DIRECCION EDITORIALJORGE HIMITIANANGEL NEGRO

VICTOR RODRIGUEZDIRECTORES EJECUTIVOS

DANIEL BAKERCLAUDIO PAGURA

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VICTOR RODRIGUEZHOMBRES

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VICKY HIMITIANSALUD, TESTIMONIOS, LABOR SOCIAL DELA IGLESIA, MUSICA

DIRECCION EJECUTIVA¿PORQUE DEBO LEER ESTE LIBRO?

EDITORIAL LOGOSPROYECTO 2020

ALFREDO MUZZILUIS LEAL

EDICION WEB Y DISEÑO GRAFICOLP DISEÑO GRAFICO WEB

DIBUJOSGABRIEL BENITEZ

STAFF

DE

VAYA

NY

HAG

AN

DIS

CIP

ULO

S

Año ------------------ 0Número ------------- 3Fecha -- 05-05-2015

EDITORIAL ............................................................................... 3El rumbo no se negocia .................................................... 3

ORIENTACIÓN APOSTOLICA ................................................. 4¿Normalidad o fenómeno extraordinario?..................... 4

HISTORIA ................................................................................. 6Sueños que marcan el rumbo ......................................... 6

JOVENES ................................................................................. 8Reflexiones acerca del matrimonio ................................ 8

HOMBRES ............................................................................. 10La vejez es el regalo de Dios .......................................... 10

MUJERES ............................................................................... 12Mujeres en el frente de batalla ..................................... 12

NIÑOS ................................................................................... 14Aventuras en el mar de la vida ..................................... 14

FAMILIA ................................................................................. 17Cuando nace un hijo ...................................................... 17

PROYECTO 2020 ................................................................... 19Una comunidad de discípulos en

cada localidad del pais ................................................. 19DEVOCIONAL ....................................................................... 22

Oración de gracias ......................................................... 22LA IGLESIA Y LOS NECESITADOS ......................................... 23

La palabra de Dios no esta presa ................................. 23MUSICA ................................................................................. 26

Dios es el centro de toda adoración ............................ 26

Índice de la edición N° 3

http://vhdiscipulos.com.ar

03www.vhdiscipulos.com.ar

NÚMERO

MAYO 2015

“El presente trabajo es unarecopilacion de textos extraidos delsitio www.vhdiscipulos.com.ar surgecomo una necesidad de tener elmaterial en formato pdf para ladistribucion entre hermanos que noposeen acceso a internet aquí en elNorte de la Republica Argentina.”.

www.comunidadcristianajujuy.com

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El Rumbo No Se Negocia Edi

tori

al

Por: Claudio Pagura

E n estos días hay una sucesión deelecciones primarias en las dis-

tintas provincias argentinas. Algu-nos avizoran tiempos de cambio, ynosotros como cristianos corremosel riesgo de creer que una elecciónpuede cambiar lo que solo Dios através de su obra soberana puedemodificar.

Estamos saturados de informa-ción, pero dentro de esta cataratade programas políticos, hay algunosque vale la pena escuchar, como unode un canal de cable en el que es-tuvo presente el filósofo y ensayistaargentino Santiago Kovadloff.

Él aseveró que la madre de to-dos los problemas de los diferentesgobiernos es que el poder sojuzgala ley, y la ley debería primar sobrelas apetencias y deseos personalesde los gobernantes.

Más allá de las políticas de Es-tado, que prácticamente no existen,todos en algún momento se ven ten-tados a cambiar la legislación en prode un beneficio personal.

En algunas ocasiones, los pro-blemas de las sociedades tienen sucorrelato en la iglesia. A veces, anteuna situación de difícil resolución oalto costo, muchos se ven tentados acambiar las demandas del reino, envez de responder con obediencia, o

enseñar obediencia absoluta a aque-lla Palabra, que aunque el cielo y latierra dejen de ser, va a permanecerintacta e inalterable para siempre.

La tentación de forzar la Pala-bra, de querer que diga algo quea nuestro criterio humano es másconveniente, ha atacado a líderescristianos a lo largo y ancho de es-te mundo, intentando cambiar unrumbo marcado por el liderazgo fir-me e invariable de la cabeza de laiglesia que es Jesús. La Palabra nodebe ser sojuzgada por el liderazgode la iglesia, debe ser la que lo go-bierne. Este indiscutible código mo-ral, llamado La Biblia, nunca debeser tema de discusión sino de suje-ción.

Por eso estoy feliz de trabajaren Vayan y hagan discípulos, por-que esta apelación implica fehacien-temente ser discípulos, y a su vez,ser guardas celosos en obra y pala-bra de lo enseñado por la Biblia.

Me complace formar parte deun equipo que discute cada artícu-lo, que cuestiona lo que hay quecuestionar, no para imponer crite-rios humanos, sino para llevar a laluz de la palabra de Dios cada pen-samiento, para que sea despojadode gran parte de su bagaje humanoy comunique revelación espiritual a

los destinatarios de la revista, queson ustedes.

El rumbo no se negocia, simple-mente porque no somos quiénes. Nohemos sido llamados a legislar, sinoa conducir a los hermanos, a poneren práctica la Palabra, que nuncaserá un elemento de manipulación,sino una herramienta de gobiernopara nuestras vidas y su iglesia.

El reino de Dios trae orden a lavida de los cristianos, el descono-cimiento de la Palabra extravío, lamanipulación de la verdad, engaño.

Lo único que esperamos es quecada artículo sea recibido con gozo,con avidez por aprender y aplicarverdades que van a respetar el pen-samiento de Dios expresado en suPalabra.

Éste es el tercer número, ya so-mos leídos en 44 países del mundoy en 230 ciudades.

Estamos sorprendidos, felices,animados; sabedores de que a travésde la revista digital Vayan y hagandiscípulos estamos contribuyendo aque, antes del fin, sea predicado esteevangelio del reino a todas las na-ciones, como lo expresa Mateo 24.

Así sea. �

Claudio Pagura

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¿Normalidad o Fenómeno Extraordinario? Ori

enta

ción

Por: Victor Rodriguez

L a normalidad de la vida cristiana es un fenómenoextraordinario por los cambios que se producen a

causa de la irrupción del Espíritu Santo en una persona.Lo que habita la Trinidad, ahora mora en los hombres.Sin esta llenura también es posible vivir, pero no la vidacristiana en su hermosura y plenitud.

El apóstol Pedro en la conclusión de su mensaje enPentecostés, después de proclamar que al que crucifica-ron “Dios le ha hecho Señor y Cristo”, señaló la entradaal Reino por la puerta estrecha:

Arrepentíos y bautícense cada uno de vosotros enel nombre de Jesucristo para perdón de lospecados y recibiréis el don del Espíritu Santo

Hechos 2:36–38

Se destacan los pasos que marcó el apóstol Pedro:Arrepentimiento, bautismo en agua y la llenura del Es-píritu Santo. ¿Cuál de estos pasos es el más importante?Según este mensaje del apóstol, ninguno en particular,es un paquete, van juntos, no son opciones.

La aclaración del Señor a sus discípulos antes de suascensión es muy significativa:

quedaos en Jerusalén, hasta que seáis investidosde poder desde lo alto

Lucas 24:49

Él no dijo: “Ya se arrepintieron, ya se bautizaron,es suficiente”. De ninguna manera, la llenura del Espí-ritu es lo que hace posible el caminar en la voluntad deDios.

¿Qué sucesos ocurren cuando acontece este bautis-mo de Espíritu Santo y fuego?

Se abren cinco canales de poder:

Poder para relacionarnos con Dios

Hechos 1:8 nos dice: “recibiréis poder y me seréis tes-tigos. . . ” Es el poder para ver a Dios, primero en el

hecho de Cristo, en esta gran salvación, para luego con-templarlo, amarlo, siendo seducidos por él.

De allí en más la oración no es una carga, una disci-plina o un deber que cumplir, sino un deseo y un hambrede estar con él. No para conseguir o pedirle cosas, sinopara pasar tiempo con Dios.

Esta expresión “me seréis testigos” aparece porquetambién contemplaremos sus movimientos en nosotros,en otros, en las distintas situaciones, en la iglesia, enel planeta, en el universo, en los tiempos para partici-par juntamente con él. Aun en las cosas más simplestenemos esta relación con él, entonces se convierten enacontecimientos.

“Me seréis testigos” no tiene que ver con repetir au-tomáticamente algo que nos contaron, sino algo que vi-mos. ¿Quién puede quitarle a una persona lo que vio?

Poder para enfrentar a Satanás

Luego de que Jesús fue bautizado y el Espíritu des-cendió sobre él como paloma, fue impulsado al desiertopara enfrentarse al diablo, y aquí comenzó el conflictohasta el día de hoy.

Las personas llenas de Espíritu son las que invaden,establecen el reino de Dios y echan fuera demonios. Ellibro de los Hechos nos muestra que era imposible fre-nar a los discípulos aun ante ataques e impedimentosdel enemigo.

Los que permanecen llenos del Espíritu también sontentados como lo fue Jesús, pero a causa de esta pleni-tud, el diablo no tiene lugar por donde introducir susmaquinaciones.

El conflicto es grande pero: mayor es el que estáen nosotros que el que está en el mundo, y hemos sidohechos más que vencedores por medio de aquel que nosamó.

El poder del Espíritu no solo es para la defensa, sinoespecialmente para el ataque.

4

Las armas de nuestra milicia no son carnales,sino poderosas en Dios para la destrucción defortalezas derribando argumentos y toda altivezque se levanta contra el conocimiento de Dios yllevando cautivo todo pensamiento a la obedienciaa Cristo

1ra Corintios 10:4–5

Poder para edificar la iglesia

Y para esto fueron dados por el Señor los ministe-rios:

Y él mismo constituyó a unos apóstoles; a otrosprofetas; a otros evangelistas; a otros pastores ymaestros, a fin de perfeccionar a los santos, parala obra del ministerio, para la edificación delcuerpo de Cristo

Efesios 4:11–12

Estos ministerios en el poder del Espíritu equiparánal cuerpo de Cristo de manera que cada hijo de Dios,lleno de este poder, ministre al resto con la gracia queel Señor le dio a él. Dicho de otra manera, la iglesiaedificando a la iglesia.

Poder para evangelizar al mundo

El llamado que el Señor hace en Pentecostés es apersonas llenas del Espíritu Santo para que vayan a lasnaciones, partiendo de Jerusalén (Hechos 1:8).

