El régimen alimentario neoliberal y su crisis.

30
  4 9  Antipod. Rev. Antropol. Arqueol.  No. 17, Bogotá, julio-dic iembre 2013, 296 pp. ISSN 1900-5407, pp. 49-78 Artículo recibido: 19 de febrero de 2013 | aceptado: 2 de octubre de 2013 | modificado: 11 de octubre de 2013 Antipod. Rev. Antropol. Arqueol.  No. 17, Bogotá, julio- diciembre 2013, 296 pp. ISSN 1900-5407, pp. 49-78 * El autor expresa su agradecimiento a los evaluadores anónimos de Antípoda. Asimismo, agradece el financia- miento recibido del Consejo para las Ciencias Sociales y las Humanidades de Canadá, que ha venido apoyando sus investigaciones desde 1994. ** Ph.D. en Sociología, Universidad de Wisconsin-Madison, Estados Unidos. EL RÉGIM EN ALIM ENTARIO NEOLIBERAL Y SU CRISIS: E STADO, A GROEMPRESAS MULTINACIONALES Y BIOTEC NOLOGÍA* GERARDO  O TERO* * [email protected]  Simon Fraser Uni versit y, Canadá R E S U M E N  La biotecnología se ha erigido en la forma tecnológica central desde la reforma neoliberal del capitalismo en los años ochenta. La perspectiva del régimen alimentario introducida por Friedmann y McMichael (1980) anticipó la transición hacia un tercer régimen desde el segundo régimen, centrado en el Estado-nación, y que estuvo vigente desde los años de posguerra de la Segunda Guerra Mundial. Este artículo propone una caracterización de lo que hemos llamado régimen alimentario “neoliberal” , para capt ar sus dinámicos componentes centrales: el Estado, que promueve la neorregulación nacional e internacional para imponer la agenda neoliberal; las grandes agroempresas multinacionales (AEM), que son los agentes económicos cruciales del capitalismo global, y la biotecnología, que conduce el paradigma tecnológico de la agricultura moderna a una nueva etapa. PALAB RAS CLAVE: Biotecnología, agricultura moderna, neoliberali smo, neorregulación, campesinado, Revolución Verde, paradigma tecnológico. DOI: http://dx.doi.org/10.7 440 /antipoda1 7.2013.04

description

Análisis de la crisis en el orden neoliberal global, enfocado en las implicaciones en la política global dirigida a la alimentación,.

Transcript of El régimen alimentario neoliberal y su crisis.

  • 4 9

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    Artculorecibido:19defebrerode2013|aceptado:2deoctubrede2013|modificado:11deoctubrede2013

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    * El autor expresa su agradecimiento a los evaluadores annimos de Antpoda. Asimismo, agradece el financia-mientorecibidodelConsejoparalasCienciasSocialesylasHumanidadesdeCanad,quehavenidoapoyandosusinvestigacionesdesde1994.

    ** Ph.D.enSociologa,UniversidaddeWisconsin-Madison,EstadosUnidos.

    EL R gi M En A Li M En TA R iO n EOLiBER A L y Su cR iSiS: ESTA DO, AgROEM PR ESA S Mu LTi nAciOnA LES y BiOT Ec nOLOg A*ger ardo otero** [email protected] Fraser University, Canad

    R e s u m e n La biotecnologa se ha erigido en la forma

    tecnolgica central desde la reforma neoliberal del capitalismo

    en los aos ochenta. La perspectiva del rgimen alimentario

    introducida por Friedmann y McMichael (1980) anticip la

    transicin hacia un tercer rgimen desde el segundo rgimen,

    centrado en el Estado-nacin, y que estuvo vigente desde los

    aos de posguerra de la Segunda Guerra Mundial. Este artculo

    propone una caracterizacin de lo que hemos llamado rgimen

    alimentario neoliberal, para captar sus dinmicos componentes

    centrales: el Estado, que promueve la neorregulacin nacional

    e internacional para imponer la agenda neoliberal; las grandes

    agroempresas multinacionales (AEM), que son los agentes

    econmicos cruciales del capitalismo global, y la biotecnologa,

    que conduce el paradigma tecnolgico de la agricultura moderna

    a una nueva etapa.

    P a l a b r a s c l a v e :

    Biotecnologa, agricultura moderna, neoliberalismo, neorregulacin,

    campesinado, Revolucin Verde, paradigma tecnolgico.

    DOI: http://dx.doi.org/10.7440/antipoda17.2013.04

    La mam de RamboHighlight

  • 5 0

    A N T P O D A N 1 7 | J U L I O - D I C I E M B R E 2 0 1 3

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    o rEgimE alimEntar nEolibEral E sua crisE: Estado, agroEmprEsas multinacionais E biotEcnologia

    resumo A biotecnologia vem se construindo na forma tecnolgica central desde a reforma

    neoliberal do capitalismo nos anos 1980. A perspectiva do regime alimentar introduzida por

    Friedman e McMichael (1980) antecipava a transio a um terceiro regime a partir do segundo,

    que estava centrado no Estado-nao nos anos da segunda ps-guerra mundial. Este artigo

    prope uma caracterizao do que chamamos de regime alimentar neoliberal para captar seus

    componentes centrais dinmicos: o Estado, que promove a neorregulao nacional e internacional

    para impor a agenda neoliberal; as grandes agroempresas multinacionais (AEM), que so os

    agentes econmicos cruciais do capitalismo global; e a biotecnologia, que conduz o paradigma

    tecnolgico da agricultura a uma nova etapa.

    Palavras-chave:

    biotecnologia; agricultura moderna; neoliberalismo; neorregulao; campesinato; Revoluo

    Verde; paradigma tecnolgico.

    thE nEolibEral food rEgimE and its crisis: statE, agribusinEss transnational corporations, and biotEchnology

    abstract Biotechnology has become the central technological form in agriculture since the

    neoliberal reformation of capitalism in the 1980s. The food-regime perspective introduced by

    Friedmann and McMichael (1989) anticipated a transition to a third regime from the second,

    nation-centred regime of the post-World War II years. This paper proposes a characterization

    of what is called the neoliberal food regime to capture its central dynamic components: the

    state, which promotes international and national neoregulation imposes the neoliberal agenda;

    large agribusiness transnational corporations (ATNCs), now the crucial economic actors in global

    capitalism; and biotechnology, the driver behind the modern agricultural paradigm.

    Key words:

    Biotechnology, modern agriculture, neoliberalism, neoregulation, peasantry, Green Revolution,

    technological paradigm.

  • 5 1

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    EL R gi M En A Li M En TA R iO n EOLiBER A L y Su cR iSiS: ESTA DO, AgROEM PR ESA S Mu LTi nAciOnA LES y BiOT Ec nOLOg A

    g e r a r d o o t e r o

    introduccin

    l os cultivos transgnicos, producto de tcni-cas avanzadas de ingeniera gentica basadas en el adN recombinante, empezaron a ser comercializados a mediados de los aos noventa. desde mucho antes de su comerciali-zacin, la biotecnologa en general y los cultivos transg-nicos en particular fueron enarbolados como tecnologas milagrosas. si slo se les diera una oportunidad, haran que los desiertos florecieran y que el mundo acabara con el hambre. la intensidad de estas aseveraciones no ha sido aminorada por el hecho de que muchos cultivos transgnicos ni siquiera estn dirigidos al consumo humano directo. los cultivos transgnicos se venden en los mercados globales voltiles como materias primas para producir alimento para ganado, biocombustibles, aceite de cocina y edulcorantes, entre otros productos. stos son cultivados en gigantescas operaciones industriales de monocultivo (las cuales ascien-den a dos terceras partes de la produccin alimenticia global cultivada con biotecnologa), como la soya, el maz (una cuarta parte de la produccin global), el algodn y la colza.

    El propsito de este artculo es presentar un resumen del rgimen alimen-tario neoliberal y de su crisis. Si un rgimen alimentario es la articulacin de un conjunto de regulaciones y de instituciones que permiten que sea posible y estable la acumulacin de capital en la agricultura, la crisis global inflacio-naria de los precios de los alimentos en 2008 es posiblemente una indicacin de que las contradicciones de este rgimen se encuentran ahora a la vista de todos. La crisis en los precios de los alimentos lleg despus de casi cien aos de un declive continuo de estos precios. Las clases populares, desde luego, son las ms afectadas, y simultneamente han salido beneficiados los principales comerciantes de granos, las agroempresas petroqumicas y los grandes super-mercados. Con el rgimen alimentario neoliberal hemos pasado de una era de sobreproduccin y precios bajos a otra de sobreproduccin y volatilidad en los

    NHighlight

  • 5 2

    A N T P O D A N 1 7 | J U L I O - D I C I E M B R E 2 0 1 3

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    precios. Los monopolios han hecho su agosto extrayendo mayores ganancias a travs del acaparamiento, la especulacin y la financializacin1. Si bien la biotecnologa ha aumentado la actividad agrcola, la gama reducida de culti-vos que afecta es disputada por un pequeo grupo de agentes econmicos con intereses variados y antagnicos. Este choque est en la raz de la crisis; por lo tanto, este artculo presta particular atencin al papel de la biotecnologa. Para poder comprender lo que hay detrs de la crisis, debemos tambin desenredar los rasgos centrales del rgimen alimentario neoliberal: cules son sus factores dinmicos principales y cmo se podran modificar para resolver la crisis de una manera progresista?

    Tal y como lo hemos argumentado en otro lugar (Pechlaner y Otero, 2008 y 2010), tres de los factores dinmicos claves del rgimen neoliberal de los alimentos son: 1) el Estado y la neorregulacin, los cuales proveen el con-texto poltico legislativo y administrativo; 2) las agroempresas multinacio-nales, las cuales constituyen los actores econmicos que lo impulsan; y 3) la biotecnologa en cuanto forma tecnolgica principal escogida para aumentar el rendimiento. En la siguiente seccin se analizan los primeros dos factores, y luego se realiza un anlisis de la biotecnologa como la forma tecnolgica principal. Arguyo que la biotecnologa es la continuacin del paradigma agr-cola moderno, el cual comenz con la revolucin petroqumica, mecnica y de semillas hbridas en la dcada de los treinta del siglo XX. Este para-digma tambin ha sido llamado agricultura industrial intensiva. Presento un resumen de cmo la biotecnologa ha sido utilizada para reconfigurar las estructuras agrarias latinoamericanas en el giro neoliberal. La tercera seccin ofrece una descripcin de las contradicciones econmicas del rgimen ali-mentario neoliberal y de cmo esta crisis global ha impactado a un grupo de pases latinoamericanos. La inflacin de los precios de los alimentos ha sido mucho ms alta en Latinoamrica que en los pases capitalistas avanzados. La seccin final discute las consecuencias polticas de nombrar al rgimen alimentario neoliberal y de su posible futuro.

