El Sector Agropecuario Peruano Ha Sido Objeto

7/23/2019 El Sector Agropecuario Peruano Ha Sido Objeto

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El sector agropecuario peruano ha sido objeto, durante las últimas

cuatro décadas, de permanentes vaivenes sociales, económicos y

políticos que han ocasionado ajustes y expansiones, pero que, en

suma, no han permitido consolidar una senda de crecimientosostenido en la actividad agropecuaria.

La década de los ! comen"ó con una importante expansión de la

producción agraria, pero ya en #$% se inició un estancamiento que

duraría hasta la reali"ación de la &e'orma (graria, interrumpida con

una breve expansión alrededor de #$). La disminución en la

producción no 'ue uni'orme. Los productos de consumo

mayoritariamente urbano sí mostraron un crecimiento *de entre + y

-, aunque muy similar a la tasa de crecimiento poblacional *de

alrededor de +. /tros productos de consumo b0sicamente local

*yuca, trigo, carne de ovino, entre otros estuvieron en situación de

estancamiento total o presentaron crecimiento sólo los primeros a1os

de la década, seguido por una severa caída.

La política agraria durante la década de los )! estuvo caracteri"ada

por una 'uerte expansión de la participación del Estado en la

actividad productiva. La &e'orma (graria peruana, impulsada por el

gobierno militar de 2elasco a partir de #$$, 'ue llevada a cabo bajo

la 3gura de implantar las condiciones para el desarrollo industrial del

país. 4e reali"ó de manera conjunta con una serie de medidas de

nacionali"ación de los servicios públicos y el 3nanciamiento orientado

al desarrollo de la industria nacional.

En el campo, esto se tradujo en la expropiación de haciendas y su

conversión en grandes unidades asociativas y de propiedad social,

bajo el supuesto de que una mejor distribución de tierras redundaría

en un mayor desarrollo de la actividad agrícola y rural. 5 aunque en

los inicios de esta década se logró una respuesta 'avorable en el

sector, esta re'orma perdió impulso a partir de #$)-, lo que llevó a su

descomposición durante las décadas de los 6! y $!. 7sta tuvo como



consecuencia el retiro del campo del empresariado agrario y de los

técnicos agropecuarios, pues esta re'orma se orientó m0s bien al

cambio de tenencia de la tierra y no al desarrollo de la productividad

yla innovación tecnológica.

&esultado de ello 'ue la ampliación de la llamada 8agricultura

'amiliar8, con predominancia de las 'ormas campesinas de cultivo,

caracteri"adas en su mayoría por su baja productividad y débil

articulación al mercado.

En la década de los 6! se mantuvieron diversas 'ormas de

intervención estatal en la actividad agrícola en medio de una

pro'unda crisis económica y el inicio de la actividad terrorista9

sistemas de asistencia técnica, manejo del sistema de precios,

créditos a tasas de interés negativas en términos reales, entre otros.

:unto a ello, las restricciones para la operación del mercado de tierras

y la violencia política deprimieron la actividad agraria y bloquearon

las posibilidades de inversión en el agro.

( ello deben sumarse los e'ectos perjudiciales del ;enómeno 8El

<i1o8. Luego de un a1o de expansión del sector *#$6#9 $

b0sicamente por e'ecto estadístico *pues el a1o anterior había sido de

sequía y un a1o de crecimiento moderado *#$6%9 %,%, el producto

agrícola se redujo en cerca de #! en #$6+ tanto por los e'ectos del

clima como por la crisis general que ya se vislumbraba en todo el

país.

( lo largo de esa misma década, la política gubernamental mantuvo

su sesgo proindustrial y antiagrario, que implicaba desprotección a la

producción agraria nacional, control de precios para abaratar los

alimentos para las ciudades y altos precios de bienes e insumos de

origen industrial. Esto generó un entorno de términos de intercambio

des'avorables para el campo.

Los altos niveles de in=ación predominantes en esa década, con laalta incertidumbre a la que ella conlleva, implicaron 'uertes



desincentivos a la inversión privada en todos los sectores, incluyendo,

naturalmente, al agropecuario. Los impuestos a las exportaciones y a

los insumos

estrecharon aún m0s el margen del productor agrícola, y consolidaronel entorno de términos de intercambio en declive.

