en

oración de fe, lo aceptas y de inmediato ese regalo te será entregado.

Si ya tienes la dádiva en tus manos entonces ya estás bautizado en el Espíritu

Santo, simplemente porque lo creíste. ¿Puedes verlo? Es como la salvación: oras-

te y creíste que la tenías; aún no te vas al Cielo, pero ya eres salvo; aún no se ma-

nifiestan todos esos frutos y evidencias de salvación, pero ya eres salvo. Ahora,

cuando haces la oración de fe, ¿cuánto tiempo tarda en activarse la salvación en

tu vida? En segundos, ¿no es cierto? Prácticamente es simultánea a tu oración de

fe. De la misma manera, es exactamente igual con el bautismo del Espíritu San-

to: tan pronto lo pides y lo recibes por fe, es tuyo, está allí, sin importar lo que

sentiste o lo que no sentiste.

Las lenguas son la evidencia física que acompaña la recepción de dicho po-

der; entonces, solamente por creer que ya estás lleno debes activar el don de las

lenguas, pues lo que es de fe, produce; debes hablar en lenguas una vez recibido

el bautismo. ¡Ya has sido lleno! A partir de ese momento puedes dejar de orar en

español o en cualquier otro idioma que domines, y debes usar tu nuevo lenguaje

cuando tú desees hacerlo.

“¿Pero, cómo?”, te preguntarás. Muy fácil. Mira la Palabra y pon mucha aten-

ción, ya que aquí está la clave:

“Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron

a hablar en otras lenguas”.

Hechos 2:4a

¿Puedes ver la secuencia? Primero fueron llenos y luego hablaron en lenguas

(o lenguas espirituales); así, pues, tú pides la llenura, la recibes por fe y lo que


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sigue es hablar en lenguas. Observa que todo el que recibió la llenura habló en

otras lenguas. Luego dice:

“…según el Espíritu les daba que hablasen…”

Hechos 2:4b

Aquí está otro elemento importante de revelación: la palabra hablasen, tra-

ducida del original en griego significa “pronunciasen”.

Ahonda en esto: ¿dónde se forman las palabras? La respuesta es: en nuestra

mente. Primero se crean allí y luego se pronuncian con la lengua. Por ejemplo:

aquellos festivales de nuestros hijos en la escuela, en donde les toca dar una poe-

sía o decir algún parlamento en cierta obra; de pronto suele olvidárseles, es decir,

que las palabras se van de sus mentes; sin embargo, siempre hay algún maestro

tras de ellos dándoles las palabras que deben pronunciar. Es exactamente igual:

el Espíritu Santo está en ti y te dice lo que debes hablar, porque, ¿cómo vas a pro-

nunciar por ti mismo un lenguaje que la Biblia dice que no se entiende?

Esto quiere decir que el Espíritu Santo no tomó las lenguas de aquellos cre-

yentes en Pentecostés, sino que solamente puso las palabras en sus mentes y ellos

tuvieron que dar el paso de fe para soltar esas palabras que percibieron en su

mente y que parecían explotar dentro de ellos.

Yo sé que para algunos esto puede ser difícil de digerir; pero, es así de senci-

llo, tal como se oye: yo recibo por fe el bautismo del Espíritu Santo, luego em-

piezo a pronunciar la sílaba, palabra o palabras (Él da como quiere) que percibo

en mi mente. Yo debo pronunciar lo que Él deposita en mi mente; allí es donde

opera otra porción de fe.

Debes saber que puede ser una sola palabra, una frase o varias; eso no


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importa, pues el Espíritu da a cada quien como Él quiere. Con el tiempo y el uso

se desarrolla más esa nueva habilidad.

ESTO ES MUY IMPORTANTE: se requiere de fe para recibir la llenura

del Espíritu Santo. Es aquí cuando se recibe, y es cuestión de segundos; pero, se

requiere otra medida de fe para hablar en lenguas. Es decir, son dos acciones en

las que deberás de usar tu fe; hay que creer para la llenura y hay que creer para

soltar las nuevas y raras palabras que son dadas por el Espíritu Santo a tu mente.

Si en la recepción de la llenura inviertes una fe fuerte, requerirás menos fe para

hablar en otras lenguas; pero, si inviertes poca fe en la recepción, requerirás más

fe para activar las lenguas.

¿Por qué no, ahora mismo, haces la oración de fe para recibir ese regalo?

Abrázalo, y luego empieza a orar esas palabras que vienen a tu mente; hazlo con

fe sencilla y deja que te inunde el poder y gozo del Espíritu Santo.

:: MINISTRANDO A OTROS EL BAUTISMO

DEL ESPÍRITU SANTO

Cuando estés ministrando este don a los creyentes puedes hacer lo siguiente:

después de enseñarles los fundamentos escriturales de esta gracia y de guiarlos

en la oración de fe, imponles las manos y anímales a soltar las palabras o lenguas

que ya recibieron. Debes escucharlos, y si ya soltaron alguna palabra en lenguas,

debes animarlos a levantar el volumen de su voz. En mi caso acostumbro colo-

carles el micrófono para que se amplifique su voz, ya que he notado que produce

un efecto positivo, pues se animan ellos mismos al escucharse hablar el lenguaje

espiritual, y animan a otros que los escuchan porque motivan la fe.

Una vez que lo consiguieron, hay que reconocerles su éxito, y repetirles


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que ya es de ellos y que ahora nadie se los quitará.

:: ¿Y SI NO HABLO EN LENGUAS DESPUÉS

DE RECIBIR LA LLENURA?

Si después de recibir por fe la llenura del Espíritu Santo alguien no pudiere

hablar en lenguas, no debe desanimarse, ya que sólo es cuestión de que en cual-

quier momento se permita activar lo que ya recibió. Es como si alguien te diera

un regalo y decidieras no abrirlo; aunque el regalo ya es tuyo, lo abrirás en el pri-

mer momento en que lo desees. De la misma manera, hablarás en otras lenguas

en el primer momento en que tengas la fe suficiente para creer y soltar ese nuevo

lenguaje. ¡Te aseguro que sucederá!


29

3

La importancia de orar en el lenguaje espiritual

:: RECARGÁNDOTE DE PODER

Es muy importante que el recién bautizado se mantenga orando en las nuevas

lenguas diariamente y que no considere tan importante hecho como un evento

único. En 1 Corintios 14:4 el apóstol Pablo enseñó que “el que ora en lenguas

se edifica a sí mismo”. Edifica, aquí, en un sentido, significa “construir”, como

una casa o estructura; pero, en otro sentido también es “fortalecerse” o “recar-

garse de poder”.

“Una persona que habla en lenguas es fortalecida personalmente”.

1 Corintios 14:4 (Nueva Traducción Viviente)

Es como con una batería o pila, y me gusta ejemplificarlo con un teléfono ce-

lular: puedes tener el mejor del mundo, con la más avanzada tecnología y las ca-

racterísticas más sofisticadas; pero, si no tiene pila, nada más sirve para pisapape-

les o estorbo… sigue siendo un teléfono celular; no obstante, sin funcionamien-

30

to. ¿Qué debemos hacer para sacar el más alto rendimiento y aprovechamiento

de él? Conectarlo al cargador, y este a su vez a la fuente eléctrica de poder por lo

menos cada dos días.

