El verdadero precio de Windows 10

Windows 10 lleva algo más de un mes entre nosotros. En apenas cuatro semanas ya registra el 5% del tráfico

de Internet relativo a los ordenadores.

En comparación, Windows 8 sólo alcanzó el 1% en el mismo tiempo, y necesitó siete meses para llegar a ese

5%.

Buena parte de la culpa de esta rápida implantación la tiene el hecho de que Windows 10 es gratis para la

mayoría de los usuarios. Y aunque Microsoft ha anunciado que en el futuro volverá a cobrar a quien no se

haya actualizado, lo más probable es que no lo haga. Ofrecer el sistema operativo gratis ya no tiene marcha

atrás. Al menos a nivel doméstico. Android, iOS, OS X, Linux… todos los SO de la competencia son gratis. Es

una tendencia con la que es casi imposible luchar, incluso aunque te llames Microsoft.

Windows 10 ha sido bien recibido por crítica y público, en términos de uso. Es un sistema operativo con una

interfaz moderna y elegante, ofrece un buen rendimiento, no han surgido bugs importantes, las novedades

son provechosas y ha desterrando buena parte de los defectos (aunque no todos) de Windows 8.

La polémica ha surgido por otro lado. Aspectos como la privacidad, el recorte del poder de los usuarios o el

uso de sus recursos en beneficio de Microsoft.

Windows 10 tiene un precio, pero no se paga con dinero. Vamos a descubrirlo.

Un sistema para la era moderna

Mucho han cambiado las cosas en Microsoft, para bien, desde que Satya Nadella ha tomado las riendas. La

compañía es más abierta, más cercana al cliente, y más permisiva con respecto a ciertas prácticas de

comercialización.

Ayer mismo en la keynote de Apple, el Program Manager de Microsoft Kirk Koenigsbauer presentó en el

escenario del evento las principales funciones de Microsoft Office en el iPad Pro. Esta imagen era impensable

hace apenas un par de años:

Windows 10 es el reflejo de esta nueva filosofia de Microsoft. Para bien o para mal, es un producto de su

tiempo. Un tiempo en el que las compañías de software han perdido influencia, y las compañías de Internet

marcan el camino a seguir. Windows 10 ya no un sistema operativo, es un servicio. Microsoft lo ha dejado

bien claro. No existirá Windows 11, sino el servicio Windows que se extenderá en el tiempo e irá

evolucionando eternamente. Como Android o Gmail.

Un servicio que usa la nube y requiere conexión a Internet para actualizarse a menudo y acceder a buena

parte de sus funciones.

A priori todo parecen ventajas. Windows 10 es gratis, se actualiza de forma automática y añade mejoras

constantes sin necesidad de comprar e instalar nuevas versiones, ni usar discos u otros medios físicos.

Pero nada es gratis cuando hablamos de servicios de Internet. En la Red el dinero no es la moneda de

cambio. Lo es la información, las estadísticas, y la publicidad personalizada.

Hasta ahora, una actualización de Windows costaba entre 40 y 100€, y una versión de Windows podía vender

100 millones de copias. Hablamos de cientos de millones euros que Microsoft va a dejar de ingresar. Debe

obtener ingresos y reducir gastos a través de otras vías. Vamos a ver cómo lo hace.

La polémica con la privacidad

Tradicionalmente, Windows no ha sido un sistema operativo demasiado intrusivo. Hasta Windows 7 ni siquiera

requería Internet para funcionar. Pero Windows 10 es otra historia. Si realizas una instalación con las

opciones por defecto se activa Cortana, Wi-Fi Sense, Bing se integra en el buscador, se ponen en marcha las

actualizaciones a través de P2P, y otras opciones que recopilan datos de navegación, uso y ubicación.

En el contrato de uso se pueden leer cláusulas como ésta:

“Vamos a acceder, divulgar y preservar los datos personales, incluyendo tu contenido (como el contenido de

sus mensajes de correo electrónico, otras comunicaciones privadas o archivos en carpetas privadas), cuando

sepamos de buena fe que hacerlo es necesario para proteger a nuestros clientes o hacer cumplir los términos

que rigen el uso de los servicios.”

Al aceptar el acuerdo de servicio estás autorizando a Microsoft a divulgar tus datos.

