El Santuario de Santa Maria de La Cabeza

8/4/2019 El Santuario de Santa Maria de La Cabeza

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Por

TEMAS ESPANOLES

NUM. 73

EL SANTUARIO

DESAl'TA MARIA DE LA CABEZA

JOSE LUIS JALON GARCIA

PUBLIC~ClONES E~PA.""OLAS

MONTE ESQUXNZA. 6· J-UDlUD

19B



EL SANTUARIO DE SANTA MARIA DE LA CABEZA

LEYENDA E HISTORIA

Una anriquisima leyenda da cuenta

de como la Madre de Dios se aparecio a

un nino llamado J uan Rivas, .natural de

Colomera , que apacentaba" rebafi~~ cn

Sierra Morena.

Este hecho milagroso die Iugar a la de-

vocion popular a la Virgen de Ia Cabe-

za, que Ievanto para ella, preciosa Ima-

gen del siglo XIII, uu santuario en Ia se-

rrania de Ia provincia de J aen, a pocoskil6metros de Andujar.

En contraste con 10 abrupto del paisa-

je y Ia hosquedad de aquella, el ultimo

domingo de abril, cuando Ia pr imavera

suaviza Ia dureza del terreno, los alrede-

dores del Santuario se pueblan de rome-

ros. Una tipiea fiesta, una romeria anda-

luza, llena de alegria y colorido , se ce-

Iebra tradicionalmente. El silencio y la

soledad habituales se rompen, y cente-

nares de almas acnden al Santuario ,

aeampando junto a sus lUU'J."OS con su fe

sencilla y devoci6n entrafiable ,

La serran ia , refugio tfpieo de huidos y

I

bandoleros mas 0 menos generosos , H>

convierte pOl." este rincon dulcifieado en

el escenario alegre de una devoeion po-

pular firmemente sentida. Los pueblos y

los cortijos cercanos quedan desiertos, y

el santuario es e1 centro de esta populo-

sa fiesta.

* * *

Pero esta paz y csta autentiea libertad

de Espana 110 iba a durar mucho. Este-

mos en los afios anteniores a Ia Guerra

de Liberaeion. Para los eneinigos de Es·

pafia no hubo rincon en Stl suelo que no

fun-a sembrado con la semilla de Ia dis-

cordia. Y mas diligentemente en aquellos

que pudieran ser tropiezo u obstaoulo en

su designio de sovietizarla. Primero tneIa propaganda antimonarquica ; luego. Ia

marxista , y mas tarde, ya sin antifaz, 13

clara mente comunista, que tendrfa que

hacer inevitable nuestra Cruzada.

Dentro tle sus planes tambien estaba

- 3-



res de hombres habian desempeiiauo un

oficio extraiio a la profesion de las urmas.

No obstante, al Ilegar a cierto escalon,

el mando de las unidades estaba enco-

mendado a oficiales profesiona1es, gene-

ralmente despechados y descontentos,

dandose el caso peregrine de sargentos

que, por haber hecho suficientes meritos

y prestado seiialados servicios al marxis-

mo, eran ascendidos apresur adamente a

fin de darIes un mando para el que de

ninguna manera estaban preparados.

Estos individuos, con audacia hija de

su ignorancia, no pensaron en la respon-

sabilidad que entraiiaha Ilevar hombres

aJ comb ate, llegando hasta sugestionarse

y creerse consumados estrategas con pre-

paraeion y conocimientos militares sufi-

cientes.

Los mandos improvisados sentian cier-

to desprecio pOI' los milrtares que estahan

al frente de las fuerzas rojas, pues los

suponian siempre traidores en potencia;

Ilegando , en el co1mo de su ignorancia y

desconfiada cretinez, a disoutir las deci-

siones d-el mando como si se tratase de

un debate parlamentario mas y a los quetan acostumbrados estaban ,

La conseeueneia de su absurda aetitud

no podia ser otra que la total y comple-

ta derrota. con la que pagaron su insen-

sata aventura.

LAS FUERZAS DEL SANTUARIO

dides con otras capitales para la Causa

nacioual , permanecieron hasta el final de

Ia guerra bajo el control rojo.

La Guardia Civil, ante Ia magnitud de

los aconteeimientos, ceso de prestar los

servicios propios de su Ins titut 0 , y, en

general, recibio ordenes para coneentrar-

se, a fin de constituir unidades supe-

r'iores.

Mientras tanto, las milicias rojas, pre-

paradas de antemano, organizadas y ar-

madas con el beneplacito de unas autori-

dades desbordadas porIa revolucion co-

munista en marcha , salieron de sus rna-

drigueras y comenzaron a unirse forman.

do unidades en cierta forma organizadas,

pero en las que la disciplma y el sentido

de 10 que la guerra y Ia milicia eran, br i-

nahan pOI' su ausencia.

Las interferencias de que eran objeto

los escasos mandos milirares con que

contaban a1 comienzo de la guerra, por

los que con el titulo de «comisarios polio

ticos», velahnn por Ia pureza de los ac-

tos y sentimientos «antifascistas» de los

milicianos, hacian ineficaz y diffeil eual-

quier tentativa de organiaaeirin castreuse.Las tropas de milicianos, al Iniciarse Ia

guerra, se encuadraron en unidades a

euya cabeza se poninn individuos desco-

nocooores del arte militar y que hasta el

dia en que se eonvirtieron en conducto-

Las fuerzas que hahian de ser defense-

ras del Santunrio pertenecian a la Co-

mandancia de J nell y estaban constitui-

das por doseientos cincuenta guardias

III

civiles al mando direeto del capitan don

Santiago Cortes Gonzalez; otros mandos

fueron : el capitan Rodriguez Cueto y los

tenientes Ruano y Rueda, asi como tam-

-6



bien el teniente de Carabineros Porto

Gallero y los brigadas del mismo Cuerpo

Maldonado Rodriguez y Molino Gomez.

La gran dificultad de estas Iuerzas fue

desde un principio la auseneia de enlace

con las que constituyeron el Ejercito Na-

cional.

Cuando Ilego Cortes al Santuario Ileva-

ba consigo quinientos hombres eomba-

tientes y mil personas mas, entre mujeres,

aneianos y nifios, Cierto mimero de pai-

ssnos en edad militar, que vieron Ia oca-

sion de Iuchar por Espana al lado de las

fuerns del Ejercito, se habian unido a Ia

expedicidn. Muchos de ellos, personas de

uotoria filiacion derechista , fichados por

las autoridades rojas, encontraron el me-

dio de escapar a la persecucion sangrien-(8 que Inmediatamente a los aeonteei-

mientos resefiados se deseneadeno en

rodo el territorio nacional y en la que

habriau de perder Ia vida mas de cien

mil espafioles, martires, cuyo unico deli-

to m e este: ser y confesarse espaiioles por

encima de toda otra eonsideracion parti-

dista.

Todas estas gentes que se acogieron a

Ia proreccion de las fuerzas del capitan

Cortes, desde .el punto de vista militar,

constituyeron un gran embarazo que resto

movilidad, medics y libertad de aecion

para el combate, creando problemas que

agravaron Ia situaci6n en los momentos

dUiciles.

La Guardia Civil de J aen oculto a los

mandos rojos sus verdaderas mtenciones y

observ6, de memento, una actitud neutral,

manteniendose dentro de sus cuarteles.

Mas tarde, el capitan Cortes concerto

con los mandos rojos que las fuerzas de

Ia Guardia Civil serran residenciadas en

el Santuario de Nuesjra Senora de Ia Ca-

heza, eonviniendose, ademas, que los

guardias pudieran Ilevarse eonsigo a sus

familras si asi 10 deseaban.

EI 15 de agosto de 1936 se dio Ia orden

de formar el convoy que habia de trans-

portar todas las fuerzas, y en eJ se oeul-

taron eierto mimero de personas perse-

guidas.

AI pasar pOI'Andujar, Cortes, al maudo

del convoy, tropezo con una grave difi-

cultad que, gracias a su decision y san-

gre hia, supo resolver.

Un je£ecillo eomunista llama do Colo-

mer , alcalde del pueblo, pretendio prac-

ticar una Inspeeeion del personal que los

camiones transportaban, tratando de rea-

lizar una redada que el suponia cuantio-

sa. A esto se opuso Cortes, alegando que

tenia ordenes que. cumplir sin detenerse,

y que si queria efeetuar alguna compro-

baeion, por su parte no habria Ineonve-

niente, siempre y cuando la verificase en

e1propio Santuario.

Como insistiese Colomer en su propo-

sito, apoyado por las milieias rojas, Cor-

tes opto por amenazar de haeer eumphra su escolta con su obligaci6n si se Ie opo-

nia algtm obstaculo , Ante tal Insinuaeion

el incidente quedo zanjado, pues los bra-

vos milicianos no se atrevieron a entrar en

franca Iucha con los hombres de Cortes.

Deesta manera prosiguio el transporte

hasta el paraje llama do Lugar Nuevo, en

las Inmediaciones del Santuario , donde

desembareo parte de Ia fuerza el dia 17

de agosto, continuando e] resto hasta eer-

ca de las Ilamadas Casas de las Cofradias.

