El tiempo como producto social
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Ttulo de ponencia: La produccin del tiempo analizada desde la msica1
Por Juan Diego Castrilln Cordovez2
Resumen
Esta ponencia responde a la pregunta sobre la valoracin del tiempo como
producto social. La aproximacin se basa en parmetros conceptuales de Aurelio
Agustn de Hipona, Henry Bergson y Martin Heidegger en un contexto donde la
msica es tenida como arte del tiempo. En perspectiva latinoamericana esta
ponencia es favorable a una lectura de historia como discontinuidad contra
cosmovisiones ideolgicas sobre un supuesto tiempo homogneo, contnuo.
Abstract This paper answers the question about the valuation of time like a social product,
related to the music like art of time. This approach takes conceptual parameters of
Saint Augustine, Henry Bergson and Martin Heidegger, in front of traditional
teaching that shows the time as a single independent variable. In Latin American
perspective it corresponds to a reading of history as discontinuity against
ideological worldviews about a homogeneus time.
Palabras claves: Tiempo, temporalidad, duracin, ritmo, meloda, msica
Keywords: Time, temporality, duration, rhythm, melody, music
1 Perspectiva desde la tesis doctoral sobre la msica como clave para el cambio anmico del oyente con base en el libro Sobre la Msica de Aurelio Agustn de Hipona. Universidad del Valle. 2015. 2 Profesor de tica de las Universidades Autnoma de Occidente y Universidad Javeriana de Cali, integrante del Grupo de Investigacin de Conflictos en las Organizaciones, de la Universidad Autnoma de Occidente. Grupo de Investigacin Hermes de la Universidad del Valle. Magister en Administracin MBA. Universidad Icesi- Tulane University US.A.. Licenciado en Filosofa de la Pontificia Universidad Antoniana de Roma. Magister en Estudios Polticos de la Pontificia Javeriana de Cali. Especialista en Humanidades Contemporneas de la Universidad Autnoma de Occidente. Doctorando de Humanidades de la Universidad del Valle. Email: [email protected]
mailto:[email protected] -
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Introduccin
Estos aos de globalizacin y de reencuentro en la casa comn pudieran ser
tambin del reconocimiento de alteridades de tiempos, con el carcter de
producciones sociales que se revelan en la prctica diaria desde los grupos
sociales, las comunidades, las instituciones y sus regulaciones. Estos aos de
globalizacin no tienen que seguir siendo de aceptacin por costumbre de un
tiempo de pretensin homognea, como lo fue la destinacin de das y meses y
estaciones a modo de conmemoracin de eventos religiosos y acontecimientos de
instauracin de imperios o naciones. Como antes ocurri con la ayuda de
reflexiones ticas, volvemos a la explosin de temporalidades, no me refiero al
concepto de tiempo subjetivo, ni a la teora de la relatividad de Albert Einstein o la
teora del caos de Prigogine, sino al reconocimiento de los tiempos heterogneos
vivibles, como cada vez que la desazn invadi el nimo general, cuando hubo
rupturas y dispersiones de los centros de poder, con la cada del helenismo, del
imperio romano, con el fin de la teora de las dos espadas del catolicismo, con la
llamada decadencia de occidente en el siglo XX, con la cada de la Unin
Sovitica, con la menguada disminucin del protagonismo de Estados Unidos en
el mercado mundial desde 1948, repito como cada vez que la desazn invadi el
nimo general.
De nuevo son aos de ruptura de continuidad en el tiempo historiogrfico: el todo
ordenado muestra sus fisuras: Las ideas de nacimiento, desarrollo y muerte en el
centro de la experiencia y de actividad especulativa humana hacen emerger el
problema del paso del tiempo, el mundo como historia donde el gran problema es
reconocer el ltimo tiempo como el momento cuando morimos, nos confrontamos
con parfrasis de nuestros propios miedos, el tiempo como intesidad, como el
tender hacia nuestra propia mortalidad.
Desde estas relaciones de heterogeneidad de tiempos emergentes esta ponencia
aborda el problema del tiempo como producto social previo a otros procesos
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productivos y no solo como una variable independiente anterior a toda experiencia.
Se prefiere una lectura interdisciplinar que incluya la tradicin filosfica que define
el tiempo desde la tensin y desde la intencin, el tender hacia referido a las
variaciones de eventos y se abre hacia la recreacin de posibilidades, no solo
como secuencia sino como simultaneidad. Es un bien til para iniciar otros
procesos productivos. Es un bien transformado o con algn grado de elaboracin
de modo que adquiere sentido para el uso econmico, poltico y cultural por
personas o por grupos de dominantes de personas que tienen formas similares de
plantear sus necesidades en su contexto. Su definicin en un contexto cultural
implica la creacin de un valor cultural agregado para poder determinar otros
procesos productivos. Debido a la disponibilidad singular de tiempo entre los
actores sociales y a la diferente habilidad de los actores sociales para
usufructuarlo, se convierte en mercanca, en objeto de intercambio. Si lo
usualmente medido es la capacidad de produccin en el tiempo, sta solo es
posible con una previa capacidad de administracin del tiempo como insumo.
La pregunta para centrar esta investigacin es: Cules antecedentes pueden
diferenciarse preliminarmente en el estoicismo, durante la decadencia griega e
inicios del cristianismo, durante la decadencia romana, durante la crisis de
occidente del siglo XX reflexionada desde el vitalismo y el existencialismo, para
considerar el tiempo como un producto social?3 La metodologa que se aplica es
interpretativa o hermenutica, alrededor de textos de Aurelio Agustn de Hipona,
Henry Bergson y Martin Heidegger. Se ilustra la exposicin con dinmicas de las
3 Esta pregunta orientadora de la presente ponencia surge como consecuencia de mi investigacin
doctoral que indag sobre la msica como clave para el cambio anmico del oyente en Aurelio Agustn de Hipona, donde msica es un arte del tiempo que se ensea no para pulsar instrumentos sino para el ejercicio de la libertad, como arte liberal. La tesis plantea una correlacin entre el tiempo de la msica y la tensin que genera su escucha ante las capacidades heterogneas de sentir, pensar y de actuar de las personas y de los grupos sociales como protagonistas con voluntad y libertad que pueden particularmente producir su tiempo como un tender hacia de modo deliberado en una duracin de eventos, en su propio escenario de interaccin social que supere el escepticismo con la adhesin a la verdad del infinito en el tiempo, en la accin colectiva, entendida como un proceso ms complejo que la mera agregacin de preferencias individuales o secuencia de acontecimientos.
