El tiempo como producto social

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El tiempo es un insumo que adquiere valor agregado que lo constituye en producto social, es bien transformado o con algún grado de elaboración de modo que adquiere sentido para el uso económico, político y cultural por personas que tienen formas similares de plantear sus necesidades en su contexto. El tiempo como producto social es planteado desde San Agustín, Bergson y Heidegger. El tiempo es mercancía, objeto de intercambio.

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    Ttulo de ponencia: La produccin del tiempo analizada desde la msica1

    Por Juan Diego Castrilln Cordovez2

    Resumen

    Esta ponencia responde a la pregunta sobre la valoracin del tiempo como

    producto social. La aproximacin se basa en parmetros conceptuales de Aurelio

    Agustn de Hipona, Henry Bergson y Martin Heidegger en un contexto donde la

    msica es tenida como arte del tiempo. En perspectiva latinoamericana esta

    ponencia es favorable a una lectura de historia como discontinuidad contra

    cosmovisiones ideolgicas sobre un supuesto tiempo homogneo, contnuo.

    Abstract This paper answers the question about the valuation of time like a social product,

    related to the music like art of time. This approach takes conceptual parameters of

    Saint Augustine, Henry Bergson and Martin Heidegger, in front of traditional

    teaching that shows the time as a single independent variable. In Latin American

    perspective it corresponds to a reading of history as discontinuity against

    ideological worldviews about a homogeneus time.

    Palabras claves: Tiempo, temporalidad, duracin, ritmo, meloda, msica

    Keywords: Time, temporality, duration, rhythm, melody, music

    1 Perspectiva desde la tesis doctoral sobre la msica como clave para el cambio anmico del oyente con base en el libro Sobre la Msica de Aurelio Agustn de Hipona. Universidad del Valle. 2015. 2 Profesor de tica de las Universidades Autnoma de Occidente y Universidad Javeriana de Cali, integrante del Grupo de Investigacin de Conflictos en las Organizaciones, de la Universidad Autnoma de Occidente. Grupo de Investigacin Hermes de la Universidad del Valle. Magister en Administracin MBA. Universidad Icesi- Tulane University US.A.. Licenciado en Filosofa de la Pontificia Universidad Antoniana de Roma. Magister en Estudios Polticos de la Pontificia Javeriana de Cali. Especialista en Humanidades Contemporneas de la Universidad Autnoma de Occidente. Doctorando de Humanidades de la Universidad del Valle. Email: [email protected]

    mailto:[email protected]
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    Introduccin

    Estos aos de globalizacin y de reencuentro en la casa comn pudieran ser

    tambin del reconocimiento de alteridades de tiempos, con el carcter de

    producciones sociales que se revelan en la prctica diaria desde los grupos

    sociales, las comunidades, las instituciones y sus regulaciones. Estos aos de

    globalizacin no tienen que seguir siendo de aceptacin por costumbre de un

    tiempo de pretensin homognea, como lo fue la destinacin de das y meses y

    estaciones a modo de conmemoracin de eventos religiosos y acontecimientos de

    instauracin de imperios o naciones. Como antes ocurri con la ayuda de

    reflexiones ticas, volvemos a la explosin de temporalidades, no me refiero al

    concepto de tiempo subjetivo, ni a la teora de la relatividad de Albert Einstein o la

    teora del caos de Prigogine, sino al reconocimiento de los tiempos heterogneos

    vivibles, como cada vez que la desazn invadi el nimo general, cuando hubo

    rupturas y dispersiones de los centros de poder, con la cada del helenismo, del

    imperio romano, con el fin de la teora de las dos espadas del catolicismo, con la

    llamada decadencia de occidente en el siglo XX, con la cada de la Unin

    Sovitica, con la menguada disminucin del protagonismo de Estados Unidos en

    el mercado mundial desde 1948, repito como cada vez que la desazn invadi el

    nimo general.

    De nuevo son aos de ruptura de continuidad en el tiempo historiogrfico: el todo

    ordenado muestra sus fisuras: Las ideas de nacimiento, desarrollo y muerte en el

    centro de la experiencia y de actividad especulativa humana hacen emerger el

    problema del paso del tiempo, el mundo como historia donde el gran problema es

    reconocer el ltimo tiempo como el momento cuando morimos, nos confrontamos

    con parfrasis de nuestros propios miedos, el tiempo como intesidad, como el

    tender hacia nuestra propia mortalidad.

    Desde estas relaciones de heterogeneidad de tiempos emergentes esta ponencia

    aborda el problema del tiempo como producto social previo a otros procesos

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    productivos y no solo como una variable independiente anterior a toda experiencia.

    Se prefiere una lectura interdisciplinar que incluya la tradicin filosfica que define

    el tiempo desde la tensin y desde la intencin, el tender hacia referido a las

    variaciones de eventos y se abre hacia la recreacin de posibilidades, no solo

    como secuencia sino como simultaneidad. Es un bien til para iniciar otros

    procesos productivos. Es un bien transformado o con algn grado de elaboracin

    de modo que adquiere sentido para el uso econmico, poltico y cultural por

    personas o por grupos de dominantes de personas que tienen formas similares de

    plantear sus necesidades en su contexto. Su definicin en un contexto cultural

    implica la creacin de un valor cultural agregado para poder determinar otros

    procesos productivos. Debido a la disponibilidad singular de tiempo entre los

    actores sociales y a la diferente habilidad de los actores sociales para

    usufructuarlo, se convierte en mercanca, en objeto de intercambio. Si lo

    usualmente medido es la capacidad de produccin en el tiempo, sta solo es

    posible con una previa capacidad de administracin del tiempo como insumo.

    La pregunta para centrar esta investigacin es: Cules antecedentes pueden

    diferenciarse preliminarmente en el estoicismo, durante la decadencia griega e

    inicios del cristianismo, durante la decadencia romana, durante la crisis de

    occidente del siglo XX reflexionada desde el vitalismo y el existencialismo, para

    considerar el tiempo como un producto social?3 La metodologa que se aplica es

    interpretativa o hermenutica, alrededor de textos de Aurelio Agustn de Hipona,

    Henry Bergson y Martin Heidegger. Se ilustra la exposicin con dinmicas de las

    3 Esta pregunta orientadora de la presente ponencia surge como consecuencia de mi investigacin

    doctoral que indag sobre la msica como clave para el cambio anmico del oyente en Aurelio Agustn de Hipona, donde msica es un arte del tiempo que se ensea no para pulsar instrumentos sino para el ejercicio de la libertad, como arte liberal. La tesis plantea una correlacin entre el tiempo de la msica y la tensin que genera su escucha ante las capacidades heterogneas de sentir, pensar y de actuar de las personas y de los grupos sociales como protagonistas con voluntad y libertad que pueden particularmente producir su tiempo como un tender hacia de modo deliberado en una duracin de eventos, en su propio escenario de interaccin social que supere el escepticismo con la adhesin a la verdad del infinito en el tiempo, en la accin colectiva, entendida como un proceso ms complejo que la mera agregacin de preferencias individuales o secuencia de acontecimientos.