-7 -



IV

CORTES ROMPE LAS RELACIONES CON LAS AUTORIDADESROJAS

Despues de la llegada de las fuerzas al

Santuario, Cortes trato de mantener la si-

tuacion a base de fingida neutralidacl, a

fin de no erearse dificultades, Hay que

pensar que esta inteligente actitud era en

aquellos mementos muy necesaria, ya que

proporcionar alimentos a mas de dos mil

personas no era empresa que pudiera re-

solverse sin Ia aquiescencia de las autori-

dades locales. Ademas, no era sensato de-

clararse en rebeldia en tanto no estuviese

garantizado un plan para tomar contactocon las tropas nacionales.

Todos los dias enviaba Cortes personal

para reclamar en Andujar los vfveres ne-

cesarios a las fuerzas del Santuario; este

servicio no era facH, y daba Iugar a mu-

chos incidentes, pues el rojo Colorner y

otros jefes condicionaban Ia entrega de vi-

veres a Ia Inspeecion por su parte del per-

sonal acogido a Ia proteccion de Cortes.

Pero Cortes era un espiritu autenticamen-

te espafiol y autenticamente fuerte, Una

prueha del exaltado patriotismo , tenaei-

dad y valor de este capitan fue Ia actitud

• energica que tuvo que adoptar en much as

ocasiones, ineluso ante sus superiores,

Uno de ellos, el comandante Nofuentes,

obse!rvo una actitud sospechosa y, desde

Iuego , no decidida en favor de la Causa

Nacional, por 10 eual Cortes se vi6 obli-

gado a imponerse, tomando decisiones

bajo su exclusiva responsabilidad.

El hecho de que en Andalncia deserta-

sen en diversos puntos unidades enteras de

Ia Guardia Civil al campo nacional puso

sobre aviso a los mandos rojos, sometien-

do a las fuerzas de Cortes a un autentico

cerco de espionaje; este se vi6 obligado a

ganar la confianza de los dizigentes mar-

xistas, llegando a imponer fingidas san-

ciones a sus guardias, tratando de conse-

guir nuevos margenes de confianza a base

de prometer, incluso , Ia entrega en An-

dujar del armamento de las fuerzas del

Santuario.

Esta situaeion, insostenible a todas Iuces,

se resolvio el dia 2 de septiembre, en que

el capitan Cortes se impuso, por ultima

vez, al comandante Nofuentes y decidio

enviar una carta, Iirmada por los mandosmas earacterizados de las fuerzas del San-

tuario, al delegado del gobernador de

J aen, rompiendo las relaciones con dicha

autoridad y declarandose en rebeldia con-

tra la Republica.

La contestaci6n a dicha carta la reci-

bieron los defensores .del Santuario el dia

12 de septiembre con una visita de Ia

aviaeidn roja, que lanzo las primer as pro-

clamas sobre el Santuario y que, textual-mente, decian asi:

«A los sublevados de la Virgen de la

Cabeza: Si no os rendis inmediatamente,

quedara el Santuario reducido a eseom-

bros y cenizas, utilizando todos los me-

dios modernos de guerra que poseemos.

El alcalde, Pablo H. Colomer,»

De este hecho dio cuenta el capitan

Cortes al Mando Nacional con el siguiente

parte, fechado el dia 15 de septiembre:

«EI dia 12 vino Ia aviaeion roja con

proclamas invitando a la rendicion, Des-

de este momento sostuve constante lucha

con el jefe, por verle decidido entrega

posicion, pretendiendo incluso franquear

Ia entrada al campamento a una eomi-

sion roja para que procediese a la Iiqui-

-8



v

ORGANIZACION DE LA DEFENSA

y volvamos al Santuario, donde deja-

mos a Cortes, tras haber roto de un modoabierto y definitive con las autoridades

rojas. La organiaacion del terreno para

Ia defense se impuso como necesidad ur-

gente, y el capitan Cortes puso todos sus

conocimientos y saber a contribucion

para Iograr un eficaz aprovechamiento

del terreno.

Para formarse una idea de Ia organisa-

cion de la defensa del Santuario, interesa

dar a conocer las condiciones del terreno

donde las operaciones habrian de desarro-

Ilarse,

El punto culminante se eleva a sete-

eientos metros sobre el nivel del mar. La

vertiente Este es praeticamente Inaccesi-

ble, y por el Norte ofreee una pendiente

muy pronunciada. En la parte que mira

al Sur, desciende suavemente el terreno

hasta extenderse en la meseta que se des-

borda hacia el Este.

EI Santuario no constituye una edifica-

cion aislada en la siena. En la parte mas

alta de Ia meseta estan las casas de las

Cofradfas, y todo el conjunto ofrece el

aspecto de una pequefia aldea.

EI Santuario y Ia parte Inferior, donde

estan las casas, guard an una distancia de

seiscientos metros y, a su vez, unidos pOT

una calzada que se divide en dos ramas:

Ia que va a parar a un camino de acceso

y Ia que lleva a las edificaeiones. EntreIa meseta y e1 Santuario existe un desni-

vel de ochenta metros, aproximadamente.

Cerca de las casas existe un pozo de

agua potable, y arriba, en e1 Santuario,

unos aljibes donde se vierten las aguas

de Iluvia,

El campamento de Cortes estaba situa-

do en un triangulo determinado por lascasas de las Cofradias y el Santuario en

el vertiee opuesto,

En las proximidades se encuentran al-

gunas fincas partieulares, tales como la

de Lugar Nuevo, propiedad del marques

de Cayo del Rey; Ia Dehesa de Encinares

y la de la Virgen, y to do ello enclavado

entre los pueblos de Quegijo y Madro-

fieras, Una pequefia hospederia, cercana

al Santuario , completaba el conjunto de

edificaciones proximas a] mismo.

Ya dijimos que los efectivos en hom:

bres comhatientes con que contaba el ca-

pitan Cortes eran, aproximadamente, los

de un batallon muy reducido, unos qui-

nientos hombres.

La posicion hubiera requerido , para

estableeer una defensa de cierta solidez,

unos medios con los que no se contaba ,

Hubiera sido preciso disponer de un mi-

mero elevado de armas automaticas, para

conseguir una barrera de fuego sin solu-

cion de continuidad, a fin de tener un

terreno batido en derredor de Ia posicion

con densidad de fuego eficiente. Perc>

esto no era posible,

Al inieiarse la Guerra de Liberacicn,

en Ia mayoria de los frentes , una debil

linea de vigilancia, 0 una linea de vigi-

lancia con otra mas a retaguardia de re-

sistencia , constituian todo el sistema de.fensivo en las posiciones de Ia zona na-

cional, que, por el imperative principio

de economia de fuerzas, sostenian la di-

latada extension de los £rentes.

Las modernas organizaciones defensi-

vas tomaron estado ya bastante avanzada

10 -



la guerra, El sistema lineal se transfer-

mo en tres zonas organizadas, llamadas:

de vigilancia, la mas avanzada, con Ia

mision de canalisar los ataques enemi-

gos; de resistencia, Ia siguiente, con la

mision de impedir a toda costa el paso

del enemigo, y, por ultimo, otra de reae-

cion, con la de ser base de partida para

los contraataques, En estas zonas se es-

calonaban los medios de combate en pro-

fundjdad.

En un centro de resistencia normal de-

hen existir asentamientos para ametralla-

doras, morteros pesados, canones contra

carros, armas antiareas, ademas de las

armas portatiles, fusjles ametralladores

y tuhos lanzagranadas contra earros. Asi·

mismo se establecen otras defensas acee-

sorias, como son las alambradas, los cam-

pos de minas, etc., etc. De to do esto no

es preciso advertir que nada existfa prac-

ticamente en la posicion que estahlecio el

capitan defensor del Santuario,

Ya vimos como el capitan Cortes esta-

blecio una especie de posicion avanzada

en Lugar Nuevo, situando en aquel pun.

to un destacamento de cuarenta guardias

al mando del teniente Ruano, y el res to

de las fuerzas en las inmediaciones del

Santuario.

Fusiles de repeticion , algunas granadas

de mano y unos millares de cartuehos de

fusil y pistola que, como se dijo, previ-

soramente saed de Ia Comandancia al

abandonar J aen, eran en resumen los ele-

mentos con que la de£ensa contaba. Te·

niendo esto en cuenta, se procedio a Ia

construecion de trincheras y pozos de tf-rador, tarea en Ia que tomaron parte to-

das las personas utiles para el trabajo.

El terreno no favorecfa la eonstruccidn

de las obras por ser TOCOSO en muchas zoo

nas, impidiendo, por consiguiente, pro.

fundizar en las excavaciones; est a difi·

cultad huhiera podido ser salvada con el

empleo de eargas explosivas, pero tam-

poco los de£ensores contaban con ellas,

por 10 que el trabajo se hizo duro y Ia-

horioso,

Posteriormente se completaron las obras

con abrigos de trinchera para el descan-

so del personal. EI trazado de las obras

y la situacion de las mismas fue cuidado-

samente estudiado por Ia oficialidad del

Santuario.

Los defensores earecieron en prineipio

de medios de transmision adeeuados para

mantener el enlace con el mando nacio-

nal; no obstante, est a dilicultad llego a

resolverse mas adelante.

Por 10 que se refiere al aprovisiona-

miento de viveres, es de notar que siem-

pre estuvieron sometidos a raeiones esea-

sas, Con el tiempo, y a pesar de los so-

eorros recihidos por via aerea, el ham-

bre, con todas sus consecuencias, hizo

mella en los de£ensores, creando gravisi-

mos problemas.

