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El proceso de la duda en Algazel TORNERO, EMILIO - Entre los pensadores que se han planteado explícitamente el problema de los datos radicales que nos son dados en nuestro conocimiento destaca en el campo del pensamiento islámico la figura de Algazel’ (1058-1 Itt), figura conocida en la bibliografía castellana gracias sobre todo a los traba- jos de M. Asín Palacios’. Algazel pasa por ser en el mundo islámico el campeón de la ortodoxia en su lucha contra el pensamiento filosófico. En él culmina toda la doctri- nadel Kalam, o Teología musulmana tradicional, elaborada y expuesta principalmente por los asar/es’, cuyas preocupaciones fundamentales eran, por un lado, valorar el alcance y el límite del conocimiento racional en relación a la revelación coránica, y por otro, suministrar una cierta base metafísica a su concepción de la omnipotencia divina. En ambos puntos acentuaba la ortodoxia islámica el papel divino desechando casi totalmente la razón y la actividad humanas. Heredero de esta tradición, Algazel compone incluso una obra en la línea del Kalam~ y en el orden práctico intenta una verdadera y auténtica renovación religiosa, fruto del cual intento es su obra más importante titulada Vivificación de las ciencias religiosas 5. Mantengo el nombre de Algazel con que fue conocido en el Medievo latino Abá Hámid al-GAz.Au (o al-GAzzAu según otros). 2 Sus trabajos fundamentales son: Algazel. Dogmática, moraL ascética, Zaragoza, 1901; El justo medio en la creencia. Compendio de Teología dogmática. Madrid, 1929 y La espiritualidad de Algazel y su sentido cristiano, Madrid, y. 1,1934; ~. II, 1935; y. III, 1936; y. IV, 1941. Mas recientemente pueden consultarse los manuales de M. CRUZ HERNÁNDEZ: Historia del pensamiento en el mundo islámico. 1. Desde los orígenes hasta el s. XIL Madrid, 1981, Pp. 251-275 y R. RAMÓN GUERRERO: El pensamiento filosófico árabe, Madrid, 1985, pp. 130-137. Véase también W. M. WATr: Muslim Intel/ectual. A s¡udy of al-Ghaza/i. Edinburgh, 1963. Son los seguidores del pensamiento teológico de AI.Ascarí (m. 935), cuya orientación es la que se impuso en el Islam como doctrina ortodoxa. Al-Atari profesa un excepticismo gnoseoló- gico, pues la razón dentro de su sistema tiene tan sólo una aplicación limitada al entendimiento de la revelación coránica. Cfr. M. CRUZ HERNÁNDEZ: op. cit. Pp. 114-118. Es la traducida por AsÍN en E/justo medio. Es la analizada y extractada por ASÍN en La espiritualidad. Anales de/Seminario de Historia de la Filosojia. núm. 7 Ed. Univ. Complutense. Madrid

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El procesodela dudaen AlgazelTORNERO, EMILIO -

Entrelos pensadoresquesehanplanteadoexplícitamenteel problemade los datosradicalesquenossondadosen nuestroconocimientodestacaen el campodel pensamientoislámico la figura de Algazel’ (1058-1Itt),figura conocidaen la bibliografíacastellanagraciassobretodo a los traba-jos de M. Asín Palacios’.

Algazel pasapor seren el mundo islámicoel campeónde la ortodoxiaensu luchacontrael pensamientofilosófico. Enél culminatodala doctri-nadelKalam, o Teologíamusulmanatradicional,elaboraday expuestaprincipalmentepor los asar/es’, cuyas preocupacionesfundamentaleseran,por un lado, valorarel alcancey el límite del conocimientoracionalen relación a la revelacióncoránica,y por otro, suministraruna ciertabase metafísicaa su concepciónde la omnipotenciadivina. En ambospuntosacentuabala ortodoxia islámicael papeldivino desechandocasitotalmentela razóny la actividadhumanas.

