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"El Sol y la Luna en el polo", un nuevo cuento… Por Carlos Heredero Proastronomía Habana Ya se puede decir que estamos acostumbrados (si es que se puede llamar así) a recibir, bastante a menudo, todo tipo de cosas en forma de correo electrónico. Cualquiera que tenga una cuenta de email sabe de lo que estamos hablando: chistecitos (verdes y de otros colores) junto a comentarios inteligentes o sarcásticos, presentaciones de Power Point, e incluso, en el peor de los casos, las famosas cartas cadena, sin hablar de los muy conocidos "envía este correo a tantas personas y se te cumplirá tal deseo"… Recientemente varias personas hemos recibido un ejemplo magnífico de esta modalidad, una imagen montada en una presentación que amablemente nos comunicaba: Una escena que usted, probablemente, nunca podrá ver personalmente. Tómese un momento para disfrutar el trabajo de Dios en el Polo Norte. Éste es un atardecer con la luna en su punto más cercano. También se puede ver al sol debajo

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"El Sol y la Luna en el polo", un nuevo cuento…

Por Carlos HerederoProastronomía Habana

Ya se puede decir que estamos acostumbrados (si es que se puede llamar así) a recibir, bastante a menudo, todo tipo de cosas en forma de correo electrónico. Cualquiera que tenga una cuenta de email sabe de lo que estamos hablando: chistecitos (verdes y de otros colores) junto a comentarios inteligentes o sarcásticos, presentaciones de Power Point, e incluso, en el peor de los casos, las famosas cartas cadena, sin hablar de los muy conocidos "envía este correo a tantas personas y se te cumplirá tal deseo"…

Recientemente varias personas hemos recibido un ejemplo magnífico de esta modalidad, una imagen montada en una presentación que amablemente nos comunicaba:

Una escena que usted, probablemente, nunca podrá ver personalmente. Tómese un momento para disfrutar el trabajo de Dios en el Polo Norte. Éste es un atardecer con la luna en su punto más cercano. También se puede ver al sol debajo de la luna. Una foto increíble y que no se puede duplicar fácilmente.

Bueno, ni que decir, una maravilla... de imagen.

Sin embargo, incluso al observarla desde la primera vez, algo extraño se notaba en ella. Algo raro me hacía pensar que no estaba del todo bien. Después de un rato de analizarla, varias cosas salieron a la luz en esta imagen supuestamente "verdadera":

1- La Luna está mucho más grande que el Sol. 2- La fase lunar no se ajusta a la posición del Sol, ni tampoco a la del observador,

supuestamente ubicado en el polo norte terrestre.3- Bueno, si estamos en el polo, ¿y los hielos, donde están?

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Dejemos la última pregunta con una respuesta moderna: el efecto invernadero derritió los hielos del polo norte.

Pero las anteriores preguntas, no son tan fáciles de notar para el lego. Veamos:

Es de sobra conocido que la Luna se mueve siempre por una franja de cielo muy cercana a la eclíptica, es decir, cerca del zodiaco. A pesar de que se aleja algunos grados, la reina de la noche no se aleja mucho del ecuador celeste. Por tanto, si usted la observara desde el polo, cualquiera de los dos que tiene nuestro planeta, no puede verla igual a como se ve desde nuestras latitudes.

Fig. 1: Esquema donde se pueden ver las órbitas de la Tierra y la Luna. También están señalados los polos terrestres, con el norte hacia la parte superior de la imagen.

En la latitud de Cuba, la Luna se puede observar de forma parecida a la imagen de la presentación, con los "cuernos" apuntando hacia "arriba". Es importante aclarar que la zona iluminada de la Luna siempre tiene los "cuernos" en dirección contraria al Sol, porque realmente se debe al efecto de la iluminación solar sobre la superficie esférica lunar.

Fig. 2: Situación de la Luna y el Sol en marzo del 2006, observados desde el polo norte terrestre. Se trató de reproducir la fase lunar mostrada en la imagen montada en la presentación, de forma tal que es visible perfectamente la distancia necesaria entre ambos astros como para que se note la fase. Aquí la distancia angular entre ambos es de unos 20 grados, necesaria no solo para lograr ver desde la Tierra un pequeño sector iluminado en la superficie lunar, sino también para que la Luna no sea opacada por la luminosidad solar difusa en nuestra atmósfera.

