El PSOE en la encrucijada

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N o hay más que hablar con un socialista de toda la vida para comprobar cómo está el patio en el PSOE. A Joaquín Leguina no le han gustado mucho los “cambalaches” que se produjeron después de las elecciones autonómicas y municipales: “Llevaron a alcaldías y gobiernos regionales a persona- jes que ni en sueños hubieran imaginado tal honor (Colau en Barcelona, Kichi en Cá- diz…)”, lamenta. Aunque admite que valie- ron al PSOE para recuperar algunas comu- nidades y muchos ayuntamientos sin haber ganado en las urnas, afirma que también “sirvieron a la Comisión Ejecutiva del PSOE para disimular la pérdida de 700.000 votos respecto a los resultados –en verdad lamen- tables- del año 2010”. Para romper con esta dinámica, el que fuera primer presidente de la Comunidad de Madrid (1983-1995) estima que habría que diferenciarse claramente de Podemos. “El PP no deja de asegurar por tierra, mar y aire que votar al PSOE es lo mismo que votar a Podemos”, dice. “Los portavoces del PSOE protestan que quieren asustar al electorado, pero no hacen nada para desmentirlo. ¿Y qué pueden hacer? Pues muy sencillo: que Pedro Sánchez salga ante los medios y diga solem- nemente No gobernaré si el PSOE no es el partido más votado”, añade. En su opinión, esta sentencia cambia- ría totalmente el panorama. El eslogan del PP quedaría obsoleto y los votantes de Podemos que quieren empujar al PSOE a un gobierno de izquierdas tendrán que replantearse su voto: si no gana el PSOE y el PP queda por delante, no habría go- bierno de izquierdas. “No hay que ser adi- vino para saber que más de dos millones de votantes que hoy piensan votar a Po- demos no lo votarían mañana, después de esa hipotética declaración de Pedro Sán- chez”, estima Leguina. Si es tan fácil, ¿por qué no hace eso Pedro Sánchez? “Pienso que no lo va a hacer por- que da por perdida la partida contra el PP, su adversario, y prefiere apoyarse en su enemigo, que es Podemos”, asegura. Leguina estima que adversario es quien te quiere ganar, y enemigo es quien te quie- re matar. “Con tal de llegar a La Moncloa, me temo que la actual Ejecutiva del PSOE está dispuesta a pagar cualquier precio, hasta nombrar a Pablo Iglesias Turrión mi- nistro de Exteriores y a Íñigo Errejón mi- nistro del Interior…”, afirma. Ante este panorama, cree que no sería ex- traño que, aún con la nariz tapada, muchas personas que detestan a Bárcenas y a quien tampoco les gusta Rajoy, acaben por meter en la urna la papeleta del PP. “Los dirigentes ac- tuales del PSOE están convencidos de que su supervivencia personal en la política solo se asegura llegando a La Moncloa, y para ello están dispuestos a caer en cualquier oportu- nismo, como ponerse en manos de Podemos. Pero el oportunismo, aunque se disfrace de frente popular, tiene el vuelo corto y picotea- dor, como las gallinas”. Este paisaje hace que Leguina se cuestione si hay un problema de liderazgo en el PSOE. “Probablemente sí, pero hay un problema ma- yor: la calidad personal y profesional de quie- nes componen sus listas y sus órganos directi- vos”, dice. En su opinión, “son producto de un sistema de selección de élites perverso, de tal suerte que en el interior de los partidos pros- peran los peores y se margina a los mejores. Lo mismo pasa en el PP y más aún en los emer- gentes”. En su opinión, esta selección perversa conduce a la catástrofe, “porque la política no puede estar en las manos de personas que, ma- yoritariamente, no han cotizado jamás a la Seguridad Social fuera de sus partidos”. Menudo análisis más demoledor. El arranque del declive tiene lugar en mayo de 2010. “El electorado del PSOE rompe entonces con Za- patero desde un punto de vista ideológico y de eficacia. Dejan de creer que el partido pue- da arreglar las cosas”, señala Josep Lobera, ex director de Investigación de Metroscopia y profesor asociado de Sociología en la Uni- versidad Autónoma de Madrid. Por su expe- riencia en el seguimiento de encuestas, afirma que un político puede decepcionar a sus se- guidores desde un punto de vista de eficacia o ideológico sin que se produzca un daño de- finitivo en los votos. Pero “si rompe los dos pilares, la pérdida es irreversible”. Parece que eso es lo que le ha ocurrido al PSOE. Mientras no hubo alternativas, los votantes cambiaron a Zapatero por el PP, IU o se quedaron en ca- sa. Cuando surgieron Podemos y Ciudadanos, la diáspora se dirigió a estos partidos. Según Lobera, el PSOE siempre se ha ca- racterizado por ser un partido acordeón. “Te- nía la capacidad de acumular el voto estraté- gico de un sector bastante amplio de la socie- dad. Parece que esa capacidad la ha perdido”, afirma. De hecho, estima que “hay un votan- te del PSOE que no va a volver”. Entre el que puede regresar está el de edad avanzada. También están volviendo obreros no cualificados: los perdedores de la crisis y los jóvenes, que se fueron en masa a Podemos. “2014 fue un año desastroso para el PSOE. Podemos irrumpió con mucha fuerza. En 2015 se está notando una mayor capacidad de atracción”, afirma Lobera. A FONDO A FONDO El partido de Pedro Sánchez no ha realizado una valiente y sincera autocrítica. Lo evidencia la percepción de su incondicional electorado. La formación cuenta con voces autorizadas y certeras, pero desde Zapatero falta capacidad receptiva. No se escucha la cruda verdad y siguen con la trayectoria de gestos y sonrisas al tendido de sol. Jordi Benítez 24 25 Joaquín Leguina cree que puede haber un problema de liderazgo El PSOE en la encrucijada

