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El Principio Regulador de la Iglesia

Sam Waldron

El siguiente documento es una traducción libre hecha por Imagen Bautista del

Folleto Regulative Principle of the Church disponible en Chapellibrary.org escrito

por Sam Waldron. Este documento es libre para compartir siempre y cuando se cite

la fuente original.

Mas información: https://www.chapellibrary.org/book/rpot

EL PRINCIPIO REGULADOR DE LA IGLESIA

Sam Waldron

Contenido

Introducción…………………………………………………………………………………

1.- Su Significado Histórico…………………………………………………………………

2.- Su Marco de Referencia Eclesiástico……………………………………………………..

Introducción…………………………………………………………………………………

I.- El Carácter Especial de la Iglesia de Dios……………………………………………….

II.- La regulación Distintiva de la Iglesia de Dios………………………………………….

3: Su Apoyo Bíblico………………………………………………………………………….

Introducción…………………………………………………………………………………..

I.- Solo Dios determina cómo los pecadores pueden acercarse a Él………………………….

II.- prácticas Extra-bíblicas Tienden a Anular la adoración a Dios………………………….

III.- La Sabiduría de Cristo es Cuestionada por los elementos no ordenados por Él…………

IV.- La Biblia Condena toda adoración no mandada………………………………………….

3: Su función multifacética……………………………………………………………………

I.- La Doctrina de la Iglesia……………………………………………………………………

II.- El Gobierno de la Iglesia…………………………………………………………………..

III.- las Tareas de la Iglesia……………………………………………………………………

IV.- La adoración de la Iglesia………………………………………………………………..

5: Su Limitación Necesaria……………………………………………………………………

6: Su Oposición Contemporánea………………………………………………………………

I. La Diferencia Contra intuitiva del resto de la Vida Humana…………………………………

II.- Una Hermenéutica Diferente Para la Iglesia que Para Otras Áreas………………………..

III.- La Aceptación de Prácticas “Extremas”……………………………………………………

IV.- La Iglesia Sigue el Modelo de la Sinagoga, no del Templo……………………………….

V.- Las Impracticables Distinciones Entre Los Elementos y las Circunstancias……………..

VI.- Establecimientos Judíos de Nuevos Días Santos……………………………………………

VII.- Las Respuestas Insuficientes a todas la Preguntas Acerca de la Adoración…………….

IX.- Los Requisitos para Incluir Cada Elemento en Cada Servicio……………………………

X.- Una Relación poco Clara del Canon del A.T. y del N.T. con el Principio Regulador………….

Aparte: El Rol de la Mujer en la Iglesia………………………………………………………..

EL PRINCIPIO REGULATIVO

Introducción.

Es una trivialización decir que el principio regulador1 ha sido el tema de mucha discusión en años recientes.

Muchos en la resurgencia Reformada han adoptado [como deben de hacerlo] el principio regulador como parte

de la tradición Reformada y Puritana a la que regresan conscientemente2. Otros en la tradición Reformada han

retrocedido y han tratado de distanciarse de él3. Aun otros han [en mi opinión] abrazado la frase pero la han

reinterpretado de tal manera que significa algo muy diferente de lo que significaba en la tradición.

Mi respuesta al principio regulador es que forma una función básica e importante de la tradición Reformada y

de la enseñanza bíblica. Creo, sin embargo, que el principio regulador necesita una aclaración, pero se sugiere

que, en mi opinión, por la misma tradición. Me esforzaré por establecer y aclarar el principio regulador por

medio de los siguientes encabezados en estos capítulos:

Sección 1: Su Significado Histórico.

Sección 2: Su Marco de referencia Eclesiástico.

Sección 3: Su Apoyo Bíblico.

Sección 4: Su Función Multifacética.

Sección 5: Su Limitación Necesaria.

Sección 6: Su Oposición contemporánea.

Sección 1: Su Significado Histórico.

Existen ciertas frases y palabras teológicas que adquieren un significado tan claro y definido que afirmar se les

tiene en cuenta es afirmar5 su significado en esa historia. Afirmar tales palabras y frases y no sostener su

significado histórico es engañarnos y engañar a otros, como a nuestras reales convicciones teológicas.

Por ejemplo, sostener la Trinidad, pero tener puntos de vista que tienen más en común con el Modalismo6

histórico que con el Trinatarianismo [como lo hacen algunos Modalistas modernos] es equivocarse y engañar a

otros7.

Otra vez, afirmar la sola fe, pero sostener puntos de vista paralelos a los de Roma, [o como hacen algunos

evangélicos y devotos de la Nueva Perspectiva sobre Pablo] es francamente engañoso8. Igualmente, afirmar el

principio regulador de adoración y aun sostener puntos de vista que son más como el principio normativo que es

sostenido por los oponentes del principio regulador, es simplemente engañoso.

1 El Principio Regulador – es la manera aceptable de adorar al Dios Verdadero, es instituido por Él Mismo, y es tan limitado a Su

propia voluntad revelada que no debe ser adorado de acuerdo a la imaginación y recursos del hombre, o las sugerencias de Satanás

bajo cualquier manifestación visible, o cualquier otra forma no prescrita en las Escrituras. [Confesión de Fe Bautista de Londres de

1689, 22;1] Disponible en CHAPEL LIBRARY.

2 Mark Dever en La Iglesia Deliberante adopta el principio regulador, ver particularmente el capitulo 2.

3 Mark Driscoll, http://marshill,com/media/religionsaves/regulative-principle [Enero 22 del 2013, y Steve Schlissel,

http://www.messiahnyc.org/ArticlesDetail.asp?id=89,ilusrate this tendency; R.J.Gore in Covenantal Worship: Reconsidering de

Puritan Regulative Principle [Phillipsburg,PA: P&R Publishing, 2002],

4 Esta es mi opinión de la obra de John Frame; La Adoración en Espíritu y Verdad. [Phillipsburg, N.J: P&R Publishing, 1996].

5 Equivalente a

6 Modalismo- Es el punto de vista erróneo de la Trinidad, que niega las distinciones Personales en la Divinidad, y hace al Padre, al

Hijo y al Espíritu Santo tres modos de operación de la misma Persona Divina, como la creación, redención, y santificación. [Alan

Cairns, Diccionario de Términos Teológicos, Greenville, SC:Ambassador Emerald International,2002,283].

7 Muchos creen que eso es lo que están haciendo T. D. Jakes y otros Modalistas hoy. Vea su discusión en “Elephant Room 2” con

Mark Driscoll y James MacDonald.

8 En mi disertación doctoral muestro que esto es lo un numero de evangélico modernos están haciendo: Sam Waldron, Fe, Obediencia

y justificación: Current Evangelical Departures From Sola Fide [Palmdale, Ca.:Reformed Baptist Academic Press,2006].

El trasfondo de los debates acerca del principio regulador entre Protestantes debe, por supuesto, encontrarse en

los debates sobre la Sola Scriptura9 que vino a la luz en el tiempo de la Reforma.

El conflicto entre los dos puntos de vista, el cual en la reforma vino a ser la característica del Romanismo y del

Protestantismo respectivamente, en siglos anteriores se estaba cristalizando en la teología medieval10. La

pregunta que había hacerse era si Solo las Escrituras eran Suficientes para regular la adoración en la Iglesia – o

si, por otro lado, puede la tradición tener lugar ordenar el gobierno y la adoración de la Iglesia.

Esta pregunta dio lugar a dos respuestas de parte de las Iglesias Reformadas. Algunos no le dieron a la

tradición, sustancialmente ninguna parte en este proceso de construcción. Este punto de vista se conoció como

El Principio Regulador. Otros consideraron que la tradición tenía un papel que desempeñar en la construcción

de la adoración y el gobierno de la Iglesia. Esto llegó a conocerse como El Principio Normativo.

Primero surgió la distinción entre estos dos principios para la regulación de la adoración, luego en las

controversias entre las Iglesias Reformadas y Luteranas en Europa. “La Reforma Conservadora” de Lutero

adoptó la política de preservar la adoración del Catolicismo medieval, excepto donde contradiga a la Escritura.

Calvino, por otro lado, adoptó el principio que decía que el contenido de la adoración tenia que tener

justificación de las Escrituras- en un lenguaje que parezca el mismo que los Puritanos declararon ser el principio

regulativo.

Algunos han reclamado que algunos puntos de vista de Calvino eran muy diferentes de aquellos de los

Puritanos. Así, hay algo de debate acerca de Calvino y su relación con el principio regulador de la adoracion11.

Aunque es verdad que uno puede señalar deferencias de aplicación entre Calvino y los Puritanos, en mi mente

hay algo de duda de que Calvino haya articulado claramente lo que vino a ser conocido como el principio

regulador de la adoración. Las citas de Calvino en apoyo de esto pueden, y han sido dadas en detalle12, pero

quizá la cita mas clara y clásica es la siguiente, de su obra titulada; La Necesidad de Reformar la Iglesia.

“Además, la regla que distingue entre la adoración pura y la viciada13es de aplicación universal. Para que no

podamos adoptar ningún dispositivo que se ajuste a nosotros mismos, sino mirar a los mandamientos de Él,

solo Aquel que tiene el derecho de prescribirlos. Por lo tanto, si queremos que apruebe nuestra adoración, esta

regla, la cual Él aplica por todas partes con el mayor rigor, debe ser observada cuidadosamente.

Porque hay una razón doble de por qué el Señor, condenando y prohibiendo toda adoración ficticia, requiere

que demos obediencia tan solo a Su voz. Primero, tiende en gran medida a establecer Su Autoridad para que no

sigamos nuestro propio placer, sino que dependamos enteramente en Su Soberanía; y segundo, tal es nuestra

locura, que cuando se nos deja en libertad, todo lo que podemos hacer, es extraviarnos. Y entonces, una vez

que nos hemos apartado del camino correcto, no hay fin para nuestros delirios, hasta que somos enterrados

bajo una multitud de supersticiones.

9 Sola Scriptura, [del latín= Solo por la Escritura] La Doctrina Reformada, de que la Biblia es la única y suficiente Autoridad por la

cual los asuntos de vida y practica deben ser establecidos. “La Santa Escritura es la Única, Regla Cierta e Infalible de todo

Conocimiento Salvador, de Fe y de Obediencia”. [LBCF 1689,I,I].

10 Eiko Oberman, Precursores de la Reforma [Cambridge, Inglaterra, James Clarke & Co, 1967, 51,120.

11 Vea el argumento de R.J.Gore en Adoración del Pacto: Reconsiderando el Principio Regulativo Puritano [Phillipsburg, PA.: P&R

Publishing, 2002], 53-90. En la mía, y otras opiniones, Gore solo tiene éxito probando que hay diferencias de aplicación, pero no una

diferencia en principio entre Calvino y los Puritanos. Vea el comentario crítico acerca del libro de Gore, por T. David Gordon en su

articulo titulado, “La Ruina del Mundo”: El Principio Regulativo de la adoración”, en la Reforma Moderna 12[Septiembre/Octubre

2003]:5.

12 Note la multitud de citas presentadas por Brian Schuwertley en su apendix de Calvino y el principio regulativo en su articulo, “Sola

Scriptura and the Regulative Principle of Worship” http://www.reformedonline.com/uploads/1/5/0/3/15030584/ sola _scriptura-_and_

the-_regulative_principle_ the _regulative_principle_of worship.pdf [accessed September 25,20018].

13 Viciada- Corrompida.

Justamente, por lo tanto, hace el Señor, para afirmar Su pleno derecho de dominio, estrictamente ordena lo que

desea que hagamos, y de una, rechaza todos los dispositivos humanos, los cuales están en desacuerdo con Su

Mandamiento. Justamente, también hace Él, en términos categóricos, define nuestros limites, para que no

fabricando modos perversos de adoración, provoquemos Su Ira contra nosotros. Sé lo difícil que es persuadir

al mundo de que Dios desaprueba todos los modos de adoración que no estén expresamente sancionados en Su

Palabra.

La persuasión opuesta que se adhiere a ellos, siendo asentada, como si estuviera en sus huesos y en su medula

ósea, es que lo que sea que hagan tiene en sí misma una sanción suficiente, siempre que exhiba alguna clase de

celo por el Honor de Dios. Pero ya que Dios no solo lo considera infructuoso, sino abiertamente abominable

todo lo que emprendamos con celo para Su adoración, si está en desacuerdo con Su Orden ¿Qué ganamos con

hacer lo contrario?

Las Palabras del Señor son claras e inconfundibles: Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios. [1 de

Samuel 15;22b] - Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. [Mateo

15;9]. Cada adición a Su Palabra, especialmente en este asunto, es una mentira. La mera “adoración de la

voluntad” [ethelothreskeia] es vanidad. Esta es la decisión, y cuando una vez el Juez ha decidido, ya no hay

tiempo para debatir” 14.

Este principio, articulado por Calvino y la Reforma en contra de Lutero y el Catolicismo Romano recibió un

fuerte enfoque en los debates entre los Puritanos y los Anglicanos a finales de los siglos XVI y XVII en

Inglaterra. Y recibió su declaración clásica y definitiva en las Confesiones Reformadas formuladas en el siglo

XVII en la Gran Bretaña. Se expresa en lenguaje idéntico tanto en el capítulo 21, parágrafo 1 de la confesión de

Westminster15, como en el capítulo 22, parágrafo 1 de la Confesión de Fe Bautista de Londres de 1689 16.

La luz de la naturaleza muestra que hay Un Dios, quien tiene Señorío y Soberanía sobre todo; es Justo, Bueno,

y hace Bien a todos; y que, por lo tanto, debe ser temido, amado, alabado, invocado, creído, y servido con toda

el alma, con todo el corazón y con todas las fuerzas. Pero el modo aceptable de adorar al Verdadero Dios está

instituido por Él Mismo, y está de tal manera limitado por Su propia voluntad revelada, que no se debe adorar

a Dios conforme a las imaginaciones de los hombres o a las sugerencias de Satanás, ni bajo ninguna

representación visible ni en ningún otro modo no prescrito en las Santas Escrituras.

Esta Declaración Puritana puede ser mejor entendida contrastándola con la declaración de la Iglesia de

Inglaterra, encontrada en los 39 artículos17. El artículo 20 declara:

14 Juan Calvino, “La Necesidad de Reformar la Iglesia”, Obras Selectas, 1:128-129.

15 La Confesión de Fe de Westminster – es la confesión Reformada y Presbiteriana producida en 1645-1646 por una asamblea de

121 teólogos señalados por el Parlamento Puritano, para hacer propuestas para reformar la iglesia de Inglaterra.

16 La Confesión de Fe Bautista de Londres de 1689 – Es la mas importante y autoritativa confesión Bautista en al idioma ingles,

LCFB de1689 [también conocida como la Segunda Confesión Bautista de Londres], fue producida por los Bautistas Particulares;

evidencias circunstanciales sugieren que Nehemiah Coxe y William Collins fueron sus originadores. La Confesión de Fe de

Westminster de [1647] y la Declaración de Savoy de [1658] fueron su marco básico, con modificaciones que reflejan los puntos de

vista Pactales Bautistas, la Iglesia, y las ordenanzas. Fue publicada primero en 1677, y reimpresa en 1688 y 1689, y adoptada en 1689,

es conocida por muchos simplemente como “la de 1689”; disponible en CHAPEL LIBRARY.

Por Bautistas Particulares entendemos aquellos que solemnemente inmersos en agua, sobre una confesión personal de fe; y quienes

profesan las doctrinas de las Tres Divinas Personas en la Divinidad – así como la elección eterna y personal- el pecado original- la

redención particular- la gracia eficaz en la regeneración y la justificación- la libre justificación, por la Justicia Imputada de Cristo – y

la final Perseverancia de los santos- de acuerdo a la Confesión de Fe que fue publicada en Londres, por los Bautistas Calvinistas, en el

año de 1689”. [Rules and Orders of the Particular Baptist Fund in London,9].

17 Los 39 artículos de la Iglesia de Inglaterra [1571- es la Confesión de Fe del Anglicanismo y del Episcopalismo, formulada en la

Convocación de Canterbury en 1563; todos los ministros fueron requeridos de someterse a ella o enfrentar sanciones o prisiones.

“La iglesia tiene la autoridad para decretar ritos y ceremonias, y autoridad en las controversias de la fe, y aun,

no es ilegal para la iglesia ordenar algo contrario a la Palabra de Dios escrita”18.

De gran ayuda es la popular declaración del principio Puritano de G.I. Williamson ejemplificada en la confesión

Bautista de Londres de 1689: “Lo que se ordenado es correcto, y lo que no se ha ordenado es incorrecto”19.

James Bannerman provee este útil contraste entre la doctrina Puritana y la doctrina Anglicana sobre esta materia

[contenida en nuestra confesión 20]: En el caso de la iglesia de Londres, su doctrina, en lo que se refiere al poder

de la iglesia en la adoración a Dios, es que tiene derecho a decretar lo que sea, excepto lo que se prohíbe en la

Palabra de Dios.

En el caso de nuestra propia iglesia, su doctrina, en referencia al poder de la iglesia en la adoración de Dios, es

que tiene derecho a decretar nada excepto lo que expresa o implícitamente se ordena por la Palabra de Dios21.

G.I. Williamson útilmente ilustra la diferencia entre los entendimientos Puritanos y Anglicanos del principio

regulativo, con el siguiente diagrama22:

EL PRINCIPIO REGULATIVO Y EL NORMATIVO EN CONTRASTE.

El Punto de Vista Puritano La Adoración Falsa

. Cualquier cosa no ordenada

La Adoración Verdadera

. [Solo que está Ordenado]

El Punto de Vista Anglicano La Adoración Falsa

. Solo lo que es Condenado

La Adoración Verdadera

[lo que es ordenado, mas algo que no sea

expresamente prohibido]

La diferencia entre los Puritanos y Anglicanos puede ser útilmente ilustrada por medio de dos constructores que

intentan construir el templo de Dios. El señor Anglicano usa los materiales de la Palabra de Dios, pero no tiene

los planos y puede usar otros materiales. El señor Puritano debe usar solo los materiales de la Palabra de Dios y

tiene los planos.

18 James Bannerman, La Iglesia de Cristo [Edimburg: The Banner of Truth Trust, 1960], 1;339.

19 G.I.Williamson, La Confesión de Fe de Westminster Clases para el Estudio, 162. Algunos podrían quejarse de que la declaración

de Williamson requiere de mandamientos explícitos para cualquier cosa hecha en la adoración corporativa. Yo no creo que esta sea la

intención de Williamson, simplemente significa contrastar claramente estos dos puntos de vista. De todos modos, debo dejar claro que

yo no creo que para justificar una parte de la adoración, sea necesario un mandamiento explicito. Si el principio regulativo es verdad,

y así fue practicado en los ejemplos bíblicos de correcta adoración, entonces un ejemplo bíblico seria suficiente. Un ejemplo o

precedente así, asumiría un mandamiento implícito.

20 La referencia del autor a “nuestra confesión”, es a la confesión de Fe Bautista de Londres de 1689.

21 Bannerman, La Iglesia de Cristo, 1:339-40

22 Williamson, La Confesión de Fe de Westmisnter Clases para el Estudio, 160. Un corresponsal se quejó de que el diagrama

tergiversa la visión Anglicana, al afirmar que podrían introducir absolutamente cualquier cosa no prohibida en la adoración

corporativa. Claro que es poco probable que los Anglicanos hagan esto. Pero la razón podría ser porque eso contradice su razón, y no

porque tengan una razón bíblica para no hacerlo.

