El Reverso Del Sujeto Sociologico

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Revista Universidad EAFIT Universidad EAFIT [email protected] ISSN: 0120-341X COLOMBIA 2003 Daniel Gutiérrez Vera EL REVERSO DEL SUJETO SOCIOLÓGICO Universidad Eafit, Julio-Septiembre, año/vol. 39, número 131 Universidad Eafit Medellìn, Colombia pp. 41-59

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  • Revista Universidad EAFIT Universidad EAFIT

    [email protected]

    ISSN: 0120-341X

    COLOMBIA

    2003 Daniel Gutirrez Vera

    EL REVERSO DEL SUJETO SOCIOLGICO Universidad Eafit, Julio-Septiembre, ao/vol. 39, nmero 131

    Universidad Eafit Medelln, Colombia

    pp. 41-59

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    R e c e p c i n : 3 d e o c t u b r e d e 2 0 0 2 I A c e p t a c i n : 1 d e n o v i e m b r e d e 2 0 0 2

    ResumenComo fundamento de su reflexin en torno al conflicto que enfrentaa actores sociales, Alain Touraine ha formulado una teora delmovimiento social en tanto sujeto colectivo, lo cual postula un sujetosociolgico por derecho propio. En el reverso exacto de este sujetode la sociedad se ubica el sujeto del psicoanlisis, sistematizado porJacques Lacan como sujeto del significante, el mismo que pese a sucondicin eminentemente social, no es un sujeto colectivo. El presentetrabajo contrasta las perspectivas de la Sociologa de Touraine y elPsicoanlisis de Lacan en torno al sujeto.

    AbstractThis article addresses the collective subject as devised in AlainTouraines sociology of action, where the subject is equated to thesocial movement arising out of social conflict. I contrast this conceptionwith that of Jacques Lacan, which develops what I contend is thereverse of Touraines sociological subject, namely, the subject of theunconscious. Although this is a completely unique and singular subjectit is nevertheless deeply social because the elements of its constitutioncome from the Other, from the symbolic register, which is that of languageand culture. By contrasting Lacans and Touraines perspectives I aimto show the limits of the sociological discourse on the subject, that is tosay, its failure to constitute a proper subject of societal processes.

    Daniel Gutirrez VeraDoctor en Sociologa. New York University, Faculty of General [email protected]

    El reversodel sujeto sociolgico

    Palabras ClavesJacques Lacan/Alain Touraine/ sujeto/sociologa de la accin/ actor/movimiento social/psicoanlisis

    Key WordsJacques Lacan /Alain Touraine/ subject/sociology of action / actor/social movement /psychoanalysis

    REVISTA Universidad EAFITVol. 39. No. 131. 2003. pp. 41-59

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  • REVISTA Universidad EAFIT. Vol. 39. No. 131 | julio.agosto.septiembre 200342Questa selva selvaggia e aspra e forte

    Che nel pensier rinova la paura!

    Dante, Inferno

    1. Introduccin

    ese a que el estructuralismo francs lodeclarara muerto, el sujeto parecehaber revivido en nuestros das comotema de reflexin sociolgica. Comosujeto colectivo o encarnado enactor, el sujeto est de regreso a lasciencias sociales, particularmente a laSociologa, donde ha consolidado suestatuto como categora central delanlisis de la accin social.1

    Este revival del sujeto es en parte consecuencia dela reflexin de Alain Touraine, quien ha argu-mentado a favor del retorno del actor alpensamiento sociolgico, criticando su asimilacindentro de las estructuras del sistema social.Touraine ha emprendido as la construccin deuna teora del sujeto en sociedad que brindasoporte a una consideracin del actor socialliberada de todo sesgo empirista o funcionalista.Segn su ptica, si hay actores en la sociedad noes simplemente porque grupos e individuos sonprotagonistas de procesos sociales y polticos, sinoporque los actores son ante todo sujetos. De paso,con sus ideas Touraine ha sentado las bases deconstruccin del sujeto de la Sociologa, cuyaparticularidad es la de ser un sujeto colectivo, i.e.el movimiento social nacido del conflicto porel cual la sociedad se produce a s misma.

    PP

    1 Como ha escrito Ernesto Laclau, Tal vez la muertedel sujeto ha sido la condicin previa al presente yrenovado inters en el tema de la subjetividad. Es quizsla imposibilidad de referir la concreta y finita expresinde una variada subjetividad a un centro trascendentallo que hace posible concentrar nuestra atencin en lamultiplicidad misma. Los gestos fundadores de lossesenta estn todava entre nosotros, haciendo posiblelas exploraciones tericas y polticas en las cuales hoyestamos envueltos. (Laclau, 1996: 20). La traduccinde esta cita y de las que siguen es ma.

    Se podra aducir, sin embargo, que el sujeto nuncafue realmente expulsado de la Sociologa. De unamanera u otra, siempre habra estado presente ensus dominios, cubierto bajo el manto fenomeno-lgico del individuo que construye intersubje-tivamente el sentido de sus prcticas dentro delLebenswelt (Schtz, 1967; Berger y Luckmann,1966). O bajo especie de self, como en Cooley(1964) y Mead (1962). O como actor en Parsons(1937), en donde equivale ms bien a la estructura.O, tambin, como el interacting individual deBlumer (1969) y el dramaturgical performer deGoffman (1973), que son la imagen misma delactor sin sistema. Pero aunque es posible decir quetodas estas formulaciones son tributarias decierta idea de sujeto, como tal, la nocin de sujetocolectivo o individual nunca fue sistematizadaall. En general, el actor al que estas teorasrefieren es un individuo captado de maneraintuitiva y desde el sentido comn, no construidotericamente. Se trata por lo tanto de un pseudoactor, sociolgicamente indeterminado porque suaccin no se inscribe en relaciones sociales, sinoen sus intereses y expectativas, en estrategias dejuego poltico, en relaciones de dominacin, etc.

    Por el contrario, el sujeto de Touraine no es undato emprico ni una entidad positiva o sustancial,sino un principio tico de orden no social que searraiga en las relaciones asimtricas entre actores.De hecho, hasta Touraine la Sociologa parece nohaber tenido necesidad de una teora del sujeto quepreste sustento a una concepcin del actor en laque ste no se vea reducido al sentido y elperformance, ni se piense como mero agente de loscampos de fuerzas sociales, de las estructuraseconmicas o de la interaccin. Creo por ellofundado entender el esfuerzo de Touraine comola construccin de un sujeto propiamentesociolgico.