Desde el momento en que Cortes Be de-

cidi6 pOT la resistencia, hubo de tomar

medidas de severo racionamiento. Te-

niendo en cuenta que se penso tener re-suelta la situacidn en un par de meses,

con arreglo a est a idea se racionaron 108'

escasos viveres que se sacaron de J aen y

10 que se pudo encontrar en las inmedia-

ciones del Santuario ,

* * *La capacidad de resistencia del solda-

do espafiol es, praetieamente, ilimitada.

No vamos a repetiz los nombres de loshechos que ponen jalones gloriosos ell

todas las epocas de Ia historia de Espana,

pero este de Santa Maria de la Cabeza

puede muy bien eompararse con aquellos

que nuestra Historia reeoge como glozio-

sos e inmortales.

-H-



LOS PRIMEROS COMBA TES

Se ha dicho que el espafiol , en gene-

1."al, es mas guerrero que militar. Hastu

eierte punto, esta idea se ajusta a Ia rea-

Iidad,

Las oualidades positivas del soldado

espafiol se manifiestan en Ia guerra eontoda intensidad, haciendole erecerse ante

.Ias situaciones dificiles y los reveses.

La situaeion geografica de la Peninsu-

la ha determinado .el gran mimero de in-

vasiones su£ridas de pueblos de caracte-

zfstices raciales dispares y antagonicas,

-que han dejado huellas en nuestro suelo

y en nuestra sangre, creando un conjunto

de cualidades armonicas en el hombre es-

'Panoi. Este, si bien en 10 intimo de su ser,>en Ia paz, mantiene y conserva a todo

'llrance un exaeerbado espiritu individua-

1iista, a Ia hora del peligro, a la hora de

ia guerra, se convierte en el patriot a mas

exaltado,

Otra caraeterfstica del soldado espafiol

.es que sigue a sus jeres ciegamente, y n«

Nq habian pasado muchos dias desde

"!{Ueel capitan Cortes decidio romper con

los rojos, cuando un amanecer vieron los

-defensores movimientos de guerrrillas en

la Iejanf a,

Media 'hora mas tarde recibian fuego

de £Usil procedente del campo enemigo.

;Eran al principio disparos sueltos. EI

,gilbido de los proyeetiles zumbaba sin

'hacer mella en los guardias de Cortes,

<:l[l1e esperaban en sus puestos de cornha-

'1e las ordenes de sus oficiales,

tanto por el presngio y valer de estos

como por el coneepto elevadisimo que

tieno del cumplimiento del deber.

No se formaria una idea exacta del va-

lor del soldado de Espana quien, Iigera-

mente, Ie juzgara solo por su aspecto ex-

tcrno ,

Poco tiempo habia pasado , tras Ini-

ciarse Ia Guerra de Liberaeion, cuando

ya circulaban por las ciudades de Espa-

fia soldados que vest ian un uniforme -si

aquellas abigarradas prendas podian re-

cibir tal nombre- cuya estatura y su

porte rudo no estaban en armenia con In

valentia de su eorazdn, capaz de. aguan-

tar con el mayor arrojo los choques san-

grientos de innumerables combates.

A pesar de que en Ia guerra moderua

no es frecuente la ocasion de realizar ac-

tos aislados de valor personal, miles de

soldados dieron magnificos ejemplos de

generosidad sin Iimites y valor arriesga-

do, demostrando asi 8U magnifico espfri-

tu ante las empresas mas dificiles.

VI

El ataque rojo se dirigia principal.

mente contra el destacamento de Lugar

Nuevo.

Se trataba, al pareeer, de algunas uni-

dades de milicianos rojos con escasa

instruecion y con no muy abundantes

medics de combate, Su mala punteria

provocaba comentazios humorfstieos por

parte de los soldados de Cortes.

EI capitan dio orden de que no se

efectuase ni un 8010 disparo hasta que 108

rojos se encontrasen a la distaneia ade-

t z . -



cuada, doseientos 0 trescientos metros de

Ia posicion, a fin de economizar municio-

nes y ohtener los mayores efectos,

Las tropas defensoras, en eumplimien-

to de esta orden, esperaron impacientes

a que los asaltantes ofreciesen un blanco

seguro , Sus manes fumes empufiahan las

armas deseosos de entrar en accion,

Las tropas atacantes se aproximahan

trepando por las laderas circundantes,

tratando de ocultarse tras las rocas y los

pliegues del terreno.

Disparahan nerviosamente contra los

defensores del Santuario, sin lograr una

replica a 8U mega por parte de estes.

Y aquella nerviosidad aumentaba ante el

silencio expectante de la posicion que teo

nfan que ahatir. Ese silencio les desmo-ralizaha mas que una de£ensa violenta.

Ya hahian tornado los rojos posiciones

de fuego prriximas a los parapet os mae

avanzados de 18 posicion del Santuario ,

cuando, animados por las voces de man-

do" de los dirigentes rojos que los eondu-

cian, se descuhrieron, dando comienzo

una Ease de asalto a la posicion.

Fue este .el memento en que los oficia-

lea de Cortes ordenaron romper el fuego,

causando gran mortandad entre los asal-

tantes,

En la posicion de Cortes se sentia por

primera vez un elima de guerra, se res-

piraba el olor a polvora y, entre un es-

truendo de disparos de fusil , se causa-

han grandes estragos a los milicianos.

Ceso el fuego durante un corto espacio

de tiempo, el suficiente para que los roo

jos, tras una reorganisaclon, realizasen

otra intentona de asalto, con identico reo

sultado.

EI final del combate rue una franca

huida de los ataeantes, para ponerse fue-

ra del alcance de las arm as de los defen-

sores.

Un vibrante j jViva Espana! 1 de log.

soldados de Cortes rubrico el primer dia

de gloria en Ia defensa de la posicion.

Las bajas en las tilas propias merom

muy escasas y, aiortunadamente, todae

ellas de poea importancia.

·Un estudiante de Medicina, que hizo

durante todo el asedio las veees de me-

dico, tuvo que inaugural' el funeiona-

miento de los servicios sanitarios.

Aquel dia no hahian probado la eomi-

da los de£ensores, pero tan pronto com-

prendieron que el ataque habia termlns-

do, las ordenes de reforzar 108 servicios

nocturnes de vigilancia se simnltanearore

con, las de preparar eomida caliente pare

los soldados y refugiados.

Todo vohio en poco tiempo a la nor-

malidad. Los comhatientes veteran os ha-

cian grupos en derredor de alguna lum-

bre oculta al enemigo y se complaeian en

haeer comentarios sobre los ineldentes

del combate que se acababa de sostener

y aneedotas de heehos de armas de otros-

tiempos. Hablahan tamhien de aventurag..

pasadas en Marruecos en la epoca <Ie 1 1 1 -

chas contra los mores y de las peripeeias

que pasaban para haeer las aguadas 0 darescolta a un convoy de vfveres,

En las proximidades se recortaban err

el horizonte las siluetas de los guardias

que, eon el arma decansada, miraban al

campo y escuchaban con ateneion los zu-

mores de la noche.

I'a fachada del Santuario era una man-

cha sobre el cielo oseuro cuhierto de es-

treIlas.

Mas tarde, el sue:iio hizo olvidar a Iosque hahian Iuchado durante el dia que

al despertar tornarfan a la guerra.

Durante toda la noche se relevaron va-

r ias veces los puestos de vfgilancia, y 108

oficiales hicieron un turno de vela, para

- 13-



evitar una posihle sorpresa y eomprobar

el orden en el servicio.

j jCuantas noches interminables espe-

zaban hasta el fin del asedio!!

Ni aquella noche ni al dia siguiente el

enemigo dio sefiales de vida.

Los de£ensores dedicaron aquellas ho-

!ras de tranquilidad a perfeccionar las pe·

quefias obras de Iortificacion que habian

eealieado anteriormente y a completarlas

IConotras nuevas.

Los mandos perfeccionaron el plan de

defensa mediante un estudio detallado

-del terreno, y tomaron precauciones en

prevision de nuevos ataques. Considers-

ron los accesos mas £aciles para el ene-

m.igo, a fin de distrrbuir el fuego de lasarmas disponibles de Ia manera mas ade-

-euada a las circunstancias que pudieran

11resentarse.

La preocupacion mas grave del capi-

tan Cortes era asegurar el enlace con el

Mando Nacional, pan poder dar cuenta

de su actuacion y de sus necesidades mas

apremiantes.

Unos dias mas tarde, los rojos repitie-

ron el ataque con doble numero de hom.

bres,El ataque se realize con mas brio que

el anterior, pero los resultados fueron

los mismos.

Las tropas de Cortes derrochaban se·

renidad y valor, y los mandos conducian

la de£ensa con gran pericia. En el cam-

pamento de Cortes se conocio el dolor

de dar sepultura a los primeros muertos.

A estos ataques siguieron otros mu-

ehos, hasta que los rojos llegaron a laconclusion de que aquellos no hahian de

conducirles a Ia victoria que en un prin-

cipio creyeron facjl. El sitio habia de

montarse en toda regIa.