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    dimensiones culturales, desde el paradigma de las llamadas artes del tiempo que

    comprometen una tecnologa, como el arte de la msica.

    En esta ponencia se prioriza la indagacin sobre el tiempo como producto antes

    que la exposicin ideolgica del deseo de un porvenir o la controversia cientfica

    respecto al tiempo en la teora del caos y la teora de la relatividad. Se evit la

    discusin desde categoras de la modernidad sobre la subjetividad y el

    individualismo en conflicto con la objetividad. Los discursos contemporneos se

    seleccionaron por su nivel de antagonismo y su densidad que mantienen alguna

    relacin estrecha con la conceptualizacin agustina del tiempo a partir de la

    msica. Un primer elemento de anlisis comparativo es la distincin entre tiempo

    cualitativo y tiempo cuantitativo, la cual se hace mas patente desde un arte del

    tiempo como la msica, donde la voluntad y la memoria del oyente suelen

    asociarse para rescatar y hacer presente el recuerdo las cantidades de sonido, sin

    espacio y en movimiento.

    1. Tiempo en doble sentido

    Debemos considerar el concepto de tiempo en un sentido amplio y en un sentido

    restringido. La propuesta de un tiempo homogneo posiblemente deriva de la

    presuncin de un agente activo que pretende ser hegemnico y define su mbito

    de dominio en el cual impone la Ley al que los dems deben subordinarse y acatar

    una fuerza o un poder manifiesto. Se confronta con la heterogeneidad de los

    agentes sociales con opciones de definirse a s mismos, a sus propios tiempos y a

    sus propios mbitos de existencia.

    Desde la tradicin estoica se da la discusin del tiempo como distasis, parstasis

    y xtasis. Distesis se refiere a un estado de predisposicin a reconocerse en el

    tiempo. Parstasis se refiere a un estar a un lado del tiempo. xtasis trata sobre

    un estar fuera del tiempo (Callahan.1958:437-459). La manera que el sabio tiene

    de hacerse igual a Dios no es con el abrazo a un presente csmico que todo lo

    contemple, sino ser como Dios a pequea escala: as como el presente de cada

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    periodo csmico es delimitado por la accin divina y conquistado al flujo incesante

    de la eternidad, infinita en pasado y futuro, el sabio delimita su accin al aqu-y-

    ahora y gobierna el tiempo infinito incorporando en cada ocasin el acontecimiento

    que se le presente4.

    El tiempo se encuentra como distensin de todo lo que se mueve, (distentio animi)

    a los inicios de la filosofa primera del cristianismo, nutrida del neoplatonismo,

    pues Plotino (En. III. 7,11) define el tiempo con la expresin distentio vitae5, que

    va a aparecer tambin en Aurelio Agustn de Hipona y a lo largo de la edad

    media. Aqu salir del siglo, de la vida secular, es el anhelo mstico de entender la

    vida como algo fuera de las preocupaciones temporales, fuera del poder mundano.

    Aurelio Agustn usa 3 vocablos relacionados con el sentido del tiempo: distentio,

    extensio e intentio. Los tres vocablos presentan la partcula tent-, que siempre

    alude a movimiento o tensin. El concepto se entiende mejor si se considera su

    filologa desde el verbo tendeo, tetendi, tensum, que hace referencia a la accin

    de tender de un lugar a otro o de un estado a otro o de una condicin a otra, la

    determinacin de la voluntad en orden a un fin, a un propsito. Su origen

    etimolgico es tambin afn al verbo latino tentio, tentis, tensum, que tiene el

    sentido de una intensidad y tambin de una intencionalidad6. La tensin

    compromete una posibilidad o una disponibilidad de cambio, un tender hacia, a la

    4 [Cf. Epicteto, Diss., I, XIV, 11-12. Seneca. Cartas a Lucilio, ep. XLIX. Cf Zambrano, M. El

    pensamiento vivo de Seneca. Madrid: Catedra, 1987 Para un anlisis ms detallado de la valoracin estoica del tiempo. Cf Dopazo Gallego Antonio, El problema del tiempo en el estoicismo: instante y duracin. Revista Tales, N 4, 2011, pp. 35-44, ver en http://revistatales.files.wordpress.com/2012/05/35_nro4nro-4.pdf 5 Para Agesse, la distentio agustiniana corresponde directamente a la distasis predisposicin a

    reconocerse en el tiempo, de la escuela plotiniana. La trinit, Paris, Bibl. Aug., 1955, vol. 16, p. 590, n. 15. Cf. Magnavaca Silvia, Distensio, Extensio, Intentio en Agustin, I Jornadas de Pensamiento Agustino. Universidad de Buenos Aires obra citada. 6 Cf. Magnavaca Silvia, Distensio, Extensio, Intentio en Agustin, I Jornadas de Pensamiento

    Agustino. Universidad de Buenos Aires obra citada. Para un anlisis ms detallado de estos conceptos, puede verse su origen en la tradicin bblica en versin latina donde distensin se relaciona con el seguimiento de caminos dispersos o extraviados, Eccles. 8, 16, carta de San Pablo a los Filipenses 3, 12-14, en las obras agustinas Confesiones (XI) y en Enarrationes in Psalmus (4,9) de Aurelio Agustin. Ver tambin: ODonnell, J.J., Confessions III. Commentary on Books 8-13, Oxford, Clarendon Press, 1992, p. 295. Di Martino, C., Il ruolo della intentio nellevoluzione della psicologia di Agostino: dal De libero arbitrio al DeTrinitate, Revue des tudes Augustiniennes (2000) 173-198. Cf. ODaly, G.S.P., Time as distentio and St. Augustines Exegesis of Philippians 3, 12-14, Revue des tudes Augustiniennes XXIII, 3-4 (1977) 265-271.

    http://revistatales.files.wordpress.com/2012/05/35_nro4nro-4.pdf
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    que se unen los prefijos dis, ex, in, para sugerir la direccin de tal movimiento,

    disperso, (distensio), hacia fuera (extensio) o hacia dentro (intentio).