    El sujeto de la Sociologa que se perfila en elpensamiento de Touraine no es el simple trminode una correlacin que opondra el sujeto al objeto

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    de la Sociologa (sujeto colectivo versus relacionessociales). Su estatuto puede entenderse mejor poranaloga con el sujeto de la Psicologa: el sujetode la percepcin; el sujeto de la Filosofa, que esel de la razn y la conciencia; o con el sujeto delPsicoanlisis: el sujeto del inconsciente. Todasestas figuras del sujeto tienen, no obstante, alsujeto de la ciencia como condicin, el queDescartes concibi como sujeto del cogito: sujetodefinido por su razn, sujeto universal e indife-renciado, nunca particular. A esta formulacinremite necesariamente Touraine, aunque demanera implcita, al definir el sujeto sociolgicocomo privado de garantes meta-sociales, comocondicin no social que se expresa en las accionesde individuos y grupos.2

    Aunque no cabe duda de que las propuestas deTouraine tienen una importancia fundamentalpara la Sociologa, estas parecen no tomar enconsideracin las demoledoras crticas al sujetoemprendidas por los estructuralistas durante los50s y 60s, en especial las de Lvi-Strauss yFoucault. Y eso a pesar de que desde el estruc-turalismo en adelante ya no es posible proclamarsin ms el retorno del sujeto, pretendiendo quenada ha pasado, y no hay nada nuevo para pensarsino tal vez variaciones o modificaciones delsujeto, como lo seala de manera categricaJean-Luc Nancy. (1991:5). Peor an,Touraine no toma en cuenta las elabora-ciones del Psicoanlisis de Jacques Lacan,aunque, ciertamente, estas representanun formidable intento por tematizar unsujeto redimido de metafsica y esencia-lismo, obstculos que ya Heidegger

    denunciara en su Carta sobre el Humanismo de1947 (1976).

    El sujeto que Lacan construye siguiendo lashuellas de Freud es un efecto distintivo de laaccin del significante. Este sujeto es profun-damente social porque los elementos de suconstitucin vienen del Otro, del registrosimblico, que es el del lenguaje, el inconscientey la cultura.3 Pero an siendo social, es este unsujeto nico, completamente singular, aunque noprecisamente porque tiene un cuerpo o se diceyo, sino porque lo que el lenguaje producecomo inconsciente concierne a los sujetostomados uno por uno. (Pommier, 1998: 34)Como veremos, el sujeto lacaniano, del incons-ciente, es el reverso exacto del sujeto teorizadopor Touraine.

    En el presente artculo confronto las propo-siciones de Touraine y Lacan en torno al sujetopartiendo de un recuento somero de lo que dijoel estructuralismo respecto al tema. Mi punto devista es el del psicoanlisis porque mi objetivo esmostrar los lmites del pensamiento sociolgicosobre el tema del sujeto y su constitucin, sufracaso en la construccin de un sujetosociolgico. Pero podra atribuirse este fracaso

    2 Aunque el sujeto de la ciencia que emergecon Descartes es condicin de toda prcticacientfica, este es al mismo tiempo rechazado fuerade las fronteras de la ciencia, lo cual hace que laciencia se presente como discurso sin sujeto, comouna serie de enunciados impersonales.

    3 Para la diferencia entre Otro y otro, ver nota 7.

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    a una simple inadecuacin de las categorassociolgicas para pensar el sujeto? O es algoparticular al enfoque de Touraine, incluso si elsuyo es el ms elaborado esfuerzo por entenderel proceso social como resultante de la accin delsujeto en acto en el movimiento social? Tal vezla falla del pensamiento sociolgico respecto alsujeto revela algo ms profundo, algo que podrainterpretarse como un obstculo epistemolgico,como un sntoma que insiste y est an por tratar,de la teora social. Mi hiptesis es que la Sociologaerrar su sujeto si no se redefine como disciplinaque considera la accin del lenguaje y el discursoen la constitucin de los sujetos en la sociedad yde los nexos que los unen. En ese caso, sinembargo, el sujeto sociolgico vendra a seridntico al sujeto del significante postulado porLacan.

    2. El estructuralismo: crnica sucintade la muerte del sujeto

    El estructuralismo francs se destaca por su crticaradical del sujeto y su localizacin privilegiada enel pensamiento occidental, como sujeto de larazn, sujeto transcendental, sujeto de la historia.Desde mediados de los cincuentas, durante lossesentas y hasta comienzos de los setentas, losestructuralistas llevaron a cabo una revisinsistemtica de los postulados tericos de lasciencias sociales y humanas, en especial en elmbito de la Lingstica, la Antropologa y elPsicoanlisis. Su crtica denunciaba vigorosamentela inspiracin humanista e historicista de estasdisciplinas.

    Mientras que el historicismo era identificadocon la filosofa de la historia de corte hegeliano-marxista, el humanismo era asimilado a la filosofadel sujeto tanto en versin existencialista (recur-dese el pronunciamiento de 1946 de Sartre: Elexistencialismo es un humanismo), como en lareformulacin fenomenolgica hecha por MauriceMerleau-Ponty (1955). El historicismo estaba

    estrechamente ligado al humanismo, comofilosofa de la historia, como filosofa de la praxisy como filosofa de la alienacin y redencin quepromet lhomme lhomme, como deca Foucault.(Foucault, 1966a. Reimpreso en Foucault, 1994:541) La ruptura con el historicismo tom la formade una filosofa no dialctica, y la predisposicinanti humanista la de la muerte del sujeto entodos sus estados: como actor, como autor, comoel hombre general y abstracto.4 (Dosse, 1992;Merquior, 1989; Ferry y Renaut, 1985; Giddens,1972).

    Ferdinand de Saussure fue el padre proclamado delestructuralismo. La Semiologa que Saussurecreara y que l defini como la ciencia que estudiala vida de los signos en el seno de la vida social,fue considerada en los sesenta como ciencia lderdel conjunto de las disciplinas sociales. En granparte, Saussure deline el programa metodolgicoque estas disciplinas deban seguir para alcanzar elestatuto indiscutido de ciencias, el cual consistiraen abordar los fenmenos que estudian como sifueran sistemas relacionales de signos operando enlos diversos campos de la vida social. (Saussure,1980).

    4 Entre los que por aquella poca adhirieron alestructuralismo se encontraban Claude Lvi-Strauss(Antropologa); Georges Dumzil (religiones y mitosindo-europeos); Emile Benveniste (Lingstica);Algirdas Julian Greimas (Semntica); Lucien Febvre,Fernand Braudel, Georges Duby, Jean-Pierre Vernantand Pierre Vidal-Naquet (Historia); Roland Barthes(Anlisis literario); Louis Althusser (Filosofa); MauriceGodelier (Antropologa econmica); Jean Piaget(Psicologa cognitiva); Pierre Bourdieu (Sociologa); sinmencionar los trabajos del primer Foucault y los deLacan, quienes por lo menos parcialmente se ubicandentro del movimiento estructuralista. (Dosse, 1992;Merquior, 1989; Ferry y Renaud, 1985) Pese a lacentralidad del estructuralismo en los cincuentas ysesentas, para fines de la dcada siguiente nadie, fuerade aquellos ubicados en las filas de la Lingsticaestructural y la Antropologa de Lvi-Strauss, hubieraaceptado ser tildado de estructuralista.

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    Para emprender el estudio del lenguaje comosistema formal de signos, Saussure descart deentrada la figura del sujeto hablante. Resistente atomar la parole (el habla) como material idneopara el anlisis lingstico riguroso, l la considercomo mera operacin del sistema de la langue (lalengua) por parte de los hablantes y advirti queel habla no era adecuada para constituir un objetohomogneo que pudiera ser tratado de maneracientfica. Complementariamente, Saussure adoptel enfoque sincrnico, que subsume las consi-deraciones histricas y temporales en el anlisisdel aqu y el ahora de la lengua. Tambin expulsdel anlisis lingstico todo referente objetivo,para centrarse en la lengua como sistema auto-contenido de signos arbitrarios al que no lepodemos endosar ninguna esencia o cualidad,mucho menos referirlo a un sujeto hablante.

