El puente que respira

24
PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN VANGUARDIA | LUNES 18 DE OCTUBRE DE 2010 | NO. 244 | WWW.SEMANARIOCOAHUILA.COM Ó EL PUENTE QUE RESPIRA

description

En el Mega Distribuidor Vial hay algo más que 100 mil metros de concreto. la obra está cimentada a ritmo de cumbia, albures, supersticiones y sueños rotos. Unas veces sale el diablo y en otras, se asoma la buena estrella

Transcript of El puente que respira

Page 1: El puente que respira

P E R I O D I S M O D E I N V E S T I G A C I Ó N

VANGUARDIA | LUNES 18 DE OCTUBRE DE 2010 | NO. 244 | WWW.SEMANARIOCOAHUILA.COM

Ó

EL PUENTEQUE RESPIRA

Page 2: El puente que respira

2 VANGUARDIA Lunes 18 de octubre de 2010

Page 3: El puente que respira

|| Diccionario de autores

Nadie es homogéneo, análogo, todos son una mezcla de… Una pizquita genética de fulanito, otra

de menganito y una cucharadita de perenganito. Si no lo crees, ve cómo metes en una licuadora un tantito de éste, más del otro y un puñito de aquél,

y luego verás quién sale:

LA LICUADORA

LA FAUNAEN UN DOS POR TRES Por Alfredo García

Ilustración: Samuel Magaña

Cucho Gordolfo Gelatino Ferrusquilla Leonel Godoy

Prejuicios: Un gran número de personas piensan que están pensando cuando no hacen más que reordenar sus prejuicios (William James).

SI YO FUERA PRESIDENTE¿Se imagina sentado en la silla que ahora ocupa Felipe Calderón?

Darío Ramírez, Director de Artículo 19, asociación de protección a periodistas.

1.Buscaría crear ambiente de igualdad en

donde no se favoreciera nada más a los que sí tienen con que sostenerse. Esto puede ser con regulaciones en la ley o programas sociales.

2.Si creamos programas y campañas que enseñen a la gente a hacer

las cosas y que no sólo sean empleados dedicados a vender, se puede incrementar el empleo y así mismo la economía.

3.Me encargaría de que todos, o la mayoría de los ciudadanos,

conocieran sus leyes, derechos y obligaciones, para que aumente la conciencia cívica y social. Esto puede prevenir muchos abusos por parte de la autoridad y mucha más responsabilidad de nosotros mismos.

4.Al país le falta tener una comunicación entre ciudadanos y

gobernantes. Si bien existen

mecanismos de vinculación, no bastan. Quizá podríamos hacer campañas o clarificar de qué manera el civil puede exigir resultados, o hacer algo al respecto.

5.Reforzaría la educación pública, porque con bases fuertes se

puede lograr bastante. Si nos educamos desde pequeños podemos no sólo ser mejores personas, sino una mejor sociedad.

óó

o

dde e ArArtítícuculolo 1 19,9,ónón a a p pererioiodidiststasas..

al

ón

VA

NG

UA

RD

IA L

un

es 1

8 d

e oc

tubr

e d

e 20

10 /

ww

w.s

eman

ario

coah

uil

a.co

m

SEMANARIO

3

1.“Alegría y Envidia de la buena”, mejores palabras no pudo es-

coger el periodista Carlos Loret de Mola para concep-tuar, situar, definir esa ava-lancha imparable de senti-mientos que ha generado en el mundo entero, pero par-ticularmente en Coahuila, el venturoso rescate de los 33 trabajdores que duraron 69 días enterrados 700 metros debajo de la tierra en la mina San José de oro y cobre en chile. Sin duda “envidia de de la buena” de tener un gobierno como el de que aquel país ejemplo que tendrá algo más que ce-lebrar en su año de bicente-nario y no una simple fecha histórica.

2. “Envidia de la bue-na”, dirán las 65 viudas de Pasta

de Conchos, cuya trage-dia quedó sepultada en las galerías subterráneas de la Mina 8. No así sus ren-cores ni sus odios, ante la indiferencia, la indolencia, el desprecio y la burla de las autoridades federa-les y estatales que desde el principio sellaron junto con la boca de la mina la esperanza de las familias de la región carbonífera de rescatar, siquiera, los restos de los caídos aquel día infausto de la explosión en San Juan de Sabinas. “Envidia de la buena” dicen los hijos y hermanos de los 65 mineros que si México y Coahuila fueran Chile esta-rían vivos.

3.Vendrán en Chile mu-chos días de júbilo, fiesta, jolgorio y ho-

menajes para los 33 mineros que, gracias al Fénix, resucita-ron de las cenizas desde fon-do de la mina, pero también años interminables de coraje, impotencia, odio, dolor y su-frimiento indescriptible, para las madres, esposas, herma-nas, hijas de los 65 mineros muertos, cuyo recuerdo no ha servido para eliminar las condiciones infrahumanas en las que todos los días trabajan cientos de carboneros de Sa-binas, Nueva Rosita, Barro-terán y el resto de la región. Vaya desde aquí también un merecido homenaje para los mineros de Pasta de Conchos, que no pudieron ver desde el fondo de la mina siquiera un rayo de luz ni de justicia.

Quien fuera chileno

Page 4: El puente que respira

Cronología de un éxtasis. “Por la tarde fui contra mi voluntad a una reunión donde oí leer el prefacio de Lutero a la Epísto-la a los Romanos. Hacia las nueve horas menos cuarto, escuchando la descrip-ción que hace del cambio que Dios ope-ra en el corazón por la fe en Cristo, sentí que mi corazón volvía a encenderse de extraña manera. Sentí que me confi aba en Cristo, y sólo en Cristo, para mi sal-vación, y recibí la seguridad de que Él había borrado mis pecados y que me sal-vaba de la ley del pecado y de la muer-te”: John Wesley, fundador de la Iglesia Metodista de Inglaterra.

