EL RINCÓN DEL ESCRITOR

ENERO-FEBRERO 2015 NÚMERO 1 -EJEMPLAR GRATUITO

REVISTA BIMENSUAL TERTULIA DE ESCRITORES APTR

LA MAGIA

PASEANDO POR UNA CIUDAD MARAVILLOSA

SOLEDAD VS FELICIDAD

EDITORIAL

AUTORESANA TERE USERO LUIS SANCHEZ TOMÉ BRAD PITT CECILIA BRITO JAVIER FUENTES ABUNDIO JULIA BRAVO JUANA BERMEJO GRAPHOS D IGYO

Brujz

OTROS PARTICIPANTES MARIA TERESA MARTÍN FLORES JUAN SANCHEZ ARANZUEQUEALFREDO GONZÁLEZ MELENDI

Cuando al inicio del 2011 la Asociación de Pensionistas de Técnicas Reunidas decidió ini-ciar con sus socios una nueva actividad de grupo, la literaria, se intentó contar con la ayuda del profesor de Didactica de la Lengua y Literatura de la U.A.M., Juan Antonio Nuñez Cor-tés.Se trataba de constituir un Club de Lectura. Previamente se había hablado en Junta Di-rectiva de proponer un Taller de Escritura.

“Atreverse a disfrutar de un valor innato, la escritura”“ Leer y escribir para ser y sentir que estamos siendo y la puesta en común y comentario de lo escrito, constituye un aprendizaje que se conforma no solo con el saber sino con el pen-sar”

Estas entrecomilladas proclamas fueron la semilla que pretendía germinar en algo que ahora podemos afirmar que ha fructificado.

La actual Tertulia de Escritores, con un recorrido creciente en veteranía y participantes des-de 2012, tiene ahora el empeño y el reto de acometer esta hunilde publicación deseando sea reflejo y seña de la pluralidad, el respeto , el afecto y la admiración por el progreso autodi-dacta de los participantes. ¡FELIZ SINGLADURA!

LA MAGIA

…Un ademán de Dios y apareció el firmamento; un nuevo gesto y surgió la sonrisa de un niño; otro más y floreció la belleza del ocaso… La “magia” de Dios se manifiesta de la manera más imprevisible que uno pueda imagi-nar. Pero ¿qué debemos entender por “magia”? Rastreando en este concepto, y sortean-do lo que el diccionario especifica al respecto – técnica o ciencia con que se pretende producir resultados contrarios a las leyes naturales - podemos observar que la gran mayoría de los que han investigado este campo, asocian la magia con una forma más o menos definida de religión, cuando no de filosofía. En alguno de los que he indagado – Caro Baroja, J. G. Frazer…- no acaban de dar una respuesta que pueda considerarse convincente. También hay quienes, apoyándose en la definición de la RAE, la consi-deran una ciencia. Evidentemente todos esos conceptos son perfectamente válidos. Sin embargo, a todos ellos, yo les invitaría a vivir, por ejemplo, ese mágico momento de ver nacer a tu hijo y escuchar su primer llanto… Y a partir de ahí, su reflexión. Es posible que eso les haga cambiar su manera de pensar.No hay que buscar una razón lógica a este concepto. Desde mi visión personal, una cuestión esencial para sentir la magia, es no conocer la causa que origina tal efecto, pues le haría perder todo su hechizo. Otro concepto con el que la magia está muy relacionado, es la hechicería. Y en ese aspecto aún hoy en pleno siglo XXI, siguen existiendo lugares en los que se asocia la magia con la religión, e incluso con la medicina. En estos casos, magia y hechicería están tan estrechamente unidas que es difícil delimitar donde empieza una o donde termina la otra. Y aquí el chamán de turno desempeña un papel fundamental en la toma de decisiones, ya que se le atribuyen una serie de poderes para resolver asuntos de cierta importancia que el resto de la tribu no está en condiciones de solventar.Y me pregunto: ¿es necesario que para sentir la magia haya que buscarla en caminos tan recónditos? ¿Acaso eso la hace más importante? ¿No es más sencillo que surja espontáneamente en cualquier situación, con lo que será doblemente mágica? Los profanos en esta materia, que somos la gran mayoría de los mortales, solemos asociar la magia con los juegos malabares que hábilmente ejecutan algunos prestidigi-tadores, muchos de cuyos juegos se pueden considerar, no sé si una ciencia, como se atreven a asegurar algunos, pero si todo un arte. La verdadera magia, como tantas otras cosas, está en uno mismo: la magia de ver amanecer; la magia de sentir en la cara la caricia del viento; la magia del aroma de una flor… En una palabra: ¡la magia de la vida!Saber vivirla ya es un hechizo en sí, que nos embruja con su encantamiento y nos per-mite disfrutar de su sortilegio. ¡¡Vivamos esa magia con toda la ilusión que nos brinda su grandeza!!

Brad Pitt

LA MAGIA

LA MAGIA

-Vivía ajeno y alejado de ese mundo. El del esoterismo, la astrología, la santería, vudú, chamanismo, cartomancia… etcétera. No obstante mi formación profesional, más próxima a lo científico, no me impedía vivir cerca de un humanitarismo solidario.Una llamada y un correo me trajeron la mala nueva: alguien muy querido de mi gru-po había intentado suicidarse. Problemas de soledad doméstica, salud y vejez eran hipótesis para la elucubración.. Nada detectable con anterioridad, salvo el jode-jode cotidiano y generalizable a todos.- No permiten visitas. Solamente yo podré hablar con él un par de horas en los próximos días. Tampoco él quiere dejarse ver-, me comentó Javier, su mejor amigo.¿Y si algo de magia, como cualidad sobrenatural, ilusión, poder, actos, palabras o cosas inimaginables pudieran ser medios para comunicarme con él?Me invadió la tristeza. Miré por la ventana. Seguía lloviendo. A través del cristal observé la acera, por la que corría un reguero desbocado de agua.En ese momento los paraguas abiertos, brillantes por el agua, me parecieron capara-zones de animales, mitad coraza impermeable, mitad piernas que chapoteaban en el agua.Recordé, de memoria, los versos del poeta:

“Me he puesto a pescar esponjas frenéticamente,esos seres mágicos que pueden desalojarhasta la última gota de aguay vivir secamente”

Si aprendiera un lenguaje capaz de lograr cambios en las personas, explorar con el dialogo el funcionamiento del espíritu humano y proponer cambios positivos y efi-caces ¿No sería magia?Lejos de la brujería y el ocultismo intenté lograr algo fascinante, fabuloso, fantásti-co…Escribir con tinta efímera, aquello que puede leerse pero no conservarse. Aquello que se evapora al instante de ser leído sin secativos que lo borren, sin que se destiña por la acción del Sol.Escribir sin filtros, desde el alma, con ingenio y humildad, me acercaría a esos Ma-gos que como mis pocos amigos hacen de la felicidad algo asequible.