    La herencia terica de Saussure floreci magnfica-mente en la Antropologa estructural de ClaudeLvi-Strauss, quien la recibi via Roman Jakobsoncuando ambos se encontraban exiliados en losEstados Unidos durante la segunda guerramundial. (Lvi-Strauss y Eribon, 1990) Medianteel anlisis del parentesco, los sistemas declasificacin, mitos y arte entre los primitivos,Lvi-Strauss lleg a la conclusin que el esprituhumano opera sobre las bases de oposicionesbinarias: caliente / fro, crudo / cocido, ying /yang. No importa si consideramos a un individuoprimitivo o civilizado, que viva en tiemposactuales o antiguos, la mente es igual para todoslos seres humanos. La manera como funciona esdeterminada por la naturaleza humana, indepen-dientemente de sus manifestaciones fenomeno-lgicas. (Lvi-Strauss, 1962, 1974).

    Sin embargo, ni los sistemas de parentesco, ni losmitos y la lgica de lo concreto que caracterizael pensamiento salvaje, presuponen un sujeto ensu punto de origen: el sujeto de la cultura esttotalmente denegado en Lvi-Strauss! El anlisisde las manifestaciones de cultura muestra queestos fenmenos obedecen a su propia lgica, enlugar de responder a la conciencia o voluntad de

    cualquier sujeto. Ms an, recurrir al sujeto seraun obstculo para la constitucin de las disciplinassociales como verdaderas ciencias. Con todo rigor,Lvi-Strauss denuncia que las ciencias socialesestn atrapadas en la reflexividad y el antropocen-trismo, lo que les impide captar los fenmenos alnivel de lo que es invariante, es decir, suestructura. (Lvi-Strauss, 1964, 1971). Como losostiene en La pense sauvage, cualquier eventualrefundacin de las ciencias sociales requeriraadoptar como su objetivo no constituir alhombre, sino disolverlo, como ya ha ocurridoen las ciencias naturales. (Lvi-Strauss, 1962: 326)

    Magistralmente, Lvi-Strauss se las ingeni paraconstruir una Antropologa sin antropos en elcentro, y para transformar esta disciplina en unaantropo-lgica de la mente humana.

    En la estela de Nietzsche, Foucault proclam lainminente muerte del hombre ... ese simplepliegue en nuestro conocimiento, esa inven-cin reciente de no ms de doscientos aos,segn escribi en Les mots et les choses. Para trazarla genealoga de nuestro familiar sujeto, Foucaultemprendi una vasta investigacin en la arqueo-loga del saber de Occidente, lo que le permitiestablecer que, a diferencia de la nuestra, no todaslas pocas histricas han conferido un lugarcentral al sujeto. En la edad clsica (que va demediados del siglo XVII al XVIII) el sujeto no eraun dato para ser descrito o pintado, sino ms bienuna figura elidida del espacio pictrico. Deacuerdo a la prescripcin de la epistme clsica elobjeto de la representacin deba permanecerinvisible, escapando as a toda tentativa de objeti-vacin en la tela.5 Por eso, Foucault encuentraen el cuadro Las Meninas (1656) de DiegoVelzquez la metfora iconolgica por excelenciade esta exclusin del sujeto.

    5 Definida de manera sucinta, la epistme designa al marcode conceptos y nociones, vigentes en una poca, quehace posible el conocimiento. En obras posteriores aLas palabras y las cosas, Foucault va a hablar de regmenesde poder/saber.

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    En efecto, en este esplendoroso cuadro aparecenpintados varios personajes, y el mismo Velzqueztrabajando con sus pinceles. Pero como si fueraalgo casual, el cuadro apenas sugiere las figuras dela pareja real espaola el tema de la obra queno se muestran sino reflejadas en un espejo quecuelga ocioso de una pared. De hecho, el rey y lareina estn a lo sumo sugeridos en la composiciny sus retratos incluso no estn claramentelogrados, apenas se los adivina en fading. (verFoucault, 1966). Pero, a decir de Foucault, esto noes por un mero capricho del artista, sino porqueen la poca no haba conciencia epistemolgicadel hombre como tal. (Foucault, 1966: 320)Dicho de otro modo, lo que est representado enLas Meninas son las funciones de la representacin,bien organizadas y ordenadas en el espaciopictrico, pero lo que es suprimido es el sujetounificado que plantea estas representaciones.(Dreyfus and Rabinow, 1982: 45).

    Segn Foucault, hacia 1800 una mutacin episte-molgica tiene lugar, la cual va a autorizar laemergencia de nuevos temas para el pensamientoy promover una nueva visibilidad de los objetosen el mundo. Situada en el umbral de la moderni-dad, esta ruptura conduce al desplazamiento delestudio de la produccin y la riqueza en laeconoma al anlisis del intercambio y la moneda.Se suplanta la taxonoma por el estudio de losorganismos biolgicos; y, finalmente, se reemplazael estudio del lenguaje en trminos de lgica yrepresentacin transparente del pensamiento, porel anlisis en trminos de historia y convencin.La Economa Poltica de Ricardo, la Biologa deCuvier, y la Filologa histrica de Bopp, materia-lizan este cambio epistemolgico que inaugura lamodernidad. De pronto, las categoras seantropologizan y se redefinen como instancias dela analytique de la finitude. En adelante, ocupando elsitio dejado vacante por el rey, el hombre apareceen su ambigua posicin de ser un objeto deconocimiento emprico y un sujeto trascendentalque sabe. (Foucault, 1966: 323). Es el comienzodel largo sueo antropolgico; se inicia as el

    interminable monlogo del sujeto. (Paz: 1993:118).

    En el corazn de la genealoga del sujeto moderno,cuya figura ms elaborada es la del sujeto de lasexualidad (Foucault, 1976, 1984), Foucault sitael poder. El sujeto es el producto de tecnologasdel sujeto, disciplinas, y prcticas de norma-lizacin, que son modos de objetivacin quetransforman los seres humanos en sujetos.(Foucault, 1975) Mediante estos dispositivosdisciplinarios, el poder ha logrado controlar lalibertad de los sujetos, atemperar sus deseos,domesticar sus cuerpos. En suma, el sujetomoderno no es la creacin idlica del humanismo,ni el gentil Golem de la tica de los derechoshumanos, sino el efecto inestable de la aplicacinde tcnicas de poder, control y dominacin sobrelos individuos y los grupos. Por ello, Foucaultafirma que el objetivo, hoy, no es descubrirquines somos, sino rechazar lo que somos, porcuanto lo que somos es en buena parte lo que elpoder ha hecho de nosotros. La alternativa,entonces, es promover nuevas formas de subje-tividad mediante el rechazo del tipo de indivi-dualidad que se nos ha impuesto. (Foucault, enDreyfus y Rabinow, 1982: 216).

