El Recto Pensar

4
LAS IDEAS QUE AQUÍ APARECEN EXPUESTAS NO ME PERTERNECEN, SON DE HOMBRES TAN GRANDES A MI JUICIO Y QUE ADMIRO TAN INTENSAMENTE, QUE NI POR ASOMO PRETENDERÍA ALCANZAR SU TALLA , SI ALGÚN MÉRITO PUEDE TENER ESTE TRABAJO ES EL DE HABER TRATADO DE UNIFIICAR SUS OBRAS Y HACERLAS MAS ASEQUIBLES ADAPTANDO EL LENGUAJE USADO EN SUS EPOCAS AL DE NUETROS TIEMPOS Y EL TRATAR DE INTERPRETARLOS A TRAVES DE UNA TEORIA DE SISTEMAS ACTUALIZADA QUE NO HACE MÁS QUE RATIFICAR SU VERDAD. RP. 1 En medio de tanta confusión y sufrimiento, es esencial que lleguemos a entendernos a nosotros mismos de un modo creador. Sin ese entendimiento no es posible la vida de relación; y sólo mediante la rectitud en el pensar puede haber entendimiento. Ni los hombres dirigentes, ni una nueva serie de valores, ni un gran plan, pueden darnos esa comprensión creadora. Nuestro propio esfuerzo es la verdadera dirección lo único que puede traer como consecuencia el recto entendimiento. ¿Cómo será posible, entonces hallar ese entendimiento esencial? ¿De donde partiremos para descubrir lo que es real, lo que es verdadero, en medio de todas estas luchas, esta confusión y este continuo dolor?.

Transcript of El Recto Pensar

Page 1: El Recto Pensar

LAS IDEAS QUE AQUÍ APARECEN EXPUESTAS NO ME PERTERNECEN, SON DE HOMBRES TAN GRANDES A MI JUICIO Y QUE ADMIRO TAN INTENSAMENTE, QUE NI POR ASOMO PRETENDERÍA ALCANZAR SU TALLA , SI ALGÚN MÉRITO PUEDE TENER ESTE TRABAJO ES EL DE HABER TRATADO DE UNIFIICAR SUS OBRAS Y HACERLAS MAS ASEQUIBLES ADAPTANDO EL LENGUAJE USADO EN SUS EPOCAS AL DE NUETROS TIEMPOS Y EL TRATAR DE INTERPRETARLOS A TRAVES DE UNA TEORIA DE SISTEMAS ACTUALIZADA QUE NO HACE MÁS QUE RATIFICAR SU VERDAD.

RP.

1

En medio de tanta confusión y sufrimiento, es esencial que lleguemos a entendernos a nosotros mismos de un modo creador. Sin ese entendimiento no es posible la vida de relación; y sólo mediante la rectitud en el pensar puede haber entendimiento. Ni los hombres dirigentes, ni una nueva serie de valores, ni un gran plan, pueden darnos esa comprensión creadora. Nuestro propio esfuerzo es la verdadera dirección lo único que puede traer como consecuencia el recto entendimiento.

¿Cómo será posible, entonces hallar ese entendimiento esencial? ¿De donde partiremos para descubrir lo que es real, lo que es verdadero, en medio de todas estas luchas, esta confusión y este continuo dolor?.

¿No es acaso importante descubrir por nosotros mismos cómo pensar rectamente sobre la guerra y la paz, sobre las condiciones económicas y sociales, sobre nuestra vinculación con nuestros semejantes?;.

Existe, a no dudarlo una diferencia entre saber pensar rectamente y emitir juicios acertados. Podemos tal vez producir en nosotros mismos, por arte de la imitación, pensamientos justos; pero tales pensamientos no equivalen de por sí a pensar rectamente, ya que no son creadores. Cuando sepamos, en cambio pensar rectamente por nuestra propia cuenta –y en ello hay vida y dinamismo- resultará posible llevar a la existencia una cultura nueva y más feliz.

Page 2: El Recto Pensar

Lo que yo desearía es desarrollar algo que considero como el proceso de un recto pensar; y ello con el fin de que cada uno de nosotros sea realmente creador y no continúe encerrado en un circulo de ideas o de prejuicios ¿Como pues, empezaremos a descubrir por nosotros mismos lo que es el recto pensar?.

Sin el recto pensar no hay posibilidad alguna de felicidad. Sin recto, pensar carecen de base nuestros actos, nuestra conducta y nuestros afectos. Y el recto pensar no puede hallarse en los libros ni en el mero hecho de asistir a algunas conferencias donde se exponen ideas sobre lo que es pensar rectamente. El recto pensar tiene que ser descubierto por nosotros mismos.

El recto pensar surge con el conocimiento de uno mismo. Sin este no puede haber recto pensar. Si no te conoces a ti mismo, lo que sientes o lo que piensas no puede ser verdadero. La raíz de todo entendimiento está en entenderse a uno mismo. Si logras descubrir cuales son las causas de tu pensar y sentir, y mediante ese descubrimiento aprendes a pensar y sentir, surgirá en tí el comienzo del entendimiento. Sin conocerse uno mismo carece de base la acumulación de ideas, la aceptación de creencias y teorías. Mientras no te conozcas, estarás siempre enredado en la incertidumbre y dependerás de las circunstancias. Sin conocerse plenamente, no podrán pensar rectamente.

Esto por cierto, es obvio. Si no se cuales son mis móviles, mis intenciones, el fondo de mi ser, mis ideas y sentimientos profundos, ¿cómo podré estar en acuerdo o en desacuerdo con otra persona? ¿cómo podré aquilatar o establecer mi vinculación con los demás? ¿cómo podré descubrir algo de la vida si no me conozco a mí mismo? Y el conocerme a mí mismo representa una tarea enorme, que requiere constante observación y una consciencia alerta, despierta y meditativa.

Esta es nuestra tarea primordial, anterior aún al problema de la guerra y de la paz, de los conflictos sociales y económicos, de la muerte y de la inmortalidad. Estos problemas se presentarán, tienen forzosamente que presentarse; pero si nos descubrimos y nos entendemos a nosotros mismos, los respectivos interrogantes recibirán adecuada respuesta . De modo entonces, que los que se interesen seriamente en estos asuntos empezaran por ellos mismos para llegar a entender al mundo del que forman parte. Sin entenderse ustedes mismos no podrán entender la totalidad de las cosas.

Page 3: El Recto Pensar

El propio conocimiento es el comienzo de la sabiduría y se cultiva mediante la investigación que el individuo hace de sí mismo. No es oponer el individuo a la masa, no son antitéticos.

Cada uno de nosotros, o sea el individuo, es la masa, el resultado de la masa. En nosotros, como descubrirás si profundizas en la idea, se halla lo colectivo y lo particular. Es como el constante fluir de una corriente que deja pequeños remolinos; pero aunque a estos remolinos le llamemos “individualidad”, ellos son el resultado de ese constante fluir del agua. Tus pensamientos y sentimientos, tus actividades mentales y emotivas, ¿no son acaso el resultado del pasado, de lo que llamamos “lo colectivo”. ¿Acaso tus ideas sentimientos no son similares a las de vuestro vecino?