El problema económico del masoquismo (1924) - … · AH, 7, págs. 142-5,1 en «Pulsiones y...

16
El problema económico del maso q uismo (1924)

Transcript of El problema económico del masoquismo (1924) - … · AH, 7, págs. 142-5,1 en «Pulsiones y...

El problema econoacutemico del masoquismo (1924)

N ota introductoria

laquoDas okonomische Problem des Masochismusraquo

Ediciones en alcmaacuten

1924 lltt Z Psychoanal 10 n 2 paacutegs 121-33 192-1 es 5 paacutegs 374-86 1926 Psychoanalyse der Neurosen paacutegs 147-62 1931 Ncuroscl1lebre und Technik paacutegs 193-207 1940 ew 13 paacutegs 371-83 1975 SA 3 paacutegs 339-54

Traducciones cn castellano f

1929 laquoEl problema econoacutemico del masoquismoraquo BN (17 vols) 13 paacutegs 263-76 Traduccioacuten de Luis LoacutepezshyBaIles teros

1943 Igual tiacutetulo EA 13 paacutegs 273-86 El mismo trashyductor

1948 Igual tiacutetulo BN (2 vols) 1 paacutegs 1036-42 El misshymo traductor

1953 Igual tiacutetulo SR 13 paacutegs 208-18 El mismo trashyductor

1967 Igual tiacutetulo BN (3 vols) 1 paacutegs 1023-30 El misshymo traductor

1974 Igual tiacutetulo BN (9 vols) 7 paacutegs 2752-9 El mismo traductor

El presente trabajo fue concluido antes de fines de enero de 1924 (Jones 1957 paacuteg 114)

En esta importante obra Freud ofrece su maacutes completa descripcioacuten del enigmaacutetico fenoacutemeno del masoquismo Ya lo habiacutea abordado aunque siempre en forma maacutes bien proshyvisional en sus Trcs ensaVOf dc teoriacutea scxual (1905d)

ef la laquoAdvertencia sobre la edicioacuten en castelIanoraquo Slpra paacuteg xiii y n 6

163

AH 7 paacutegs 142-51 en laquoPulsiones y destinos de pulsioacutenraquo (1915c) AE 14 paacutegs 122-5 y con mucho mayor amshyplitud en laquoPegan a un nintildeoraquo (191ge) artiacuteculo este uacuteltimo al que eacutel mismo calificoacute en una carta a Ferenczi como laquoun escrito sobre el masoquismoraquo En todos los trashybajos mencionados el masoquismo deriva de un sadismo anterior no reconocieacutendose nada semejante a un masoquisshymo primario (Cf por ejemplo AE 14 paacutegs 123--1 y 17 paacutegs 190-1) Sin embargo en Maacutes allaacute del principio de placer (1920c) tras la introduccioacuten de la laquopulsioacuten de muerteraquo se nos dice que laquopodriacutea haber tambieacuten un masomiddot quismo primarioraquo (AE 18 paacuteg 53) y en la presente obra su existencia se da por cierta explicaacutendola principalmente sobre la base de la laquomezclaraquo y laquodesmezclaraquo de las dos clases de pulsiones -concepto ya examinado en detalle en El yo y el ello (1923b) que se publicoacute menos de un antildeo antes- al paso que en 1m) interesantes consideraciones introductoshyrias se analiza la aparente contradiccioacuten de una pulsioacuten que apunta al displacer y se distinguemiddot por primera vez con clashyrid1d el laquoprincipio de constanciaraquo del laquoprincipio de placerraquo

Freud muestra que ese masoquismo primario o laquoeroacutegenoraquo tiene dos formas derivadas a una de ellas que denomina laquofemeninaraquo ya la habiacutea examinado en su trabajo laquoPegan a un nintildeoraquo pero la tercera clase de masoquismo el laquoma-50quismo moralraquo) le permite explayarse sobre muchos punshytos que habiacutean sido apenas rozados en El )0 y el ello y plantear nuevos problemas en relacioacuten COI1 los sentimientos de culpa y la actividad de la conciencia moral

T ames Strarhev

1 Gran parte de lo que alliacute dice sobre este tema fue en verdad agregado al libro en 1915 lo esencial del presente artiacuteculo estltIacute CCIshytenido en una nota al pie agregada en 1924

Tal vez deba mencionarse que soacutelo en escritos posteriores a partir del capiacutetulo VI de El malestar en d culllrLl (1930a) Freud dirigioacute su atencioacuten maacutes especiacuteficamente a la accioacuten de la pulsioacuten de muerte vaeLida hLlciiexcliexcl el lIlundo exterior (la agresiidad y la destructividad) si bien se ocupa d lSto hasta cierto punto al final del presente ankul

16-1

Desde el punto de vista eco no mlco la existencia de la aspiracioacuten masoquista en la vida pulsional de los seres humiddot manos puede con derecho calificarse de enigmaacutetica En efecmiddot to el masoquismo es incomprensible si el principio de placer gobierna los procesos aniacutemicos de modo tal que su meta inmiddot mediata sea la evitacioacuten de displacer y la ganancia de placer Si dolor y displacer pueden dejar de ser advertencias para constituirse ellos mismos en metas el principio de placer queda paralizado y el guardiaacuten de nuestra vida aniacutemica por asiacute decir narcotizado

De este modo el masoquismo se nos aparece bajo la luz de un gran peligro lo cual no ocurre en absoluto con su contraparte e sadismo Nos sentimos tentados de dar al principio de placer e nombre de guardiaacuten de nuestra vida y no soacutelo de nuestra vida aniacutemica Pero entonces se plantea la tarea de indagar la relacioacuten de principio de placer con las dos variedades de pulsiones que hemos distinguido las pul siones de muerte y las pulsiones eroacuteticas (libidinosas) de vida y no avanzaremos en la apreciacioacuten del problema mamiddot soquista hasta que no cumplamos con ese requerimiento

Recueacuterdese que hemos concebido al principio que gobier na todos los procesos aniacutemicos como un caso especial de la tendencia a la estabilidad de Fechnerl asiacute atribuimos al aparato aniacutemico e propoacutesito de reducir a la nada las sumas de excitacioacuten que le afluyen o al menos mantenerlas en el miacutenimo grado posible Barbara Low [1920 paacuteg 731 promiddot puso para este afaacuten supuesto del aparato el nombre de principio de Nirvana que aceptamos2 Pero identificamos apresuradamente e principio de placermiddotdisplacer con este

J Maacutes allaacute del principio de placer (1920g) [AE 18 paacuteg 9] [bid paacuteg 54 Anteriormente Freud lo habiacutea llamado laquoprincipio

de constanciaraquo Se hallaraacute una resentildea completa de la historia del uso de estos conceptos por parte de Freud y de su relacioacuten con el principio de placer en una nota al pie agregada por miacute en (Pulsiones y destinos de pulsioacutenraquo (l915c) AE 14 paacutegs 116middot7]

165

prinCIpIO de Nirvana De ser ideacutenticos todo displacer deshyberiacutea coincidir con una elevacioacuten y todo placer con una disminucioacuten de la tensioacuten de estiacutemulo presente en 10 aniacuteshymico el principio de Nirvana (y el principio de pbcer sumiddot puestamente ideacutentico a eacutel) estariacutea por completo al servicio de las pulsiones de muerte cuya meta es conducir la inmiddot quietud de la vida a la estabilidad de 10 inorgaacutenico y tendriacutea por funcioacuten alertar contra las exigencias de las pulsiones de vida -de la libido- que procuran perturbar el ciclo vital a cuya consumacioacuten se aspira Pues bien esta concepcioacuten nc puede ser correcta Parece que registramos el aumento y 1 disminucioacuten de las magnitudes de estiacutemulo directamente dentro de la serie de los sentimientos de tensioacuten y es inmiddot dudable que existen tensiones placenteras y distensiones dismiddot placenteras El estado de la excitacioacuten sexual es el ejemplo maacutes notable de uno de estos incrementos placenteros de estiacutemulo aunque no el uacutenico por cierto

Entonces placer y displacer no pueden ser referidos al aumento o la disminucioacuten de una cantidad que llamamos laquotensioacuten de estiacutemuloraquo si bien es evidente que tienen mucho que ver con este factor Parecieran no depender de este facshytor cuantitativo sino de un caraacutecter de eacutel que soacutelo podemos calificar de cualitativo Estariacuteamos mucho maacutes adelantados en la psicologiacutea si supieacutesemos indicar este caraacutecter cualitashytivo Quizaacute sea el ritmo el ciclo temporal de las alteraciomiddot nes suhidas y caiacutedas de la cantidad de estiacutemulo no lo sabemos

Comoquiera que fuese deberiacuteamos percatarnos de que el principio de Nirvana suacutebdito de la pulsioacuten de muerte ha experimentado en el ser vivo una modificacioacuten por la cual devino principio de placer y en lo sucesivo tendriacuteamos que evitar considerar a esos dos principios como uno solo Ahora bien si nos empentildeamos en avanzar en el sentido de esta remiddot flexioacuten no resultaraacute difiacutecil colegir el poder del que partioacute tal modificacioacuten Soacutelo pudo ser la pulsioacuten de vida la libido la que de tal modo se conquistoacute un lugar junto a la pulsioacuten de muerte en la regulacioacuten de los procesos vitales Asiacute obshytenemos una pequentildea pero interesante serie de copTtenenshycias el principio de Nirvana expresa la tendencia de la pulsioacuten de muerte el principio de placer subroga la exigenshycia de la libido y su modificacioacuten el principio de realidad4 el influjo del mundo exterior

[Ya se habiacutea formulado esta conjetura en Maacutes allaacute del principio di placer (1920g) AE 18 paacutegs 7middot8 y 61J

-l [Cf laquoFormulaciones sobre los dos principios del acaecer psiacutequicogt (1911h) AJ 12 paacutegs 224middot51

166

En verdad ninguno de estos tres principios es destituido por los otros En general saben conciliarse entre siacute aun cuanshydo en ocasiones desembocaraacute forzosamente en conflictos el hecho de que por un lado se establezca como meta la reshybaja cuantitativa de la carga de estiacutemulo por el otro un caraacutecter cualitativo de ella y en tercer lugar una demora de la descarga de estiacutemulo y una admisioacuten provisional de la tensioacuten de displacer

La conclusioacuten de estas elucidaciones es que no puede rehusarse al principio de placer el tiacutetulo de guardiaacuten de la vida

Volvamos al masoquismo Se ofrece a nuestra observacioacuten en tres figuras como una condicioacuten a la que se sujeta la excitacioacuten sexual como una expresioacuten de la naturaleza feshymenina y como una norma de la conducta en la vida (behashyviour) De acuerdo con ello es posible distinguir un masoshyquismo eroacutegeno uno femenino y uno moral El primero el masoquismo eroacutegeno el placer gusto de recibir dolor se encuentra tambieacuten en el fundamento de las otras dos [armas han de atribuiacutersele bases bioloacutegicas y constitucionales y pershymanece incomprensible si uno no se decide a adoptar ciertos supuestos acerca de constelaciones que son totalmente oscushyras La tercera forma de manifestacioacuten del masoquismo en cierto sentido b maacutes importante soacutelo recientemente ha sido apreciada por el psicoanaacutelisis como un sentimiento de culpa las maacutes de las veces inconciente Empero ya admite un esshyclarecimiento pleno y su insercioacuten dentro de la trama de nuestros conocimientos En cuanto al masoquismo femenino es el maacutes accesible a nuestra observacioacuten el menos enigmaacuteshytico y se lo puede abarcar con la mirada en todos sus nexos Empecemos con eacutel nuestra exposicioacuten

De esta clase de masoquismo en el varoacuten (al que me limito aquiacute en razoacuten del material disponible) nos dan sufishyciente noticia las fantasiacuteas de personas masoquistas (y a menudo por eso impotentes) que o desembocan en el acto onanista o figuran por siacute solas la satisfaccioacuten sexualf La escenificaciones V eronstaltul1g reales de los perversos mashysoquistas responden punto por punto a esas fantasiacuteas ya sean ejecutadas como un fin en siacute mismas o sirvan para

5 [Freud retomoacute esta argumentacioacuten en el capiacutetulo VIII de su Esquema del psicoanaacutelisis (l940a)]

iexcliexcl [Cf laquoPe(an a un nintildeogt (191gel AE 17 paacute(s 193 y si(sl

167

producir la potencia e iniciar el acto sexual En ambos casos -ya que aquellas no son sino la realizacioacuten esceacutenica spieleshyrisehe de las fantasiacuteas- el contenido manifiesto es el mismo ser amordazado atado golpeado dolorosamente azoo tado maltratado de cualquier modo sometido a obediencia incondicional ensuciado denigrado Es mucho maacutes raro que dentro de este contenido se incluvan mutilaciones cuando sucede se les impone grandes limitaciones La interpretashycioacuten maacutes inmediata y faacutecil de obtener es que el masoquista quiere ser tratado como un nintildeo pequentildeo desvalido y deshypendiente pero en particular como un nintildeo diacutescolo Huelga aducir casuiacutestica todo el material es homogeacuteneo y accesible a cualquier observador aunque no se analista Pero si se tiene la oportunidad de estudiar casos en que las fantasiacuteas masoquistas hayan experimentado un procesamiento particushylarmente rico es faacutecil descubrir que ponen a la persona en una situacioacuten caracteriacutestica de la feminidad vale decir sigshynifican ser castrado ser poseiacutedo sexual mente o plrir Por eso he dado a esta forma de manifestacioacuten del masoquIacutecmo el nombre de laquofemeninaraquo en cierto modo a potinri [sobre la base de sus ejemplos extremos L aunque muchiacutesimos de sus elementos apuntan a la vida infantil Sobre esta estratishyficacioacuten superpuesta de 10 i1fantil y lo femenino daremos despueacutes un esclarecimiento simple La castracioacuten deg el dejar ciego que la subroga ha impreso a menudo su huella negashytiva en las fantasiacuteas la condicioacuten de que a los genitales o a los ojos justamente no les pase nada (Por lo demaacutes es raro que los martirios masoquistas cobren un aspecto tan erio como las crueldades -fantaseadas o escenificildas il1Szcniert1- del sadismo) En el contenido manifiesto de las fantasiacuteas masoquistas se expresa tambieacuten un sentimiento de culpa cuando se supone que la persona afectada ha inshyfringido algo (se lo deja indeterminado) que debe expiarse mediante todos esos procedimientos dolorosos y martirizashydores Esto aparece como una racionalizacioacuten superficial de los contenidos masoquistas pero detraacutes se esconde el nexo con la masturbacioacuten infantil Y por otra parte este factor la culpa nos lleva a la tercera forma el masoquismo moral

El masoquismo femenino que acabamos de describir se basa enteramente en el masoquismo primario eroacutegeno el placer de recibir dolor no obtendremos su explicacioacuten sin retomar el problema desde muy atraacutes

En Tres ensavos de teoriacutea sexual (1905d) en la seccioacuten sobre las fuents de la sexualidad infantil formuleacute la tesis

168

de que laquola excitacioacuten sexual se genera como efecto colateral a raiacutez de una gran seric de procesos internos para 10 cual basta que la intensidad de estos rebase ciertos liacutemites cuanshytitativosraquo Y que quizaacutes laquoen el organismo no ocurra nada de cierta importancia que no ceda sus componentes a la exmiddot citacioacuten de la pulsioacuten sexualraquo7 Seguacuten eso tambieacuten la exshycitacioacuten de dolor y la de displacer tendriacutean esa consecuenshycias Esa coexcitacioacuten libidinosa provocada por una tensioacuten dolorosa y displacentera seriacutea un mecanismo fisiol5gico inshyfantil que se agotariacutea luego En las diferentes constituciones sexuales experimentariacutea diversos grados de desarrollo y en todo caso proporcionariacutea la base fisioloacutegica sobre la cual se erigiriacutea despueacutes como superestructura psiacutequica el masoshyquismo eroacutegeno

Ahora bien esta explicacioacuten demuestra ser insuficiente al no arrojar nnguna luz sobre los viacutenculos regulares e iacutentimos entre el masoquismo y su contraparte en la vida pulsional el sadismo Si se retrocede algo maacutes hasta el supuesto de las dos variedades de pulsiones que consideramos operantes en el ser vivo se llega a otra derivacioacuten que empero no contradice a la anterior En el ser vivo (pluricelular) la lishybido se enfrenta con la pulsioacuten de destruccioacuten o de muerte esta que impera dentro de eacutel querrra des agregarlo y llevar a cada uno de los organismos elementales a la condicioacuten de la estabilidad inorgaacutenica (aunque tal estabilidad soacutelo pueda ser relativa) La tarea de la libido es volver inocua esta pulshysioacuten destructora la desempentildea desviaacutendola en buena paiacutete -y muy pronto con la ayuda de un sistema de oacutergano parshyticular la musculatura- hacia afuera dirigieacutendola hacia los objetos del mundo exterior Recibe entonces el nombre de pulsioacuten de destruccioacuten pulsioacuten de apoderamiento voluntad de rodero Un sector de esta pulsioacuten es puesto directamente al servicio de la funcioacuten sexual donde tiene a su cargo una importante operacioacuten Es el sadismo propiamente dicho Otro sector no obedece a este traslado hacia afuera permashynece en el interior del organismo y alliacute es ligado lihiJinosashymcnte con allda de la coexcitacioacuten sexual antes mencionashyda en ese sctor tenemos que discernir el masoquismo eroacutemiddot geno originario9

Nos falta todo saber fisioloacutegico acerca de los caminos y los medios por los cuales pueda consumarse este domentildea-

[AE 7 paacuteg 186] s [lbid paacuteg 185 ] n [Veacutease con respecto a todo esto El yo y el ello (1923amp) supra

paacuteg 42 asiacute como la descripcioacuten hecha en Maacutes aUaacute del principio de pl4Cir (1920g) AE 18 paacuteg 49]

169

miento 10 de la pulsioacuten de muerte por la libido Dentro del circulo de ideas del psicoanaacutelisis no cabe sino este supuesmiddot to se producen una mezcla y una combinacioacuten muy vastas y de proporciones variables entre 13s dos clases de pulsioacuten asiacute no debemos contar con una pulsioacuten ne muerte y una de vida puras sino soacutelo con contaminaciones de ellas cr vashylencias diferentes en cada caso Por efecto de ciertos facshytores a una mezcla de pulsiones puede corresponderle una desmezcla No alcanzamos a colegir la proporcioacuten de 118 pulshysiones de muerte que se sustraen de eSe domentildeamiento loshygrado mediante ligazoacuten a complementos libidinosos

Si se consiente alguna imprecisioacuten puede decirse que la pulsioacuten de muerte actuante en el interior del organismo -el sadismo primordial-o es ideacutentica al masoquismo Despueacutes que su parte principal fue trasladada afuera sobre los objeshytos en el interior permanece como su residuo el genuino masoquismo eroacutegeno que por una parte ha devenido un componente de la libido pero por la otra sigue teniendo como objeto al ser propio Asiacute ese masoquismo seriacutea un testigo y un relicto de aquella fase de formacioacuten en que acontecioacute la liga tan importante para la vida entre Eros y pulsioacuten de muerte No nos asombraraacute enterarnos de que el sadismo proyectado vuelto hacia afuera o pulsioacuten de desshytruccioacuten puede bajo ciertas constelaciones ser introyectado de nuevo vuelto hacia adentro regresando asiacute a su situashycioacuten anterior En tal caso da por resultado el masoquismo secundario que viene a antildeadirse al originario

El masoquismo eroacutegeno acompantildea a la libido en todas sus fases de desarrollo y le toma prestados sus cambiantes reshyvestimientos psiacutequicosl1 La angustia de ser devorad por el animal toteacutemico (padre) proviene de la organizacieacuten oral primitiva el deseo de ser golpeado por el padre de la fase saacutedico-anal que sigue n aquella h castracioacuten si bien desshymentida maacutes tarde interviene en el contenido de las fanshytasiacuteas masoquistas como sedimento del estadio faacutelico de orshyganizacioacutenl y desde luego las situaciones de ser poseiacutedo sexualmente y de parir caracteriacutesticas de la feminidad de-

10 [laquoBandigunJiraquo vuelve a utilizar esta palabra en ltAnaacutelisis termishynable e interminableraquo (1937c) AE 23 paacuteg 227 mucho antes en el PrcYeacutecto de psicologiacutearaquo de 1895 ( 1950a) AE 1 paacuteg 430 habiacutea aplicado la misma idea al domentildeamientoraquo de los recuerdos]

11 [Psychische Untkleidungenraquo esta imagen fue empleada de anshytiguo por Freud Aparece variacuteas veces verbigracia en el caso Doraraquo ( 1905e) AE 7 paacutegs 73-4 y 87 n 13]

1 Veacutease La organizacioacuten genital infantilraquo (l923e) r supra paacuteg 147 donde en una nota al pie comento el empleo del teacutermino ltdesshymentidaraquo]

170

rivan de la organizacioacuten genital definitiva Tambieacuten resulta faacutecil comprender el papel que las nalgas desempentildean en el masoquismo prescindiendo de su obvio fundamento realY Las nalgas son la parte del cuerpo preferida eroacutegenamente en la fase saacutedico-anal como lo son las mamas en la fnse oral y el pene en la genital

La tercera forma del masoquismo el masoquismo moralH es notable sobre todo por haber aflojado su viacutenculo con lo que conocemos como sexualidad Es que en general todo pashydecer masoquista tiene por condicioacuten la de partir de la persona amada y ser tolerado por orden de ella esta restricshycioacuten desaparece en el masoquismo moral El padecer como tal es 10 que importa no interesa que lo inflija la persona amada o una indiferente asiacute sea causado por poderes o cirshycunstancias impersonales el verdadero masoquista ofrece su mejiacutella toda vez que se presenta la oportunidad de recibir una bofetada Para explicar esta conducta es muy tentador dejar de lado la libido y limitarse al supuesto de que aquIacute la pulsioacuten de destruccioacuten fue vuelta de nuevo hacia adentro y ahora abate su furia sobre el siacute-mismo propio no obstante debe de tener su sentido el hecho de que el uso linguumliacutestico no haya resignado el viacutenculo de esta norma de conducta en la vida con el erotismo y llame tambieacuten laquomasoquistasraquo a estos que se infieren dantildeo a siacute mismos

Fieles a un haacutebito teacutecnico nos ocuparemos primero de la forma extrema indudablemente patoloacutegica de este masoshyquismo En otro lugar 15 he sentildealado que en el tratamiento analiacutetico nos topamos con pacientes cuyo comportamiento frente a los influjos de la cura nos fuerza a atribuirles un sentimiento de culpa laquoinconcienteraquo Indiqueacute ahiacute aquello por lo cual se reconoce a estas personas (la laquoreaccioacuten terapeacuteushytica negativaraquo) y no dejeacute de consignar que la intensidad de una mocioacuten de esta iacutendole significa una de las resistencias maacutes graves y el mayor peligro pata el eacutexito de nuestros proshypoacutesitos meacutedicos o pedagoacutegicos La satisfaccioacuten de este sen timiento incondente de culpa es quizaacutes el rubro maacutes fuerte de la ganancia de la enfermedad compuesta en general por

1 [Hay una referencia a esto en Tres ensayos de teoriacutea sexual (1905d ) AE 7 paacuteg 176]

H [En un paacuterrafo agregado en 1909 a La interpretacioacuten de los sudiacuteos (1900a) AE 4 paacuteg 176 Freud habiacutea propuesto la expresioacuten laquomasoquistas idealesraquo laquoideeUe Masochistenraquo para los individuos que laquono buscan el placer en el dolor corporaacutel que se infligen sno en la humillacioacuten y en la mortificacioacuten psiacutequicaraquo]

11 El yo y el ello (1923b) [supra paacutegs 50-1]

171

varios de ellos y el que maacutes contribuye a la resultante de fuerzas que se revuelve contra la curacioacuten y no quiere resigshynar la condicioacuten de enfermo iexclel padecer que la neurosi conlleva es justamente lo que la vuelve valiosa para la tenshydencia masoquista Tambieacuten es instructivo enterarse de que contrariando toda teoriacutea y expectativa una neurosis que se mostroacute refractaria a los empentildeos terapeacuteuticos puede desashyparecer siacute la persona cae en la miseria de un matrimonio desdichado pierde su fortuna o contrae una grave enfermeshydad orgaacutenica En tales casos una forma de padecer ha sido relevada por otra y vemos que uacutenicamente interesa poder retener cierto grado de padecimiento

No es faacutecil que los pacientes nos crean cuando les sentildeashylamos ese sentimiento inconciente de culpa Saben demasiado bien de las torturas (remordimiento) en que se exterioriza un sentimiento conciente de culpa una conciencia de culpa y por eso no pueden admitir que albergariacutean en su interior mociones de esa clase sin sentirlas para nada Opino que en cierta medida daremos razoacuten al veto de los pacientes si renunciamos a la denominacioacuten laquosentimiento inconciente de culparaquo por lo demaacutes incorrecta psicoloacutegicamente1Il y e1 cambio hablamos de una laquonecesidad de castigoraquo que nos permite recubrir de manera igualmente cabal el estado de cosas observado Pero no podemos abstenernos de apreciar y localizar este sentimiento inconciente de culpa seguacuten el moshydelo del sentimiento conciente

Hemos atribuido al superyoacute la funcioacuten de la conciencia moral y reconocido en el sentimiento de culpa la expr(sioacuten de una tensioacuten entre el yo y el superyoacuteP El yo reaccioniexcl con sentimientos de culpa (angustia de la conciencia moshyral) IR ante la percepcioacuten de que no estaacute a la altura de los reclamos que le dirige su ideal su superyoacute Ahora queremos saber coacutemo ha llegado el superyoacute a este exigente papel y por queacute el yo tiene que sentir miedo en caso de haber dishyferencia con su ideal

Si ya tenemos dicho que el yo encuentra su funcioacuten en conciliar entre siacute en reconciliar las exigencias de las tres instancias a las que sirve podemos agregar que tambieacuten para esto tiene en el superyoacute el arquetipo a que puede asshypitar En efecto este superyoacute es el subrogado tanto del ello como del mundo exterior1) Debe su geacutenesis a que los pri-

16 [Porque no corresponde llamar laquoinconcientesraquo a los sentimientos d El yo y el ello ibid paacutegs 24-5]

17 [[bid paacuteg 38] 1lt [Cf Inhibicioacuten siacutentoma) angustia ( 1926dl AE 20 paacuteg 1221 ll rO laquoNeurosis y psicosisraquo ( 1924b) supra paacuteg 157]

172

meros objetos de las mociones libidinosas del ello la pareja parental fueron introyectados en el yo a raiacutez de lo cual el viacutenculo con ellos fue desexualizado experimentoacute un desviacuteo de las metas sexuales directas Soacutelo de esta marer se posishybilitoacute la superacioacuten del complejo de Edipo Ahora bien el superyoacute conservoacute caracteres esenciales de las personas inshytroyectadas su poder su severidad su inclinacioacuten a la vigishylancia y el castigo Como lo he sentildealado en otro lugarmiddot es faacutecilmente concebible que la severidad resulte acrecentada por la desmezcIa de pulsiones que acomp1iacuteia a esa introducshycioacuten en el yo Ahora el superyoacute la conciencia moral eficaz dentro de eacutel puede volverse duro cruel despiadado hacia el yo a quien tutela De ese modo el imperativo categoacuterico de Kant es la herencia directa del complejo de Edipol

Pero esas mismas personas que como instancia de la conciencia moral siguen ejerciendo una accioacuten eficaz dentto del superyoacute despueacutes que dejaron de ser objetos de las moshyciones libidinosas del ello pertenecen ademaacutes al mundo exterior real De este fueron tomadas su poder tras el que se ocultan todos los influjos del pasado y de la tradishycioacuten fue una de las exteriorizaciones maacutes sensibles de la realidad Merced a esta coincidencia el superyoacute el sustituto del complejo de Edipo deviene tambieacuten representante del mundo exterior real y asiacute el arquetipo para el querer-alshycanzar del yo

De este modo como ya fue conjeturado en un sentido histoacuterico el complejo de Edipo demuestra ser la fuente de nuestra eticidaiquest individual (moral) En el curso del desshyarrollo infantil que lleva a la progresiva separacioacuten respecto de los progenitores va retrocediendo la significatividad pershysonal de estos para el superyoacute A las imagos 23 que restan de ellos se anudan despueacutes los influjos de maestros autorishydades modelos que uno mismo escoge y heacuteroes socialmente reconocidos cuvas personas ya no necesitan ser introyecshytadas por el yo que ha devenido maacutes resistente resistent La figura uacuteltima de est) serie que empieza con los progeni-

El )0 y el ello (1923b) [supra paacuteg 55] l [lbid paacutegs 36 y 49] 2 En el cuarto ensayo de Toacutetem y tabuacute (1912-13) 3 [El teacutermino imagoraquo no fue empleado por Freud con frecuencia

sobre todo en sus uacuteltimos escritos Aparentemente figura por vez primera en Sobre la dinaacutemica de la trasferenciaraquo (1912b) AE 12 paacuteg 98 donde lo atribuye a Jung (1911-12 paacuteg 164) En este pasaje Jung nos dice que lo eligioacute en parte influido por ulla novela con es tiacutetulo del escritor suizo Carl Spitteler y Hanns Sachs (1945 paacuteg 63) nos informa que la revista psicoanalftica Imago fundada por eacutel y Otto Rank en 1912 tambieacuten tornoacute su tiacutetulo de la misma fuente]

173

tores es el oscuro poder del destino que soacutelo los menos de nosotros podemos concebir impersonalmente Es poco lo que puede objetarse al literato holandeacutes Multatuli 4 cuando sustituye la MoiQu [destino] de los griegos por b pareja divina Aoacuteyo XUt AvaacuteIXll [razoacuten y necesidad] pero todos los que trasfieren la guiacutea del acontecer universal a la Proshyvidencia a Dios o a Dios y la Naturaleza son sospechosos de sentir a estos poderes no obstante ser los miacutes exteriores y los maacutes remotos como si fueran una parej3 ele progenitoshyres -vale decir mitoloacutegicamente- y de creerse enlazados con ellos por ligazones libidinosas En mi obra El yo y el ello (l923b) 26 he intentado derivar tambieacuten la angustia realista de muerte de los seres humanos de una concepshycioacuten como esta parental del destino Parece muy difiacutecil lishybrarse de ella

Tras estas consideraciones preliminares podemos volver a la apreciacioacuten del masoquismo moral Dijimos 7 qlle la conducta -en la cura y en su vida- de las personas aqueshyjadas despierta la impresioacuten de que sufrieran una desmedida inhibicioacuten moral y estuvieran bajo el imperio de una conshyciencia moral particularmente susceptible aunque no les sea condente nada de esa hipermoral Pero si lo estudiamos de maacutes cerca notamos bien la diferencia que media entre esa continuacioacuten inconciente de la moral y el masoquismo moshyral En la primera el acento recae sobre el sadismo acrecenshytado del superyoacute al cual el yo se somete en la segunda en cambio sobre el genuino masoquismo del yo quien pide castigo sea de parte del superyoacute sea de los poderes parenshytales de afuera Pero nuestra confusioacuten inicial puede disculshyparse pu(ts en los dos casos se trata de una relacioacuten entre el yo y el superyoacute o poderes equiparables a este uacuteltimo y en ambos el resultado es una necesidad que se satisface meshydiante castigo y padecimiento Ademaacutes difiacutecilmente sea un detalle sin importancia que el sadismo del superyoacute deviene conciente casi siempre con estridencia mientras que el afaacuten

24 E D Dlkker (1820-1887) [laquoMultatu1iraquo era desdl mucho tiemshypo atraacutes uno de los autores favoritos de Freud una de sus obras enshycabeza la lista de laquolos diez mejores librosraquo que este confeccionoacute en 1906 (Freud (1906) AE 9 paacuteg 224)]

25 [La voz griega AvaacuteYYl] ya habiacutea sido citada por Freud (si no ntLs) en ei trabajo sobre Llonardo da Vinei (191Oc) AE 11 paacuteg 116 en cuanto a Auacuteyo pareceriacutea ser esta la primera vez que la usa Lll sus escrituumls Ambas y en Lspecial la segunda son consideradas en Ivs paacuterrafos finales de El porvenir de una ilusioacuten (1927c) AE 21 iexclaacutegs 52 y sigs]

20 [ef supra paacutegs 58middot9] 27 [Ibid paacutegs 50 y sigs]

174

masoquista del yo permanece en general oculto paN la pershysona y se lo debe descubrir por su conducta

La condicioacuten de inconciente del masoquismo moral nos pone sobre una pista interesante Podriacuteamos traducir la exshypresioacuten laquosentimieflto inconciente de culparaquo por laquonecesidad de ser castigado por un poder parentalraquo Ahora bien sabeshymos que el deseo de ser golpeado por el padre tan frecuenshyte en fantasiacuteas estaacute muy relacionado con otro deseo el de entrar con eacutel en una vinculacioacuten sexual pasiva (femenina) y no es maacutes que la desfiguracioacuten regresiva de este uacuteltimo Siacute referimos este esclarecimiento al contenido del masoquisshymo moral se nos vuelve evidente su secreto sentido La conciencia moral y la moral misma nacieron por la superashycioacuten la clesexualizacioacuten del complejo de Edipo mediante el masoquismo moral la moral es resexualizada el complejo de Edipo esreanimado se abre la viacutea para una regresioacuten de la moral al eacuteomplejo de Edipo Y ello no redunda en beneshyficio de la moral ni del individuo Es verdad que este puede haber conservado junto a su masoquismo su eticidad Iacutenteshygra o cierto grado de ella pero tambieacuten es posible que en el masoquismo naufrague buena parte de su conciencia moral Por otra parte este uacuteltimo crea la tentacioacuten de un obrar laquopecaminosoraquo que despueacutes tiene que ser expiado con los reproches de la conciencia moral saacutedica (como en tantos tipos rusos de caraacutecter) o con el castigo del destino ese gran poder parental Para provocar el castigo por parte de middotesta uacuteltima subrogacioacuten de los progenitores el masoquista se ve obligado a hacer cosas inapropiadas a trabajar en contra de su propio beneficio destruir las perspectivas que se le abren en el mundo real y eventualmente aniquilar su propia existencia real

La reversioacuten del sadismo hacia la persona propia ocurre regularmente a raiacutez de la sofocacioacuten cultural de las pulsiones en virtud de la cual la persona se abstiene de aplicar en su vida buena parte de sus componentes pulsionales desshytructivos Cabe imaginar que esta parte relegada de la pulshysioacuten de destruccioacuten salga a la luz como un acrecentamiento del masoquismo en el interior del yo Empero los fenoacutemeshynos de la conciencia moral dejan colegir que la destruccioacuten que retorna desde el mundo exterior puede ser acogiacuteda por el superyoacute y aumentar su sadismo hacia el yo aun sin meshydiar aquella mudanza El sadismo del superyoacute y el masoshyquismo del yo se complementan uno al otro y se auacutenan para provocar las mismas consecuencias Opino que soacutelo asiacute es poshysible comprender que de la sofocacioacuten de las pulsiones reshysulte -con frecuencia o en la totalidad de los casos- un

17)

sentimiento de culpa y que la conciencia moral se vuelva tanto maacutes severa y susceptible cuanto maacutes se abstenga la persona de agredir a los demaacutess De un individuo que sabe acerca de siacute mismo que suele evitar agresiones culturalshymente indeseadas cabriacutea esperar que por esa razoacuten tuviera buena conciencia y vigilara a su yo con menor desconfianza Lo habitual es presentar las cosas como si el reclamo eacutetico fuera lo primario y la renuncia de lo pulsional su conseshycuencia Pero asiacute queda sin explicar el origen de la eticidad En realidad parece ocurrir lo inverso la primera renuncia de lo pulsional es arrancada por poderes exteriores y es ella la que crea la eticidad que se expresa en la conciencia moral y reclama nuevas renuncias de lo pulsional 29

Asiacute el masoquismo moral pasa a ser el testimonio claacutesico de la existencia de la mezcla de pulsiones Su peligrosidad se debe a que desciende de la pu)sioacuten de muerte corresshyponde a aquel sector de ella que se ha sustraiacutedo a su vuelta hacia afuera como pulsioacuten de destruccioacuten Pero como por otra parte tiene el valor psiacutequico Bedeutung de un comshyponente eroacutetico ni aun la autodestruccioacuten de la persona puede producirse sin satisfaccioacuten libidinosa3()

x [ef El yo y el ello (1923b) supra paacutegs 54-5J 9 [Los temas examinados en este paacuterrafo fueron ampliados gtDr

Freud en el capiacutetulo VII de El malestar en la cultura (1930a)] lO [Freud volvioacute a ocuparse del masoquismo en rebeioacuten eOIl el

tratamiento psicoanaliacutetico en laquoAnliacutelisi terminahle e interminable (19nc) AF 23 paacuteg 244]

176

N ota introductoria

laquoDas okonomische Problem des Masochismusraquo

Ediciones en alcmaacuten

1924 lltt Z Psychoanal 10 n 2 paacutegs 121-33 192-1 es 5 paacutegs 374-86 1926 Psychoanalyse der Neurosen paacutegs 147-62 1931 Ncuroscl1lebre und Technik paacutegs 193-207 1940 ew 13 paacutegs 371-83 1975 SA 3 paacutegs 339-54

Traducciones cn castellano f

1929 laquoEl problema econoacutemico del masoquismoraquo BN (17 vols) 13 paacutegs 263-76 Traduccioacuten de Luis LoacutepezshyBaIles teros

1943 Igual tiacutetulo EA 13 paacutegs 273-86 El mismo trashyductor

1948 Igual tiacutetulo BN (2 vols) 1 paacutegs 1036-42 El misshymo traductor

1953 Igual tiacutetulo SR 13 paacutegs 208-18 El mismo trashyductor

1967 Igual tiacutetulo BN (3 vols) 1 paacutegs 1023-30 El misshymo traductor

1974 Igual tiacutetulo BN (9 vols) 7 paacutegs 2752-9 El mismo traductor

El presente trabajo fue concluido antes de fines de enero de 1924 (Jones 1957 paacuteg 114)

En esta importante obra Freud ofrece su maacutes completa descripcioacuten del enigmaacutetico fenoacutemeno del masoquismo Ya lo habiacutea abordado aunque siempre en forma maacutes bien proshyvisional en sus Trcs ensaVOf dc teoriacutea scxual (1905d)

ef la laquoAdvertencia sobre la edicioacuten en castelIanoraquo Slpra paacuteg xiii y n 6

163

AH 7 paacutegs 142-51 en laquoPulsiones y destinos de pulsioacutenraquo (1915c) AE 14 paacutegs 122-5 y con mucho mayor amshyplitud en laquoPegan a un nintildeoraquo (191ge) artiacuteculo este uacuteltimo al que eacutel mismo calificoacute en una carta a Ferenczi como laquoun escrito sobre el masoquismoraquo En todos los trashybajos mencionados el masoquismo deriva de un sadismo anterior no reconocieacutendose nada semejante a un masoquisshymo primario (Cf por ejemplo AE 14 paacutegs 123--1 y 17 paacutegs 190-1) Sin embargo en Maacutes allaacute del principio de placer (1920c) tras la introduccioacuten de la laquopulsioacuten de muerteraquo se nos dice que laquopodriacutea haber tambieacuten un masomiddot quismo primarioraquo (AE 18 paacuteg 53) y en la presente obra su existencia se da por cierta explicaacutendola principalmente sobre la base de la laquomezclaraquo y laquodesmezclaraquo de las dos clases de pulsiones -concepto ya examinado en detalle en El yo y el ello (1923b) que se publicoacute menos de un antildeo antes- al paso que en 1m) interesantes consideraciones introductoshyrias se analiza la aparente contradiccioacuten de una pulsioacuten que apunta al displacer y se distinguemiddot por primera vez con clashyrid1d el laquoprincipio de constanciaraquo del laquoprincipio de placerraquo

