El Sonidero Aeroletras Número 4

EL SONIDERO LITERARIOAGOSTO 2015VOLUMEN 4

02T

A E R O L E T R A S V O L 4

E D I T O R I A L

Habrn pasado los aos pero el tiempo no ha podido hacer que la msica abandone todo lo que hacemos; ya sea de fondo en el transporte pblico, mientras damos el paso del gigante, cuando vemos que tiene la mirada, en los claros de luna, en las cantinas y en los tragos de amargo licor, en la infancia y nuestro sueo de ser estre-llas de rock and roll, o presidente de la nacin. Dira Celso Pia: Salido del barrio, ensayo, cuento y poesa, El sonidero literario parte de la idea de hacer evidente el lazo que mantienen la msica y la literatura para desarrollarse en la sociedad.Aeroletras tiene como misin crear un tiempo de vals para sentir cmo la literatura se relaciona con distintos temas y as mismo dialoga con el arte de la ilustracin. Tras una seleccin de textos y la labor de ilustrar hecha por distintos artistas, ah viene la revista y le gusta bailar, cantar, escribir y leer; traemos a ustedes el cuarto nmero y esperamos que lo disfruten tanto como noso-tros.

AtentamenteGrupo Editorial de Aeroletras.


03

Andrea Domnguez Monserrat Acua

Esa Frausto

Nancy MehFresvinda Villa

Mariana EscotoMartn Aguilar

Eduardo SaucedoJos Hctor Nez Hernndez

Armando F. Villavicencio

Grupo Editorial

Comit Dictaminador

Correccin de estilo

Andrea Dominguez SaucedoEsa Frausto

Hctor GarcaLuca RbagoMariana UribeAndrea DomnguezRogelio Tllez PrezCarla Mara DurnMonserrat Acua

Ilustracin

Monserrat Acua Diseo

04V


Editorial...............................................................................................................02Directorio...........................................................................................................03La msica de las palabras destruy mi jardnLuis Eduardo Garca........................................................................................06Dos textos de Janis Jacobo..........................................................................08Remix 80s, 90s y msRafael Volta........................................................................................................10Cantar de mi madreErnesto Adahr Zepeda..................................................................................12El ojo Pablo Echeverra..............................................................................................13Entrevista: Jos Aquiles, el trovador santiaguero.................................17HoundogIvan Medina Castro.........................................................................................19Dos textos de Nubia Abish..........................................................................25Msica ligeraDavid Miralles...................................................................................................28BebelecheMiguel Bejarano...............................................................................................33Entrevista: Poetas en MP3, Romina Cazn..............................................37El poeta enamorado escucha "the velvet underground and Nico" Jos Luis Justes Amador................................................................................40Mientras an recuerde mi nombreDiego Espritu...................................................................................................43Dos poemas de Sal Ordoez.....................................................................56Ora Pro NobisJos Manuel Miranda Medina.......................................................................51Agradecimientos................................................................................................54Semblanzas..........................................................................................................55

NDICE DE ILUSTRADORES

Nancy Meh....................................................................................................................PortadaFresvinda GarcaLa msica de las palabras destruy mi jardn..............................................................07Armando F. Villavicencio Sin ttulo I.....................................................................................................................16 Sin ttulo II.....................................................................................................................39 Sin ttulo III....................................................................................................................57 Frank Vincent Zappa.........................................................................ContraportadaJos Hctor Nez Hernndez Remix 80s, 90s y ms...............................................................................................10 As se vive cuando llevas un enjambre de moscas.........................................27Eduardo Saucedo Houndog I.....................................................................................................................21 Houndog II...................................................................................................................23 Msica ligera................................................................................................................31 Mientras an recuerde mi nombre.......................................................................45Mariana Escoto El bandonen..............................................................................................................36Martn Aguilar Sally bowles canta mein herr rumbo a la cmara de gas I.............................47 Sally bowles canta mein herr rumbo a la cmara de gas II.............................46 Janis Joplin.......................................................................................................................48


05A

06U


LA MSICA DE LAS PALABRAS

DESTRUY MI JARDNLuis Eduardo Garca

Cuando tengamos un hijo lo llamaremos aluminio.Una mitocondria ser su mascota y mover la cola.T y yo nos amaremos, pero al amor le diremos aureogaster(Oh, este aureogaster tan grande).

Nuestra hermosa cizalla nuclear. Comeremos helado y reconstruiremosel jardn. No, el caribreconstruiremos con gnomosy violetas.Los cuatro cerebrosfelices para siempre.Los cuatro rodillosfelices para Prusia.


07B

Ilustr

acin

por

Fres

vinda

Villa

08T


Corazn de oro

Neil Young confirma que mis actos:vandlicos,melanclicos,suicidas,sexuales,territoriales,ancestralesde baja conciencia,de suma tenacidad,impregnados a penas de templanza,envueltos de desasosiego,impaciencia,puntualidad,siempre al asecho como el gato,ycausantes de las composiciones ms tediosasa las dos de la maana,vestida en pijama,con el mosco de siempre zumbndome tu nombre en el odoque se plasma en el airey que ni a manotazosse desprende,son, ms que nada:because i'm still in love with youon this harvest moon.

DO

S P

OE

MA

Sd

e J

an

is J

ac

ob

o


09B

Bemol frentico

Miro la Nascar con Chopin de fondo y no puedo ms que sorprendermeel auto primero, el amarillo negro, en un acto de furia verdaderallena de polvo vergonzante el lento motor del del rojo - azul que viene a retaguardiasonro y bebo de contenta,Chopin acaba de elevar el tono a s mayor Qu alegra!Qu contento!amarillo negro se acaba de voltear,el estruendo hace que me pierda un par de notas,nada importante, ha llegado el momento lentocon movimientos amorosos tras las teclascasi puedo verlo acariciarlas mientras el fuego violento se desatagente corre en auxilio, la msica tambin se agravael tintineo en falsetes menores, rapidez continua,la gente corre y yo me quedoQu belleza!Qu delicia!bebo la cerveza y se derraman gotas sueltas en mi ropala emocin me deja boquiabierta,pocos admiramos el clamor tras la desgracia.

10S


Hombres GHombres de negroX-Menlos chicos no lloranun canalla como yono quiere cambiarlos chicos no lloranslo quieren soartienen que pelearbesos de ginebraah cmo hemos cambiado!qu lejos ha quedado aquella amistadno hago otra cosa que pensar en tiella existi slo en un sueoun poema que el poeta nunca escribitriste cancin de amores difcil de creercreo que nunca lo podr saberslo as yo te ver, mi Chapoa travs de una persiana americanauna comedia irreversibletodo es abandonadocarretera de la vueltaun pez me gritanunca lo escuchodesaparecer es lo que me aconsejate quiero, te quierono hago otra cosa que pensar en titemblando con los ojos cerradosquedar imantadocomo los bosques imantan el silencio.

REMIX 80'S,Rafael

Ilustracin:


11D

Quin me gua hacia el abismo?el amor despus del amor

el teatro despus de la fuganadie puede decirme quin soy

quiero encontrar una amigapara el fin del mundo

compartir ensaladas de corrupcin turbulentos arcoiris mexicanos

rayando el soldesesperacin

es ms fcil escapar del altiplanoque llegar a tu corazn

me duele tanto estar assi tus intenciones son puras

al igual que las masaqu estoy

temblando con los ojos cerradosde los Hombres G

de los chicos que no llorany quieren soar

la refundacin del pas.Mi Lupita

Virgencitano me dejes jams

el lobo hombre en Parsha dejado sin noticiero a Denise

por ti seryo no soy marinero

soy capitnbamba, bamba

por ti ser por ti ser

tengo un mes con el mismo pantaln y qu

qu importa la crisissi la luna es de queso y es gratis el sol.

90S Y MSVolta

Jos Hector Nez Hernndez

12R


CANTAR DE MI MADREErnesto Adar Zepeda

Madre dice que la noche es oscurapero que no hay fuego que no cubra nuestras caras,madre dice que las piedras ruedan por la caadapero que no hay fin del mundoy todo sigue su andar hasta volver a donde estaba,madre dice que le da miedo el eco de los coyotesporque no puede detener el viento con las manos,pero que las puertas de la casa las levant el abuelo,y que l haba enterrado las agujascon las que se molde el llanto de sus hijospara que ninguna sombra les robara su sueo. Cuando es noche y los coyotes se esconden para cantarentre las ramas del monte,madre se sienta frente al hogar y cantacomo le ense la abuela, hasta que nace el da.


13E

EL OJO PERSEGUIDORPablo Echeverra

La noche sucede tras los golpes en la habitacin contigua. En habi-taciones espantosas, llenas de un moho negruzco con tintes marro-nes irreconocibles, casi indefinibles para el ojo humano; del mismo modo el hotel gime irrefrenables alaridos infernales y la magia ptica de Borellus estalla frente al espacio unidimensional que nos separa de los infinitos reflejos.

Revientan los gritos tras el declive degenerado de Pedro. Su esposa llora y le suplica que no lo haga de nuevo, que ella no ir a ningn lado si se lo pide de buena manera. Al parecer el hombre no entien-de y, tras una cortina de insultos, golpea su estmago causndole severos daos en el interior. El llanto de Luca se asfixia poco a poco mientras los puos se impactan en su estmago, grita por ayuda pero nadie en este edificio est dispuesto a vrselas con el animal de su esposo. Enciendo la radio lentamente, esperando que nadie se percate de mi presencia aqu, y Parker resuena en efeme como la novedad de las ausentes dcadas.

La novedad crece en solitario. Nadie entiende al ser infinito y su juego ntimo de seduccin alterna con el viento.

Esttico en las lneas irreversibles del sonido corto mis venas y la sangre corre hacia el sur incorrecto, caigo en el vrtice hipntico de Parker y llamo a Elena mientras la sangre escala por mis dedos. Le explico que los gritos son el producto de una amarga noche cerca de los vecinos, que cuando venga har que todos se callen; me rehye y piensa que estoy enfermo, que el quejido ronco, baboso y chirriante dentro de la habitacin, es obra ma; le extiendo un since-ro abrazo y me dispongo a salir de casa.