Herederode estatradición, Algazel componeincluso una obra en lalíneadel Kalam~ y en el ordenprácticointentaunaverdaderay auténticarenovaciónreligiosa, fruto del cual intento es su obra más importantetitulada Vivificación de las cienciasreligiosas5.

Mantengo el nombre de Algazel con que fue conocido en el Medievo latino Abá Hámidal-GAz.Au (o al-GAzzAu según otros).

2 Sus trabajos fundamentales son: Algazel. Dogmática, moraL ascética, Zaragoza, 1901; Eljusto medio en la creencia. Compendio de Teología dogmática. Madrid, 1929 y La espiritualidadde Algazel y su sentido cristiano, Madrid, y. 1,1934; ~. II, 1935; y. III, 1936; y. IV, 1941.

Mas recientemente pueden consultarse los manuales de M. CRUZ HERNÁNDEZ: Historia delpensamiento en el mundo islámico. 1. Desde los orígenes hasta el s. XIL Madrid, 1981, Pp.251-275 y R. RAMÓN GUERRERO: El pensamiento filosófico árabe, Madrid, 1985, pp. 130-137.Véase también W. M. WATr: Muslim Intel/ectual. A s¡udy ofal-Ghaza/i. Edinburgh, 1963.

Son los seguidores del pensamiento teológico de AI.Ascarí (m. 935), cuya orientación es laque se impuso en el Islam como doctrina ortodoxa. Al-Atari profesa un excepticismo gnoseoló-gico, pues la razón dentro de su sistema tiene tan sólo una aplicación limitada al entendimientode la revelación coránica. Cfr. M. CRUZ HERNÁNDEZ: op. cit. Pp. 114-118.

Es la traducida por AsÍN en E/justo medio.Es la analizada y extractada por ASÍN en La espiritualidad.

Anales de/Seminario de Historia de la Filosojia. núm. 7 Ed. Univ. Complutense. Madrid

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Pesea esteseguimientode la ortodoxia,Algazel intenta,no obstante,rehabilitar la razón y situarla dentro de sus verdaderoslímites y otrotantotratade hacercon la Filosofía.Peroconscientede queno esposiblehaceruna valoraciónde estaúltima sin conocerla,se imponeen primerlugar suestudio.

Situadotras los grandesfilósofos musulmanes:al-Kindí (m. 870), al-Fárábí(m. 950)y Avicena(m. 1037),Algazel pudo accedera los conoci-mientosfilosóficos transmitidosporestos,y fue sobretodo el pensamten-to de Avicenael queconocióafondo comolo pruebasu obra Intencionesde losfilósofos(Maqásidal-falásifa)6,quees un resumencabal dela filoso-fía avicenianay el fruto primerode eseestudioque se habíapropuestonuestroautor.

Es en el prólogode estaobradondeAlgazel explicasu propósitoglobalde realizarprimeramenteuna exposiciónde lo que decíanlos filósofos.En segundolugar realizaríaunacríticaa las tesisdefendidaspor los filó-sofoscontrariasal Islam,cosaquerealizó,en efecto,en su Destruccióndelosfilósofos (Taháfur al-falástfa)’. Obraque motivaríaa su vez la críticade Averroesen su Destrucciónde la Destrucción(Taháfuíal-Taháfut,P.EntercerlugarseproponíaAlgazel presentarsu propiaexposiciónen acuer-do con los presupuestosde la religión islámica,en unaobra quehabíadellevar el título de Lasbasesde la creencia(Qawñcidal-’aqd ‘id). Sin embar-go, no parecehabercompuestotal obra, o al menosno se noshaconser-vado9.

Hay que señalarqueAlgazel, motivadopor suscreenciasreligiosasypor esatradiciónortodoxaanterior, realizó una verdaderacrítica de laFilosofíaqueconocía,esdecir, la de Avicena,críticaen la quela Filosofíaislámica tuvo su verdaderaoportunidadde constituciónsegúnel sentirde R. Arnáldez”, precisamenteporhaberrepensadolas cuestionesfilosó-ficas a diferencia,en general,de la actitudpasivay receptivade los filóso-fos musulmanes.

