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    EL VALOR DE LA CENSURA

    como mtodo de recolonizacin y dogmatizacin

    Mediante este artculo trataremos de convocarnos en tanto trabajadores de laeducacin, a indagar y plantear cul es la posicin y cul debera ser laresponsabilidad tica y poltica (an por separado) de las ciencias sociales y la ciencia

    en su conjunto en Amrica y el mundo, realizar algunas afirmaciones relacionadas conla evidencia cientfica censurada, as como de abrir el debate en el reaConocimiento con miras al III Congreso de Educacin que realizaremos ennoviembre.

    Una vez cerrado el ciclo maquiavlico en cuanto a la separacin de la tica y la poltica,podemos exigir de los cientficos -ya es hora- un comportamiento comprometido querechace las situaciones que promueven los emprendimientos imperialistas, es decir,desde la GTA*, renovados modos de exterminio.Es momento de escuchar atentamente, nos recuerda sin hacerlo el antroplogo

    norteamericano David H. Price: en el devenir histrico de las empresas colonialesprimero llega la infantera, luego los ingenieros en minas y los agrnomos, algo despuslos misioneros y finalmente, los antroplogos. Las tradiciones antropolgicas britnicas,francesas, holandesas y alemanas estuvieron ligadas con las aventuras coloniales en

    frica, Asia, Indonesia y otros lugares, mientras los estudios etnolgicos en EstadosUnidos entre los pueblos originarios americanos no pueden ser separados de una

    vergonzosa historia de conquista y genocidio.Price, un cientfico que no tiembla en sus afirmaciones, tambin afirma que las guerrasactuales las llevan adelante los antroplogos. Nosotros diremos que si bien los soldadosde vanguardia son ellos, el mtodo imperializante aplica en prioridad, tal vez con unaintensidad incomparable, la censura de informacin cientfica de gran inters socialgeneral, como arma decisiva de sometimiento y mantenimiento del orden establecido.Esto es as, porque lo que revela la Revolucin Arqueolgica (RA), afecta directamentelas races de la actual civilizacin, desoculta el artificio patriarcal, devela la magnitud dela represin, exhibe la manipulacin y la infantilizacin de las personas por parte inclusode las mejores personas, descubre las falacias cientficas, enfoca en las principalescolumnas del edificio inventado por el aparato propagandstico desde Homero hastaRiane Eisler, contiene una capacidad disolvente que preocupa al comando civilizatoriopatriarcal. Ya veremos por qu.Una vez asumido el compromiso aludido miremos un poco ms de cerca. La importanciade la RA estriba en sus alcances y consecuencias de aplicacin, en algunos casos,ineludible. Esta novedosa situacin surge porque se han descubierto desde 1961, en elmarco de lo que se conoce como Vieja Europa (Old Europe), en centenares de sitiosarqueolgicos, en gran parte de Europa y el Occidente de Asia, sociedades anteriores en7 mil aos a las aceptadas como ms antiguas.Estos descubrimientos cientficos se los debemos al trabajo esforzado de la arquelogalituana Marija Gimbutas, al ingls James Mallaart, y muchos otros que arriesgaron su

    vida y sus profesiones para legarnos semejante verdad histrica. Estas sociedades tienenuna antigedad de 10 mil quinientos aos y se extendieron por gran parte de Europa y eleste de Asia. Sus caractersticas salientes indican que fueron sociedades no religiosas,maternales, armnicas, agricultoras, no beligerantes ni jerrquicas, fraternas,comerciantes, con excedente sin Estado, cuyas ciudades por centenares ubicadas en los

    valles, alcanzaron hasta 20 mil habitantes cada una, en todo el territorio de suinfluencia.Detengmonos un momento. Originalmente, fueron sociedades maternales (nomatriarcales, ni matrilineales), sino matrifocales, es decir, basadas en la armona de los

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    sexos, no en la autoridad de las mujeres, como se pretende, armona que se lograba enbase al despliegue pleno de la sexualidad femenina, la que sigue proporcionandonaturalmente ayuda mutua y cooperacin, a pesar de la represin impuesta conocidacomo matricidio o ginecocidio y la prohibicin al conjunto humano del ejercicio de laplena sexualidad.Estas sociedades euroasiticas, de notorias similitudes con las que cubran toda lageografa americana, tambin devastadas, tenan como prioridad a las criaturas, cuyo

    amparo y el de los desvalidos corra por cuenta del conjunto. Fueron sociedades deagricultores cuyo excedente se reparta y comercializaba por medio de una red extensaque abarcaba casi todo el territorio europeo y el occidente asitico, sin huellas deconflictos ni guerras durante 7 mil aos.Fueron sociedades que priorizaban el placer como va de acceso a la felicidad y a la