14Q


Tomo las llaves de la mesa de noche y salgo de la pequea madri-guera, escucho a Pedro gritar alaridos disonantes y tomo el tiempo de la paliza: tres minutos y medio, el round ms sangriento al que he asistido en mi vida.

La mezcla catica de los aos cuarenta se revienta con el golpe que Pedro le impacta a la pared. Me dispongo a ayudar a la mujer tras la puerta nmero uno, pero no cuento con las fuerzas suficientes para detener a la bestia de su marido, entonces, bajo las escaleras una por una mientras se reproduce bajo mis pies el chirrido avejen-tado de la madera.

Recorro de nuevo, como es costumbre, la calleja inanimada de la capital; la sinfona ilgica del cemento se dispara conjuntamente con mis ganas de vomitar y la cabeza comienza a dolerme un poco. De repente me encuentro sentado frente a l, lo escucho a travs de un beat indetenible, como si punzara en mi cerebro las notas vorgi-nes del tiempo. Escucho a Parker sonrer innecesariamente en el acto de mi funeral e incesante tomo, a tragos largos, esas penas que slo yo invento retorciendo mi cuerpo plido entre las astillas. Lo miro, miro sus manos, su boca, su manera infinita de tocar las notas que el tiempo ha desatado. Le explico detenidamente que l no est tocando esto maana, ni hoy, ni ayer, ni nunca; que l solo es la reproduccin indeterminada de las notas en el aire, la varia-cin indescifrable del tiempo a travs del tiempo, la ltima instancia en donde todos los mundos se conjugan por s solos y, en el sentido indefinido del futuro, slo el clido roce de sus dedos con aquel ins-trumento se escuchar en el desierto.

Termino de fingir que le explico esto a alguien y recuerdo que nadie se ha sentado a mi lado.

Observo en cmara lenta, esttica, panormica y estacionaria a las cuerdas vibrar detrs de su espalda mientras el ignoto sonido del espacio se cuela por sus venas una vez ms. El hombre entra en el ltimo trance y cae de cara al piso; tras un estruendo confuso se parte la ciudad en dos, la historia en pedazos bioluminiscentes que caen a travs del cielo; las armas secretas se guardan bajo la barra y la muerte, a pasos largos, se escabulle entre la multitud.Despus del asesinato acaecido en la Reina y Calama me dispongo a volver a casa para hablar con Elena. Pierdo poco a poco su aroma de mi ropa y slo espero conteste de nuevo el telfono.

Llego directo a la esquina de la casa y la ambulancia trae consigo de nuevo aires de muerte. En el suelo los restos irreparables de Luca se apilan junto a las bolsas negras de basura que olvid sacar anoche. Subo a la habitacin, Pedro grita que lo suelten, que ha sido un accidente, que ella ha resbalado y se ha cado sola. La poli-ca lo inmoviliza y se lo lleva directo a la patrulla. Pedro babea y entreabre los ojos como buscando despertar de este sueo eterno.

Me meto en mi cuarto y la radio anuncia que Parker ha muerto. La noticia conmociona a la ciudad en un estertor jadeante que me recuerda al de mam, pero yo slo escucho la voz de Elena, sus ge-midos mudos de ayuda, esos gemidos estticos del viento pidiendo ayuda a travs de mis manos tiesas y escabrosas.


15F

Ilustracin por Armando F. Villavicencio

16Y



17G

Jos Aquiles es un msico cubano reconocido internacionalmente y originario de Santiago de Cuba, como buen trovador expone poesa y meloda en cada una de sus canciones. Es un enamorado y defensor de su natal Santiago, nos podemos dar cuenta en la mayora de sus composiciones. Adems es ganador del XXVIII Premio Nsside a la msica (2012) por el tema Guajira del sol.

E: En qu ao te iniciaste en la msica y cmo fue?Comenc a tocar la guitarra en el ao 1972, justo cuando se fundaba el Movi-miento de la Nueva Trova Cubana, escuchaba con mucha atencin la radio y la televisin y ese fenmeno me pareci siempre diferente por su poesa y la forma de armonizar. Hacia finales de ese mismo ao escrib mis primeras canciones. La inclusin al Movimiento, o el derecho a pertenecer a l, se realizaba median-te audiciones, es as que en 1974 ingres a lo que en esos momentos, para m, era una utopa. E: Cmo entiendes la relacin entre Msica y Poesa? Qu importancia tiene la letra a la hora de componer una cancin?Para un trovador la msica y la poesa es indisoluble, pudiera hablarse extensa-mente tanto de una cosa como la otra, pero cada trovador tiene en su mirada el cuidado exquisito de cada accin. Hay que tener en cuenta que cada cual siempre tratar de hacer lo que considere ms coherente para su entorno, el trovador puede ser uno de los cronistas con la visin ms aguda de la regin donde se desenvuelve su obra, en tanto compromete esa mirada hacia diversos puntos estticos de su verso y acompaamiento. Para un trovador es vital el tema poesa-msica, en ello est la esencia de todo, no me visualizo prestndo-le mas atencin a una cosa que a la otra, las dos van de la mano por su impor-tancia y responsabilidad.E; Cmo entiendes el papel del trovador ante la sociedad?Repito, el trovador debe ser un ente comprometido ante la sociedad y en su

ENTREVISTA A JOS AQUILES

18Y


bsqueda debe quedar claro el papel que ocupa la cancin en el tiempo que se vive y para la posteridad, en mi modesta opinin y experiencia, debe ser la memoria cantada de los pueblos. E: Qu cambios en la trova has visto a lo largo de tu trayectoria?Los cambios han llegado por la necesidad, en primer lugar, de corresponderse al momento en que vive cada cual y cmo deja llenarse de influencias, ritmos, esquemas y fusiones; de cmo el trovador ajusta su cancin a su realidad (la sociedad, la economa, las guerras en el mundo, la desigualdad, el amor, el desamor, la calle, el barrio y la gente) y entre otros siempre sern temas trata-dos o a tratar en la cancin. En segundo lugar, desde mi visin, la trova cubana forma parte de un largo proceso donde cada etapa se llena de hermosas pgi-nas que hoy enriquecen el panorama, no slo de la msica cubana, sino del mundo entero.E: Un evento histrico como la revolucin cubana modific o influy la msica de tu pas?S, la revolucin cubana marc, sin duda, una etapa en la vida de muchos. La cancin trovadoresca no estuvo al margen de ese cambio y se evidencia en todo el recorrido de ese tiempo, cada cual desde su ptica dej clara su manera de pensar a travs de su poesa y meloda. Qu herramientas has utilizado para difundir tu trabajo fuera de Cuba?Hoy en da existe esta herramienta llamada Internet que lleg para salvarnos de muchos olvidos, la produccin independiente tambin es otra forma donde el trovador intenta soslayar el golpe de la grandes disqueras a la cuales, muchas veces, la inmensa mayora no tiene acceso porque los productores no encuen-tran en esa msica cmo sacarle grandes dividendos econmicos, es una vieja batalla.E: Por ltimo, crees que los acuerdos recientemente firmados por Cuba y Esta-dos Unidos sean favorables para la isla?S, habr que esperar a que se desarrollen algunas cuestiones, sobre todo en lo econmico, pero siempre pensar que si hay algn crecimiento, el pueblo entero debe enterarse de ello y entonces pensar que vali la pena.


19H

Say it loud, Im black and Im proud.James BrownA Otis Spann

Hey baby Im here to tell you about yourselfYou ain't nothin but a hound dog, scratchin all the time

Escucha, Jenny, estos nios blancos interpretan nuestra msica y todo est bien, pero cuando un nigger lo intenta nos mandan al carajo. Little Howlin no ces de girar la perilla del radio hasta conseguir sintoni-zar la estacin.

You aint nothin but a hound dog baby, scratchin all the timeYou aint caught no rabbits you aint no friend of mine

l se notaba enfurecido tras su propio comentario, pues cea con firme-za el volante pero Jenny no prestaba atencin; ella estaba preocupada por pilotear a travs de la Interstate Highway 20 al lado de un negro. El solo hecho de ver las millas faltantes para dejar Louisiana la afect: sus ojos hinchados brillaron. Deseaba con intensidad derramar su tristeza pero se contuvo. No saba cmo actuar: si regresar a Baton Rouge con su madre, quedarse en cualquier condado de Mississippi e iniciar una nueva vida o seguir con la aventura hasta Illinois.

Well, You said you was high classFound out that was just a lie

Al no obtener respuesta, Little Howlin continu hablando. No tengo rencor contra Presley, crecimos juntos en Tupelo antes de mu-darme con la abuela; y de igual manera amamos el blues, pero a pesar de ser tan bueno como l, Sun Records se neg a grabar mis piezas. De inmediato Little Howlin' deform su rostro e imit la voz de Sam Phillips fundador de Sun Records Lo siento L.H., lo admito, tus rolas en el piano son excelentes, pero grabarte sera una inversin arrojada a la basura. T bien sabes que nunca te tocarn en las estaciones del Deep South.Odio esta segregacin, Jenny, pero las cosas en Chicago sern diferen-tes. Ya el sello Chess ofreci grabarme y organizar unos gigs tan pronto llegue.

HOUND DOGIvn Medina Castro

20N


Yeah you said you was high class babyThat was just a lie

El calor era insoportable, algo inusual, 115 grados Fahrenheit, segn observ Little Howlin en el termmetro colgado en una de las bombas de la gasolinera donde haban cargado combustible. Jenny, todava en silencio, sin dejar de sostener su bolso filtrado por el copioso sudor de sus manos y del cuerpo entero, segua intranquila; pues cruzar Low Lands hacia el Midwest ocultando un amoro de semejantes caracters-ticas, en lugares con gente fisgona, no sera nada sencillo.

