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Alejandro Escudero Prez | El Afuera del Mundo: ensayo de ontologa
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El Afuera del Mundo: ensayo de ontologa Alejandro Escudero Prez UNED
1. Un propsito y su concrecin
La filosofa, tal y como la concebimos, comienza por elaborar una teora universal de la comprensin. La
universalidad de esta teora consiste principalmente en lo siguiente: se trata de abordar la comprensin en un
punto anterior a su diferenciacin en seis modos de comprensin irreductibles entre s: la comprensin cientfica,
tcnica, moral, poltica, artstica y religiosa1. Lo relevante del caso es que la comprensin, en su ordinario
acaecer, est regida por condiciones de posibilidad; stas constituyen la dimensin propia de la indagacin
filosfica una dimensin intrincada, recorrida por muchos niveles y llena de recovecos.
El saber filosfico puede ser caracterizado acudiendo a tres trminos: fenomenologa, hermenutica,
ontologa. Haremos ahora una brevsima elucidacin de su significado. En el lado fenomenolgico se dilucidan la
metodicidad de la filosofa, el carcter descriptivo de su tarea de explicitacin y del conjunto de sus afirmaciones,
el estatuto de sus conceptos, la manera de acreditarse, etc. La nocin de hermenutica encierra dos acepciones
que no deben confundirse: por un lado seala que lo comprendido en la ordinaria comprensin est constituido
por una articulacin dual2, por otro indica que la teora filosfica est avocada no slo a exponer las
condiciones de posibilidad de la comprensin de los entes sino a propiciar una transaccin entre qu y qu? El
tercer trmino permite aclararlo. Por qu cabe denominar ontologa a una explicitacin de las condiciones de
posibilidad? Por una razn intrnseca: las condiciones de posibilidad de la comprensin de los entes o fenmenos
en la ciencia, el arte, etc. residen y asientan en la comprensin del ser3.
El cabal desarrollo de una filosofa as orientada se enfrenta hoy a numerosos retos. Uno de ellos lo puso con
lucidez sobre el tapete Jos Ortega y Gasset en la segunda dcada del siglo XX: desprenderse simultneamente del
Realismo y del Idealismo. Una teora universal de la comprensin debe zafarse de las trampas que proceden de
estas dos poderosas tradiciones. Realismo e Idealismo son dos posiciones metafsicas, es decir: dos dispositivos
implantados en el mundo que persiguen su clausura4. Una posicin metafsica surge en el cruce de dos tesis: 1) hay
1 Qu es lo comprendido en la comprensin? Lo comprendido es el fenmeno, eso que aparece o comparece siendo esto o siendo aquello. 2 Esta expresin de Felipe Martnez Marzoa recoge lo que Heidegger denomina en Ser y tiempo (30) el en tanto que hermenutico (das hermeneutische Als). Los tres primeros captulos del libro Ser y dilogo (leer a Platn), ed. Istmo, 1996, ayudan en parte a centrar la cuestin que aqu est en juego. 3 En nuestros artculos Mordiendo la fruta prohibida (notas para una reforma de la hermenutica), A parte rei n 53 y Entre fenomenologa y hermenutica: ensayo de ontologa, A parte rei n 69, se desarrollan un poco ms estas complicadas cuestiones. 4 En el artculo Una confrontacin incesante: ontologa y metafsica, en el n 62 (marzo, 2009) de la revista electrnica A parte rei ampliamos esta definicin.
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un fundamento5; 2) hay un saber absoluto (completo, ntegro, definitivo, etc.); la filosofa, segn esta ptica, es una
apropiacin del fundamento del saber absoluto. En el Realismo y el Idealismo, como veremos en adelante con ms
detalle, la fundamentacin del saber absoluto se juega en la cuestin comn a ambas- de la separacin y de la
relacin entre un Sujeto y un Objeto.
Con el fin de rebatir al Realismo y al Idealismo conviene centrarse en un tema especfico, pues la cuestin
acarrea el riesgo de moverse entre enormes abstracciones. Y, nos parece, ese asunto clave en la moderna teora del
conocimiento denominado problema del mundo externo ofrece un campo de debate a la vez preciso y con un
amplio alcance. Su relevancia se percibe en que en l confluyen y se mezclan una serie de interesantes y
complicadas cuestiones; por ejemplo las tres siguientes:
- Diferenciacin entre dos grandes clases de realidad (dos gneros nticos supremos a cada uno de los
cuales corresponde una ciencia): una realidad fsica (externa, espacial, material, surcada por una frrea
trama de causas y efectos, etc.) y otra realidad psquica (interna, temporal, etc.)6. Este dualismo da pie
a su vez a una tendencia monista, es decir a constantes intentos de reducir una a otra esas dos
realidades (el Espritu a la Naturaleza o la Naturaleza al Espritu por acudir a estos trminos-).