    El rgimen alimentario neoliberalCul fue el rgimen alimentario que surgi con el neoliberalismo en los aos ochenta, y ms especficamente desde el despliegue de los cultivos

    1 Lafinancializacinesuntrminoutilizadoendiscusionessobreelcapitalismofinancieroenlapocaneoliberal,apartirdelosaosochentadelsigloXX.Suponequeelapalancamientofinancierotiendearestarvaloralcapital(equity)ylosmercadosfinancierostiendenadominarlaeconomaindustrialylaagrcolatradicionales,invadidaspor la lgica especulativa.

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboArrow

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboArrow

  • 5 3

    E L R G I M E N A L I M E N T A R I O N E O L I B E R A L Y S U C R I S I S | g E r a r d o o t E r o

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    transgnicos a mediados de la dcada de los noventa? El neoliberalismo consiste en la postura ideolgica y las prcticas que proponen que la mejor forma de lograr el bienestar humano se da mediante la liberacin de las libertades y las destrezas empresariales individuales dentro de un marco institucional que se caracterice por slidos derechos de propiedad privada, mercados libres y libre comercio (Harvey, 2005: 2). El discurso neoliberal ha sido hegemnico desde los aos ochenta, hasta el grado de convertirse en el sentido comn a partir del cual se interpreta, se vive y se entiende el mundo (Harvey, 2005: 3).

    Uno de los argumentos centrales de David Harvey en su discusin del neoliberalismo es que se trata de un proyecto de la burguesa para restablecer su poder de clase. Dicho poder haba disminuido en la poca de la posguerra con el keynesianismo, por cuanto ste haba conferido un mayor poder adquisitivo a las clases obreras durante esa poca, tam-bin llamada fordismo. Aqu se trataba de generar tanto una produccin masiva como un consumo masivo, lo cual produjo un juego de suma positiva: es decir, todas las clases involucradas tenan algo que ganar. La crisis del fordismo, sin embargo, oblig a la burguesa estadounidense, sobre todo, a buscar aumentar sus ganancias frente a sus competidores alemanes y japoneses mediante el abaratamiento de la mano de obra. Desde luego, los alimentos han sido siempre uno de los componentes principales de los costos de la mano de obra. Pero una marca del neoli-beralismo como proyecto de la clase burguesa ha sido tambin reducir el poder organizado de las clases obreras. Esto se logr en gran medida por la transferencia de gran parte de la produccin manufacturera del norte de Estados Unidos hacia el sur de ese pas y hacia pases con bajos sala-rios como Mxico y China. Adems, se ha dado una recomposicin de la propia burguesa, con la fusin de capitales manufactureros, comerciales y financieros (Harvey, 2005: 31-36). Como propone Harvey, las polticas de divide y vencers de las clases dominantes se tienen que confrontar con una alianza poltica de las izquierdas interesadas en recuperar los poderes locales de autodeterminacin (2005: 203). Esto se aplica central-mente en la produccin de alimentos, que constituyen una parte elemen-tal en la reproduccin de las clases populares.

    Un buen punto de partida para abordar la pregunta de cmo caracte-rizar la agricultura posterior a los aos ochenta, entonces, es la perspec-tiva del rgimen alimentario, tal y como la conceptualizaron Harriet Fried-mann y Philip McMichael (1989). Un rgimen alimentario es una dinmica temporalmente especfica en la economa poltica global de los alimentos.

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboArrow

  • 5 4

    A N T P O D A N 1 7 | J U L I O - D I C I E M B R E 2 0 1 3

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    Se caracteriza por estructuras, normas institucionales particulares y reglas no escritas acerca de la agricultura y de los alimentos que estn circunscri-tas geogrfica e histricamente. Estas dinmicas se combinan para crear un rgimen cualitativamente distinto de las tendencias de acumulacin de capital en los sectores agropecuario y de alimentos. Dichas dinmicas encuentran su durabilidad en la conexin internacional entre la produccin agroalimenticia y las relaciones de consumo, de acuerdo con las tendencias de acumulacin de capital global ms generales. Friedmann y McMichael identifican dos regmenes alimentarios claramente demarcados: el pri-mero, el rgimen de colonizacin, que emergi con la hegemona britnica desde finales del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial, estaba basado en la expansin de la frontera agrcola para la acumulacin de capital, pues la agricultura moderna todava no estaba presente. El segundo rgimen ali-mentario, dominado por Estados Unidos, surgi despus del perodo tran-sicional entre la Primera y la Segunda Guerra mundiales y dur hasta los aos setenta. Este segundo rgimen alimentario estaba basado en el para-digma de la agricultura moderna apoyada en petroqumicos, maquinaria y semillas hbridas que generaban un supervit productivo. Cada rgimen de alimentos ha estado basado en relaciones comerciales internacionales relativamente estables (aunque tpicamente desiguales) y se ha apoyado en stas, y ha estado asociado con un paradigma tecnolgico especfico, tal y como se discute ms abajo.

    Philip McMichael (2005) ha propuesto que un tercer rgimen ali-mentario surgi despus de la crisis del fordismo en Estados Unidos. Cen-tral para el segundo rgimen alimentario, el fordismo era un rgimen de acumulacin que se enfocaba ms que todo en las economas naciona-les, en la produccin y el consumo masivo y el Estado de bienestar. Su crisis llev a intentar extender la acumulacin de capital ms all de las fronteras nacionales hacia una escala global. El tercer rgimen alimenta-rio est basado, por lo tanto, en un proyecto poltico global. McMichael argumenta que su tensin central yace entre la globalizacin de la agri-cultura empresarial y los movimientos de oposicin informados y basa-dos en principios de soberana alimentaria y en un enfoque nacional para la agricultura. Esta caracterizacin refleja, sin embargo, una perspectiva bastante general de la escuela de la regulacin (lcole de la rgulation) y de la teora del sistema-mundo, en la cual estaba arraigada la perspectiva del rgimen alimentario. Esta visin macro produjo crticas de otros aca-dmicos con respecto al estructuralismo de la perspectiva del rgimen alimentario original (Goodman y Watts, 1994) y sugiri la necesidad de

    La mam de RamboHighlight

  • 5 5

    E L R G I M E N A L I M E N T A R I O N E O L I B E R A L Y S U C R I S I S | g E r a r d o o t E r o

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    una investigacin ms matizada y de un anlisis de nivel medio (Bonanno y Constance, 2001 y 2008). Por ejemplo, si bien la perspectiva de McMi-chael reconoce el papel del Estado, especialmente en pases capitalistas avanzados, a la hora de mantener los subsidios para sus agriculturas, sta hace demasiado nfasis en las empresas como principales beneficiarias del rgimen alimentario, y en la resultante dependencia del Sur. La for-mulacin de McMichael deja claro que los mercados se construyen pol-ticamente por medio de los Estados, como miembros de la Organizacin Mundial del Comercio. Esto significa, a su vez, que los Estados estn suje-tos a la resistencia de movimientos de oposicin, los cuales son parte de la dialctica y transformacin de los regmenes alimentarios.

    El problema es que el anlisis de McMichael se refiere a la economa a escala mundial, as que mi objetivo es proveer una enmienda amistosa que introduzca ciertos matices para la escala nacional del anlisis, pues ste es el punto en el cual se implementa cualquier programa de soberana alimentaria.

    Si bien no hay duda alguna de que las grandes empresas multinaciona-les se han convertido en los agentes econmicos dominantes, especialmente despus del giro neoliberal de la dcada de los ochenta con su concomitante disminucin del bienestar social, sostengo que debemos seguir ilustrando explcitamente el papel especfico del Estado. En contraste con la caracteriza-cin de Rgimen alimentario empresarial (corporate) (McMichael, 2005 y 2009), prefiero llamarlo rgimen alimentario neoliberal (Pechlaner y Otero, 2008 y 2010). Esta caracterizacin tiene en cuenta las luchas y resistencias en el mbito del Estado nacional y en el local o domstico. Lo anterior contrasta, por ejemplo, con la preeminencia que McMichael le otorga a un movimiento social particular: Va Campesina. Es verdad que sta es la organizacin social de base ms importante, cuya lucha se ubica en la escala transnacional. Lo que debemos reconocer, sin embargo, es que las luchas de las organizaciones que son parte de Va Campesina estn firmemente arraigadas en la escala nacio-nal (Desmarais, 2007 y 2008): los objetivos de su lucha son principalmente sus Estados nacionales y la participacin del Estado tanto al nivel de la legislacin local como al nivel de las regulaciones internacionales promovidas y promulga-das por organizaciones supraestatales.

    Si bien Va Campesina y sus organizaciones afiliadas han sido bastante exitosas a la hora de contener las negociaciones de la Ronda de Doha de la Organizacin Mundial del Comercio, cuyo objetivo central era proseguir con la liberalizacin del comercio agrcola, este sector ya estaba considera-blemente liberalizado, debido a la aceptacin previa de las rondas de Uru-guay de la Organizacin Mundial del Comercio en 1993. El alcance que esta

  • 5 6

    A N T P O D A N 1 7 | J U L I O - D I C I E M B R E 2 0 1 3

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    liberalizacin ha logrado en cada uno de los sectores agrcolas de los pases depende, sin embargo, de la interaccin entre los Estados y las movilizacio-nes y resistencias domsticas.

    Por lo tanto, no se trata simplemente de que el Principio fundamental, con el movimiento del segundo al tercer rgimen alimentario, se haya despla-zado del Estado hacia el mercado, tal y como lo plantea McMichael (2009). Ms bien, el Estado contina teniendo un papel central, incluso si ha cambiado para favorecer el predominio de las agroempresas multinacionales (AEM) en la produccin y distribucin de alimentos (incluidas las grandes cadenas de supermercados). Adems, el mercado no existe como abstraccin; est cons-tituido en gran parte por Estados que tambin despliegan unas mnimas reglas del juego del mercado y legislan, entre otras cosas, los derechos de propiedad intelectual, los cuales son fundamentales para el desarrollo de la biotecnologa. Por lo tanto, bajo el neoliberalismo, el aparato estatal, en efecto, ha contrado y recortado programas sociales. En este sentido, hay una crisis del Estado social progresista. Pero el Estado contina siendo un actor central a la hora de faci-litar el dominio de las grandes agroempresas. Los elementos ms dinmicos del rgimen alimentario neoliberal que se discuten en este artculo son, por lo tanto, el Estado el cual promueve la mejor regulacin, una serie de acuerdos internacionales y de legislacin nacional que impone la agenda neoliberal, las grandes agroempresas multinacionales las cuales se han convertido en los actores econmicos centrales y la biotecnologa en cuanto forma prin-cipal tecnolgica que contina y acenta el paradigma moderno de la agricul-tura contenido en la Revolucin Verde previa. Los supermercados son otros impulsores clave del rgimen alimentario neoliberal, pero no se discuten aqu (Reardon et al., 2003; Brunn, 2006; Burch y Lawrence, 2005 y 2007). Pasemos entonces a los dos primeros elementos dinmicos.

