El Principio Del Placer Pacheco

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" JOSE EMILIO PACHECO El principia del placer EDICIONES ERA

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"JOSE EMILIO PACHECO

El principia del placer

EDICIONES ERA

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Para Arturo RipsteitiNolo van a creer, diran que soy un tonto, pero de chicomis ilusiones eran volar, hacerme invisible y ver pelicu-las en mi casa. Me decfan: espcratc a que venga la tele-vision, sera. como un cine en tu cuarto. Ahora ya cstoygrande y me rfo de todo eso. Claro, hay televisores portodas partes y se que nadie puede volar a menos que sesuba a un aeroplano. La formula de la invisibilidad aunno se descubre.

Me acuerdo de la primera vez. Pusieron un aparatoen Regalos Nieto y en la esquina de avenida Juarez ySan Juan de Letran habfa tumultos para ver las figuri-tas. Pasaban nada mas documentales: perros de caza,esquiadores, playas de Hawai, osos polares, aviones su-personicos,

Pero ~a quien me estoy dirigiendo? Se supone quenadie va a leer este diario. En Navidad me regalaron lalibreta y no habfa querido poner nada en sus paginas.Llevar un diario me parece asunto de mujeres. Me heburlado de mi herrnana porque en el suyo apuntamuchas cursilerias: "Querido diario, hoy fue un diatristfsimo, espere en vano la Hamada de Gabriel"; casasasf. De esto a los sobres perfumados solo hay un paso.Que risa les darfa a mis cornpafieros de escuela ente-rarse de que yo tambien ando con estas mariconadas.

El profesor Castaneda nos recornendo escribir dia-rios. Segun el ensefian a pensar. AI redactarlos ordena-mos las cosas. Con el tiempo se vuelve interesante vercomo era uno, que hacia, que opinaba, cuanto ha cam-

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biado. Por cierto, Castaneda me puso diez en mi com-posicion sobre el arbol y publico en la revista de la se-cundaria los versos que escribf para el dfa de la madre.En dictados y composiciones nadie me gana; cometoerrores pero tengo mejor ortograffa y puntuacion quelos dernas. Tambien soy bueno para historia, Ingles ycivismo. En cambio, resulto una bestia en fisica, quimi-ca, maternaticas y dibujo. No hay otro en mi salon quehaya lefdo casi completo El tesoro de la juuentud, asfcomo todo Emilio Salgari y muchas novelas de Alejan-dro Dumas y Julio Verne. Me encantan los libros peroel profesor de gimnasia nos dijo que leer mucho debi-lita la voluntad. Nadie entiende a los maestros, uno di-ce algo y el otro 10 contrario.

Escribir tiene su encanto: me asombra ver como lasletras al unirse forman palabras y salen cosas que nopensabamos decir. Adernas 10 que no se escribe se olvi-da: reto a cualquiera a decirme dfa por dfa que hizo elafio anterior. Ahora sf me propongo contar 10 que mepase.

Voya esconder este cuaderno. Si alguien 10 leyera medarfa mucha verguenza.

o Deje varios meses en blanco. De hoy en adelante tra-tare de hacer unas lfneas todos los dfas 0 cuando me-nos una vez por semana. El silencio se debio a que noscambiamos a Veracruz. Mi padre fue nombrado jefe dela zona militar. No me acostumbro a este clima, duer-mo mal y se me ha hecho muy pesada la escuela.Todavfa no tengo amigos entre mis compafieros de aquf.Los de Mexico no me han escrito. Me dolio mucho des-pedirme de Marta. Ojala cum pla su promesa y conven-

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....,

za a su familia para que la traiga en las vacaciones. Lacasa que alquilamos no es muy grande. Sin embargoesta frente al mar y tiene jardfn. Leo y estudio en elcuando no hace mucho sol. Veracruz me encanta. Lounico malo, aparte del calor, es que solo hay tres cinesy todavfa no IIega la television.

o Nado mucho mejor y ya aprendf a manejar. Meensefio Duran, el nuevo ordenanza de mi papa. Otracosa: cada semana va a haber lucha libre en el cine DfazMiron. Si mejoran mis calificaciones me daran permisode ir.

o Hoy conocf a Ana Luisa, una amiga de mis hermanas,hija de la senora que les cose la ropa. Vive mas 0 menoscerca de nosotros, aunque en una zona mas pobre, ytrabaja en El Parafso de las Telas. Estuve timidfsimo.Luego trate de aparecer desenvuelto y dije no se cuan-tas estupideces.

o Al terminar las clases me quede en el centro con Iaesperanza de ver a Ana Luisa cuando saliera de la tien-da. Me subf al mismo tranvfa Villa del Mar par Bravo quetoma para regresar a su casa. Hice mal porque AnaLuisa estaba con sus amigas. No me atrevf a acercarmepero la salude y ella me contesto muy amable. ~Quepasara> Misterio.

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o Examenes trimestrales. Me volaron en quimica y entrigonometria. Por suerte mi mama acepto firmar laboleta y no decirle nada a mi padre.

o Ayer, en Independencia (0 Principal, como la Hamanlos de aquf) , Pablo me presento a un muchacho de len-tes, mayor que nosotros. Cuando nos alejamos Pab~ome dijo: -Ese anduvo con la que te gusta-. No dIOmayores detalles ni me atrevi a hacer preguntas.

o Maneje desde Villa del Mar hasta Mocambo. Durandice que 10 hago bastante bien. Me parece buena per-sona aunque ya tiene como veintiocho aiios. Un mor-delon nos detuvo porque me vio muy chico par~ andaral volante. Duran 10 dejo hablar mientras el tlpO mepedfa la licencia 0 el permiso de aprend,iz~je. Lue~o ledijo quien era mi padre y todo se arreglo sm necesidadde dinero.

o Ni sombra de Ana Luisa en muchos dias. Parece quese tuvo que ir aJalapa con su familia. Doyvueltas por sucasa y siempre esta cerrada y a oscuras.

o Fui al cine con Duran. A la entrada nos esperaba sunovia. Me cayo bien. Es simpatica, Esta bonita pero unpoco gorda y tiene un diente de oro. Se llama ~ande-laria, trabaja en la farmacia de los portales. ~a fuimos adejar a su casa. De vuelta le confese ~ ~uran que es~a-ba fascinado con Ana Luisa. Respondio: -Me 10 hubie-

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ras dicho antes. Te voy a ayudar. Podemos salir juntosIos cuatro.

o No he escrito porque no pasa nada importante. AnaLuisa no vuelve todavia. ~C6mo puedo haberme ena-morado de ella si no la conozco?

o Candelaria y Duran me invitaron a tomar helados enel Yucatan. Candelaria me pregunto mucho acerca deAna Luisa. Duran le conto Ia historia, aumentandola.~Yahora?

c AI regresar de la escuela me paso algo muy impresio-nante: vi por primera vez un muerto. Claro, conoda lasfotos que salen en La Tarde, pero no es 10 mismo, queva. Habia mucha gente y aun no lIegaba la ambulancia.AIguien 10 cubrio con una sabana, Unos niiios la levan-taron y me horrorizri ver el agujero en el pecho, la bocay los ojos abiertos. Lo peor era la sangre que corria porla acera y me daba asco y terror.

Lo mataron con uno de esos abridores para cocosque en reaIidad son cuchillos dobles y tienen en medioun canalito. El muerto era un estibador 0 un pescador,no me entere bien. Deja ocho huerfanos y 10 mato porcelos el zapatero, amante de Ia seiiora que vende tama-les en el callejon. E1 asesino huyo, Ojala 10 agarren.Dicen que estaba muy borracho.

Me extraiia que alguien pueda asesinar por unamujer tan vieja y tan fea como la tamalera. Yocreia quesolo la gente joven se enamoraba ... Por mas que hago

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no dejo de pensar en el cadaver, la herida espantosa, lasangre hasta en las paredes. No se como Ie habrahecho mi padre en la revolucion, aunque dice que alpoco tiempo de andar en eso uno se acostumbra avermuertos.

o VolvioAna Luisa. Vino a la casa. La salude pero nosupe como ni de que hablarle. Despues salio con mishermanas. €En que forma podre acercarme a ella?

o EIdomingo Ana Luisa, la Nena y Maricarmen van a iral cine y despues a la retreta en el zocalo. Maricarmenme pregunto si me gustaba Ana Luisa. Como buencobarde, respondf: -No, como crees: hay muchachasmil veces mas bonitas.

o Llegue al zocalo a las seis y media. Me encontre a(

Pablo ya otros de la escuela y me puse a dar vueltas conellos. AI rata aparecio Ana Luisa con Maricarmen y laNena. Las invite al Yucatan. Hablamos de pelfculas y deVeracruz. Ana Luisa quiere irse a Mexico. Duran vino abuscarnos en el coche grande y fuimos a dejar a AnaLuisa. En cuanto ella se bajo, mis herman as empezarona burlarse de mf. Hay veces en que las odio de verdad.Lo peor fue 10 que dijo Maricarmen: -Ni te hagas ilu-siones, chiquito: Ana Luisa tiene novio, solo 'que noesta aquf.

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o Despues de mucho' dudarlo, por la tarde espere a AnaLuisa en la parada del tranvfa. Cuando se bajo con susamigas la salude y le puse en la mana un papelito:

Ana Luisa: Estoy enamorado de ti. Me urge hablar contigoa solas. Manana te saludare como ahara. Dejame tu res-puesta en la misma forma. Dime cuando y d/mde podemosuernos, 0 si prefieres que ya no te moleste.

Luego me parecio una metida de pata la ultima frasepero ya ni remedio. No me imagino que va a contestar-me. Mas bien creo que me mandara al demonio.

o Todo el dfa estuve muy inquieto. Contra 10 que espe-raba, Ana Luisa respondio:

Jorge no lo creo, como bas a estar enamorado de mi, aseptoque hablemos, nos vemos el domingo amediodia en las siyasde Villa del Mar.

o Duran: -€Yayes? Te dije que era pan comido. Ahorasigue mis consejos y no vayasa pendejearla el domingo.

Maricarmen: -Oye ~que te pasa? €Por que andas tancontento?

Lo malo es que no estudie nada.

o Quince minutos antes de la cita, alquile una silla deIona en la terraza frente a la playay me puse a leer Com-pendio de filoso.fia, un libro de la Nena, para que AnaLuisa me Viera con d. No entendf una sola palabra.

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Estaba inquieto y no podia concentrarme. Dieron lasdoce y nada. Las doce y media y tampoco. Pense que noiba a venir. Ya me habia hecho el animo de irme cuan-do aparecio Ana Luisa.

-Perdona la tardanza: no podia escaparme.-~De quien?-De mi mama. No me deja salir.-~Recibiste mi carta?-( Cual carta?-Mi recado, quiero decir.-Claro, te con teste: por eso estamos aquf ~no?-Tienes razon. Que bruto soy... ~Yque piensas?-~De que?-De 10 que te decfa.-Ah, pues no se. Dame tiempo.-Ya tuviste mucho tiempo: decidete.-~Como quieres que me decida si no te conozco?-Ana Luisa, yo tampoco te conozco y ya ves...-~Ya ves que?- ... Estoy enamorado de ti.Me sonroje, Estaba seguro de que Ana Luisa iba a

refrse. Pero en vez de contestarme me tomo de.la manacomo si no estuvieramos rodeados de gente, en plenaterraza entre el salon de baile y la playa.

No quiso que la invitara a tomar nada. ~os f~imoscaminando por el malecon hasta el fraccionamientoReforma. Me senna feliz aunque con miedo de quealguien de la casa nos descubriera. Porqu~ se s~poneque aun no estoy en edad de andar con mUJeres; mten-tarIo es un delito que arruina los estudios y el desarro-llo normal y debe castigarse con la pena maxima. Nose, el placer de caminar con su mano en mi mano, cer-ca de Ana Luisa que es tan hermosa con su cara tan

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bella y su cuerpo perfecto, valia todos los riesgos. Al finAna Luisa hablo:

-Bueno, debo confesarte que tu tam bien me gustas.Quede en silencio. Me detuve a mirarla.-Pero hay un problema.-~Cual?-Eres como dos 0 tres anos menor que yo. Voy a cum-

plir dieciseis.-Que importa.-~De verdad?-Claro que no importa.Se acerco a mi. La abrace. Nos besamos. Quisiera

escribir todo 10 que paso despues, Pero acaban de llc-gar mis hermanas. Serfa fatal que leyeran esta libreta.Voy a guardarla en 10 mas hondo del ropero. Soloapunto que me senti feliz y todo salio mil veces mejorde 10 que esperaba.

D Noche a noche me he reunido con Ana Luisa en elmalecon y nos hemos besado en la oscuridad. No heescrito por miedo de que alguien pueda leerlo. Pero sidejo de escribir no quedara nada de todo esto. Nisiquiera tengo una foto de Ana Luisa. Se niega a dar-mela, ya que si la encuentran mis hermanas ...

D Ayer tuve que interrumpirme porque mi padre entroen el cuarto y me pregunto: -~Que estas escribiendo?

Le dije que era la tarea de historia de Mexico y mecreyo. Lo he visto muy nervioso: hay problemas en elsur del estado. Los campesinos no quieren desocuparlas tierras en que se construira la nueva presa del sistc-

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ma hidroelectrico. Los pueblos quedaran cubiertos porlas aguas y sus habitantes van a perderlo todo. Si lascosas no se arreglan el tendraque ir a hacerse cargo deldesalojo. Hoy Ie hablo de eso a mi mama. Dijo quecomo el ejercito salio del pueblo no de be disparar con-tra el pueblo. No se mucho de mi padre, casi no habla-mos, pero una vez me cont6 que era muy pobre y semetio a la revoluci6n hace como mil afios, cuandotenia mas 0 menos mi edad.

o Un dfa horrible. Ana Luisa se fue otra vez a Jalapa.Prometi6 escribirme a casa de la novia de Duran. Andocada vez peor en la escuela. Pensar que en la primariaera uno de los mejores alumnos ...

o Duran me llev6 a practicar en carretera. Maneje des-de Mocambo hasta Boca del Rio. Candelaria vino connosotros. Asegur6 que cuando regrese Ana Luisa 10-grara que la dejen salir con ella, y nos iremos a pasear Ioscuatro. I

o Candelaria me habl6 por telefono. Recibio carta deAna Luisa y me la enviara con Duran. Me gustarfahaber ido a recogerla. Era domingo, no hubo ningunpretexto para salir y tuve que pasar todo el dfa muertode desesperaci6n en la casa.

o Querido Jorge perdoname que no te alla escrito pero es queno e tenido tiempo pues han habido much os problemas y no

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me dejan un minute sola. Fijate que ora que llegamos mi tiale conto todo a mi papa de que salia yo sola contigo y nosabrasabamos y besaoanos en el malecon y enfin quieti sabecuanta cosa le dijo.

Luego que mi tia sefue mi papa me llamo y me dijo lo queella le abia dicho y yo le dige que no era cierto, que saliamospero con tus hermanas. Bueno, no te creas que lo crello.

Jorge los dias se me asen siglos sin verte, a cada rato pien-so en ti, en Lasnoches me acuesto pensando en ti, quicieratenerte siemprejunto ami, pero ni modo que le vamos a ser.

Jorge apurate en tus clases haber si es posible que vengasa [alapa porque [0 que es yo a Veracruz quien sabe asiacuarulo valla.

Bueno queridoJorge, saludes a LaNena y a Marycarmen,a tu mama y a tu pafJa tan bien y muy especialmenie aDuran y a su nobia.

No vallas a mandarme cartas a esta direcsion, si quieresescribirme aslo a lista de correosJalapa Veracruz a nombrede LUISA BERROCAL, me entregan La carta porque tengouna credencial con ese nombre.

Bueno, aDios Jorge, recibemuchos besosde mi parte de Laque te quiere y no puede olbidar

Ana Luisa

Una vez copiada la carta al pie de la letra (Ana Luisahabla bien: (por que escribira en esta forma? Debe deser porque no lee), hare aquf misrno un borradorde contestaci6n:

Amor mio (No.) Querida Ana Luisa (Tampoco: suenaindiferente.) Queridisima e inolvidable Ana Luisa (Ja-masrsalio cursi). Muy querida (Mejor:) Mi muy queridaAna Luisa (Asi esta bien, creo yo):

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No te puedes imaginar la en,orme alegtia que me dio tucarta, la carta mas esperada del mundo. (Suena mal,pero en fin.) Tampoco te imaginas como te extraiio ycudnta necesidad tengo de verte. Ahora se que de verdad teamo y estoy enamorado de ti. Sin embargo, debo decirte contoda sinceridad que hay tres casas extraiias en tu carta:

Primera. Gre{ que la senora con la que vives era tumama, y resulta ser tu tia. (Por cierto, nunca me dijiste quetu papa estaba en jalapa. Siempre temi que fuera a descu-brirnos cuando yo te dejaba en la esquina de tu casa.)

Segunda. ;"Por que no puedes regresar? ;"Por que tienesque ir siempre aJalapa? Todo esto me preocupa mucho. Teruego aclararme las dudas.

Tercera. Enoio esta carta a lista de correosy dirigida enla forma que me indicas; pero no entiendo como es que tie-nes una credencial con un nombre que no es el tuyo. ;.Ver-dad que me 10 vas a explicar?