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dimensiones culturales, desde el paradigma de las llamadas artes del tiempo que
comprometen una tecnologa, como el arte de la msica.
En esta ponencia se prioriza la indagacin sobre el tiempo como producto antes
que la exposicin ideolgica del deseo de un porvenir o la controversia cientfica
respecto al tiempo en la teora del caos y la teora de la relatividad. Se evit la
discusin desde categoras de la modernidad sobre la subjetividad y el
individualismo en conflicto con la objetividad. Los discursos contemporneos se
seleccionaron por su nivel de antagonismo y su densidad que mantienen alguna
relacin estrecha con la conceptualizacin agustina del tiempo a partir de la
msica. Un primer elemento de anlisis comparativo es la distincin entre tiempo
cualitativo y tiempo cuantitativo, la cual se hace mas patente desde un arte del
tiempo como la msica, donde la voluntad y la memoria del oyente suelen
asociarse para rescatar y hacer presente el recuerdo las cantidades de sonido, sin
espacio y en movimiento.
1. Tiempo en doble sentido
Debemos considerar el concepto de tiempo en un sentido amplio y en un sentido
restringido. La propuesta de un tiempo homogneo posiblemente deriva de la
presuncin de un agente activo que pretende ser hegemnico y define su mbito
de dominio en el cual impone la Ley al que los dems deben subordinarse y acatar
una fuerza o un poder manifiesto. Se confronta con la heterogeneidad de los
agentes sociales con opciones de definirse a s mismos, a sus propios tiempos y a
sus propios mbitos de existencia.
Desde la tradicin estoica se da la discusin del tiempo como distasis, parstasis
y xtasis. Distesis se refiere a un estado de predisposicin a reconocerse en el
tiempo. Parstasis se refiere a un estar a un lado del tiempo. xtasis trata sobre
un estar fuera del tiempo (Callahan.1958:437-459). La manera que el sabio tiene
de hacerse igual a Dios no es con el abrazo a un presente csmico que todo lo
contemple, sino ser como Dios a pequea escala: as como el presente de cada
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periodo csmico es delimitado por la accin divina y conquistado al flujo incesante
de la eternidad, infinita en pasado y futuro, el sabio delimita su accin al aqu-y-
ahora y gobierna el tiempo infinito incorporando en cada ocasin el acontecimiento
que se le presente4.
El tiempo se encuentra como distensin de todo lo que se mueve, (distentio animi)
a los inicios de la filosofa primera del cristianismo, nutrida del neoplatonismo,
pues Plotino (En. III. 7,11) define el tiempo con la expresin distentio vitae5, que
va a aparecer tambin en Aurelio Agustn de Hipona y a lo largo de la edad
media. Aqu salir del siglo, de la vida secular, es el anhelo mstico de entender la
vida como algo fuera de las preocupaciones temporales, fuera del poder mundano.
Aurelio Agustn usa 3 vocablos relacionados con el sentido del tiempo: distentio,
extensio e intentio. Los tres vocablos presentan la partcula tent-, que siempre
alude a movimiento o tensin. El concepto se entiende mejor si se considera su
filologa desde el verbo tendeo, tetendi, tensum, que hace referencia a la accin
de tender de un lugar a otro o de un estado a otro o de una condicin a otra, la
determinacin de la voluntad en orden a un fin, a un propsito. Su origen
etimolgico es tambin afn al verbo latino tentio, tentis, tensum, que tiene el
sentido de una intensidad y tambin de una intencionalidad6. La tensin
compromete una posibilidad o una disponibilidad de cambio, un tender hacia, a la
4 [Cf. Epicteto, Diss., I, XIV, 11-12. Seneca. Cartas a Lucilio, ep. XLIX. Cf Zambrano, M. El
pensamiento vivo de Seneca. Madrid: Catedra, 1987 Para un anlisis ms detallado de la valoracin estoica del tiempo. Cf Dopazo Gallego Antonio, El problema del tiempo en el estoicismo: instante y duracin. Revista Tales, N 4, 2011, pp. 35-44, ver en http://revistatales.files.wordpress.com/2012/05/35_nro4nro-4.pdf 5 Para Agesse, la distentio agustiniana corresponde directamente a la distasis predisposicin a
reconocerse en el tiempo, de la escuela plotiniana. La trinit, Paris, Bibl. Aug., 1955, vol. 16, p. 590, n. 15. Cf. Magnavaca Silvia, Distensio, Extensio, Intentio en Agustin, I Jornadas de Pensamiento Agustino. Universidad de Buenos Aires obra citada. 6 Cf. Magnavaca Silvia, Distensio, Extensio, Intentio en Agustin, I Jornadas de Pensamiento
Agustino. Universidad de Buenos Aires obra citada. Para un anlisis ms detallado de estos conceptos, puede verse su origen en la tradicin bblica en versin latina donde distensin se relaciona con el seguimiento de caminos dispersos o extraviados, Eccles. 8, 16, carta de San Pablo a los Filipenses 3, 12-14, en las obras agustinas Confesiones (XI) y en Enarrationes in Psalmus (4,9) de Aurelio Agustin. Ver tambin: ODonnell, J.J., Confessions III. Commentary on Books 8-13, Oxford, Clarendon Press, 1992, p. 295. Di Martino, C., Il ruolo della intentio nellevoluzione della psicologia di Agostino: dal De libero arbitrio al DeTrinitate, Revue des tudes Augustiniennes (2000) 173-198. Cf. ODaly, G.S.P., Time as distentio and St. Augustines Exegesis of Philippians 3, 12-14, Revue des tudes Augustiniennes XXIII, 3-4 (1977) 265-271.
http://revistatales.files.wordpress.com/2012/05/35_nro4nro-4.pdf -
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que se unen los prefijos dis, ex, in, para sugerir la direccin de tal movimiento,
disperso, (distensio), hacia fuera (extensio) o hacia dentro (intentio).