GRAPHOS DE IGYO

LA MAGIA

A veces, la naturaleza se presenta espléndida ante nuestra vista, ofreciéndonos una gama de coloridos paisajes, de acontecimien-tos inesperados,… en fin, de experiencias ante las que uno se que-da boquiabierto. Muchas veces pienso que la imaginación huma-na no es sino un remedo de dicha exhibición. Pero vayamos a lo concreto: Ellos se quieren mucho, desde hace mucho tiempo, pero un buen día, este amor se transformó en una pizca de vida distin-ta. Este hecho ha sido estudiado por los científicos y todos cono-cen el proceso: esa pizca va creciendo dentro de ella más y más, hasta que nueve meses después, aparece ante nuestros ojos un nuevo ser humano completo, con todo un incipiente artilugio que le permite respirar, mamar, mover sus extremidades, llorar, expre-sar algunas pequeñas emociones… y, cuando lo tienes en tus bra-zos, no puedes dejar de pensar que esto es magia: un pequeño ser de apenas 3 Kg. que te asombra cada día, que es capaz de coger tu dedo, que sigue tu voz, que se acomoda entre tus brazos y duerme plácidamente… ¿Ciencia? ¿Amor? ¿Ambos? Yo sigo pensando que esto es magia, una muestra de la gran magia que nos regala la naturaleza.

Ana Tere

LA MAGIA El diccionario nos dice que magia es el conjunto de conocimientos y prácticas con los que se pretende conseguir cosas extraordinarias con ayuda de seres o fuerzas sobrena-turales. La magia implica racionalidad y sensibilidad. El ilusionismo es algo distinto, se refiere a habilidades desarrolladas con la práctica, conjunto de trucos y pericias con los que se hacen juegos de manos, cosas sorprendentes y extraordinarias como hacer aparecer y desaparecer objetos y personas, descubrir cosas ocultas, etc. Hay en el ilu-sionismo más destreza y en la magia más reflexión. En lo que fue la existencia cotidiana, cuando reinaban mis sentidos, sus poderes estaban claramente delimitados. Percibía el universo mediante visiones momentáneas. Ahora dispongo del tercer ojo, del sexto sentido y esto es verdaderamente mágico. Es una segunda visión, es la puerta de la tercera mente. Poseo poderes que se apartan de los caminos habituales de la percepción sensorial y trascienden la realidad mundana. Poseo clarividencia, telepatía, precognición y retrocognición. Soy poseedor de lo que ahora denominan percepción extrasensorial, o sea: tengo capacidad para adentrarme en la vida paranormal en la que la parapsicología da todavía sus primeros pasos tam-baleantes. De los dedos de mis manos hago surgir ectoplasma si así lo deseo, puedo mover objetos distantes y sé cuándo alguna persona en mi cercanía está próxima a sufrir un accidente, pero lo que más me enorgullece es que estos fenómenos de magia real no son otra cosa que el producto de mis investigaciones. Todo empezó cuando observé que ciertos animales poseen órganos sensoriales que reaccionan de modo diferente a como lo hacen los humanos frente a estímulos que a éstos pasan desapercibidos. Pájaros que oyen los infrasonidos y se orientan por líneas de fuerza electromagnéticas terrestres; seres marinos que se comunican con sonidos que se encuentran fuera de los rangos de la audición humana; cardúmenes de peces que se mueven y cambian simultáneamente de dirección siguiendo señales que no identificamos; murciélagos que reconocen si sus posibles presas son o no venenosas antes de decidir atraparlas, la presencia de radar y de sonar en diversas especies ani-males… La lectura en la infancia de “El maravilloso viaje de Nil Holgersson a través de Sue-cia” me abrió el camino, el reconocimiento de que los delfines utilizan más del diez por ciento de su capacidad cerebral fue mi motivación definitiva. Estudié química, bioquímica, biología y ciencias afines desde la adolescencia y hace ya más de quince años logré aumentar mi capacidad de uso neuronal en más del dos por ciento. Hoy, tras continuados estudios y pruebas, sé que utilizo mi capacidad en la transmisión dendrítica y creación de proteínas cerebrales en un equivalente al vein-ticuatro por ciento del total. Sé que en un par de años estaré cerca del cincuenta por ciento. Esta es la verdadera magia. He superado todos los casos conocidos de percepción extrasensorial verdadera, muy escasos por cierto, dado que en esta área la superchería es la norma. Soy mago. No voy a revelar el secreto de la fórmula que tanto estudio, esfuerzo y práctica me costó. Sólo un detalle: partí del ácido ipartúrico-2-4- bimagné-sico-alfa-hexano-pireno-gámbico. abundio

La Real Academia de la Lengua tiene tres definiciones:-Magia: “ Ciencia o arte que enseña hacer cosas extraordinarias y admirables”.Fig. Encanto, hechizo o atractivo con que una cosa deleita y suspende.-Magia Blanca o Natural: La que por medio de causas naturales obra efectos extraordinarios que parecen sobrenaturales.-Magia Negra: Arte supersticioso por medio del cual cree el vulgo que pueden hacerse, con ayuda del demonio, cosas admirables y fuera de lo corriente.

A estas tres definiciones debería añadirse:Ilusionismo: que es hacer con trucos, cosas increíbles, como las que algunas veces nos ha hecho y dejado boquiabiertos, nuestro espectacular mago Jesús Fernández.

Magos-ilusionistas ha habido muchos y muy buenos, algunos han pasado a la historia, como por ejemplo el gran Harry Houdini. Actualmente tenemos a David Cooperfield, Juan Tamariz, ect., ect. En todos ellos hay algo que también tienen en común: El Espectáculo.Sobre este tema podría seguir escribiendo, pues bibliografía y buenas películas hay, pero he preferido desarrollarlo, teniendo en cuenta la segunda definición.

¿Habéis visto algo tan grandioso y sobrenatural como la creación, desarrollo y nacimiento de un ser humano? Que a través de una causa tan natural, como una gotita de esperma en el vientre de una mujer, se puede formar y crecer,, sin aire, sin comida,, sin luz…un ser; que sabe cuándo y por donde tiene que nacer. Ese ser seguirá desarrollándose y será, al crecer, capaz de convertir sencillas plantas en mágicas medicinas que puedan curar cientos de enfermedades; crear un aparato que pueda volar más rápido que el sonido; llegar a la luna y los planetas; viajar por el fondo del mar; verte a través de una pantalla de un lado al otro del mundo y así, ect.,ect.

Con ser esto tan grandioso, es solamente una parte de la Magia Blanca o Natural que en nuestro mundo tenemos, pues ve a un prado en primavera y verás tornarse verde y lleno de colores lo que antes era un árido y descolorido erial. Ve al monte con cientos de árboles y plantas y los verás crecer y llenarse de flores y frutos; también verás por allí revolotear abejas, que transforman un polvillo llamado polen, en una exquisita miel. Levanta los ojos a ese cielo azul de Madrid, que transformán-dose en gris, nos regalará esa agua tan pura, y necesaria para vivir, aunque algunas veces se enfade y nos suelte esos tremendísimos truenos, que a mí me asustan pero me encantan y, encima, siempre seguidos de rayos, imposibles de clasificar.

Por último, solo quiero deciros que me ha encantado escribir sobre esta palabra, pues por ella he podido darme cuenta, con asombro y admiración de toda la grandiosidad que la Magia de la vida nos ofrece.

