El sol

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~ 1 ~ El sol Es el corazón de nuestra carta. Cuando hablamos de nuestro signo solar estamos diciendo que el Sol está frente a una determinada constelación al momento de nuestro nacimiento o alumbramiento, expresión que hace referencia a recibir la luz del Sol o del Dios Apolo, Dios que lo representa en el lenguaje simbólico de los mitos. Es fundamental que conozcamos y comprendamos muy bien nuestro signo solar Dado que es el símbolo de una conquista que debemos a lograr. A continuación les refiero parte de un artículo de la terapeuta y astrólogo inglesa Liz Green. Apolo, el dador de luz De la misma manera que en el mundo antiguo se concebía al Sol como el que daba la luz, a Apolo se lo percibió como el Dios logra encender la luz interior

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El solEs el corazn de nuestra carta.Cuando hablamos de nuestro signo solar estamos diciendo que el Sol est frente a una determinada constelacin al momento de nuestro nacimiento o alumbramiento, expresin que hace referencia a recibir la luz del Sol o del Dios Apolo, Dios que lo representa en el lenguaje simblico de los mitos.Es fundamental que conozcamos y comprendamos muy bien nuestro signo solarDado que es el smbolo de una conquista que debemos a lograr.

A continuacin les refiero parte de un artculo de la terapeuta y astrlogo inglesa Liz Green.Apolo, el dador de luz

De la misma manera que en el mundo antiguo se conceba al Sol como el que daba la luz, a Apolo se lo percibi como el Dios logra encender la luz interior concete a ti mismo era la inscripcin en la entrada de su templo en Delfos, y esto realzaba la importancia que tena el Dios como smbolo de la conciencia. A ste no se lo entenda como el sol fsico que se ve en el cielo, l era el portador del sol, el que lo llevaba del este al oeste cada da en su carroza de oro y fuego.La forma humana de Apolo nos remite a un reflejo de algo que hay en la psiquis humana, el contenedor o portador de lo inefable.

Era extraordinario su rol de romper maldiciones familiares y asesino de la oscuridad. Y a l se encomendaban los atormentados por la culpa. En la mitologa, sus conflictos con el submundo ctnico de las deidades femeninas, tales como Pitn, la serpiente gigante y las terribles Erinyes o Furias, lo marcaron como el campen que vence a la fuerza del destino y a las compulsiones ancestrales.Finalmente las incluye y as logra que triunfemos en la bsqueda de nosotros mismos. Expresar nuestro sol significa hacer lugar en nuestra vida a los valores y necesidad del signo solar, involucrndonos enrgicamente en la esfera de la vida representada por su casa natal y honrando las necesidades de los planetas que lo aspectan.Cuando nos alejamos de las funciones simbolizadas por el mtico Apolo, lo que expresamos es pasividad, debilidad, insignificancia y falta de confianza. Y si recordamos el smbolo del sol como cosmocrator, la prdida de su luz es equivalente a perder el sentido del propio significado como individuo.

Apolo el cosmocrator o Dueo del MundoApolo es tambin el cosmocrator o Dueo del Mundo, centro alrededor del cual gira el sistema solar.Es as como a menudo el arte antiguo suele retratarlo como sosteniendo la rueda del zodaco, ya que este es el smbolo de la eclptica el camino aparente que recorre el Sol alrededor de la tierra- una forma en si imaginaria, que refleja un ciclo de desarrollo y que se percibe con el paso de las estaciones y en los multifacticos ciclos de nuestra vida personal.Sera bueno traer a colacin que el zodaco es un invento griego y quien coincide en el tiempo con el crecimiento del poder del culto a Apolo, quien tuvo lugar en el siglo V antes de Cristo. Tanto la astrologa que hemos heredado de los griegos, como APOLO mismo, estn muy ligados entre y ambos reflejan la misma concepcin bsica del orden csmico. El movimiento sistemtico del cosmos depende de la imagen de aquel Apolo que lleva el propsito y la inteligencia de la luz divina del Sol. Y que es gracias a su forma de razonar que logra mantener a los planetas en sus rbitas.La funcin solar en un horscopo, es dar ese centro que ubica al individuo en el centro mismo de su propia vida.