En este contexto agustino mostrado en el libro La Ciudad de Dios, es necesario
mostrar que se trata de una crtica a vivir el tiempo del imperio romano, que es
de la ciudad del hombre, por la bsqueda en una interioridad que se encuentra
con la universalidad de Dios, con lo que de antiguo se llam la catolicidad. As, la
propuesta de heterogeneidad del tiempo puede verse elementalmente como
negacin de la homogeneidad impuesta, del imperio, pero a la vez posibilidades
de conversin personal comunitaria y de salto a la eternidad en una universalidad
que desborda el tiempo impuesto. Trada a la modernidad, esta crtica se relaciona
con cuestionamientos a los modelos tericos que proponen un tiempo hegemnico
(del poder poltico, econmico, de modelos positivistas) y que niegan urgencias de
tiempo intrapersonales, interpersonales, intergrupales, que adems imbrican lo
local, lo regional, lo nacional y lo global, en relaciones sociales de produccin, de
intercambio y de consumo. Adicionalmente, esta crtica trada hoy posibilita
distinciones entre tiempo, duracin, temporalidad y persistencia, como las que a
continuacin se ofrecen.
1. Enfoques contextuales sobre el tiempo: Bergson y Heidegger
La tesis agustina sobre el tiempo que se define como distensin anmica est en
su libro De Msica, es afin al libro XI de Confesiones y tiene puntos de encuentro
con la filosofa contempornea, en particular desde la distincin de Henry Bergson
entre el tiempo cualitativo que implica el concepto de duracin, que corresponde a
la conciencia particular en oposicin al tiempo real cuantitativo que implica el
concepto de sucesin que corresponde a la ciencia y en las reflexiones
heideggerianas en Ser y Tiempo.
Bergson usa tambin la audicin musical como lugar de valoracin del tiempo y
proyecta su descripcin de la duracin como simultaneidad y heterogeneidad, en
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contraposicin a dos conceptos lgicos que afectan la valoracin del espacio, que
son la sucesin y la homogeneidad7. El tiempo para las ciencias8 que apelan a la
medicin cuantitativa suele relacionarse con los conceptos de sucesin, de
continuidad, de homogeneidad, de los momentos son comprensibles en antes y
despus, no as en la valoracin cualitativa del tiempo (Bergson,1999:81).
La duracin, que es un concepto central en la filosofa de Bergson implica por el
contrario el concepto de simultaneidad, se presenta como el continuo fluir que es
la duracin, cuando un momento se suelda con el otro y crece sobre el otro:
Dentro de m se realiza un proceso de organizacin o de penetracin mutua de
los hechos de conciencia, que constituye la duracin verdadera (Bergson,
1999:81). Es el puro reino de la dispersin, de la originalidad. De todo ello se
deduce otro rasgo fundamental, que es precisamente la irreversibilidad de la
duracin. En efecto, la duracin es una corriente fluida irreversible en el mbito de
7 La contraposicin entre lo cualitativo del tiempo y lo cuantitativo del espacio se encuentra
reiteradamente en Aurelio Agustn cuando relaciona espacio con extensin y tiempo con intensidad, en el libro Sobre la Msica, donde distingue igualmente entre signos sensibles y signos inteligibles. Sobre la distincin del carcter cualitativo del tiempo en Henry Bergson, ver Muoz, Gemma, Lpez Alonso, (1996), El concepto de duracin: la duracin como fundamento de la realidad y del sujeto, Revista General de Informacin y Documentacin, Vol. 6-1. Servicio Publicaciones U.C.M. Madrid. Pag. 292-311. 8 La fsica tiene distinta percepcin del tiempo frente a la percepcin de las ciencias biolgicas y
sociales. En el mundo de la biologa el tiempo se percibe como flujo irreversible. En la fsica clsica
el tiempo es reversible. Hawkins en su Historia del tiempo (captulo 9) dice que el descubrimiento
que la velocidad de la luz resultaba ser la misma para todo observador, sin importar cmo se
estuviese moviendo ste, condujo a la teora de la relatividad, y en sta tena que abandonarse la
idea que haba un tiempo absoluto nico. En lugar de ello, cada observador tendra su propia
medida del tiempo, que sera la registrada por un reloj que l llevase consigo: relojes
correspondientes a diferentes observadores no coincidiran necesariamente. De este modo, el
tiempo se convirti en un concepto ms personal, relativo al observador que lo meda. Concluye
Hawkins que lo que llamamos tiempo general es resultado de singularidades. Agrega que la teora
de la relatividad general de Einstein, por s sola, predijo que el espacio tiempo comenz en la
singularidad del big bang y que ira hacia un final, bien en la singularidad de una gran implosin]
(si el universo entero se colapsase de nuevo) o bien en una singularidad dentro de un agujero
negro (si una regin local, como una estrella, fuese a colapsarse).Desde teoras sobre la entropa
como tendencia al caos o al orden del mundo fsico segn la degradacin de la energa, la
termodinmica pretende integrar reversibilidad e irreversibilidad del tiempo. En situaciones de
equilibrio termodinmico las ecuaciones son reversibles, mientras que fuera del equilibrio se
convierten en irreversibles y es cuando la direccin del tiempo salta. Cf. Hayles, Katherine (1990)
Chaos Bound: Orderly Disorder in Contemporary Literature and Science. Cornell University Press.
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la conciencia, como se explica reiteradamente en otra obra de Bergson, La
evolucin creadora. Nuestra personalidad cambia, se construye a cada momento
con la experiencia acumulada. Al cambiar, impide que un estado, an idntico a s
mismo en superficie, se repita en profundidad.
Desde la explicacin bergsoniana cuando escuchamos una meloda en primera
instancia no tenemos una impresin de duracin, de simultaneidad, sino de
sucesin, debido a la continuidad de la meloda y la aparente imposibilidad de
descomponerla. El vnculo entre conciencia y duracin siempre se mantiene
cuando se establece entre el estado presente y los estados anteriores. Esta
conexin es por procesos anmicos cualitativos que no encajan desde una
reduccin cuantitativa: una nota musical nos la representamos en el espacio como
ms alta que otra nota o con una intensidad mayor que otra cuando, si
meditramos un poco, nos daramos cuenta que las diferencias son cualitativas y
no cuantitativas (Bergson,1999:77)9 El error consiste en observar la realidad
psquica con las mismas leyes y categoras con que se observa y conoce la
materia, llegando a considerar que est compuesta de una suma de estados
distintos, que consta de una multiplicidad numrica de distintos elementos. Pero la
idea de nmero se construye sobre el espacio y no sobre el tiempo real, es un
instrumento que sirve para conocer lo externo en el espacio.