La continua y elevada devaluación de la moneda, agudi"ada por la

existencia de múltiples tipos de cambio y tratamientos arancelarios

discrecionalmente di'erenciados, tuvo diversos e'ectos9 el

contrabando de exportaciones, el desaliento a los productos de

exportación no tradicionales, el abaratamiento arti3cial de las

importaciones de alimentos *que en algunos casos ya venían conprecios subsidiados y, en suma, una asimetría en el tratamiento al

agro que contuvo pro'undamente el desarrollo de dicha actividad.

La 3gura de intervención preponderante en los 6! 'ue invertida

dr0sticamente a partir de julio de #$$!, en que la orientación de la

política económica, incluida la agropecuaria, 'ue la de dejar 8a las

'uer"as del mercado8 el desarrollo de la economía nacional.

>reviamente se aplicó un 'uerte programa de estabili"ación destinado

a acabar con la hiperin=ación, que en el 0mbito agrario había

conseguido desplomar los precios reales de los productos, así como

los términos de intercambio campo?ciudad, para acentuar la pobre"a

de las 'amilias rurales. En esta década también se produjo la derrota

del terrorismo, lo que contribuyó sin duda al mejoramiento de las

condiciones de vida en el campo y, por ende, al desarrollo de la

actividad agropecuaria.

>aralelamente, se aplicó un programa de re'ormas estructurales que

pretendió modi3car la organi"ación y el 'uncionamiento del sector

público y de los principales sectores de la economía. >arte de los

e'ectos de estas re'ormas 'ue la notable reducción de personal en las

entidades públicas, lo cual ha tenido tanto e'ectos positivos, como la

8desburocrati"ación8 de dichas instituciones, pero también negativos,

como la pérdida de servicios importantes para los agricultores.



En el 0mbito de las re'ormas económicas con 'uerte impacto en elsectoragropecuario, destacan9@ La eliminación de los controles de precios agropecuarios9 preciosde re'ugio y de garantía.

@ La liquidación del Aanco (grario, que era la 'uente de3nanciamiento del agro por excelencia, y con ello la eliminación delas tasas de interés pre'erenciales para la agricultura.@ La eliminación de empresas públicas de comerciali"ación, comoE<BC y EB(4(.

La apertura comercial, que implicó la eliminación de barreras para

arancelarias y cuotas a la importación, y la eliminación de la

exclusividad para la importación y exportación de productos

agropecuarios e insumos a las empresas públicas.

&especto de la desaparición del Aanco (grario, cabe mencionar que el

crédito al sector se redujo a lo largo de la década de los $! a menos

de la cuarta parte de su m0ximo de D4 % !!! millones alcan"ado en

#$6), y a menos de la mitad de lo que promedió durante la década de

los 6! *ver gr03co #.



Bon re'erencia a la apertura comercial, debe decirse que ésta 'ueespecialmente traum0tica para el sector en el sentido de que había

estado hasta ese momento orientado hacia el mercado interno. (sí,

cuando la apertura comercial implicó, adem0s, el ingreso de

importaciones de productos agropecuarios subsidiados en sus países

de origen, los agricultores vieron reducidas sus capacidades de

negociación y de acción en el mercado, capacidades cuya existencia

ya era limitada en la medida en que las organi"aciones de

productores se encontraban 'uertemente debilitadas.



<o obstante, 3nali"ado el e'ecto traum0tico del ajuste, la producción

agropecuaria, así como las exportaciones de productos agrícolas no

tradicionales, mostraron una respuesta positiva, respuesta que se

prolongó hasta #$$), cuando el país se vio nuevamente sacudido porlos e'ectos del 'enómeno El <i1o, que junto con la crisis externa y el

estancamiento de la demanda interna terminaron por deprimir al

sector, situación de la cual aún no puede recuperarse.

Fe este modo, en los últimos cuarenta a1os se aprecia una serie de

políticas err0ticas e inconsistentes, que junto con shocGs de car0cter

exógeno, han determinado el desenvolvimiento del sector, no sólo por

in=uir directamente en sus ciclos productivos *tal como se observa enel gr03co %, que muestra la evolución de la producción agropecuaria,

sino principalmente porque tuvieron un impacto determinante en la

rentabilidad del mismo. Es éste el indicador por excelencia que

terminar0 por determinar si se reali"a o no, y en qué condiciones, una

actividad productiva.

En este sentido, es posible concluir que la inestabilidad provocada en

principio por estas políticas y agravada por 'actores externos haimpedido que en el >erú se desarrolle una senda estable de

crecimiento sostenido para el sector.

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