    En este contexto agustino mostrado en el libro La Ciudad de Dios, es necesario

    mostrar que se trata de una crtica a vivir el tiempo del imperio romano, que es

    de la ciudad del hombre, por la bsqueda en una interioridad que se encuentra

    con la universalidad de Dios, con lo que de antiguo se llam la catolicidad. As, la

    propuesta de heterogeneidad del tiempo puede verse elementalmente como

    negacin de la homogeneidad impuesta, del imperio, pero a la vez posibilidades

    de conversin personal comunitaria y de salto a la eternidad en una universalidad

    que desborda el tiempo impuesto. Trada a la modernidad, esta crtica se relaciona

    con cuestionamientos a los modelos tericos que proponen un tiempo hegemnico

    (del poder poltico, econmico, de modelos positivistas) y que niegan urgencias de

    tiempo intrapersonales, interpersonales, intergrupales, que adems imbrican lo

    local, lo regional, lo nacional y lo global, en relaciones sociales de produccin, de

    intercambio y de consumo. Adicionalmente, esta crtica trada hoy posibilita

    distinciones entre tiempo, duracin, temporalidad y persistencia, como las que a

    continuacin se ofrecen.

    1. Enfoques contextuales sobre el tiempo: Bergson y Heidegger

    La tesis agustina sobre el tiempo que se define como distensin anmica est en

    su libro De Msica, es afin al libro XI de Confesiones y tiene puntos de encuentro

    con la filosofa contempornea, en particular desde la distincin de Henry Bergson

    entre el tiempo cualitativo que implica el concepto de duracin, que corresponde a

    la conciencia particular en oposicin al tiempo real cuantitativo que implica el

    concepto de sucesin que corresponde a la ciencia y en las reflexiones

    heideggerianas en Ser y Tiempo.

    Bergson usa tambin la audicin musical como lugar de valoracin del tiempo y

    proyecta su descripcin de la duracin como simultaneidad y heterogeneidad, en

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    contraposicin a dos conceptos lgicos que afectan la valoracin del espacio, que

    son la sucesin y la homogeneidad7. El tiempo para las ciencias8 que apelan a la

    medicin cuantitativa suele relacionarse con los conceptos de sucesin, de

    continuidad, de homogeneidad, de los momentos son comprensibles en antes y

    despus, no as en la valoracin cualitativa del tiempo (Bergson,1999:81).

    La duracin, que es un concepto central en la filosofa de Bergson implica por el

    contrario el concepto de simultaneidad, se presenta como el continuo fluir que es

    la duracin, cuando un momento se suelda con el otro y crece sobre el otro:

    Dentro de m se realiza un proceso de organizacin o de penetracin mutua de

    los hechos de conciencia, que constituye la duracin verdadera (Bergson,

    1999:81). Es el puro reino de la dispersin, de la originalidad. De todo ello se

    deduce otro rasgo fundamental, que es precisamente la irreversibilidad de la

    duracin. En efecto, la duracin es una corriente fluida irreversible en el mbito de

    7 La contraposicin entre lo cualitativo del tiempo y lo cuantitativo del espacio se encuentra

    reiteradamente en Aurelio Agustn cuando relaciona espacio con extensin y tiempo con intensidad, en el libro Sobre la Msica, donde distingue igualmente entre signos sensibles y signos inteligibles. Sobre la distincin del carcter cualitativo del tiempo en Henry Bergson, ver Muoz, Gemma, Lpez Alonso, (1996), El concepto de duracin: la duracin como fundamento de la realidad y del sujeto, Revista General de Informacin y Documentacin, Vol. 6-1. Servicio Publicaciones U.C.M. Madrid. Pag. 292-311. 8 La fsica tiene distinta percepcin del tiempo frente a la percepcin de las ciencias biolgicas y

    sociales. En el mundo de la biologa el tiempo se percibe como flujo irreversible. En la fsica clsica

    el tiempo es reversible. Hawkins en su Historia del tiempo (captulo 9) dice que el descubrimiento

    que la velocidad de la luz resultaba ser la misma para todo observador, sin importar cmo se

    estuviese moviendo ste, condujo a la teora de la relatividad, y en sta tena que abandonarse la

    idea que haba un tiempo absoluto nico. En lugar de ello, cada observador tendra su propia

    medida del tiempo, que sera la registrada por un reloj que l llevase consigo: relojes

    correspondientes a diferentes observadores no coincidiran necesariamente. De este modo, el

    tiempo se convirti en un concepto ms personal, relativo al observador que lo meda. Concluye

    Hawkins que lo que llamamos tiempo general es resultado de singularidades. Agrega que la teora

    de la relatividad general de Einstein, por s sola, predijo que el espacio tiempo comenz en la

    singularidad del big bang y que ira hacia un final, bien en la singularidad de una gran implosin]

    (si el universo entero se colapsase de nuevo) o bien en una singularidad dentro de un agujero

    negro (si una regin local, como una estrella, fuese a colapsarse).Desde teoras sobre la entropa

    como tendencia al caos o al orden del mundo fsico segn la degradacin de la energa, la

    termodinmica pretende integrar reversibilidad e irreversibilidad del tiempo. En situaciones de

    equilibrio termodinmico las ecuaciones son reversibles, mientras que fuera del equilibrio se

    convierten en irreversibles y es cuando la direccin del tiempo salta. Cf. Hayles, Katherine (1990)

    Chaos Bound: Orderly Disorder in Contemporary Literature and Science. Cornell University Press.

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    la conciencia, como se explica reiteradamente en otra obra de Bergson, La

    evolucin creadora. Nuestra personalidad cambia, se construye a cada momento

    con la experiencia acumulada. Al cambiar, impide que un estado, an idntico a s

    mismo en superficie, se repita en profundidad.

    Desde la explicacin bergsoniana cuando escuchamos una meloda en primera

    instancia no tenemos una impresin de duracin, de simultaneidad, sino de

    sucesin, debido a la continuidad de la meloda y la aparente imposibilidad de

    descomponerla. El vnculo entre conciencia y duracin siempre se mantiene

    cuando se establece entre el estado presente y los estados anteriores. Esta

    conexin es por procesos anmicos cualitativos que no encajan desde una

    reduccin cuantitativa: una nota musical nos la representamos en el espacio como

    ms alta que otra nota o con una intensidad mayor que otra cuando, si

    meditramos un poco, nos daramos cuenta que las diferencias son cualitativas y

    no cuantitativas (Bergson,1999:77)9 El error consiste en observar la realidad

    psquica con las mismas leyes y categoras con que se observa y conoce la

    materia, llegando a considerar que est compuesta de una suma de estados

    distintos, que consta de una multiplicidad numrica de distintos elementos. Pero la

    idea de nmero se construye sobre el espacio y no sobre el tiempo real, es un

    instrumento que sirve para conocer lo externo en el espacio.