Aunque no es necesario usar una cuenta de correo para utilizar Windows 10 ciertas funciones importantes,

como Cortana, descargar apps de la Tienda Windows o encriptar los discos duros exigen utilizar una cuenta

de Microsoft.

Cortana, el flamante asistente de voz que se estrena en los ordenadores, necesita saber cosas sobre tí para

ejercer su función de asistente: tu ubicación, las páginas webs que visitas, las apps que usas, tus contactos,

tus búsquedas, historiales, quién o a quién llamas, etc. Rastreará toda tu actividad y esta información se

guardará en los servidores de Microsoft. Además si usas un micrófono con Cortana, siempre estará en

escucha para detectar tus órdenes.

Bing, el buscador de Microsoft, se integra en Windows 10. Cuando busques algo, aunque sea un documento o

fichero local, realizará las búsquedas en Internet, revelando esta información a los servidores de Microsoft.

Cortana se integra en el nuevo navegador Edge para ofrecer asistencia en las búsquedas:

Edge utiliza un filtro SmartScreen que protege del phishing, pero a costa de tener que analizar todas las webs

que visitas.

La sincronización te permite utilizar la misma configuración de Windows en diferentes ordenadores, pero

almacena temas, webs favoritas y la configuración en la nube de Microsoft.

Wi-Fi Sense o sensor Wi-Fi es una tecnología que sirve para ofrecer tu red WiFi a tus conocidos que vienen

de visita sin necesidad de darles las contraseñas. Pero revela a Microsoft tu ubicación, las redes Wi-Fi que

usas, sus claves, y cuándo te conectas.

Si usas Windows Hello, la nueva herramienta que sustituye las contraseñas de acceso por sensores

biométricos (huellas, reconocimiento facial), tu webcam se activará incluso aunque la tengas desactivada.

Aunque encriptes los discos duros con Bitlocker (opción incluida en el sistema), en Windows 10 Home la clave

de encriptación se almacena en los servidores de Microsoft.

Para ser justos, la mayoría de estas opciones se pueden desactivar o minimizar, a través de la configuración.

Pero Microsoft es consciente de que muchos usuarios, por desconocimiento o pereza, las dejarán activadas.

Incluso aunque desactives Cortana y Bing, Windows 10 seguirá enviando información a Microsoft a través de

Internet.

Todos estos datos privados recopilados (de forma legal, pues está en el contrato de uso, y en la mayoría de

los casos de forma anónima), pueden ser usados por Microsoft para desarrollar o vender publicidad

personalizada, estadísticas de uso y otra información valiosa que le proporcionará ingresos y compensará el

hecho de que Windows 10 sea gratuito.

Tu PC trabaja para Microsoft

Otra de las novedades de Windows 10 que ha causado polémica son las actualizaciones del sistema. Hasta

ahora Windows se conectaba periódicamente a los servidores de Microsoft, y cuando encontraba una

actualización la descargaba de allí. En Windows 10 también lo hace, pero además se apoya en la tecnología

P2P para compartir estas actualizaciones entre los usuarios. Puedes recibir actualizaciones de Windows de

otros usuarios, y tu mismo se las envias a otras personas. Literalmente, Windows utiliza tu ancho de banda y

hardware en su beneficio. Antes, cuando era de pago, esto era impensable. Pero ahora que es gratis….

Microsoft asegura que este servicio es completamente anónimo, sólo funciona cuando no estás usando

Internet y el ancho de banda consumido es bajo. Pero la posibilidad de que estén entrando y saliendo datos

de tu PC sin tu control, es inquietante. Por suerte, se puede desactivar por completo:

Del mismo modo, el software anti malware Windows Defender también envía ficheros de tu PC a los

servidores de Microsoft para ser analizados y prevenir la aparición de nuevos virus y ataques en masa. Esta

función también se puede desactivar. Echa un vistazo al siguiente enlace.

Antes gratis, ahora de pago

Otra consecuencia del nuevo sistema de distribución de Windows 10 es que algunos programas que eran

gratis en Windows 8 o anteriores, ahora cuestan dinero o incluyen publicidad.

Por ejemplo, el clásico Solitario se ha incluido gratis durante décadas en diferentes versiones de Windows. En

Windows 10 se llama Microsoft Solitaire Collection y puedes descargarlo sin coste, pero entre partida y partida

te muestra videos o mensajes publicitarios. Para eliminarlos debes pagar una cuota mensual de 1.49€, o una

cuota anual de 9.89€.

