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Fernando de Monreal Clavijo

Apertura en: GDD Semieslava (ECO: D45)

ADIVINACIONES SECRETAS SOBRE ASUNTOS MILITARES

211 a. C. - 1597 d. C.

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EL VELO DE LOS BRUJOS

CARCEL SOCIAL Y POLÍTICA

EN ESPAÑA

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Yace en España un mal matrimonio nacido de la inquisitorial clase

política, a la vez nacida de una desmesurada desidia y un

desproporcionado aburrimiento de los vigilantes constitucionales del

Estado. Un matrimonio, dos cuñados, suegra y yerno, hum.

No faltaba más que el demonio para completar el infierno. Pero es

tanta la holganza y tantos los miserables que hasta al demonio le da

tristeza tanta cárcel de hambre.

Y, dice el demonio:

.- ¿Olvidarles? No puedo ¿¡Y mi ilusión!? Él, que con tanta

efusión luchó como yo llegué a quererle y no puedo estar sin verle

caminando y ordenando los muebles de su ilusión.

¡Él! Es el hijo de mi corazón. ¡Guerras ancestrales! Piensan todos los

hombres menos Él, que tienen derecho a juzgarnos nuestra historia y

nuestro amanecer.

Esto fue y será cosa juzgada de tres.

Dos amores y un solo Dios. Juez y página universal, ayer y hoy es

futuro, presente y pasado. Nada sigue igual, pues nada es ángel, nadie

es hombre y Dios, es Él, sólo Él.

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.- L&F

He sido militante de la vida, del ejército invisible, de la democracia y

de la Iglesia.

Cuando alguien consagra su vida a la profesión que su VocaSión

le exige desde el Corazón de la creación, cuando pueden recorrer su

propio país y salir más allá de sus fronteras, organizando su propia

vida profesional, política, social y personal, elevando al triunfo sus

ideales del libertad y justicia social, esa persona es libre.

Cuando termine el relato, yo aún, no habré culminado el ordenar

los muebles de la libertad de mi adolescencia. Y tal vez, la razón sea,

porque simplemente deseo ser libre, ¡Un español libre!

Dicen que la tortura marca a una persona de por vida, que sus sueños,

su descanso, su psique, queda quebrada y doblegada por siempre, al

dolor, al intenso dolor del alma. Y que algunas personas no logran

superar el Síndrome de Estocolmo. Pero sin embargo, hace mucho más

daño sentirse vendido como un esclavo, vivir día tras día, viendo,

sintiendo, observando, como esas personas que creías tan cercanas a ti,

- que parecen conocer más de tus intimidades personales, que tú

mismo- se han ido lucrando y enriqueciendo sus cuentas, disfrutando

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de los premios que zarpazo tras zarpazo han arrancado de tus éxitos

anónimos. Esfuerzos y sacrificios sólo conocidos por el cansancio de las

noches en vigilia, y de los ojos piratas del esclavista.

La inocencia de tu vida, la generalidad infantil de tus pasos

secuestrados, tu adulta responsabilidad y tu ígnea madurez. Saben

desde hace años, que los frutos de tus esfuerzos los han devorado

¡Ellos!

Cruzando la línea, la delgada línea roja, puedes señalar con tu

dedo índice, llegando al paralelo del toda una sociedad Española, y

decir:

¡Aquellos son los que creen que yo soy el Cordero a desollar, la

oveja a trasquilar, el esclavo inventor de sus sueños! Ellos son los

ladrones que roban el fruto de mis esfuerzos, sacrificio y trabajo. Los

que me empujan con sus lomos de ratas mientras ríen como hienas

viejas y enfermas.

Ellos son los que administran la sabiduría con la ignorancia, la paz con

la guerra, la humildad con la soberbia, el pan con la usura, y el empleo

con la incuria. Y esto, hace más daño que cien colas de látigos.

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Dicen que la tortura hace daño, pero ¿qué hombre puede

soportar durante tantos años tan amplios abanicos de torturas?

Lo más doloroso para el hombre que intenta conducir su vida y

redirigir continuamente el buque de su existencia, es tener que luchar

contra sus propios presuntos amigos, piezas estas colocadas no al azar

de las circunstancias, pues es la alevosía socia de la extrañeza del

hombre con correa. Y son los peones contratados por migajas para

velar por el lucrativo negocio de una esclavitud que ha durado

décadas.

La esclavitud del hombre, del niño, ¡del esclavo! Una esclavitud que

debe descubrirse al mundo desde el principio de su tiempo, y ellos ser

juzgados, avergonzados y desenmascarados frente a frente con el

mundo cultural y social de Europa.

Nada más difícil que gobernar e intentar mantener una

colectividad política popular y democrática, que legislar siendo ciego y

sordo en un intento de ignorar la esclavitud de un solo hombre, de un

solo niño. Un niño que enriquece año tras año, migaja tras migaja a un

Clan de hormigas carnívoras que resultan ser termitas que dinamitan

las columnas, los pilares del Estado democrático y social.

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Cada paso que dé un gobierno que permita y cree tiranía, es una

dificultad que no vencerá, es un pueblo que se levantará y enhiesta

esgrimirá la espada de la libertad.