Well, you aint killed no rabbits you aint no friend of mineHey you aint nothin but a hound dog scratchin all the time

La falta de respuestas de Jenny incomod a Little Howlin quien prefiri ignorarla, subi todo el volumen del receptor y aceler hasta el fondo. Durante el resto de la cancin, l sac la cabeza por la ventana para refrescarse y poder aullar con soltura, a coro con la meloda, como era su costumbre.

You aint nothin but a hound dog baby, scratchin all the time Well, you aint never caught no rabbits you aint no friend of mine

Finalmente, ya de madrugada, la pareja cruz sin contratiempo los lmi-tes divisorios de Alabama y, al internarse en el poblado de Selma, Little Howlin con gran emocin decidi parar a unas cuadras de la New Hope Baptist Church e ir a recordar cuando siendo un nio acompaa-ba a su abuela al servicio. El aire se detuvo tambin, se hizo an ms turbio y pesado, candente.Vamos, Jenny, no nos demoraremos. Te mostrar dnde aprend a tocar. l se ufanaba mientras sus dedos chorreantes de exudacin acariciaban la mejilla de ella, como si estuviera manoseando las teclas de marfil de un piano. Jenny, fuera de apartar la vista del parabrisas, sin parpadear siquiera, rompi el mutismo. No se distinguen los rostros, esas mscaras de albor inmaculado lo impiden, menos sus intenciones, pero no se ven confiables. Mueve el vehculo de este sitio, largumonos de aqu, L.H., ese sealamiento dice claramente que este espacio est reservado para blancos. Basta, Jenny, a ningn withe trash me voy a doblegar, sentenci indig-nado Little Howlin. Espera dentro del auto, ahora regreso.


21BIlustracin por Eduardo Saucedo

22M


l no tuvo tiempo de hablar, cuando menos lo pens de un batazo qued inconsciente. Rpido le ataron las manos a la espalda, le pusieron una cuerda al cuello y as fue arrastrado hasta el interior del cementerio, a la altura de la cruz flameante, cuyo resplandor blanquecino a lo lejos ha hecho a ms de un hereje confundirla con apariciones de espectros bur-lones. Una vez frente al smbolo puritano, con la punta de una escopeta, la barbilla de Little Howlin era alzada para dejar ver su semblante de esclavo, ahora golpeado por la luz del plenilunio.A Jenny, amordazada, la subieron en la parte trasera de una camioneta. Ella no opuso resistencia, era intil defenderse. Durante el recorrido per-maneci muda y con lgrimas silenciosas.Colored de mierda, lo nico blanco que se te ha permitido palpar en tu vida es el algodn. Tras terminarse la sentencia, una hoja metlica, tan filosa que cort la noche, cay sbitamente sin hallar oposicin sobre la lpida. Una vez que se le amputaron las manos, la sangre brot sin dete-nerse formando un caudal. Ansiaba morir pero los hombres-bestia no queran que eso pasara; de hecho, en cuanto me vieron desfallecer a toda prisa metieron mis muo-nes dentro de un costal con sal, al hacerlo lanc un alarido cuyas ondas se escucharon a pesar de mi afona. Pero no era as. Aguc la vista y era Jenny la emisora de los jadeos a medio grito; no mi eco de lamentos, ni la jaura de hound dogs que se oa aullar a lo lejos. Luego de darme cuenta de ello, trat de aullar tambin; hubo despus mucho movimiento a nues-tro alrededor, los encapuchados insistan en irse de all, pero el ltimo de ellos que penetraba a Jenny con la rigidez de un semental bufante no quera dejar de metrsela. Dos de sus compaeros lo jalaron con fuerza, como expulsndolo de una batalla y, cuando esto sucedi, eyacul un cogulo de impuro blancor-rojizo sobre el dorso marcado por decenas de pulgares que, eficaces, esquivaron las pecas. En seguida se percibi una marcha pesada; en repliegue, con la misma imprevisibilidad con la que los embozados haban llegado. Pas algn tiempo y cada uno de noso-tros continu en su esquina sumiso y empinado, sin nada que decirnos; yo desde mi fortuna escurriendo un espeso hilo de baba amarga sobre la tumba de un Buffalo Soldier y ella hizo lo mismo arriba de la cripta de algn confederado.

La ocasin se present antes de lo esperado y presto, el mamfero, avanz como lo hace la sombra y con su hocico espumeante se hizo de las exanges manos, antes de alejarse de los desvalidos orin un arreglo floral asentado sobre una tumba. Ya distante, al encontrar un espacio donde deglutir su alimento, aull triunfante. Jenny no pudo aguantar tanta calamidad y solloz. Yo, al percibir el aullido, me puse a llorar, cerr los ojos y record a mi abuela cuando haba armado revuelo nacional al rehusarse a ceder el asiento a un blanco en el transporte pblico. Despus de ese memorable hecho, siempre, en la sobremesa nos deca con determinacin: Recuerden, ms vale morir de pie que vivir de rodillas. Mis lgrimas se hicieron ms intensas y saladas al saberme sin ella, hincado y carente de manos.Jenny, por su parte, se antepuso a su lamento al atender el de l, pues verlo as le destroz el alma. Sin percibir en qu instante, ella pos su dcil mano con ternura en mi cabeza como lo haca la abuela, luego, me tom del antebrazo y sin titubeos dijo: Vamos, L.H., requieres atencin mdica. Comenzamos a caminar sin pensar, siguiendo el sendero alumbrado por los rayos de luna, concentrados en coordinar los pasos. Durante el trayecto espo-rdicamente se oan los ladridos de los hound dogs, hasta que llegamos a un punto donde gobern un silencio aterrador, era como si los animales del panta

El cargado olor a sangre, sudor y semen; pringoso, grasiento y cido, estimul el hambre de un perro que por all pernoctaba. Haban pasado ya dos semanas sin que probara por lo menos alguna carroa. Sus ojos centelleantes; de fuego que recorran el pedazo de carne saboreando cada pulgada, se perciban dentro de las circundantes aguas lodosas del camposanto. El perro famlico, tan esqueltico que con dificultad se sostena sobre las extremi-dades traseras, atento esper el mo-mento preciso para hacerse de un suculento bocado, aunque su tripa impaciente al imaginar la digestin del banquete, emita un sonido delator pa-recido al croar de un sapo toro.

Ilustracin por Eduardo Saucedo


23X

no: codornices, liblulas, mapaches, ranas y cocodrilos, todos juntos, estuvieran penando nuestra desgracia, quise aullar pero no pude hacer-lo, me falt el aire. Durante el trayecto Jenny sbitamente quebr la calma: -Cuando te cercenaron las manos soltaste un berrido desgarrador; sin embargo, entre el jbilo de los encubiertos pareci un simple cuchicheo. No quise responder a su comentario, permanec callado pero ella volvi a intervenir: -H., viste lo que me hicieron? Continu mi andar sin responder, pero la pregunta me inquiet; el tono de su voz delataba cierta excitacin. No pude evitar imaginarlo y recre en mi mente lo sucedido. -Ven aqu basura blanca, ahora te toca tu escarmiento -enunci el ms alto de ellos-. Entretanto, varios hombres desataban sus hebillas y se ba-jaban los pantalones de mezclilla,y el que pareca tener la verga ms tiesa, antes de tomar la iniciativa y montarse encima de Jenny, vea las nalgas como hipnotizado. -Este culo nos pertenece, puta coge darkies -afirm el hombre mientras regresaba del letargo-. Por lo menos la cubrieron doce hombres-bestia, pero cada uno dur caderendola por pocos minutos, excepto el ltimo.Llegamos por la maana a la entrada del puente Edmund Pettus, al cruzar el ro e ir hacia el downtown las calles estaban vacas. No me extra, de seguro en ese momento mis hermanos se estaran desplazando por la U.S. highway 80 rumbo a Montgomery al mitin convocado por el reveren-do King. Deambulamos por el pueblo hasta llegar al St. James Infirmary. Ya frente al edificio, Jenny me solt del antebrazo y me dej all; mientras yo me acercaba al acceso ella se alejaba. No quise detenerla, intu con afliccin que haba aprendido la leccin. A pocos pasos de entrar al hos-pital, vir y prefer dirigirme a la iglesia bautista; al llegar, entr y todo era apacible; record mi infancia. vida, mi vista observa el piano de bajo del plpito, igual a aqul donde aprend mis primeros acordes y mecnica-mente me dirijo a l. Sentado, aporre las teclas con mis muones lacera-dos y an sangrantes y, acompaado de la disonancia producida, inter-pret cnticos espirituales que resonaron dentro de la casa de Dios como autnticos aullidos de hound dogs.

24L



25J

DOS TEXTOSde Nubia Abish

I. El mar se hasti de ti y de mrecogi su agua y se fue lejos(Slo nos queda un bocado de arena entre los incisivos)

26K


II.As se vive cuando llevas un enjambre de moscas en el cuerpo;la vida apenas te alcanza para medio vivirla, no es que quieras parecer el ms inane de los sereses que la plaga te parte en dos

Te aterra ver de cerca los filamentos de sus patitas locomotoras paladeando una a una tus esquinas de salen la sienen las palmasen el pulso hasta las rodillasdebajo de las uassobre el epitelioen la lengua de los zapatos

Dos metros cuadrados de piel parecen poco

Ovoviviparidad de las venas ciegasdel amor transfiguradotransentes que son reuma

Hasto torcico

Insondables alas-balancines armonizando la marcha del insecto

que camina boca abajo por el vidrio de los ojos

Ese es tu sino; dejar correr el tiempo de tu reloj pulse-raser la pupa de tu malsentirte imprpada

Y creer de pronto que tienes alas, un par de antenas y tres de patas.