No se necesita ser un genio para discernir que los dos edificios terminados serán difieren drásticamente, o para

discernir cual de ellos será mas agradable a Dios23.

Sección 2: Su Marco de Referencia Eclesiástico.

Introducción.

Hablando del marco de referencia eclesiástico 24 del principio regulador. Vengo a uno de los asuntos en la

tradición Reformada con respecto al principio regulador que yo creo necesita una aclaración. La aclaración que

sigue puede, creo, ayudar a los defensores del principio regulador a defenderlo y aplicarlo mejor. Al mismo

tiempo, expondré los problemas con una afirmación moderna del principio regulador que es bastante

controversial.

El nombre común dado al principio bajo discusión, es “el principio regulativo de la adoración”. Propongo

aclarar este principio llamándolo “el principio regulador de la iglesia”. Implícita en discusiones históricas del

principio regulador, está una distinción entre adoración y el resto de la vida. Esta distinción recibe una

expresión aguda en la descripción de Williamson del principio citado arriba: “Lo que es ordenado es correcto, lo

que no es ordenado es incorrecto”. Si esta es una descripción apta del principio regulador, y creo que lo es, eso

subraya la idea de que Dios regula Su adoración en una forma que difiere de la manera en que Él regula el resto

de la vida.

En el resto de la vida, Dios le da al hombre los grandes preceptos y principios generales de Su Palabra, y dentro

de las fronteras de esas direcciones les permite ordenar sus vidas como mejor les parezca. Él no les da

minuciosas instrucciones acerca de cómo deben construir sus casas o seguir sus vocaciones seculares. El

principio regulador, por otro lado, involucra una limitación de iniciativa y libertad no característica del resto de

la vida. Esto es dicho de cierto trozo de vida llamado adoración que es regulado en una manera más restrictiva

que el resto de la vida.

La Confesión de Fe de Westminster en el capitulo 20, párrafo 2, provee más evidencia para una vista del

principio regulador que lo restringe a algo menos que toda la vida. Abajo, note la parte de este párrafo que he

colocado en itálicas: “Dios solo es Señor de la consciencia, y está libre de doctrinas y mandamientos de

hombres, los cuales son, en cualquier cosa, contrarias a Su Palabra; o al lado de ella, de los asuntos de fe, o la

adoración. Así que creer tales doctrinas u obedecer tales mandamientos, fuera de consciencia, es traicionar la

libertad de la consciencia, y el requerimiento de una fe implicita25, y una obediencia ciega y absoluta, es destruir

la libertad de la consciencia, y también la razon26.

23 algunos han reaccionado con duda a mi declaración de que los Anglicanos no tienen los planos para el templo de Dios.

Seguramente piadosos Anglicanos no dirían esto, ¡piensan! Por el contrario, creo que la declaración de Richard Hooker en su; La Ley

de la Política Eclesiástica confirma mi declaración. Hokker no cree tenemos unos planos bíblicos para la adoración o de gobierno

eclesiástico. Esto es porque entonces Hokker y el Anglicano Peter Toon ahora [en el libro de las cuatro vistas, ¿Quién dirige la

Iglesia? Grand Rapids: Zondervan, 2004], 21-41, especialmente pag.23], cree que la razón y los concilios de la iglesia de los primeros

cinco siglos deben usarse además de la Biblia para crear un gobierno adecuado o completo. 24 Eclesiástico- perteneciente a la iglesia.

25Fe Implícita- Algunas veces es llamada “Fe Ciega”; una fe que es un mero asentimiento sin un cierto conocimiento, por ej, la fe que

acepta como verdad “lo que la iglesia cree” sin conocer los contenidos objetivos de la fe. Los estudiosos Reformadores y Puritanos

uniformemente niegan la fe implícita, ya que le falta el conocimiento, y eso no es fe. [Richard A.Muller, Diccionario de Términos

Griegos y Latinos; 117].

26- Es verdad que las palabras en itálicas faltan en la Declaración de Savoy de 1689. Algunos han opinado que esto es porque los

redactores de estas confesiones no mantuvieron las distinciones que asumen. John Owen fue uno de los redactores de la de Savoy, y

mantuvo las distinciones entre la adoración de la iglesia y el resto de la vida. Ver por ejemplo; Las Obras de John Owen [Londres:

banner of Truth Trust,1960],15;445-530. Es muy improbable pues, que John Owen no sostuviera esta distinción. La tachadura de las

palabras en cuestión, sin embargo, dificultan. Su ausencia levanta preguntas difíciles acerca de la legitimidad de los mandamientos no

contenidos en la Biblia, de autoridades humanas como el estado o la familia. Quizá los redactores de la de Savoy entendieron que este

posible mal entendido fue abordado por la declaración mas adelante en el párrafo que dice que tales mandamientos no debían ser

obedecidas “fuera de consciencia”, que tal vez es “fuera de consciencia” hacia Dios, sino simplemente por respeto a la autoridad

humana. En mi opinión, la tachadura de estas palabras, levanta cuestiones innecesarias, debían ser incluidas y son necesarias para

aclarar la idea del párrafo.

De acuerdo con esta declaración, Sola Scriptura tiene una aplicación diferente a las materias de la fe y

adoración que el que tiene hacia el resto de la vida. En el resto de la vida, significa que somos libres de los

mandamientos de hombres que son contrarios a la Palabra de Dios. En los asuntos de la fe y adoración, significa

que somos aun libres de los mandamientos de hombres que están al lado de la Palabra. Esta área de la vida es

diferente.

Sin embargo, argumentaré que hay una manera mejor y más precisa de describir el aspecto de la vida gobernada

por el principio regulador que por la “adoración”. Esta descripción de la adecuada aplicación del principio es

demasiado vaga en ciertos aspectos, demasiado amplia de alguna manera, y paradójicamente, también una

descripción restrictiva de su aplicación adecuada. El alcance o aplicación adecuados del principio regulador

puede ser aclarado si hacemos la pregunta directamente ¿Qué distinción es esa que da origen a la especial, más

restrictiva y más definida regulación del aspecto de vida bajo discusión?

La respuesta a esta pregunta es sugerida por un atributo de la iglesia que se le atribuye en el Credo Niceno27

“Creemos… en una, santa catolica28 iglesia apostólica”. La iglesia es santa en una forma que el resto de la vida

no lo es. Ella tiene una relación distinta hacia Dios, que aun otras instituciones divinas como la familia o el

estado no tienen. Es la santidad especial de la iglesia la que da origen y exige la regulación especial de la

iglesia, encarnada en lo que ha sido llamado el principio regulador de la adoración.

Creo que esta distinción se asume en muchos tratamientos tradicionales del principio regulador de la adoración.

Incluso se sugiere, pienso, por la confesión misma. Como lo explicaré en seguida, es comúnmente reconocido

que un documento tan importante y una aclaración del principio regulador se establecen en las discusiones de

las confesiones acerca de la suficiencia de la Escritura29 en la segunda mitad del capítulo 1, párrafo 6.

Aquí está lo que ambas, la de Westminster y la de 1689 dicen en este punto:

…Existen algunas circunstancias relacionadas con la adoración de Dios, y al gobierno de la iglesia, común a

las acciones y sociedades humanas, las cuales deben ser ordenadas por la luz de la naturaleza y de la

prudencia Cristiana30 de acuerdo a las reglas generales de la Palabra, la cuales deben siempre ser observadas.

En esta afirmación de aclaración, con respecto a las circunstancias de la adoración de Dios, debe notarse que el

gobierno de la iglesia es también mencionado inmediatamente31. La sugerencia es esta, por lo tanto, lo que el

gobierno de la iglesia es, así como la adoración de Dios, deben ser gobernados por el principio regulador,

excepto con lo relativo a la cuestión de sus “circunstancias”. Es claro también, por la declaración del párrafo 1;6

que la adoración a la vista aquí, en esta declaración clarificada, con respecto al principio regulador, es la

adoración corporativa de la iglesia [al menos, principalmente].

27- El Credo Niceno [325 d, de C.]- Es un Credo temprano o profesión de fe Cristiano, llamado “Niceno” porque fue adoptado en la

ciudad de Nicea por el primer concilio ecuménico. El segundo concilio ecuménico de Constantinopla, lo revisó y afirmó en el [381 d,

de C.], ha sido aceptado por el Anglicanismo, los Ortodoxos Occidentales, y los Orientales, el Catolicismo Romano, el Luteranismo y

muchas denominaciones Protestantes.

28- Católico- universal; refiriéndose a todos los creyentes a través del mundo y a través de todos los tiempos; diferenciado de la

“iglesia visible”, esto es, las asambleas locales de Cristianos profesos; no debe ser confundido con el Catolicismo Romano. “La iglesia

católica, o universal, la cual [con respecto a la Obra interna del Espíritu de gracia y de verdad] puede ser llamada invisible, y consiste

del numero completo de los elegidos, que han sido, son y serán unidos en uno, bajo Cristo que es su Cabeza, y ella es la esposa, el

cuerpo, la Plenitud de Aquel que lo llena todo en todo”. [CFBL1689,26,1]

29 La Suficiencia de las Escrituras- El Completo Consejo de Dios concerniente a todas las cosas necesarias para Su Propia gloria, la

salvación del hombre, y la fe y la vida, o bien está expresamente establecido, o bien se consigna necesariamente en la Santa Escritura,

a la cual no se debe agregar nada en ningún momento, ya sea por nueva revelación del Espíritu o por las tradiciones de los hombres.

[CFBL1689,1,6].

30 Prudencia- discreción.

31Inmediatamente- directamente, sin algo intermedio.

Esto provee, creo, alguna justificación a la aclaración que estoy sugiriendo. Sin embargo, John Frame, rechaza

completamente la restricción del principio regulativo a la adoración corporativa y a la iglesia. Aun, él mismo da

testimonio de la propiedad histórica de esta restricción, él dice:

En la tradición Presbiteriana, el principio regulador ha sido típicamente discutido en el contexto de “el poder

de la iglesia”… Para ellos, el asunto del principio regulador era el asunto de “el poder de la iglesia”: ¿Qué

puede requerir la iglesia que hagan los adoradores? Y La respuesta Presbiteriana-Puritana fue, bastante

buena, solo lo que la Escritura ordena… Esta posición, sobre el poder de la iglesia, sin embargo, llevó a

algunos teólogos a distinguir claramente entre servicios de adoración en forma “oficial” o “formal” [por ej,

aprobados por el cuerpo gobernante de la iglesia], y otras reuniones en las cuales, la adoración toma lugar,

tales como los devocionales familiares, cantar himnos en el hogar, etc, los cuales no son oficialmente

autorizados.

Algunos han dicho que el principio regulador es correctamente aplicado solo a los servicios formales u

oficiales, y no a las otras formas de adoración. Pero tal distinción es claramente anti- bíblica…En el punto de

vista Puritano, el principio regulador pertenece primariamente a la adoración que es autorizada oficialmente

por la iglesia… Yo, por lo tanto, rechazo la limitación del principio regulador a los servicios oficiales de

adoración. En mi opinión, el principio regulador en la Escritura no se trata de poder de la iglesia y de

servicios oficiales y autorizados de adoración32.

De hecho, y como he dicho anteriormente, las opiniones Anglicanas contra las cuales los Puritanos lanzaron el

principio regulador, argumentaron que el gobierno de la iglesia asomo la adoración de la iglesia, estaban sujetos

a la suplementación de las tradiciones de los hombres. Esta realidad le da contexto al debate sobre el principio

regulador que nos obliga también en la dirección de incluir al gobierno de la iglesia bajo el principio regulador.

Es verdad que en las Confesiones de Westminster y en la de 1689, capítulo 22, párrafo 6 podría parecer implicar

que el principio regulador tiene aplicación a otra adoración, además de la adoración corporativa de la iglesia,

note las itálicas en la cita siguiente: Ni la oración ni cualquier otra parte de la adoración religiosa, que están

ahora bajo y vinculados al Evangelio, son hechos más aceptables por cualquier lugar en el que sean

realizados, o hacia los cuales sean dirigidos; sino que Dios es quien debe ser adorado en Espíritu y en Verdad;

así como en la privacidad familiar, y cada uno en lo secreto; tanto mas solemnemente en la asambleas

publicas, las cuales no deben abandonarse o descuidarse de manera negligente o voluntaria, cuando por Su

Palabra o Providencia Dios llame.

Varias son las cosas que nos advierten contra esta demasiada fácil suposición de que este párrafo aplica el

principio regulador igualmente, a la familia y a la adoración en secreto.

Primero, debe tomarse en cuenta de que varios párrafo intervienen entre este párrafo y la declaración del

principio regulador que se encuentra en el párrafo uno.

Segundo, debemos considerar seriamente el hecho adicional de que los párrafos intermedios parecen hablar

claramente de la adoración pública tal como se reflejan en la aplicación del principio.

Tercero, el enfoque de la declaración calificadora del párrafo 1;6, debería advertirnos acerca de concluir

precipitadamente que los Puritanos pretendieron que el principio regulador de adoración debía ser aplicado

igualmente a la adoración familiar y privada.

Finalmente, aun suponiendo que este pueda ser el caso, creo que esto podría verse como una oscuridad restante

en su declaración, que puede eliminarse mediante una aclaración, sin afectar la sustancia de sus puntos de vista.

Me parece que una de las mayores piedras de tropiezo que impide al hombre abrazar el principio regulador es

aquella que involucra la idea de que la iglesia y su adoración son ordenadas y reguladas en una forma diferente

de la del resto de la vida. En el resto de la vida, Dios le da al hombre los grandes preceptos y principios

generales de Su Palabra, y dentro de los límites de esas direcciones, les permite ordenar sus vidas como mejor

les parezca. Él no les da alguna clase de instrucciones detalladas de cómo ellos deben construir sus casas o

perseguir sus vacaciones seculares, como afirmamos que lo hace con respecto a la iglesia.

32 Frame, su obra; La adoración en Espíritu y en Verdad, 43-44

El principio regulador, por otro lado, involucra una limitación de la libertad e iniciativa humana que no es

característica del resto de la vida, el principio regulador claramente asume que hay una distinción entre la

manera en que la iglesia y su adoración es ordenada y la manera del resto de la sociedad humana y su conducta

debe ser ordenada. Así, el principio regulador es capaz de acuñar a los hombres como peculiares y, por lo tanto

sospechosos y en desacuerdo con los tratos de Dios con la humanidad en el resto de la vida. La distinción entre

la iglesia y el resto de la vida que estoy sugiriendo significa que Sola Scriptura tiene una aplicación diferente a

la iglesia de la que tiene para el resto de la vida.

Esta peculiaridad del principio regulador lo hace absolutamente necesario para comenzar nuestro estudio de sus

fundamentos bíblicos abriendo su marco eclesiástico. En otras palabras, debemos comenzar declarando

claramente, y mostrando que existe una realidad única para la iglesia y su adoración que exige que sea

especialmente ordenada en la manera en que el principio regulador lo asume. Esta única realidad eclesiástica es

que la iglesia es el lugar de la Presencia especial de Dios, y por lo tanto, la casa o templo de Dios – y como tal

es santa en una manera distinta que el resto de la vida no lo es.

Una vez que entendamos la peculiar cercanía de la iglesia con Dios, y la santidad especial de la iglesia

comparada con el resto de la sociedad humana, no estaremos sorprendidos por el hecho de que es especialmente

regulada por Dios. Más bien parecerá eminentemente apropiado que la iglesia, como la propia casa de Dios

deba ser regulada por las directivas inmediatas de Dios. Parecerá más adecuado que la iglesia como templo

santo de Dios deba estar sujeta a una especial y detallada regulación por Su Palabra.

I.- El Carácter Especial de la Iglesia de Dios.

El carácter especial de la iglesia de Dios como el lugar de Su especial Presencia se presenta en [Mateo 18;15-

20]. Este es uno de los primeros dos pasajes en el Nuevo Testamento donde el termino iglesia es usado, y

contiene la primera mención explicita de la iglesia local en el Nuevo Testamento. Y culmina en la gran promesa

del verso 20. Muy obviamente, esta es una promesa de la especial Presencia de Cristo: [v15] Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu

hermano. [v16] Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos testigos conste toda

palabra. [v17] Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. [v18] De cierto, de cierto os digo, que todo lo que atéis en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en

la tierra será desatado en el cielo. [v19] Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la

tierra acerca de cualquier cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. [v20] Porque

donde están dos o tres congregados en mi Nombre, allí estoy Yo en medio de ellos.

Por favor note tres cosas acerca de esta promesa:

a. Su Limitación Especifica.

La promesa del [v20 viene adjunto a una muy simple condición o limitación; Porque donde están dos o tres

congregados en mi Nombre, allí estoy Yo en medio de ellos. La limitación declarada, encontrada en estas

palabras es el montaje de la iglesia local, la reunión pública o formal del pueblo de Dios. ¿Sobre qué

fundamento afirmo que estas palabras especifican tal asamblea? Permítame exponer cuatro motivos para esta

afirmación:

El contexto lo asume en el verso 20ª. El pasaje del verso 17 y siguientes trata de la iglesia local. Varios detalles

exegéticos en el pasaje acentúan esta conexión contextual entre los versos 19-20 y los versos 15-18.

El uso de “Otra vez” al comienzo del [v19] lo enfatiza. Esta palabra a menudo lleva el significado de “además”.

En el contexto del evangelio completo de Mateo, y especialmente a la luz del estrecho uso paralelo de “otra

vez” en Mateo 19;23-24] conecta claramente el contexto anterior a la interpretación de esta promesa.

Alfred Plummer observa sobre el [v19]. “Por este “otra vez” Mateo une el segundo “os digo” con el primero

del [v18]… la conexión es que Dios está seguro de ratificar la decisión de la congregación”.33

33 Alfred Plummer, Un Comentario Exegético sobre el Evangelio de Acuerdo a San Mateo [Londres: Robert Scott, Roxburghe

House, Paternoster Row, 1928],254.

Otra significante razón para interpretar esta promesa como una referencia a la presencia especial prometida a la

iglesia local, es que existe una red real de paralelos entre esta promesa y lo que ha sido antes. Lensky sugiere el

paralelo entre el “dos o tres” del [v20], y el “dos o tres” del [v16]. Él comenta sobre el [v16] Ya que Él está, en

sí, Presente en la asamblea de la iglesia o cuando dos o tres están trabajando en la confrontación del pecado de

su hermano, es Él Mismo quien actúa en Su Iglesia y sus miembros cuando cumplen Su Palabra invocando

también, Su Presencia y Su ayuda.34

El [v19] repite la referencia del [v18] a, en el cielo y en la tierra, la cual habla de la disciplina en la iglesia en la

tierra siendo confirmada en el cielo. Hendricksen comenta: “Notemos la frase “cualquier cosa que pidieren” se

relaciona especialmente a la oración pidiendo sabiduría para tratar con los asuntos de la disciplina”35. La

promesa de la Presencia especial de Cristo es dada en conformidad con la promesa del [v18], que la disciplina

de la iglesia encuentra una confirmación celestial o divina.