Frente a un tiempo cuantitativo, que mide entre otras, las relaciones de trabajo, es
posible la vuelta al tiempo cualitativo, a la duracin heterognea, que no requiere
necesariamente la negacin de la homogeneidad en las sociedades
9 Bergson relaciona el tiempo de la msica con el tiempo cualitativo en su obra Ensayo sobre los
datos inmediatos de la conciencia, trad. Juan Miguel Palacios, Ed. Sgueme Salamanca 1999,
pgina 77, respecto a una nota musical que inicialmente podramos considerar como cantidad si se
tiene en cuenta el nmero de vibraciones que se prolongan en el espacio, no obstante No cabra
decir que, si bien esas notas se suceden, sin embargo las percibimos unas en otras y que su
conjunto es comparable a un ser viviente, cuyas partes, aunque distintas, se penetran por efecto
mismo de su solidaridad? La prueba de ello es que, si rompemos la medida insistiendo ms de lo
que es justo en una nota de la meloda, no es su exagerada longitud, en cuanto longitud, la que
nos advertir de nuestra falta, sino el cambio cualitativo aportado con ello al conjunto de la frase
musical.
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metropolitanas. Es suficiente con que mantenga una conexin relevante con ellas.
Bergson no va establecer un abismo entre el concepto de duracin y el del tiempo
real, no anula la concepcin tradicional del tiempo, sino que va a mostrar la
estructura del tiempo real homogneo articulada en la conciencia con la duracin
real dinmica, irreversible y dominada por la heterogeneidad.
Una situacin que podra ilustrar esta articulacin de tiempo cuantitativo y tiempo
cualitativo es el caso de la celebracin de msica ritual, de sello tnico, en Cali
durante el Festival Petronio lvarez que congrega a compositores y grupos
afrodescendientes del litoral pacfico colombiano, en una ciudad mayoritariamente
de poblacin afrodescendiente que vive condiciones de marginalidad y exclusin y
que tiene en este Festival una de los pocos reconocimientos a su particularidad
cultural. Este tiempo de la heterogeneidad, de expresin cualitativa, no crea
barreras al tiempo de la homogeneidad del tiempo cuantitativo: Paralelo al festival,
esa misma poblacin suele ocupar roles en puestos de trabajo marginales.
Otro caso ilustrativo de articulacin de dimensiones cualitativas y cuantitativas del
tiempo, referidas en particular a procesos culturales e identitarios, puede ser el
propuesto por Alejandro Grimson, en el contexto de Buenos Aires. El autor
propone pensar histricamente abandonando las cronologas, porque implica un
seguimiento lineal y univoco de procesos que pueden tener diferentes aristas en la
reconstruccin de mltiples pasados. En el caso de los pueblos latinoamericanos,
su historia suele centrarse en la narracin de las gestas de la conquista, colonia e
independencia. Sin embargo antes y despus de la cronologa oficial coexistieron
acciones significativas de pueblos originarios que perviven en sus tradicionales
culturales. Grimson expone cmo desde el mbito marginal de los inmigrantes de
Bolivia stos recuperan danzas de diversas regiones andinas y despliegan un
ritual comunitario en el cual se produce y se fortalece una identidad especfica
(Grimson, 1999), como una cuestin emprica a investigar y que difcilmente
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podra presuponerse o extrapolarse fuera de ese contexto especfico de sentido
entre cultura e identidad.
Esta visin de crtica a la cronologa lineal, a la secuencialidad y homogeneidad
del tiempo tambin ha sido objeto de crtica desde la teora musical, se refleja
desde los inicios del siglo XX cuando se propuso una ruptura con la escuela
romntica, tonal, en contra de su bsqueda de la expresin de los ms altos y ms
bajos sentimientos singulares de los compositores, cuando la escuela formalista
denuncia el romanticismo para dar cuenta de secuencias formales interrumpidas
que muestran la ruptura de la continuidad de una sociedad decadente. Fue
entonces cuando apareci la msica atonal, con secciones de sonidos y
discontinuidades, desarrollada por Schnberg y Berg para articular formalmente
una docena de sonidos de la gama cromtica, en lugar de los mtodos basados
en procura de expresar un sentimiento o una emocin subordinados a la
produccin comercializada de masas. Es el momento de cruce de dos
concepciones estticas, la composicin romntica con patrones generales
(tonalidad y forma sonata), frente a la creatividad y a la presencia de lo singular
(Adorno, 2003: 39).
Contra el romanticismo que muestra cmo la violencia de la totalidad social se
ejerce incluso en el mbito musical, apuesta por la concepcin de escuela formal
(msica atonal), que desde su autonoma pueda alejarse de una sociedad
decadente y sea una fuerza transformadora o, por lo menos, que devele la
falsedad de los sonidos tradicionales, que son falsos en cuanto que no reflejan esa
misma sociedad envejecida que se dirige a la barbarie. En un mundo atroz el arte
debe demoler el concepto de goce con el que tradicionalmente se le asociaba,
legtimamente ya no puede producir placer ni deleitar (Adorno, 2000: 14). La
nueva msica (la que es compuesta a partir del perodo atonal libre de Arnold
Schnberg, alrededor de 1910) pasa por la ruptura de la expresividad tradicional,
esto es, de las convenciones que existen entre lo expresado y sus representantes,
y pasa tambin por la adopcin de procedimientos formales y constructivos que
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atiendan por sobre cualquier otra cosa las exigencias del material. Este
planteamiento de Adorno permite redimensionar la posibilidad del cambio anmico
desde la msica, en relacin con expectativas particulares y con criterios que se
validen en la interaccin social para justificar la accin.
En un contexto terico de crtica social, las prcticas del involucramiento del
oyente desde el tiempo musical estaran determinadas por variables
sociodemogrficas para una masa que respondera a sus estmulos, aunque
anlisis del planteamiento de Adorno permite esbozar otras variables
independientes sobre las cuales se pueden citar como ejemplo, las
representaciones culturales acerca de la msica, el sentido de pertenencia social
que traduce, el sentido de identidad, la determinacin hacia orientaciones
temporales, las formas en que los individuos otorgan sentido al pasado, el
presente y el futuro en el marco de sus vidas cotidianas y de sus biografas.