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N o hay más que hablar con un socialista de toda la vida para comprobar cómo está el patio en el PSOE. A Joaquín Leguina

no le han gustado mucho los “cambalaches” que se produjeron después de las elecciones autonómicas y municipales: “Llevaron a alcaldías y gobiernos regionales a persona-jes que ni en sueños hubieran imaginado tal honor (Colau en Barcelona, Kichi en Cá-diz…)”, lamenta. Aunque admite que valie-ron al PSOE para recuperar algunas comu-nidades y muchos ayuntamientos sin haber ganado en las urnas, afirma que también “sirvieron a la Comisión Ejecutiva del PSOE para disimular la pérdida de 700.000 votos respecto a los resultados –en verdad lamen-tables- del año 2010”.

Para romper con esta dinámica, el que fuera primer presidente de la Comunidad de Madrid (1983-1995) estima que habría que diferenciarse claramente de Podemos. “El PP no deja de asegurar por tierra, mar y aire que votar al PSOE es lo mismo que votar a Podemos”, dice. “Los portavoces del PSOE protestan que quieren asustar al electorado, pero no hacen nada para desmentirlo. ¿Y qué pueden hacer? Pues muy sencillo: que Pedro Sánchez salga ante los medios y diga solem-nemente No gobernaré si el PSOE no es el partido más votado”, añade.

En su opinión, esta sentencia cambia-ría totalmente el panorama. El eslogan del PP quedaría obsoleto y los votantes de Podemos que quieren empujar al PSOE a un gobierno de izquierdas tendrán que replantearse su voto: si no gana el PSOE y el PP queda por delante, no habría go-bierno de izquierdas. “No hay que ser adi-vino para saber que más de dos millones de votantes que hoy piensan votar a Po-demos no lo votarían mañana, después de esa hipotética declaración de Pedro Sán-chez”, estima Leguina.

Si es tan fácil, ¿por qué no hace eso Pedro Sánchez? “Pienso que no lo va a hacer por-que da por perdida la partida contra el PP, su adversario, y prefiere apoyarse en su enemigo, que es Podemos”, asegura.

Leguina estima que adversario es quien te quiere ganar, y enemigo es quien te quie-re matar. “Con tal de llegar a La Moncloa, me temo que la actual Ejecutiva del PSOE está dispuesta a pagar cualquier precio, hasta nombrar a Pablo Iglesias Turrión mi-nistro de Exteriores y a Íñigo Errejón mi-nistro del Interior…”, afirma.

Ante este panorama, cree que no sería ex-traño que, aún con la nariz tapada, muchas personas que detestan a Bárcenas y a quien tampoco les gusta Rajoy, acaben por meter en la urna la papeleta del PP. “Los dirigentes ac-tuales del PSOE están convencidos de que su supervivencia personal en la política solo se asegura llegando a La Moncloa, y para ello están dispuestos a caer en cualquier oportu-nismo, como ponerse en manos de Podemos. Pero el oportunismo, aunque se disfrace de frente popular, tiene el vuelo corto y picotea-dor, como las gallinas”.