LA AVIACION NACIONAL EN LA DEFENSA

VII

Podemos afirmar que a la Aviacion

nacional Ie cupo el honor de hacer posi-

LIe In prolongada resistencia a los defen-

fiores del Santuario para culminar en la

oepopeya mas grandiosa que puede conee-

birse.

Es dificil rmaginar los sufrimientos de

los defensores al sentir transcurrir el tiem,

po sin poseer comunicacion con el exte-

rior, sin tener noticias de sus familias,

muchas de ellas en Ia otra zona y pens an-

do en las posibles represaljas que los roo

jos habian de tomar con elIas.

El mismo capitan Cortes tenia deseo de

eonocer un hijo nacido despues de ini-

eiarse Ia defensa del Santuario ..

- 14-

Los estragos realizados por el hambre

y la falta de medios de todo orden eran

problemas que habian de influir, neeesa-

riamente, en el animo de los .defensores.

Desde el punto de vista militar, era

preciso atender y considerar todas las ne-

cesidades para seguir combatiendo. Las

tropas de Cortes, para continuar su reo

sistencia y dar un minimo de alimento al

numeroso personal acogido bajo su pro.

teccion, reaIizaron golpes de mano en el

campo enemigo. En una de estas aecio-

nes pudieron hacerse con un rehafio de

cabras que, de momento, resolvio Ia si-

tuaeion de penuria y alejo el fantasma

del hambre pOl' algun tiempo,



Todas las Iatigas y sufrimientos £ueron

soportados con gran estoicismo, no sola-

mente por los soldados, sino por toda 1a

poblacion del Santuario, Su animo no su-

frio crisis desmora1izadoras y todo se da-

ba por bien empleado antes que eaer en

manos de las hordas comunistas que ase-

-diaban el Santuario, y que si en el cam-

po de bat alIa no se oaracierisahan preci-

samente por su arrojo y valentia, contra

seres inde£ensos eran capaces de todas las

brutalidades.

Era, asimismo , absolutamente neeesa-

rio disponer de medios de transmision pa-

ra mantener el enlace con el Mando Na-

donal.

EI factor moral, importantisimo a todas

Iuees, habia que sostenerlo a un alto ni-vel, por encima de las debilidades y fla-

quezas propias de la condici6n humana.

Pues bien: todas estas dificultades, en

general, las supo resolver, en parte, la

Aviaci6n nacional a costa de un derro-

che de valor y heroismo Inigualable ..

Los aviadores espafiules, al iniciarse Ia

guerra, solo contaban con muy escasos

elementos. Apenas ten ian algunos apara-

tos «Breguet» que habfan volado muchoy no reunian las condiciones de seguridad

minimas para hacer servicios de paz y,

mucho menos, las misiones arriesgadaa de

guerra.

A esta adversa circunstancia se sobre-

pusieron con gran espiritu, cooperando y

ayudando a los eompafieros de las demas

Armas, siendo protagonistas de proezas

de valor escepcional,

No se contaba entonces con los moder-nos medics de orientaeion y navegacion,

ni con los perIeccionamientos tecnicos del

Arma aerea actual, que permiten realizar

los servieios en las mejores condiciones de

seguridad.

Repasando 1a historia de Ia Cruzada, se

reeuerdan una aerie de aeciones aereas

que constituyeron un ejemplo de huen

empleo del Arma de Aviacj6n. Tal suce-

dio con el transporte por via aerea de las

tropas de Marruecos a la Peninsula a tra-

ves del Estrecho de Gibraltar .

En los primeros dias del Movimiento

nacional se llenaban las necesidades de la

guerra moderna sin medios adecuados.

Todo se improvise, y era preciso organi-

zar rapidamente, pues las exigencias eran

apremiantes.

El enemigo , por el contrario , disponia

de toda la industria de guerra, de casi

la totaIidad de Ia zona costera, abierta,

como es logico, al comercio exterior y, 10

que era mas importante, con las reservas

de oro de Ia nacion, Poco tiempo huhie-

ra durado 1a guerra si en manos del Cau-

dillo Franco hubiesen estado los medios

materiales con que contaba, al iniciarse,

e1 Gohierno rojo de Madrid.

Sobreponiendose a todas las adversida-

des de los primeros dias en -Espana, exis-

lii) en aquellas horas dificiles una Ie cie-

ga en el Caudillo Franco y en su ejercito ,

Se tenia 1a conviccion ahsoluta de que

Espana no podia sucumhir; no podia ser

un pais esclavo del comunismo; Espana

entera, en una palabra, tenia confianza

ciega en el triunfo.

Para cumplir las distintas misiones que

se encomiendan a la Aviaci6n, tales co-

mo las de ohservaci6n, reconocimiento,

bombardeo pesado, p'roteccion , caza, et-

cetera, es precise contar con aviones de

guerra de caracterfsticas adecuadas. Estas

misiones se cumplieron con 10 que habia.Prueba de la penuria de medics es el

heeho de que a algunas Centurias de Fa-

lange y Companias de Requetes, por 10

que 81 ejercito de tierra se refiere, hubo

necesidad de transportarlas a 108 ttentes

15 -



Fachada del Santuario, destruida por el bombardeo



El capitan Cortes, prisionero



Una vista general del Santuario antes de ser atacado por los rojos

Interior de Ia cripta



Puerta de Ia Cripta de los Heroes



EL SITIO DEL SANTUARIO

para la eomunieacien, periodiees, cartas

de Ins familiae y amigos de los defense-

res, medieamentos, pan y alimentos en

eonserva,

En los primeros vuelos se dejaron caer

unas jaulas con palomas mensajeras, que

permitieron a Cortes el envio de partes alMando Nacional, en los que dio cuenta de

sus neeesidades y de In situacion en que

se eneontro en todo memento,

La aviaeidn de eaza roja trato, sin con-

seguirlo , de poner fin a estas acciones con

sus aparatos mas modernos, proporciona-

dos por Gobiemos de pafses extranjeros.

A pesar de ello , 110.000 kilos de mer-

cnnciasfueron suministrados por el aire

a los sitiados, sin que se perdiese un solo

fardo.

Los mandos rojos tomaron la decision

de poner sitio al Santuario, despues de

haber fracasado en los numerosos ataques

lanzados contra las tropas del capitan

Cortes.

Dia a dia fueron Ilegando a las posicio-

nes rojas circundantes las fuerzas que ha-

bian de estahleeer un tupido eerco para

evitar cualquier reaccidn ofens iva de los

defensores.

La imitacion servil a la Rusia sovietiea

se manifestaba en la vestimenta de los mi-

licianos rojos, que desde el eomienzo de

Ia guerra trataron de hacer semejante a

Ia de las masas de obreros ruses de Ia

epoca de Ia revoluciOn. Como fuente de

informacion tenian la abundante Iiteratu-

En un parte transmiHdo por heliografo,.

Cortes decia:

«Bien por nuestros aviadoresj de tal

manera han actuado, que aunque yo dis-

pongo de. muy poeos hombres eapaces de

empufiar las armas, tengo fe en seguir

resistiendo, Por 10. pronto, hoy hay uncompas de espera.»

Hoy es sensible pensar que por care-

eerse de autogiros 0 helfcopteros no se

pudo prestar el servicio de evacuacion de

heridos y personas no combatientes, con

10 que se huhiese descargado a los defen-

sores de un grave problema, que en lOB

ultimos dias del asedio se agudizd, ya que'

apenas habia algiin eombatiente que no

sufriese heridas de guerra 0 enfermeda-

des graves.

VIII

ra de tipo comunista que Ies habia sido

servida durante Ia Republica,

EI eomisario politico, ayudado por una

escolta de delincuentes, se imponia por

el terror en las unidades rojas, realizau-

do investigaciones. sobre los antecedentes

de los combatientes, liegando incluso a ce-

Iehrar 10 que alguno Ilamo cinicamente

«consejillos», en los cuales Be decretaha

Ia muerte de algun individuo de sus pro-

pias filas por simples sospechas 0 dela-eiones, que en el fondo solo eran cobar-

des venganzas de tipo personal.

Como quiera que los defensores no dis-

ponian de artilleria, los rojos establecie-

ron la suya en la mayor impunidad, al

no poder aquellos repliear con fuego de

- 17-



conrrabateria. No Ies fue neeesarro a los

artilleros rojos desenfilar sus piezas, pu-

diendo asentarlas a Ia vista de los sitia-

dos y hacer la preparacion del tiro con

toda tranquilidad.

En el mes de diciembre de 1936 hahian

caido mas de quinientos defensores, unos

por obra de Ia aviacion enemiga, que apo-

yo con su fuego los primeros ataques y

realizo diferentes incursiones de bombar-

deo; otros, por obra de Ia artilleria, y la

inmensa mayoria, como consecuencia de

los ataques rojos sufridos. Entre las ba-

jas de guerra se contaban algunas mu-

jeres.

Cortes aprovechd todas las ocasiones

para mantener a un alto nivel Ia mora]de sus tropas, Siempre estaba presente

en el acto de dar sepultura a los muer-

tos en el cumplimiento de su deber, pro-

nunciando vibrantes arengas que enarde-

cian a sus tropas.

En las fechas comprendidas entre el 17

de agosto y el 13 de oetubre de 1936 los

defensores del Santuario estuvieron inco-

municados con Ia zona nacional. Por ello

Ia Sociedad Colomhofila de Cordoba pro.

porciono las palomas mensajeras que Ia

Aviacion transporto hasta el Santuario.