Este poder en aquellos discípulos se manifestó dedistintas maneras: En el fluir del fruto del Espíritu, enel denuedo para presentar a Cristo con persecuciones,en los milagros, prodigios y señales, en las distintas ex-presiones del amor, en la unidad de la iglesia, en eltestimonio atractivo de la iglesia, en llegar por la ora-ción a lugares no alcanzados por el evangelio para luegoconcretarlos, en levantar obreros para la extensión delreino de Dios, en el crecimiento extraordinario de la

iglesia por un mover maravilloso del Espíritu entre losno alcanzados. Sin duda esta lista está incompleta, peroel mismo Espíritu que operó en Hechos está hoy en yentre nosotros para hacer lo mismo.

Poder para esperar la venida del Señor

Este poder del Espíritu nos hace conscientes del finde los tiempos y del juicio eterno. Y se cumple la partefinal del evangelio que predicamos: La vida eterna, jun-to a Cristo, en el cielo al que otros se nos adelantaron.

Nos hace conscientes de las señales antes de su adve-nimiento. Entendemos esa parábola de mirar la higueracuando florece, pues quiere decir que el verano está cer-ca.

Nos anima a estar preparados para el encuentro conel Señor, porque seremos arrebatados, y en un abrir ycerrar de ojos nuestro cuerpo será como el cuerpo glo-rificado de Jesús después de la resurrección.

La llenura del Espíritu le da al cristiano una iden-tidad que le hace decir que él no es de aquí, que es unciudadano del cielo.

Y por supuesto, imprime una nota de urgencia paraalcanzar al hombre para Cristo, y que se salve no solodel pecado sino del castigo eterno.

El apóstol Pablo habla de la llenura del Espíritu entono imperativo, como un mandamiento:

Sed llenos del Espíritu

Efesios 5:18

Nuestro ser está diseñado para ser habitado porDios y nuestra personalidad no se completa sin estallenura. Así lo dice también Pablo:

¿O ignoráis que vuestro cuerpo es el templo delEspíritu Santo?

1ra Corintios 6:19

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Sueños Que Marcan El Rumbo His

tori

a

Por: Virginia Himitian

H ay sueños que parecen atempo-rales porque tienen pocos pun-

tos de contacto con el presente.Aparecen como fuera de época, ca-si soñados para otro. Hasta que unodescubre que ese sueño que Dios diotiene que ver con el futuro. Por esohay sueños que marcan el rumbo.Son como una brújula para orien-tarnos en la toma de decisiones so-bre cosas que aún no vemos. Co-mo los que tuvo José en su juven-tud, que le dejaron ver que sería unhombre de eminencia. Seguramen-te esa revelación determinó su con-ducta en las situaciones de injusti-cia y maltrato que le tocó vivir an-tes de que se cumpliesen aquellossueños. Y le sirvió para no sentir-se solo. Dios estaba con él y se lerevelaba.

Hubo sueños que también mar-caron nuestro rumbo. En su libroTiempos de Restauración, OrvilleSwindoll relata uno de los que sir-vieron de fundamento para lo queempezaba a nacer, el movimientode restauración.

Corría agosto de 1967. Jorge Hi-mitian, joven y soltero en aquellaépoca, pastor de una congregaciónde las áreas más desfavorecidas deBuenos Aires, tuvo un significati-vo sueño. En el sueño Jorge y Or-ville estaban en Palermo, paradossobre la vereda de la Avenida Sar-miento que da al zoológico. Mien-tras estaban charlando, Jorge oyóuna voz desde el cielo ordenándoleque construyera diques. Sorprendi-

do por lo que oía, levantó su vistapara encontrarse con una mano gi-gantesca que se movía trazando laforma de un dique. Y con ese tra-zo, un gran dique quedaba erigidoen medio del parque. Quedó asom-brado preguntándose: —¿Para quéun dique aquí, si estamos a tres ki-lómetros del río? La voz habló porsegunda vez diciendo: Haz diquesde contención. Nuevamente, allíestaba la mano gigantesca erigiendoun dique. A esta altura estaba muyperplejo y confundido, discutiendointeriormente con esa voz incorpó-rea, cuando oyó por tercera vez lamisma frase. Y otra vez la manoconstruyendo el dique. Solo que enesta ocasión al mirar en direcciónal río quedó atónito al ver que elagua estaba irrumpiendo vertigino-samente en el parque de tal modoque pronto la gente estaba trepan-do a los árboles y subiendo a los te-chos de los automóviles. . . ¡El agualo cubrió todo! —Con esto finalizóel sueño!.

Al despertar, Jorge tenía la cer-teza de que el Señor le estaba di-ciendo que una bendición sin pre-cedentes vendría sobre Buenos Ai-res. Sin embargo, lo que no lograbaavizorar era para qué sería precisoconstruir diques. Si se trataba de labendición de Dios, por qué no per-mitir que fluyera libremente.

Con estos interrogantes dandovuelta en su mente se encontró consu amigo José Balian, y mientrascompartían una taza de té, le con-

tó lo que había soñado y también eldilema que se le presentaba. “Jorge”—me dijo José— “no son diques dedetención, sino de contención, pa-ra contener el agua y usarla eficaz-mente” —cuenta Himitian.

—La reacción de Jorge fue in-mediata: ¡Este es el mensaje quenecesitamos oír. Cuando, unos díasdespués él compartió esto con variospastores, todos sentimos que el Se-ñor estaba llamando nuestra aten-ción a la íntima relación que exis-te entre su bendición y su propósi-to —menciona Swindoll— en Tiem-pos de Restauración, y añade: Esarevelación iba a tener una funciónrectora. . .Con el correr de los añosiríamos entendiendo las tremendasimplicancias de este mandamientode construir diques.

Para hablar de esas implican-cias, casi cincuenta años después,quisimos conversar con Jorge Himi-tian. La mañana de la entrevistahabía amanecido despejada y fres-ca. El cielo se presentaba de un co-lor azul impecable. Sentados en lasobremesa del desayuno que Silvianos había preparado, mientras ter-minábamos la taza de café brasileroque a ellos les gusta tomar por lasmañanas, y con las sierras de Tan-dil como telón de fondo, nos dispu-simos a charlar sobre aquel sueñoque marcó de un modo tan especiallos caminos de la comunidad.

¿Qué significaba hacer di-ques de contención?

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J.H.: Lo fuimos comprendien-do durante los años siguientes, quefueron tres años de intensa revela-ción. Dios da una palabra y vos,en tu pequeñez, querés interpretar-la en seguida. Lo primero que senos ocurrió fue organizar un reti-ro de pastores y obreros de un día.Ese fue nuestro primer encuentro yallí Orville habló sobre el movernosen los dones del Espíritu. Pero aun-que en el sueño una voz decía “hazdiques de contención”, la que hizoel dique fue la mano de Dios. Asíque esos tres años subsiguientes fue-ron de una intensa revelación sobrela Palabra. Recibimos el evangeliodel Reino, el señorío de Cristo comocondición de salvación, el discipula-do como el eje central del ministe-rio, la unidad de la iglesia, el propó-sito eterno de Dios, la vigencia detodos los ministerios de Efesios 4:apóstol, profeta, evangelista, pastory maestro, y la responsabilidad deestos ministerios en la capacitaciónde todos los santos como obrerosdel Señor. Ese era el dique. Si ibaa venir un gran avivamiento sobreArgentina, era de suma importan-cia transformar a toda la iglesia enun seminario para contener y dis-cipular a las multitudes que se con-vertirían al Señor. Al principio pen-samos que la aplicación de esta vi-sión era para nosotros, los que lue-go fuimos conocidos como Comuni-dad Cristiana, pero al comprenderla visión de la unidad del cuerpo deCristo, entendimos que era para to-da la iglesia del Señor.

¿Qué ajustes concretos tu-vieron que hacer para adecuarsus vidas y sus ministerios a

partir de lo revelado?J.H.: Antes teníamos como

eje central de nuestro ministerioel púlpito y la relación púlpito-congregación. Así que con la nue-va revelación se desplazó el ejepúlpito–congregación a la relaciónmaestro–discípulo. Comprendimosque la relación personal era más im-portante que la reunión. Tomandoel modelo de Jesús como pastor nosrelacionamos con un grupo de dis-cípulos sobre los que asumimos laresponsabilidad de formarlos y en-trenarlos para el ministerio. Porqueantes pensábamos que la responsa-bilidad de formar pastores y obrerosera de los seminarios.

¿Después de casi cuarentay ocho años de haber tenidoesa visión, en qué medida sehan alcanzado esos objetivos?

J.H.: Crudamente, te diría quetenemos una sensación agridulce.Empezamos muy bien, con muchoentusiasmo y compromiso. En losprimeros diez o quince años hubouna mística y una militancia muyespeciales. Pero para ser sinceros,debemos decir que hemos avanzadomucho menos de lo que imaginába-mos.

¿En qué sentido?J.H.: Numéricamente hemos

crecido mucho menos de lo espera-do. En la calidad de vida de nues-tras comunidades en general, el se-ñorío de Cristo se vive mediana-mente. Nuestro sano énfasis en lafamilia, el trabajo, el estudio, el ca-rácter, produjo un efecto indeseado,nos volcó hacia adentro. En muchoslugares hemos perdido la mística y

la pasión por la misión. Me temoque a veces le estamos dando másimportancia a la reunión que a larelación. Como alguna vez alguiendijo, necesitamos una renovación dela renovación. Pero por otro lado, seha avanzado mucho en la unidad detoda la iglesia de Cristo. Se han for-mado consejos de pastores en todaslas ciudades del país. Hay una her-mosa comunión del liderazgo nacio-nal con un extraordinario nivel espi-ritual, como lo vemos en Argentinaoramos por vos. Todo esto lo ha he-cho Dios, quien ha usado también elaporte nuestro. Pero dando una pa-labra de fe, nuestra visión es que lavisitación sobre Argentina aún estápor venir. Los diques están siendoconstruidos por la mano de Dios ynos toca esmerarnos y cooperar máseficazmente con Dios.

¿Cómo sería eso?J.H.: Viviendo cada día llenos

del Espíritu bajo el Señorío de Cris-to. Orando y procurando la unidadde la iglesia en todos los niveles. Ycomprometiéndonos con la misiónque Cristo nos encomendó.