    El Estado y la neorregulacinDado el papel clave que tiene el Estado nacional a la hora de promover el nuevo conjunto de polticas y regulaciones asociadas con el globalismo neoliberal, uso el trmino neorregulacin, en vez de desregulacin, tal y como es comn en la literatura sobre el rgimen alimentario y en otras literaturas ( Riain, 2000; Weiss, 1997). A pesar de la retrica del libre comercio, el Estado estadouni-dense se ha esforzado por coordinar polticas y regulaciones para facilitar el desarrollo de su industria biotecnolgica (Kloppenburg, 1988a; Kenney, 1986). Si bien las AEM se han convertido en los actores econmicos principales en la produccin y en la diseminacin de insumos (vase la siguiente seccin), este incremento del dominio tuvo lugar en la estrecha asociacin de estas agroem-

  • 5 7

    E L R G I M E N A L I M E N T A R I O N E O L I B E R A L Y S U C R I S I S | g E r a r d o o t E r o

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    presas con el Gobierno estadounidense, a travs del Departamento de Agricul-tura y de las universidades con dotaciones de terrenos (Land-Grant Universi-ties), fuertemente financiadas por el Estado tanto en el mbito federal como estatal. Estas ltimas produjeron ciencia con fondos pblicos, y las empresas privadas desarrollaron los insumos para la agricultura moderna, incluida la biotecnologa (Pavitt, 2001). El Estado estadounidense tambin fue muy activo a la hora de presionar a otros Estados para homogenizar las leyes de patentes, de modo que sus compaas biotecnolgicas tuvieran una mejor proteccin de los derechos de propiedad intelectual en la economa global.

    El apoyo gubernamental o pblico no ha estado limitado slo a la finan-ciacin de la investigacin y el desarrollo. Ha incluido la expedicin de nuevas polticas y legislaciones para proteger los derechos de propiedad intelectual, tal y como ser discutido ms abajo. Si bien los agricultores estadounidenses tam-bin participan en esta alianza, stos nunca tuvieron un rol determinante con respecto a las tecnologas que habran de ser introducidas; ellos fueron simple-mente recipientes de innovaciones tecnolgicas que respondan a la lgica de maximizacin de ganancias de las AEM (Pechlaner, 2012).

    Aunque existen otros acuerdos internacionales relevantes para las bio-tecnologas agrcolas, a la fecha, el organismo regulador supranacional ms significativo sigue siendo la Organizacin Mundial del Comercio (OMC). La agricultura ha tenido un rol prominente en las negociaciones de la OMC desde que reemplaz y absorbi el Acuerdo General de Tarifas y Aranceles (GATT, por su sigla en ingls), en 1995 (Pechlaner y Otero, 2010). La cues-tin de reducir la distorsin del comercio en la agricultura se ha convertido en un punto cada vez ms importante en las subsecuentes rondas de nego-ciacin. Las negociaciones no han avanzado, sin embargo, ya que los pases en vas de desarrollo argumentan que, hasta la fecha, los acuerdos hechos apoyan las prcticas proteccionistas de pases desarrollados como Estados Unidos, mientras que los objetivos del desarrollo se han abandonado. No obstante, un grupo de acuerdos logrados durante las rondas de negociacio-nes de Uruguay del GATT (1987-1993) han tenido un impacto significativo en la neorregulacin de la biotecnologa agrcola. Los ms notables son el Acuerdo de medidas sanitarias y fitosanitarias (AMSF) y el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC [o en ingls, TRIPS]), cuyas implementaciones comenza-ron en 1995, al tiempo que la OMC (Pechlaner y Otero, 2010).

    El punto ms relevante para nuestra discusin aqu es que los Estados continan siendo medios centrales en el despliegue de la neorregulacin bur-guesa y de las polticas que implementan su proyecto neoliberal. Sin importar

  • 5 8

    A N T P O D A N 1 7 | J U L I O - D I C I E M B R E 2 0 1 3

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    si sus pueblos estn a favor o no de participar en acuerdos supraestatales o de legislaciones en pases en desarrollo, los Estados han sido los actores clave en la implementacin de la neorregulacin. James Klepek (2012) documenta un con-traejemplo de Guatemala, en donde, gracias a la movilizacin popular, se han resistido a aspectos de la neorregulacin: Guatemala ha sido capaz de resis-tirse a la adopcin del maz transgnico, dada la gran biodiversidad de maz existente dentro de sus fronteras. Tal resistencia viene de abajo, en la forma de movimientos sociales campesinos e indgenas y sus aliados ambientalistas. Al contrario, Elizabeth Fitting (2008 y 2011) ha mostrado que la red contra el maz transgnico en Mxico ha movilizado un simbolismo similar alrededor del maz. Ha acaparado tanta cobertura meditica internacional y participacin de ONG transnacionales porque es el primer caso de contaminacin gentica en el centro originario del cultivo (vase tambin McAfee, 2008). Aun as, la neorregulacin se ha expandido en Mxico fcilmente y el maz transgnico estaba por desplegarse comercialmente desde principios de 2013.

    Hasta 2006, el caso brasileo era emblemtico de un Estado que se haba resis-tido a la comercializacin de la soya transgnica durante aos (Jepson, Brannstrom y De Souza, 2008; Hisano y Alto, 2008). Por ltimo, debido a la presin de grandes terratenientes que, de hecho, haban estado ingresando ilegalmente semillas trans-gnicas desde Argentina, y a la influencia poltica de Monsanto, el gobierno de Lula cedi en 2006 a esta presin de grandes actores econmicos. Sorpresivamente, sin embargo, los grandes terratenientes, en un momento dado promotores de la lega-lizacin y de la adopcin de los cultivos transgnicos (Herring, 2007), ventilaron protestas contra la dependencia de Monsanto, una de las AEM ms importantes del mundo: tal dependencia se ha convertido en una desventaja econmica, pues Monsanto se queda con la mayor parte de las ganancias. Karine Peschard (2012) documenta esta resistencia de la burguesa agraria fuertemente tradicional de Bra-sil. Habr que ver si el Estado brasileo revierte la neorregulacin, en vista de estas nuevas presiones desde una fraccin importante de su clase dominante.

    La pregunta que se plantea para las clases populares en Amrica Latina respecto del Estado es la siguiente: En qu medida se pueden aprovechar sus contradicciones para promover un proyecto alternativo al neoliberal y con carcter popular-democrtico? Lo que se ha presenciado a escala continen-tal es que lo que haba anticipado Karl Polanyi (1944) en su trabajo seminal The Great Transformation fue un movimiento doble entre la liberalizacin mercantil y la defensa protectora de la sociedad. Es decir, el gran movimiento hacia la liberalizacin del mercado que afect los fundamentos de las clases trabajadoras a la vuelta del siglo XX fue seguido por un contramovimiento para proteger a la sociedad. Dicha defensa se dio a partir de los sindicatos obreros y

  • 5 9

    E L R G I M E N A L I M E N T A R I O N E O L I B E R A L Y S U C R I S I S | g E r a r d o o t E r o

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    de la intervencin del Estado. El primer gran movimiento de liberalizacin del mercado estuvo centrado en Reino Unido, al iniciarse el siglo XX, seguido por revoluciones sociales en varias partes del mundo (Wolf, 1969). El segundo gran movimiento liberalizador se dio a partir del neoliberalismo, impulsado desde los aos ochenta. Para fines de los aos noventa, y sobre todo a principios del siglo XXI, varios pases latinoamericanos han elegido gobiernos autodenomi-nados de izquierda (Barret, Chvez y Rodrguez Garabito, 2008; Cameron y Hershberg, 2010; Levitsky y Roberts, 2011). Si bien dichos gobiernos varan en el grado en que han tratado de trascender el neoliberalismo, por lo menos demuestran que las clases populares tienen ciertas capacidades polticas con-testatarias. ste es el supuesto bajo el cual planteamos la posible viabilidad del programa de soberana alimentaria en la regin.

    Agroempresas multinacionales (AE M)Cinco compaas agroqumicas dominan la produccin y el desarrollo de pro-ductos biotecnolgicos, mientras que sus clientes son, en primer lugar, agricul-tores de mediana o gran escala, bien dotados de capital y cuya lgica principal de produccin est regida por el impulso de generar ganancias. Tal y como McMichael individualmente ha caracterizado el tercer rgimen alimentario, las agroempresas son el actor econmico central. Pero los Estados han regu-lado los mercados, incluso si esa regulacin se ha configurado para el benefi-cio de las agroempresas. Por ello, las agroempresas, en cuanto rasgo explcito del rgimen alimentario neoliberal, han llegado a dominar tales mercados: el nmero de agroempresas integradas horizontal y verticalmente que dominan la produccin agrcola es cada vez ms limitado. Esta estructura concentrada de mercado oligoplica presiona a los productores frente a un puado de vendedores de insumos, procesadores y minoristas, y adems limita las opcio-nes del consumidor (Hendrickson y Heffernan, 2007). Tal y como lo enunci aguda y sucintamente el US Agribusiness Accountability Initiative (AAI) (Ini-ciativa para la rendicin de cuentas de la agroindustria estadounidense):

    este sistema [el controlado por las aeM] no les funciona a los agricultores. el poder de las grandes agroempresas tanto en el momento de comprar como en el de vender significa que los agricultores tienen cada vez menos control sobre lo que producen, sobre la manera en que producen, sobre dnde pue-den vender y qu precio pueden pedir. el sistema tampoco es bueno para los consumidores ni para las comunidades rurales: a todos nos afecta cuando la agroindustria presiona a la economa rural o les da ms relevancia a las ganan-cias que a factores ambientales o de salud o a valores comunitarios o a un pago justo. (aai, sin fecha: 1)

  • 6 0

    A N T P O D A N 1 7 | J U L I O - D I C I E M B R E 2 0 1 3

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    Adems, la ubicuidad de las AEM en el sistema agroalimentario es importante no slo con respecto a su influencia en la neorregulacin sino tambin con respecto a su habilidad para desviar la resistencia a cualquier rasgo socialmente no deseado del nuevo rgimen, como puede ser lo que algunos grupos consideran respecto a las biotecnologas agrcolas. La ausencia de etiquetado para el contenido de productos manipulados gen-ticamente en Norteamrica es uno de estos puntos. Se podra argir que los agricultores de todas las clases, incluida la burguesa agraria, han sido subsumidos bajo el capital agroindustrial.