Freud muestra que ese masoquismo primario o laquoeroacutegenoraquo tiene dos formas derivadas a una de ellas que denomina laquofemeninaraquo ya la habiacutea examinado en su trabajo laquoPegan a un nintildeoraquo pero la tercera clase de masoquismo el laquoma-50quismo moralraquo) le permite explayarse sobre muchos punshytos que habiacutean sido apenas rozados en El )0 y el ello y plantear nuevos problemas en relacioacuten COI1 los sentimientos de culpa y la actividad de la conciencia moral

T ames Strarhev

1 Gran parte de lo que alliacute dice sobre este tema fue en verdad agregado al libro en 1915 lo esencial del presente artiacuteculo estltIacute CCIshytenido en una nota al pie agregada en 1924

Tal vez deba mencionarse que soacutelo en escritos posteriores a partir del capiacutetulo VI de El malestar en d culllrLl (1930a) Freud dirigioacute su atencioacuten maacutes especiacuteficamente a la accioacuten de la pulsioacuten de muerte vaeLida hLlciiexcliexcl el lIlundo exterior (la agresiidad y la destructividad) si bien se ocupa d lSto hasta cierto punto al final del presente ankul

16-1

Desde el punto de vista eco no mlco la existencia de la aspiracioacuten masoquista en la vida pulsional de los seres humiddot manos puede con derecho calificarse de enigmaacutetica En efecmiddot to el masoquismo es incomprensible si el principio de placer gobierna los procesos aniacutemicos de modo tal que su meta inmiddot mediata sea la evitacioacuten de displacer y la ganancia de placer Si dolor y displacer pueden dejar de ser advertencias para constituirse ellos mismos en metas el principio de placer queda paralizado y el guardiaacuten de nuestra vida aniacutemica por asiacute decir narcotizado

De este modo el masoquismo se nos aparece bajo la luz de un gran peligro lo cual no ocurre en absoluto con su contraparte e sadismo Nos sentimos tentados de dar al principio de placer e nombre de guardiaacuten de nuestra vida y no soacutelo de nuestra vida aniacutemica Pero entonces se plantea la tarea de indagar la relacioacuten de principio de placer con las dos variedades de pulsiones que hemos distinguido las pul siones de muerte y las pulsiones eroacuteticas (libidinosas) de vida y no avanzaremos en la apreciacioacuten del problema mamiddot soquista hasta que no cumplamos con ese requerimiento

Recueacuterdese que hemos concebido al principio que gobier na todos los procesos aniacutemicos como un caso especial de la tendencia a la estabilidad de Fechnerl asiacute atribuimos al aparato aniacutemico e propoacutesito de reducir a la nada las sumas de excitacioacuten que le afluyen o al menos mantenerlas en el miacutenimo grado posible Barbara Low [1920 paacuteg 731 promiddot puso para este afaacuten supuesto del aparato el nombre de principio de Nirvana que aceptamos2 Pero identificamos apresuradamente e principio de placermiddotdisplacer con este

J Maacutes allaacute del principio de placer (1920g) [AE 18 paacuteg 9] [bid paacuteg 54 Anteriormente Freud lo habiacutea llamado laquoprincipio

de constanciaraquo Se hallaraacute una resentildea completa de la historia del uso de estos conceptos por parte de Freud y de su relacioacuten con el principio de placer en una nota al pie agregada por miacute en (Pulsiones y destinos de pulsioacutenraquo (l915c) AE 14 paacutegs 116middot7]

165

prinCIpIO de Nirvana De ser ideacutenticos todo displacer deshyberiacutea coincidir con una elevacioacuten y todo placer con una disminucioacuten de la tensioacuten de estiacutemulo presente en 10 aniacuteshymico el principio de Nirvana (y el principio de pbcer sumiddot puestamente ideacutentico a eacutel) estariacutea por completo al servicio de las pulsiones de muerte cuya meta es conducir la inmiddot quietud de la vida a la estabilidad de 10 inorgaacutenico y tendriacutea por funcioacuten alertar contra las exigencias de las pulsiones de vida -de la libido- que procuran perturbar el ciclo vital a cuya consumacioacuten se aspira Pues bien esta concepcioacuten nc puede ser correcta Parece que registramos el aumento y 1 disminucioacuten de las magnitudes de estiacutemulo directamente dentro de la serie de los sentimientos de tensioacuten y es inmiddot dudable que existen tensiones placenteras y distensiones dismiddot placenteras El estado de la excitacioacuten sexual es el ejemplo maacutes notable de uno de estos incrementos placenteros de estiacutemulo aunque no el uacutenico por cierto

Entonces placer y displacer no pueden ser referidos al aumento o la disminucioacuten de una cantidad que llamamos laquotensioacuten de estiacutemuloraquo si bien es evidente que tienen mucho que ver con este factor Parecieran no depender de este facshytor cuantitativo sino de un caraacutecter de eacutel que soacutelo podemos calificar de cualitativo Estariacuteamos mucho maacutes adelantados en la psicologiacutea si supieacutesemos indicar este caraacutecter cualitashytivo Quizaacute sea el ritmo el ciclo temporal de las alteraciomiddot nes suhidas y caiacutedas de la cantidad de estiacutemulo no lo sabemos

Comoquiera que fuese deberiacuteamos percatarnos de que el principio de Nirvana suacutebdito de la pulsioacuten de muerte ha experimentado en el ser vivo una modificacioacuten por la cual devino principio de placer y en lo sucesivo tendriacuteamos que evitar considerar a esos dos principios como uno solo Ahora bien si nos empentildeamos en avanzar en el sentido de esta remiddot flexioacuten no resultaraacute difiacutecil colegir el poder del que partioacute tal modificacioacuten Soacutelo pudo ser la pulsioacuten de vida la libido la que de tal modo se conquistoacute un lugar junto a la pulsioacuten de muerte en la regulacioacuten de los procesos vitales Asiacute obshytenemos una pequentildea pero interesante serie de copTtenenshycias el principio de Nirvana expresa la tendencia de la pulsioacuten de muerte el principio de placer subroga la exigenshycia de la libido y su modificacioacuten el principio de realidad4 el influjo del mundo exterior

[Ya se habiacutea formulado esta conjetura en Maacutes allaacute del principio di placer (1920g) AE 18 paacutegs 7middot8 y 61J

-l [Cf laquoFormulaciones sobre los dos principios del acaecer psiacutequicogt (1911h) AJ 12 paacutegs 224middot51

166

En verdad ninguno de estos tres principios es destituido por los otros En general saben conciliarse entre siacute aun cuanshydo en ocasiones desembocaraacute forzosamente en conflictos el hecho de que por un lado se establezca como meta la reshybaja cuantitativa de la carga de estiacutemulo por el otro un caraacutecter cualitativo de ella y en tercer lugar una demora de la descarga de estiacutemulo y una admisioacuten provisional de la tensioacuten de displacer

La conclusioacuten de estas elucidaciones es que no puede rehusarse al principio de placer el tiacutetulo de guardiaacuten de la vida

Volvamos al masoquismo Se ofrece a nuestra observacioacuten en tres figuras como una condicioacuten a la que se sujeta la excitacioacuten sexual como una expresioacuten de la naturaleza feshymenina y como una norma de la conducta en la vida (behashyviour) De acuerdo con ello es posible distinguir un masoshyquismo eroacutegeno uno femenino y uno moral El primero el masoquismo eroacutegeno el placer gusto de recibir dolor se encuentra tambieacuten en el fundamento de las otras dos [armas han de atribuiacutersele bases bioloacutegicas y constitucionales y pershymanece incomprensible si uno no se decide a adoptar ciertos supuestos acerca de constelaciones que son totalmente oscushyras La tercera forma de manifestacioacuten del masoquismo en cierto sentido b maacutes importante soacutelo recientemente ha sido apreciada por el psicoanaacutelisis como un sentimiento de culpa las maacutes de las veces inconciente Empero ya admite un esshyclarecimiento pleno y su insercioacuten dentro de la trama de nuestros conocimientos En cuanto al masoquismo femenino es el maacutes accesible a nuestra observacioacuten el menos enigmaacuteshytico y se lo puede abarcar con la mirada en todos sus nexos Empecemos con eacutel nuestra exposicioacuten

De esta clase de masoquismo en el varoacuten (al que me limito aquiacute en razoacuten del material disponible) nos dan sufishyciente noticia las fantasiacuteas de personas masoquistas (y a menudo por eso impotentes) que o desembocan en el acto onanista o figuran por siacute solas la satisfaccioacuten sexualf La escenificaciones V eronstaltul1g reales de los perversos mashysoquistas responden punto por punto a esas fantasiacuteas ya sean ejecutadas como un fin en siacute mismas o sirvan para

5 [Freud retomoacute esta argumentacioacuten en el capiacutetulo VIII de su Esquema del psicoanaacutelisis (l940a)]

iexcliexcl [Cf laquoPe(an a un nintildeogt (191gel AE 17 paacute(s 193 y si(sl

167

producir la potencia e iniciar el acto sexual En ambos casos -ya que aquellas no son sino la realizacioacuten esceacutenica spieleshyrisehe de las fantasiacuteas- el contenido manifiesto es el mismo ser amordazado atado golpeado dolorosamente azoo tado maltratado de cualquier modo sometido a obediencia incondicional ensuciado denigrado Es mucho maacutes raro que dentro de este contenido se incluvan mutilaciones cuando sucede se les impone grandes limitaciones La interpretashycioacuten maacutes inmediata y faacutecil de obtener es que el masoquista quiere ser tratado como un nintildeo pequentildeo desvalido y deshypendiente pero en particular como un nintildeo diacutescolo Huelga aducir casuiacutestica todo el material es homogeacuteneo y accesible a cualquier observador aunque no se analista Pero si se tiene la oportunidad de estudiar casos en que las fantasiacuteas masoquistas hayan experimentado un procesamiento particushylarmente rico es faacutecil descubrir que ponen a la persona en una situacioacuten caracteriacutestica de la feminidad vale decir sigshynifican ser castrado ser poseiacutedo sexual mente o plrir Por eso he dado a esta forma de manifestacioacuten del masoquIacutecmo el nombre de laquofemeninaraquo en cierto modo a potinri [sobre la base de sus ejemplos extremos L aunque muchiacutesimos de sus elementos apuntan a la vida infantil Sobre esta estratishyficacioacuten superpuesta de 10 i1fantil y lo femenino daremos despueacutes un esclarecimiento simple La castracioacuten deg el dejar ciego que la subroga ha impreso a menudo su huella negashytiva en las fantasiacuteas la condicioacuten de que a los genitales o a los ojos justamente no les pase nada (Por lo demaacutes es raro que los martirios masoquistas cobren un aspecto tan erio como las crueldades -fantaseadas o escenificildas il1Szcniert1- del sadismo) En el contenido manifiesto de las fantasiacuteas masoquistas se expresa tambieacuten un sentimiento de culpa cuando se supone que la persona afectada ha inshyfringido algo (se lo deja indeterminado) que debe expiarse mediante todos esos procedimientos dolorosos y martirizashydores Esto aparece como una racionalizacioacuten superficial de los contenidos masoquistas pero detraacutes se esconde el nexo con la masturbacioacuten infantil Y por otra parte este factor la culpa nos lleva a la tercera forma el masoquismo moral

El masoquismo femenino que acabamos de describir se basa enteramente en el masoquismo primario eroacutegeno el placer de recibir dolor no obtendremos su explicacioacuten sin retomar el problema desde muy atraacutes

En Tres ensavos de teoriacutea sexual (1905d) en la seccioacuten sobre las fuents de la sexualidad infantil formuleacute la tesis

168

de que laquola excitacioacuten sexual se genera como efecto colateral a raiacutez de una gran seric de procesos internos para 10 cual basta que la intensidad de estos rebase ciertos liacutemites cuanshytitativosraquo Y que quizaacutes laquoen el organismo no ocurra nada de cierta importancia que no ceda sus componentes a la exmiddot citacioacuten de la pulsioacuten sexualraquo7 Seguacuten eso tambieacuten la exshycitacioacuten de dolor y la de displacer tendriacutean esa consecuenshycias Esa coexcitacioacuten libidinosa provocada por una tensioacuten dolorosa y displacentera seriacutea un mecanismo fisiol5gico inshyfantil que se agotariacutea luego En las diferentes constituciones sexuales experimentariacutea diversos grados de desarrollo y en todo caso proporcionariacutea la base fisioloacutegica sobre la cual se erigiriacutea despueacutes como superestructura psiacutequica el masoshyquismo eroacutegeno

Ahora bien esta explicacioacuten demuestra ser insuficiente al no arrojar nnguna luz sobre los viacutenculos regulares e iacutentimos entre el masoquismo y su contraparte en la vida pulsional el sadismo Si se retrocede algo maacutes hasta el supuesto de las dos variedades de pulsiones que consideramos operantes en el ser vivo se llega a otra derivacioacuten que empero no contradice a la anterior En el ser vivo (pluricelular) la lishybido se enfrenta con la pulsioacuten de destruccioacuten o de muerte esta que impera dentro de eacutel querrra des agregarlo y llevar a cada uno de los organismos elementales a la condicioacuten de la estabilidad inorgaacutenica (aunque tal estabilidad soacutelo pueda ser relativa) La tarea de la libido es volver inocua esta pulshysioacuten destructora la desempentildea desviaacutendola en buena paiacutete -y muy pronto con la ayuda de un sistema de oacutergano parshyticular la musculatura- hacia afuera dirigieacutendola hacia los objetos del mundo exterior Recibe entonces el nombre de pulsioacuten de destruccioacuten pulsioacuten de apoderamiento voluntad de rodero Un sector de esta pulsioacuten es puesto directamente al servicio de la funcioacuten sexual donde tiene a su cargo una importante operacioacuten Es el sadismo propiamente dicho Otro sector no obedece a este traslado hacia afuera permashynece en el interior del organismo y alliacute es ligado lihiJinosashymcnte con allda de la coexcitacioacuten sexual antes mencionashyda en ese sctor tenemos que discernir el masoquismo eroacutemiddot geno originario9

Nos falta todo saber fisioloacutegico acerca de los caminos y los medios por los cuales pueda consumarse este domentildea-

[AE 7 paacuteg 186] s [lbid paacuteg 185 ] n [Veacutease con respecto a todo esto El yo y el ello (1923amp) supra

paacuteg 42 asiacute como la descripcioacuten hecha en Maacutes aUaacute del principio de pl4Cir (1920g) AE 18 paacuteg 49]

169

miento 10 de la pulsioacuten de muerte por la libido Dentro del circulo de ideas del psicoanaacutelisis no cabe sino este supuesmiddot to se producen una mezcla y una combinacioacuten muy vastas y de proporciones variables entre 13s dos clases de pulsioacuten asiacute no debemos contar con una pulsioacuten ne muerte y una de vida puras sino soacutelo con contaminaciones de ellas cr vashylencias diferentes en cada caso Por efecto de ciertos facshytores a una mezcla de pulsiones puede corresponderle una desmezcla No alcanzamos a colegir la proporcioacuten de 118 pulshysiones de muerte que se sustraen de eSe domentildeamiento loshygrado mediante ligazoacuten a complementos libidinosos

Si se consiente alguna imprecisioacuten puede decirse que la pulsioacuten de muerte actuante en el interior del organismo -el sadismo primordial-o es ideacutentica al masoquismo Despueacutes que su parte principal fue trasladada afuera sobre los objeshytos en el interior permanece como su residuo el genuino masoquismo eroacutegeno que por una parte ha devenido un componente de la libido pero por la otra sigue teniendo como objeto al ser propio Asiacute ese masoquismo seriacutea un testigo y un relicto de aquella fase de formacioacuten en que acontecioacute la liga tan importante para la vida entre Eros y pulsioacuten de muerte No nos asombraraacute enterarnos de que el sadismo proyectado vuelto hacia afuera o pulsioacuten de desshytruccioacuten puede bajo ciertas constelaciones ser introyectado de nuevo vuelto hacia adentro regresando asiacute a su situashycioacuten anterior En tal caso da por resultado el masoquismo secundario que viene a antildeadirse al originario

El masoquismo eroacutegeno acompantildea a la libido en todas sus fases de desarrollo y le toma prestados sus cambiantes reshyvestimientos psiacutequicosl1 La angustia de ser devorad por el animal toteacutemico (padre) proviene de la organizacieacuten oral primitiva el deseo de ser golpeado por el padre de la fase saacutedico-anal que sigue n aquella h castracioacuten si bien desshymentida maacutes tarde interviene en el contenido de las fanshytasiacuteas masoquistas como sedimento del estadio faacutelico de orshyganizacioacutenl y desde luego las situaciones de ser poseiacutedo sexualmente y de parir caracteriacutesticas de la feminidad de-

10 [laquoBandigunJiraquo vuelve a utilizar esta palabra en ltAnaacutelisis termishynable e interminableraquo (1937c) AE 23 paacuteg 227 mucho antes en el PrcYeacutecto de psicologiacutearaquo de 1895 ( 1950a) AE 1 paacuteg 430 habiacutea aplicado la misma idea al domentildeamientoraquo de los recuerdos]

11 [Psychische Untkleidungenraquo esta imagen fue empleada de anshytiguo por Freud Aparece variacuteas veces verbigracia en el caso Doraraquo ( 1905e) AE 7 paacutegs 73-4 y 87 n 13]

1 Veacutease La organizacioacuten genital infantilraquo (l923e) r supra paacuteg 147 donde en una nota al pie comento el empleo del teacutermino ltdesshymentidaraquo]

170

rivan de la organizacioacuten genital definitiva Tambieacuten resulta faacutecil comprender el papel que las nalgas desempentildean en el masoquismo prescindiendo de su obvio fundamento realY Las nalgas son la parte del cuerpo preferida eroacutegenamente en la fase saacutedico-anal como lo son las mamas en la fnse oral y el pene en la genital

La tercera forma del masoquismo el masoquismo moralH es notable sobre todo por haber aflojado su viacutenculo con lo que conocemos como sexualidad Es que en general todo pashydecer masoquista tiene por condicioacuten la de partir de la persona amada y ser tolerado por orden de ella esta restricshycioacuten desaparece en el masoquismo moral El padecer como tal es 10 que importa no interesa que lo inflija la persona amada o una indiferente asiacute sea causado por poderes o cirshycunstancias impersonales el verdadero masoquista ofrece su mejiacutella toda vez que se presenta la oportunidad de recibir una bofetada Para explicar esta conducta es muy tentador dejar de lado la libido y limitarse al supuesto de que aquIacute la pulsioacuten de destruccioacuten fue vuelta de nuevo hacia adentro y ahora abate su furia sobre el siacute-mismo propio no obstante debe de tener su sentido el hecho de que el uso linguumliacutestico no haya resignado el viacutenculo de esta norma de conducta en la vida con el erotismo y llame tambieacuten laquomasoquistasraquo a estos que se infieren dantildeo a siacute mismos

Fieles a un haacutebito teacutecnico nos ocuparemos primero de la forma extrema indudablemente patoloacutegica de este masoshyquismo En otro lugar 15 he sentildealado que en el tratamiento analiacutetico nos topamos con pacientes cuyo comportamiento frente a los influjos de la cura nos fuerza a atribuirles un sentimiento de culpa laquoinconcienteraquo Indiqueacute ahiacute aquello por lo cual se reconoce a estas personas (la laquoreaccioacuten terapeacuteushytica negativaraquo) y no dejeacute de consignar que la intensidad de una mocioacuten de esta iacutendole significa una de las resistencias maacutes graves y el mayor peligro pata el eacutexito de nuestros proshypoacutesitos meacutedicos o pedagoacutegicos La satisfaccioacuten de este sen timiento incondente de culpa es quizaacutes el rubro maacutes fuerte de la ganancia de la enfermedad compuesta en general por

1 [Hay una referencia a esto en Tres ensayos de teoriacutea sexual (1905d ) AE 7 paacuteg 176]

H [En un paacuterrafo agregado en 1909 a La interpretacioacuten de los sudiacuteos (1900a) AE 4 paacuteg 176 Freud habiacutea propuesto la expresioacuten laquomasoquistas idealesraquo laquoideeUe Masochistenraquo para los individuos que laquono buscan el placer en el dolor corporaacutel que se infligen sno en la humillacioacuten y en la mortificacioacuten psiacutequicaraquo]

11 El yo y el ello (1923b) [supra paacutegs 50-1]

171

varios de ellos y el que maacutes contribuye a la resultante de fuerzas que se revuelve contra la curacioacuten y no quiere resigshynar la condicioacuten de enfermo iexclel padecer que la neurosi conlleva es justamente lo que la vuelve valiosa para la tenshydencia masoquista Tambieacuten es instructivo enterarse de que contrariando toda teoriacutea y expectativa una neurosis que se mostroacute refractaria a los empentildeos terapeacuteuticos puede desashyparecer siacute la persona cae en la miseria de un matrimonio desdichado pierde su fortuna o contrae una grave enfermeshydad orgaacutenica En tales casos una forma de padecer ha sido relevada por otra y vemos que uacutenicamente interesa poder retener cierto grado de padecimiento

No es faacutecil que los pacientes nos crean cuando les sentildeashylamos ese sentimiento inconciente de culpa Saben demasiado bien de las torturas (remordimiento) en que se exterioriza un sentimiento conciente de culpa una conciencia de culpa y por eso no pueden admitir que albergariacutean en su interior mociones de esa clase sin sentirlas para nada Opino que en cierta medida daremos razoacuten al veto de los pacientes si renunciamos a la denominacioacuten laquosentimiento inconciente de culparaquo por lo demaacutes incorrecta psicoloacutegicamente1Il y e1 cambio hablamos de una laquonecesidad de castigoraquo que nos permite recubrir de manera igualmente cabal el estado de cosas observado Pero no podemos abstenernos de apreciar y localizar este sentimiento inconciente de culpa seguacuten el moshydelo del sentimiento conciente

Hemos atribuido al superyoacute la funcioacuten de la conciencia moral y reconocido en el sentimiento de culpa la expr(sioacuten de una tensioacuten entre el yo y el superyoacuteP El yo reaccioniexcl con sentimientos de culpa (angustia de la conciencia moshyral) IR ante la percepcioacuten de que no estaacute a la altura de los reclamos que le dirige su ideal su superyoacute Ahora queremos saber coacutemo ha llegado el superyoacute a este exigente papel y por queacute el yo tiene que sentir miedo en caso de haber dishyferencia con su ideal

Si ya tenemos dicho que el yo encuentra su funcioacuten en conciliar entre siacute en reconciliar las exigencias de las tres instancias a las que sirve podemos agregar que tambieacuten para esto tiene en el superyoacute el arquetipo a que puede asshypitar En efecto este superyoacute es el subrogado tanto del ello como del mundo exterior1) Debe su geacutenesis a que los pri-

16 [Porque no corresponde llamar laquoinconcientesraquo a los sentimientos d El yo y el ello ibid paacutegs 24-5]

17 [[bid paacuteg 38] 1lt [Cf Inhibicioacuten siacutentoma) angustia ( 1926dl AE 20 paacuteg 1221 ll rO laquoNeurosis y psicosisraquo ( 1924b) supra paacuteg 157]

172

meros objetos de las mociones libidinosas del ello la pareja parental fueron introyectados en el yo a raiacutez de lo cual el viacutenculo con ellos fue desexualizado experimentoacute un desviacuteo de las metas sexuales directas Soacutelo de esta marer se posishybilitoacute la superacioacuten del complejo de Edipo Ahora bien el superyoacute conservoacute caracteres esenciales de las personas inshytroyectadas su poder su severidad su inclinacioacuten a la vigishylancia y el castigo Como lo he sentildealado en otro lugarmiddot es faacutecilmente concebible que la severidad resulte acrecentada por la desmezcIa de pulsiones que acomp1iacuteia a esa introducshycioacuten en el yo Ahora el superyoacute la conciencia moral eficaz dentro de eacutel puede volverse duro cruel despiadado hacia el yo a quien tutela De ese modo el imperativo categoacuterico de Kant es la herencia directa del complejo de Edipol

Pero esas mismas personas que como instancia de la conciencia moral siguen ejerciendo una accioacuten eficaz dentto del superyoacute despueacutes que dejaron de ser objetos de las moshyciones libidinosas del ello pertenecen ademaacutes al mundo exterior real De este fueron tomadas su poder tras el que se ocultan todos los influjos del pasado y de la tradishycioacuten fue una de las exteriorizaciones maacutes sensibles de la realidad Merced a esta coincidencia el superyoacute el sustituto del complejo de Edipo deviene tambieacuten representante del mundo exterior real y asiacute el arquetipo para el querer-alshycanzar del yo

De este modo como ya fue conjeturado en un sentido histoacuterico el complejo de Edipo demuestra ser la fuente de nuestra eticidaiquest individual (moral) En el curso del desshyarrollo infantil que lleva a la progresiva separacioacuten respecto de los progenitores va retrocediendo la significatividad pershysonal de estos para el superyoacute A las imagos 23 que restan de ellos se anudan despueacutes los influjos de maestros autorishydades modelos que uno mismo escoge y heacuteroes socialmente reconocidos cuvas personas ya no necesitan ser introyecshytadas por el yo que ha devenido maacutes resistente resistent La figura uacuteltima de est) serie que empieza con los progeni-

El )0 y el ello (1923b) [supra paacuteg 55] l [lbid paacutegs 36 y 49] 2 En el cuarto ensayo de Toacutetem y tabuacute (1912-13) 3 [El teacutermino imagoraquo no fue empleado por Freud con frecuencia

sobre todo en sus uacuteltimos escritos Aparentemente figura por vez primera en Sobre la dinaacutemica de la trasferenciaraquo (1912b) AE 12 paacuteg 98 donde lo atribuye a Jung (1911-12 paacuteg 164) En este pasaje Jung nos dice que lo eligioacute en parte influido por ulla novela con es tiacutetulo del escritor suizo Carl Spitteler y Hanns Sachs (1945 paacuteg 63) nos informa que la revista psicoanalftica Imago fundada por eacutel y Otto Rank en 1912 tambieacuten tornoacute su tiacutetulo de la misma fuente]

173

tores es el oscuro poder del destino que soacutelo los menos de nosotros podemos concebir impersonalmente Es poco lo que puede objetarse al literato holandeacutes Multatuli 4 cuando sustituye la MoiQu [destino] de los griegos por b pareja divina Aoacuteyo XUt AvaacuteIXll [razoacuten y necesidad] pero todos los que trasfieren la guiacutea del acontecer universal a la Proshyvidencia a Dios o a Dios y la Naturaleza son sospechosos de sentir a estos poderes no obstante ser los miacutes exteriores y los maacutes remotos como si fueran una parej3 ele progenitoshyres -vale decir mitoloacutegicamente- y de creerse enlazados con ellos por ligazones libidinosas En mi obra El yo y el ello (l923b) 26 he intentado derivar tambieacuten la angustia realista de muerte de los seres humanos de una concepshycioacuten como esta parental del destino Parece muy difiacutecil lishybrarse de ella

Tras estas consideraciones preliminares podemos volver a la apreciacioacuten del masoquismo moral Dijimos 7 qlle la conducta -en la cura y en su vida- de las personas aqueshyjadas despierta la impresioacuten de que sufrieran una desmedida inhibicioacuten moral y estuvieran bajo el imperio de una conshyciencia moral particularmente susceptible aunque no les sea condente nada de esa hipermoral Pero si lo estudiamos de maacutes cerca notamos bien la diferencia que media entre esa continuacioacuten inconciente de la moral y el masoquismo moshyral En la primera el acento recae sobre el sadismo acrecenshytado del superyoacute al cual el yo se somete en la segunda en cambio sobre el genuino masoquismo del yo quien pide castigo sea de parte del superyoacute sea de los poderes parenshytales de afuera Pero nuestra confusioacuten inicial puede disculshyparse pu(ts en los dos casos se trata de una relacioacuten entre el yo y el superyoacute o poderes equiparables a este uacuteltimo y en ambos el resultado es una necesidad que se satisface meshydiante castigo y padecimiento Ademaacutes difiacutecilmente sea un detalle sin importancia que el sadismo del superyoacute deviene conciente casi siempre con estridencia mientras que el afaacuten

24 E D Dlkker (1820-1887) [laquoMultatu1iraquo era desdl mucho tiemshypo atraacutes uno de los autores favoritos de Freud una de sus obras enshycabeza la lista de laquolos diez mejores librosraquo que este confeccionoacute en 1906 (Freud (1906) AE 9 paacuteg 224)]

25 [La voz griega AvaacuteYYl] ya habiacutea sido citada por Freud (si no ntLs) en ei trabajo sobre Llonardo da Vinei (191Oc) AE 11 paacuteg 116 en cuanto a Auacuteyo pareceriacutea ser esta la primera vez que la usa Lll sus escrituumls Ambas y en Lspecial la segunda son consideradas en Ivs paacuterrafos finales de El porvenir de una ilusioacuten (1927c) AE 21 iexclaacutegs 52 y sigs]

20 [ef supra paacutegs 58middot9] 27 [Ibid paacutegs 50 y sigs]

174

masoquista del yo permanece en general oculto paN la pershysona y se lo debe descubrir por su conducta

La condicioacuten de inconciente del masoquismo moral nos pone sobre una pista interesante Podriacuteamos traducir la exshypresioacuten laquosentimieflto inconciente de culparaquo por laquonecesidad de ser castigado por un poder parentalraquo Ahora bien sabeshymos que el deseo de ser golpeado por el padre tan frecuenshyte en fantasiacuteas estaacute muy relacionado con otro deseo el de entrar con eacutel en una vinculacioacuten sexual pasiva (femenina) y no es maacutes que la desfiguracioacuten regresiva de este uacuteltimo Siacute referimos este esclarecimiento al contenido del masoquisshymo moral se nos vuelve evidente su secreto sentido La conciencia moral y la moral misma nacieron por la superashycioacuten la clesexualizacioacuten del complejo de Edipo mediante el masoquismo moral la moral es resexualizada el complejo de Edipo esreanimado se abre la viacutea para una regresioacuten de la moral al eacuteomplejo de Edipo Y ello no redunda en beneshyficio de la moral ni del individuo Es verdad que este puede haber conservado junto a su masoquismo su eticidad Iacutenteshygra o cierto grado de ella pero tambieacuten es posible que en el masoquismo naufrague buena parte de su conciencia moral Por otra parte este uacuteltimo crea la tentacioacuten de un obrar laquopecaminosoraquo que despueacutes tiene que ser expiado con los reproches de la conciencia moral saacutedica (como en tantos tipos rusos de caraacutecter) o con el castigo del destino ese gran poder parental Para provocar el castigo por parte de middotesta uacuteltima subrogacioacuten de los progenitores el masoquista se ve obligado a hacer cosas inapropiadas a trabajar en contra de su propio beneficio destruir las perspectivas que se le abren en el mundo real y eventualmente aniquilar su propia existencia real

La reversioacuten del sadismo hacia la persona propia ocurre regularmente a raiacutez de la sofocacioacuten cultural de las pulsiones en virtud de la cual la persona se abstiene de aplicar en su vida buena parte de sus componentes pulsionales desshytructivos Cabe imaginar que esta parte relegada de la pulshysioacuten de destruccioacuten salga a la luz como un acrecentamiento del masoquismo en el interior del yo Empero los fenoacutemeshynos de la conciencia moral dejan colegir que la destruccioacuten que retorna desde el mundo exterior puede ser acogiacuteda por el superyoacute y aumentar su sadismo hacia el yo aun sin meshydiar aquella mudanza El sadismo del superyoacute y el masoshyquismo del yo se complementan uno al otro y se auacutenan para provocar las mismas consecuencias Opino que soacutelo asiacute es poshysible comprender que de la sofocacioacuten de las pulsiones reshysulte -con frecuencia o en la totalidad de los casos- un

17)

sentimiento de culpa y que la conciencia moral se vuelva tanto maacutes severa y susceptible cuanto maacutes se abstenga la persona de agredir a los demaacutess De un individuo que sabe acerca de siacute mismo que suele evitar agresiones culturalshymente indeseadas cabriacutea esperar que por esa razoacuten tuviera buena conciencia y vigilara a su yo con menor desconfianza Lo habitual es presentar las cosas como si el reclamo eacutetico fuera lo primario y la renuncia de lo pulsional su conseshycuencia Pero asiacute queda sin explicar el origen de la eticidad En realidad parece ocurrir lo inverso la primera renuncia de lo pulsional es arrancada por poderes exteriores y es ella la que crea la eticidad que se expresa en la conciencia moral y reclama nuevas renuncias de lo pulsional 29

Asiacute el masoquismo moral pasa a ser el testimonio claacutesico de la existencia de la mezcla de pulsiones Su peligrosidad se debe a que desciende de la pu)sioacuten de muerte corresshyponde a aquel sector de ella que se ha sustraiacutedo a su vuelta hacia afuera como pulsioacuten de destruccioacuten Pero como por otra parte tiene el valor psiacutequico Bedeutung de un comshyponente eroacutetico ni aun la autodestruccioacuten de la persona puede producirse sin satisfaccioacuten libidinosa3()

x [ef El yo y el ello (1923b) supra paacutegs 54-5J 9 [Los temas examinados en este paacuterrafo fueron ampliados gtDr

Freud en el capiacutetulo VII de El malestar en la cultura (1930a)] lO [Freud volvioacute a ocuparse del masoquismo en rebeioacuten eOIl el

tratamiento psicoanaliacutetico en laquoAnliacutelisi terminahle e interminable (19nc) AF 23 paacuteg 244]

176

AH 7 paacutegs 142-51 en laquoPulsiones y destinos de pulsioacutenraquo (1915c) AE 14 paacutegs 122-5 y con mucho mayor amshyplitud en laquoPegan a un nintildeoraquo (191ge) artiacuteculo este uacuteltimo al que eacutel mismo calificoacute en una carta a Ferenczi como laquoun escrito sobre el masoquismoraquo En todos los trashybajos mencionados el masoquismo deriva de un sadismo anterior no reconocieacutendose nada semejante a un masoquisshymo primario (Cf por ejemplo AE 14 paacutegs 123--1 y 17 paacutegs 190-1) Sin embargo en Maacutes allaacute del principio de placer (1920c) tras la introduccioacuten de la laquopulsioacuten de muerteraquo se nos dice que laquopodriacutea haber tambieacuten un masomiddot quismo primarioraquo (AE 18 paacuteg 53) y en la presente obra su existencia se da por cierta explicaacutendola principalmente sobre la base de la laquomezclaraquo y laquodesmezclaraquo de las dos clases de pulsiones -concepto ya examinado en detalle en El yo y el ello (1923b) que se publicoacute menos de un antildeo antes- al paso que en 1m) interesantes consideraciones introductoshyrias se analiza la aparente contradiccioacuten de una pulsioacuten que apunta al displacer y se distinguemiddot por primera vez con clashyrid1d el laquoprincipio de constanciaraquo del laquoprincipio de placerraquo

Freud muestra que ese masoquismo primario o laquoeroacutegenoraquo tiene dos formas derivadas a una de ellas que denomina laquofemeninaraquo ya la habiacutea examinado en su trabajo laquoPegan a un nintildeoraquo pero la tercera clase de masoquismo el laquoma-50quismo moralraquo) le permite explayarse sobre muchos punshytos que habiacutean sido apenas rozados en El )0 y el ello y plantear nuevos problemas en relacioacuten COI1 los sentimientos de culpa y la actividad de la conciencia moral

T ames Strarhev

1 Gran parte de lo que alliacute dice sobre este tema fue en verdad agregado al libro en 1915 lo esencial del presente artiacuteculo estltIacute CCIshytenido en una nota al pie agregada en 1924

Tal vez deba mencionarse que soacutelo en escritos posteriores a partir del capiacutetulo VI de El malestar en d culllrLl (1930a) Freud dirigioacute su atencioacuten maacutes especiacuteficamente a la accioacuten de la pulsioacuten de muerte vaeLida hLlciiexcliexcl el lIlundo exterior (la agresiidad y la destructividad) si bien se ocupa d lSto hasta cierto punto al final del presente ankul

16-1

Desde el punto de vista eco no mlco la existencia de la aspiracioacuten masoquista en la vida pulsional de los seres humiddot manos puede con derecho calificarse de enigmaacutetica En efecmiddot to el masoquismo es incomprensible si el principio de placer gobierna los procesos aniacutemicos de modo tal que su meta inmiddot mediata sea la evitacioacuten de displacer y la ganancia de placer Si dolor y displacer pueden dejar de ser advertencias para constituirse ellos mismos en metas el principio de placer queda paralizado y el guardiaacuten de nuestra vida aniacutemica por asiacute decir narcotizado

De este modo el masoquismo se nos aparece bajo la luz de un gran peligro lo cual no ocurre en absoluto con su contraparte e sadismo Nos sentimos tentados de dar al principio de placer e nombre de guardiaacuten de nuestra vida y no soacutelo de nuestra vida aniacutemica Pero entonces se plantea la tarea de indagar la relacioacuten de principio de placer con las dos variedades de pulsiones que hemos distinguido las pul siones de muerte y las pulsiones eroacuteticas (libidinosas) de vida y no avanzaremos en la apreciacioacuten del problema mamiddot soquista hasta que no cumplamos con ese requerimiento

Recueacuterdese que hemos concebido al principio que gobier na todos los procesos aniacutemicos como un caso especial de la tendencia a la estabilidad de Fechnerl asiacute atribuimos al aparato aniacutemico e propoacutesito de reducir a la nada las sumas de excitacioacuten que le afluyen o al menos mantenerlas en el miacutenimo grado posible Barbara Low [1920 paacuteg 731 promiddot puso para este afaacuten supuesto del aparato el nombre de principio de Nirvana que aceptamos2 Pero identificamos apresuradamente e principio de placermiddotdisplacer con este

J Maacutes allaacute del principio de placer (1920g) [AE 18 paacuteg 9] [bid paacuteg 54 Anteriormente Freud lo habiacutea llamado laquoprincipio

de constanciaraquo Se hallaraacute una resentildea completa de la historia del uso de estos conceptos por parte de Freud y de su relacioacuten con el principio de placer en una nota al pie agregada por miacute en (Pulsiones y destinos de pulsioacutenraquo (l915c) AE 14 paacutegs 116middot7]

165

prinCIpIO de Nirvana De ser ideacutenticos todo displacer deshyberiacutea coincidir con una elevacioacuten y todo placer con una disminucioacuten de la tensioacuten de estiacutemulo presente en 10 aniacuteshymico el principio de Nirvana (y el principio de pbcer sumiddot puestamente ideacutentico a eacutel) estariacutea por completo al servicio de las pulsiones de muerte cuya meta es conducir la inmiddot quietud de la vida a la estabilidad de 10 inorgaacutenico y tendriacutea por funcioacuten alertar contra las exigencias de las pulsiones de vida -de la libido- que procuran perturbar el ciclo vital a cuya consumacioacuten se aspira Pues bien esta concepcioacuten nc puede ser correcta Parece que registramos el aumento y 1 disminucioacuten de las magnitudes de estiacutemulo directamente dentro de la serie de los sentimientos de tensioacuten y es inmiddot dudable que existen tensiones placenteras y distensiones dismiddot placenteras El estado de la excitacioacuten sexual es el ejemplo maacutes notable de uno de estos incrementos placenteros de estiacutemulo aunque no el uacutenico por cierto