Terminamos la entrevista, losojos se le habían volado por la ven-tana y recorrían la silueta de los pi-nos del jardín que recortaban el ho-rizonte. Se lo veía sereno, contento,como quien tiene la oportunidad devolver sobre la historia mirando elfuturo para pasar en limpio todo lovivido. Los sueños tienen una ven-taja, que te agarran dormido, asíque no hay ninguna gloria huma-na en ellos —remata con la miradatodavía puesta afuera, soñando des-pierto quién sabe con qué destinospara la iglesia— �

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Reflexiones Acerca Del Matrimonio Jove

nes

Por: John Wesley

S i tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz.(Mat.6.22)

1. Lo que voy a decir ahora no está dirigido a las per-sonas del mundo, o a quienes tienen una religiónpuramente formal. Te hablo a ti que has experi-mentado, aunque ahora no la experimentes, la feque obra por amor (Ga.5:6). No es mi intenciónhacer ninguna afirmación categórica. Simplemen-te expongo un pensamiento que está en mi mentey te pido que lo pongas a consideración.

2. Estas pensando en cambiar de condición, y sa-bemos que honroso es en todos el matrimonio.(He.13:4). Pero me pregunto si tu ojo es bueno enlo referente a esta cuestión. El tema merece serconsiderado con toda seriedad. Mira dentro tuyoy pregúntate: ¿Qué hace que piense de esta ma-nera?

3. Te voy a contar lo que me sucedió a mí: Si biennunca me he sentido desanimado o deprimido(siempre conservé el mismo espíritu, en tiempode salud o de enfermedad), a menudo sentía cier-to desasosiego. Aun gozando de vitalidad y buenasalud, con abundancia de todo, y rodeado de ami-gos, me faltaba algo; no estaba satisfecho. Enton-ces pensé: “Ah, si tal persona estuviera conmigo,seguramente me sentiría feliz”. Me decía a mi mis-mo: “¡Qué hermosa su apariencia! ¡Qué agradablesu conversación!. Pensaba en la poesía de Safo:

Bienaventurado como los dioses inmortales es eljoven que amigablemente se sienta a tu lado, elque puede mirar tu dulce sonrisa y escuchar ladulzura de tu voz

—Seguramente, esto es exactamente lo que yo ne-cesito; si lo alcanzara, nunca más me sentiría solo.Porque Tú me librarías de las sombras de la os-curidad y en el desierto ya no tendría soledad;

4. Tal vez tu caso sea similar al mío. Permíteme, en-tonces, que te haga algunas preguntas: ¿Algunavez estuviste convencido de pecado, de tu condi-ción de pecador perdido? ¿Experimentaste la irade Dios? Si fue así, ¿qué necesitabas para sentir-te feliz? “Saber que estaba reconciliado con Dios”.Pues tu deseo se cumplió; pudiste afirmar sin te-mor: “Sé que mi Redentor vive”. ¿No fuiste felizen ese momento? “Sí por supuesto”. ¿Qué te hacíafeliz? El conocimiento y el amor de Dios

5. Y si ahora tienes ese mismo conocimiento y amorde Dios, ¿no obra de la misma manera? No es po-sible que una misma causa no produzca el mismoefecto. Por lo tanto, si ahora no eres feliz, ¿no se-rá porque ya no tienes esa relación con Dios quetenías en aquel momento? ¿Acaso buscas suplirla necesidad de esta relación mediante la com-pañía de una persona? ¿Crees que la proximidadde una mujer compensará tu distanciamiento deDios? ¿Es esto lo que Cristo enseñó? ¿No te haservido de nada tu experiencia?

6. Fuiste feliz una vez; sabes que es así. Fuiste felizen Dios, sin estar sujeto a ninguna criatura. Nonecesitabas “Acrecentar el mar del amor, con go-tas de felicidad humana”. ¿Te parece sabio buscarahora la felicidad en otro lugar? Tú no tienes laexcusa de los que nunca conocieron la felicidadque hay en Dios. Te aseguro que es muy pequeñala diferencia entre la idolatría y buscar la felici-dad en una persona. ¿No significa, acaso, amar auna criatura más que al Creador? ¿No significaque eres “más amante del placer que de Dios?”

7. Oh, vuélvete hacia Aquél que una vez te hizo co-nocer la felicidad, y él hará que vuelvas a sentirtefeliz.

Repite la oración:Para el mundo dame muerte;me contenta sólo verte.Hazme libre, darme vida,tu presencia bendecida.

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No busques ni aceptes algo que ocupe el lugar deDios. Deja que sea él la fuente de donde emane tu fe-licidad. Busca primeramente, como ya lo hiciste ante-riormente, el reino de Dios y su justicia (Mat.6:33 a);el conocimiento y el amor de Dios; la comunión con elPadre y con su Hijo Jesucristo (1 Jn.1:3), y todas estascosas te serán añadidas (Mat. 6:33 b), especialmente el

gozo en el Espíritu Santo. Una vez más,Ama a Dios, y a tu alma proclamaque la dicha de Dios mana.Y su gracia en ti morará;y la paz por corona tendrás.Juan WesleyLisburn, 11 de junio de 1785.�

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La Vejez Es El Regalo De Dios Hom

bres

Por: Mario O. Snyder

D ado que he alcanzado los ochenta años de vida, lescomparto algunas reflexiones de un pastor viejito

que no afloja y que con su ayuda idónea al lado, concasi ochenta años también, se sigue sintiendo un conti-nuador de la obra de Cristo Jesús. Y todo por aquelloque Él nos prometió: He aquí YO estaré con vosotrossiempre, hasta el fin del mundo (Mateo 28:20).

Hemos vivido toda nuestra vida en Cristo y 61 añossirviendo en el pastorado. Es normal que ahora hayamosenvejecido y estemos en una situación muy diferente, sintantos deberes ni actividades, con mas tiempo en casa,viendo que hacer y rodeados de los nietos que pidencosas.

Envejecer es algo normal y parte de la vida

Envejecer es la antesala al cielo. Es donde le damos lapuntada final a nuestra gestión en el Reino de Dios ynos preparamos para la gran mudanza que nos llevaraa la casa celestial que nos ha preparado Dios el padre,donde Jesús nos está esperando en la mansión celestialsentado en su trono de la sala mayor.

En los años setenta tenía mis temores y preocupa-ciones con todo esto de ir envejeciendo, con el tema dela maldad y el fin del mundo. Pero una madrugada elSeñor me despertó sabiendo de todos mis miedos y pre-guntas y me dijo: Si vos seguís siendo un hombre llenodel Espíritu Santo yo voy a cuidar tu envejecer, te voya dar salud y largos días, y mandare a mi Hijo Jesúspara que gobierne a la humanidad. Así que desde esedía, 29 de noviembre del 1999, me quede tranquilo yseguí viviendo una vida cristiana normal, aceptando yaprendiendo todo lo que significa envejecer. Por eso, yono aflojo porque tengo esa promesa de parte de mi Dios.

Entiendo que la vejez es un regalo de Dios por locual debemos ir envejeciendo con gracia. Es algo natu-ral y algo normal en la última parte de la vida dondevamos aprendiendo a darle la puntada final a nuestragestión a favor del Reino de Dios y a prepararnos parala gran mudanza a la mansión celestial donde está Je-sús esperándonos. Este proceso lo empecé con la ayuda

de otros y meditando en los ejemplos que nos dan loshombres y mujeres de la Biblia.

Pero, pasar a retiro o jubilarse, no es fácil. Para mu-chos es un trago amargo que se sufre intensamente porsus pruebas, peripecias, escases económica y enfermeda-des. Es como un camino sinuoso con curvas inesperadaspor el tipo de terreno montañoso, con tormentas y algu-nos terremotos. Yo también, al igual que muchos otros,he sentido sus cimbronazos y golpes.

¿Qué pasa al envejecer?

Cuando envejecemos cada uno tiene que dejar sutrabajo habitual con el que se ha ganado el sustento yaprender otro oficio: ¡El de estar en casa y ver qué ha-cer! Por eso tuvimos que realizar ajustes, menguando ycediendo responsabilidades a otros.

Envejecer también significa que se nos ha vaciadoel nido y vivimos solos en la casa, que nos pudo haberquedado grande, como en mi caso que la vendimos paraubicarnos en un lugar más chico.

Nuestros seis hijos, en el proceso natural de la vi-da, se casaron y formaron sus respectivas familias. No-sotros, al final de este proceso, nos quedamos solos yaprendiendo algo nuevo: el desafío de ser mejores com-pañeros y llevarnos bien.

Otra cuestión que surgió es que faltaba el dinerohabitual. Los recursos son menos y para algunos, enciertos casos, escasean más que otros.

La jubilación no alcanza para cubrirlo todo y losgastos de remedios se incrementan. También se sumael mantenimiento de la casa, que igualmente ha enve-jecido, esto complica aún más las cosas y para colmoalgunos hijos tienen tantos gastos propios que se lespuede dificultar darnos una mano.

Con la vejez y con los años aparecen los dolores y lasenfermedades. Nuestro cuerpo, gastado y débil, no res-ponde como antes y uno pasa mucho tiempo visitandoa los médicos.

La vejez también nos presenta momentos difícilescuando sufrimos la pérdida de seres queridos como her-manos o amigos.

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Estas situaciones suelen ser muy fuertes y duras desobrellevar. Pero el que vive al amparo del Altísimo ya la sombra del Omnipotente obtendrá fuerzas para so-portarlas y será consolado por el Dios de toda consola-ción como dice el apóstol Pablo en 2 Corintios 1:2–3.Este Dios nunca dejara de acompañarnos en estos mo-mentos porque tiene en Su pueblo a muchos hermanosque nos rodearán y caminando juntamente con noso-tros nos inspiraran para seguir adelante de victoria envictoria.

Para aquellas personas que en alguna congregaciónhan tenido un cargo o responsabilidad pastoral como yola tuve, ha significado dejarla y delegar las tareas.

La vejez significa delegar responsabilidades y dejarque los hijos, que ya se han convertido en padres, avan-cen. Ellos van teniendo sus familias y los pastores debenhacer lo mismo, delegando la tarea en personas fieles eidóneas, como dice Pablo en 2 Timoteo 2:2. Todo esparte de un proceso natural del designio de Dios que sise demora o se hace mal, metiéndose donde no se de-be, trae complicaciones y puede destruir una obra bienhecha.

Este es el proceso de reubicarse al lado del hijo,darle su lugar y acompañar al pastor más joven queha madurado, lo cual significa hacer un ajuste grande,pero necesario, que le traerá mucha satisfacción y gozocristiano.