También existen conexiones conceptuales entre los [v19-20], y los [v15-18]. Una iglesia o sinagoga Cristiana es

[palabra transliterada del hebreo que a menudo es traducida como ekklesia en la LXX]36 una QAHAL, una

palabra hebrea para “asamblea”. La QAHAL de Dios es una asamblea que se reúne alrededor de Dios Mismo

como Israel se congregó alrededor de YHWH en el día de la iglesia o asamblea [QAHAL] en el Monte Sinaí37.

Esta misma imagen Antiguo testamentaria esta presente en los “dos o tres” que se congregan alrededor de Jesús

en el [v20]; hay una alusión a la QAHAL de Israel congregada alrededor de YHWH. La concepción de la

asamblea más pequeña posible, es la congregación de dos o tres personas.

Debemos leer la Biblia contextualmente y no solo como proveedora de lemas para colgar en las paredes de

nuestras salas de estar, sin contexto que fijen sus significados. Los “dos o tres” mencionados en el [v20],

entonces, es simplemente una manera grafica de enfatizar que aun la mas pequeña posible iglesia local, posee

esta gran promesa de Cristo.

2.- El Verbo usado en el [v20a].

Aunque por sí mismo el verbo usado no es concluyente, sin embargo, vale la pena mencionar que las palabras

“congregados” son una traducción de la raíz verbal de donde la palabra en Inglés y en Griego la palabra

“synagogue” se deriva. La iglesia Cristiana es, de hecho, llamada una sinagoga en [Santiago 2;2], donde la

misma raíz verbal es usada: Porque si en vuestra congregación [synagogue]… aunque esta raíz verbal puede ser,

y con frecuencia se usa mas ampliamente en otras reuniones, en este contexto [como se ha notado arriba] su uso

es sugestivo y forma parte de un argumento acumulativo a favor de la idea de que está en vista la iglesia

reunida.

3] La calificación dada en el [v20a].

El tercer motivo sobre el que afirmo que las palabras de l [v20] designan la reunión formal de la iglesia local es

la calificación dada en el [v20a]. Me refiero a las palabras “en mi Nombre”.

[Mateo 10;41] provee un uso paralelo de esta frase. Recibir a un profeta en el nombre de un profeta significa

que recibirlo a él en su carácter oficial como un profeta, es recibirlo porque es un profeta. Esto es, por lo tanto,

no una congregación de hombres, o aún una reunión de Cristianos que forman la condición especial de esta

promesa, sino la reunión en el Nombre de Cristo, esta frase tiene referencia a la reunión del pueblo de Cristo en

su carácter oficial de iglesia y bajo Su Autoridad.

.

34- R,C.H. Lenski, La interpretación del Evangelio de San Mateo [Minneapolis:Ausburg,1943],707.

35- William Hendricksen, Una Exposición del Evangelio según San Mateo [Grand Rapids; Baker,1973[,702.

36- La LXX, o Septuaginta, Una traducción Griega del Antiguo Testamento hebreo, comúnmente abreviada como la LXX, lo cual

significa “los setenta”, y se deriva de la historia de que fue el trabajo de 70 [quizá 72] expertos, quienes la tradujeron del idioma

original Hebreo al Griego.

37- Deuteronomio 18;16.

Designa la reunión como vista de que es oficialmente, e intencionalmente una reunión del pueblo de Cristo bajo

Su Autoridad. Un comentarista ve claramente el significado de esta frase, cuando dice que el reunirse en el

Nombre de Cristo “es un sinónimo para la nueva sociedad. La ekklesia es un cuerpo de hombres reunidos juntos

por una común relación al Nombre de Cristo: Una sinagoga Cristiana38

Permítame ilustrar el significado de esta frase. Hace algunos años, trabajé en un gran almacén con cierto

número de Cristianos. El almacén pertenecía y era operado por Amway Corporation. En el lonche podíamos

comer todos juntos. A menudo empezábamos el loche con una oración y pasábamos todo el tiempo discutiendo

asuntos bíblicos. Estábamos más de dos o tres. Aquella reunión en el lonche era, sin embargo, no una reunión

en el Nombre de Cristo, en el significado de este texto.

Era una reunión de Cristianos, era verdad, pero era una reunión en el nombre de Amway Corporation y por

causa del hambre, no en el Nombre de Cristo. Estábamos reunidos como empleados de Amway y no como el

pueblo oficial de Cristo. No podríamos por ningún derecho bíblico reclamar la promesa de [Mateo 18;20].

La limitación específica de esta promesa es la asamblea oficial de la iglesia local en el Nombre de Cristo porque

ellos eran una iglesia, y en su carácter como una iglesia. Esta condición debe cumplirse para reclamar esta

promesa39.

4] Los Paralelos con 1 de Corintios 5;1-13.

La cuarta razón para ver los [vss 19-20] estrechamente conectados a los [vss 15-18] son los paralelos entre este

pasaje y los otros pasaje importantes sobre la disciplina de la iglesia en el Nuevo Testamento, 1 de Corintios

5;1-13.

Se lee en 1 de Corintios 5;4: En el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el

poder de nuestro Señor Jesucristo. Los paralelos entre este pasaje y Mateo 18;15-20 son llamativos e

inevitables, y proveen una interpretación bíblica y Paulina de las Palabras de Jesús en Mateo 18;20. Así como

las palabras de Pablo en Efesios 2;20 hacen exégesis 40 de Mateo 16;17-18, así aquí, las palabras de Pablo hacen

exégesis de Mateo 18;15-20. ¿Cuáles son los paralelos que tengo en mente?

a] Ambos pasajes tratan el tema de la disciplina de la iglesia.

b] Ambos piden que esta disciplina sea promulgada por una reunión oficial de la iglesia.

c] Ambos usan la misma palabra para hablar de esta reunión [1 de Corintios 5;6 y Mateo 18;20].

d] Ambos describen esta reunión como teniendo lugar en ele Nombre del Señor Jesús [1 de Corintios 5;4 y

Mateo 18;20].

e] Ambos hablan de la autoridad de esta reunión para ejercitar la disciplina de la iglesia consistiendo de la

Presencia especial del Señor Jesucristo. si el poder de Cristo está especialmente presente, entonces, Él está

especialmente Presente [1 de Corintios 5;4 y Mateo 18;20].

Aquí está mi sencillo punto: Que el apóstol Pablo apoya la interpretación de Mateo 18;19-20 ofrecida aquí.

John Owen es uno de los progenitores41 de nuestro sistema42 Bautista Reformado y del principio regulativo.

38- El Expositor del Testamento Griego. [Londres: Hodder and Stoughton], 1;241.

39-Un corresponsal no esta de acuerdo en que reunirse en el Nombre de Jesús se refiera a la iglesia y argumentó que podemos orar en

el Nombre de Jesús en cualquier lugar. Ciertamente podemos orar en el Nombre de Jesús en todas partes, no se necesita una reunión

de la iglesia para poder orar en el Nombre de Jesús. orando en el Nombre de Jesús y reunirse en el Nombre de Jesús, no son, sin

embargo, la misma cosa. Ellas son claramente diferentes y no deben ser confundidas.

40- exégesis, explicación.

41-Progenitor, ancestro en línea directa.

42- sistema, forma de gobierno.

En su Breve Instrucción sobre la adoración de Dios43, él lee en Mateo 18;20 en la misma manera en que yo la

defiendo. Él dice: Así, el Señor Jesucristo ha prometido Su Presencia para los mismos fines y propósitos, a

aquellos que se reúnen en Su Nombre para la observación de la adoración la cual Él ha fijado en el Evangelio:

Mateo 18;2044.

b] Su clara implicación.

La clara implicación de esta promesa, es que el señor Jesús, en Su Identidad como el Eterno Hijo de Dios, está

prometiendo la Presencia especial de Dios a la iglesia. Esta es la implicación de la promesa misma. ¿Quién sino

solo Dios Mismo podría mantener una promesa como esta? ¿Quién sino Dios podría decir; donde sea que se

encuentren reunidos mis discípulos en todo el mundo, hasta el final de la era, allí estaré presente?

Esta es la implicación de la referencia a los tipos45 y promesas del Antiguo Testamento. Recordamos pasajes

como el salmo 46;4-5 – Del rio, sus corrientes alegran la ciudad de Dios, el santuario de las moradas del

altísimo. Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana. Ver también

Isaías 12;6, Jeremías 14;9, Oseas 11;9, Sofonías 3;5 y Zacarías 2;10. Cuando Cristo da la promesa contenida en

Mateo 18;20, hay una clara referencia o alusión a tales tipos y profecías del Antiguo Testamento.

Pero sabemos que esta es una promesa de la Presencia especial de Dios con Su pueblo por la Identidad del que

está hablando [Juan 1;1 y 14], dos cosas se afirman en Juan 11 y 14. Primero, se afirma que Jesús es Dios.

Segundo, se afirma que Jesús es el cumplimiento de los tipos y sombras del Antiguo Testamento. Cuando

leemos que la palabra “habitó [literalmente, tabernaculizó] entre nosotros” se nos informa que en Jesús tenemos

el nuevo y grandioso tabernáculo, y el nuevo y grandioso templo por medio del cual Dios habita entre Su

pueblo. Jesús, en Mateo 18;20 promete, Su Propia Presencia, la Presencia de Dios con Su iglesia.

Ahora, permítame enunciar 46 el claro significado de esto. Aún cuando Dios está Presente en todas partes del

mundo y en la sociedad humana, aún Su promesa debe significar que Él está presente en una manera especial

con Su iglesia. La iglesia reunida es un lugar santo. Es el templo de Dios [1 de Corintios 3;16]. Es la posesión

especial de Dios con una relación peculiar con Dios. De todas las realidades más elevadas, nobles y solemnes

que rodean la adoración del evangelio, la más grande, y por lo tanto, la que controla todo eso, es la realidad de

que Dios está presente en toda Su Gracia y Santidad.

Esto nos trae a mi tercer punto acerca de la promesa de Mateo 18;20.

c. Sus Consecuencias Escriturales.

Si Cristo está especialmente presente en medio de cada reunión de la iglesia local, la necesaria, consecuencia

escritural es que Él debe ser adorado en la iglesia local así reunida. De este modo, en la promesa de Su

Presencia, hay una divina institución de la adoración del Nuevo Pacto. Esta promesa contiene la institución

divina de la adoración pública del Nuevo Pacto por tres razones. Por medio de estas tres razones, también

captaremos algo de la profundidad y riqueza bíblica de esta promesa.

1] Dios debe ser adorado donde Él manifiesta Su Presencia.

Primero, donde Dios se manifiesta a Sí Mismo en una manera especial a Su pueblo, allí debe ser adorado.

Génesis 12;7 registra, “Y YHWH apareció a Abram y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí

un altar a YHWH, quien le había aparecido. Josué 5;13-15 registra la aparición del capitán de los ejércitos del

Señor a Josué. Leemos, Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el

cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿eres de los nuestros, o de

nuestros enemigos?

43- Disponible en CHAPEL LIBRARY, bajo el titulo; Worship and Order in the Church.

44- John Owen, Obras [Edinburg: Banner of Truth Trust,1965], 15;475.

45-Tipos- Un tipo es una persona histórica, un lugar o una institución, o un evento designado por Dios para apuntar a una persona

futura, o lugar, o institución, o evento histórico.

46- Enunciar, declarar.

[v14] Él respondió: No, más como Príncipe del ejército de YHWH he venido ahora. Entonces Josué,

postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a Su siervo? [v15] y el Príncipe del

ejercito de YHWH respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estas es santo. Y Josué

así lo hizo.

En muchos pasajes [Éxodo 25;8-9, 21;22, 29;42-43, 30;6, 40;34-38. Levítico 16;2. Números 17;4] el

Tabernáculo se descrito por Dios el lugar donde “me encontraré contigo”, obviamente, sin embargo, el

Tabernáculo era por esa misma razón el lugar de la adoración formal. Parte integral de la dedicación del templo

de Salomón como un lugar de adoración en 1 de Reyes 8 es el relato de cómo “la nube llenó la casa del

SEÑOR” y “la gloria del señor había llenado toda la casa del SEÑOR” [vss 10-11].

El mismo principio puede ilustrarse desde el Nuevo Testamento. Usted recordará cuando, en Lucas 5;1-11. El

señor Jesús le manifiesta Su gloria a Pedro en la pesca milagrosa, y la respuesta de Pedro fue adorarlo. El verso

8 dice: Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí Señor, porque soy

hombre pecador.

También recordará la visión del Señor ascendido dada a el apóstol Juan en apocalipsis 1;11-17. Aquí Jesús es

visto en Su gloria caminando en medio de los siete candeleros de oro con ropaje de Sumo Sacerdote [vss 12-

13]. Estos candeleros son las siete iglesias locales quienes han enviado sus mensajeros al apóstol. Estas

imágenes les asegura la presencia del Cristo resucitado en medio de cada iglesia local.

Sin embargo, el punto que no debe pasarse por alto, es que la toda la escena de esta visión se deriva de la

adoración del templo del Antiguo Testamento, Jesús está vestido como un Sumo Sacerdote; Sus iglesias son

representadas como candeleros- el escenario es claro, el escenario de la adoración.

2] Dios debe ser adorado donde Él hace recordar Su Nombre.

La segunda razón del por qué esta promesa contiene la institución divina de la adoración del Nuevo Pacto es

que donde Dios hace que Su Nombre sea recordado, ese es un lugar de adoración [Éxodo 20;24-26,

Deuteronomio 12;5-8, 16;5-6, 26;2 y v10. 1 de Reyes 8;16-20 y v29. Malaquías 1;6-14 y 1 de Timoteo 2;8].

Éxodo 20;24 Altar de tierra harás para mí, y sacrificaras sobre él tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus

ovejas y tus vacas; en todo lugar donde Yo hiciere que esté la memoria de mi Nombre, vendré a ti y te

bendeciré.

Deuteronomio 12;5 Sino que el lugar que YHWH vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus, para

poner allí Su Nombre para Su habitación, ése buscaréis, y allá iréis.

3] La Presencia de Cristo constituye a la iglesia como un templo de Dios.

La tercera razón de por qué sabemos que esta promesa constituye la institución divina de la adoración del

Nuevo Pacto es que la Presencia de Cristo constituye a la iglesia como un templo de Dios [1 de Corintios 3;16,

y 14;25. 2 de Corintios 6;16. Efesios 2;19-22 y 1 de Pedro 2;5].

Se ha dicho a menudo que, en el Nuevo Pacto, Dios ya no tiene un templo literal, un lugar geográfico donde Él

haya puesto Su Nombre y ordene que Él deba ser adorado. Esto es, por supuesto, verdadero en un sentido muy

importante. Pero esto nunca debe ser pensado como que significa que no hay un lugar especial donde Dios esté

presente, que no haya un lugar especial donde Dios haya puesto Su Nombre, o que toda adoración publica o

formal de Dios haya sido abolida. Todavía hay un lugar un lugar espiritual donde Dios ha puesto Su Nombre.

¡Donde sea que dos o tres estén congregados en Nombre de Cristo, es un lugar de adoración, hay un templo de

Dios, es el lugar espiritual donde Dios debe ser adorado!

No debemos ignorar el impacto práctico de esta realidad. Si Dios está presente en la iglesia, entonces, lo que

Jacob dijo puede aplicarse a la iglesia. Génesis 28;16-17 registra: Y despertó Jacob de su sueño, y dijo:

Ciertamente Jehová está en este lugar. Y yo no lo sabía. [v17] Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar!

No es otra cosa que casa de Dios y puerta del cielo.

Las asambleas de la iglesia nunca deben mirarse como de manera profana o común. La prometida Presencia de

Dios nos enseña de la santidad47 de las reuniones formales de la iglesia. Las asambleas de la iglesia son santas.

Están apartadas, o son diferentes de las asambleas o reuniones de cualquiera otra sociedad en absoluto. Deben,

por lo tanto, mirarse diferentemente. Además, nuestra conducta en ellas debe ser regulada diferentemente. Si el

suelo sobre el cual estamos en las asambleas de la iglesia es suelo santo, ¡entonces debemos quitarnos nuestro

calzado!

Esto me lleva a mi segundo encabezado bajo el marco eclesiástico del principio regulativo.

II. La regulación Distintiva de la Iglesia de Dios.

La regulación distintiva de la iglesia de Dios como el lugar de Su Presencia especial, se presenta en 1 de

Timoteo 3;15. Este pasaje es, por supuesto, un texto clave para la Doctrina de la iglesia, pero nunca me di

cuenta de sus totales implicaciones para el principio regulador hasta que me estaba preparando para una

conferencia hace algunos años en Sudáfrica.

1 de Timoteo 3;15 Para que si tardo, sepas como conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios

viviente, columna y baluarte de la verdad. Notará usted que, en este texto, el carácter especial o identidad única

de la iglesia se enfatiza por medio de tres descripciones. Ella es la “casa de Dios”, “la iglesia del Dios

Viviente”, y “la columna y el baluarte de la Verdad”. Nuestro interés particular está en las primeras dos de estas

tres descripciones.

Primeramente, la iglesia es, “la casa [o familia] de Dios”. El término casa usado aquí, puede referirse a la

iglesia como la familia de Dios [1 de Timoteo 3;15, v12], o la iglesia como el templo de Dios [1 de Pedro 2;5].

En cualquier caso, se enfatiza la estrecha y especial relación de la iglesia con Dios.

Segundo, la casa de Dios se identifica en este texto como “la iglesia del Dios Viviente”. El término iglesia [en

Griego; ekklesia] identifica al pueblo de Dios del Nuevo Pacto como una asamblea gobernada y organizada. En

la cultura Griega esta palabra era usada para la asamblea oficial de las ciudades –estado Griegas, y fue usada en

la traducción Griega del Antiguo Testamento para describir la QAHAL, la asamblea civil y religiosa de la nación

de Israel. Ambos antecedentes nos sirven para enfatizar el carácter oficial u organizado de la asamblea a la cual

se hace referencia.

Pero esta iglesia es descrita como “la iglesia del Dios Viviente”. “El Dios Viviente” es Aquel que se describe en

el Salmo 115;1-8. No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu Nombre da gloria, por tu misericordia, por

tu verdad. v2 ¿Por qué han de decir las gentes: Dónde está ahora su Dios? v3 Nuestro Dios está en los cielos;

todo lo que quiso ha hecho. v4 Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. v5 Tienen boca,

mas no hablan; tienen ojos, mas no ven; v6 orejas tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen; v7 manos

tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta. v8 Semejantes a ellos son los que

los hacen, y cualquiera que confía en ellos.

La importancia aquí, del uso de la descripción “la iglesia del Dios Viviente”, es para enfatizar la idea de que

esta iglesia es dominada por la Palabra, y la Presencia y el poder de Dios. Ella es la iglesia en la cual Él habita,

en la cual Él está activo, en la cual Él reina. Ahora ¿Cuál es la razón para este énfasis tan tremendo sobre la

identidad única de la iglesia en este versículo? Yo creo que el cometido declarado en este versículo proporciona

la respuesta.

Pablo dice que le está escribiendo a Timoteo para que él sepa como conducirse “en la casa de Dios, que es la

casa del Dios Viviente, la columna y baluarte de la verdad”. ¿Cuál es el punto de Pablo? El punto de Pablo es

que existe una conducta especial demandada por el carácter especial de esta iglesia en la cual Timoteo actúa

como delegado apostólico o representativo de Pablo. La identidad única de la iglesia requiere una única

regulación de la conducta de Timoteo en ella.

47- Santidad, santidad.