Este paisaje hace que Leguina se cuestione si hay un problema de liderazgo en el PSOE. “Probablemente sí, pero hay un problema ma-yor: la calidad personal y profesional de quie-nes componen sus listas y sus órganos directi-vos”, dice. En su opinión, “son producto de un sistema de selección de élites perverso, de tal

suerte que en el interior de los partidos pros-peran los peores y se margina a los mejores. Lo mismo pasa en el PP y más aún en los emer-gentes”. En su opinión, esta selección perversa conduce a la catástrofe, “porque la política no puede estar en las manos de personas que, ma-yoritariamente, no han cotizado jamás a la Seguridad Social fuera de sus partidos”.

Menudo análisis más demoledor. El arranque del declive tiene lugar en mayo de 2010. “El electorado del PSOE rompe entonces con Za-patero desde un punto de vista ideológico y de eficacia. Dejan de creer que el partido pue-da arreglar las cosas”, señala Josep Lobera, ex director de Investigación de Metroscopia y profesor asociado de Sociología en la Uni-versidad Autónoma de Madrid. Por su expe-riencia en el seguimiento de encuestas, afirma que un político puede decepcionar a sus se-guidores desde un punto de vista de eficacia o ideológico sin que se produzca un daño de-finitivo en los votos. Pero “si rompe los dos pilares, la pérdida es irreversible”. Parece que eso es lo que le ha ocurrido al PSOE. Mientras no hubo alternativas, los votantes cambiaron a Zapatero por el PP, IU o se quedaron en ca-sa. Cuando surgieron Podemos y Ciudadanos, la diáspora se dirigió a estos partidos.

Según Lobera, el PSOE siempre se ha ca-racterizado por ser un partido acordeón. “Te-nía la capacidad de acumular el voto estraté-gico de un sector bastante amplio de la socie-dad. Parece que esa capacidad la ha perdido”, afirma. De hecho, estima que “hay un votan-te del PSOE que no va a volver”.

Entre el que puede regresar está el de edad avanzada. También están volviendo obreros no cualificados: los perdedores de la crisis y los jóvenes, que se fueron en masa a Podemos. “2014 fue un año desastroso para el PSOE. Podemos irrumpió con mucha fuerza. En 2015 se está notando una mayor capacidad de atracción”, afirma Lobera.

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El partido de Pedro Sánchez no ha realizado una valiente y sincera autocrítica. Lo evidencia la percepción de su incondicional electorado. La formación cuenta con voces autorizadas y certeras, pero desde Zapatero falta capacidad receptiva. No se escucha la cruda verdad y siguen con la trayectoria de gestos y sonrisas al tendido de sol.

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Joaquín Leguina cree que puede haber un problema de liderazgo

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llones de empleos y elevó el gasto público a unas proporciones descomunales. El país con Zapatero estaba al borde de la quiebra”, re-marca Daniel Lacalle. La mejora de la econo-mía ha llegado de la mano de las reformas estructurales. No puede atribuirse a un cam-bio de ciclo. En ese caso francia e Italia es-tarían creciendo al mismo ritmo que nuestro país, y no es el caso. De hecho, la francia del socialista Hollande va estancada, como lo estuvo la España de Zapatero. Por eso se con-sidera peligroso retirar las reformas que ha llevado a cabo el gobierno del PP. “Tampoco es que hayan sido un bálsamo liberalizador, pero han ido en la buena línea. Han contri-buido a evitar una mayor destrucción de em-pleo”, señala Juan Ramón Rallo, director del Instituto Juan de Mariana.

Pedro Sánchez ha dicho muchas veces que derogará la reforma laboral si llega a ser pre-sidente del Gobierno. “Si se enmarca dentro de una reforma global del Estatuto General de los Trabajadores para contentar a las bases y se mantienen los puntos básicos de la refor-ma, no será muy dañino. Si quieren hacer una contrarreforma, será un peligro para la me-jora de nuestra competitividad”, añade Rallo.

Daniel Lacalle expone algunos datos a raíz de la investigación que ha realizado para su libro Acabemos con el paro, que se publicará en noviembre. La contratación indefinida ha crecido gracias a la reforma laboral (un 14,4% interanual, frente al 29,5% de caída que se registraba en 2011 con Za-patero). Tres de cada cuatro trabajos (75%) son de contrato indefinido, más que cuando estaba el PSOE (74,1%) y seis puntos por encima de lo registrado al inicio de la crisis (69%). El 90% de los empleos registrados con la reforma laboral son a tiempo comple-to. Menos de un 3% de los ocupados tiene un trabajo de menos de tres meses, frente al 4% de la época de Zapatero y Jordi Sevilla.