    Biotecnologa, agricultura moderna y neoliberalismoLa revolucin biotecnolgica coincidi con la reforma neoliberal del capi-talismo, y, por ello, exacerb y profundiz los efectos socioeconmicos de la revolucin agrcola previa en Amrica Latina, la llamada Revolucin Verde (1940-1970). Segn la definicin de la Agencia Canadiense de Ins-peccin de Alimentos, el trmino biotecnologa moderna se usa para dis-tinguir las aplicaciones recientes de la biotecnologa, tales como la ingenie-ra gentica y la fusin celular, de los mtodos ms convencionales, como pueden ser el cultivo o la fermentacin (CFIA, 2012. nfasis en el original). De acuerdo con la misma fuente, por ejemplo, mutagnesis supone el uso de mtodos para cambiar f sicamente o mutar la secuencia gentica, sin aadir ADN de otro organismo. Hago nfasis en las semillas transgnicas, lo cual supone la introduccin de material gentico extrao en las varie-dades de plantas, pero reconozco que hay otras formas de biotecnologa moderna que no involucran tal alteracin gentica.

    La Revolucin Verde fue la encarnacin de lo que haba surgido antes en la forma del paradigma agrcola moderno en Estados Unidos. El paradigma tec-nolgico de la agricultura moderna involucra un paquete especfico de insumos compuesto por variedades de plantas hbridas o de alto rendimiento, mecaniza-cin, pesticidas y fertilizantes agroqumicos e irrigacin. La Revolucin Verde es el nombre adoptado por este paquete tecnolgico cuando es exportado a los pases en vas de desarrollo. Si bien la Revolucin verde tcnicamente comenz en Mxico en 1943, con un programa que promova las variedades de trigo de alto rendimiento (Hewitt de Alcntara, 1978), su origen y desarrollo inicial se ubicaron en la agricultura de Estados Unidos, que empieza en la dcada de los aos treinta del siglo XX (Kloppenburg, 1988a). La exportacin de este paquete pronto se convirti en el paradigma tecnolgico para la agricultura moderna a lo largo del siglo XX (Otero, 2008).

  • 6 1

    E L R G I M E N A L I M E N T A R I O N E O L I B E R A L Y S U C R I S I S | g E r a r d o o t E r o

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    La Revolucin Verde ha sido llamada el paradigma tecnolgico (Otero, 2008), ya que el espectro de soluciones a los problemas de la produccin agr-cola tiende a ser resuelto con base en una pequea variedad de opciones dise-adas por este paradigma. En analoga con el paradigma cientfico de Thomas Kuhn, Giovanni Dosi (1984) sugiri que los paradigmas tecnolgicos se mue-ven acorde a las trayectorias tecnolgicas formadas por la solucin normal de los problemas. Tales paradigmas tecnolgicos no slo seleccionan ciertas solu-ciones, sino que tambin excluyen soluciones que no pertenecen al paradigma. El paradigma tecnolgico, por lo tanto, define tanto las agendas de investiga-cin y de desarrollo como las tecnologas que estn siendo excluidas por este campo de visin, y la imaginacin tecnolgica de los ingenieros y, en nuestro caso, los fitomejoradores de plantas e investigadores agrcolas. Se debe resaltar aqu que no se trata de un determinismo tecnolgico. En vez de simplemente responder a una necesidad social, quienes promueven tecnologas particulares son en su mayora los cientficos y los tecnlogos, las instituciones, incluidas las agroempresas, y los diseadores de polticas pblicas.

    Los problemas que surgen en la agricultura muy probablemente sern resueltos segn las lneas determinadas por esta trayectoria tecnolgica. Otras nuevas tecnologas que surgieron en los aos noventa, como el cultivo de alta precisin basado en GPS, por ejemplo, tambin han sido concebidas para opti-mizar el uso de la agricultura industrial intensiva, compuesta en su mayor parte por fertilizantes qumicos, pesticidas sintticos, mecanizacin a gran escala basada en tractores, variedades de plantas genticamente uniformes, de alto rendimiento y que responden a los fertilizantes (Wolf y Buttel, 1996: 1270). Los monocultivos y los cultivos a gran escala tambin se han conver-tido en rasgos clave de la agricultura moderna. No es sorprendente entonces que la aplicacin de productos qumicos agrcolas se haya incrementado de un modo significativo con la difusin de este paradigma desde su lugar de origen, Estados Unidos, hacia la mayora de las regiones del mundo que practican la agricultura capitalista. Tampoco debera sorprender que las AEM involucradas en su produccin se hayan convertido en los actores econmicos dominantes en la agricultura mundial, como se muestra arriba.

    De qu manera hace parte la biotecnologa del paradigma tecnolgico de la agricultura moderna? Desde su inicio, en la etapa de laboratorio de los aos ochenta, quienes la proponan describan la biotecnologa agrcola, en gene-ral, y la ingeniera gentica, en particular, como herramientas potentes para el desarrollo sostenible y como un esfuerzo para eliminar el hambre mundial, la inseguridad alimentaria y la desnutricin. Es bien sabido que estos problemas se concentran desproporcionadamente en los pases en vas de desarrollo, los

  • 6 2

    A N T P O D A N 1 7 | J U L I O - D I C I E M B R E 2 0 1 3

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    cuales tambin tienen una mayor proporcin de su poblacin dedicada a la agricultura. Pero el perfil tecnolgico de la agricultura moderna se concentra ms que todo en la mejora de la productividad de las operaciones a gran escala: aquellas que estn altamente especializadas en un solo cultivo y son muy inten-sivas en el uso de capital, y no tanto de mano de obra. En comparacin con este modelo y sesgo productivo y tecnolgico, por lo tanto, la mayora de los cultivadores campesinos y pequeos agricultores en pases en vas de desarro-llo han sido considerados como ineficientes: simplemente no cuentan con la capacidad financiera para adoptar el modelo de la agricultura moderna.

    Segn los clculos de la Organizacin de las Naciones Unidas para la Ali-mentacin y la Agricultura (FAO), entre veinte y treinta millones de campesinos fueron desplazados por las nuevas polticas y las nuevas tecnologas durante los aos noventa (Araghi, 2003). Algunos de estos campesinos se transforma-ron en trabajadores asalariados de fincas grandes y capitalizadas, mientras que muchos otros se unieron a los desempleados. Muchas de estas personas han contribuido a la creciente tendencia de migracin interna e internacional, sepa-rndose de sus comunidades y de sus familias permanentemente o durante pro-longados perodos. Por ello, Castells y Miller (2003) han llamado al capitalismo neoliberal la era de la migracin. En Mxico, por ejemplo, cientos de miles de personas pasaron a ser redundantes para la agricultura (Corona y Tuirn, 2006), mientras que el resto de su macroeconoma era incapaz de absorberlos (Otero, 2006 y 2011). Como resultado, Mxico se convirti en la nacin nmero uno en migracin internacional: entre 2000 y 2005, Mxico expuls a dos millones de personas, en su mayora hacia Estados Unidos pero crecientemente hacia Canad (Gonzlez y Brooks, 2007). En comparacin, segn datos del Banco Mundial, China e India enviaron a menos migrantes al exterior durante este perodo, incluso aunque son diez veces ms grandes que Mxico en cuanto a poblacin (Gonzlez y Brooks, 2007). El consenso creciente de por qu Mxico ha expulsado a tantos migrantes es que su Gobierno ha tenido una de las pol-ticas neoliberales ms agresivas en todo el mundo (Otero, 2011; Cypher y Del-gado-Wise, 2010; Moreno-Brid y Ros, 2009; Otero, Pehchlaner y Grcan 2013).

    Las reformas neoliberales que comenzaron en la dcada de los ochenta tuvieron consecuencias profundas, muchas de las cuales fueron negativas para los sectores agrcolas de Amrica Latina. El prembulo ideolgico de estas reformas lo constituye lo que ha sido llamado el globalismo neoli-beral (Otero, 2006 y 2008). Esta ideologa denigra la intervencin estatal y glorifica al sector privado y al libre comercio, y surge durante las admi-nistraciones casi simultneas de Margaret Thatcher, en Reino Unido, y de Ronald Reagan, en Estados Unidos. Para Amrica Latina, la liberalizacin

  • 6 3

    E L R G I M E N A L I M E N T A R I O N E O L I B E R A L Y S U C R I S I S | g E r a r d o o t E r o

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    econmica generalmente supona el fin de las polticas proteccionistas uni-laterales, la apertura de los mercados agrcolas, junto con la reduccin o eliminacin de aranceles y de permisos de importacin, la privatizacin o el desmantelamiento de las agencias gubernamentales de crdito rural, la infraestructura, el mercadeo o la asistencia tcnica, el fin o la revocacin de reformas agrarias, y/o la reorientacin de polticas alimentarias centradas en mercados domsticos hacia la economa agrcola orientada a la expor-tacin. No obstante, la reforma neoliberal se implement en la agricultura de pases capitalistas avanzados slo de manera parcial, puesto que stos continan subsidiando y protegiendo sus sectores agrcolas con miles de millones de dlares cada ao, poniendo a los productores latinoamericanos en una gran desventaja competitiva.

    El globalismo neoliberal es considerado una ideologa, en el sen-tido de que el pensamiento y las polticas asociadas a l no son inevita-bles. Pueden ser modificados bajo una perspectiva distinta, la cual debe ser reforzada por fuerzas polticas y sociales alternativas, tales como los movimientos sociales de base que exigen que los Estados implementen programas de soberana alimentaria.

    Cul es entonces el problema con el dominio emergente de las AEM, si stas pueden producir alimentos de manera ms eficiente para una pobla-cin creciente? O acaso en verdad pueden hacerlo? Durante milenios, los campesinos han sido los directamente responsables de la preservacin de la gran diversidad biolgica vegetal. De hecho, dados los caprichos de la naturaleza, los pases en vas de desarrollo poseen la ms grande diversidad biolgica vegetal en el planeta (Fowler y Mooney, 1990), as como los pro-blemas ms graves de erosin de suelos y degradacin ecolgica (Montgo-mery, 2007), algunos de los cuales estn relacionados con el calentamiento global, creado en gran parte por los pases capitalistas desarrollados desde el inicio de la Revolucin Industrial (Foster, 2000 y 2009; Jarosz, 2009). En palabras de Sreenivasan y Christie, toda la biodiversidad es ms rica en el sur que en el norte [] Esto es cierto tanto para la biodiversidad agrcola como para la diversidad silvestre o biolgica (2002: 1).

    Los agricultores intensivos y con alta capitalizacin no pueden preser-var la diversidad biolgica, dado el sesgo hacia los monocultivos de la agricul-tura moderna, a favor de las variedades de plantas transgnicas o hbridas de alto rendimiento. Es decir, para que los grandes productores puedan seguir presentes en el mercado, deben especializarse, dedicando grandes reas de tierra a una nica variedad de cultivo. Es irnico que los fitomejoradores, quienes requieren la diversidad vegetal como materia prima para mantener

  • 6 4

    A N T P O D A N 1 7 | J U L I O - D I C I E M B R E 2 0 1 3

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    el proceso de mejoramiento de los cultivos, dependan de la disponibilidad de la diversidad gentica vegetal que los pequeos campesinos conservan. Es en estos materiales donde los fitomejoradores encuentran los rasgos deseables para mejorar los cultivos. Si los campesinos desaparecen, por lo tanto, la misma suerte le espera a la materia prima en el futuro fitomejora-miento (Fowler y Mooney, 1990; Kloppenburg, 1988b). Combinada con el globalismo neoliberal, la biotecnologa agrcola slo puede exacerbar las tendencias hacia la polarizacin social y la degradacin ecolgica, dada su pertenencia al paradigma de la agricultura moderna.