Entonces placer y displacer no pueden ser referidos al aumento o la disminucioacuten de una cantidad que llamamos laquotensioacuten de estiacutemuloraquo si bien es evidente que tienen mucho que ver con este factor Parecieran no depender de este facshytor cuantitativo sino de un caraacutecter de eacutel que soacutelo podemos calificar de cualitativo Estariacuteamos mucho maacutes adelantados en la psicologiacutea si supieacutesemos indicar este caraacutecter cualitashytivo Quizaacute sea el ritmo el ciclo temporal de las alteraciomiddot nes suhidas y caiacutedas de la cantidad de estiacutemulo no lo sabemos

Comoquiera que fuese deberiacuteamos percatarnos de que el principio de Nirvana suacutebdito de la pulsioacuten de muerte ha experimentado en el ser vivo una modificacioacuten por la cual devino principio de placer y en lo sucesivo tendriacuteamos que evitar considerar a esos dos principios como uno solo Ahora bien si nos empentildeamos en avanzar en el sentido de esta remiddot flexioacuten no resultaraacute difiacutecil colegir el poder del que partioacute tal modificacioacuten Soacutelo pudo ser la pulsioacuten de vida la libido la que de tal modo se conquistoacute un lugar junto a la pulsioacuten de muerte en la regulacioacuten de los procesos vitales Asiacute obshytenemos una pequentildea pero interesante serie de copTtenenshycias el principio de Nirvana expresa la tendencia de la pulsioacuten de muerte el principio de placer subroga la exigenshycia de la libido y su modificacioacuten el principio de realidad4 el influjo del mundo exterior

[Ya se habiacutea formulado esta conjetura en Maacutes allaacute del principio di placer (1920g) AE 18 paacutegs 7middot8 y 61J

-l [Cf laquoFormulaciones sobre los dos principios del acaecer psiacutequicogt (1911h) AJ 12 paacutegs 224middot51

166

En verdad ninguno de estos tres principios es destituido por los otros En general saben conciliarse entre siacute aun cuanshydo en ocasiones desembocaraacute forzosamente en conflictos el hecho de que por un lado se establezca como meta la reshybaja cuantitativa de la carga de estiacutemulo por el otro un caraacutecter cualitativo de ella y en tercer lugar una demora de la descarga de estiacutemulo y una admisioacuten provisional de la tensioacuten de displacer

La conclusioacuten de estas elucidaciones es que no puede rehusarse al principio de placer el tiacutetulo de guardiaacuten de la vida

Volvamos al masoquismo Se ofrece a nuestra observacioacuten en tres figuras como una condicioacuten a la que se sujeta la excitacioacuten sexual como una expresioacuten de la naturaleza feshymenina y como una norma de la conducta en la vida (behashyviour) De acuerdo con ello es posible distinguir un masoshyquismo eroacutegeno uno femenino y uno moral El primero el masoquismo eroacutegeno el placer gusto de recibir dolor se encuentra tambieacuten en el fundamento de las otras dos [armas han de atribuiacutersele bases bioloacutegicas y constitucionales y pershymanece incomprensible si uno no se decide a adoptar ciertos supuestos acerca de constelaciones que son totalmente oscushyras La tercera forma de manifestacioacuten del masoquismo en cierto sentido b maacutes importante soacutelo recientemente ha sido apreciada por el psicoanaacutelisis como un sentimiento de culpa las maacutes de las veces inconciente Empero ya admite un esshyclarecimiento pleno y su insercioacuten dentro de la trama de nuestros conocimientos En cuanto al masoquismo femenino es el maacutes accesible a nuestra observacioacuten el menos enigmaacuteshytico y se lo puede abarcar con la mirada en todos sus nexos Empecemos con eacutel nuestra exposicioacuten

De esta clase de masoquismo en el varoacuten (al que me limito aquiacute en razoacuten del material disponible) nos dan sufishyciente noticia las fantasiacuteas de personas masoquistas (y a menudo por eso impotentes) que o desembocan en el acto onanista o figuran por siacute solas la satisfaccioacuten sexualf La escenificaciones V eronstaltul1g reales de los perversos mashysoquistas responden punto por punto a esas fantasiacuteas ya sean ejecutadas como un fin en siacute mismas o sirvan para

5 [Freud retomoacute esta argumentacioacuten en el capiacutetulo VIII de su Esquema del psicoanaacutelisis (l940a)]

iexcliexcl [Cf laquoPe(an a un nintildeogt (191gel AE 17 paacute(s 193 y si(sl

167

producir la potencia e iniciar el acto sexual En ambos casos -ya que aquellas no son sino la realizacioacuten esceacutenica spieleshyrisehe de las fantasiacuteas- el contenido manifiesto es el mismo ser amordazado atado golpeado dolorosamente azoo tado maltratado de cualquier modo sometido a obediencia incondicional ensuciado denigrado Es mucho maacutes raro que dentro de este contenido se incluvan mutilaciones cuando sucede se les impone grandes limitaciones La interpretashycioacuten maacutes inmediata y faacutecil de obtener es que el masoquista quiere ser tratado como un nintildeo pequentildeo desvalido y deshypendiente pero en particular como un nintildeo diacutescolo Huelga aducir casuiacutestica todo el material es homogeacuteneo y accesible a cualquier observador aunque no se analista Pero si se tiene la oportunidad de estudiar casos en que las fantasiacuteas masoquistas hayan experimentado un procesamiento particushylarmente rico es faacutecil descubrir que ponen a la persona en una situacioacuten caracteriacutestica de la feminidad vale decir sigshynifican ser castrado ser poseiacutedo sexual mente o plrir Por eso he dado a esta forma de manifestacioacuten del masoquIacutecmo el nombre de laquofemeninaraquo en cierto modo a potinri [sobre la base de sus ejemplos extremos L aunque muchiacutesimos de sus elementos apuntan a la vida infantil Sobre esta estratishyficacioacuten superpuesta de 10 i1fantil y lo femenino daremos despueacutes un esclarecimiento simple La castracioacuten deg el dejar ciego que la subroga ha impreso a menudo su huella negashytiva en las fantasiacuteas la condicioacuten de que a los genitales o a los ojos justamente no les pase nada (Por lo demaacutes es raro que los martirios masoquistas cobren un aspecto tan erio como las crueldades -fantaseadas o escenificildas il1Szcniert1- del sadismo) En el contenido manifiesto de las fantasiacuteas masoquistas se expresa tambieacuten un sentimiento de culpa cuando se supone que la persona afectada ha inshyfringido algo (se lo deja indeterminado) que debe expiarse mediante todos esos procedimientos dolorosos y martirizashydores Esto aparece como una racionalizacioacuten superficial de los contenidos masoquistas pero detraacutes se esconde el nexo con la masturbacioacuten infantil Y por otra parte este factor la culpa nos lleva a la tercera forma el masoquismo moral

El masoquismo femenino que acabamos de describir se basa enteramente en el masoquismo primario eroacutegeno el placer de recibir dolor no obtendremos su explicacioacuten sin retomar el problema desde muy atraacutes

En Tres ensavos de teoriacutea sexual (1905d) en la seccioacuten sobre las fuents de la sexualidad infantil formuleacute la tesis

168

de que laquola excitacioacuten sexual se genera como efecto colateral a raiacutez de una gran seric de procesos internos para 10 cual basta que la intensidad de estos rebase ciertos liacutemites cuanshytitativosraquo Y que quizaacutes laquoen el organismo no ocurra nada de cierta importancia que no ceda sus componentes a la exmiddot citacioacuten de la pulsioacuten sexualraquo7 Seguacuten eso tambieacuten la exshycitacioacuten de dolor y la de displacer tendriacutean esa consecuenshycias Esa coexcitacioacuten libidinosa provocada por una tensioacuten dolorosa y displacentera seriacutea un mecanismo fisiol5gico inshyfantil que se agotariacutea luego En las diferentes constituciones sexuales experimentariacutea diversos grados de desarrollo y en todo caso proporcionariacutea la base fisioloacutegica sobre la cual se erigiriacutea despueacutes como superestructura psiacutequica el masoshyquismo eroacutegeno

Ahora bien esta explicacioacuten demuestra ser insuficiente al no arrojar nnguna luz sobre los viacutenculos regulares e iacutentimos entre el masoquismo y su contraparte en la vida pulsional el sadismo Si se retrocede algo maacutes hasta el supuesto de las dos variedades de pulsiones que consideramos operantes en el ser vivo se llega a otra derivacioacuten que empero no contradice a la anterior En el ser vivo (pluricelular) la lishybido se enfrenta con la pulsioacuten de destruccioacuten o de muerte esta que impera dentro de eacutel querrra des agregarlo y llevar a cada uno de los organismos elementales a la condicioacuten de la estabilidad inorgaacutenica (aunque tal estabilidad soacutelo pueda ser relativa) La tarea de la libido es volver inocua esta pulshysioacuten destructora la desempentildea desviaacutendola en buena paiacutete -y muy pronto con la ayuda de un sistema de oacutergano parshyticular la musculatura- hacia afuera dirigieacutendola hacia los objetos del mundo exterior Recibe entonces el nombre de pulsioacuten de destruccioacuten pulsioacuten de apoderamiento voluntad de rodero Un sector de esta pulsioacuten es puesto directamente al servicio de la funcioacuten sexual donde tiene a su cargo una importante operacioacuten Es el sadismo propiamente dicho Otro sector no obedece a este traslado hacia afuera permashynece en el interior del organismo y alliacute es ligado lihiJinosashymcnte con allda de la coexcitacioacuten sexual antes mencionashyda en ese sctor tenemos que discernir el masoquismo eroacutemiddot geno originario9

Nos falta todo saber fisioloacutegico acerca de los caminos y los medios por los cuales pueda consumarse este domentildea-

[AE 7 paacuteg 186] s [lbid paacuteg 185 ] n [Veacutease con respecto a todo esto El yo y el ello (1923amp) supra

paacuteg 42 asiacute como la descripcioacuten hecha en Maacutes aUaacute del principio de pl4Cir (1920g) AE 18 paacuteg 49]

169

miento 10 de la pulsioacuten de muerte por la libido Dentro del circulo de ideas del psicoanaacutelisis no cabe sino este supuesmiddot to se producen una mezcla y una combinacioacuten muy vastas y de proporciones variables entre 13s dos clases de pulsioacuten asiacute no debemos contar con una pulsioacuten ne muerte y una de vida puras sino soacutelo con contaminaciones de ellas cr vashylencias diferentes en cada caso Por efecto de ciertos facshytores a una mezcla de pulsiones puede corresponderle una desmezcla No alcanzamos a colegir la proporcioacuten de 118 pulshysiones de muerte que se sustraen de eSe domentildeamiento loshygrado mediante ligazoacuten a complementos libidinosos

Si se consiente alguna imprecisioacuten puede decirse que la pulsioacuten de muerte actuante en el interior del organismo -el sadismo primordial-o es ideacutentica al masoquismo Despueacutes que su parte principal fue trasladada afuera sobre los objeshytos en el interior permanece como su residuo el genuino masoquismo eroacutegeno que por una parte ha devenido un componente de la libido pero por la otra sigue teniendo como objeto al ser propio Asiacute ese masoquismo seriacutea un testigo y un relicto de aquella fase de formacioacuten en que acontecioacute la liga tan importante para la vida entre Eros y pulsioacuten de muerte No nos asombraraacute enterarnos de que el sadismo proyectado vuelto hacia afuera o pulsioacuten de desshytruccioacuten puede bajo ciertas constelaciones ser introyectado de nuevo vuelto hacia adentro regresando asiacute a su situashycioacuten anterior En tal caso da por resultado el masoquismo secundario que viene a antildeadirse al originario

El masoquismo eroacutegeno acompantildea a la libido en todas sus fases de desarrollo y le toma prestados sus cambiantes reshyvestimientos psiacutequicosl1 La angustia de ser devorad por el animal toteacutemico (padre) proviene de la organizacieacuten oral primitiva el deseo de ser golpeado por el padre de la fase saacutedico-anal que sigue n aquella h castracioacuten si bien desshymentida maacutes tarde interviene en el contenido de las fanshytasiacuteas masoquistas como sedimento del estadio faacutelico de orshyganizacioacutenl y desde luego las situaciones de ser poseiacutedo sexualmente y de parir caracteriacutesticas de la feminidad de-

10 [laquoBandigunJiraquo vuelve a utilizar esta palabra en ltAnaacutelisis termishynable e interminableraquo (1937c) AE 23 paacuteg 227 mucho antes en el PrcYeacutecto de psicologiacutearaquo de 1895 ( 1950a) AE 1 paacuteg 430 habiacutea aplicado la misma idea al domentildeamientoraquo de los recuerdos]

11 [Psychische Untkleidungenraquo esta imagen fue empleada de anshytiguo por Freud Aparece variacuteas veces verbigracia en el caso Doraraquo ( 1905e) AE 7 paacutegs 73-4 y 87 n 13]

1 Veacutease La organizacioacuten genital infantilraquo (l923e) r supra paacuteg 147 donde en una nota al pie comento el empleo del teacutermino ltdesshymentidaraquo]

170

rivan de la organizacioacuten genital definitiva Tambieacuten resulta faacutecil comprender el papel que las nalgas desempentildean en el masoquismo prescindiendo de su obvio fundamento realY Las nalgas son la parte del cuerpo preferida eroacutegenamente en la fase saacutedico-anal como lo son las mamas en la fnse oral y el pene en la genital

La tercera forma del masoquismo el masoquismo moralH es notable sobre todo por haber aflojado su viacutenculo con lo que conocemos como sexualidad Es que en general todo pashydecer masoquista tiene por condicioacuten la de partir de la persona amada y ser tolerado por orden de ella esta restricshycioacuten desaparece en el masoquismo moral El padecer como tal es 10 que importa no interesa que lo inflija la persona amada o una indiferente asiacute sea causado por poderes o cirshycunstancias impersonales el verdadero masoquista ofrece su mejiacutella toda vez que se presenta la oportunidad de recibir una bofetada Para explicar esta conducta es muy tentador dejar de lado la libido y limitarse al supuesto de que aquIacute la pulsioacuten de destruccioacuten fue vuelta de nuevo hacia adentro y ahora abate su furia sobre el siacute-mismo propio no obstante debe de tener su sentido el hecho de que el uso linguumliacutestico no haya resignado el viacutenculo de esta norma de conducta en la vida con el erotismo y llame tambieacuten laquomasoquistasraquo a estos que se infieren dantildeo a siacute mismos

Fieles a un haacutebito teacutecnico nos ocuparemos primero de la forma extrema indudablemente patoloacutegica de este masoshyquismo En otro lugar 15 he sentildealado que en el tratamiento analiacutetico nos topamos con pacientes cuyo comportamiento frente a los influjos de la cura nos fuerza a atribuirles un sentimiento de culpa laquoinconcienteraquo Indiqueacute ahiacute aquello por lo cual se reconoce a estas personas (la laquoreaccioacuten terapeacuteushytica negativaraquo) y no dejeacute de consignar que la intensidad de una mocioacuten de esta iacutendole significa una de las resistencias maacutes graves y el mayor peligro pata el eacutexito de nuestros proshypoacutesitos meacutedicos o pedagoacutegicos La satisfaccioacuten de este sen timiento incondente de culpa es quizaacutes el rubro maacutes fuerte de la ganancia de la enfermedad compuesta en general por

1 [Hay una referencia a esto en Tres ensayos de teoriacutea sexual (1905d ) AE 7 paacuteg 176]

H [En un paacuterrafo agregado en 1909 a La interpretacioacuten de los sudiacuteos (1900a) AE 4 paacuteg 176 Freud habiacutea propuesto la expresioacuten laquomasoquistas idealesraquo laquoideeUe Masochistenraquo para los individuos que laquono buscan el placer en el dolor corporaacutel que se infligen sno en la humillacioacuten y en la mortificacioacuten psiacutequicaraquo]

11 El yo y el ello (1923b) [supra paacutegs 50-1]

171

varios de ellos y el que maacutes contribuye a la resultante de fuerzas que se revuelve contra la curacioacuten y no quiere resigshynar la condicioacuten de enfermo iexclel padecer que la neurosi conlleva es justamente lo que la vuelve valiosa para la tenshydencia masoquista Tambieacuten es instructivo enterarse de que contrariando toda teoriacutea y expectativa una neurosis que se mostroacute refractaria a los empentildeos terapeacuteuticos puede desashyparecer siacute la persona cae en la miseria de un matrimonio desdichado pierde su fortuna o contrae una grave enfermeshydad orgaacutenica En tales casos una forma de padecer ha sido relevada por otra y vemos que uacutenicamente interesa poder retener cierto grado de padecimiento

No es faacutecil que los pacientes nos crean cuando les sentildeashylamos ese sentimiento inconciente de culpa Saben demasiado bien de las torturas (remordimiento) en que se exterioriza un sentimiento conciente de culpa una conciencia de culpa y por eso no pueden admitir que albergariacutean en su interior mociones de esa clase sin sentirlas para nada Opino que en cierta medida daremos razoacuten al veto de los pacientes si renunciamos a la denominacioacuten laquosentimiento inconciente de culparaquo por lo demaacutes incorrecta psicoloacutegicamente1Il y e1 cambio hablamos de una laquonecesidad de castigoraquo que nos permite recubrir de manera igualmente cabal el estado de cosas observado Pero no podemos abstenernos de apreciar y localizar este sentimiento inconciente de culpa seguacuten el moshydelo del sentimiento conciente

Hemos atribuido al superyoacute la funcioacuten de la conciencia moral y reconocido en el sentimiento de culpa la expr(sioacuten de una tensioacuten entre el yo y el superyoacuteP El yo reaccioniexcl con sentimientos de culpa (angustia de la conciencia moshyral) IR ante la percepcioacuten de que no estaacute a la altura de los reclamos que le dirige su ideal su superyoacute Ahora queremos saber coacutemo ha llegado el superyoacute a este exigente papel y por queacute el yo tiene que sentir miedo en caso de haber dishyferencia con su ideal

Si ya tenemos dicho que el yo encuentra su funcioacuten en conciliar entre siacute en reconciliar las exigencias de las tres instancias a las que sirve podemos agregar que tambieacuten para esto tiene en el superyoacute el arquetipo a que puede asshypitar En efecto este superyoacute es el subrogado tanto del ello como del mundo exterior1) Debe su geacutenesis a que los pri-

16 [Porque no corresponde llamar laquoinconcientesraquo a los sentimientos d El yo y el ello ibid paacutegs 24-5]

17 [[bid paacuteg 38] 1lt [Cf Inhibicioacuten siacutentoma) angustia ( 1926dl AE 20 paacuteg 1221 ll rO laquoNeurosis y psicosisraquo ( 1924b) supra paacuteg 157]

172

meros objetos de las mociones libidinosas del ello la pareja parental fueron introyectados en el yo a raiacutez de lo cual el viacutenculo con ellos fue desexualizado experimentoacute un desviacuteo de las metas sexuales directas Soacutelo de esta marer se posishybilitoacute la superacioacuten del complejo de Edipo Ahora bien el superyoacute conservoacute caracteres esenciales de las personas inshytroyectadas su poder su severidad su inclinacioacuten a la vigishylancia y el castigo Como lo he sentildealado en otro lugarmiddot es faacutecilmente concebible que la severidad resulte acrecentada por la desmezcIa de pulsiones que acomp1iacuteia a esa introducshycioacuten en el yo Ahora el superyoacute la conciencia moral eficaz dentro de eacutel puede volverse duro cruel despiadado hacia el yo a quien tutela De ese modo el imperativo categoacuterico de Kant es la herencia directa del complejo de Edipol

Pero esas mismas personas que como instancia de la conciencia moral siguen ejerciendo una accioacuten eficaz dentto del superyoacute despueacutes que dejaron de ser objetos de las moshyciones libidinosas del ello pertenecen ademaacutes al mundo exterior real De este fueron tomadas su poder tras el que se ocultan todos los influjos del pasado y de la tradishycioacuten fue una de las exteriorizaciones maacutes sensibles de la realidad Merced a esta coincidencia el superyoacute el sustituto del complejo de Edipo deviene tambieacuten representante del mundo exterior real y asiacute el arquetipo para el querer-alshycanzar del yo

De este modo como ya fue conjeturado en un sentido histoacuterico el complejo de Edipo demuestra ser la fuente de nuestra eticidaiquest individual (moral) En el curso del desshyarrollo infantil que lleva a la progresiva separacioacuten respecto de los progenitores va retrocediendo la significatividad pershysonal de estos para el superyoacute A las imagos 23 que restan de ellos se anudan despueacutes los influjos de maestros autorishydades modelos que uno mismo escoge y heacuteroes socialmente reconocidos cuvas personas ya no necesitan ser introyecshytadas por el yo que ha devenido maacutes resistente resistent La figura uacuteltima de est) serie que empieza con los progeni-

El )0 y el ello (1923b) [supra paacuteg 55] l [lbid paacutegs 36 y 49] 2 En el cuarto ensayo de Toacutetem y tabuacute (1912-13) 3 [El teacutermino imagoraquo no fue empleado por Freud con frecuencia

sobre todo en sus uacuteltimos escritos Aparentemente figura por vez primera en Sobre la dinaacutemica de la trasferenciaraquo (1912b) AE 12 paacuteg 98 donde lo atribuye a Jung (1911-12 paacuteg 164) En este pasaje Jung nos dice que lo eligioacute en parte influido por ulla novela con es tiacutetulo del escritor suizo Carl Spitteler y Hanns Sachs (1945 paacuteg 63) nos informa que la revista psicoanalftica Imago fundada por eacutel y Otto Rank en 1912 tambieacuten tornoacute su tiacutetulo de la misma fuente]

173

tores es el oscuro poder del destino que soacutelo los menos de nosotros podemos concebir impersonalmente Es poco lo que puede objetarse al literato holandeacutes Multatuli 4 cuando sustituye la MoiQu [destino] de los griegos por b pareja divina Aoacuteyo XUt AvaacuteIXll [razoacuten y necesidad] pero todos los que trasfieren la guiacutea del acontecer universal a la Proshyvidencia a Dios o a Dios y la Naturaleza son sospechosos de sentir a estos poderes no obstante ser los miacutes exteriores y los maacutes remotos como si fueran una parej3 ele progenitoshyres -vale decir mitoloacutegicamente- y de creerse enlazados con ellos por ligazones libidinosas En mi obra El yo y el ello (l923b) 26 he intentado derivar tambieacuten la angustia realista de muerte de los seres humanos de una concepshycioacuten como esta parental del destino Parece muy difiacutecil lishybrarse de ella

Tras estas consideraciones preliminares podemos volver a la apreciacioacuten del masoquismo moral Dijimos 7 qlle la conducta -en la cura y en su vida- de las personas aqueshyjadas despierta la impresioacuten de que sufrieran una desmedida inhibicioacuten moral y estuvieran bajo el imperio de una conshyciencia moral particularmente susceptible aunque no les sea condente nada de esa hipermoral Pero si lo estudiamos de maacutes cerca notamos bien la diferencia que media entre esa continuacioacuten inconciente de la moral y el masoquismo moshyral En la primera el acento recae sobre el sadismo acrecenshytado del superyoacute al cual el yo se somete en la segunda en cambio sobre el genuino masoquismo del yo quien pide castigo sea de parte del superyoacute sea de los poderes parenshytales de afuera Pero nuestra confusioacuten inicial puede disculshyparse pu(ts en los dos casos se trata de una relacioacuten entre el yo y el superyoacute o poderes equiparables a este uacuteltimo y en ambos el resultado es una necesidad que se satisface meshydiante castigo y padecimiento Ademaacutes difiacutecilmente sea un detalle sin importancia que el sadismo del superyoacute deviene conciente casi siempre con estridencia mientras que el afaacuten

24 E D Dlkker (1820-1887) [laquoMultatu1iraquo era desdl mucho tiemshypo atraacutes uno de los autores favoritos de Freud una de sus obras enshycabeza la lista de laquolos diez mejores librosraquo que este confeccionoacute en 1906 (Freud (1906) AE 9 paacuteg 224)]

25 [La voz griega AvaacuteYYl] ya habiacutea sido citada por Freud (si no ntLs) en ei trabajo sobre Llonardo da Vinei (191Oc) AE 11 paacuteg 116 en cuanto a Auacuteyo pareceriacutea ser esta la primera vez que la usa Lll sus escrituumls Ambas y en Lspecial la segunda son consideradas en Ivs paacuterrafos finales de El porvenir de una ilusioacuten (1927c) AE 21 iexclaacutegs 52 y sigs]

20 [ef supra paacutegs 58middot9] 27 [Ibid paacutegs 50 y sigs]

174

masoquista del yo permanece en general oculto paN la pershysona y se lo debe descubrir por su conducta

La condicioacuten de inconciente del masoquismo moral nos pone sobre una pista interesante Podriacuteamos traducir la exshypresioacuten laquosentimieflto inconciente de culparaquo por laquonecesidad de ser castigado por un poder parentalraquo Ahora bien sabeshymos que el deseo de ser golpeado por el padre tan frecuenshyte en fantasiacuteas estaacute muy relacionado con otro deseo el de entrar con eacutel en una vinculacioacuten sexual pasiva (femenina) y no es maacutes que la desfiguracioacuten regresiva de este uacuteltimo Siacute referimos este esclarecimiento al contenido del masoquisshymo moral se nos vuelve evidente su secreto sentido La conciencia moral y la moral misma nacieron por la superashycioacuten la clesexualizacioacuten del complejo de Edipo mediante el masoquismo moral la moral es resexualizada el complejo de Edipo esreanimado se abre la viacutea para una regresioacuten de la moral al eacuteomplejo de Edipo Y ello no redunda en beneshyficio de la moral ni del individuo Es verdad que este puede haber conservado junto a su masoquismo su eticidad Iacutenteshygra o cierto grado de ella pero tambieacuten es posible que en el masoquismo naufrague buena parte de su conciencia moral Por otra parte este uacuteltimo crea la tentacioacuten de un obrar laquopecaminosoraquo que despueacutes tiene que ser expiado con los reproches de la conciencia moral saacutedica (como en tantos tipos rusos de caraacutecter) o con el castigo del destino ese gran poder parental Para provocar el castigo por parte de middotesta uacuteltima subrogacioacuten de los progenitores el masoquista se ve obligado a hacer cosas inapropiadas a trabajar en contra de su propio beneficio destruir las perspectivas que se le abren en el mundo real y eventualmente aniquilar su propia existencia real

La reversioacuten del sadismo hacia la persona propia ocurre regularmente a raiacutez de la sofocacioacuten cultural de las pulsiones en virtud de la cual la persona se abstiene de aplicar en su vida buena parte de sus componentes pulsionales desshytructivos Cabe imaginar que esta parte relegada de la pulshysioacuten de destruccioacuten salga a la luz como un acrecentamiento del masoquismo en el interior del yo Empero los fenoacutemeshynos de la conciencia moral dejan colegir que la destruccioacuten que retorna desde el mundo exterior puede ser acogiacuteda por el superyoacute y aumentar su sadismo hacia el yo aun sin meshydiar aquella mudanza El sadismo del superyoacute y el masoshyquismo del yo se complementan uno al otro y se auacutenan para provocar las mismas consecuencias Opino que soacutelo asiacute es poshysible comprender que de la sofocacioacuten de las pulsiones reshysulte -con frecuencia o en la totalidad de los casos- un

17)

sentimiento de culpa y que la conciencia moral se vuelva tanto maacutes severa y susceptible cuanto maacutes se abstenga la persona de agredir a los demaacutess De un individuo que sabe acerca de siacute mismo que suele evitar agresiones culturalshymente indeseadas cabriacutea esperar que por esa razoacuten tuviera buena conciencia y vigilara a su yo con menor desconfianza Lo habitual es presentar las cosas como si el reclamo eacutetico fuera lo primario y la renuncia de lo pulsional su conseshycuencia Pero asiacute queda sin explicar el origen de la eticidad En realidad parece ocurrir lo inverso la primera renuncia de lo pulsional es arrancada por poderes exteriores y es ella la que crea la eticidad que se expresa en la conciencia moral y reclama nuevas renuncias de lo pulsional 29

Asiacute el masoquismo moral pasa a ser el testimonio claacutesico de la existencia de la mezcla de pulsiones Su peligrosidad se debe a que desciende de la pu)sioacuten de muerte corresshyponde a aquel sector de ella que se ha sustraiacutedo a su vuelta hacia afuera como pulsioacuten de destruccioacuten Pero como por otra parte tiene el valor psiacutequico Bedeutung de un comshyponente eroacutetico ni aun la autodestruccioacuten de la persona puede producirse sin satisfaccioacuten libidinosa3()

x [ef El yo y el ello (1923b) supra paacutegs 54-5J 9 [Los temas examinados en este paacuterrafo fueron ampliados gtDr

Freud en el capiacutetulo VII de El malestar en la cultura (1930a)] lO [Freud volvioacute a ocuparse del masoquismo en rebeioacuten eOIl el

tratamiento psicoanaliacutetico en laquoAnliacutelisi terminahle e interminable (19nc) AF 23 paacuteg 244]

176

Desde el punto de vista eco no mlco la existencia de la aspiracioacuten masoquista en la vida pulsional de los seres humiddot manos puede con derecho calificarse de enigmaacutetica En efecmiddot to el masoquismo es incomprensible si el principio de placer gobierna los procesos aniacutemicos de modo tal que su meta inmiddot mediata sea la evitacioacuten de displacer y la ganancia de placer Si dolor y displacer pueden dejar de ser advertencias para constituirse ellos mismos en metas el principio de placer queda paralizado y el guardiaacuten de nuestra vida aniacutemica por asiacute decir narcotizado

De este modo el masoquismo se nos aparece bajo la luz de un gran peligro lo cual no ocurre en absoluto con su contraparte e sadismo Nos sentimos tentados de dar al principio de placer e nombre de guardiaacuten de nuestra vida y no soacutelo de nuestra vida aniacutemica Pero entonces se plantea la tarea de indagar la relacioacuten de principio de placer con las dos variedades de pulsiones que hemos distinguido las pul siones de muerte y las pulsiones eroacuteticas (libidinosas) de vida y no avanzaremos en la apreciacioacuten del problema mamiddot soquista hasta que no cumplamos con ese requerimiento

Recueacuterdese que hemos concebido al principio que gobier na todos los procesos aniacutemicos como un caso especial de la tendencia a la estabilidad de Fechnerl asiacute atribuimos al aparato aniacutemico e propoacutesito de reducir a la nada las sumas de excitacioacuten que le afluyen o al menos mantenerlas en el miacutenimo grado posible Barbara Low [1920 paacuteg 731 promiddot puso para este afaacuten supuesto del aparato el nombre de principio de Nirvana que aceptamos2 Pero identificamos apresuradamente e principio de placermiddotdisplacer con este

J Maacutes allaacute del principio de placer (1920g) [AE 18 paacuteg 9] [bid paacuteg 54 Anteriormente Freud lo habiacutea llamado laquoprincipio

de constanciaraquo Se hallaraacute una resentildea completa de la historia del uso de estos conceptos por parte de Freud y de su relacioacuten con el principio de placer en una nota al pie agregada por miacute en (Pulsiones y destinos de pulsioacutenraquo (l915c) AE 14 paacutegs 116middot7]

165

prinCIpIO de Nirvana De ser ideacutenticos todo displacer deshyberiacutea coincidir con una elevacioacuten y todo placer con una disminucioacuten de la tensioacuten de estiacutemulo presente en 10 aniacuteshymico el principio de Nirvana (y el principio de pbcer sumiddot puestamente ideacutentico a eacutel) estariacutea por completo al servicio de las pulsiones de muerte cuya meta es conducir la inmiddot quietud de la vida a la estabilidad de 10 inorgaacutenico y tendriacutea por funcioacuten alertar contra las exigencias de las pulsiones de vida -de la libido- que procuran perturbar el ciclo vital a cuya consumacioacuten se aspira Pues bien esta concepcioacuten nc puede ser correcta Parece que registramos el aumento y 1 disminucioacuten de las magnitudes de estiacutemulo directamente dentro de la serie de los sentimientos de tensioacuten y es inmiddot dudable que existen tensiones placenteras y distensiones dismiddot placenteras El estado de la excitacioacuten sexual es el ejemplo maacutes notable de uno de estos incrementos placenteros de estiacutemulo aunque no el uacutenico por cierto

Entonces placer y displacer no pueden ser referidos al aumento o la disminucioacuten de una cantidad que llamamos laquotensioacuten de estiacutemuloraquo si bien es evidente que tienen mucho que ver con este factor Parecieran no depender de este facshytor cuantitativo sino de un caraacutecter de eacutel que soacutelo podemos calificar de cualitativo Estariacuteamos mucho maacutes adelantados en la psicologiacutea si supieacutesemos indicar este caraacutecter cualitashytivo Quizaacute sea el ritmo el ciclo temporal de las alteraciomiddot nes suhidas y caiacutedas de la cantidad de estiacutemulo no lo sabemos

Comoquiera que fuese deberiacuteamos percatarnos de que el principio de Nirvana suacutebdito de la pulsioacuten de muerte ha experimentado en el ser vivo una modificacioacuten por la cual devino principio de placer y en lo sucesivo tendriacuteamos que evitar considerar a esos dos principios como uno solo Ahora bien si nos empentildeamos en avanzar en el sentido de esta remiddot flexioacuten no resultaraacute difiacutecil colegir el poder del que partioacute tal modificacioacuten Soacutelo pudo ser la pulsioacuten de vida la libido la que de tal modo se conquistoacute un lugar junto a la pulsioacuten de muerte en la regulacioacuten de los procesos vitales Asiacute obshytenemos una pequentildea pero interesante serie de copTtenenshycias el principio de Nirvana expresa la tendencia de la pulsioacuten de muerte el principio de placer subroga la exigenshycia de la libido y su modificacioacuten el principio de realidad4 el influjo del mundo exterior

[Ya se habiacutea formulado esta conjetura en Maacutes allaacute del principio di placer (1920g) AE 18 paacutegs 7middot8 y 61J

-l [Cf laquoFormulaciones sobre los dos principios del acaecer psiacutequicogt (1911h) AJ 12 paacutegs 224middot51

166

En verdad ninguno de estos tres principios es destituido por los otros En general saben conciliarse entre siacute aun cuanshydo en ocasiones desembocaraacute forzosamente en conflictos el hecho de que por un lado se establezca como meta la reshybaja cuantitativa de la carga de estiacutemulo por el otro un caraacutecter cualitativo de ella y en tercer lugar una demora de la descarga de estiacutemulo y una admisioacuten provisional de la tensioacuten de displacer

La conclusioacuten de estas elucidaciones es que no puede rehusarse al principio de placer el tiacutetulo de guardiaacuten de la vida

Volvamos al masoquismo Se ofrece a nuestra observacioacuten en tres figuras como una condicioacuten a la que se sujeta la excitacioacuten sexual como una expresioacuten de la naturaleza feshymenina y como una norma de la conducta en la vida (behashyviour) De acuerdo con ello es posible distinguir un masoshyquismo eroacutegeno uno femenino y uno moral El primero el masoquismo eroacutegeno el placer gusto de recibir dolor se encuentra tambieacuten en el fundamento de las otras dos [armas han de atribuiacutersele bases bioloacutegicas y constitucionales y pershymanece incomprensible si uno no se decide a adoptar ciertos supuestos acerca de constelaciones que son totalmente oscushyras La tercera forma de manifestacioacuten del masoquismo en cierto sentido b maacutes importante soacutelo recientemente ha sido apreciada por el psicoanaacutelisis como un sentimiento de culpa las maacutes de las veces inconciente Empero ya admite un esshyclarecimiento pleno y su insercioacuten dentro de la trama de nuestros conocimientos En cuanto al masoquismo femenino es el maacutes accesible a nuestra observacioacuten el menos enigmaacuteshytico y se lo puede abarcar con la mirada en todos sus nexos Empecemos con eacutel nuestra exposicioacuten

De esta clase de masoquismo en el varoacuten (al que me limito aquiacute en razoacuten del material disponible) nos dan sufishyciente noticia las fantasiacuteas de personas masoquistas (y a menudo por eso impotentes) que o desembocan en el acto onanista o figuran por siacute solas la satisfaccioacuten sexualf La escenificaciones V eronstaltul1g reales de los perversos mashysoquistas responden punto por punto a esas fantasiacuteas ya sean ejecutadas como un fin en siacute mismas o sirvan para

5 [Freud retomoacute esta argumentacioacuten en el capiacutetulo VIII de su Esquema del psicoanaacutelisis (l940a)]

iexcliexcl [Cf laquoPe(an a un nintildeogt (191gel AE 17 paacute(s 193 y si(sl

167

producir la potencia e iniciar el acto sexual En ambos casos -ya que aquellas no son sino la realizacioacuten esceacutenica spieleshyrisehe de las fantasiacuteas- el contenido manifiesto es el mismo ser amordazado atado golpeado dolorosamente azoo tado maltratado de cualquier modo sometido a obediencia incondicional ensuciado denigrado Es mucho maacutes raro que dentro de este contenido se incluvan mutilaciones cuando sucede se les impone grandes limitaciones La interpretashycioacuten maacutes inmediata y faacutecil de obtener es que el masoquista quiere ser tratado como un nintildeo pequentildeo desvalido y deshypendiente pero en particular como un nintildeo diacutescolo Huelga aducir casuiacutestica todo el material es homogeacuteneo y accesible a cualquier observador aunque no se analista Pero si se tiene la oportunidad de estudiar casos en que las fantasiacuteas masoquistas hayan experimentado un procesamiento particushylarmente rico es faacutecil descubrir que ponen a la persona en una situacioacuten caracteriacutestica de la feminidad vale decir sigshynifican ser castrado ser poseiacutedo sexual mente o plrir Por eso he dado a esta forma de manifestacioacuten del masoquIacutecmo el nombre de laquofemeninaraquo en cierto modo a potinri [sobre la base de sus ejemplos extremos L aunque muchiacutesimos de sus elementos apuntan a la vida infantil Sobre esta estratishyficacioacuten superpuesta de 10 i1fantil y lo femenino daremos despueacutes un esclarecimiento simple La castracioacuten deg el dejar ciego que la subroga ha impreso a menudo su huella negashytiva en las fantasiacuteas la condicioacuten de que a los genitales o a los ojos justamente no les pase nada (Por lo demaacutes es raro que los martirios masoquistas cobren un aspecto tan erio como las crueldades -fantaseadas o escenificildas il1Szcniert1- del sadismo) En el contenido manifiesto de las fantasiacuteas masoquistas se expresa tambieacuten un sentimiento de culpa cuando se supone que la persona afectada ha inshyfringido algo (se lo deja indeterminado) que debe expiarse mediante todos esos procedimientos dolorosos y martirizashydores Esto aparece como una racionalizacioacuten superficial de los contenidos masoquistas pero detraacutes se esconde el nexo con la masturbacioacuten infantil Y por otra parte este factor la culpa nos lleva a la tercera forma el masoquismo moral

El masoquismo femenino que acabamos de describir se basa enteramente en el masoquismo primario eroacutegeno el placer de recibir dolor no obtendremos su explicacioacuten sin retomar el problema desde muy atraacutes

En Tres ensavos de teoriacutea sexual (1905d) en la seccioacuten sobre las fuents de la sexualidad infantil formuleacute la tesis