    Frente a un tiempo cuantitativo, que mide entre otras, las relaciones de trabajo, es

    posible la vuelta al tiempo cualitativo, a la duracin heterognea, que no requiere

    necesariamente la negacin de la homogeneidad en las sociedades

    9 Bergson relaciona el tiempo de la msica con el tiempo cualitativo en su obra Ensayo sobre los

    datos inmediatos de la conciencia, trad. Juan Miguel Palacios, Ed. Sgueme Salamanca 1999,

    pgina 77, respecto a una nota musical que inicialmente podramos considerar como cantidad si se

    tiene en cuenta el nmero de vibraciones que se prolongan en el espacio, no obstante No cabra

    decir que, si bien esas notas se suceden, sin embargo las percibimos unas en otras y que su

    conjunto es comparable a un ser viviente, cuyas partes, aunque distintas, se penetran por efecto

    mismo de su solidaridad? La prueba de ello es que, si rompemos la medida insistiendo ms de lo

    que es justo en una nota de la meloda, no es su exagerada longitud, en cuanto longitud, la que

    nos advertir de nuestra falta, sino el cambio cualitativo aportado con ello al conjunto de la frase

    musical.

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    metropolitanas. Es suficiente con que mantenga una conexin relevante con ellas.

    Bergson no va establecer un abismo entre el concepto de duracin y el del tiempo

    real, no anula la concepcin tradicional del tiempo, sino que va a mostrar la

    estructura del tiempo real homogneo articulada en la conciencia con la duracin

    real dinmica, irreversible y dominada por la heterogeneidad.

    Una situacin que podra ilustrar esta articulacin de tiempo cuantitativo y tiempo

    cualitativo es el caso de la celebracin de msica ritual, de sello tnico, en Cali

    durante el Festival Petronio lvarez que congrega a compositores y grupos

    afrodescendientes del litoral pacfico colombiano, en una ciudad mayoritariamente

    de poblacin afrodescendiente que vive condiciones de marginalidad y exclusin y

    que tiene en este Festival una de los pocos reconocimientos a su particularidad

    cultural. Este tiempo de la heterogeneidad, de expresin cualitativa, no crea

    barreras al tiempo de la homogeneidad del tiempo cuantitativo: Paralelo al festival,

    esa misma poblacin suele ocupar roles en puestos de trabajo marginales.

    Otro caso ilustrativo de articulacin de dimensiones cualitativas y cuantitativas del

    tiempo, referidas en particular a procesos culturales e identitarios, puede ser el

    propuesto por Alejandro Grimson, en el contexto de Buenos Aires. El autor

    propone pensar histricamente abandonando las cronologas, porque implica un

    seguimiento lineal y univoco de procesos que pueden tener diferentes aristas en la

    reconstruccin de mltiples pasados. En el caso de los pueblos latinoamericanos,

    su historia suele centrarse en la narracin de las gestas de la conquista, colonia e

    independencia. Sin embargo antes y despus de la cronologa oficial coexistieron

    acciones significativas de pueblos originarios que perviven en sus tradicionales

    culturales. Grimson expone cmo desde el mbito marginal de los inmigrantes de

    Bolivia stos recuperan danzas de diversas regiones andinas y despliegan un

    ritual comunitario en el cual se produce y se fortalece una identidad especfica

    (Grimson, 1999), como una cuestin emprica a investigar y que difcilmente

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    podra presuponerse o extrapolarse fuera de ese contexto especfico de sentido

    entre cultura e identidad.

    Esta visin de crtica a la cronologa lineal, a la secuencialidad y homogeneidad

    del tiempo tambin ha sido objeto de crtica desde la teora musical, se refleja

    desde los inicios del siglo XX cuando se propuso una ruptura con la escuela

    romntica, tonal, en contra de su bsqueda de la expresin de los ms altos y ms

    bajos sentimientos singulares de los compositores, cuando la escuela formalista

    denuncia el romanticismo para dar cuenta de secuencias formales interrumpidas

    que muestran la ruptura de la continuidad de una sociedad decadente. Fue

    entonces cuando apareci la msica atonal, con secciones de sonidos y

    discontinuidades, desarrollada por Schnberg y Berg para articular formalmente

    una docena de sonidos de la gama cromtica, en lugar de los mtodos basados

    en procura de expresar un sentimiento o una emocin subordinados a la

    produccin comercializada de masas. Es el momento de cruce de dos

    concepciones estticas, la composicin romntica con patrones generales

    (tonalidad y forma sonata), frente a la creatividad y a la presencia de lo singular

    (Adorno, 2003: 39).

    Contra el romanticismo que muestra cmo la violencia de la totalidad social se

    ejerce incluso en el mbito musical, apuesta por la concepcin de escuela formal

    (msica atonal), que desde su autonoma pueda alejarse de una sociedad

    decadente y sea una fuerza transformadora o, por lo menos, que devele la

    falsedad de los sonidos tradicionales, que son falsos en cuanto que no reflejan esa

    misma sociedad envejecida que se dirige a la barbarie. En un mundo atroz el arte

    debe demoler el concepto de goce con el que tradicionalmente se le asociaba,

    legtimamente ya no puede producir placer ni deleitar (Adorno, 2000: 14). La

    nueva msica (la que es compuesta a partir del perodo atonal libre de Arnold

    Schnberg, alrededor de 1910) pasa por la ruptura de la expresividad tradicional,

    esto es, de las convenciones que existen entre lo expresado y sus representantes,

    y pasa tambin por la adopcin de procedimientos formales y constructivos que

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    atiendan por sobre cualquier otra cosa las exigencias del material. Este

    planteamiento de Adorno permite redimensionar la posibilidad del cambio anmico

    desde la msica, en relacin con expectativas particulares y con criterios que se

    validen en la interaccin social para justificar la accin.