Timoteo no era ignorante de las leyes de Dios. Tampoco era ignorante de las regulaciones que gobernaban la

adoración del Antiguo Testamento. Desde su niñez, conocía los Escritos Sagrados [2 de Timoteo 3;15].

¿Por qué, entonces, tenia Pablo que escribirle y cuidadosamente instruirle con respecto a la adecuada conducta

en la casa de Dios? La sencilla razón es, porque con la venida de un nuevo templo, nuevas regulaciones

vinieron para su orden y culto de adoración. Hebreos 9;1 afirma que incluso “ahora bien, aun el primer pacto

tenia ordenanzas de culto y un santuario terrenal”. La implicación de este texto es que el Nuevo Pacto con su

tabernáculo verdadero también tiene tales regulaciones apropiadas para la conducta en la adoración divina en la

iglesia.

Cuando comprendemos la identidad única de la iglesia como el nuevo tabernáculo y templo de Dios, no nos

parecerá muy descabellado ver una aplicación a la iglesia en Éxodo 26;30, donde a Moisés se le encargó

estrictamente: “Y alzaras el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte”. La sustancia de

este mandamiento es consecuentemente repetida en la Biblia, [Éxodo 25;9, v40 y Hebreos 8;5]. Éxodo 8;5

registra la cuidadosa obediencia de Moisés a los detallados mandamientos divinos con respecto a la

construcción de la casa del Señor.

Todo fue cumplido “como el Señor le ordenó a Moisés” [v1]. Esta declaración se repite en los versículos 5, 7,

21, 29, 31, 32, 42 y 43. ¿Cuál es la aplicación para hoy de estos énfasis del Antiguo Testamento? Que Dios

especialmente regula la construcción y el culto de adoración de Su casa o templo. Nada menos de la precisa y

completa obediencia a estas regulaciones especiales, las cuales se ejemplificaron en Moisés, son requeridas.

Dios nunca le dijo a Moisés precisamente como construir su tienda. Dios nunca le dijo a Moisés precisamente

como regular su familia. Dios dejó a la discreción de Moisés esas tareas porque era la casa de Moisés y la

familia48 de Moisés. Pero es por esa misma razón que Dios ejercita un generalizado control sobre el tabernáculo

y su adoración. El tabernáculo era la tienda de Dios; ministra a Su familia. Así, Él gobierna su adoración con un

especial y detallado conjunto de regulaciones a las cuales Él espera obediencia precisa.

Así como Dios dijo a Moisés cuando le apareció en la zarza ardiente, y como Dios dijo a Josué cuando le

apareció en las afueras de la ciudad de Jericó, el lugar de la presencia especial de Dios es suelo santo y requiere

la remoción de las sandalias de los pies de uno. Así es como es la iglesia, es suelo santo, y esto requiere una

mentalidad única, y una regulación especial de la conducta de uno.

De la misma manera en el Nuevo Testamento, son dadas regulaciones únicas e incluso especiales, para la casa

del Nuevo Pacto. Algunas ilustraciones de estas regulaciones son las siguientes: las normas son dadas por el

orador, y el silencio de los profetas, y el hablar en lenguas, y las mujeres. Lo cual solo aplica a las reuniones de

la iglesia y no necesariamente a otras reuniones no eclesiásticas [1 de Corintios 14;27-40; ver especialmente el

énfasis triple sobre la iglesia como el alcance definido de la regulación dada acerca de las mujeres en los vss 33-

35; y 1 de Timoteo 2;1-13].

Las regulaciones se dan a la iglesia local para asuntos únicos, tales como la disciplina de la iglesia [Mateo

18;15-17 y 1 de Corintios 5;1-13]. Para la Cena del Señor [1 de Corintios 11;17-34]; el número, la naturaleza,

los requisitos, designaciones de ministerios, apoyo y protección de los oficiales de la iglesia [1 de Timoteo 3;1-

13 y 5;17-22 y Filipenses 1;1 y Tito 1;5-9].

Los principales elementos de la adoración están designados en [Hechos 2;42, 1 de Corintios cap.14 y 1 de

Timoteo 1;5-9] Estas regulaciones tan detalladas para la iglesia no pueden compararse con otras instituciones

divinas, como la familia o el estado. Por supuesto, ambos, el Antiguo y el Nuevo Testamento contienen

regulaciones divinas para la familia y el estado, pero el enfoque de la preocupación bíblica está en la regulación

de la comunidad del pacto. En el nuevo pacto, esta comunidad es en una nueva manera, diferente del antiguo

Israel – fundamentalmente distinta de ambas, la familia y el estado.

48 Mientras que Dios no explica todos los detalles mundanos de cómo debemos ordenar a nuestras familias y vidas personales. Él

todavía da autoritativa y suficiente discreción moral para nuestras actividades en cada contexto.

No presento todo esto como mi principal argumento para el principio regulativo de la iglesia. Sin embargo, sí

proporciona el marco adecuado en el que el alcance y la fuerza y la aplicación de aquellos argumentos, sean

mejor apreciados. Entonces, habiendo mirado, el marco teológico del principio regulativo, vayamos a esos

argumentos que forman su principal apoyo bíblico.

Sección 3: Su Apoyo Bíblico.

Introducción.

Presentaré ahora cuatro argumentos bíblicos para el principio regulativo Puritano de la iglesia y su adoración49.

I- Solo Dios Determina como los Pecadores Pueden Acercarse a Él.

Es la sola prerrogativa50 de Dios el determinar los términos sobre los cuales los pecadores pueden acercarse a Él

en adoración. Bannerman declara elocuentemente este primer argumento.

El principio fundamental que yace sobre la base de todo argumento es el siguiente; que con respecto a la

ordenanza de la adoración publica es la provincia51 de Dios, y no la providencia del hombre, la que determina

los términos y la forma de tal adoración...El camino para acercarse a Dios fue cerrado y prohibido por causa del

pecado del hombre, era imposible para el hombre, que por sí mismo renovara la relación52 que ha sido tan

solemnemente cerrada por la sentencia judicial que lo excluye de la Presencia y favor de si Dios.

¿Podría este camino abrirse alguna vez, y la comunión de Dios con el hombre y del hombre con Dios alguna

vez renovarse? Esta es una cuestión que solo Dios puede determinar. Si pudiera, ¿Sobre qué términos tendría

lugar la renovación de la relación, y en qué manera se mantendría la relación de la criatura con su Creador otra

vez? Esta también, era una cuestión, no menor que la primera, para que solo Dios la resolviera53.

Pero Dios no solo posee esta prerrogativa, ¡La Biblia nos muestra que Él la ejecuta! Génesis 4;3-5 registra la

primera instancia de la adoración formal en la Biblia. Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto

de la tierra una ofrenda a Jehová [v4] Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo

de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; [v5] pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda

suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante54.

Es claro en este pasaje que no es solamente las personas de Caín y Abel lo que determinó la aceptación de la

ofrenda de Abel y el rechazo de la de Caín. El texto es claro. Son ambos, Abel y su ofrenda las que son

aceptadas, y Caín y su ofrenda las que son rechazadas. Algunas veces se asume que, debido a que no hay

mención previa de los requisitos particulares para tales ofrendas, no podría haber habido nada más aceptable en

la ofrenda de Caín que en la de Abel.

Pero hay graves problemas con esta suposición. Primero, la matanza de animales para proveer pieles que

cubrieran a Adán y Eva en Génesis 3;21 sugiere la designación del sacrificio de animales.

Segundo, la mención, en Génesis 4;4 “de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas” anticipa las

posteriores designaciones de las leyes sacrificiales. Para el significado del sacrificio del primogénito, véase

Levítico 27;26 y Números 18;17. Para el significado del sacrificio de la grasa, véase Éxodo 23;18, 29;13 y v22.

Levítico 3;3-4 y 7;3-4 y 23-24.

49-Estoy consciente de que hay objeciones a la manera en que expongo y aplico los varios pasajes Escriturales que apoyan el principio

regulativo de la iglesia. Para mayor claridad de tratamiento los abordaré en la sección 6: Objeciones Contemporáneas.

50- Prerrogativa- derecho especial o privilegio.

51- Provincia- Área de responsabilidad.

52 Relación-comunión.

53 James Bannerman, La Iglesia de Cristo, 1;340-41.

54 Decayó su semblante - se desanimó o se enojó.

Lo más probable es que Moisés tenga la intención de hacernos pensar en estas designaciones posteriores. Por lo

tanto, no es inverosímil entender que Moisés en Génesis 4;4, pretende que lleguemos a la conclusión de que

tanto Caín como su ofrenda fueron inaceptables para Dios.

Éxodo 20;4-6 a menudo es citado como un ancla del principio regulativo en la tradición Reformada. También

deja claro que Dios ejerce Su prerrogativa para controlar cómo los seres humanos le lleven adoración.

No te harás imagen55, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas

debajo de la tierra. [5] No te inclinaras ante ellas, ni las honraras; porque yo soy Jehová tu Dios, Fuerte, Celoso,

que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,

[v6] y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

Si Dios decreta que debe ser adorado solo por aquellos que vistan camisas amarillas y corbatas verdes, Él

tendría el derecho de hacerlo así. ¡Cuan grande es la arrogancia del hombre para pensar que él tiene el derecho

para determinar cómo adorará y servirá a Dios!

II.- Practicas Extra-Bíblicas que tienden a Nulificar la adoración a Dios.

La introducción de prácticas extra-bíblicas en la adoración tiende a anular y socavar la adoración designada por

Dios. Mateo 15;3 sugiere la tendencia inevitable de seguir las tradiciones humanas: “Respondiendo Él, les dijo:

¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición?

2 de Reyes 16;10-18 es una penetrante historia de moral y una ilustración sorprendente de lo que sucede con las

ordenanzas cuando la invención humana se entromete en la adoración ordenada por Dios:

Después fue el rey Acaz a encontrar a Taglat-pileser rey de Asiria en Damasco; y cuando vio el rey Acaz el

altar que estaba en Damasco, envió al sacerdote Urías el diseño y la descripción del altar, conforme a toda su

hechura. [v11] Y el sacerdote Urías edificó el altar; conforme a todo lo que el rey Acaz había enviado de

Damasco, así lo hizo el sacerdote Urías, entre tanto que el rey Acaz venia de Damasco.

[v12] Y luego que el rey vino de Damasco, y vio el altar, se acercó el rey a él, y ofreció sacrificios en él; [v13] y

encendió su holocausto y su ofrenda56, y derramó sus libaciones, y esparció la sangre de sus sacrificios de paz

junto a el altar. [v14] E hizo acercar el altar de bronce57 que estaba delante de Jehová, en la parte delantera de la

casa, entre el altar y el templo de Jehová, y lo puso al lado del altar hacia el norte. [v15] y mandó el rey Acaz al

sacerdote Urías, diciendo: En el gran altar encenderás el holocausto de la manan y la ofrenda de la tarde, y el

holocausto del rey y su ofrenda, y asimismo el holocausto de todo el pueblo de la tierra y su ofrenda y sus

libaciones; y esparcirás sobre él toda la sangre del holocausto, y toda la sangre del sacrificio. El altar de bronce

será mío para consultar en él.

[v16] E hizo el sacerdote Urías conforme todas las cosas que el rey Acaz le mandó; [v17] Y cortó el rey Acaz

los tableros de las basas, y les quitó las fuentes; y quito también el mar de sobre los bueyes de bronce que

estaban debajo de él, y lo puso sobre el suelo de piedra. [v18] Asimismo el pórtico para los días de reposo que

habían edificado en la casa, y el pasadizo de afuera, el del rey, los quitó del templo de Jehová, por causa del rey

de Asiria.

El altar del Señor no fue reemplazado por el nuevo altar, solo desplazado. Esta es la habitual sutileza del error

humano. Nunca soñaríamos con deshacernos de las ordenanzas de Dios. Las trataríamos con gran respeto; pero

ellas no tienen el lugar central en nuestra adoración. Ese lugar está ocupado por las invenciones de nuestra

sabiduría.

55 Imagen-imágenes de talla.

56 su ofrenda- de granos.

57 Altar de bronce- bronce

Esta tendencia esta ilustrada en las iglesias evangélicas de hoy donde los anuncios mundanos58y tontos en

medio de la adoración, la imprudente tradición del apretón de manos en medio de la adoración, tiempos de

testimonio mal organizados, funciones de payasos, mímicas59, danza litúrgica, películas y drama remplazan

completamente, o restringe severamente las partes claramente ordenadas de la adoración.

Estas y otras tradiciones de los hombres, por ejemplo, a veces solo dejan 15 o 20 minutos para la predicación.

De igual forma, las bandas de alabanza y el predominio de la música especial pueden empujar el canto

congregacional a un rincón la adoración corporativa.

III.- La Sabiduría de Cristo se Cuestiona por los Elementos no Autorizados.

Por la adición de elementos no ordenados en la adoración, son cuestionadas la Sabiduría de Cristo y la

Suficiencia de las Escrituras. El razonamiento detrás de la adición de elementos no ordenados, ilustra cómo esto

sucede. John Owen observa: Generalmente se alegan tres cosas para justificar tales ritos y ceremonias en la

adoración de Dios: - Primero, que tienden a fomentar la devoción de los adoradores; segundo, que hacen que la

adoración en sí, sea agradable60, y hermosa. Tercero, que son los preservadores del orden en su celebración. Y

por lo tanto, a fin de cuentas, pueden ser instituidos o designados por algunos; y cumplidos por todos61.

Tales razonamientos, como los describe Owens, cuestionan62 la Sabiduría de Cristo. Con toda nuestra debilidad,

pecado y locura, ¿Nos dejará Cristo sin una guía adecuada en el asunto más importante de la adoración?

¿Nos ha dejado, a nosotros que estamos en estado nativo, en tal condición espiritual, sin una belleza

suficientemente devocional y una adecuada y ordenada adoración de Dios?

Otro Puritano dice: “Porque Él, que es la Sabiduría del Padre, el resplandor de Su gloria, la Luz verdadera, la

Palabra de vida, el Amén, la Verdad y la Vida misma ¿Podría Él entregarnos, a Su iglesia [por la cual pagó el

rescate con Su sangre], lo que no sería una garantía suficiente para Él mismo”?63

Este razonamiento no solo no concuerda con nuestra necesitada condición. Por lo tanto, no solo revela un poco

de orgullo espiritual, sino que este razonamiento también rechaza la suficiencia de las Escrituras [2 de Timoteo

3;15-17]. El Dr. Tulloch, un oponente del principio regulativo, intenta evadir esta acusación de que su punto de

vista niega la suficiencia de las Escrituras, argumentando que la Biblia nunca tuvo la intención de ser una regla

del gobierno de la iglesia.

Ellos no solo no establecen el esquema de tal gobierno, sino que ni siquiera dan el complemento y los indicios

concluyentes de uno64. El texto clave sobre la suficiencia de las Escrituras nos proporciona los explosivos

necesarios para destruir el punto de vista de la Escritura del Dr.Tulloch. 2 de Timoteo 3;16-17 es ese texto.

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para ensenar, para redargüir, para corregir, para instruir en

justicia, [v17] a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente65 preparado para toda buena obra.

La suficiencia de las Escrituras de la que habla este texto, es precisamente su suficiencia para “el hombre de

Dios”. El hombre de Dios es la persona encargada de ordenar y guiar el pueblo de Dios66.

2 de Timoteo 3;16-17 nos obliga a plantear esta pregunta a aquellos que piensan como el Dr. Tulloch.

¿Está ordenado a la iglesia, para la gloria de Dios, una buena obra que el hombre de Dios deba realizar de

manera peculiar?

58 Mundanos- de este mundo terrenal en ves de lo espiritual; terrenal; temporal.

59 Mímica. Técnica teatral de sugerir acción, carácter, o emoción sin palabras, usando solo gestos, expresiones y agradable

60 Agradable- atractiva.

61John Owen, Las Obras de John Owen, ed. William H. Goold [Londres: The banner of Truth Trust, 1966], 15;467.

62 Cuestionan- se oponen.

63 Iain Murray, la Reforma de la Iglesia [Londres: The Banner of Truth Trust, 1965], 75. 64 La Reforma de la Iglesia, 44.

65 Enteramente- completamente,

66 Asumo aquí, lo que creo que demostrará una exegesis cuidadosa: Que “el hombre de Dios” no es cada uno de los Cristianos, sino el

líder o pastor del pueblo de Dios. Ambos, el Antiguo y el Nuevo Testamento usan la frase “hombre de Dios”, y el contexto de su uso

aquí por Pablo, en 1 de Timoteo 6;11 apoya esta identificación. Por supuesto, no niego que existe una aplicación importante de la

suficiencia de las Escrituras a cada uno de los Cristianos.

Entonces las Escrituras son completamente capaces de equipar completamente al hombre de Dios para esta

tarea. Ellas le enseñan al hombre de Dios una forma adecuada de orden bíblico de la iglesia y los elementos

esenciales de la adoración de la iglesia.

IV.- La Biblia Condena Toda Adoración no Ordenada.

La Biblia explícitamente condena toda adoración que no sea ordenada por Dios [Levítico 10;1-3, Deuteronomio

4;2, y 12;29-32, Josué 1;7 y 23;6-8, Mateo 15;13] como se ve en el contexto de los vss 8-14, y Colosenses 2;20-

23].

Tres de estos pasajes merecen un comentario especial. Deuteronomio 12;29-32 en su contexto original se dirige

precisamente a la pregunta de cómo Dios debe ser adorado [v30]. La regla dada aquí en respuesta a este asunto

es muy clara: [v32] Cuidarás de hacer todo lo que Yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás.

Esto claramente implica que hay una gran tentación para el pueblo de Dios al ver cómo el mundo adora y

permitir que ello tenga un impacto formativo en nuestras actitudes en canto a la adoración. Tal actitud es

prohibida explícitamente para el pueblo de Dios.

Colosenses 2;23 condena lo que puede traducirse como “la adoración voluntaria”. Herbert Carson afirma la

inevitable implicación de esta frase: “Las palabras… implican una forma de adoración que un hombre dispone

por sí mismo”67.

Levítico 10;1-3 es el estremecedor relato de lo que pasó a Nadab y Abiu cuando disgustaron a Dios con su

forma de adoración. ¿Qué es lo que trajo sobre ellos tan terrible juicio? El verso 1 es muy explicito: “Ellos

ofrecieron fuego extraño ante el Señor”. El significado de la frase “fuego extraño” es explicado en la siguiente

clausula. No es el fuego lo que Dios había prohibido. El idioma hebreo clara y literalmente dice que este fuego

era lo que “Él nunca les mandó”. El simple hecho de que se atrevieran a traer fuego no autorizado [traducción

NVI], les provocó una muerte atroz.

Sección 4: Su Función Multifacética.

Una comprensión clara y un compromiso profundo del principio regulativo de la iglesia es, y estoy convencido,

absolutamente crucial si la reforma bíblica de la iglesia se ha de convertir en una realidad en nuestras iglesias.

El principio regulador, pretende, como hemos visto, gobernar la completa vida de la iglesia como una

institución y como una asamblea.

G.I. Williamson resume el principio regulativo, como hemos visto, en una sentencia sustancial: Lo que es

ordenado es correcto, lo que no es ordenado, es incorrecto. Usando esta como un simple resumen del principio

regulativo, podemos ver que este principio tiene una apropiada e importante aplicación a cuatro áreas de nuestra

vida.