168

de que laquola excitacioacuten sexual se genera como efecto colateral a raiacutez de una gran seric de procesos internos para 10 cual basta que la intensidad de estos rebase ciertos liacutemites cuanshytitativosraquo Y que quizaacutes laquoen el organismo no ocurra nada de cierta importancia que no ceda sus componentes a la exmiddot citacioacuten de la pulsioacuten sexualraquo7 Seguacuten eso tambieacuten la exshycitacioacuten de dolor y la de displacer tendriacutean esa consecuenshycias Esa coexcitacioacuten libidinosa provocada por una tensioacuten dolorosa y displacentera seriacutea un mecanismo fisiol5gico inshyfantil que se agotariacutea luego En las diferentes constituciones sexuales experimentariacutea diversos grados de desarrollo y en todo caso proporcionariacutea la base fisioloacutegica sobre la cual se erigiriacutea despueacutes como superestructura psiacutequica el masoshyquismo eroacutegeno

Ahora bien esta explicacioacuten demuestra ser insuficiente al no arrojar nnguna luz sobre los viacutenculos regulares e iacutentimos entre el masoquismo y su contraparte en la vida pulsional el sadismo Si se retrocede algo maacutes hasta el supuesto de las dos variedades de pulsiones que consideramos operantes en el ser vivo se llega a otra derivacioacuten que empero no contradice a la anterior En el ser vivo (pluricelular) la lishybido se enfrenta con la pulsioacuten de destruccioacuten o de muerte esta que impera dentro de eacutel querrra des agregarlo y llevar a cada uno de los organismos elementales a la condicioacuten de la estabilidad inorgaacutenica (aunque tal estabilidad soacutelo pueda ser relativa) La tarea de la libido es volver inocua esta pulshysioacuten destructora la desempentildea desviaacutendola en buena paiacutete -y muy pronto con la ayuda de un sistema de oacutergano parshyticular la musculatura- hacia afuera dirigieacutendola hacia los objetos del mundo exterior Recibe entonces el nombre de pulsioacuten de destruccioacuten pulsioacuten de apoderamiento voluntad de rodero Un sector de esta pulsioacuten es puesto directamente al servicio de la funcioacuten sexual donde tiene a su cargo una importante operacioacuten Es el sadismo propiamente dicho Otro sector no obedece a este traslado hacia afuera permashynece en el interior del organismo y alliacute es ligado lihiJinosashymcnte con allda de la coexcitacioacuten sexual antes mencionashyda en ese sctor tenemos que discernir el masoquismo eroacutemiddot geno originario9

Nos falta todo saber fisioloacutegico acerca de los caminos y los medios por los cuales pueda consumarse este domentildea-

[AE 7 paacuteg 186] s [lbid paacuteg 185 ] n [Veacutease con respecto a todo esto El yo y el ello (1923amp) supra

paacuteg 42 asiacute como la descripcioacuten hecha en Maacutes aUaacute del principio de pl4Cir (1920g) AE 18 paacuteg 49]

169

miento 10 de la pulsioacuten de muerte por la libido Dentro del circulo de ideas del psicoanaacutelisis no cabe sino este supuesmiddot to se producen una mezcla y una combinacioacuten muy vastas y de proporciones variables entre 13s dos clases de pulsioacuten asiacute no debemos contar con una pulsioacuten ne muerte y una de vida puras sino soacutelo con contaminaciones de ellas cr vashylencias diferentes en cada caso Por efecto de ciertos facshytores a una mezcla de pulsiones puede corresponderle una desmezcla No alcanzamos a colegir la proporcioacuten de 118 pulshysiones de muerte que se sustraen de eSe domentildeamiento loshygrado mediante ligazoacuten a complementos libidinosos

Si se consiente alguna imprecisioacuten puede decirse que la pulsioacuten de muerte actuante en el interior del organismo -el sadismo primordial-o es ideacutentica al masoquismo Despueacutes que su parte principal fue trasladada afuera sobre los objeshytos en el interior permanece como su residuo el genuino masoquismo eroacutegeno que por una parte ha devenido un componente de la libido pero por la otra sigue teniendo como objeto al ser propio Asiacute ese masoquismo seriacutea un testigo y un relicto de aquella fase de formacioacuten en que acontecioacute la liga tan importante para la vida entre Eros y pulsioacuten de muerte No nos asombraraacute enterarnos de que el sadismo proyectado vuelto hacia afuera o pulsioacuten de desshytruccioacuten puede bajo ciertas constelaciones ser introyectado de nuevo vuelto hacia adentro regresando asiacute a su situashycioacuten anterior En tal caso da por resultado el masoquismo secundario que viene a antildeadirse al originario

El masoquismo eroacutegeno acompantildea a la libido en todas sus fases de desarrollo y le toma prestados sus cambiantes reshyvestimientos psiacutequicosl1 La angustia de ser devorad por el animal toteacutemico (padre) proviene de la organizacieacuten oral primitiva el deseo de ser golpeado por el padre de la fase saacutedico-anal que sigue n aquella h castracioacuten si bien desshymentida maacutes tarde interviene en el contenido de las fanshytasiacuteas masoquistas como sedimento del estadio faacutelico de orshyganizacioacutenl y desde luego las situaciones de ser poseiacutedo sexualmente y de parir caracteriacutesticas de la feminidad de-

10 [laquoBandigunJiraquo vuelve a utilizar esta palabra en ltAnaacutelisis termishynable e interminableraquo (1937c) AE 23 paacuteg 227 mucho antes en el PrcYeacutecto de psicologiacutearaquo de 1895 ( 1950a) AE 1 paacuteg 430 habiacutea aplicado la misma idea al domentildeamientoraquo de los recuerdos]

11 [Psychische Untkleidungenraquo esta imagen fue empleada de anshytiguo por Freud Aparece variacuteas veces verbigracia en el caso Doraraquo ( 1905e) AE 7 paacutegs 73-4 y 87 n 13]

1 Veacutease La organizacioacuten genital infantilraquo (l923e) r supra paacuteg 147 donde en una nota al pie comento el empleo del teacutermino ltdesshymentidaraquo]

170

rivan de la organizacioacuten genital definitiva Tambieacuten resulta faacutecil comprender el papel que las nalgas desempentildean en el masoquismo prescindiendo de su obvio fundamento realY Las nalgas son la parte del cuerpo preferida eroacutegenamente en la fase saacutedico-anal como lo son las mamas en la fnse oral y el pene en la genital

La tercera forma del masoquismo el masoquismo moralH es notable sobre todo por haber aflojado su viacutenculo con lo que conocemos como sexualidad Es que en general todo pashydecer masoquista tiene por condicioacuten la de partir de la persona amada y ser tolerado por orden de ella esta restricshycioacuten desaparece en el masoquismo moral El padecer como tal es 10 que importa no interesa que lo inflija la persona amada o una indiferente asiacute sea causado por poderes o cirshycunstancias impersonales el verdadero masoquista ofrece su mejiacutella toda vez que se presenta la oportunidad de recibir una bofetada Para explicar esta conducta es muy tentador dejar de lado la libido y limitarse al supuesto de que aquIacute la pulsioacuten de destruccioacuten fue vuelta de nuevo hacia adentro y ahora abate su furia sobre el siacute-mismo propio no obstante debe de tener su sentido el hecho de que el uso linguumliacutestico no haya resignado el viacutenculo de esta norma de conducta en la vida con el erotismo y llame tambieacuten laquomasoquistasraquo a estos que se infieren dantildeo a siacute mismos

Fieles a un haacutebito teacutecnico nos ocuparemos primero de la forma extrema indudablemente patoloacutegica de este masoshyquismo En otro lugar 15 he sentildealado que en el tratamiento analiacutetico nos topamos con pacientes cuyo comportamiento frente a los influjos de la cura nos fuerza a atribuirles un sentimiento de culpa laquoinconcienteraquo Indiqueacute ahiacute aquello por lo cual se reconoce a estas personas (la laquoreaccioacuten terapeacuteushytica negativaraquo) y no dejeacute de consignar que la intensidad de una mocioacuten de esta iacutendole significa una de las resistencias maacutes graves y el mayor peligro pata el eacutexito de nuestros proshypoacutesitos meacutedicos o pedagoacutegicos La satisfaccioacuten de este sen timiento incondente de culpa es quizaacutes el rubro maacutes fuerte de la ganancia de la enfermedad compuesta en general por

1 [Hay una referencia a esto en Tres ensayos de teoriacutea sexual (1905d ) AE 7 paacuteg 176]

H [En un paacuterrafo agregado en 1909 a La interpretacioacuten de los sudiacuteos (1900a) AE 4 paacuteg 176 Freud habiacutea propuesto la expresioacuten laquomasoquistas idealesraquo laquoideeUe Masochistenraquo para los individuos que laquono buscan el placer en el dolor corporaacutel que se infligen sno en la humillacioacuten y en la mortificacioacuten psiacutequicaraquo]

11 El yo y el ello (1923b) [supra paacutegs 50-1]

171

varios de ellos y el que maacutes contribuye a la resultante de fuerzas que se revuelve contra la curacioacuten y no quiere resigshynar la condicioacuten de enfermo iexclel padecer que la neurosi conlleva es justamente lo que la vuelve valiosa para la tenshydencia masoquista Tambieacuten es instructivo enterarse de que contrariando toda teoriacutea y expectativa una neurosis que se mostroacute refractaria a los empentildeos terapeacuteuticos puede desashyparecer siacute la persona cae en la miseria de un matrimonio desdichado pierde su fortuna o contrae una grave enfermeshydad orgaacutenica En tales casos una forma de padecer ha sido relevada por otra y vemos que uacutenicamente interesa poder retener cierto grado de padecimiento

No es faacutecil que los pacientes nos crean cuando les sentildeashylamos ese sentimiento inconciente de culpa Saben demasiado bien de las torturas (remordimiento) en que se exterioriza un sentimiento conciente de culpa una conciencia de culpa y por eso no pueden admitir que albergariacutean en su interior mociones de esa clase sin sentirlas para nada Opino que en cierta medida daremos razoacuten al veto de los pacientes si renunciamos a la denominacioacuten laquosentimiento inconciente de culparaquo por lo demaacutes incorrecta psicoloacutegicamente1Il y e1 cambio hablamos de una laquonecesidad de castigoraquo que nos permite recubrir de manera igualmente cabal el estado de cosas observado Pero no podemos abstenernos de apreciar y localizar este sentimiento inconciente de culpa seguacuten el moshydelo del sentimiento conciente

Hemos atribuido al superyoacute la funcioacuten de la conciencia moral y reconocido en el sentimiento de culpa la expr(sioacuten de una tensioacuten entre el yo y el superyoacuteP El yo reaccioniexcl con sentimientos de culpa (angustia de la conciencia moshyral) IR ante la percepcioacuten de que no estaacute a la altura de los reclamos que le dirige su ideal su superyoacute Ahora queremos saber coacutemo ha llegado el superyoacute a este exigente papel y por queacute el yo tiene que sentir miedo en caso de haber dishyferencia con su ideal

Si ya tenemos dicho que el yo encuentra su funcioacuten en conciliar entre siacute en reconciliar las exigencias de las tres instancias a las que sirve podemos agregar que tambieacuten para esto tiene en el superyoacute el arquetipo a que puede asshypitar En efecto este superyoacute es el subrogado tanto del ello como del mundo exterior1) Debe su geacutenesis a que los pri-

16 [Porque no corresponde llamar laquoinconcientesraquo a los sentimientos d El yo y el ello ibid paacutegs 24-5]

17 [[bid paacuteg 38] 1lt [Cf Inhibicioacuten siacutentoma) angustia ( 1926dl AE 20 paacuteg 1221 ll rO laquoNeurosis y psicosisraquo ( 1924b) supra paacuteg 157]

172

meros objetos de las mociones libidinosas del ello la pareja parental fueron introyectados en el yo a raiacutez de lo cual el viacutenculo con ellos fue desexualizado experimentoacute un desviacuteo de las metas sexuales directas Soacutelo de esta marer se posishybilitoacute la superacioacuten del complejo de Edipo Ahora bien el superyoacute conservoacute caracteres esenciales de las personas inshytroyectadas su poder su severidad su inclinacioacuten a la vigishylancia y el castigo Como lo he sentildealado en otro lugarmiddot es faacutecilmente concebible que la severidad resulte acrecentada por la desmezcIa de pulsiones que acomp1iacuteia a esa introducshycioacuten en el yo Ahora el superyoacute la conciencia moral eficaz dentro de eacutel puede volverse duro cruel despiadado hacia el yo a quien tutela De ese modo el imperativo categoacuterico de Kant es la herencia directa del complejo de Edipol

Pero esas mismas personas que como instancia de la conciencia moral siguen ejerciendo una accioacuten eficaz dentto del superyoacute despueacutes que dejaron de ser objetos de las moshyciones libidinosas del ello pertenecen ademaacutes al mundo exterior real De este fueron tomadas su poder tras el que se ocultan todos los influjos del pasado y de la tradishycioacuten fue una de las exteriorizaciones maacutes sensibles de la realidad Merced a esta coincidencia el superyoacute el sustituto del complejo de Edipo deviene tambieacuten representante del mundo exterior real y asiacute el arquetipo para el querer-alshycanzar del yo

De este modo como ya fue conjeturado en un sentido histoacuterico el complejo de Edipo demuestra ser la fuente de nuestra eticidaiquest individual (moral) En el curso del desshyarrollo infantil que lleva a la progresiva separacioacuten respecto de los progenitores va retrocediendo la significatividad pershysonal de estos para el superyoacute A las imagos 23 que restan de ellos se anudan despueacutes los influjos de maestros autorishydades modelos que uno mismo escoge y heacuteroes socialmente reconocidos cuvas personas ya no necesitan ser introyecshytadas por el yo que ha devenido maacutes resistente resistent La figura uacuteltima de est) serie que empieza con los progeni-

El )0 y el ello (1923b) [supra paacuteg 55] l [lbid paacutegs 36 y 49] 2 En el cuarto ensayo de Toacutetem y tabuacute (1912-13) 3 [El teacutermino imagoraquo no fue empleado por Freud con frecuencia

sobre todo en sus uacuteltimos escritos Aparentemente figura por vez primera en Sobre la dinaacutemica de la trasferenciaraquo (1912b) AE 12 paacuteg 98 donde lo atribuye a Jung (1911-12 paacuteg 164) En este pasaje Jung nos dice que lo eligioacute en parte influido por ulla novela con es tiacutetulo del escritor suizo Carl Spitteler y Hanns Sachs (1945 paacuteg 63) nos informa que la revista psicoanalftica Imago fundada por eacutel y Otto Rank en 1912 tambieacuten tornoacute su tiacutetulo de la misma fuente]

173

tores es el oscuro poder del destino que soacutelo los menos de nosotros podemos concebir impersonalmente Es poco lo que puede objetarse al literato holandeacutes Multatuli 4 cuando sustituye la MoiQu [destino] de los griegos por b pareja divina Aoacuteyo XUt AvaacuteIXll [razoacuten y necesidad] pero todos los que trasfieren la guiacutea del acontecer universal a la Proshyvidencia a Dios o a Dios y la Naturaleza son sospechosos de sentir a estos poderes no obstante ser los miacutes exteriores y los maacutes remotos como si fueran una parej3 ele progenitoshyres -vale decir mitoloacutegicamente- y de creerse enlazados con ellos por ligazones libidinosas En mi obra El yo y el ello (l923b) 26 he intentado derivar tambieacuten la angustia realista de muerte de los seres humanos de una concepshycioacuten como esta parental del destino Parece muy difiacutecil lishybrarse de ella

Tras estas consideraciones preliminares podemos volver a la apreciacioacuten del masoquismo moral Dijimos 7 qlle la conducta -en la cura y en su vida- de las personas aqueshyjadas despierta la impresioacuten de que sufrieran una desmedida inhibicioacuten moral y estuvieran bajo el imperio de una conshyciencia moral particularmente susceptible aunque no les sea condente nada de esa hipermoral Pero si lo estudiamos de maacutes cerca notamos bien la diferencia que media entre esa continuacioacuten inconciente de la moral y el masoquismo moshyral En la primera el acento recae sobre el sadismo acrecenshytado del superyoacute al cual el yo se somete en la segunda en cambio sobre el genuino masoquismo del yo quien pide castigo sea de parte del superyoacute sea de los poderes parenshytales de afuera Pero nuestra confusioacuten inicial puede disculshyparse pu(ts en los dos casos se trata de una relacioacuten entre el yo y el superyoacute o poderes equiparables a este uacuteltimo y en ambos el resultado es una necesidad que se satisface meshydiante castigo y padecimiento Ademaacutes difiacutecilmente sea un detalle sin importancia que el sadismo del superyoacute deviene conciente casi siempre con estridencia mientras que el afaacuten

24 E D Dlkker (1820-1887) [laquoMultatu1iraquo era desdl mucho tiemshypo atraacutes uno de los autores favoritos de Freud una de sus obras enshycabeza la lista de laquolos diez mejores librosraquo que este confeccionoacute en 1906 (Freud (1906) AE 9 paacuteg 224)]

25 [La voz griega AvaacuteYYl] ya habiacutea sido citada por Freud (si no ntLs) en ei trabajo sobre Llonardo da Vinei (191Oc) AE 11 paacuteg 116 en cuanto a Auacuteyo pareceriacutea ser esta la primera vez que la usa Lll sus escrituumls Ambas y en Lspecial la segunda son consideradas en Ivs paacuterrafos finales de El porvenir de una ilusioacuten (1927c) AE 21 iexclaacutegs 52 y sigs]

20 [ef supra paacutegs 58middot9] 27 [Ibid paacutegs 50 y sigs]

174

masoquista del yo permanece en general oculto paN la pershysona y se lo debe descubrir por su conducta

La condicioacuten de inconciente del masoquismo moral nos pone sobre una pista interesante Podriacuteamos traducir la exshypresioacuten laquosentimieflto inconciente de culparaquo por laquonecesidad de ser castigado por un poder parentalraquo Ahora bien sabeshymos que el deseo de ser golpeado por el padre tan frecuenshyte en fantasiacuteas estaacute muy relacionado con otro deseo el de entrar con eacutel en una vinculacioacuten sexual pasiva (femenina) y no es maacutes que la desfiguracioacuten regresiva de este uacuteltimo Siacute referimos este esclarecimiento al contenido del masoquisshymo moral se nos vuelve evidente su secreto sentido La conciencia moral y la moral misma nacieron por la superashycioacuten la clesexualizacioacuten del complejo de Edipo mediante el masoquismo moral la moral es resexualizada el complejo de Edipo esreanimado se abre la viacutea para una regresioacuten de la moral al eacuteomplejo de Edipo Y ello no redunda en beneshyficio de la moral ni del individuo Es verdad que este puede haber conservado junto a su masoquismo su eticidad Iacutenteshygra o cierto grado de ella pero tambieacuten es posible que en el masoquismo naufrague buena parte de su conciencia moral Por otra parte este uacuteltimo crea la tentacioacuten de un obrar laquopecaminosoraquo que despueacutes tiene que ser expiado con los reproches de la conciencia moral saacutedica (como en tantos tipos rusos de caraacutecter) o con el castigo del destino ese gran poder parental Para provocar el castigo por parte de middotesta uacuteltima subrogacioacuten de los progenitores el masoquista se ve obligado a hacer cosas inapropiadas a trabajar en contra de su propio beneficio destruir las perspectivas que se le abren en el mundo real y eventualmente aniquilar su propia existencia real

La reversioacuten del sadismo hacia la persona propia ocurre regularmente a raiacutez de la sofocacioacuten cultural de las pulsiones en virtud de la cual la persona se abstiene de aplicar en su vida buena parte de sus componentes pulsionales desshytructivos Cabe imaginar que esta parte relegada de la pulshysioacuten de destruccioacuten salga a la luz como un acrecentamiento del masoquismo en el interior del yo Empero los fenoacutemeshynos de la conciencia moral dejan colegir que la destruccioacuten que retorna desde el mundo exterior puede ser acogiacuteda por el superyoacute y aumentar su sadismo hacia el yo aun sin meshydiar aquella mudanza El sadismo del superyoacute y el masoshyquismo del yo se complementan uno al otro y se auacutenan para provocar las mismas consecuencias Opino que soacutelo asiacute es poshysible comprender que de la sofocacioacuten de las pulsiones reshysulte -con frecuencia o en la totalidad de los casos- un

17)

sentimiento de culpa y que la conciencia moral se vuelva tanto maacutes severa y susceptible cuanto maacutes se abstenga la persona de agredir a los demaacutess De un individuo que sabe acerca de siacute mismo que suele evitar agresiones culturalshymente indeseadas cabriacutea esperar que por esa razoacuten tuviera buena conciencia y vigilara a su yo con menor desconfianza Lo habitual es presentar las cosas como si el reclamo eacutetico fuera lo primario y la renuncia de lo pulsional su conseshycuencia Pero asiacute queda sin explicar el origen de la eticidad En realidad parece ocurrir lo inverso la primera renuncia de lo pulsional es arrancada por poderes exteriores y es ella la que crea la eticidad que se expresa en la conciencia moral y reclama nuevas renuncias de lo pulsional 29

Asiacute el masoquismo moral pasa a ser el testimonio claacutesico de la existencia de la mezcla de pulsiones Su peligrosidad se debe a que desciende de la pu)sioacuten de muerte corresshyponde a aquel sector de ella que se ha sustraiacutedo a su vuelta hacia afuera como pulsioacuten de destruccioacuten Pero como por otra parte tiene el valor psiacutequico Bedeutung de un comshyponente eroacutetico ni aun la autodestruccioacuten de la persona puede producirse sin satisfaccioacuten libidinosa3()

x [ef El yo y el ello (1923b) supra paacutegs 54-5J 9 [Los temas examinados en este paacuterrafo fueron ampliados gtDr

Freud en el capiacutetulo VII de El malestar en la cultura (1930a)] lO [Freud volvioacute a ocuparse del masoquismo en rebeioacuten eOIl el

tratamiento psicoanaliacutetico en laquoAnliacutelisi terminahle e interminable (19nc) AF 23 paacuteg 244]

176

prinCIpIO de Nirvana De ser ideacutenticos todo displacer deshyberiacutea coincidir con una elevacioacuten y todo placer con una disminucioacuten de la tensioacuten de estiacutemulo presente en 10 aniacuteshymico el principio de Nirvana (y el principio de pbcer sumiddot puestamente ideacutentico a eacutel) estariacutea por completo al servicio de las pulsiones de muerte cuya meta es conducir la inmiddot quietud de la vida a la estabilidad de 10 inorgaacutenico y tendriacutea por funcioacuten alertar contra las exigencias de las pulsiones de vida -de la libido- que procuran perturbar el ciclo vital a cuya consumacioacuten se aspira Pues bien esta concepcioacuten nc puede ser correcta Parece que registramos el aumento y 1 disminucioacuten de las magnitudes de estiacutemulo directamente dentro de la serie de los sentimientos de tensioacuten y es inmiddot dudable que existen tensiones placenteras y distensiones dismiddot placenteras El estado de la excitacioacuten sexual es el ejemplo maacutes notable de uno de estos incrementos placenteros de estiacutemulo aunque no el uacutenico por cierto

Entonces placer y displacer no pueden ser referidos al aumento o la disminucioacuten de una cantidad que llamamos laquotensioacuten de estiacutemuloraquo si bien es evidente que tienen mucho que ver con este factor Parecieran no depender de este facshytor cuantitativo sino de un caraacutecter de eacutel que soacutelo podemos calificar de cualitativo Estariacuteamos mucho maacutes adelantados en la psicologiacutea si supieacutesemos indicar este caraacutecter cualitashytivo Quizaacute sea el ritmo el ciclo temporal de las alteraciomiddot nes suhidas y caiacutedas de la cantidad de estiacutemulo no lo sabemos

Comoquiera que fuese deberiacuteamos percatarnos de que el principio de Nirvana suacutebdito de la pulsioacuten de muerte ha experimentado en el ser vivo una modificacioacuten por la cual devino principio de placer y en lo sucesivo tendriacuteamos que evitar considerar a esos dos principios como uno solo Ahora bien si nos empentildeamos en avanzar en el sentido de esta remiddot flexioacuten no resultaraacute difiacutecil colegir el poder del que partioacute tal modificacioacuten Soacutelo pudo ser la pulsioacuten de vida la libido la que de tal modo se conquistoacute un lugar junto a la pulsioacuten de muerte en la regulacioacuten de los procesos vitales Asiacute obshytenemos una pequentildea pero interesante serie de copTtenenshycias el principio de Nirvana expresa la tendencia de la pulsioacuten de muerte el principio de placer subroga la exigenshycia de la libido y su modificacioacuten el principio de realidad4 el influjo del mundo exterior

[Ya se habiacutea formulado esta conjetura en Maacutes allaacute del principio di placer (1920g) AE 18 paacutegs 7middot8 y 61J

-l [Cf laquoFormulaciones sobre los dos principios del acaecer psiacutequicogt (1911h) AJ 12 paacutegs 224middot51

166

En verdad ninguno de estos tres principios es destituido por los otros En general saben conciliarse entre siacute aun cuanshydo en ocasiones desembocaraacute forzosamente en conflictos el hecho de que por un lado se establezca como meta la reshybaja cuantitativa de la carga de estiacutemulo por el otro un caraacutecter cualitativo de ella y en tercer lugar una demora de la descarga de estiacutemulo y una admisioacuten provisional de la tensioacuten de displacer

La conclusioacuten de estas elucidaciones es que no puede rehusarse al principio de placer el tiacutetulo de guardiaacuten de la vida

Volvamos al masoquismo Se ofrece a nuestra observacioacuten en tres figuras como una condicioacuten a la que se sujeta la excitacioacuten sexual como una expresioacuten de la naturaleza feshymenina y como una norma de la conducta en la vida (behashyviour) De acuerdo con ello es posible distinguir un masoshyquismo eroacutegeno uno femenino y uno moral El primero el masoquismo eroacutegeno el placer gusto de recibir dolor se encuentra tambieacuten en el fundamento de las otras dos [armas han de atribuiacutersele bases bioloacutegicas y constitucionales y pershymanece incomprensible si uno no se decide a adoptar ciertos supuestos acerca de constelaciones que son totalmente oscushyras La tercera forma de manifestacioacuten del masoquismo en cierto sentido b maacutes importante soacutelo recientemente ha sido apreciada por el psicoanaacutelisis como un sentimiento de culpa las maacutes de las veces inconciente Empero ya admite un esshyclarecimiento pleno y su insercioacuten dentro de la trama de nuestros conocimientos En cuanto al masoquismo femenino es el maacutes accesible a nuestra observacioacuten el menos enigmaacuteshytico y se lo puede abarcar con la mirada en todos sus nexos Empecemos con eacutel nuestra exposicioacuten

De esta clase de masoquismo en el varoacuten (al que me limito aquiacute en razoacuten del material disponible) nos dan sufishyciente noticia las fantasiacuteas de personas masoquistas (y a menudo por eso impotentes) que o desembocan en el acto onanista o figuran por siacute solas la satisfaccioacuten sexualf La escenificaciones V eronstaltul1g reales de los perversos mashysoquistas responden punto por punto a esas fantasiacuteas ya sean ejecutadas como un fin en siacute mismas o sirvan para

5 [Freud retomoacute esta argumentacioacuten en el capiacutetulo VIII de su Esquema del psicoanaacutelisis (l940a)]

iexcliexcl [Cf laquoPe(an a un nintildeogt (191gel AE 17 paacute(s 193 y si(sl

167

producir la potencia e iniciar el acto sexual En ambos casos -ya que aquellas no son sino la realizacioacuten esceacutenica spieleshyrisehe de las fantasiacuteas- el contenido manifiesto es el mismo ser amordazado atado golpeado dolorosamente azoo tado maltratado de cualquier modo sometido a obediencia incondicional ensuciado denigrado Es mucho maacutes raro que dentro de este contenido se incluvan mutilaciones cuando sucede se les impone grandes limitaciones La interpretashycioacuten maacutes inmediata y faacutecil de obtener es que el masoquista quiere ser tratado como un nintildeo pequentildeo desvalido y deshypendiente pero en particular como un nintildeo diacutescolo Huelga aducir casuiacutestica todo el material es homogeacuteneo y accesible a cualquier observador aunque no se analista Pero si se tiene la oportunidad de estudiar casos en que las fantasiacuteas masoquistas hayan experimentado un procesamiento particushylarmente rico es faacutecil descubrir que ponen a la persona en una situacioacuten caracteriacutestica de la feminidad vale decir sigshynifican ser castrado ser poseiacutedo sexual mente o plrir Por eso he dado a esta forma de manifestacioacuten del masoquIacutecmo el nombre de laquofemeninaraquo en cierto modo a potinri [sobre la base de sus ejemplos extremos L aunque muchiacutesimos de sus elementos apuntan a la vida infantil Sobre esta estratishyficacioacuten superpuesta de 10 i1fantil y lo femenino daremos despueacutes un esclarecimiento simple La castracioacuten deg el dejar ciego que la subroga ha impreso a menudo su huella negashytiva en las fantasiacuteas la condicioacuten de que a los genitales o a los ojos justamente no les pase nada (Por lo demaacutes es raro que los martirios masoquistas cobren un aspecto tan erio como las crueldades -fantaseadas o escenificildas il1Szcniert1- del sadismo) En el contenido manifiesto de las fantasiacuteas masoquistas se expresa tambieacuten un sentimiento de culpa cuando se supone que la persona afectada ha inshyfringido algo (se lo deja indeterminado) que debe expiarse mediante todos esos procedimientos dolorosos y martirizashydores Esto aparece como una racionalizacioacuten superficial de los contenidos masoquistas pero detraacutes se esconde el nexo con la masturbacioacuten infantil Y por otra parte este factor la culpa nos lleva a la tercera forma el masoquismo moral

El masoquismo femenino que acabamos de describir se basa enteramente en el masoquismo primario eroacutegeno el placer de recibir dolor no obtendremos su explicacioacuten sin retomar el problema desde muy atraacutes

En Tres ensavos de teoriacutea sexual (1905d) en la seccioacuten sobre las fuents de la sexualidad infantil formuleacute la tesis

168

de que laquola excitacioacuten sexual se genera como efecto colateral a raiacutez de una gran seric de procesos internos para 10 cual basta que la intensidad de estos rebase ciertos liacutemites cuanshytitativosraquo Y que quizaacutes laquoen el organismo no ocurra nada de cierta importancia que no ceda sus componentes a la exmiddot citacioacuten de la pulsioacuten sexualraquo7 Seguacuten eso tambieacuten la exshycitacioacuten de dolor y la de displacer tendriacutean esa consecuenshycias Esa coexcitacioacuten libidinosa provocada por una tensioacuten dolorosa y displacentera seriacutea un mecanismo fisiol5gico inshyfantil que se agotariacutea luego En las diferentes constituciones sexuales experimentariacutea diversos grados de desarrollo y en todo caso proporcionariacutea la base fisioloacutegica sobre la cual se erigiriacutea despueacutes como superestructura psiacutequica el masoshyquismo eroacutegeno

Ahora bien esta explicacioacuten demuestra ser insuficiente al no arrojar nnguna luz sobre los viacutenculos regulares e iacutentimos entre el masoquismo y su contraparte en la vida pulsional el sadismo Si se retrocede algo maacutes hasta el supuesto de las dos variedades de pulsiones que consideramos operantes en el ser vivo se llega a otra derivacioacuten que empero no contradice a la anterior En el ser vivo (pluricelular) la lishybido se enfrenta con la pulsioacuten de destruccioacuten o de muerte esta que impera dentro de eacutel querrra des agregarlo y llevar a cada uno de los organismos elementales a la condicioacuten de la estabilidad inorgaacutenica (aunque tal estabilidad soacutelo pueda ser relativa) La tarea de la libido es volver inocua esta pulshysioacuten destructora la desempentildea desviaacutendola en buena paiacutete -y muy pronto con la ayuda de un sistema de oacutergano parshyticular la musculatura- hacia afuera dirigieacutendola hacia los objetos del mundo exterior Recibe entonces el nombre de pulsioacuten de destruccioacuten pulsioacuten de apoderamiento voluntad de rodero Un sector de esta pulsioacuten es puesto directamente al servicio de la funcioacuten sexual donde tiene a su cargo una importante operacioacuten Es el sadismo propiamente dicho Otro sector no obedece a este traslado hacia afuera permashynece en el interior del organismo y alliacute es ligado lihiJinosashymcnte con allda de la coexcitacioacuten sexual antes mencionashyda en ese sctor tenemos que discernir el masoquismo eroacutemiddot geno originario9

Nos falta todo saber fisioloacutegico acerca de los caminos y los medios por los cuales pueda consumarse este domentildea-

[AE 7 paacuteg 186] s [lbid paacuteg 185 ] n [Veacutease con respecto a todo esto El yo y el ello (1923amp) supra

paacuteg 42 asiacute como la descripcioacuten hecha en Maacutes aUaacute del principio de pl4Cir (1920g) AE 18 paacuteg 49]

169

miento 10 de la pulsioacuten de muerte por la libido Dentro del circulo de ideas del psicoanaacutelisis no cabe sino este supuesmiddot to se producen una mezcla y una combinacioacuten muy vastas y de proporciones variables entre 13s dos clases de pulsioacuten asiacute no debemos contar con una pulsioacuten ne muerte y una de vida puras sino soacutelo con contaminaciones de ellas cr vashylencias diferentes en cada caso Por efecto de ciertos facshytores a una mezcla de pulsiones puede corresponderle una desmezcla No alcanzamos a colegir la proporcioacuten de 118 pulshysiones de muerte que se sustraen de eSe domentildeamiento loshygrado mediante ligazoacuten a complementos libidinosos

Si se consiente alguna imprecisioacuten puede decirse que la pulsioacuten de muerte actuante en el interior del organismo -el sadismo primordial-o es ideacutentica al masoquismo Despueacutes que su parte principal fue trasladada afuera sobre los objeshytos en el interior permanece como su residuo el genuino masoquismo eroacutegeno que por una parte ha devenido un componente de la libido pero por la otra sigue teniendo como objeto al ser propio Asiacute ese masoquismo seriacutea un testigo y un relicto de aquella fase de formacioacuten en que acontecioacute la liga tan importante para la vida entre Eros y pulsioacuten de muerte No nos asombraraacute enterarnos de que el sadismo proyectado vuelto hacia afuera o pulsioacuten de desshytruccioacuten puede bajo ciertas constelaciones ser introyectado de nuevo vuelto hacia adentro regresando asiacute a su situashycioacuten anterior En tal caso da por resultado el masoquismo secundario que viene a antildeadirse al originario

El masoquismo eroacutegeno acompantildea a la libido en todas sus fases de desarrollo y le toma prestados sus cambiantes reshyvestimientos psiacutequicosl1 La angustia de ser devorad por el animal toteacutemico (padre) proviene de la organizacieacuten oral primitiva el deseo de ser golpeado por el padre de la fase saacutedico-anal que sigue n aquella h castracioacuten si bien desshymentida maacutes tarde interviene en el contenido de las fanshytasiacuteas masoquistas como sedimento del estadio faacutelico de orshyganizacioacutenl y desde luego las situaciones de ser poseiacutedo sexualmente y de parir caracteriacutesticas de la feminidad de-

10 [laquoBandigunJiraquo vuelve a utilizar esta palabra en ltAnaacutelisis termishynable e interminableraquo (1937c) AE 23 paacuteg 227 mucho antes en el PrcYeacutecto de psicologiacutearaquo de 1895 ( 1950a) AE 1 paacuteg 430 habiacutea aplicado la misma idea al domentildeamientoraquo de los recuerdos]

11 [Psychische Untkleidungenraquo esta imagen fue empleada de anshytiguo por Freud Aparece variacuteas veces verbigracia en el caso Doraraquo ( 1905e) AE 7 paacutegs 73-4 y 87 n 13]

1 Veacutease La organizacioacuten genital infantilraquo (l923e) r supra paacuteg 147 donde en una nota al pie comento el empleo del teacutermino ltdesshymentidaraquo]

170

rivan de la organizacioacuten genital definitiva Tambieacuten resulta faacutecil comprender el papel que las nalgas desempentildean en el masoquismo prescindiendo de su obvio fundamento realY Las nalgas son la parte del cuerpo preferida eroacutegenamente en la fase saacutedico-anal como lo son las mamas en la fnse oral y el pene en la genital

La tercera forma del masoquismo el masoquismo moralH es notable sobre todo por haber aflojado su viacutenculo con lo que conocemos como sexualidad Es que en general todo pashydecer masoquista tiene por condicioacuten la de partir de la persona amada y ser tolerado por orden de ella esta restricshycioacuten desaparece en el masoquismo moral El padecer como tal es 10 que importa no interesa que lo inflija la persona amada o una indiferente asiacute sea causado por poderes o cirshycunstancias impersonales el verdadero masoquista ofrece su mejiacutella toda vez que se presenta la oportunidad de recibir una bofetada Para explicar esta conducta es muy tentador dejar de lado la libido y limitarse al supuesto de que aquIacute la pulsioacuten de destruccioacuten fue vuelta de nuevo hacia adentro y ahora abate su furia sobre el siacute-mismo propio no obstante debe de tener su sentido el hecho de que el uso linguumliacutestico no haya resignado el viacutenculo de esta norma de conducta en la vida con el erotismo y llame tambieacuten laquomasoquistasraquo a estos que se infieren dantildeo a siacute mismos

Fieles a un haacutebito teacutecnico nos ocuparemos primero de la forma extrema indudablemente patoloacutegica de este masoshyquismo En otro lugar 15 he sentildealado que en el tratamiento analiacutetico nos topamos con pacientes cuyo comportamiento frente a los influjos de la cura nos fuerza a atribuirles un sentimiento de culpa laquoinconcienteraquo Indiqueacute ahiacute aquello por lo cual se reconoce a estas personas (la laquoreaccioacuten terapeacuteushytica negativaraquo) y no dejeacute de consignar que la intensidad de una mocioacuten de esta iacutendole significa una de las resistencias maacutes graves y el mayor peligro pata el eacutexito de nuestros proshypoacutesitos meacutedicos o pedagoacutegicos La satisfaccioacuten de este sen timiento incondente de culpa es quizaacutes el rubro maacutes fuerte de la ganancia de la enfermedad compuesta en general por

1 [Hay una referencia a esto en Tres ensayos de teoriacutea sexual (1905d ) AE 7 paacuteg 176]

H [En un paacuterrafo agregado en 1909 a La interpretacioacuten de los sudiacuteos (1900a) AE 4 paacuteg 176 Freud habiacutea propuesto la expresioacuten laquomasoquistas idealesraquo laquoideeUe Masochistenraquo para los individuos que laquono buscan el placer en el dolor corporaacutel que se infligen sno en la humillacioacuten y en la mortificacioacuten psiacutequicaraquo]

11 El yo y el ello (1923b) [supra paacutegs 50-1]

171

varios de ellos y el que maacutes contribuye a la resultante de fuerzas que se revuelve contra la curacioacuten y no quiere resigshynar la condicioacuten de enfermo iexclel padecer que la neurosi conlleva es justamente lo que la vuelve valiosa para la tenshydencia masoquista Tambieacuten es instructivo enterarse de que contrariando toda teoriacutea y expectativa una neurosis que se mostroacute refractaria a los empentildeos terapeacuteuticos puede desashyparecer siacute la persona cae en la miseria de un matrimonio desdichado pierde su fortuna o contrae una grave enfermeshydad orgaacutenica En tales casos una forma de padecer ha sido relevada por otra y vemos que uacutenicamente interesa poder retener cierto grado de padecimiento