El miedo y la vanagloria. “El que espe-ra en la quietud y en lugares solitarios, que luche y se esfuerce, no sea que lo domine el miedo, fruto de la vanagloria e hijo de la infi delidad. El miedo es una conducta infantil en un alma vanamente gloriosa; el miedo es rechazar la con-fi anza cuando se avecinan disgustos e imprevistos. El temor es el pensamiento del corazón que tiembla ante lo que no se sabe si sucederá, que quiebra, cons-terna y entristece la mente; el temor es la pérdida de la certeza y de la seguri-dad. El alma soberbia que presume de sí misma, y deseosa de vanagloria y de alabanzas humanas, es esclava del mie-do y teme los ruidos, las sombras y el fracaso” (Juan Clímaco, La santa escala, escalón XX).

El don de lenguas. “Respetando las ma-nifestaciones físicas, hay poca discre-pancia entre los relatos de amigos y enemigos. Las personas afectadas por el Espíritu eran hombres y mujeres, lo mis-

mo ancianos que jóvenes. Muchos eran niños y niñas de nueve o diez años de edad. Ellos habían emergido del popula-cho -dijeron sus enemigos-, de la gentu-za ignorante y sin cultura; sin poder leer ni escribir, en su mayoría, y hablando la jerga de su provincia cotidianamente, que era el francés que usaban para con-versar. Pues bien: tales personas caían hacia atrás repentinamente y, mientras permanecían tendidas en tierra, experi-mentaban contorsiones extrañas y apa-rentemente involuntarias; sus pechos parecían hincharse y sus estómagos in-fl arse. Al salir de tal condición, gradual-mente volvían a recuperar la capacidad del habla. Comenzaban su éxtasis a me-nudo con una voz interrumpida por so-llozos, y pronto derramaban un torrente de palabras, clamores de misericordia, llamados al arrepentimiento, exhorta-ciones a los espectadores para que ce-saran de concurrir a las misas, amones-taciones directas a la iglesia de Roma y profecías relativas al juicio por venir. De la boca de los niños emergían textos de la Escritura y discursos en un fran-cés ático y fl uido, una lengua que nunca usaban mientras estaban conscientes. Cuando el trance terminaba, declaraban que no recordaban nada de lo ocurri-do o de lo que habían dicho. En pocas ocasiones retenían impresiones vagas y generales, pero nada más. No había apariencia de engaño, ni indicación de que al pronunciar sus predicciones con relación a eventos futuros, tuvieran al-guna idea de prudencia o duda tocante a la verdad de lo que habían predicho”. Crónica sobre los Hugonotes de Fran-cia (siglo XVII).

Respuestas:1) c; 2) a; 3) d; 4) b; 5) d; 6) b; 7) c; 8) a.

1. El … de octubre es el Día Nacional de la Aviación.■ ■ A) 20; ■ ■ B) 24; ■ ■ C) 23; ■ ■ D) 21.

3. - … es el autor de la canción “Luna de octubre”.■ ■ A) Gonzalo Curiel; ■ ■ B) Luis Arcaraz; ■ ■ C) José Alfredo Jiménez; ■ ■ D) José A. Michel.

5.- El noruego … fue el primer Secretario General de la ONU.■ ■ A)Javier Pérez de Cuéllar; ■ ■ B) U Thant; ■ ■ C) Kurt Waldheim; ■ ■ D) Trygve Lie.

7.- (I)La trucha(I) es un quinteto de …■ ■ A) Liszt; ■ ■ B) Mozart; ■ ■ C) Schubert; ■ ■ D) Salieri.

2.- De los sucesores de Lázaro Cárdenas del Río, … fue el primer presidente civil.■ ■ A) Miguel Alemán Valdés; ■ ■ B) Abelardo L. Rodríguez; ■ ■ C) Pedro Lascuráin Paredes; ■ ■ D) Emilio Portes Gil.

4.- Diga cuál de las siguientes obras no es de Mario Vargas Llosa.a) La ciudad y los perros; ■ ■ B)Tierra de nadie; ■ ■ C) El hablador; ■ ■ D) Historia de Mayta.

6.- “Balún Canán” es una novela de …■ ■ A) Emma Godoy;■ ■ B) Rosario Castellanos; ■ ■ C) Gloria Riestra; ■ ■ D) Pita Amor.

8.- Hiperión es un satellite de …■ ■ A) Saturno; ■ ■ B) Júpiter; ■ ■ C) Urano; ■ ■ D) ninguno de los tres.

|||| Por Alfredo García

|| Los menesteres del ocio

SUPERMÉNDEZ El único superhéroe de Saltillo y la región (incluyendo Ramos) Por J. Latapí

|||| Por Miguel Agustín Perales

|| Claro que ud. lo sabe

SEMANARIO

VA

NG

UA

RD

IA L

un

es 1

8 d

e oc

tubr

e d

e 20

10 /

ww

w.s

eman

ario

coah

uil

a.co

m

4

Page 5: El puente que respira

Lunes 18 de octubre de 2010 VANGUARDIA 5

Page 6: El puente que respira

Por Esteban Cárdenas

Ga´hoole es tan larga y confusa como su título, y aunque tiene unos visuales impre-sionantes y lo que

podría ser el mejor uso de tec-nología 3D que he visto en una cinta animada, la historia nunca despega y llega a caer mal.

