8/14/2019 El Vaticano y La Santa Alianza

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El Vaticano y la Santa Alianza

Muchos califican a la Santa Alianza como la mejor

agencia de espionaje del mundo. Sin embargo y en

comparacin con su importancia, es muy poco lo que

se ha escrito sobre el servicio secreto del Vaticano.

Una red que tuvo especial protagonismo durante lapoca nazi, y que, a fecha de hoy, sigue rodeada del

mayor misterio

Slo hay que pensar en la cantidad de curas, sacerdotes,monjas, obispos, cardenales diseminados por pueblos yciudades, por montaas y llanuras, por islas y selvas.Juntos conforman una vastsima red de informacininalcanzable para cualquier otro pas.

Durante la II Guerra Mundial, el Vaticano activ esainmensa red recabando informes all donde nadie mspoda llegar. Se cuenta que en febrero de 1939 Churchillfue invitado a comer a casa de un amigo en el nmero 112de Eaton Square. Cuando llegaron a las copas comenz unainteresante charla en la que se inform al dirigentebritnico de que Hitler y Stalin estaban a punto de

concluir un acuerdo. Ese tratado se producira pocodespus, pero en aquel momento era impensable talhecho debido a la acrrima enemistad existente entre elfascismo y el comunismo.

La sorpresa de Churchill fue de tal calibre que, excitado,slo pudo preguntar quin haba informado de semejantehecho. La respuesta se la dio el conde Coudenhove-

Kalergi: Una fuente del Vaticano, dijo, a lo queChurchill replic: El Vaticano? Entonces debe ser

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cierto. La ancdota resume perfectamente la visin quetodos los mandatarios han tenido sobre el espionajevaticano.

La Santa Alianza se fund bajo el pontificado de Po V enel siglo XVI con la finalidad de combatir el protestantismode Isabel I de Inglaterra. Su nombre proviene en honor alpacto secreto que firm la Santa Sede con la reina catlicaescocesa Mara Estuardo. Espionaje al servicio de Dios ydel diablo. Los espas deban recabar informacin yofrecrsela a los monarcas catlicos europeos, conespecial atencin a la reina de Escocia. Incluso se organiz

una fuerza de choque conformada por un grupo de jesuitasescogidos por su fidelidad al Papa. La primera misin querecibieron fue asesinar a Isabel I, pero la que murirealmente fue Mara Estuardo. Lo importante es que la redde espionaje tejida ya no dejara de crecer, convirtiendo ala Santa Alianza en el servicio de espas ms veterano.

Casi cuatro siglos ms tarde, sus enemigos eran el

comunismo de Stalin y el fascismo de Hitler y Mussolini.Conscientes del peligro que entraaba enfrentarse alVaticano, los tres dictadores intentaron por todos losmedios socavar su poder infiltrando espas en el mismsimominsculo estado.

El primero que lo consigui fue Mussolini, quien ya desdefinales de la dcada de los aos veinte intentaba infiltrar

topos en las dependencias papales. El ms importante deellos se llam Enrico Pucci, perteneciente al mundo delperiodismo. Actuaba extraoficialmente como portavoz delVaticano, editando un boletn donde se seguan los ltimosacontecimientos relativos al Papa. Desde esta posicinPucci tena acceso a tan grandes y reservados caudales deinformacin que los periodistas extranjeros acudan a lpara corroborar sus datos.

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Nadie saba que trabajaba desde 1927 para la policafascista italiana hasta la dcada de los treinta, cuando laSanta Alianza comenz a sospechar de la presencia de unespa en el Vaticano.

Como todo buen entramado de espionaje, el Papa tambindispone de un servicio de contraespionaje. Se le conocecomo Sodalitium Pianum y lo cre el cardenal espaolRafael Merry del Val por encargo del papa Po X acomienzos del siglo XX. Su cometido sera perseguir a losespas infiltrados en el Vaticano y a aquellos religiosos quedefendiesen ideas modernizadoras sobre la Iglesia.

En el caso que nos ocupa, los agentes del contraespionajeidearon una trampa en la que cay monseor Enrico Pucci.Con l desapareci su red de agentes formada porfuncionarios de nivel medio que fueron expulsadosautomticamente.

Los nazis aprendieron de este hecho. Observaron laefectividad de la Santa Alianza y se afanaron en vigilarestrechamente a todos los religiosos residentes enAlemania. O se es cristiano, o se es alemn, habasentenciado el Fhrer. Las nuevas persecuciones la laborde vigilancia fue dirigida por Reinhard Heydrich, jefe delservicio de espionaje del partido nazi. En el cometido le

ayud, irnicamente, el doctor Wilhelm August Patin,antiguo agente de la Santa Alianza y primo de Himmler,pero fue con su sucesor, Albert Hartl, con quien lapersecucin alcanz su mximo exponente de crueldad.

Hartl inici una feroz persecucin de todo aquel religiosoque mostrase antipata por el rgimen. Todo obispo,clrigo, monja, diocesano, seminarista era un peligropotencial que deba ser investigado. Descubrieron casos

como el del padre Josef Rossberger, quien desde un

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seminario distribua propaganda antinazi antes de serdetenido y torturado durante una semana de formacontinuada. El hecho lleg a odos del clero, que quedhorrorizado ante lo que eran capaces de realizar los

hombres de Hitler. Tras el sacerdote otros miembros de laSanta Alianza fueron apresados y acusados de actos contrala moralidad.