Es recomendable, cuando el anciano va envejecien-do, que los hijos aprendan a hacerle preguntas relacio-nadas con sus ajustes, para así acompañarlo y ayudarloa envejecer.

En su libro “Necessary Conversations” (Conversa-ciones Necesarias), Gerald W. Kauffman y L. MarleneKauffman le sugieren a los hijos hacer preguntas relacio-nadas con lo que están viviendo los mayores para poderayudarlos y aconsejarlos en las dificultades y los ajustesque tienen por delante en esta etapa de sus vidas. Esun dialogo fundamental entre padres e hijos, que traerápaz y alegría al envejecimiento y contribuirá al avancede la causa de Cristo. De esta manera las coyunturas seayudan mutuamente, se vive en familia y se goza de la

voluntad de Dios.Un anciano nunca se jubila como servidor de Cristo.

En la vida cristiana se sigue teniendo las mismas metasque tiene todo discípulo. No se deja de ser sal y luz delmundo aunque se va cumpliendo a una velocidad me-nor con el propósito de la vida, que es: seguir amando aDios y adorándole con todo su corazón; seguir amandoal prójimo y sirviéndole de diferentes maneras sin de-jar de amarse a sí mismo. Esto es preocuparse por supropia salvación y la plena santificación de su vida.

Un hijo de Dios no se jubila nunca porque puedeseguir hablando de Cristo y testificando de su amor ypoder y haciendo discípulos en los ámbitos donde semueve.

Un hijo de Dios no se jubila porque puede orar encasa con su esposa cada día y saludar y bendecir a losque encuentra en su camino, y a grandes y niños en lacongregación.

Un hijo de Dios no se jubila porque sigue testifican-do oportunamente en las reuniones de la parentela yora por los necesitados y ejerce los dones de Dios queestán en él y siguen en funcionamiento.

Un hijo de Dios no se jubila porque se mantiene adisposición de los pastores para cualquier servicio quese le pida.

Todo esto tiene mucho valor y es nuestro aporte co-mo ancianos en la casa de Dios.

La vejez nos ha dado sabiduría, tiempo y libertadpara servir. Nos ha hecho prósperos en relaciones, ins-truidos para aconsejar con una valiosa experiencia paraacompañar el proceso de Cristo en la edificación de SuIglesia. Somos también los continuadores de la obra deCristo.

Cada viejito, como yo, debe comenzar el día orandoy diciéndole al Señor: ¿Qué quieres que haga hoy? yMuéstrame Señor lo que estás haciendo para que pue-da acompañarte mejor ¡Hasta ver que los reinos de estemundo se convierten en el Reino de nuestro Dios!

Perseveremos con Cristo en el hacer su voluntadporque lo mejor, está por venir.

Un hijo de Dios nunca se jubila.�

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Mujeres En El Frente De Batalla Muj

eres

Por: Silvia C. de Losardo

Porque no estamos luchando contra podereshumanos, sino contra malignas fuerzasespirituales del cielo, las cuales tienen mando,autoridad y dominio sobre el mundo de tinieblasque nos rodea

Efesios 6:12

E s una realidad que un mundo de tinieblas nos rodea,una guerra se libra a nuestro alrededor y Dios nos

ha asignado lugares en el frente de batalla. Dondequie-ra que estemos o vivamos, las mujeres enfrentamos di-ferentes situaciones y circunstancias que amenazan condestruir nuestras vidas y la de nuestros seres queridos.Hoy en día, el enemigo trabaja de diferentes y variadasmaneras (algunas más sutiles que otras), por lo tantono siempre podemos tener claridad de sus estrategiasy darnos cuenta de la fuente de donde provienen lasdificultades que estamos transitando.

Debemos reconocer la obra de nuestro adversariopara poder tomar nuestro lugar y batallar, o podemosdecidir no avanzar en la lucha creyendo que si no actua-mos, el enemigo desistirá y no nos molestará más. Talpensamiento se contrapone con lo que declara Efesios6:10–11 que nos insta a fortalecernos en el Señor y en elpoder de su fuerza, y a vestirnos con toda la armadurade Dios para poder estar firmes contra las asechanzasdel diablo.

Dios nos ha dotado a las mujeres con una sensibili-dad especial con respecto a la realidad espiritual; por lotanto, debemos aprovechar este privilegio para dejarnosguiar por el Espíritu Santo, siendo perseverantes en laoración por aquellos que amamos, por los que tenemosfuertes lazos de cariño y relación, y por las personas quetenemos responsabilidad espiritual.

Cada día, nos enfrentamos con dificultades que ne-cesitan ser resueltas, no con nuestras fuerzas ni connuestros recursos humanos, sino con la intervención so-brenatural de Dios. Sólo por medio de la oración ob-tendremos respuestas espirituales a las necesidades denuestros hijos, esposo, amigos y compañeros de traba-jo; encontraremos solución a las presiones laborales y

culturales de una sociedad materialista; sabremos en-frentar los inconvenientes en las relaciones familiares,la inseguridad, la ansiedad por el futuro y tantos otrosproblemas.

En la Biblia encontramos una mujer que nos desafíaa ponernos en la brecha dejando de lado nuestros intere-ses y actitudes personales para ocuparnos en la batalla.En Jueces 4, encontramos a Débora, quien gobernabapor ese tiempo a Israel; profetisa que acostumbraba asentarse bajo una palmera (conocida como la palmerade Débora), donde los hijos de Israel subían a ella a jui-cio en los tiempos que Israel sufría la cruel opresión deJabín (rey cananeo que había ocupado sus tierras). Elsignificado del nombre Jabín es «astuto» y la palabraviene de una raíz cananea que significa «humillar».Débora escuchaba diariamente los informes sobre el tra-to cruel que recibía el pueblo por parte de este rey. Elcapitán de su ejército, Sísara, constantemente aterro-rizaba al pueblo con sus novecientos carros herrados ysu ejército, en tanto que Israel no poseía armas parasu defensa. Por tal motivo, Débora se solidarizó con supueblo y clamó a Dios para que los librara.

Muchas veces, nos resistimos a luchar y tomar nues-tro lugar en la batalla, queremos vivir como buenasmujeres cristianas, congregarnos, ocuparnos de nues-tras casas, vivir sin sobresaltos, pero repentinamenteun carro herrado viene con gran velocidad para atro-pellar nuestra vida, nuestra familia, iglesia o negocioenfrentándonos con el enemigo. . . y descubrimos que noestamos preparadas.

El relato de este episodio de la vida de Débora nosdeja una enseñanza muy rica y práctica para que apren-damos a ver más allá de las circunstancias de la vida quetanto afectan nuestras emociones, y nos desenfocan dela verdadera fuente de donde provienen las artimañasdel enemigo:

(a) Débora le creyó a Dios (Jueces 4:6-7).

(b) Reconoció que la batalla era espiritual y que Diosiba delante de su ejército.

(c) Obedeció las indicaciones de Dios y confió en su

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estrategia.

(d) No se concentró en la aparente fuerza del enemigo.

Nuestra lucha no es contra sangre y carne (Efesios6:12), la victoria la tenemos asegurada si le creemos aDios.

Por nuestra parte nosotras debemos:

pelear la batalla,

buscar la dirección de Dios y

conquistar lo que el enemigo se ha propuesto arre-batarnos.

Cuando actuamos en fe y nos dejamos guiar por el Es-píritu Santo, Él interviene y produce lo imposible.

“Entonces Débora dijo a Barac: ¡Levántate!,porque este es el día en que el Señor haentregado a Sísara en tus manos; he aquí, elSeñor ha salido delante de ti.”

Jueces 4:14

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Aventuras En El Mar de La Vida Niñ

os

Por: Mirtha de Ferro

Esta historia fue escrita por primera vez mucho antes de que nacieras (me refiero a nuestros pequeños–grandeslectores de 24 años para abajo). . . Porque, para ser precisos, fue escrita en 1991. Nació inspirada en enseñanzasde pastores muy amados. La ilustró en forma de historieta mi querido amigo, ese gran artista llamado GabrielBenítez, con quien trabajamos juntos muchos años en la revista infantil “El Puentecito” .

A medida que sigas los episodios de esta gran aventura, te vas a encontrar que tiene que ver nada menos quecon. . . con. . . ¡contigo mismo! ¡Sí! ¡Y con cada uno de los que hemos nacido en este mundo!. . . En fin, habría muchoque comentar, pero. . . ¿qué tal si comenzamos ya la historia?

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CAPÍTULO 1La Gran Decisión — Sorprendente invitación

S ucedió. . . o sucede esta historia en la pintoresca ciudad portuaria de AKANOMÁS, capital del país deVILLATIERRA. País que, a pesar de su enorme belleza, había caído en un estado que mejor no hablar:

mucho desorden, mucha oscuridad y mucho más. . . Eso se debió a una gran catástrofe que sin duda tus papiso abuelos o tus pastores, podrán contarte.Pero hete aquí que un día, un extraño y valioso cofre, comoesos que guardan grandiosos tesoros, apareció flotando cercade la costa. Cuando los habitantes de Akanomás lo abrieron,se encontraron con algo mucho más valioso que un tesoro. Erauna CARTA (¡así, con mayúscula!), que enviaba el gran Reydel fabuloso país de MÁSALLÁ, en la COSTA GLORIA.La Carta del Rey era una invitación. (Perdón, debo decirES una invitación, puesto que la Carta sigue existiendo paraquien quiera leerla).El Gran Rey invitaba, digo, INVITA a los habitantes de Aka-nomás a ponerse en contacto con él, y conocer así el Caminopara ir a vivir al más maravilloso país del universo: ¡COSTAGLORIA!El mensaje anunciaba que que tocaría puerto un barco dela selecta flota del Rey, con el fin de buscar a todos cuantosquisieran embarcarse hacia el maravilloso país. Pero tambiénadvertía:“Hay un barco de la flota de un pirata asesino, que recorrelas costas, muy hábilmente Camuflado. Atrae pasajeros confalsas promesas de llegar a buen puerto, pero su ruta es Totalmente opuesta a la verdadera y termina ennaufragio seguro”.—¡Bueno! ¡Será cuestión de estar muy atentos!. . .—se decían todos los ciudadanos de Akanomás.