    En un contexto terico de crtica social, las prcticas del involucramiento del

    oyente desde el tiempo musical estaran determinadas por variables

    sociodemogrficas para una masa que respondera a sus estmulos, aunque

    anlisis del planteamiento de Adorno permite esbozar otras variables

    independientes sobre las cuales se pueden citar como ejemplo, las

    representaciones culturales acerca de la msica, el sentido de pertenencia social

    que traduce, el sentido de identidad, la determinacin hacia orientaciones

    temporales, las formas en que los individuos otorgan sentido al pasado, el

    presente y el futuro en el marco de sus vidas cotidianas y de sus biografas.

    Otra lectura desde discursos contemporneos sobre la conceptualizacin ordinaria

    del tiempo, que permite distinguir tiempo de temporalidad es la de Martin

    Heidegger. En su obra Ser y Tiempo, el significado de tiempo no puede limitarse al

    concepto como se entiende comnmente [vulgren Zeitbegriffes], que se relaciona

    con el reloj en cuanto instrumento de medicin, que homogeniza o asimila el

    tiempo con el espacio, en un espacio de tiempo, como un espacio de nuevos

    puntos matemticos. Este tiempo vulgarmente entendido es algo en lo que se

    puede fijar arbitrariamente como un punto que es un ahora, de tal manera que en

    relacin con dos puntos temporales siempre se puede decir que uno es anterior y

    otro posterior (Heidegger,1999)10

    10

    Heidegger ofreci esta distincin en su conferencia sobre El concepto de tiempo, ante la Sociedad Teolgica de Marburgo, en julio de 1924. Esta expresin indica una diferencia entre la definicin del entendimiento cotidiano del tiempo como una determinacin asimilada a la concepcin del espacio, (como lo hizo Bergson), aunque debe tenerse prudencia en hacer equivalencias entre el enfoque de Bergson con el de Heidegger, pues ste ltimo no comparte la valoracin del tiempo como subjetividad o como determinacin de la consciencia.

  • 12

    Frente a este significado Heidegger propone la comprensin de la temporalidad

    autntica, [eigentliche Zeitlichkeit] como tiempo originario [ursprnglicher Zeit], la

    temporalidad en cuanto la estructura del ser ah [Dasein] , el cual se puede

    entender tambin como el cuidado del ser ah adelante (Mc Namee, 2014). En

    este contexto el tiempo no es una cosa sino es una temporalizacin del ser ah,

    el ser ah no es el tiempo sino la temporalidad, es el principio genuino de

    individuacin. La pregunta inicial: Qu es el tiempo? Se ha convertido finalmente

    en la conferencia de Heidegger ante la Sociedad de Marburgo, en la pregunta

    Quin es el tiempo? Ms en concreto: Somos nosotros mismos el tiempo? y

    con mayor precisin todava Soy yo mi tiempo? Esta formulacin es la que ms

    se acerca a l.

    Un caso que permite analizar esta propuesta interpretativa de temporalidad

    particular corresponde a los habitantes de la zona andina, que en el Festival del

    Mono Nuez en el municipio de Ginebra al suroccidente de Colombia, rene

    grupos musicales de cuerdas y cantantes que interpretan bambucos, pasillos y

    otros aires rurales andinos. La temporalidad de la msica es la temporalidad que

    muestra la especificidad de sus habitantes. La conexin relevante es establecida

    por su demanda de reafirmar elementos de su identidad campesina, andina, ante

    una sociedad urbana y de tendencia global. Ese ser ah presente en la condicin

    de habitante del tiempo andino se entromete y reafirma su supervivencia en los

    tiempos homogenizantes metropolitanos que son demarcados por la modernidad

    occidental.

    El Carnaval de Rio de Janeiro es la celebracin ms grande del mundo que

    compromete la homogeneidad de un tiempo medido secularmente con la ruptura

    que se propone desde la temporalidad religiosa, en relacin con la conversin

    cristiana inmediatamente antes del inicio de la cuaresma cristiana, que se inicia a

    su vez con el Mircoles de Ceniza, que tiene fecha variable (entre febrero y marzo

    segn el ao). Este mismo carnaval no obstante muestra algunos elementos

    supervivientes de otras culturas como la fiesta de invierno o Saturnalia, que

  • 13

    conmemora al dios Saturno o Cronos que se devora a sus hijos, las celebraciones

    dionisacas y las fiestas prehispnicas.

    Lo que es notable en este caso es que en esta convergencia de culturas de

    diferente procedencia, cada grupo significa valora y jerarquiza sus propias

    diferencias: All dnde hay fronteras relevantes que nunca son absolutas, resulta

    crucial no pensar su interior heterogneo y desigual como cultural sino ms bien

    como configuracin. (Grimson,2011:197). Y agrega: El concepto de configuracin

    justamente permite comprender la heterogeneidad de cada espacio especfico con

    sus desigualdades y jerarquas propias, la multi posicionalidad de las personas en

    los mundos contemporneos.

    Si se tiene en cuenta de que se trata en clave de Heidegger de una temporalidad

    con poder ser total y propio, o de la estructura del ser ah presente, en cuanto

    heterogeneidad, particularidad, no se trata de una representacin de una supuesta

    idea del ser, dotada de un carcter universal. Es una manifestacin de una de las

    particularidades como pudiera ser la condicin del colombiano o brasilero. Esta

    lectura que aqu se ofrece, puede relacionarse con la exposicin de Heidegger que

    ha evitado de forma sistemtica que la exposicin de la existencia propia sea

    considerada como un manifiesto de carcter tico, el resultado final de algo as

    como un manual de conducta de validez universal, menos an ha sido su

    intencin obtener una determinacin de algo as como un ideal de hombre

    (Jimenez, 2012).

    2. El tiempo como produccin social

    El tiempo que ha quedado en cuestin es el histrico, revestido por la

    irreversibilidad que comparte con el tiempo natural; por la repetitividad, esa

    capacidad de encontrar patrones y establecer pronsticos, de un modo muy

    parecido a la estandarizacin y escalamiento no puede ser lineal ni uniforme,

  • 14

    (Koselleck, 1993) aunque el proyecto cultural occidental ha sido someter el tiempo

    universal a la lgica geocentrista del capitalismo11.

    Una vez considerada la perspectiva de temporalidad como base de la

    determinacin temporal desde la particularidad de la existencia presente, puede

    ahora ampliarse el esbozo del tiempo como produccin social. Esta tesis significa

    la posibilidad de revaluar el tiempo como un producto con variaciones

    significativas frente al estado inicial, resultado de la accin social, de las prcticas,

    las relaciones, las experiencias sociales, pero a la vez es parte de ellas, soporte y

    canon de la accin. Su determinacin no es externa al oyente singular ni se

    circunscribe al mbito interno de su conciencia, es contextual12.