Cada vez que pienso en ti un nio baja por la escalera de mi esfago llorando

Te llam una vez para decirte que estoy aqu y que te extraoTe llam dos veces para que sepas que soy necia Te llame tres, seis, nueve veces y la sangre se me hizo espuma

No contestes porque te ahogas

Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista;

as una pequea locura, al que es estimado

como sabio y honorable. (Eclesiasts 10:1)

que camina boca abajo por el vidrio de los ojos

Ese es tu sino; dejar correr el tiempo de tu reloj pulse-raser la pupa de tu malsentirte imprpada

Y creer de pronto que tienes alas, un par de antenas y tres de patas.

Cada vez que pienso en ti un nio baja por la escalera de mi esfago llorando

Te llam una vez para decirte que estoy aqu y que te extraoTe llam dos veces para que sepas que soy necia Te llame tres, seis, nueve veces y la sangre se me hizo espuma

No contestes porque te ahogas


27LIlustracin porJos Hector Nez Hernndez

28J


DE MSICA LIGERADavid Miralles

Hay algo dolorosamente obsceno en la posibilidad de ver lo que el tiempo le hizo a Mariska Veres, a Mick Jagger a Juan Gabriel. Y una obscura satisfaccin al ver a un Federico Moura todava bello en su ltimo concierto, en saber que Gustavo Cerati desapareci todava en plena gloria; que el Tiempo no tuvo tiempo de operar sus horrendas metamorfosis en ellos. Pero hay algo todava ms indefinible en la apro-ximacin, va YouTube, a los conos musicales del pasado, la idea de que a veces es preferible que ciertas cosas mueran a tiempo o dicho de otro modo, que las cosas deben dejarse en aquella intangible dimensin en la que efectivamente fueron o, al menos, tratar de com-prenderlas en ese contexto. Cuando me entero de que la gente agot las entradas para ver y escuchar un concierto de los nuevos Guns and Roses, es decir, para asistir a las payasadas de unos viejos que en otra vida fueron Rock Stars, no puedo sino entender que el patetismo es tambin una esttica. Y no se trata evidentemente de un privilegio por lo juvenil, se trata ms bien de entender que acaso en la juventud la estupidez puede incluso ser bella o mejor an que en un joven es dif-cil saber si algo es estpido o genial o ambas cosas a la vez, pero la repeticin, la entonacin, la invocacin ms all de aquella zona sagra-da deviene basura, pura y genuina retrica. El auto plagio en que con-siste buena parte de la industria a la que se dedican las estrellas de un firmamento antediluviano, apela, tal vez, a varias motivaciones, pero con toda seguridad a la ms asquerosa de todas: la cochina nostalgia. Vale decir aquel errneo sentimiento que nos impulsa a idealizar el pasado. Cualquiera que lo piense desapasionadamente podr con-cluir que lo ms probable es que el pasado no haya sido mejor que el presente. La nica posibilidad de que objetivamente lo contrario sea cierto es que en la actualidad afrontemos una catstrofe.

Navegu como un cisneMe hund como una roca

Pero mi sentido del ridculoQued atrs hace tiempo

Leonard CohenLibro del Anhelo


29M

Una catstrofe diferente a las muchas del pasado. Sin embargo, me con-cedern que es irrisorio ver a tantos viejecillos premunidos de flamantes guitarras (y una tecnologa que en su momento no exista) intentar vana-mente recrear su adolescente imagen desde la decadencia. A m, al menos, me ocurre lo mismo que a Enrique Santos Discepolo en el tango Esta noche me emborracho. But, don't get me wrong -como dijo Obama- ya enunci que no se trata de una preferencia por lo joven en cuanto tal, sino de aquella alocada deidad que toca a los de espritu joven obligndoles a realizar estupideces que a veces son geniales. Y todos sabemos que a algunos individuos tal deidad les acompaa hasta la tumba. Es raro, pero es como si la viveza del espritu creativo preservara algo de la belleza juvenil en tales individuos. Quin ve como viejos a m-sicos como Carlos Santana, Charlie Garca, Leonard Cohen, B.B. King, Chuck Berry, Erick Clapton, etc.? Creativos mucho ms all de la treinte-na. Por otra parte, nadie puede negar que esa ventana al pasado que puede llegar a ser YouTube provoca otro extrao fenmeno: la consta-tacin de que la banda sonora de nuestra infancia y juventud no fueron ms que chorradas y, que, an despus de esta penosa constatacin, todava nos gustan. Por qu nos gustan? Tal vez porque el pasado esta edificado sobre puras y genuinas chorradas o tal vez, y me inclino por esta hiptesis, porque en el espacio de la inocencia no existe la dicotoma chorrada/importante. Todo es importante cuando todava no hemos entra-do de lleno en el orden represivo que en definitiva es una cultura. Toda-va har falta que aparezca algn Franco o algn Stalin, algn Hitler o Pinochet que nos aplique la mano dura y nos seale el camino recto. Des-pus de tal ablandamiento podremos distinguir lo genuino de lo falso, lo malo de lo bueno, la hinchazn de la gordura. En fin, aquellas rolas nos gustaban por la misma razn que creamos que una dieta perfecta tena que ser a base de M & M. He de decir que mi camino ha transcurrido en la compaa de varios Stalins y no pocos Hitlers. De hecho, pas una corta poca de mi vida escuchando clandestinamente a Quilapayn e Inti Illimani, prohibidos por la Dictadura Militar chilena, creo que ms por espritu de contradiccin que por genuino gusto. A Vctor Jara lo escuchaba de tanto en tanto. Su msica doliente todava activa en m un jodido trauma, por una parte, porque no puedo dejar de asociarla con algunos amigos mayores

30I


que cantaban en la Pea de La Universidad Tcnica antes del Golpe y que luego desaparecieron. Por otra, por su propia muerte, mejor dicho, su asesinato. As se aprende que el canto puede ser pagado con la tortura y con el homicidio. Algunos brbaros no saben expresar de otra manera su disgusto con la msica que odian. Asimismo, mis Stalins criticaban mi fascinacin con bandas como Grand Funk y Led Zeppelin. No hablaban en ruso ni eran capaces de habrselas con el cirlico, pero ello no les impeda descalifi-car mi amor por el rock en un vibrante dialecto mapochino: -Cmo chu-chas pueden gustarte esas huevadas imperialistas!- me espetaban. No entendiendo el ruso ni menos an el ingls, su mundo estaba limitado a un gusto disque proletario el cual, sin embargo, excluida escrupulosa-mente lo que ms le gustaba al pueblo: la cumbia y la ranchera. Expresio-nes forneas que calaron hondo en la chusma bullanguera que ellos crean representar. Afortunadamente comet todos los pecados consignados en las listas y mandamientos de aquellas desaforadas iglesias. No de otra manera se libra uno de las famosas identidades que los diversos grupos de una cultura intentan insuflarte en el occipucio. Y nada peor que las identidades musicales. Peores an que las filia-ciones partidarias o las adherencias confesionales. Casi tan mortales como las mafias futboleras o las pandillas nacionalistas. Por ello, nada tan efectivo para diagnosticar tempranamente la oligofrenia como saber que ests frente a un fantico. Pero si te ocurre estar frente a un fantico de algn tipo de msica, el mejor consejo ser siempre uno solo: huir. Nada expresa tan bien el carcter morn de algunos individuos como sus fana-tismo por un slo tipo de msica. El grado extremo de esta falta de inte-lecto se expresa en aquellos que elaboran su identidad en relacin a los cnones de tales tendencias musicales. Tu vida puede tornarse misera-ble si tienes la mala suerte de que te enredes con un fantico musical del tipo idiot-savant. Su erudicin monotemtica cayendo sobre ti como una densa caca verdosa es un tipo de muerte muy poco agradable, creme. Huye mientras te sea posible. Posiblemente la nica cura para esta expo-sicin txica sea alternar sesiones de Erick Satie con otras de la Arrolla-dora Banda El Limn. Media hora de Satie y cinco minutos de la Arrollado-ra suelen dar buenos resultados. Lo cierto es que la buena msica no sabe de fronteras. El talento acontece a pesar del gnero, la latitud y a


31N

El tiempo y el espacio no limitan la belleza sonora surgida de una mente crea-dora. As es que hay joyas doquiera uno sea capaz de abrir las orejas y sacarse los corsets mentales. Lo cual se dice rpido, pero vaya que se tarda en su reali-zacin. Algunos opinan que ello se debe a que la oreja debe ser educada y eso, como es lgico, es tardado. Aunque siempre hay que tener presente que una oreja educada no es lo mismo que una oreja domesticada. Una oreja do-mesticada es, por ejemplo, aquella que discrimina entre msica culta y msica vulgar. Otorgando una pretendida superioridad a la primera. El hecho es que la llamada msica vulgar puede ser endemoniadamente compleja y la msica culta, a veces, muy simple. Con esto ocurre lo que con cualquier otro bien cul-tural, si lo usa o lo aplaude una lite social se legitima; se canoniza y se reviste de cualidades externas que posiblemente nada tienen que ver con la msica en s. Pero esta no es la nica oreja domesticada, tambin lo es la oreja chovi-nista que slo es capaz de or los sones de su tierra a los que juzga superiores a cualquier otros slo por el hecho de haber surgido en el terreno incestuoso de su nacionalismo. Estas orejas pueden ser educadas, es cierto, sin embargo, el gran inconveniente es que a diferencia de la domesticacin, la educacin de-manda un bien harto escaso: la inteligencia.