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Los primitos A B C

E l sol asomaba sobre el mar cuando toda la ciudad ya estaba en pie. Las noticias volaban como el vientosobre las olas: “¡Costa Gloria! ¡Dicen que es un país de eterna felicidad!”, “¡Increíble! ¡Fabuloso!”, “¡Yo me

embarco!”, “Yo también, pero. . . ¿cómo sabremos cuál es el barco pirata?”. . . “Y. . . , será uno de muy malaspecto. . . ”, “¡Dicen que están llegando los barcos! ¡Apuren, apuren!”. . .—¡Iuupiiii! ¡Vamos a embarcarnoooos! —se oyó entonces. . .Eran seis chicos que pasaban a toda velocidad en sus bicicletas. Eran los chicos más populares de Akanomás;primos entre sí ¡y siempre juntos! Los llamaban “Los primitos A B C”, porque sus nombres formaban unABC perfecto: Ariel y Alina; Berni y Brenda; Carlos y Carolina.Al llegar al puerto, los seis ABC abandonaron sus bicicletas por ahí nomás y corrieron a comprarse un jarrode chocolate caliente, pues del apuro, no habían desayunado.—¡Ehh! —les dijo el kiosquero riendo— ¿Acaso tienen miedo de pasar hambre en el barco? ¡Dicen que haycomida de sobra! ¡Y de la buena!. . . ”—Pero. . . ¡ojo, chiquillos! —agregó muy serio— ¡Elijan bien el barco! Miren que hay solamente UNO, quelleva por la ruta verdadera. Si se embarcan en la flota del asesino, al llegar al océano de MÁSALLÁ, irán aparar de cabeza a la horrenda Cascada del Abismo. . .—¡GLUP! ¿Y eso qué es? —preguntó Ariel, atragantándose con el chocolate.—Es un terrible torbellino que termina en un abismo donde unos seres espantosos torturan a la genteeternamente ¡y no se salva nadie!-contestó el kiosquero en voz baja.“¡Por mis botas!”, “¡Que me ahorquen!”, “¡Rayos y truenos!”, “¡Chispas!”. . . -empezaron a exclamar los tresvarones, (que sabían mucho sobre cowboys). Las nenas, en cambio, abrieron tamaños ojos de susto y gritaron“¡Nosotras nos volvemos a casa!”. Pero justo en ese instante. . .¡Aquí llegan los dos barcos!. . .El grito de cientos de gargantas sobresaltó hasta los caracoles de la playa. La gente se agolpó en el muelle. . .Los chicos se abrieron paso por debajo de todas las piernas de los grandes y quedaron en primera fila. . .Un minuto después, ambos barcos entraban al puerto. Uno, en total serenidad, el otro, en medio de unaexplosión de música y algarabía, banderas, trompetas, tambores. . . ¡Realmente deslumbrante!Inmediatamente, descendieron de él varios marineros MUY atractivos. Muchas jovencitas empezaron a gritar,suspirar, desmayarse. . .Los varones, siempre más prácticos, corrieron a examinar el gran barco de cerca.—¡Ehh! ¡Tiene más puertas que un hotel! —comentó Berni riendo.—¡Pues claro, chicos! —les gritó un marinero— ¡Entren por donde se les antoje! ¡¡Bienvenidos al fabulosobarco BLASTINIE!. . . ¡Hay kilos de golosinas para ustedes!—¡Este es el barco seguro! —siguió el atractivísimo marinero— ¡Nosotros los llevaremos a la más extraordi-naria Costa Gloria que nadie nunca jamás haya imaginado en su vida! ¡Suban, suban a conocerlo! ¡Vamos,preciosas niñas! ¡Vengan conmigo!—¡Vamos, vamos! —apuró Brenda, muy impresionada— ¿Qué esperan, marmotas?Como si los atrajera un imán, los seis primos corrieron al Blastinie. Casi ni habían llegado a cubierta cuandoles llenaron las manos, los bolsillos, ¡y hasta las zapatillas! con exquisitas golosinas.Y no alcanzaron ni a pestañear, cuando los marineros los cargaron en carritos de colores y los llevaron arecorrer el barco a una velocidad de locos, chocándose entre ellos, gritando, riendo. . .—¡Eh, eh! ¿Están chiflados? —gritó Ariel alarmado.—¡Pero si esto es divertidísimo! —dijeron Carlos, Carolina, Brenda, Berni y Alina, súper mareados y muertosde risa.Y en ese momento. . .

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El capitán del Blastinie

—¡A tención, atención! –se oyó una voz súper potente- Nuestro capitán quiere darles personalmente labienvenida. Con ustedes, el único, fabulosísimo, famosísimo, excelentísimo, perfectísimo, atracti-

vísimo, exclusivísimo. . . el único Súper Gran Capitán: ¡DRAGÓN, rey de los mares! ¡Fuerte el aplauso paranuestro rey!¡Uuuyyy! ¡Qué capitán tan buen mozo! ¡Deslumbrante!. . . (Nuevos suspiros, gritos, desmayos. . . )Pero Ariel comenzó a dudar. . . ¡Tanto desorden! ¡Tanta locura!. . . Hasta le parecía sentir un muy mal olor. . . sentir un muy mal olor. . .Berni lo apoyó, y ambos arrastraron a los demás hacia la otra dársena, a ver el otro barco.

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El barco LUZ y su Capitán

A la luz del amanecer, el LUZ brillaba como un diamante. Los chicos, asombrados, se quedaron mirándolo,boquiabiertos.

—Pero. . . pero. . . ¿por dónde se entra? —dijo al fin Carolina.—Cierto —afirmó Carlos—, este barco no tiene puertas. . .—¿Lo ven? ¡Vamos! ¡Volvámonos al Blastinie! —dijo Brenda.Pero justo en ese instante oyeron una voz muy amable a sus espaldas que les decía: “¡Hola, chicos!, ¡Bienvenidosal LUZ! Y. . . no se preocupen por la puerta. ¡Yo soy la puerta!”Los seis se volvieron sobresaltados. Se dieron de lleno con un señor. . . Un señor muy simpático, muy amable,muy alto y fuerte. . . un señor tan. . . tan. . . ¡no sé cómo decirles! Tan ESPECIAL, que los chicos al verlosintieron dos ganas a la vez. Sí. DOS. Una, de correr a darle un abrazo. La otra. . . un fuerte sentir dearrodillarse ante él como delante del más grande rey.—¿Co. . . co. . . cómo es que usted es la puerta? —susurró al fin Alina.El alto señor sonrió y les extendió la mano.—Yo soy el Capitán del LUZ. Mi nombre es EMANUEL. El que se toma de mi mano, encontrará abierta laentrada al LUZ. ¿Los llevo a conocer el barco? Luego cada uno decidirá con quién quiere embarcarse.Ariel y Alina se apresuraron a tomarse cada uno de una mano del Capitán. Berni se tomó de su capa yBrenda, Carlos y Carolina se tomaron de la mano de sus primos.Así avanzaron hacia el barco. Y ni bien el Capitán pisó la rampa de subida, se abrió en la alta cubierta. . .¡una PUERTA resplandeciente!—¡Wauuu! —exclamaron los chicos, que se quedaron otra vez boquiabiertos.Pero les esperaban más sorpresas. . .Y mientras recorrían el LUZ, cada uno iba pensando. . . pensando. . . ¿Qué decidirá cada uno de los ABC?¿Cuál barco elegirán?. . .Y MIENTRAS TANTO: Esto me recuerda de esa GRAN decisión que todos debemos tomar: o seguir a Jesús,el REY del Reino de la Luz. . . O seguir a Satanás, el jefe del Reino de la Oscuridad. ¿Cuál es tu decisión?. . .Si quieres hablarlo en serio, busca a tus papis o a tus maestros que te enseñan de Dios, o a tus pastores ypídeles que te ayuden a tomar LA MEJOR DECISIÓN DE TU VIDA.

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Cuando Nace Un Hijo Fam

ilia

Por: Alfredo Muzzi

D espués de la experiencia de encontrarnos con el Se-ñor Jesús y experimentar el perdón de nuestros pe-

cados, el hecho de formar una familia es lo más trascen-dente en ésta tierra. ¡Cuánta alegría cuando nos unimosen matrimonio y nos disponemos a la espera de nuestroshijos!

La expectativa que se crea ante el nacimiento denuestros retoños es tremenda porque no tenemos expe-riencia en cómo criar a esa persona que Dios pone bajonuestro cuidado. ¡Cuántos temores, cuántas preguntas,cuántos aciertos y cuantos errores que cometemos!

Algunos duermen toda la noche y otros no duermennunca, y nos preguntamos: ¿Cómo puede ser que nopegue un ojo? Y ahora, ¿qué hacemos?

Algunos tienen buen humor, se despiertan conten-tos; otros parece que traen de la cuna todo el mal humorencima, se despiertan llorando, como enojados; y pensa-mos: ¿A quién habrá salido? Hay quienes son sociablesal máximo, respetuosos, cariñosos y otros a los que pa-reciera que hay que enseñarles todo. Algunos aprendencon facilidad y otros no tanto.

Podría seguir enumerando cientos de actitudes; pe-ro así y todo, cuando llega el fin de la jornada decimos:¡Gracias Señor por el día y por los hijos que nos diste!Cuando pasan los años y podemos ver el desarrollo desus vidas, con todos los sin sabores que tal vez nos to-caron vivir, decimos con gratitud: Dios sabe hacer lascosas, ¡muchas gracias porque nos ayudaste!

Quiero compartir algunas inquietudes y experien-cias que vienen a mi corazón. Dios es bueno y está muyinteresado en nuestras familias.

El Salmo 127.3 (NVI) dice: Los hijos son una heren-cia del Señor. Es una bendición muy grande cuando unhijo llega a la casa. Es una persona que se integra a lafamilia. Buscará su espacio, su lugar, será un integranteactivo de la familia, un protagonista. Antes de nacer élya ocupa un sitio destacado en el corazón de sus padres,más aún después del nacimiento. Repentinamente surgeen los padres un amor y una manifestación de amor queantes no estaba. ¡Ahora son padres!

El pequeño ocupará un lugar físico: tendrá su ca-mita, su ropa, sus juguetes, su bañera, sus productos

para el aseo. También ocupará nuestro tiempo: le da-remos de comer, lo bañaremos, lo haremos descansar.Seremos responsables de atender a sus necesidades físi-cas, emocionales, afectivas, espirituales. Evidentementeél viene empujando cuando nace, haciéndose lugar a sumanera. Dice: acá estoy yo. No conoce reglas, horarios,prioridades, disciplina; no sabe nada, es preciso ense-ñarle todo. Vino, en el buen sentido de la palabra, aalterar el orden de la casa.