No es faacutecil que los pacientes nos crean cuando les sentildeashylamos ese sentimiento inconciente de culpa Saben demasiado bien de las torturas (remordimiento) en que se exterioriza un sentimiento conciente de culpa una conciencia de culpa y por eso no pueden admitir que albergariacutean en su interior mociones de esa clase sin sentirlas para nada Opino que en cierta medida daremos razoacuten al veto de los pacientes si renunciamos a la denominacioacuten laquosentimiento inconciente de culparaquo por lo demaacutes incorrecta psicoloacutegicamente1Il y e1 cambio hablamos de una laquonecesidad de castigoraquo que nos permite recubrir de manera igualmente cabal el estado de cosas observado Pero no podemos abstenernos de apreciar y localizar este sentimiento inconciente de culpa seguacuten el moshydelo del sentimiento conciente

Hemos atribuido al superyoacute la funcioacuten de la conciencia moral y reconocido en el sentimiento de culpa la expr(sioacuten de una tensioacuten entre el yo y el superyoacuteP El yo reaccioniexcl con sentimientos de culpa (angustia de la conciencia moshyral) IR ante la percepcioacuten de que no estaacute a la altura de los reclamos que le dirige su ideal su superyoacute Ahora queremos saber coacutemo ha llegado el superyoacute a este exigente papel y por queacute el yo tiene que sentir miedo en caso de haber dishyferencia con su ideal

Si ya tenemos dicho que el yo encuentra su funcioacuten en conciliar entre siacute en reconciliar las exigencias de las tres instancias a las que sirve podemos agregar que tambieacuten para esto tiene en el superyoacute el arquetipo a que puede asshypitar En efecto este superyoacute es el subrogado tanto del ello como del mundo exterior1) Debe su geacutenesis a que los pri-

16 [Porque no corresponde llamar laquoinconcientesraquo a los sentimientos d El yo y el ello ibid paacutegs 24-5]

17 [[bid paacuteg 38] 1lt [Cf Inhibicioacuten siacutentoma) angustia ( 1926dl AE 20 paacuteg 1221 ll rO laquoNeurosis y psicosisraquo ( 1924b) supra paacuteg 157]

172

meros objetos de las mociones libidinosas del ello la pareja parental fueron introyectados en el yo a raiacutez de lo cual el viacutenculo con ellos fue desexualizado experimentoacute un desviacuteo de las metas sexuales directas Soacutelo de esta marer se posishybilitoacute la superacioacuten del complejo de Edipo Ahora bien el superyoacute conservoacute caracteres esenciales de las personas inshytroyectadas su poder su severidad su inclinacioacuten a la vigishylancia y el castigo Como lo he sentildealado en otro lugarmiddot es faacutecilmente concebible que la severidad resulte acrecentada por la desmezcIa de pulsiones que acomp1iacuteia a esa introducshycioacuten en el yo Ahora el superyoacute la conciencia moral eficaz dentro de eacutel puede volverse duro cruel despiadado hacia el yo a quien tutela De ese modo el imperativo categoacuterico de Kant es la herencia directa del complejo de Edipol

Pero esas mismas personas que como instancia de la conciencia moral siguen ejerciendo una accioacuten eficaz dentto del superyoacute despueacutes que dejaron de ser objetos de las moshyciones libidinosas del ello pertenecen ademaacutes al mundo exterior real De este fueron tomadas su poder tras el que se ocultan todos los influjos del pasado y de la tradishycioacuten fue una de las exteriorizaciones maacutes sensibles de la realidad Merced a esta coincidencia el superyoacute el sustituto del complejo de Edipo deviene tambieacuten representante del mundo exterior real y asiacute el arquetipo para el querer-alshycanzar del yo

De este modo como ya fue conjeturado en un sentido histoacuterico el complejo de Edipo demuestra ser la fuente de nuestra eticidaiquest individual (moral) En el curso del desshyarrollo infantil que lleva a la progresiva separacioacuten respecto de los progenitores va retrocediendo la significatividad pershysonal de estos para el superyoacute A las imagos 23 que restan de ellos se anudan despueacutes los influjos de maestros autorishydades modelos que uno mismo escoge y heacuteroes socialmente reconocidos cuvas personas ya no necesitan ser introyecshytadas por el yo que ha devenido maacutes resistente resistent La figura uacuteltima de est) serie que empieza con los progeni-

El )0 y el ello (1923b) [supra paacuteg 55] l [lbid paacutegs 36 y 49] 2 En el cuarto ensayo de Toacutetem y tabuacute (1912-13) 3 [El teacutermino imagoraquo no fue empleado por Freud con frecuencia

sobre todo en sus uacuteltimos escritos Aparentemente figura por vez primera en Sobre la dinaacutemica de la trasferenciaraquo (1912b) AE 12 paacuteg 98 donde lo atribuye a Jung (1911-12 paacuteg 164) En este pasaje Jung nos dice que lo eligioacute en parte influido por ulla novela con es tiacutetulo del escritor suizo Carl Spitteler y Hanns Sachs (1945 paacuteg 63) nos informa que la revista psicoanalftica Imago fundada por eacutel y Otto Rank en 1912 tambieacuten tornoacute su tiacutetulo de la misma fuente]

173

tores es el oscuro poder del destino que soacutelo los menos de nosotros podemos concebir impersonalmente Es poco lo que puede objetarse al literato holandeacutes Multatuli 4 cuando sustituye la MoiQu [destino] de los griegos por b pareja divina Aoacuteyo XUt AvaacuteIXll [razoacuten y necesidad] pero todos los que trasfieren la guiacutea del acontecer universal a la Proshyvidencia a Dios o a Dios y la Naturaleza son sospechosos de sentir a estos poderes no obstante ser los miacutes exteriores y los maacutes remotos como si fueran una parej3 ele progenitoshyres -vale decir mitoloacutegicamente- y de creerse enlazados con ellos por ligazones libidinosas En mi obra El yo y el ello (l923b) 26 he intentado derivar tambieacuten la angustia realista de muerte de los seres humanos de una concepshycioacuten como esta parental del destino Parece muy difiacutecil lishybrarse de ella

Tras estas consideraciones preliminares podemos volver a la apreciacioacuten del masoquismo moral Dijimos 7 qlle la conducta -en la cura y en su vida- de las personas aqueshyjadas despierta la impresioacuten de que sufrieran una desmedida inhibicioacuten moral y estuvieran bajo el imperio de una conshyciencia moral particularmente susceptible aunque no les sea condente nada de esa hipermoral Pero si lo estudiamos de maacutes cerca notamos bien la diferencia que media entre esa continuacioacuten inconciente de la moral y el masoquismo moshyral En la primera el acento recae sobre el sadismo acrecenshytado del superyoacute al cual el yo se somete en la segunda en cambio sobre el genuino masoquismo del yo quien pide castigo sea de parte del superyoacute sea de los poderes parenshytales de afuera Pero nuestra confusioacuten inicial puede disculshyparse pu(ts en los dos casos se trata de una relacioacuten entre el yo y el superyoacute o poderes equiparables a este uacuteltimo y en ambos el resultado es una necesidad que se satisface meshydiante castigo y padecimiento Ademaacutes difiacutecilmente sea un detalle sin importancia que el sadismo del superyoacute deviene conciente casi siempre con estridencia mientras que el afaacuten

24 E D Dlkker (1820-1887) [laquoMultatu1iraquo era desdl mucho tiemshypo atraacutes uno de los autores favoritos de Freud una de sus obras enshycabeza la lista de laquolos diez mejores librosraquo que este confeccionoacute en 1906 (Freud (1906) AE 9 paacuteg 224)]

25 [La voz griega AvaacuteYYl] ya habiacutea sido citada por Freud (si no ntLs) en ei trabajo sobre Llonardo da Vinei (191Oc) AE 11 paacuteg 116 en cuanto a Auacuteyo pareceriacutea ser esta la primera vez que la usa Lll sus escrituumls Ambas y en Lspecial la segunda son consideradas en Ivs paacuterrafos finales de El porvenir de una ilusioacuten (1927c) AE 21 iexclaacutegs 52 y sigs]

20 [ef supra paacutegs 58middot9] 27 [Ibid paacutegs 50 y sigs]

174

masoquista del yo permanece en general oculto paN la pershysona y se lo debe descubrir por su conducta

La condicioacuten de inconciente del masoquismo moral nos pone sobre una pista interesante Podriacuteamos traducir la exshypresioacuten laquosentimieflto inconciente de culparaquo por laquonecesidad de ser castigado por un poder parentalraquo Ahora bien sabeshymos que el deseo de ser golpeado por el padre tan frecuenshyte en fantasiacuteas estaacute muy relacionado con otro deseo el de entrar con eacutel en una vinculacioacuten sexual pasiva (femenina) y no es maacutes que la desfiguracioacuten regresiva de este uacuteltimo Siacute referimos este esclarecimiento al contenido del masoquisshymo moral se nos vuelve evidente su secreto sentido La conciencia moral y la moral misma nacieron por la superashycioacuten la clesexualizacioacuten del complejo de Edipo mediante el masoquismo moral la moral es resexualizada el complejo de Edipo esreanimado se abre la viacutea para una regresioacuten de la moral al eacuteomplejo de Edipo Y ello no redunda en beneshyficio de la moral ni del individuo Es verdad que este puede haber conservado junto a su masoquismo su eticidad Iacutenteshygra o cierto grado de ella pero tambieacuten es posible que en el masoquismo naufrague buena parte de su conciencia moral Por otra parte este uacuteltimo crea la tentacioacuten de un obrar laquopecaminosoraquo que despueacutes tiene que ser expiado con los reproches de la conciencia moral saacutedica (como en tantos tipos rusos de caraacutecter) o con el castigo del destino ese gran poder parental Para provocar el castigo por parte de middotesta uacuteltima subrogacioacuten de los progenitores el masoquista se ve obligado a hacer cosas inapropiadas a trabajar en contra de su propio beneficio destruir las perspectivas que se le abren en el mundo real y eventualmente aniquilar su propia existencia real

La reversioacuten del sadismo hacia la persona propia ocurre regularmente a raiacutez de la sofocacioacuten cultural de las pulsiones en virtud de la cual la persona se abstiene de aplicar en su vida buena parte de sus componentes pulsionales desshytructivos Cabe imaginar que esta parte relegada de la pulshysioacuten de destruccioacuten salga a la luz como un acrecentamiento del masoquismo en el interior del yo Empero los fenoacutemeshynos de la conciencia moral dejan colegir que la destruccioacuten que retorna desde el mundo exterior puede ser acogiacuteda por el superyoacute y aumentar su sadismo hacia el yo aun sin meshydiar aquella mudanza El sadismo del superyoacute y el masoshyquismo del yo se complementan uno al otro y se auacutenan para provocar las mismas consecuencias Opino que soacutelo asiacute es poshysible comprender que de la sofocacioacuten de las pulsiones reshysulte -con frecuencia o en la totalidad de los casos- un

17)

sentimiento de culpa y que la conciencia moral se vuelva tanto maacutes severa y susceptible cuanto maacutes se abstenga la persona de agredir a los demaacutess De un individuo que sabe acerca de siacute mismo que suele evitar agresiones culturalshymente indeseadas cabriacutea esperar que por esa razoacuten tuviera buena conciencia y vigilara a su yo con menor desconfianza Lo habitual es presentar las cosas como si el reclamo eacutetico fuera lo primario y la renuncia de lo pulsional su conseshycuencia Pero asiacute queda sin explicar el origen de la eticidad En realidad parece ocurrir lo inverso la primera renuncia de lo pulsional es arrancada por poderes exteriores y es ella la que crea la eticidad que se expresa en la conciencia moral y reclama nuevas renuncias de lo pulsional 29

Asiacute el masoquismo moral pasa a ser el testimonio claacutesico de la existencia de la mezcla de pulsiones Su peligrosidad se debe a que desciende de la pu)sioacuten de muerte corresshyponde a aquel sector de ella que se ha sustraiacutedo a su vuelta hacia afuera como pulsioacuten de destruccioacuten Pero como por otra parte tiene el valor psiacutequico Bedeutung de un comshyponente eroacutetico ni aun la autodestruccioacuten de la persona puede producirse sin satisfaccioacuten libidinosa3()

x [ef El yo y el ello (1923b) supra paacutegs 54-5J 9 [Los temas examinados en este paacuterrafo fueron ampliados gtDr

Freud en el capiacutetulo VII de El malestar en la cultura (1930a)] lO [Freud volvioacute a ocuparse del masoquismo en rebeioacuten eOIl el

tratamiento psicoanaliacutetico en laquoAnliacutelisi terminahle e interminable (19nc) AF 23 paacuteg 244]

176

En verdad ninguno de estos tres principios es destituido por los otros En general saben conciliarse entre siacute aun cuanshydo en ocasiones desembocaraacute forzosamente en conflictos el hecho de que por un lado se establezca como meta la reshybaja cuantitativa de la carga de estiacutemulo por el otro un caraacutecter cualitativo de ella y en tercer lugar una demora de la descarga de estiacutemulo y una admisioacuten provisional de la tensioacuten de displacer

La conclusioacuten de estas elucidaciones es que no puede rehusarse al principio de placer el tiacutetulo de guardiaacuten de la vida

Volvamos al masoquismo Se ofrece a nuestra observacioacuten en tres figuras como una condicioacuten a la que se sujeta la excitacioacuten sexual como una expresioacuten de la naturaleza feshymenina y como una norma de la conducta en la vida (behashyviour) De acuerdo con ello es posible distinguir un masoshyquismo eroacutegeno uno femenino y uno moral El primero el masoquismo eroacutegeno el placer gusto de recibir dolor se encuentra tambieacuten en el fundamento de las otras dos [armas han de atribuiacutersele bases bioloacutegicas y constitucionales y pershymanece incomprensible si uno no se decide a adoptar ciertos supuestos acerca de constelaciones que son totalmente oscushyras La tercera forma de manifestacioacuten del masoquismo en cierto sentido b maacutes importante soacutelo recientemente ha sido apreciada por el psicoanaacutelisis como un sentimiento de culpa las maacutes de las veces inconciente Empero ya admite un esshyclarecimiento pleno y su insercioacuten dentro de la trama de nuestros conocimientos En cuanto al masoquismo femenino es el maacutes accesible a nuestra observacioacuten el menos enigmaacuteshytico y se lo puede abarcar con la mirada en todos sus nexos Empecemos con eacutel nuestra exposicioacuten

De esta clase de masoquismo en el varoacuten (al que me limito aquiacute en razoacuten del material disponible) nos dan sufishyciente noticia las fantasiacuteas de personas masoquistas (y a menudo por eso impotentes) que o desembocan en el acto onanista o figuran por siacute solas la satisfaccioacuten sexualf La escenificaciones V eronstaltul1g reales de los perversos mashysoquistas responden punto por punto a esas fantasiacuteas ya sean ejecutadas como un fin en siacute mismas o sirvan para

5 [Freud retomoacute esta argumentacioacuten en el capiacutetulo VIII de su Esquema del psicoanaacutelisis (l940a)]

iexcliexcl [Cf laquoPe(an a un nintildeogt (191gel AE 17 paacute(s 193 y si(sl

167

producir la potencia e iniciar el acto sexual En ambos casos -ya que aquellas no son sino la realizacioacuten esceacutenica spieleshyrisehe de las fantasiacuteas- el contenido manifiesto es el mismo ser amordazado atado golpeado dolorosamente azoo tado maltratado de cualquier modo sometido a obediencia incondicional ensuciado denigrado Es mucho maacutes raro que dentro de este contenido se incluvan mutilaciones cuando sucede se les impone grandes limitaciones La interpretashycioacuten maacutes inmediata y faacutecil de obtener es que el masoquista quiere ser tratado como un nintildeo pequentildeo desvalido y deshypendiente pero en particular como un nintildeo diacutescolo Huelga aducir casuiacutestica todo el material es homogeacuteneo y accesible a cualquier observador aunque no se analista Pero si se tiene la oportunidad de estudiar casos en que las fantasiacuteas masoquistas hayan experimentado un procesamiento particushylarmente rico es faacutecil descubrir que ponen a la persona en una situacioacuten caracteriacutestica de la feminidad vale decir sigshynifican ser castrado ser poseiacutedo sexual mente o plrir Por eso he dado a esta forma de manifestacioacuten del masoquIacutecmo el nombre de laquofemeninaraquo en cierto modo a potinri [sobre la base de sus ejemplos extremos L aunque muchiacutesimos de sus elementos apuntan a la vida infantil Sobre esta estratishyficacioacuten superpuesta de 10 i1fantil y lo femenino daremos despueacutes un esclarecimiento simple La castracioacuten deg el dejar ciego que la subroga ha impreso a menudo su huella negashytiva en las fantasiacuteas la condicioacuten de que a los genitales o a los ojos justamente no les pase nada (Por lo demaacutes es raro que los martirios masoquistas cobren un aspecto tan erio como las crueldades -fantaseadas o escenificildas il1Szcniert1- del sadismo) En el contenido manifiesto de las fantasiacuteas masoquistas se expresa tambieacuten un sentimiento de culpa cuando se supone que la persona afectada ha inshyfringido algo (se lo deja indeterminado) que debe expiarse mediante todos esos procedimientos dolorosos y martirizashydores Esto aparece como una racionalizacioacuten superficial de los contenidos masoquistas pero detraacutes se esconde el nexo con la masturbacioacuten infantil Y por otra parte este factor la culpa nos lleva a la tercera forma el masoquismo moral

El masoquismo femenino que acabamos de describir se basa enteramente en el masoquismo primario eroacutegeno el placer de recibir dolor no obtendremos su explicacioacuten sin retomar el problema desde muy atraacutes

En Tres ensavos de teoriacutea sexual (1905d) en la seccioacuten sobre las fuents de la sexualidad infantil formuleacute la tesis

168

de que laquola excitacioacuten sexual se genera como efecto colateral a raiacutez de una gran seric de procesos internos para 10 cual basta que la intensidad de estos rebase ciertos liacutemites cuanshytitativosraquo Y que quizaacutes laquoen el organismo no ocurra nada de cierta importancia que no ceda sus componentes a la exmiddot citacioacuten de la pulsioacuten sexualraquo7 Seguacuten eso tambieacuten la exshycitacioacuten de dolor y la de displacer tendriacutean esa consecuenshycias Esa coexcitacioacuten libidinosa provocada por una tensioacuten dolorosa y displacentera seriacutea un mecanismo fisiol5gico inshyfantil que se agotariacutea luego En las diferentes constituciones sexuales experimentariacutea diversos grados de desarrollo y en todo caso proporcionariacutea la base fisioloacutegica sobre la cual se erigiriacutea despueacutes como superestructura psiacutequica el masoshyquismo eroacutegeno

Ahora bien esta explicacioacuten demuestra ser insuficiente al no arrojar nnguna luz sobre los viacutenculos regulares e iacutentimos entre el masoquismo y su contraparte en la vida pulsional el sadismo Si se retrocede algo maacutes hasta el supuesto de las dos variedades de pulsiones que consideramos operantes en el ser vivo se llega a otra derivacioacuten que empero no contradice a la anterior En el ser vivo (pluricelular) la lishybido se enfrenta con la pulsioacuten de destruccioacuten o de muerte esta que impera dentro de eacutel querrra des agregarlo y llevar a cada uno de los organismos elementales a la condicioacuten de la estabilidad inorgaacutenica (aunque tal estabilidad soacutelo pueda ser relativa) La tarea de la libido es volver inocua esta pulshysioacuten destructora la desempentildea desviaacutendola en buena paiacutete -y muy pronto con la ayuda de un sistema de oacutergano parshyticular la musculatura- hacia afuera dirigieacutendola hacia los objetos del mundo exterior Recibe entonces el nombre de pulsioacuten de destruccioacuten pulsioacuten de apoderamiento voluntad de rodero Un sector de esta pulsioacuten es puesto directamente al servicio de la funcioacuten sexual donde tiene a su cargo una importante operacioacuten Es el sadismo propiamente dicho Otro sector no obedece a este traslado hacia afuera permashynece en el interior del organismo y alliacute es ligado lihiJinosashymcnte con allda de la coexcitacioacuten sexual antes mencionashyda en ese sctor tenemos que discernir el masoquismo eroacutemiddot geno originario9

Nos falta todo saber fisioloacutegico acerca de los caminos y los medios por los cuales pueda consumarse este domentildea-

[AE 7 paacuteg 186] s [lbid paacuteg 185 ] n [Veacutease con respecto a todo esto El yo y el ello (1923amp) supra

paacuteg 42 asiacute como la descripcioacuten hecha en Maacutes aUaacute del principio de pl4Cir (1920g) AE 18 paacuteg 49]

169

miento 10 de la pulsioacuten de muerte por la libido Dentro del circulo de ideas del psicoanaacutelisis no cabe sino este supuesmiddot to se producen una mezcla y una combinacioacuten muy vastas y de proporciones variables entre 13s dos clases de pulsioacuten asiacute no debemos contar con una pulsioacuten ne muerte y una de vida puras sino soacutelo con contaminaciones de ellas cr vashylencias diferentes en cada caso Por efecto de ciertos facshytores a una mezcla de pulsiones puede corresponderle una desmezcla No alcanzamos a colegir la proporcioacuten de 118 pulshysiones de muerte que se sustraen de eSe domentildeamiento loshygrado mediante ligazoacuten a complementos libidinosos

Si se consiente alguna imprecisioacuten puede decirse que la pulsioacuten de muerte actuante en el interior del organismo -el sadismo primordial-o es ideacutentica al masoquismo Despueacutes que su parte principal fue trasladada afuera sobre los objeshytos en el interior permanece como su residuo el genuino masoquismo eroacutegeno que por una parte ha devenido un componente de la libido pero por la otra sigue teniendo como objeto al ser propio Asiacute ese masoquismo seriacutea un testigo y un relicto de aquella fase de formacioacuten en que acontecioacute la liga tan importante para la vida entre Eros y pulsioacuten de muerte No nos asombraraacute enterarnos de que el sadismo proyectado vuelto hacia afuera o pulsioacuten de desshytruccioacuten puede bajo ciertas constelaciones ser introyectado de nuevo vuelto hacia adentro regresando asiacute a su situashycioacuten anterior En tal caso da por resultado el masoquismo secundario que viene a antildeadirse al originario

El masoquismo eroacutegeno acompantildea a la libido en todas sus fases de desarrollo y le toma prestados sus cambiantes reshyvestimientos psiacutequicosl1 La angustia de ser devorad por el animal toteacutemico (padre) proviene de la organizacieacuten oral primitiva el deseo de ser golpeado por el padre de la fase saacutedico-anal que sigue n aquella h castracioacuten si bien desshymentida maacutes tarde interviene en el contenido de las fanshytasiacuteas masoquistas como sedimento del estadio faacutelico de orshyganizacioacutenl y desde luego las situaciones de ser poseiacutedo sexualmente y de parir caracteriacutesticas de la feminidad de-

10 [laquoBandigunJiraquo vuelve a utilizar esta palabra en ltAnaacutelisis termishynable e interminableraquo (1937c) AE 23 paacuteg 227 mucho antes en el PrcYeacutecto de psicologiacutearaquo de 1895 ( 1950a) AE 1 paacuteg 430 habiacutea aplicado la misma idea al domentildeamientoraquo de los recuerdos]

11 [Psychische Untkleidungenraquo esta imagen fue empleada de anshytiguo por Freud Aparece variacuteas veces verbigracia en el caso Doraraquo ( 1905e) AE 7 paacutegs 73-4 y 87 n 13]

1 Veacutease La organizacioacuten genital infantilraquo (l923e) r supra paacuteg 147 donde en una nota al pie comento el empleo del teacutermino ltdesshymentidaraquo]

170

rivan de la organizacioacuten genital definitiva Tambieacuten resulta faacutecil comprender el papel que las nalgas desempentildean en el masoquismo prescindiendo de su obvio fundamento realY Las nalgas son la parte del cuerpo preferida eroacutegenamente en la fase saacutedico-anal como lo son las mamas en la fnse oral y el pene en la genital

La tercera forma del masoquismo el masoquismo moralH es notable sobre todo por haber aflojado su viacutenculo con lo que conocemos como sexualidad Es que en general todo pashydecer masoquista tiene por condicioacuten la de partir de la persona amada y ser tolerado por orden de ella esta restricshycioacuten desaparece en el masoquismo moral El padecer como tal es 10 que importa no interesa que lo inflija la persona amada o una indiferente asiacute sea causado por poderes o cirshycunstancias impersonales el verdadero masoquista ofrece su mejiacutella toda vez que se presenta la oportunidad de recibir una bofetada Para explicar esta conducta es muy tentador dejar de lado la libido y limitarse al supuesto de que aquIacute la pulsioacuten de destruccioacuten fue vuelta de nuevo hacia adentro y ahora abate su furia sobre el siacute-mismo propio no obstante debe de tener su sentido el hecho de que el uso linguumliacutestico no haya resignado el viacutenculo de esta norma de conducta en la vida con el erotismo y llame tambieacuten laquomasoquistasraquo a estos que se infieren dantildeo a siacute mismos

Fieles a un haacutebito teacutecnico nos ocuparemos primero de la forma extrema indudablemente patoloacutegica de este masoshyquismo En otro lugar 15 he sentildealado que en el tratamiento analiacutetico nos topamos con pacientes cuyo comportamiento frente a los influjos de la cura nos fuerza a atribuirles un sentimiento de culpa laquoinconcienteraquo Indiqueacute ahiacute aquello por lo cual se reconoce a estas personas (la laquoreaccioacuten terapeacuteushytica negativaraquo) y no dejeacute de consignar que la intensidad de una mocioacuten de esta iacutendole significa una de las resistencias maacutes graves y el mayor peligro pata el eacutexito de nuestros proshypoacutesitos meacutedicos o pedagoacutegicos La satisfaccioacuten de este sen timiento incondente de culpa es quizaacutes el rubro maacutes fuerte de la ganancia de la enfermedad compuesta en general por

1 [Hay una referencia a esto en Tres ensayos de teoriacutea sexual (1905d ) AE 7 paacuteg 176]

H [En un paacuterrafo agregado en 1909 a La interpretacioacuten de los sudiacuteos (1900a) AE 4 paacuteg 176 Freud habiacutea propuesto la expresioacuten laquomasoquistas idealesraquo laquoideeUe Masochistenraquo para los individuos que laquono buscan el placer en el dolor corporaacutel que se infligen sno en la humillacioacuten y en la mortificacioacuten psiacutequicaraquo]

11 El yo y el ello (1923b) [supra paacutegs 50-1]

171

varios de ellos y el que maacutes contribuye a la resultante de fuerzas que se revuelve contra la curacioacuten y no quiere resigshynar la condicioacuten de enfermo iexclel padecer que la neurosi conlleva es justamente lo que la vuelve valiosa para la tenshydencia masoquista Tambieacuten es instructivo enterarse de que contrariando toda teoriacutea y expectativa una neurosis que se mostroacute refractaria a los empentildeos terapeacuteuticos puede desashyparecer siacute la persona cae en la miseria de un matrimonio desdichado pierde su fortuna o contrae una grave enfermeshydad orgaacutenica En tales casos una forma de padecer ha sido relevada por otra y vemos que uacutenicamente interesa poder retener cierto grado de padecimiento

No es faacutecil que los pacientes nos crean cuando les sentildeashylamos ese sentimiento inconciente de culpa Saben demasiado bien de las torturas (remordimiento) en que se exterioriza un sentimiento conciente de culpa una conciencia de culpa y por eso no pueden admitir que albergariacutean en su interior mociones de esa clase sin sentirlas para nada Opino que en cierta medida daremos razoacuten al veto de los pacientes si renunciamos a la denominacioacuten laquosentimiento inconciente de culparaquo por lo demaacutes incorrecta psicoloacutegicamente1Il y e1 cambio hablamos de una laquonecesidad de castigoraquo que nos permite recubrir de manera igualmente cabal el estado de cosas observado Pero no podemos abstenernos de apreciar y localizar este sentimiento inconciente de culpa seguacuten el moshydelo del sentimiento conciente

Hemos atribuido al superyoacute la funcioacuten de la conciencia moral y reconocido en el sentimiento de culpa la expr(sioacuten de una tensioacuten entre el yo y el superyoacuteP El yo reaccioniexcl con sentimientos de culpa (angustia de la conciencia moshyral) IR ante la percepcioacuten de que no estaacute a la altura de los reclamos que le dirige su ideal su superyoacute Ahora queremos saber coacutemo ha llegado el superyoacute a este exigente papel y por queacute el yo tiene que sentir miedo en caso de haber dishyferencia con su ideal

Si ya tenemos dicho que el yo encuentra su funcioacuten en conciliar entre siacute en reconciliar las exigencias de las tres instancias a las que sirve podemos agregar que tambieacuten para esto tiene en el superyoacute el arquetipo a que puede asshypitar En efecto este superyoacute es el subrogado tanto del ello como del mundo exterior1) Debe su geacutenesis a que los pri-

16 [Porque no corresponde llamar laquoinconcientesraquo a los sentimientos d El yo y el ello ibid paacutegs 24-5]

17 [[bid paacuteg 38] 1lt [Cf Inhibicioacuten siacutentoma) angustia ( 1926dl AE 20 paacuteg 1221 ll rO laquoNeurosis y psicosisraquo ( 1924b) supra paacuteg 157]

172

meros objetos de las mociones libidinosas del ello la pareja parental fueron introyectados en el yo a raiacutez de lo cual el viacutenculo con ellos fue desexualizado experimentoacute un desviacuteo de las metas sexuales directas Soacutelo de esta marer se posishybilitoacute la superacioacuten del complejo de Edipo Ahora bien el superyoacute conservoacute caracteres esenciales de las personas inshytroyectadas su poder su severidad su inclinacioacuten a la vigishylancia y el castigo Como lo he sentildealado en otro lugarmiddot es faacutecilmente concebible que la severidad resulte acrecentada por la desmezcIa de pulsiones que acomp1iacuteia a esa introducshycioacuten en el yo Ahora el superyoacute la conciencia moral eficaz dentro de eacutel puede volverse duro cruel despiadado hacia el yo a quien tutela De ese modo el imperativo categoacuterico de Kant es la herencia directa del complejo de Edipol

Pero esas mismas personas que como instancia de la conciencia moral siguen ejerciendo una accioacuten eficaz dentto del superyoacute despueacutes que dejaron de ser objetos de las moshyciones libidinosas del ello pertenecen ademaacutes al mundo exterior real De este fueron tomadas su poder tras el que se ocultan todos los influjos del pasado y de la tradishycioacuten fue una de las exteriorizaciones maacutes sensibles de la realidad Merced a esta coincidencia el superyoacute el sustituto del complejo de Edipo deviene tambieacuten representante del mundo exterior real y asiacute el arquetipo para el querer-alshycanzar del yo

De este modo como ya fue conjeturado en un sentido histoacuterico el complejo de Edipo demuestra ser la fuente de nuestra eticidaiquest individual (moral) En el curso del desshyarrollo infantil que lleva a la progresiva separacioacuten respecto de los progenitores va retrocediendo la significatividad pershysonal de estos para el superyoacute A las imagos 23 que restan de ellos se anudan despueacutes los influjos de maestros autorishydades modelos que uno mismo escoge y heacuteroes socialmente reconocidos cuvas personas ya no necesitan ser introyecshytadas por el yo que ha devenido maacutes resistente resistent La figura uacuteltima de est) serie que empieza con los progeni-

El )0 y el ello (1923b) [supra paacuteg 55] l [lbid paacutegs 36 y 49] 2 En el cuarto ensayo de Toacutetem y tabuacute (1912-13) 3 [El teacutermino imagoraquo no fue empleado por Freud con frecuencia

sobre todo en sus uacuteltimos escritos Aparentemente figura por vez primera en Sobre la dinaacutemica de la trasferenciaraquo (1912b) AE 12 paacuteg 98 donde lo atribuye a Jung (1911-12 paacuteg 164) En este pasaje Jung nos dice que lo eligioacute en parte influido por ulla novela con es tiacutetulo del escritor suizo Carl Spitteler y Hanns Sachs (1945 paacuteg 63) nos informa que la revista psicoanalftica Imago fundada por eacutel y Otto Rank en 1912 tambieacuten tornoacute su tiacutetulo de la misma fuente]

173

tores es el oscuro poder del destino que soacutelo los menos de nosotros podemos concebir impersonalmente Es poco lo que puede objetarse al literato holandeacutes Multatuli 4 cuando sustituye la MoiQu [destino] de los griegos por b pareja divina Aoacuteyo XUt AvaacuteIXll [razoacuten y necesidad] pero todos los que trasfieren la guiacutea del acontecer universal a la Proshyvidencia a Dios o a Dios y la Naturaleza son sospechosos de sentir a estos poderes no obstante ser los miacutes exteriores y los maacutes remotos como si fueran una parej3 ele progenitoshyres -vale decir mitoloacutegicamente- y de creerse enlazados con ellos por ligazones libidinosas En mi obra El yo y el ello (l923b) 26 he intentado derivar tambieacuten la angustia realista de muerte de los seres humanos de una concepshycioacuten como esta parental del destino Parece muy difiacutecil lishybrarse de ella

Tras estas consideraciones preliminares podemos volver a la apreciacioacuten del masoquismo moral Dijimos 7 qlle la conducta -en la cura y en su vida- de las personas aqueshyjadas despierta la impresioacuten de que sufrieran una desmedida inhibicioacuten moral y estuvieran bajo el imperio de una conshyciencia moral particularmente susceptible aunque no les sea condente nada de esa hipermoral Pero si lo estudiamos de maacutes cerca notamos bien la diferencia que media entre esa continuacioacuten inconciente de la moral y el masoquismo moshyral En la primera el acento recae sobre el sadismo acrecenshytado del superyoacute al cual el yo se somete en la segunda en cambio sobre el genuino masoquismo del yo quien pide castigo sea de parte del superyoacute sea de los poderes parenshytales de afuera Pero nuestra confusioacuten inicial puede disculshyparse pu(ts en los dos casos se trata de una relacioacuten entre el yo y el superyoacute o poderes equiparables a este uacuteltimo y en ambos el resultado es una necesidad que se satisface meshydiante castigo y padecimiento Ademaacutes difiacutecilmente sea un detalle sin importancia que el sadismo del superyoacute deviene conciente casi siempre con estridencia mientras que el afaacuten

24 E D Dlkker (1820-1887) [laquoMultatu1iraquo era desdl mucho tiemshypo atraacutes uno de los autores favoritos de Freud una de sus obras enshycabeza la lista de laquolos diez mejores librosraquo que este confeccionoacute en 1906 (Freud (1906) AE 9 paacuteg 224)]

25 [La voz griega AvaacuteYYl] ya habiacutea sido citada por Freud (si no ntLs) en ei trabajo sobre Llonardo da Vinei (191Oc) AE 11 paacuteg 116 en cuanto a Auacuteyo pareceriacutea ser esta la primera vez que la usa Lll sus escrituumls Ambas y en Lspecial la segunda son consideradas en Ivs paacuterrafos finales de El porvenir de una ilusioacuten (1927c) AE 21 iexclaacutegs 52 y sigs]

20 [ef supra paacutegs 58middot9] 27 [Ibid paacutegs 50 y sigs]

174

masoquista del yo permanece en general oculto paN la pershysona y se lo debe descubrir por su conducta

La condicioacuten de inconciente del masoquismo moral nos pone sobre una pista interesante Podriacuteamos traducir la exshypresioacuten laquosentimieflto inconciente de culparaquo por laquonecesidad de ser castigado por un poder parentalraquo Ahora bien sabeshymos que el deseo de ser golpeado por el padre tan frecuenshyte en fantasiacuteas estaacute muy relacionado con otro deseo el de entrar con eacutel en una vinculacioacuten sexual pasiva (femenina) y no es maacutes que la desfiguracioacuten regresiva de este uacuteltimo Siacute referimos este esclarecimiento al contenido del masoquisshymo moral se nos vuelve evidente su secreto sentido La conciencia moral y la moral misma nacieron por la superashycioacuten la clesexualizacioacuten del complejo de Edipo mediante el masoquismo moral la moral es resexualizada el complejo de Edipo esreanimado se abre la viacutea para una regresioacuten de la moral al eacuteomplejo de Edipo Y ello no redunda en beneshyficio de la moral ni del individuo Es verdad que este puede haber conservado junto a su masoquismo su eticidad Iacutenteshygra o cierto grado de ella pero tambieacuten es posible que en el masoquismo naufrague buena parte de su conciencia moral Por otra parte este uacuteltimo crea la tentacioacuten de un obrar laquopecaminosoraquo que despueacutes tiene que ser expiado con los reproches de la conciencia moral saacutedica (como en tantos tipos rusos de caraacutecter) o con el castigo del destino ese gran poder parental Para provocar el castigo por parte de middotesta uacuteltima subrogacioacuten de los progenitores el masoquista se ve obligado a hacer cosas inapropiadas a trabajar en contra de su propio beneficio destruir las perspectivas que se le abren en el mundo real y eventualmente aniquilar su propia existencia real

La reversioacuten del sadismo hacia la persona propia ocurre regularmente a raiacutez de la sofocacioacuten cultural de las pulsiones en virtud de la cual la persona se abstiene de aplicar en su vida buena parte de sus componentes pulsionales desshytructivos Cabe imaginar que esta parte relegada de la pulshysioacuten de destruccioacuten salga a la luz como un acrecentamiento del masoquismo en el interior del yo Empero los fenoacutemeshynos de la conciencia moral dejan colegir que la destruccioacuten que retorna desde el mundo exterior puede ser acogiacuteda por el superyoacute y aumentar su sadismo hacia el yo aun sin meshydiar aquella mudanza El sadismo del superyoacute y el masoshyquismo del yo se complementan uno al otro y se auacutenan para provocar las mismas consecuencias Opino que soacutelo asiacute es poshysible comprender que de la sofocacioacuten de las pulsiones reshysulte -con frecuencia o en la totalidad de los casos- un

17)

sentimiento de culpa y que la conciencia moral se vuelva tanto maacutes severa y susceptible cuanto maacutes se abstenga la persona de agredir a los demaacutess De un individuo que sabe acerca de siacute mismo que suele evitar agresiones culturalshymente indeseadas cabriacutea esperar que por esa razoacuten tuviera buena conciencia y vigilara a su yo con menor desconfianza Lo habitual es presentar las cosas como si el reclamo eacutetico fuera lo primario y la renuncia de lo pulsional su conseshycuencia Pero asiacute queda sin explicar el origen de la eticidad En realidad parece ocurrir lo inverso la primera renuncia de lo pulsional es arrancada por poderes exteriores y es ella la que crea la eticidad que se expresa en la conciencia moral y reclama nuevas renuncias de lo pulsional 29

Asiacute el masoquismo moral pasa a ser el testimonio claacutesico de la existencia de la mezcla de pulsiones Su peligrosidad se debe a que desciende de la pu)sioacuten de muerte corresshyponde a aquel sector de ella que se ha sustraiacutedo a su vuelta hacia afuera como pulsioacuten de destruccioacuten Pero como por otra parte tiene el valor psiacutequico Bedeutung de un comshyponente eroacutetico ni aun la autodestruccioacuten de la persona puede producirse sin satisfaccioacuten libidinosa3()

x [ef El yo y el ello (1923b) supra paacutegs 54-5J 9 [Los temas examinados en este paacuterrafo fueron ampliados gtDr

Freud en el capiacutetulo VII de El malestar en la cultura (1930a)] lO [Freud volvioacute a ocuparse del masoquismo en rebeioacuten eOIl el

tratamiento psicoanaliacutetico en laquoAnliacutelisi terminahle e interminable (19nc) AF 23 paacuteg 244]