Este medio de transmision resulto eficaz

y fue tenido en alta estimacion por la

defensa.

EI 25 de octubre se recibio en Cordoba

el primer mensaje enviado por este proce-

dimiento, y que decia asi:

«Paloma 44.889 lleva mensaje. Caso de

llegar solamente la paloma portadora de

esta clave y no Ia que neva el despacho

cifrado , diga Radio Sevilla: «Lleva clave

sin mensaje», y si llegaran las dos, dira :

«Tenemos noticias completas». Al dueiio

palomar, nuestro agradecimiento y sa-

[udo,

Al teniente de Ingenieros en Cordoba

- 18

don Jesus Olivares, que su familia esta

bien. Al jefe y oficiales de la Comandan-

cia de Cordoba, que recihimos su carla

llenos de emocion ; les enviamos un abra-

zo o A nuestros gloriosos aviadores de Cor·

doba y Sevilla, un saludo de los defense-

res de esta posicion. A Radio Club Por-

tugal y Radio Sevilla, nuestro mas ill'o,

fundo agradecimiento y carifio, Al eapi-

tan del Cuerpo don Jose Rodriguez de

Cueto, un abrazo de los suyos, que se en-

cuentran per:£ectamente, y otro mro en

nombre de todos. A mi tio. don Matias

Cortes, Plaza del Duque, 8, Sevilla, que

recibi su carta, y un abrazo.

Hoy, 25·10·36. 'EI capitan primer jete,

Sonsiago Cortes Gonzalez.»Los partes enviados por los mandos de

Ia defensa del Santuario fueron ganando

en dramatismo a medida que avanzaba el

tiempo, y han constituido un documento

Iristorico de primer orden para eompren-

der los acontecimientos que se desarro-

lIaron.

A! dar Ieetura al parte que hemos trans-

crito se hace mencion de una emisora de

radio, la de Radio Club Portugal.

No podemos por menos de ·recordar cn

estas paginas con emocion Ia actitud de

verdadera amistad y eomprension frater-

nas que Portugal observe desde el primer

momento hacia Ia causa nacional. Los es-

pafioles no 10 olvidaremos nunca.

Hoy, que todo ha pasado y que el mun-

do, ya desengafiado, conoee perfectamen-

te el alcance y consecuencias del comunis-

mo sovietico , merece la pena eonsiderar

que ya el afio 1936, cuando el Caudillo

Franco presentaba el Movimiento Nacio-

nal como una autenticg Cruzada en defen-

sa de los valores esp irituales de la civi-

Iizacion occidental y cristiana, los gober.

nantes portugueses supieron, con clara vi.

sion politica, antes que nadie, eompren-



der Ia verdadera significacion de una con-

tienda que, superando su inicial y apa·

rente earacter de guerra civil, era real-

mente la primera hatalla que el mundo

daba y la Unica que ganaha a Ia expan-

sion eomunista en el mundo ,

* * *

Antes de entrar en el periodo en que

los de£ensores tuvieron sufrimientos so-

hrehumanos, vamos a transcribir otro par.

te del capitan Cortes destinado al Mando

Naeional , que da idea de Ia situacion en

que se encontrahan los sitiados en los pri-

meres dias de octuhre. EI parte, textual-

mente, decia asi:

«No tengo frases con que describir el

cuadro que ofrecia este campamento al

leer ante la fuerza y Ia Virgen hendita y

venerada .en este Santuario su patr'iotica

carta fecha 7 del actual, que nos trajo

nuestra gloriosa Aviacion, Con Iagrimas

en los ojos los congregue a todos ante Ia

imagen con Ia que eompartimos nuestras

penas y amarguras desde hace mas de dos

meses, hombres, mujeres, nifios y anoia-

nos, todos Iloraron de gratitud al sentir

Ia mano prote.ctora de la madre Patria

que por su conducto nos Ilego y en Ia que

ciframos todas nuestras esperanzas.

}).. dehido situacion elevada campa-

mento, serfa utilisima emisora radio pan

avisar movimiento aviacion Andujar y

Porcuna; existe personal apto, dispongo

200 hombres esta posicion y 72 en Lugar

Nuevo, siendo mujeres, nifios, ancianosel complete hasta 1.500 personas que

componen el total ambas guarniciones,

teniendo 85.000 cartuchos de guerra y

32.000 de pistola reglamentaria.

»Por 10 que respecta al espir.itu de la

tropa, me cabe el orgullo de comuniear-

-10

Ie responden todos como un solo hombre

desde que me hice cargo del mando de

la posicion, y estan dispuestos a sucum-

bir a mi Iado, si preciso fuera, antes que

caer en manoa de esa can alIa que nos cer-

ea y cuya aviacion nos homhardea diar'ia-

mente. A mi salida deje en J aen a mi es-posa enferma y tres hijos, un varon nacio

con posterioridad, y al que no conozco;

mi padre y hermanos (uno de ellos en la

careel] y temo cualquier desman, Ruego

guarde anonimo de mi nomhre y actua-

cion fuerza hasta Ia toma de dicha capi-

tal, y nada mas.

)lMi general: Contando con la protee-

cion de, esta Virgen morena que nos co-

hija y con la del valero so Ejercito Nacio-

nal, todos los que aqui residen se sienten

mas espafioles que nunca y sabran res-

ponder como tales, imponiendose cuan-

tos sacrificios precisen hasta que llegue

Ia hora de nuestra Iiberacidn.»

Un analisis de este mensaje perruite

Iormarse una idea del espfritu fuerte, del

capitan Cortes y del de los hombres a

sus ordencs, que supieron sobreponerse a

todas las ince,rtj.dumhres ahrumadoras

que podrian correr ellos mismos y sus

familiares en la zona roja.

Les sostenia la fe en Dios y rezaban

como se reza a las puertas .de la muerte,

ante la imagen de Ia Virgen de la Caheza.

Mucho se equivocan los que piensan

que, los adelantos modernos en material y

armamento , respaldados pOl' una fuerte

economia y hienes de todo orden. 'han de

decidir las futuras guerras. Un anna no

vale nada cuando tiembla el corazon delque Ia rnaneja.

Los valores del espiritu son conceptos

fundamentales que constituyen un factor

esencial y superior a los demas.

No solamente en el Santuario de la

Virgen de Ia Cabeza, sino en todo el a m -



bito naeional, los hombres sabian arro-

dillarse para pedir proteeeion,

La visita al templo de Nuestra Senora

del Pilar, de Zaragoza, po·r ejemplo, era

Ia primera ohligacion que se imponfan

los soldados que cubrian los frentes de

Aragon y Catalufia cuando regresaban deenos para descansar en los permisos que

les eran eoncedidos,

En el prdlogo que el Caudillo Franco

PUBO al libro titulado «Guerra en el

Aire», del que es autor el as de Ia Avia-

cion Nacional Garcia Morato, se Ieen estas

palabras: «Para enfrentarse con la muer-

te, para elevarse sobre ella, para alcanzar

la gloria y el laurel y dar la vida eons-

ciente por la Patria, hay que ereer en

Dios. Este es el gran seereto de nuestra

Historia y el alma de nuestra Cruzada.»

* ••

No fueron pequefios los problemas que

tuvie.ron que resolver los mandos de la

defensa.

Durante el asedio nacieron 24 nifios,

de los cuales cuatro murieron al nacer.

Todas las actividades de Ia vida de un

pequefio pueblo tuvieron que ser atendi-

das, y el capitan Cortes, como tantos je-

fes del Ejereito de Franco, fue al mismo

tiempo un poco gobernador y alcalde en

el Santuario. Asimismo en los pueblos

Iiberados de la tirania roja era preciso

poner las instituciones en orden y haeer

posible la vida normal, que, generalmen-

te, se encontraba en pleno desquiciamlen-

to anarquico. Asi, Cortes tuvo que aten-

der a una gran variedad de problemas,

Ilegandcse . a :realizar los servicios en el

campamento con toda puntualidad, orden

yesmero.

Se establecieron observatories que per-

Milian de dia y de noche obtener infor-

macion sobre los movimientos del eIiemj.

go; Be procure evaluar BUS e.fectivos y se

eontrolaba el movimiento de su aviaciOn.

No olvidaba el general Queipo de Lla-

no en sus charlas a los heroes del San-

tuario, y con freeueneia lanzaba al espa-cio Irases en clave con las que dabs no-

tieias sobre la situacion de BUB familias,

alentandoles al mismo tiempo en su gran·

diosa empresa.

J.Ja razon por Ia cual no era muy eono-

cida Ia odisea por Ia que estaban pasan-

do los hombres del Santuario fue la pe-

ticion, ya conocida por nuestros Ieetores,

de que se mantuviese en el anonimo , he-

cha por el capitan Cortes.

Un mensaje que revela la imporlancia

que para 108 defensores suponia manteo

ner el enlace con el Mando Naeional es

el que a continuaeidn transcribimos:

«Hemos reeogido tambien cuatro palo-

mas vivas y dos canones de ametrallado-

ras, no as! el resto de las palomas, Igno-

rando si por olvido hahran quedado en

el aerodromo, [con 10 necesarias que nos

son las palomas mensajeras!»