El guión es pedestre y genérico, y si el cine ofreciera una opción de mute, la hubiera utilizado para con-centrarme en los visuales y no en el terrible guión, que introduce perso-najes arbitrariamente, y es dema-siado solemne cuando en realidad no tiene la sustancia dramática para sustentar su seriedad.

Ga´hoole cuenta la historia de dos búhos adolescentes. Soren es un soñador divertido y popular, el

búho que todos los niños (en teo-ría) quisieran ser, mientras que su hermano Kludd (con ese nombre sabemos que se va a hacer malo) es un tipo serio, medio celoso y en general bastante mamón. Un día caen de su árbol, y dos búhos más grandes (supongo que de la misma especie, la verdad tendrías que ser ornitólogo para ser la dife-rencia) los secuestran y los llevan a una especie de campamento de concentración para pájaros. Soren y Kludd al parecer son de la raza más pura de búhos que hay, y la reina fascista de los búhos les in-forma que serán guerreros, y que les van a dar su mascarita de fierro y todo el kit. Soren, como es bien bueno, se rebela ante la reina, y lo mandan al campo de concentra-ción a juntar popó de buho junto con una búho (¿buha?) enanita que por su ridícula estatura ob-viamente no cumple los estánda-

res de calidad de la reina fascista. En cambio, Kludd decide que el si es guerrero nazi y se hace aún mas mamón. Soren escapa con la ayuda de un sabio buho que lee libros, y junto con otros búhos no tan mamados pero si chistoso-nes se aventura hacia el arbol de Ga´hoole, en donde viven los bú-hos buenos.

Bueno, la historia es como de cajón. Sabemos que va a pasar casi siempre. Además, Ga´hoole, que se supone está dirigida a ni-ños, me pareció demasiado den-sa pero sin sustancia, como una especie de Señor de los Anillos, pero si esta hubiera sido escrita por un puberto fanático del género de fantasía y la hubiera llenado de clichés y nombres que suenan mí-ticos pero solo son difíciles de pro-nunciar. También es demasiado seria para su propio bien, en algu-nos momentos innecesariamente

violenta y en general es aburrida, a pesar de sus impresionantes visuales y de sus muchos logros técnicos. Una carrocería impre-sionante, pero un motor que no funciona, como los carros tunea-dos de Venustiano Carranza cuya máxima velocidad es de sesenta a pesar de todos sus alerones y sus luces de neón.

A mi me decepcionó después de ver los avances, y el niño de 4 años que iba con nosotros se que-dó dormido, y eso que le encantan los búhos; en Toy Story 2, en cam-bio, salió gritando Buzz Lightyear como si tuviera síndrome de tourettes. Además, si el héroe de esta película le hubiera interesa-do, ni siquiera podría haber pro-nunciado su nombre. Ga´hoole: La Leyenda de los Guardianes es como darle a un niño un chocolate Hersheys que sabe a betabel. Una verdadera decepción.

VIDEÓDROMO

Zack Snyder2010

GA´HOOLE: LA LEYENDA DE LOS GUARDIANESCOMO EN 300, QUE TAMPOCO ME GUSTÓ MUCHO, ZACH SNYDER LOGRA UNA PELÍCULA ESTÉTICAMENTE IMPRESIONANTE QUE SE OLVIDA DE ALGO MUY IMPORTANTE: EL GUIÓN.

TOWNES VAN ZANDTLive at the Old Quarter, Hous-ton, Texas1977

NEIL YOUNGLive Rust1979

Suena a…RADARPor Esteban Cá[email protected]

Este es el disco número 34 de Neil Young como solista. Neil Young tiene 65 años, y a juzgar por el material de este album, no creo que vaya a parar pronto. Para la graba-ción de Le Noise, Young se asoció con el produc-tor canadiense Daniel

Lanois, quien ha trabaja-do con Bob Dylan, Brian Eno, y U2, para crear atmósferas que acompa-ñaran el trabajo de Neil

Young en la guitarra. El resultado es un disco inteligente

y depurado con toques experimentales muy interesantes, en donde lo que mas

luce es la voz y las guitarras espectrales de Young, que son sorprendentemente simples pero llegan a ser hermosas.

Lanois hace maravillas con los peda-les de distorsión de Neil Young, en can-ciones como Hitchhiker, en donde el productor envuelve la voz de uno de los compositores mas importantes de rock de todos los tiempos en un ambiente obscuro, lleno de ecos que rayan en lo paranóico

Young sigue cantando sobre la gue-rra, sobre la violencia y sobre la vida en el campo. Son temas a los que es-tamos acostumbrados, pero que no cansan a sus fans, ya que el canta-autor canadiense siempre encuentra formas nuevas de decirlas. Y mientras el siga ahí, nosotros escuchamos.

Neil YoungLe Noise2010

BOB DYLANTime out of Mind1997

SEMANARIO

VA

NG

UA

RD

IA L

un

es 1

8 de

oct

ubr

e d

e 20

10 /

ww

w.s

eman

ario

coah

uil

a.co

m

6

Page 7: El puente que respira

Lunes 18 de octubre de 2010 VANGUARDIA 7

Page 8: El puente que respira

8 VANGUARDIA Lunes 18 de octubre de 2010

Page 9: El puente que respira

Lunes 18 de octubre de 2010 VANGUARDIA 9

Page 10: El puente que respira

QUE

ELPUENTEQUEQUE

ELEL

RESPIRAQUEQUE

10 VANGUARDIA 10 VANGUARDIA Lunes 18 de octubre de 2010Lunes 18 de octubre de 2010

Page 11: El puente que respira

AEN EL MEGA DISTRUIBIDOR VIAL HAY ALGO MÁS QUE 100 MIL METROS DE CONCRETO. LA OBRA ESTÁ CIMENTADA A RITMO DE CUMBIA, ALBURES, SUPERSTICIONES Y SUEÑOS ROTOS. UNAS VECES SALE EL DIABLO Y EN OTRAS, SE ASOMA LA BUENA ESTRELLA