Así es exactamente con los creyentes: son salvos, Dios les dio dones a cada

uno, talentos, habilidades singulares y particulares… pero, sin el Poder del Es-

píritu Santo tienden a frenarse y a frenar el avance de otros, porque cuando no

están haciendo aquello para lo que fueron equipados, estarán siempre en el cen-

tro de su debilidad… Seguirán siendo salvos; pero, de alto mantenimiento.

Un cristiano de alto mantenimiento es aquel que siempre tiene que estar

siendo animando, apoyado, levantado, empujado. No debe malentenderse, ya

que todos necesitamos ayuda de esa naturaleza; pero, deja de ser sano cuando

se vuelve permanente. Eso causa muchos retrasos en el avance de la vida del cre-

yente y del Reino de Dios. No obstante, cuando eres lleno del poder del Espíri-

tu Santo y te recargas de ese poder orando en lenguas cada día, puedes ser útil

y eficaz en los dones que Dios te dio, y no estarás en ese constante sube y baja

emocional y espiritual en el que viven muchos creyentes hoy en día.

Así es que, al orar en lenguas estarás incrementando el poder espiritual en

ti, lo que te mantendrá listo para ser útil en las manos de Dios. Orar en lenguas

debe ser un hábito, un estilo de vida.

:: ORANDO CON ABSOLUTA FE

Otra ventaja de la oración en lenguas es que nunca lleva incredulidad en

ella, porque no se ora con el entendimiento, sino más allá de la propia mente

(Efesios 3:20). El Espíritu Santo intercede por ti orando la perfecta voluntad

de Dios.


31

“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad;

pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo

intercede por nosotros con gemidos indecibles.

Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu,

porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos”.

Romanos 8:26-27

Cuando oras en lenguas das gracias anticipadas por lo que Dios hará, y eso

se llama fe.

“Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente,

¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho. Por-

que tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado”.

1 Corintios 14:16-17

Cuando oras en lenguas te edificas en la fe y te mantienes caminando en

amor.

“Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el

Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de

nuestro Señor Jesucristo para vida eterna”.

Judas 20 y 21

Muchas veces será mejor solamente orar en lenguas en lugar de soltar una

queja o una oración incrédula o autocompasiva disfrazada de espiritualidad.


32

:: PODER QUE TE HACE ALTAMENTE PRODUCTIVO

Cuando oras en lenguas te haces más productivo y efectivo; te mantienes en

constante revelación de la Palabra. Se puede ver esto en la vida del apóstol Pa-

blo:

> Fue el escritor más prolífico del Nuevo Testamento.

> Escribió sus cartas antes que los mismos evangelios fueran escritos.

> A él le fue revelado el misterio del Evangelio.

> Fundó muchas y pujantes iglesias.

> Guió a pastores y líderes.

> Enfrentó y venció a un sinnúmero de contrariedades.

> Confrontó a reyes y gobernantes.

> Completó su carrera con gozo.

Sin duda, después del Señor Jesucristo, Pablo es la figura más prominente de

todo el Nuevo Testamento. ¿De dónde sacó este hombre tanto poder de influen-

cia y trascendencia? Él mismo lo dijo:

“Doy gracias a Dios que oro en lenguas más que todos vosotros…”

1 Corintios 14:18

El apóstol no trataba de presumir, sino de decir de dónde obtenía su poder;

por eso antes dijo en el verso cinco: “Así que, quisiera que todos vosotros habla-

seis en lenguas”.


33

El apóstol Pablo hace entender que orar en lenguas es una herramienta per-

sonal que debe usarse con orden, ya que su uso en la Iglesia se limita a los tiem-

pos en que se reúnen sólo creyentes para orar juntos. Cuando están presentes los

incrédulos el mensaje en lenguas debe ser interpretado, ya que de esta manera se

edifica a todos los que oyen, y los incrédulos no se escandalizarán; aunque serán

confrontados. A reserva de que un mover del Espíritu Santo tome lugar en al-

guna reunión donde también haya incrédulos, entonces se debe entrar en el or-

den del Espíritu y creer que Él se encargará de tratar con los incrédulos. Recuer-

da que Él es el encargado de convencer de pecado, justicia y juicio.

Pablo mismo enseñó (v. 39) que no se debe impedir a nadie el orar en len-

guas. Sin embargo, sucedía que los creyentes de entonces se estaban desorde-

nando bajo la excusa de que el Espíritu Santo los tomaba, y entonces, en lugar de

predicar se soltaban orando en lenguas y en lugar de cantar se soltaban orando

en lenguas; todo lo querían hacer así, de manera que el apóstol tuvo que venir a

establecer orden.

“Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos;

pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes. Si, pues, toda la

Iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos

o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? Pero si todos profetizan, y entra algún

incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado; lo oculto

de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará

a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros. ¿Qué hay,

pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene

doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo

para edificación. Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a


34

lo más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay intérprete, calle en la

Iglesia, y hable para sí mismo y para Dios. Asimismo, los profetas hablen dos

o tres, y los demás juzguen. Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere

sentado, calle el primero. Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que

todos aprendan, y todos sean exhortados. Y los espíritus de los profetas están

sujetos a los profetas; pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz”.

1 Corintios 14:22-33

:: TODA ORGANIZACIÓN O INDIVIDUO NECESITA EL PODER

DEL ESPÍRITU SANTO PARA CRECER Y PROSPERAR

La Biblia enseña que la Iglesia sólo es exitosa cuando el Espíritu Santo la po-

see. Por ejemplo, los discípulos hicieron milagros y echaron fuera demonios, in-

cluso antes de que fueran “salvos”; sólo estaban justificados por su creencia en

Jesús, pues ningún ser humano podía ser salvo hasta que el Cristo fuera levanta-

do de entre los muertos. Luego entonces, tampoco habían sido bautizados en el

fuego del Espíritu Santo. Es por eso que todos huyeron cuando Jesús fue apresa-

do y le negaron; estaban atemorizados escondiéndose de los judíos y ni siquiera

creyeron que resucitaría. Es obvio que necesitaban el poder, y por eso Jesús les

instruyó mandándoles:

“No se vayan de Jerusalén, sino que esperen la promesa del Padre… seréis

bautizados en el Espíritu Santo dentro de no muchos días”.

Hechos 1:4-5

“Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria;


35

y eran edificadas, andando en el temor del Señor,

y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo”.

Hechos 9:31

Porque el Espíritu Santo es quien provee a tu vida, tanto individual como

colectivamente, de:

Unción y Poder

“…cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y

cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el

diablo, porque Dios estaba con Él”.

Hechos 10:38

Dirección

“Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el

Espíritu Santo hablar la palabra en Asia”.

Hechos 16:6

Instrucción

“Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a

Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado”.

Hechos 13:2


36

Sabiduría

“Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba...”

Hechos 6:10

Esperanza

“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que

abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”.

Romanos 15:13

Revelación

“Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y

ancianos de Israel: Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho

a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado, sea notorio a

todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo

de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los

muertos, por Él este hombre está en vuestra presencia sano. Este Jesús es la

piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza

del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo

el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. Entonces viendo el

denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del

vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús”.