Con estos datos, este economista estima que la precariedad no ha aumentado. Motivo

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Las encuestas no valoran bien la capacidad intelectual de Pedro Sánchez

La peculiar gestión de Podemos en los ayuntamientos ha tenido también que ver con esta recuperación. En un sector importante del PSOE no han gustado sus políticas. “Sobre la mesa ha estado elaborar un documento para posicionar al partido ante cuestiones como la retirada de bustos o las propuestas de eliminar las procesiones”, señala un analista político. José Bono, que tiene una gran influencia sobre Pedro Sánchez, o felipe González estarían detrás de esa iniciativa. El posicionamiento de ese documento iría desde un arrepentimiento público por haber alcanzado acuerdos con ellos a un toque de atención ante las próximas elec-ciones. “Se había pactado con Podemos que no hiciera muchas barbaridades antes de las elec-ciones, pero Pablo Iglesias reconoce que no puede controlar a su gente”, explica el mismo analista. De ahí la elaboración de listas por parte de Podemos.

Aún así, sigue llamando la atención la inde-cisión del votante del PSOE, mayor aún que la del seguidor del PP. En cuanto al líder, del que Leguina duda, hay quienes lo ven apropiado para los tiempos que corren. “Si observamos las encuestas, su valoración es mucho menor que la de Zapatero antes de entrar en el Gobier-no. Si miramos el momento actual, su valora-ción es buena en un contexto de baja valoración de los políticos”, afirma Lobera. Las encuestas dicen que Sánchez tiene una buena imagen, como Inés Arrimadas o Albert Rivera. Pero el secretario del PSOE no es bien valorado en otros aspectos: “No se le ve como un líder fuer-te o con una capacidad intelectual brillante”. Aún así, en las encuestas está bien catalogado por los votantes del PSOE, y no muy mal por los de otros partidos.

Dentro de un marco de crisis general de confianza, Lobera piensa que en estas elec-ciones se llevará el gato al agua el que inspi-re, precisamente, más confianza. Ya saben: de nuevo el famoso carisma. Pero pesarán también otros aspectos, como el recuerdo de Zapatero. “Entre un 15% y un 20% de sus exvotantes va a tenerlo en cuenta. falta con-fianza en el PSOE para liderar la gestión económica”, dice Lobera.

El aspecto emocional decidirá el vencedor de las elecciones, pero no estaría de más re-capacitar sobre determinados asuntos. Al-gunos economistas no ven con buenos ojos lo que el PSOE hizo y lo que está anunciando. “No hay que olvidar que destruyó tres mi-

El líder del PSOE no tiene fácil aunar a un partido que se divide entre apoyar a Podemos o adoptar una postura más moderada. En cualquier caso, según las encuestas, el PSOE es, en principio, el partido mejor posicionado para alcanzar pactos postelectorales.

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Conocimiento (% )A ApruebaB Desaprueba

SALDO = A- B

Rivera es el líder más valorado y dobla a Raj oy

ALBE RT RIVER A

865636

+20

+87+ 69 +82 +70+ 75

PEDRO SÁNCHE Z

-1

954445

ALBE RT O GARZÓN

-1

834445

PABLO IGLESIA S

-28

983260

MARIANO RAJ OY

-4 1

1002869

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de más para no retirar la reforma laboral. También le contraría que el PSOE no anuncie medidas para facilitar la contratación y re-ducir la burocracia: “Son los dos problemas esenciales de la economía española. Según el Banco Mundial somos una de las econo-mías con mayores dificultades para crear empresas y hacer negocios”.

No ve mucho sentido a anuncios de tinte electoralista, como la equiparación en Eu-ropa de la edad de jubilación y del salario mínimo que el PSOE pidió en agosto. Ni la mayoría del continente tiene un índice de-mográfico tan bajo como España que facili-te abandonar antes el trabajo, ni nuestro país cuenta con el nivel económico de Luxemburgo para subir la remuneración mínima de los trabajadores. “Subir el salario

mínimo no hace que se hagan más contratos fijos o a largo plazo. Se pone una mayor ba-rrera. No genera empleo. Las pymes pueden decir: ¿a quién voy a contratar”.