Juana

LA MAGIA

LA MAGIA

Había una vez dos niños, que jugaban y soñaban en un lugar moruno, de calles estrechas y capricho-samente transitadas.Los dos habían nacido en aquel típico barrio en el que los turistas deambulaban buacando ilusiones artísticas y novedosas.Pero un día, uno de ellos no bajó a la calle. Más tarde, el otro se enteró de que su mejor amigo se había marchado al extranjero.Aquel niño de la calle, sumergido en un mar de confesiones, lloró en un portal oscuro, para que nadie notara su dolor.Aquella amistad rota, explotó por el destino amargo de la circunstancias familiares. Nunca sintió tanta amargura por un amigo huido para siempre.El tiempo pasó y pasó, año tras año, hasta que un día, en una noche misteriosa de una ciudad lejana, un teatro principal anunciaba, con luces de neón, pomposamente su grandioso expectáculo interna-cional.Y oigan lo que ocurrió dentro de aquel edificio:El niño, que se quedó llorando en su ciudad moruna, hoy ya mayor, estaba sentado en su butaca espe-rando que aquel telón, de terciopelo rojo chillón, se abriera.Y entre trompetas y aplausos apareció en el escenario un hombre con chistera, alto, esbelto y sonrien-te.El de la butaca se quedó perplejo, y cerrando sus llorosos ojos, comenzó a pensar en su interior:

“Y te fuiste sin decirme adiós,rompiendo de mi alma la armonía.Hoy te veo convertido en un señorde la magia sutil, por tu hidalguía.

Eres tú ese mago superiorque convierte la noche en pleno día,y torrentes de lluvia, a pleno solcon tu magia fantástica, diría.

En la vida, sin tú querer lograrlo,Dios te ha puesto de nuevo mi amistad,del amigo que se quedó llorandopor motivos de falsa claridady que no supo matar su vanidadal sentirse solo y meditando

Hoy te tengo delante, ¡Todo un mago!,convirtiendo las aguas en buen vinocomo hizo Jesús en su caminocon alardes de un arte peregrino;Y yo en cambio no sé ni lo que hagocomparando tu suerte con mi sino

Este mundo que juega caprichosocon dos niños que juntos comulgaronha conseguido verte tan dichosode un arte viril, maravillosode una magia que todos admiraron

Y aquel señor se levantó de su butacay humildemente y sin hacer ruidosalió a la calle oscura y enlutadapara decir al gentío que mirabaque su amigo enarbola el mismo artecon que tantos niños lo soñaban

Pero el arte de la magia, al sonreír,oculta los misterios del vivirque nos salen al paso, en el camino.No intentéis ni luchéis por conseguir lo falso de su ruta y su destino

La vida es un encanto de sorpresasque la misma magia lo delataella sola propone sus empresaspues ella nos domina y nos ata.

Por eso sigamos el senderoy olviden la magia de la vidasigan por el recto y verdaderovale más una verdad perdidaque un encanto fugaz y prisionero.”

Javier Fugal

LA MAGIA

¿No es magia que hace apenas dos años, era yo incapaz de escribir un renglón contan-do historias propias o ajenas?...¡Para mi resultó mágico que alguien me insinuara acudir a una tertulia de personas a las que apenas conocía, que contaban relatos de manera genial, y comenzara así a ex-presar mis pensamientos sin pudor. Han sido gente maravillosa, que han sabido captar mi espíritu que llevaba tiempo adormecido y que apenas podía despertar del letargo en que se encontraba!En realidad me da igual escribir casi bien o rematadamente mal, porque lo que me interesa es sentir, participar e ilusionarme.Así pues, por lo tanto, en la calma de la memoria y sobre todo cuando cierro fuerte-mente los ojos, en el momento que quiero, veo el rostro de muchas bellas personas que he conocido en la vida, de algunas fui amiga; entonces me vienen recuerdos, uno tras otro, cada vez más hermosos, pues solo quiero recordar, lo hermoso. Me parece que fue ayer cuando hablé con toda aquella gente y siento el calor de las manos que estreché. Aún oigo la risa feliz de Carmen, que fue compañera de pupitre, la voz ronca e irónica de Emilia, el estridente tono de Lolina o la silenciosa manera de mirar de la monja, joven e inexperta, que nos daba clase de Arte; por eso tengo la sensación que sería una lástima no recordar algunos de aquellos instantes vividos y aunque se trate de una frase fugaz o algún chisme estúpido desearía no olvidarlo. Son personas bellas e interesantes que gracias a esta tertulia puedo expresarlo.Pero no quiero llorar con los recuerdos, aunque las lágrimas, yo creo, que representan la parte más hermosa de nuestros sentidos. ¡Pero basta! Vuelvo a la tierna infancia.Durante varios años, siempre a principios de diciembre, por Navidad, en la plaza Ma-yor de Madrid se instalaba un mercadillo, que hoy es difícil evocar con la mente, pues aunque sigue vivo, nada es parecido a la atmosfera única que por aquel entonces se transmitía: el aire olía especial, el ambiente estaba impregnado con la fragancia de las castañas que las cocinas de carbón encendidas desprendían y que las abrigadas casta-ñeras afanaban con ahínco, atizando sus soplillos para ofrecer bien caliente su mer-cancía. ¡Cuántos aromas había allí!A veces la nieve volaba por el aire y los copos se quedaban pegados al cabello de los visitantes al mercadillo; las madres que nos acompañaban sonreían felizmente al ver las caritas de los niños tan alegres.¡Qué mágico me parecía todo!

Julia

¿S O L E D A D V S F E L I C I D A D?

¿S O L E D A D V S F E L I C I D A D?

El tema es tramposo, porque tendríamos que investigar qué se entiende por soledad y qué por felicidad.Soledad es un término muy amplio en el que cabe tanto la soledad elegida como la soledad sobrevenida, pero, en cada caso, ni suele ser absoluta ni tiene por qué llevar en sí misma la felicidad o la ausencia de ella.Estoy convencida de que la felicidad es una generalización obtenida por pequeños mo-mentos felices. Recuerdo que un filósofo comentó una vez que la felicidad es virtud de los necios que, como no piensan más allá de su nariz, no encuentran excusas que inquieten su “eterna felicidad”, pero el ser que piensa, siempre encuentra inquietudes que alteran tal estado.Uniendo los dos conceptos, sólo se pueden obtener momentos coincidentes, sin que ne-cesariamente el uno condicione al otro: Cuando, por ejemplo, se han tenido invitados en casa, el momento en que se cierra la puerta tras el último que marcha, mientras te quitas los tacones o te desembarazas de la corbata, sientes un soplo de felicidad intenso, lo que no quiere decir que hayas sido desdichado durante la reunión. Otro ejemplo: mi hermano dice que cuando le dejan las nietas, tiene dos momentos felices: uno cuando llegan y otro cuando se van. De lo que podemos deducir que la felicidad no depende de la compañía o de la ausencia de esta, sino de la predisposición de ánimo que uno alberga, y en ello, influ-ye mucho el cambio. Cambiar nos hace felices, porque solemos añorar lo que en cada caso no tenemos.Cuando la soledad es sobrevenida, la ausencia de tu compañía hasta entonces provoca tu infelicidad, porque hasta entonces el cincuenta por ciento de tu fuente de felicidad te falta hoy. Tienes de nuevo que acomodar tu vida a esta nueva situación. La realidad conocida es que se suele conseguir salvar ese bache y he observado con satisfacción cómo viudos o viudas, separados o separadas son capaces de beber de nuevo los pequeños sorbos de feli-cidad que la vida les presenta.En conclusión, pienso que cada individuo debe saber aceptar los buenos momentos que le ofrece la vida con o sin compañía y vivirlos intensamente. Ana Tere

¿S O L E D A D V S F E L I C I D A D?