De por aca no te cuento nada porque todo es horrible sinti. Regresa pronto. Te necesito. Te adoro. Te man do muchosbesos can mi mas sincere amor.

Jorge

Bueno, el principio y el fin se parecen bastante alascartas que le manda Gabriel a Maricarmen. (Las helefdo sin que ella 10 sepa.) Pero creo que en conjuntoesta mas 0 menos aceptable. Voy a pasarla en limpio y adarsela a Duran para que manana la ponga en elcorreo.

a De aqui a un ana ~en donde estare? ~Que habra pasa-do? ~ydentro de diez?

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a Llegue a casa con la boca partida y chorreando san-gre de la nariz. A pesar de todo gane el pleito. Al salirde la escuela me di de golpes con Oscar, el hermano deAdelina, esa gorda que habla mal hasta de su madre yes muy amiga de la Nena. Oscar dijo que me habfanvisto en el malecon en plan de noviecito con Ana Luisay estaba haciendo el ridfculo porque ella se acuesta contodo el mundo. No 10 creo ni voy a pcrmitir que nadic10 diga. Lo malo es que con cl chisme de este irnbecil yla carta de la propia Ana Luisa ya son demasiados mis-terios y dudas. Tuve que mcntir: dije que pelee porquecriticaron a mi padre debido al asunto de la presa y delos pueblos que van a ser inundados.

o Anegaron las tierras, concentraron a sus habitantcsen no se donde y no tuvo que intervenir directamcntcmi padre. Sigo esperando respuesta de Ana Luisa. Fu ial cine con Candelaria y Duran. Pro gram a doble: Sin-fonia de Paris y Cantando bajo Lalluoia.

o En la escuela nadie se me acerca. Despues de 10 quepaso con Oscar tienen miedo de hablarme 0 me estanaplicando la ley del hielo. Hasta Pablo, que ya era casimi mejor amigo, trata de que no nos vean juntos.

o No pude mas: les conte a Candelaria y Duran todoslos misterios de Ana Luisa. Candelaria me dijo que nohabia querido mencionar el tema para no desilusionar-me; si ahora estaba dispuesta a hacerlo era por amistady para que supiese a que atenerme. Jura no tener nada

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en contra de Ana Luisa pero no le gusta ver como en-ganan a la gen te.

El motivo de los viajes a Jalapa es que su padre ysu "tia", es decir, la madrastra, la senora que vive con el-pues la verdadera madre huyo con otro hombre cuan-do Ana Luisa estaba recien nacida-, tratan de casarlaporque tuvo relaciones con un muchacho de alla, Porel tono en que Candelaria pronuncia la palabra seentiende que clase de relaciones. No pueden hacer nadapor la ley ni por la fuerza: el es sobrino de un exgober-nador, si se ponen en contra suya tienen perdida lapelea, no les queda sino la suplica. Fingf indiferenciaante Candelaria y Duran. Por dentro estoy que me llevael demonio.

o Muy querida Ana Luisa: I"Recibiste mi carta? I"Por queno me contestas? Me urge verte y hablar contigo. H an pa-sado cosas muy ex traii as. 'Fe suplico que regr-eses lo maspronto posible 0 cuando menos que me escribas y me digassi hay un telefono al que pueda llamarte. Enoiame aunquesea una tarjeta postal. Te ruego hacerlo ahara mismo. Nolo dejes para despues. Te manda muchos besos, te extraiiacada vez mas y te quiere siempre

Jorge

o Nunca debi haberle contado nada a Duran. Me tratade otra manera y se toma una serie de confianzas queno tenia antes. En fin ...

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o Tal parece que la cuestion de Ana Luisa me obliga apelearme con medio mundo. Mis compafieros ya nome dicen nada aunque me siguen viendo como a unbicho raro. En la casa mis hermanas se burlan y sospe-cho que ya saben toda la historia. (Su amiga Adelinase divierte contando vida y milagros de Veracruz ente-roo Como a Adelina nadie le echa un lazo, su especia-lidad es llevar un registro de quien se acuesta conquien.)

Pero ~que estara pasando en Jalapa? ~Por que no mecontesta Ana Luisa? ~Sera verdad 10 que me dijo Can-delaria? ~Lo habra inventado solo por envidia? (AnaLuisa es mas joven y mas guapa que ella.)

o En vez de estudiar trigonometrfa estaba leyendo Lasminas del rey Salomon cuando son6 el telefono. Era AnaLuisa que hoy volvi6 de Jalapa. Muy rapido me dijo:

-Graci as por escribirme. Me he acordado mucho deti. Nos vemos manana al salir del trabajo. Yahora, paradisimular, comunfcame con la Nena.

Pasare una tarde y una noche horribles. No resisto eldeseo de verla.

o ~Por donde empezar? Por el principio: Duran noquiso prestarme el coche porque si mi padre llegara aenterarse 10 mandaria al paredon. Propuso que saliera-mos los cuatro. ~l y Candelaria irian a buscarme al cole-gio y Ana Luisa nos esperarfa cerca de El Paraiso de lasTelas. Candelaria Ie avisaria del plan. As! fue.

Ana Luisa estaba en la esquina de la tienda. No pare-cio molesta pOl'que vinieran conmigo 10s otros dos.

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Saludo a Candelaria como si la conociese de muchoantes, subio al asiento de arras, se puso a mi lado y, sinimportarle que la vieran, me dio un beso.

-~Ad6nde vamos? -pregunt6-. Me dan permiso hastalas ocho.

-Por alli, a dar la vuelta -contest6 Duran-. ~Que lesparece Anton Lizardo?

-Muy lejos -respondi6 Ana Luisa.-Sf, pero en otra parte pueden uerlos -afiadio Cande-

laria.-Ay, ni, ni que fueramos a ha~er que cosa -dijo Ana

Luisa.-Nifia, por Dios, no tengas malos pensamientos -se

apresuro a comentar Duran con voz de cine mexicano-.Es que si nos cachan en la movida chueca y le cuentana mi general, el viejo me fusila por andar de encamina-dor de almas aquf con su muchachito.

ElIas se rieron, yo no. Me molest6 el tono de Duran.Pero que iba a contestarle si me hacfa un favor y mehallaba en sus manos.

Duran sali6 a Independencia y se rue recto por DiazMiron hasta entrar en la carretera a Boca del Rio y Alva-rado. Cuando pasamos frente al cuartel de La Boti-caria, Duran advirtio, mientras me observaba por elespejo:

-Agachate, nino, no te vayan a descubrir porqueentonces sf pau-pau.

Tuve que fingir una sonrisa pues enojarme hubierasido ridicule. De todos modos senti rabia de que Duranme tratara como a un bebe para lucirse ante las mucha-chas.

Iba a medio metro de Ana Luisa, la miraba sin atre-verme a abrir la boca. Despues de haberle escrito cartas

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';'

no sabia que decirIe ni como hablarle ante extrarios.Duran, en cambio, manejaba a toda velocidad, Ilevabacasi incrustada en el a Candelaria y de vez en cuando sevolvfa hacia nosotros.

An~ Luisa me parecio muy divertida con el juego. Mesonrela pero tam poco hablaba. Hasta que al fin me dijocomo para que la oyeran los dernas: -

-Yen, acercate: no muerdo.

N~ me gustaron sus palabras. Sin embargo apro-veche Ia frase para deslizarme en el asiento, pasarlc clbrazo, tomarle Ia mano y besarla en la boca. Trate dehacerIo en silencio pero de todos modos hubo un chas-quido. Duran grito:

-Eso, nifios, muy bien: asi se haee.Me pareci6 tan imbecil que senti ganas de contestar-

I "T-e: _u no te ~etas, cabron", Me aguante: si peIeabacon el I? echaria todo a perder y 10 importante es queAna LUIsa y yo fbamos a estar, al menos relativamentesolos. '

Serian como las seis y media de la tarde cuando deja-m?s arras la Escuela Naval y entramos en la playa. Nosf~lmos hasta mucho mas lejos de donde los pescadorcsHenden sus redes y sus barcas. Bajamos del coche. ElIasdos se adelantaron aver algo en Ia arena y se dijeronalgo que no alcance a escuehar. Duran susurro entredientes:

-Si ~o ~e la coges ahora es que de plano eres muypendejo, Esta ya anda mas rota que Ia pura madre.

Duran nunca me habia hablado asi. No me pudeaguantar y Ie conteste,

-~ejor te callas ~no? A ti que chingados te imporla,carajo. .

No respondio. EI y Candelaria se abrazaron y volvie-

,,.I

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ron al Buick. Ana Luisa y yo, tornados de la mano, nosalejamos caminando por la orilla del mar. La brisa eratan fuerte que Ie alzaba la falda y pegaba la blusa deAna Luisa contra sus senos. Nos sentamos en un troncoarrojado por la marea al pie de los medanos.

-Ana Luisa, quiero hacerte varias preguntas.-No tengo ganas de hablar. Ademas ~no que ya te

andaba por quedarte a solas conmigo? Anda, aquf metienes, aprovecha, no perdamos el tiempo.

-Sf pero quisiera saber ...-Ay, hombre, seguramente ya te llegaron con chis-

mesoNo hagas caso. ~oque: no me quieres, no me tie-nes confianza?

- Te adoro -y la abrace y la bese en la boca. Toco milengua con la suya, la estreche y ernpece a acariciarla.

- Te amo, te amo, te amo. Me gustas mucho -me dedacon un apasionamiento desconocido. Y sin saber comoya era de noche, ya estabamos rodando por Ia arena sindejar de besarnos, Ie metia la mana por debajo de lablusa, le acariciaba las piernas y estuve a punto de qui-tarle la falda, (Bueno, si alguien ve este cuaderno se mearma el escandalo, pero debo escribir 10 que paso hoy.)De repente nos dio en los ojos una luz cegadora.

Pense: es una broma de Duran. No: el Buick estabamuy lejos y segufa con los faros apagados. Era unautobus escolar que se acercaba por la playa. No tengola menor idea de que iban a hacer a esa hora las alum-nas de la escuela de monjas. Tal vez a buscar erizos,conchas 0 algas para un experimento, quien sabe.

Ana Luisa y yo nos levantamos y, otra vez tornados dela mano, seguimos caminando por la orilla como sinada. EI autobiis se estaciono casi frente a nosotros.Bajaron muchas niiias de uniforme gris y dos monjas.

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Nos miraron con tal furia que tuvimos que refugiar-nos en el coche, no sin antes sacudirnos la arena que noshabia entrado hasta por las orejas. Candelaria se estabapeinando y Duran se metia la camisa en los pantalones.

-Malditas brujas, nos aguaron la fiesta -dijo.-Vamonos a otro lado -propuse.-No, ya es tardisimo. Mejor nos regresamos -con-

testa Ana Luisa.-Sf, ya hay que volver. Imagfnate si tu papa se entera

de este des madre -efiadio Duran.-~Que tiene?-Nos pone una friega de perro bailarfn y ya no

podremos salir de nuevo los cuatro-. En otras palabrasDuran querfa decirme: "Ysin mi ayuda nunca volverasa estar a solas con Ana Luisa en un lugar apartado".

El cambio de Duran me sorprendio, Entendi miacierto al ponerle un alto. EI regreso fue extrafio: nadiehablaba. Pero yo tenia abrazada a Ana Luisa y la besabay acariciaba por todas partes sin importarme ya que nosvieran. La dejamos a la vuelta de su casa. Se fue sindecirme cuando nos volverfamos aver.

Nos despedimos de Candelaria. Duran me llev6 albaiio de un restaurante. Me lave la cara y me peine, mepuse pomada blanca en los labios hinchados y locionen el pelo. No sabia que Duran lleva siempre estas co-sas en la cajuela.

Desde luego, al regresar hubo gran lio con mi mamapor la tardanza y por no haber llamado. (Mi padre estaen Mexico y no vuelve hasta ellunes.) Duran se portobien. Dijo que .me estaba ensefiando a manejar encarretera y se nos poncho una llanta. He escrito muchoy estoy cansadisimo. No puedo mas.

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o A cambio de ayer hoy fue un dia espantoso. Estuveido en clase. Por la noche mi mama dijo:

-Ya se que andas con esa muchacha. Solo te voy ahacer una advertencia: no te conviene.

Quisiera saber como se entero.

o Ana Luisa Barno. Tuve la suerte de contestar el telefo-no Solo alcanzo a decirme que me esperaba en el ma-lec6n alas siete y media. Estuvo muy carifiosa y me rogoque no volvieramos a salir con Duran'! Candelaria. Lomalo es que solo asi dispongo del BUl~k, que e~ el ve-hfculo privado; el yip no puede manejarlo nadie queno sea del ejercito. No me atrevi a preguntarle acercade 10 que me dijo Candelaria. Pensaria ~ue no Ie tengoconfianza. Ana Luisa me conto que rms hermanas lasaludaron muy friamente. Es decir, ya se sabe todo enla casa ... Por nada del mundo dejare a Ana Luisa.

o Tambien hoy estuve hecho un idiota en clase. '!oycada vez peor hasta en las materias que antes domma-ba. Cuando mi padre yea las calificaciones va a ser undesastre. No puedo estudiar ni concentrarme. Todo eltiempo estoy pensando en Ana Luisa y en cosas.

o iPor que sera que Ana Luisa siempre me pregunta y~ f T ';>en cambio se niega a contarme de ella y de su am.l ia.

Supongo que se avergiienza de su padre porque neneun carro de esos con magnavoz yanda por los pueblosvendiendo remedios contra el paludismo y las Iombri-ces, callicidas, tintura para las canas, veladoras anti-

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mosquitos, ratoneras y no se cuantas porquerfas. Su tra-bajo no tiene nada de malo. Mas deberia avergonzarmceI que mi padre se haya ganado la vida derramandosangre.

Ana Luisa no quiere mucho al senor porque jarnasesta en casa, Ia ha hecho sufrir can varias madrastras y,como es hija unica, la puso a trabajar desde muy chica.A ella Ie gustarfa seguir estudiando. Es muy in teligc n t<:pero como solo lIego a cuarto de primaria no lee sinohistorietas, se sabe de memoria el Cancionero Picot, escu-cha los novelones de la radio y adora las pelfculas dePedro Infante y Libertad Lamarque. Me he reido unpoco de sus gustos. Hago mal pues que culpa tiene ellasi no le han enseriado otra cosa.

Cuando menos el otro dia la defendf ante Adelina.Se burlaba de Ana Luisa porque fueron aver Ambicionesque matan y no la entendio pues no le da tiempo de leerlos letreros en espariol. (Ana Luisa me conto su versionde Quo vadis? yes como para ponerse a lIorar.) Su fal-ta de estudios resulta un problema. No obstante, pucderemediarse y adernas veo en ella cuaJidades que la com-pensan. No tengo derecho a criticarla. Arno a Ana Lui-sa y 10 demas no importa.

o Un dfa horrible. Ana Luisa se fue otra vez a Jalapa.Soplo un norte, se inundaron las calles y el jardfn de lacasa. Me pelee con Ia Nena porque dijo:

-Oye, aver si te buscas una novia decente y no siguesexhibiendote con esa tipa que anda manoseandose contodos.

Por fortuna no estaba nadie mas. La Nena, no 10dudo, va a contarle a mi mama que la insulte y se bur-

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lara de mf con Maricarmen y Adelina porque dije queestaba orgulloso de Ana Luisa y la querfa mucho.Bueno, ya confese, ya nada tengo que ocultar.

OEste domingo amaned tan triste que no encontrefuerzas para levantarme de la cama. Con el pretexto deque me dolfan la cabeza y la garganta pase horas pen-sando en que hara Ana Luisa y cuando regresara deJalapa. Lo peor fue que mi mama me unto el pechocon antiflogestina y por poco me vomito.

o Humillacion total. EI director me mand6 llamar a sudespacho. Dijo que mis calificaciones van para abajo enpicada y mi conducta fuera de la escuela es ya escanda-losa. Si no me corrijo de inmediato, hablara con mipadre y Ie recornendara que me interne en Hijos delEjercito, que es como una correccional. EI malditosapo capado me echo un sermon. Insisti6 en que notengo edad para andar con mujeres que me van a perdery a volverme un guiiiapo. La sexualidad es una maldi-ci6n que lanzo Dios contra el. genero humano y launica manera de encauzarla es dentro del matrimonio,sentenci6 el muy hipocrita. ~Pensara que nadie se ente-ra de cuando para el ojo que le bizquea mirandoles laspiernas alas muchachas?

Tuve que aguantar el manguerazo con la vista baja ydiciendole a todo como el autentico pendejo que soy:

-Sf, senor director, tiene usted raz6n, senor director,Ie prometo que no se repetira, senor director.

Para terminar la joda, me dio de palmaditas con sumana sebosa:

-Tu tienes buena madera, muchacho. Todos come-temos errores. Se muy bien que pronto estaras denuevo por el buen camino. Anda, vuelve a tu salon y noles cuentes nada a tus cornpaneros.