En estalínea crítica y de planteamientode los problemasfilosóficossonnotableslas primeraspáginasde esaespeciede autobiografíade Alga-zel, si asísela puedellamar, tituladaEl salvadordelerror (al-Munqidmmal dalá1)”, cuyatraducciónesel objetoprincipal de estetrabajo.

Traducida en castellano por M. ALONSO-en Algazet: Maqásid al-falás¡fa o Intenciones delos filósofos. Barcelona, 1963.

7 Editada por M. BOUYGES en Algazel: Tahafot al-falas<fat, Beirut, 1927.8 Editada por M. BoUyoes en Averroés: Tahafot at-Tahafot, Beirut, 1930.

Curiosamente por haberse perdido este prólogo en la traducción latina medieval de Lasintenciones de los filósofos, Algazel fue conocido entre los latinos como un filósofo musulmánmás y no como su crítico y opositor.

O “Comment s’est ankylosée-la pens¿e philosophique dans l’!slam?” en Classicisme et déclinculturel dans l’histoire de llslam, Actes dii Symposium international d’histoire de la civilisationmusulmane (Bordeaux 25-29 Juin, ¡956) organisé par R. BRUNSCIIvEC et G. E. VON GRONE.BAUM, París, 1957, Pp. 246-261.

Esta obra, una de las más leídas y comentadas en el mundo islámico, y que se ba compa-

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NosdescribeAlgazel en estaobra,escritaa finalesde suvidacon levesmaticesautobiográficos,el procesointelectual,y en cierto modoexisten-cial, recorridoensu búsquedade la verdadquele llevó en último términoa un sufismo moderadocomo al másalto gradode sabiduríaquepuedealcanzarel hombre,en dondesetratamásde un “gustar” (dawq) quedeunacontemplaciónintelectual.

Algazel estructuraestaobra siguiendoun procederconvencionalyausadoantesde él y queconsisteen la exposicióny valoracióndelo positi-yo y negativode los distintosgruposde significaciónculturalquesedesa-rrollabanen el senodel mundoislámico de aquelentonces.Así, tras unpreámbulosobrela duday sobrela posibilidadde conseguirun conocí-miento cierto, pasajeque es el que luego comentaréy traduciré,y trasrechazary rompercon el seguimientoy la imitación ciegaa los maestros,pasaa exponerlos logros y deficienciasde estosgrupos:

La Teología(Kalám,l.— En brevey rápidaexposicióndestacasu im-portanciapara la defensade la ortodoxia,pero reprochaa los teólogosmusulmanesel mal usoquehacende conceptosfilosóficosque no entien-den.

La Filosofla.—Distingueentresus variaspartesdesdelaópticade sucompatibilidadcon la revelacióncoránica.Las Matemáticasy la Lógicason aceptadastotalmente,puesno presentandificultad algunaparasucompatibilidadcon la religión. Dondemásdificultad ve Algazel es en laMetafísica,en la que señalatres cuestionesabsolutamentecontrariasa lareligión y remite al Taháfuzdondetratóporextensotodo estetema.

El taiím o enseñanzapor parte del imám infalible. La crítica a losbátiníeso esotéricos,es el verdaderomotivo de la composiciónde estaobra. Estosdistinguíanun doblesentidoen el texto coránico,un sentidoliteral o exotérico (zdhiri3, evidentey conocidopor todos, y un sentidointernoo esotérico(bátini) queerael verdaderosentidoy quesólo podíaconocersu imám o gtiía infalible, a cuya enseñanza(aclbn) era, pues,imprescindiblerecurrir.

1-lay quetener en cuentaqueel recursoaeste imám teníaantetodoimplicacionespolíticas,puestoque el texto coránicocompletadocon lastradicionesoralesy con el consensode los especialistasen estostemasconstituyelaLey revelada,esdecir,el único códigojurídico por elque serige la sociedadislámica,en la que no hay diferenciasentrelo sacroy loprofano.De ahíla importanciapolíticade la exégesiscoránica.Porconsi-guiente, seguir las interpretacionesdel texto sagradosuponíauna obe-dienciapolítica y el imámal quetratabande recurrir los bátiníesno eraotro que el califa fátimíde El Cairo.