    fraternidad mediante la cooperacin, lo cual concretaba el principio libertario sacndolode una mera enunciacin abstracta. Estas sociedades entendieron al trabajo como juego,eran joviales y celebraban la vida. Se las conoce tambin como sociedades de laCelebracin de la vida.El resultado cientfico muestra que no fueron sociedades guerreras ni jerrquicas, sino

    armnicas, fraternas y a-religiosas. Los cementerios no muestran signos de jerarqua

    alguna, ni lujos, ni ostentacin, ni templos ni culto a dioses. En ellas se practicaba unculto muy extendido en el tiempo a la Tierra en tanto posibilitadora de vida, y a la fuentede vida humana, al tero y la matriz y el cuerpo de la mujer, lo que les confiri el carcterde maternales. Esta particularidad puede apreciarse en el millar de pequeas obras dearte desenterradas talladas en marfil y en piedra de hasta 40 mil aos de antigedad.En suma, estas sociedades fueron anteriores al patriarcado, el que las arras desde hace4500 aos para imponer gradualmente la civilizacin que hoy nos rige, ya que el ataquede las hordas de pastores arios y semitas fue modificando poco a poco las caractersticasprimigenias, convirtindolas en matriarcales y guerreras y luego derivando el comandopoltico-militar hacia la mayor fuerza fsica del hombre, hasta asimilarlas al modo de

    vida patriarcal.

    Se hace necesario decir que la biloga espaola Casilda Rodrigaez Bustos, sintetiza lasvirtudes de estas sociedades sobre todo en su libro de 2001, El asalto al Hades.Ya desde aqu podemos vislumbrar por qu este singular y extraordinariodescubrimiento est sistemticamente boicoteado, desfinanciado, censurado, oculto ydistorsionado por las fuerzas culturales patriarcales. En Argentina la censura es efectiva

    y se traduce en la ausencia de los principales autores de la Vieja Europa de los catlogosde las principales bibliotecas. Tampoco figuran en los catlogos de las libreras delcircuito comercial autores como los nombrados, incluyendo a Josu Naberan, laantroploga argentina Martha Moia, Francisca Martn Cano, Anne Baring, JulesCashford y muchos otros.Mientras pensamos en lo dicho, diremos que hoy, 40millones de especies en extincindel Amazonas son robadas con destino secreto. Es decir, el patriarcado tiene una gran

    versatilidad para sobrevivir -tanto como ninguna otra civilizacin conocida-, y es por esoque ya se prepara para reproducirse al infinito, ya sea en frica, la Antrtida, la luna, elsur de Argentina y Chile en donde intereses multinacionales han comprado millones deHa, o donde pueda, tanto en caso de cataclismo climtico como de autodestruccin.Es sumamente importante detenernos un instante para valorar someramente quaspectos del conocimiento cientfico afecta la RA. La RA aporta informacin que afecta alas ms importantes reas del saber actual, all las afirmaciones establecidas comoestables, son prcticamente ridiculizables, como por ejemplo, que la naturaleza humanatiene un tanatos congnito, un instinto de muerte que nos hara proclives al conflicto, ladestruccin y la guerra.El rugido de la verdad cientfica ser muy difcil de acallar, aunque en otras reas es msobvio que en lo psi y lo bio. En Historia, para proseguir, habra que datar nuevamenteHistoria Antigua, ya que lo social existente previo a los Sumerios con atisbos de

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    escritura, es anterior en cuatro mil quinientos aos. Lo griego desaparece como supuestaprimera construccin de civilidad organizada. En Economa y Ciencias Polticas sereevaluar que hayan existido sociedades con excedente econmico sin jerarquas nisurgimiento de Estados. En Sociologa el golpe es evidente. Tambin deber valorarseadecuadamente en cuanto al concepto de comercio, ya que no exista tal como loconocemos histrica y universalmente, sino como magnficas redes de intercambio

    basadas en las necesidades humanas tales como el amparo a los dbiles, al conjunto.

    Un prrafo especial requiere la ausencia corroborada de un egobasado en la nocin demo-tuyo. Esta ausencia en la evidencia arqueolgica muestra que la construccin delego, derivado de la imposicin del yo respecto del nosotros, es una necesidad de la

    jerarqua, necesidad establecida para incorporar a la vida como si fuese natural lapropiedad privada de los objetos. Digmoslo sin temores, lo que surge es que lapropiedad privada no tiene nada que ver con la naturaleza humana, es un invento fataldel patriarcado impuesto mediante una gran magnitud devastadora.