Otra lectura desde discursos contemporneos sobre la conceptualizacin ordinaria
del tiempo, que permite distinguir tiempo de temporalidad es la de Martin
Heidegger. En su obra Ser y Tiempo, el significado de tiempo no puede limitarse al
concepto como se entiende comnmente [vulgren Zeitbegriffes], que se relaciona
con el reloj en cuanto instrumento de medicin, que homogeniza o asimila el
tiempo con el espacio, en un espacio de tiempo, como un espacio de nuevos
puntos matemticos. Este tiempo vulgarmente entendido es algo en lo que se
puede fijar arbitrariamente como un punto que es un ahora, de tal manera que en
relacin con dos puntos temporales siempre se puede decir que uno es anterior y
otro posterior (Heidegger,1999)10
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Heidegger ofreci esta distincin en su conferencia sobre El concepto de tiempo, ante la Sociedad Teolgica de Marburgo, en julio de 1924. Esta expresin indica una diferencia entre la definicin del entendimiento cotidiano del tiempo como una determinacin asimilada a la concepcin del espacio, (como lo hizo Bergson), aunque debe tenerse prudencia en hacer equivalencias entre el enfoque de Bergson con el de Heidegger, pues ste ltimo no comparte la valoracin del tiempo como subjetividad o como determinacin de la consciencia.
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Frente a este significado Heidegger propone la comprensin de la temporalidad
autntica, [eigentliche Zeitlichkeit] como tiempo originario [ursprnglicher Zeit], la
temporalidad en cuanto la estructura del ser ah [Dasein] , el cual se puede
entender tambin como el cuidado del ser ah adelante (Mc Namee, 2014). En
este contexto el tiempo no es una cosa sino es una temporalizacin del ser ah,
el ser ah no es el tiempo sino la temporalidad, es el principio genuino de
individuacin. La pregunta inicial: Qu es el tiempo? Se ha convertido finalmente
en la conferencia de Heidegger ante la Sociedad de Marburgo, en la pregunta
Quin es el tiempo? Ms en concreto: Somos nosotros mismos el tiempo? y
con mayor precisin todava Soy yo mi tiempo? Esta formulacin es la que ms
se acerca a l.
Un caso que permite analizar esta propuesta interpretativa de temporalidad
particular corresponde a los habitantes de la zona andina, que en el Festival del
Mono Nuez en el municipio de Ginebra al suroccidente de Colombia, rene
grupos musicales de cuerdas y cantantes que interpretan bambucos, pasillos y
otros aires rurales andinos. La temporalidad de la msica es la temporalidad que
muestra la especificidad de sus habitantes. La conexin relevante es establecida
por su demanda de reafirmar elementos de su identidad campesina, andina, ante
una sociedad urbana y de tendencia global. Ese ser ah presente en la condicin
de habitante del tiempo andino se entromete y reafirma su supervivencia en los
tiempos homogenizantes metropolitanos que son demarcados por la modernidad
occidental.
El Carnaval de Rio de Janeiro es la celebracin ms grande del mundo que
compromete la homogeneidad de un tiempo medido secularmente con la ruptura
que se propone desde la temporalidad religiosa, en relacin con la conversin
cristiana inmediatamente antes del inicio de la cuaresma cristiana, que se inicia a
su vez con el Mircoles de Ceniza, que tiene fecha variable (entre febrero y marzo
segn el ao). Este mismo carnaval no obstante muestra algunos elementos
supervivientes de otras culturas como la fiesta de invierno o Saturnalia, que
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conmemora al dios Saturno o Cronos que se devora a sus hijos, las celebraciones
dionisacas y las fiestas prehispnicas.
Lo que es notable en este caso es que en esta convergencia de culturas de
diferente procedencia, cada grupo significa valora y jerarquiza sus propias
diferencias: All dnde hay fronteras relevantes que nunca son absolutas, resulta
crucial no pensar su interior heterogneo y desigual como cultural sino ms bien
como configuracin. (Grimson,2011:197). Y agrega: El concepto de configuracin
justamente permite comprender la heterogeneidad de cada espacio especfico con
sus desigualdades y jerarquas propias, la multi posicionalidad de las personas en
los mundos contemporneos.
Si se tiene en cuenta de que se trata en clave de Heidegger de una temporalidad
con poder ser total y propio, o de la estructura del ser ah presente, en cuanto
heterogeneidad, particularidad, no se trata de una representacin de una supuesta
idea del ser, dotada de un carcter universal. Es una manifestacin de una de las
particularidades como pudiera ser la condicin del colombiano o brasilero. Esta
lectura que aqu se ofrece, puede relacionarse con la exposicin de Heidegger que
ha evitado de forma sistemtica que la exposicin de la existencia propia sea
considerada como un manifiesto de carcter tico, el resultado final de algo as
como un manual de conducta de validez universal, menos an ha sido su
intencin obtener una determinacin de algo as como un ideal de hombre
(Jimenez, 2012).
2. El tiempo como produccin social
El tiempo que ha quedado en cuestin es el histrico, revestido por la
irreversibilidad que comparte con el tiempo natural; por la repetitividad, esa
capacidad de encontrar patrones y establecer pronsticos, de un modo muy
parecido a la estandarizacin y escalamiento no puede ser lineal ni uniforme,
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(Koselleck, 1993) aunque el proyecto cultural occidental ha sido someter el tiempo
universal a la lgica geocentrista del capitalismo11.
Una vez considerada la perspectiva de temporalidad como base de la
determinacin temporal desde la particularidad de la existencia presente, puede
ahora ampliarse el esbozo del tiempo como produccin social. Esta tesis significa
la posibilidad de revaluar el tiempo como un producto con variaciones
significativas frente al estado inicial, resultado de la accin social, de las prcticas,
las relaciones, las experiencias sociales, pero a la vez es parte de ellas, soporte y
canon de la accin. Su determinacin no es externa al oyente singular ni se
circunscribe al mbito interno de su conciencia, es contextual12.