Asf pues, ya el mundo entero sabe 10 de Ana Luisa ytodos, sin excepci6n, estan en contra. Serfan mas com-pasivos si yo hubiera matado al tipo que vi muerto.Que les importa 10 que Ana Luisa y yo hagamos.

o Todo sigue igual. Extrafio a Ana Luisa. ~Que hara,cuando volvera, por que no me escribe?

o Las cosas van de mal en pear. Comf en Boca del Riocon toda mi familia y Yolanda, una amiga guapfsima demis hermanas. En un momento en que mis padresfueron a otra mesa, para saludar a don Adolfo RuizCortines, el viejito que dentro de pocas semanas serapresidente, ellas me echaron indirectas, dijeron queGilberto -el hermano de Yolanda, un sangron que esmuy amigo de Pablo- anda toda la vida con sirvientasen vez de fijarse en las muchachas de la escuela.

-Las gatas han de tener su no se que -dijo Maricar-men mirandome alas ojos-. Porque te aseguro que Gil-berto no es el unico gatero que conocemos.

Sentf ganas de echarle a la cara la sopa hirviente.Por fortuna Yolanda cambia la conversaci6n. Maricar-men olvida que despues de todo su Gabrielito es unpobre diablo aunque sea hijo de un gran industrial ytenga mucho dinero. Par 10 que hace a la Nena, elunico novio que ha pescado era un capitancillo deintendencia. Lo que pasa es que les gustarfa enjaretar-

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me a Adelina. Que horror. Antes muerto que soportara esa ballena.

o Hace tres dias que mi padre no se presenta en la casa.Mi mama Bora todo el tiempo. Le pregunte a Maricar-men que pasaba. Me contest6: -No te metas en dondeno te llaman.

o Regres6 mi padre. Asegur6 que habra ido a Jalapa atratar de asuntos militares con el futuro presidente. (Seteme que haya una rebeli6n pues algunos generales 10acusan de ser un traidor que colabor6 con los nortea-mericanos cuando invadieron Veracruz en 1914. Segunmi familia, es una calumnia porque Ruiz Cortines, aun-que no sea brillante ni simpatico al estilo de MiguelAleman, es un hombre honrado. Cuando menos noparece un ladr6n como los demas: 10 unico que le gustaes sentarse a jugar domin6 en los portales. Otros ase-guran que, por ser tan anciano, no llegara vivo al earn-bio de poderes. Tiene casi sesenta afios, como el curaHidalgo y Venustiano Carranza, las momias mas vetus-tas de la historia de Mexico.)

Si mi padre fue a arreglar cosas oficiales pudo haberlIamado por telefono ~no es cierto? Duran, quien dcsdeluego 10 acompaii6 como chofer, sabe toda la verdadpero no va a decirme una palabra. ~Habra visto Durana Ana Luisa? Imposible, ni siquiera yo tengo su direc-,ci6n en Jalapa.

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o Me salve de milagro. Estaba solo cuando lIeg6 cl car-tero. Recogi la correspondencia. Un sobre sin rcrnitcn-te me dio mala espina. Aunque estaba dirigido a rnipadre 10 abri, a riesgo de encontrar una carta normal.Mi presentimiento no falI6: era un an6nirno. En lctrasde El Dictamen, pegadas malamente con goma, decia:

UNO, DOS, TRES: PROBAND 0, PROBANDO. LA SOClEl)AlJ

VERACRUZANA, ESCANDALIZADA POR LA CONDUC'J:I1 DE

USTED Y DE SU ntjo. S1ESTO HACE AHORA EL N1NITO .QUt;• 6SERA CUANDO CREZCA? INTERNELO EN UN REFORM/\TO.

RIO CUANTO ANTES, EVITE QUE LO SIGA DESGRA CfANDU

EL MAL EjEMPLO QUE LE DA USTED CON SU LIBERT!NAjE VSU SERVILISMO ANTE EL SUPERLADRON MIGUEL AIJ~'MAN

Y EL TRAIDOR RUlZ CORTINES. A Qui TODOS SOMOS DEGEN-

TES Y TRABAjADORES. ~POR QUE SJEMPRE NOS MANDAN DE

MEXICO GENTE DE SU CALANA ? REPUDIAMOS A FAMILIASCORRUPTAS COMO LA SUYA. DE TAL PALO TAL k)'71LLA.VIGILAMOS. SEGUlREMOS INFORMANDo. LAS PAREDESOYEN. TODO SE SABE. NO HAY CRI/WEN IMPUNE. QUlEN

MAL ANDA MAL ACABA. ~ENTERADO? CAMBIO Y IVERA.

Voya quemarlo ahora mismo y a enterrar las ccnizasen eljardfn. Nunca habia visto un anoriimo de verdad.Crei que solo existian en las peIiculas rnexicanas. Nome imagino quien puede haberlo mandado ni pOl' que10 envi6 a Ia casa y no a la zona militar. No sera ningu-no de mis compaiieros ni una amiga de mis hermanas.(Dicen que Adelina escribe anoriimos pero no crcoque se atreviera a hacerlo con mi padre.) Nadie que yoconozca tendria la paciencia de recortar letritas e irlaspegando horas y horas. Adernas alli se usan palabras noempleadas por 1a gente que me pareceria sospechosa.

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Me suena un poco allenguaje del director, que adernases radioaficionado; pero el que tiene que andar hablan-do a nombre de la sociedad veracruzana si tampoco esde aquf. No, el director no se atreveria a meterse conmi padre: sabe que es capaz de darle un balazo. Y aun-que 10 aborrezco, el director no me parece tan bajocomo para mandar un anonimo.

o Le doy vueltas y vueltas y todavia no 10 creo. A 10mejor me equivoque y es una mala interpretacion.Quien sabe. Resulta que fui a ver a Candelaria con laesperanza de que me tuviera carta de Ana Luisa. Nuncaantes la habfa visto sin Duran. Como la farmacia estaballena de c1ientes, me llamo a una esquina del mostra-dor, se puso insinuantisima y me dijo:

-Tu tomas muy en serio las cosas. Deberfas divertirte,pasarla bien y no ser tan a la antigiiita. ~Cuando quie-res que echemos una buena conversada? Te voy a daralgunos consejos.

-Cuando quieras. Nos ponemos de acuerdo conDuran.

-No, no Ie digas nada. Ni siquiera le comentes quehablamos. Mejor nos vemos tl) y yo solitos. ~Que teparece?

-Pues, este, digo, bueno, es decir ... Tii eres su novia~verdad?

-Sf, pero no nacimos pegados. ~Que tiene de maloque tu y yo nos reunamos? Me caes muy bien ~sabes?Duran no es mala gente pero es muy soldadote. En cam-bio ni eres finito, bien guapito, y no estas tan maleado.

-Oye, es que francamente no se que pensar. Me dapena.

\Ii' ,

":!

~,

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-~Pena? ~Por que pena? Mi hijito, recuerda quedespues de todo Duran es tu ga-to, tu cria-do. Adernas10 crees muy tu amigo pero no tienes la men or ideade 10 que dice de ti y de tu familia; de que eres un nifii-to consentido y mas bien tontito; de 10 feas y resbalosasque son tus hermanas; de que tu papa no es un militarsino un tirano y un ladron que hace negocio hasta conlos frijoles de la tropa y un viejo verde que todo se 10gasta en muchachitas. Porque has de saber ...

Candelaria iba a seguir diciendo horrores cuando clduefio de la farmacia le llamo la atencion y le recordoque estaba prohibido conversar en horas de trabajo.Antes de que saliera alcanzo a pedirme:

=Llarname aquf 0 biiscame en mi casa. Ya sabesdonde. No tengo telefono.

~Que hago? ~Le hablo 0 mejor no? No, para quemeterme en mas lios. Y sobre todo no puedo traicionara Ana Luisa ni tampoco a Duran.

o Muy querida Ana Luisa: i, Como est/is? i,Por que no meescribes? Te extraiio mucho, me haces much a falta. Regresapronto. Necesito verte. Recibe muchos besos con todo mi am or.

Acababa de ponerle esto en una tarjeta postal (den-tro de un sobre) cuando lleg6 Duran muy misterioso adarme una carta que Candelaria le habia entregadopor la manana. Sospecho que ellos dos la abrieronponiendola al vapor y despues la pegaron con engrudo.No puedo ser tan desconfiado. La copio tal como esta:

Querido Jorge perdoname que te escriva poquito pero estoycuidando a mi jJapa, derrepente se puso malo de un disjus-

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to que tubo, gracias a Dios no es nada grabe, estara buenapronto y enseguida vuelvo. I

Jorge estoy muy triste sin ti, pienso que no vas acordartede mi y te vas afzjar en otras muchachas que no te den tantoproblema como yo te e dado.

Pero mejor no lo agas porque yo te quiero muchisimo deverda ni te imajinas cuanto y me muero de ganas de berte,ojala que muy pronto.

A Dios Jorge, resibe muchos besosy mi amor que es siem-pre tuyo y quiereme

No se que pensar. Adernas ~como sabe Ana Luisa queme ha dado problemas?

o Tenia que ser: ya Ie llegaron con el chisme a mi padre.~Quien habra sido? La Nenajura que no fueron ni ellani Maricarmen. Le creo porque cuando menos la Nenaes sincera y siempre da la cara. Entonces ~sera alguiende la escuela? Imposible: temblarfan en presencia delgeneral.

Estuvo mucho mas duro que la entrevista con eldirector. Dijo que mientras el me mantenga mi obliga-cion es estudiar y obedecer. Cuando trabaje y gane midinero podre tener miles de mujeres, aunque es el peorcamino, me 10 dice por experiencia (caramba). Supo-ne que gran parte de culpa la tiene mi aficion excesivapor los libros. En vez de leer tanto y encontrar el malejemplo en las novelas de amor y de aventuras deberfahacer mas deporte y sobresalir en los estudios. Cuandonad su ilusion era verme convertido en cadete delHeroico Colegio Militar. Lo he decepcionado por com-pleto y es muy doloroso para el.

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Mi papa sera muy general y toda la cosa pcrono entiende como anda el asunto: me inforrno quc ,de ahora en adelante y hasta nueva orden, no pod rcir a ningun lado si no me acompafia y me vigila Du ..ran (!).

o Hace rato, cuando me habia escapade por la azotcapara rondar, como todas las noches, la casa de Ana Lui-sa, la vi bajarse de un Packard ultimo modelo (~no co-nozco ese Packard?) junto con su madrastra. Elias nome vieron, alcance a esconderme tras la esquina. M«intriga saber quien sera el viejo como de unos cuarcn-ta afios que las vino a dejar. Las ayudo con las maletas yal despedirse Ana Luisa le dio un beso. A pesar de todoese hombre no entro en la casa.

Me desespera no poder hablar con ella. Ojala mana-na me mande algun recado con Candelaria. Quisiera ira buscarla 0 cuando men os hablarle por teleforio a ElParaiso de las Telas pero ella me 10 ha prohibido: diceque la regaiian y Ie descuentan de su sueldo.

Aquf hay otra cosa rara: si el duerio de la tienda estan estricto ~por que Ia deja [altar tanto y no la sustitu-ye por otra empleada? No he conocido a nadie tan mis-teriosa como Ana Luisa.

o Lo que menos esperaba: Ana Luisa rue a la [armada yle dio a Candelaria un sobrecito color de rosa para queme 10 entregase Duran:

Querida Jorge resibi tu targeta, gracias. Espero que lo quevay a decirte no te duela en el alma como ami. Miamor, me

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da mucha tnstesa pero no queda mas remedio pues creo ques10 mejor para los dos.

Resulta Jorge que ya no bamos a seguirnos viendo comoastaora, se que me entenderas y no me pediras esplicasionespues tan j)OCO podria dartelas.

Jorge siempre e sido sinsera contigo y te e querido muchonunca sabras cuanto deoeras, me sera muy difisil olbidarte,ojala no sufras como estoi suJriendo y te olbides pronto de mi.

Te mando un ultimo beso con amor

Me quede helado. Luego me encerre en mi cuarto yme puse a llorar como si tuviera dos aiios. Ahora tratode calmarrne )' hago un esfuerzo por escribir aquf. Nopuedo creerlo, no soporto la idea de que nunca masvolvere a ver a Ana Luisa. Es terrible, es horrible. No se,no se. No entiendo nada.

o Pase una noche infernal. Duran me llevo en el yip ala escuela y no hablamos, aunque estoy seguro de queel ya sabe y hasta vio la cartita que estaba en un sobresin pegar: Candelaria no tuvo la buena educacion decerrarlo.

A1salir pase por donde trabaja ,0 trabajaba Ana Luisa.Vi a sus amigas pero a ella no. Me acerque, me miraroncon lastima y me dijeron que no ha vuelto ala tienda nicreen que regrese. Senti el impulso de presentarme ensu casa pero no tengo ningun pretexto. No me impor-ta que sea humillante, quisiera verla cuando menos unaultima vez.

Por cierto: un Packard identico al de la otra noche sehallaba estacionado frente a EI Paraiso de las Telas.Bueno, el coche en que iba Ana Luisa no es el unico

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Packard que hay en el mundo. Puede ser una casuali-dad. Me voy a volver loco si sospecho de todo 10 que veo.

o Mi madre entre sin avisar y me encontro llorando (ami edad). Hizo preguntas y Ie conte la version rosa dela historia. En vez de regaiiarme, dijo que no me preo-cupara: ella sabfa que yo andaba con Ana Luisa y 10 per-mitio solo para que me sirviera de amarga experiencia.Esto les ha pasado y les pasara a todos; no debo darleimportancia ni sufrir por alguien que no vale la pena;la adoiescencia es la etapa mas feliz de Ia vida y, apartede estudiar, mis unicas preocupaciones deben ser diver-tirme y hacer amistades utiles para mi porvenir. Muypronto habre crecido y encontrare una muchacha demi clase, digna de ser mi novia y que no tenga malafama como Ana Luisa.

Ahora ya ni siquiera proteste como antes. No hice elmenor intento de defenderla. Pobre Ana Luisa. Todosquieren hacerle dafio. En realidad nunea supe nada deella. No ereo poder enamorarme de otra ... ~ysi todoeambiara de repente )' Ana Luisa viniera a decirme quereconsidero y esta arrepentida de haberme dejado? No,es una imbecilidad; esto no va a oeurrir, de que sirvehacerme ilusiones.

J

o Dias, semanas sin escribir nada en este euaderno. Paraque, no tiene objeto. Si alguien 10 ve se burlara de mi.

o Tuve un suefio muy triste. Estabamos en la ciudad deMexico. Ana Luisa se iba y no volverfa nunea. Para ver-

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nos por ultima vez me citaba en La Bella Italia, un~neve ria que no conoce pues nunca ha estado en la capI-tal. La cita era a la una. Yo tomaba un tranvia que separaba por falta de electricidad. Entonces me ibacorriendo por una avenida que tenia en medio arboles-~Amsterdam, Mazatlan, Alvaro Obregon? El dolor depiernas me obligaba a sentarme en una ban ca. En eseinstante aparecia la Nena del brazo de Duran.

-Vamos a casarnos en la iglesia -me decia-. Y ni,nino, ~adonde te diriges tan apresurado? No me digasque Ana Luisa te esta esperando en el malecon.

-No, como crees: voy a un partido de futbol -contes-taba. La Nena y Duran me hacian conversacion. Medesesperaba el no poder zafarme y continuar mi cami-no hacia La Bella Italia. Hasta que al fin segufa corrien-do y me cruzaba con un entierro. Encontraba a unasenora vestida de luto. Era mi madre:

-Van a enterrar al que te dio la vida y ni, en vez de ira llorarlo en el cernenterio, corres al encuentro de unamujerzuela.

Le pedia per don y reanudaba mi carrera. AI llegar aLa Bella Italia eran las tres en punto y ya no estaba AnaLuisa. Aparecia Candelaria con delantal, sirviendo lasmesas:

-Ana Luisa te espero mucho tiempo. Tuvo que irsepara siempre y no dcjo dicho adoride ...

o Dos meses sin verla, seis semanas desde que recibi suultima carta. En vez de olvidarla siento que la quieromas. No importa que sea cursi el decirlo.

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oLe hice unos versos, tan malos que prefer! rornpcrlos.~Que hara, donde estara y con quicn? Todas las nochesrondo su casa. La encuentro siernpre cerrada y a oscu-ras. ~Habra vuelto aJalapa 0 estara en Mexico?

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o Lo mas triste de todo es que ya me estoy resignando.Pienso que tarde 0 temprano 10 de Ana Luisa tenfa queacabarse pues a mi edad no iba a casarrne COil clla n inada por el estilo. Adernas todo parece en calma clcsclcque no nos vemos. En Ia escuela ya me hablan, ell lacasa me tratan bien, puedo estudiar, leo much isim o y-al menos que yo sepa- no ha llegado otro anonimo.Pero no me importarfa que todo fucra como antes, 0

aun pear, can tal de volver a estar eerca de Ana Luisa.

o Me preocllpa Ana Luisa. Me duele no poder ayudar-la. Supongo que Ie esta yendo rnuy mal y su vida va a scrhorrible sin que ella tenga culpa alguna. Aunquc si 10pienso bien y me fijo en la gente que conozco 0 dequien se algo, la vida de todo el mundo siernprc exhorrible.