Vemos tambien como por via aerea re-

cibieron ametralladoras despiezadas, que-

luego los defensores armaron y pusieron

en servicio.

En una oeasion el capitan Cortes soli.

eito Be Ie enviasen semillas de flores ama-

rillas y rojas, a fin de honrar a los muer-

tos por la Patria adornando sus sepultu-

ras con los colores de la bandera de Es-

pana.

As! se Ilego a las fiestas de Navidad

del afio 1936, que fueron para los sitiados

un motivo mas de especiales emociones.

En aquellos dias la aviacion del Ejercito

espafiol no 0'lvid6 a los defensores, los

euales recibieron por el aire los turrones

y clasicas golosinas, con otros muohos reo

- 20-



LA OCUPACION DE PORCUNA POR LAS TROPAS NACIONALES

Y NUEVOS ATAQUES ROJOS

galos, para festejar Ia Navidad y el A:no

Nuevo.

EI Din de Reyes los nifios del Santua-

rio recihieron sus juguetes correspondien-

res, y los hijos de los heroes tuvieron la

misma aleg·ria que todos los nifios de Es-

pana en la misma fecha.

En aquellos patios, en aquellos cuartos

ya mordidos por la metralla, las criatu-

ras, tamhien defensoras, empufiando sus

armas de ingenuidad y alegria, eran para

los heroieos hombres de Cortes un aeica-

te, mas que un lastre, en la ingente tarea

de la defensa. Las m as infantiles pusie-

ron en aquelias alturas, cereadas por el

odio y el terror, la nota de sana alegria,

que consiguio hacer mas Ilevadera la im-

Una operaeion de guerra que lrizo eon-

cebir grandes esperanzas a los sitiados fue

ia ocupacion de Porcuna por la tropas

del general Queipo de Llano.

Abrir una brecha para efectuar una

penetracion y explotar el exito a fondo

para Iiberar a los sitiados era una aceion

que requeria unos medics con los que no

oontaba, ni mueho menos, el Ejereito del

Sur por estar sus fuerzas empefiadas en

otras aeciones de mayor interes estrate-

gico.

No obstante, coli, el fin de acercarse a

los sitiados, se monte una pequefia ope.

racion con eseasos efectivos,

Un sector del .frente rojo sufrio 108

efeetos de una corta preparacion arrille-

ponente obligaeion de resistir al eomu-

nismo,

E] mismo Cortes, ante aquellos 24 rri-

nos nacidos en el recinto del Santuario,

no podria resistir la preocupaci6n al pen·

sar en la futura suerte que Dios Ies ten-

dria reservada. Quiza ante sus euerpeci-

llos nagiles su imaginacion Ie Ilevaria a

pensar y a Imaginar a aquel que, sangre

de 8U sangre, aun no eonocia ni eonoce-

ria jamas. Pero estamos seguros de que

nadie leeria en su rostro la human a emo-

cion que Ie embargaba ; para los defense-

res del Santuario, Cortes fue siempre el

jefe de espfritu fuerte, el hombre de hie-

rro que, sin descanso, infatigablemente,

estaba en todos sitios, siempre que su

presencia era necesaria.

IX

ra, que cause destrucciones en las obras

de Iortifieacion enemigas, A esta acciou

siguio un brioso asalto de las posieiones

rojas, que deja el camino expedite a los

soldados de Espana para penetrar y ocu-

par el pueblo de Porcuna.

Este heoho de armas deja a las van-

guardias nacionales a 75 kilo metros del

Santuario, produciendo un gran optimis-

mo entre los defensores, como se reveln

en el parte que transcribimos a couti-

nuacion:

«Las fuerzas que nos eercan estan en

mucho menor mimero , sin que den sefia-

les de vida mas que algUn que otro

apace»,

»Cousidero proxima 11;1gonia del ene-

-21-



migo, a juzgar por los dias de calma que

han sucedido en el £rente a la gloriosa

toma ,de Porcuna, que debe de ser el go1-

pe mas duro de los sufridos por los rojos.

Gracias a esto y al ahundante envio de

pan, el campamento ha sentido la alegria

de ver sus necesidades euhiertas y hue-

nas notieias de campafia, Los rostros van

recobrando su viveza y expresi6n. Quie-

ra Dios que no vuelvan los tristes dias

por los que hemos pasado hasta tanto

Ilegue la hora de unirnos a nuestros her-

manos para poder ayudarles en la fecun-

da ohra que estan realizando, dejando

atras est a pesadilla que va siendo supe-

rior a nuestras fueraas ... »

Pero este optimismo habia de ser pa-

sajero, y pronto el campo rojo hahia de

dar sefiales inequivocas de estar dispues-

to para el asalto definitive. Por otro lado,

un episodic oontrihuyo de manera impor-

tante a que la guerra no se resolviese xa-

pidamente, La Ilegada a Madrid de las

Brigadas Internaciona1es alargo y rehizo

sobremanera la resistencia roja,

Miles de hombres de diversas naciona-

lidades se alistaron para comhatir a Es-

pana contra los soldados del Generalisi-

mo Franco. Estas tropas estaban bien

equipadas e Instrufdas, y los que fueron

sus jefes han pasado a serlo de los Esta-

dos comunistas situados tras el telon de

aeero , ocupando otros los cargos mas im-

portantes dentro del Partido Comunista,

incluso en las naciones occidentales. Es-

tas tropas presentahan much as veces dura

resistencia a las fuerzas nacionales y obl i-

gahan a montar operaeiones en que era

forzoso emplear un gran esfuerzo belico.

Despues de haber realizado los rojos

las operaciones de sitio en torno al San-

tuario , intensifiearon las acciones ofen-

sivas.

Diez aviones, insistentemente y durante

muchos dias, dejaron caer potentes hom-

bas sobre las posiciones, causando graves

destrozos en las edificaciones, que no po-

seian las caracteristicas de una fortaleza.

Con mucha frecuencia oian los defensores

el sonido pavoroso de los proyectiles de

aviacion que descendian rasgando el aire

para romperse en un sonoro estampido

que sembraba la muerte y la destruecion

en su derredor. El humo y el pnlvo. de

las explosiones cegaba a los defensores

que corrian para prestar auxilio a los he-

ridos que con£undian sus lamentos con

los gritos de las mujeres y el lIanto de

los nifios.

La artilleria preparaha Y corregfa el

tiro con toda minuciosidad per ofrecer

los edificios un hlanco directo que permi-

tia la observacion del tiro con toda pre-

cision.

La noche del 31 de octuhre, el obser-

vatorio del Santuario acuso el movimien-

to de 180 camiones que" con las Iuces en-

eendidas, se aproximahan a las posicio-

nes rojas. Era la eoncentraeion de las

fuerzas que habian de tomar parte en el

ataque del dia siguiente,

Al amanecer , una hateria de canones

de 75 mm. y dOB de 105 mm., situadas

sobre la carretera de Puertollano, reali-

zo un intenso£oego sohre las posiciones

del Santuario.

Fuertes concentraciones de, proyectiles

caian sohre los diversos puntos de la po-

sicion, las edificaciones se ihan reducien-

do a ruinas y los defensores, pegados ma-

terialmente al terreno, aguantahan las

descargas de las baterfas, en espera del

ataque de la infanteria roja, que habia

de producirse en el momento que con-

siderasen que ya estaha sufieientemente

madura su ohra de destruceidn.

El fuego de la artilleria roja, mas

tarde decrecio en intensidad, hasta el

22 -



punto de que, sorteando las explosiones

de Ios proyectiles, los defensores tnvieron

un respiro para proceder a Ia evacuacion

de heridos y reorganizacion de 1a de-

fensa,

No £ue esta, sin embargo, la sefial de

finalizar el fuego artillero. Instantanea-

mente una lluvia de proyectiles mortffe-

ros hizo explosion sobre Ia cumbre de Ia

posicion, derribando con gran estruendo

las paredes del Santuario.

Este era el memento. De las posiciones

rojas salieron numerosos enjambres de

milicianos que, confiados en los efectos

de destruecion alcanzados por el fuego de

la artilleria, se Ianzaron sobre las posi-

ciones del capitan Cortes en un ataque

decidido que 'hubiern dado al traste con

1a defensa a no ser por el derroche de

valor y energia desplegados por Ia de-

Iensa de Ia posicion.

Los guardias, requetes y falangistas em-

puiiaron los £Usiles y ametralladoras con

la maxima rapidez y recibieron con fuego

certero y eficaz a los asaltantes, que tu-

vieron que pegarse al terre no e· imprimir

una gran Ientitud a sus movimientos.

Mas tarde, viendo la imposibilidad de

dar un paso mas, hicieron una retirada

general.

Esta aventura costo a] enemigo dos-

cientos muertos y trescientos cincuenta

heridos.

Asi termin6 otro dia glorioso para los

defensores con est a accion que puso en

vergiienza y ridiculo a los mandos rojos.