    Ubicando en esta perspectiva el caso de la reflexin desde un arte del tiempo,

    como la msica, puede suscitar al oyente diversas temporalidades: Lanzarse a

    una pista de baile, ser un objeto de exhibicin como una pieza ms, o tambin

    asumir ritualmente un objeto significativo de la cultura y de culto. En el ejemplo

    ms especfico de la escucha de la composicin de Chopin, Estudios

    Revolucionarios, que es una homenaje a una gesta libertaria del pueblo polaco, en

    contraste con la recreacin de la misma para el baile popular que ofrece la

    composicin, Sonido Bestial de Ricardo Ray, al oyente se le pueden ofrecer dos

    fragmentos de ambas piezas como si fuera una misma composicin, y la misma

    11 Leon Tolstoi relata en su cuento, Cunta tierra necesita un hombre?, Como compraba la tierra Pajomi: - Cul es el precio de la tierra? - pregunta Pajom. - Tenemos un nico precio: 1.000 rublos por da. Nosotros estaremos en el sitio que ms te guste; nos quedaremos quietos mientras que t caminas, hazlo en crculo, coge un rascador y marca donde sea necesario, haciendo hoyos en las esquinas; luego pasaremos con el arado, de una esquina a otra.Cualquier crculo es tuyo, la nica condicin es que, antes de la puesta del sol tendrs que regresar al punto de partida. Todo lo que dejes atrs ser tuyo. 12

    Esta perspectiva guarda convergencias desde un pensamiento lateral con el libro clsico de Henry Lefebvre, (2013) La produccin social del espacio, trad. Emilio Martnez, Ed. Capitn Swing, 2013. 451 p. Lefebvre distingue 3 modalidades del espacio: El espacio de la experiencia material; el segundo el de los expertos y planificadores; el tercero sera el espacio de la imaginacin y lo simblico. Otro de los elementos clave es la diferenciacin entre aquellos espacios que son dominados y los que son apropiados. Habitar es transformar el espacio (vivido) en lugar; es una actividad creativa libre. Este enfoque permite a Lefebvre situar en la posibilidad de emancipacin en la cotidianidad. Finalmente otras dos categoras significativas son el espacio diferencial que se presenta forma de mosaico, compuesto por lugares diferentes y el espacio abstracto. Lefebvre, Henry (2013) La produccin social del espacio, trad. Emilio Martnez, Ed. Capitn Swing, 2013. 451 p.

  • 15

    puede ser por un lado elemento de exhibicin y por otro un elemento ritual, de

    culto, secularizado o n, ambos con sentidos culturales.

    La capacidad evocadora de la figura de Chopin puede decepcionar a un oyente

    que se precie de culto en un contexto popular frente a la figura del puertorriqueo

    Ricardo Ray, clebre en los aos 60 y 70 por imponer la msica salsa con un rigor

    compositivo que se vali de piezas clebres de compositores de piano, invitando

    ms que a valorar el clasicismo de la modernidad, la posibilidad de somatizar el

    afecto en el abrazo, en el beso, en la puesta de la mano en la cintura, en el

    movimiento rpido de los pies en una pista de baile olorosa a cigarrillo.

    Dados dos fragmentos coincidentes en su parte compositiva e interpretativa, como

    Estudios Revolucionarios de Chopin y Sonido Bestial de Ricardo Ray, se puede

    advertir su doble carcter de produccin social, como representativas de una

    cultura o como objeto de consumo. En categoras referidas al arte por Walter

    Benjamn en los dos fragmentos coincidentes se trata de su valor ritual y su valor

    de exhibicin. Segn Benjamn, el arte desde el siglo XX se encuentra en el

    instante crucial de una transformacin esencial que lo lleva, de ser un "arte

    aurtico", en el que predomina un "valor para el culto", a convertirse en un arte

    plenamente profano, en el que predomina en cambio un "valor para la exhibicin"

    o "para la experiencia"(Benjamn, 2003:52-57)

    Las valoraciones temporales desde la msica que pudieran estar confrontadas

    tambin pueden articularse. Un evento ilustrativo de produccin y de apropiacin

    de temporalidades desde el plano musical es el Festival de San Pacho o fiestas de

    San Francisco de Ass que se realizan en Quibd (Choc) desde mediados del

    siglo XVII, que se encuentran en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la

    Humanidad que elabora la Unesco. Comienzan con desfiles religiosos y profanos,

    los primeros das de septiembre y termina el 4 de octubre, fiesta litrgica en la

    memoria de San Francisco de Ass.

  • 16

    Estas celebraciones son consideradas como la expresin ms evidente de la

    dispora africana que se qued en Choc y las nicas con una carga tan religiosa

    como secular que llama a la sensualidad del baile y que cumple funciones sociales

    y culturales.

    3. El tiempo musical y su aplicacin

    La msica en cuanto relacin de cantidades de sonido tambin es nmero,

    (rythms, en griego).Qu dice una audicin inteligente para la msica, que los

    oyentes entrenados consideran aplicacin? Y aun en ese caso de que se cultive

    una aplicacin que no sirva para nada Acaso no corresponde a una audicin

    musical que trasciende el juego, la entretencin o el divertimento? Cmo una

    apelacin a la msica como produccin social puede servir para agenciar el

    cambio? Significa eso salir de la msica y volver a regresar a ella, o pasar de un

    mtodo de inferencia a otro?

    La razn por la cual hay que redimensionar la reflexin respecto a la audicin

    musical que muestre que no es solo un juego, una entretencin o un divertimento

    es porque todava hoy ofrece una ruptura con la concepcin lineal de tiempo para

    fundamentar algunas caractersticas del proceso de su produccin social:

    En primer lugar oyente puede hacer cortes en la secuencialidad de su audicin,

    puede elegir donde puede cortar su inmediatez temporal o su apertura a lo

    mediato y de amplitud de posibilidades en el mediano y largo plazo.

    En segundo lugar un corte en la secuencia de sonidos escuchados puede ser un

    principio de divisin de cantidad de sonidos que estn antes o despus del corte

    en el tiempo. Esta relacin de cantidades es lo que constituye el ritmo o nmero

    con el cual se diferencia una relacin. Este corte de los nmeros es un principio de

    divisin en una clase antes y otra despus. Un principio as produce todo nmero

    racional e irracional.