Aunque peque de poco original, me gustaría empezar por tratar de definir cada uno de estos conceptos, y digo tratar porque no sé si son las definiciones que da el diccionario, pero que a mí me parecen acertadas: la soledad es una sensación; la felicidad, un estado. Y siendo percepciones tan distintas ¿pueden de alguna manera asociarse? Como en tantas otras cosas, las opiniones estarán divididas, por eso es conveniente precisar ambos conceptos. El de la felicidad está claro (más o menos), pero el de la soledad creo que ne-cesita alguna puntualización. Generalmente solemos asociar soledad con melancolía, y no cabe duda que cuando la soledad es impuesta, ese abatimiento es la consecuencia pre-dominante en tal situación. Sin embargo es muy importante diferenciar la soledad forza-da, con la que pudiéramos llamar voluntaria. Las matizaciones son más que notables.La soledad voluntaria, elegida, es algo que puede considerarse positivo, ya que general-mente posee una extraordinaria sensibilidad para captar las cosas: el sentimiento, la ima-ginación, afloran con una espontánea sencillez; y la creatividad de cualquier tipo fluye de una manera abierta, natural.La persona con esta característica se siente segura, porque, entre otras cosas, posee todo el tiempo y el espacio que quiere, no tiene necesidad de hacer prevalecer su ego. Vive y siente la soledad. Todo lo contrario de la soledad obligada, en la que la negatividad se pone de manifiesto en todas sus facetas, y donde nada tiene valor suficiente para que pueda disipar la extraña sensación que invade al que lo soporta. Quien se encuentra en ese estado, no solo siente muy baja estima de sí mismo, sino que su ego se acentúa de manera casi alarmante. En una situación así, esa soledad no la disfruta, la padece. Por supuesto, es más que patente que la felicidad no asoma por parte alguna. Contrariamente a quien escoge la soledad, donde la felicidad puede decirse que forma parte de su propio yo. En estos casos el títu-lo del microrelato que nos ocupa, encaja perfectamente… por supuesto eliminando las interrogaciones.Se me puede argumentar que el interrogante del título del microrelato no se ha contes-tado. Yo no creo que sea la persona más idónea para hacerlo. Todo lo contrario; y si se me permite, lanzo una nueva pregunta: si se nos concediera la facultad de prescindir de alguno de estos dos conceptos ¿de cuál prescindiríamos? ¿De la soledad…? ¿De la felici-dad…? ¿De ambos…? ¿De ninguno…? Antes de responder ¿no sería conveniente medi-tarlo objetivamente? ¡Hagámoslo! A lo mejor nos sorprendemos.

Para finalizar quiero aprovechar una reflexión que ha acudido a mi mente, no sé si acer-tada o no, pero que me ha hecho meditar, y que puede ser una especie de simbiosis entre la propia soledad, y los que la escogen como un autentico privilegio: los que eligen la soledad, la necesitan tanto como la soledad les necesita a ellos.

BRAD

¿SOLEDAD vs FELICIDAD? Algunas personas causan felicidad a donde van; otras, cuando se van. Oscar Wilde

Empecemos por eliminar incógnitas. La Soledad, salvo mi vecina del ático, Soledad Barrenechea, no exis-te. Todos estamos conectados a todo, aunque no queramos. ¿Felicidad? Hay tantas definiciones y maneras de entenderla como seres humanos pueblan el planeta. Además está Felicity Jones, esa actriz británica que quita el hipo. Pero, pasando por encima de estas oposiciones racionales, tratemos el tema en el sentido metafórico y filosófico con el que se formula ingenuamente. Me llamo Francisco Franco, lo cual, como era de esperarse, me ha hecho pasto de burlas y chistes malos desde la escuela primaria. El apellido era inevitable, mi padre es Ramón Franco (también le han hecho la vida amarga con ese nombrecito), pero lo de Francisco viene por mi abuelo materno, Francisco Alegre, el que faltaba para una familia de renombre. ¡Y olé y olá! Pero vayamos al asunto que nos concierne. ¿Soledad? Eso de que uno nace solo y muere solo que se lo cuenten a otro. Cuando nací, mi madre, Dª Segunda Enciernes, (mejor paso de su apellido, aunque a mí me amargó la existencia con lo de Francisco Franco Enciernes), ella me contó años después que en ese mo-mento yo estaba con ella, o sea con mi madre, con la comadrona, Dª. Ésper (su apellido debía ser Penta, no recuerdo mujer más desgarbada y fea), con Lucinda, vecina que trabaja en la morgue del hospital La Prin-cesa y que estába “muy enterada de todo”, como ella misma decía, con la tía Eufrasia, que se apañaba muy bien en eso de atender partos y llevar toallas limpias, palanganas de agua caliente y demás, y D. Nicasio del Alba (debiera haber sido del Ocaso), el párroco, un pobre cura viejo parecido a Nosferatu, que llamaron porque la comadrona dijo que era un parto podálico; ya se sabe, siempre hay riesgo de complicaciones, a veces fatales. De haber muerto en esa ocasión habría demostrado que tampoco se muere solo, pero, en fin, también estaba en el cuarto el perrito de Dª Ésper, porque estaba pachucho y no quería dejarle solo en su apartamento. Así que de soledad en esta vida, nada, ni pensarlo. He sido siempre muy sociable y gregario. En mis estudios fui el peor de la clase. Por eso no supe lo que eran unas verdaderas vacaciones. Tenía que seguir yendo al colegio en verano a desasnarme con otros siete niños con dificultades de aprendizaje, como dirían hoy. En esas clases extras, D. Francisco repartía alguna que otra bofetada, pero al final fue de agradecer porque aprobábamos con nota mínima y pasábamos al curso siguiente. Fueron años felices. Jugábamos en los escasos ratos de ocio con una pelota hecha de trapos bien amarrados con cordones de zapatos viejos o jugábamos en un solar a la guerra tirándonos piedras, hasta que alguno salía herido y todos desaparecía-mos corriendo. Ya mayor, logré entrar en la universidad, la única vez que lo de Francisco Franco Enciernes me ha servido de provecho, porque se me da que en el jurado unos más que otros habían tenido en su familia gente muy poco zurda. Tardé 8 años hasta que me gradué de licenciado en “Ciencias de la familia y del consumidor”, algo así como economía doméstica. Fueron años gozosos. Nunca estuve solo. La que me duró más fue Ata-laya, una chica yeyé tipo Concha Velasco, que se ocupó de hacerme la vida placentera, sobre todo durante los fines de semana. Andaba en el último año de la carrera cuando me dio por jugar a la lotería. Siempre decía que las loterías sacaban primeros premios que nunca le tocaban a nadie y que por eso el Estado seguía engordando, pero, ¡he aquí que me saqué un gordo bien gordo! Desde entonces no he podido ser más feliz. He viajado, siem-pre en buena, buenísima compañía, conozco medio mundo, he aprendido 4 idiomas y empecé a cogerle gusto a la literatura y a la historia. Hoy la filosofía no tiene secretos para mí y discurro en poesía con gran facilidad. Se me da que Nietzsche pensó en mí cuando escribió sobre el superhombre y discuto en talleres y tertulias sobre el big bang o sobre el shogunato, los samuráis y su código del bushido. ¡Que no me vengan a mí con soledades e infelicidad! Os lo dice Francisco Franco Enciernes.

