EL y Ella (Psicopata)

7/18/2019 EL y Ella (Psicopata)

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Aunque solo duro dos meses, el amor que sintió por aquella joven fue para él, el más

importante y único de su vida.

Había pasado ya cerca de 8 aos desde que la vio por última ve!, no fue a"radable, como

cualquier ruptura amorosa, como cualquier reparación suele dejar marcas, y qui!á temas por

cerrar, solo diremos que lo que #ubo entre ellos fue tan duro que nin"uno de los dos pudosuperarlo pronto.

$ero el amor, es más fuerte que todo, pensaba él, y fu eso qui!á lo que lo llevó a buscarla

cuando volvió a saber de ella. %o con la intención de amarla nuevamente, sino de terminar

aquel ciclo, terminar aquellas cosas por #acer, por decir. &us últimos aos #abían estado

bordeando la depresión, las manías, el insomnio, falta de apetito, estaba entrando a un estado

que el mismo se desconocía, su común ale"ría y actitud á"il de un joven de '8 aos se #abía

apa"ado.

(ue como caída del cielo la aparición en su vida de aquella joven que tiempo atrás lo #abía

llenado de amor y ale"rías, coincidentemente cuando se sentía i"ual de decaído.

Había perdido la capacidad de amar, de dedicarse a al"o, sus días se pasaban como las #ora

en un reloj, ni la mujer más bella podía despertar en el al"ún interés, ni el licor más fuerte lo

#acia olvidare un instante de su desventura.

)n simple viaje al centro en busca de un nuevo faro para la lu! del bao de su apartamento

lo llevó a una cafetería al medio día, y entonces lue"o de un rato de revisar un periódico, la vio

bajar de un ta*i fuera de la cafetería. +a si"uió con la mirada, le tomo unos se"undos

reconocerla estaba muy cambiada, otro color de cabello, un diferente corte, traje, pero la misma

sonrisa.

&alió de aquella cafetería y la si"uió por la calle, se abrió paso entre la "ente tratando de no

perderla, al menos lo que podía ver de ella, empujó a más de una persona, pero no le interesó.

%o supo en que momento cru!ó la calle en dirección a un parque, pero no pudo cru!ar, el

bus se interpuso en su camino, entonces tuvo que quedarse a#í. $ero no importaba, la

encontraría.

urante los si"uiente días, re"resó a la misma cafetería a la misma #ora, total no tenía nada

mejor que #acer, no #abía ido a trabajar desde #acía ' semanas, ya debía estar despedido

pensaba.

%o la vio nuevamente, pero no podía dejarlo así.

ecidió comen!ar a buscarla de otras formas, a#ora que la #abía visto de nuevo su vida

tendría un sentido otra ve!, quería cerrar aquel circulo, #abían pasado ya muc#os aos y aunque

sabía que entre ellos no podría #aber nada, cada día que pasó tratando de ubicarla por internet,

por la "uía telefónica, por al"uno ami"os de la infancia y en común, lamentablemente no tuvo

una respuesta clara.

-ada día que pasaba dedicaba más tiempo a buscar a aquella c#ica, pasaba por el centro, se

sentaba en la banca dl parque, en el mismo café, no se cansaba de pensar y recordar aquellos

buenos tiempos que pasaron juntos.



+u"o de meses buscando, y con todos los síntomas del amor encima que aunque se

ne"aba a aceptar cuando le contaba a sus ami"os en el bar lo que estaba sintiendo, uno de ellos

le su"irió que búcara a un detective para ubicar a la c#ica. /a cansado y sin más ideas tomo la

su"erencia, su ami"o le dio el número del que lo #abía ayudado a encontrar al amante d su e*

esposa, y se puso en contacto.

%o sería barato y no sería pronto, el detective n cuestión tardó más de un mes, pero

consi"uió toda la información de la joven. +a dirección de apartamento, sale"ar de trabajo y

todo lo relacionado a su vida los últimos 0 aos, como era un detective particular no #i!o

pre"untas.

1se mismo día decidió ir a buscarla, #ablar con ella, terminar aquel ciclo inconcluso que lo

#abía atormentado, quería cuc#arla por última ve!, sentir su presencia, qui!ás verla sonreír por

última ve!. 2omó un ta*i, compro unas flores, unos c#ocolates y se diario al edificio donde ella

vivía.

+a espera fuera del edificio, cru!ando la calle en una banca, la vio le"ar cerca delas 8 de lanoc#e, con una sonrisa se acercó, ella lo miró unos se"undos, pero no lo reconoció, total #ace

aos atrás el no taba tan del"ado, no tenía barba y tenía muc#o más cabello.

1sto no lo perturbó, pues no esperaba que lo reconociera, incluso le esbo!ó una sonrisa.

&e diri"ieron juntos al ascensor. 345ué piso67 le pre"untó ella lue"o de presionar el 0 3voy

al 0 también7 le respondió sonriéndole.

&u cora!ón latía fuertemente, taba emocionado. 1staba ella tan bella como la recordaba, no

dejaba de verla de reojo, la c#ica ni cuenta e dio, fue como si el #ombre a#í con flores y dulces

no e*istiera.

$iso 0, se abrió el ascensor, ella salió primero, el tras ella.

-amino a una distancia prudente, ella se detuvo en el cuarto número 0', sacó sus llaves y

abrió, el avan!ó lo suficientemente lento para que ella abriera la puerta, entonces se acercó a

ella.

+e tapó la boca por detrás y la llevó al interior del cuarto, los c#ocolates y las flores

cayeron, nadie en el corredor lo vio, nadie escuc#ó los "ritos de aquella joven mientras aquel

#ombre que #acía aos la #abía acosado al punto de tener que mudarse de ciudad por una orden

judicial liberaba por cada poro los efluvios de su trastornada atracción por aquella mujer,

aquella noc#e acabó con su vida, no sin antes dar rinda suelta a su bajos instintos.

)na semana más tarde el cuerpo fue encontrado, el ya estaba lo suficientemente lejos como

para que tan si quiera sospec#aran.

Aunque solo duro dos meses, el amor que sintió por esa c#ica fue para él, el más

importante y único de su vida y también el que liberó en él un instinto tan básico como el de

cualquier animal que lo llevó a reali!ar tal brutal acción, acción que #abía esperado muc#os

aos por reali!ar, a#ora, con una sonrisa en los labios y mientras aborda el tren a otra ciudad

puede sentirse muc#o mejor.

3Hola9 4ónde viajas67 le pre"unta a la acompaante a su lado con una sonrisa.



3A -atalina, 4y tú67 pre"unta con una sonrisa también.

32ambién, qui!á podamos tomar un café al lle"ar, muc#o "usto97 dijo con una sonrisa.

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