  • 17

    En tercer lugar, el oyente puede distinguir en la msica adems de ritmo una

    relacin de primeros y segundos planos que constituyen una meloda. Ritmo y

    meloda producen en el oyente una tensin anmica, un tender hacia que

    permite apreciar dos momentos para el oyente: acompasado, cuantitativo o un

    movimiento espiritual, cualitativo. Si el corte fuera de una cosa medible ubicada en

    un espacio, se tratara de un nmero con una representacin extensiva. Si el

    corte se refiere a una cantidad ubicada en el tiempo, como es el caso de la

    msica, que de signo sensible puede asumirse como signo inteligible, se tratara

    de un ritmo o nmero con una representacin que puede ser intensa, (enfocada),

    adems de distensionada (distendida, desenfocada), referida a ocupacin de

    cosas transitorias, temporales o de apertura infinita.

    A modo de ejemplo se puede representar la meloda y el ritmo a travs de lneas

    curvas, que puedan hacer corresponder con el sentido una composicin musical.

    Sin embargo, no es la extensin lo que se describe apropiadamente, sino que es

    la intensidad e intencionalidad mediante determinadas extensiones que se

    producen aqu y all a partir de ella (Wittgenstein, 1987:245) 13

    4. La produccin social del tiempo kairolgico

    Cuando se vive en el tiempo medible en cantidades, en una relacin definida por

    segmentos de repeticin regular, como segundos, aos, dcadas, una voz griega

    antigua que refleja esta comprensin de la msica y de la vida, es

    kronos, ( ) que pudiera equivaler al momento ordinario, secular,

    cronolgico tambin descrito en la palabra latina distentio, dispersin en cosas

    temporales. La msica en cuanto es secuencia de sonidos en el tiempo, refiere

    relaciones de cantidades. A travs de la audicin es posible distinguir el momento

    13

    En su obra Observaciones sobre los fundamentos de la matemtica, (1987:245) Ludwig Wittgenstein argumenta que desde el registro de las ondas musicales puede plantearse una ecuacin que tiene que ver con ciertas extensiones de las curvas... como si se tratara ah de una extensin que fuera equivalente de algn modo a la ecuacin misma. El decurso de ciertas extensiones arroja una luz indirecta sobre la propiedad algebraica de la funcin.

  • 18

    cronolgico en segmentos temporales de eventos medidos con regularidad, en

    cantidad, en momentos de distensin.

    En contraste, otro momento para vivir es el que se encuentra ante eventos vividos

    con intensidad y con calidad de la vida orientada con sentido. Es el momento

    kairolgico, el que se puede anticipar, prever, el momento que hay que perseguir,

    el momento oportuno que se produce para un ajuste especial y significativo. La

    persona se descubre en el momento del kairos, en la intensidad anmica, en el

    que se esperan remembranzas y novedades, eventos vividos que convocan a una

    audicin musical que ayude en la comprensin de la calidad, con intensidad, no

    tanto la cantidad. Es entonces un tiempo decisivo, crtico de ocurrencia de

    eventualidades, de nuevas posibilidades para un viraje de la conducta

    humana abierta a la naturaleza cualitativa, pero al mismo tiempo en el cual los

    fracasos pueden ser posibles. Para esta comprensin del tiempo una palabra

    griega ilustrativa es kairos, ( , kairs).

    La msica as considerada (como posibilidad de apertura a la valoracin

    cualitativa, a la temporalidad, al cuidado de s mismo sin imposiciones

    homogenizadoras sobre el tiempo), es un problema de compromisos tericos an

    pendientes. Es el reto final que se puede plantear desde la escucha atenta de la

    msica, en clave agustina, procurar la accin de un oyente activo sensible y

    racional capaz de venir en lugar del sujeto automtico e irracional que es el

    capital. La recuperacin de una audicin musical atenta, podra ayudar a dar esos

    pasos, en contraste con las posibilidades "realmente existentes", es decir, dentro

    de un marco de accin manipulado directamente por la "industria cultural" y su

    encargo ideolgico.

    5. La articulacin de temporalidades

    Una vez advertida la existencia de parmetros de valoracin del tiempo, como

    secuencial, homogneo, desde una cronologa excluyente que no puede sino

  • 19

    conllevar prcticas excluyentes, cabe explorar posibilidades alternativas,

    explicativas y comprensivas para la tesis sobre la produccin social del tiempo con

    un referente en Latinoamrica.

    El carcter del tiempo como producto si bien se puede plantear como contraste a

    modelos tericos universalistas que niegan la particularidad, tambin se puede

    plantear desde el lenguaje comn en el cual el tiempo deviene en simple

    mercanca, a sabiendas de que hablamos de tiempos asignados, tiempos

    practicados, hablamos de hombres y mujeres en su momento de trabajo o de

    solaz, resultantes de polticas especulativas, de la inversin y la desinversin que

    se experimenta en la especulacin con base en futuros previsibles en el mercado

    financiero.

    La falasia de la narracin del tiempo pretendido como homogneo puede ilustrarse

    al confrontar los tiempos en ambos hemisferios de nuestro planeta14. El concepto

    de recogimiento religioso alrededor del fuego del hogar para conmemorar el

    evento religioso de la natividad para toda la catolicidad es vlido en el invierno

    que comienza en el hemisferio norte pero pierde parcialmente su sentido en el

    calor del sur. Sin embargo los actos de culto religioso en diciembre tienen

    elementos para ambos hemisferios, que corresponden a la temporada invernal

    que no ocurre en ambos casos.

    Frente al tiempo homogneo es posible ilustrar con un ejemplo dos modos de

    temporalidad para el momento latinoamericano, en su sentido de produccin

    social, una temporalidad de carcter sagrado y otra de carcter profano. En la

    ciudad de Cali, Colombia, en diciembre se celebra una Feria que tiene

    14

    Un indicio de esta jerarquizacin impuesta es el hecho demostrable hoy desde los medios

    masivos, como antes fue desde la liturgia religiosa cristiana unificada a nivel planetario, en el cual

    se seala diciembre como perodo invernal de parafernalia de tiempo de culto y tiempo de abrigo y

    consumo navideo, a pesar de que en el hemisferio sur el tiempo por vivir reclama otro tipo de

    experiencias: si en las provincias del norte es tiempo de invierno, al sur es tiempo de verano, no es

    tiempo de recogimiento por el fro invernal sino de expansin por el calor estival, de dominio de

    otros modos de produccin, intercambio consumo y de experiencias de modernizacin cultural.