    Ms all de las preocupaciones ecolgicas, la lgica de produccin de la agricultura moderna contrasta con la de los campesinos y pequeos productores mercantiles, que son parte de la pequea produccin mercantil simple. En vez de producir para generar ganancias, los pequeos agriculto-res orientan su produccin hacia el autoconsumo y hacia la produccin de mercancas para los mercados locales, regionales y nacionales. Por defini-cin, el productor mercantil simple se contenta con producir valores de uso de calidad para el consumo humano que generan rendimiento suficiente para la reproduccin simple de sus unidades domsticas. Tal produccin puede ocasionalmente generar ingresos que superan las necesidades de la reproduccin simple. En este caso, tales ingresos pueden contribuir a la mejora de sus estndares de vida o incluso a la cimentacin de las condi-ciones de su aburguesamiento, que implicara una reproduccin ampliada, basada en la contratacin de fuerza de trabajo asalariada. La mayora de las veces, sin embargo, los pequeos agricultores se encuentran cerca del nivel de supervivencia econmica, dadas las presiones estructurales bajo las cua-les operan (Chayanov, 1974; Wolf, 1966; Otero, 2004). La Unin Europea considera el apoyo a pequeos productores mercantiles como una manera de preservar el medioambiente, reconocindoles as, en un nivel institucio-nal, sus servicios ecolgicos.

    El punto aqu es trascender una va dicotmica de clasificar a los pro-ductores agrcolas. Tal y como lo he argumentado en otro lugar (Otero, 1998 y 2004), existe la posibilidad de que los pequeos productores mercan-tiles se conviertan en empresarios campesinos, incorporndose de manera exitosa a los mercados modernos. Sus propiedades son fincas familiares de agricultores cuyas actividades pueden incluir los monocultivos dirigidos a la exportacin, as como la agricultura combinada orientada hacia los merca-dos locales, regionales e, incluso, nacionales. Estos productores claramente forman parte del mercado y no se dedican slo al autoconsumo, si bien no constituyen agroempresas capitalistas. Van der Ploeg (2008) tambin ha

  • 6 5

    E L R G I M E N A L I M E N T A R I O N E O L I B E R A L Y S U C R I S I S | g E r a r d o o t E r o

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    postulado una categorizacin tripartita de los productores agrcolas, en la cual incluye la categora agricultura empresarial entre la agricultura cam-pesina y la capitalista. Los agricultores empresariales tal vez son los ms indicados para comprometerse con un programa de soberana alimentaria, puesto que tambin puede ser ecolgicamente sostenible. Su produccin est orientada hacia el mercado, pero su lgica de produccin sigue estando imbuida de una economa moral (Van der Ploeg, 2008: 140), de reproduc-cin simple. En esta economa moral, el mercado, sin duda, representa un contexto continuo y severo, y slo unos pocos ganarn. Debido a que el campesinado empresarial se contenta con recuperar los costos y ganar lo equivalente a un salario autoatribuido, no obstante, sus cifras podran ser mucho mayores que si slo prevalecen los productores capitalistas. Es decir, aqullos slo buscan una reproduccin simple (para el reemplazo de sus medios de produccin y fuerza de trabajo), mientras que los capitalistas requieren tambin la ganancia para la acumulacin de capital

    En cambio, los agricultores capitalistas deben, en primera instan-cia, producir valores de cambio basados en trabajadores asalariados, para uso humano o no humano. Su principal objetivo es producir una ganancia que va ms all de las necesidades de reproduccin simple, para as seguir siendo competitivos (Van der Ploeg, 2008: 2). Por ello, mientras los agri-cultores capitalistas tambin deben operar bajo un modo de supervivencia econmica continua como capitalistas, su lgica productiva les permite en efecto, los obliga mirar ms all de la produccin de valores de uso para el consumo humano. A medida que las AEM incrementan su dominio sobre la investigacin y produccin agrcolas, se exacerba igualmente la promocin de explotaciones agrcolas capitalistas. Por tanto, el valor de cambio y la lgica de la ganancia han pasado a prevalecer, ya sea para producir alimen-tos o biocombustibles (Bello, 2009: 15).

    El modo capitalista de produccin de cultivos de alimentos no es, por ello, el ms adecuado para satisfacer las necesidades humanas, y tam-poco es el ms sostenible en trminos ecolgicos o sociales. No obstante, la inflacin de precios de los alimentos a escala global que empez en 2007 desencaden un retorno a la retrica que pone toda su fe en la biotecnologa y en los transgnicos. Esta tecnologa es vista una y otra vez como la solu-cin necesaria para la crisis alimentaria (Paarlberg, 2008, Lee, 2008; Har-vey y Parker, 2008, y). De acuerdo con esta perspectiva, el hambre mundial puede ser erradicada en los pases pobres slo con mayores rendimientos, cultivos ms eficientes y menos costosos, y presuntamente los transgni-cos pueden volver realidad esta promesa. Un observador particularmente

  • 6 6

    A N T P O D A N 1 7 | J U L I O - D I C I E M B R E 2 0 1 3

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    implacable argument que sera criminal dejar de lado la esperanza que la biotecnologa les ofrece a las personas desnutridas del mundo (Lomborg, 2009). Los crticos de la posicin de que la biotecnologa ofrece soluciones para los pobres en el mundo, sin embargo, han multiplicado sus voces con investigaciones empricas desde las ciencias sociales (Glover, 2010a, 2010b, 2010c y 2010d; Hisano, 2005; Jansen y Gupta, 2009; Scoones, 2002 y 2008).

    La idea segn la cual podemos solucionar la crisis de alimentos sim-plemente mediante el incremento de la produccin es problemtica, en un mundo donde el hambre est presente en medio de la plenitud: el mundo produce suficiente comida para todos en el planeta pero los hambrientos sencillamente no la pueden costear. El asunto esencial es de inequidad y de falta de acceso a los alimentos, y no una cuestin de no poder producir la suficiente cantidad. Desde la dcada de los sesenta el mundo ha visto una reduccin en el nmero de personas afectadas por las hambrunas, incluso a pesar de que el nmero de personas con inseguridad alimentaria ha crecido sin parar. Tenemos entonces el fenmeno segn el cual la obesidad se com-bina con la hambruna a una escala planetaria (Patel, 2007). La importacin de cultivos transgnicos producidos a bajo costo no ayud a proteger a los mexicanos de los altos precios del maz, una vez que la crisis los golpe, debido a las desigualdades existentes en Mxico: cuando la inflacin del precio del maz fue de 15% en diciembre de 2007, el consumo cay un 30% (Notimex, 2009).

    Sin importar cul sea el nivel de adopcin de los cultivos transgnicos en Mxico o en otros pases de Amrica Latina, es dudoso que esto ayude a alimentar su poblacin. Al contrario, durante cada ciclo agrcola, las AEM venden desde Estados Unidos sus semillas a agricultores, siempre como parte de un paquete tecnolgico que incluye herbicidas y otros agroqumi-cos, y todo bajo contrato (Peschard, 2012). La adopcin ms directa de los cultivos transgnicos conduce a una mayor dependencia de las importacio-nes de insumos intensivos en el uso de capital, lo que disminuye la demanda de mano de obra y, por lo tanto, amenaza a la agricultura campesina. Esta tendencia slo incrementar los efectos de polarizacin social desencade-nados por la Revolucin Verde (Pearse, 1980; Hewitt de Alcntara, 1978) y conllevar una mayor expulsin de trabajadores del campo (Otero, 2011; Cypher y Delgado-Wise, 2010).

    Quienes adoptan cultivos transgnicos para producir soya o maz con miras a la exportacin, lo cual puede ser ms lucrativo que el mercado doms-tico en Amrica Latina, son los agricultores de gran escala con considerables recursos de capital. La agricultura de exportacin ocupar, por supuesto, tierra

  • 6 7

    E L R G I M E N A L I M E N T A R I O N E O L I B E R A L Y S U C R I S I S | g E r a r d o o t E r o

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    cultivable que podra ser usada en la produccin de alimentos para el mercado domstico. Es por ello que encontramos la paradoja argentina a inicios del siglo XXI (Teubal, 2008): habiendo sido el segundo exportador de soya en el mundo despus de Estados Unidos (hasta que fue desplazado por Brasil), y uno de los exportadores agrcolas ms grandes del mundo, tuvo sin embargo un creci-miento considerable en el nmero de personas hambrientas.

    Si bien la agricultura campesina no es altamente productiva en trmi-nos econmicos, es decir, en cuanto a la generacin de rendimiento para los productores, por lo menos puede producir alimentos y subsistencia para aquellos que dependen de ella para su vida, para mercados locales, regiona-les y nacionales. Por otro lado, los campesinos tienen escasas oportunidades de trabajos alternativos en una economa que no ofrece un empleo con un pago suficiente o adecuado a migrantes urbanos, ni tampoco los derechos o la dignidad a los migrantes internacionales (Cypher y Delgado-Wise, 2010; Otero, 2011). Por lo tanto, la sustitucin de la agricultura campesina por la agricultura capitalista orientada hacia la exportacin fuerza a muchos en la poblacin rural a depender de las remesas de dlares de parientes migrantes y, por consecuencia, incrementa la inseguridad alimentaria al nivel familiar, incluso si la produccin agrcola total de la nacin se viese incrementada. Adems de producir para la subsistencia, los campesinos le ofrecen gratui-tamente a la sociedad el servicio de conservacin biolgica de variedades vegetales, puesto que no se enfocan en los monocultivos como lo hacen los cultivadores a gran escala (Bartra, 2006).

    Las tendencias de polarizacin social producidas por la Revolucin Verde, y luego por la biotecnologa y la reforma neoliberal, fueron exacer-badas con la crisis de la inflacin en los precios de los alimentos de 2007-2008, la cual resurgi en 2010-2011. Al excluir un proceso de innovacin tecnolgica que viniese desde abajo, que se alimentara de las necesidades reales de los pequeos agricultores, la reaccin de algunas instituciones supraestatales como el Banco Mundial ha sido la promocin de la agricul-tura industrial (Akram-Lodhi, 2012). Basada en la necesidad de obtener ganancias, dicha estrategia a duras penas puede ayudar a mitigar la crisis alimentaria. Varios estudios han mostrado los lmites de la biotecnologa promovida por las AEM, incluidos las grandes dudas acerca de su compor-tamiento econmico efectivo, la fuerte tendencia a favorecer a las AEM y los limitados beneficios para los productores a pequea escala o para los hambrientos (Friends of the Earth International, 2009; McAfee, 2008; Otero, Poitras y Pechlaner, 2012; Otero y Pechlaner, 2005; Otero y Pechla-ner, 2009; Pechlaner y Otero, 2008 y 2010).