Hechos 4:8-13


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Amor

“…porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu

Santo que nos fue dado”.

Romanos 5:5

Inspiración

“…porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos

hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.

2 Pedro 1:21

Dones espirituales

“Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad

de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero

Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la

manifestación del Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu

palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro,

fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A

otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro,

diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas

cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como

Él quiere”.

2 Corintios 12:4-11


38

Fortaleza

“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad…”

Romanos 8:26

Estas y muchas otras dádivas proceden del Espíritu Santo, y son herramientas que

te equipan, y que si bien las ves ejemplificadas en el trabajo de Jesús y de los discípulos,

en la actualidad puedes usarlas también para mejorar tu desempeño en las actividades

diarias como padre, hijo, profesional, empresario, artista, servidor público, etc.

La Palabra enseña que algo que marcaba una distinción en los primeros apóstoles

era el repartimiento del Espíritu Santo por donde ellos iban, porque sabían que en

eso consistía el éxito de cada creyente. Sabían que era sumamente importante.

“Testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros

y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad”.

Hebreos 2:4

El poder es deseado y muchas veces peleado; pero, a menudo mal entendido.

Debe tener un propósito: servir y beneficiar a los demás. Todos en esta vida buscan

poder, pues lo necesitan; sólo que esa clase de poder que beneficia y construye. Por

eso, todo ministro, profesional, empresario, padre y madre de familia, hijo o hija, ofi-

cial de gobierno, artista, niño, anciano y creyente en general debe buscar ser empode-

rado con el poder del Espíritu Santo.

¿Cómo puedes usar el poder del Espíritu Santo de una manera práctica en tu vida

diaria? Con gusto te lo responderé en el siguiente capítulo.


39

4

Siete beneficios resultantes de una relación cotidiana con el Espíritu Santo

En mi experiencia personal, debo declararme bendecido por haber descubierto la maravillosa persona divina del Espíritu Santo; he apren-

dido a oír su voz, y lo más importante, a seguirla (todos pueden). Eso me ha producido éxito, evito mucho dolor y sufro menos fracasos. Alguien dijo: “Mi enfoque no es acertar mucho, sino equivocarme menos”, y el Es-píritu Santo es la ayuda idónea para lograr ese objetivo en la vida. Si el hombre escuchara y obedeciera más al Espíritu Santo, habría menos di-vorcios, relaciones fracturadas, accidentes fatales, pérdidas financieras, enfermedades, desilusiones, etcétera. Por tal motivo quiero compartirte estos siete beneficios (entre muchos más) que yo obtengo de mi rela-ción sencilla y cotidiana con el precioso Espíritu Santo.

Empezaría diciéndote que uno de los descubrimientos más impor-tantes que he hecho en mi vida acerca del Espíritu Santo es entender que:

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Él es una Persona

No es una nube, no es un ave, no es fuego ni humo; tampoco es sim-ple energía… Él es una persona que se relaciona, oye, habla, siente, an-hela, protege, se alegra, se entristece, etc. Debes dejar de relacionarte con Él como si fuera una cosa y hacerlo como la persona que es.

Él es Dios

Entonces descubrí que es digno de mi alabanza y mi adoración; a Él me rindo en obediencia, le respeto con temor reverente. Él es la fuente de toda sabiduría y consejo acertado. Él me protege y me corrige. Él es parte de la Divina Trinidad y estuvo presente en la creación del mundo (Génesis 1:1); formó parte en mi creación como ser humano (Génesis 1:26). Él cumple actualmente la función presente de gobernar el mover de Dios en la Tierra; de hecho, se entiende que se está viviendo la dis-pensación de Dios Espíritu Santo en la actualidad.

Es muy importante que entiendas esto, porque cambia todo en la rela-ción; recuerda que, de cómo percibas a alguien se desprenderá tu compor-tamiento con él o ella. En este caso, entender que el Espíritu Santo es una persona y que es Dios, te llevará a una nueva dimensión de relación, pues cuando el entendimiento llega las acciones cambian. Ahora sabes que pue-des hablar con Él y también escuchar su voz. Sabes que debes tener cierto comportamiento en su presencia; puedes preguntar y recibir respuesta. Sa-bes que debes solicitarle autorizaciones… En fin, relacionarte con Él bajo la premisa de que tienes en claro que es Dios mismo.


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En simples y llanas palabras, el Espíritu Santo es la oportunidad en la Tierra de relacionarnos con Dios en persona; Él es la relación que hace todas las otras relaciones. Él es la persona más importante de la Tierra.

:: ÉL NOS HABLA EN DISTINTAS MANERAS

Es sumamente importante entender la forma en que el Espíritu San-to se comunica contigo. En la Palabra puedes identificar, por lo menos, cuatro formas en que Él suele hacerlo:

1. A través de las Escrituras:

No olvides que Él es el autor. Cuando lees la Biblia y sientes que te identificas con lo que dice, es el Espíritu Santo que te está hablando. Mucha gente afirma no leer la Biblia porque no la entiende; pero, si fueran a las Escrituras con un espíritu sensible para detectar esa suave y dulce voz, no tardarían en comprenderla.

Mucha gente quiere oír a Dios en forma audible; es decir, escuchar-le con sus propios oídos físicos. Muy pocos han tenido esa experien-cia; sin embargo, la pregunta es: ¿Si no obedeces lo que Dios ya habló y dejó escrito, cómo calificarás para una forma más elevada de comu-nicación?

Debes enamorarte de la Palabra de Dios, porque es a través de ella que el Espíritu Santo te guiará. El Señor Jesucristo dijo que Él te guiaría a toda verdad y a toda justicia, y que te recordaría todo lo que Él enseñó.


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“…porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los

santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.

2 Pedro 1:21

2. Por impulsos a nuestro espíritu y cuerpo:

Acabo de tener una experiencia que ejemplifica muy bien lo que son es-tos impulsos y lo benéfico que puede ser saber identificarlos y seguirlos. Como te digo, esto me sucedió hace apenas un par de días, mientras le daba los últimos detalles a este libro que tienes en tus manos.

Resulta que necesitaba comprar un seguro para la camioneta de mi es-posa, por lo que fui al banco donde acostumbro comprar mis seguros, pues me gusta la modalidad de pagos vía mi cuenta de ahorros. La vendedora me realizó la cotización, y mientras yo revisaba los costos que tendría que pa-gar, empecé a sentir esa intranquilidad, a la cual llamo “No tener paz”. Yo estaba convencido de comprar mi seguro allí mismo, y la decisión estaba tomada; de manera que no había razón para dicha intranquilidad o falta de paz. A medida que se acercaba el momento de ordenar a la vendedora que realizara la póliza, más aumentaba la sensación de estar haciendo algo inco-rrecto. De pronto, la vendedora me dijo que no se podía realizar el trámite, pues faltaba cierta información en su computadora. Inmediatamente le pedí que me entregará la documentación que ya le había presentado y le dije que me llevaría la cotización, para que cuando estuviera lista me llamara.