Entonces aparecen algunas expresiones en los quesomos padres: Ya no tengo tiempo para. . . , vamos a te-ner que suspender esta salida, perdón hoy estoy un pocodormido. Es verdad, un hijo demanda esto y muchomás, pero no debería alterar el orden, las prioridades,más bien hay que ir ajustando su tiempo, su andar (enlo posible) al ritmo de la familia. Se produce una adap-tación mutua, el hijo se adapta a la familia (a los padresy a los hermanos en algunos casos) y la familia al hijo.Pero se entiende que los padres, al ser obviamente másmaduros que el niño, trabajarán en todo este proceso.El niño viene como aprendiz, no como maestro. Si lospadres no aprenden a manejar la nueva situación, ellalos manejará y las consecuencias pueden ser muy serias.

Vemos con claridad en las Escrituras que hay ungrado de autoridad y de dependencia, no todos tene-mos el mismo alcance de autoridad. Dios es la cabezade Cristo, él es la cabeza del varón y el varón es la cabe-za de la mujer (1 Corintios 11:3). De la misma manerahay roles y responsabilidades para cada uno. A las ca-sadas se les indica que estén sujetas a sus maridos; paraellos el mandato es muy claro, deben amar a sus espo-sas y tratarlas con delicadeza, no ser ásperos con ellas;a los hijos se les ordena obediencia a los padres; y a lospadres que no los provoquen a ira (Colosenses 3:18–21).Además hemos aprendido que todo discípulo de Jesúsordena su vida mediante una escala de valores en laque el valor supremo es Dios, luego ubicamos la fami-lia, el trabajo; si todo esto funciona bien, la realizaciónde la obra del Señor es consecuencia de nuestro andardiario y cotidiano. Sería imposible llevar adelante la mi-sión encomendada por Jesús si alguna de estas cosas noestuvieran funcionando en manera normal. De ahí se

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desprende la importancia de mantener el orden estable-cido por Dios y que nuestras familias vayan creciendo ennúmero, pero que sigan creciendo en la calidad de vidaque Dios nos demanda. Por eso hay que estar atentosy vigilantes para corregir rápidamente toda desviaciónque pueda afectar el buen desarrollo familiar.

Si no manejamos la situación, el orden dispuestopor Dios va a empezar a alterarse y lentamente, casisin darnos cuenta, comenzarán a correrse las bases so-bre las que se apoya el andamiaje de la familia.

Algunas de las consecuencias que se producen si es-to ocurre son que se ve afectado el tiempo de la relacióncon Dios, nuestra oración, el tiempo de lectura y estu-dio de la Palabra, la disciplina del ayuno, la vida en elEspíritu y el culto familiar. También es posible que larelación matrimonial sufra alteraciones, no hay tiempode calidad entre los cónyuges, desaparecen las demos-traciones de afecto, se suele descuidar el aspecto físicopor la falta de tiempo. El pequeño ha invadido todoslos espacios, y en algunos casos hasta se metió en la

cama de los padres. Por otro lado, es probable que es-te desorden repercuta en la relación y en la comunióncon los hermanos en Cristo, ya no se encuentra tiem-po para compartir, comenzamos a faltar a reuniones ya encuentros, se suspenden los encuentros con los dis-cipuladores. También muchas veces observamos que seve afectada la obra del Señor, uno se va alejando sutil-mente de la obra, no se encuentra tiempo para predicary atender a los propios discípulos, se deja de asistir algrupo familiar, y cosas por el estilo.

Sin embargo, ante este panorama contamos con tresrecursos: la palabra del Señor, el obrar del Espíritu San-to y el consejo de los hermanos. Debemos recurrir cons-tantemente a ellos, ahí está la clave para realizar todala tarea. Dios sabe cómo hay que hacerlo. El Espíri-tu Santo produce los cambios necesarios. Los hermanosson cartas escritas por el Señor y nos muestran y ayu-dan con sus experiencias, que son muy valiosas.

Dos textos pueden alentarnos en nuestra tarea, Jue-ces 13:2–14 y los Salmos 127 y 128.�

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Una Comunidad De Discípulos En Cada Localidad Del País Pro

yect

o20

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Por: Luis Leal

Vayan y hagan discípulos es la orden de Jesús para su iglesia

E sta sección está destinada a compartir todas aque-llas experiencias relacionadas con el Proyecto 2020.

Todos los aportes sobre la extensión de la obra seránbienvenidos y, seguramente, de estímulo y edificaciónpara los lectores.

¿Qué es el proyecto 2020?

Es una propuesta de acción que el equipo apostólicoexpuso a todos los pastores, presbíteros y congregacio-nes de la Argentina en Carcaraes, Provincia de SantaFe en el año 2009.

Surge de la necesidad de clarificar y reafirmar la vi-sión que el Señor nos dio en cuanto a la extensión de laobra. Implica animarnos a la oración, estimularnos mu-tuamente en la fe y desafiarnos a establecer iglesias entodas las localidades de nuestro país. ¡Todos aceptamosunánimes!

Vayan y hagan discípulos es la orden de Jesús parasu iglesia, a la que le delega el poder para llevarla acabo. Él mismo estará presente en medio nuestro mien-tras nosotros hacemos discípulos todos los días hasta elfin del mundo.

El Proyecto 2020 está inspirado y fundamentado enese mandamiento que refleja el amor del Padre por to-dos los hombres.

Nuestra visión:La tierra será llena del conocimiento de la gloria del

Señor, (Habacuc 2.14)

Nuestra oración:Oh Señor, aviva tu obra en nuestros días, y hazla

conocer, (Habacuc 3.2)

Nuestra meta:Plantar una comunidad de discípulos en cada loca-

lidad del país.

¿Cuál es la propuesta concreta?

Plantar una comunidad de discípulos en cada loca-lidad del país, hasta diciembre de 2020.

Aunque permaneceremos atentos a aquello que Diosindique en cuanto a enviar obreros a otros países delmundo, el tema que se enfatiza en esta propuesta es laextensión de la obra en nuestro país.

¿Qué principios impulsan el proyecto?

El principio de la multiplicaciónEste principio se encuentra en toda la extensión de

la Biblia. Fue establecido por Dios para el crecimientode todo lo que tiene vida.

Cada uno debe multiplicarse según su especie.

Cada discípulo tiene que multiplicarse en nuevosdiscípulos.

Cada discipulador, en nuevos discipuladores.

Cada obrero, debe formar otros obreros.

Cada pastor debe levantar nuevos pastores.

Cada célula debe desdoblarse en nuevas células.

Cada grupo de discípulos debe abrir nuevos gru-pos de discípulos.

Cada congregación debe abrir otras congregacio-nes.

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Cada ciudad alcanzada debe alcanzar otras ciu-dades.

El principio de la feAl lanzarse esta propuesta se expresó que hay profe-

cías que están abiertas. No tienen fecha ni destinatariofijo. Están a disposición del que cree. Del que las toma.Del que le dice a Dios: “Dame, pues, ahora este monte”.¡Danos Argentina, Señor!

“Pedid y se os dará. . . ” (Mateo 7.7). Pidamos, pues.“Si dos de vosotros se pudieren de acuerdo en la tie-

rra. . . (Mateo 18.19). Pongámonos de acuerdo.“Pídeme, y te daré por heredad las naciones. . . ”

(Salmos 2.8). Pidámosle al Señor nuestra nación. Cadaiglesia pida primero su nación y luego otras naciones.

“Las naciones que hubieren sido salvas. . . ” (Apoca-lipsis 21.24). Creamos que Argentina será una de ellas.Todo es posible al que cree. . .

El principio del sacrificioHay tres cosas que pueden atarnos y estorbar el

avance del proyecto 2020 y de las que nos tenemos queliberar con firme determinación en el poder del Espíri-tu: la excesiva atención a la familia, la comodidad y elmaterialismo. Lucas 14.26, 27, 33.

Familia: “Si alguno viene a mí, y no aborrece a supadre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y her-manas, y aun también su propia vida, no puede ser midiscípulo”.

Comodidad: “Y el que no lleva su cruz y viene enpos de mí, no puede ser mi discípulo”.

Materialismo: “Cualquiera de vosotros que no re-nuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”.

Ir tras la visión

Andy Stanley, en su libro Una visión contagiosa,dice que hay cinco cosas que podemos hacer para incre-mentar significativamente la adherencia a la visión departe de los discípulos:

1. Establecer la visión de manera simple

2. Transmitirla convincentemente

3. Repetirla con regularidad

4. Celebrarla sistemáticamente

5. Acoger la visión de modo personal

De modo que para que esto funcione el pastor prin-cipal y todos los pastores de la congregación deben estaral frente de la visión, alentando y redireccionando cons-tantemente, con gracia y entusiasmo, a la congregaciónen la realización de la visión.

Tres motores que impulsan el proyecto

Evangelización localToda la congregación tiene que estar organizada en

equipos de dos o tres hermanos, concertados para orary hacer discípulos en la propia ciudad o saliendo a vi-sitar otras localidades de la región. Esto es algo másfuerte que la multiplicación de los panes y los peces,es la multiplicación de Jesús. ¡Jesús promete estar concada equipo que se forma en su nombre para hacer laobra con ellos!

Plantación de iglesiasEsta es la propuesta central de esta convocatoria.

Para ello resulta fundamental la guía del Espíritu San-to, la revelación específica de Dios por medio de profe-cías, señales, sueños, visiones. También es importantela fe, el coraje y la osadía de decirle a Dios, como Caleble dijo a Josué: “Dame, pues, ahora este monte”.

Donde haya contactos de familiares o amigos de her-manos de la congregación visitarlos y compartirles elevangelio y el deseo de abrir una congregación en ellugar.

Visitar esos lugares, conocer, recorrer, orar en el lu-gar, pedir a Dios que abra puertas allí. Pedir contactos.

Ir a predicar, enseñar, servir, hacer jornadas misio-neras, campamentos de servicio, campañas, entrar encontacto con la gente.

Presentar a la iglesia informes, testimonios, mostrarfotografías, videos o DVD. Hacer y exhibir mapas espe-ciales, mostrar a la iglesia la necesidad.

Disponer de vehículos, tiempo, personas en viajescortos de fin de semana, y a veces de una o dos sema-nas. Los que van, generalmente vuelven encendidos.

