Embarazo a temprana edad ¿de quién es la culpa?

Verónica es una chica que a sus 16 años salió embarazada de su enamorado Raúl. Su madre no sabe que hizo mal, como este existen muchos casos más. Varios son los factores que influyen que una adolescente tenga relaciones a temprana edad sin medir las consecuencias que estas producen. Es verdad que el niño engendrado no tiene la culpa de nada, entonces, ¿son los padres los culpables, por no saber cómo educar a sus hijos sobre este tema? O ¿toda la responsabilidad recae sobre el adolescente por no saber tomar las decisiones correctas en el momento indicado?

Un adolescente ya tiene la suficiente capacidad para poder distinguir que es lo que está bien y lo que está mal, tiene conciencia de sus actos. El quedar embarazada a temprana edad es porque no supo manejar la situación. Con los conocimientos que ahora nos ofrece un mundo lleno de tecnología, el adolescente tiene muchas fuentes de información para poder guiarse sobre las relaciones sexuales a temprana edad. Esto no quiere decir que deba estar solo mientras debe lidiar con este nuevo tema. Un embarazo, bien se pudo evitar si hubiera tenido la orientación adecuada.

Los padres son los encargados de enseñarles a sus hijos que es lo que debe hacer y lo que no en esta etapa de su vida. Sin un adolescente tiene dudas sobre “sexo”, los padres deben ser los primeros en acudir, es más, deben explicarle sobre este tema cuando sus hijos llegan a la edad necesaria, sin que ellos deban preguntar. Para un adolecente se les hace todo un mundo cuando hablan sobre este tema, por eso los padres deben estar ahí para guiarlos y orientarlos.Por otro lado, el adolescente debe saber cómo utilizar la información que recibe de sus padres y no dejarse llevar. Deben pensar bien en lo que hacen y en las consecuencias que estas llevan.

En conclusión los padres deben enseñar y aconsejar a sus hijos sobre las consecuencias de tener relaciones sexuales a temprana edad, la decisión de si hacen caso o no a estos consejos recae en los mismos adolescentes, pues ellos deben pensarlo bien, ya que ellos vivirán con las consecuencias de sus actos por el resto de sus vidas y no sus padres.