Mi esposa me acompañó en esa ocasión, y antes de salir del banco le co-menté que llamaría a otra compañía (cabe mencionar que la empresa a la que me refería jamás me había vendido un seguro). Al llegar a mi oficina


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me comuniqué al lugar y le pedí a sus agentes que me cotizarán el seguro para ese mismo vehículo. Para mi sorpresa, me representó un ahorro de un poco más de $ 700.00 dólares. Por supuesto, los beneficios del seguro no sólo eran iguales que los que me ofrecía el banco, sino superiores en algu-nos rubros. Todavía estoy sorprendido por el precio que logré obtener, pues no parecía normal, por el tipo de vehículo asegurado.

Obtuve un ahorro considerable, y todo por haber seguido ese impulso que sentí en mi cuerpo y en mi espíritu en forma de intranquilidad; era la amable y tierna voz del Espíritu Santo, diciéndome: “No compres aquí; tengo

algo mejor para ti en otra parte”.Entonces, lo que establezco es que el Espíritu Santo también se comu-

nica conmigo haciéndome sentir su paz o cierto desasosiego. Cuando estoy frente a una decisión importante y siento mi estómago como revuelto o con intranquilidad, entonces es el Espíritu Santo que trata de decirme que la res-puesta es “No” a esa acción que estoy a punto de ejecutar. En contraparte, cuando experimento una profunda paz acompañada de gozo al tomar una decisión de cualquier naturaleza, es una evidencia de la aprobación del Es-píritu Santo. Así que, aprender a identificar estos impulsos determinará el éxito o fracaso en el diario vivir. Conviene aprender a discernir la voz del Espíritu Santo cuando está hablando a nuestro espíritu y a nuestro cuerpo.

“Cuando llegué a Troas para predicar el Evangelio de Cristo, aunque se me

abrió puerta en el Señor, no tuve reposo en mi espíritu,

por no haber hallado a mi hermano Tito;

así, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia”.

2 Corintios 2:12-13


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3. Por boca de sus siervos:

Debes ser lo suficientemente humilde como para recibir la voz del Espíritu Santo a través de otro ser humano. Muchas personas toman la actitud de que si no es Dios quien les habla directamente no escuchan a nadie más; sin em-bargo, es necesario reconocer que existen personas que han pagado el precio y se han dispuesto a ser portadores del mensaje de Dios; la Palabra los identifica como profetas, es decir, aquellos que profieren las palabras de Dios.

Un pastor, un evangelista, un apóstol, un maestro de la Palabra o un pro-feta de oficio, que en su comportamiento lleven las evidencias de integridad, honorabilidad, justicia, amor y sabiduría, son vehículos de la voz del Espíritu Santo; conviene oírlos y seguir su consejo.

Menciono que es necesaria la humildad, porque estos profetas pueden ser un niño, una jovencita, un abuelo, una mujer casada, un profesionista o un campesino.

Debes aprender a oír la voz de Dios a través de humanos imperfectos. Yo le debo muchos éxitos al hecho de haberme sujetado, en varias ocasiones, a la voz del Espíritu Santo traída en un vehículo humano. También he sufrido al-gunos fracasos por haber ignorado esa voz.

Bienaventurados aquellos que tienen cerca una voz que les habla los asun-tos del Cielo y que saben discernirla, respetarla y seguirla.

“Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén.

Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros;

creed a sus profetas, y seréis prosperados”.

2 Crónicas 20:20


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4. A través de sueños y visiones

Uno de los cambios más significativos de mi vida tuvo que ver con una visión. Yo era un pastor feliz, y llegué a pensar que moriría siéndolo. No obstante, un día el Espíritu Santo me sorprendió. Yo había terminado de ministrar en la Iglesia de unos queridos amigos en Monterrey, y cuando volvía a mi lugar, escuché (no con mis oídos, sino en mi espíritu) la voz del Espíritu Santo que me dijo: “Tu tiempo de entrenamiento se ha terminado; ahora irás a las naciones a enseñar lo que te he dado”. Luego, en fracción de segundos, me vi colocando un manto (entendí que era el manto pastoral) sobre mi hermano Jorge, que en aquel entonces era mi pastor asociado, y me volvió a decir: “A él le doy la habilidad de multiplicar a mi Iglesia, y tú irás a enseñar a las naciones; te envío a la televisión”. En aquel enton-ces no viajaba y tampoco tenía acceso a la televisión; pero, seguí la voz del Espíritu Santo a causa de aquella visión, y como dijo el apóstol Pablo: “ …y no fui rebelde a ella”.

Otro paso muy significativo en mi vida, y que marcó una diferencia en el desempeño del ministerio que ahora desarrollo, vino después de una visión que el Espíritu Santo me permitió tener. Fue un tanto impactante; pero, siguiendo esa visión, he encontrado un escenario de realización in-comparable.

Otra forma en la que Él suele hablar, sin duda, es a través de sueños y visiones. Esto no quiere decir que todo sueño es un mensaje de Dios o que una visión sea lo mismo que una alucinación; sin embargo, Él usa estas formas para comunicarte algo.

Recuerdo el día en que soñé cierto negocio que ahora estoy desarro-


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llando con bastante éxito. En aquel sueño entendí que Dios me estaba guiando a cierta área de oportunidad, puse diligencia a ese mensaje, y está resultando muy lucrativo para mí y benéfico para muchos otros.

Por medio de sueños y visiones Dios puede protegerte de sufrir pérdida y accidentes; también puedes librar peligros. Son, sin duda, avisos santos de los que puedes sacar mucho provecho si eres inteligente.

“Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; pero el hombre no

entiende. Por sueño, en visión nocturna, cuando el sueño cae sobre los

hombres, cuando se adormecen sobre el lecho, entonces revela al oído

de los hombres, y les señala su consejo, para quitar

al hombre de su obra, y apartar del varón la soberbia.

Detendrá su alma del sepulcro, y su vida de que perezca a espada”.

Job 33:14-18

Una vez que te he compartido la información anterior, entraré en el punto central de este capítulo final; pero, antes permíteme decirte algo más: si eres un padre de familia, un empresario, un servidor público, un artista, un profesionista, un obrero, un productor del campo o desarrollas cualquier otra actividad de vida, necesitas conocer y seguir la voz del Espíri-

tu Santo si es que deseas tener éxito en la vida.

:: SIETE BENEFICIOS QUE YO HE OBTENIDO DE HABER

APRENDIDO A OÍR Y SEGUIR LA VOZ DEL ESPÍRITU SANTO

De ninguna manera creo o pretendo establecer que una relación con


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Dios Espíritu Santo y el empoderamiento que Él da ofrezcan solamente siete beneficios. Sin duda que son múltiples y abundantes las recompensas por caminar junto a Él; sin embargo, yo deseo compartir contigo, por lo menos, siete beneficios que se obtienen de mantener una relación cotidia-na con el precioso Consolador:

BENEFICIO # 1

Revelación en la Palabra de Dios

“Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Acudiendo Felipe, le

oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?

El dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare?

Y rogó a Felipe que subiese y se sentara con él”.