abundio

Soledad vs Felicidad

S-Yo soy Sole, SoledadF- Y yo Feli, FelicidadS- ¿Y por qué crees tú que nos quieren poner frente a frente?F- Tal vez sea porque tú representas la melancolía y yo la dichaS-¿Qué haces tú aquí y ahora?F-Escribiendo sobre tiS-¿Y tú que sabes de mí?F-No te conozco demasiado pero, pienso que representas al retraimiento y al abandono ¿no es así?S-Yo estoy en armonía con mi propia infelicidad. Lo que no sé si tu nombre tan rotundo es todo alegría, satisfacción, ventura, prosperidad, bienestar…F- No es que mi profesión sea ver la tele todas las tardes, más bien creo que en la vida no te amargan las desgracias, te amargan lor erroresS-Pero, cuando cometes errores, ¿quién te saca las castañas del fuego?F- Siempre he pensado que no voy a caer desde una ventana eternamente y que en cual-quier caso del suelo no pasaréS-Ya, pero esa forma de pensar es como aquel dicho “ la cura va bien pero el ojo lo per-demos”F- Ya ves, yo creía que tu estabas más próxima que yo a la poesía, que un poema debe empezar con belleza y terminar con sabiduría.S- Yo por mi parte pensaba que la felicidad está próxima a la actividad, a la réplica y contra-réplica y alejada del silencio mentalEl mundo está lleno de Soles y Felis, en lugar de enfrentar dos modelos contrapuestos deberíamos aprender que cada uno, con su propia cruz, debe dejar de ocuparse de sus nostalgias y de su fortuna para en su viaje a Itaca acercarse a esas Felis que danzan en su pobreza y a esas Soles sin familia y hogar que pueblan el tercer mundo.Como coda del relato pondré versos de amor de Neruda en boca de nuestras protagonis-tas

F- ¿me recibes como el viento a la vela?S-Te recibo como el surco a la siembraF- amárrate a mis alas, acaso mis alas te llevanS- duérmete sobre mís dolores si mis dolores no te queman

Graphos d Igyo

SOLEDAD VERSUS FELICIDAD

Carta a mi nieta ausente. Lucila encontró aquella pluma estilográfica que había estado buscando durante mucho tiempo, y un día, cuando menos lo esperaba dio con ella, arrinconada en un perdido cajón de un viejo secreter; entonces pensó, voy a escribir una carta y se quedó pensando… ¿una carta?¿a quién la dirijo?; se percató que a quienes podía dirigirse no la comprenderían, que sus sentimientos nada les importarían, ni su manera de ver la vida; y pensó, seguramen-te hay alguien en el mundo, alguna alma gemela que le escucharía ¿dónde? imposible de averiguar y encontrar. La vida que podía ser fácil para ella, no lo era, sentía autentica pena al haber crecido, y no poder encontrar, como cuando era niña, el calor de unos brazos que siempre calmaban sus temores; ya no podía solicitar las caricias que tanto apaciguaban sus miedos. No lo comprendía pensaba que había dado lo mejor de sí misma, pero al parecer los demás no lo habrían sabido captar.Lucila no quería pensar, por eso, esa mañana en el parque se detuvo largo rato ante tu rosa de rojo purpura, solitaria y erguida, aunque era otoño; que surgía arrogante sobre el resto de la vegetación muerta. Recordó cuando la plantaron y que desde entonces procuró pasear siempre por algún sendero que le condujera hasta ella; allí se plantaba pensando ¿qué hice mal para no recibir ni una postal que me indique que todavía estas viva? Vive tú y muerta de soledad yo...Pero espera, en uno de esos largos paseos por el parque, un día al preguntar por la ruta más transitada a una mujer a la que jamás había visto, de la que no recordaba siquiera su cara , pero estaba segura que no era bella, sino tosca, la desconocida miró a los ojos a Lucila, que se le llenaron de lágrimas sin saber exactamente por qué ; entonces la desconocida mujer la abrazó con ternura y ella, se abandonó a su tristeza y lloró amargamente como si aquella caritativa persona pudiera comprenderla en toda su tristeza.Al despedirse, muy dulcemente, le susurró unas pocas palabras que siempre recordó: Un camino difícil. Tendrás que armarte de todas las virtudes para recorrerlo hasta el final.Y Lucila comprendió que los recuerdos tristes dormitan largo tiempo en una oscura ca-verna de la memoria, se mantienen allí durante años, la vida entera. Después, un buen día vuelven a salir, el dolor que los había acompañado resucita, tan agudo e intenso como lo era hace tantos años.

Julia

SOLEDAD VERSUS FELICIDADEstá claro que La soledad, es a veces, contraria a la felicidad, Creo que además es una de las palabras que producen más tristeza, sobre todo, si se trata de:Una soledad impuesta.En mi casa vivíamos siete, y los fines de semana que venían mis padres, nueve, sin contar los novios y ami-gos de algunas de mis hijas, que para ellos era como su casa; nos sentíamos felices, disfrutábamos viendo juntos (sin los amigos, claro) la película de los sábados y el paseo de los domingos. Cuento esto, para que entendáis mejor, si os digo, lo duro que para mí sería y el miedo que me produce, sólo pensar en su significado. En estos casos, creo que sería de una gran ayuda, cualquier animalito. Yo tuve una gatita a la que adoraba, y ahora tengo otra (pesa poco más de dos kilos) y es lo mejor de la familia, lista y cariñosa; siempre está detrás de la puerta esperando nuestra llegada (creo que nos huele o nos presiente), nos habla y nos entien-de, no te regaña ni te lleva la contraria, en resumen: una compañía perfecta. Contaros mi vida es un poco rollo, por eso, creo que debería haberlo escrito, como dice nuestro amigo y compañero, con tinta efímera, que puede leerse pero no conservarse. Después de todo lo anterior, sería justo hablar de: La soledad buscada. De ésta, todos hemos tenido alguna vez necesidad, y en ella, hemos encontrado tranquilidad y hasta en algunos casos, felicidad. Cuando mis hijas se iban al colegio, yo disfrutaba de esa soledad escuchando “Clásicos populares” y mal pintado cuadros.Según nos cuenta la Biblia, uno de los primeros que la buscó, fue Jesucristo, pero a lo largo de la Historia han sido tantos los que en el mundo han habido, (poetas, budistas, monjes, místicos, etc., etc.), que a mí, no me gustaría terminar este trabajo, sin citar a alguno de ellos:

Corrientes aguas, puras, cristalinas; Verde prado de fresca sombra lleno,Aves que aquí sembráis vuestras querellas,Hiedra que por los árboles caminas,Torciendo el paso por su verde seno;Yo me vi tan ajenoDel grave mal que siento,Que de puro contento,Con vuestra soledad me recreaba;Donde con dulce sueño reposaba,O con el pensamiento discurría,Por donde no hallaba Sino memorias llenas de alegría; GARCILASO DE LA VEGA

¡Dichoso albergue mío!;Soledad apacible y deleitosa,Que en el calor y el fríoMe dais posada en esta selva umbrosa,Donde el huésped se llama:O verde hierba o pálida retama. TIRSO DE MOLINA

A mis soledades voy,De mis soledades vengo, Porque para andar conmigo Me bastan mis pensamientos. LOPE DE VEGA.