    Ahora un poco de algo con cierta importancia pedaggica: cuando reneguemos de lavida, tengamos en cuenta que esta es la vida que dise el patriarcado conciente, y deninguna manera se trata de un derivado de la naturaleza humana en su conjunto, ni de la

    vida como su inmanencia. As es. De la evidencia arqueolgica surge una importante

    diferencia en cuanto al comportamiento natural de los sexos. Las sociedadesmatrifocalesamparaban al conjunto sin jerarquas ni sometimientos de ningn orden.Pero, en las sociedades patriarcales, es decir, pater, ark o arj, principio, basadas en elprincipio paterno y la autoridad que de l surge, desaparece el inters o la eficacia en elamparo, se exacerba la jerarquizacin, la competencia y la excelencia hasta el absurdo,se somete sistemtica y concientemente, se nutre el aislamiento en detrimento decualquier lazo afectivo comunal.De aqu surge una tarea extra para los bilogos negarse ser difcil-, surge que lanaturaleza humana no es nica sino dual: a- la naturaleza del hombre, b- la naturalezade la mujer. Desde la filosofa no nos atrevemos a negarlo, sino que esta opcin apoyadaen la biologa, nos resulta sumamente esclarecedora.

    Por ltimo, un aspecto que no podemos olvidar. De la evidencia arqueolgica apareceuna ausencia notoria de jerarquas en todos los rdenes de la vida de las sociedadesmaternales, ya sea en vestimenta, ausencia de objetos suntuarios o de aquello quepudiese mostrar una diferencia de niveles entre las personas. Aceptar esta evidenciapodra molestarnos, nos resulta muy difcil admitirla porque ya somos el productoconsumado, adobado durante cuatro milenios, el producto jerrquico y brutal del diseocivilizatorio patriarcal basado en la naturaleza masculina, es decir, en una parte de laespecie humana, los hombres. Sin obviar que las mujeres tambin son parte ya de estaconstruccin, tanto psquicamente como en otras reas. No olvidemos que para elpsicoanlisis estar bien psquicamente es estar bien adaptado. Adaptados a qu: aldiseo patriarcal de la vida. Por qu. Por razones de eficacia en la dominacin.Baste para valorar adecuadamente este fundamental propsito patriarcal decir qu: quede acuerdo con la evidencia cientfica desenterrada, nuestra psique es un resultadocultural y de ninguna manera nos hallamos ante las manifestaciones psquicas quetendr la especie humana en libertad. Podramos extender el argumento hasta decir singran margen de error, que este humano de hoy, triunfante desde hace 3 mil 800 aos,debera llamarse Homo Ludens Patriarchalis. Es casi obvio para la informacincientfica de que disponemos, que la civilizacin actual y el comportamiento individual ysocial que ha establecido, es entonces un algo completamente contingente, es decir, nadanatural, ni inmanente ni eterna como se pretende, sino slo el resultado del particularmodo de jugar que lleva el macho humano en su naturaleza. Obviamente tambin,enciende una luz de alerta respecto de la eficacia de los futuros sistemas de reproduccinde la vida que el patriarcado pretenda comandar. A su vez, permite sealar un niveldiferente para el enfoque del estudio de los sistemas socialistas emergidos en el siglo

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    pasado. Esto y mucho ms surge de un somero anlisis de la obra de la Vieja Europa, apartir de la denominada RA.

    Es en suma el sentido y el propsito de esta publicacin, poner al servicio de quienes secomprometan en el legtimo inters por estas humanas cuestiones, nuestra mejordisposicin al debate abierto en el presente escrito, as como a las aclaraciones yrectificaciones que fuesen necesarias.

    Desde la clara mirada de los valientes que se niegan a matar nios palestinos tal vez enrecuerdo de Acosta u, surge una renovada forma de hacer poltica: la que exige denuestro compromiso la lucha contra el engao, el ocultamiento, la distorsin y laamenaza, el desfinanciamiento, el truncar carreras cientficas, la invisibilizacin deinformacin cientfica no adecuada a los fines de la civilizacin patriarcal, todas ellasconductas metodolgicas imperiales que insisten en volver a enterrar la evidenciacientfica incmoda que surge de la Revolucin Arqueolgica, lo que indica sinequvocos que el patriarcado capitalista en la actualidad, se ha medievalizado,muestraclaros rasgos oscurantistas, anticientficos y criminales, como lo fue desde su cuna hace3800 aos, y con una intensidad que recuerda sus orgenes.

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    * Guerra de la Triple Alianza

    Daniel f. Ahumada, profesor de filosofa (UBA), miembro de Ademys, fundador de ElFracaso del Patriarcado, especializando en el impacto de la aplicacin de censura a lainformacin cientfica, difusin y evaluacin del valor cientfico de la Revolucin

    Arqueolgica, co-coordinador del rea Conocimiento del III Congreso Nacional deEducacin, que se realizar en Buenos Aires, por decisin de sindicatos y corrientessindicales docentes de todo el pas.

    [email protected]

    Buenos Aires, 21 de agosto de 2014.-