Hechos 8:29-31

Lo importante no es solamente leer la Biblia, sino entenderla. Felipe se acercó a aquel etíope, tesorero de la reina Candace, que leía el rollo del profeta Isaías, y le preguntó: ¿Pero, entiendes lo que lees? Luego empezó a revelarle el valor de las Escrituras que leía, lo cual se convirtió, al final, en una experiencia transformadora para aquel individuo. Así como Felipe lo hizo, una de las funciones principales en el ministerio del Espíritu San-to es justamente la de revelarte la verdad y guiarte hacia ella (Juan 16:13). Necesitas obtener entendimiento revelado de la Biblia para poder extraer el mensaje exacto para tus circunstancias presentes, lo que se llama rema, convirtiéndose así en relevante para ti, y por ende, eficaz.


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Mi vida nunca fue más revolucionada que cuando empecé a tener reve-lación de la Palabra de Dios; definitivamente marcó un antes y un después en mí; la revelación me transformó. Todavía recuerdo esos momentos en los que, por primera vez, se abría ante mis ojos la verdad, y cómo ésta destruía los viejos paradigmas que habitaban mi mente; era tan emocionante. Re-cuerdo que muchas veces expresaba mi emoción con algún grito de júbilo, pues recibía un nuevo entendimiento, y es un hecho que, cuando el entendi-

miento llega, las acciones cambian, y si las acciones cambian los resultados también. La revelación que he obtenido (y todavía obtengo) ha sido el re-sultado de la sobrenatural intervención del Espíritu Santo en mi vida (sin demeritar la intervención de mis maestros terrenales).

Sin revelación no hay revolución, y si no tienes revelación solamente tendrás religiosidad; de allí la gran importancia de relacionarte con el au-tor, maestro y revelador de las Escrituras: el Espíritu Santo. Uno de los be-neficios es que llegarás a ser persona de revelación; gente con un entendi-miento claro de Dios, de su Reino y de su propósito… gente ganadora.

BENEFICIO # 2

Dirección sabia en mis decisiones

“Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo…”

Proverbios 11:14

Las decisiones determinan la vida de todo individuo, familia u organiza-ción; es una ilusión vivir creyendo en la suerte o esperando tener un chance.


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Por eso, saber cuando Dios dice “Sí” y cuando dice “No” es sumamente im-portante, pues es la información básica para la toma de decisiones.

Eso me recuerda a Israel, en el desierto, cuando una nube lo prote-gía y lo guiaba de día, mientras que una columna de fuego lo hacía por las noches. Lo interesante es que debía estar atento a esos elementos, pues si estos se movían el pueblo debía avanzar en su recorrido hacia la tierra prometida. No obstante, si se detenían debía parar, sin importar el cansancio para avanzar o si tenía suficientes fuerzas y ánimo como para detenerse. Eran los “Sí” y los “No” de Dios que guiaban a Israel con seguridad en terrenos inciertos. Así debes aprender a seguir al Espí-ritu Santo; pero, ahora esa nube y esa columna de fuego son espiritua-les, no se pueden ver con los ojos físicos, sino con los del espíritu.

Debes discernir los “Sí” y los “No” de Dios y obedecerlos para al-canzar el éxito en todas tus empresas. Eres muy privilegiado de que Dios

Espíritu Santo en persona quiera ser tu guía en la vida.He aprendido a dejarme guiar en la toma de decisiones. Normal-

mente no me apresuro; en cambio busco consejo, pregunto, investigo y hago todo lo que el Espíritu Santo me dirige a hacer. Cuando como humano he fallado en esto, el resultado siempre ha sido una pérdida. El Espíritu Santo es un maestro del sentido común.

La vida actual es el resultado de la suma de nuestras decisiones. Yo he alcanzado éxito, con resultados en el matrimonio, las finanzas, los negocios, el ministerio, la salud física y la emocional, como una evi-dencia de que me he dejado dirigir por la persona correcta: el precioso Espíritu Santo.

Recuerdo que en aquellos años de ignorancia arrendé una camio-


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neta porque yo decía que me la merecía. “Soy hijo de un Rey, y debo traer una camioneta del año”, me decía. Después de un muy acciden-tado proceso para conseguir el crédito (debí haberme preguntado qué lo estorbaba; pero, me cegó el deseo de tener algo que Dios no quería darme aún), el día que iba a firmar sentí que el estomago quería salir-se de mi cuerpo. Una falta de tranquilidad, gozo y alegría, que ignoré, representaba al Espíritu Santo que me decía que no era una decisión sabia. La consecuencia de no seguir su voz fue una larga temporada de sufrimiento, propio y de mi familia: por la incapacidad para pagar casi pierdo la garantía (la casa que mi padre con tanto sacrificio había construido). Perdí mucho dinero, y al final alguien más tuvo que pagar por mí (porque siempre habrá alguien que tenga que pagar por nuestras malas decisiones).

En otra ocasión iba a asociarme para instalar un estudio de televi-sión; ya había sostenido varias juntas con los prospectos a socios, e in-cluso había rentado el lugar donde armaríamos dicho estudio. Sin em-bargo, no sentía pasión, ni gozo, ni paz en el asunto. El Espíritu Santo me habló, y me dijo: “Yo no te dije que te asociaras. Deshaz el trato”. Entonces me humillé con esas personas, les pedí perdón y solicité que me devolvieran mi palabra. Posteriormente vi la provisión de Dios de una manera extraordinaria para instalar lo que ahora es la primera fase de STVDIO 532; una decisión sabia gracias a Él.


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BENEFICIO # 3

Protección

“Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; si no quisiereis y fuereis

rebeldes, seréis consumidos a espada…”

Isaías 1:19:20

He sido librado, avisado y cubierto de toda clase de peligros si-guiendo la voz del Espíritu Santo. Muchas veces se puede evitar el riesgo y el desastre; pero, se ignora la dulce voz del Espíritu que cui-dadoso alerta para evitar el daño. Sostener una relación cercana con Él tiene como beneficio la recepción de esas alertas.

En una ocasión mi familia y yo planeamos viajar a la ciudad de McAllen, Texas (quienes me conocen saben que amo esa ciudad, y allá tendré una casa algún día; soy como un niño que va a una juguetería cuando se trata de viajar a McAllen), y esa mañana, al despertar, no es-taba ese gozo característico. “¿Qué pasa Espíritu Santo?”, me pregunté mentalmente. Mi esposa se había levantado más temprano, tenía todo listo; pero, no quise hablar. Dejé que transcurriera todo normal; sin em-bargo, esa intranquilidad no se iba. Sentía que no debíamos ir, así que le dije al Señor: “Si es una confusión emocional mía, por favor confír-malo. No quiero quitarle a mi familia el gusto de esta salida”. Los ni-ños estaban listos, y finalmente todos subimos a la camioneta; enton-ces, en lugar de orar por protección para nuestra salida, respiré hondo y le dije a mi esposa e hijos: “Familia, lo siento. Lamento que se hayan


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levantado temprano haciendo todo este esfuerzo para salir de viaje. Sé que ya se estaban imaginando los buenos momentos que pasaríamos en McAllen; pero, no siento paz en mi espíritu. Sé que el Espíritu Santo me dice que no vayamos, de modo que no iremos” (difícil, pues esas decisiones pueden molestar a otras personas, y con razón). Sin embar-go, mi esposa e hijos, quienes también conocen al Espíritu Santo, me dijeron: “No hay problema. Si tú no tienes paz es por algo; no iremos. Otro día será; pero, llévanos a desayunar para que nos pagues la des-mañanada”. Tuvimos un lindo desayuno en familia. Dios nos libró de un peligro o una tragedia.