JUANA

PASEO POR UNA CIUDAD MARAVILLOSA

Paseo por una ciudad maravillosa

Las calles, plazas y mercados revelaban una maravillosa variedad de atuendos; los turbantes de los orientales, las blancas túnicas de los árabes, la cota de malla de los normandos, diversidad de costum-bres, ideologías, festividades, prácticas y semblantes. Eso fue lo que me contaron durante mi breve visita de un par de días en la ciudad.Lo cierto fue que mi primera impresión de una ciudad envejecida, desgastada por el paso del tiempo y desatendida en el mantenimiento de su antiguo esplendor, la dejaban fuera de los cánones de otras grandes capitales de la nación.

Cierto que el caos circulatorio en sus calles, la falta de homogeneidad de sus gentes e incluso la sospe-cha de la mano oscura de la mafia sobre ella no auguraban lo que más tarde pude considerar como un paseo por una ciudad maravillosa.

No menos cierto que tras mi visita iniciada en Piazza Marina mi paso por el jardín Garibaldi y por el increíble mercado de Vucciria, donde vociferantes vendedores ofrecían desde vísceras y fruta a ver-dura fresca así como falsificaciones de marcas y tabaco de contrabando, fueron modificando mi juicio inicial. Las iglesias de la Martorana y San Cataldo conservan valores normandos, barrocos, bizantinos y árabes. La catedral es una amalgama de estilos arquitectónicos. Tampoco faltó mi visita a uno de los lugares más grotescos y macabros “La catacumba de los capuchinos” donde con dinero pudieron com-prar un hueco hombres, mujeres, sacerdotes y vírgenes junto a los monjes.

Pero el mejor aroma de un paseo por una ciudad maravillosa llamada Palermo es el de ser la capital de una isla triangular a la que los primeros griegos que la ocuparon, los sículos o sicanios, la llamaron Trinacria y a la que hoy conocemos como Sicilia. Griegos, Cartagineses y Romanos pasaron en la isla de inviernos a veranosmás nunca conocieron sus ruinas, ahora en nuestras manos. Vándalos, Bizantinos y Normandos olvidaron el oro y el azur de sus mosaicossin saber que tú y yo podríamos mirarlos.

El emirato de Palermo ya no existe pues ahora lo viven sicilianos. Es el momento de sumar a la tan larga historia la gracia y el ingenio, la voz propagadora de aquellos que ahora gritan “vitamine, vitamine, minerale ,minerale” tratando de vender un zumo de arancciataal mazapán, bizcocho y requesón le llaman “la cassata” involtinis, canolos, ristrettos y la pasta, no se-guiremos, con un pescado, basta. Cielos y mares para volar el alma Taormina, Cefalú ,Erice y Ortigia los regalay las puestas de sol…música de Bocelli e historias de la mafiaPara vivir Siraca o Siracusa para volver Lípari, Egades o Pelagias Si la “mafia global” nos la dejara , conservemos la lava y las cenizas del Etna en Trinacria. Graphos d Igyo

Paseo por una ciudad maravillosa

¡Hola! Me ha parecido bien quedar aquí contigo porque estamos casi en la puerta de esta ciudad maravillosa. La llaman Ciudad Antigua los que la ven desde fuera; cuan-do terminemos la visita ya me contarás si ese nombre es oportuno.Por cierto, ¿sabías que esta cafetería se llama El Pato porque su dueño se examinó ¡21 veces! para sacar el carnet de conducir y no lo consiguió? Pero bueno, dejémonos de anécdotas. Mira, salgamos de los soportales y miremos la Plaza Mayor: es grande y rectangular; los soportales nos protegen la vista de las variadas tiendas que ahí abun-dan. Prefiero que mires a la derecha: El Ayuntamiento porticado ocupa casi todo el lateral, majestuoso y protegido desde un lateral por una estatua de la diosa Ceres que, en su origen romano, dio nombre a la ciudad.Ahora mira de frente: la gran torre de Bujaco (Abu Jacob árabe) sustenta un arco ladeado, original e impresionante, el arco de la Estrella que, tras subir su escalinata, nos permite la entrada no a una ciudad antigua, sino a una época medieval. Mientras subíamos, el sol ha ido despidiéndose de nosotros, de modo que al llegar arriba, nos reciben unos pequeños focos indirectos con el único fin de que veamos lo justo el pavimento y recreemos nuestra vista en los edificios: Mira, a la izquierda tenemos el palacio de los Toledo-Moztezuma, residencia medieval de una bella historia de amor; de frente pasaremos por una de las muchas calles estrechas que vamos a encontrar-nos para ver cómo se abre a una plaza que alberga la Con-catedral de Coria-Cáceres bajo la advocación de Santa María, el Palacio Episcopal, el Palacio de los Golfines de Abajo,…No te distraigas, porque esta ciudad está llena de palacios (desmochados casi todos, como castigo por no defender a Isabel la Católica frente a Juana la Bel-traneja) y de grandes y blasonadas casas señoriales. Pero, sobre todo, ahora cuando subamos por la calle Manga (su nombre, por razones obvias) y salgamos ante la casa del Sol (de los Solís), ten cuidado, pues puede aparecer ante ti un caballero embosca-do y proporcionarte un buen susto.Hemos llegado a la plaza de San Mateo. Además de la iglesia, del siglo XVIII, quiero que te fijes en la zona de la izquierda: ese edificio del fondo es el palacio de las Vele-tas, que alberga el museo de la ciudad, con un fantástico aljibe. Desde sus ventanas y wl pequeño mirador colindante puedes observar una magnífica vista de la zona baja de la ciudad, de origen judío: la calle Calero, San Francisco…Nunca me ha parecido Antigua esta Ciudad, pues cada paseo por su empedrado me ha transportado a un mundo mágico en que los caballeros luchan y vencen a los dragones, los príncipes conquistados se enamoran de quien no deben, donde judíos, islámicos y católicos conviven… ¿Hay algo antiguo en todo esto? ANA TERE