    Sin lugar a dudas, el sujeto fue la bte noire delestructuralismo francs y romper con l era unaruptura estratgica que las disciplinas socialesdeban proponerse. La nocin misma de estruc-tura apuntaba a la expulsin del sujeto fuera dela reflexin social y a cerrar la brecha entre estasdisciplinas y las ciencias naturales. Hubo en elestructuralismo una voluntad expresa de abando-nar la filosofa de la experiencia, el sentido y elsujeto sostenida por el clan Sartre/Merleau-Ponty,y de reemplazarla con una filosofa del conoci-miento, de la racionalidad y el concepto, a lamanera de Bachelard, Cavaills, Koyr yCanguilhem. Este programa, sin embargo, nopoda ser llevado a cabo sin crticas en contra deciertas disciplinas e ideas bien establecidas: v.g., lacrtica de Lacan de la ego-psicologa, la posicin

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    6 Por cierto, tampoco es vlido asimilar el pensamiento de Lacan a un difusopost-modernismo como parecen hacerlo los cultural studies en voga en losUSA, en los que el psicoanlisis se ve transformado en un ejercicio especulativodisociado de la clnica del analizante que es su fuente.

    de Althusser y Balibar en contra del discurso histrico tradicionaly el partido tomado por Lvi-Strauss en contra de la filosofasartreana de la conciencia. El estructuralismo brind una esperanzade progreso en la construccin de un discurso cientfico en lasdisciplinas sociales renunciando a las actitudes especulativas por morde ciencia y rigor. Este ethos cientfico atraviesa la reflexin cimerade un Lacan en Psicoanlisis, de un Greimas en Semnticaestructural, de un Dumezil en los estudios de religiones y mitos indo-europeos, de un Claude Lvi-Strauss en Antropologa y de muchosotros estructuralistas de primera hora.

    3. Jacques Lacan y el sujeto del significanteAunque la posicin de Jacques Lacan respecto al sujeto esfrecuentemente tomada como otra expresin de la estructuralista

    muerte del sujeto, esta ecua-cin no es de ningn modoexacta.6 Lacan trat de disiparel malentendido interviniendoluego de la conferencia deFoucault Qu es un autor?(Febrero, 1969. Reproducida enFoucault, 1994) para aclarar queel retorno a Freud que lplanteaba no tena que ver conninguna negacin del sujeto. Loque se propona era enfocar lasubordinacin del sujeto allenguaje y la estructura. Funda-

    mentar, exactamente, la dependencia del sujeto con respecto de algoelemental, que nosotros hemos tratado de aislar con el trmino designificante, como lo declarara con sus propias palabras. (Lacan,1969: 820) De ningn modo, entonces, para el psicoanlisis lacanianoel tema ha sido el de la supresin del sujeto, sino hacer compatiblela idea del sujeto con la de estructura, es decir, el lenguaje.En definitiva, el tpico de la negacin del sujeto como tal no podaser de la incumbencia de Lacan porque, como Bertrand Ogilvie loseala, sera como suprimir el objeto mismo de su reflexin, queno es el sujeto tout court sino su reintroduccin. (Ogilvie, 1988: 43).

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    El sujeto en Lacan es concebido como un efectode la articulacin significante. Pura funcin, meropunto evanescente sin cualidad alguna, salvoaquellas con las que se reviste en el aftermath, en elaprs coup, de su constitucin. No concierne al serhumano, a la persona, al individuo o a ningnatributo como el ego (moi, yo, self), la identidad, laracionalidad, o el gnero, adscritos a un particularo a un grupo. No es un dato inicial o emprico,sino un efecto segundo respecto al lenguaje.Contra lo que Althusser sostena (1965, 1969), elsujeto no es el resultado de las interpelacionesideolgicas que transmutan los individuos ensujetos y tampoco puede ser considerado como laconsecuencia positiva del contubernio entrediscurso (saber) y poder, a la manera de Foucault.Particularmente, y en contraste con el sujetode Touraine, el sujeto que Lacan discierne nose reduce a un conjunto de posiciones ticas otomas de partido respecto a ninguna condicinsocial o poltica.

    Para Lacan, el sujeto tiene su causa en la cadenasignificante, lo que nos permite nombrar a dichosujeto como sujeto del significante, sujetodeterminado y escindido por el significante. Estono equivale a decir que el significante es el sujeto,como si este fuera simplemente un constructosemitico. El sujeto como efecto del significanteexpresa que el sujeto est sujetado al significante,que el sujeto se constituye en el orden simblico,en el campo del lenguaje y la funcin de la palabra.En un trmino: en el Otro.7

    Recurdese que la nocin de significante, de cuosaussureano, estaba definida en el Cours como

    imagen acstica, mero trazo sonoro diferencialque permita captar el significado que llevabaaparejado en el interior del signo lingstico.Lacan se demarca netamente de esta concepciny libera el significante de toda servidumbre conrespecto al significado al trazar entre significadoy significante una lnea (barra) que funciona comobarrera a la significacin. Dicha barrera impidetoda coincidencia trmino a trmino entre ambascaras del signo lingstico, lo cual hace resaltar elaspecto dinmico del significante, en cuantoelemento generador del significado y, sobre todo,en cuanto causa de un notable efecto que es elefecto-sujeto. Por eso la definicin lacaniana delsignificante es: un significante [S1] es lo querepresenta un sujeto [$, sujeto tachado] para otrosignificante [S2]. (Lacan, 1960. Reproducido enLacan, 1966: 835) Tal definicin sui-referencial delsignificante subraya que su funcin es representarun sujeto, no un significado y mucho menos unacosa...., aunque no ante otro sujeto, sino ante otrosignificante. (Lacan, 1970: 65) De all que el efectodel enjambre significante no sea la comunicacin,la referencia al mundo objetivo, o la supuestarelacin intersubjetiva, sino el sujeto mismo. Siel significante representara un sujeto ante otrosujeto, entonces s sera pertinente hablar deintersubjetividad, pero la funcin de represen-tacin del significante no se ejerce sino ante otrosignificante.

    De manera precisa, el sujeto del significante debebuscarse no en lo que el habl(e)nte (el parltre) diceacerca de l en la frase en lo dicho, sino enotro lado: en la enunciacin el acto de decir,

    7 El Otro lacaniano no es simplemente otro nombre del uno: Es el Otro (Autre) del lenguaje que est siempre ya all. Es elOtro del discurso universal, de todo lo que ha sido dicho en la medida en que es pensable. () Es el Otro de la Bibliotecade Borges, de la Biblioteca total. Es tambin el Otro de la verdad, ese Otro que es un tercero respecto a todo dilogo,porque en el dilogo del uno y del otro siempre est lo que funciona como referencia, tanto del acuerdo como deldesacuerdo () El Otro de Lacan es tambin el Otro cuyo inconsciente es discurso; el Otro que en el seno de m mismo meagita, y por ello es tambin el Otro del deseo, del deseo como inconsciente, ese deseo opaco al sujeto. (Miller, 1979.Reimpreso en Miller, 1986: 18) Obviamente, el Otro as concebido no guarda ninguna relacin con el otro que es nuestrosemejante, mucho menos con el otro generalizado de G. H. Mead, o con lo que Durkheim entenda como concienciacolectiva.

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    que es una dimensin que apunta a los procesosinconscientes que socavan el frgil balance de losenunciados. El sujeto debe ser localizado en eselugar radicalmente ex-cntrico que es elinconsciente estructurado como un lenguaje encuanto organizado por la metfora y lametonimia, mecanismos que Freud presinti enel trabajo del sueo y que l denomin condensa-cin y desplazamiento.