176

producir la potencia e iniciar el acto sexual En ambos casos -ya que aquellas no son sino la realizacioacuten esceacutenica spieleshyrisehe de las fantasiacuteas- el contenido manifiesto es el mismo ser amordazado atado golpeado dolorosamente azoo tado maltratado de cualquier modo sometido a obediencia incondicional ensuciado denigrado Es mucho maacutes raro que dentro de este contenido se incluvan mutilaciones cuando sucede se les impone grandes limitaciones La interpretashycioacuten maacutes inmediata y faacutecil de obtener es que el masoquista quiere ser tratado como un nintildeo pequentildeo desvalido y deshypendiente pero en particular como un nintildeo diacutescolo Huelga aducir casuiacutestica todo el material es homogeacuteneo y accesible a cualquier observador aunque no se analista Pero si se tiene la oportunidad de estudiar casos en que las fantasiacuteas masoquistas hayan experimentado un procesamiento particushylarmente rico es faacutecil descubrir que ponen a la persona en una situacioacuten caracteriacutestica de la feminidad vale decir sigshynifican ser castrado ser poseiacutedo sexual mente o plrir Por eso he dado a esta forma de manifestacioacuten del masoquIacutecmo el nombre de laquofemeninaraquo en cierto modo a potinri [sobre la base de sus ejemplos extremos L aunque muchiacutesimos de sus elementos apuntan a la vida infantil Sobre esta estratishyficacioacuten superpuesta de 10 i1fantil y lo femenino daremos despueacutes un esclarecimiento simple La castracioacuten deg el dejar ciego que la subroga ha impreso a menudo su huella negashytiva en las fantasiacuteas la condicioacuten de que a los genitales o a los ojos justamente no les pase nada (Por lo demaacutes es raro que los martirios masoquistas cobren un aspecto tan erio como las crueldades -fantaseadas o escenificildas il1Szcniert1- del sadismo) En el contenido manifiesto de las fantasiacuteas masoquistas se expresa tambieacuten un sentimiento de culpa cuando se supone que la persona afectada ha inshyfringido algo (se lo deja indeterminado) que debe expiarse mediante todos esos procedimientos dolorosos y martirizashydores Esto aparece como una racionalizacioacuten superficial de los contenidos masoquistas pero detraacutes se esconde el nexo con la masturbacioacuten infantil Y por otra parte este factor la culpa nos lleva a la tercera forma el masoquismo moral

El masoquismo femenino que acabamos de describir se basa enteramente en el masoquismo primario eroacutegeno el placer de recibir dolor no obtendremos su explicacioacuten sin retomar el problema desde muy atraacutes

En Tres ensavos de teoriacutea sexual (1905d) en la seccioacuten sobre las fuents de la sexualidad infantil formuleacute la tesis

168

de que laquola excitacioacuten sexual se genera como efecto colateral a raiacutez de una gran seric de procesos internos para 10 cual basta que la intensidad de estos rebase ciertos liacutemites cuanshytitativosraquo Y que quizaacutes laquoen el organismo no ocurra nada de cierta importancia que no ceda sus componentes a la exmiddot citacioacuten de la pulsioacuten sexualraquo7 Seguacuten eso tambieacuten la exshycitacioacuten de dolor y la de displacer tendriacutean esa consecuenshycias Esa coexcitacioacuten libidinosa provocada por una tensioacuten dolorosa y displacentera seriacutea un mecanismo fisiol5gico inshyfantil que se agotariacutea luego En las diferentes constituciones sexuales experimentariacutea diversos grados de desarrollo y en todo caso proporcionariacutea la base fisioloacutegica sobre la cual se erigiriacutea despueacutes como superestructura psiacutequica el masoshyquismo eroacutegeno

Ahora bien esta explicacioacuten demuestra ser insuficiente al no arrojar nnguna luz sobre los viacutenculos regulares e iacutentimos entre el masoquismo y su contraparte en la vida pulsional el sadismo Si se retrocede algo maacutes hasta el supuesto de las dos variedades de pulsiones que consideramos operantes en el ser vivo se llega a otra derivacioacuten que empero no contradice a la anterior En el ser vivo (pluricelular) la lishybido se enfrenta con la pulsioacuten de destruccioacuten o de muerte esta que impera dentro de eacutel querrra des agregarlo y llevar a cada uno de los organismos elementales a la condicioacuten de la estabilidad inorgaacutenica (aunque tal estabilidad soacutelo pueda ser relativa) La tarea de la libido es volver inocua esta pulshysioacuten destructora la desempentildea desviaacutendola en buena paiacutete -y muy pronto con la ayuda de un sistema de oacutergano parshyticular la musculatura- hacia afuera dirigieacutendola hacia los objetos del mundo exterior Recibe entonces el nombre de pulsioacuten de destruccioacuten pulsioacuten de apoderamiento voluntad de rodero Un sector de esta pulsioacuten es puesto directamente al servicio de la funcioacuten sexual donde tiene a su cargo una importante operacioacuten Es el sadismo propiamente dicho Otro sector no obedece a este traslado hacia afuera permashynece en el interior del organismo y alliacute es ligado lihiJinosashymcnte con allda de la coexcitacioacuten sexual antes mencionashyda en ese sctor tenemos que discernir el masoquismo eroacutemiddot geno originario9

Nos falta todo saber fisioloacutegico acerca de los caminos y los medios por los cuales pueda consumarse este domentildea-

[AE 7 paacuteg 186] s [lbid paacuteg 185 ] n [Veacutease con respecto a todo esto El yo y el ello (1923amp) supra

paacuteg 42 asiacute como la descripcioacuten hecha en Maacutes aUaacute del principio de pl4Cir (1920g) AE 18 paacuteg 49]

169

miento 10 de la pulsioacuten de muerte por la libido Dentro del circulo de ideas del psicoanaacutelisis no cabe sino este supuesmiddot to se producen una mezcla y una combinacioacuten muy vastas y de proporciones variables entre 13s dos clases de pulsioacuten asiacute no debemos contar con una pulsioacuten ne muerte y una de vida puras sino soacutelo con contaminaciones de ellas cr vashylencias diferentes en cada caso Por efecto de ciertos facshytores a una mezcla de pulsiones puede corresponderle una desmezcla No alcanzamos a colegir la proporcioacuten de 118 pulshysiones de muerte que se sustraen de eSe domentildeamiento loshygrado mediante ligazoacuten a complementos libidinosos

Si se consiente alguna imprecisioacuten puede decirse que la pulsioacuten de muerte actuante en el interior del organismo -el sadismo primordial-o es ideacutentica al masoquismo Despueacutes que su parte principal fue trasladada afuera sobre los objeshytos en el interior permanece como su residuo el genuino masoquismo eroacutegeno que por una parte ha devenido un componente de la libido pero por la otra sigue teniendo como objeto al ser propio Asiacute ese masoquismo seriacutea un testigo y un relicto de aquella fase de formacioacuten en que acontecioacute la liga tan importante para la vida entre Eros y pulsioacuten de muerte No nos asombraraacute enterarnos de que el sadismo proyectado vuelto hacia afuera o pulsioacuten de desshytruccioacuten puede bajo ciertas constelaciones ser introyectado de nuevo vuelto hacia adentro regresando asiacute a su situashycioacuten anterior En tal caso da por resultado el masoquismo secundario que viene a antildeadirse al originario

El masoquismo eroacutegeno acompantildea a la libido en todas sus fases de desarrollo y le toma prestados sus cambiantes reshyvestimientos psiacutequicosl1 La angustia de ser devorad por el animal toteacutemico (padre) proviene de la organizacieacuten oral primitiva el deseo de ser golpeado por el padre de la fase saacutedico-anal que sigue n aquella h castracioacuten si bien desshymentida maacutes tarde interviene en el contenido de las fanshytasiacuteas masoquistas como sedimento del estadio faacutelico de orshyganizacioacutenl y desde luego las situaciones de ser poseiacutedo sexualmente y de parir caracteriacutesticas de la feminidad de-

10 [laquoBandigunJiraquo vuelve a utilizar esta palabra en ltAnaacutelisis termishynable e interminableraquo (1937c) AE 23 paacuteg 227 mucho antes en el PrcYeacutecto de psicologiacutearaquo de 1895 ( 1950a) AE 1 paacuteg 430 habiacutea aplicado la misma idea al domentildeamientoraquo de los recuerdos]

11 [Psychische Untkleidungenraquo esta imagen fue empleada de anshytiguo por Freud Aparece variacuteas veces verbigracia en el caso Doraraquo ( 1905e) AE 7 paacutegs 73-4 y 87 n 13]

1 Veacutease La organizacioacuten genital infantilraquo (l923e) r supra paacuteg 147 donde en una nota al pie comento el empleo del teacutermino ltdesshymentidaraquo]

170

rivan de la organizacioacuten genital definitiva Tambieacuten resulta faacutecil comprender el papel que las nalgas desempentildean en el masoquismo prescindiendo de su obvio fundamento realY Las nalgas son la parte del cuerpo preferida eroacutegenamente en la fase saacutedico-anal como lo son las mamas en la fnse oral y el pene en la genital

La tercera forma del masoquismo el masoquismo moralH es notable sobre todo por haber aflojado su viacutenculo con lo que conocemos como sexualidad Es que en general todo pashydecer masoquista tiene por condicioacuten la de partir de la persona amada y ser tolerado por orden de ella esta restricshycioacuten desaparece en el masoquismo moral El padecer como tal es 10 que importa no interesa que lo inflija la persona amada o una indiferente asiacute sea causado por poderes o cirshycunstancias impersonales el verdadero masoquista ofrece su mejiacutella toda vez que se presenta la oportunidad de recibir una bofetada Para explicar esta conducta es muy tentador dejar de lado la libido y limitarse al supuesto de que aquIacute la pulsioacuten de destruccioacuten fue vuelta de nuevo hacia adentro y ahora abate su furia sobre el siacute-mismo propio no obstante debe de tener su sentido el hecho de que el uso linguumliacutestico no haya resignado el viacutenculo de esta norma de conducta en la vida con el erotismo y llame tambieacuten laquomasoquistasraquo a estos que se infieren dantildeo a siacute mismos

Fieles a un haacutebito teacutecnico nos ocuparemos primero de la forma extrema indudablemente patoloacutegica de este masoshyquismo En otro lugar 15 he sentildealado que en el tratamiento analiacutetico nos topamos con pacientes cuyo comportamiento frente a los influjos de la cura nos fuerza a atribuirles un sentimiento de culpa laquoinconcienteraquo Indiqueacute ahiacute aquello por lo cual se reconoce a estas personas (la laquoreaccioacuten terapeacuteushytica negativaraquo) y no dejeacute de consignar que la intensidad de una mocioacuten de esta iacutendole significa una de las resistencias maacutes graves y el mayor peligro pata el eacutexito de nuestros proshypoacutesitos meacutedicos o pedagoacutegicos La satisfaccioacuten de este sen timiento incondente de culpa es quizaacutes el rubro maacutes fuerte de la ganancia de la enfermedad compuesta en general por

1 [Hay una referencia a esto en Tres ensayos de teoriacutea sexual (1905d ) AE 7 paacuteg 176]

H [En un paacuterrafo agregado en 1909 a La interpretacioacuten de los sudiacuteos (1900a) AE 4 paacuteg 176 Freud habiacutea propuesto la expresioacuten laquomasoquistas idealesraquo laquoideeUe Masochistenraquo para los individuos que laquono buscan el placer en el dolor corporaacutel que se infligen sno en la humillacioacuten y en la mortificacioacuten psiacutequicaraquo]

11 El yo y el ello (1923b) [supra paacutegs 50-1]

171

varios de ellos y el que maacutes contribuye a la resultante de fuerzas que se revuelve contra la curacioacuten y no quiere resigshynar la condicioacuten de enfermo iexclel padecer que la neurosi conlleva es justamente lo que la vuelve valiosa para la tenshydencia masoquista Tambieacuten es instructivo enterarse de que contrariando toda teoriacutea y expectativa una neurosis que se mostroacute refractaria a los empentildeos terapeacuteuticos puede desashyparecer siacute la persona cae en la miseria de un matrimonio desdichado pierde su fortuna o contrae una grave enfermeshydad orgaacutenica En tales casos una forma de padecer ha sido relevada por otra y vemos que uacutenicamente interesa poder retener cierto grado de padecimiento

No es faacutecil que los pacientes nos crean cuando les sentildeashylamos ese sentimiento inconciente de culpa Saben demasiado bien de las torturas (remordimiento) en que se exterioriza un sentimiento conciente de culpa una conciencia de culpa y por eso no pueden admitir que albergariacutean en su interior mociones de esa clase sin sentirlas para nada Opino que en cierta medida daremos razoacuten al veto de los pacientes si renunciamos a la denominacioacuten laquosentimiento inconciente de culparaquo por lo demaacutes incorrecta psicoloacutegicamente1Il y e1 cambio hablamos de una laquonecesidad de castigoraquo que nos permite recubrir de manera igualmente cabal el estado de cosas observado Pero no podemos abstenernos de apreciar y localizar este sentimiento inconciente de culpa seguacuten el moshydelo del sentimiento conciente

Hemos atribuido al superyoacute la funcioacuten de la conciencia moral y reconocido en el sentimiento de culpa la expr(sioacuten de una tensioacuten entre el yo y el superyoacuteP El yo reaccioniexcl con sentimientos de culpa (angustia de la conciencia moshyral) IR ante la percepcioacuten de que no estaacute a la altura de los reclamos que le dirige su ideal su superyoacute Ahora queremos saber coacutemo ha llegado el superyoacute a este exigente papel y por queacute el yo tiene que sentir miedo en caso de haber dishyferencia con su ideal

Si ya tenemos dicho que el yo encuentra su funcioacuten en conciliar entre siacute en reconciliar las exigencias de las tres instancias a las que sirve podemos agregar que tambieacuten para esto tiene en el superyoacute el arquetipo a que puede asshypitar En efecto este superyoacute es el subrogado tanto del ello como del mundo exterior1) Debe su geacutenesis a que los pri-

16 [Porque no corresponde llamar laquoinconcientesraquo a los sentimientos d El yo y el ello ibid paacutegs 24-5]

17 [[bid paacuteg 38] 1lt [Cf Inhibicioacuten siacutentoma) angustia ( 1926dl AE 20 paacuteg 1221 ll rO laquoNeurosis y psicosisraquo ( 1924b) supra paacuteg 157]

172

meros objetos de las mociones libidinosas del ello la pareja parental fueron introyectados en el yo a raiacutez de lo cual el viacutenculo con ellos fue desexualizado experimentoacute un desviacuteo de las metas sexuales directas Soacutelo de esta marer se posishybilitoacute la superacioacuten del complejo de Edipo Ahora bien el superyoacute conservoacute caracteres esenciales de las personas inshytroyectadas su poder su severidad su inclinacioacuten a la vigishylancia y el castigo Como lo he sentildealado en otro lugarmiddot es faacutecilmente concebible que la severidad resulte acrecentada por la desmezcIa de pulsiones que acomp1iacuteia a esa introducshycioacuten en el yo Ahora el superyoacute la conciencia moral eficaz dentro de eacutel puede volverse duro cruel despiadado hacia el yo a quien tutela De ese modo el imperativo categoacuterico de Kant es la herencia directa del complejo de Edipol

Pero esas mismas personas que como instancia de la conciencia moral siguen ejerciendo una accioacuten eficaz dentto del superyoacute despueacutes que dejaron de ser objetos de las moshyciones libidinosas del ello pertenecen ademaacutes al mundo exterior real De este fueron tomadas su poder tras el que se ocultan todos los influjos del pasado y de la tradishycioacuten fue una de las exteriorizaciones maacutes sensibles de la realidad Merced a esta coincidencia el superyoacute el sustituto del complejo de Edipo deviene tambieacuten representante del mundo exterior real y asiacute el arquetipo para el querer-alshycanzar del yo

De este modo como ya fue conjeturado en un sentido histoacuterico el complejo de Edipo demuestra ser la fuente de nuestra eticidaiquest individual (moral) En el curso del desshyarrollo infantil que lleva a la progresiva separacioacuten respecto de los progenitores va retrocediendo la significatividad pershysonal de estos para el superyoacute A las imagos 23 que restan de ellos se anudan despueacutes los influjos de maestros autorishydades modelos que uno mismo escoge y heacuteroes socialmente reconocidos cuvas personas ya no necesitan ser introyecshytadas por el yo que ha devenido maacutes resistente resistent La figura uacuteltima de est) serie que empieza con los progeni-

El )0 y el ello (1923b) [supra paacuteg 55] l [lbid paacutegs 36 y 49] 2 En el cuarto ensayo de Toacutetem y tabuacute (1912-13) 3 [El teacutermino imagoraquo no fue empleado por Freud con frecuencia

sobre todo en sus uacuteltimos escritos Aparentemente figura por vez primera en Sobre la dinaacutemica de la trasferenciaraquo (1912b) AE 12 paacuteg 98 donde lo atribuye a Jung (1911-12 paacuteg 164) En este pasaje Jung nos dice que lo eligioacute en parte influido por ulla novela con es tiacutetulo del escritor suizo Carl Spitteler y Hanns Sachs (1945 paacuteg 63) nos informa que la revista psicoanalftica Imago fundada por eacutel y Otto Rank en 1912 tambieacuten tornoacute su tiacutetulo de la misma fuente]

173

tores es el oscuro poder del destino que soacutelo los menos de nosotros podemos concebir impersonalmente Es poco lo que puede objetarse al literato holandeacutes Multatuli 4 cuando sustituye la MoiQu [destino] de los griegos por b pareja divina Aoacuteyo XUt AvaacuteIXll [razoacuten y necesidad] pero todos los que trasfieren la guiacutea del acontecer universal a la Proshyvidencia a Dios o a Dios y la Naturaleza son sospechosos de sentir a estos poderes no obstante ser los miacutes exteriores y los maacutes remotos como si fueran una parej3 ele progenitoshyres -vale decir mitoloacutegicamente- y de creerse enlazados con ellos por ligazones libidinosas En mi obra El yo y el ello (l923b) 26 he intentado derivar tambieacuten la angustia realista de muerte de los seres humanos de una concepshycioacuten como esta parental del destino Parece muy difiacutecil lishybrarse de ella

Tras estas consideraciones preliminares podemos volver a la apreciacioacuten del masoquismo moral Dijimos 7 qlle la conducta -en la cura y en su vida- de las personas aqueshyjadas despierta la impresioacuten de que sufrieran una desmedida inhibicioacuten moral y estuvieran bajo el imperio de una conshyciencia moral particularmente susceptible aunque no les sea condente nada de esa hipermoral Pero si lo estudiamos de maacutes cerca notamos bien la diferencia que media entre esa continuacioacuten inconciente de la moral y el masoquismo moshyral En la primera el acento recae sobre el sadismo acrecenshytado del superyoacute al cual el yo se somete en la segunda en cambio sobre el genuino masoquismo del yo quien pide castigo sea de parte del superyoacute sea de los poderes parenshytales de afuera Pero nuestra confusioacuten inicial puede disculshyparse pu(ts en los dos casos se trata de una relacioacuten entre el yo y el superyoacute o poderes equiparables a este uacuteltimo y en ambos el resultado es una necesidad que se satisface meshydiante castigo y padecimiento Ademaacutes difiacutecilmente sea un detalle sin importancia que el sadismo del superyoacute deviene conciente casi siempre con estridencia mientras que el afaacuten

24 E D Dlkker (1820-1887) [laquoMultatu1iraquo era desdl mucho tiemshypo atraacutes uno de los autores favoritos de Freud una de sus obras enshycabeza la lista de laquolos diez mejores librosraquo que este confeccionoacute en 1906 (Freud (1906) AE 9 paacuteg 224)]

25 [La voz griega AvaacuteYYl] ya habiacutea sido citada por Freud (si no ntLs) en ei trabajo sobre Llonardo da Vinei (191Oc) AE 11 paacuteg 116 en cuanto a Auacuteyo pareceriacutea ser esta la primera vez que la usa Lll sus escrituumls Ambas y en Lspecial la segunda son consideradas en Ivs paacuterrafos finales de El porvenir de una ilusioacuten (1927c) AE 21 iexclaacutegs 52 y sigs]

20 [ef supra paacutegs 58middot9] 27 [Ibid paacutegs 50 y sigs]

174

masoquista del yo permanece en general oculto paN la pershysona y se lo debe descubrir por su conducta

La condicioacuten de inconciente del masoquismo moral nos pone sobre una pista interesante Podriacuteamos traducir la exshypresioacuten laquosentimieflto inconciente de culparaquo por laquonecesidad de ser castigado por un poder parentalraquo Ahora bien sabeshymos que el deseo de ser golpeado por el padre tan frecuenshyte en fantasiacuteas estaacute muy relacionado con otro deseo el de entrar con eacutel en una vinculacioacuten sexual pasiva (femenina) y no es maacutes que la desfiguracioacuten regresiva de este uacuteltimo Siacute referimos este esclarecimiento al contenido del masoquisshymo moral se nos vuelve evidente su secreto sentido La conciencia moral y la moral misma nacieron por la superashycioacuten la clesexualizacioacuten del complejo de Edipo mediante el masoquismo moral la moral es resexualizada el complejo de Edipo esreanimado se abre la viacutea para una regresioacuten de la moral al eacuteomplejo de Edipo Y ello no redunda en beneshyficio de la moral ni del individuo Es verdad que este puede haber conservado junto a su masoquismo su eticidad Iacutenteshygra o cierto grado de ella pero tambieacuten es posible que en el masoquismo naufrague buena parte de su conciencia moral Por otra parte este uacuteltimo crea la tentacioacuten de un obrar laquopecaminosoraquo que despueacutes tiene que ser expiado con los reproches de la conciencia moral saacutedica (como en tantos tipos rusos de caraacutecter) o con el castigo del destino ese gran poder parental Para provocar el castigo por parte de middotesta uacuteltima subrogacioacuten de los progenitores el masoquista se ve obligado a hacer cosas inapropiadas a trabajar en contra de su propio beneficio destruir las perspectivas que se le abren en el mundo real y eventualmente aniquilar su propia existencia real

La reversioacuten del sadismo hacia la persona propia ocurre regularmente a raiacutez de la sofocacioacuten cultural de las pulsiones en virtud de la cual la persona se abstiene de aplicar en su vida buena parte de sus componentes pulsionales desshytructivos Cabe imaginar que esta parte relegada de la pulshysioacuten de destruccioacuten salga a la luz como un acrecentamiento del masoquismo en el interior del yo Empero los fenoacutemeshynos de la conciencia moral dejan colegir que la destruccioacuten que retorna desde el mundo exterior puede ser acogiacuteda por el superyoacute y aumentar su sadismo hacia el yo aun sin meshydiar aquella mudanza El sadismo del superyoacute y el masoshyquismo del yo se complementan uno al otro y se auacutenan para provocar las mismas consecuencias Opino que soacutelo asiacute es poshysible comprender que de la sofocacioacuten de las pulsiones reshysulte -con frecuencia o en la totalidad de los casos- un

17)

sentimiento de culpa y que la conciencia moral se vuelva tanto maacutes severa y susceptible cuanto maacutes se abstenga la persona de agredir a los demaacutess De un individuo que sabe acerca de siacute mismo que suele evitar agresiones culturalshymente indeseadas cabriacutea esperar que por esa razoacuten tuviera buena conciencia y vigilara a su yo con menor desconfianza Lo habitual es presentar las cosas como si el reclamo eacutetico fuera lo primario y la renuncia de lo pulsional su conseshycuencia Pero asiacute queda sin explicar el origen de la eticidad En realidad parece ocurrir lo inverso la primera renuncia de lo pulsional es arrancada por poderes exteriores y es ella la que crea la eticidad que se expresa en la conciencia moral y reclama nuevas renuncias de lo pulsional 29

Asiacute el masoquismo moral pasa a ser el testimonio claacutesico de la existencia de la mezcla de pulsiones Su peligrosidad se debe a que desciende de la pu)sioacuten de muerte corresshyponde a aquel sector de ella que se ha sustraiacutedo a su vuelta hacia afuera como pulsioacuten de destruccioacuten Pero como por otra parte tiene el valor psiacutequico Bedeutung de un comshyponente eroacutetico ni aun la autodestruccioacuten de la persona puede producirse sin satisfaccioacuten libidinosa3()

x [ef El yo y el ello (1923b) supra paacutegs 54-5J 9 [Los temas examinados en este paacuterrafo fueron ampliados gtDr

Freud en el capiacutetulo VII de El malestar en la cultura (1930a)] lO [Freud volvioacute a ocuparse del masoquismo en rebeioacuten eOIl el

tratamiento psicoanaliacutetico en laquoAnliacutelisi terminahle e interminable (19nc) AF 23 paacuteg 244]

176

de que laquola excitacioacuten sexual se genera como efecto colateral a raiacutez de una gran seric de procesos internos para 10 cual basta que la intensidad de estos rebase ciertos liacutemites cuanshytitativosraquo Y que quizaacutes laquoen el organismo no ocurra nada de cierta importancia que no ceda sus componentes a la exmiddot citacioacuten de la pulsioacuten sexualraquo7 Seguacuten eso tambieacuten la exshycitacioacuten de dolor y la de displacer tendriacutean esa consecuenshycias Esa coexcitacioacuten libidinosa provocada por una tensioacuten dolorosa y displacentera seriacutea un mecanismo fisiol5gico inshyfantil que se agotariacutea luego En las diferentes constituciones sexuales experimentariacutea diversos grados de desarrollo y en todo caso proporcionariacutea la base fisioloacutegica sobre la cual se erigiriacutea despueacutes como superestructura psiacutequica el masoshyquismo eroacutegeno

Ahora bien esta explicacioacuten demuestra ser insuficiente al no arrojar nnguna luz sobre los viacutenculos regulares e iacutentimos entre el masoquismo y su contraparte en la vida pulsional el sadismo Si se retrocede algo maacutes hasta el supuesto de las dos variedades de pulsiones que consideramos operantes en el ser vivo se llega a otra derivacioacuten que empero no contradice a la anterior En el ser vivo (pluricelular) la lishybido se enfrenta con la pulsioacuten de destruccioacuten o de muerte esta que impera dentro de eacutel querrra des agregarlo y llevar a cada uno de los organismos elementales a la condicioacuten de la estabilidad inorgaacutenica (aunque tal estabilidad soacutelo pueda ser relativa) La tarea de la libido es volver inocua esta pulshysioacuten destructora la desempentildea desviaacutendola en buena paiacutete -y muy pronto con la ayuda de un sistema de oacutergano parshyticular la musculatura- hacia afuera dirigieacutendola hacia los objetos del mundo exterior Recibe entonces el nombre de pulsioacuten de destruccioacuten pulsioacuten de apoderamiento voluntad de rodero Un sector de esta pulsioacuten es puesto directamente al servicio de la funcioacuten sexual donde tiene a su cargo una importante operacioacuten Es el sadismo propiamente dicho Otro sector no obedece a este traslado hacia afuera permashynece en el interior del organismo y alliacute es ligado lihiJinosashymcnte con allda de la coexcitacioacuten sexual antes mencionashyda en ese sctor tenemos que discernir el masoquismo eroacutemiddot geno originario9

Nos falta todo saber fisioloacutegico acerca de los caminos y los medios por los cuales pueda consumarse este domentildea-

[AE 7 paacuteg 186] s [lbid paacuteg 185 ] n [Veacutease con respecto a todo esto El yo y el ello (1923amp) supra

paacuteg 42 asiacute como la descripcioacuten hecha en Maacutes aUaacute del principio de pl4Cir (1920g) AE 18 paacuteg 49]

169

miento 10 de la pulsioacuten de muerte por la libido Dentro del circulo de ideas del psicoanaacutelisis no cabe sino este supuesmiddot to se producen una mezcla y una combinacioacuten muy vastas y de proporciones variables entre 13s dos clases de pulsioacuten asiacute no debemos contar con una pulsioacuten ne muerte y una de vida puras sino soacutelo con contaminaciones de ellas cr vashylencias diferentes en cada caso Por efecto de ciertos facshytores a una mezcla de pulsiones puede corresponderle una desmezcla No alcanzamos a colegir la proporcioacuten de 118 pulshysiones de muerte que se sustraen de eSe domentildeamiento loshygrado mediante ligazoacuten a complementos libidinosos

Si se consiente alguna imprecisioacuten puede decirse que la pulsioacuten de muerte actuante en el interior del organismo -el sadismo primordial-o es ideacutentica al masoquismo Despueacutes que su parte principal fue trasladada afuera sobre los objeshytos en el interior permanece como su residuo el genuino masoquismo eroacutegeno que por una parte ha devenido un componente de la libido pero por la otra sigue teniendo como objeto al ser propio Asiacute ese masoquismo seriacutea un testigo y un relicto de aquella fase de formacioacuten en que acontecioacute la liga tan importante para la vida entre Eros y pulsioacuten de muerte No nos asombraraacute enterarnos de que el sadismo proyectado vuelto hacia afuera o pulsioacuten de desshytruccioacuten puede bajo ciertas constelaciones ser introyectado de nuevo vuelto hacia adentro regresando asiacute a su situashycioacuten anterior En tal caso da por resultado el masoquismo secundario que viene a antildeadirse al originario

El masoquismo eroacutegeno acompantildea a la libido en todas sus fases de desarrollo y le toma prestados sus cambiantes reshyvestimientos psiacutequicosl1 La angustia de ser devorad por el animal toteacutemico (padre) proviene de la organizacieacuten oral primitiva el deseo de ser golpeado por el padre de la fase saacutedico-anal que sigue n aquella h castracioacuten si bien desshymentida maacutes tarde interviene en el contenido de las fanshytasiacuteas masoquistas como sedimento del estadio faacutelico de orshyganizacioacutenl y desde luego las situaciones de ser poseiacutedo sexualmente y de parir caracteriacutesticas de la feminidad de-

10 [laquoBandigunJiraquo vuelve a utilizar esta palabra en ltAnaacutelisis termishynable e interminableraquo (1937c) AE 23 paacuteg 227 mucho antes en el PrcYeacutecto de psicologiacutearaquo de 1895 ( 1950a) AE 1 paacuteg 430 habiacutea aplicado la misma idea al domentildeamientoraquo de los recuerdos]

11 [Psychische Untkleidungenraquo esta imagen fue empleada de anshytiguo por Freud Aparece variacuteas veces verbigracia en el caso Doraraquo ( 1905e) AE 7 paacutegs 73-4 y 87 n 13]

1 Veacutease La organizacioacuten genital infantilraquo (l923e) r supra paacuteg 147 donde en una nota al pie comento el empleo del teacutermino ltdesshymentidaraquo]

170

rivan de la organizacioacuten genital definitiva Tambieacuten resulta faacutecil comprender el papel que las nalgas desempentildean en el masoquismo prescindiendo de su obvio fundamento realY Las nalgas son la parte del cuerpo preferida eroacutegenamente en la fase saacutedico-anal como lo son las mamas en la fnse oral y el pene en la genital

La tercera forma del masoquismo el masoquismo moralH es notable sobre todo por haber aflojado su viacutenculo con lo que conocemos como sexualidad Es que en general todo pashydecer masoquista tiene por condicioacuten la de partir de la persona amada y ser tolerado por orden de ella esta restricshycioacuten desaparece en el masoquismo moral El padecer como tal es 10 que importa no interesa que lo inflija la persona amada o una indiferente asiacute sea causado por poderes o cirshycunstancias impersonales el verdadero masoquista ofrece su mejiacutella toda vez que se presenta la oportunidad de recibir una bofetada Para explicar esta conducta es muy tentador dejar de lado la libido y limitarse al supuesto de que aquIacute la pulsioacuten de destruccioacuten fue vuelta de nuevo hacia adentro y ahora abate su furia sobre el siacute-mismo propio no obstante debe de tener su sentido el hecho de que el uso linguumliacutestico no haya resignado el viacutenculo de esta norma de conducta en la vida con el erotismo y llame tambieacuten laquomasoquistasraquo a estos que se infieren dantildeo a siacute mismos

Fieles a un haacutebito teacutecnico nos ocuparemos primero de la forma extrema indudablemente patoloacutegica de este masoshyquismo En otro lugar 15 he sentildealado que en el tratamiento analiacutetico nos topamos con pacientes cuyo comportamiento frente a los influjos de la cura nos fuerza a atribuirles un sentimiento de culpa laquoinconcienteraquo Indiqueacute ahiacute aquello por lo cual se reconoce a estas personas (la laquoreaccioacuten terapeacuteushytica negativaraquo) y no dejeacute de consignar que la intensidad de una mocioacuten de esta iacutendole significa una de las resistencias maacutes graves y el mayor peligro pata el eacutexito de nuestros proshypoacutesitos meacutedicos o pedagoacutegicos La satisfaccioacuten de este sen timiento incondente de culpa es quizaacutes el rubro maacutes fuerte de la ganancia de la enfermedad compuesta en general por

1 [Hay una referencia a esto en Tres ensayos de teoriacutea sexual (1905d ) AE 7 paacuteg 176]

H [En un paacuterrafo agregado en 1909 a La interpretacioacuten de los sudiacuteos (1900a) AE 4 paacuteg 176 Freud habiacutea propuesto la expresioacuten laquomasoquistas idealesraquo laquoideeUe Masochistenraquo para los individuos que laquono buscan el placer en el dolor corporaacutel que se infligen sno en la humillacioacuten y en la mortificacioacuten psiacutequicaraquo]

11 El yo y el ello (1923b) [supra paacutegs 50-1]

171

varios de ellos y el que maacutes contribuye a la resultante de fuerzas que se revuelve contra la curacioacuten y no quiere resigshynar la condicioacuten de enfermo iexclel padecer que la neurosi conlleva es justamente lo que la vuelve valiosa para la tenshydencia masoquista Tambieacuten es instructivo enterarse de que contrariando toda teoriacutea y expectativa una neurosis que se mostroacute refractaria a los empentildeos terapeacuteuticos puede desashyparecer siacute la persona cae en la miseria de un matrimonio desdichado pierde su fortuna o contrae una grave enfermeshydad orgaacutenica En tales casos una forma de padecer ha sido relevada por otra y vemos que uacutenicamente interesa poder retener cierto grado de padecimiento

No es faacutecil que los pacientes nos crean cuando les sentildeashylamos ese sentimiento inconciente de culpa Saben demasiado bien de las torturas (remordimiento) en que se exterioriza un sentimiento conciente de culpa una conciencia de culpa y por eso no pueden admitir que albergariacutean en su interior mociones de esa clase sin sentirlas para nada Opino que en cierta medida daremos razoacuten al veto de los pacientes si renunciamos a la denominacioacuten laquosentimiento inconciente de culparaquo por lo demaacutes incorrecta psicoloacutegicamente1Il y e1 cambio hablamos de una laquonecesidad de castigoraquo que nos permite recubrir de manera igualmente cabal el estado de cosas observado Pero no podemos abstenernos de apreciar y localizar este sentimiento inconciente de culpa seguacuten el moshydelo del sentimiento conciente

Hemos atribuido al superyoacute la funcioacuten de la conciencia moral y reconocido en el sentimiento de culpa la expr(sioacuten de una tensioacuten entre el yo y el superyoacuteP El yo reaccioniexcl con sentimientos de culpa (angustia de la conciencia moshyral) IR ante la percepcioacuten de que no estaacute a la altura de los reclamos que le dirige su ideal su superyoacute Ahora queremos saber coacutemo ha llegado el superyoacute a este exigente papel y por queacute el yo tiene que sentir miedo en caso de haber dishyferencia con su ideal

Si ya tenemos dicho que el yo encuentra su funcioacuten en conciliar entre siacute en reconciliar las exigencias de las tres instancias a las que sirve podemos agregar que tambieacuten para esto tiene en el superyoacute el arquetipo a que puede asshypitar En efecto este superyoacute es el subrogado tanto del ello como del mundo exterior1) Debe su geacutenesis a que los pri-

16 [Porque no corresponde llamar laquoinconcientesraquo a los sentimientos d El yo y el ello ibid paacutegs 24-5]

17 [[bid paacuteg 38] 1lt [Cf Inhibicioacuten siacutentoma) angustia ( 1926dl AE 20 paacuteg 1221 ll rO laquoNeurosis y psicosisraquo ( 1924b) supra paacuteg 157]

172

meros objetos de las mociones libidinosas del ello la pareja parental fueron introyectados en el yo a raiacutez de lo cual el viacutenculo con ellos fue desexualizado experimentoacute un desviacuteo de las metas sexuales directas Soacutelo de esta marer se posishybilitoacute la superacioacuten del complejo de Edipo Ahora bien el superyoacute conservoacute caracteres esenciales de las personas inshytroyectadas su poder su severidad su inclinacioacuten a la vigishylancia y el castigo Como lo he sentildealado en otro lugarmiddot es faacutecilmente concebible que la severidad resulte acrecentada por la desmezcIa de pulsiones que acomp1iacuteia a esa introducshycioacuten en el yo Ahora el superyoacute la conciencia moral eficaz dentro de eacutel puede volverse duro cruel despiadado hacia el yo a quien tutela De ese modo el imperativo categoacuterico de Kant es la herencia directa del complejo de Edipol

Pero esas mismas personas que como instancia de la conciencia moral siguen ejerciendo una accioacuten eficaz dentto del superyoacute despueacutes que dejaron de ser objetos de las moshyciones libidinosas del ello pertenecen ademaacutes al mundo exterior real De este fueron tomadas su poder tras el que se ocultan todos los influjos del pasado y de la tradishycioacuten fue una de las exteriorizaciones maacutes sensibles de la realidad Merced a esta coincidencia el superyoacute el sustituto del complejo de Edipo deviene tambieacuten representante del mundo exterior real y asiacute el arquetipo para el querer-alshycanzar del yo

De este modo como ya fue conjeturado en un sentido histoacuterico el complejo de Edipo demuestra ser la fuente de nuestra eticidaiquest individual (moral) En el curso del desshyarrollo infantil que lleva a la progresiva separacioacuten respecto de los progenitores va retrocediendo la significatividad pershysonal de estos para el superyoacute A las imagos 23 que restan de ellos se anudan despueacutes los influjos de maestros autorishydades modelos que uno mismo escoge y heacuteroes socialmente reconocidos cuvas personas ya no necesitan ser introyecshytadas por el yo que ha devenido maacutes resistente resistent La figura uacuteltima de est) serie que empieza con los progeni-

El )0 y el ello (1923b) [supra paacuteg 55] l [lbid paacutegs 36 y 49] 2 En el cuarto ensayo de Toacutetem y tabuacute (1912-13) 3 [El teacutermino imagoraquo no fue empleado por Freud con frecuencia

sobre todo en sus uacuteltimos escritos Aparentemente figura por vez primera en Sobre la dinaacutemica de la trasferenciaraquo (1912b) AE 12 paacuteg 98 donde lo atribuye a Jung (1911-12 paacuteg 164) En este pasaje Jung nos dice que lo eligioacute en parte influido por ulla novela con es tiacutetulo del escritor suizo Carl Spitteler y Hanns Sachs (1945 paacuteg 63) nos informa que la revista psicoanalftica Imago fundada por eacutel y Otto Rank en 1912 tambieacuten tornoacute su tiacutetulo de la misma fuente]

173

tores es el oscuro poder del destino que soacutelo los menos de nosotros podemos concebir impersonalmente Es poco lo que puede objetarse al literato holandeacutes Multatuli 4 cuando sustituye la MoiQu [destino] de los griegos por b pareja divina Aoacuteyo XUt AvaacuteIXll [razoacuten y necesidad] pero todos los que trasfieren la guiacutea del acontecer universal a la Proshyvidencia a Dios o a Dios y la Naturaleza son sospechosos de sentir a estos poderes no obstante ser los miacutes exteriores y los maacutes remotos como si fueran una parej3 ele progenitoshyres -vale decir mitoloacutegicamente- y de creerse enlazados con ellos por ligazones libidinosas En mi obra El yo y el ello (l923b) 26 he intentado derivar tambieacuten la angustia realista de muerte de los seres humanos de una concepshycioacuten como esta parental del destino Parece muy difiacutecil lishybrarse de ella