Ilust

raci

n p

or E

duar

do S

auce

do

32H


Y cuando escribo inteligencia corro el riesgo de ser poco claro. Sobre todo porque a esta palabra ya la han magreado demasiado. Primero y ante todo, la inteligencia se dice en singular, pero ocurre que es una facultad plural. Y segundo, lo que se deja entender por dicha palabra es lo que una forma de cultura ha establecido y privilegiado como tal. Y como los saben los viejos msicos cubanos a propsito del son, se puede aprender a ejecutar una pieza perfectamente, pero si no se tiene el sabor no estars haciendo nada. Si no tiene sabor, no tiene nada, caballero! En la msica se necesita algo ms que aquella habilidad car-tesiana que nuestra cultura ha determinado como la inteligencia, se nece-sita el sabor o, como tambin lo saben el cantaor y el bailaor de flamen-co, se necesita el duende. Y semejantes cosas ya no hay cmo demo-nios explicarlas porque se escapan de todo formato elaborado por nues-tra ciencia caraplida. Sin embargo, tal es la inteligencia fundamental para adentrarse en los territorios genuinos de la msica. Esto implicara que la verdadera educacin de la oreja es un proceso que comienza con su apertura al exterior, para terminar abrindose al interior. Tal vez la oreja inmadura sea sorda a los compases y sonoridades ajenos a sus estadio de desarrollo y en ese proceso deba primero abrirse al mundo, pero tam-bin es importante y decisivo que aprenda a escuchar los demonios que toman posesin del sujeto. Estos saberes no proceden de la msica docta o culta que se tiene por ms alta, sino de manifestaciones populares de este arte: msica ligera. Sidney Harrison hablando del valor de la msica ligera dice que ste se puede resumir en la siguiente frase: dame tiempo y veremos qu sobrevive. Si ese es el criterio podemos comprobar, asomndonos nue-vamente a YouTube, que una enorme cantidad est atravesando las d-cadas y hasta los siglos. Y puede comprobarse tambin otro fenmeno muy extrao. Hay jvenes que vuelven sobre la vieja msica popular y la descubren con la emocin de una epifana retro, lo cual, siendo ridculo, es tambin hermoso.

Santiago de Quertaro, 10/08/2015


33O

BEBELECHEMiguel Bejarano

Si Cortzar volviera a nacer, seguramente sera un msico de bar, pero no de un bar petulante; lo concibo en todo caso como talonero de cantina, como sa-xofonista de un grupo norteo, algo as como el de Los Huracanes del Norte, o ms bien como don Reyes de los taca-taca de la Zona roja. Ya lo imagino con su acento desenfadado cobrando la cancin de a dos por cien o una por setenta mientras las putas de las dos de la tarde se ofrecen en bailes anacr-nicos a los parroquianos. Encantara a los escuchas con una pulcra ejecucin de La Pilarea, y hara llegar a los llantos a los borrachos de las once de la noche con un Ni Parientes Somos. Si Cortzar volviera a nacer, Montparnasse sera para l un burdel del callejn A en el barrio de la Carranza, que nada tuviera que ver con un viejo Pars de conflictos existenciales y vodkas de ralea dudosa. Luisito, el dueo de la fonda de las madrugadas, en su enamoramien-to irremediable, y bajo la insistente mueca de una esperanza casi nula, vera en Julio al hombre de su vida; le dejara pasar la cuenta de tres tacos y una horchata, le vendera cervezas fuera de horarios legales y aun as, volvera a morir de cirrosis sin conseguir que hombre alguno se fijara en sus encantos de mandril modoso. Julio Cortzar fuera una denominacin personal, conocida apenas en un permetro de 300 metros a la redonda, pero un juego de nombre y apellido entraable para los msicos del corro (un ejecutante sin parangn en las esfe-ras filarmnicas del sindicato). Melmano irreductible, se inventara una bebe-leche de boleros rancheros y polcas de tres por cuatro que pudieran ir de corrido o a intervalos de saltos pequeos a extensos, donde para atrs, ni para agarrar vuelo. En la mesa del rincn regara cromticamente, y a peticin del enamorado en turno, los compases de una meloda cmplice del cantinero y el pantaln entallado de la Yuli, quien insistira por su cancin intermitente-mente Julio, tcate otra vez la del 911. Una serenata, en el ltimo eslabn de la borrachera del ltimo desdichado de la noche, lo llevara a conocer a Aurora, su amor recurrente en los lunes de resaca; mientras el ltimo desdi-chado, reducido a olvido y vuelto a borracho, seguira pidiendo que le tocaran Tragos de Amargo Licor con la consigna de cervezas para los msicos menos para Julio. Acudira religiosamente a las funciones de box en el barrio de Pueblo Viejo, apostara lo de la noche anterior al Cachambito, aunque ste siguiera siendo tan mal pgil como buen cubetero, fumara sin piedad el resto de la funcin atento a cada round, a cada uppercut, a cada jab, pensara en las diferentes formas de ganar una pelea, volvera a optar por el nocaut como

35G


buen cubetero, fumara sin piedad el resto de la funcin atento a cada round, a cada uppercut, a cada jab, pensara en las diferentes formas de ganar una pelea, volvera a optar por el nocaut como su favorita, volvera a dejar para otro plano el triunfo por puntaje; y con la mala racha en las apuestas, volvera a su msica, volvera a su saxofn y a sus cantinas. En su espaol mexi-norteo no sufrira desgagamientos de soledad, sino desgarramientos con doble R (las erres no volveran a ser egues); una Ch sera su acento natural, los pibes seran muCHaCHos, los bifes una maCHaca con verduras y la rue du Saint Honor una fila comercial con puestos de fayuca, donde los Chopitas (no crotos ni clochards) ron-daran probando suerte para acabalar un trago; la doble L o la Y, las pro-nunciara sin argentinismo, un Yo no sera ms un Sho, el Llanto lo pronun-ciara con la tristeza que implica una pronunciacin apegada al alfabeto y no con un ismo suave de una Sh, como Shanto; para beber, no tendra ms que pedir una caguama al Mayo sin tener que calentar algn tipo de hierba en un porongo. Ningn golpe de Estado lo hara huir a ningn lado, se vivira en un constante olvido, donde un crimen se justificara con futbol o historias de banqueta. Jugara al cubilete en las tardes sin clientela, be-bera pausadamente su Tecate e intercambiara opiniones musicales con el cantinero ste defendera a capa y a espada el Movimiento Altera-do, Cortzar en una apologa sincrtica (no fatdica), abogara por los clsicos y su relacin ambivalente con las nuevas tendencias No me chingues, Mayo, no s cmo puedes creer en esas pendejadas de corri-dos. Entiendo que es msica nortea, pero hay niveles, cabrn. No me vas a venir a decir que el Komander est al nivel de Lalo Mora. Perde-ra en amores con Aurora, pero la sustituira con una de las tantas damas que lo rodearan (para corajes de Luisito), tendra an esa chispa. Se ira a vivir con una mujer de nombre raro y aquel desdichado de las serenatas infructuosas le invitara una cerveza, insistindole que tocaran Mujeres Divinas por tercera ocasin. La autopista del sur lo llevara sin contratiem-pos, y en Albatros, a la capital, donde lo atenderan regularmente de su gastritis tartamuda. Aprovechara el eterno palomazo con Los Aventure-ros del Norte y en la Plaza de los Cien Aos la demanda por serenatas les dejara ganancias sustanciosas como para costearse una dama de La Torre. Si Cortzar volviera a nacer, no se dara tiempo de leerse a Verne o a Poe, dormira hasta tarde. El jazz sera una presuncin de msicos ad-venedizos que le resultara una desgracia caer en esa trampa, as que escuchara afanoso y con una pasin nica y natural la discografa de Los Tigres del Norte.


35P

Hara el amor sin preguntarse por qu o para qu; eyaculara y encende-ra su cigarro sin divagar en dualidades o individualismos objetivos de un placer inalcanzable en las piernas de Luca, la de doscientos y el cuarto. La separacin con la del nombre raro le vendra de golpe, sin instruccio-nes para llorar, con una tristeza abordada desde su vieja casa en La Pagasa, encumbrada en clave de sol, digitando en el latn, un melancli-co No Hay Novedad. A la tristeza la lograra sobornar, siempre y cuando su boca se mantuviera ocupada del saxo, siempre y cuando Luca siguie-ra acudiendo a la cantina y siempre y cuando mantuviera la tarifa. Julio sera ciegamente triste o feliz, no habra ms all de nada, su vida sera cancin tocada, cancin pagada. No se revolcara en divagaciones ultrastas de una poca de sueos y constancias artsticas con sus arbi-trariedades subjetivas, no, l slo pensara esta boca es ma y por la misma vivo y muero. No habra ms. Las viejas lmparas pendulares, colgadas sobre la barra, podran emular ciertos cronopios que no existi-ran jams, as que seguiran siendo lmparas, aqu y all, lo mismo en el Teatro de los Campos Elseos que en una cantina de mala nota al final de la acera en la Zona de tolerancia. Volvera una y otra vez por la autopista del sur, recorrera cientos de ventanas en serenatas nocturnales de ena-morados inconscientes del respeto por un sueo plcido a las tres de la madrugada. Conocera, por inconsistencias temporales, a Carol, la joven del asiento de junto en el Albatros de las cinco, se enamorara de nuevo, dejando atrs las prdidas pasadas, arriesgando de nuevo una clave de sol que lo mismo le servira para una cumbia que para remover viejas o venideras heridas. Luisito le declarara su amor con una oferta de un futuro asegurado, Julio slo aceptara un descuento en la cuenta del menudo y una coca, entonces Luisito seguira entregado al alcohol y a sus soledades de pelucas en la trastienda. Nocturno a Rosario inundara el lugar, no se haran esperar los Aya-yay! Cortzar, con su sonrisa de nicotina, aguardara el intervalo de acor-den para jugarle una segunda, por la campanilla del saxo, brotara el feeling inigualable de Julio, sus cachetes se inflaran como queriendo explotar, no pensara en Charlie Parker, las notas fluiran propias de quien con una inocencia orgnica hace emitir sonidos congruentes a partir de cero. Para Julio la naturalidad de la msica le vendra de otras vidas pa-sadas que no pudieron situarse en los momentos correctos, de otras pa-siones vagas que se ocultaban en la niebla de otras pasiones exactas, para Julio o para m que estoy suponiendo si Cortzar volviera a nacer, seguramente sera su vida un saxofn.