Ubicando en esta perspectiva el caso de la reflexin desde un arte del tiempo,
como la msica, puede suscitar al oyente diversas temporalidades: Lanzarse a
una pista de baile, ser un objeto de exhibicin como una pieza ms, o tambin
asumir ritualmente un objeto significativo de la cultura y de culto. En el ejemplo
ms especfico de la escucha de la composicin de Chopin, Estudios
Revolucionarios, que es una homenaje a una gesta libertaria del pueblo polaco, en
contraste con la recreacin de la misma para el baile popular que ofrece la
composicin, Sonido Bestial de Ricardo Ray, al oyente se le pueden ofrecer dos
fragmentos de ambas piezas como si fuera una misma composicin, y la misma
11 Leon Tolstoi relata en su cuento, Cunta tierra necesita un hombre?, Como compraba la tierra Pajomi: - Cul es el precio de la tierra? - pregunta Pajom. - Tenemos un nico precio: 1.000 rublos por da. Nosotros estaremos en el sitio que ms te guste; nos quedaremos quietos mientras que t caminas, hazlo en crculo, coge un rascador y marca donde sea necesario, haciendo hoyos en las esquinas; luego pasaremos con el arado, de una esquina a otra.Cualquier crculo es tuyo, la nica condicin es que, antes de la puesta del sol tendrs que regresar al punto de partida. Todo lo que dejes atrs ser tuyo. 12
Esta perspectiva guarda convergencias desde un pensamiento lateral con el libro clsico de Henry Lefebvre, (2013) La produccin social del espacio, trad. Emilio Martnez, Ed. Capitn Swing, 2013. 451 p. Lefebvre distingue 3 modalidades del espacio: El espacio de la experiencia material; el segundo el de los expertos y planificadores; el tercero sera el espacio de la imaginacin y lo simblico. Otro de los elementos clave es la diferenciacin entre aquellos espacios que son dominados y los que son apropiados. Habitar es transformar el espacio (vivido) en lugar; es una actividad creativa libre. Este enfoque permite a Lefebvre situar en la posibilidad de emancipacin en la cotidianidad. Finalmente otras dos categoras significativas son el espacio diferencial que se presenta forma de mosaico, compuesto por lugares diferentes y el espacio abstracto. Lefebvre, Henry (2013) La produccin social del espacio, trad. Emilio Martnez, Ed. Capitn Swing, 2013. 451 p.
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puede ser por un lado elemento de exhibicin y por otro un elemento ritual, de
culto, secularizado o n, ambos con sentidos culturales.
La capacidad evocadora de la figura de Chopin puede decepcionar a un oyente
que se precie de culto en un contexto popular frente a la figura del puertorriqueo
Ricardo Ray, clebre en los aos 60 y 70 por imponer la msica salsa con un rigor
compositivo que se vali de piezas clebres de compositores de piano, invitando
ms que a valorar el clasicismo de la modernidad, la posibilidad de somatizar el
afecto en el abrazo, en el beso, en la puesta de la mano en la cintura, en el
movimiento rpido de los pies en una pista de baile olorosa a cigarrillo.
Dados dos fragmentos coincidentes en su parte compositiva e interpretativa, como
Estudios Revolucionarios de Chopin y Sonido Bestial de Ricardo Ray, se puede
advertir su doble carcter de produccin social, como representativas de una
cultura o como objeto de consumo. En categoras referidas al arte por Walter
Benjamn en los dos fragmentos coincidentes se trata de su valor ritual y su valor
de exhibicin. Segn Benjamn, el arte desde el siglo XX se encuentra en el
instante crucial de una transformacin esencial que lo lleva, de ser un "arte
aurtico", en el que predomina un "valor para el culto", a convertirse en un arte
plenamente profano, en el que predomina en cambio un "valor para la exhibicin"
o "para la experiencia"(Benjamn, 2003:52-57)
Las valoraciones temporales desde la msica que pudieran estar confrontadas
tambin pueden articularse. Un evento ilustrativo de produccin y de apropiacin
de temporalidades desde el plano musical es el Festival de San Pacho o fiestas de
San Francisco de Ass que se realizan en Quibd (Choc) desde mediados del
siglo XVII, que se encuentran en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Humanidad que elabora la Unesco. Comienzan con desfiles religiosos y profanos,
los primeros das de septiembre y termina el 4 de octubre, fiesta litrgica en la
memoria de San Francisco de Ass.
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Estas celebraciones son consideradas como la expresin ms evidente de la
dispora africana que se qued en Choc y las nicas con una carga tan religiosa
como secular que llama a la sensualidad del baile y que cumple funciones sociales
y culturales.
3. El tiempo musical y su aplicacin
La msica en cuanto relacin de cantidades de sonido tambin es nmero,
(rythms, en griego).Qu dice una audicin inteligente para la msica, que los
oyentes entrenados consideran aplicacin? Y aun en ese caso de que se cultive
una aplicacin que no sirva para nada Acaso no corresponde a una audicin
musical que trasciende el juego, la entretencin o el divertimento? Cmo una
apelacin a la msica como produccin social puede servir para agenciar el
cambio? Significa eso salir de la msica y volver a regresar a ella, o pasar de un
mtodo de inferencia a otro?
La razn por la cual hay que redimensionar la reflexin respecto a la audicin
musical que muestre que no es solo un juego, una entretencin o un divertimento
es porque todava hoy ofrece una ruptura con la concepcin lineal de tiempo para
fundamentar algunas caractersticas del proceso de su produccin social:
En primer lugar oyente puede hacer cortes en la secuencialidad de su audicin,
puede elegir donde puede cortar su inmediatez temporal o su apertura a lo
mediato y de amplitud de posibilidades en el mediano y largo plazo.
En segundo lugar un corte en la secuencia de sonidos escuchados puede ser un
principio de divisin de cantidad de sonidos que estn antes o despus del corte
en el tiempo. Esta relacin de cantidades es lo que constituye el ritmo o nmero
con el cual se diferencia una relacin. Este corte de los nmeros es un principio de
divisin en una clase antes y otra despus. Un principio as produce todo nmero
racional e irracional.