Alguien podría decir: “Bueno, ¿cómo puedes saberlo si no viajas-te?”. Porque en otra ocasión anterior ya había sucedió lo mismo. Pla-neamos un viaje similar a la ciudad de Laredo, en Estados Unidos, cuando aún no teníamos hijos, y sintiendo esa misma guía en nuestro espíritu desobedecimos. En esa ocasión mi esposa no recibió el permi-so para pasar a los Estados Unidos y pasé yo solo, mientras ella me es-peraba en el lado mexicano. A la media hora me regresé, y volvimos a casa frustrados. En el camino casi nos estrellamos de frente con un tráiler en la carretera; pusimos nuestra vida en riesgo y perdimos tiem-po y dinero en vano.

Haz lo que sea necesario; pero, nunca ignores la guía, pues te libra-rá del peligro y la tragedia. Deja que el precioso Espíritu Santo te pro-teja.


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BENEFICIO # 4

Prosperidad

“Si ellos le obedecen y le sirven, pasan el resto de su vida en prosperidad,

pasan felices los años que les quedan. Pero si no le hacen caso, sin darse cuenta

cruzarán el umbral de la muerte”.

Job 36:11-12 (NVI)

Una de las más grandes experiencias que puedo contarte sobre mi rela-ción con el Espíritu Santo es en el área financiera. Cada vez que he segui-do sus instrucciones, ya sean directas o indirectas, he visto resultados muy favorables para mí. Hay instrucciones que Él da directamente al corazón, mientras que otras vienen por medio de personas que Él usa para hablar.

En la Palabra de Dios he aprendido los principios financieros; sin em-bargo, conocer es la primera fase, pues hay que saber en qué oportunidad hay que echar mano de ellos. Es allí cuando la guía del Espíritu Santo se vuelve primordial, ya que te dirigirá a las mejores oportunidades de multi-plicación; sólo tienes que seguirlo y los beneficios serán enormes.

El mayor rompimiento financiero* en mi vida vino por seguir una ins-trucción del Espíritu Santo. Ese día estaba sentado en la tercera fila de un auditorio donde cabían 3 mil 700 personas. El hombre de Dios que estaba en la plataforma nos invitó a sembrar mil dólares, y yo supe que esa ins-

*Rompimiento financiero es un término positivo, y es una manera de expresar el punto en que se rompe la atadura que mantiene pobre, limitado y endeudado.


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trucción venía de Dios y no de la boca del hombre. Aunque no tenía tal can-tidad, hice la promesa a Dios de dar esa ofrenda si Él me la proporcionaba. Al poco tiempo pude enviar el 60% de esa promesa, y aún no terminaba de pagarla cuando Dios hizo llegar a mi vida una cosecha que me sacó para siempre de la limitación y la escasez. Desde entonces mi vida financiera ja-más fue igual, y va en ascenso constante, todo por seguir una instrucción de un profeta de Dios.

En otra ocasión obtuve un gran descuento en la compra de un seguro de automóvil, cuando, ya en el banco frente a la ejecutiva a punto de com-prar el seguro, escuché la voz del Espíritu Santo que me dijo: “Sal de aquí y habla a tal compañía”. Obedecí, y mi sorpresa y beneficio económico fue grande.

Oír la voz del Espíritu Santo y seguirla te asegurará tantos beneficios que te llevarán directo a la prosperidad. Recibirás sus sabios consejos que te permitirán firmar contratos benéficos, comprar verdaderas oportunida-des, evitar pérdidas financieras, alejarte de relaciones desastrosas y ganar grandes descuentos.

BENEFICIO # 5

Cambios importantes

“Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y

de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno,

agradable y perfecto”.

Romanos 12:2 (BLS)


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“Yo no quiero ser pastor”, les dije a mis asociados en el ministerio años atrás. Al paso del tiempo entendí que el actuar del Espíritu Santo me llevaba en esa dirección que yo no quería. Entonces fui pastor. Ahora estaba enamorado de ese lindo oficio, y pensé: “Moriré siendo un pastor de almas”.

Un día, cuando todo era normal vino a mí otra vez esa voz que reconozco de inmediato, y me dijo: “Tu tiempo de entrenamiento se ha terminado; ahora irás a las naciones a impartir lo que Yo te he enseñado”. Aunque no fue audi-ble la voz, pareció como un estruendo; no lo esperaba. Todo estaba bien, me sentía muy cómodo haciendo lo que hacía; pero, había llegado la hora de hacer uno de los cambios más significativos en mi asignación. “Dejarás de dirigir a la congregación, la pondrás en manos de otro hombre, y tú irás a las naciones y a la televisión”.

¿Qué hice? Bueno, hablé con mi padre espiritual, le conté lo que el Espíritu Santo me había dicho, y él dirigió el resto; seguí sus sabios consejos y entregué el mando de la congregación que tanto amaba. Sin embargo, todavía no tenía viajes internacionales ni algo que ver con la televisión. Pasaron seis meses en los que me pregunté mil y una vez si había hecho lo correcto. Ciertas personas me dijeron: “Te equivocaste amigo”. No obstante, justo en el séptimo mes, la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta, se manifestó. Hoy no tengo que decirles que estoy muy feliz de haber obedecido y haber realizado ese cambio tan importante; pasé de lo pastoral a lo apostólico. El Señor me ha llevado a dimensiones de bendición que nunca hubiera recibido en el escenario anterior de mi vida.

Los cambios sucederán siempre, y de hecho, el cambio es lo único que nun-ca cambia. Debes estar dispuesto a cambiar tantas veces como sea necesario


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en tu asignación. Como le dije a mi pequeño hijo David cuando lloraba duran-te uno de los varios cambios de escuelas que ha sufrido por las necesarias mu-danzas: “No llores, hijo. El Señor te está entrenado en los cambios, porque se-guramente tu asignación lo requerirá en el futuro; cuando eso llegue, tú sabrás hacerlo sin problemas”.

Cuando fui pastor, siguiendo directrices del Espíritu, cambié el nombre de nuestra congregación tres veces; cambié días y horarios de servicios otras tan-tas. Cada mañana estoy dispuesto a cambiar incluso lo que creo (no en lo que creo). Jamás me voy a conformar a un molde; quiero ser lo que Dios me lla-mó a ser.

El Espíritu Santo te guiará a hacer cambios importantes y trascendentes para ti y para las multitudes que fuiste llamado a servir; puede ser en tu familia, relaciones, negocios, métodos o forma de pensar. Síguelo y jamás te equivoca-rás; los resultados te mostrarán que estarás en el puro centro de su voluntad.

BENEFICIO # 6

Ser una bendición para muchos

“…y serás bendición”.

Génesis 12:2

¿Cuántas veces quise renunciar a realizar otra Escuela de Sabiduría? Sin embargo, la instrucción del Espíritu Santo para realizarla era muy cla-ra, de manera que lo hice. ¿Cuántas veces dudé en aceptar una invitación a cierta ciudad? Hubiera sido un gran error rehusarme. ¿Cuántas veces he


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tomado el teléfono o he enviado un correo electrónico para dar palabras de ánimo o exhortación a alguien? Todas estas acciones guiadas por el Es-píritu Santo, y obedecidas por mí, han redundado en la bendición de mu-chísima gente.