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o Mil anos despues llegaron las cosas que habiamosdejado en Mexico, entre ellas el baul ell que mi madreguard a las fotos. En vez de estudiar 0 de leer me paschoras conternplandolas. Me cuesta rrabajo rcconoccr-me en el nifio que apareee en los retratos de haec yamucho tiempo. Un dia sere tan viejo como mis padresy entonccs todo esto que he vivido, toda la historia deAna Luisa, parecera inerefble y mas tristc que ahora.

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No entiendo por que la vida es como es. Tampocoalcanzo a imaginar como podrfa ser de otra manera.

o Escribo alas doce y media. No fui a clases. Mis padrescumplen hoy veinticinco afios de matrimonio. Vendrana comer el gobernador, el comandante de la regionmilitar que esta por encima de la zona a cargo de mipadre, e1 presidente municipal, el capitan del puerto,algunos senadores, diputados y Ifderes obreros, el jefede la policfa, e1 representante del PRI, el administra-dor de la aduana y no se cuantos mas.

En vez de que Eusebia la preparase como todos losdias, un cocinero del Prendes vino a hacer la comida.No voy a probar nada. No volvere a comer nunca. Soytan imbecil que a mi edad no habia relacionado los lla-mados placeres de la mesa con la muerte y el sufri-miento que los hacen posibles.

Vi a los ayudantes del cocinero matando a los ani-males y quede horrorizado. Lo mas espantoso es 10 quehacen con las tortugas 0 quiza el fin de las pobres Ian-gostas que patalean desesperadas en la ol1a de agua hir-viendo. No quiero imaginarme 10 que seran los rastros.Uno deberia comer nada mas pan, verduras, cereales yfrutas. Pero (de verdad no sentiran nada las plantascuando uno las arranca, las corta; las cuece, las muerdey las mastica?

o (He dicho que me encanta Yolanda? Es tan guapacomo Ana Luisa 0 quiza mas hermosa todavia.jamas hehablado a solas con Yolanda pero hoy me entristecf(como idiota) pOl-que tampoco volvere a verla. Vino a

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i:

despedirse de Maricarmen y de 1aNena: se va a estudiara Suiza. A su hermano Gilberto 10 mandan a la CulverMilitary Academy en Indiana. Su padre se hizo multi-millonario en e1 regimen que esta por acabar. Amuchos que conocemos les paso 10 mismo. Si en Mexi-co 1a mayorfa de 1a gente es tan pobre (de d6ndesacaran, como le haran algunos para robar en tales can-tidades?

Yolanda nos canto que la semana pasada Adelinaintent6 suicidarse porque eligieron reina del proximocarnaval a Leticia, su peor enemiga. Adelina metio la ca-beza en el horno de 1a estufa y abrio la Ilavedel gas sinencender e1 fuego. Cuando empez6 a sentirse mal,salio corriendo y antes de desmayarse vornito por todala sala.

En su nota de suicida Ade1ina no culpaba a su cnvi-dia pOl' Leticia sino a la forma en que la tratan sumadre y su hermano. EI capitan abofete6 a la senora yle dio una golpiza feroz a Oscar. Pobre capitan. Cuantoquiere a Adelina. No se da cuenta de que su hija cs unmonstruo de maldad.

La Nena, Maricarmen y yo nos moriamos de risamientras Yolanda narraba y actuaba la tragedia de lagorda. Luego senti remordimientos: soy tan ca.nallacomo Adelina. No esta bien alegrarse del mal ~Jeno)por mucho que deteste a Oscar y a su herrnana yauJ1-que estoy casi seguro de que Adelina ma,nd6 el an{~-nimo, bien calcu1ado para que se 10 achacaramos al di-rector.

o No entiendo como es uno. E1 otro clfa senti piedad alver a los animates asesinados en e1 patio trasero de mi

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casa y hoy me divertf pisando cangrejos en la playa. Nolos enormes de las rocas sino los pequefios y grises dela arena. COlTIan en busca de su cueva y yo los aplasta-ba con furia y a la vez divertido. Pienso que en ciertaforma todos somos cangrejos: cuando menos se esperaalguien 0 algo viene a aplastarnos.

o Como no he vuelto a salir con Candelaria y Duranignoraba si segufan viendose. Duran y yo casi no habla-mos. Siento que he traicionado a alguien que -except,?la vez de Anton Lizardo- se porte bien conmigo. EIdebe de saber algo de la conversacion en la farmaciapues tampoco ha hecho el menor intento para que vol-vamos a ir a nadar 0 a practica de manejo.

En fin, digo todo esto porque hoy me encontre aCandelaria en el tranvia. Para hablar de Ana Luisa seme OCUl"ri6invitarla a tomar un refresco en el Yucatan.En cuanto nos sentamos Candelaria me pregunto porella.

-~De verdad no 10 sabes? -Ie conteste-. Pues mecort6, me mando a volar.

-No me digas. No te puedo creer.-Pero si me dejo contigo su ultima carta.-No la lei, soy mlly discreta ... Que tonta, que bruta,

que pendeja: cuando se va a encontrar a alguien co-mo ui,

-No te creas, yo quien soy.- Tu eres tu y ya te dije 10 que me pareces.Silencio. Enrojezco. Torno un trago de agua de tama-

rindo. Candelaria me observa ironica, se divierte al po-nerme en aprietos. I ' •

-Te voy a decir una cosa, Jorge. Oyelo bien: tu error

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fue tratar a Ana Luisa como a una muchacha decente yno como 10 que es. Te 10 digo con todas sus letras: unaputita que se acuesta con viejos repugnantes para sacar-les dinero. La culpa es del borracho de su padre -un

huevon al que no le gusta trabajar- y de la madrota quevive de conseguirle clientes a tu noviecita.

-Oye, Ana Luisa no te ha hecho nada; no tienes parque hablar asf de ella.

-Ah, mira nomas: todavfa la defiendes despues deque te usa como su trapeador y te pone los cuernos conmedio Veracruz. Ay, mi hijito, que bueno 0 que irnbecileres. Ojala todos fueran como tu. POl' eso me gustas,por eso ... Pero te niegas a hacerme caso.

~Es que ... No se en realidad ... No, mejor deja quepasen los examenes: tengo mucho que estudiar y estoymuy atrasado. Apenas salga de todo esto te llamo.

-~En serio no te gustarfa que nos fueramos pOl'ahf?

+Candelaria, claro que me encantarfa. Ya llegara elmemento. Vas aver.

-~Y por que no ahora mismo?- Te juro que mis papas me esperan a comer en el ca-

fe de La Parroquia. Adernas tu tienes que regresar a letfarmacia.

-Por mi no te preocupes. Yo me arreglo. Yo se ruicuento.

-Mejor nos vemos la semana entrante (sf? Pero, te 10ruego, no Ie vayas a decir nada a Duran.

-Calmate, tu pinche sardo no va a saber I1I Jota.Adernas ya estoy harta de ese chilango de mierda. No secomo quitarmelo de encima. Es una autentica lata yni que fuera la gran maravilla. Puro hablador, eso es 10que es.

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Antes de que otra cosa sucediera pague la cuenta,insistf en que mis padres me esperaban en La Parro-quia (mentira) y le jure a Candelaria que iria a buscar-la a su casa. En vez de alegrarme la conversacion meentristecio, Que injusto es todo: la que amo me recha-za y rechazo a la que me quiere. Tal vez me engano alsuponer esto. ~Sera verdad que Ie gusto a Candelaria?~O nada mas pretende utilizarme para fregar a Duran?Desde luego 10 que dice de Ana Luisa es una calumnia,una absoluta y total mentira. ~Por que todos se ensa-riaran con ella en esta forma?

o Llevo semanas sin escribir nada. Ahora voy a des qui-tarme por los dfas que deje en blanco. Me acaban depasar cosas terribles. Sera mejor contarlas mas 0 menosen orden. Como manana es aniversario de la revolu-cion, no hay clases y mis calificacioneshan mejorado,pedf permiso para ir a la lucha libre. Me dejaron, siem-pre y cuando me acompanara Duran. Esto me salvo,quien 10 iba a deck

En el cine Diaz Miron, improvisado como arena decombate, alcanzamos a comprar en reventa boletosde quinta fila. Las preliminares fueron aburridfsimas,con luchadores desconocidos. En la estelar se enfren-taron Bill Montenegro -mi idolo cuando en Mexicovefa las luchas por television- y el Verdugo Rojo, al quemas detesto entre todos los villanos.

Bill domino a 10 largo de la primera cafda, a pesar deque el referi estaba en contra suya. La gan6 con unaspatadas voladoras perfectas y una doble Nelson. En lasegunda el Verdugo empleo a fondo sus marrullerfas ymediomat6 a Montenegro. Ya para la tercera y ultima

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\~ (;),';;.~

cafda todo el publico estaba en contra del rudo, excep-to Duran que, segiin creo, tomo esta actitud solo paramolestarme.

Montenegro cayo fuera del cuadrilatero y se golpe6la cabeza contra una silla de ringside. EI Verdugo 10tomo de los cabellos para subirlo a Ia lona, 10 sujeto enun candado, 10 estre1l6 contra los postes y le abrio unaherida en la frente. Bafiado en sangre, Bill reacciorio:con unas tijeras voladoras se vengo de su rival y 10arrojo a su vez de las cuerdas. Cambiaron golpes en elpasillo muy cerca de mi. El arbitro los oblige a regresarcuando ya los espectadores intervenian en defensa deMontenegro.

La vuelta al ring fue el desastre para Bill. El enmas-carado 10 hizo chocar de nuevo contra los postes paraahondarle la herida. Yo estaba furioso al verlo sangrar.Como el referi no hacia ningiin caso de los gritos,arroje un elote que me estaba comiendo y le di en lacabeza al Verdugo Rojo.

Me aplaudio la gente que se dio cuenta. Pero el villa-no tom6 el elote y Ie pico los ojos a Bill, con tanta furiaque de milagro no 10 dej6 ciego. Entonces me insulta-ron los mismos que me habian celebrado. Todo empeo-ro cuando con una quebradora el Verdugo puso fuerade combate a Montenegro.

Llovieron almohadas y vasos de carton contra el villa-no. Condujeron a Bill hacia la enfermeria y hubo elrumor de que estaba a punto de morir gracias a los gol-pes asesinos del Verdugo. En ese instante unos tiposcon facha de estibadores se acercaron a pegarme gri-tando que yo, un maldito chilango, era el cornplice delmalvado y el responsable de la muerte del heroe.Serfan unos diez 0 doce y parecian dispuestos al lin-

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chamiento. De pronto Duran salto 'Para cubrirme, sacola pistola, corte cartucho y grito: .

-Lo que quieran con el, conmigo, hijos de la chin-gada. .

No se que hubiera pasado si los policfas no se abrenpaso en medio del tumulto y nos salvan. Intentaron lle-varnos a la carcel pero Duran se identifico, explico lasituacion, dijo quien era yo, 0 mejor dicho quien era mipadre.> Y salim os entre miradas de odio, custodiadospor los gendarmes.

AI subirnos al yip bajo 10s insultos del publico, Duranles dio cincuenta pesos a los policias y aclaro:

-Luego me los pagas. EI caso es que el jefe no seentere del desmadre que armaste.

En el camino me dijo que era una soberana pende-jada 10 que yo acababa de hacer: primero esta uno ~nunca hay que tomar partido por nadie. No Ie con testeporque apenas comenzaba a sentir el susto. Que noche.

o Escribo por ultima vez en este cuaderno. No tieneobjeto conservar puros desastres. Pero 10 guardare paraIeerlo dentro de much os afios. Tal vez entonces puedarefrrne de todo 10 que ha pasado. Lo de hoy me pare-cio increfble y me dolio mucho. Siento como una es-pecie de anestesia y veo las cosas como si estuvierandetras de un vidrio.

Yo solo, cuando no, fui a buscar la catastrofe. Nohubo clases porque hoy tomo posesion Ruiz Cortines.No se como ni por que se me ocurrio ir a Mocambo.Sin nadie pues no tengo amigos en la escuela, mi padrese fue en avion a Mexico para estar presente en el earn-bio de gobierno y le presto el yip a Duran, que hoy tuvo

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I· su dia libre. No pude conseguir cl Buick porque mimama, la Nena y Maricarmen prcsidieron en Tlacoral-pan un festival para los ninos pobres.

Subi al camion en Villa del Mar y me toco del laclodel sol. Aunque es diciembre hacia much a calor. AIbajarrne fui a tomar un refresco en un puesto de laplaya. Me serite, pedi una coca cola con nieve de limony me puse a terminar La ham oeinticinco. (Cuando voysolo a alguna parte sicmpre llevo libros 0 revistas.)

Estaba absorto en la lectura. No puse atencion alescandalo que hacian dos hombres sentados a la mesade arras. Habian bebido como diez cubalibres y entreun cerro de conchas de ostion hablaban de mujeres yse gritaban cosas de borracho abrazandosc. Al volver lavista qucde paralizado: eran Bill Montenegro y cl Vcr-dugo Rojo -sin mascara pero 10 rcconoci por su estatu-ra. ~De modo que tambicn la lucha librc cs mentira ylos enemigos mortales del ring son como herrnanos enla vida privada?

Por supuesto no se molestaron en mirar al idiota quecstuvo a punto de ser linchado por culpa suya. Me die-ron ganas de reclamarle a Montenegro -que no tenianada en los ojos ni herida alguna en la frentc. Ya esta-ban para caerse de ebriedad y me hubicran matado silos insulto.

Me levante dispuesto a no ver jarnas otra funcion delucha libre y no comprar ya nunca revistas dcportivas.Faltaba 10 mejor todavia. Antes de meterrne al agua fuia dejar mi ropa y mi libro entre las casuarinas sernbra-das en los medanos. Estaba a punto de quitarrnc lospantaloncs cuando vi que se acercaban, en traje debafio y tom ados de la mano, Ana Luisa y Duran.

Siguieron adelanto sin vcrrne. Ana Luisa se tcndi6 en

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la arena cerca de la orilla. A la vista de todo el mundo ,como si quisieran exhibirse, Duran se arrodillo a untar-Ie bronceador en la espalda y en las piernas. Aprovechoel viaje para besarla en el cuello y en la boca.

Yo temblaba sin poder dar un paso. No creia en 10que estaba viendo. Era el final de una pesadilla 0 deuna mala pelicula. Porque en la tierra no pasan tantascosas 0 al menos no suceden al mismo tiempo. Erademasiado y a la vez era cierto. Allf, a unos metros delas casuarinas que me ocultaban, Ana Luisa en bikini secachondeaba con Duran en presencia de todos; arras,en eI puesto, Bill Montenegro y el Verdugo Rojo semorian de risa por Ios cretinos que Ios mantienen ytoman en serio la lucha libre.

Debia irme cuanto antes. Si no al susto y a la decep-cion se iba a unir el ridiculo. Irme: ~que otra cosa podiahacer? ~Pelearme con Duran sabiendo que me acabarfaen un dos por tres? Reclamarle a Ana Luisa era imposi-bIe: me dijo con toda claridad que ya no querfa nadaconmigo. ~C6mo sentirme traicionado por ella, porDuran, por Montenegro? Ana Luisa no me pidio queme enamorara ni Montenegro que 10 "deferidiera" delVerdugo Rojo. Nadie tiene la culpa de que yo ignoraraque todo es una farsa y un teatrito. Me estrernecio pen-sar que pudiera ser cierto 10 que mecont6 Candelaria.De todas form as Ana Luisa fue honrada conmigo alapartarse.

Me decfa todo esto en mi interior para darme ani-mos. Porque nunca en mi vida me senti tan mal, tanhumillado, tan cobarde, tan esnipido. Pense en unavenganza inmediata. Con mis ultirnos pesos tome untaxi para ir a ver a Candelaria.

Toque a la puerta de su casa, a mana limpia porque

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no hay timbre. Nadie salfa. Ya me iba cuando se abrioun postigo y vi la cabeza de un bigoton malencarado,sudoroso, en camiseta, con el pelo revuelto. El tipo es clpadrastro de Candelaria pero desde luego estaba conella en otras funciones. Me echo una mirada de odio yme grito de la peor manera:

-~Que se le ofrece,jovencito?Y yo de imbecil todavia le pregunte:-Perdone ... ~esta Candelaria?-No, no esta ni va a cstar, (Pa'quc la quiere?-Ah, no, para nada .. Disculpe usted ... Es decir, 51...

Mire, le trafa un recado de Duran..; de su novio.Bueno, gracias ... No se preocupe: la veo manana en lafarmacia.

El bigot6n cerro furioso el postigo y toda la puerta seestrernecio. Que metida de pata mi supuesta venganza.Pense que si hoy segufa en la calle me iba a aplastar unaerolito, ahogarme un maremoto 0 cualquier cosa asi.

Vine a pie hasta la casa, con ganas de llorar peroaguantandome, con deseos de mandarlo todo ala chin-gada. Y sin embargo dispuesto a escribirlo y a guardar-10 a ver si un dfa me llega a parecer cornice 10 queahora veo tan tragico ... Pero quien sabe. Si, en opinionde mi mama, esta que vivo es "la etapa mas feliz de lavida", como estaran las otras, carajo.