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En tercer lugar, el oyente puede distinguir en la msica adems de ritmo una
relacin de primeros y segundos planos que constituyen una meloda. Ritmo y
meloda producen en el oyente una tensin anmica, un tender hacia que
permite apreciar dos momentos para el oyente: acompasado, cuantitativo o un
movimiento espiritual, cualitativo. Si el corte fuera de una cosa medible ubicada en
un espacio, se tratara de un nmero con una representacin extensiva. Si el
corte se refiere a una cantidad ubicada en el tiempo, como es el caso de la
msica, que de signo sensible puede asumirse como signo inteligible, se tratara
de un ritmo o nmero con una representacin que puede ser intensa, (enfocada),
adems de distensionada (distendida, desenfocada), referida a ocupacin de
cosas transitorias, temporales o de apertura infinita.
A modo de ejemplo se puede representar la meloda y el ritmo a travs de lneas
curvas, que puedan hacer corresponder con el sentido una composicin musical.
Sin embargo, no es la extensin lo que se describe apropiadamente, sino que es
la intensidad e intencionalidad mediante determinadas extensiones que se
producen aqu y all a partir de ella (Wittgenstein, 1987:245) 13
4. La produccin social del tiempo kairolgico
Cuando se vive en el tiempo medible en cantidades, en una relacin definida por
segmentos de repeticin regular, como segundos, aos, dcadas, una voz griega
antigua que refleja esta comprensin de la msica y de la vida, es
kronos, ( ) que pudiera equivaler al momento ordinario, secular,
cronolgico tambin descrito en la palabra latina distentio, dispersin en cosas
temporales. La msica en cuanto es secuencia de sonidos en el tiempo, refiere
relaciones de cantidades. A travs de la audicin es posible distinguir el momento
13
En su obra Observaciones sobre los fundamentos de la matemtica, (1987:245) Ludwig Wittgenstein argumenta que desde el registro de las ondas musicales puede plantearse una ecuacin que tiene que ver con ciertas extensiones de las curvas... como si se tratara ah de una extensin que fuera equivalente de algn modo a la ecuacin misma. El decurso de ciertas extensiones arroja una luz indirecta sobre la propiedad algebraica de la funcin.
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cronolgico en segmentos temporales de eventos medidos con regularidad, en
cantidad, en momentos de distensin.
En contraste, otro momento para vivir es el que se encuentra ante eventos vividos
con intensidad y con calidad de la vida orientada con sentido. Es el momento
kairolgico, el que se puede anticipar, prever, el momento que hay que perseguir,
el momento oportuno que se produce para un ajuste especial y significativo. La
persona se descubre en el momento del kairos, en la intensidad anmica, en el
que se esperan remembranzas y novedades, eventos vividos que convocan a una
audicin musical que ayude en la comprensin de la calidad, con intensidad, no
tanto la cantidad. Es entonces un tiempo decisivo, crtico de ocurrencia de
eventualidades, de nuevas posibilidades para un viraje de la conducta
humana abierta a la naturaleza cualitativa, pero al mismo tiempo en el cual los
fracasos pueden ser posibles. Para esta comprensin del tiempo una palabra
griega ilustrativa es kairos, ( , kairs).
La msica as considerada (como posibilidad de apertura a la valoracin
cualitativa, a la temporalidad, al cuidado de s mismo sin imposiciones
homogenizadoras sobre el tiempo), es un problema de compromisos tericos an
pendientes. Es el reto final que se puede plantear desde la escucha atenta de la
msica, en clave agustina, procurar la accin de un oyente activo sensible y
racional capaz de venir en lugar del sujeto automtico e irracional que es el
capital. La recuperacin de una audicin musical atenta, podra ayudar a dar esos
pasos, en contraste con las posibilidades "realmente existentes", es decir, dentro
de un marco de accin manipulado directamente por la "industria cultural" y su
encargo ideolgico.
5. La articulacin de temporalidades
Una vez advertida la existencia de parmetros de valoracin del tiempo, como
secuencial, homogneo, desde una cronologa excluyente que no puede sino
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conllevar prcticas excluyentes, cabe explorar posibilidades alternativas,
explicativas y comprensivas para la tesis sobre la produccin social del tiempo con
un referente en Latinoamrica.
El carcter del tiempo como producto si bien se puede plantear como contraste a
modelos tericos universalistas que niegan la particularidad, tambin se puede
plantear desde el lenguaje comn en el cual el tiempo deviene en simple
mercanca, a sabiendas de que hablamos de tiempos asignados, tiempos
practicados, hablamos de hombres y mujeres en su momento de trabajo o de
solaz, resultantes de polticas especulativas, de la inversin y la desinversin que
se experimenta en la especulacin con base en futuros previsibles en el mercado
financiero.
La falasia de la narracin del tiempo pretendido como homogneo puede ilustrarse
al confrontar los tiempos en ambos hemisferios de nuestro planeta14. El concepto
de recogimiento religioso alrededor del fuego del hogar para conmemorar el
evento religioso de la natividad para toda la catolicidad es vlido en el invierno
que comienza en el hemisferio norte pero pierde parcialmente su sentido en el
calor del sur. Sin embargo los actos de culto religioso en diciembre tienen
elementos para ambos hemisferios, que corresponden a la temporada invernal
que no ocurre en ambos casos.
Frente al tiempo homogneo es posible ilustrar con un ejemplo dos modos de
temporalidad para el momento latinoamericano, en su sentido de produccin
social, una temporalidad de carcter sagrado y otra de carcter profano. En la
ciudad de Cali, Colombia, en diciembre se celebra una Feria que tiene
14
Un indicio de esta jerarquizacin impuesta es el hecho demostrable hoy desde los medios
masivos, como antes fue desde la liturgia religiosa cristiana unificada a nivel planetario, en el cual
se seala diciembre como perodo invernal de parafernalia de tiempo de culto y tiempo de abrigo y
consumo navideo, a pesar de que en el hemisferio sur el tiempo por vivir reclama otro tipo de
experiencias: si en las provincias del norte es tiempo de invierno, al sur es tiempo de verano, no es
tiempo de recogimiento por el fro invernal sino de expansin por el calor estival, de dominio de
otros modos de produccin, intercambio consumo y de experiencias de modernizacin cultural.