Algo similar ocurre con el reproductor de DVD de Windows 10. Es gratis si actualizas desde ciertas versiones

de Windows 7 y Windows 8, pero por ejemplo si actualizas desde Windows 8 Pro, debes pagar casi 15€ para

ver DVDs con Windows 10:

¿Realmente compensa cobrar dinero para jugar al Solitario o para ver un formato ya anticuado como es el

DVD?

El usuario no siempre toma las decisiones

Finalmente, tenemos que hablar de la perdida de control, en algunos aspectos, que supone el uso de

Windows 10.

Es bien sabido que en las versiones domésticas de Windows 10 las actualizaciones son automáticas y

obligatorias. En las versiones profesionales, no. Microsoft lo justifica con la idea de aumentar la seguridad y

asegurarse de que todo el mundo instala los parches críticos.

Es lo mismo que hace Android, pero no hay que perder de vista queAlgo similar ocurre con el reproductor de

DVD de Windows 10. Es gratis si actualizas desde ciertas versiones de Windows 7 y Windows 8, pero por

ejemplo si actualizas desde Windows 8 Pro, debes pagar casi 15€ para ver DVDs con Windows 10:

¿Realmente compensa cobrar dinero para jugar al Solitario o para ver un formato ya anticuado como es el

DVD?

El usuario no siempre toma las decisiones

Finalmente, tenemos que hablar de la perdida de control, en algunos aspectos, que supone el uso de

Windows 10.

Es bien sabido que en las versiones domésticas de Windows 10 las actualizaciones son automáticas y

obligatorias. En las versiones profesionales, no. Microsoft lo justifica con la idea de aumentar la seguridad y

asegurarse de que todo el mundo instala los parches críticos.

Es lo mismo que hace Android, pero no hay que perder de vista qu

existen millones de configuraciones de PC diferentes, y a veces los parches fallan y causan desastres

como reinicios en bucle. O fallos en la tarjeta gráfica que impiden recuperar el control fácilmente. También hay

usuarios expertos a los que les gusta decidir exactamente las actualizaciones que instalan, pues algunas no

las necesitan.

En Windows anteriores todos los parches estaban perfectamente detallados. Con Windows 10, la compañía

de Redmond ha anunciado que no explicará en qué consisten las actualizaciones menores.

El nuevo SO también se otorga algunos poderes por su cuenta. Tal como se recoge en el contrato de uso,

tiene potestad para desactivar programas pirateados.

Algunas redes P2P están bloqueando a usuarios de Windows 10, porque temen que esté trabajando con

MarkMonitor para rastrear a los usuarios que descargan contenido ilegal.

Windows 10, en perspectiva

Parece claro que Windows 10 es uno de lo sistemas Windows más intrusivos, al menos a priori. Pero no hay

que perder de vista el contexto en el que nos movemos hoy en día. La preocupante realidad es que no hace

nada que no hagan otros sistemas de la competencia como iOS o Android, o cientos de servicios de Internet,

desde Facebook a Gmail. Por ejemplo Android o iOS te obliga a usar una cuenta de Google y Apple

respectivamente, algo que no hace Windows 10. Y realizan el mismo tipo de espionaje anónimo publicitario.

Aunque lo hagan de forma legal y asumiendo que utilizan esta información de forma anónima, ya hemos visto

cómo utilizando solamente datos inocentes como los Me Gusta de Facebook, se puede psicoanalizar a una

persona.

Lo que si es reprochable es que las opciones de rastreo se activan por defecto, y algunas de ellas son

complicadas de desactivar, como es el caso del buscador por defecto en Edge o el navegador

predeterminado, tal como los creadores de Firefox han denunciado.

Pero ahora Windows 10 es gratis, y eso cambia las reglas con respecto a los derechos de los usuarios. Al

menos así lo ve Microsoft, ahora que Windows es un servicio, y no un sistema operativo.

La cuestión es si los usuarios realmente queremos que sea así. Como ha ocurrido con los móviles, nadie se

ha molestado en preguntárnoslo..

Fuente: http://computerhoy.com/noticias/software/verdadero-precio-windows-10-34005