36F


Carol guardara el secreto; una enfermedad crnica aquejara a Julio. Dira que antes que dejarlo disfrazarse de viejo le dara una paliza de joven. Ella morira primero. Cortzar conocera las instrucciones para llorar y lo hara con apego al manual, as que, luego de sonarse enrgicamente los mocos de un llanto medio u ordinario, volvera a cualquier cantina y tocara con los primeros taca-tacas que all estuvieran. Quiz entonces le importara poco lo de dos por cien y una por setenta. Quiz a la vuelta de cualquier esquina antes o despus de las cantinas, en cual-quier calle o callejn, en cualquier barrio y sin que la casualidad fuera una imposi-cin literaria o una sstole divina, se encontrara a una absurda y fantasmal Luca de lo que fuera y el cuarto. Y quiz eso tampoco le importara ya, la muerte de Carol lo transportara a otras muertes, a otros abismos nocturnales. Y al enredarse entre una muerte y otra, al rumiar oscuridades de pozos sin fondo, no sabra si la muerte de Carol era tambin la suya. Tomara la autopista del sur una y otra vez en el Albatros de la cinco, buscando en las desoladas hileras de asientos una buena razn para no volver o algn manual para bajar escaleras de autobs.

Ilustracin por Mariana Escoto


37 Q

POETAS EN MP3Entrevista a Romina Cazn

E: Qu es el proyecto Poetas en MP3?Poetas en MP3 empez para ver cmo me poda desenvolver en este medio digital, ya sea a travs del video o del audio. Otro detonante fue la radio, tener programas radiales con la poesa. Tengo una seleccin de poetas que conside-ro que tienen un nivel bastante elevado, aunque sean poetas poco conocidos. Trat de sealar o apuntar a esos autores que tienen una voz potica maravillo-sa, de bastante contenido y un gran campo semntico. Realmente poetas en MP3 es una seleccin de ciento dos poetas, un proyecto ambicioso y arriesga-do. Realmente me met a hacer esto cuando comenc a hacer poesa sonora con mi propio material, yo lea un autor, me gustaba un texto y lo pona en la pgina de inicio, obvio dependa del contenido y del autor que iba a estar en la revista. Por ejemplo, Ismael V. Jurez, era un poema suyo el que sonorizaba. Result algo muy interesante y lo hice sin ningn tipo de formacin terica, ha sido como un experimento.Todo lo que salga del poema tradicional me maravilla, entonces me gusta hacer poesa sonora y jugar con todos los elementos que tienen los multimedia, por ejemplo, hice un collage de voces argentinas para hacer poesa experi-mental sonora o hacer leer a Joan Sebastian poesa de Jorge Luis Borges, eso es un trabajo adems de experimental, casi artesanal, escuchar las entrevistas y recortar para que leyera a Borges.E: Qu potica se desprende de esta relacin msica-literatura?Yo no creo que est inventando nada, lo que estoy haciendo es transformar el hecho de leer poesa, el trabajo de la lectura me parece muy aburrido, ese abu-rrimiento con respecto al orden de la lectura, el escenario, las sillas, la gente sentada, presentadores, lo tpico, estoy aburridsima de encontrarme con todo aquello. Esto hace que nos mantengamos en una vieja escuela, donde no se incorporan otros elementos, en donde no se juega, no hay un arriesgue. He ras-treado y no hay otra persona que est haciendo todo esto, un proyecto donde se conjunte la literatura con otras artes. No s si estoy creando cosas, pero s estoy transformando, estoy transformando el orden de la lectura, porque no slo juego con las voces de los poetas vivos, sino tambin con las de los que ya murieron, Jorge Luis Borges, Jaime Sabines, Juan Helman, Olga Orozco... Hay poetas que ya no estn o no tengo al alcance, pero ah los pongo, por ejemplo, hay un texto donde aparece Borges todo el tiempo coreando,

quera mostrar algo distinto, que la gente pudiera escuchar la poesa, porque estamos cansados de leer (por lo menos yo). Hay muchos poetas que ya no estn o no tengo al alcance, pero ah los pongo, por ejemplo, hay un texto donde aparece Borges todo el tiempo coreando, quera mostrar algo distinto, que la gente pudiera escuchar la poesa, porque estamos cansados de leer.Esto tiene lo de complementar las voces, la msica, collage, cosas que sacan al odo de lo tradicional. Cmo se complementan estas cosas? Yo creo que tiene que ver con mi formacin. Yo soy poeta netamente, pero para m, la poesa escrita, en este momento y desde mi punto de vista, est un poco gasta-da. El hecho de que yo me ponga a escribir es obsoleto. Quera que mi poesa tuviera otros elementos que ya no dijera mi escritura tpica. Desde el 2010 me desvi a la poesa visual, porque creo que la poesa visual y la poesa sonora se estn apoyando en el mismo lugar en este momento, que son los medios electrnicos y el internet. La poesa la visual y la sonora son formas que se alejan de los soportes tpicos, quiero mostrar la versatilidad de los elementos. E:. Cmo es el proceso de trabajo? Yo hago todo, desde los arreglos. Les pido a los poetas que graben un poema de su autora en cualquier dispositivo y que me lo manden. Una vez que lo tengo, lo que yo hago es eliminar el ruido de la grabacin para trabajar con lo ms importante: la voz del autor. Ya con la voz lista, empiezo a pensar en la msica que lo acompaar qu es lo que quiero? Busco en YouTube, en la red, los audios de las lecturas para ver qu encajar mejor con lo que busco (elementos collage, van a escuchar gritos, llantos, todo lo que pueda haber en un poema), algunas cosas s son de la web y hay otras que son muy mas, y lo trabajo hasta que lo considero terminado. Tengo miedo de cambiar la interpre-tacin del poeta; todo poema tiene musicalidad y yo trato de darle la misma mu-sicalidad que el poeta pens, yo slo estoy reinterpretando la realidad del poema.E:. Cules son los criterios de seleccin de los poemas y la msica?Es un proyecto por invitacin, el proyecto no me incluye. Estn confirmados ciento dos poetas, nueve ya han sido trabajados, es por invitacin debido a que no podra atender a todos los poetas interesados en participar, porque tengo otros proyectos, personales y laborales que no me gustara abandonar.Yo creo que el tiempo va a decir la cantidad de errores y aciertos que salgan de este proyecto, no s si me quedar haciendo toda la vida esto, son ciento dos poetas, yo creo que con doscientos poetas estara hecha y cerrara mi pro-yecto para seguir con otras cosas.

38E



39 RIlustracin por Armando F. Villavicencio

40D


EL POETA, ENAMORADO, ESCU-CHA THE VELVET UNDER-

GROUND AND NICOJos Luis Justes Amador

y la seguridad que tenamos en el blanco.Hablabas y mientras yo escuchabay me interesaba pero tambin querahacerte rer, que olvidaras,al menos por un instante,lo que fue tu mundolo que pudo haber sido.Hablabas mientras yo intentabadetener el tiempo, encontrarese instante perfecto como dos aceites que todava no se mezclan,como el fro exacto de una copa de blanco alemn.Hablabas y era hora de volver a salvar al mundo o a salvarnos en l,hora de canciones que nada dicen y todo.Hablabas y hablabasy entonces te pregunt qu queras.La cuenta, dijiste, y llegar a casa.Y luego, en voz ms baja,encontrarme a m porque ya estoy hartade esperar y esperar y nunca llegay si llega, se acaba.

TRACK 2: IM WAITING FOR THE MAN

La literatura deforma inevitablemente siempre, aunque sea pura enunciacin de los hechos () Ante la pgina por hacer siempre he vigilado menos el hilo de la idea que el trabajo de

las palabras. Quien por placer no lea, que no me lea (J. G. de B.)

.Hablabas de aquel que construamaquetas de su casa futura,tambin de ese otro que os mirabaa ti y a tu amiga, ex novia suya,con envidia cuando se abrazaban y besabancon una pasin que ningunahaba puesto en l. De unoque no quiso cenar aquella nochey del ruido de los platos estallando.(De ninguno, sabes?,hablas con la misma pasin con que lo hacesde las islas volcnicas).Hablabas tambin de cmo esperabas que fuera de la vida,de dnde te veas al tenerla edad exacta que tienes ahora.Hablabas de edades y de diferencias,de cmo todos y siempre se haban equivocadopor defecto o por exceso.Hablabas del cambio de la rupiay de la coincidencia de los rayos en la ropa,de la confusin del rojo y el azul


41S

Siempre aparecen en las noches esasen que nadie espera nada. Siempre acabas creyendo que esta ciudad es otra.

Siempre te repites que es un milagroy que los milagros no existen. Siempre deseas todas las noches y una ms.

Siempre te pasa lo mismo y el mundosoporta como puede tu sonrisa nueva.Siempre pasa y an no has aprendido-aunque dices que la sabes de memo-ria-la lnea ms triste de la cancin ms triste:shes going to break your heart in two.

TRACK 3: FEMME FATALE

Pues quien construye el texto elige el tono, el escenario, dispone perspectivas, inventa perso-najes, propone sus encuentros, les dicta los impulsos, pero la herida no, la herida nos prece-

de, no inventamos la herida, venimos a ella y la reconocemos.(Chantall Maillard).

42C


Eso somos. Slo eso.Las palabras que azoguenos decimos siempre.Eso somos. Un versoque otros escribieronpor, para y sin nosotros:

hijos equidistantesdel misterio y del espejo.Eso somos. Slo eso.