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ILa zarpa

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A Fernando BurgosPadre, las cosas que habra ofdo en el confesionario yaquf en la sacristia ... Usted es joven, es hombre. Le seradiffcil entenderm~. No sabe cuanto me apena quitarlctiempo con mis problemas, pero ~a quien si no a ustcdpuedo confiarme? De verdad no se c6mo empezar. Especaclo alegrarse del mal ajeno. Toclos 10 cometemos~no es cierto? Fijese usted cuando hay un accidente, uncrimen, un incendio. Que alegrfa sienten los dernasporque no fue para ellos al menos una entre tantas des-gracias de este mundo.

Usted no es de aquf, padre, no conoci6 Mexico cuan-do era una ciudad pequefia, preciosa, muy c6moda, nola monstruosidad que padecemos ahora en 1971. En-tonces naciamos y morfamos en el mismo sitio sin cam-bial-nos nunca de barrio. Eramos de San Rafael, deSanta Maria, de la colonia Roma. Nada volvera a serigual... Perdone, estoy divagando. No tengo a nadiecon quien hablar y cuando me suelto ... Ay, padre, queverguenza, si supiera, jamas me habia atrevido a con-tarle esto a nadie, ni a usted. Pero ya estoy aquf. Des-pues me sentire mas tranguila.

Mire, Rosalba y yo nacimos en edificios de la mismacalle, con apenas tres meses de diferencia. Nuestrasmadres eran muy amigas. Nos llevaban juntas a la Ala-meda y a Chapultepec.Juntas nos enseriaron a hablar ya caminar. Desde que entramos en la escuela de parvu-los Rosalba fue la mas linda, la mas graciosa, la masinteligente. Le cafa bien a todos, era amable con toclos.

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En primaria y secundaria 10 mismo: la mejor alumna, laque portaba la bandera en las ceremonias, bailaba,actuaba 0 recitaba en los festivales. "No me cuesta tra-bajo estudiar", decfa. "Me basta ofr algo para aprender-melo de memoria."

Ay, padre, <por que las cosas estan mal repartidas?.Por que a Rosalba le toco 10 bueno y a mf 10 malo? Fea,c .gorda, bruta, antipatica, grosera, discola, malgeniosa.En fin ... Ya se imaginara 10 que nos paso al llegar a lapreparatoria cuando pocas mujeres alcanzaban esosniveles. Todos querfan ser novios de Rosalba. A mi queme comieran los perros: nadie se iba a fijar en la amigafea de la muchacha guapa.

En un periodiquito estudiantil publicaron: "Dicen lasmalas lenguas que Rosalba anda p'ar todas partes conZenobia para que el contraste haga resplandecer aiinmas su belleza unica, extraordinaria, incomparable".Desde luego la nota no estaba firmada. Pero se quien laescribio. No 10 perdono aunque haya pasado mas demedio siglo y hoy sea muy importante.

Que injusticia <no cree? Nadie escoge su cara. Sialguien nace fea por fuera la gente se las arregla paraque tam bien se vaya haciendo horrible por dentro. Alos quince afios, padre, ya estaba amargada. Odiaba ami mejor amiga y no podia demostrarlo porque ella erasiempre buena, amable, carifiosa conmigo. Cuando mequejaba de mi aspecto me decfa: "Que tonta eres.Como puedes creerte fea con esos ojos y esa sonrisa tanbonita que tienes". Era solo lajuventud, sin duda. A esaedad no hay quien no tenga su gracia.

Mi madre se habia dado cuenta del problema. Paraconsolarme hablaba de cuanto sufren las mujeres her-mosas y que facilmente se pierden. Yo querfa estudiar

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derecho, ser abogada, aunque entonees daba risa queuna mujer anduviera en trabajos de hombre. Habfamo:ipasado juntas toda la vida y no me an ime a entrar en launiversidad sin Rosalba.

Aiin no terminabamos la preparatoria cuando ellase caso con un muehacho bien que la habia eonoeidoen una kermes, Se Ia llevo a vivir al Paseo de la Refor-ma en una casa elegantfsima que demolieron haec rnu-cho tiempo. Desde luego me invito a la boda pero nofui. "Rosalba, ~que me pongo? Los invitados de tu espo-so van a pensar que Ilevaste a tu criada."

Tanta ilusion que tuve y desde los dieciocho arios mevi obligada a trabajar, primero en EI Palacio de Hierroy luego de secretaria en Hacienda y Credito Publico.Me quede arrumbada en el departamento donde naci,en las calles de Pino. Santa Marfa perdio su esplendol'de eomienzos de siglo y se vino abajo. Para entonees mimadre ya habia muerto en rnedio de sufrimientos terri-bles, mi padre estaba ciego por sus vicios de juven tud,mi herrnano era un borracho que toeaba la guitarra,hacfa eanciones y ambieionaba la gloria y la fortuna deAgustin Lara. Pobre de mi hermano: toda la vida quisohacerse digno de Rosalba y rnuriri asesinado en untugurio de Nonoalco.

Pasamos mucho tempo sin vernos. Un dfa Rosalba lle-go ala seccion de ropa intima, me saluda como si nada yme presento a su nuevo esposo, un extranjero que apenasentendfa el espariol. Ay,padre, aunque no 10 crea, Rosal-ba estaba mas linda y elegante que nunea, en plenitud,como suele decirse. Me sentf tan mal que me hubieragustado verla caer muerta a mis pies. Y 10 pear, 10 masdoloroso, era que ella, con toda su fortuna y su herrnosu-ra, segufa tan amable, tan sencilla de trato como siernpre.

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Prometi visitarla en su nueva casa de Las Lomas. No10 hice jamas. POl' las noches rogaba a Dios no volver acncontrarmela. Me decfa a mf misma: Rosalba nuncaviene a El Palacio de Hierro, compra su ropa en Esta-dos Unidos, no tengo telefono, no hay ninguna posibi-lidad de que nos veamos de nuevo.

A esas alturas casi todas nuestras amigas se habfanalejado de Santa Marfa. Las que seguian alli estabangordas, llenas de hijos, con maridos que les gritaban yles pegaban y se iban de juerga con mujeres de esas.Para vivir en esa forma mejor no casarse. No me caseaunque oportunidades no me faltaron. Por mas amola-dos que estemos siempre viene alguien a nuestra espal-da recogiendo 10 que tiramos a la basura.

Se fueron los afios, Serfa epoca de Avila Camacho 0

Aleman cuando una tarde en que esperaba el tranviabajo la lluvia la descubrf en su gran Cadillac, con cho-fer de uniforme y toda la cosa. EI automovil se detuvoante un sernaforo. Rosalba me identifico entre la gentey seofrecio a llevarme. Se habfa casado por cuarta 0

quinta vez, aunque parezca increfble. A pesar de tantotiempo, gracias a sus esmeros, segufa siendo la misma:su cara fresca de muchacha, su cuerpo esbelto, sus ojosverdes, su pelo castano, sus dientes perfectos ...

Me reclamo que no la buscara, aunque ella me man-dab a cada ano tarjetas de Navidad. Me dijo que el proxi-mo domingo el chofer iria a recogerme para que cena-ram os en su casa. Cuando llegamos, por cortesia lainvite a pasar. Yacepto, padre, imaginese: acepto, Ya sefigurara la pena que me dio mostrarle el departamentoa ella que vivfa entre tantos lujos y comodidades. Aun-que limpio y arreglado, aquello era el mismo cuchi-tril que conoci6 Rosalba cuando andaba tambien de

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pobretona. Todo tan viejo y miserable que por poco mesuelto a llorar de rabia y de vergiienza.

Rosalba se entristecio. Nunca antes habia regresadoallugar de donde sali6. Hicimos recuerdos de aquellasepocas, De repente se puso a contarme que infeliz sesentia. Por eso, padre, y fijese en quien se 10 dice, no de-bemos sentir envidia: nadie se escapa, la vida es igual deterrible con todos. La tragedia de Rosalba era no tenerhijos. Los hombres la ilusionaban un momento. Enseguida, decepcionada, aceptaba a algun otro de losmuch os que la pretendfan. Pobre Rosalba, nunca ladejaron en paz, 10 mismo en San ta Marfa que en la pre-paratoria 0 en esos lugares tan ricos y elegantes queconocio mas tarde.

Se qued6 poco tiempo. Iba a una fiesta y tenia quearreglarse. El domingo se present6 el chofer. Estuvotoea y toca el timbre. Lo espie por la ventana y no leabrf. Que iba a hacer yo, la fea, la gorda, la quedada, lasolterona, la empleadilla, en ese ambiente de riqueza.Para que exponerme a ser com parada de nuevo conRosalba. No sere nadie pero tengo mi orgullo.

Ese encuentro se me grab6 en el alma. Si iba al cineo me sentaba aver la televisi6n 0 a hojear revistas siem-pre encontraba mujeres hermosas parecidas a Rosalba.Cuando en el trabajo me tocaba atender a una mucha-cha que tuviera algun rasgo de ella, la trataba mal, Ieinventaba dificultades, buscaba formas de humillarladelante de los otros empleados para sentir: Me estoyvengando de Rosalba.

Usted me preguntara, padre, que me hizo Rosalba.Nada, 10 que se llama nada. Eso era 10 peor y 10 quemas furia me daba. Insisto, padre: siempre fue buena ycarifiosa conmigo. Pero me hundi6, me arruin6 la vida,

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solo por existir, por ser tan bella, tan inteligente, tanrica, tan todo.

Yo se 10 que es estar en el infierno, padre. Sin embar-go no hay plazo que no se cum pia ni deuda que no sepague. Aquella reunion en Santa Marfa debe de habersido en 1946. De modo que espere un cuarto de siglo.Y al fin hoy, padre, esta manana la vi en la esquina deMadero y Palma. Primero de lejos, despues muy de cer-ca. No puede imaginarse, padre: ese cuerpo maravillo-so, esa cara, esas piernas, esos ojos, ese cabello, se per-dieron para siempre en un tonel de manteca, bolsas,manchas, arrugas, papadas, varices, canas, maquillaje,colorete, rimel, dientes falsos, pestafias postizas, lentesde fondo de botella.

Me apresure a besarla y abrazarla. Habia acabado 10que nos separo. No importaba 10 de antes. Ya nuncamas seriarnos una la fea y otra la bonita. Ahora Rosalbay yo somos iguales. Ahora la vcjez nos ha hecho iguales.

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La fiesta brava

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A Lauro Zavala

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S E GRATIFICARA

AL TAXISTA 0 a cualquier personaque informe sobre el paradero delsenor ANDRES QUINTANA, cuya foto-graffa aparece al margen. Se extravi6el pasado viernes 13 de agosto de1971 en el trayecto de la avenida jua-

rez a la calle de Tonala en la colonia Roma, hacialas 23:30 (once y media) de la noche. Cualquierdato que pueda ayudar a su localizacion se agra-de cera en 10s'telefonos 511 93 03 Y533 12 50.

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LA FIESTA BRAVAUN CUENTO DE ANDRES QUINTANA

La tierra parece ascender, 10s arroza1es £lotan en el aire,se agrandan 10s arboles comidos por e1 defo1iador, bajoel estruendo concentrico de las asp as el helicopterohace su aterrizaje vertical, otros quince se posan en losalrededores, usted salta a tierra metralleta en mano,dispara y ordena disparar contra todo 10 que se muevay aun 10 inmovil, no quedara bambii sobre bambu, nohabra ningun sobreviviente en 10 que fue una aldea aorillas del rio de sangre,

ba1a, cuchillo, bayoneta, granada, Ian zallam as, culata,todo se vuelve instrumento de muerte, al terminar conlos habitantes incendian las chozas y vuelven a loshelicopteros, usted, capitan Keller, siente la paz deldeber cump1ido, arden entre las minas cadaveres demujeres, nifios, ancianos, no queda nadie porque, co-mo usted dice, todos los pobladores pueden ser delVietcong, sus hombres regresan sin una baja y con unsentimiento opuesto a la cornpasion, e1 asco y el horrorque les causaron 10s primeros combates,

ahora, capitan Keller, se encuentra a miles de kilome-tros de aquel infierno que envenena de violencia y dedroga al mundo entero y usted contribuyo a desatar, la

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guerra aun no termina pero usted no volvera a la tierraarrasada por el napalm, porque, pension de veterano,camisa verde, Rolleiflex, de pie en la Sala Maya delMuseo de Antropologia, atiende las explicaciones deuna muchacha que describe en ingles c6mo fue hal)adala tumba en el Templo de las Inscripciones en Palenque,

usted ha llegado aquf solo para aplazar el momento en~ue debera conseguir un trabajo civil y olvidarse paraslempre de Vietnam, entre todos los paises del mundoescogio Mexico porque en la agenda de viajes le infor-maron que era 10 mas barato y 10 mas pr6ximo, as! puesno!~ queda mas remedio que observar con fugaz admi-racion esta parte de un itinerario inevitable ,

en reali~ad. nada le ha impresionado, las mejores piezaslas habl~ VISto en reproducciones, desde luego en supresencia real se ven muy distintas, pero de cualquicrmodo no le producen mayor emoci6n los vestigios deun mundo aniquilado por un imperio que fue tanpoderoso como el suyo, capitan Keller,

salen, cruzan el patio, el viento arroja gotas de la fuen-te, entran en la Sala Meshica, vamos a ver, dice Ia gufa,apenas un~ minima parte de 10 que se caIcula produje-ron los artistas aztecas sin instrumentos de metal ni rue-das ,par: tr~nsportar los gran des bloques de piedra,aqUI esta casi todo 10 que sobrevivi6 a la destruccion deM~xico- Tenochtitlan, la gran ciudad ent.errada bajo eJrrusmo suelo que, senoras y senores, pisan ustedes,

la violencia inm6vil de la escultura azteca provoca enusted una respuesta que ninguna obra de arte Ie habia

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suscitado, cuando menos 10 esperaba se ve ante el acremonolito en que un escultor sin nombre fijo comoquien petrifica una obsesion la imagen implacable deCoatlicue, madre de todas las deidades, del sol, la lunay las estrellas, diosa que crea la vida en este planeta yrecibe a los muertos en su cuerpo,

usted queda imantado por ella, imantado, no hay otrapalabra, suspendera los tours a Teotihuacan, Taxco yXochimilco para volver al Museo jueves, viernes y saba-do, sentarse frente a Coatlicue y reconocer en ella algoque usted ha intuido siempre, capitan,

su insistencia provoca sospechas entre los cuidadores,para justificarse, para disimular esa fascinacion abe-rrante, usted se compra un block y empieza a dibujaren todos sus detalles a Coatlicue,

el domingo le parecera absurdo su interes en unaescultura que Ie resulta ajena, y en vez de volver alMuseo se inscribira en la excursion FIESTA BRAVA, losamigos que ha hecho en este viaje Ie preguntaran porque no estuvo con ellos en Taxco, en Cuernavaca, enlas pirarnides y en los jardines flotantes, en donde seha metido durante estos dias, ~acaso no leyo a D. H.Lawrence, no sabe que la ciudad de Mexico es sinies-tra y en cada esquina acecha un peligro mortal?, no,no, jamas salga solo, capitan Keller, con estos mexica-nos nunc a se sabe,

no se preocupen, me se cuidar, si no me han visto esporque me paso todos los dias en Chapultepec dibu-jando las mejores piezas, y ellos, para que pierde su

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tiempo, puede comprar libros, postales, slides, repro-ducciones en miniatura,

cuando termina la conversacion en la plaza Mexico,suena el clarfn, se escucha un pasodoble, aparecen en I

el ruedo los matadores y sus cuadrillas, sale el primertoro, 10 capotean, pican, banderillean y matan, usted sehorroriza ante el espectaculo, no resiste ver 10 que lehacen al toro, y dice a sus compatriotas, salvajes mexi-can os, como se puede torturar asf a los animales, quepais, esta maldita FIESTA BRAVA explica su atraso, sumiseria, su servilismo, su agresividad, no tienen ningunfuturo, habria que fusilarlos a todos, usted se levanta,abandona la plaza, toma un taxi, vuelve al Museo a con-templar a la diosa, a seguir dibujaridola en el pocotiempo en que aiin estara abierta la sala,

despues cruza el Paseo de la Reforma, llega a la acerasobre el lago, ve iluminarse el Castillo de Chapultepecen el cerro, un hombre que vende helados empuja sucarrito de metal, se le acerca y dice, buenas tardes,senor, dispense usted, le interesa mucho todo 10 azteca~no es verdad?, antes de irse ~no le gustaria conoceralgo que nadie ha visto y usted no olvidara nunc a?,puede confiar en mi, senor, no trato de venderle nada,no soy un estafador de turistas, 10 que Ie ofrezco no lecostara un solo centavo, usted en su dificil espafiol res-ponde, bueno, que es, de que se trata,

no puedo decirle ahora, senor, pero estoy seguro deque le interesara, solo tiene que subirse al ultimo carrodel ultimo metro el viernes 13 de agosto en la estaci6nInsurgentes, cuando el tren se detenga en el tunel