Paseo por una ciudad maravillosa [Última página del diario de un turista] Hacía tiempo que deseaba conocer esta hermosa y rica ciudad. Me habían hablado de ella muchos amigos, y llegar hasta aquí es relativamente sencillo. Esta villa, no tengo la más mínima duda, es realmente maravillosa. Su historia habla de gente osca, de griegos, eubeos, samnitas, y romanos que le dieron la forma definitiva. Aquí sucedieron, según me han contado, grandes batallas. Es zona de cereales y sus contornos son propicios para senderear y la bahía cercana es una invitación magnífica para disfrutar de sol y de mar. La he recorrido ya casi en su totalidad y he hablado con gente muy diversa. Se quejan del costo de la vida y reconozco que se ven por las calles bastantes indigentes. En el mer-cado, una señora, cargada con varias bolsas, me dijo que ya el dinero no le llegaba a fin de mes, y que la ropa estaba “por las nubes”. Luego me contó algo que no comprendí bien, que había visto en la mañana una nube oscura, como en forma de pino, elevarse a gran altura, y que eso no auguraba buen tiempo. Mi familia me había avisado que la gente de estos lugares es bastante crédula y supersticiosa. ¡Nubes en forma de pino elevándose! Me ha gustado la plaza mayor, el foro, pleno de gente, centro de la vida comercial. Tie-ne forma cuadrada y bajo la columnata que ocupa tres de sus lados hay gran variedad de comercios. El otro lado lo domina un enorme templo. Está en reparación en una fachada. Entré un momento, pero estaba lleno de gente orando y el olor me resultó ingrato. Recor-dé que siendo niño, los olores y el calor en un local cerrado me habían hecho desmayar y salí de allí enseguida. He paseado por el mercado cubierto; el lugar es tan concurrido que dificulta caminar al peatón que viene tan solo a curiosear. El edificio que alberga los gremios de comerciantes está igualmente en reparación y da gusto ver a los albañiles llevando arena y cal hacia sus patios. Me ha llamado la atención la cantidad de templos que tiene esta ciudad, pese a que los amigos me dijeron que no era la piedad lo que la distinguía y que el turismo se rela-cionaba más bien con el desenfreno y la lujuria. Pero aunque ello era lo que me atrajo, unas “canas al aire” hacen bien de vez en cuando, visité algunas mansiones de su rica tradición arquitectónica, hasta quedar un poco ago-biado por tanto estuco, mampostería y mosaico. Pero debo confesar que he venido para beber y disfrutar del sexo. He contado más de ciento cincuenta cantinas y he bebido en muchas de ellas, y ya he localizado trece casas de prostitución, pero hasta ahora sólo he tenido tiempo de disfrutar de seis jóvenes en el prostíbulo que aquí llaman “gran lupanar”, cada cual más bella que la anterior. Mañana proseguiré con otras. He tenido que retirarme a la habitación que alquilé, voy a descansar, tengo sueño. Ade-más hay mal ambiente, la gente anda algo asustada, se oye una trepidación lejana y co-menzó a caerme un polvito encima, como ceniza gris que iba a arruinarme la ropa y que me hizo estornudar un par de veces. Al entrar en la habitación he visto por las ventanas con angustia que la lluvia cenicienta caía en gran cantidad y que la gente corría. Me iré ya a la cama, mañana averiguaré qué pasó. En Pompeya, LXXIX, año del séptimo consulado de Augusto Vespasiano (832 Ab urbe condita). Lucio Ascanio Abundio

PASEO POR UNA CIUDAD MARAVILLOSA

Hoy quiero llevaros a pasear por una ciudad maravillosa de Oriente. La visite hace tiempo y tenía muchas ganas de volver.En esta ciudad todo se mezcla: lo europeo con lo asiático, lo antiguo con lo moderno, las mezquitas con las iglesias, el caos con la tranquilidad… Aunque aquí todo es digno de visitar; empezaremos por lo más monumental: el BARRIO ANTIGUO, donde podremos encontrar la muralla milenaria o lo que queda de su gran-dioso HIPÓDROMO, con sus tres bellas columnas que se alzan recordando su histórico pasado: el OBELISCO (traído de Egipto), la COLUMNA SERPENTINA y la COLUMNA CANTERINA. Muy cerquita, a su izquierda, altiva y majestuosa, se levanta mayestática, SANTA SOFIA; si volvemos nuestra vista a la derecha, quedaremos sorprendidos por el conjunto de cúpulas de la MEZQUITA AZUL. Entre estas dos maravillas tan llenas de historia, hay un bonito jardín en el que podremos relajarnos, recordando toda la grande-za de los pueblos que por ahí han pasado: griegos, romanos, bizantinos, musulmanes…Cerca de Santa Sofía encontraremos YEREBATAN SARNIÇI, una auténtica maravilla sub-terránea, llena de grandes columnas, que dan vida a las cisternas, mandadas construir por JUSTINIANO.Como es lógico, aquí se encuentra también el GRAN PALACIO DE TOPKAPI, lleno de intrigas e historias del esplendor OTOMANO.Después de un “tente en pié”, con el que recuperar fuerzas, pues el día será largo, bajaremos entre el bullicio de las calles, al BÓSFORO, lleno de gente, barcos y griterío; pero cerquita de allí, un poco más tranquilos, disfrutaremos visitando la pequeña y bonita MEZQUITA NUEVA, y el más famoso del mundo MERCADO DE LAS ESPECIAS. Cruzaremos despacio el PUENTE DE GÁLATA, ya que desde allí, la vista es deslumbrante: Estambul, abriéndose ante nuestros ojos. Una vez cruzado el puente, estaremos en la ciudad moderna, donde la visita obligada es la TORRE DE GÁLATA, que da nombre a la zona; elevándose orgullosa frente al CUERNO DE ORO. La vista desde su mirador es fascinante. En sus alrededores está el barrio OR-TAKOY, interesante para pasear por sus calles estrechas, donde la gente, bares y restauran-tes convergen con las tiendas de artesanía, moda y galerías de arte.Subiremos en el funicular hacia la plaza TAKSIM, corazón de esta parte de la ciudad. Fi-nalmente, porque hoy ha sido largo, visitaremos el palacio DOLMABAHÇE, uno de los más bonitos de Estambul.Estambul, es todo eso y mucho más; su exotismo es difícil de explicar. Despertarte con el canto del muecín y contemplar el Bósforo al amanecer, es una experiencia inolvidable. Hay que respirar su ambiente, enamorarse de ella y sus rincones, perderse en el tiempo, y dis-frutar de sus olores, sus bazares, su gastronomía y su gente. Espero que mi trabajo como guía, os haya gustado. ¡GÜLE GÜLE, ESTAMBUL! (Adiós, hasta luego, Estambul). Febrero 2015 JUANA

