El Principito y El Zorro2

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EL PRINCIPITO Y EL ZORRO Ven a jugar conmigo – le propuso el principito- ¡Estoy tan triste!... -No puedo jugar contigo- dijo el zorro-. No estoy domesticado. Y más adelante el zorro le dice. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos, y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo. -Y… ¿Qué es lo que debo hacer? -preguntó el Principito. -Debes tener suficiente paciencia -respondió el zorro- En un principio, te sentarás a cierta distancia, algo lejos de mi sobre la hierba. Yo te miraré de reojo y tú no dirás nada. La palabra suele ser fuente de malos entendidos. Cada día podrás sentarte un poco más cerca. Al otro día el Principito volvió: -Lo mejor es venir siempre a la misma hora -dijo el zorro- Si sé que vienes a las cuatro de la tarde, comenzaré a estar feliz desde las tres. A medida que se acerque la hora más feliz me sentiré. A las cuatro estaré agitado e inquieto; comenzaré a descubrir el precio de la felicidad. En cambio, si vienes a distintas horas, no sabré nunca en qué momento preparar mi corazón…

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Pasaje del principito que enseña el comportamiento de los grupos

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EL PRINCIPITO Y EL ZORRO

Ven a jugar conmigo le propuso el principito- Estoy tan triste!...-No puedo jugar contigo- dijo el zorro-. No estoy domesticado.Y ms adelante el zorro le dice.Para m no eres todava ms que un muchachito semejante a cien mil muchachitos, y no te necesito. Y t tampoco me necesitas. No soy para ti ms que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Sers para m nico en el mundo. Ser para ti nico en el mundo.

-Y Qu es lo que debo hacer? -pregunt el Principito.-Debes tener suficiente paciencia -respondi el zorro- En un principio, te sentars a cierta distancia, algo lejos de mi sobre la hierba. Yo te mirar de reojo y t no dirs nada. La palabra suele ser fuente de malos entendidos. Cada da podrs sentarte un poco ms cerca.Al otro da el Principito volvi:-Lo mejor es venir siempre a la misma hora -dijo el zorro- Si s que vienes a las cuatro de la tarde, comenzar a estar feliz desde las tres. A medida que se acerque la hora ms feliz me sentir. A las cuatro estar agitado e inquieto; comenzar a descubrir el precio de la felicidad. En cambio, si vienes a distintas horas, no sabr nunca en qu momento preparar mi corazn