Tras estas consideraciones preliminares podemos volver a la apreciacioacuten del masoquismo moral Dijimos 7 qlle la conducta -en la cura y en su vida- de las personas aqueshyjadas despierta la impresioacuten de que sufrieran una desmedida inhibicioacuten moral y estuvieran bajo el imperio de una conshyciencia moral particularmente susceptible aunque no les sea condente nada de esa hipermoral Pero si lo estudiamos de maacutes cerca notamos bien la diferencia que media entre esa continuacioacuten inconciente de la moral y el masoquismo moshyral En la primera el acento recae sobre el sadismo acrecenshytado del superyoacute al cual el yo se somete en la segunda en cambio sobre el genuino masoquismo del yo quien pide castigo sea de parte del superyoacute sea de los poderes parenshytales de afuera Pero nuestra confusioacuten inicial puede disculshyparse pu(ts en los dos casos se trata de una relacioacuten entre el yo y el superyoacute o poderes equiparables a este uacuteltimo y en ambos el resultado es una necesidad que se satisface meshydiante castigo y padecimiento Ademaacutes difiacutecilmente sea un detalle sin importancia que el sadismo del superyoacute deviene conciente casi siempre con estridencia mientras que el afaacuten

24 E D Dlkker (1820-1887) [laquoMultatu1iraquo era desdl mucho tiemshypo atraacutes uno de los autores favoritos de Freud una de sus obras enshycabeza la lista de laquolos diez mejores librosraquo que este confeccionoacute en 1906 (Freud (1906) AE 9 paacuteg 224)]

25 [La voz griega AvaacuteYYl] ya habiacutea sido citada por Freud (si no ntLs) en ei trabajo sobre Llonardo da Vinei (191Oc) AE 11 paacuteg 116 en cuanto a Auacuteyo pareceriacutea ser esta la primera vez que la usa Lll sus escrituumls Ambas y en Lspecial la segunda son consideradas en Ivs paacuterrafos finales de El porvenir de una ilusioacuten (1927c) AE 21 iexclaacutegs 52 y sigs]

20 [ef supra paacutegs 58middot9] 27 [Ibid paacutegs 50 y sigs]

174

masoquista del yo permanece en general oculto paN la pershysona y se lo debe descubrir por su conducta

La condicioacuten de inconciente del masoquismo moral nos pone sobre una pista interesante Podriacuteamos traducir la exshypresioacuten laquosentimieflto inconciente de culparaquo por laquonecesidad de ser castigado por un poder parentalraquo Ahora bien sabeshymos que el deseo de ser golpeado por el padre tan frecuenshyte en fantasiacuteas estaacute muy relacionado con otro deseo el de entrar con eacutel en una vinculacioacuten sexual pasiva (femenina) y no es maacutes que la desfiguracioacuten regresiva de este uacuteltimo Siacute referimos este esclarecimiento al contenido del masoquisshymo moral se nos vuelve evidente su secreto sentido La conciencia moral y la moral misma nacieron por la superashycioacuten la clesexualizacioacuten del complejo de Edipo mediante el masoquismo moral la moral es resexualizada el complejo de Edipo esreanimado se abre la viacutea para una regresioacuten de la moral al eacuteomplejo de Edipo Y ello no redunda en beneshyficio de la moral ni del individuo Es verdad que este puede haber conservado junto a su masoquismo su eticidad Iacutenteshygra o cierto grado de ella pero tambieacuten es posible que en el masoquismo naufrague buena parte de su conciencia moral Por otra parte este uacuteltimo crea la tentacioacuten de un obrar laquopecaminosoraquo que despueacutes tiene que ser expiado con los reproches de la conciencia moral saacutedica (como en tantos tipos rusos de caraacutecter) o con el castigo del destino ese gran poder parental Para provocar el castigo por parte de middotesta uacuteltima subrogacioacuten de los progenitores el masoquista se ve obligado a hacer cosas inapropiadas a trabajar en contra de su propio beneficio destruir las perspectivas que se le abren en el mundo real y eventualmente aniquilar su propia existencia real

La reversioacuten del sadismo hacia la persona propia ocurre regularmente a raiacutez de la sofocacioacuten cultural de las pulsiones en virtud de la cual la persona se abstiene de aplicar en su vida buena parte de sus componentes pulsionales desshytructivos Cabe imaginar que esta parte relegada de la pulshysioacuten de destruccioacuten salga a la luz como un acrecentamiento del masoquismo en el interior del yo Empero los fenoacutemeshynos de la conciencia moral dejan colegir que la destruccioacuten que retorna desde el mundo exterior puede ser acogiacuteda por el superyoacute y aumentar su sadismo hacia el yo aun sin meshydiar aquella mudanza El sadismo del superyoacute y el masoshyquismo del yo se complementan uno al otro y se auacutenan para provocar las mismas consecuencias Opino que soacutelo asiacute es poshysible comprender que de la sofocacioacuten de las pulsiones reshysulte -con frecuencia o en la totalidad de los casos- un

17)

sentimiento de culpa y que la conciencia moral se vuelva tanto maacutes severa y susceptible cuanto maacutes se abstenga la persona de agredir a los demaacutess De un individuo que sabe acerca de siacute mismo que suele evitar agresiones culturalshymente indeseadas cabriacutea esperar que por esa razoacuten tuviera buena conciencia y vigilara a su yo con menor desconfianza Lo habitual es presentar las cosas como si el reclamo eacutetico fuera lo primario y la renuncia de lo pulsional su conseshycuencia Pero asiacute queda sin explicar el origen de la eticidad En realidad parece ocurrir lo inverso la primera renuncia de lo pulsional es arrancada por poderes exteriores y es ella la que crea la eticidad que se expresa en la conciencia moral y reclama nuevas renuncias de lo pulsional 29

Asiacute el masoquismo moral pasa a ser el testimonio claacutesico de la existencia de la mezcla de pulsiones Su peligrosidad se debe a que desciende de la pu)sioacuten de muerte corresshyponde a aquel sector de ella que se ha sustraiacutedo a su vuelta hacia afuera como pulsioacuten de destruccioacuten Pero como por otra parte tiene el valor psiacutequico Bedeutung de un comshyponente eroacutetico ni aun la autodestruccioacuten de la persona puede producirse sin satisfaccioacuten libidinosa3()

x [ef El yo y el ello (1923b) supra paacutegs 54-5J 9 [Los temas examinados en este paacuterrafo fueron ampliados gtDr

Freud en el capiacutetulo VII de El malestar en la cultura (1930a)] lO [Freud volvioacute a ocuparse del masoquismo en rebeioacuten eOIl el

tratamiento psicoanaliacutetico en laquoAnliacutelisi terminahle e interminable (19nc) AF 23 paacuteg 244]

176

miento 10 de la pulsioacuten de muerte por la libido Dentro del circulo de ideas del psicoanaacutelisis no cabe sino este supuesmiddot to se producen una mezcla y una combinacioacuten muy vastas y de proporciones variables entre 13s dos clases de pulsioacuten asiacute no debemos contar con una pulsioacuten ne muerte y una de vida puras sino soacutelo con contaminaciones de ellas cr vashylencias diferentes en cada caso Por efecto de ciertos facshytores a una mezcla de pulsiones puede corresponderle una desmezcla No alcanzamos a colegir la proporcioacuten de 118 pulshysiones de muerte que se sustraen de eSe domentildeamiento loshygrado mediante ligazoacuten a complementos libidinosos

Si se consiente alguna imprecisioacuten puede decirse que la pulsioacuten de muerte actuante en el interior del organismo -el sadismo primordial-o es ideacutentica al masoquismo Despueacutes que su parte principal fue trasladada afuera sobre los objeshytos en el interior permanece como su residuo el genuino masoquismo eroacutegeno que por una parte ha devenido un componente de la libido pero por la otra sigue teniendo como objeto al ser propio Asiacute ese masoquismo seriacutea un testigo y un relicto de aquella fase de formacioacuten en que acontecioacute la liga tan importante para la vida entre Eros y pulsioacuten de muerte No nos asombraraacute enterarnos de que el sadismo proyectado vuelto hacia afuera o pulsioacuten de desshytruccioacuten puede bajo ciertas constelaciones ser introyectado de nuevo vuelto hacia adentro regresando asiacute a su situashycioacuten anterior En tal caso da por resultado el masoquismo secundario que viene a antildeadirse al originario

El masoquismo eroacutegeno acompantildea a la libido en todas sus fases de desarrollo y le toma prestados sus cambiantes reshyvestimientos psiacutequicosl1 La angustia de ser devorad por el animal toteacutemico (padre) proviene de la organizacieacuten oral primitiva el deseo de ser golpeado por el padre de la fase saacutedico-anal que sigue n aquella h castracioacuten si bien desshymentida maacutes tarde interviene en el contenido de las fanshytasiacuteas masoquistas como sedimento del estadio faacutelico de orshyganizacioacutenl y desde luego las situaciones de ser poseiacutedo sexualmente y de parir caracteriacutesticas de la feminidad de-

10 [laquoBandigunJiraquo vuelve a utilizar esta palabra en ltAnaacutelisis termishynable e interminableraquo (1937c) AE 23 paacuteg 227 mucho antes en el PrcYeacutecto de psicologiacutearaquo de 1895 ( 1950a) AE 1 paacuteg 430 habiacutea aplicado la misma idea al domentildeamientoraquo de los recuerdos]

11 [Psychische Untkleidungenraquo esta imagen fue empleada de anshytiguo por Freud Aparece variacuteas veces verbigracia en el caso Doraraquo ( 1905e) AE 7 paacutegs 73-4 y 87 n 13]

1 Veacutease La organizacioacuten genital infantilraquo (l923e) r supra paacuteg 147 donde en una nota al pie comento el empleo del teacutermino ltdesshymentidaraquo]

170

rivan de la organizacioacuten genital definitiva Tambieacuten resulta faacutecil comprender el papel que las nalgas desempentildean en el masoquismo prescindiendo de su obvio fundamento realY Las nalgas son la parte del cuerpo preferida eroacutegenamente en la fase saacutedico-anal como lo son las mamas en la fnse oral y el pene en la genital

La tercera forma del masoquismo el masoquismo moralH es notable sobre todo por haber aflojado su viacutenculo con lo que conocemos como sexualidad Es que en general todo pashydecer masoquista tiene por condicioacuten la de partir de la persona amada y ser tolerado por orden de ella esta restricshycioacuten desaparece en el masoquismo moral El padecer como tal es 10 que importa no interesa que lo inflija la persona amada o una indiferente asiacute sea causado por poderes o cirshycunstancias impersonales el verdadero masoquista ofrece su mejiacutella toda vez que se presenta la oportunidad de recibir una bofetada Para explicar esta conducta es muy tentador dejar de lado la libido y limitarse al supuesto de que aquIacute la pulsioacuten de destruccioacuten fue vuelta de nuevo hacia adentro y ahora abate su furia sobre el siacute-mismo propio no obstante debe de tener su sentido el hecho de que el uso linguumliacutestico no haya resignado el viacutenculo de esta norma de conducta en la vida con el erotismo y llame tambieacuten laquomasoquistasraquo a estos que se infieren dantildeo a siacute mismos

Fieles a un haacutebito teacutecnico nos ocuparemos primero de la forma extrema indudablemente patoloacutegica de este masoshyquismo En otro lugar 15 he sentildealado que en el tratamiento analiacutetico nos topamos con pacientes cuyo comportamiento frente a los influjos de la cura nos fuerza a atribuirles un sentimiento de culpa laquoinconcienteraquo Indiqueacute ahiacute aquello por lo cual se reconoce a estas personas (la laquoreaccioacuten terapeacuteushytica negativaraquo) y no dejeacute de consignar que la intensidad de una mocioacuten de esta iacutendole significa una de las resistencias maacutes graves y el mayor peligro pata el eacutexito de nuestros proshypoacutesitos meacutedicos o pedagoacutegicos La satisfaccioacuten de este sen timiento incondente de culpa es quizaacutes el rubro maacutes fuerte de la ganancia de la enfermedad compuesta en general por

1 [Hay una referencia a esto en Tres ensayos de teoriacutea sexual (1905d ) AE 7 paacuteg 176]

H [En un paacuterrafo agregado en 1909 a La interpretacioacuten de los sudiacuteos (1900a) AE 4 paacuteg 176 Freud habiacutea propuesto la expresioacuten laquomasoquistas idealesraquo laquoideeUe Masochistenraquo para los individuos que laquono buscan el placer en el dolor corporaacutel que se infligen sno en la humillacioacuten y en la mortificacioacuten psiacutequicaraquo]

11 El yo y el ello (1923b) [supra paacutegs 50-1]

171

varios de ellos y el que maacutes contribuye a la resultante de fuerzas que se revuelve contra la curacioacuten y no quiere resigshynar la condicioacuten de enfermo iexclel padecer que la neurosi conlleva es justamente lo que la vuelve valiosa para la tenshydencia masoquista Tambieacuten es instructivo enterarse de que contrariando toda teoriacutea y expectativa una neurosis que se mostroacute refractaria a los empentildeos terapeacuteuticos puede desashyparecer siacute la persona cae en la miseria de un matrimonio desdichado pierde su fortuna o contrae una grave enfermeshydad orgaacutenica En tales casos una forma de padecer ha sido relevada por otra y vemos que uacutenicamente interesa poder retener cierto grado de padecimiento

No es faacutecil que los pacientes nos crean cuando les sentildeashylamos ese sentimiento inconciente de culpa Saben demasiado bien de las torturas (remordimiento) en que se exterioriza un sentimiento conciente de culpa una conciencia de culpa y por eso no pueden admitir que albergariacutean en su interior mociones de esa clase sin sentirlas para nada Opino que en cierta medida daremos razoacuten al veto de los pacientes si renunciamos a la denominacioacuten laquosentimiento inconciente de culparaquo por lo demaacutes incorrecta psicoloacutegicamente1Il y e1 cambio hablamos de una laquonecesidad de castigoraquo que nos permite recubrir de manera igualmente cabal el estado de cosas observado Pero no podemos abstenernos de apreciar y localizar este sentimiento inconciente de culpa seguacuten el moshydelo del sentimiento conciente

Hemos atribuido al superyoacute la funcioacuten de la conciencia moral y reconocido en el sentimiento de culpa la expr(sioacuten de una tensioacuten entre el yo y el superyoacuteP El yo reaccioniexcl con sentimientos de culpa (angustia de la conciencia moshyral) IR ante la percepcioacuten de que no estaacute a la altura de los reclamos que le dirige su ideal su superyoacute Ahora queremos saber coacutemo ha llegado el superyoacute a este exigente papel y por queacute el yo tiene que sentir miedo en caso de haber dishyferencia con su ideal

Si ya tenemos dicho que el yo encuentra su funcioacuten en conciliar entre siacute en reconciliar las exigencias de las tres instancias a las que sirve podemos agregar que tambieacuten para esto tiene en el superyoacute el arquetipo a que puede asshypitar En efecto este superyoacute es el subrogado tanto del ello como del mundo exterior1) Debe su geacutenesis a que los pri-

16 [Porque no corresponde llamar laquoinconcientesraquo a los sentimientos d El yo y el ello ibid paacutegs 24-5]

17 [[bid paacuteg 38] 1lt [Cf Inhibicioacuten siacutentoma) angustia ( 1926dl AE 20 paacuteg 1221 ll rO laquoNeurosis y psicosisraquo ( 1924b) supra paacuteg 157]

172

meros objetos de las mociones libidinosas del ello la pareja parental fueron introyectados en el yo a raiacutez de lo cual el viacutenculo con ellos fue desexualizado experimentoacute un desviacuteo de las metas sexuales directas Soacutelo de esta marer se posishybilitoacute la superacioacuten del complejo de Edipo Ahora bien el superyoacute conservoacute caracteres esenciales de las personas inshytroyectadas su poder su severidad su inclinacioacuten a la vigishylancia y el castigo Como lo he sentildealado en otro lugarmiddot es faacutecilmente concebible que la severidad resulte acrecentada por la desmezcIa de pulsiones que acomp1iacuteia a esa introducshycioacuten en el yo Ahora el superyoacute la conciencia moral eficaz dentro de eacutel puede volverse duro cruel despiadado hacia el yo a quien tutela De ese modo el imperativo categoacuterico de Kant es la herencia directa del complejo de Edipol

Pero esas mismas personas que como instancia de la conciencia moral siguen ejerciendo una accioacuten eficaz dentto del superyoacute despueacutes que dejaron de ser objetos de las moshyciones libidinosas del ello pertenecen ademaacutes al mundo exterior real De este fueron tomadas su poder tras el que se ocultan todos los influjos del pasado y de la tradishycioacuten fue una de las exteriorizaciones maacutes sensibles de la realidad Merced a esta coincidencia el superyoacute el sustituto del complejo de Edipo deviene tambieacuten representante del mundo exterior real y asiacute el arquetipo para el querer-alshycanzar del yo

De este modo como ya fue conjeturado en un sentido histoacuterico el complejo de Edipo demuestra ser la fuente de nuestra eticidaiquest individual (moral) En el curso del desshyarrollo infantil que lleva a la progresiva separacioacuten respecto de los progenitores va retrocediendo la significatividad pershysonal de estos para el superyoacute A las imagos 23 que restan de ellos se anudan despueacutes los influjos de maestros autorishydades modelos que uno mismo escoge y heacuteroes socialmente reconocidos cuvas personas ya no necesitan ser introyecshytadas por el yo que ha devenido maacutes resistente resistent La figura uacuteltima de est) serie que empieza con los progeni-

El )0 y el ello (1923b) [supra paacuteg 55] l [lbid paacutegs 36 y 49] 2 En el cuarto ensayo de Toacutetem y tabuacute (1912-13) 3 [El teacutermino imagoraquo no fue empleado por Freud con frecuencia

sobre todo en sus uacuteltimos escritos Aparentemente figura por vez primera en Sobre la dinaacutemica de la trasferenciaraquo (1912b) AE 12 paacuteg 98 donde lo atribuye a Jung (1911-12 paacuteg 164) En este pasaje Jung nos dice que lo eligioacute en parte influido por ulla novela con es tiacutetulo del escritor suizo Carl Spitteler y Hanns Sachs (1945 paacuteg 63) nos informa que la revista psicoanalftica Imago fundada por eacutel y Otto Rank en 1912 tambieacuten tornoacute su tiacutetulo de la misma fuente]

173

tores es el oscuro poder del destino que soacutelo los menos de nosotros podemos concebir impersonalmente Es poco lo que puede objetarse al literato holandeacutes Multatuli 4 cuando sustituye la MoiQu [destino] de los griegos por b pareja divina Aoacuteyo XUt AvaacuteIXll [razoacuten y necesidad] pero todos los que trasfieren la guiacutea del acontecer universal a la Proshyvidencia a Dios o a Dios y la Naturaleza son sospechosos de sentir a estos poderes no obstante ser los miacutes exteriores y los maacutes remotos como si fueran una parej3 ele progenitoshyres -vale decir mitoloacutegicamente- y de creerse enlazados con ellos por ligazones libidinosas En mi obra El yo y el ello (l923b) 26 he intentado derivar tambieacuten la angustia realista de muerte de los seres humanos de una concepshycioacuten como esta parental del destino Parece muy difiacutecil lishybrarse de ella

Tras estas consideraciones preliminares podemos volver a la apreciacioacuten del masoquismo moral Dijimos 7 qlle la conducta -en la cura y en su vida- de las personas aqueshyjadas despierta la impresioacuten de que sufrieran una desmedida inhibicioacuten moral y estuvieran bajo el imperio de una conshyciencia moral particularmente susceptible aunque no les sea condente nada de esa hipermoral Pero si lo estudiamos de maacutes cerca notamos bien la diferencia que media entre esa continuacioacuten inconciente de la moral y el masoquismo moshyral En la primera el acento recae sobre el sadismo acrecenshytado del superyoacute al cual el yo se somete en la segunda en cambio sobre el genuino masoquismo del yo quien pide castigo sea de parte del superyoacute sea de los poderes parenshytales de afuera Pero nuestra confusioacuten inicial puede disculshyparse pu(ts en los dos casos se trata de una relacioacuten entre el yo y el superyoacute o poderes equiparables a este uacuteltimo y en ambos el resultado es una necesidad que se satisface meshydiante castigo y padecimiento Ademaacutes difiacutecilmente sea un detalle sin importancia que el sadismo del superyoacute deviene conciente casi siempre con estridencia mientras que el afaacuten

24 E D Dlkker (1820-1887) [laquoMultatu1iraquo era desdl mucho tiemshypo atraacutes uno de los autores favoritos de Freud una de sus obras enshycabeza la lista de laquolos diez mejores librosraquo que este confeccionoacute en 1906 (Freud (1906) AE 9 paacuteg 224)]

25 [La voz griega AvaacuteYYl] ya habiacutea sido citada por Freud (si no ntLs) en ei trabajo sobre Llonardo da Vinei (191Oc) AE 11 paacuteg 116 en cuanto a Auacuteyo pareceriacutea ser esta la primera vez que la usa Lll sus escrituumls Ambas y en Lspecial la segunda son consideradas en Ivs paacuterrafos finales de El porvenir de una ilusioacuten (1927c) AE 21 iexclaacutegs 52 y sigs]

20 [ef supra paacutegs 58middot9] 27 [Ibid paacutegs 50 y sigs]

174

masoquista del yo permanece en general oculto paN la pershysona y se lo debe descubrir por su conducta

La condicioacuten de inconciente del masoquismo moral nos pone sobre una pista interesante Podriacuteamos traducir la exshypresioacuten laquosentimieflto inconciente de culparaquo por laquonecesidad de ser castigado por un poder parentalraquo Ahora bien sabeshymos que el deseo de ser golpeado por el padre tan frecuenshyte en fantasiacuteas estaacute muy relacionado con otro deseo el de entrar con eacutel en una vinculacioacuten sexual pasiva (femenina) y no es maacutes que la desfiguracioacuten regresiva de este uacuteltimo Siacute referimos este esclarecimiento al contenido del masoquisshymo moral se nos vuelve evidente su secreto sentido La conciencia moral y la moral misma nacieron por la superashycioacuten la clesexualizacioacuten del complejo de Edipo mediante el masoquismo moral la moral es resexualizada el complejo de Edipo esreanimado se abre la viacutea para una regresioacuten de la moral al eacuteomplejo de Edipo Y ello no redunda en beneshyficio de la moral ni del individuo Es verdad que este puede haber conservado junto a su masoquismo su eticidad Iacutenteshygra o cierto grado de ella pero tambieacuten es posible que en el masoquismo naufrague buena parte de su conciencia moral Por otra parte este uacuteltimo crea la tentacioacuten de un obrar laquopecaminosoraquo que despueacutes tiene que ser expiado con los reproches de la conciencia moral saacutedica (como en tantos tipos rusos de caraacutecter) o con el castigo del destino ese gran poder parental Para provocar el castigo por parte de middotesta uacuteltima subrogacioacuten de los progenitores el masoquista se ve obligado a hacer cosas inapropiadas a trabajar en contra de su propio beneficio destruir las perspectivas que se le abren en el mundo real y eventualmente aniquilar su propia existencia real

La reversioacuten del sadismo hacia la persona propia ocurre regularmente a raiacutez de la sofocacioacuten cultural de las pulsiones en virtud de la cual la persona se abstiene de aplicar en su vida buena parte de sus componentes pulsionales desshytructivos Cabe imaginar que esta parte relegada de la pulshysioacuten de destruccioacuten salga a la luz como un acrecentamiento del masoquismo en el interior del yo Empero los fenoacutemeshynos de la conciencia moral dejan colegir que la destruccioacuten que retorna desde el mundo exterior puede ser acogiacuteda por el superyoacute y aumentar su sadismo hacia el yo aun sin meshydiar aquella mudanza El sadismo del superyoacute y el masoshyquismo del yo se complementan uno al otro y se auacutenan para provocar las mismas consecuencias Opino que soacutelo asiacute es poshysible comprender que de la sofocacioacuten de las pulsiones reshysulte -con frecuencia o en la totalidad de los casos- un

17)

sentimiento de culpa y que la conciencia moral se vuelva tanto maacutes severa y susceptible cuanto maacutes se abstenga la persona de agredir a los demaacutess De un individuo que sabe acerca de siacute mismo que suele evitar agresiones culturalshymente indeseadas cabriacutea esperar que por esa razoacuten tuviera buena conciencia y vigilara a su yo con menor desconfianza Lo habitual es presentar las cosas como si el reclamo eacutetico fuera lo primario y la renuncia de lo pulsional su conseshycuencia Pero asiacute queda sin explicar el origen de la eticidad En realidad parece ocurrir lo inverso la primera renuncia de lo pulsional es arrancada por poderes exteriores y es ella la que crea la eticidad que se expresa en la conciencia moral y reclama nuevas renuncias de lo pulsional 29

Asiacute el masoquismo moral pasa a ser el testimonio claacutesico de la existencia de la mezcla de pulsiones Su peligrosidad se debe a que desciende de la pu)sioacuten de muerte corresshyponde a aquel sector de ella que se ha sustraiacutedo a su vuelta hacia afuera como pulsioacuten de destruccioacuten Pero como por otra parte tiene el valor psiacutequico Bedeutung de un comshyponente eroacutetico ni aun la autodestruccioacuten de la persona puede producirse sin satisfaccioacuten libidinosa3()

x [ef El yo y el ello (1923b) supra paacutegs 54-5J 9 [Los temas examinados en este paacuterrafo fueron ampliados gtDr

Freud en el capiacutetulo VII de El malestar en la cultura (1930a)] lO [Freud volvioacute a ocuparse del masoquismo en rebeioacuten eOIl el

tratamiento psicoanaliacutetico en laquoAnliacutelisi terminahle e interminable (19nc) AF 23 paacuteg 244]

176

rivan de la organizacioacuten genital definitiva Tambieacuten resulta faacutecil comprender el papel que las nalgas desempentildean en el masoquismo prescindiendo de su obvio fundamento realY Las nalgas son la parte del cuerpo preferida eroacutegenamente en la fase saacutedico-anal como lo son las mamas en la fnse oral y el pene en la genital

La tercera forma del masoquismo el masoquismo moralH es notable sobre todo por haber aflojado su viacutenculo con lo que conocemos como sexualidad Es que en general todo pashydecer masoquista tiene por condicioacuten la de partir de la persona amada y ser tolerado por orden de ella esta restricshycioacuten desaparece en el masoquismo moral El padecer como tal es 10 que importa no interesa que lo inflija la persona amada o una indiferente asiacute sea causado por poderes o cirshycunstancias impersonales el verdadero masoquista ofrece su mejiacutella toda vez que se presenta la oportunidad de recibir una bofetada Para explicar esta conducta es muy tentador dejar de lado la libido y limitarse al supuesto de que aquIacute la pulsioacuten de destruccioacuten fue vuelta de nuevo hacia adentro y ahora abate su furia sobre el siacute-mismo propio no obstante debe de tener su sentido el hecho de que el uso linguumliacutestico no haya resignado el viacutenculo de esta norma de conducta en la vida con el erotismo y llame tambieacuten laquomasoquistasraquo a estos que se infieren dantildeo a siacute mismos

Fieles a un haacutebito teacutecnico nos ocuparemos primero de la forma extrema indudablemente patoloacutegica de este masoshyquismo En otro lugar 15 he sentildealado que en el tratamiento analiacutetico nos topamos con pacientes cuyo comportamiento frente a los influjos de la cura nos fuerza a atribuirles un sentimiento de culpa laquoinconcienteraquo Indiqueacute ahiacute aquello por lo cual se reconoce a estas personas (la laquoreaccioacuten terapeacuteushytica negativaraquo) y no dejeacute de consignar que la intensidad de una mocioacuten de esta iacutendole significa una de las resistencias maacutes graves y el mayor peligro pata el eacutexito de nuestros proshypoacutesitos meacutedicos o pedagoacutegicos La satisfaccioacuten de este sen timiento incondente de culpa es quizaacutes el rubro maacutes fuerte de la ganancia de la enfermedad compuesta en general por

1 [Hay una referencia a esto en Tres ensayos de teoriacutea sexual (1905d ) AE 7 paacuteg 176]

H [En un paacuterrafo agregado en 1909 a La interpretacioacuten de los sudiacuteos (1900a) AE 4 paacuteg 176 Freud habiacutea propuesto la expresioacuten laquomasoquistas idealesraquo laquoideeUe Masochistenraquo para los individuos que laquono buscan el placer en el dolor corporaacutel que se infligen sno en la humillacioacuten y en la mortificacioacuten psiacutequicaraquo]

11 El yo y el ello (1923b) [supra paacutegs 50-1]

171

varios de ellos y el que maacutes contribuye a la resultante de fuerzas que se revuelve contra la curacioacuten y no quiere resigshynar la condicioacuten de enfermo iexclel padecer que la neurosi conlleva es justamente lo que la vuelve valiosa para la tenshydencia masoquista Tambieacuten es instructivo enterarse de que contrariando toda teoriacutea y expectativa una neurosis que se mostroacute refractaria a los empentildeos terapeacuteuticos puede desashyparecer siacute la persona cae en la miseria de un matrimonio desdichado pierde su fortuna o contrae una grave enfermeshydad orgaacutenica En tales casos una forma de padecer ha sido relevada por otra y vemos que uacutenicamente interesa poder retener cierto grado de padecimiento

No es faacutecil que los pacientes nos crean cuando les sentildeashylamos ese sentimiento inconciente de culpa Saben demasiado bien de las torturas (remordimiento) en que se exterioriza un sentimiento conciente de culpa una conciencia de culpa y por eso no pueden admitir que albergariacutean en su interior mociones de esa clase sin sentirlas para nada Opino que en cierta medida daremos razoacuten al veto de los pacientes si renunciamos a la denominacioacuten laquosentimiento inconciente de culparaquo por lo demaacutes incorrecta psicoloacutegicamente1Il y e1 cambio hablamos de una laquonecesidad de castigoraquo que nos permite recubrir de manera igualmente cabal el estado de cosas observado Pero no podemos abstenernos de apreciar y localizar este sentimiento inconciente de culpa seguacuten el moshydelo del sentimiento conciente

Hemos atribuido al superyoacute la funcioacuten de la conciencia moral y reconocido en el sentimiento de culpa la expr(sioacuten de una tensioacuten entre el yo y el superyoacuteP El yo reaccioniexcl con sentimientos de culpa (angustia de la conciencia moshyral) IR ante la percepcioacuten de que no estaacute a la altura de los reclamos que le dirige su ideal su superyoacute Ahora queremos saber coacutemo ha llegado el superyoacute a este exigente papel y por queacute el yo tiene que sentir miedo en caso de haber dishyferencia con su ideal

Si ya tenemos dicho que el yo encuentra su funcioacuten en conciliar entre siacute en reconciliar las exigencias de las tres instancias a las que sirve podemos agregar que tambieacuten para esto tiene en el superyoacute el arquetipo a que puede asshypitar En efecto este superyoacute es el subrogado tanto del ello como del mundo exterior1) Debe su geacutenesis a que los pri-

16 [Porque no corresponde llamar laquoinconcientesraquo a los sentimientos d El yo y el ello ibid paacutegs 24-5]

17 [[bid paacuteg 38] 1lt [Cf Inhibicioacuten siacutentoma) angustia ( 1926dl AE 20 paacuteg 1221 ll rO laquoNeurosis y psicosisraquo ( 1924b) supra paacuteg 157]

172

meros objetos de las mociones libidinosas del ello la pareja parental fueron introyectados en el yo a raiacutez de lo cual el viacutenculo con ellos fue desexualizado experimentoacute un desviacuteo de las metas sexuales directas Soacutelo de esta marer se posishybilitoacute la superacioacuten del complejo de Edipo Ahora bien el superyoacute conservoacute caracteres esenciales de las personas inshytroyectadas su poder su severidad su inclinacioacuten a la vigishylancia y el castigo Como lo he sentildealado en otro lugarmiddot es faacutecilmente concebible que la severidad resulte acrecentada por la desmezcIa de pulsiones que acomp1iacuteia a esa introducshycioacuten en el yo Ahora el superyoacute la conciencia moral eficaz dentro de eacutel puede volverse duro cruel despiadado hacia el yo a quien tutela De ese modo el imperativo categoacuterico de Kant es la herencia directa del complejo de Edipol

Pero esas mismas personas que como instancia de la conciencia moral siguen ejerciendo una accioacuten eficaz dentto del superyoacute despueacutes que dejaron de ser objetos de las moshyciones libidinosas del ello pertenecen ademaacutes al mundo exterior real De este fueron tomadas su poder tras el que se ocultan todos los influjos del pasado y de la tradishycioacuten fue una de las exteriorizaciones maacutes sensibles de la realidad Merced a esta coincidencia el superyoacute el sustituto del complejo de Edipo deviene tambieacuten representante del mundo exterior real y asiacute el arquetipo para el querer-alshycanzar del yo

De este modo como ya fue conjeturado en un sentido histoacuterico el complejo de Edipo demuestra ser la fuente de nuestra eticidaiquest individual (moral) En el curso del desshyarrollo infantil que lleva a la progresiva separacioacuten respecto de los progenitores va retrocediendo la significatividad pershysonal de estos para el superyoacute A las imagos 23 que restan de ellos se anudan despueacutes los influjos de maestros autorishydades modelos que uno mismo escoge y heacuteroes socialmente reconocidos cuvas personas ya no necesitan ser introyecshytadas por el yo que ha devenido maacutes resistente resistent La figura uacuteltima de est) serie que empieza con los progeni-

El )0 y el ello (1923b) [supra paacuteg 55] l [lbid paacutegs 36 y 49] 2 En el cuarto ensayo de Toacutetem y tabuacute (1912-13) 3 [El teacutermino imagoraquo no fue empleado por Freud con frecuencia

sobre todo en sus uacuteltimos escritos Aparentemente figura por vez primera en Sobre la dinaacutemica de la trasferenciaraquo (1912b) AE 12 paacuteg 98 donde lo atribuye a Jung (1911-12 paacuteg 164) En este pasaje Jung nos dice que lo eligioacute en parte influido por ulla novela con es tiacutetulo del escritor suizo Carl Spitteler y Hanns Sachs (1945 paacuteg 63) nos informa que la revista psicoanalftica Imago fundada por eacutel y Otto Rank en 1912 tambieacuten tornoacute su tiacutetulo de la misma fuente]

173

tores es el oscuro poder del destino que soacutelo los menos de nosotros podemos concebir impersonalmente Es poco lo que puede objetarse al literato holandeacutes Multatuli 4 cuando sustituye la MoiQu [destino] de los griegos por b pareja divina Aoacuteyo XUt AvaacuteIXll [razoacuten y necesidad] pero todos los que trasfieren la guiacutea del acontecer universal a la Proshyvidencia a Dios o a Dios y la Naturaleza son sospechosos de sentir a estos poderes no obstante ser los miacutes exteriores y los maacutes remotos como si fueran una parej3 ele progenitoshyres -vale decir mitoloacutegicamente- y de creerse enlazados con ellos por ligazones libidinosas En mi obra El yo y el ello (l923b) 26 he intentado derivar tambieacuten la angustia realista de muerte de los seres humanos de una concepshycioacuten como esta parental del destino Parece muy difiacutecil lishybrarse de ella

Tras estas consideraciones preliminares podemos volver a la apreciacioacuten del masoquismo moral Dijimos 7 qlle la conducta -en la cura y en su vida- de las personas aqueshyjadas despierta la impresioacuten de que sufrieran una desmedida inhibicioacuten moral y estuvieran bajo el imperio de una conshyciencia moral particularmente susceptible aunque no les sea condente nada de esa hipermoral Pero si lo estudiamos de maacutes cerca notamos bien la diferencia que media entre esa continuacioacuten inconciente de la moral y el masoquismo moshyral En la primera el acento recae sobre el sadismo acrecenshytado del superyoacute al cual el yo se somete en la segunda en cambio sobre el genuino masoquismo del yo quien pide castigo sea de parte del superyoacute sea de los poderes parenshytales de afuera Pero nuestra confusioacuten inicial puede disculshyparse pu(ts en los dos casos se trata de una relacioacuten entre el yo y el superyoacute o poderes equiparables a este uacuteltimo y en ambos el resultado es una necesidad que se satisface meshydiante castigo y padecimiento Ademaacutes difiacutecilmente sea un detalle sin importancia que el sadismo del superyoacute deviene conciente casi siempre con estridencia mientras que el afaacuten

24 E D Dlkker (1820-1887) [laquoMultatu1iraquo era desdl mucho tiemshypo atraacutes uno de los autores favoritos de Freud una de sus obras enshycabeza la lista de laquolos diez mejores librosraquo que este confeccionoacute en 1906 (Freud (1906) AE 9 paacuteg 224)]

25 [La voz griega AvaacuteYYl] ya habiacutea sido citada por Freud (si no ntLs) en ei trabajo sobre Llonardo da Vinei (191Oc) AE 11 paacuteg 116 en cuanto a Auacuteyo pareceriacutea ser esta la primera vez que la usa Lll sus escrituumls Ambas y en Lspecial la segunda son consideradas en Ivs paacuterrafos finales de El porvenir de una ilusioacuten (1927c) AE 21 iexclaacutegs 52 y sigs]

20 [ef supra paacutegs 58middot9] 27 [Ibid paacutegs 50 y sigs]

174

masoquista del yo permanece en general oculto paN la pershysona y se lo debe descubrir por su conducta

La condicioacuten de inconciente del masoquismo moral nos pone sobre una pista interesante Podriacuteamos traducir la exshypresioacuten laquosentimieflto inconciente de culparaquo por laquonecesidad de ser castigado por un poder parentalraquo Ahora bien sabeshymos que el deseo de ser golpeado por el padre tan frecuenshyte en fantasiacuteas estaacute muy relacionado con otro deseo el de entrar con eacutel en una vinculacioacuten sexual pasiva (femenina) y no es maacutes que la desfiguracioacuten regresiva de este uacuteltimo Siacute referimos este esclarecimiento al contenido del masoquisshymo moral se nos vuelve evidente su secreto sentido La conciencia moral y la moral misma nacieron por la superashycioacuten la clesexualizacioacuten del complejo de Edipo mediante el masoquismo moral la moral es resexualizada el complejo de Edipo esreanimado se abre la viacutea para una regresioacuten de la moral al eacuteomplejo de Edipo Y ello no redunda en beneshyficio de la moral ni del individuo Es verdad que este puede haber conservado junto a su masoquismo su eticidad Iacutenteshygra o cierto grado de ella pero tambieacuten es posible que en el masoquismo naufrague buena parte de su conciencia moral Por otra parte este uacuteltimo crea la tentacioacuten de un obrar laquopecaminosoraquo que despueacutes tiene que ser expiado con los reproches de la conciencia moral saacutedica (como en tantos tipos rusos de caraacutecter) o con el castigo del destino ese gran poder parental Para provocar el castigo por parte de middotesta uacuteltima subrogacioacuten de los progenitores el masoquista se ve obligado a hacer cosas inapropiadas a trabajar en contra de su propio beneficio destruir las perspectivas que se le abren en el mundo real y eventualmente aniquilar su propia existencia real