TEXTO Y VIDEO: JESÚS PEÑA / FOTOS: MIGUEL SIERRA, HÉCTOR GARCÍA Y DANIEL BECERRIL

Lunes 18 de octubre de 2010 VANGUARDIA 11

Page 12: El puente que respira

12 VANGUARDIA Lunes 18 de octubre de 2010

LAS VISITACIONES DEL DIABLOVa pa’ tres noches que César Benito Estrada Alemán, a quien sus compas de “la macabra” bautizaron como El Rambo, porque le gustan las alturas y es especialista en cargar cosas de veras pesadas, no puede pegar los ojos.

Y qué va a poder, nomás de estar oyendo, con el miedo encajado en la carne, cómo detrás de su casa anda rugiendo el diablo.

– ¿Lo ha visto? – Lo he oído rugir... nada más.– ¿Cómo se oye?– Es un sonido como extraterrestre.Porque el diablo existe, jura El Rambo y “anda como

león rugiente buscando y devorando a sus enemigos”. El Rambo sabe bien de eso y si no que le pregunten por la madrugada en que andaba pisteando en las calles de la colonia Guayulera y unos malandros le metieron tamaño fi errazo en la panza, a resultas de haberle roto las costillas a un militar.

“Yo tengo un fi errazo”, dice y se levanta la camisa para enseñar su cicatriz como quien presume un trofeo.

Entonces El Rambo estaba morro y le gustaba juntarse con Los Cachorros de La Mina, hasta aquella noche en que se le metió el diablo: “Yo me pelié con un muchacho que era soldado, él quería problemas. Desgraciadamente me tiró un golpe y me reventó las narices, yo lo agarré y lo anda-

ba matando, le quebré hasta las costillas. Los amigos de él no quedaron conformes, me querían matar... ahí conocí la sangre...”, cuenta.

Rambo, que andaba con el diablo dentro, acababa de llegar de Estados Unidos a donde había entrado por el Río Bravo más de 10 veces, sólo para despilfarrar sus 18 años en tragos.

“La mera verdá yo me iba a las cantinas y ahí amanecía, pa’ qué le voy a decir que no, es que está uno chavo...”.

Luego vino lo del fi errazo.Años más tarde y cuando al Rambo se le pasó el efecto

del “chemo” y la mota, se dio cuenta de que ya no tenía fa-milia.

“Yo me dejé, perdí a mi señora y a mi hija”, masculla. Desde entonces lo persigue el diablo.– Yo lo he oído y no me ha dejado dormir dos, tres días.

Es como una persona que te acosa. Que anda en la tierra. Como quien dice, la tierra le pertenece al diablo y el diablo se ensaña con los humanos....”.

Por eso, es que El Rambo prefi rió refugiarse en el traba-jo, unas veces de albañil, otras de maistro carpintero y las más de fi errero: “Porque a todo le hago”, se ufana.

La escena transcurre al otro lado de la ciudad, donde a punta de martillazos, mezcla, acero e historias como la de El Rambo, se levanta la obra del Mega Distribuidor Vial.

ENTRE ALBURES TE VEASEs mediodía. De pronto el ruido de las excavadoras, revol-vedoras y las grúas se detiene.

Va a dar la 1:00 y es la hora de botanear para los más de 600 maistros albañiles que trabajan aquí.

Órale, de volada, que todavía hay que juntar leños, prender la lumbre y poner el comal pa’ recalentar los de harina. Así lo acostumbra El Sabanillas y su banda, que ya están hechos bolita alrededor de la fogata, echando taco y relajo:

– Ándele un taquito amigo, no sea pene.– Unos sabrosos y ricos taquitos.– Mire, a este zonzo le decimos El Sabanillas. – ¿Por qué? – Porque siempre anda ensabanao, con el pepino

adentro.– Este joven es El Apá, a este le dicen el Casa de Infonavit.– ¿Ah sí? – Pura frente y nada de patio.– No sean mamones, porque les voy a poner una chinga– Este es La Cobra. – ¡Enséñales el tatuaje!– A ver – Dice que es una cobra, pero parece lombriz, ándale en-

séñaselas...– Orita no puede, no ves que la trai metida atrás.

Page 13: El puente que respira

Lunes 18 de octubre de 2010 VANGUARDIA 13

SERGIO EL FIERRERO Rápido que se hace tarde, hay que levantar el comal y volver a la friega, eso sí después de haberle entrado a las quemaditas de maíz con frijoles y echarse una jetita tirados en la tierra, porque el jale está cabrón.

Al rato todo es taladrar de excavadoras, rechinido de fi erros, nubes de polvo y oleadas de calor… ¡y qué calor!

Pareciera que ahora sí, el diablo anda desatado. Como la noche en que el chalán Sergio se robó a su mo-

rra. Se habían conocido desde los 11 años estudiando en la primaria Miguel Hidalgo de la Guayulera.

“Nomás que yo me fui pa’l gabacho, allá estuve un rato y ora que llegué la encontré vivita y coleando y dije ‘pos arre ¿verdá?, de una vez, en corto’ y que me la robo....”. Las carcajadas de sus cuates fi erreros, que to-man la siesta echados sobre una mesa de madera y bajo un techo de lonas sostenido por cuatro barrotes, no se hacen esperar.