I.- Las Doctrinas de la Iglesia.

La doctrina de la iglesia debe ser gobernada por el principio regulador. Es verdad que en otras áreas de la vida

se nos permite pensar, tanto como nuestro pensar no contradiga la Escritura. Siempre y cuando nuestros puntos

de vista políticos, científicos, etc. no contradigan la enseñanza de la Escritura, se nos permite seguir nuestras

consciencias como la Escritura informa. Pero esto no es solo el caso con respecto a la doctrina de la iglesia:

Debe haber claro y convincente apoyo bíblico. Con respecto a esto, el capítulo 1 y párrafo 6 de la Confesión

Bautista de 1689 es clara:

“Todo el Consejo de Dios tocante a todas las cosas necesarias para Su propia gloria; y para la salvación, la fe

y la vida del hombre, está expresamente expuesto o implícitamente revelado en las Escrituras y, a esta

revelación de Su voluntad, nada será añadido, ni por nuevas revelaciones del Espíritu, ni por las tradiciones de

los hombres”.

67 Herbert Carson, Comentarios al Nuevo Testamento Tyndale: La Epístolas de Pablo a los Colosenses y Filemón [Grand Rapids:

Wm. B. Eedermans Co. 1976],79.

Esta declaración es, por supuesto, en su contexto histórico, destinada a combatir a Roma por un lado, y a ciertos

reclamos de Anabautistas 68 de nuevas revelaciones, por el otro lado. La tradición extra- bíblica, contrario a

Roma, no puede formar parte de la base para la doctrina de la iglesia. De igual forma, las revelaciones extra-

bíblicas, contrarias a los reclamos de algunos Anabautistas de antaño, y algunos carismáticos de hoy, no pueden

formar parte de la base de la confesión o credo de la iglesia.

La doctrina de la iglesia debe ser [citando el lenguaje de la Confesión de Westminster paralelo a la de 1689,

citada justo arriba] expresamente “expuesto o implícitamente revelado en las Escrituras”. La doctrina de la

iglesia no puede construirse sobre la base de que la Escritura dice, más lo que la iglesia decreta. Debe

construirse sobre la base del principio regulador.

II.- El Gobierno de la Iglesia.

Los Puritanos [que sostenían el principio regulativo] estaban comprometidos con el jus divinum69. En otras

palabras, ellos estaban comprometidos al concepto de que hay una forma divinamente ordenada de gobierno de

la iglesia dada a nosotros en la Biblia. Históricamente, los Anglicanos, comenzando con el tratado de Hooker

sobre el gobierno de la iglesia de Inglaterra] y muchos otros desde entonces, han argumentado que Dios ha

dejado a la iglesia la libertad dentro de varios principios generales para construir su propio gobierno.

Richard Hooker, en su obra; De las Leyes del Gobierno Eclesiástico, niega enfáticamente el principio regulativo

de los Puritanos. Un escritor dice: “Su objeto es hacer valer el derecho de una amplia libertad sobre la base de

las Escrituras y de la razón”70. Las opiniones de Hooker simplemente han anticipado las opiniones de mucho

evangélicos de hoy. Pero esas opiniones solo pueden entretener mientras uno permanezca en la ignorancia de la

identidad de la iglesia como la casa de Dios, y del especial principio regulativo para la casa de Dios. Una vez

que estas cosas son entendidas, el carácter profano y aun superficial de las opiniones propugnadas por Hooker

será evidente.

El hecho de que el principio regulador controle la adoración y el gobierno de la iglesia es sugerido por la forma

en que el segundo párrafo del capítulo 1 de la de 1689 califica la suficiencia de la Escritura. Este agrupa la

adoración y el gobierno de la iglesia cuando califica el principio regulativo: “Existen algunas circunstancias

con respecto a la adoración de Dios, y al gobierno de la iglesia comunes a las acciones y sociedades humanas,

las cuales deben ser ordenadas por la luz de la naturaleza y prudencia Cristiana, de acuerdo a las reglas de la

Palabra, y que siempre deben ser cumplidas”.

De este modo, cuando la Confesión afirma la suficiencia de la Escritura como el principio regulador de la

iglesia, también deja claro que esto se refiere no solo a las circunstancias [aplicaciones detalladas] del gobierno

de la iglesia, sino de las partes o elementos básicos del orden de la iglesia. Debemos ver que, con respecto al

gobierno de la iglesia, siempre recordemos que ella es la casa de Dios, no es nuestra casa para ser ordenada de

acuerdo a nuestras tradiciones o imaginaciones o caprichos.

Es la casa de Dios para ser ordenada como Él ha revelado expresamente en las Escrituras. Nuestras reuniones de

ancianos, nuestras reuniones congregacionales, y nuestras órdenes ministeriales, no tienen derecho de alterar o

añadir al gobierno de la iglesia revelado en la Biblia. Debemos imprimir en nosotros, en nuestros líderes, y en

nuestra iglesia la gran realidad de que solo Dios tiene el derecho de regular los procedimientos de Su casa.

68 Anabautistas- el nombre “Anabautista” significa “re- bautizar”; la preposición griega “ana” – fue unida a “bautista” y vino a ser

Anabuatista, o re- bautizado. Este era, originalmente, un término de desprecio aplicado a los Cristianos en el tiempo de la Reforma,

quienes rechazaron el bautismo de infantes y establecieron iglesias fundadas en el bautismo de los creyentes. Alemanes, Suizos,

Polacos, Holandeses y numerosas otros grupos surgieron, a veces con teología diferente. Algunos reclamaron nueva revelación, y es

por eso que el autor las incluye; sin embargo, no todos los Anabautistas sostuvieron esta posición.

69 Jus Divinum- del latín: Ley o derecho divino.

70 La Nueva enciclopedia del Conocimiento Religioso de Schaff- Herzog [ New York: Funk & Wagnalls, 1909], 5;360.

Si hemos de recordar que la iglesia es la casa de Dios, y esforzarnos conscientemente de ordenarla de acuerdo a

la mente de Cristo, debemos creer que la Palabra de Dios es una revelación suficiente de la manera en que la

iglesia debe ser ordenada. Solo una confianza profundamente arraigada en la Escritura nos hará buscar las

Escrituras como debemos, para que nuestro ministerio ordene correctamente la iglesia de Cristo.

Una clara implicación de lo que estamos hablando, es que no debería de haber oficios ministeriales en la iglesia,

sino los aquellos dos oficios nombrados en las Escrituras.

Si usted no es un anciano o diacono bíblicamente calificado, usted no tiene un oficio ministerial en la iglesia de

Cristo. En las iglesias que yo crecí, teníamos tres oficios. Eran los oficios de pastor, diacono y administrador.

Lo que estoy afirmando es que no hay mandato o precedente bíblico para un oficio de administrador diferente

del oficio de diacono o el de pastor en la iglesia. Por supuesto, no estoy negando que la iglesia a través de sus

ancianos puedan designar personas que puedan asistir a los pastores y diáconos, como los contadores y

secretarias; pero no deben ser creados nuevos oficios ministeriales.

III.- Las Tareas de la Iglesia

La iglesia está sujeta a la regulación especial de la Palabra de Dios por causa de su identidad única en la

sociedad humana. En el lenguaje de los credos antiguos, la iglesia es santa en una manera que ninguna otra

institución o sociedad humana lo es. Ni la familia, ni aún el estado están sujetos al principio regulador resumido

arriba en las palabras de Williamson: Lo que es ordenado es correcto, y lo que no es ordenado es incorrecto.

La identidad única de la iglesia nos lleva directamente a la identidad de sus funciones, o tareas en el mundo.

No es mi propósito exponer en detalle o aún identificar las tareas de la iglesia. Ni es mi propósito tratar de

forma exhaustiva de la esfera de la soberanía71 de la iglesia, de la familia y del estado como las tres

instituciones principales que, por orden divina componen y regulan la sociedad humana. Creo que es obvio para

cualquiera que aprecie el desarrollo de la doctrina de la soberanía en la tradición Reformada, que Dios le ha

dado distintas tareas a la familia, al estado y a la iglesia. Sin embargo, las tareas distintivas de la iglesia están

especificadas por el principio regulador, esto me sugiere tres deberes simples de la iglesia

Primero, se requiere que la iglesia cumpla cuidadosamente sus distintas tareas. La iglesia debe claramente

definir y entender las funciones peculiares que Dios le ha dado. La iglesia debe aportar su fuerza y recursos para

la realización de aquellas tareas.

Segundo, la iglesia debe cuidadosamente evitar el usurpar, o confiar, en las funciones que adecuadamente son

las del estado o de la familia. El peligro es precisamente el mismo que se ha señalado en uno de los argumentos

para el principio regulador. La introducción de prácticas extra bíblicas tiende inevitablemente a anular y socavar

la ordenada adoración a Dios. De igual modo, la introducción de funciones extra bíblicas en la iglesia tiende

inevitablemente a anular y socavar las tareas señaladas por Dios a Su iglesia. Si el templo de Dios siente la

necesidad de funcionar como un partido político o como una institución de educación general, entonces habrá

una tendencia inevitable a olvidar su única y exaltada identidad como templo de Dios.

Tercero, la iglesia debe cuidadosamente abstenerse de abdicar sus propias y peculiares tareas y permitir a otras

esferas de la sociedad que cumplan sus funciones que son únicas. Este es el gran principio en base al cual deben

formarse nuestras actitudes hacia las organizaciones para-eclesiásticas. Se nos dice constantemente que hoy la

iglesia no puede hacer las cosas que Dios ha ordenado que deba hacer. ¡No lo creo así! De hecho, creo que solo

la iglesia puede realizar adecuadamente sus funciones divinamente ordenadas.

71-La Esfera de la soberanía- Popularizada por el Calvinista Escosés, Abraham Kuyper, la Esfera de la soberanía es el concepto de

que cada esfera de la vida tienes sus propias y distintas responsabilidades y autoridad y se mantiene igual con otras esferas de la vida.

La Esfera de la soberanía involucra la idea de un orden creado que abarca todo, diseñado y gobernado por Dios. Este orden creado

incluye las comunidades sociales [como aquellos con el propósito de educar, adorar, la justicia civil, la agricultura, el trabajo y la

economía, el matrimonio y la familia, las expresiones artísticas, etc.], su desarrollo histórico, y sus normas permanentes. El principio

de la Esfera de soberanía busca afirmar y respetar los límites creacionales y sus diferencias históricas. La Esfera de la soberanía

implica que ninguna área de la vida o comunidad social es soberana sobre otra. Cada esfera tiene su propia integridad creada- extraído

de wikipedia.org

Solo la iglesia puede mantener la adoración pública a Dios. Solo la iglesia puede cumplir la Gran Comisión.

Solo la iglesia puede discipular, bautizar, y enseñar a los discípulos a observar los mandamientos de Cristo.

Solo la iglesia puede entrenar correctamente a sus propios líderes.

Es decisivo que usted aprecie las implicaciones del principio regulador para las tareas de la iglesia. Solo hasta

cuando usted lo haya apreciado, usted comenzará a tener una visión de lo que la iglesia de Cristo debería de ser.

Es solo entonces que usted comenzará a comprender prácticamente por qué Pablo dijo: A Él sea la gloria en la

iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén [Efesios 3;21].

IV.- La Adoración de la Iglesia.

El principio regulador ha sido identificado históricamente como el principio regulador de la adoración. Aunque

esta no es la única aplicación del principio regulador, esta es una aplicación importante. Aquí es de ayuda

recordar que, en el Nuevo Testamento, tiene dos significados distintos, pero relacionados:

1] Algunas veces la iglesia es la institución o la organización de la iglesia. En [Hechos 20;17] donde Pablo

llama a los ancianos de la iglesia, el texto significa los lideres de una cierta institución u organización.

2] Algunas veces la iglesia es la reunión real de la iglesia. Por ejemplo en [Mateo 18;17] donde Jesús ordena

que algo sea dicho a toda la iglesia, y en [1 de Corintios 14;34-35], donde Pablo requiere que las mujeres

mantengan silencio en la iglesia, es claro que lo que está a la vista es la real reunión de la iglesia.

Manteniendo estos dos distintos significados de la Palabra en la mente, podremos ver que el principio regulador

de la iglesia gobierna a la iglesia en ambos significados. Con respecto a la iglesia como una institución, sus

tareas, su gobierno y doctrina son gobernadas por el principio regulador. Pero las reuniones formales de la

iglesia, o de adoración, también son gobernadas por él. Esto en sí, es el principio regulador de la iglesia.

El principio regulador de la iglesia a menudo es visto como negativo o represivo. En realidad, es positivo y

liberador. El principio regulador requiere que los grandes elementos espiritualmente vigorizantes de la

adoración evangélica ordenada en la Palabra de Dios tengan su lugar central en la adoración de la iglesia.

Algunos sienten que su adoración es tonta, sin vida y tradicional- y buscan por todos lados por alguna nueva

ceremonia, o programa, o innovación para animar las cosas. ¡Que triste! La forma de vida, de poder y realidad

en la adoración de Dios no es la forma de la innovación y las novedades. Es el camino de regreso a una practica

celosa y creyente de los grandes y centrales requisitos de la adoración del evangelio bíblico.

Permítame encargarle a mantener la centralidad de la lectura y proclamación de la Palabra en la adoración de

Dios [ 1 de Timoteo 4;13, Hechos 2;42 y 20;7-9, 1 de Corintios 14]; y la centralidad de la alabanza

congregacional de Dios en su congregación [Mateo 26;30, 1 de Corintios 14;13-17 y 1 de Timoteo 2;1-8]; y

finalmente, permítame animarle a mantener la centralidad de las grandes ordenanzas72 de la iglesia en su

adoración [Mateo 28;19-20 y 1 de Corintios 11;23-36].

Sección 5: Su Limitación Necesaria.

El capitulo 1 y el párrafo 6 de la confesión provee una clarificación importante del principio regulativo:

“Existen algunas circunstancias con respecto a la adoración de Dios, y al gobierno de la iglesia comunes a las

acciones y sociedades humanas, las cuales deben ser ordenadas por la luz de la naturaleza y prudencia

Cristiana, de acuerdo a las reglas de la Palabra, y que siempre deben ser cumplidas”.

Por lo tanto, cuando la confesión dice, eso que no es ordenado en la adoración publica, es prohibido, estamos

hablando de la sustancia de las partes de la adoración, no de sus circunstancias. Notemos los párrafos dos al seis

del capitulo 22, y especialmente los párrafos dos, tres y cinco:

2]- La adoración religiosa ha de tributarse a Dios Padre, Hijo y Espíritu santo, y a Él solamente; no a los

ángeles, ni a los santos ni a ninguna otra criatura; y desde la caída, no sin un Mediador, ni por la mediación de

ningún otro, sino solamente de Cristo.

72 Las Grandes Ordenanzas- El Bautismo y la Cena del Señor.

3]- Siendo la oración, con acción de gracias, una parte de la adoración natural, la exige Dios de todos los

hombres. Pero para que pueda ser aceptada, debe hacerse en el nombre del Hijo, con la ayuda del Espíritu,

conforme a Su voluntad, con entendimiento, reverencia, humildad, fervor, fe, amor, y perseverancia; y cuando

se hace con otros, en una lengua conocida.

5]- La lectura de las Escrituras, la predicación y la audición de la Palabra de Dios, la instrucción y la

amonestación de los unos a los otros por medio de salmos, himnos y cantos espirituales, el cantar con gracia en

el corazón al Señor, como también la administración del Bautismo y la Cena del Señor; todas estas cosas son

parte de la adoración religiosa a Dios que ha de realizarse en obediencia a Él, con entendimiento, fe, reverencia

y temor piadoso; además, la humillación solemne, con ayunos, y las acciones de gracias en ocasiones

especiales, han de usarse de una manera santa y piadosa.

Aunque la sustancia y las partes de la adoración pública son divinamente limitadas. Dios ha dejado las

circunstancias de la adoración ser determinadas por la luz de la naturaleza. Esta distinción natural y

necesariamente sugiere esta pregunta: ¿Cómo podemos distinguir entre las partes de la adoración y sus

circunstancias? Esta es una pregunta importante y difícil. Mucha de la oposición contemporánea a la revisión

del principio regulativo se basa sobre problemas y objeciones surgidas de la distinción entre las partes y las

circunstancias de la adoracion73 para ello, tengo varias respuestas.

Primero, Bob Fisher, en su enseñanza inédita sobre este tema, señala que el capítulo 1, párrafo 6 de la

Confesión limita esas “circunstancias concernientes a la adoración de Dios, y el gobierno de la iglesia” a cosas

“comunes a las acciones y sociedades humanas”. Hemos visto que es la identidad única de la iglesia la que

requiere su especial regulación. Entonces, tiene sentido que aquellas cosas que la iglesia tiene en común con

otras sociedades deba ser regulada de la misma forma en las que aquellas sociedades son gobernadas.

El pastor Fisher menciona los tiempos de las reuniones [tanto como el día del Señor sea observado]; el lugar de

las reuniones; la postura en la cual el pueblo asiste a las reuniones, ya sea de pie o sentados en el piso o en las

sillas; el orden de las reuniones, si la reunión involucra los cantos, ya sea que el canto vaya acompañado de un

piano o una flauta- como ilustraciones de tales circunstancias.

Segundo, [1 de Corintios 14] contiene dos ejemplos de esas reglas que Dios demanda que apliquemos a nuestras

circunstancias específicas. Son las reglas de edificación y orden [vss 26 y 40]. Dios demanda que esas reglas

sean cumplidas, pero Él no nos ha dado una lista detallada de lo que ellas significan en cada situación y cultura.

Tercero, las circunstancias de la adoración corporativa y el gobierno de la iglesia deben ser comprendidas bajo

la luz de lo que creemos ser las partes o elementos de la adoración. Una vez que aquellas partes o elementos de

la adoración sean definidas, será mucho mas fácil qué cosas requieren las circunstancias para llevar a cabo o

para implementar esos elementos de la adoración.

Por ejemplo, una vez que entendamos que la adoración corporativa requiere la asamblea de la iglesia para, entre

otras cosas, la audición de la proclamación de la Palabra de Dios, se seguirá que tales cosas como el lugar, la

postura y tiempo, tendrá que trabajarse de tal manera que se implemente mejor esa parte de la adoración.

También, en mi opinión, una vez determinado que cantar alabanza a Dios es parte de la adoración [como creo

que debe ser74], entonces serán claros los asuntos de las circunstancias que deban decidirse. ¿Debería haber

acompañamiento musical? ¿Quién debe guiar los cantos? ¿Cómo sabrán todos qué cantar? ¿Debe usarse una

hoja de canciones, un himnario, un retroproyector o una presentación de power point? ¿Cuánto tiempo cantar?

¿Cuántos cantos se deberán cantar?

,73 Gore, en La Adoración Pactual, 47-51, rechaza el principio regulativo en parte por las dificultades que él ve con esta distinción.

Frame, en La Adoración en Espíritu y Verdad, 40-41 basa mucha de su revisión del principio regulativo sobre dificultades similares.

74 Interesantemente, Frame no cree que es parte de la adoración, pero cree que es una clase o modo por el cual hacemos otras partes

de la adoración. Ver La Adoración en Espíritu y Verdad, 57.