- El dualismo antropolgico segn en cual en nosotros mismos hay que diferenciar la mente (o
conciencia) del cuerpo (ste comparece entonces como un instrumento, una sofisticada mquina al
servicio de la mente consciente).
- El representacionismo cognoscitivo. El conocimiento y en general cualquier suerte de experiencia- se
desenvuelve en el medio de una serie de representaciones ubicadas dentro de la mente consciente:
en su interior, en un recinto por el que desfilan y en el que se combinan7.
El conjunto de cuestiones que surgen a partir de aqu debe ser desentraado paciente y minuciosamente. Hay
que desmontar el problema del mundo externo pieza por pieza. En el curso sinuoso de este propsito nos
volcaremos a probar que se trata de un falso problema: una cuestin mal planteada y, por ello, un embrollo
estrictamente insoluble. No queremos decir con esto que el problema mencionado sea un puro absurdo: es, s, un
endiablado galimatas, y es por eso, cuando se cae en la cuenta de ello, que se impone la tarea de disolverlo. En el
fondo el realismo y el idealismo las coordenadas filosficas a partir de las cuales brota el problema del mundo 5 Ejemplos de fundamento son las Ideas en Platn, el Acto Puro en Aristteles, Dios en San Agustn, Santo Toms de Aquino, Descartes o Locke, el Sujeto racional en Kant, Hegel o Husserl. 6 Esta tesis dualista reposa sobre la idea previa de que la totalidad de los entes se divide segn gneros supremos, tesis que procede de la filosofa platnica y aristotlica. Pero y si esta idea fuese enteramente errnea? 7 Habra que hacer una historia de las filosofas de la representacin. En el libro dirigido por Kim Sang Ong-Van-Cung, La voie des ides? Le statut de la reprsentation, XVII-XX sicles, ed. CNRS, 2006, se encontrarn artculos que avanzan en esta direccin. Una seccin de esa historia tendra que explicar cmo y por qu recientemente, con el auge de la angloamericana Philosophy of Mind, han resurgido algunas variantes del representacionismo clsico. En este contexto debe mencionarse el importante artculo de Emmanuel Levinas La ruine de la rpresentation, incluido en el libro En dcouvrant lexistence avec Husserl et Heidegger, ed. Vrin, 2001 y el clebre libro de Richard Rorty La filosofa y el espejo de la naturaleza, ed. Ctedra, 1983. Una interesante crtica de la nocin de representacin la encontramos en el reciente libro de Jocelyn Benoist lements de philosophie raliste, ed. J. Vrin, 2011.
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externo- a pesar de que son dos callejones sin salida reposan y se erigen sobre autnticos fenmenos. Debido a
esto su resistencia a la extincin es enorme: no es casual que ambas posiciones u orientaciones vuelvan a
proponerse una y otra vez con variaciones sutiles que no modifican su ncleo duro. Sera errnea la actitud de
tirar de antemano por la borda cualquier elemento que proceda de ellos: el reto genuino est en heredarlos, es
decir, en prolongar y proseguir los hallazgos valiosos que sin duda contienen. Pero sin olvidar lo siguiente: a la
vez que se sostienen sobre los fenmenos tambin es cierto que los someten a una severa distorsin por la accin
de ciertos supuestos que operan incuestionados. Aqu nos topamos con uno de los principales los motivos que
impulsa la necesidad de armar una teora de la comprensin ni realista ni idealista: desde ambas posiciones se
malentiende la comprensin, y los malentendidos que introducen en ella son cualquier cosa menos inocuos, tarde
o temprano obstruyen o impiden su desarrollo, avocndola a un colapso con graves consecuencias.
As con esta complejidad- se alza la tarea de una deconstruccin del problema del mundo externo y de las
soluciones que para l se han encontrado. Dentro de este desmontaje tendr que precisarse cmo surgi y por qu,
a partir de qu supuestos se plante y, finalmente, lo ms importante: elaborar una alternativa filosfica solvente
pues slo desde ella y para ella tiene sentido el propsito anunciado.
2. El mundo externo y el problema que encierra
Vamos a exponer en qu consiste, en sus lneas principales, el problema del mundo externo y sus vnculos con la
moderna teora del conocimiento. As podremos precisar algunos puntos avanzados en el apartado anterior.
En el siglo XIX fragu una interpretacin de la filosofa en la que se entenda que el logro especfico de la
era moderna frente al pensamiento griego y medieval consista en haber dado forma, por distintas vas, a una
teora del conocimiento. Con razn, pues, J. L. Blasco afirma: La Teora del Conocimiento resulta ser casi
identificable con la filosofa moderna: es un tpico decir que la modernidad consiste, filosficam