Este califatofátimí se habíaestablecidoen El Cairo en el s. x dispu-

rado a las Confesiones de 5. Agustín, cfr. H. FRIcK: O/zaza/ls Selbsbiographie. Em Vergleic/¡ mitAugustins Konfessionen, Leipzig, 1919, ha sido repetidamente traducida a varios idiomas euro-peos. Cfr. mi traducción: Algazel: Confesiones, Madrid, Alianza Editorial, 1989.

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tandola primacíapolítica y la legitimidad al califato abbasí,establecidoen Bagdad,y - queera el que defendíaAlgazel. En esta y en otras obrasdefiendeAlgazel teóricamentela legitimidaddel califato abbasífrentealfátimí” y se esfuerzatambiénporminar las basesgnoseológicasen quesituabanla discusiónsusadversarios.

El Sufismo.—Es el último grupoexaminadopor Algazel, de cuyosexcesosponeen guardiay haciacuyasabiduríaintentaorientara sus lec-tores.

La obraterminatratandoel temade la Profecíay el Profeta,Mahoma,como el único guía al que debe recurrir el auténticomusulmánen subúsquedade la verdad.

Ademásde esteitinerario intelectual,Algazel nos describelas dos cri-sis que tuvieron lugar en su vida. La primera, de escepticismoantelarazón,descritaíntegramenteen laspáginasquetraduzcoaquí,y la segun-da, de tipo existencial,quemotivó el abandonode sucátedraen Bagdadpararetirarsea meditacionesy a ejerciciossufíes en el año 1095 y queduró hastael año 1106 en el quevolvió a Nisápúra instanciasdel poderpolítico y movido también,al parecer,segúnél mismonana,por su pro-pio convencimientode la necesidadde volver a la vida activaal ladodelpoderparadirigirlo y ayudarlo,sobretodo en su luchacontraestosbáíi-des.

Parasubrayaraúnmásla necesidadde eseimám infalible insistíanlosbátinieso esotéricosen la falibilidad de los sentidosy del conocimientohumanoen generalrecurriendoa las argumentacionesescépticasconocí-dasen la culturamusulmana.

Este es el punto precisoen el queAlgazel se sitúa al comienzodelMunqid como un preámbuloobligado antesde pasaradelante.Sin laaclaraciónde si el hombretiene la posibilidadde conocerno es posibleemprenderuna críticani una investigaciónacercade la verdad.

En estasprimeraspáginas,al igual que Descartesen el Discursodelmétodo,noshablanuestroautorde su tendenciainnataabuscarel verda-dero conocimientode las cosasy a no aceptarlas creenciasrecibidassinsometerlasa unaseveracrítica. Esto hacequese planteeexplícitamente,con visosde radicalidad,en qué consisteel conocimientohumanoy queconcluyacon afirmacionesqueevocanalgunao algunasde las reglasdelMétodo.

El fracasode los sentidosa la hora de conocerdebeladopor la razónprovoca a su vez la crítica de esta.¿No habrá un árbitro superior,sepreguntaAlgazel, quejuzguea la razóny ladesmienta,auncuandocrea-

12 véase un tratamiento amplio de este punto en H. LAouST: La polirique de Gazali. Pa-

ris,19 70.

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mos haberlausadorectamente?,y aduceel ejemplodel sueño.¿No serátodala vidaun sueño,unailusióny porlo tantotambiénnuestrospreten-didosconocimientos?

A Descartesel ejemplo del sueñole causóasimismounaauténticadificultad y embarazocomo es perceptibleen la 4 parte del Discursocuandodice que los mejoresingeniosno podrán eliminardichadudasino es presuponiendola existenciade Dios. Igualmentevuelve sobreeltema del sueñoal comienzode la primeraMeditacióny al final de laquintay de la sexta.En esteúltimo lugaraportatodavíaunanuevarazónparatratarde superarestadificultad.