Cuarto, las iglesias pueden diferir en cuanto a donde se traza la línea entre las circunstancias y las partes de la

adoración sin dejar de ser verdaderas iglesias, o pueden participar de largas polémicas una con otra. Así como

las iglesias pueden diferir sobre ciertos asuntos doctrinales sin convertirse en heréticas, Así también algunas

diferencias sobre el asunto del principio regulador no debe ser una causa de división entre iglesias.las

diferencias razonables no deben ser causa de división. Permitamos a los ancianos de cada iglesia estar

completamente seguros en su propia mente.

Las diferencias en la aplicación del principio regulador pueden ser toleradas tanto como cada iglesia reconozca

su identidad única como la casa de Dios y sostenga seriamente el principio regulador. Debemos ser

benevolentes en ciertas cosas, mientras que la sustancia del principio regulador sea abrazado sinceramente.

Quinto, un temor reverente resultará de un abrazamiento genuino del principio para que podamos adorar

corporativamente solo como Dios lo ha establecido. Esto ciertamente debe inyectar una actitud de precaución y

conservación, en lo que justificamos como circunstancias legitimas de la adoración corporativa. Sin embargo,

tal precaución no debe llevarnos a adoptar las más estrictas y conservadoras aplicaciones del principio

regulativo. Esa posición tan reaccionaria a menudo lleva a la violación de otros principios de la Escritura.

Sección 6: Sus Objeciones Contemporáneas.

El principio regulativo ha sido objeto de gran objeción contemporánea, de confusión y cuestiones. He aislado

diez de esas objeciones y cuestiones que necesitan ser tratadas en este capítulo.

1.- La Diferencia Contra- intuitiva75 del Resto de la Vida Humana.

Objeción: “El principio regulativo implica una regulación contra- intuitiva de adoración [o de la iglesia]

diferente del resto de la vida humana.

a.- Observaciones Iniciales.

Como anoté previamente, una de las direcciones más importantes en las cuales John Frame reinterpreta el

principio regulativo argumentando que se aplica a todo en la vida. Así que entendiéndolo, él es capaz de

adoptarlo verbalmente, aunque yo no lo argumentaría sustancialmente – en su forma histórica. En una

declaración clave de esta reorientación del principio regulador, él dice:

Por lo tanto, rechazo la limitación del principio regulativo a los servicios oficiales de adoración. En mi

opinión, el principio regulativo en la Escritura no es acerca del poder de la iglesia y de los servicios de

adoración oficialmente sancionados. Es una doctrina acerca de la adoración, acerca de todas las formas de

adoración. El principio gobierna toda adoración, ya sea formal o informal, individual o corporativa, pública o

privada, familiar o en la iglesia, ancha o estrecha. Limitar la doctrina a la adoración oficialmente autorizada,

le roba su fuerza bíblica76.

Otros adoptan la objeción de Frame de la limitación histórica del principio regulativo, pero ven esto como una

razón para rechazar el principio regulativo mismo. Mark Driscoll, por ejemplo, en una predicación formal, dijo

lo siguiente: Aprecio esa libertad en el principio regulador. Y en tercer lugar, trata la adoración reunida y

dispersa del mismo modo. Lo que no entiendo es por qué trataríamos una hora a la semana por un cierto

conjunto de reglas, y las otras 167 horas de la semana por otro diferente conjunto de reglas.

Cuando te separaste de Mars Hill Church, tú viviste por el principio normativo de la luz verde. No despertaste

en la mañana actuando como un “regulativista”. No despertaste en la mañana y dijiste; Ok, necesito cepillar mis

dientes ¿Dónde está eso en la Biblia? No está ahí, esperaba poder cepillarme los dientes.

75 Contra- intuitiva- contrario a la intuición; opuesto a lo que se espera.

76 Frame, La Adoración en Espíritu y Verdad, 44-45.

Bueno, creo que desayunaré. Bueno, la Biblia no habla del desayuno, ella habla de comer, pero no dice cuando,

¿Estará bien comer en la mañana? Creo que mejor oraré por esto. Okey me vestiré mis pantalones, ¡Oh no! Los

pantalones no están en la Biblia. ¡Oh no! Este será un mal día”. Bueno, ahora tengo que ir al trabajo, conduciré

mi auto, ¡Oh no!, Los autos no están en la Biblia, creo que caminaré y llegaré cinco horas tarde sin mis

pantalones”. El jefe estará como: ¿Qué estás haciendo? ¡Estoy siendo bíblico! Él te da una computadora, tu

dices “Eso no está en la Biblia, no puedo hacer eso” y él te dirá; ¡estás despedido, bíblicamente despedido!

No vivimos de esa manera, no nos sentamos en casa paralizados diciendo; “No puedo hacer esto al menos que

la Biblia lo diga”. No, nosotros podemos vivimos libremente y hacemos lo que la Biblia nos alienta, lo que

nuestra consciencia nos dicta y lo que nuestras vidas requieren, hasta que nos topamos contra algo que es el

pecado, y decimos, “No, esa es una luz roja, no pudo hacer eso”. Pero vivimos por la luz verde hasta que vemos

una luz roja.

¿Por qué es que vivimos según un principio normativo de luz verde hasta que llegamos a la iglesia, y luego

tenemos que vivir de acuerdo a la regulación de una luz roja solo por una hora a la semana, como si no hubiera

un borrón entre las dos líneas? Nosotros también tenemos otras reuniones de iglesia, sesiones, clases nocturnas

los miércoles, grupos comunitarios. ¿Es eso luz roja o luz verde? Todo se pone muy confuso. Yo pienso que

vivimos toda nuestra vida por los mismos principios; ya sea dispersados o reunidos para la adoración, eso es luz

verde. Somos libres hasta que vemos algo que es pecaminoso y prohibido; entonces es luz roja, y nos

detenemos.

…las tres debilidades, uno, una vez más, este separa la adoración reunida o dispersa. Cuando entras al edificio,

cambias a un paradigma totalmente nuevo como si Jesús no fuera Señor sobre todo, Él gobierna la iglesia en

una manera especial Él lo hace tanto y tan pronto como caminas fuera de su puerta- muy peculiar77.

De estas citas, se desprende claramente que la noción de que toda la vida es adoración, proporciona a escritores

como Frame y Driscoll [y Gore], una de sus razones primarias para ya sea reinterpretar o rechazar el principio

regulador. Ellos, por así decirlo, descartan intuitivamente la distinción que hay entre la adoración y el resto de la

vida históricamente asociado con el principio regulador, a favor de la noción contemporánea y popular de que

todo en la vida es adoración. A modo de respuesta a este rechazo intuitivo de la distinción entre la adoración y

el resto de la vida históricamente asociado con el principio regulativo, comenzaré resumiendo mi punto de vista

sobre este asunto.

Ante todo, tengo una respuesta compasiva, yo no creo que la distinción involucrada con el principio regulatorio

ha sido articulada clara y adecuadamente en la tradición Reformada. Por supuesto, confesaré las limitaciones de

mi propio estudio sobre la materia, pero en mi opinión, la descripción de este principio como el principio

regulativo de la adoración dice mucho y a la vez muy poco. Dice mucho porque habla de la adoración

generalmente cuando hay una razón en la Biblia y en la tradición para aplicar el principio regulativo más

ampliamente a la doctrina, al gobierno y a las tareas de la iglesia. Tal vez esta falta de claridad ha contribuido a

la forma en que el principio regulador de la adoración ha impactado a hombres como Frame, Driscoll y Gore en

manera extraña y contraria a los modos de los tratos de Dios con los hombres.

En segundo lugar tengo una respuesta crítica. El lema de “todo de la vida es adoración” ha cegado a Driscoll y a

Frame a las importantes distinciones y calificaciones que la Biblia proporciona a la noción de todo de la vida es

adoración. Una vez que se entienda que el verdadero marco y justificación del principio regulativo, es la

identidad distintiva de la iglesia- y por lo tanto, de su adoración- la evidencia bíblica y solida para el principio

regulativo, se vuelve clara.

77 Mark Driscoll, http://marshill.com.media / religiónsaves/regulative-principle; Steve Schlissel,

http://www.messhiahyc.org/ArticlesDetail.asp?id=89 ilustra esta tendencia; compare con la discussion de R.J.Gore sobre el asunto y

consecuente rechazo del principio regulativo en su Adoración del Pacto: Reconsiderando el Principio Regulativo Puritano

[Phillipsburg, PA: P&R Publishing,2002], 112-116. Algunos han argumentado que Driscoll respalda el principio regulativo. Las

declaraciones que él ha hecho se han citado para tal efecto. Aunque yo no impugno veracidad a Driscoll, me parece cuestionable si

esas afirmaciones son realmente consistentes con el principio regulativo histórico o con otras declaraciones [como las que he anotado

aquí].

b. Evidencias contra el rechazo de la distinción entre la adoración y el resto de la vida.

Ahora, con estas claras observaciones iniciales ante nosotros, permítame resumir las evidencias contra el

rechazo intuitivo de la distinción entre la iglesia y su adoración y el resto de la vida. Mucha de esta evidencia ha

sido revisada arriba.

1]- La iglesia dispersa y reunida.

Primero, el lema de “todo de la vida es adoración” olvida la distinción entre la iglesia reunida y la iglesia

dispersa [tomando de las palabras de Driscoll]. Recordemos lo que Driscoll dice del principio regulador de la

adoración: “Este separa la adoración reunida o dispersa. Cuando entras al edificio, cambias a un paradigma

totalmente nuevo como si Jesús no fuera Señor sobre todo, Él gobierna la iglesia en una manera especial, Él lo

hace tanto y tan pronto como caminas fuera de su puerta- muy peculiar.

Driscoll tiene razón al decir que el principio regulativo separa [o al menos distingue] la iglesia reunida y

dispersa, pero como hemos visto, también la Biblia lo hace. La noción de que Cristo está especialmente

Presente en la iglesia reunida es apoyada a través de la Biblia, pero se dan órdenes explicitas en tres pasajes

clásicos:

Mateo 18;20 Porque donde están dos o tres reunidos en mi Nombre, ahí estoy Yo en medio de ellos.

1 de Corintios 5;4 En el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de

nuestro Señor Jesucristo.

1 de Corintios 14;23-25 Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran

indoctos e incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? [v24] Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o

indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado; [v25] lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así,

postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.

Mateo 18;20, 1 de Corintios 5;4 y 1 de Corintios 14;23-25 el fecundo contexto de estas afirmaciones de la

Presencia de Cristo en la asamblea de la iglesia, desafía la razón para argumentar que tales aseveraciones no

prometen nada mas que la misma presencia de Cristo que está con la iglesia dispersa. Así, hay una presencia

especial de Cristo en la adoración corporativa de la iglesia que requiere una regulación especial de esta

adoración que es muy diferente del resto de la vida.

Ya que he tratado este punto arriba, permítanme reforzarlo con las palabras perceptivas del bien conocido

contemporáneo teólogo Reformado, Ligon Duncan escribe:

El énfasis tan fuerte y especial sobre la adoración corporativa de Dios, siendo fundada positivamente sobre las

direcciones de la Escritura, vino a ser conocido como el principio regulativo. Él es una extensión del axioma78

de la Reforma de sola Scriptura. Como la Biblia es la Autoridad final de vida y fe, así también es la Autoridad

final en la adoración corporativa – pero de un modo distinto y especial.

Mientras que todo en la vida debe vivirse de acuerdo a la Biblia, la Escritura no habla discretamente a cada

componente especifico de nuestras vidas. Existen muchas situaciones en las cuales debemos descansar sobre los

principios bíblicos y luego tratar de pensar Cristianamente, sin su guía especifica en varias circunstancias.

Los Reformadores pensaron que el asunto de la adoración corporativa era solo un poco diferente a esto. Ellos

enseñaron que Dios ha dado total atención a este asunto es Su Palabra porque este es uno de significancia

central en la vida Cristiana y en Sus propósitos eternos. Por lo tanto, debemos tener un especial cuidado cuando

se trata de esta actividad – un cuidado distinto del que empleamos en cualquier otro lugar de la vida Cristiana.

¡Pablo regula el número y el orden de las personas autorizadas para ejercer los dones dados por el Espíritu

Santo durante la adoración corporativa! Uno no puede concebir tal restricción en la “adoración de toda la vida”

Duncan está hablando de 1 de Corintios 14 y siguientes.

78 Axioma- afirmación de una verdad evidente.

También es aparente… que el Nuevo Testamento tiene una categoría distinta de la adoración corporativa, y que

tiene un especial cuidado acerca de la adoración que es única y distinguidamente corporativa. Esto es

importante decirlo debido a que voces serias en el debate de la adoración, cuestionan si una categoría distinta de

adoracion corporativa puede ser encontrada en la era del Nuevo Pacto79.

Derek Thomas agrega: Ninguna cantidad de divisiones teológicas sobre lo que podría llamarse adoración

amplia y estrecha, puede superar el momento definible [ señalado por un llamado a la adoración] cuando el

pueblo de Dios se reúne, y ya no les está permitido hacer ciertas cosas legitimas. Cito a Terry Johnson: Si debo

o no cavar zanjas, volar cometas, o bañar mis niños en el contexto de la adoración pública no es la misma

cuestión si es o no Dios glorificado por ellas80.

2]- ¿Todo de la vida es adoración?

Segundo, el lema de “todo de la vida es adoración” esta asociado con opiniones que embotan otras relacionadas

e importantes distinciones bíblicas. Driscoll comenta un punto: “Lo que no entiendo es por qué deberíamos de

atender una hora a la semana bajo un cierto conjunto de reglas, y las otras 167 horas de la semana por otro

diferente conjunto de reglas”. A lo cual respondo:” Si tú entiendes la enseñanza bíblica del Sabbath Cristiano,

tal vez entenderías no solo eso, Mark, sino también por qué un día a la semana tiene un conjunto diferente de

reglas”.

Por supuesto, mi punto es que el Sabbat Cristiano es otro lugar donde tenemos que decir algo como lo que

hemos dicho acerca del principio regulativo de la adoración de la iglesia. Sí, todo de la vida es adoración, pero

eso no significa que la reunión de la iglesia no es adoración en un sentido especial. Así que de nuevo aquí, digo,

sí, cada día es santo, pero un día es especial y distintivamente santo.

3]- La iglesia en su identidad única.

Tercero, como he dicho, la distinción básica y verdadera que da lugar al principio regulativo es la distinción

entre la iglesia y su identidad única y el resto de la vida. He presentado variadas y solidas razones para ceder a

la verdad del Credo Niceno cuando dice que uno de los atributos de la iglesia es ser santa. La iglesia es santa,

como lo hemos visto, en una manera en que el resto de la vida no lo es. Es santa en un sentido de que aun otras

instituciones divinas como la familia y el estado no lo son.

Esta identidad única de la iglesia es, como ya lo hemos visto, declarada enfáticamente en 1 de Timoteo 3;15.

También hemos visto, en este pasaje, la identidad única de la iglesia conectada a la necesidad de una conducta

especial en la iglesia.

Por todas estas razones, las objeciones y las reinterpretaciones del principio regulador defendidas por mucho en

nuestros días deben mirarse como completamente innecesarias. Lo pondré de otra manera, las objeciones son

contra-intuitivas a aquellos que entienden la enseñanza bíblica de que algunas cosas de la vida son

especialmente santas, y que una de esas cosas que es especialmente santa es la iglesia y su adoración.

II- Una Hermenéutica Diferente para la Iglesia que para Otras Áreas.

Objeción: “El principio regulador implica una hermenéutica diferente para la iglesia que para otras áreas de la

vida”. Esta objeción y mi respuesta a ella constituye una especia de nota al pie de pagina para el primer

problema. No estoy seguro de quien fue el primero que opinó81 que el principio regulador proporciona una

hermenéutica diferente para la adoración que para el resto de la vida. En mi búsqueda en internet, he encontrado

varias personas usando esta terminología. Ellos dicen cosos como estas:

79 Alabar a Dios: Una Visión para Reformar la Adoración, editada por Philip Graham Ryken, Derek W. H. Thomas, y J. Ligon

Duncan III [Phillisburg, NJ: P&R Publishing, 2003],21, 47, 49. 80 Alabar a Dios, 87.

81 Opinó- expresó su opinión.

El autor/evangelista Mark Driscoll dio una serie de sermones sobre el tema de “La religión salva y otros nueve

conceptos erróneos”. El ultimo sermón de esa serie tenia que ver con el principio regulador, y del enfoque

hermenéutico que dice que al menos que la Escritura autorice específicamente algo, esa cosa es prohibida82.

Tengo dos respuestas a esta noción de que el principio regulador es una hermenéutica diferente. Primero,

ignorando el raro uso de la palabra hermenéutica, tengo que dejar en claro que ciertamente creo que el principio

regulador tiene un alcance o aplicación mucho mas estrecho que todo de la vida, de hecho, nunca se intentó

tradicional o bíblicamente aplicarse a todo de la vida.

Mi segunda respuesta tiene que ver, sin embargo, con lo raro y, ahora diré, inapropiado y engañoso uso de la

palabra hermenéutica en este contexto. Una hermenéutica es un principio de interpretación. El principio

regulativo no es primariamente, como mucho, un principio de interpretación. No es un principio interpretativo,

sino un principio rector. El Dr. Scott Meadows amplifica mi respuesta a esta terminología:

Otra noción confusa se ha levantado en la discusión de estas cosas. Algunos alegan que el principio regulador

presenta una “hermenéutica” o “principio” de interpretación diferente, para la adoración que para todo lo

demás, y por lo tanto, a primera vista, es inverosímil. Tales criticas arguyen que “todo de la vida” es adoración,

y por la tanto la Biblia no debe aplicar algo diferente a la adoración de la iglesia de lo que son nuestras diarias y

mundanas actividades.

Con la mejor de las intenciones, estoy seguro, un defensor del principio regulador incluso afirma que “de hecho,

sin embargo, el principio regulador sí proporciona una hermenéutica diferente,” pero, añade, que él no

encuentra ninguna importancia lógica83en esto, ni le pareció una dificultad mantener el principio regulativo de

adoracion84. Así que unos el principio regulativo como una “hermenéutica diferente” y lo rechazan, mientras

que otros permiten que sea una “hermenéutica diferente” y la aceptan.

Esta “teoría de las dos hermenéuticas” me parece que se quedan cortas de un correcto entendimiento de las

Escrituras y del principio regulativo tal como se encuentra en la Confesión Bautista de Londres de 1689, 22;1.

Una defensa mucho más simple y bíblicamente defensiva de pensar en esto, es que una sola, y sana

hermenéutica reconoce que Dios nos ha dado direcciones mucho más específicas acerca de la correcta

adoración de las que ha dado a otras esferas de la vida, las cuales, admito, en un sentido más amplio, también se

pueden pensar como de adoración85.

III.- La Aceptación de las Prácticas Extremas.

La implicación está a menudo presente en los argumentos para el rechazo del principio regulador, “esto conduce

a la aceptación de “prácticas extremas”, como la salmodia exclusiva y el no instrumentalismo”86. No puede

negarse que estas prácticas han sido asociadas frecuentemente, en la historia, con el principio regulador.

Tampoco puede negarse que aquellos que sostienen estas opiniones están dispuestos a presionar el principio

regulativo en apoyo de sus puntos de vista. Sin embargo, me parece que se pueden dar varias respuestas

convincentes a este argumento.