    Literalmente, para Lacan el inconsciente es elverdadero sujeto que habla a travs del individuoen los momentos reveladores del lapsus, de lossueos, de los actos fallidos e incluso de laspalabras, aunque ledas inter linea. Este efmero einsustancial sujeto del inconsciente irrumpe comoalgo forneo y extrao, para de inmediato desa-parecer. Como si fuera un instantneo destello,poco despus de que ingresa en la escena indi-vidual, el sujeto se eclipsa detrs de un significante,S1, que va a representar el sujeto para un signi-ficante otro, S2. La serie de sucesos inesperadospor los cuales el sujeto se manifiesta nos dice queste siempre est all (a parle!), pese a que no loreconocemos sino cuando una accin perturba-dora ocurre e interrumpe nuestra accin ydiscurso consciente. Esa ruptura en la continuidadsignificante es lo que caracteriza al sujeto comoemergencia del inconsciente.

    El sujeto aparece, entonces, en el campo del Otrocomo efecto de la articulacin significante: sujetoheterogneo, escindido entre dos significantes,formacin pasajera, carente de toda sustancia y detodo ser, por lo que no tiene ningn estatutontico. Pero por muy fugaz que el efecto sujetosea, cada cual tiene el deber tico de asumir laresponsabilidad de su propia condicin subjetiva.De ah el imperativo freudiano: Wo Es war, soll Ichwerden, que Lacan glosa una y otra vez: l o ctait,l comme sujet dois-je advenir. (Yo debo venir a ser ahdonde fuerzas extraas el Otro como lenguajey el Otro como deseo una vez dominaban. Yodebo subjetivar tal otredad, segn lo vierte Fink.(Lacan, 1955. Reimpreso en Lacan 1966: 416;

    Lacan, 1964: IV; Lacan,1965-1966. Reimpreso enLacan, 1966: 864; Fink, 1995: 68)

    La determinacin del sujeto por la estructurasignificante no lo dispensa, de ningn modo, desu responsabilidad individual, de la adopcin deuna posicin subjetiva frente a la plusvala de goceque le proporcionan sus sntomas (es decir, suforma de gozar del inconsciente). De hecho, elsujeto ni siquiera puede contar con el beneficiode la ignorancia o la buena fe para atenuar suresponsabilidad tica por sus acciones como sujetoparticular, como miembro de la comunidad, comosujeto que vive en sociedad con otros sujetos. Pormuy leve e ingrvida que sea su condicin, elsujeto no es, ni mucho menos, el ttere dcil delas estructuras, aunque fuera del orden significanteno sea nada ms que un simple substrato material:una libra de carne, para decirlo con una expre-sin de Lacan.8

    Sin embargo, apuntar al significante como la causadel sujeto implica asumir que desde su origen elsujeto es constituido con/por una falla estructural:algo le falta para estar completo y eso le impideser total, holstico, indiviso e igual a s mismo.Esa falla, ese pathos, constituye estructuralmenteal sujeto; sin ella sera apenas un autmata quenunca yerra, que no se equivoca ni suea, comola estpida computadora con la que escribo.

    Que el sujeto tenga su causa en el significante, noniega el hecho de que ste se produce en el servivo. Aunque carente de todo rasgo o caracte-rstica esencial, el sujeto no es una construccinmeramente psquica, ni tampoco semiolgica. Esun efecto del lenguaje en un ser vivo que tiene uncuerpo y, por lo tanto, sexualidad, en la medidaen que la sexualidad es un efecto del significanteen el cuerpo (o mejor: en el organismo). Como

    8 O, si se quiere, un subjectum o suppositum el hypokeimenonde los Griegos, donde el sujeto es una mera hipstasis,una ousia (substancia), pero no un sujeto en el sentidomoderno, que es el del ego cogito.

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    cuerpo, el sujeto alcanza su unidad pasando porel estadio del espejo, el cual modela el registroImaginario de la estructura subjetiva, el registro delyo y del otro. (Lacan, 1949) Esta dimensinsiempre est articulada con la del Simblico, ellenguaje, y con el Real, resto que escapa a lasimbolizacin. El anudamiento de estos tresregistros, Real, Simblico e Imaginario, da cuenta dela estructura del sujeto y de las mltiples dimen-siones de la realidad en la que est involucrado.

    Obviamente, del sujeto del psicoanlisis no sepuede decir que se agota en la epistme moderna,como Foucault lo pensaba, porque no es la alianzadisciplinaria entre saber y poder la que puede darcuenta del arco completo de su constitucinsubjetiva. Desde el punto de vista del psicoanlisis,hay que entender que el sujeto es justamente elefecto que elude esta alianza, como lo explica muybien Slavoj Zizek (1998: 78), porque el sujeto esun suceso inesperado que subvierte el eje del podery el saber epistmico formal puesto en discurso.

    Finalmente, sealar que el sujeto del incons-ciente, aunque enteramente singular y nico, nopuede ser visto como una entidad solipsista,autista. El sujeto es un efecto del lenguaje y ellenguaje es lo que hace eminentemente socialnuestra condicin humana, no simplementedotada de un instinto gregario como el de lasabejas y las hormigas. El lenguaje es el Otro de lacultura de donde vienen los significantes queconstituyen al sujeto. Operando como discurso,el lenguaje instituye la sociedad porque es eldiscurso el que crea lazos entre los individuos yestablece lo social como dominio de intercambiosimblico.9

    4. Alain Touraine: el elusivo sujetode la sociedad

    Es paradjico que Touraine apelara al sujetocomo actor colectivo y movimiento social en elmomento en que la mayor parte de la intelligentsiafrancesa, reunida bajo la bandera del estructu-ralismo, anunciaba la inminente muerte delsujeto. De hecho, para Touraine el recursoal sujeto es un partido tomado en contra de laanulacin de la accin social y la individualidadpor la determinacin estructural.

    Como leitmotif terico que atraviesa su pensa-miento, el tema puede detectarse tan tempranocomo 1977, aunque por aqul entonces seencontraba integrado en la consideracin msamplia de la produccin de la sociedad por actoresque se confrontan unos con otros por el controldel sistema de accin histrica. (Touraine, 1973)De manera inconfundible, desde su libro Le retourde lacteur (del que el autor dice debi habersetitulado el retorno del sujeto 1984: xxv), hastasus ms reciente produccin (Critique de la modernit,1992; Quest-ce que la dmocracie, 1994; Pourrons-nousvivre ensemble?, 1997; La recherche de soi : dialogues sur lesujet, 2000), el sujeto es el protagonista absolutode la Sociologa de Touraine, en la cual se hatallado un estatuto de actor colectivo o social.(Dubet y Wieviorka, 1995; Clark y Diani, 1996)

    Al igual que otras categoras que forman elandamiaje conceptual de su pensamiento movi-miento social, historicidad, sociedad progra-mada, sujeto no es una palabra casualmenteproferida que vendra a disfrazar nociones

    9 La mnima expresin de un lazo social es aquel en el que un individuo se dirige a otro. La propiedad intrnseca del actodiscursivo es ser vinculante (aunque no necesariamente comunicacional), en el sentido de que siempre implica a dos. Eldiscurso establece la estructura del nexo social porque asigna el lugar a ocupar por quienes estn as conectados, organizandoy haciendo posible la accin social. Estos lugares asimtricos son independientes de las caractersticas y propiedadesparticulares de los individuos; no corresponden a las tradicionales figuras emisor / receptor de la comunicacin, sino msbien a los del agente del discurso y del otro. El discurso va ms all del hecho ocasional de pronunciar palabras y frases puesno se reduce al acto de habla, a la creacin de sentido, o a la comunicacin. Apunta, ms bien, a las relaciones invariantes,aunque no complementarias, que la operacin del lenguaje establece entre los individuos, lo cual condiciona desde elprincipio el nexo que unos establecen con otros, aun sin que se haya pronunciado palabra alguna. (Lacan, 1969-1970: 11).