Nada de particular, pues,tiene queAlgazel sucumbieraantetamañadificultad y quele parecieseinsuperableesteejemplodel sueño,conclu-yendopor endeen unadudaabsolutarespectoa la capacidadde conocerdel hombre.Estaconclusiónle sumióen una profundacrisis de escepti-cismo de la quesólo salió,segúnnoscuentabrevementey sin másespeci-ficaciones,por una iluminación divina, no por un discursometódicoysólo así pudo volver a aceptarlos primerosprincipios y a recobrarlaconfianzaen la razón.

Nadamáscomentaacercade estavictoria sobreel escepticismo.Alga-zel concede,en resumen,un voto de confianzaa la razóncuandoesusadacon circunspección,esdecir,cuandosiguelasreglaslógicas.Recordemosen estesentidosu aceptaciónsin reservasde la Lógica y de lasMatemáti-cas. En nombremismode la razón,precisamente,harásus críticasa lastesis filosóficas,echandoen caraa los filósofos su mal uso de ella.

Estees,escuetamenteresumido,el procesode la dudaen lagnoseolo-gía de Algazel. Es de señalar,porello, que su manerade ponerseantelarealidad,en cierto modo le sitúa, avant la letire, en la Modernidadalhaberseplanteadoel problemaprimerofilosófico, el de tratardc “deter-minar qué nos es dadodel Universo—el problemade los datosradica-les—””, asuntoque esel capítulopreliminarde la Filosofíay que, comoobservaOrtega, la AntigUedad no se lo habíáplanteadonunca formal-mente’4.

TEXTO DE ALGAZEL”

Me has pedido,hermanoen la religión, te informe sobreel fin y lossecretosde las cienciasy sobrelas profundidadesy hondurasde las doc-trinasde las distintasescuelas.

Me pides,igualmente,te relatelos esfuerzosquehetenidoquerealizar

~ J. ORTEGA Y GASSET: ¿Qué esfilosojia?, Madrid, Espasa Calpe, 35 cd. 1981, p. 198.ibid. p. 198,

5 Traduzco de la edición árabe ofrecida por F. JABRE, junto con su traducción francesa, enal-Ghazáli: al Munqid mm adálal (Erreur et délivrance), Beirut, 1969. Mi traducción correspondea las Pp. 9-14 del texto árabe; 57-66 de la traducción francesa.

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para poneren claro la verdadentre el desordende las sectascon susdiferentesvías y métodos,el atrevimientoquehe mostradoal ascenderdesdeel fondode la imitaciónciegahastael altozanode la propia indaga-ción, el provecho que he sacado,en primer lúgar; de la ciencia de laTeología,el aborrecimientoen quehe tenido,en segundolugar, los méto-dosde los queson partidariosde la enseñanzadel imám infalible, limita-dos en la consecuciónde la verdadal seguimientociego del imám, eldesprecioqueme han inspirado,en tercerlugar, los caminosdel filosofary, por último, la satisfacciónquehe alcanzadoen la vía del Sufismoy elmeollo de la verdadqueme ha quedadoen claroduranteel transcursodemi investigaciónen los, discursosde la gente.

Me preguntas,asimismo,acercade lo que me apartóde la enseñanzaen Bagdad,apesarde los muchosalumnos,y acercade lo queme animóa volvera ella en Nisapur,trasun largo períodode tiempo.

Me he apresuradoentoncesa contestaratu petición,trascerciorarmede la sinceridadde tu deseoy he dicho buscandola ayudade Dios, depo-sitandoen Él mi confianzay recabandosu apoyo y protección:

Sabed—Dios os guíe rectamentey os lleve suavementehacia la ver-dad—queladiversidadde religionesy sectasqueexistenentrelasgentes,asícomolavariedadde los imamesenlas doctrinasde lasdistintasescue-las, segúnlasmuchassectasy los múltiplesmétodos,esun mar insonda-ble en el quenaufragala mayoríay no se salvan sino pocos.Toda secta,sin embarÉo,pretendeserla salvadapor aquellode que“todo grupoestácontentocon lo suyo” y creeserella la quenos ha prometidoel Señordelos enviados,el Verídico y el Sincero,cuandodijo: “Mi comunidadsedividirá en setentay tres-sectas-y sólo una de ellasserála que se salva-rá”’6. Estoque haprometidocasi-ha llegadoa cumplirse.