  • 6 8

    A N T P O D A N 1 7 | J U L I O - D I C I E M B R E 2 0 1 3

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    La crisis del rgimen alimentario neoliberal y la inflacin global de precios de los alimentosEl rgimen alimentario neoliberal entr en un perodo de crisis extendida en 2007, momento en el cual hubo un retroceso de casi un siglo de disminucin de los precios de los alimentos. La crisis fue generada, en primera instan-cia, por la presencia de nuevos actores econmicos centrados en el valor de cambio, y no tanto en el valor de uso de los alimentos; por ejemplo, el capital financiero en los mercados de futuros agrcolas. Pero tambin contribuye-ron centralmente a la crisis las polticas estatales de los pases de capitalismo avanzado. Orientadas por clculos de geopoltica de la dependencia en el petrleo y la energa, las polticas pblicas estadounidenses y de la Unin Europea encaminadas a la expansin de la produccin de biocombustibles cambiaron el uso de las tierras utilizadas hasta ese entonces para la produc-cin de alimentos (Bello, 2009; McMichael, 2009). Pero sta es tan slo la punta del iceberg, pues la produccin agrcola moderna tambin se ha con-vertido en el contribuidor central del cambio climtico al producir alrededor del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

    Un punto crtico de antagonismo que surge con la agricultura domi-nada por el capital es que ahora hay varios intereses intraburgueses compi-tiendo por los mismos cultivos. El ejemplo ms dramtico es el del maz. Con su produccin impulsada por considerables subsidios estatales, el maz es apetecido por industriales que lo procesan para producir etanol, empleado como combustible; para hacer jarabe de maz con alto contenido de fruc-tosa; por criadores de ganado que lo utilizan como forraje; y finalmente, por especuladores financieros que invierten en los mercados de futuros del maz. Este ltimo grupo est interesado en que el maz tenga precios altos, mientras que a los otros les interesa un bajo precio, pues lo utilizan como materia prima. Pero que el maz sea utilizado para producir etanol o para producir alimento tiene consecuencias muy diferentes. En efecto, producir etanol en vez de alimentos tambin tiene un gran impacto en la inflacin general de los precios de los alimentos (Turrent, Wise y Garvey, 2012). Ms an, si bien muchos piensan que el etanol es verde o ecolgico, estn equi-vocados: el etanol producido con maz genera incluso, de hecho, ms emi-siones de gases de efecto invernadero que la gasolina (Otero y Jones, 2010) y es insostenible sin subsidios. La sequa de 2012 en Estados Unidos sin duda exacerbar los antagonismos y las tensiones entre estos grupos con grandes intereses en el maz. Los consumidores de los productos de maz estn muy fragmentados y a merced de esta competencia marcadamente oligoplica por alimentos vitales, los cuales tambin se emplean para pro-

  • 6 9

    E L R G I M E N A L I M E N T A R I O N E O L I B E R A L Y S U C R I S I S | g E r a r d o o t E r o

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    ducir combustible o generar rendimientos financieros directos. Slo que el Estado puede proveer una agencia lo suficientemente fuerte para regular estas fuerzas en una direccin distinta. En Estados Unidos, la pregunta es si el Estado seguir estando controlado por grupos de cabildeo con gran capacidad financiera y que hacen una fuerte presin poltica, desvirtuando esencialmente su supuesta democracia.

    Mi objetivo aqu no es el de centrarme en una discusin detallada de la crisis inflacionaria global de los precios alimentarios de 2007-2008, la cual ya ha sido analizada por muchos acadmicos (por ejemplo, Bello, 2009; Holt-Gimnez, Patel y Shattuck, 2009; McMichael, 2009). Ha quedado claro que la crisis no afecta tanto a los capitalistas como a las clases populares. Quiero, por tanto, enfatizar el papel de la dependencia de las importaciones de alimentos en el impacto de la crisis dentro de una muestra de pases latinoamericanos, que, junto a otros pocos pases, me permiten ir ms lejos en la comparacin y el contraste. Todos los datos provienen de la Organizacin de las Naciones Unidas para la Alimentacin y la Agricultura (vase la grfica 1). En general, las economas de los pases ricos y pertenecientes a la Organizacin para la Coo-peracin y el Desarrollo Econmicos (OCDE) experimentaron unos ndices de inflacin acumulada no mayores a unos treinta y cinco puntos con respecto a los niveles de los precios desde el ao 2000 (ao que se toma como base, 2000=100) hasta 2011. Al comparar Reino Unido, Francia y Alemania, se ve claramente que Reino Unido fue el pas ms afectado por el incremento de precios: alrededor de 35% para 2010, probablemente debido a su temprana e incondicional adopcin de las reformas neoliberales, en contraste con Alema-nia (18%) y Francia (23%). A pesar de este nivel de inflacin, Reino Unido, al igual que el resto de los pases de Europa occidental con excepcin de Espaa y Portugal, fueron considerados como pases con un bajo riesgo de inseguri-dad alimentaria (Carrington, 2011).

    En contraste, hay una aguda disparidad en los ndices de inflacin ali-mentaria de los pases latinoamericanos, en comparacin con los pases de economas capitalistas avanzadas, ya que estn acompaados de un mayor riesgo de inseguridad alimentaria (Carrington, 2011). La inflacin alimen-taria en Argentina se dispar a ms de 200% en 2006 y alcanz ms del 300% acumulado para 2011. Brasil tambin experiment una considerable inflacin, pero su ndice en 2011 estaba alrededor de 100 puntos por debajo del argentino. En las Amricas, Estados Unidos y Canad estaban al final de la lista de los ndices acumulados de inflacin alimentaria ms bajos desde el ao 2000, con un 36 y un 37%, respectivamente, mientras que todos los pases en vas de desarrollo tenan ndices tres o cuatro veces ms altos. La

  • 7 0

    A N T P O D A N 1 7 | J U L I O - D I C I E M B R E 2 0 1 3

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    excepcin notable fue la inflacin en Cuba, la cual ha estado por debajo, incluso, de los pases capitalistas avanzados, lo que probablemente refleja el hecho de que su Gobierno ha sido el nico en el mundo que ha promovido una poltica de soberana alimentaria para el pas en su conjunto.

    conclusionesEn trabajos previos (Pechlaner y Otero, 2008 y 2010) hemos argumentado que los principales factores dinmicos del rgimen alimentario neoliberal son el Estado, las AEM y la biotecnologa. Los Estados continan siendo el actor principal a cargo de la implementacin de la neorregulacin, es decir, el tipo de legislacin y polticas pblicas que mejor protegen los derechos de propie-dad intelectual de las AEM y de su auge protagnico en la economa; las AEM dominan claramente los mercados diseados por el Estado; y la biotecnologa es la forma tecnolgica central que permite la continuacin y profundizacin del paradigma tecnolgico de la agricultura moderna (Otero, 2008).

    Sostengo que el Estado es el actor central del rgimen alimentario neo-liberal con respecto tanto a su despliegue como a la posibilidad de su trascen-dencia. Incluso si el neoliberalismo ha supuesto una reduccin de la interven-

    Fuente:elaboracinpropia,condatosde:http://faostat.fao.org/site/683/DesktopDefault.aspx?PageID=683#ancor(ltimoacceso:1dediciembrede2012).

    Grfica1.ndicedeinflacindepreciosalimentarios(2000=100)

    Argentina, Buenos Aires

    Brasil cuba ecuador Guatemala Mxico

    350

    300

    250

    200

    150

    100

    2000

    2001

    2002

    2003

    2004

    2005

    2006

    2007

    2008

    2009

    2010

    2011

  • 7 1

    E L R G I M E N A L I M E N T A R I O N E O L I B E R A L Y S U C R I S I S | g E r a r d o o t E r o

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    cin estatal directa en la economa y en las polticas sociales, el Estado contina teniendo un papel crtico a la hora de proveer considerables subsidios y de pro-ducir las condiciones bajo las cuales el sector privado entra al mercado a travs de la neorregulacin. El tener una mejor imagen de los factores dinmicos clave nos pone en una mejor posicin para desarrollar estrategias de resistencia y tal vez trascender el rgimen alimentario neoliberal, con la mira puesta en el Estado. Es decir, al enfatizar slo los aspectos empresariales (corporate) se le resta fuerza a la posibilidad de un anlisis ms dialctico del Estado y la manera en que ste opera, no slo para imponer la lgica del capital sino tambin para responder a la movilizacin y a la presin que viene desde abajo, como lo plan-teaba Polanyi. Necesitamos acaso que se nos recuerde que el Estado mismo es una relacin social penetrada por contradicciones y que no slo responde a las necesidades funcionales del capital (Poulantzas, 1969; Jessop, 2007)? Las cla-ses subalternas pueden, por lo tanto, utilizar estas contradicciones para hacer avanzar una causa popular-democrtica, tal como la soberana alimentaria. Si bien las AEM son los agentes econmicos claves, no son todopoderosas. Los Estados pueden controlarlas e influirlas, pero slo con presin desde abajo. Incluso un pequeo Estado como Guatemala ha podido mantenerlas a ellas y a sus tecnologas a raya, si el Estado encuentra suficiente presin proveniente de movimientos sociales organizados (Klepek, 2012).

    La biotecnologa surgi en la dcada de los ochenta como una industria en s misma, impulsada en ese entonces por la asociacin entre capitalistas de alto riesgo (venture capitalists) y acadmicos con productos prometedores basados en la biologa molecular y la ingeniera gentica (Kenney, 1986). No obstante, la biotecnologa pronto fue absorbida por las grandes firmas preexistentes en las industrias qumica y farmacutica, que la convirtieron en una tecnologa habi-litadora (enabling) (Otero, 2008). La biotecnologa, por lo tanto, les permiti a estas industrias extender el paradigma tecnolgico de la agricultura moderna del cual tanto se haban beneficiado.

    Si bien la tecnologa misma puede, en efecto, contener tericamente pro-mesas insospechadas para aliviar asuntos humanos y ecolgicos, la cuestin es quin dirige el desarrollo tecnolgico, en funcin de qu problemas tecnol-gicos se encauza este desarrollo, de quin son esos problemas y a quines les interesa resolverlos. Las agendas de investigacin dirigidas por el paradigma tecnolgico de la agricultura moderna y por sus actores econmicos principa-les las grandes AEM han servido, en primera instancia, para maximizar sus propias ganancias. No est claro que incluso los grandes campesinos capitalis-tas se puedan beneficiar de la tecnologa, por no mencionar a los campesinos empresariales o de subsistencia. Dado el papel de estas AEM en la produccin

  • 7 2

    A N T P O D A N 1 7 | J U L I O - D I C I E M B R E 2 0 1 3

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    agrcola y alimenticia, podra pensarse que la gran mayora de los cultivado-res que entran en la rbita de la biotecnologa a lo largo de las Amricas se han convertido en los administradores de los contratos con estas agroempresas para desplegar sus productos biotecnolgicos. Incluso, la burguesa agraria est vindose subsumida bajo el capital agroempresarial.