¿Significa el análisis de Daniel Lacalle y Juan Ramón Rallo, dos economistas liberales, que no puede funcionar bien un país con una economía socialdemócrata? No. “Los países nórdicos (de Gobierno socialista) se encuen-tran en los primeros puestos del mundo en libertad económica y facilidad para crear em-presas. Tienen un alto gasto público y una bajísima intervención”, recuerda Daniel La-calle. “El problema es que aquí cogemos lo peor del modelo: queremos expandir el gasto público y mantener un nivel muy centraliza-do de relaciones laborales. En los países nór-dicos ya han visto que no funcionan muchas

Noviembre2014

Diciembre2014

Enero2015

febrero2015

Marzo2015

Abril2015

Junio2015

5 julio2015

26 julio2015

11 sept.2015

Octubre2014

Agosto2014

(1): Resultado real sobro voto válido

EleccionesGenerales

2011 (1)

30,932,3

44,6

28,7

15,117,1

10,7

13,8

16,5

6,9

4,7

0

4,9

3,3 3,4

5,2

18,2

20,7

26,2

27,7 27,7

25,2

2019,2

23,5

20,9 20,2

22,5 22,121,9

18,6

18,4

11,1

5,6 5,0

2

8,8

0,4 0,5

44,1

13

13,5

21,520,8

24,5

2323

22,521,5

15

13,5 13,4%

5,6%

0,3%

16%

18,1%

23,1%

23,5% 24,6% PSOEPP

Podemos

IU

UPyD

Ciudadanos

Otro + blanco

23,4%

18,6%

16,1%

11,4%

0,9%

28,3% 32,8% 30% 29,5% 27% 28,2%

ABSTENCIÓN

28% 25,4% 26% 28% 28% 28% 27%

5%

3,6

19,418,3

12,210,7

9,9

6,5

6,5

27,728,2

16,9

3,4

3,84,8 5

5,3

8,1

5,6

31,732,2PSOE

PP

Podemos

IU

UPyD

Ciudadanos

PSOE

PP

Podemos

Ciudadanos

IU

Otro + blanco

16,8%

Abstención 31,2%

Intención directa de votoLa intención directa de voto refleja las respuestas espontáneas de los entrevistados

Ciudadanos y PSOE, más al alzaEstimación de resultado electoral sobre voto válido

15,4%

12,7%

11,2%

3,2%

9,5%

de las políticas que ahora quiere implantar el PSOE”, añade Juan Ramón Rallo.

Por eso, ante la necesidad de generar rique-za para poder distribuirla del modo más neu-tral posible, subieron los impuestos. Dinamar-ca tiene los impuestos más altos del mundo sobre la energía, y un tipo único de IVA del 25%. “¿Va a querer el PSOE adoptar una es-tructura fiscal así para poder subir el gasto público? No creo. La gente protestaría”, dice Rallo. Ponerse al nivel de los países nórdicos significaría subir diez puntos la presión fiscal. La comparación con Obama, al que han hecho referencia algunos socialistas como posible modelo, tampoco tiene sentido: “Su gasto pú-blico es diez veces menor que el de España, incluyendo el mayor gasto militar del mundo, y la flexibilidad de su mercado laboral es ab-soluta”, dice Daniel Lacalle.

Tampoco cree Rallo que el PSOE vaya a apostar por dispendios como el Plan E si llega al Gobierno. Salvo que se aliara con Podemos, que sí tiene como objetivo que el gasto público llegue al 50-55%. A priori, no es lo que prefie-ren sus votantes. Según los datos de Josep Lobera, cinco o seis de cada diez votantes ele-girían a Ciudadanos para un posible pacto postelectoral. Cuatro o cinco de cada diez se inclinarían por un acuerdo con Podemos, y dos o tres de cada diez escogerían al PP.

El acuerdo con Ciudadanos sería cohe-rente con una propuesta socialdemócrata. Sus ideas económicas están en esa órbita, más en sintonía con las aplicadas por los países nórdicos. No en vano, el líder de Ciu-dadanos suele decir que el 35% de sus vo-tantes proviene del PSOE. Por eso hay ana-listas que no descartan ver a Albert Rivera como presidente de un Gobierno tripartito PP-PSOE-Ciudadanos. El PSOE diría que pacta con Ciudadanos, no con el PP. El PP seguiría en el Gobierno y Ciudadanos pon-dría como condición la salida de Rajoy. Ri-vera parece no verle con buenos ojos, pero con Cristina Cifuentes se entiende bien, y eso facilitaría el acuerdo. Si el PSOE sufre un fuerte descalabro en diciembre, habría que ver si Susana Díaz intenta mover la silla a Pedro Sánchez. La encrucijada es más ro-cambolesca de lo que parece. Es hora de que cada candidato demuestre su talento polí-tico, y los votantes, su responsabilidad. Pe-ro es dura esta hora de contemplar el alcan-ce de un masivo voto de castigo.

fuente: Metroscopia. Septiembre 2015.

fuente: Metroscopia. Septiembre 2015.