Yo, pormi parte,desdequealcancéla pubertad,antesde los veinteaños,en la flor de la vida y en plenajuventud,hastaahoraen quehe pasadodelos cincuenta,no he dejado de arrojarmea los abismosde este profundopiélagoy de sumergirmeen su inmensidad,con atrevimiento,sin cobardíani temoralguno,adentrándomeen todatiniebla, arremetiendocontratodaslas dificultades,lanzándomea todo precipicio, escudriñandola creenciadetodasectay tratandode averiguarlos secretosde la doctrinadetodo grupoparadistinguir entre el verazy el mendazy entreel que siguela tradiciónortodoxay el herejequeintroducenuevasdoctrinas.

No he dejadoa ningún esotéricosin quererasomarmea su doctrina,ní a un literalistasin desearconocerel resultadode su creencia,ni a unfilósofo sin intentarsaberel culmende su filosofíá, ni a un teólogo sinesforzarmepor examinarel límite máximo de suTeologíay de su dialéc-

~ Estos y otros dichos atribuidos a Mahoma, varios de los cuales aparecerán en estas pági-

nas, son tradiciones transmitidas oralmente habiendo sido registradas por escrito muchas deellas en diversas colecciones, seis de las cuales han sido reconocidas como canónicas por losmulsumanes. Cfr. sobre este asunto: Hadíth en la Encyclopédie de lis/am, y. III, París, 1971,pp. 24-30.

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tica, ni a un sufí sin estarávido de dar conel secretode su Sufismo,ni aun piadososin observarqué resultade sus actosde devoción,ni a unincrédulo negadorde Dios sin expiar másallá paraapercibirmede losmotivos de su osadapostura.

La sedporconocerlas verdaderasnaturalezasde las cosasha sido micostumbrey mi hábitodesdeun principio y desdela flor de mi vida. Hasido comoun instinto y como unapredisposicióninnatapuestapor Diosen mi naturaleza,no debidaa eleccióno a industriamía, paraquesemedesatarael nudo de la imitación ciega y paraque se me resquebrajaranlas creenciasheredadas,y ello en un tiempo todavíacercanoa la niñez,pues vi que los niños de los cristianossólo se desarrollanen el senodelCristianismo,los niñosde losjudíosen elJudaísmoy los de los musulma-nesen el Islam y oí la tradición quese narradel Mensajerode Dios quedice: “todo niño naceen un estadode naturalezapura,son suspadreslosque hacende él un judío, un cristianoo un zoroastra”.

Por ello mi ánimome movió abuscarla verdaderanaturalezaorigina-ria, la verdadde las creenciasque provienende seguir ciegamentea lospadresy maestrosy el discernimientoentreestascreenciasrecibidascu-yosprincipiossondictadosdesdefueradel propio individuo y en los quehay divergenciasrespectoa la distinción entrelo verdaderoy lo falso.

Me dije entonces:“primeramentedebobuscarel conocimientode lasverdaderasnaturalezasde las cosas,pero paraello es precisobuscarlaverdaderanaturalezadel conocimiento,veren quéconsisteéste”.

Se mepresentócomoevidentequeel conocimientocierto esaquelenel quese descubrelo conocidode un modoqueno dejalugara dudas,noes compatiblecon la posibilidad de error ni de ilusión y no puedelamente suponersiquieratal eventualidad.Al contrario, la seguridaddequeno habráerrordebeestartanunidaa la certezaquesi alguiendesafia-ra paramostrarelerror, por ejemplo,conla conversiónde las piedrasenoro y del bastónen serpiente,este hechono deberíaproducir dudaninegaciónde dichacerteza.