Primero, es culpable de una falacia lógica. La frecuente asociación de dos ideas no prueba que ellas estén

lógicamente relacionadas para una consecuencia buena y necesaria.

82 Se accedió en el 7 de Diciembre del 2012, en la página http:/www.timothyarcher.com/kitchen/mark-driscoll-on-the-regulative-and-

normative-principles-of-worship/.

83 Logica – el poder de probar o producir una creencia, fuerza convincente.

84 T. David Gordon, “Alguna Respuestas Acera del Principio Regulativo”, Westminster Theological Journal [Fall 1993,55;2. 85 Esta cita viene de una serie de sermones del Dr, Scott Meadows publicados en línea. Se titulan, Un Llamado a la Adoración Pura.

Lo estoy citando del tercero de esos sermones. La página web para el que estoy citando es:

http://heraldograce.org/biblicalexposition/a-call-to-pure-worship-iiithe-standard-of-worship-part-ii/.

86 Derk Thomas en Alaba a Dios, 91-92 se refiere a esta objeción y proporciona alguna evidencia de ella. Curiosamente para nosotros

los Bautistas, él firma la objeción de esta manera: Ha y problema mas que considerar brevemente; el cargo de consciencia que nos

hará a todos ya sean cantantes de salmos exclusivos o Bautistas Reformados.

Por ejemplo, la doctrina del pecado original es estrechamente asociada históricamente con la doctrina del

bautismo de infantes, pero esto no prueba [al menos para cualquier Bautista Reformado], ni podría probar a

nadie, que la doctrina del pecado original conduce al bautismo de los infantes.

Segundo, se olvida que el hecho en cuestión es el principio regulador, no las aplicaciones regulativas. Si bien

puede darse el caso que los regulativistas a menudo se limitan a salmodias exclusivas y al no instrumentalismo,

el hecho es que los regulativistas a menudo no han mantenido esos puntos de vista también. Lo relevante de este

punto es el hecho indiscutible de que las confesiones que articulan claramente el principio regulador, nunca

enseñan ni de la salmodia exclusiva, ni del no instrumentalismo.

Tercero, personalmente creo, que las opiniones de los regulativistas que discuten por la salmodia exclusiva y el

no instrumentalismo, son defectuosas. Mi opinión es que hay argumentos sólidos basados sobre el principio

regulativo para practicar tanto el canto de canciones no dadas a nosotros explícitamente en la Escritura

Inspirada, como el acompañamiento de estos cantos con instrumentos musicales.

IV. La Iglesia sigue el Modelo de la Sinagoga, no del Templo.

a. La objeción explicada.

Objeción: “El principio regulativo se olvida que la iglesia sigue el patrón o modelo de la sinagoga [la cual no

tenia autorización divina], y no del templo [que fue gobernado solo por el principio regulativo]”. Una de las

dificultades para abordar las objeciones al principio regulativo de la iglesia y su adoración, es que es difícil

desenredar suficientemente todas las varias objeciones una de la otra, y luego abordarlas correctamente. Este es

ciertamente el caso con la objeción [o con las objeciones] que acabo de intentar resumir.

Esta objeción es realmente una combinación de reclamaciones.

Primero, la sinagoga y su adoración no fueron autorizadas ni reguladas, bíblica o Escrituralmente.

Segundo, Jesús acudía habitualmente a la sinagoga, lo que significa que Él pecó al participar de una adoración

no regulada.

Tercero, la iglesia y su adoración siguen el ejemplo de la sinagoga, lo cual significa que la adoración de la

iglesia no está regulada.

Cuarto, la adoración del Templo/Tabernáculo, esta sujeta a un principio regulador.

Quinto, ya que la iglesia y su adoración no sigue el modelo del Templo/Tabernáculo, su adoración no está sujeta

al principio regulativo que gobernaba la adoración del Templo/Tabernáculo.

Todas estas proposiciones están en un punto o en otro, presentes en la siguientes citas, R. J. Gore argumenta que

ni la sinagoga ni los elementos de su adoración fueron divinamente autorizadas. Sin embargo, continúa

diciendo, Jesús adoró regularmente en la sinagoga, por lo tanto, Jesús violó el principio regulador. Esto conduce

a la impensable conclusión de que Jesús pecó, o a la conclusión de que el principio regulador está equivocado.

He aquí lo que dice Gore: Un problema que es casualmente evitado por los proponentes del punto de vista

tradicional es la cuestión de la adoración de la sinagoga. De acuerdo con el principio regulativo Puritano, solo

aquello que es directamente ordenado por Dios o que puede concluirse mediante una debida y necesaria

inferencia es un elemento legítimo de adoración. ¿La adoración de la sinagoga es compatible con esta

definición?.... La siguiente discusión se enfocará en tres problemas:

1] el origen de la sinagoga, 2] la adoración de la sinagoga, y 3] la practica de Jesús relativa a la sinagoga.

Para empezar, el origen de la sinagoga parece ser una invención humana y no un mandamiento divino. El origen

de la casa de oración, después conocida como sinagoga, no se encuentra registrado en la Biblia ni en los

registros post- bíblicos…Aunque era completamente consistente con la fe y practica del Antiguo Testamento, la

estructura, las respuestas, y aun la misma existencia de la liturgia87, todo carecía de mandamiento bíblico.

87 Liturgia – Forma, o formulario según el cual se lleva a cabo el culto religiosos publico.

Así, la liturgia normal de la sinagoga era en gran parte de origen humano incluyendo las ceremonias [los actos]

y los rituales [palabras o textos] que claramente no eran de origen divino.. Jesús, entonces, frecuentó un lugar

establecido sin mandamiento divino; la sinagoga. Además, Él adoró en la sinagoga de acuerdo a la práctica

judía y siguió las formas litúrgicas, las ceremonias y ritos que eran de origen humano, Jesús, en esta práctica,

violó la formulación Puritana del principio regulativo de la adoración. Sin embargo, esto significa que la

formulación Puritana es defectuosa y debe reconsiderarse a la luz de Jesús mismo88.

Steve Schlissel argumenta que la adoración de la sinagoga no era regulada, sino aprobada por Jesús y la iglesia

apostólica: Habiendo tratado la cuestión, hemos considerado el hecho evidente de que no existen mandamientos

en la Biblia con respecto a los elementos de adoración empleados en la sinagoga, una institución reconocida por

la mayoría como proveedora de la base de la organización de las iglesias Cristianas.

Si, como los regulativistas reclaman, las sagradas asambleas pueden hacer solo lo que Dios les ha ordenado

hacer, y si no existen discernibles mandamientos escriturales diciéndole a Israel lo que debe hacer en las

sagradas asambleas, entonces Israel [de conformidad con el principio regulativo] estaba permitido, de hecho, a

no hacer nada en las sinagogas89.

Sin embargo, ¡la misma existencia de la sinagoga deshace la posición regulativista! Porque él [Schlissel] sabe

que las sinagogas existieron. Y también sabe que Cristo y los apóstoles regularmente adoraron en ellas, y no

hubo ni un aire sugestivo de que fueran institucional y litúrgicamente ilegitimas. Y también sabe que no puede

encontrar tanto como una astilla de un mandamiento divino con respecto a lo que debería hacerse en la

sinagoga. Y, de acuerdo a este principio, si Dios no ordenó nada a hacerse en la sinagoga, entonces era

prohibido.

Y todo lo que es prohibido, entonces todo en ella –la institución y la liturgia- era una abominación pecaminosa.

Pero eso lo regresa a Cristo asistiendo al servicio de Dios allí, y a Cristo siguiendo la liturgia: ¿Pecó Cristo al

participar en un total orden de adoración que no tenía expreso mandamiento divino? ¡Este pensar es blasfemo!90

Schlissel también argumenta que el principio regulativo solo aplicó al sistema sacrificial de adoración. Brian

Schewertley escribe: Él se refiere a esta adoración como “El Acercamiento del Sinaí”. De acuerdo a Schlissel,

la adoración ceremonial, sacerdotal y levítica del Tabernáculo y el Templo fue estrictamente regulada en sus

detalles, mientras que la adoración descentralizada de la sinagoga nunca fue así regulada”. “Ya que Cristo acabó

con toda la Ley ceremonial con Su muerte, Schlissel afirma que ya no hay un principio regulativo en la era del

Nuevo Pacto.

Schlissel argumenta que los textos prueba usados por los regulativistas por más de 400 años no prueban

realmente tal principio. De acuerdo a Schlissel, esos textos o bien se han sacado de contexto o se han hecho para

enseñar lo que no se supone que debían enseñar. También argumenta que los regulativistas “omiten la

sinagoga”. En otras palabras, ellos a propósito pasan por alto la adoración o culto no ceremonial ni regulado de

la sinagoga porque destruye su posicion91.

He aquí lo que Schlissel dice sobre este asunto:

[Hebreos 8;5b]Como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las

cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte. Puede ser justo decir que, desde Moisés hasta el

Mesías, tanto la arquitectura de la casa de Dios fue estrictamente regulada como la adoración dentro de ella.

Sin embargo, Dios no le ha dado a la iglesia post-pentecostés un plano para su arquitectura.

88- R.J.Gore, La adoración del Pacto,102-106. 89 Steve Schlissel, “Todo lo que Realmente Necesito Saber acerca de la Adoración y no lo Aprendo del Principio regulativo”, Parte 5,

http;//www.messiahnyc.org/ArticlesDetail.as?id=92.

90 Steve Schlissel, “Todo lo que Realmente Necesito Saber acerca de la Adoración y no lo Aprendo del Principio regulativo”, Parte 1,

in Messiah”s Mandate, 7 http;//www.messiahnyc.org/ArticlesDetail.as?id=92.

91Brian Schwertley, “Una Breve Critica de los Artículos de Steve M. Schlissel contra el Principio Regulativo de la adoración”,

http://reformed online.com/view/reformedonline/schlissel.htm.

Para mirar esta libertad que ahora tenemos – en la forma de la iglesia adecuada [la arquitectura] hasta sus

funciones [las actividades que ocurren dentro de ella]- es mirar a la iglesia ejecutando una de sus muchas

prerrogativas como una entidad madura en Cristo. Dios nos trata como adultos, mientras que los relativistas nos

tratan como a niños pequeños. En lugar de basar sus peticiones para mejorar las sensibilidades y principios

superiores como lo harían con un adulto, buscan simplemente probar que somos niños con sus, esto sí, y esto

no. Hay garrapatas por todas partes porque el pueblo del Pacto de Dios, en su opinión, no son confiables.

Cualquiera que sea la relación entre el Templo y la Sinagoga, y ciertamente reconocemos la relación, ellas

permanecieron instituciones bastante distintas. Y fue la sinagoga la que vino a ser el modelo para el culto de

adoración del Nuevo Pacto. Algunos buscan argumentar contra la normatividad del modelo de la sinagoga para

la iglesia afirmando que el templo, en vez de la sinagoga, es la fuente última de una serie de aspectos más

importantes de la adoración Cristiana. Soy de Missouri, muéstrame92 cualquier elemento de la adoración

Cristiana temprana [o de la Reforma actual] que pueda ser finalmente trazada solo hasta el templo, o que haya

venido a la iglesia de otra manera que no sea por la vía de la sinagoga93.

b.- La Objeción Contestada.

De las cinco quejas que distinguí anteriormente y que se mezclan en las citas de Schlissel y Gore, son solo la

primera y la cinco las que requieren una respuesta. Estipularé 94 que Jesús como una cuestión de costumbre,

practicó y por la tanto aprobó la adoración en la sinagoga. También estipularé que la iglesia y su adoración

están modeladas en la sinagoga. Finalmente, estipularé que la adoración del Templo/Tabernáculo fue regulada.

Todas esas cosas, sin embargo, solo llevan a la conclusión de Schlissel y Gore, de que el principio regulativo no

es bíblico si las quejas primera y la cinco distinguidas arriba, son verdad. Permítanme repetirlas aquí:

Primera, la sinagoga y su adoración no son modeladas o reguladas escrituralmente.

Quinta, ya que la iglesia y su adoración no son modeladas sobre el Templo/Tabernáculo, su adoración no se

sujeta al principio regulativo que gobernó la adoración del Templo/Tabernáculo.

1]- La iglesia sigue el modelo del Templo.

La nocion de que la iglesia y su adoración no siguen el ejemplo del Templo/Tabernáculo será contestada

primero. Es cierto que la adoración del Templo/Tabernáculo era típica95. Sin embargo, esto no significa, que en

ningún sentido la adoración de la iglesia esté conectada con él. También la adoración de la sinagoga estaba

situada en las realidades, tipos y sombras del Antiguo Testamento, pero esto no evita a Schlissel y a Gore

asumir que eso tiene mucho que ver con la iglesia y su adoración. Similarmente, el cumplimiento de los tipos y

sombras de los sistemas del Templo/Tabernáculo no evitan a la iglesia ser retratada como el nuevo templo de

Dios en muchos lugares del Nuevo Testamento. Recordemos los siguientes ejemplos de esto:

Hebreos 3;6 Pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la

confianza y el gloriarnos en la esperanza.

Hebreos 10;21 y teniendo un Sumo Sacerdote sobre la casa de Dios,

1 de Pedro 2;5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo,

para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

1 de Corintios 3;16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

1 de Corintios 3;17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el

cual sois vosotros, santo es.

92 Muéstrame – es el apodo no oficial del estado americano de Missouri, derivado en los finales de los 1800 cuando los simples

hombres de la llanura, demandaban a los extranjeros que probaran que lo que decían era verdad.

93Schlissel, “Todo lo que Realmente Necesito Saber acerca de la Adoración y no lo Aprendo del Principio regulativo”. Parte 3.

94 Estipular- reconocer, estar de acuerdo.

95 Típica- representando algo más, como un símbolo con características similares.

2 de Corintios 6;16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del

Dios Viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

Efesios 2;21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor.

Si Schlissel cree seriamente que algo como el principio regulativo gobernó el culto de adoracion del

Templo/Tabernáculo del Antiguo Testamento, entonces a la real conclusión que él debería de sacar del Nuevo

Testamento es que la iglesia también está sujeta a tal principio regulativo. Porque el hecho es, que el Nuevo

Testamento aclara abundantemente que la iglesia de Dios es el nuevo templo de Dios.

2]- La sinagoga estaba escrituralmente regulada.

Habiendo puesto en orden este reclamo, debemos llegar al primero de ellos que especifiqué. Este es que la

sinagoga y su adoración no fueron ordenados bíblicamente o regulados escrituralmente. En realidad, aquí se

hacen dos reclamaciones leves. Primero, se hace el reclamo de que la adoración de la sinagoga no es señalada

por Dios. Segundo, se hace el reclamo de que los elementos de su adoración no son señalados. Trataremos con

esos dos sub- reclamos uno a la vez.

a]- La adoración de la sinagoga fue ordenada por Dios.

Primero, se hace el reclamo de que la adoración de la sinagoga no es ordenada por Dios, pero por el contrario, la

sinagoga fue ordenada por Dios. Tenemos un texto muy explicito para ello.

Levítico 23;2-4 Habla a los hijos de Israel y diles: Las fiestas solemnes de Jehová, las cuales proclamareis

como santas convocaciones, serán estas: [v3] Seis días se trabajará, mas el séptimo día será de reposo, santa

convocación; ningún trabajo haréis; día de reposo es de Jehová en dondequiera que habitéis. [v4] Estas son las

fiestas solemnes de Jehová, las convocaciones santas, a las cuales convocaréis en sus tiempos;

El día del Sabbath era para ser un día de santa convocación. La palabra significa “asamblea” y tenía que ser un

día de santa convocación no solo en el Templo o en el Tabernáculo, sino en todo lugar en que habitara Israel.

No es difícil mirar como este mandamiento nos llevará directamente a la adoración de la sinagoga que

encontramos practicada desde tiempos antiguos en Israel. Y en verdad era practicada desde tiempos muy

antiguos.

Salmo 74;7-8 Han puesto fuego a tu santuario, han profanado el tabernáculo de tu Nombre, echándolo a tierra.

[v8] Dijeron en su corazón; destruyámoslos de una vez; han quemado todas las sinagogas de Dios en la tierra.

Hechos 15;21-22 Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las

sinagogas, donde es leído cada día de reposo. [v22] Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con

toda la iglesia, elegir de entre ellos varones y enviarlos a Antioquia con Pablo y Bernabé; a Judas que tenia por

sobre nombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los hermanos;

Gore afirma que “la evidencia disponible es abrumadoramente a favor de un origen exilico o post- exilico” de la

sinagoga. La evidencia recién presentada hace que esta afirmación se parezca mas a un deseo que a una sana

erudición96. A la luz de textos como estos, existe una razón para pensar que la adoración de la sinagoga tuvo un

origen temprano y divino.

b]- Los elementos de la adoración de la sinagoga ordenados por Dios.

Segundo, se hace el reclamo de que los elementos de su adoración no son ordenados. El argumento aquí es que,

aunque la adoración de la sinagoga es ordenada, no hay regulaciones explicitas dadas para lo que se tenia que

hacer en esa adoración.

96 Algunos defensores del principio regulativo argumentan que debemos “asumir” un origen profético de la sinagoga y su adoración.

Por supuesto, sus oponentes miran esto como una gigantesca exhibición de lógica circular que es más o menos así: “Sabemos que el

principio regulativo es verdadero. Así que, la sinagoga debe haber tenido un precedente divino. Por lo tanto, asumimos sin ninguna

evidencia bíblica que así es”. No estoy necesariamente de acuerdo con los adversarios del principio regulativo de que este argumento

para el principio regulativo en realidad viola el principio regulativo o que este argumento asume lo que tiene que probar. Sin embargo

me parece algo cuestionable.

Sin embargo, este reclamo, asume algo que los proponentes del principio regulativo nunca afirman. Se supone

que los proponentes del principio regulativo requieren mandamientos explícitos para los elementos de la

adoración. Este no es el caso. No se requieren mandamientos explícitos. Todo lo que es requerido para

establecer algo como un elemento de adoración es una buena y necesaria consecuencia de la Escritura.

Siendo este el caso, estoy dispuesto a argumentar que tenemos tales bases bíblicas. Los siguientes hechos deben

ser recordados:

a]- La adoración de la sinagoga era muy simple, consistía en poco mas que oración, alabanza, y la lectura y

explicación de la Escritura. Derek Thomas dice: Lo que nos interesa aquí, es saber si la adoración de la

sinagoga contenía algo que se considerara contrario al principio regulativo. ¿Contenía un elemento de adoración

que no estuviera justificado por el antiguo Testamento? La respuesta definitivamente, es negativa97.

b]-La adoración de la sinagoga era una asamblea santa en el día santo del Sabbath. Claramente, los elementos

de su adoración debían estar en consonancia con tal asamblea. Como mínimo, tal adoración debía haber

requerido oración, alabanza y la lectura y explicación de la Escritura.

c]- La adoración de la sinagoga probablemente fue vista como una extensión de la adoración del

Templo/Tabernáculo incorporando aquellos elementos de adoración del Templo/Tabernáculo apropiados para

esa asamblea. La oración, la alabanza y la lectura y explicación de la Escritura habrían sido apropiadas para una

buena y necesaria consecuencia. Peter Leithart afirma: “Terry L. Johnson, un pastor de la Iglesia Presbiteriana

en América, afirma que “el fundamento para la adoración espiritual y sencilla del Nuevo Testamento puede

encontrarse en los cultos de la sinagoga…la adoración de la sinagoga era esencialmente la adoración del

Templo sin el sistema de sacrificios: El Templo, el sacerdote, el altar, la victima, el incienso y el ritual”98.