En cierta ocasión dudaba en invitar o no a mi amigo Fernando Garay, y al fin el Espíritu Santo me dijo claramente que lo trajera. Entonces, obe-diente, lo traje a Monterrey, y ha resultado, hasta el día de hoy, tres años después (y no sólo para mí, sino para miles) una tremenda bendición la en-señanza de Las fiestas de Dios, a la que él nos introdujo. Además esa invi-tación se convirtió en la puerta para su ministerio en México.

Oír y obedecer siempre repercutirá en la bendición de muchos, y yo creo que no hay mayor bendición que ser una bendición.

BENEFICIO # 7

Éxito

“No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales”.

1 Corintios 12:1

Éxito es sin duda el resultado de aprender a oír y seguir la voz del Espíritu Santo; los beneficios de una relación estrecha con Él siempre serán favorables a cada área de nuestra vida.

Si deseas triunfar en el matrimonio, la paternidad, en lo profesional, en lo sentimental, en las finanzas y los negocios deberás entonces someter tu vida a la voz sabia y directora del Espíritu Santo.


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Entender el ámbito espiritual, los dones del Espíritu, lo profético, y desa-rrollar conocimiento de los actos proféticos, que son competencia del Espíri-tu Santo, te asegura, en tiempos difíciles como los de hoy, no sólo la supervi-vencia, sino el éxito.

Qué inteligentes son aquellos que saben desarrollar la relación que hace todas las relaciones, y que diariamente le hablan y le escuchan; pues esa rela-ción cotidiana es la solución al estrés y es la garantía hacia el éxito.

Yo recuerdo aquellos años confusos y llenos de ignorancia en los que me preguntaba: “¿Algún día sabré lo que es el éxito? ¿Algún día me sentiré exi-toso?”. Ahora, humildemente te digo que sé que soy exitoso y me siento exi-toso; pero, jamás hubiera sido posible sin el poder y la sabiduría de mi Dios, el Espíritu Santo. Por eso lo amo profundamente.

:: RELLÉNATE DE PODER

No te conformes con una llenura; debes buscar permanecer lleno. Sé con-sistente en ello; asegúrate de no vaciarte nunca y recuerda que eres como una batería que necesita recargarse a diario. Son muchas las historias tristes de per-sonas que una vez fueron llenas del poder de Dios; pero, se descuidaron, se conformaron y ahora están vacías, derrotadas y sin poder.

La Palabra enseña en Hechos, capítulo dos, que los discípulos fueron lle-nos por primera vez del Espíritu Santo; pero, en el capítulo cuatro, verso treinta y uno, vuelve a mencionar a los discípulos y una nueva llenura. Tal cosa indica que debes rellenarte del poder de Dios; de hecho, en esa Escritura la palabra llenos significa “vueltos a llenar”.


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“Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos

fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios”.

Hechos 4:31

El apóstol Pablo le dijo a la Iglesia de Éfeso que dejara las borracheras y que se llenara a lo grande del Espíritu Santo, tal como lo dice la versión en in-glés de la Biblia “The Message” (en lenguaje contemporáneo):

“No beban demasiado vino, eso degrada sus vidas. Beban del Espíritu de Dios, den

enormes tragos de Él”.

Efesios 5:18 (Traducido de The Message Bible)

De manera que, llénate una y otra vez. No menosprecies este empodera-

miento que el Cielo dispuso para ti. Sé una persona llena del Espíritu, ora en lenguas, usa los dones espirituales, camina en lo sobrenatural, vive la vida de poder y libera a muchos, en el nombre de Jesús.

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Apéndice

El empoderamiento espiritual es algo absolutamente necesario para que todo individuo gane en la vida y afecte positivamente a una sociedad. Di-cho empoderamiento representa la habilidad para manifestar la cultura y el poder del Reino de Dios en la Tierra, cosa que nuestra sociedad en des-composición y desesperanza necesita tanto.

Es algo tangible y real. Hace unos días pensaba: ¿Qué sucedería si to-dos los creyentes salvos del planeta usáramos el poder del Espíritu Santo, y fuésemos por doquier sanando a los enfermos, liberando a los atormenta-dos por espíritus inmundos, actuando con excelencia, amando y haciendo el bien? Qué impacto tan grande causaríamos entre los pueblos, ¡qué dife-rente sería nuestro mundo! Un Cristianismo en acción.

El Dr. Myles Munroe, en su libro La persona más importante sobre la Tie-

rra, en el capítulo El Espíritu Santo gobernador del Reino*, describe el empo-

deramiento espiritual como poder autorizado y poder facultativo. Él ense-ña:

*Véase La persona más importante sobre la Tierra, autor Myles Munroe, Editorial Whitaker House, Cap. 13: págs. 279, 280, 281 (con algunos énfasis de este autor).

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Este poder facultativo o poder autorizado se recibe con el bautismo en el Espíritu Santo; si ser salvo es el primer paso en la vida de un creyente, ser bautizado con el Espí-ritu Santo es el segundo. Veámoslo así: con el nuevo naci-miento en Cristo recibimos a la persona del Espíritu Santo, y con el bautismo de fuego se activa en nosotros su poder. Necesitamos a la persona del Espíritu Santo para entrar en la eternidad; pero, necesitamos su poder para vivir en la Tierra victoriosamente. Entonces, debemos seguir es-tás pautas para entender y recibir el bautismo del Espíritu Santo:

Entender que la llenura del Espíritu Santo es un don • para ser recibido, no para ser ganado. Se debe adoptar una actitud de recibir ese derrama-• miento de poder.Se debe pedir la llenura del Espíritu Santo sin el te-• mor de recibir algo falso.Se debe esperar hablar en otras lenguas.• Continuar caminando en el Espíritu, rellenándonos • de su poder diariamente.

Entonces eres facultado por Dios, autorizado para usar su poder en beneficio de los demás. Hazlo y aprovecha tal empoderamiento.


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:: ¿QUÉ SOSTIENE A LA SOCIEDAD Y CÓMO INFLUYE EN

ELLO LA LLENURA DEL PODER DEL ESPÍRITU SANTO?

Hace un tiempo tuve la oportunidad de ser el orador internacional in-vitado en un congreso en la ciudad de Escuintla, Guatemala. Otro de los oradores fue el Dr. Harold Caballeros, de quien tuve el privilegio de escu-char su ponencia. Al instante supe que debía añadir en este libro las notas que tomé, y así nació este apéndice, en donde encontrarás una importante relación entre la llenura del Espíritu Santo y el efecto que puedes causar con este empoderamiento espiritual en la sociedad en que vives, y hacer de tu comunidad, nación y mundo un lugar mejor, al grado de causar una re-forma.

La historia nos muestra cómo todos los imperios de la Tierra han sido pasajeros. Sin embargo, todos los imperios han nacido fundamentados y sostenidos en el absolutismo de sus valores morales.

Los valores morales obedecen al área de la Ética

Ética proviene de étos que significa “carácter”… Ética es la obra hecha en el ser interior; es el fruto del autogobierno… Tiene que ver con el carác-ter, que es la obra del mismo ser humano sobre los atributos naturales que Dios le ha entregado.