Aun as, el mayor logro de los espas de Hitler fue infiltrara uno de sus agentes en las dependencias del Vaticanodurante la eleccin de Eugenio Pacelli como Po XII.

El espa se llamaba Taras Borodajkewycz, estudiante deteologa viens, pero con buenos contactos entre la curiaromana. Sus informes enviados a Berln sobre quin iba aser elegido como prximo Papa erraron en la prediccin, ylo que result ms perjudicial, pusieron al SodalitiumPianum sobre su pista.

Se haca necesario actuar con prontitud. La respuestalleg de la mano del propio Borodajkewycz, al asegurar asus superiores que si se entregaban tres millones demarcos en lingotes de oro, varios cardenales estabandispuestos a votar a alguno de los dos obispos favoritos deAlemania: Maurilio Fossati y Elia dalla Costa.

El plan tuvo el respaldo del Fhrer y el oro se carg en untren rumbo a la Ciudad Eterna. Durante el trayecto,

agentes de la Santa Alianza supieron de la existencia deltrato y del tren. Lo que ni ellos ni los espas nazis saban,era que el plan de Borodajkewycz consistaverdaderamente en quedarse con el oro y desaparecer delas manos de las SS y de la Gestapo.

Cuando en la eleccin del 2 de marzo de 1939 EugenioPacelli se erigi como Po XII, la sorpresa se instal en el

cuartel de Himmler. Rpidamente contact con sus

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subordinados para localizar a Borodajkewycz y quedevolviera el oro entregado, pero ni ste ni los tresmillones de marcos aparecieron. As hasta que la policaitaliana localiz su cadver ahorcado de una viga en un

parque de Roma.

Una versin dice que fue la Abwehr quien lo asesin,aunque otra mucho ms tenebrosa afirma que quien acabcon su vida fue una sociedad secreta vaticana llamada losAssassini, heredera de la Orden Negra, creada en el sigloXVII con el fin de asesinar a todo espa extrao a la SantaSede. El oro jams apareci.

Pero no slo los servicios secretos nazis e italianosdirigieron sus espas hacia el territorio vaticano. La SantaSede tambin hizo lo mismo, considerando el III Reichcomo zona prioritaria de accin.

En una reunin entre Albert Hartl y el antiguo sacerdote yprofesor de Teologa Josef Roth, se les inform de la

presencia de un espa vaticano que entraba y sala de lazona nazi con mensajes y dinero de las altas jerarquaseclesisticas. Lo nico que se saba de l es que hablabaperfectamente alemn y que reciba el nombre de elmensajero. Il messagero En aquellas fechas estallaba laII Guerra Mundial tras la invasin de Polonia, y la Abwehrse marc como meta prioritaria localizar y acabar con elespa. Les costara, porque el hombre al que buscaban era

uno de los mejores agentes de la Santa Alianza. Sellamaba realmente Nicols Estorzi, y se cree que fue lapersona que acab con la vida de Taras Borodajkewycz deser cierta la tesis de que fueron los Assassini quienes leejecutaron. El mensajero se convirti rpidamente enun quebradero de cabeza por la calidad de susinformaciones sobre el armamento alemn. Sus informesno slo llegaban a la Santa Sede, sino que tambin eran

distribuidos entre los gobiernos aliados y los participantesdel Eje. Para capturarle y de paso iniciar contactos con

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Po XII, se eligi al agente alemn Josef Mller. Igual demisterioso que Estorzi, Mller fue designado por Canarisjefe de la estacin del Abwehr en Roma. Lo que nadiesaba es que Estorzi y Mller se profesaban una profunda

amistad, tanta que el alemn le cont al italiano la misinque se le haba encomendado.

A la vista de tantos fracasos, el propio Canaris queralograr un entendimiento con Po XII a finales de 1939. Lamayor ventaja estribaba en que ambos mantenan buenasrelaciones desde los tiempos de Pacelli como nuncio enBerln. Su total conocimiento del idioma, la cultura y la

idiosincrasia alemanas lo convertan en un hombre aptopara la firma de acuerdos. En este caso lo que se querade l era que mediara con Londres para alcanzar unaespecie de paz tcita con los britnicos. Pacelli, comohombre inteligente que era, comprendi inmediatamentelos peligros de la peticin. Si aceptaba, los catlicosalemanes perseguidos por el nazismo podran ver en l aun traidor, pero tambin estaba en su mano acabar con

una sangra que seguira afectando a buena parte de laEuropa occidental.

Su respuesta fue leer todos los informes que le llegabansobre la propuesta, evitando siempre recibir a miembrosde la Abwehr en su despacho. Los documentos los pasabadespus al ministro britnico en la Santa Sede, sir FrancisdArcy Osborne. Las conversaciones nunca llegaron a buen

puerto, porque el espionaje francs se enter de ellas conel miedo que les provocaba que Inglaterra se saliera de laguerra dejndoles a expensas de los nazis.

An tendran lugar muchas ms conspiraciones ypersecuciones entre espas, pero el fracaso de lasconversaciones hizo que la guerra entrara en una nuevafase y que el nazismo se extendiera sin freno por la Vieja

Europa.