Las siguientes son algunas sugerencias, que al ser practicadas pueden ayudar a elevar el nivel de conciencia individual…

* Entender y tener la firme convicción de la Unicidad en todo lo creado, asimilando en consecuencia que el universo

entero es una totalidad, motivo por el que cada una de sus partes se encuentran interconectadas lo que a la vez

motiva la práctica del respeto hacia todo lo creado.

* Percibir sólo la esencia interna y no la forma física externa de todo lo que existe, al hacerlo se estará entendiendo

que la sustancia básica es una e indivisible.

* Practicar la introspección o la autoindagación, mediante el propio esfuerzo, para poder desarrollar

y fortalecer la visión de la verdad inherente.

* Desarrollar coherencia entre el pensamiento, la palabra y la acción.

* Practicar el desapego material y evitar la esclavitud afectiva.

* Trabajar para desarrollar y fortalecer las energías relacionadas a la rectitud y así comprender

el “deber ser” individual.

* Controlar el cuerpo, cultivando de esa forma las energías relacionadas a la humildad al cumplir con cada uno

de los deberes inherentes.

* Corregir y controlar la forma en que se utilizan los

sentidos en cada una de las acciones.

* Tratar de cerrar en santa paz los ciclos del pasado que se relacionen a las energías de los apegos, traumas, miedos,

rechazos, recriminaciones, odios y venganzas.

* Organizar coherentemente el nuevo ciclo de vida que se proyecta en el futuro inmediato, con la práctica de la disciplina y el control, permitiendo con ello un

mayor equilibrio para todos los involucrados.

* Practicar la tolerancia y la entereza en cada una de las ocasiones en que se presenten nuevos desafíos,

y la consecuente resistencia al cambio.

* Practicar frecuentemente el desapego, además del amor al silencio mental y físico, y a la soledad para

poder oír la Voz de la Conciencia.

* Practicar la Unicidad en cada una de las acciones removiendo con ello toda traza de ego,

además de todo dualismo presente en la mente.

* “Educar y transformar” las energías de la mente, para que las decisiones que se tomen, estén en concordancia con las energías del intelecto y la Conciencia. En otras palabras,

es “hacer sutiles” esas energías, las cuales con el paso de las vidas experimentadas, se volvieron pesadas, casi densas.

* Desarrollar el hábito de escrutar, examinar y corregir los pensamientos en el intelecto energético a través del constante discernimiento,

convirtiéndose de esa manera en un observador, lo que a la vez permitirá el desarrollo de las energías inherentes relacionadas a la autocorrección y la autodisciplina, con el fin de ir identificando y reconociendo el nivel en el que vibran las energías involucradas en cada una de las acciones.

* Dominar la facultad del habla en la mente, luego la mente en el intelecto y finalmente el intelecto en la Conciencia.

* Activar y fortalecer la práctica de la servicialidad como primera fuente del fluir energético individual que conlleva a la transformación de las energías inherentes que puedan

encontrarse, de alguna u otra manera, tergiversadas.

* Trascender de lo individual al concepto de sociedad, del humanismo individual al humanismo colectivo, lo cual es lo que en definitiva permite la trascendencia como seres individuales. En otras palabras, que la práctica de la conversión individual

se traduzca en una constante reforma social.

* Entender, asimilar y visualizar la forma en que funcionan la Ley de la Conservación de las Energías en el ser humano,

así como también la Ley de Causa y Efecto, además del Principio de Responsabilidad Energética y la Fuerza de Gravedad Individual.

Con la práctica constante de estas sugerencias, podrás hacer de este mundo, un Mundo Mejor…

Elizabeth Vârga Ramírez

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