TRACK 9: ILL BE YOUR MIRROR


43T

MIENTRAS AN RECUERDE MI NOMBRE

Diego Espritu

Cargo un libro viejo con tu rostro por todas partes

no me conoces pero s que te carcomen las ganas de aventarte a los rieles

de salir vomitada por la tromba a la calle donde te miran sin ropa y no tienes nada a la mano con que taparte y quieres escapar por entre la hendiduras del mapapero mejor corres de una esquina a otra en una plaza abandonada a su suerte

hablo siendo nadieporque ni siquiera tengo nombre

lo mo no es lamentar el frenes de los autos sino que no puedo detenerme

soy el rostro perdido de todos ellos

se me ha hecho vicio vivir en una ciudad donde no hay nada ms verdadero que la prisa ni siquiera los cadveres

44B


que no tiene reparo en cerrarnos la puerta en las naricesno me detengo a ver mi mano mientras hablo: no puedo decir con delicadeza lo que me ha golpeado en la frente espero algn ojo de todos los que me escrutan a diariopero nada en el asfalto se detiene en el pavimento lleno de calzones rosas manchados de sangrearrastro mi cuerpo borracho por Bucarellicomo las quijadas de tantos hombres y mujeres es difcil escuchar el rechinar de los huesos y no paralizartehe olvidado cuantas veces le he escrito a esta ciudad de noche donde el oeste de Baltimore parece estar a unos pasosdonde el cansancio posa lentamente su mano en la espalda de nios abandonados a expensas de quienes dicen les pertenecen miro fijamente que estira los brazos por las orillas en hileras de concreto que crecen inconmensurablesla miro por todas partes antes de que amanezca

una luz parpadea en sus cavidadesque se alzan por ambos flancos de Garibaldialcanzo a ver entre las piernas de las prostitutas la muerte

las jeringas an encajadas en el concretolos perros que merodean pacientes los palacios iluminados

y grullas de acero sobrevuelan lo que ellos nos han dicho es nuestro presentenunca ms escribir a la mitad de la calleentre indigentes de un solo brazoy hombres que se afilan el irisy nios en fuego haciendo malabares y mujeres sin piernas hurgando entre los botesarrastrar un piano entre la niebla que empuja las alcantarillas mientras veo tirarse de anaqueles a dementes nunca ms escribir a la mitad de la callemientras an recuerde mi nombre


45S

46

A


DOS POEMASde Sal Ordoez

sally bowles canta mein herr rumbo a la cmara de gas

pero qu te has hecho, chiquilla qu te hicisteya ves pelones un tigre y un corderose parecen son nada

como t pelona

eres una nada gris bajo tu falsa piel de rayas negras y de rayas blancas

qu habrs de dejar

nada no vas a llevarte nadaadnde te llevaron tus pasos

hombre a hombre y pulgada a pulgada miss kit kat club miss zyklon b

bye-bye mein lieber herr

intil decir msintil e imposible

Ilustracin por Martin AguilarA E R O L E T R A S V O L 4

07A

48Q


janis joplin lleva flores a la tumba de bessie smith

(wasp)janis joplin lleva floresa la tumba debessie smithnegra que cantaba comonegramuri desangradarumbo a un hospital para negros porque no la admitieronen un hospital para blancos

janis joplinblanca que canta comonegramorir de sobredosisno betn de vainillani casa en los suburbios con marido

quin asesina


49WIlustracin por Martin Aguilar

50C


Kyrie Eleison. Un leve viento entra en la finca. Primero de mayo. Abres los ojos y te das cuenta que es tardsimo, hora de ir a misa; las campanadas de esa torre inconclusa lo confirman. S es Fiesta de San Jos Obrero vaya casuali-dad. Y te acomodas tu cabello rebelde en esa peineta antigua, te enfundas en ese cors y esas naguas rosa mexicano que hacen resaltar an ms tu figura.Casadera te decan y hoy, tiempo despus de esas nupcias, conservas no slo el cuerpo, sino la elegancia, la educacin que es para pocas; los modos y ma-neras de muchas menos. Huele a tierra mojada, sa que tu piel tanto transpira. Piel evocadora de efluvios en tu seor marido y esas bototas de chotis tan bien bailado, acompaan las notas de un viejo rgano barroco cuando empieza el Agnus Dei, tollis peccata mundi; y ese negro velo que de luto general se vuelve alegre al dar felicidad a tu esposo, a tu finca, a tu tierra.Pater de Caelis Deus. Llega as la tarde y nada mejor que unos ladrillos para acompaar un t de tila, pretexto en actualizar noticias de bandidos quemando guayabales huertos o las hazaas mil, por ese tan conocido hombre cojo. Don Pedro no deja sus labores, te ha dejado por la maana su amor en un dulce beso que recorre como clido torrente tus sienes. Regina Angelorum. Dos de mayo, San Atanasio. El beso se repite, pero tus celosas sienes se quedan ganosas, es tu frente quien se lleva el premio, ese beso sabor a novios. Otras campanadas y esa torre que cada vez se ve menos mocha. Lo que no disminuye es tu rencor con esos norteos, se llevan todo, as de literal. Y tu quejido en la noche rompe el silencio y se acompaa multitudina-riamente ya en las esquinas, en los patios coloniales de arcos verdes y corredo-res de pisos azulejados.15 de agosto. Fiesta matronal y t, querida Gicha, te pones tus mejores galas, ese paseo por el jardn del brazo de tu esposo no puede hacerse espe-rar, son acrrimos defensores de la tierra; esa tierra que quieres no sea slo tuya sino para todas las gentes.

ORA PRO NOBISJos Manuel Miranda Medina


51B

Y entonas alegre la Litaniae Lauretanae y es ah desde el Pueblito hasta Triana cuando se escucha a una voz el Ora Pro Nobis y el Regina in caelum asumpta.Miserere Nobis. Y la plvora, los matlachines y las campanas echadas a vuelo, queso de tuna y colonche; es el 22 de octubre, da tan anhelado por las jornadas de feria. Y reluce toda la villa, huele a limpio, se perfuma de los ramos y arcos de flores para recibir al hombre cojo. Ruegas solemnemente que elija la casa equivocada, que Don Pedro por una sola vez en su vida cierre su bocota; pero Dios no cumple antojos y te ves resig-nada a darle hospedaje.Domus Aurea. -En el fondo ya lo sabas; eres una dama de sociedad, y ahora tu cojo comensal lo comprobar. Sendos platos y jugosas viandas vienen y van; gusta un vinito humilde propones. Cojeando lo acepta y en sobremesa recibes halagos por tus virtuosas manos y nos es para menos; preparar comida para el seor Presidente y sus tres mil acompaantes, es para morirse; creme, mi querida Gicha.Speculum Iustitiae. A los hombres se les enamora por el estmago, bueno eso dicen; fue cierto ya que, querida Gicha, el hombre cojo no dej de fre-cuentarlos, a ti y a Don Pedro. Tanto as que recibas a su lado tres dcadas de esa centuria dieciochesca. Que hasta esas aguas parecen detenerse como tus latidos cuando escu-chas que Don Pedro se acerca y llega a su casa, llega a ti. Mater boni consilii. Vienen las lluvias fuertes en pleno 16 de septiembre, un fuerte rumor parece cobrar cierto aire de certeza, ese hombre cojo vendr de visita. Generalsimo le llaman, pero si es horrible, confiesas para tus adentros; al menos eso cuentan las mujeres que regresan de un viaje largo y pesado por la capital. E increblemente antes de que termines, mi Gicha, tu dilogo interno, Don Pedro, que ha entrado en la alcoba sin que lo sientas, lo confirma. Para las fiestas de octubre, as que como seora respetable te encargars de todo.

52T


Iauna Caeli. Lo que quedaba del mes patrio se va volando y pasa as como las cuentas de un rosario, muchas misas y vienen ms y ms prepara-ciones de papel picado y guirnaldas por colgar, arreglos y mesas, una cena que preparar. Stella Matutina. Y se llega de nuevo mayo, el mes patrio tambin, ves pasar volando los festejos pero a ti te levanta ese acostumbrado aire, en medio de tanta soledad. Don Pedro anda como siempre por el norte sofocando revueltas. Llegas de misa y piensas en dormir la siesta pero te sorprendes del hombre cojo; que est ah en tu recmara. Intentas escapar pero es intil, tanto o ms que la costumbre aeja de esos bandidos que se llevan siempre lo mejor.Turris Eburnea. Sorpresivamente ese generalsimo no quiere, no toma, cojeando ruega un desliz; ms que un robado beso, uno de tantos, lo recuerdas? Pero no de Don Pedro sino de Antonio el Cojo. Astuta como Magdalena, fiesta tan cercana; inhalas el olor a tierra mojada y sientes des-abrochar el cors, tu faldn tambin y sientes caer sobre ti esa pata coja, como cay en el lamo, en Texas tantos aos atrs.Foederis Arca. Se escuchan los caballos; un tecito de tila Antonio mur-muras. Violentamente la puerta se abre; Don Pedro y sus miles de cosas en la mente. Las mil y una menos que esperaba. Te levantas, mi Gicha, lo abrazas, lo cubres de verdaderas caricias y besos clidos como tu tierra. El cojo ha cojeado una vez ms. Qu es una tarde con un cojo tras los adobes? Si en tu corazn la alegra no cabe como no cabe el taer de esas campanas en la pequea y asunta villa. Corre el chisme! le dices; pierdes compostura, t, dama sociedad, de buenas y virtuosas maneras.Despus desde la capital cojeando por ltima vez un 30 de noviembre de 1836, la culpa de un simple beso tras los adobes le roe la piel. Para esta villa: independencia, libertad voz que resuena fuerte, mucho ms que el Auxiliorum Christianorum. Aguascalientes es libre! Y dentro en el templo slo atinan a contestar Exaudinus, Domine.


53

AGRADECIMIENTOS

ste es el cuarto nmero de Aeroletras y nos sentimos muy feli-ces por seguir abriendo espacio a la publicacin literaria. Que-remos agradecer a todos los que a lo largo de estos nueve meses han formado parte del proyecto; editores, dictaminado-res, ilustradores, escritores y lectores. Tambin reconocemos y agradecemos el apoyo y la confianza que se le brinda al pro-yecto.

Y como dira el fallecido msico y gran artista: Gracias totales!

54

Janis Jacobo, 28 aos, nacida el 10 de junio de 1987, Queretana, egresada de la Facultad de Dere-cho de la Universidad Autnoma de Quertaro. Con publicacin de cuentos en el Semanario Tri-buna en el suplemento cultural Panptico; en la seccin de na-rrativa en la revista digital El Humo, y en la seccin de poesa de la misma.