A Sergio lo había aventado la migra pa’ Laredo después que fue apañado por la policía con otros amigos cuando iba a entrar al Tornado, un salón de baile en Houston.

“Cuando llegué aquí yo ni vi a mi morra, ella me mandó hablar. Se dio color de que ahí andaba otra vez el amor de sus amores...”.

– ¿Cómo te la robaste?– Nomás la invite a bailar, pero al cantón. Se quedó en el

cantón y ya no regresó a su casa. – ¿Y los papás de ella?– Nel, nada, ya sabían, nomás que querían que pidiera

su mano.– ¿Y por qué no? – No pos... así mero, braviao... – ¿Cómo le dijo? – Le dije ‘¿qué, pos vámonos al cantón, o qué?’ y sí quiso,

en greña, dice ¡́vámonos!̀ . Esa noche “estuvo con madre”, cuenta Sergio con la emo-

ción a fl or de labios y ahogado por la risa. “Simón, estuvo chida, pura plática nomás...”, las carcajadas de sus amigos vuelven a sonar.

– ¿De qué platicaron?– – De los viejos tiempos, cuando acá, cuando éramos

novios, cuando estábamos más morríos ¿verdad?– ¿Se casaron?– Nos cantoneamos y todo el rollo.Sergio, que antes se la había vivido en los bailes y el co-

torreo con las güeras, ahora habla con autoridad de las di-ferencias.

– ¿Prefi ere las gringas o las mexicanas?– Las mexicles son las más chidas, las más calenturien-

tas. Toda la mujer es chida, pero hay una de la que te ena-moras más....

CUANDO EL DIABLO METE LA COLASon más de las 6:00 de la tarde de otro día en esta tela-raña de puentes, columnas, trabes y barrancas que es la obra de construcción del Mega Distribuidor Vial, y es la hora en que para muchos termina una jornada más de trabajo.

A las afueras de la bodega donde se almacenan herra-mientas y materiales, los albañiles hacen fi la para checar salida. Los aguarda un hombre de casco y chaleco que lleva en la mano un lector electrónico.

Las bromas entre los maistros comienzan a estallar. – También se aceptan gays aquí en la obra.– ¿Desde cuándo?– Es la nueva reforma que hicieron, ¿verdá tú?– ¿En serio?– Aquí se acepta de todo– ¿Por qué no hace la invitación...?– A todos los gays que quieran jalar en la obra, que se

vengan para acá, a la constructora Garza Ponce. – ¿De veras gays?– Sí hay, dos o tres, ¿no viste que orita llegó uno?Oscureciendo me veo caminando rumbo al Rancho

Las Varas con Víctor Rebolledo, un guerrerense que esta noche ha prometido llevarme a uno de esos campa-mentos donde pernoctan los trabajadores foráneos de la obra.

Page 14: El puente que respira

14 VANGUARDIA 14 VANGUARDIA Lunes 18 de octubre de 2010Lunes 18 de octubre de 2010

Víctor hace apenas unos meses vivía todavía en Los Ángeles, California, donde tenía buena casa y un trabajo en el que cobraba como albañil no menos de dos mil 500 dólares a la semana.

Pero no falta el diablo y después de vivir en Estados Unidos por más de 25 años, Víctor fue deportado. Unos venados que se le atravesaron en la carretera cuando él manejaba su Blazzer camino del jale a su casa, tuvieron la culpa.

“Nos volteamos, íbamos otros dos compañeros de Puebla y yo. Nos llevaron al hospital, a mí se me cayó el cuero cabelludo y me hicieron una cirugía”, refi ere.

Las cumbias que salen de los bares en Paseo de la Reforma sirven de fondo a la plática.

Óyeme mi Lola,óyeme mi Lola, tú para la calle,no me sales solano me sales sola...

Su esposa y sus hijos se quedaron allá, Víctor volvió a pisar Guerrero y se sintió como el día en que se fue para la frontera a sus 18 años, sin un quinto en la bolsa.

Después de mucho buscar trabajo, se empleó como albañil en una constructora que lo trajo a Saltillo para trabajar en el Mega Distribuidor por un salario de mil 400 pesos a la semana.

– Cuando hice cuentas dije ‘10 dólares diarios es lo que estoy ganando’, yo allá por 10 dólares no trabajaba, nadie trabaja por 10 dólares allá...

– Su familia, ¿por qué no lo siguió? –– Yo les dije que no, porque ellos están acostumbrados a

otra vida– ¿Cómo? –– Con lo que gano no les puedo comprar todo lo que ellos

comen allá, no me alcanza. Necesitaría ganar tres o cuatro mil pesos semanales...

La vida de Víctor se quedó en obra negra, como la pirámide que se asoma por su camiseta de cuello en “v” en el el centro del pecho.

ASÍ NO SE VIVE, PERO AÚN SE SUEÑACegados por las luces de los automóviles nos internamos en un terreno a cuyo fondo se aprecian unos como tejabanes apenas iluminados por dos focos exteriores.

La yerba es tan abundante y crecida aquí que nos llega arri-ba de la rodilla. Arrulla la noche el canto de los grillos.

Por fi n entramos a uno de éstos tejabanes construidos, a decir de los trabajadores en su mayoría venidos de San Luis y Michoacán, con triplay, lámina y hules que sobran de la cons-trucción del Mega Distribuidor Vial.

Dentro hay cuatro trabajadores recostados en tarimas de madera sin colchón que ellos han adaptado como camas.

– Nosotros las construimos pa’ no dormir en el piso, tene-mos que ingeniárnosla.