Formación de obrerosLa capacitación de obreros es lo que hará posible

el crecimiento continuo de la iglesia y la extensión delreino hasta lo último de la tierra. Hemos aprendido quelos obreros tienen que ser formados en tres áreas prin-cipales:

Conducta y carácter

Formación bíblica y teológica

Formación ministerial

Conclusión

En estos últimos años este proyecto ha sido pues-to a prueba, hemos atravesado momentos y situacionesmuy difíciles, muy penosas. Al enemigo de Dios le es-torba sobremanera este emprendimiento y todo aquelloque promueva y estimule el avance del reino de Dios.¡Pero estamos de pie y avanzando por su gracia y mi-sericordia! El Señor está a favor de los que le sirven decorazón y perseveran; estamos destinados a la victoria

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final. Somos parte de esa iglesia única, santa y gloriosaque Cristo viene a buscar y por la cual trabajamos enel poder del Espíritu.

Te animamos a compartir con nosotros los avan-ces en la plantación de nuevos grupos de discípu-los, de nuevas congregaciones que ya estén funcio-nando en diversas localidades de nuestro país. Po-dés mandarnos un mail con la información a vhdisci-pulos@comunidadcristiana.org.ar y nos pondremos en

contacto con vos. Tu informe es importante para esti-mular y alentar a los hermanos y para llevar gloria alúnico que es digno de recibir, todo el honor: Jesucristo,nuestro Kyrios.

¡Creámosle a Dios, tomemos la cruz, hagamos aflo-rar en nuestras vidas el valor y la perseverancia deCristo para darle la victoria al Señor con este Proyecto2020!�

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Oración De Gracias Dev

ocio

nal

Por: Ivan M. Baker, Jueves 18–07–1985

H ice oración de gracias por lasmaravillas que el Señor ha he-

cho conmigo. ( 1 Cron 16).

Sacándome del camino del pe-cado

Poniendo mis pies sobre la ro-ca eterna de mi salvación

Me salvó de la inmoralidaddel sexo, del mal hombre y dela mala mujer

De los vicios y maldades demi engañoso corazón

Puso sus riendas sobre mípara guiarme, sacándome delpozo y de la senda de los hom-bres injustos

Me guardó de las trampas deldiablo, de sus sutilezas y en-gaños

Mi hizo habitar en mediode su santa iglesia dándomecompañeros santos y amoro-sos que velan por mí y me cui-dan

Me dio herencia en Abraham.Vinieron sobre mí las anti-guas bendiciones del Señorsobre su pueblo Israel. Éllas recuerda perpetuamentede generación en generación.Aun de generación en genera-ción de mi familia. ¡Aleluya!Bisabuelos, abuelos, padres,yo y mis hermanos, nuestroshijos, los hijos de nuestros hi-jos. . . hasta la gloriosa venidadel Señor, ¡Aleluya!

Me sacó de entre las vírgenesdormidas. . . me vistió vesti-dos nuevos de los hijos quedespiertan

Llenó mi lámpara de aceite,la hizo alumbrar. Muchos fue-ron iluminados, ¡Oh, EspírituSanto!

Abrió mis ojos para que con-temple sus maravillas. Rever-deció su conocimiento en míde tal suerte que me enorgu-

llecí de sus revelaciones. Pe-ro tú me guardaste de desca-rriarme, y amorosa y oportu-namente me enviaste aguijo-nes para que me humille entu presencia y no ande en lasoberbia de mi corazón.

Me pusiste entre príncipes,hombres que van al frente detu pueblo para conducir a tusejércitos en tiempos de victo-ria. Entre los que alumbranpara que sea conocida tu luzhasta lo último de la tierra.

Me hiciste nacer en tiemposprivilegiados para verte ac-tuar y ver el cumplimiento detus finales promesas en anti-cipación de la venida gloriosade mi bendito Señor y Salva-dor Jesucristo.

Nota encontrada en undiario privado, transcripta

literalmente.�

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La Palabra De Dios No Esta Presa Nec

esit

ados

Por: Noemi Otero

L a sociedad de este siglo ha su-frido importantes cambios con

respecto al pasado, tanto en la for-ma de pensar, actuar y trabajar co-mo en el desempeño de los roles fa-miliares. Estos cambios no han per-manecido ajenos al ámbito de laIglesia, ya que cada uno de noso-tros forma parte de la sociedad enque vivimos.

El Apóstol Pablo, en 1 Timoteo2:15, les dice a los cristianos que lamujer se salvará criando hijos.

Ciertamente, esta tarea resul-ta fundamental, es un don especialconcedido por Dios a la mujer. Peroella no ha sido diseñada solo paraatender las necesidades del hogar.Tiene un potencial mayor, como pa-ra involucrarse y aun comprometer-se con las tareas de la Iglesia y serútil en el ministerio en el cuál Diosdesea que sirva, llevando el evange-lio del reino de Dios a todas partes.La iglesia no está compuesta úni-camente por madres. Hay tambiénmujeres solteras, jóvenes y mayores,y abuelas.

El Nuevo Testamento cita ejem-plos de mujeres que desarrollaronsus dones en distintos ministerios,ayudando a Pablo, y fueron de ben-dición para la iglesia.

A Febe (Romanos 16:1-2) Pablola llamaba diaconisa. Ella servia enla Iglesia y asumía responsabilida-des. Se destacaba por su generosi-dad, devoción a Dios y un corazóndispuesto a ayudar a los demás.

Priscila, junto con Aquila (Ro-

manos 16:3-4), puso en riesgo su vi-da por el apóstol Pablo.

A Dorcas (Hechos 9:36) Pablola consideraba una discípula rica enobras buenas y en caridad, las quepracticaba continuamente.

En nuestro caso, Dios nos ha lla-mado a llevar su Reino a las mujeresprivadas de la libertad en la Uni-dad Penitenciaria No 51 de Magda-lena (Provincia de Buenos Aires).Se trata de una unidad relativamen-te nueva que aloja a 250 mujeres.

La parte edilicia es moderna,limpia. Funciona allí un pabellóncristiano que alberga a 36 mujeres.Muchas de ellas, antes de ser dete-nidas, concurrían a iglesias evangé-licas. Nos cuentan: «Antes de lle-gar a este lugar asistía a una iglesia,cantaba, leía la Biblia. . . pero lue-go caí detenida». ¿Que pasó? Lasmalas juntas, el deseo de obteneraquello a lo que no podían accederdignamente, como el resto de la so-ciedad, les provocó la tentación deadquirir bienes en forma indebida.Y allí están. Marginadas por la so-ciedad, que las considera seres pe-ligrosos que deben permanecer ais-lados. Pero al fin son seres por losque Cristo también pagó un precio.

Algunas llegan al pabellón cris-tiano mostrando una rebeldía acausa, generalmente, del entornopor el que han estado rodeadas yde las situaciones personales que lestocó vivir.

Una de ellas manifestaba abier-tamente ser rebelde. No quería sa-

ber nada con Dios. Los motivos queseñalaba eran estos: «Tres veces leprendieron fuego a mi casa. Mata-ron a mi esposo y a mi hijo. ¿Quémás me queda por perder? ¿Cómoesperan que crea en Dios con todolo que me ha pasado?»

Entendimos que la palabra deDios no está presa; traspasa innu-merables rejas y candados y lle-ga con poder a aquellas mujeresque sufren, que no tienen esperan-zas. Que han sido despreciadas porla sociedad, por sus familiares, porsus hijos, por sus madres y padres.Hay familias enteras que se encuen-tran detenidas en distintos penalesa causa de los ilícitos que han co-metido. Están atrapadas por las ga-rras de Satanás, que no las quieresoltar. Allí abunda el ocultismo ensus diversas formas: rinden culto algauchito Gil, a San la Muerte; lle-van a cabo hechicerías y trabajos;practican el lesbianismo; consumenestupefacientes. Y otras cosas.

Somos llamados a deshacer lasobras del diablo en esos lugares.Hay una guerra espiritual que nose ve pero se percibe. Comenzamosesta tarea sabiendo que Dios y laiglesia nos respaldarían.

Nos encontramos con mujeresnecesitadas de cariño, de amor, quenunca han recibido una palabra dealiento por parte de sus familiares.Algunas no han conocido a sus pa-dres o madres. Otras se hallan alborde del suicidio, sin ninguna es-peranza. Otras están llenas de odio

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hacia la vida por su situación de en-cierro. Se trata de mujeres maltra-tadas por sus maridos o abusadasdesde pequeñas. Muchas son ma-dres que han dejado a sus hijos alcuidado de instituciones de menoreso de familiares.

Hay esposas que no han visto asus maridos por años. Mujeres queno reciben visitas porque sus fami-liares viven en el interior del paíso en otros países (Paraguay, Boli-via, República Dominicana). O queno cuentan con recursos para via-jar. Un gran porcentaje de la pobla-ción carcelaria se encuentra deteni-da por tenencia o tráfico de estu-pefacientes. El resto, por distintasotras causas.

Estas situaciones nos han mo-vido a misericordia, sabiendo queJesús miraba a la gente con com-pasión, como a ovejas sin pastor.¡Que mejor que prestarles oído a es-tas mujeres, darles una palabra dealiento, compartir el dolor con ellasy llevarles el evangelio del reino deDios! Contarles que hay una formade vida diferente de la que ellas co-nocen. Que existen familias con hi-jas, hijos y esposos que viven con-forme al reino de Dios. Que el Se-ñor tiene poder para transformar ycambiar las vidas y hacer nuevas to-das las cosas. Que Dios perdona, yque arroja los pecados al fondo delmar para no acordarse más de ellossi nos arrepentimos. Queremos lle-varles un mensaje de esperanza ylibertad, a pesar de la prisión. De-cirles que si el Hijo las liberta se-rán verdaderamente libres. Que elreino de Dios no consiste solamen-te en palabras sino en el poder delEspíritu Santo. Es una enseñanzaintegral. Comprende el aseo, la ves-timenta, el vocabulario, la crianzade los hijos, el trato hacia los queestán a su alrededor y hacia las au-toridades. El respeto. Y la forma enque deben presentarse ante las au-toridades que han de juzgarlas. Lesdecimos que el tiempo que están allíno es un tiempo perdido, que debe-rían aprovecharlo preparándose pa-

ra cuando obtengan la libertad. Espreciso prepararse para el afuera,pues ahora están resguardadas. Tie-nen techo, alimento, contención.