El precio que debemos pagarLa mitologa de Apolo nos dice que hay un precio que pagar si decidimos desarrollar nuestro Sol y definirnos como personas.Apolo es un Dios que se yergue solo, no est casado y a menudo fue rechazado por amantes, y tambin tuvo mala suerte con sus hijos, ya que todos terminaron su vida violentamente.Orfeo termina destrozaron en pedazo por las Mnades.A Asclepios lo golpe el rayo de Zeus.Faetonte se estrell con la carroza solar y fue consumido por las llamas.A Apolo lo amaron tanto los humanos como los dioses, pero no tena familiar y no estableci dinasta alguna. No obstante esta imagen no debe ser tomado en sentido literal, porque permitirnos expresar nuestro Sol no significa de ninguna manera que se nos negar el derecho a tener una familia o a entablar buenas relaciones con otros seres humanos.Pero que si elegimos erigirnos como individuos tendremos que sacrificar el lujo de vivir a travs de otras personas, y en especial de nuestros padres e hijos.El rompa las maldiciones familiares y que otra cosa son aquellos preceptos que heredamos de nuestra familia y creemos obligatorios para no perder la pertenencia ?De esta forma Apolo se traduce como la imagen de algo en nuestro interior que est solo y se autosostiene y que puede brillar solamente si estamos dispuestos a separarnos de los dems, lo suficiente como para afirmar nuestro propio centro y sentido.No es sorprendente que nos rehusamos a pagar este precio, a pesar de la infelicidad que experimentamos por no vivenciar su luz.El miedo a la soledad es el gran enemigo de la luz solar, as como el miedo a la envidia, puesto que la envidia que otro siente nos lastima profundamente cuando en realidad necesitamos ser amados y aceptados.Si estamos demasiado insegurso de nosotros mismos, como para arriesgarnos a que otros nos desaprueben, no seremos capaces de expresar satisfactoriamente nuestro Sol.Si nos preocupa el hecho de que otros se recientan por lo que hacemos, porque seamos algo especial, entonces nos ocuparemos de asegurarnos de ser ordinarios y luego atacaremos e intentaremos destruir a los que se atreven a expresar su propio Sol, porque por dentro nos devorar la envidia.Este dilema arquetpico puede observarse no slo en los mitos, sino tambin en la historia. Por ejemplo veamos el lugar que ocupa el artista en la sociedad. Se lo reconoce como alguien especial y envuelto en un halo glamoroso, as como tambin suele atacrsele e incluso llega a ser destruido. No se trata de ningn asunto poltico, pero s una situacin arquetpica, aunque a lo largo de los siglos se nos haya presentado como coyunturas polticas. Platn podra ser un muy buen ejemplo, l era el ms grande seguidor de Apolo, fue sacado de Siracusa y casi asesinado cuando intentaba restringir las representaciones teatrales a figuras educativas y no a meros entretenedores. De igual manera, la historia y la mitologa nos dan muchos ejemplos de cuan amenazante puede resultar ser la luz del Sol y no solamente por lo que es en s misma, si no cuando adquiere formas dominantes y expresadas mediante la tirana.

Para cada persona, este conflicto arquetpico es importante por cuanto hace a la creatividad personal, y estamos hablando en verdad de la definicin del individuo como esencia, diferente de cualquier otro ser, que tiene su propio destino y una contribucin que hacer a la vida.La astrologa en su totalidad se encuentra gobernada por Apolo. Entonces con l y Urania, su musa inspiradora, nosotros como astrlogos debemos asumir ese mismo llamado y encarnarnos como el Sol cuando interpretamos la carta de un cliente, para lograr encender su propia luz y esclarecer las razones por las cuales puede no estar brillando en la actualidad y el precio que deber pagar para hacerlo.Extractado de escrito de Liz Green.Astrologa y terapeuta especialista en psicoanlisis analtico jungiano.Traduccin al espaol de Adrea Minervi.