Toda dificultad eslabonada con la ingratitud, significa oposición de un

pueblo, de un hombre, de un niño humillado y esclavizado, encadenado

al aprovechamiento de los miserables que asaltan fábricas de ideas y

sueños. De una legión, de una nación.

Todo triunfo, todo debate, toda lucha de vencedores corresponde al

pueblo, a un pueblo que despierta desde la fosa de la sin razón,

suscitando una digna y merecida revolución social.

Yo soy católico, ¡sí los soy! Y un pueblo herido, marginado,

humillado y triste, no se dedica a asaltar conventos, ni iglesias, ni

cualquier clase de templo de cualquiera que sea su religión. Ni se

entretiene en ofender a los hombres de Dios. De ningún dios.

Ý sólo los Corsos y apátridas al servicio de gobiernos extranjeros, se

enorgullecen e intentan silenciar sus actos execrables.

Conozco y he caminado entre muchas clases de hombres, desde

contrabandistas de armas, sicarios, religiosos y buenos hombres de

políticas, y aunque nunca nos la hemos mirado a ver quien la tenía más

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grande, -nuestra lealtad a la amistad- bien puedo decir que todos

tenemos algo en común, ¡ninguno de nosotros toleramos una sola falta

de respeto ni a nuestra Iglesia ni a los pastores de la Iglesia. Ý son muy

variadas estas.

Pero aunque Dios puede administrar su verbo y su faz, sólo existe una

virgen de los Sicarios y una Santa Muerte.

Las ambiciones personales aprovechan estos tiempos histórico en

donde la ingratitud política hacía un pueblo que casi muere de hambre

-mientras perdían sus viviendas y eran arrojados a las calles de noches

frías y días sin horizonte- , dejaron las puertas abiertas a los Corsos y

Corsarios sirvientes todos ellos de gobiernos extranjeros que apedrean

a sus propios pueblos con la piedra del terror y la muerte.

Vosotros sois los que les habéis colocado en los sillones de las cámaras

altas y en nuestras instituciones. ¡Vosotros!

Son momentos para tratar de no sólo proteger nuestra bandera,

porque somos hombres con buenas razones, y una de ellas son nuestros

hijos. Pero también debemos intentar dejar insatisfechos a esos

representantes de presidentes extranjeros e intolerantes que practican

la represión política que intentan exportar a nuestro país, junto a sus

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crímenes contra la humanidad. ¡Ellos! Esos son los verdaderos

enemigos de su propia revolución Bolivariana, y de nuestra España.

Los que intentan anidar en nuestras entrañas y gobernar nuestro

buque español hacía la deriva.

El jefe del Estado ¡El rey! Y el director de la Orquesta, han de

oponerse cuando tales ambiciones sólo se apoyan en desguarnecer al

pueblo Español, a sus instituciones, nuestros derechos y libertades, por

cierto, ya bastantes mermados por la usura de los presentes. Y nuestra

bandera –aún- en batalla, se encuentra bien chamuscada como para

tolerar sea usada en chistes dantescos por fulanos que utilizan Tesis

doctorales para blanquear dinero. O lo que es lo mismo, corromper la

sagrada institución académica a cambio de dinero manchado del gules

de la sangre de un pueblo oprimido.

Mientras le dure el entusiasmo a los Corsos extranjeros y

apátridas, que los caudillos –líderes- de nuestros pueblos bajen de sus

pedestales y no se empeñen en seguir mimetizándose con la espesura de

la estupidez, como si fueran estatuas a las que gusta le caguen los

palomos en sus calvas.

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Ser verdaderamente liberal y demócratas no es tan fácil. Es

necesario decir la verdad al pueblo, para que el pueblo no haga de

nuestros principios liberales y democráticos idea absurdas y

equivocadas basadas en la mentira, que no es otra cosa que la

ocultación de la verdadera realidad.

¡La verdad!

En España a 26 de Junio del 2015

H2OX7

Fernando de Monreal Clavijo

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1. Cf3 Cf6 2. c4 e6 3. Cc3 d5 4. d4 c6 5. e3 a6 6. c5 Cbd7 7. b4 a5 8. b5 e5 9. Da4 Dc7 10. Aa3

e4 11. Cd2 Ae7 12. b6 Dd8 13. h3 O-O 14. Cb3 Ad6 15. Tb1 Ae7 16. Cxa5 Cb8 17. Ab4 Dd7 18.

Tb2 De6 19. Dd1 Cfd7 20. a3 Dh6 21. Cb3 Ah4 22. Dd2 Cf6 23. Rd1 Ae6 24. Rc1 Td8 25. Tc2

Cbd7 26. Rb2 Cf8 27. a4 Cg6 28. a5 Ce7 29. a6 bxa6 30. Ca5 Tdb8 31. g3 Ag5 32. Ag2 Dg6 33.

Ra1 Rh8 34. Ca2 Ad7 35. Bc3 Ce8 36. Cb4 Rg8 37. Tb1 Ac8 38. Ta2 Ah6 39. Af1 De6 40. Dd1

Cf6 41. Da4 Ab7 42. Cxb7 Txb7 43. Cxa6 Dd7 44. Dc2 Rh8 45. Tb3