– Y por qué no exigen.... – A lo mejor no iban a querer darnos nada. – ¿La pasan mal? –– Son pésimas las condiciones donde vivemos, pero vene-

LA VIDA DEVÍCTOR SEQUEDÓ EN OBRA NEGRA, COMO LA PIRÁMIDE QUE SE ASOMA POR SU CAMISETADE CUELLO EN“V” EN EL EL CENTRO DELPECHO...

– ¿Cómo fue? –– Se atravesaron unos cabrones, querían tumbarme la che-

ve y valió madre. Se hizo la bronca ahí en corto, fue de volada, de repente.

– ¿Y después?– Me entregué.“Mira este, un león, un rey león. Este reloj signifi ca el tiem-

po perdido”, suelta mostrando los tatuajes que lleva en los brazos y que él mismo se fabricó con su máquina durante los inagotables ratos de ocio y soledad en el penal.

– ¿Qué signifi ca el león? –– Se sufre de estar ahí, tiene que andar uno como un león.– ¿Cómo? –– No dejarse de nadie, de la raza. – ¿Lloró? –– Llora uno de todo, porque ahí está canijo, está peligroso

estar ahí, todos los días hay broncas.– ¿Qué piensa de la libertad? –– Cuando uno ya sale se le hace todo con madre, diferente,

bonito lo que es la vida.El sonido de máquinas que se encienden interrumpe la

charla y anuncia que la hora de la comida ha terminado. “El Payaso”, casco a la cabeza, se prepara para regresar a su puesto en la obra como ofi cial fi errero.

UN ACCIDENTE… ¿SERÁ EL DIABLO?Una mañana como tantas en las entrañas del Mega Distribui-dor Vial. La marabunta de albañiles se arremolinan en torno a una grúa que durante una maniobra, debido a una falla mecá-nica, se volcó sobre su costado izquierdo.

“Falló la pluma de la grúa, se reventó la cadena y se acostó, porque la carga se fue hacia su lado izquierdo”, reporta Luis Linares, encargado de seguridad de la obra.

Sería el diablo o al menos así lo creyó Máximo Martínez, un ofi cial fi errero originario de Monterrey, la mañana en que uno de los túneles de tierra en el que trabajaba armando una columna con varillas de acero, desbarrancó.

Días atrás había estado lloviendo mucho. “Estábamos traslapando las varillas de las columnas y de

repente derrumbó la tierra y una piedra me alcanzó a pegar en la rodilla”.

La marabunta de albañiles lo rodeó y fue sacado del barran-co en ambulancia.

– ¿Qué le dijo a su familia?– Ya me tocó un accidente, uno nunca lo espera, pero si la

mala suerte nos toca pos... ni pedo.Su voz es casi imperceptible dentro de esa maraña de ruidos

metálicos, de máquinas que sacan montones de tierra de los barrancos, de grúas que vienen y van y de seguetas que cortan madera.

“ES PELIGROSO, ¿PERO QUÉ LE HACEMOS?,UNO QUE NO ESTUDIÓ...HAY QUE ENFRENTARSECON EL PELIGRO”

Page 15: El puente que respira

Lunes 18 de octubre de 2010 VANGUARDIA 15

mos a trabajar...– Ya cansados no hacemos caso, cansado se duerme uno.Por eso Adiel, un trabajador de 20 años que vino con su

padre de San Luis Potosí para jalar en la obra, quiere juntar dinero pa’ entrar a la escuela y graduarse como ingeniero au-tomotriz.

“Traigo interés en los carros”, dice quedito mientras des-cansa tirado en la tarima al lado de Jaime Calderón, su padre.

Al fondo del tejabán, detrás de una pared de tabla, alguien se da un regaderazo. Los albañiles, que no han parado de reír en toda la entrevista lanzan una bomba.

– ¿No quiere pasar a tallarle la espaldita? –– ¿Así se acostumbra aquí?– Uh todos los días– ¡No gracias! – Eh... ora va a querer venir a diario.

LA IRA, SUS CONSECUENCIAS, SUS REFLEXIONESUn mediodía más en la obra. El viento pega en la cara como ráfagas hirviendo y el polvo se mete en la nariz hasta los pul-mones. Bien se conoce que el diablo está enojado.

“El coraje es canijo, te defi endes y está canijo, no sabes qué pase...”, me dice Arturo Rivera Coronado, El Payaso, cuando recuerda los años que pasó en la cárcel por herir con una nava-ja a un pandillero de La Minita que le quiso tumbar las cheves a la salida de un expendio.

– ¿Su trabajo es peligroso?– Es peligroso, ¿pero qué le hacemos?, uno que no estudió...

Hay que enfrentarse con el peligro, responde. Así me lo advierten entre chascarrillos picosos una cuadri-

lla de hombres de casco y chaleco naranja fl uorescente que se ocupan de doblar varilla sobre un banco de tabla.

– Oiga ¿no trae un curita? –– No, ¿para qué? – Para que bendiga la obra, porque se desbarranca mucho.– ¿A poco? –– Puede causar un accidente...

LAS TENTACIONES DE UN CIRQUERO“Ni Dios lo quiera” y no vaya a ser el diablo, como el día en que al “Gordo” se le puso irse de casa a los 13 años, siguiendo a uno de los tantos circos que llegaban a la colonia Nuevo Amanecer, de Apodaca, Nuevo León, donde vivía con su familia.

Sucedió una mañana en que “El Gordo” salió para la escue-la y jamas volvió.

“¿Qué le digo?, que fui cirquero”, relata una de esas tardes calientes mientras reposa la comida bajo la sombra, a la hora en que en la obra todo parece como muerto.