Así, conociendoquediez es másque tres,si algunome dijere: “no, esal revés,tres es másque diez y como pruebade ello transformaréestebastónen serpiente”,y lo transformaseefectivamentesiendoyo testigode tal cosa,no deberíadudar, sin embargo,de mi conocimientopor esemotivo y no debería resultarde aquello más que mi admiraciónanteaquel podersuyo, pero sin dudar en absolutode lo queconozco.

En segundolugar, sé que lo queno conozcode estamaneray de loque no tengoesaclasede certezaes un conocimientoen el que no haygarantíani. seguridad,y todoconocimientoen el queno hay seguridadnoes un conocimientocierto.

Escudriñéa continuaciónmis saberesy me encontrédesprovistodeun conocimientoque pudieraserdescritode estamanera,a no ser elrelativoa los datossensiblesy a losprimerosprincipios y me dije: “ahora,habiendollegadoa desesperarde poderconseguirun conocimientocier-

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to, no hay posibilidadde abordarlas cosasproblemáticassi no es a partirde las claras,que sonlos datossensiblesy los primerosprincipios”.

No obstante,erapreciso,en primer lugar, probarlosa estostambiénparacerciorarmede si mi confianzaen los datossensiblesy mi seguridadde estara salvode error en los primerosprincipioseradel mismogéneroque la que teníaanteriormenteen las cosasa las que seguíaciegamente,o del tipo de confianzaquela mayorpartede lagentetieneen lascuestio-nesteóricasdebatidhspor los teólogos,o si se tratabade una seguridadprobadaen la qué no habíaengalio ni trampa.

Acto seguidodediquéunagranatencióna considerarlos datossensí-bIesy los primerosprincipiosy a ver si meeraposibleponerlosen duda.Aquellaslargasvacilacionesme determinarona no dar crédito tampocoa los datossensiblespuesempecéa extenderla dudaaestostambién,yaque medecía:“¿cómo voy a confiaf en los datossensiblescuandoel másseguroes el que procededel sentidode la vista y siendoasí que ésta,cuandocontemplaunasombra,la ve quietae inmóvil y juzgaqueno haymovimiento?Sin embargo,luego, al cabo de una hora, medianteunacomprobaciónvisual,reconoceque seha movido,y queno lo hizo, desdeluego, de golpe, sino gradualmente,milímetro- a milímetro, de maneraque la sombrano estuvonuncaen estadode re¡Joso.Igualmentela vistamira a una estrella y la ve pequeña,del tamañode un dinar pero lasdemostracionesgeométricaspruebanqueesde un tamañomayorque elde la Tierra.

Sobreestos y otr& datos sensiblessemejantesdecide el árbitro delsentido,masel árbitrode la razónlo declarafalso y engañosode un modoque no admiteapelaciones.Porconsiguientemedije: “ha-resultadoyanatambiénla confianzaen los datos sensibles,tal vez ésta sólo sea posibleen los inteligibles,quepertenecena los primerosprincipioscomocuandodecimos:diezesmásquetres;la afirmacióny la negaciónno sonposiblessobreuna mísmacosa;tampocoalgo puedesera la vezcreadoy eterno,existentey no existente,necesarioe imposible”.

Perolos datossensiblesobjetaron:“¿quégarantíatienesde que tu con-fianza en los primeros principiosno seacomola que teniasen los datossensibles?,pueste fiabasde nosotros,pero vino el árbitrode la razóny nosdeclarófalsos.Si no hubierasidoporesteárbitrotodavíaseguiríasdándonoscrédito. Quizá másallá -de la percepciónde la razónhayaotro árbitro quecuandoaparezcadeclarefalso el juicio de la razónde la mismamaneraqueaparecióel árbitro de la razón y declarófalso el juicio del sentido.El queesaotra percepciónmás allá de la razónno hayaaparecidono pruebaqueseaimposiblesu existencia”.