  • 20

    connotacin de un conjunto de bailes populares simultneos en distintos lugares

    de la ciudad. Esta Feria podra considerarse una apropiacin de temporalidad

    particular, no homognea, que suele evocar la idiosincrasia del caribe colombiano,

    cubano y puertorriqueo. El prembulo de esta Feria es un evento religioso, que

    tambin rompe la valoracin cuantitativa del tiempo homogneo. Es un tiempo

    sagrado, litrgico, de preparacin, con particularidades cultuales que se originaron

    en Cali y se extendieron en toda Colombia con oraciones compuestas desde el

    siglo XVIII por el fraile franciscano Fray Fernando de Jess Larrea y que an hoy

    animan reuniones familiares durante 9 noches y que se conoce como Novena de

    Navidad. El caso ilustra que frente al tiempo cuantitativo pueden generarse

    distintas propuestas simultneas o contrapuestas de tiempos de sentido cualitativo

    y que el horizonte de sentido religioso puede ser prembulo o simultneo con el

    sentido secular, profano.

    En este contextos relatados es muy difcil negarle la referencia al tiempo como un

    modo de ser en relacin social, incluida la relacin de produccin, mucho ms

    significativa que una variable de medicin. En el caso latinoamericano

    contemporneo, cuando se ha contado con una burguesa moderna asentada en

    las ciudades pero definida desde la condicin de terrateniente en un rgimen de

    produccin hacendatario, es evidente que la relacin de produccin de tiempo no

    es unidimensional que aplique tanto al proceso del hacendatario citadino como al

    del desplazado forzado citadino. Nuestro burgus ha aprendido a vivir varios

    tiempos producidos y simultneos.

    El discurso hegemnico sobre el tiempo muestra limitaciones ms notables en las

    reas perifricas de las ciudades latinoamericanas marginadas de algunos

    procesos de produccin y consumo europeo. La realidad latinoamericana guarda

    todava distancias respecto de la modernidad capitalista, el problema de la

    temporalidad adquiere otras facetas que enriquecen la lectura de las provincias del

    hemisferio norte: Puede ilustrarse con la vivencia en zonas de bosque hmedo o

    en cercanas a las selvas cundidas de ros afluentes al mar, donde la distancia

  • 21

    entre dos pueblos suele medirse en das de viaje en canoas a lo largo del ro y el

    transcurso de una tarde calurosa puede tener el peso de una semana laboral.

    6. El tiempo homogneo como tiempo abismal

    La tensin entre tiempos percibidos, representados, vividos, se muestra en la

    escisin en el contexto de la sociedad desde tradiciones polticas, econmicas,

    religiosas, algunas de las cuales tienden a hacer desaparecer la produccin social

    del tiempo local, en un modelo de pensamiento que Boaventura De Sousa Santos

    denomina pensamiento abismal Esta cosmovisin asume la realidad social

    dividida por una lnea radical en dos universos, uno de los cuales niega al otro

    lado, lo excluye y desconoce en cuanto no existente, carente de forma relevante o

    comprensible de ser (De Sousa, 2010:11-13). El reconocimiento y la confrontacin

    del pensamiento abismal ser una precondicin para localizar de un modo

    efectivo las muchas formas de exclusin no abismal que han dividido el mundo

    moderno a este lado de la lnea (De Sousa, 2010:32-33).

    En este sentido, la pretensin de homogeneidad del tiempo no puede seguirse

    tomando, a costa de negar o subestimar el pensamiento de otras culturas o

    civilizaciones. Esta intencionalidad de develar el tiempo euro centrista o del

    hemisferio norte es el inicio de superacin del llamado pensamiento abisal, cuando

    el tiempo se entiende diversamente desde diversas provincias planetarias y que

    otra parte del tiempo del otro lado de la lnea merece ser no solo vivida sino

    contada. Pensar desde este tipo de realidades no occidentales en sentido

    estricto, vistas desde una Amrica excluida, pluritnica y pluricultural conlleva a

    pensar que el problema es conocernos en relacin al resto de la humanidad de la

    cual formamos parte.

    La crtica requiere singularizarse en la apropiacin del tiempo como producto

    social, tambin desde el sur, desde Latinoamrica, que se desarrolle en paralelo,

    se articule o se confronte con las jerarquizaciones hegemnicas euro centristas

  • 22

    que imponen su protagonismo desde la lectura de los eventos alineados en

    secuencias progresivas.

    7. Conclusin

    Los tiempos heterogneos emergen hoy como constructo problematizante, es

    decir, como un producto humano resultado de necesidades e intereses, partiendo

    de las funciones sociales, culturales y confrontan una tradicin cultural dominante

    que pretende sumisiones desde la imposicin de una experiencia de tiempo

    homogneo. En estas circunstancias se requiere asumir desde la prxis una

    temporalidad como produccin singular, heterognea, la cual se puede ejemplificar

    en la produccin musical, a modo ilustrativo de la reafirmacin de las historias

    particulares. No se trata solo de un tiempo subjetivo pues es producido

    socialmente y es objeto de intercambio.

    Frente a la pretensin hegemnica desde una cronologa oficial, secuencial, hay

    otras tradiciones que pueden replantearse y articularse para conferir sentido a las

    relaciones sociales particulares, aunque la perspectiva no sea del agrado de

    ciertas historiografas, afectas por un lado a la visin lineal de eventos

    supuestamente universales a partir de la declaracin de principios neoliberales, o

    a partir de la declaracin de principios dialcticos ideales o materialistas como

    motor de una nica historia universal. Esta ruptura de linealidad del tiempo

    homogneo, por una temporalidad heterognea, con momentos kairolgicos, es

    posible tambin fincada desde las prcticas y la intervencin de los ciudadanos en

    la cotidianidad en tanto que virtualidad, anticipacin, realidad que se produce,

    como una condicin para el pensar, para el explorar posibilidades que retan a la

    apropiacin y a la impugnacin permanente de lo que se ofrece como real

    homogneo.

    Esta crtica a la homogeneidad del tiempo secular toma distancia de una apologa

    al tiempo sagrado para cada persona o grupo, o al tiempo mtico de los orgenes,

  • 23

    al Tiempo Magno, efecto de las tendencias conservadoras de las sociedades

    primitivas (Eliade, 2001:5-12), sino de reafirmar al hombre histrico, que se hace a

    s mismo y que construye socialmente su temporalidad en el seno de la historia.

    Se trata, en ltima instancia, de autoreconocimiento en tiempos de un margen de

    imprevisibilidad, de desequilibrios y de desencuentros, donde adems de sistemas

    homogneos impuestos sobre secuencialidad del tiempo ocurre la produccin

    social de temporalidades, en la heterogeneidad de relaciones sociales

    diferenciadas.

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