Primero era pura curiosidad, después le gustó el ambiente. “El Gordo”, que había empezado haciendo mandados a

Adiel y Jaime, su padre, son de San Luis y llegaron aquí huyendo del desempleo.

Al tiempo que construyen el puente sueñan en que Adiel un día sea ingeniero.

Page 16: El puente que respira

16 VANGUARDIA 16 VANGUARDIA Lunes 18 de octubre de 2010Lunes 18 de octubre de 2010

los cirqueros, a los pocos meses ya montaba y desmon-taba carpas.

“Yo les traía las cocas”, dice.Con los años se hizo trapecista, tanto que de un circo sal-

tó a otro y a otro y a otro y andando de gira en los circos conoció toda la República mexicana, Estados Unidos, Co-lombia, Argentina y Brasil.

– ¿Tuvo muchas mujeres? – Ah sí, bastantes, una en cada lugar donde llegábamos,

y a veces hasta de a dos– ¿Suerte?– 13 años después y cuando “El Gordo” ya había echado

barba y barriga volvió con su familia a Apodaca– ¿Cómo fue?– Fue hermoso y triste porque lloramos mucho de la

emoción, de tanto tiempo sin vernos y después que re-greso... Nos dio mucha alegría. Tristeza por los recuer-dos que llegaron en ese momento de cuando me salí...

Hasta que hace unos meses “El Gordo” vino a trabajar aquí como bombero, sacando el agua cristalina de los vene-ros acumulada en los túneles del Mega Distribuidor Vial.

Desde entonces y cada que mira llegar a un circo a la co-lonia siente que lo tienta el diablo.

UNA MORENA QUE NO AFLOJA Lo mismo le pasa al maistro veracruzano Ricardo Pérez, siempre que mira venir a Alma, la morena de pantalones de mezclilla ajustados y caderas anchas, que todos los días se las vive entre trabes y tubos vendiendo sus gorditas.

Y mírala ahí pasa...“¿Le tomaste foto?”, me pregunta impaciente, ”sí, segu-

ro que la tomó mi amigo”, respondo. “Pásamela manito”, me pide y nos enfrascamos en un diálogo voluptuoso:

– ¿Le cuadra?– Sí, está muy bonita, una belleza, una chulada de

mujer.– ¿Y luego?– No se deja, no las quiere afl ojar, se pone un poquito necia... – ¿Usted qué le dice?– Que está bien buena y que me gusta. – Y ella – Dice que estoy loco, “no puede ser” ,̀ dice. “No – le digo

– conmigo la cosa va en serio...”.– ¿Le pone casa?– Casa no, pero una ayuda ahí para que la pueda so-

brellevar...

ES MÁS CABRÓN QUE BONITOAcá, en otro rincón del Mega Distribuidor, el demonio del mediodía hace de las suyas a la hora en que los albañiles se encuentran lonchando....

“Yo puse todo el puente y la compañía Garza-Ponce no paga”, dice a la cámara uno de los chalanes, al tiempo que se tapa la cara con el gorro de su sudadera. “Están gra-bando güey”, le dice otro. “Me arrepiento de mis palabras, de a madre. Sí pagan pa’ que salga pa’ las caguamas, pa’ un chemo, también...”, reacciona aquel, todos ríen y se ex-plota la alharaca:

– No, si éste es cabrón. – ¿Qué es ser cabrón?– ¿Cabrón? es andar en las riñas quebrando vidrios de

carros, andar asaltando las tiendas, asaltar a los viejitos que van por la calle

– Ese güero, ire... tumba todos los días las combis en el barrio.

– ¿Usted tiene hijos?– Dos– ¿Qué les diría?– No pos que chido guan...

"El Tigre de Santa Julia" se ha pasado la obra cantando, dice que si no canta se lo carga la...

Page 17: El puente que respira

Lunes 18 de octubre de 2010 VANGUARDIA 17

“MÁS QUE SUERTE AHÍ SOLITAS CAEN, CUANDO ESTÁ UNO AHÍ, SE LES HACE EXTRAÑO GENTE QUE LLEGA NUEVA, Y VIENEN A CONVIVIR AHÍ CON UNO, Y ENTRE LA PLÁTICA SE HACE TODO”...

Page 18: El puente que respira

18 VANGUARDIA Lunes 18 de octubre de 2010

LA VIDA ES UNA CANCIÓN, APRÉNDETE LA TONADA

Más allá “en una fonda chiquita, que parece restaurante”, otro albañil al que todos conocen como el Tigre de Santa Ju-lia, dedica para los comensales una canción, mientras que otros albañiles matan el tiempo jugando póquer.

“Vamos a cantar una bonita melodía aquí para el cama-rada de la cámara, de parte del Tigre de Santa Julia”, vocife-ra, coloca en su boca la mano izquierda a modo de trompeta y con la derecha azota la mesa como si fuera tambor:

En una fonda chiquita que parecía restaurante, me metí a echarme unos tacos, porque ya me andaba de hambre, ya ven que el hambre es canija, pero más el que la aguante...

En la fonda cunde la algarabía, entre el ruido de la licua-dora y el crepitar de los tacos dorándose en la lumbre.

“Tigre, Tigre, Tigre”, se oye una porra.

Se me acercó una morena que estaba rete tres piedras,Me dijo qué se le ofrece puede pedir lo que quiera, señor estoy pa’ servirle, aquí yo soy la mesera.

Al mirar aquella prietase me olvidaron los tacos,le dije traiga cerveza de pollo sirva dos platos,y usté se sienta conmigopa’ divertirnos un rato...