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entre Isabella Catolica y Pino Suarez y las puertas scabran por un instante, baje usted y carnine hacia eloriente por el lado derecho de la via hasta en~~nt~aruna luz verde, si tiene la bondad de aceptar rm mvita-cion 10 estare esperando, puedo jurarle que no se arre-pentira, como le he dicho es algo muy especial, once ina lifetime, pronuncia en perfecto ingles para asombrode usted, capitan Keller,

el vendedor detendra un taxi, Ie dara el nombre de suhotel, como es posible que 10 supiera, y casi 10 empu-jara al interior del vehfculo, en el camino pensara, fueuna broma, un estupido juego mexicano para tomar elpelo a los turistas, mas tarde modificara su opinion,

y por la noche del viernes seiialado, camisa verde,Rolleiflex, descendera a la estacion Insurgentes y cuan-do los magnavoces anuncien que el tren subterraneo. s~halla a punto de iniciar su rccorrido final, usted subiraal ultimo vagon, en el solo hallara a unos cuantos traba-jadores que vuelven a su casa en Ciudad Nezahualcoyotl,al arran car el convoy usted vera en el anden opuesto aun hombre de baja estatura que lleva un portafoliosbajo el brazo y grita algo que usted no alcanzara a es-cuchar,

ante sus ojos pasaran las estaciones Cuauhternoc, Bal-deras, Salto del Agua, Isabel la Catolica, de pronto seapagaran la iluminacion externa y la interna, el metrose detendra, bajara usted a la mitad del ninel, caminarasobre el balasto hacia la iinica luz aiin encendida cuan-do el tren se haya alejado, la luz verde, la camisa bri-llando fantasmal bajo la luz verde, entonces saldra a su

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encucntro el hombre que vende helados enfrente delMuseo,

ahora los dos se adentran por una galena de piedra,abierta a juzgar por las filtraciones y el olor a cieno enel lecho del lago muerto sobre el que se levanta la ciu-dad, usted pone un flash en su carnara, el hombre 10detiene, no, capitan, no gaste sus fotos, pronto tendramucho que retratar, habla en un ingles que asombrapor su naturaHdad, ~en donde aprendio>, Ie pregunta,nacf en Buffalo, vine por decision propia a la tierra demis antepasados,

el pasadizo se alumbra con hachones de una maderaarornatica, Ie dice que es ocote, una especie de pino,crece en las montaiias que rodean la capital, no quicrcconfesarse, tengo miedo, como va a asaltarme aguf, elmiedo que no senti en Vietnam,

~para que me ha trafdo?, para ver la Piedra Pintada, lamas grande escultura azteca, la que conmemora 10:-;triunfos del emperador Ahuizotl y no pudieron encon-trar durante las excavaciones del Metro, usted, capitanKeller, fue elegido, usted sera el primer blanco que layea desde que los cspaiioles la sepultaron en el lodopara que los vencidos perdieran la memoria de su pasa-da grandeza y pudieran ser despojados de todo, rnarca-dos a hierro, convertidos en bestias de trabajo y decarga,

el habla de este hombre 10 sorprende por su vehemcn-cia, capitan Keller, y todo se agrava porque 105 ojos desu interlocutor parecen resplandecer en la penumbra,

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usted los ha visto antes, ~en dondei', ojos oblicuos peroen otra forma, los que llamamos indios llegaron por elEstrecho de Bering, ~no es asf? Mexico tam bien es asia-tico, podrfa decirse, pero no temo a nada, pertenecf almejor ejercito del mundo, invicto siempre, soy un vete-rano de guerra,

ya que ha aceptado meterse en todo esto, conffa en quela aventura valga la pena, puesto que ha descendido aotro infierno espera el premio de encontrar una ciu-dad subterranea que reproduzca al detalle la Mexico-Tenochtitlan con sus lagos y sus canales como la repre-sentan las maquetas del Museo, pero, capitan Keller, nohay nada semejante, solo de trecho en trecho aparecenruinas, fragmentos de adoratorios y palacios aztecas,cuatro siglos arras sus piedras se emplearon como base,cimiento y reUeno de la ciudad espanola,

el olor a fango se hace mas fuerte, usted tose, se ha res-friado por la humedad intolerable, todo huele a encie-rro y a tumba, el pasadizo es un inmenso sepulcro,abajo esta el lago muerto, arriba la ciudad moderna,ignorante de 10 que lleva en sus entrafias, por la dis-tancia recorrida, supone usted, deben de estar muycerca de la gran plaza, la catedral y el palacio,

quiero salir, saqueme de aquf, Ie pago 10 que sea, dicea su acornpafiante, espere, capitan, no se preocupe,todo esta bajo control, ya vamos a llegar, pero ustedinsiste, quiero irme ahora mismo le digo, usted no sabequien soy yo, 10 se muy bien, capitan, en que Ifo puedemeterse si no me obedece,

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usted no ruega, no pide, manda, impone, hum ilIa, estaacostumbrado a dar 6rdenes, los inferiores tienen queobedecerIas, la firmeza siempre da resultado, el vende-dor contesta en efecto, no se preocupe, estamos apunto de llegar a una salida, a unos cincuenta metrosIe muestra una puerta oxidada, la abre y Ie dice con 1amayor suavidad, pase usted, capitan, si es tan amab1e,

y entra usted sin pensarlo dos veces, seguro de quesaldra a la superficie, y un segundo mas tarde se hallaencerrado en una camara de tezont1e sin mas 1uz niventilaci6n que las producidas por una abertura deforma indescifrable, ~el glifo del viento, el glifo de lamuerte?,

a diferencia del pasadizo allf el suelo es firme y parejo,ladrillo antiqufsimo a tierra apisonada, en un rinc6nhay una estera que los mexican as Uaman petate, ustedse tiende en ella, esta cansado y temeroso pero no duer-me, todo es tan irreal, parece tan il6gico y tan absurdoque usted no alcanza a ordenar las impresiones recibi-das, que vine a hacer aqui, quien demonios me mand6venir a este maldito pafs, c6mo pude ser tan idiota deaceptar una invitaci6n a ser asaltado, pronto Ilegaran aquitarme la camara, los cheques de viajero y el pasa-porte, son simples ladrones, no se atreveran a matarme,

la fatiga vence a 1a ansiedad, 10 adormecen el 01or alegamo, el rumor de conversaciones lejanas en un idio-ma desconocido, los pasos en el corredor subterraneo,cuando por fin abre los ojos comprende, anoche nodebio haber cenado esa atroz comida mexicana, por suculpa ha tenido una pesadilla, de que manera el

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inconsciente saquea la realidad, el Museo, la esculturaazteca, el vendedor de helados, el Metro, los tunelesextraiios y amenazantes del ferrocarril subterraneo, ycuando cerramos los ojos Ie da un orden 0 un desordendistintos,

que descanso despertar de ese horror en un cuarto lim-pio y seguro del Holiday Inn, ~habra gritado en elsueiio?, menos mal que no fue el otro, el de los vietna-mitas que salen de la fosa cormin en las mismas condi-ciones en que usted 10s dej6 pero agravadas por losaiios de corrupcion, menos mal, que hora es, se pre-gunta, extiende la mano que se mueve en el vacio ytrata en vano de alcanzar la lam para, la lam para noesta, se llevaron la mesa de noche, usted se levanta paraencender la luz central de su habitacion,

en ese instante irrumpen en la celda del subsuelo loshombres que 10llevaran a la Piedra de Ahuizotl, la granmesa circular acanalada, en una de las piramides geme-las que forman el Templo Mayor de Mexico-Tenochti-tlan, 10 aseguran contra la superficie de basalto, Ieabren el pecho con un cuchillo de obsidiana, Ie arran-can el corazon, abajo danzan, abajo tocan su rmisicatristfsima, y 10 levantan para ofrecerlo como alimentosagrado al dies-jaguar, al sol que vi~6 por las sclvas dela noche,

y ahora, mientras su cuerpo, capitan Keller, su cuerpodeshilvanado rueda por la escalinata de Ia piramide,con la fuerza de la sangre que acaban de ofrendarle elsol renace en forma de aguila sobre Mexico-Tenochti-tlan, el sol eterno entre los dos volcanes.

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Andres <:Luintana escribio entre guiones eI rnirriero 78en ~a hoja de papel revolucion que acababa de intro-duc.lr en. la ~aquina electrica Smith-Corona y se volviohacia la 1ZqUl~rdapara leer la pagina de The PopulationBomb. E~ ese mstante un grito 10 aparto de su trabajo:-FBI. Arnba las manos. No se mueva-. Desde Ias cuatrode la tarde el televisor habfa son ado a todo volumen enel departamento contiguo. Enfrente los j6venes que~ormaban un conjunro de rock atacaron eI mismo pasa-Je ensayado desde el mediodfa:

Wheres your momma gone?VVhere'syour momma gone?Little baby donLittle baby donWhere's your momma gone?Wheres your momma gone?Far,far away.

Se pus~ de pie, cerro la ventana abierta sobre eI hi-gu~re pauo interior, volvio a sentarse al escritorio y re-leyo:

SC'..ENARIO II. En 1979 the last non-Communist Gooerne-ment in Latin A merica, that of Mexico, is replaced by a Chi-n~e supported military junta. The change occurs at the endof a decade of frustration and failure for the United States.

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Famine has swept repeatedly across Africa and South A me-rica. Food riots have often became anti-A merican riots.

Medit6 sobre el termino que traducirfa mejor la pala-bra scenario. Consult6 la seccion English/Spanish delNew World. "Libreto, guion, argumento." No en el con-texto. ~Tal vez "posibilidad, hip6tesis"? Reley6 la pri-mera [rase y con el fndice de la mana izquierda (unaccidente infantille habfa paralizado la derecha) escri-bi6 a gran velocidad:

En 1979 el gobierno de Mexico (~el gobierno mexica-no?), ultimo no-comunista que quedaba en America Lati-na (~Latinoamerica, Hispanoamerica, Iberoamerica,la America espafiolai'), es reemplazado (~derrocado?)por una junta militar apoyada por China(~con respaldochino?)

Al terminar Andres leyo el parrafo en voz alta: -"quequedaba", suena horrible. Hay dos "pores" seguidos. E"ina-ina". Que prosa. Cad a vez traduzco peor-. Sac6 lahoja y bajo el antebrazo derecho la prens6 contra la me-sa para romperla con la mana izquierda. Son6 el tele-fono.

-Diga.-Buenas tardes. ~Puedo hablar con el senor Quin-

tana?-sr, soy yo.-Ah, quihubole, Andres, como estas, que me cuen-

tas.-Perdon ... ~quien habla?-~Ya no me reconoces? Claro, hace siglos que no con-

versamos. Soy Arbelaez y te voy a dar lata como siempre.

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-Ricardo, hombre, que gusto, que sorpresa. Llevabaan os sin saber de ti.

-Es increfble todo 10 que me ha pasado. Ya te contarecuando nos reunamos. Pero antes dejame decirte queme ernbarque en un proyecto sensacional y quiero versi cuento contigo.

-Sf, c6mo no. ~De que se trata?-Mira, es cuestion de reunirnos y conversar. Pero te

adelanto algo aver si te animas. Vamos a sacar una revis-ta como no hay otra en Mexiquito. Aunque es diffcil cal-cular estas cosas, creo que va a salir algo muy especial.

-~Una revista literaria?-Bueno, en parte. Se trata de hacer una especie de

Esquire en espafiol. Mejor dicho, una mezcla de Esquire,Playboy, Penthouse y The New Yorker -~no te parece unalocura?- pero desde luego con una proyecci6n latina.

-Ah, pues muy bien -dijo Andres en el tono mas des-ganado.

-~Verdad que es buena onda el proyecto? Hay dine-ro, anunciantes, distribucion, equipo: todo. Meteremospublicidad distinta segiin los pafses y vamos a imprimiren Panama. Queremos que en cada mimero haya re-portajes, cronicas, entrevistas, caricaturas, crfticas, hu-mor, secciones fijas, un "desnudo del mes" y otras dosencueradas, por supuesto, y tambien un cuento ineditoescrito en espafiol,

-Me parece estupendo.-Para el primero se habfa pensado en comprarle uno

a Cabo... No estuve de acuerdo: insisti en que debfamoslanzar con proyecci6n continental a un autor mexica-no, ya que la revista se hace aquf en Mexiquito, tiene esedefecto, ni modo. Desde luego, pense en ti, aver si noshaces el honor.

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-Much as gracias, Ricardo. No sabes cuanto te agra-dezco.

-Entonees ~aeeptas? . _-sr, claro ... Lo que pasa es que no tengo mngu~ euen-

to nuevo ... En realidad haee mucho que no escnbo.-jNo me digas! ~Yeso?-Pues ... problemas, chamba, desaliento ... En fin, 10

de siempre.-Mira, olvfdate de todo y sientate a pensar en tu rela-

to ahora mismo. En cuanto este me 10 traes. Sup~ngoque no tardaras mucho. Queremos saear el pn~ermimero en dieiembre para salir con todos los anunciosde fin de afio ... A ver: ~a que estamos ...? 12 ~e ag?sto ...Seria perfecto que me 10 entre~aras ..: el dia pnmer~no se trabaja, es el informe presidencial.; el 2 de septiembre ~te parece bien? .

-Pero, Ricardo, sabes que me tardo sl.glos .eon uncuento ... Hago diez 0 doce versiones ... MCJor dicho: metardaba, hacia. .

-Oye, debo decirte que por primera vez en este pm-che pais se trata depagar bien, como se merece, un tex-to literario. A nivel internacional no es .gr~n cosa, perocon base en 10 que suelen darte en MeXtqUl~o es una [or-

He pedido para ti mil quinientos dolares.tuna.. ';l-~Mil quinientos dolares por un cuento.-No esta nada mal ~verdad? Ya es hora de que se nos

quite 10 subdesarrollados y aprendamos ~ cobrar nues-tro trabajo ... De manera, mi queri~o Ricardo, que ~eme vas poniendo a escribir en este mstante. Toma rmsdatos, por favor. . .

Andres apunto la direcci6n y el telefono en la esq~l~na superior derecha de un periodico en el que se lefa:HAY QUE FORTALECER LA SITUACI6N PRIVILEGIADA QUE

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TIENE MEXICO DENTRO DEL TURISMO MUNDIAL. Abun-do en expresiones de gratitud hacia Ricardo. No quisocontinuar Ia traduccion. Ansiaba la IIcgada de su espo-sa para contarIe del milagro.

Hilda se asornbro: Andres no estaba quejumbroso ydesesperado como siempre. AI ver su entusiasmo noquiso disuadirlo, por mas que la tentativa de empezar Yterminar el cuento en una sola noche Ie parecia con-denada al fracaso. Cuando Hilda sc fue a dorrnirAndres escribio el titulo, LA FIESTA BRAVA, Y las primc-ras palabras: "La tierra parece ascender".

L1evaba anos sin trabajar de noche con el pretexto deque el ruido de la maquinn molestaba a sus vecinos. Enrealidad tenia mucho sin hacer mas que traducciones yprosas burocniticas. Andres hallo de nifio su vocacionde cuentista y quiso dedicarse solo a este genero. Dcadolescente su bibIioteca estaba forrnada sobre todopor colecciones de cuentos, Contra la dispersion de susamigos el se enorgullecia de casi no leer poemas, nove-las, ensayos, dramas, fi1osoffa, historia, libros politicos,y frecuentar en cambio los cuentos de los grandesnarradores vivos y muertos.

Durante algunos an os Andres curso la carrera dearquitectura, obIigado como hijo tirrico a seguir la pro-fesion de su padre. Por Ias tardes iba como oyente a loscursos de Filosoffa y Letras que pudieran ser utile» parasu formaci on como escritor. En la Ciudad Universitariarecien inaugurada Andres conoci6 al grupo de la revis-ta Trinchera, impresa en papel sobrante de un diario denota roja, y a su director Ricardo Arbelaez, que sindecirlo actuaba como maestro de esos jovenes.

Ya cumplidos los treinta y varios arios despues de

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haberse titulado en derecho, Arbelaez querfa docto-rarse en literatura y convertirse en el gran critico queiba a establecer un nuevo orden en las letras mexica-nas. En la Facultad y en el Cafe de las Americas habla-ba sin cesar de sus proyectos: una nueva historia litera-ria a partir de la estetica marxista y una gran novelacapaz de representar para el Mexico de aquellos aiios10 que En busca del tiempo perdido significo para Francia.El insinuaba que habfa roto con su familia aristocratica,una mentira a todas luces, y por tanto haria su libro converdadero conocimiento de causa. Hasta entonces suobra se limitaba a reseiias siempre adversas y a textoscontra el PRI y el gobierno de Ruiz Cortines.

Ricardo era un misterio aun para sus mas cercanosamigos. Se murmuraba que tenia esposa e hijos y, con-tra sus ideas, trabajaba pOl' las maiianas en el bufete deun abogangster defensor de los indefendibles y famosopor sus escandalos. Nadie 10 visito nunca en su oficinani en su casa. La vida publica de Arbelaez empezaba alas cuatro de la tarde en la Ciudad Universitaria y ter-minaba alas diez de la noche en el Cafe de las Ame-ricas.