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connotacin de un conjunto de bailes populares simultneos en distintos lugares
de la ciudad. Esta Feria podra considerarse una apropiacin de temporalidad
particular, no homognea, que suele evocar la idiosincrasia del caribe colombiano,
cubano y puertorriqueo. El prembulo de esta Feria es un evento religioso, que
tambin rompe la valoracin cuantitativa del tiempo homogneo. Es un tiempo
sagrado, litrgico, de preparacin, con particularidades cultuales que se originaron
en Cali y se extendieron en toda Colombia con oraciones compuestas desde el
siglo XVIII por el fraile franciscano Fray Fernando de Jess Larrea y que an hoy
animan reuniones familiares durante 9 noches y que se conoce como Novena de
Navidad. El caso ilustra que frente al tiempo cuantitativo pueden generarse
distintas propuestas simultneas o contrapuestas de tiempos de sentido cualitativo
y que el horizonte de sentido religioso puede ser prembulo o simultneo con el
sentido secular, profano.
En este contextos relatados es muy difcil negarle la referencia al tiempo como un
modo de ser en relacin social, incluida la relacin de produccin, mucho ms
significativa que una variable de medicin. En el caso latinoamericano
contemporneo, cuando se ha contado con una burguesa moderna asentada en
las ciudades pero definida desde la condicin de terrateniente en un rgimen de
produccin hacendatario, es evidente que la relacin de produccin de tiempo no
es unidimensional que aplique tanto al proceso del hacendatario citadino como al
del desplazado forzado citadino. Nuestro burgus ha aprendido a vivir varios
tiempos producidos y simultneos.
El discurso hegemnico sobre el tiempo muestra limitaciones ms notables en las
reas perifricas de las ciudades latinoamericanas marginadas de algunos
procesos de produccin y consumo europeo. La realidad latinoamericana guarda
todava distancias respecto de la modernidad capitalista, el problema de la
temporalidad adquiere otras facetas que enriquecen la lectura de las provincias del
hemisferio norte: Puede ilustrarse con la vivencia en zonas de bosque hmedo o
en cercanas a las selvas cundidas de ros afluentes al mar, donde la distancia
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entre dos pueblos suele medirse en das de viaje en canoas a lo largo del ro y el
transcurso de una tarde calurosa puede tener el peso de una semana laboral.
6. El tiempo homogneo como tiempo abismal
La tensin entre tiempos percibidos, representados, vividos, se muestra en la
escisin en el contexto de la sociedad desde tradiciones polticas, econmicas,
religiosas, algunas de las cuales tienden a hacer desaparecer la produccin social
del tiempo local, en un modelo de pensamiento que Boaventura De Sousa Santos
denomina pensamiento abismal Esta cosmovisin asume la realidad social
dividida por una lnea radical en dos universos, uno de los cuales niega al otro
lado, lo excluye y desconoce en cuanto no existente, carente de forma relevante o
comprensible de ser (De Sousa, 2010:11-13). El reconocimiento y la confrontacin
del pensamiento abismal ser una precondicin para localizar de un modo
efectivo las muchas formas de exclusin no abismal que han dividido el mundo
moderno a este lado de la lnea (De Sousa, 2010:32-33).
En este sentido, la pretensin de homogeneidad del tiempo no puede seguirse
tomando, a costa de negar o subestimar el pensamiento de otras culturas o
civilizaciones. Esta intencionalidad de develar el tiempo euro centrista o del
hemisferio norte es el inicio de superacin del llamado pensamiento abisal, cuando
el tiempo se entiende diversamente desde diversas provincias planetarias y que
otra parte del tiempo del otro lado de la lnea merece ser no solo vivida sino
contada. Pensar desde este tipo de realidades no occidentales en sentido
estricto, vistas desde una Amrica excluida, pluritnica y pluricultural conlleva a
pensar que el problema es conocernos en relacin al resto de la humanidad de la
cual formamos parte.
La crtica requiere singularizarse en la apropiacin del tiempo como producto
social, tambin desde el sur, desde Latinoamrica, que se desarrolle en paralelo,
se articule o se confronte con las jerarquizaciones hegemnicas euro centristas
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que imponen su protagonismo desde la lectura de los eventos alineados en
secuencias progresivas.
7. Conclusin
Los tiempos heterogneos emergen hoy como constructo problematizante, es
decir, como un producto humano resultado de necesidades e intereses, partiendo
de las funciones sociales, culturales y confrontan una tradicin cultural dominante
que pretende sumisiones desde la imposicin de una experiencia de tiempo
homogneo. En estas circunstancias se requiere asumir desde la prxis una
temporalidad como produccin singular, heterognea, la cual se puede ejemplificar
en la produccin musical, a modo ilustrativo de la reafirmacin de las historias
particulares. No se trata solo de un tiempo subjetivo pues es producido
socialmente y es objeto de intercambio.
Frente a la pretensin hegemnica desde una cronologa oficial, secuencial, hay
otras tradiciones que pueden replantearse y articularse para conferir sentido a las
relaciones sociales particulares, aunque la perspectiva no sea del agrado de
ciertas historiografas, afectas por un lado a la visin lineal de eventos
supuestamente universales a partir de la declaracin de principios neoliberales, o
a partir de la declaracin de principios dialcticos ideales o materialistas como
motor de una nica historia universal. Esta ruptura de linealidad del tiempo
homogneo, por una temporalidad heterognea, con momentos kairolgicos, es
posible tambin fincada desde las prcticas y la intervencin de los ciudadanos en
la cotidianidad en tanto que virtualidad, anticipacin, realidad que se produce,
como una condicin para el pensar, para el explorar posibilidades que retan a la
apropiacin y a la impugnacin permanente de lo que se ofrece como real
homogneo.
Esta crtica a la homogeneidad del tiempo secular toma distancia de una apologa
al tiempo sagrado para cada persona o grupo, o al tiempo mtico de los orgenes,
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al Tiempo Magno, efecto de las tendencias conservadoras de las sociedades
primitivas (Eliade, 2001:5-12), sino de reafirmar al hombre histrico, que se hace a
s mismo y que construye socialmente su temporalidad en el seno de la historia.
Se trata, en ltima instancia, de autoreconocimiento en tiempos de un margen de
imprevisibilidad, de desequilibrios y de desencuentros, donde adems de sistemas
homogneos impuestos sobre secuencialidad del tiempo ocurre la produccin
social de temporalidades, en la heterogeneidad de relaciones sociales
diferenciadas.
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