    Es probable que la inflacin de los precios de los alimentos, la cual emergi de nuevo en 2010 y 2011, motive el fortalecimiento de movimien-tos de resistencia como Va Campesina. Se sugiere que el Estado puede ser un objetivo crucial para conducir al rgimen alimentario en una direccin progresista. En un momento en el cual la era de los alimentos baratos parece haber llegado a su fin, la creciente dependencia alimentaria que resulta del rgimen neoliberal ha hecho que las clases populares de los pases latinoa-mericanos se vean ms vulnerables ante la volatilidad de los precios de los alimentos. El programa de soberana alimentaria, fuertemente impulsado por Va Campesina (Desmarais, 2007), es la ruta poltica ms segura para los pases en desarrollo, ya que eleva a los pequeos agricultores a un papel central en trminos productivos y ambientales. La crisis del rgimen ali-mentario neoliberal fue producto de la neorregulacin que favoreca al sec-tor privado. Las fuerzas popular-democrticas pueden continuar forzando a los Estados a trascender este rgimen hacia una era posneoliberal que beneficie a las mayoras. .

  • 7 3

    E L R G I M E N A L I M E N T A R I O N E O L I B E R A L Y S U C R I S I S | g E r a r d o o t E r o

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    R e f e R e n c i a s

    1. AAI(AgribusinessAccountabilityInitiative).S.f.CorporatePowerinLivestockProduction:HowIts

    HurtingFarmers,Consumers,andCommunitiesandWhatWeCanDoAboutIt.Consultadoel26

    deabrilde2012enhttp://www.ase.tufts.edu/gdae/Pubs/rp/AAI_Issue_Brief_1_3.pdf

    2. Akram-Lodhi,Haroon.2012.ContextualisingLandGrabbing:ContemporaryLandDeals,theGlobal

    SubsistenceCrisisandtheWorldFoodSystem.Canadian Journal of Development Studies 33(2),

    pp.114-142.

    3. Araghi,Farshad.2003.FoodRegimesandtheProductionofValue:SomeMethodologicalIssues.Journal

    of Peasant Studies30(2),pp.41-70.

    4. Barret,Patrick,DanielChvezyCsarRodrguezGarabito(eds.).2008.The New Latin American Left:

    Utopia Reborn. Londres, Pluto.

    5. Bartra,Armando.2006.Milpasairadas:hacialaautosuficienciaalimentariaylasoberanalaboral.En

    Transicin: globalismo neoliberal, Estado y sociedad civil, coord.GerardoOtero,pp.39-58.Mxico,

    MiguelngelPorra.

    6. Bello,Walden.2009.Food Wars.Londres,Verso.

    7. BonannoAlessandroyConstanceDouglasH.2008.Stories of Globalization: Transnational

    Corporations, Resistance, and the State.UniversityPark,Pensilvania,PennsylvaniaState

    University Press.

    8. BonannoAlessandroyConstanceDouglasH.2001.Globalization,Fordism,andPost-Fordism

    inAgricultureandFood:ACriticalReviewoftheLiterature.Culture and Agriculture 23(2),

    pp.1-15.

    9. Brunn,Stanley.2006.Wal-Mart World: The Worlds Biggest Corporation in the Global Economy.Nueva

    York,Routledge.

    10. Burch,DavidyGeoffreyLawrence.2007.Supermarkets and Agri-Food Supply Chains:

    Transformations in the Production and Consumption of Foods.Cheltenham,ReinoUnido,

    Northampton,MA,EdwardElgar.

    11. Burch,DavidyGeoffreyLawrence.2005.SupermarketOwnBrands,SupplyChainsandthe

    TransformationoftheAgri-FoodSystem.International Journal of Sociology of Agriculture and

    Food13(1),pp.1-18.

    12. Cameron,MaxwellA.yEricHershberg.2010.Latin Americas Left Turns: Politics, Policies and Trajectories

    of Change.Boulder,LynneRienner.

    13. CanadianFoodInspectionAgency(CFIA).2012.ModernBiotechnology:ABriefOverview.

    Consultadoel13dejuniode2012enhttp://www.inspection.gc.ca/plants/plants-with-novel-traits/

    general-public/fact-sheets/overview/eng/1337827503752/1337827590597.

    14. Carrington,Damian.2011.FoodistheUltimateSecurityNeed,NewMapShows.The Guardian.

    Consultadoel9deseptiembrede2012enhttp://www.guardian.co.uk/environment/damian-

    carrington-blog/2011/aug/31/food-security-prices-conflict#.

    15. Castells,StephenyMarkJ.Miller,2003.The Age of Migration: International Population Movements in

    the Modern World.NuevaYorkyLondres,GuilfordPress.

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboHighlight

  • 7 4

    A N T P O D A N 1 7 | J U L I O - D I C I E M B R E 2 0 1 3

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    16. Chayanov,AlexanderV.1974.La organizacin de la unidad econmica campesina. BuenosAires,

    NuevaVisin.

    17. Carrington,Damian.2011.FoodIstheUltimateSecurityNeed,NewMapShows. The Guardian.

    Consultadoel9deseptiembrede2012enhttp://www.guardian.co.uk/environment/damian-

    carrington-blog/2011/aug/31/food-security-prices-conflict#.

    18. Corona,RodolfoyRodolfoTuirn.2006.MagnitudaproximadadelamigracinmexicanaaEstados

    Unidos.TrabajopresentadoenelCongresoInternacionaldeMigracin,AlcancesyLmitesdelas

    PolticasMigratorias.Mxico,5deoctubre.

    19. Cypher,JamesM.yRalDelgado-Wise.2010.Mexicos Economic Dilemma: The Developmental Failure

    of Neoliberalism Lanham.Maryland,RowmanyLittlefieldPublishers.

    20. Desmarais,AnnetteA.2008.ThePowerofPeasants:ReflectionsontheMeaningsofLaVaCampesina.

    Journal of Rural Studies24(2),pp.138-149.

    21. Desmarais,AnnetteA.2007.La Va Campesina: Globalization and the Power of Peasants.Halifax,

    FernwoodPress.

    22. Dosi,Giovanni.1984.Technical Change and Industrial Transformation.Londres,Macmillan.

    23. Fitting,Elizabeth.2011.The Struggle for Maize: Campesinos, Workers, and Transgenic Corn in the

    Mexican Countryside.Durham,DukeUniversityPress.

    24. Fitting,Elizabeth.Importarmaz,exportarmanodeobra:rgimenneoliberaldelmaz,cultivos

    transgnicosyerosindelabiodiversidadenMxico.La dieta neoliberal: biotecnologa y

    globalizacin en Amrica Latina, coord. GerardoOtero,Captulo7.Mxico:MiguelngelPorra.

    25. Foster,JohnB.2009.The Ecological Revolution: Making Peace with the Planet.NuevaYork,

    MonthlyReviewPress.

    26. Foster,JohnB.2000.Marxs Ecology: Materialism and Nature.NuevaYork,MonthlyReviewPress.

    27. Fowler,CaryyPatMooney.1990.Shattering: Food, Politics, and the Loss of Genetic Diversity.Tucson,

    University of Arizona Press.

    28. Friedmann,Harriet y PhilipMcMichael.1989.AgricultureandtheStateSystem:TheRiseandDeclineof

    NationalAgricultures,1870tothePresent.Sociologia Ruralis29(2),pp.93-117.

    29. FriendsoftheEarthInternational.2009.WhoBenefitsfromGMCrops?FeedingtheBiotechGiants,

    NottheWorldsPoor.Report:February,edicin116.Consultadoel1dediciembrede2012

    en http://www.foei.org/en/resources/publications/annual-report/annual-report-2009/what-we-

    achieved-in-2009/communications/publications-materials-audiovisual/who-benefits-from-gm-crops/

    30. Glover,Dominic.2010a.ExploringtheResilienceofBtCottonsPro-PoorSuccessStory.Development

    and Change41(6),pp.955-981.

    31. Glover,Dominic.2010b.IsBtCottonaPro-PoorTechnology?AReviewandCritiqueoftheEmpirical

    Record.Journal of Agrarian Change10(4),pp.482-509.

    32. Glover,Dominic.2010c.GMCrops:StillNotaPanaceaforPoorFarmers.Appropriate Technology 37

    (3),pp.19-29.

    33. Glover,Dominic.2010d.TheCorporateShapingofGMCropsasaTechnologyforthePoor. Journal of

    Peasant Studies37(1),pp.67-90.

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboCloud

    La mam de RamboCloud

    La mam de RamboHighlight

  • 7 5

    E L R G I M E N A L I M E N T A R I O N E O L I B E R A L Y S U C R I S I S | g E r a r d o o t E r o

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    34. GonzlezRobertoyDavidBrooks.2007.Mxico:elmayorexpulsordemigrantes,diceelBM.La

    Jornada.Consultadoel4deoctubrede2009enhttp://www.jornada.unam.mx/2007/04/16/index.php?se

    ction=politica&article=003n1pol.

    35. Goodman,DavidyMichaelWatts.1994.ReconfiguringtheRuralorFordingtheDivide?Capitalist

    RestructuringandtheGlobalAgro-FoodSystem.Journal of Peasant Studies22(1),pp.1-49.

    36. Harvey,David.2005.A Brief History of Neoliberalism.OxfordyNuevaYork,OxfordUniversityPress.

    37. Harvey,FionayGeorgeParker.2008.TopUKScientistPushesforGMCrops.Financial Times,

    8dejulio.

    38. Hendrickson,MaryyWilliamHeffernan.2007.ConcentrationofAgriculturalMarkets,Department

    ofRuralSociology,UniversityofMissouri,February.Disponibleen:www.agribusinesscenter.org/

    docs/Kraft_1.pdf,consultadoel22defebrerode2012.

    39. Herring,Ronald.2007.StealthSeeds:Bioproperty,Biosafety,Biopolitics.Journal of Development Studies

    43(1),pp.130-157.

    40. HewittdeAlcntara,Cynthia.1978.Modernizacin de la agricultura mexicana. Mxico,Siglo

    XXIEditores.

    41. Hisano,Shuji.2005.CriticalObservationontheMainstreamDiscourseofBiotechnologyforthePoor.

    Tailoring Biotechnologies 1(2),pp.81-105.