Ahora bien, si la observa desde el polo, es lógico esperar que ella (y también el Sol) se muevan casi paralelamente al horizonte. Precisamente de aquí surge el famoso "sol de medianoche", fenómeno producido al no ponerse el Sol nunca, sino que durante los aproximadamente seis meses de verano en cada polo, el Sol permanece siempre por encima del horizonte, acercándose y alejándose del mismo y trasladándose alrededor del

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observador una vez cada 24 horas. De esta forma, la Luna también sufre un recorrido similar, solo que un poco más exagerado en su altura respecto al horizonte, y moviéndose mucho más rápido. Así entonces, nunca la Luna podrá tener los "cuernos" hacia "arriba", como están dibujados en esta imagen.

No obstante, la Luna sí se pone, aunque puede pasar muco tiempo sobre o bajo el horizonte.

Fig. 3: En este gráfico es más notable la relación entre ambas órbitas y la posición del eje terrestre. Se nota claramente que cualquier observador ubicado en los polos verá siempre la Luna cercana al horizonte. Para un observador ubicado en el polo norte, bajo las condiciones representadas aquí, la Luna estaría por debajo del horizonte, es decir, sería invisible. Lo contrario ocurriría a una persona situada en el polo sur, donde tendría nuestro satélite relativamente alto sobre su horizonte.

De paso, la afirmación que hace el pie de imagen nos trae una duda a la mente. Según esta la Luna estaba en su "punto más cercano"… pero, ¿más cercano a qué?... ¿A la Tierra, al observador, al horizonte, al Sol, o tal vez… a Dios?

Otra cosa es que la fase, que tal y como aparece representada sería alrededor de dos o tres días después de la Luna Nueva, está demasiado avanzada para la distancia angular que separa a la Luna del Sol. Para esa fase representada, la Luna tendría que estar mucho más separada de nuestro astro rey. Si lo duda, observe la Luna durante un mes y verá que fácilmente entiende lo que le estoy diciendo.

Aunque el autor de esta "imagen" tuvo cuidado de dar a la Luna una fase bastante "ëstrecha", la evidente cercanía al Sol delata lo poco creíble del engaño.

Lo más burdo en la imagen presentada es la diferencia de tamaños entre ambos astros. Para cualquiera que sepa un "tin" de astronomía, es un conocimiento básico el hecho de que los tamaños aparentes de la Luna y el Sol son los mismos, razón fundamental para que se puedan producir los eclipses solares en la forma en que lo hacen. De ser la Luna tan grande como se muestra, no sólo taparía al Sol completamente durante la mayoría de los eclipses, sino que además no existirían los eclipses anulares, y además la ocultación del Sol por la Luna duraría mucho más tiempo de lo que realmente dura y habrían muchos más eclipses de los que tenemos habitualmente.

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Fig. 2: La diferencia de tamaño aparente entre ambos astros es mínima, y se acerca siempre a una magnitud de medio grado. Estas imágenes que le brindamos fueron generadas mediante el software "Redshift", una potente herramienta de simulación. Es visible claramente la similitud de los diámetros de ambos discos. En la parte inferior, lo que sería el horizonte para un observador ubicado en el polo norte terrestre. Debemos aclarar que en esta posición la Luna no es visible desde la superficie de la Tierra.

De esta forma, si alguien aún tiene duda de este lamentable intento de engañar a las personas, le invito entonces a observarlo por sí mismo. Contrario a lo que pensará, no necesita ir al polo para comprobarlo, pues usando algún programa informático que permita simular el cielo e introduciendo en él la ubicación geográfica del polo, puede ver por sí mismo lo que ocurriría en realidad.

Invitamos a todos los lectores a estudiar, aunque sea brevemente, los movimientos de la Luna, así como los eclipses solares. Estamos seguros que les resultará muy interesante y de paso le servirá para que la próxima vez que traten de timarlo de esta forma, pueda reírse del timador, en su propia cara…

Una vez más, el no creer a primera vista lo que nos dicen nos pudiera salvar de convertirnos en tontos. Y como dijo un buen colega mío al leer el texto con el que adornaron la imagen, indudablemente Dios hizo un buen trabajo con esa imagen, pero fue el Dios de la informática…