V.- La Impracticable Distinción entre los Elementos y las Circunstancias.

Objeción: “El principio regulativo involucra una difícil, oscura, posiblemente incomprensible, y de este modo,

una impracticable distinción entre los elementos de la iglesia y su adoración, y las circunstancias de la iglesia y

su adoración”. Note usted las diferencias entre Calvino y los Puritanos y aún entre los mismos Puritanos sobre

el asunto de la adiaphora99 y sus circunstancias100. Del mismo modo, Steve Schlissel apunta sobre esto:

Estamos aquí simplemente insistiendo que la admisión de la Confesión de Westminster concerniente a las

circunstancias de la adoración- que “hay ciertas circunstancias con respecto a la adoración de Dios, y al

gobierno de la iglesia, comunes a las sociedades y acciones humanas, las cuales deben ser ordenadas por la luz

de la naturaleza y prudencia Cristiana de acuerdo con las reglas generales de la Palabra, que siempre hay que

observar”- es, en verdad, una declaración mucho mas completa de la voluntad de Dios para la adoración del

Nuevo Orden que la que se reconoce en algunos sectores101.

He argumentado arriba que es posible evitar la oscuridad y lograr claridad con respecto a la distinción entre las

partes y las circunstancias de la adoración. No voy a desandar todo ese camino aquí. Es relevante, sin embargo,

repetir que mi punto es que estamos defendiendo el principio regulativo de la adoración, y no las aplicaciones

regulativas de la adoración. El hecho es que no se necesita completa unanimidad con respecto a las aplicaciones

del principio regulativo, para que los hermanos caminen juntos y de acuerdo sobre el principio regulativo.

97 Derek Thomas, Alaba a Dios, 91.

98 Peter Leithart, ¿La sinagoga o el Templo? Modelos para la Adoración Cristiana”, Westminster Theological Journal [Spring

2002],64;1.

99 Adiaphora- del Griego, “cosas indiferentes”, derivada de Romanos 14;5; las cosas que tampoco son mandadas en la Escritura ni

pueden inferirse de la Escritura; cosas que no son una buena y necesaria consecuencia de la Escritura.

100 Gore en su; Adoración del Pacto, 47-51, rechaza el principio regulativo en parte por las dificultades que encuentra con la

distinción. Frame en su Adoración en Espíritu y Verdad, 40-41, basa mucha de su revisión del principio sobre dificultades similares.

Note la respuesta de Derek Thomas a esto en; Alaba a Dios, 78-84.

101Steven Schlissel, “Todo lo que Realmente Necesito Saber acerca de la Adoración y no lo Aprendo del Principio regulativo”, Parte

4, in Messiah”s Mandate,

Además, los desacuerdo sobre las aplicaciones particulares, ya sea que tengan que ver con la danza, el drama, el

no instrumentalismo, o la salmodia exclusiva, cada uno tendrá que ser examinado por su propio mérito en la luz

de la distinción entre las partes y las circunstancias de la adoración pública.

VI.- Establecimientos Judíos de Nuevos Días Santos.

Objeción: “Los judíos no siguieron el principio regulativo cuando, sin autorización divina, establecieron nuevos

días santos- y Jesús observó tales días santos”. Esta objeción es respondida por un gran numero de defensores

del principio regulativo102. Permítame resumir brevemente las principales respuestas hechas a esta objeción.

Primero, la sola Presencia de Jesús en una ocasión de adoración no autorizada, no asume Su participación o

aprobación de ella. Segundo, el observar fiestas nacionales. Como la Fiesta del Purim por Mardoqueo [Ester 9],

no es necesariamente el establecimiento de días santos de adoración. Tercero, la Confesión en sí, da provisión

para que la iglesia establezca días de ayuno o de gracias: “Más aún, la humillación solemne, con ayunos y las

acciones de gracias en ocasiones especiales, han de usarse de una manera santa y piadosa. [Confesión Bautista

de 1689, capítulo 22, versículo 5.

VII.- Respuesta Insuficiente a Todas las Preguntas sobre la Adoración.

Objeción: “El principio regulativo es insuficiente para contestar todas nuestras preguntas sobre la adoración y

gobierno de la iglesia”. Driscoll dice: “Número dos, no es suficiente, no contesta todas nuestras preguntas como

la tecnología y los anuncios y asientos”103.

Por supuesto que no contesta todas esas preguntas. Pero es por eso que las declaraciones confesionales del

principio regulativo hacen diferencia entre los elementos de adoración, los cuales tienen que ser ordenados y

claramente ensenados en las Escrituras, y las circunstancias de adoración, la cual no tenía que ser.

La afirmación de Driscoll manifiesta un nivel de ignorancia impactante en cuanto a lo que el principio

regulativo es.

VIII.- El Requisito de un Mandamiento Explicito.

Objeción: “El principio regulativo requiere un mandamiento explicito para todo lo que hacemos en la

adoración”. Uno se encuentra frecuentemente con este supuesto de refutaciones del principio regulativo. Debe

admitirse que se le otorga cierta credibilidad cuando los defensores de las muy estrictas aplicaciones del

principio regulativo comienzan a presionar su caso. Sin embargo, el hecho es que un entendimiento histórico y

bíblico del principio regulativo no requiere un mandamiento explicito para todo lo que hacemos en la adoración.

Esta objeción ignora, primero, la distinción entre las circunstancias y las partes de la adoración. Nadie cree que

se requiere un mandamiento explicito para organizar las circunstancias de la adoración.

Segundo, esta objeción ignora el hecho de que los proponentes tempranos del principio regulativo que lo que

puede ser deducido de las Escrituras para buena y necesaria consecuencia era equivalente a la Escritura, aún

cuando no era “explicito” [ver el capitulo 1 versículo 6 de la confesión de Fe de Westminster].

Tercero, la naturaleza misma del principio regulativo nos lleva a la necesaria conclusión de que los

mandamientos “explícitos” no son necesarios.

Si encontramos un ejemplo de algo siendo hecho en una reunión con aprobación apostólica, entonces está

claramente en cumplimiento del principio regulativo. Y no es necesario un mandamiento explicito.

102 Cf. Brian Schwertley “V. Algunas Objeciones Contemporáneas a la Sola Scriptura en la Esfera de de la Adoración, consideradas

y rechazadas; Derek Thomas, Alaba a Dios, 88-91; Daniel F.N. Ritchie, El Principio Regulativo de la Adoración [Xulon Press], 72-73.

103 Mark Driscoll, http://marshil.com/media/religionsaves/regulative-principle.

IX.- Los Requisitos para Incluir cada Elemento en cada Servicio.

Objeción: “El principio regulativo significa que debemos incorporar cada elemento de la adoración en cada

servicio de adoración”. Algunas veces esta objeción es declarada como más que una pregunta. Pero cuando es

hecha como una objeción, ella involucra algunos resultados históricos muy extraños. Calvino y los Pactores

Escoceses104 ambos defensores del principio regulativo, pero frecuentemente reunidos sin practicar la Cena del

Señor.

Aunque Calvino deseo una celebración semanal, se conformó con mucho menos cuando el consejo de la ciudad

rechazó su plan. Es bien conocido que los Presbiterianos Escoceses practicaron la Cena del Señor

trimestralmente. Otra patente reprensión de este malentendido del principio regulativo es la práctica del

bautismo. El bautismo no se puede practicar al menos que haya alguien que vaya a ser bautizado. Obviamente,

es frecuente el caso que los Cristianos participen en la adoración publica cuando no hay nadie a ser bautizado.

El hecho es simplemente que, ningún proponente del principio regulativo, hasta donde yo conozca, nunca ha

argumentado que cada elemento de la adoración deba ser incluido en cada reunión de la iglesia.

X.- Una Relación poco Clara del Canon del Antiguo Testamento y Nuevo Testamento con el Canon del

Principio.

Objeción: “La relación del canon105 del Antiguo Testamento y el canon del Nuevo Testamento al principio

regulativo de la iglesia no es clara”. ¿Por qué algunos regulativistas objetan la práctica de algunas cosas que

fueron claramente una parte legitima del antiguo Testamento? En un sentido la respuesta a esta objeción es tan

obvia que es casi tonta. Los regulativistas no aceptan muchas partes de la adoración del Antiguo Testamento

porque ellas eran tipos y sombras que fueron cumplidas y en su practica litera, abolidas en Cristo [Colosenses

2;16-17].

Por lo tanto, toda la adoración del Templo con todos sus accesorios106 ya no es obligatoria para los Cristianos,

de hecho, es positivamente prohibida.

Juan 4;21-24 Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis

al Padre. [v22]Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de

los judíos. [23] Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y

verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. [v24] Dios es Espíritu; y los que le adoran,

en espíritu y verdad es necesario que adoren.

Pero por ingenua que esta objeción pueda ser cuando es declarada en esta manera escueta e incompetente,

levanta un tema más difícil y más amplio. El cual es la relación del canon del Antiguo testamento y el canon del

Nuevo Testamento con el principio regulativo de la iglesia. Desde esta perspectiva me parece, que lo que

tenemos que hacer aquí es aplicar el mismo principio Reformado de interpretación con respecto a la aplicación

general de las leyes del Antiguo Testamento al tema de la regulación de la adoración corporativa.

Este principio puede declararse como sigue: Todo lo que no está abolido en Cristo, [al menos en su principio]

continúa.

Por otro lado, debemos también reconocer, cuando abordamos al tema de iglesia y su adoración, que estamos

lidiando con un área de la cual sabemos los drásticos cambios que han tenido lugar desde al antiguo al Nuevo

Testamento.

104 Los Pactores Escoceses- Los Presbiterianos Escoceses [1638-90] que se aferraron al pacto Nacional y a la Solemne Liga Y

Pacto. En estos, se comprometieron a mantener la forma Presbiteriana del gobierno y la adoración de la iglesia, contra el Episcopado

[la forma de gobierno regido por obispos y sostenido por la Iglesia de Inglaterra].

105 Canon, palabra Griega que significa “regla de medir’, luego “regla o estándar”, y finalmente “una lista escrita en una columna”.

Es en este sentido que fue aplicada a la lista de libros que las iglesias Cristianas tempranas reconocieron como inspirados y

autoritativos para la vida y la fe; los treinta y nueve libros del antiguo Testamento y los veintisiete libros del Nuevo Testamento.

106 accesorios, acompañamientos.

La composición de la iglesia, por ejemplo, ha cambiado de una instancia nacional a un principio espiritual.

Junto con esto, la relación de la iglesia con la familia y el estado ha cambiado. Relacionado con esto, el

gobierno de la iglesia está radicalmente alterado; De igual forma, la naturaleza del templo ha cambiado de una

locación geográfica a una espiritual. Además, todos los tipos y sombras relacionadas a los sacrificios del

Antiguo Testamento y el sacerdocio levítico han sido cumplidos en Cristo –y, en su práctica literal, han sido

abolidos.

Esas consideraciones [y otras que deberíamos agregar] dejan claro que no es suficiente, para probar que una

práctica sea regulativa para la iglesia del Nuevo Testamento simplemente el citar textos de prueba del Antiguo

Testamento que den un ejemplo de, o incluso manden, su práctica. Uno necesita probar que la práctica en

cuestión es requerida por aquellos elementos de las enseñanzas permanentes del Antiguo Testamento. El asunto

debe ser algo que sea una ordenanza de creación que esté contenida en los diez mandamientos, o que es

claramente natural y no ceremonial.

Uno debe también poner atención a la manera en la cual los tipos y sombras de la adoración del Antiguo

Testamento están cumplidos en el Nuevo Testamento. ¿Los coros sacerdotales significan que deberíamos tener

coros, o que toda la iglesia deba cantar como si fuera un real sacerdocio? ¿El uso de los instrumentos musicales

en la adoración del Templo significa que debemos tener instrumentos musicales, o que son simbólicos de la

adoración espiritual del Nuevo Testamento con los instrumentos de sus labios y su corazón?

Estas preguntas no son fáciles ni directas. Cada una debe ser cuidadosamente considerada. No se deben ignorar

las conclusiones que ignoran los problemas y dificultades para trasladar precedentes del Antiguo Testamento en

regulaciones del Nuevo Testamento.

Digresión: El Rol de la Mujer en la Iglesia.

Mi tesis en esta digresión es que la forma en la que Dios regula especialmente las reuniones de la iglesia en una

manera diferente del resto de la vida humana puede verse en las instrucciones respecto al rol de la mujer en la

iglesia. Como dije arriba, la distinción entre la regulación de la adoración corporativa de la iglesia y la

regulación del resto de la vida no está en ningún lugar mas claro en el Nuevo Testamento que en las

regulaciones dadas por el apóstol Pablo para la conducta de la mujer en las reuniones de la iglesia.

Esto es claro, creo, en 1 de Corintios 14;33-35.

Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos, [v34] vuestras mujeres

callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo

dice. [v35]Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable

en la congregación.

Una de las características más simples de este pasaje, es que Pablo especifica tres veces que los mandamientos

que está dando son para las asambleas de la iglesia en Corinto. Probablemente, como muchos intérpretes

anotan, el [v36b] debe conectarse con los versos 34 y 35. La triple referencia del uso de ekklesia, no es a la

iglesia como una institución o como una organización, sino a la iglesia como una asamblea real o literal.

Notamos un uso similar de iglesia a través de todas las menciones de ella en el contexto [vss 4, 5, 19, 23 y 28].

Muchos piensan que las reglas para las mujeres son las mismas en la iglesia como en algún otro lado. Pero esto

no es lo que Pablo enseña aquí. ¡El dice lo opuesto en 1 de Corintios 14;35!

La clave, como acabo de sugerir, está en el uso contextual de los verbos hablar y callar. Ellos son usados de

manera clara y definitiva en este capítulo. El verbo hablar [laleo] es usado 296 veces en el Nuevo Testamento,

pero sorprendentemente 24 de estos usos [cerca del 8%] están solo en este capítulo. Debemos permitir este uso

contextual del verbo para controlar su significado en los versos 34-35, ellos son usados como sigue:

17 hablar en lenguas [1 de Corintios 14;2 [3 veces], 4, 5 [2 veces], 6, 9, 11 [2 veces], 13, 18, 21, 23, 27, 28,

39]. 2 que hablen los profetas [1 de Corintios 14; 3 y v29].

3 hablar en general [1 de Corintios 14;6, 9 y 19].

¿Qué del verbo callar? Este verbo es usado 9 veces en el Nuevo Testamento, 3 de ellos en este capítulo. ¿Cómo

es usado en los otros dos lugares donde es usado en 1 de Corintios 14? Véalo por usted mismo en 1 de Corintios

14;28 y v30. [v28] Y si no hay interprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios. [v30] Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero.

Es de destacarse que el uso de la palabra callar en estos versos también es usada correlativamente107 con

hablar. Esto aumenta la importancia de esos paralelos. En el versículo 28, la referencia es hacia el hablar en

lenguas; y en el versículo 30, la referencia es a la profecía. ¿Cuál es mi conclusión? Es muy claro que Pablo

quiere en los versículos 34-35 prohibir a las mujeres que profetizan y hablan en lenguas, el usar sus dones en la

iglesia. Ahora, la implicación es inmediata e importante.

Sabemos que hubo mujeres que hablaban lenguas y profetizaban en la iglesia temprana. Claramente, ejercieron

sus dones en público de alguna manera y en algún lugar [1 de Corintios 11;5, Hechos 2;17 y 21;9]. El punto de

Pablo aquí es prohibir el ejercicio de aquellos dones en la iglesia. Por implicación y por el contexto, él también

tiene en mente, y prohíbe la enseñanza hablada por medio de lenguas o profecía, hecha por mujeres.

Nótese cómo el verbo hablar es usado en los pasajes de 1 de Corintios 14:

[v6] Ahora pues hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿Qué os aprovechará, si no os hablare con

revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?

[v9] Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿Cómo se entenderá lo que

decís? Porque hablaréis al aire.

[v19] pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que

diez mil palabras en lengua desconocida.

Claramente Pablo prohíbe la enseñanza extraordinaria, y la predicación, y el guiar en la oración asociada con

hablar en lenguas y con la profecía, también prohíbe la enseñanza ordinaria, la predicación, y el guiar en

oración a las mujeres. El mayor aquí, claramente incluye al menor. Pero aquí está la aplicación: hay una

prohibición especial a las mujeres de la profecía y el hablar en lenguas dentro de las reuniones de la iglesia que

no aplica en otras situaciones públicas.

Este fenómeno no está restringido solo a 1 de Corintios 14;34-35. También se viene a manifestar en los otros

pasajes sobre la conducta de la mujer en las asambleas de la iglesia del Nuevo Testamento – 1 de Timoteo 2;8-

15. Aquí Pablo está ordenando la vida en la iglesia, como lo hace claro en 1 de Timoteo 3;14-15. De este modo,

él toma en el capitulo 2 las reuniones de oración de la iglesia, y en el capitulo 3 los oficios de la iglesia.

Hablando de las reuniones de oración de la iglesia, él da varias directrices.

Una de ellas es que los hombres deben orar [guiar en oración] en la iglesia. Usando el sustantivo Griego que se

refiere a un hombre adulto, como lo opuesto a un niño o a una mujer, Pablo deja en claro que él no quiere que

una mujer sea la que guíe la oración en la iglesia. Más bien, su directiva para ellas es que se adornen a sí

mismas con ropa modesta, respetuosas y sin pretensiones. Luego pasa a confirmar la manera en que las mueres

deben comportarse en la iglesia, ordenándoles que aprendan en silencio, estos es, con una postura de escuchar

atentas y no despreocupadamente buscando hacer su propia contribución.

La aplicación otra vea, es simple. Las mujeres tienen prohibido en la iglesia hacer algo que claramente se les

permite hacer en otros contextos.

Estoy consciente de que hay otra exégesis de 1 de Timoteo 2;8, la cual dice que los hombres deben orar

levantando manos santas y que las mujeres deben orar vestidas respetablemente. Esta lectura no es seguida por

ninguna de las traducciones Inglesas, porque contradice la construcción gramatical del pasaje. Pues

extrañamente sugiere que la mujer no debe levantar sus manos cuando ora. También es anormal en la luz de lo

siguiente, que Pablo les dice a las mujeres que aprendan calladamente.

107 Correlativamente- juntas.

Estas direcciones, para el hombre y la mujer en la iglesia son parte del principio regulativo. Entonces,

claramente, el principio regulativo no aplica para todo en la vida, sino peculiarmente a las reuniones de la

iglesia. La oración publica [guiando la oración] por las mujeres es contraria a la directriz de 1 de Timoteo 2;8 y

contraria a la directriz de 1 de Corintios 14;34-35. Hablar en lenguas fue, entre otras cosas, una forma de

oración [1 de Corintios 14;13-14 y vss 27 y 28]. Si a las mujeres se les prohibió hablar [orar] en lenguas, [lo

mayor], entonces seguramente se les prohíbe dirigir en la oración, o en formas que no utilicen un don tan

extraordinario [lo menor].

Original:

Regulative Principle of the Church

https://www.chapellibrary.org/book/rpot

Traducción

Javier Martinez

Edición y Revisión

Imagen Bautista

Mas Información:

http://imagenbautista.cl