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    vulgares, o a recubrir realidades empricas. Es, porel contrario, un recurso heurstico, una verdaderaelaboracin conceptual. Como sujeto Touraineno tipifica la inscripcin social de los individuosmediante la incorporacin de roles su sociali-zacin, ni tampoco la construccin social dela subjetividad, sino que plantea que individuos ygrupos se convierten en sujetos en el conflictopor el control de las orientaciones normativasde la vida social, que son las que definen lahistoricidad.10

    El sujeto es ante todo una forma de relacin delindividuo, o del movimiento social, consigomismo. Esa condicin no es dada de por s, sinoque, por el contrario, implica una conquista, unincesante trabajo de individuacin y de vigilanciasobre s mismo. No es una adquisicin de porvida, puesto que la amenaza de desubjetivacinpende constante sobre el sujeto: la anoma delmercado o de la droga, del consumo, el hedonismode la vida contempornea, la disolucin del yo enla comunidad y la norma social, en una palabra,la despersonalizacin. Habiendo perdido losgarantes metasociales que tradicionalmente losostenan como individuo (la religin, la razn, lacomunidad, la sociedad, el estado, la historia), elsujeto slo puede fundirse en su yo queTouraine distingue cuidadosamente del ego, elmoi social, el me de G. H. Mead-, desde donde sercapaz de reconocer al otro como semejante, esdecir, como sujeto l tambin. Sin ser una entidadpsicolgica, en ltima instancia par Touraine el

    sujeto es un Yo (Je), un intento por decir Yo, conpleno conocimiento de que la vida personal estdominada, por un lado, por la libido y el ello(Id), y por el otro, por los roles sociales.(Touraine, 1995: 209).

    Ms an, en sentido estricto Touraine formula elsujeto en trminos de un discurso tico-polticosobre el individuo y los procesos sociales en queste se inserta, particularmente, sobre los movi-mientos sociales caractersticos de las sociedadesindustriales y post-industriales, que l prefierellamar programadas. (Touraine, 1995). Elreferente de Touraine es, de plano, una tica devalores individuales cuyos acentos recuerdan elpour-soi sartreano. En este sentido, escribe:

    Llamo sujeto..., al deseo de ser unindividuo, de crear una historia personal, deotorgar sentido al conjunto de las expe-riencias personales. (...) Vivir su vida,encontrarle un referente que pueda dotarlade sentido, ms que pertenecer a unacategora social o una comunidad decreyentes. (Touraine, 1995: 29).

    Y tambin:

    Ser sujeto es primeramente hacer de mi vidaun proyecto de vida, de tal forma que miproyecto gobierna mi vida, no la seriecontingente de hechos. () El asunto estomar la vida personal en manos, . . . tenerla capacidad de producir, no simplementeconsumir, la existencia. (Touraine, 1993a:28).

    En efecto, el sujeto que Touraine coloca en elcentro de la produccin de la sociedad es unpostulado tico vlido para individuos y paragrupos, no exactamente una categora social.Aunque el sujeto se manifiesta y se constituye enlas prcticas sociales, en s no es una forma socialni un hecho positivo, sino un principio no-socialsobre el que reposa la organizacin de la sociedad.(Touraine, 1996: 301).

    10 La historicidad es el teln de fondo de las prcticasde los movimientos sociales. El concepto difiereclaramente del de historia porque mientras quehistoria remite a la direccin de los cambios en eltiempo, historicidad especifica al conjunto demodelos culturales que gobiernan las practicas sociales... a travs de las relaciones sociales (Touraine, 1984).En palabras de Alberto Izzo, la historicidad no essimplemente el contexto histrico concreto en que sedesenvuelven la lucha entre los actores sociales, sino lacapacidad de lo social de constituirse de maneraautnoma. (Izzo, 1985: 160).

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    Lo que sorprende de esta concepcin, sinembargo, es el hecho de que luego del largoapogeo de la explicacin de lo social por lo social(segn reza el postulado Durkheimiano), Tourainevoltea la pgina para reconocer que lo socialreposa en lo no-social y no puede ser definido deotra manera que por el lugar que le otorga o leniega a este principio no-social que es el sujeto.(Touraine, 1997: 89). Esto quiere decir que lafinalidad de la accin social no es la sociedadmisma, como postulaba la sociologa clsica, sinoel sujeto liberado de las ataduras que limitan suaccin: la comunidad, la tradicin, las redessociales, etc. En congruencia con esta visin, enla metodologa de intervencin que propone,Touraine rompe con el tradicional objetivismosociolgico, cuyo foco es la determinacinestructural por condiciones materiales objetivas,y en su lugar subraya la accin de actores movidospor valores culturales, que por definicin no sonobjetivos. A partir de ahora, la Sociologa seenfocar claramente en un tipo particular dehecho social: las relaciones sociales, no ms en lassituaciones objetivas, en las intenciones, lasopiniones o el sentido con que los actoresracionalizan sus prcticas. A fortiori, la posicin deTouraine desemboca en una seria interrogacinsobre si sociedad es todava un concepto til, oincluso si la sociedad como tal existe, (Touraine,1980; 1993) visto que todos los sectores de la vidasocial se han independizado (Touraine yKhosrokhavar, 2000: 297) y que, por consiguiente,el campo social no presenta ms ninguna unidadfundamental, ninguna solidaridad cohesiva.

    Segn Touraine, si hay actores sociales queproducen situaciones y asumen posiciones enconflicto es porque hay sujetos, no lo opuesto. Deah que ser sujeto sea la condicin para que grupose individuos se planteen como actores autnomosde sus vidas. A diferencia de los agentes socialesa los que alude Bourdieu (1972, 1994), los sujetos-actores no reaccionan segn las determinacionesdel campo en que se desenvuelven, ni muchomenos actan de manera mecnica segn la

    posicin que ocupan en la estructura social; porel contrario, los actores producen creativamentela sociedad. No se comportan en respuesta asituaciones, sino que crean situaciones al actuarcontra los roles sociales y las limitacionesimpuestas por la comunidad, el mercado o latecnologa. Esto no quiere decir que los actoresse confronten en un espacio social vaco, o quelleven a cabo sus prcticas fuera de la estructurasocial, pero Touraine entiende el trminoestructura como una propiedad de la actividad, delmovimiento de los actores en sociedad, no comorepertorio de posible acciones o como sistemafuncional de posiciones, relaciones y restriccionesa la accin del sujeto.