    42. Hisano,ShujiySimoneAlto.2008.BrazilianFarmersataCrossroads:BiotechIndustrializationof

    AgricultureorNewAlternativesforFamilyFarmers?EnFood for the Few: Neoliberal Globalism and

    Biotechnology in Latin America,coord.GerardoOtero,pp.243-265.Austin:UniversityofTexasPress.

    43. Holt-Gimnez,Eric,RajPatelyAnnieShattuck.2009.Food Rebellions: Crisis and Hunger for Justice. San

    Francisco,Food-FirstBooks.

    44. Jansen,KeesyAartiGupta.2009.AnticipatingtheFuture:BiotechnologyforthePoorasUnrealized

    Promise?. Futures41(7),pp.436-445.

    45. Jarosz,Lucy.2009.Energy,ClimateChange,Meat,andMarkets:MappingtheCoordinatesoftheCurrent

    WorldFoodCrisis.Geography Compass3(6),pp.2065-2083.

    46. Jepson,WendyE.,ChristianBrannstromyRenatoStancatodeSouza.2008.BrazilianBiotechnology

    Governance:ConsensusandConflictoverGeneticallyModifiedCrops.EnFood for the Few:

    Neoliberal Globalism and Biotechnology in Latin America,coord.GerardoOtero,pp.217-242.

    Austin,UniversityofTexasPress.

    47. Jessop,Bob.2007.State Power: A Strategic-Relational Approach. CambridgeyMalden,Polity.

    48. Kenney,Martin.1986.Biotechnology: The University-Industrial Complex.NuevaHaven,Yale

    University Press.

    49. Klepek,James.2012.AgainsttheGrain:KnowledgeAlliancesandResistancetoAgricultural

    BiotechnologyinGuatemala.Canadian Journal of Development Studies33(3),pp.310-325.

    50. Kloppenburg,JackRalph,Jr.1988a.First the Seed: The Political Economy of Plant Biotechnology, 1492-

    2000.NuevaYork,CambridgeUniversityPress.

    51. Kloppenburg,JackRalph,Jr.1988b.Seeds and Sovereignty: The Use and Control of Plant Genetic

    Resources.Durham,CarolinadelNorte,DukeUniversityPress.

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboHighlight

  • 7 6

    A N T P O D A N 1 7 | J U L I O - D I C I E M B R E 2 0 1 3

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    52. Lee,J.2008.GMCropsMayBeAnswertoFoodCrisis:Ecologist.Reuters,30dejunio.

    53. Levitsky,Steven.yKennethMRoberts.2011.LatinAmericasLeftTurn:AFrameworkforAnalysis.

    En The Resurgence of the Latin American Left,coords.StevenLevitskyyKenneth.M.Roberts,pp.

    3-30.Baltimore,TheJohnsHopkinsUniversityPress.

    54. Lomborg,Bjorn.2009.AnotherGreenRevolution.National Post.Canad,25demarzo.

    55. McAfee,Kathy.2008.ExportingCropBiotechnology:TheMythofMolecularMiracles.EnFood for

    the Few: Neoliberal Globalism and Biotechnology in Latin America,coord.GerardoOtero,pp.61-

    90.Austin,UniversityofTexasPress.

    56. McMichael,Philip.2009.AFoodRegimeAnalysisoftheWorldFoodCrisis.Agriculture and Human

    Values26(4),pp.281-295.

    57. McMichael,Philip.2005.GlobalDevelopmentandtheCorporateFoodRegime.Research in Rural

    Sociology and Development 11,pp.269-303.

    58. Montgomery,DavidR.2007.Dirt: The Erosion of Civilizations.Berkeley,Universityof

    CaliforniaPress.

    59. Moreno-Brid,JuanCarlosyJaimeRos.2009.Development and Growth in the Mexican Economy: A

    Historical Perspective. OxfordyNuevaYork,OxfordUniversityPress.

    60. Notimex,2009.Subieron15%losalimentosbsicosycay30%elconsumo.Notimex,7deenero.

    61. Riain,Sen.2000.StatesandMarketsinanEraofGlobalization.Annual Review of Sociology 26,

    pp.187-213.

    62. Otero,Gerardo.2011.NeoliberalGlobalization,NAFTAandMigration:MexicosLossofFoodandLabor

    Sovereignty. Journal of Poverty 15(4),pp.384-402.

    63. Otero,Gerardo(ed.).2008.Food for the Few: Neoliberal Globalism and Biotechnology in Latin

    America.Austin,UniversityofTexasPress.[LacasaeditorialMiguelngelPorraestpreparando

    unaversinencastellanodeestelibro,muycorregidoyactualizado,quesepublicaren2013bajo

    el ttulo La dieta neoliberal: globalizacin y biotecnologa en Amrica Latina.]

    64. Otero,Gerardo.(ed.).2006.Mxico en transicin: globalismo neoliberal, Estado y sociedad civil.

    Mxico,MiguelngelPorra.

    65. Otero,Gerardo.2004. Adis al campesinado? Democracia y formacin poltica de las clases en el

    Mxico rural.Mxico,MiguelngelPorra.

    66. Otero,Gerardo.1998.AtencingoRevisted:PoliticalClassFormationandEconomicRestructuringin

    MexicosSugarIndustry.Rural Sociology63(2),pp.272-299.

    67. Otero,GerardoyHayleyJones.2010.BiofuelsorBiofools:ASocio-EcologicalCritiqueofAgrofuels.

    ArtculopresentadoenelInternationalCongressoftheLatinAmericanStudiesAssociation,octubre

    6-9.Toronto,Ontario,Canad.

    68. Otero,GerardoyGabrielaPechlaner.2005.FoodfortheFew:NeoliberalGlobalismandthe

    BiotechnologyRevolutioninLatinAmerica.Canadian Journal of Development Studies 26(4),pp.

    867-887.

    69. Otero,GerardoyGabrielaPechlaner.2009.IsBiotechnologytheAnswer?TheEvidencefromNorth

    America. NACLA Report on the Americas42(3),pp.27-31.

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboHighlight

  • 7 7

    E L R G I M E N A L I M E N T A R I O N E O L I B E R A L Y S U C R I S I S | g E r a r d o o t E r o

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    70. Otero,Gerardo,ManuelPoitrasyGabrielaPechlaner.2012.Economapolticadelabiotecnologa

    agrcolaenNorteAmrica:elcasodelaganaderalecheraenLaLaguna,Mxico. Estudos

    Sociedade e Agricultura20(2),pp.333-363.

    71. Paarlberg,Robert.2008.Starved for Science: How Biotechnology Is Being Kept Out of Africa.Cambridge,

    HarvardUniversityPress.

    72. Patel,RajC.2007.StuffedandStarved:Markets,PowerandtheHiddenBattlefortheWorldFood

    System. Londres, Portobello.

    73. Pavitt,Keith.2001.PublicPoliciestoSupportBasicResearch:WhatCantheRestoftheWorld

    LearnfromUSTheoryandPractice?(AndWhatTheyShouldNotLearn),Industrial and Corporate

    Change10(3),pp.761-779.

    74. Pearse,AndrewC.1980.Seeds of Plenty, Seeds of Want: Social and Economic Implications of the Green

    Revolution. Oxford,ClarendonPress/NuevaYork,OxfordUniversityPress.

    75. Pechlaner,Gabriela.2012. Corporate Crops: Biotechnology, Agriculture, and the Struggle for Control.

    Austin,UniversityofTexasPress.

    76. Pechlaner,GabrielayGerardoOtero.2010.TheNeoliberalFoodRegime:Neoregulationandthe

    NewDivisionofLaborinNorthAmerica.Rural Sociology75(2),pp.179-208.

    77. Pechlaner,GabrielayGerardoOtero.2008.TheThirdFoodRegime:NeoliberalGlobalismand

    AgriculturalBiotechnologyinNorthAmerica.Sociologia Ruralis 48(4),pp.351-371.

    78. Peschard,Karine.2012.UnexpectedDiscontent:ExploringNewDevelopmentsinBrazilsTransgenics

    Controversy.Canadian Journal of Development Studies33(3),pp.326-337.

    79. Polanyi,Karl.1944.The Great Transformation.NuevaYorkyToronto,FarraryRinehart.

    80. Poulantzas,Nicos.1969. Poder poltico y clases sociales en el Estado capitalista. Mxico,Siglo

    XXIEditores.

    81. Reardon,Thomas,C.PeterTimmer,ChristopherB.BarrettyJulioBerdegu.2003.TheRiseof

    SupermarketsinAfrica,Asia,andLatinAmerica.American Journal of Agricultural Economics 85

    (5),pp.1140-1146.

    82. Scoones,Ian.2008.MobilizingagainstGMCropsinIndia,SouthAfricaandBrazil.Journal of Agrarian

    Change8(2-3),pp.315-344.

    83. Scoones,Ian.2002.CanAgriculturalBiotechnologyBePro-Poor?AScepticalLookattheEmerging

    Consensus.IDS Bulletin33(4),pp.114-119.

    84. Sreenivasan,GauriyJeanChristie.2002.IntellectualProperty,Biodiversity,andtheRightsofthe

    Poor.Ottawa,CanadianCouncilforInternationalCo-operation.Consultadoel13dejuniode2012

    enhttp://dspace.cigilibrary.org/jspui/bitstream/123456789/18726/1/Intellectual%20Property,%20

    Biodiversity,%20and%20the%20Rights%20of%20the%20Poor.pdf?1.

    85. Teubal,Miguel.2008.GeneticallyModifiedSoybeansandtheCrisisofArgentinasAgricultureModel.En

    Food for the Few: Neoliberal Globalism and Biotechnology in Latin America, coord.GerardoOtero,pp.

    189-216.Austin:UniversityofTexasPress.

    86. Turrent,Antonio,TimothyA.WiseyEliseGarvey.2012.AchievingMexicosMaizePotential.Global

    Development and Environment Institute Working Paper12-03.Medford,TuftsUniversity.

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboHighlight

    La mam de RamboHighlight

  • 7 8

    A N T P O D A N 1 7 | J U L I O - D I C I E M B R E 2 0 1 3

    Antipod.Rev.Antropol.Arqueol.No.17,Bogot,julio-diciembre2013,296pp.ISSN1900-5407,pp.49-78

    87. VanderPloeg,JanDouwe.2008.The New Peasantries, Struggles for Autonomy and Sustainability in an

    Era of Empire and Globalization. Londres,Earthscan.

    88. Weiss,Linda.1997.GlobalizationandtheMythofthePowerlessState.New Left Review225,pp.3-27.

    89. Wolf,Eric.1969.Peasant Wars of the Twentieth Century. NuevaYork,Harper&Row.

    90. Wolf,Eric.1966.Peasants, Englewood Cliffs. NuevaJersey,PrenticeHall.

    91. Wolf,StevenyFrederickButtel.1996.ThePoliticalEconomyofPrecisionFarming.American Journal of

    Agricultural Economics78,pp.1269-1274.

    La mam de RamboHighlight