Aquí deseo hacer un paréntesis para apuntar que, de acuerdo a la epís-tola a los Gálatas, justamente lo que el Espíritu Santo produce en el inte-rior del ser humano es un fruto que se llama amor, y con éste el ser humano es capaz de generar toda clase de acciones benéficas a su alrededor.

Apéndice

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Cada personalidad contiene un temperamento; pero, es el ser interior, o sea el espíritu, lo que da la fuerza para formar un carácter.

De modo que hay una diferencia entre temperamento y carácter; pero, la gente lo confunde a menudo. Por ejemplo, existen personas con un tem-peramento explosivo que no pueden controlar, y lo desbocan con pala-bras o acciones hostiles; ellos se hacen llamar personas de carácter fuerte, cuando en realidad son personas de temperamento fuerte y carácter débil.

Otra de las áreas es la Moral

Todos hablamos de valores; pero, cuesta definirlos…Los valores que trascienden y permanecen, y que nosotros respetamos

están claramente definidos; pertenecen a una cosmovisión judeocristiana, extraídos del Antiguo y del Nuevo Testamento. Luego entonces, nuestros valores son bíblicos, por lo tanto fundamentados en la Palabra de Dios.

De la Palabra de Dios emanan los valores y sabemos que para cada va-lor existe un antivalor.

Al presente, lo que ha sucedido no es una pérdida de valores, sino un intercambio de éstos; las personas siempre valorarán algo, aunque no sea lo más moral. Ahora la gente valora otras cosas menos profundas e impor-tantes. Antes se valoraba el matrimonio y el compromiso; hoy el placer carnal sin compromiso es un valor en un gran sector de nuestra sociedad.

Los imperios que han regido la Tierra tienen en común haber sido abso-

lutistas en sus valores, y todos comparten el hecho de haber perdido ese abso-

lutismo, lo cual provocó su caída. Se “relativizaron”.El relativismo es el padre de la decadencia, ya no hay absolutos; lo bueno


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es lo que a ti te parece bueno y lo malo es lo que ha ti te parece malo. El ser humano que no ha ido trabajando en su interior y no abraza los valores bíblicos ha perdido su objetividad y se ha vuelto subjetivo.

Sucedió en Roma, en Egipto, en Esparta… e incluso hoy sigue suce-diendo en cada comunidad, familia u organización que son como peque-ños imperios.

Algunos síntomas son, por ejemplo, la pérdida de la claridad de dos sexos diferentes. La homosexualidad es consecuencia del relativismo.

La actual crisis económica tiene una raíz: es el resultado de la inmora-lidad de importantes banqueros que se alejaron de los absolutos, de los va-lores genuinos que debieron regir las acciones de la vida; entonces no es económica sino “moral”. Nuestra crisis empezó cuando nos hicimos de la vista gorda y pensamos que todo era relativo. Casos como el de la empresa Enron, sólo por mencionar uno, lo confirman.

La crisis financiera que azotará las naciones en el año 2010 tiene dos razones: JUICIO Y TRANSFERENCIA. Juicio para los que se relativiza-ron; llegó el día de paga. Transferencia para los que se mantuvieron firmes en los absolutos; llegó el día de paga.

Debemos de elevar la conciencia de nuestra gente acerca de lo que está mal

Es tiempo de que el liderazgo en el Cuerpo de Cristo se atreva a con-frontar a los creyentes, y le diga al que vende piratería que colapsará si no deja esa actividad económica ilícita, al que acepta soborno que desista de su tragedia, al que roba tiempo a sus empleadores que deje de hacerlo; de-bemos ayudarlos a entenderlo e impulsarlos a llenarse del poder del Espí-

Apéndice

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ritu Santo para que se forjen un carácter.La verdad no es una concepto, es una persona y se llama Jesucristo. Los

que nos nutrimos de la Palabra y del Espíritu de Dios estamos forjándonos un carácter, listos para desterrar la injusticia, para erradicar la inequidad, para producir una cambio en nuestra nación.

Debemos sustituir a los ladrones que gobiernan hoy por personas de ca-rácter, justicia e integridad… personas llenas del Espíritu de Dios.

Qué gran verdad declara el Dr. Caballeros en esta parte. Lo que se ne-cesita son personas que se hayan dejado trabajar en el interior por el Espí-ritu Santo, capacitadas en las disciplinas de la administración y colocarlas en los lugares que ocupan aquellos que han llevado al desastre a nuestras naciones. Más que líderes, necesitamos buenos líderes.

La ley está sobrevalorada; no necesitamos más leyes, pues las tenemos y no las cumplimos. Necesitamos ciudadanos que las cumplan aunque los gobernantes se hagan de la vista gorda.

El sentido de la mayordomía es cuando reconocemos que nada es nues-tro, que todo es de Dios; por lo tanto, no lo abusamos ni lo destruimos.

Una “reserva moral” es necesaria para el rescate de nuestras naciones, y eso se administra a través de los valores; pero, con carácter, para que no se quede en lo etéreo o abstracto.

Autogobierno y mayordomía a través del Espíritu Santo son la clave para un cambio en la vida y en la sociedad.

Como puedes ver, el empoderamiento espiritual conduce al autogobier-no, y este impacta para bien en nuestra sociedad. Escribí este libro para mucho más que enfatizar en una doctrina bíblica. Es la intención de reve-lar el poder de esa doctrina bíblica; es información necesaria para descu-


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brir la clave para producir cambios internos que trasciendan en cambios para tu comunidad.

Sólo el creyente con el poder y la gracia del Espíritu Santo puede cum-plir las leyes a cabalidad y sin importar las consecuencias. La ley escrita en el corazón del cristiano le hace respetar las leyes humanas, autogober-nándose. Gálatas seis enseña que si eres dominado por el Espíritu Santo no necesitas ninguna ley. Sé lleno del poder del Espíritu Santo, cambia y entonces verás cambios en la sociedad.

Si lo crees necesario, lee de nuevo este pequeño libro. Edifica tu fe para que puedas usarla correctamente y tómate unos segundos para recibir este maravilloso don. Cuando lo hayas obtenido querrás pasar horas en la pre-sencia de Dios. Luego, desarrolla el buen hábito de orar en lenguas todos los días y perfecciónate en el uso de esta maravillosa herramienta que te ayudará a ser un poderoso campeón en la vida.

Apéndice

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Otros recursos disponibles

:: LIBROS

> Comprendiendo la prosperidad.

:: PRONTO

> Entendiendo el poder de la semilla.> Saliendo de las deudas.> Confesiones de fe para una vida exitosa.> 10 requisitos para ser promovidos en la vida.

Si desea información del ministerio de Alberto Gloria y de su esposa Yolanda, por favor escriba a [email protected] o visita la página de Internet www.albertogloria.com. También puedes comunicarte a los te-léfonos: +52 (81) 24 59 17 60.

www.albertogloria.comwww.youtube.com/sabiduriaparaganar

Primera impresión 5,000 ejemplares.Este libro se terminó de imprimir en el mes de junio de 2009 en los talleres de Fuerza Gráfica del

Norte, S. A de C. V.

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