“¡Complacido!”, suelta El Tigre dejando a medias la rola. – ¿Qué puesto ocupa en esta obra?– Agarrar la pala y cantar.– ¿Desde cuándo canta?– Siempre me ha gustado cantar las rolas de los Tigres,

de dos tres, de Mario Saucedo, de Bronco, pero más acá las de los Tigres

– ¿Por qué canta?– Porque no me gusta agüitarme, si te agüitas pos te car-

ga la chingada. No, siempre arriba, alegre, sonriendo, feliz, primeramente Dios...

“Otra, Otra”, le piden sus compas. El Tigre se alista para entonar ahora, con su mano trompeta y su mesa tambor, el corrido de “El Gato Félix”.

Todos le llaman "El Burro", es de Monterrey y ha llegado a Saltillo para rifársela por su familia.

Page 19: El puente que respira

Lunes 18 de octubre de 2010 VANGUARDIA 19

EL RUGIDO DE LAS MÁQUINAS LLENA TODO EL AMBIENTE. LAS NUBES DE POLVO Y CALOR ASFIXIAN LA NARIZ Y QUEMAN GARGANTA. PARECE QUE ESTUVIERA SILBANDO EL DIABLO...

Page 20: El puente que respira

20 VANGUARDIA Lunes 18 de octubre de 2010

¡QUE TODOS SEAN COMO EL BURRO!Al mediodía de un jueves el jale está a todo lo que da, hom-bres que vienen y van, unos cortando varilla, otros trepa-dos en trabes, algunos acarreando madera a hombro, los otros vaciando mezcla o al volante de una excavadora.

El rugido de las máquinas llena todo el ambiente. Las nubes de polvo y calor asfi xian la nariz y queman garganta. Parece que estuviera silbando el diablo.

Fabián Sustaita, a quien la raza le colgó el mote de El Burro, conoce bien ese silbido. Lo escuchó una tarde en el panteón donde antes trabajaba como sepulturero.

Fabián y dos trabajadores esperaban el cuerpo de una niña a la que un coche le había pasado por encima.

El cementerio estaba vacío: “Cuando de repente oímos que se carcajeaba una niña ahí cerquita. Nos quedamos ad-mirados porque se oyó clarito, así, como cuando se ríe una niña que anda jugando”, me cuenta al termino de la jornada y camino de su casa en la colonia La Palmas.

Consumado el entierro y luego que los familiares de la difunta se hubieron retirado, en el panteón se escuchó el eco de un llanto.

“Ya íbamos de salida, cuando oímos que lloró una niña, pero no vimos a nadie...”.

– ¿Que se siente estar tan cerca de la muerte, antes en el panteón y ahora aquí en esta obra?

– Siempre está uno cerca de la muerte, en todos lados – ¿Teme a la muerte?– No somos eternos, tarde que temprano nos llega, a unos

más pronto que a otros...

– A usted le dicen el Burro– La misma raza del jale, ya ve cómo es la gente, no falta, pos

todo el día aquí, viene siendo como la segunda casa de uno – ¿Por qué El Burro?– Por trabajador Su padre había abandonado a su mamá cuando él ape-

nas contaba cinco años. A los 13, El Burro ya sabía lo que era rifársela por las calles de

Monterrey limpiando vidrios, vendiendo periódicos, paletas, se-millas, “todo para sobrevivir, para llevar un taco a la casa”, suelta.

– ¿Y su papá?– Se fue a Estados Unidos, nunca volvimos a saber de él,

yo fui criado por mi padrastro, don Tomás Alvarado, él me enseñó a ser gente de provecho.

– Es su padre. – Más que un padre.– ¿Tiene hijas?– Dos niñas – ¿Qué quisiera para ellas?– Darle lo mejor a mi familia, lo que de chico no pude tener – ¿Cómo qué? – Buen estudio, buena casa, hacer algo por ellas...

UNOS DIABLILLOS Y SUS ABUELOSEs viernes en la hora del descanso y dos operadores de grúa, aprovechando que el diablo ha dejado de soplar, se tiran un rato debajo las columnas y sin importar el intruso se ponen a echar cotorreo.

– Es un diablo el güey.– ¿Quién?– Mi nietecito.– Yo también tengo a mi nieto.– Le compré una playera que dice “100 por ciento chin-

goncito como mi abuelito”, trae la playería el pinche chama-co y sale a cotorrear, nombre agarra buen rollo el pinche chamaco.

– Ah cabrón.– “En la casa de mis abuelos me divierto a toda madre”,

así dice la playera que yo le compré y otra que dice ‘Al fi n un guapo en la familia’.

– Y luego como yo tuve puras viejas y mi nieto salió hom-bre, lo tienen más chifl ado que la chingada al cabrón

– Yo también nomás tuve dos hijas, les digo ‘llenen la pinche casa’ , les echo carrilla ‘traigan nietos de a madre’.

– Yo tampoco pude tener un chavo, pero mija me lo dejó, es como si lo hubiera hecho yo al cabrón.

– Se quieren más, es diferente cariño...– Y luego como mi chavía es madre soltera, el vato no

la... salió maldito el güey, pandillero. Le dije: ‘No... déjalo a la verga, pa’ qué andas batallando con cabrones’.

– No pos si lo vas a querer dejar cuando tengas cuatro o cinco ya valió madre. De una vez...

Sus voces se van perdiendo poco a poco entre los rechinidos de fierros y el taladrar insufrible de las máquinas...

Page 21: El puente que respira

Lunes 18 de octubre de 2010 VANGUARDIA 21

Page 22: El puente que respira
Page 23: El puente que respira

Lunes 18 de octubre de 2010 VANGUARDIA 23

Page 24: El puente que respira

24 VANGUARDIA Lunes 18 de octubre de 2010