    Touraine considera que la condicin de sujeto, ypor lo tanto, la de actor social, no es sino la msalta expresin del grado de historicidad alcanzadopor una sociedad. Legado por excelencia de lamodernidad, el sujeto nunca antes logr talautonoma y nivel de realizacin como en lassociedades programadas, lo cual se manifiesta enel hecho de que aqu los movimientos socialesrepresentan al sujeto colectivo.11

    En efecto, Touraine caracteriza estos movimien-tos por reivindicar el derecho a la creatividad, larealizacin de los proyectos personales y lalibertad de comunicacin. Tambin porque seerigen en contra de la racionalizacin a ultranzaque acarrea el desarrollo del capitalismo, queamenaza al propio sujeto y su calidad de vida.

    11 Touraine se opone a considerar como movimientosocial a cualquier accin colectiva. En su criterio, losmovimientos sociales propiamente dichos oponenactores sociales entre s: 1) por el control de los recursosms importantes de una sociedad, o 2) por el controldel proceso histrico de transformacin de estasociedad. Un movimiento social es un conflicto entregrupos sociales que va ms all de una lucha de interesesy pone en tela de juicio un sistema de poder. Lo quetambin supone una referencia positiva a lasorientaciones culturales de una sociedad. (Touraine,1997; Touraine, 1985).

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    (Touraine, 1992). Dados estos rasgos, los movimientos socialescontemporneos contrastan en sus plataformas con los tradicionalesreclamos de los movimientos sociales de la sociedad industrial (v.g.,el movimiento de los trabajadores), mucho ms restringidas a lasdemandas econmicas.12

    En tanto sujetos colectivos, los nuevos movimientos sociales sedistinguen por su voluntad de ser, la que se afirma como resistenciacultural, lucha poltica y esfuerzo por desembarazarse de la tradicincomunitaria y dems determinaciones que podran restringir sulibertad de decisin y accin. Es por eso que en nuestros das el

    sujeto adopta la figura emblemtica delannimo disidente chino que detuvo lostanques de guerra en la plaza Tiananmende Pekn, en Junio de 1989, afirmandocon su soberbio acto que su condicinsubjetiva no podra ser doblegada por larepresin poltica. Con toda lgica,Touraine afirma que la democracia es elmodelo poltico que ms conviene alsujeto y a su reconocimiento; segn suconsideracin, una democracia decontenidos y no meramente formalpropender siempre a la eclosin desujetos en el seno de la sociedad civil yal fortalecimiento del espacio pblicode deliberacin. (Cf. Touraine, 1994).

    As concebido, es claro que el sujetoteorizado por Touraine se diferencia deaquellas figuras de cera del histrinicoindividuo del pragmatismo, para quien laaccin es un mero rol en la commediadellarte de la vida social. Tampoco seconfunde con el actor siempre alerta dela fenomenologa, presto a la construc-cin racional del sentido del mundo dela vida. Touraine no toma por evidentela condicin de actor, sino que desarrolla

    una teora para sostenerlo como categora del anlisis sociolgico.Por esa va viene a concebir un sujeto propiamente sociolgico: elmovimiento social en tanto expresin de subjetividad.

    As concebido, es claro que el sujetoteorizado por Touraine se diferencia

    de aquellas figuras de cera delhistrinico individuo del pragmatismo,

    para quien la accin es un mero rolen la commedia dellarte de la vida

    social. Tampoco se confunde con elactor siempre alerta de la

    fenomenologa, presto a laconstruccin racional del sentido delmundo de la vida. Touraine no toma

    por evidente la condicin de actor,sino que desarrolla una teora para

    sostenerlo como categora delanlisis sociolgico. Por esa va viene

    a concebir un sujeto propiamentesociolgico: el movimiento social en

    tanto expresin de subjetividad.

    12 Por esa razn, y para marcar diferencias, se suele emplear el calificativode nuevos al hablar de los movimientos sociales contemporneos.

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    Conclusiones

    Es intil buscar en los ensayos de Sociologa o Ciencia Poltica contempornea una caracterizacinno funcionalista del actor, en que ste no se capte a partir de su rol en los procesos sociales o dela finalidad de su accin. Con frecuencia el actor que mencionan los textos es tomado comoun hecho emprico, substancia dada a la percepcin, fenmeno entre fenmenos del mundo social,que no requerira construccin terica alguna. Tambin, por los tiempos que corren en elpensamiento sociolgico, el actor entificado como agency o como trmino en una red en laque se movilizan recursos materiales, acceso a poder, capitales simblicos, etc. No es raro, adems,que aparezca travestido en narrativas que subrayan identidades sociales o polticas, las que apuntanen definitiva a hechos de sentido, aunque stos, desde un punto de vista psicoanaltico, sonjustamente los que eluden al sujeto.

    Es obvio que una Sociologa que entienda el proceso social como accin y conflicto presenta unvaco fundamental si no posee una teora sistemtica del actor en sociedad. Una explicacin deese gnero tendra que evitar reducir los actores a la condicin de agentes del sistema, tantocomo rehusarse a subsumirlos en la accin racional, utilitaria, o comunicativa. Ms an, tendraque negarse a entenderlos como cnicos figurantes que representan un papel en un escenario.

    Para llenar el vaco en el pensamiento sociolgico de una teora del actor, sera imperativo anclarla explicacin en una teora del sujeto que est radicalmente divorciada de toda visin intuitivao pragmtica. All radica, precisamente, la importancia del esfuerzo de Touraine, quien con supropuesta de sujeto colectivo / actor social se inscribe en contra de tal limitacin y en contrade la tentacin funcionalista de definir al actor por su rol en las acciones colectivas. De paso,Touraine ha sentado los fundamentos de un discurso propiamente sociolgico sobre el sujeto,no simplemente una reflexin filosfica, psicolgica o poltica acerca de la condicin subjetivade individuos o grupos que viven en sociedad. Por eso hay que reconocer el esfuerzo de Tourainecomo un intento decisivo en la construccin del sujeto de la Sociologa.

    Sin embargo, el retorno del sujeto como actor y movimiento social que Touraine propone pareceanunciar la vuelta del sujeto transparente a s mismo y a su conciencia reflexiva, aunque logradaesta vez en la lucha social. Se trata del regreso del sujeto de la voluntad, adornado con cualidadestranscendentales frente a sus determinaciones histricas y sociales, limitado slo por su propiaaccin. De la reintegracin del sujeto unificado por su yo, que asume las circunstancias de suvida como individuo autnomo y soberano, como actor libre capaz de definir los trminos desu propia insercin en la historicidad. Es este un sujeto consciente de su condicin de individuo,que lucha por el reconocimiento de su identidad y cuya poltica es el liberalismo y la democracia.Tal sujeto, para concluir el largo catlogo de sus virtudes, no es quizs otro sino el sujeto sartreanode la creatividad, la dignidad y la libertad.