Paseo por una ciudad maravillosa

Pasear…dar un paseo una luminosa mañana de primavera o una cálida, que no calurosa, tarde otoñal puede y suele ser una experiencia muy placentera tanto para el cuerpo como para el espíritu; si, además, se hace en buena compañía, un amigo o varios o un perro ca-riñoso, simpático y juguetón y se recorre la ribera de un río, una bonita playa o las amplias avenidas o estrechas callejuelas llenas de encanto de una ciudad maravillosa, eso puede llegar a ser algo digno de recordar mucho tiempo.Por razones de trabajo, unas veces, y por placer, otras, he tenido la oportunidad de cono-cer algunas ciudades dignas de recordar: Nueva York, Londres, Paris, Berlín, Viena, Praga , Estambul, Beirut, antes de que las sucesivas guerras la destrozaran, y otras muchas; pero no hace falta irse tan lejos. Se puede dar un paseo digno de recuerdo po9r la Concha de San Sebastián, por la playa del Sardinero de Santander, por la cuidadísima Oviedo, por las, casi siempre, húmedas callejas de Santiago de Compostela, por las encantadoras calles de Toledo, Ávila o Segovia o por el casco antiguo de Cáceres.Personalmente como más disfruto es cuando tengo la oportunidad de pasear, con calma y sin prisas, recreándome, por alguna de las ciudades en que he vivido o a las que tengo especial afecto. Pasear por la orilla del Guadalquivir en Sevilla, después la plaza de Espa-ña para terminar deambulando por el barrio de Santa Cruz, y, si se tercia, haciendo una escala en casa Román o en las Teresas; perderse por la judería de Córdoba; ir, en Zamora, desde la Catedral por la Rua hasta la Plaza Mayor y continuar por la calle de San Torcuato contemplando una magnífica colección de iglesias románicas.Clar que, puestos a elegir y sé que no soy imparcial¿ por qué no pasear por mi ciudad, Salamanca? Si quieres hacer un breve paseo monumental- hay muchas más cosas que ver- te sitúas en la Plaza Mayor frente al edificio del Ayuntamiento y, después de contemplarla en toda su magnificencia, vas por la calle del Prior- donde a mí me nacieron, que diría Gila- hasta el palacio de Monterrey y la iglesia de la Purísima; por la calle de la Compa-ñía- conocida por los salmantinos como la calle de los tres coños: coño que estrecha, coño que oscura, coño que frío- pasando por delante de la iglesia de San Boal y la Universidad Pontificia se llega a la iglesia de la Clerecía y la casa de las Conchas, por las calles de Serra-nos y Libreros accedes a la conocidísima fachada de la Universidad, incluida su inefable rana, y al patio de Escuelas Menores presidido por la estatua de Fray Luis de León; por una estrecha calleja llegas y te encuentras, de frente, con las portadas del Nacimiento y de la Adoración de los Reyes de la Catedral Nueva ( digo de la nueva porque, al igual que universidades, en Salamanca hay dos). Desde la plaza de Anaya donde estuvieron las fa-cultades de Químicas y Filosofía y letras y, mucho antes, el colegio Mayor de San Bartolo-mé- ya conocéis el dicho: lo que no sabe un dominico, lo sabe un bartolomico-se baja por la calle del Tostado hasta la bellísima portada de San Esteban; si retrocedes un poco, hasta la plaza de Colón, te encuentras con la Torre del Clavero y, San Pablo arriba y después dee pasar frente al Palacio de la Salina, llegas, de nuevo, al punto de partda: la Plaza Mayor. ¿Os animáis? Luis

No se debe empezar lo que no puede terminarse…

Seguramente, la ciudad o el país que más me fascina es el que no conozco; del que imagi-

naré fantasías inexistentes, pero que llenaran mi espíritu de inimaginables aventuras que

debería haber vivido.

Sí diré que llegue a la Ciudad de la Luz, en mí adolescencia, con prisas; ardía en deseos de

ver arte moderno, en el sitio donde nació y creció esplendorosamente, como fuegos arti-

ficiales resplandecientes. No quería detenerme, me ponía nerviosa, no deseaba realizar las

clásicas visitas turísticas y sí que mis pies tocasen el pavimento de los bulevares parisinos.

En mi juventud Francia representaba una maravilla, pero las circunstancias especiales de

mi familia aniquilaron unos sueños maravillosos que llevaba conmigo desde la más tierna

infancia.

¡Por qué en el mundo siempre pasa todo de una forma muy diferente de la que nosotros

imaginamos!

En fin, no pude inhalar desde cualquier tranvía, ni los árboles en flor, de especies que por

aquel entonces no conocía, cuya fragancia profunda y espesa respiraba por primera vez.

En mi madurez, Paris volvió a brillar y pudo tapar con creces el viejo recuerdo…

Julia

PASEO POR LA CIUDAD MARAVILLOSA

PASEO POR LA CIUDAD MARAVILLOSA Por Pedro Javier Fuentes Gálvez

Salí de casa y pensé por un jardín paseary así poder encontrarla ciudad maravillosadonde una flor y una rosalucen olores de mar

A pensarlo me sentéy entre sueños encontréen esta tarde de mayopasear por rosaledascon espasmos de desmayoperfumes entre veredas

Hacia ellas caminésoñando con querubinesvolando entre jazminescomo palomas, pensé

Nunca mis pasos batieroncaminos tan perfumadosy nunca me lo ofrecierontan llenos de olores raros

Una ciudad es divinasi tiene al pasearrevuelos de una esclavinapara poder torear

Por eso canto al paseo,al senderismo, al caminoy sueño con su jaleosu vaivén casi divino

La ciudad es un señorque mece su señoríoal pasar, como la florque navega por el río

Y ya no hay mejores cosasque sentirse caminantesentre ciudades hermosasy edificios rutilantescon ventanas primorosas

Aquí me tienes, lectorcon pincelada nerviosapara darte en este díadel rosal la mejor flor del floral la mejor rosacon mi mejor alegría

También te quiero ofrecermi alma de ternura llenaque sirve con mi quererunir con mi gracia plenala frescura de mi ser

Hoy voy buscando ciudadesrosas, flores, en cantidadesque rebosen alegríahoy voy buscando verdadesque canten con ufaníaque pasear es un artemás que un dicho, profecíacon la que quiero cantarte

Pasos bellos me prendieronpor sus calles en un lazocallejas salen al pasoy en mi alma relucieroncomo el cristal de mi vaso

Gentes que vienen y vanpaseando y que tienensus motivos y tendránpor qué van y por qué vienen

Sueños de ciudad, perdidos,entre tumultos y demásque oscurecen los sentidosmucha gente tiene másotros los echan de menoshay que tener ademásde valor, de suerte llenos

Por eso busco jardinesdonde bailen sus oloresque sirvan de comodinespara borrar mis dolores

Por eso quiero vivirsintiéndome entre jazminesvivencias de mis amorespor eso quiero sentirel perfume de sus flores

PASEO POR LA CIUDAD MARAVILLOSA

Esta mañana me he levantado temprano, tengo que ir al centro de la ciudad. Hoy he dejado

aparcado el coche, el trafico en el centro es imposible, lo mejor es ir en transporte publico.

Después de la ducha me puse un jersey , pantalones y unas cómodas zapatillas, me ha

tomado mi café como todos los días, y con algo de pereza he bajado a la calle, mientras me

dirijo a la parada del autobús saco los auriculares del bolso, y los conecto al teléfono, busco

algo de música mientras espero el bus.

Ha tardado poco en llegar, como voy hasta el final de la linea busco asiento al lado de la

ventana. La verdad que no tengo prisa, así que puedo ir observando las calles y edificios, la

gente que camina, todo un mundo enmarcado en el cristal, y disfrutar.

A medida que nos vamos adentrando en esta ciudad, voy descubriendo su belleza, sus

detalles, gracias al denso trafico, vamos despacito, como acariciando el asfalto, y mi mirada

puede detenerse ora en una imponente fuente de la diosa Cibeles, ora en los magníficos

edificios que presentan la Gran Via, también hemos pasado por la plaza de Colon, y miro

la pequeña estatua subida en su pedestal, apuntando al infinito, hemos recorrido calles an-

chas, grandes avenidas, calles pequeñas y pintorescas, y desde mi ventana veo la gente ca-

minando, ensismismada en sus pensamientos, en sus cuitas y alegrías, ajenas a todo cuanto

les rodea, al fin llegamos a la ultima parada, inmersa en la zona mas turística y popular.

Baje del autobús y me dirigí a la castiza plaza de Sol, ahí está la tienda que tengo que visitar.

Antes de regresar he guardado un par de imágenes, en forma de fotografía para recordar-

me que tengo que coger mas el autobús.

Beatriz

EL RINCÓN DEL FOTOGRAFO