Me quedéentoncesun tiempo sin saberqué respondery el ejemplodel sueñoafirmó aún másmi perplejidad,puesmedije: “¿no me veo ensuenosdandocréditoa unaseriede cosase imaginandosituaciones,cre-yéndolotodo firme y decididamente,sin dudar,y-luegocuandodespiertome doy cuentade que todasaquellascosasa las que dabacrédito notienen ningún fundamentoni valor? ¿Quégarantíatengo de que todo

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aquello a lo quedoy créditopormedio delsentidoo de la razónestandodespierto,seaverdaderoen relaciónal estadoen que estoy,puesesposi-ble que mesobrevengaun estadocuyarelacióna mi estadode vigilia seacomomi vigilia a mi sueñoy con relaciónal cualmi vigilia seaun sueno,de modo que si me sobreviniesedicho estadoestaríacierto de que todolo que he concebidocon mi razónson imaginacionesinútiles?

“Tal vez seaesteel estado-que pretendenlos sufíesesel suyopropio,ya que, segúnellos,cuandosequedanensimismadosy prescindende lossentidoscontemplanestadosque no correspondena estasverdadespri-merasde razóno tal vez esteestadoseala muerte,comodijo el Enviadode Dios: “los hombresestándurmiendoy sólo despiertancuandomue-ren”. Quizá la vida de estemundoseaun sueñoen relacióna la Otra ycuandose mueraaparezcanlas cosasde una maneradistinta a como seven ahoray se le diga entoncesal hombre:“te hemosquitado tu velo, tuvista es hoy aguda””.

Cuando me sobrevinieronestos pensamientosy prendieronen mialmaintentéponerremedio,perono meresultófácil puestoqueno podíarechazarlossí no erarecurriendoal raciocinioy no era posiblemanteneren pie el raciociniosí no eraa partir de la combinaciónde los primerosprincipios, mascomo la probidadde estosno eraindiscutible resultabaimposible,por consiguiente,establecerel raciocinio.

Se agravó,pues, esta enfermedady pasécercade dos mesesen unestadode escepticismo,aunqueno profesaraexplicítamentetal doctrina,hastaque Dios me curó de aquellaenfermedady recobréla saludy elequilibrio volviendoa aceptarlos primerosprincipiosen la confianzadequeestabana salvo del error y de que habíacertezaen ellos.

Estehechono fue fruto de un raciocinioordenadoni de un discursometódicó,sino de unaluz que Dios pusoen mi pecho,luz queesla llavede la mayor partede los conocimientos.Aquel que creeque el desvela-miento de la verdadserealizapormediode raciociniosbien dispuestosanquilosala inmensamisericordiadivina.

Cuandose le preguntóal Mensajerode Dios por el significado de“aperturadel pecho”en aquellode “aquel a quien Dios quieredirigir leabre su pecho al Islam”’, contestó:“es una luz que Dios pone en elcorazón”.Se le preguntóa continuación:“¿y cuál essu señal?”.Contestó:“el alejamientode la mansióndel engañoy el acercamientoa la mansiónde la eternidad”,y dijo también:“Dios ha creadoa sus criaturasen lastinieblasy luegolasha asperjadocon su luz”. Pormedio de estaluz debebuscarseel desvelamientode la verdad,luz que brotade la generosidaddivina en ciertosmomentosy a la que hay queestaratentos,como dijoel Profeta: “hay díasde vuestravida en los que Dios envíasus efluviosde gracia,exponeos,pues,a ellos”.

~ Corán 50, 21/22.~ Corán 6, 25.

62 Tornero,Emilio

Lo que se pretendecon estos dichos es que se empleeel máximoesfuerzoen la búsquedade la verdadhastael punto de llegar a buscarloque no se debebuscar,ya quelos primerosprincipios no sebuscanpor-que estánpresentesante nosotros,y lo que estápresente~ise busca,sepierdey se oculta. Por ello al que buscalo que no hay quebuscarno sele puedeacusarde negligenciaen la búsquedade lo que hay quebuscar.