A partir de entonces los partes envia-

dos por el capitan Cortes empiezan ate-

ner un earacter que refleja Ia inmensi-dad de Ia tragedia, Uno de ellos decia

asi:

«La situaci6n en el campamento sigue

siendo angustiosa en extremo, no solo

por Ia aetuacidn constante del enemigo,

sino por 10 que es mas grave e insosteni-

ble: por falta de vivienda donde guare-

eer a tanta mujer y niiio como aqui te-

nemos, que ni de espacio para descansar

disponen, asi como lOBheridos, que los

tengo haeinados en las pocas habitaciones

que nos quedan y a los que asiste sola-

mente un voluntarioso estudiante de me-

dicina .••»

Del ataque de que hemos dado cuenta

anteriormente y de los sucesivos que se

habian de producir £ue salvada Ia ima-

gen de Ia Virgen de la Cabeza, que pre-

visoramente fue colocada en un hueeo ta-

llado en la roea ante de que Ia artilleria

roja destruyese el altar del Santuario.

Las necesidades de la guerra impedian

al Ejercito nacional acudir en socorro de

la posicion y seguia sin despejarse el ho-

rizonte para los heroes de Ia defensa,

La noche del 18 de noviembre £ne de

mal presagio ,

La observacion aeuso una nueva con-

centra cion de tropas enemigas. Hasta 252

camiones con luz encendida pudieron con-

tar los guardias de servieio durante Ia

noche,

Al dia siguiente , por Ia manana, vnl-

vio a desencadernarse un ataque, en cuya

preparacion intervinieron hatcrfas de ar-

tilleda de 75 mm. 105 mm. y 124 mm., Y

doble mimero de unidades de Infanteria

l o j a .

La aviaeion y Ia artilleda conjunta-

mente proyectaron sobre los defensores

del Santuario una infinidad de horubas y

granadas, reduciendo a escornbros las rui-

nas de oasi todos los edificios.

La posicion seconvirfio

en pocotiem-

po en un infierno de fuego, en el que

no les era posible enterarse de las bajas

sufridas.

Un estruendo tal como si fuese produ-

cido por fuerzas sobrenaturales apagaba

- 23



esperanza de U11a Iiberacion y no cabia

en sus mentes 1a palabra rendicion,

Un parte del capitan Cortes dando

cuenta de Ia situaci6n en el mes de abril

del afio 1937 decia asi:

«Como continuaci6n del mensaje que

aeompafio -que en el dia de hoy empe-z6 a cursarse por helfografo, sin que Ia

artilleria roja permitiern transmitir , por

hatir todos los frentes-, participo a V. E.

que en el dia de hoy ha sido tan tenaz

y mort.ifera la actuaci6n de dicha arma,

que no existe un solo rincon en el San.

tuario fuera del alcance de la misma, Las

escenas que se han desar:rollado no son

para descritas, Heridos de los dias ante-

riores, muertos en los rincones donde se

hallahan; familias casi desaparecidas:

unos porIa acci6n de la metralla, los mas

sepultados entre los eseombros. Los que

se han sacado con vida, sin poder curar-

se , por haber destruido Ia metralla la par-

te destinada a hotiquin. Tambien se ha-

llan inaprovechahles los pecos viveres de

que disponiamos; en las casas-cuevas que

hay entre las piedras van a pasar Ia no-

che estas pobres mujeres y nifios, aguan-

tando la lluvia y el viento de esta tormen-

tosa noche y el constante paqueo que no

eesa, Al.ln asi rehuyen la idea de una ren-

dicidn, y yo, mi general, pese al espn-itu

de todos, eomprendo 10 insostenihle de la

situaci6n ... Esto, mas que odisea, es ya

locura.»

Al considerar las palahras que se Ieen

en este parte se piensa que la resistencia

humana al dolor no tiene lfmites,

Pensando en el problema, desde el pun·

to de vista de la tecnica y tactica mili-

tar, tamhien se saca la conclusion de que

el esfuerzo realizado por los defensores

estaha fuera de todas las posihilidades

previsihles.

EI mando de tropas en el comhate evita

sicinpre el caer en una zona hatida pOl'

fuegos de Ilanco , pOI considerarse esta

una situacion ventajosa para el enemigo ,

que causa grandes e£ectos de destruecion

en las tropas propias. Los defensorcs del

Santuario, praeticamente , recibian fuego

en todas direcciones,La defensa de la in£anteria contra el

fuego de las armas de tiro rasante, como

son los fusiles ametralladores, ametralla-

doras y canones, la realiza oeultandose

detras de obstaculos que la cuhran de estu

clase de fuego; pero si se combina el fue-

go de estas armas, como son Ius obuses y

morteros, entonces los obstaculos anter io-

res carecen de valor y ohligan a deseu-

brirse al infante, con 10 cual es destruido

y puesto fuera de combate. Todas est as

armas batieron los ulrimos reductos de la

posicion y produjeron Ia destrucci6n y

anulacion para el comhate de los sitiados,

sin olvidar Ia actuaci6n de Ia aviaci6n,

que complete las preparaciones art iller as

con su gran potencia de fuego.

Los rojos dejaron eaer en Manos del

Ejereito Naciona1 Ia ciudad de Malaga,

pero se complacian en no economiz.ar

medics en el cerco del Santuario.

Ante la reiteraci6n de esfuerzos por

parte del enemigo, tuvo Cortes que ir

evacuando las posiciones ocupadas, y as)

ordeuo, primero , Ia retirada del destaca-

Mento de Lugar Nuevo. Sucesivamente

hubo lie ahandonar los puntos del terre.

no donde se apoyo la defensa en los pri-

meres meses,

En una espeeie de sotano y en unas ha-

bitaciones llamadas «hahitaeiones de laCondesa», se hacinahan los seres huma-

nos no combatientes, supervivientes de la

eatastrofe hasta el mes de abril.

Ya no eran muehos los dafios que po·

dian causal' los rojos entre los defensores,

- 25-



LOS ULTIMOS COMBA TES

porque eran ya muy pocos, y el aspecto

espeetral que ofrecian era intermedio en-

tre la vida y la muerte.

Contra este grupo de hombres Iameli-

cos Ianzo el mando rojo nuevos ataques

Para acabar de una vez con la resisten-

cia, acumularon los rojos, ademas de losiaedios empleados en combates anterio-

res, baterias de 105 mm. y una de

150 mm. y tamhien estahlecieron diez

morteros de 81 mm. Para dar mayor con-

tinuidad a1 fuego, utilizaron fusiles Ian-

zaminas y, por si fuera poco, establecie-

ron una posicion de espera con diez ca-

nos de combate.

Con e1 mayor estoicismo aguantaron los

escasos supervivientes una Iarga prepara-

cion artillera, que dejo caer sobre 1a po-

sicion un aluvion de proyectiles de todos

los calibres, no quedando apenas un me-

tro de terreno sin ser batido.

Despues, todos los hombres utiles y al-

gunos heridos empuiiaron 1a arrnas para

dar comienzo a la desesperada defensa del

suelo que pisaban.

Los guardias civiles no concebian Ievan-

tar los brazos en sefial de rendicion ante

los rojos, a quienes despreciaban como

traidores a Ia Patria.

Desplegados en abanico hicieron apari-

cion los carros de combate, haciendo al-

tos en su mareha para mejor efectuar In

punterIa de sus canones y ametralladoras,

Lentamente emprendieron la ascension de

con medios superiores a los que habia

empleado anteriormente, a fjn de asegu-

rar su presa y dar a1 mundo Ia noticia

de Ia derrot a de los de£ensores del San-

tuario ,

XI

Ia pendiente; y los defensores pudieron

percibir el 'Iuido de los motores, que sehacia cada vez mas intense al acercarsc

108 monstruos de aeero que ya no se ocul-

laban y proseguian su avance impasibles,

ante el fuego de los de£ensores, que no

hacia ninguna mella en sus corazas. Ya

estaban coronando la cumbre., cuando un

grupo de soldados se aposto en un rep1ie-

gue del terreno esperando a 108 carros;

uno de estos hombres lanzo una botella

de liquido inflamable sobre las planchas

de acero de un carro por su parte trase-

ra, Un immo denso rodeo al vehiculo, se-

guldo de. una llamarada, que prendio en

sus organos vitales, dejandole fuera de

combate.

A partir de este momento sobrevino

una desesperada reaccion de. 108 defense-

res, que dio por resultado que los carros,

virando en redondo, abandonasen 1a posi-

cion.

Ante e1 fracaso sufrido por los carr os,

la infanteria enemiga surri6 un gran que-

hranto moral, a pesar de su aplastante su-

perioridad numerica, Este estado de ani.

mo colectivo dio lugar a una retirada en

e1 mayor desorden,

El heeho de arm as que hemos relata-

- 26



do tuvo lugar el 18 de abril, y Iue recogi-

do por el capitan Cortes en el siguiente

parte:

«He detenido los tanques, cuya presen-

cia solo ha servido para elevar Ia moral

de mi tropa. iViva Espafia!»

Otro parte, recihido en la znna nacio-

ual con fecha 29 de abril, decia asi:

(La tarde del 28 fue algo que no puedo

describir _ Seguimos firmes en nuestro

puesto, porque nuestra fe nos da fuerza

para ello. iVjva Espafia!»

En uno de los combates de los ultimos

dias de abril el capitan Cortes, que ha-

bia permanecido hasta entonces invulne-

rable, fue herido, sin que por esto entre-

gase el mando de, la posicion, que conser-

vo hasta el fin.