Andres siguio las enseiianzas del maestro y publicosus primeros cuentos en Trinchera. Sin renunciar a suactitud critica ni a la exigencia de que sus discfpulosescribieran la mejor prosa y el mejor verso posibles,Ricardo consideraba a Andres "el cuentista mas pro-metedor de la nueva gcneracion". En su balance litera-rio de 1958 hizo el elogio definitivo: "Para narrar, nadiecomo Quintana".

Su preferencia cause estragos en el grupo. A partirde entonces Hilda se f90 en Andres. Entre todos los deTrinchera solo el sabfa escucharla y apreciar sus poemas.

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Sin embargo no habfa intimado con ella porque Hildaestaba siempre al lado de Ricardo. Su relacion jamasqued6 clara. A veces parecfa la intocada discfpula yadmiradora de quien les indicaba que leer, que opinar,como escribir, a quien admirar 0 detestar. En ocasio-nes, a pesar de la diferencia de edades, Ricardo la tra-taba como a una novia de aquella epoca y de cuando encuando todo indicaba que tenfan una relacion muchomas intima.

Arbelaez paso unas semanas en Cuba para hacer unlibro, que no llego a escribir, sobre los primeros mesesde la revolucion. Insinuo que el habfa presentado aErnesto Guevara y a Fidel Castro y en agradecimientoambos 10 invitaban a celebrar el triunfo. Esta mentira,penso Andres, comprobaba que Arbelaez era un .mito-mano. Durante su ausencia Hilda y Quintana se vierontodos los dfas y a toda hora. Convencidos de que nopodrfan separarse, decidieron hablar con Ricardo encuanto volviera de Cuba.

La misma tarde de la conversacion en el cafe Paler-mo, el 28 de marzo de 1959, las fuerzas armadas rom-pieron la huelga ferroviaria y detuvieron a su lfderDemetrio Vallejo. Arbelaez no objeto la union de susamigos pero se aparto de ellos y no volvio a Filosofia yLetras. Los amores de Hilda y Andres marcaron el findel grupo y la muerte de Trinchera.

En febrero de 1960 Hilda quedo embarazada.Andres no dudo un instante en casarse con ella. Lamadre (a quien el marido habfa abandonado con doshijas pequeiias) acepto el matrimonio como el malmenor. Los senores Quintana 10 consideraron unaequivocaci6n: a punto de cumplir veintincinco afiosAndres dejaba los estudios cuando ya solo le faltaba

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presentar la tesis y no podria sobrevivir como ~sc.ritor.Ambos eran catolicos y miembros del MovimientoFamiliar Cristiano. Se estremedan al pensar e~ unaborto una madre soltera, un hijo sin padre. Resigna-dos, obsequiaron a los nuevos esposos al~n dinero?una casita seudocolonial de las que el arquitecto habl~construido en Coyoacan con materjales de las dernoli-ciones en la ciudad antigua.

Andres, que aun seguia trabajando cada noche e~sus cuentos y se negaba a publicar un lib:o, nu~ca escrr-bi6 notas ni resefias. Ya que no podia dedicarse alperiodismo, mientras intentaba abrirse pa~o comoguionista de cine tuvo que redactar.las ~emonas de ungeneral revolucionario. Ningiin script satisfizo a los pro-ductores. Por su parte Arbelaez ernpezo a colab?rarcada semana en Mexico en la Cultura. Durante un tiern-po sus criticas feroces fueron rnuy comentadas.

Hilda perdio al nino en el sexto mes de e~baraz~.Quedo incapacitada para concebir, abandono la Uni-versidad y nunca mas volvio a hacer poemas. El generalmurio cuando Andres iba a la mitad del segundo volu-men. Los herederos cancelaron el proyecto. En 1961Hilda y Andres se mudaron a un som~rfo departamen-to mterior de la colonia Roma. El alquiler de su casa enCoyoacan tompletarfa 10 que ganaba Andres tradu-ciendo libros para una empresa que fomentab~ el pa-namericanismo, la Alianza para el Progreso y la Imagende John Fiztgerald Kennedy. En el ~uplemen:o por exce-lencia de aquellos afios Arbelaez (sm mencI?nar a An-dres) de nuncio a la casa editorial como tentaculo de laCIA. Cuando la inflacion pulverize SU presupuesto, lasamistades familiares obtuvieron para Andres la plaza decorrector de estilo en la Secretarfa de Obras Piiblicas.

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Hilda empezo a trabajar con su hermana en la bout1qrude Madame Marnat en la Zona Rosa.

En 1962 Sergio Galindo, en la serie Ficcion de la Un i-versidad Veracruzana, publico Fa!Julaciones, el primer yultimo libro de Andres Quintana. Fauulaciones tuvo lamala suerte de salir al mismo ticrnpo y en la misrnacoleccion que la segllnda obra de Gabriel Garcia l'v1;-i r-quez, Los funeraies de la Mama Grande, yen los moses deAura y La muerte de Artemio Cruz. Sc vendieron cicntotreinta y cuatro de sus dos mil ejemplares y Andres com-pro otros setenta y cinco. Hubo una sola reseria escritapor Ricardo en el nuevo suplemento La Cullum enMexico. Andres Ie m.indo una carta de agradecimiento.Nunca supo si habia Ilegado a manos de Arbelaez.

Despues las revistas mexicanas dejaron durante rnu-cho tiempo de publicar narraciones breves y el auge dela novela hizo que ya muy pocos se interesaran porescribirIas. Edmundo Valades inicio t-'l Cuento en 1964 yreprodujo a 10 largo de varios afios algunos textos deFabulaciones. Joaqufn Dfez-Cancdo le picli6 una nuevacoleccion para la Serie del Volador de su editorial Joa-quin Moniz. Andres Ie prometio al subdirector, Bcr-nardo Giner de los Rios, que en marzo de 1966 iba aentregarle el nuevo libro. Concurso en vano p()] L\beca del Centro Mexicano de Escritores. Se desalcnro.pospuso eI volver a escribir para una cpoca en quetodos sus problemas se hubieran resuelto e Hilda Y st:hermana pudieson independizarse de Madame Marnaty establecer su propia tienda.

Ricardo habfa visto interrumpida su labor cuando sesuicido un escritor victima de un comcntario. No huboen el medio nadie que 10 defendiera del esdndalo. En

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cambio el abogangster salio a los peri6dicos y argu-ment6: No hay quien se quite la vida por una nota demala fe; el senor padecfa suficientes problemas y enfer-medades como para negarse a seguir viviendo. El suici-dio Y e1 resentimiento acumulado hicieron que la ciu-dad se Ie volviera irrespirable a Ricardo. A1 no hallareditor para 10 que iba a ser su tesis, tuvo que humillar-se a imprimirla por su cuenta. El gran esfuerzo de revi-sar la novela mexican a hallo un solo eco: Ruben Sala-zar Mallen, uno de los mas antiguos crfticos, lament6como finalmente reaccionaria la aplicaci6n dogrnaticade las teorfas de Georg Lucaks. El rechazo de su mode-10 a cuanto significara vanguardismo, fragmentaci6n,alienacion, condenaba a Arbelaez a no entender loslibros de aquel momento y destrufa sus pretensiones denovedad y originalidad. Hasta entonces Ricardo habiasido el juez y no el juzgado. Se deprimio pero tuvo lanobleza de admitir que Salazar Mallen acertaba en susobjeciones.

Como tantos otros que prometieron todo, Ricardo seestrello contra e1 muro de Mexico. Volvi6 pOl' alguntiempo a La Habana y luego obtuvo un puesto comoprofesor de espafiol en Checoslovaquia. Estaba enPraga cuando sobrevino la invasion sovietica de 1968.Lo ultimo que supieron Hilda y Andres fue que habiaemigrado a Washington y trabajaba para la OEA. En unsegundo pasaron los sesenta, cambi6 el mundo, Andrescumpli6 treinta an os en 1966, Mexico era distinto yotros eran los j6venes que llenaban los sitios dondeentre 1955 y 1960 ellos escribieron, leyeron, discutie-ron, aprendieron, publicaron Trinchera, se amaron, seapartaron, siguieron su camino 0 se frustraron.

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Sea como fuere, Andres Ie decfa a Hilda pOl' las noches,mi vocaci6n era escribir y de un modo 0 de otro la estoycumpliendo. / Al fin y al cabo las traducciones, los fo-lletos y aun los oficios burocraticos pueden estar tanbien escritos com9 un cuento c:no crees? / S610 por unconcepto elitista y arcaico puede creerse que 10 unicovalido es la Hamada "literatura de creacion" c:no te parc-ce? / Adernas no quiero competir con los escritorzue-los mexicanos in£lados por la publicidad; noveluchascomo las que ahora tanto elogian los seudocrfticos quepadecemos, yo podria hacerlas de a diez por afio c:ver-dad? / Hilda, cuando esten hechos polvo todos 105

libros que hoy tienen exito en Mexico, alguien leeraFabulaciones y entonces ... /

Yahora por un cuento -cl primero en una decada, elunico posterior a Fabulaciones- estaba a punto de reci-bir 10 que ganaba en meses de tardes enteras ante lamaquina traduciendo 10 que definfa como ilegibros. Ibaa pagar sus deudas de oficina, a comprarse las cosas quele faltaban, a comer en restaurantes, a irse de vacacio-nes con Hilda. Gracias a Ricardo habfa recuperado suimpulso literario y dejaba atras los pretextos para ocul-tarse su fracaso esencial:

En e1 subdesarrollo no se puede ser escritor. / Esta-mos en 1971: el libro ha muerto: nadie volvera a leernunca: ahora 10 que me interesa son los mass media. /Bueno, cuando se trata de escribir todo sirve, no haytrabajo perdido: de mi experiencia burocratica, ya ve-ras, saldran cosas. /

Con el Indice de la mano izquierda escribi6 "los arro-zales £lotan en e1aire" y prosigui6 sin dctenerse. Nuncaantes 10 habfa hecho con tanta fluidez. A las cinco de lamanana puso el punta final en "entre los dos volcanes".

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Leyo sus paginas y sintio una plenitud descon~ci~la.Cuando se fue a dormir se habia fumado una caJettllade Viceroy y bebido cuatro coca colas pero acababa determinar LA FIESTA BRAVA.

Andres se levanto a las once. Se bafio, se afeito y llamopor telefono a Ricardo.

-No puede ser. Ya 10 tenias escrito. .-Te juro que no. Lo hice anoche. Voy a ~or~e?lrl~ y

a pasarlo en limpio. A ver que te parece. Ojala funcio-ne. ~Cmindo te 10 llevo?

-Esta misma noche si quieres. Te espero alas nueveen mi oficina.

-Muy bien. Alli estare alas nueve en punto. Ricardo,de verdad, no sabes cuanto te 10 agradezco.

-No tienes nada que agradecerme, Andres. Te man-do un abrazo.

Hable a Obras Public as para disculparse por suausencia ante eljefe del departamento. Hizo cambios amana y reescribio el cuento a maquiria. Comi6 unsandwich de mortadela casi verdosa. Alas cuatroemprendi6 una ultima version en papel bond de Kim-berly Clark. Llamo·a Hilda a la boutique de Ma~ameMarnat. Le dijo que habia terminado el cuento e iba aentregarselo a Arbelaez. Ella le contest6:

-De seguro vas a llegar tarde. Para no quedarme solaire al cine con mi hermana.

-Ojala pudieran ver Ceremonui secreta. Es de Joseph

Losey. ,. 1 ?-Si, me gustaria. ~No sabes en que cme a pasan.Bueno, te felicito por haber vuelto a escribir. Que tevaya bien con Ricardo.

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Alas ocho y media Andres subio al metro en la ('Sl<l-

cion Insurgentes. Hizo el cambio en Balderas, dcsccn-dio en Juarez y lleg6 puntual a la oficina. La sccrctariaera tan hermosa que el se avergonzo de su dclgaclcz, subaja estatura, su ropa gastada, su mana tullida. A lospoeos minutos 1ajoven le abrio las puertas de un des-paeho iluminado en exceso. Ricardo Arbelacz sclevanto del escritorio y fue a su cncucntro para abra-zarlo,

Doce arios habfan pasado desde aqucl 28 de m(lJ'ZOde 1959. Arbelaez Ie parecio irreconociblc con cl 1r;ljc

de Shantung azul-turquesa, las patillas, el big-Ole, l~)santcojos sin aro, el pelo entrecano. Andres volvio a SCI1-

tirse fuera de lugar en aquella ofieina de ventanas sobrela Alameda y paredes eubiertas de fotomurales con vie-jas litograffas de la ciudad.

Se eserutaron por unos euantos scgundos. Andressintio forzada Ia aetitud antinostalgica, de como deciamosayer, que adoptaba Ricardo. Ni una palabra aeerca de lavieja epoca, ninguna pregunta sobre Hilda, ni el mcnorintento de ponerse al corriente y hablar de sus vidasdurante ellargo tiempo en que dejaron de verse. Creyoque la cordialidad telef6nica no tardaria en rompcrsc., Me trajo a su terreno. / Va a dernostrarrne su podcr. /EI ha cambiado. / Yo tambien. / Ninguno de 105 elm ex10 que quisiera haber sido. / Ambos nos traieionamos anosotros misrnos. / ~Aquien le fue peor?

Para romper la tension Arbelaez 10 invito a scntarscen el sofa de cuero negro. Se coloco frente a el y lc ofre-ci6 un Benson & Hedges (antes fumaba Delicados).Andres saco del portafolios LA FIESTA BRAVA. Ricardoaprecio la mccanograffa sin una sola corrcccion manus-crita. Sicmprc 10 admiraron Ios originalcs impccablcs

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de Andres, tanto mas asombrosos porque estaban he-chos a toda velocidad y con un solo dedo.

- Te quedo de un tamafio perfecto. Ahora, si me per-mites un instante, voy a leerlo con Mr. Hardwick, el edi-tor-in-chieJde la revista. Es de una onda muy padre. Tra-bajo en Time Magazine. ~Quieres que te presente con el?

-No, gracias. Me da pena .-~Pena por que? Sabe de ti. Te esta esperando.-No hablo ingles.-IComo! Pero si has traducido miles de libros.-Quiza por eso mismo.-Sigues tan raro como siempre. ~Te ofrezco un

whisky, un cafe? Pfdele a Viviana 10 que desees.Al quedarse solo Andres hojeo las publicaciones que

estaban en la mesa frente al sofa y se detuvo en unanuncio:

Located on 150 000 Jeet oj Revolcadero Beach and rising 16stories like an Aztec Pyramid, the $40 million Acapulco Prin-cessHotel and Club de Golf opened as this jet-set resorts lar-gest and most lavish yet... One oj the most spectacular hotelsyou will ever see, it has a lobby modeled like an Aztec templewith sunlight and moonlight filtering through the translu-cent roof The 20 000 Jeet lobbys atrium is complemented by60Jeet palm-trees, a/lowing lagoon and Mayan sculpture.

Pero estaba inquieto, no podia concentrarse. Mirapor la ventana la Alameda sombria, la misteriosa ciu-dad, sus luces indescifrables. Sin que el se 10 pidieraViviana entro a servirle cafe y luego a despedirse y adesearle suerte con una amabilidad que 10 aturdio aunmas. Se puso de pie, le estrecho la mano, hubiera que-rido decirle algo pero solo acerto a darle las gracias. Se

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habia tardado en reconocer 10 mas evidente: la mucha-cha se pareda a Hilda, a Hilda en 1959, a Hilda conropa como la que veridia en la boutique de MadameMarnat pero no alcanzaba a comprarse. Alguien, sedijo Andres, con toda seguridad la espera en la entradadel cdificio. / Adios, Viviana, no volvere a verte.

Deja enfriarse el cafe y volvio a observar los fotomu-rales. Lamento la muerte de aquella ciudad de Mexico.Imagine el relato de un hombre que de tanto mil:aruna litograffa termina en su interior, entre personaJesde otro mundo. Incapaz de salir, ve desde 1855 a suscontemporaneos que 10 miran inrnovil y unidimensio-nal una noche de septiernbre de 1971.