    La tica con la que Touraine fundamenta el sujeto de la sociedad traslada a lo colectivo algunosprincipios y valores que pertenecen ante todo a los individuos. Este es un aspecto muyproblemtico de su concepcin, pues sita una contradiccin en el corazn de una teora queclama para s el crdito de ser una baza en contra del individualismo metodolgico, el cual explicala sociedad como una simple adicin de unidades. Podramos ms an preguntarnos por qu sera

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    indispensable sustentar en postulados de valor tico la formulacin de un sujeto sociolgico, comoTouraine lo hace. Un discurso tico no necesariamente conduce a formular un sujeto, como lodemuestran los griegos clsicos, quienes desarrollaron una cuidadosa tica del cuidado de s aunqueno posean el equivalente conceptual de nuestro familiar sujeto: de hecho, el sujeto como tal eradesconocido en Grecia. (Foucault, 1976, 1984; Vernant, 1992)

    Subrepticiamente, Touraine transpone el registro individual en el colectivo, con lo que en ltimainstancia su concepcin del movimiento social como actor y sujeto viene a ser una imagenamplificada del individuo que se desenvuelve en sociedad. En esa medida, hablar de los grupos comoactores o sujetos es usar una simple analoga, una expresin metafrica no necesariamente feliz.No obstante, en su Critica de la Modernidad Touraine sostiene para su descargo que no hay opcinentre lo individual y lo colectivo, sino entre la produccin de la sociedad y su consumo, entre lalibertad y los determinismos sociales, en tanto que una como los otros se manifiestan por igual enel nivel de las conductas individuales y en el de la accin colectiva. Pero an admitiendo tal cosa,subsiste todava el imperativo lgico de establecer diferencias entre el sujeto, que siendo social es ala vez nico, y lo propiamente colectivo, que no posee tal carcter de singularidad y est regidopor efectos imaginarios de grupo (identificacin).

    El sujeto del psicoanlisis revierte, subvierte, el sujeto sociolgico de Touraine, al situar un sujetodividido por el lenguaje, siempre otro, pulstil e inestable. Este sujeto no puede fundarse en suconciencia, porque su conciencia est perturbada por el deseo, por el goce pulsional que lo empujaa buscar y repetir la satisfaccin inconsciente, an pagando el precio de su neurosis13 . De parte aparte un saber habita este sujeto, un saber no sabido por su entendimiento, que ex-siste y que estan propio que no vale para otros. No se trata, entonces, de un saber formal y discursivo, de unsaber-semblante: se trata del saber de una verdad (en minsculas), la del sujeto, la verdad de lo norealizado del deseo inconsciente. Un sujeto as no puede parapetarse en su ego, porque su yo esante todo alienacin especular. De ah que no se le pueda prescribir dosis repetidas de auto-estimay reconocimiento social, so pena de reforzarlo en su ntima mconnaissance.

    Es quiz la bsqueda por fundamentar un imposible sujeto plural lo que da al traste con el esfuerzode sustentar un sujeto de la Sociologa. No es posible tal sujeto porque no hay enunciacin colectiva.Al sujeto le basta con ser social porque los elementos de su constitucin le vienen del Otro y porque

    13 Para el psicoanlisis el deseo se distingue claramente de la necesidad y de la demanda. Las necesidades puedenencontrar satisfaccin adecuada en un elemento del mundo exterior, como el hambre en los alimentos, la sed en el agua,etc.; el deseo, por el contrario, es indestructible porque es fundamentalmente nostalgia por algo que no ya no tenemos, quehemos perdido para siempre. El deseo apunta a una experiencia primordial de satisfaccin que ha dejado trazas mnemnicasen la psiquis inconsciente y que quisiramos revivir mediante los sustitutos que podamos encontrar en la realidad circundante(desde los objetos de consumo hasta las parejas sexuales). Desafortunadamente, todo acceso a esta experiencia original estcerrado para siempre porque nuestras posibilidades de satisfaccin dependen ahora del lenguaje. En la medida que el deseotiene que pasar por la demanda articulada, se pierde y deja fuera lo esencial, que es precisamente el objeto que nos falta yque buscamos desesperados a travs de la demanda. Este objeto de satisfaccin ms all de cualquier demanda se ubicaentonces del lado del inaccesible Real: se trata del objeto a, que es a la vez el objeto que causa el deseo y objeto mismo deldeseo.

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    se desenvuelve en relaciones sociales que son producto del discurso (el discurso es lo que hace lazosocial entre sujetos, no la solidaridad mecnica u orgnica entre los individuos, como creaDurkheim). No requiere disfrazarse de sujeto colectivo, porque lo que es colectivo no es unacondicin de la subjetividad, sino de los medios por los cuales un sujeto se identifica con otro, sevuelve en cierta medida igual al otro, como lo sealaba Freud en Psicologa de Masas y Anlisis del Yo.El efecto sujeto es nico en cada caso, nunca fenmeno de masa. La reiterada confusin entre locolectivo y lo social oscurece el discernimiento de la especificidad de cada instancia: lo socialpropiamente dicho es el lenguaje, el gran Otro de la cultura que es el acervo de significantes quefundan la sociedad humana como comunidad de hablantes (registro Simblico); mientras que locolectivo es lo que nos hace uno con otros, aquello que nos establece como comunidad de semejantes(registro Imaginario): el idioma, la nacionalidad, el nombre de la familia a la que pertenecemos.

    Considerados estos elementos, podemos ahora intentar un primer paso hacia una caracterizacinalternativa del actor como sujeto que ha sido investido de legitimidad simblica para declarar comoproblema tal o cual aspecto del entorno social.14 Al sujeto esta investidura le viene desde el grupo,quien se la otorga de una manera formal, como cuando los ciudadanos eligen su presidente medianteel voto, o cuando es investido por un representante institucional legtimo (un ministro es nombradopor el presidente, un cardenal por el Papa); o de manera informal, como en los casos de liderazgode facto. Una vez que ha recibido el mandato simblico, el sujeto puede asumirse como actor y serreconocido como tal por otros actores. Plantearse como actor de la sociedad, entonces, sera parael sujeto asumir una posicin respecto al mandato recibido, sin que esto anule su falta en ser desujeto sujetado al lenguaje y a su efecto de inconsciente. No hay, ni puede haber, actor total,indiviso soberano amo de s mismo, cuya subjetividad no est descentrada por el goce inter-dicto dela pulsin que se aloja en las oquedades de su cuerpo.

    El mandato simblico que el actor recibe le otorga legitimidad para acarrear hasta el espacio derepresentacin pblica las demandas de los miembros del grupo, estatuyndolas como demandascolectivas, como problemas sociales que eventualmente van a ser procesados por las polticas pblicas.Con sus actos de habla los actores configuran el espacio colectivo aunque sus prcticas se realizanen un marco que los constrie porque all estn presentes otros actores, diferenciados por cargasdesiguales de poder y distintas capacidades simblicas. Si bien la opcin de rechazo a tal o cualposicin discursiva es siempre una posibilidad del actor, eso mismo nos reitera que las prcticas dela sociedad nunca estn ms all del lenguaje y el discurso. Por lo dems, al declarar tal o cual hechocomo problema, el actor le otorga una calificacin, lo cual fomenta cierta visibilidad y determinadalectura de lo social, que a su vez promueve tipos particulares de nexos entre actores en la sociedadcivil.

    Para concluir, dira que si la Sociologa apunta a construir su sujeto tiene necesariamente queampararse en una teora del lenguaje que no sea de tipo nicamente formal (como la de laLingstica), pues slo as se capta que el efecto de la articulacin significante es un sujeto. Tal vezla teora sociolgica pueda encontrar esos elementos en el vasto fondo conceptual del Psicoanlisislacaniano.

    14 Una declaracin es un tpico acto performativo (o acto de habla). Por medio de una declaracin un juez puede absolverde cargos a un acusado, o un presidente inaugurar una sesin de su gabinete. (Ver Austin, 1962; Searle, 1969).

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