Semblanza: Todos los das me levanto con la pregunta: vivo la ficcin al mximo? Estudio el cuarto semestre en el diplomado en creacin literaria de la Sogem. Los fines de semana trabajo en una cantina queretana. He publi-cado poesa, cuento y dramatur-gia en las revistas Prosvet, la edi-torial Mam Dolores Cartonera y la revista del Colegio de Mxico gora. Organizo cada semestre las lecturas de Poesa Precoz. twitter: @rafaelvolta

Economista. XVI Premio Nacional de poesa Tintanueva 2014, con el poemario Reminiscencias. Mencin honorifica en el 3er cer-tamen de poesa Francisco Javier Estrada 2011, de la Casa del poeta Gonzalo Martr (Cd. Neza). Primer lugar del III certamen Bus-cando la Muerte, del Centro Cul-tural Mexiquense Bicentenario, 2014. Actualmente es el Editor del proyecto Colectivo Entrpico. Ha publicado en las revistas Sa-lamandra, Molino de Letras (Tex-coco, EdoMx), Aeroletras (Que-rtaro, Q.),


LOS AUTORES

Luis Eduardo Garca naci en Guadalajara, en 1984. Es autor de los libros Dos estudios a partir de la descomposicin de Marcus Rothkowitz (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2012) e Instrucciones para destruir mantarrayas (Filo-decaballos, 2014). Mantiene el blog http://pajaroslanzallamas.-blogspot.mx/

LUIS

ED

UA

RD

O G

ARC

A

JAN

IS JA

CO

BO

RAFA

EL V

OLT

A

ADA

HR

ZEPE

DA

55

Nacida en Chihuahua, Chihuahua en 1988.

De Tlalpan, Mxico. Cuentista.

Ha publicado Los Malos Pasos (poesa), Paginadu-ra, 1990, volumen que recoge su produccin poti-ca durante la dictadura. Con anterioridad haba publicado las plaquette Zona Transitiva y, poste-riormente, Contrapunto. En narrativa ha publicado El chamullo y otros grandes relatos -formato elec-trnico-; Lord Banana y otros cuentos. Es coautor, junto al profesor scar Galindo de la Universidad Austral, de la antologa Poetas Actuales del Sur de Chile. Su produccin literaria ha sido recogida en las antologas Poesa universitaria de Yanko Gon-zlez e Ivn Carrasco y en El rbol de los libres: Poetas de la generacin NN de Chile, de Fabin Muoz, entre otras. Su trabajo ha sido estudiado en El paraso Vedado: Ensayos sobre poesa chilena del contragolpe de Sergio Mansilla Torres y que ha sido publicado nuevamente en Chile. Su publica-cin ms reciente es La vida despus de Neruda (poesa).


LOS AUTORES

Pablo Echeverra (Quito-Ecuador, 1995), Universidad Central del Ecuador (Carrera de Comunicacin Social). Ha colaborado en las revis-tas Resortera (Mxico) y DigoPala-bra (Venezuela). Es editor de la revista La Ruta Natural, espacio inclusivo dedicado a la expresin total. Revista dirigida a la erradica-cin del elitismo literario y artstico en Quito y Ecuador a travs de la publicacin de textos, ilustraciones y fotografa (sin censura, ni exclu-sin alguna).P

AB

LO E

CH

EVER

RA

NU

BIA

AB

ISH

IVN M

EDIN

A

DAVI

D M

IRA

LLES

56

Poeta y traductor.

Pasante de la carrera en Filosofa de la UNAM. Ha publicado en revistas como 'Cdigo', 'VICE' y 'Genera-cin'. Actualmente es colaborador del Peridico de Poesa de la UNAM en la mesa de reseas y de la pgina de divulgacin filosfica 'Filosofa pa llevar'. Ha asistido a talleres de narrativa y poesa. Es miembro del colectivo BIOS Ex ma-china. Taller de Fabricacin de lo humano y no humano. Tiene un blog donde publica lo que escribe http://-diegoespiritu.wordpress.com/

Integrante del Colectivo Letra i Msica, Colaborador de la re-vista cultural Abrapalabra, su narrativa aparece en la antolo-ga Naufragio del Nigromante de Aquelarre Editoras, en el tercer nmero de Aeroletras, y, recientemente, particip en el disco De Cierto Te Lo Digo, homenaje al vate caborquense Abigael Bohrquez, la poesa vuelta cancin


LOS AUTORESToluca, Mxico, 1981. Licenciado en Cien-cias de la Comunicacin por el Tec de Mon-terrey y actualmente cursa la Maestra en Humanidades: tica, en la Universidad Au-tnoma del Estado de Mxico. Ha publicado los poemarios Relacin de viaje, en el volu-men colectivo Egogonas (2001), Museo vivo (2009), Jeffrey (obra negra) (2011, Premio Nacional de Poesa Joven Elas Nan-dino 2011), Variaciones sobre un tema con algo de Lope para Coral Herrera (2011), Entre heces y orina (2013), petite maman (2015) y Libro de memoria (2015). Textos suyos han aparecido en antologas, publica-ciones peridicas y medios electrnicos. Tambin ha incursionado en las artes visua-les.

SAL

OR

DO

EZ

JOS

LUIS

JUST

ES

DIEG

O E

SPR

ITU

SAL

OR

DO

EZ

57


58

Fres Saltamontes nace en Tacmbaro Michoacn y vive hasta los 14 aos en Michoacn, despus junto con su familia cambian su residencia a Quer-taro, aos despus estudia en la Uni-versidad Autnoma de Quertaro, Artes Visuales y fotografa en la Activa de Fotografa. Su trabajo va desde la pintura, la cermica y la grfica. Ha tenido varias exposiciones colectivas en la ciudad de Quertaro, Guadalaja-ra, y Michoacn. En la actualidad es la Directora del Festival Girl Power que se lleva a cabo el mes de Octubre

Eduardo Saucedo Mendoza. Distrito Federal 41 aos. Desde los 5 aos demostr su gusto y sobre todo facilidad para las artes plsticas, mismas que con el tiempo fue perfeccionando: acuarela, leo, lpiz y tinta china son algunas de las tcnicas que ms le gusta utilizar. Actualmen-te es constante colaborador/ilus-trador de Aeroletras.

Martn Aguilar Estrada ( Acmbaro, Guanajuato, 1984) Tcnico protesista dental, egresado del centro de capa-citacin Morelos en Morelia Michoa-can. Iniciado en las artes plsticas en Casa de Cultura de Acmbaro, durante 10 aos. Integrante del Co-lectivo Malditos Artistas No Sirven Pa' Nada, con quien hemos culminado dos exposiciones plsticas : Las Sim-ples Cosas (obra hecha con carbon-cillos) y Acmbaro Pueblo Mgico (pintura acrlica sobre tela, y dibujos en tinta china). Participacin en el libro "Ecos del Nido" (Antologa de Cuento Breve) con obra plstica. Y actualmente sigo de Maldito produ-ciendo ms obra plstica.


LOS ILUSTRADORES

Estudi en la Facultad de Bellas Artes en la UAQ. Soy ex profesor de ah mismo. He participado en exposiciones colectivas. Una ex-posicin individual ma se prepa-r en 1997 en el Tec de Monte-rrey de Quertaro. Actualmente participo en el taller de marione-tas El obraje del centro de Artes de Quertaro CEART y con los escuincles de Aeroletras, adems de mi produccn perso-nal e independiente.

HC

TOR N

EZ

FRES

VIN

DA V

ILLA

EDU

AR

DO S

AU

CED

O

MA

RT

N A

GU

ILA

R

59

Brillante en todas sus facetas; msico, com-positor, filsofo, escri-tor, etc. Sencillamente era un genio. Algo irrepetible y nico !.

Acmbaro Guanajuato (1995). Estudia la Licenciatura en Estudios Literarios (lnea terminal en Escritura Creativa) en laUAQ. Adems del gusto por la Literatura se interesa en el dibujo como medio y herramienta para narrar. Forma parte del Equipo de la Revista Aeroletras como ilustradora. Su primera publicacin impresa fue una ilustracin como porta-da del libro Descartes y Pascal el tras-fondo espiritual de la Filosofa Moderna de Francisco ngeles Cern. Forma parte del colectivo MalditosArtistas, no sirven pa nada. Ha expuesto su obra en el Estado de Guanajuato junto a otros artistas. en 2013 gan el premio La flor ms bella del ejido en Acmbaro Gua-najuato.


LOS ILUSTRADORESDesde muy temprana edad me interes por las artes visuales. A los 17 aos comenc a estudiar la licenciatu-ra en Artes Visuales en la Facultad de Bellas Artes de la UAQ.. Decid titularme por va Tesis individual, lo cual tom 3 aos de mi vida, durante los cuales adems de ello me dediqu a colaborar en proyectos como el Zombie Walk junto a William Nezme, Paty Paniagua, Eduardo Martesca, Tania Quezada, entre otros; ayud con la elaboracin de 1 carro alegrico para la cabalga-ta en Quertaro, 1 mural y altar para fiestas de da de muertos en una plaza pblica de la ciudad, y particip como asistente para pintar 2 murales en el Festival de arte emergente Board Dripper. En el mbito acadmico, continu mi preparacin asistiendo a clases particulares impartidas por Tania Quezada y Gonzalo Garca, parale-lamente a ello, logr exponer colectiva e individualmente en Quertaro, Guanajuato e Hidalgo. Actualmente traba-jo en un proyecto de Murales para un museo que est por inaugurarse en la ciudad de Quertaro, a la par de ello desarrollo una serie pictrica para una exposicin individual que deber exponerse el prximo ao.

NA

NZY

MEH

ARM

AN

DO F

. VIL

LAVI

CEN

CIO

MA

RIA

NA E

SCO

TO

El Sonidero Aeroletras Número 4

Documents

Transcript of El Sonidero Aeroletras Número 4