La reversioacuten del sadismo hacia la persona propia ocurre regularmente a raiacutez de la sofocacioacuten cultural de las pulsiones en virtud de la cual la persona se abstiene de aplicar en su vida buena parte de sus componentes pulsionales desshytructivos Cabe imaginar que esta parte relegada de la pulshysioacuten de destruccioacuten salga a la luz como un acrecentamiento del masoquismo en el interior del yo Empero los fenoacutemeshynos de la conciencia moral dejan colegir que la destruccioacuten que retorna desde el mundo exterior puede ser acogiacuteda por el superyoacute y aumentar su sadismo hacia el yo aun sin meshydiar aquella mudanza El sadismo del superyoacute y el masoshyquismo del yo se complementan uno al otro y se auacutenan para provocar las mismas consecuencias Opino que soacutelo asiacute es poshysible comprender que de la sofocacioacuten de las pulsiones reshysulte -con frecuencia o en la totalidad de los casos- un

17)

sentimiento de culpa y que la conciencia moral se vuelva tanto maacutes severa y susceptible cuanto maacutes se abstenga la persona de agredir a los demaacutess De un individuo que sabe acerca de siacute mismo que suele evitar agresiones culturalshymente indeseadas cabriacutea esperar que por esa razoacuten tuviera buena conciencia y vigilara a su yo con menor desconfianza Lo habitual es presentar las cosas como si el reclamo eacutetico fuera lo primario y la renuncia de lo pulsional su conseshycuencia Pero asiacute queda sin explicar el origen de la eticidad En realidad parece ocurrir lo inverso la primera renuncia de lo pulsional es arrancada por poderes exteriores y es ella la que crea la eticidad que se expresa en la conciencia moral y reclama nuevas renuncias de lo pulsional 29

Asiacute el masoquismo moral pasa a ser el testimonio claacutesico de la existencia de la mezcla de pulsiones Su peligrosidad se debe a que desciende de la pu)sioacuten de muerte corresshyponde a aquel sector de ella que se ha sustraiacutedo a su vuelta hacia afuera como pulsioacuten de destruccioacuten Pero como por otra parte tiene el valor psiacutequico Bedeutung de un comshyponente eroacutetico ni aun la autodestruccioacuten de la persona puede producirse sin satisfaccioacuten libidinosa3()

x [ef El yo y el ello (1923b) supra paacutegs 54-5J 9 [Los temas examinados en este paacuterrafo fueron ampliados gtDr

Freud en el capiacutetulo VII de El malestar en la cultura (1930a)] lO [Freud volvioacute a ocuparse del masoquismo en rebeioacuten eOIl el

tratamiento psicoanaliacutetico en laquoAnliacutelisi terminahle e interminable (19nc) AF 23 paacuteg 244]

176

varios de ellos y el que maacutes contribuye a la resultante de fuerzas que se revuelve contra la curacioacuten y no quiere resigshynar la condicioacuten de enfermo iexclel padecer que la neurosi conlleva es justamente lo que la vuelve valiosa para la tenshydencia masoquista Tambieacuten es instructivo enterarse de que contrariando toda teoriacutea y expectativa una neurosis que se mostroacute refractaria a los empentildeos terapeacuteuticos puede desashyparecer siacute la persona cae en la miseria de un matrimonio desdichado pierde su fortuna o contrae una grave enfermeshydad orgaacutenica En tales casos una forma de padecer ha sido relevada por otra y vemos que uacutenicamente interesa poder retener cierto grado de padecimiento

No es faacutecil que los pacientes nos crean cuando les sentildeashylamos ese sentimiento inconciente de culpa Saben demasiado bien de las torturas (remordimiento) en que se exterioriza un sentimiento conciente de culpa una conciencia de culpa y por eso no pueden admitir que albergariacutean en su interior mociones de esa clase sin sentirlas para nada Opino que en cierta medida daremos razoacuten al veto de los pacientes si renunciamos a la denominacioacuten laquosentimiento inconciente de culparaquo por lo demaacutes incorrecta psicoloacutegicamente1Il y e1 cambio hablamos de una laquonecesidad de castigoraquo que nos permite recubrir de manera igualmente cabal el estado de cosas observado Pero no podemos abstenernos de apreciar y localizar este sentimiento inconciente de culpa seguacuten el moshydelo del sentimiento conciente

Hemos atribuido al superyoacute la funcioacuten de la conciencia moral y reconocido en el sentimiento de culpa la expr(sioacuten de una tensioacuten entre el yo y el superyoacuteP El yo reaccioniexcl con sentimientos de culpa (angustia de la conciencia moshyral) IR ante la percepcioacuten de que no estaacute a la altura de los reclamos que le dirige su ideal su superyoacute Ahora queremos saber coacutemo ha llegado el superyoacute a este exigente papel y por queacute el yo tiene que sentir miedo en caso de haber dishyferencia con su ideal

Si ya tenemos dicho que el yo encuentra su funcioacuten en conciliar entre siacute en reconciliar las exigencias de las tres instancias a las que sirve podemos agregar que tambieacuten para esto tiene en el superyoacute el arquetipo a que puede asshypitar En efecto este superyoacute es el subrogado tanto del ello como del mundo exterior1) Debe su geacutenesis a que los pri-

16 [Porque no corresponde llamar laquoinconcientesraquo a los sentimientos d El yo y el ello ibid paacutegs 24-5]

17 [[bid paacuteg 38] 1lt [Cf Inhibicioacuten siacutentoma) angustia ( 1926dl AE 20 paacuteg 1221 ll rO laquoNeurosis y psicosisraquo ( 1924b) supra paacuteg 157]

172

meros objetos de las mociones libidinosas del ello la pareja parental fueron introyectados en el yo a raiacutez de lo cual el viacutenculo con ellos fue desexualizado experimentoacute un desviacuteo de las metas sexuales directas Soacutelo de esta marer se posishybilitoacute la superacioacuten del complejo de Edipo Ahora bien el superyoacute conservoacute caracteres esenciales de las personas inshytroyectadas su poder su severidad su inclinacioacuten a la vigishylancia y el castigo Como lo he sentildealado en otro lugarmiddot es faacutecilmente concebible que la severidad resulte acrecentada por la desmezcIa de pulsiones que acomp1iacuteia a esa introducshycioacuten en el yo Ahora el superyoacute la conciencia moral eficaz dentro de eacutel puede volverse duro cruel despiadado hacia el yo a quien tutela De ese modo el imperativo categoacuterico de Kant es la herencia directa del complejo de Edipol

Pero esas mismas personas que como instancia de la conciencia moral siguen ejerciendo una accioacuten eficaz dentto del superyoacute despueacutes que dejaron de ser objetos de las moshyciones libidinosas del ello pertenecen ademaacutes al mundo exterior real De este fueron tomadas su poder tras el que se ocultan todos los influjos del pasado y de la tradishycioacuten fue una de las exteriorizaciones maacutes sensibles de la realidad Merced a esta coincidencia el superyoacute el sustituto del complejo de Edipo deviene tambieacuten representante del mundo exterior real y asiacute el arquetipo para el querer-alshycanzar del yo

De este modo como ya fue conjeturado en un sentido histoacuterico el complejo de Edipo demuestra ser la fuente de nuestra eticidaiquest individual (moral) En el curso del desshyarrollo infantil que lleva a la progresiva separacioacuten respecto de los progenitores va retrocediendo la significatividad pershysonal de estos para el superyoacute A las imagos 23 que restan de ellos se anudan despueacutes los influjos de maestros autorishydades modelos que uno mismo escoge y heacuteroes socialmente reconocidos cuvas personas ya no necesitan ser introyecshytadas por el yo que ha devenido maacutes resistente resistent La figura uacuteltima de est) serie que empieza con los progeni-

El )0 y el ello (1923b) [supra paacuteg 55] l [lbid paacutegs 36 y 49] 2 En el cuarto ensayo de Toacutetem y tabuacute (1912-13) 3 [El teacutermino imagoraquo no fue empleado por Freud con frecuencia

sobre todo en sus uacuteltimos escritos Aparentemente figura por vez primera en Sobre la dinaacutemica de la trasferenciaraquo (1912b) AE 12 paacuteg 98 donde lo atribuye a Jung (1911-12 paacuteg 164) En este pasaje Jung nos dice que lo eligioacute en parte influido por ulla novela con es tiacutetulo del escritor suizo Carl Spitteler y Hanns Sachs (1945 paacuteg 63) nos informa que la revista psicoanalftica Imago fundada por eacutel y Otto Rank en 1912 tambieacuten tornoacute su tiacutetulo de la misma fuente]

173

tores es el oscuro poder del destino que soacutelo los menos de nosotros podemos concebir impersonalmente Es poco lo que puede objetarse al literato holandeacutes Multatuli 4 cuando sustituye la MoiQu [destino] de los griegos por b pareja divina Aoacuteyo XUt AvaacuteIXll [razoacuten y necesidad] pero todos los que trasfieren la guiacutea del acontecer universal a la Proshyvidencia a Dios o a Dios y la Naturaleza son sospechosos de sentir a estos poderes no obstante ser los miacutes exteriores y los maacutes remotos como si fueran una parej3 ele progenitoshyres -vale decir mitoloacutegicamente- y de creerse enlazados con ellos por ligazones libidinosas En mi obra El yo y el ello (l923b) 26 he intentado derivar tambieacuten la angustia realista de muerte de los seres humanos de una concepshycioacuten como esta parental del destino Parece muy difiacutecil lishybrarse de ella

Tras estas consideraciones preliminares podemos volver a la apreciacioacuten del masoquismo moral Dijimos 7 qlle la conducta -en la cura y en su vida- de las personas aqueshyjadas despierta la impresioacuten de que sufrieran una desmedida inhibicioacuten moral y estuvieran bajo el imperio de una conshyciencia moral particularmente susceptible aunque no les sea condente nada de esa hipermoral Pero si lo estudiamos de maacutes cerca notamos bien la diferencia que media entre esa continuacioacuten inconciente de la moral y el masoquismo moshyral En la primera el acento recae sobre el sadismo acrecenshytado del superyoacute al cual el yo se somete en la segunda en cambio sobre el genuino masoquismo del yo quien pide castigo sea de parte del superyoacute sea de los poderes parenshytales de afuera Pero nuestra confusioacuten inicial puede disculshyparse pu(ts en los dos casos se trata de una relacioacuten entre el yo y el superyoacute o poderes equiparables a este uacuteltimo y en ambos el resultado es una necesidad que se satisface meshydiante castigo y padecimiento Ademaacutes difiacutecilmente sea un detalle sin importancia que el sadismo del superyoacute deviene conciente casi siempre con estridencia mientras que el afaacuten

24 E D Dlkker (1820-1887) [laquoMultatu1iraquo era desdl mucho tiemshypo atraacutes uno de los autores favoritos de Freud una de sus obras enshycabeza la lista de laquolos diez mejores librosraquo que este confeccionoacute en 1906 (Freud (1906) AE 9 paacuteg 224)]

25 [La voz griega AvaacuteYYl] ya habiacutea sido citada por Freud (si no ntLs) en ei trabajo sobre Llonardo da Vinei (191Oc) AE 11 paacuteg 116 en cuanto a Auacuteyo pareceriacutea ser esta la primera vez que la usa Lll sus escrituumls Ambas y en Lspecial la segunda son consideradas en Ivs paacuterrafos finales de El porvenir de una ilusioacuten (1927c) AE 21 iexclaacutegs 52 y sigs]

20 [ef supra paacutegs 58middot9] 27 [Ibid paacutegs 50 y sigs]

174

masoquista del yo permanece en general oculto paN la pershysona y se lo debe descubrir por su conducta

La condicioacuten de inconciente del masoquismo moral nos pone sobre una pista interesante Podriacuteamos traducir la exshypresioacuten laquosentimieflto inconciente de culparaquo por laquonecesidad de ser castigado por un poder parentalraquo Ahora bien sabeshymos que el deseo de ser golpeado por el padre tan frecuenshyte en fantasiacuteas estaacute muy relacionado con otro deseo el de entrar con eacutel en una vinculacioacuten sexual pasiva (femenina) y no es maacutes que la desfiguracioacuten regresiva de este uacuteltimo Siacute referimos este esclarecimiento al contenido del masoquisshymo moral se nos vuelve evidente su secreto sentido La conciencia moral y la moral misma nacieron por la superashycioacuten la clesexualizacioacuten del complejo de Edipo mediante el masoquismo moral la moral es resexualizada el complejo de Edipo esreanimado se abre la viacutea para una regresioacuten de la moral al eacuteomplejo de Edipo Y ello no redunda en beneshyficio de la moral ni del individuo Es verdad que este puede haber conservado junto a su masoquismo su eticidad Iacutenteshygra o cierto grado de ella pero tambieacuten es posible que en el masoquismo naufrague buena parte de su conciencia moral Por otra parte este uacuteltimo crea la tentacioacuten de un obrar laquopecaminosoraquo que despueacutes tiene que ser expiado con los reproches de la conciencia moral saacutedica (como en tantos tipos rusos de caraacutecter) o con el castigo del destino ese gran poder parental Para provocar el castigo por parte de middotesta uacuteltima subrogacioacuten de los progenitores el masoquista se ve obligado a hacer cosas inapropiadas a trabajar en contra de su propio beneficio destruir las perspectivas que se le abren en el mundo real y eventualmente aniquilar su propia existencia real

La reversioacuten del sadismo hacia la persona propia ocurre regularmente a raiacutez de la sofocacioacuten cultural de las pulsiones en virtud de la cual la persona se abstiene de aplicar en su vida buena parte de sus componentes pulsionales desshytructivos Cabe imaginar que esta parte relegada de la pulshysioacuten de destruccioacuten salga a la luz como un acrecentamiento del masoquismo en el interior del yo Empero los fenoacutemeshynos de la conciencia moral dejan colegir que la destruccioacuten que retorna desde el mundo exterior puede ser acogiacuteda por el superyoacute y aumentar su sadismo hacia el yo aun sin meshydiar aquella mudanza El sadismo del superyoacute y el masoshyquismo del yo se complementan uno al otro y se auacutenan para provocar las mismas consecuencias Opino que soacutelo asiacute es poshysible comprender que de la sofocacioacuten de las pulsiones reshysulte -con frecuencia o en la totalidad de los casos- un

17)

sentimiento de culpa y que la conciencia moral se vuelva tanto maacutes severa y susceptible cuanto maacutes se abstenga la persona de agredir a los demaacutess De un individuo que sabe acerca de siacute mismo que suele evitar agresiones culturalshymente indeseadas cabriacutea esperar que por esa razoacuten tuviera buena conciencia y vigilara a su yo con menor desconfianza Lo habitual es presentar las cosas como si el reclamo eacutetico fuera lo primario y la renuncia de lo pulsional su conseshycuencia Pero asiacute queda sin explicar el origen de la eticidad En realidad parece ocurrir lo inverso la primera renuncia de lo pulsional es arrancada por poderes exteriores y es ella la que crea la eticidad que se expresa en la conciencia moral y reclama nuevas renuncias de lo pulsional 29

Asiacute el masoquismo moral pasa a ser el testimonio claacutesico de la existencia de la mezcla de pulsiones Su peligrosidad se debe a que desciende de la pu)sioacuten de muerte corresshyponde a aquel sector de ella que se ha sustraiacutedo a su vuelta hacia afuera como pulsioacuten de destruccioacuten Pero como por otra parte tiene el valor psiacutequico Bedeutung de un comshyponente eroacutetico ni aun la autodestruccioacuten de la persona puede producirse sin satisfaccioacuten libidinosa3()

x [ef El yo y el ello (1923b) supra paacutegs 54-5J 9 [Los temas examinados en este paacuterrafo fueron ampliados gtDr

Freud en el capiacutetulo VII de El malestar en la cultura (1930a)] lO [Freud volvioacute a ocuparse del masoquismo en rebeioacuten eOIl el

tratamiento psicoanaliacutetico en laquoAnliacutelisi terminahle e interminable (19nc) AF 23 paacuteg 244]

176

meros objetos de las mociones libidinosas del ello la pareja parental fueron introyectados en el yo a raiacutez de lo cual el viacutenculo con ellos fue desexualizado experimentoacute un desviacuteo de las metas sexuales directas Soacutelo de esta marer se posishybilitoacute la superacioacuten del complejo de Edipo Ahora bien el superyoacute conservoacute caracteres esenciales de las personas inshytroyectadas su poder su severidad su inclinacioacuten a la vigishylancia y el castigo Como lo he sentildealado en otro lugarmiddot es faacutecilmente concebible que la severidad resulte acrecentada por la desmezcIa de pulsiones que acomp1iacuteia a esa introducshycioacuten en el yo Ahora el superyoacute la conciencia moral eficaz dentro de eacutel puede volverse duro cruel despiadado hacia el yo a quien tutela De ese modo el imperativo categoacuterico de Kant es la herencia directa del complejo de Edipol

Pero esas mismas personas que como instancia de la conciencia moral siguen ejerciendo una accioacuten eficaz dentto del superyoacute despueacutes que dejaron de ser objetos de las moshyciones libidinosas del ello pertenecen ademaacutes al mundo exterior real De este fueron tomadas su poder tras el que se ocultan todos los influjos del pasado y de la tradishycioacuten fue una de las exteriorizaciones maacutes sensibles de la realidad Merced a esta coincidencia el superyoacute el sustituto del complejo de Edipo deviene tambieacuten representante del mundo exterior real y asiacute el arquetipo para el querer-alshycanzar del yo

De este modo como ya fue conjeturado en un sentido histoacuterico el complejo de Edipo demuestra ser la fuente de nuestra eticidaiquest individual (moral) En el curso del desshyarrollo infantil que lleva a la progresiva separacioacuten respecto de los progenitores va retrocediendo la significatividad pershysonal de estos para el superyoacute A las imagos 23 que restan de ellos se anudan despueacutes los influjos de maestros autorishydades modelos que uno mismo escoge y heacuteroes socialmente reconocidos cuvas personas ya no necesitan ser introyecshytadas por el yo que ha devenido maacutes resistente resistent La figura uacuteltima de est) serie que empieza con los progeni-

El )0 y el ello (1923b) [supra paacuteg 55] l [lbid paacutegs 36 y 49] 2 En el cuarto ensayo de Toacutetem y tabuacute (1912-13) 3 [El teacutermino imagoraquo no fue empleado por Freud con frecuencia

sobre todo en sus uacuteltimos escritos Aparentemente figura por vez primera en Sobre la dinaacutemica de la trasferenciaraquo (1912b) AE 12 paacuteg 98 donde lo atribuye a Jung (1911-12 paacuteg 164) En este pasaje Jung nos dice que lo eligioacute en parte influido por ulla novela con es tiacutetulo del escritor suizo Carl Spitteler y Hanns Sachs (1945 paacuteg 63) nos informa que la revista psicoanalftica Imago fundada por eacutel y Otto Rank en 1912 tambieacuten tornoacute su tiacutetulo de la misma fuente]

173

tores es el oscuro poder del destino que soacutelo los menos de nosotros podemos concebir impersonalmente Es poco lo que puede objetarse al literato holandeacutes Multatuli 4 cuando sustituye la MoiQu [destino] de los griegos por b pareja divina Aoacuteyo XUt AvaacuteIXll [razoacuten y necesidad] pero todos los que trasfieren la guiacutea del acontecer universal a la Proshyvidencia a Dios o a Dios y la Naturaleza son sospechosos de sentir a estos poderes no obstante ser los miacutes exteriores y los maacutes remotos como si fueran una parej3 ele progenitoshyres -vale decir mitoloacutegicamente- y de creerse enlazados con ellos por ligazones libidinosas En mi obra El yo y el ello (l923b) 26 he intentado derivar tambieacuten la angustia realista de muerte de los seres humanos de una concepshycioacuten como esta parental del destino Parece muy difiacutecil lishybrarse de ella

Tras estas consideraciones preliminares podemos volver a la apreciacioacuten del masoquismo moral Dijimos 7 qlle la conducta -en la cura y en su vida- de las personas aqueshyjadas despierta la impresioacuten de que sufrieran una desmedida inhibicioacuten moral y estuvieran bajo el imperio de una conshyciencia moral particularmente susceptible aunque no les sea condente nada de esa hipermoral Pero si lo estudiamos de maacutes cerca notamos bien la diferencia que media entre esa continuacioacuten inconciente de la moral y el masoquismo moshyral En la primera el acento recae sobre el sadismo acrecenshytado del superyoacute al cual el yo se somete en la segunda en cambio sobre el genuino masoquismo del yo quien pide castigo sea de parte del superyoacute sea de los poderes parenshytales de afuera Pero nuestra confusioacuten inicial puede disculshyparse pu(ts en los dos casos se trata de una relacioacuten entre el yo y el superyoacute o poderes equiparables a este uacuteltimo y en ambos el resultado es una necesidad que se satisface meshydiante castigo y padecimiento Ademaacutes difiacutecilmente sea un detalle sin importancia que el sadismo del superyoacute deviene conciente casi siempre con estridencia mientras que el afaacuten

24 E D Dlkker (1820-1887) [laquoMultatu1iraquo era desdl mucho tiemshypo atraacutes uno de los autores favoritos de Freud una de sus obras enshycabeza la lista de laquolos diez mejores librosraquo que este confeccionoacute en 1906 (Freud (1906) AE 9 paacuteg 224)]

25 [La voz griega AvaacuteYYl] ya habiacutea sido citada por Freud (si no ntLs) en ei trabajo sobre Llonardo da Vinei (191Oc) AE 11 paacuteg 116 en cuanto a Auacuteyo pareceriacutea ser esta la primera vez que la usa Lll sus escrituumls Ambas y en Lspecial la segunda son consideradas en Ivs paacuterrafos finales de El porvenir de una ilusioacuten (1927c) AE 21 iexclaacutegs 52 y sigs]

20 [ef supra paacutegs 58middot9] 27 [Ibid paacutegs 50 y sigs]

174

masoquista del yo permanece en general oculto paN la pershysona y se lo debe descubrir por su conducta

La condicioacuten de inconciente del masoquismo moral nos pone sobre una pista interesante Podriacuteamos traducir la exshypresioacuten laquosentimieflto inconciente de culparaquo por laquonecesidad de ser castigado por un poder parentalraquo Ahora bien sabeshymos que el deseo de ser golpeado por el padre tan frecuenshyte en fantasiacuteas estaacute muy relacionado con otro deseo el de entrar con eacutel en una vinculacioacuten sexual pasiva (femenina) y no es maacutes que la desfiguracioacuten regresiva de este uacuteltimo Siacute referimos este esclarecimiento al contenido del masoquisshymo moral se nos vuelve evidente su secreto sentido La conciencia moral y la moral misma nacieron por la superashycioacuten la clesexualizacioacuten del complejo de Edipo mediante el masoquismo moral la moral es resexualizada el complejo de Edipo esreanimado se abre la viacutea para una regresioacuten de la moral al eacuteomplejo de Edipo Y ello no redunda en beneshyficio de la moral ni del individuo Es verdad que este puede haber conservado junto a su masoquismo su eticidad Iacutenteshygra o cierto grado de ella pero tambieacuten es posible que en el masoquismo naufrague buena parte de su conciencia moral Por otra parte este uacuteltimo crea la tentacioacuten de un obrar laquopecaminosoraquo que despueacutes tiene que ser expiado con los reproches de la conciencia moral saacutedica (como en tantos tipos rusos de caraacutecter) o con el castigo del destino ese gran poder parental Para provocar el castigo por parte de middotesta uacuteltima subrogacioacuten de los progenitores el masoquista se ve obligado a hacer cosas inapropiadas a trabajar en contra de su propio beneficio destruir las perspectivas que se le abren en el mundo real y eventualmente aniquilar su propia existencia real

La reversioacuten del sadismo hacia la persona propia ocurre regularmente a raiacutez de la sofocacioacuten cultural de las pulsiones en virtud de la cual la persona se abstiene de aplicar en su vida buena parte de sus componentes pulsionales desshytructivos Cabe imaginar que esta parte relegada de la pulshysioacuten de destruccioacuten salga a la luz como un acrecentamiento del masoquismo en el interior del yo Empero los fenoacutemeshynos de la conciencia moral dejan colegir que la destruccioacuten que retorna desde el mundo exterior puede ser acogiacuteda por el superyoacute y aumentar su sadismo hacia el yo aun sin meshydiar aquella mudanza El sadismo del superyoacute y el masoshyquismo del yo se complementan uno al otro y se auacutenan para provocar las mismas consecuencias Opino que soacutelo asiacute es poshysible comprender que de la sofocacioacuten de las pulsiones reshysulte -con frecuencia o en la totalidad de los casos- un

17)

sentimiento de culpa y que la conciencia moral se vuelva tanto maacutes severa y susceptible cuanto maacutes se abstenga la persona de agredir a los demaacutess De un individuo que sabe acerca de siacute mismo que suele evitar agresiones culturalshymente indeseadas cabriacutea esperar que por esa razoacuten tuviera buena conciencia y vigilara a su yo con menor desconfianza Lo habitual es presentar las cosas como si el reclamo eacutetico fuera lo primario y la renuncia de lo pulsional su conseshycuencia Pero asiacute queda sin explicar el origen de la eticidad En realidad parece ocurrir lo inverso la primera renuncia de lo pulsional es arrancada por poderes exteriores y es ella la que crea la eticidad que se expresa en la conciencia moral y reclama nuevas renuncias de lo pulsional 29

Asiacute el masoquismo moral pasa a ser el testimonio claacutesico de la existencia de la mezcla de pulsiones Su peligrosidad se debe a que desciende de la pu)sioacuten de muerte corresshyponde a aquel sector de ella que se ha sustraiacutedo a su vuelta hacia afuera como pulsioacuten de destruccioacuten Pero como por otra parte tiene el valor psiacutequico Bedeutung de un comshyponente eroacutetico ni aun la autodestruccioacuten de la persona puede producirse sin satisfaccioacuten libidinosa3()

x [ef El yo y el ello (1923b) supra paacutegs 54-5J 9 [Los temas examinados en este paacuterrafo fueron ampliados gtDr

Freud en el capiacutetulo VII de El malestar en la cultura (1930a)] lO [Freud volvioacute a ocuparse del masoquismo en rebeioacuten eOIl el

tratamiento psicoanaliacutetico en laquoAnliacutelisi terminahle e interminable (19nc) AF 23 paacuteg 244]

176

tores es el oscuro poder del destino que soacutelo los menos de nosotros podemos concebir impersonalmente Es poco lo que puede objetarse al literato holandeacutes Multatuli 4 cuando sustituye la MoiQu [destino] de los griegos por b pareja divina Aoacuteyo XUt AvaacuteIXll [razoacuten y necesidad] pero todos los que trasfieren la guiacutea del acontecer universal a la Proshyvidencia a Dios o a Dios y la Naturaleza son sospechosos de sentir a estos poderes no obstante ser los miacutes exteriores y los maacutes remotos como si fueran una parej3 ele progenitoshyres -vale decir mitoloacutegicamente- y de creerse enlazados con ellos por ligazones libidinosas En mi obra El yo y el ello (l923b) 26 he intentado derivar tambieacuten la angustia realista de muerte de los seres humanos de una concepshycioacuten como esta parental del destino Parece muy difiacutecil lishybrarse de ella

Tras estas consideraciones preliminares podemos volver a la apreciacioacuten del masoquismo moral Dijimos 7 qlle la conducta -en la cura y en su vida- de las personas aqueshyjadas despierta la impresioacuten de que sufrieran una desmedida inhibicioacuten moral y estuvieran bajo el imperio de una conshyciencia moral particularmente susceptible aunque no les sea condente nada de esa hipermoral Pero si lo estudiamos de maacutes cerca notamos bien la diferencia que media entre esa continuacioacuten inconciente de la moral y el masoquismo moshyral En la primera el acento recae sobre el sadismo acrecenshytado del superyoacute al cual el yo se somete en la segunda en cambio sobre el genuino masoquismo del yo quien pide castigo sea de parte del superyoacute sea de los poderes parenshytales de afuera Pero nuestra confusioacuten inicial puede disculshyparse pu(ts en los dos casos se trata de una relacioacuten entre el yo y el superyoacute o poderes equiparables a este uacuteltimo y en ambos el resultado es una necesidad que se satisface meshydiante castigo y padecimiento Ademaacutes difiacutecilmente sea un detalle sin importancia que el sadismo del superyoacute deviene conciente casi siempre con estridencia mientras que el afaacuten

24 E D Dlkker (1820-1887) [laquoMultatu1iraquo era desdl mucho tiemshypo atraacutes uno de los autores favoritos de Freud una de sus obras enshycabeza la lista de laquolos diez mejores librosraquo que este confeccionoacute en 1906 (Freud (1906) AE 9 paacuteg 224)]

25 [La voz griega AvaacuteYYl] ya habiacutea sido citada por Freud (si no ntLs) en ei trabajo sobre Llonardo da Vinei (191Oc) AE 11 paacuteg 116 en cuanto a Auacuteyo pareceriacutea ser esta la primera vez que la usa Lll sus escrituumls Ambas y en Lspecial la segunda son consideradas en Ivs paacuterrafos finales de El porvenir de una ilusioacuten (1927c) AE 21 iexclaacutegs 52 y sigs]

20 [ef supra paacutegs 58middot9] 27 [Ibid paacutegs 50 y sigs]

174

masoquista del yo permanece en general oculto paN la pershysona y se lo debe descubrir por su conducta

La condicioacuten de inconciente del masoquismo moral nos pone sobre una pista interesante Podriacuteamos traducir la exshypresioacuten laquosentimieflto inconciente de culparaquo por laquonecesidad de ser castigado por un poder parentalraquo Ahora bien sabeshymos que el deseo de ser golpeado por el padre tan frecuenshyte en fantasiacuteas estaacute muy relacionado con otro deseo el de entrar con eacutel en una vinculacioacuten sexual pasiva (femenina) y no es maacutes que la desfiguracioacuten regresiva de este uacuteltimo Siacute referimos este esclarecimiento al contenido del masoquisshymo moral se nos vuelve evidente su secreto sentido La conciencia moral y la moral misma nacieron por la superashycioacuten la clesexualizacioacuten del complejo de Edipo mediante el masoquismo moral la moral es resexualizada el complejo de Edipo esreanimado se abre la viacutea para una regresioacuten de la moral al eacuteomplejo de Edipo Y ello no redunda en beneshyficio de la moral ni del individuo Es verdad que este puede haber conservado junto a su masoquismo su eticidad Iacutenteshygra o cierto grado de ella pero tambieacuten es posible que en el masoquismo naufrague buena parte de su conciencia moral Por otra parte este uacuteltimo crea la tentacioacuten de un obrar laquopecaminosoraquo que despueacutes tiene que ser expiado con los reproches de la conciencia moral saacutedica (como en tantos tipos rusos de caraacutecter) o con el castigo del destino ese gran poder parental Para provocar el castigo por parte de middotesta uacuteltima subrogacioacuten de los progenitores el masoquista se ve obligado a hacer cosas inapropiadas a trabajar en contra de su propio beneficio destruir las perspectivas que se le abren en el mundo real y eventualmente aniquilar su propia existencia real

La reversioacuten del sadismo hacia la persona propia ocurre regularmente a raiacutez de la sofocacioacuten cultural de las pulsiones en virtud de la cual la persona se abstiene de aplicar en su vida buena parte de sus componentes pulsionales desshytructivos Cabe imaginar que esta parte relegada de la pulshysioacuten de destruccioacuten salga a la luz como un acrecentamiento del masoquismo en el interior del yo Empero los fenoacutemeshynos de la conciencia moral dejan colegir que la destruccioacuten que retorna desde el mundo exterior puede ser acogiacuteda por el superyoacute y aumentar su sadismo hacia el yo aun sin meshydiar aquella mudanza El sadismo del superyoacute y el masoshyquismo del yo se complementan uno al otro y se auacutenan para provocar las mismas consecuencias Opino que soacutelo asiacute es poshysible comprender que de la sofocacioacuten de las pulsiones reshysulte -con frecuencia o en la totalidad de los casos- un

17)

sentimiento de culpa y que la conciencia moral se vuelva tanto maacutes severa y susceptible cuanto maacutes se abstenga la persona de agredir a los demaacutess De un individuo que sabe acerca de siacute mismo que suele evitar agresiones culturalshymente indeseadas cabriacutea esperar que por esa razoacuten tuviera buena conciencia y vigilara a su yo con menor desconfianza Lo habitual es presentar las cosas como si el reclamo eacutetico fuera lo primario y la renuncia de lo pulsional su conseshycuencia Pero asiacute queda sin explicar el origen de la eticidad En realidad parece ocurrir lo inverso la primera renuncia de lo pulsional es arrancada por poderes exteriores y es ella la que crea la eticidad que se expresa en la conciencia moral y reclama nuevas renuncias de lo pulsional 29

Asiacute el masoquismo moral pasa a ser el testimonio claacutesico de la existencia de la mezcla de pulsiones Su peligrosidad se debe a que desciende de la pu)sioacuten de muerte corresshyponde a aquel sector de ella que se ha sustraiacutedo a su vuelta hacia afuera como pulsioacuten de destruccioacuten Pero como por otra parte tiene el valor psiacutequico Bedeutung de un comshyponente eroacutetico ni aun la autodestruccioacuten de la persona puede producirse sin satisfaccioacuten libidinosa3()

x [ef El yo y el ello (1923b) supra paacutegs 54-5J 9 [Los temas examinados en este paacuterrafo fueron ampliados gtDr

Freud en el capiacutetulo VII de El malestar en la cultura (1930a)] lO [Freud volvioacute a ocuparse del masoquismo en rebeioacuten eOIl el

tratamiento psicoanaliacutetico en laquoAnliacutelisi terminahle e interminable (19nc) AF 23 paacuteg 244]

176

masoquista del yo permanece en general oculto paN la pershysona y se lo debe descubrir por su conducta

La condicioacuten de inconciente del masoquismo moral nos pone sobre una pista interesante Podriacuteamos traducir la exshypresioacuten laquosentimieflto inconciente de culparaquo por laquonecesidad de ser castigado por un poder parentalraquo Ahora bien sabeshymos que el deseo de ser golpeado por el padre tan frecuenshyte en fantasiacuteas estaacute muy relacionado con otro deseo el de entrar con eacutel en una vinculacioacuten sexual pasiva (femenina) y no es maacutes que la desfiguracioacuten regresiva de este uacuteltimo Siacute referimos este esclarecimiento al contenido del masoquisshymo moral se nos vuelve evidente su secreto sentido La conciencia moral y la moral misma nacieron por la superashycioacuten la clesexualizacioacuten del complejo de Edipo mediante el masoquismo moral la moral es resexualizada el complejo de Edipo esreanimado se abre la viacutea para una regresioacuten de la moral al eacuteomplejo de Edipo Y ello no redunda en beneshyficio de la moral ni del individuo Es verdad que este puede haber conservado junto a su masoquismo su eticidad Iacutenteshygra o cierto grado de ella pero tambieacuten es posible que en el masoquismo naufrague buena parte de su conciencia moral Por otra parte este uacuteltimo crea la tentacioacuten de un obrar laquopecaminosoraquo que despueacutes tiene que ser expiado con los reproches de la conciencia moral saacutedica (como en tantos tipos rusos de caraacutecter) o con el castigo del destino ese gran poder parental Para provocar el castigo por parte de middotesta uacuteltima subrogacioacuten de los progenitores el masoquista se ve obligado a hacer cosas inapropiadas a trabajar en contra de su propio beneficio destruir las perspectivas que se le abren en el mundo real y eventualmente aniquilar su propia existencia real

La reversioacuten del sadismo hacia la persona propia ocurre regularmente a raiacutez de la sofocacioacuten cultural de las pulsiones en virtud de la cual la persona se abstiene de aplicar en su vida buena parte de sus componentes pulsionales desshytructivos Cabe imaginar que esta parte relegada de la pulshysioacuten de destruccioacuten salga a la luz como un acrecentamiento del masoquismo en el interior del yo Empero los fenoacutemeshynos de la conciencia moral dejan colegir que la destruccioacuten que retorna desde el mundo exterior puede ser acogiacuteda por el superyoacute y aumentar su sadismo hacia el yo aun sin meshydiar aquella mudanza El sadismo del superyoacute y el masoshyquismo del yo se complementan uno al otro y se auacutenan para provocar las mismas consecuencias Opino que soacutelo asiacute es poshysible comprender que de la sofocacioacuten de las pulsiones reshysulte -con frecuencia o en la totalidad de los casos- un

17)

sentimiento de culpa y que la conciencia moral se vuelva tanto maacutes severa y susceptible cuanto maacutes se abstenga la persona de agredir a los demaacutess De un individuo que sabe acerca de siacute mismo que suele evitar agresiones culturalshymente indeseadas cabriacutea esperar que por esa razoacuten tuviera buena conciencia y vigilara a su yo con menor desconfianza Lo habitual es presentar las cosas como si el reclamo eacutetico fuera lo primario y la renuncia de lo pulsional su conseshycuencia Pero asiacute queda sin explicar el origen de la eticidad En realidad parece ocurrir lo inverso la primera renuncia de lo pulsional es arrancada por poderes exteriores y es ella la que crea la eticidad que se expresa en la conciencia moral y reclama nuevas renuncias de lo pulsional 29

Asiacute el masoquismo moral pasa a ser el testimonio claacutesico de la existencia de la mezcla de pulsiones Su peligrosidad se debe a que desciende de la pu)sioacuten de muerte corresshyponde a aquel sector de ella que se ha sustraiacutedo a su vuelta hacia afuera como pulsioacuten de destruccioacuten Pero como por otra parte tiene el valor psiacutequico Bedeutung de un comshyponente eroacutetico ni aun la autodestruccioacuten de la persona puede producirse sin satisfaccioacuten libidinosa3()

x [ef El yo y el ello (1923b) supra paacutegs 54-5J 9 [Los temas examinados en este paacuterrafo fueron ampliados gtDr

Freud en el capiacutetulo VII de El malestar en la cultura (1930a)] lO [Freud volvioacute a ocuparse del masoquismo en rebeioacuten eOIl el

tratamiento psicoanaliacutetico en laquoAnliacutelisi terminahle e interminable (19nc) AF 23 paacuteg 244]

176

sentimiento de culpa y que la conciencia moral se vuelva tanto maacutes severa y susceptible cuanto maacutes se abstenga la persona de agredir a los demaacutess De un individuo que sabe acerca de siacute mismo que suele evitar agresiones culturalshymente indeseadas cabriacutea esperar que por esa razoacuten tuviera buena conciencia y vigilara a su yo con menor desconfianza Lo habitual es presentar las cosas como si el reclamo eacutetico fuera lo primario y la renuncia de lo pulsional su conseshycuencia Pero asiacute queda sin explicar el origen de la eticidad En realidad parece ocurrir lo inverso la primera renuncia de lo pulsional es arrancada por poderes exteriores y es ella la que crea la eticidad que se expresa en la conciencia moral y reclama nuevas renuncias de lo pulsional 29

Asiacute el masoquismo moral pasa a ser el testimonio claacutesico de la existencia de la mezcla de pulsiones Su peligrosidad se debe a que desciende de la pu)sioacuten de muerte corresshyponde a aquel sector de ella que se ha sustraiacutedo a su vuelta hacia afuera como pulsioacuten de destruccioacuten Pero como por otra parte tiene el valor psiacutequico Bedeutung de un comshyponente eroacutetico ni aun la autodestruccioacuten de la persona puede producirse sin satisfaccioacuten libidinosa3()

x [ef El yo y el ello (1923b) supra paacutegs 54-5J 9 [Los temas examinados en este paacuterrafo fueron ampliados gtDr

Freud en el capiacutetulo VII de El malestar en la cultura (1930a)] lO [Freud volvioacute a ocuparse del masoquismo en rebeioacuten eOIl el

tratamiento psicoanaliacutetico en laquoAnliacutelisi terminahle e interminable (19nc) AF 23 paacuteg 244]

176