Hahian pasado nueve meses y algunos

dias sin que las tropas del ejercito rojo

hubiesen podido poner pie en la posicion,

pero el mando rojo estaba decidido a ter-

minar con la resistencia de aquellos he-

roes,

La 16 Brigada Iuternacional , al mando

de un individuo apellidado Carton, reci-

bio orden de atacar la posicion.

Las Brigadas Internacionales ten ian en

cl ejereito TOjO los efectivos de una di-

vision. Esta gran unidad combate combi-

nando la aceion de todas las armas y dis-

pone de los Servicios de Intendencia, Sa-

nidad, Artilleria ... , etc., para proporcio-

nar a las tropas los medios de vivir y

combatir,

Una fuerza de esta categoria rue Ianza-

da contra los tilfimos supervivientes que

resistian sometidos a toda clase de tortu-ras fisicas.

Asi fue como miles de hombres, con

toda suerte de recursos y medios, Iogra-

ron veneer a un pufiado de famelioos, he-

ridos y enfermos defensores,

La 16 Brigada Internacional entre en

un campo de silencio y de muerte en Iu-

cha contra un corto mimero de hombres

cansados, heridos y hambrientos.

El ultimo parte de Cortes decia asi:

«lmposible resistir mas. iViva Espafia!»

Cualquier ejercito enemigo hubiera ren-

dido honores militares a los defensores,

pero el ejercito rojo hizo objeto de ve-

jaciones y malos tratos a los pecos prisio-

neros que, enfermos y heridos, encontro

en la posicion, impotentes ya para defen-

derse,

No ha sido aclarado hist6ricamente emil

fue el fin del capitan don Santiago Cor-

tes, despues de que su cuerpo herido de

gravedad r o e hecho prisionero de la horda

roja, Corrio en aquellos dias la noticia de

que habia sido asesinado en el hospital

de sangre donde euraba de sus heridas.

EI general Queipo de Llano informo a

Espana de la caida del Santuario con es-

tas palabras i

«La gesta del Santuario de la Cabeza

debe ser subrayada con admiraeldn. Los

defensores han resistido el salvajismo de

las hordas que les sitiaban, demostrando

su valor espartano.

»Durante estos nueve meses cayeron en

aquel sagrado recinto mas de. 3.000 gra-

nadas, que 10 redujeron a ruinas, entre

las cuales proseguian resistiendo aquellos

bravos, llenos del espiritu de, la Espana

nueva.

»Faltos de viveres y agobiados de ba-

jas, hubo una oeasidn en que se avinieron

a rendirse, a condicidn de que fuesen res-

petados mujeres y nifios. Mas al salir el

primer grupo de aquellos sufrieron talesvejaciones, que los de£ensores optaron por

seguir la resistencia a todo trance.

»Intervino tamhien la Cruz Roja Inter-

nacional para que los nifios y las muje-

res fueran evacuados; mas el Gohierno de

Valencia impnso que todos ellos quedasen

- 27 -



en zona roja, 10 cual, naturalmente, no

Iue aceptado. Hace seis dias el glorioso

jefe de aquellas £uerzas dio euenta de que

el mimero de bajas podia calcularse en el

75 por 100, no obstante 10 eual , y a pesar

de las baterias y tanques dispuestos por

el enemigo , los hombres disponihles se

preparaban a continuar resistiendo hasta

mnrir , Y aun pudieron rechazar, a costa

de nuevos quebrantos, varios terribles ata-

ques rojos.

»S610 cuando aquel insigne jefe cayo

herido gravemente vino la entrega.

»Los despachos expedidos durante el

glorioso cerco por el jere de aquellas fuer-

zas seran reeopilados, para que sirvan de

admiracidn y ejemplo , en un Iibro espe-

cial.

»Es aquel - [quede bien grahado su

nombre insigne en todos los pechos espa-

~ 28 ~

iioles!- el capitan de la Guardia Civil

don Santiago Cortes.»

No tuvo la gesta del Santuario de Nues-

tra Senora de Ia Cabeza in£Iuencia de nn-

portancia ni alcance estrategieo en la mar-

cha de Ia Guena de Liberacion, pero sila tuvo y Ia tendrji siempre en el terreno

moral como simbolo de 10 que £ue la Iu-

eha contra el comunismo en Espana.

Hoy el Santuario de Nuestra Senora de

Ia Cabeza se halla totalmente reconstrui-

do, y alii aeuden los peregrines a orar an-

te la imagen de la Virgen Santa, que fue

puesta a salvo por los soldados de la In-

fanterfa espanola, sin permitij- que caye.

se en las manos saerilegas del eomunismo.

Otra vez la paz y el silencio , s610 tur.

bado en las romerias anuales, vuelve a ser

duefio de la serrania y del Santuario.



INDICE

Piginas

I.-Leyenda e historia 3

II.-Situaci6n general 5

IlL-Las fuerzas del Santuario 6

IY.-Cortes rompe las relaciones con las

autoridades rojas . 8

Y. -Organizaci6n de. la defensa 10

\'I.-Los primeros combates 12

YII.-La Aviaci6n Nacional en la defensa, 14

VIII.-El sitio del Santuario 17

IX .-La ocupacion de Porcuna pOT las tro-

pas Nacionales y nuevos ataques

rojos 21

X.-EI cerco se estreeha 24

c'I.-Los ultimos comhates 26

--_, ~9 -



•

flTULOS PUBLICADOS

NQ i.-Vista, Suerte 1. al 'I'oro,

N.t 2.-...Fiesbs 1 . Ierias de Espa.na.N.t a.-Ade.sania.

1'{.' .i.-Los ,t&r.ritorJos espafiolea delGoUro de Guinea.

N.' 5.-El Crucero "Baleares".

N.' 6.-F&lla, Granados 1 . A;lb.8niz.

N . . Q 7,~Qonquis~a POl' ·e:lterror.

N.t S.~spa,na en dos Altares.N.t 9.-La Gesta del A Ito (\e los

L'8C}Il:Si.

N.t 10.~Ex combatientes.

N.t 1i.-La Batalla de Te['ueil.

N.t 12,-V:iQa 1 . ooea de Menendez 1.Pelayo.

N.t 13..-I\esidencias de V,erano.

N.t H.~spanOiles esclavos 'eonRusia.

N.t 15.-La. Batalla dletlEibm.:r tt 16.--GJ.ima, SU8Ilo, Agricultura.N .Q 17 .-Elimina-dos.N.' is.-La Batalla de Brunets.

: N , . t i.9.-La tndustr+ahsacton de Es-

pafia,N.t 2.0.-La case tradiclona! ell! Es-

pafia.N.t 2i.--G,enera.1 Yagtie,

N : . t 22.........;us,60,S.

N.t 23.-0vi,edo, oiudad Iaureada.

N.t 24.----FII'IElontesd6l1 S i U f I ' .

N.' 25.-J):iv:iJsi6n AZUl I .

N.t 26.-Donoso Cortes,

N.t 27.-I\egeneraciOn del preso.

N.t 28.-La "SeliUana. tragica" de Bar-

celona.N.9 29.~Gwlvo SotJe!l.o.

N,t 3_O.-.iBordado's 1. encajes.

N.' 31.-,Sei.s. poetas oontemporaneos.N.t 32.----JliI General Mala.

N.' 3B.-Mapa gastronomlco.

N.' 34.-01'18 IIa n a, descubrtdor del

Amazona •.N.t 35.-"Yo, ,e I vino."

N.' 3i.-EI teatro.N.t 37.-Victor. Eradera.

N.q 38.-:&1 A;lcaza.r.

N.q 39.-0nesi,m'p Redond-o.

N : , 9 40.-Ciudades de Ilona.

~.9 41.-NUle,stro paisaje.

N.9 42.-Frar Junipero Serra.

~.g 43.-Pedro de Valdivia.l'V 44.-Andalucfa.

:\.2 45.-iIlarruecos: EI Pro tect.o rado

espafiol,

N.' 46.-Agricultu.r.a s : Oomercto.N.' 47.-Escrilor,es aseslnados por los

rojoe.

N.- 48.-aaileaIle,s.

N .V 49.--E:I comunismo en Bspana.='l '.t 50,-Luch.as intern as len I J a ~ona

Roja.

X.V 51.-Navarra.

~.' 52.-Cata'Iufia.

'N.V 53.-La Marina Mercante.

X.o 54.-La,s "Ghecas".: V . V 55.-1!:tl mar y _ la pesca.

N.Q56.~Rosrul,es.

~ : . 9 57.--Jf,ernan Cortes.

x . g 58._Espaii,{)}es 'en Argelia.X.Q'59.-Ga"licia y _ Asturias.

N.Q 60.-Leyes fundamenta les.X .2 61.-M,edicina del Trabajo.

X .2 62.-EI cante andaluz.X.2 63.-Las Real'as Academias.~.o 64__-~aca.

~.o 65.--Jo.se Antonio.

~.o 66.-La Navidad en Espafia.

N.· 67.~Canarias.

X .O 6S.-EI bulo de los cararnelo s

:\. 69.-Rutas y _ camlnos.x- 70.-Un afio turhio.

K.· 71.-La segunda Bepubltca.X.o 72.-FoJ'tuny.

X.o 73.-El Santuaric de . a nt a )laria

de Ia Caheza.

A~AI\ECERAN P.OOXIMAMENTE

Mujenes espaiiola.s.

El Santuario de Santa Maria de La Cabeza

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