La tarea es mucha. Hacen faltaobreras, siervas del Señor. Es nece-sario levantar la vista; no mirar sololo que ven nuestros ojos, tan limi-tados, sino observar con ojos espi-rituales y descubrir que el campoestá listo para que nosotras comen-cemos a trabajar y darnos cuen-ta de que la necesidad es grandey Dios nos llama a las mujeres adesparramar la semilla de la Pala-bra, una semilla de misericordia yde amor. Dios promete que la cose-cha será abundante si ponemos enmovimiento nuestras manos, nues-tros pies; si permitimos que se mo-vilice nuestro corazón con el amorque Dios ha derramado en nosotras.

El trabajo carcelario no tieneque ver con trasladar el culto deldomingo al penal. Se relaciona conla formación de vidas. Cuando egre-san, es preciso contactarlas con unacongregación cercana a sus domici-lios, y también brindarles asistenciaa sus familiares. En oportunidadesse las va a buscar cuando reciben lalibertad y se las lleva a sus hogares.

En el pabellón cristiano muchashan entregado su vida a Cristo y sehan bautizado. Otras ya han obte-nido su libertad.

La población se va renovandocon mujeres nuevas que aún no soncristianas. Se les predica la Palabray se les provee un ejemplar de la Bi-blia. La tarea carcelaria lleva tiem-po. Y el tiempo es de Dios. La obrala hace él. No podemos convertir anadie: esa parte se la dejamos al Se-ñor; nuestra función es dar la Pala-bra.

Por las mañanas, las internas sereúnen a orar y a compartir un mo-mento devocional y de estudio de laPalabra que las líderes les entregan.

Dos de esas líderes están visi-tando una vez a la semana otrasdependencias del penal, llevándo-les la Palabra a aquellas mujeresque quieran participar. Y algunas

de ellas ya han sido ganadas para elreino de Dios. Como complemento ala asistencia espiritual, el pabellóncristiano recibe ayuda de hermanosde la congregación mediante la pro-visión de alimentos, ropa, artículosde higiene, y otras cosas.

Durante la semana, las internasdesarrollan actividades que benefi-cian su legajo. Existen talleres or-ganizados por el penal. Otras ac-tividades son desarrolladas por lasinternas del pabellón cristiano, quecuentan con máquinas de coser, he-rramientas para la huerta y otroselementos.

El acercamiento a las autorida-des es muy importante. General-mente, cuando se ingresa a las uni-dades penitenciarias la mirada secoloca sobre las mujeres detenidas.Pero también tenemos frente a no-sotras funcionarias, con un corazónque siente, que sufre, que pasa pornecesidades. Que aunque no esténdetrás de las rejas, viven prisionerasde sus propios pensamientos, pro-blemas, separaciones, vicios. Y porfuera se colocan una coraza que de-ben conservar para mostrar ante lasdetenidas fortaleza y autoridad.

En el corto tiempo con el quecontamos, procuramos acercarnos yentregarles un ejemplar de la Pala-bra. E intentamos entablar un diá-logo.

En oportunidades, las autorida-des solicitan nuestra presencia parabrindar charlas a la población car-celaria. En el Día Internacional dela Mujer tuvimos la oportunidad dehablar sobre Violencia familiar des-de lo secular. Y finalizamos dán-doles una orientación acerca de aquién recurrir y como salir de esaproblemática, a la luz de la palabrade Dios.

Tenemos una convicción que elSeñor nos ha dado a través del após-tol Pablo que nos alienta a conti-nuar: Así que, hermanos, estén fir-men y constantes en la obra, sabien-do que su trabajo en el Señor no esen vano. «Acuérdense de los presos,como si ustedes mismos estuvieran

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presos con ellos; y también de losque son maltratados, como si uste-des mismos fuesen los que sufren»(Hebreos 13:3, Reina Valera Con-temporánea).

“Porque tuve hambre, y ustedesme dieron de comer; tuve sed, yme dieron de beber; fui forastero, yme recibieron; estuve desnudo, y mecubrieron; estuve enfermo, y me vi-

sitaron; estuve en la cárcel, y vinie-ron a visitarme.” Entonces los jus-tos le preguntarán: “Señor, ¿cuán-do te vimos con hambre, y te dimosde comer; o con sed, y te dimos debeber? ¿Y cuándo te vimos foraste-ro, y te recibimos; o desnudo, y tecubrimos? ¿Cuándo te vimos enfer-mo, o en la cárcel, y te visitamos?”Y el Rey les responderá: “De cier-

to les digo que todo lo que hicieronpor uno de mis hermanos más pe-queños, por mí lo hicieron.” (Mateo25: 35–40, RVC)

—Noemi Otero1

—Pastor Luís LosardoComunidad Cristiana de Saave-

dra C.A.B.A.�

1Colaboradora del Ministerio Carcelario

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Dios Es El Centro De Toda Adoración Mus

ica

Por: Tato Himitian

N o hay mayor deleite en la vida que adorar a Dios,conocer al Santo, disfrutar de su presencia y de su

persona, del Amado, y expresar gloria a su nombre.Adorar a Dios es lo primero.Dios es el único que debe ser adorado

¿A quién adoramos nosotros?

La primera cosa que tenemos que aprender para quela verdadera adoración brote en nuestros corazones escentrarnos con toda nuestra fuerza y corazón en quiénes el Dios al que adoramos.

Lucas 4.8 Al Señor tu Dios adorarás y al él sóloservirás.

¿A quién adoramos? A Dios Padre, Dios Hijo y DiosEspíritu Santo.

Allí está la centralidad de nuestro culto, el centroprincipal de nuestra adoración.

Conocer a Dios. El conocimiento de Dios viene porrevelación del Espíritu Santo a nuestro espíritu. Somosseres espirituales. La adoración se da en el espíritu. Mu-chos sólo adoran con el alma. Para adorar a Dios en elespíritu, en ese ámbito celestial delante del trono deDios, necesitamos conocer más de su naturaleza, gran-deza, gloria, reino, dominio, poder, santidad, gracia,amor, fidelidad, majestad.

El verdadero conocimiento de Dios siempre produ-cirá en nosotros admiración, adoración, humillación, te-mor reverente, amor, obediencia, transformación, san-tificación y comunión.

Dejemos que el Espíritu produzca en nuestros cora-zones la verdadera adoración.

Nosotros fuimos creados para ser adoradores

¿Por qué adoramos?

Efesios 1.6 Fuimos creados para alabanza de su glo-ria.

Cada uno de nosotros fuimos hechos para alabanzade su gloria. Fuimos creados por Dios para dar gloria asu nombre.

Efesios 1 señala que el Señor nos escogió en él, nospredestinó, nos adoptó como hijos suyos, nos redimió

con su sangre, perdonó nuestros pecados, nos dio a co-nocer el misterio (el secreto) de su voluntad, nos dio unaherencia (nos hizo coherederos juntamente con Cristo),nos dio la palabra de verdad, el evangelio para nuestrasalvación y nos selló con la promesa del Espíritu Santo.¡Aleluya!

¿Para qué hizo Dios todo esto? Dice la Palabra: «afin de que seamos para alabanza de su gloria», «paraalabanza de la gloria de su gracia».

Es el propósito principal y final de la iglesia. Somosllamados a dar gloria a su nombre. El propósito final detodas las cosas es la gloria de Dios.

No hay ninguna persona que esté fuera de este pro-pósito. Todos fuimos hechos para él y por medio de él.

¿Por qué le adoramos? Porque él es digno.Nosotros somos el templo de Dios, el lugar de la

adoración

¿Dónde adoramos?

Para comprender la verdadera adoración tenemos queaprender dónde es el lugar de la adoración.

1 Corintios 3.16 ¿No sabéis que sois templo de Diosy que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

Pablo, hablando a los corintios, les dice: el Espíri-tu de Dios mora en vosotros. No hay otro lugar en elque podamos encontrar al Espíritu Santo que no sea ennuestros corazones.

El Señor nos ha hecho el lugar santo, el lugar subli-me de culto; y como iglesia tenemos que entender quesomos el lugar del culto a Dios.

El culto a Dios no es algo que empieza y termina.Dar culto al Señor no es algo que ocupa un tiempo (losfines de semana, los sábados en la reunión de jóvenes,los domingos en la reunión dominical, o en el grupo dehogar).

La mayoría de los cristianos viven así, cantan y ado-ran cuando están reunidos, y luego en su diario andartienen una vida que está lejos de dar culto al Señor.Como si el Espíritu Santo y la presencia sublime deDios no estuvieran en sus corazones cuando termina lareunión y se van para vivir su vida secular.

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El culto a Dios es algo constante, no cesa. Para queesta verdadera adoración brote de nuestros corazonestenemos que tener claridad de que somos el templo, ellugar del verdadero culto a Dios. De modo que cuandonos reunimos sea una continuación de la vida que vivi-mos en nuestra casa, en la escuela, en la universidad oen nuestros trabajos. No cesa, dura 24 horas por día.

Un verdadero adorador vive bajo la presencia deDios y bajo la influencia de su Palabra.

¿Dónde es el templo? Aquí (señala tu corazón) Vossos el templo verdadero del Espíritu Santo. No hay otrolugar de adoración a Dios.

La verdadera adoración es en espíritu y en verdad

¿Cómo adoramos?

Jesús, en Juan 4.23, dijo: Más la hora viene, y ahoraes, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Pa-dre en espíritu y en verdad; porque también el Padretales adoradores busca que le adoren.

Nuestra adoración tiene que surgir de una actitudprofunda y espiritual. Es algo que debe brotar en nues-tros corazones para Dios. Se trata de una actitud ge-nerada en nosotros. Cuando se une el Espíritu Santo anuestro espíritu, surge la verdadera adoración en espí-ritu y verdad.

Un verdadero adorador es aquel que adora al Padreen espíritu y verdad, como fruto de una vida verdade-ramente sometida a la voluntad de Dios.

Todo acto de gratitud, de alegría, de cántico, de jú-bilo en la presencia del Señor, para Dios es adoraciónen verdad, genuina, generada en nuestro espíritu. Estaes la adoración que Dios busca en la vida de la iglesiay de cada uno de nosotros, sus hijos: que vivamos concontinuidad nuestras vidas en la presencia del Señor.Que sean vidas de constante adoración al Señor.

La adoración es la ocupación por excelencia del pue-blo de Dios, ya que el propósito de él al formarnos fueque tributáramos gloria.�

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