En seguida penso: Ese cuento no es mfo, / otro 10 haescrito, / acabo de leerlo en alguna parte. / 0 tal vezno: 10 he inventado aquf en esta extraiia oficina, situa-da en el lugar menos idoneo para una revista con talespretensiones. / En realidad me estoy evadiendo: aiinno asimilo el encuentro con Ricardo. /

'Habra dejado de pensar en Hilda? / ~Le seguirfac. . .gustando si la viera tras once afios de matrtmoruo conel fiasco mas grande de su generacion? / "Para fracasar,nadie como Quintana", escribiria ahora si hiciera unbalance de la narrativa actual. / ~Cuales fueron sus ver-daderas relaciones con Hilda? / ~Por que ella solo haquerido contarme vaguedades acerca de la epoca quepaso con Ricardo? / ~Me tendieron una tra;upa, ""cazaron para casarme a fin de que el, en teona, pudie-ra seguir libre de obligaciones domesticas, irse de Mexi-co, realizarse como escritor en vez de terminar comoun burocrata que traduce ilegibros pagados a trasmanopor la CIA? / ~No es viI y canalla desconfiar de la es~o-sa que ha resistido a todas mis frustraciones y depresio-

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nes para seguir ami lado? ~No es un crimen calumniara Ricardo, mi maestro, el amigo que por simple genero-sidad me tiende la mana cuando mas falta me hace? /

Y ~habra escrito su novela Ricardo? / ~La llegara aescribir algun dia? / ~Por que el director de Trinchera,el critico implacable de todas las corrupciones literariasy humanas, se halla en esta oficina y se dispone a haceruna revista que ejemplifica todo aquello contra 10 queluchamos en nuestra juventud? / ~Por que yo mismo

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respondi con tal entusiasmo a una oferta sin explica-cion 16gica posible? /

~Tan terrible es el pais, tan terrible es el mundo, queen el todas las cosas son corruptas 0 corruptoras y nadiepuede salvarse? / ~Que pensara de mi Ricardo? / ~Meaborrece, me envidia, me desprecia? / ~Habra alguiencapaz de envidiarme en mis humillaciones y fracasos? /Cuando menos tuve la fuerza necesaria para hacer unlibro de cuentos. Ricardo no. / Su elogio de Fabulacionesy ahora su oferta, desmedida para un escritor que ya noexiste, ~fueron gentilezas, insuItos, manifestaciones deculpabilidad 0 mensajes cifrados para Hilda? / El dine-ro prometido ~paga el talento de un narrador a quien yanadie recuerda? / ~Oes una forma de ayudar a Hilda alsaber C~porquicn? ~Tal vez pOI' ella misma?) de la ran-cia convivencia, las dificultades conyugales, el malhu-mor del fracasado, la burocracia devastadora, las inep-tas traducciones de 10que no se leera nunca, el horariomortal de Hilda en la boutique de Madame Marnat?

Dejo de hacerse preguntas sin respuesta, de dar vue 1-ta" por el despacho alfombrado, de fumar un Viceroytras otro. Miro su reloj: Han pasado casi dos horas. / Latardanza es el peor augurio. / -~Por que este procedi-miento insolito cuando 10 habitual es dejarle el texto al

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editor y esperar sus noticias para dcntro de quince c1i:l.so un mes? / ~C6mo es posible que permanezcan hastamedianoche con el unico objeto de decidir ahoramismo sobre una colaboraci6n mas entre las muchasque habran solicitado para una revista que va a salir endiciembre?

Cuando se abri6 de nuevo la puerta por la que habiasalido Viviana y apareci6 Ricardo con el cuento en letsmanos, Andres se dijo: / Yavivi este momento. / Puertorecitar la continuaci6n. /

-Andres, perd6name. Nos tardamos siglos. Es queestuvimos dandole vueltas y vueltas a tu historia.

Tambien en el recuerdo imposible de Andres, Ricar-do habfa dicho historic, no cuento. Un anglicismo, desdcluego. / No importa. / Una traducci6n mental de sLory,

de short story. / Sin esperanza, seguro de la respucsta, s«atrevio a preguntar:

-c.Y que les pareci6?-Mira, no se como decirtelo. Tu narraci6n me gusta,

es interesante, esta bien escrita ... S610 que, como enMexiquito no somos profesionales, no estamos habitua-dos a hacer cosas sobre pedido, sin darte cuenta bajas-te el nivel, te echaste algo como para otra rcvista, nopara la nuestra. ~Me explico? LA FIESTA BRAVA resultaun maquinazo, tienes que reconocerlo. Muy digno,como siempre fueron tus cuentos, y a pesar de todo unmaquinazo. S610 Chejov y Maupassant pudieron hacerun gran cuento en tan poco tiempo.

Andres hubiera querido decirle: / Lo escribi en unashoras, 10 pense an os enteros. / Sin embargo no contes-to. Mir6 azorado a Ricardo y en silencio se reproch6: /Me duele menos perder el dinero que el fracaso litera-

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rio y la humillaci6n ante Arbelaez, / Pero ya Ricardocontinuaba:

-De verdad creernelo, no sabes cuanto lamento estasituacion, Me hubiera encantado que Mr. Hardwickaceptara LA FIESTA BRAVA. Ya yes, fuiste el primero aquien Ie hable.

-Ricardo, las excusas salen sobrando: di que no sirvey se aeab6. No hay nmgun.problema.

EI tono ofendi6 a Arbelaez. Hizo un gesto para con-trolarse y afiadio:

-Sf hay problemas. Te falta precision. No se ve al per-sonaje. Tienes parrafos confusos -el ultimo, por ejem-plo- gracias a tu capricho de sustituir por comas losdernas signos de puntuaci6n. ~Vanguardismo a estasalturas? Por favor, Andres, estamos en 1971,]oyce escri-bi6 haee medio siglo. Bueno, si te parece poco, tu anec-dota es irreal en el peor sentido. Adernas eso del "sus-trato prehispanico enterrado pero vivo" ya no aguanta,en serio ya no aguanta. Carlos Fuentes agot6 el tema.Desde luego ni 10 yes desde un angulo distinto, pero detodos modos ... El asunto se eompliea porque empleasl~ ;egunda persona, un recurso que hace mucho per-dIO su novedad y acennia el parecido con Aura y Lamuerte de Artemio Cruz. Sigues en 1962, tal parece.

-Ya todo se ha escrito. Cad a cuento sale de otrocuento. Pero, en fin, tus objeciones son irrebatibles ex-cepto en 10 de Fuentes. lamas he leido un libro suyo.No leo literatura mexicana ... Por higiene mental -An-dres comprendi6 tarde que su arrogancia de perdedorsonaba a hueco.

-Pues te equivocas. Deberfas leer a los que escribenjunto a ti... Mira, LA FIESTA BRAVA me recuerda tam bienun cuento de Cortazar,

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-(La noche boea arriba"?-Exacto.-Puede ser.-Yya que hablamos de antecedentes, hay un texto de

Ruben Darfo: "Huitzilopochtli". Es de 10 ultimo queescribio. Un relato muy curioso de un gringo en larevoluci6n mexicana y de unos ritos prehispanicos.

-~Escribi6 cuentos Darfo? Crei que solo habfa sidopoeta ... Bueno, pues me retiro, desaparezco.

-Un momenta: falta el colof6n. A Mr. Hardwick latrama le pareci6 burda y tercermundista, de un anti-yanquismo barato. Puro lugar comun. Encontr6 no secuantos sfmbolos.

-No hay ningun sfmbolo. Todo es directo.-El final sugiere algo que no esta en el texto y que, si

me perdonas, considero estupido.-No entiendo.-Es como si quisieras ganarte a los acelerados de la

Universidad 0 tuvieras nostalgia de nuestros ingenuostiempos en Trinchera: "Mexico sera la tumba del impe-rialismo norteamerieano, del mismo modo que en elsiglo XIX hundi6 las aspiraciones de Luis Bonaparte,Napoleon III". ~No es asf? Disculpame, Andres, te equi-vocaste. Mr. Hardwick tambien esta contra la guerra deVietnam, por supuesto, y sabes que en el fondo mi posi-cion no ha variado: cambi6 el mundo ~no es cierto?Pero, Andres, en que cabeza cabe, a quien se le oeurretraer a una revista con fondos de ana arriba un cuentoen que proyectas deseos -conscientes, inconscientes 0subconscientes- de ahuyentar el turismo y de chingar-te a los gringos. ~Prefieres a los rusos? Yo 10s vi entraren Praga para acabar con el unico socialismo que hu-biera valido la pena.

95

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-Quiza tengas raz6n. A 10 mejor yo solo me puse latrampa.

-Puede ser, who knows. Pero mejor no psicoanalice-mos porque vamos a concluir que tal vez tu cuento esuna agresi6n disfrazada en contra mia.

-No, c6mo crees -Andres fingi6 reir con Ricardo,hizo una pausa y ariadio-: Bueno, muchas gracias decualquier modo.

-Por favor, no 10 tomes asi, no seas absurdo. Esperootra cosa tuya aunque no sea para el primer mimero.Andres, esta revista no trabaja a la mexican a: 10 que seencarga se paga. Aqui tienes: son doscientos dolaresnada mas, pero algo es algo.

Ricardo tom6 de su cartera diez billetes de veinted6lares. Andres pens6 que el gesto 10 humillaba y noextendi6 la mana para recibirlos.

-No te sientas mal aceptandolos. Es la costumbre enEstados Unidos. Ah, si no te molesta, firmame este reci-bo y dejame unos dias tu original para mostrarselo aladministrador yjustificar el pago. Despues te 10 mandocon un office boy porque el correo en este pais ...

-Muy bien. Gracias de nuevo. Intentare traerte algu-na otra cosa.

-T6mate tu tiempo y veras como al segundo intentohabra suerte. Los gringos son muy profesionales, muyperfeccionistas. Si mandan rehacer tres veces una notade libros, imaginate 10 que exigen de un cuento. Oye,el pago no te compromete a nada: puedes meter tuhistoria en cualquier revista local.

-Para que. No sirvi6. Mejor nos olvidamos del asun-to ... ~Te quedas?

-Sf, tengo que hacer unas llamadas.-(A esta hora? Ya es muy tarde (no?

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-Tardfsimo, pero mientras orbitamos la revista hayque trabajar a marchas forzadas ... Andres, te agradezcomucho que hayas cumplido el encargo y por favor salu-dame a Hilda.

-Gracias, Ricardo. Buenas neches.

Salio al pasillo en tinieblas en donde solo ardfan lasluces en el tablero del elevador. Toc6 el timbre y pocodespues se abrio la jaula luminosa. A1llegar al vestibu-10 Ie abri6 la puerta de la calle un velador sorioliento,la cara oculta tras una bufanda. Andres regres6 a lanoche de Mexico. Fue hasta la estaci6n Juarez y bajo alos andenes solitarios.

Abri6 el portafolios en busca de algo para leer mien-tras llegaba el metro. Encontr6 la unica copia al carbonde LA FIESTA BRAVA. La rompi6 y la arroj6 al basurero.Hacia calor en el uinel. De pronto 10 bafio el aire des-plazado por el convoy que se detuvo sin ruido. Subia,hizo otra vez el cambio en Balderas y tom6 asiento enuna banca individual. S610 habia tres pasajeros adormi-lados. Andres sac6 del bolsillo el fajo de dolares, 10con-temple un instante y 10 guard6 en el portafolios. En elcristal de la puerta mir6 su reflejo impreso por el juegoentre la luz del interior y las tinieblas del uinel.

/ Cara de imbecil. / Si en la calle me topara conmi-go mismo sentiria un infinito desprecio. / C6mo pudcexponerme a una humillaci6n de esta naturaleza. /C6mo voy a explicarsela a Hilda. / Toc!o es siniestro. /Por que no chocara el metro. / Quisiera morirme. /

A1ver que los tres hombres 10 observaban Andres sedio cuenta de que habfa hablado casi en voz alta. Des-vi6 la mirada y para ocuparse en algo dcscorri6 el cie-rre del portafolios y cambio de Iugar los dolares.

97

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Baj6 en la estacion Insurgentes. Los magnavocesanunciaban el ultimo viaje de esa noche. Todas laspuertas iban a cerrarse. De paso ley6 una inscripci6ngrabada a punta de cornpas sobre un anuncio de CocaCola: ASESINOS, NO OLVIDAMOS TLATELOLCO Y SANCOSME. / Debe decir: "ni San Cosme", / corrigi6 An-dres mientras avanzaba hacia la salida. Arranco el trenque iba en direcci6n de Zaragoza. Antes de que el con-voy adquiriera velocidad, Andres advirti6 entre los pa-sajeros del ultimo vag6n a un hombre de camisa verdeY aspccto norteamericano.

El capitan Keller ya no alcanz6 a escuchar el gritoque se perdi6 en la boca del uinel. Andres Quintana seapresur6 a subir las escaleras en busca de aire libre. AIIlegar a la superficie, con su unica mano habil empuj6la puerta giratoria. No pudo ni siquiera abrir la bocacuando 10 capturaron los tres hombres que estaban alacecho.

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Langerhaus

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A Barbara Bockus Aponte

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Cada manana 10primero que hago es leer el peri6dieo.Si no 10 encuentro bajo la puerta me quedo esperandosu llegada. Eljueves tarde mucho. Fui a cornprarlo a laesquina y, segun mi costumbre, empece a leerlo dearras para adelante. Al dar vuelta a una pagina supeque Langerhaus habia muerto en la autopista a Cuer-navaca.

La noticia me resulto aun mas impresionante porqucla foto, quiza la unica hallada en el archivo, corres-pondia a 10s tiempos en que Langerhaus y yo fuimoscornpafieros de clase; la epoca de sus triunfos en BellasArtes, cuando deslumbro la maestria con que tocaba elclavecfn un nino de doee afios.

A cambio de su exito Langerhaus sufrio mucho en laeseuela. Todos parecfan odiarlo, remedaban su acentoaleman, 10 hostilizaban en el reereo por cuan tos me-dios puede inventar la crueldad infantil. (Un dia Valley Morales trataron de prender fuego a su cabello, largoen exceso para aquel entonces.)

Langerhaus era un genic, un nino prodigio. Losdernas no eramos nadie: ~como ibamos a perdonarlo?Al principio, para no aislarme del grupo, fui uno masde sus torturadores. Luego una mezcla de com pasion yenvidioso afecto me llevo a transformarme en su un icoamigo. Visite algunos fines de semana su casa y el tam-bien fue a Ia mfa. Nuestra amistad se basaba en la dife-rencia: yo jugaba futbol e iba al cine dos veces porsemana, Langerhaus pasaba cinco horas diarias ante e1

10J

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clavecin. jamas hizo deporte, nunca aprendi6 a pelearr.i a andar en bicicleta, no sabia mecerse de pie en loscolumpios. Sus padres le prohibieron toda actividadcapaz de lastimarle los dedos. Era hijo de un composi-tor aleman y una pianista suiza llegados a Mexicodurante la Segunda Guerra Mundial. Aunque fracasa-ron en sus grandes aspiraciones artisticas, ganabanbien haciendo rmisica para el cine y las agencias depublicidad.

Ser su amigo me atrajo la hostilidad burlona de nues-tros cornpafieros. En la ceremonia de fin de cursos Lan-gerhaus interpret6 una sonata de Bach, fue aclamadode pie portoda la escuela, agradecio el aplauso conuna revercncia y cruz6 el sal6n de actos para ir a sen-tarse junto a mf en una banca del fondo.

-Me he vengado -Ie escuche decir entre dientes.Morales, Valle y sus dernas perseguidores se acerca-

ron a felicitarlo. En el unico acto de valentfa que Ieconod, Langerhaus los dej6 con la mano tendida. Medispuse a pelear en su defensa. Ellos se retiraron cabiz-bajos. Langerhaus, en efecto, habia cobrado venganza.

Poco despues fue a perfeccionarseen un conservato-rio europeo. No me escribio ni volvi a verlo hasta juliode 1968, cuando los de esa generaci6n escolar ya esta-bamos cerca de los treinta afios, Langerhaus regres6 aMexico durante la Olimpiada Cultural y dio un nuevoconcierto en Bellas Artes.

Decepcion para todos: El nmo prodigio se habfaconvertido en un .interprete mediocre lleno de tics yposes de prima donna. En vez de servir a la rmisicatransformaba su presentaci6n en un show de centronocturno. Fue silbado por un publico que casi nunca seatreve a hacerlo y el se solto a llorar en el escenario.

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Para no incurrir en la hipocresla de felicitarlo 0 en lavileza de secundar la condena, al terminar la fun cionhut de Bellas Artes. Adernas querfa alejarme del centro:estaba lleno de granaderos y Morales me dijo en elintermedio que la situaci6n empeoraba: de continuarlas manifestaciones, tanques Yparacaidistas saldrian areprimir a 10s estudiantes.

-Diaz Ordaz -afiadio Morales- esta dispuesto a todocon tal de que no le echen a perder sus Olimpiadas.

En aquella atmosfera violenta los criticos, que aveces son brutales y hablan sin el menor respetohumano, se burlaron de Langerhaus y 10 consideraronliquidado. Herido por el rechazo del pais en que ,fuenino y empez6 su carrera, Langerhaus abandono lamusica para dedicarse (vi los anuncios) a la comp~a-venta de terrenos en Cuernavaca, adonde se refugia-ban los que presentian el desastre ya en marcha de la

capital. , .Durante uno de nuestros cada vez mas aislados desa-

yunos en el Continental Hilton lamerite con Valle. yMorales 10 sucedido. Valle sentenci6 que la renunciano era una debilidad mas de Langerhaus sino unamuestra de que la carrera musical habia sido un~ impo-sicion de sus padres. Como tantos otros, ellos mte~~a-ron reparar su fracaso mediante el triunfo de su hIJO.La tragedia grotesca de Bellas Artes fue un acto derebeldfa, un modo brutal de liberarse de su padre y sumadre y ridiculizarlos, inmolandose a 10s ojos de to~oel mundo como el artista que en e1fondo nunca qUlSO

ser Langerhaus. ,Mas tarde, en otro desayuno, Cisneros afirmo qu~, a

cambio de la catastrofe en Bellas Artes, a nuestro amigole iba muy bien como fraccionador en Cuernavaca.

103

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Para su negocio tenfa el apoyo de las inversiones y aho-rros de la familia.

Una tarde en 1970 Langerhaus me llamo a la oficinapara ofrecerme un lote en una nueva urbanizacion. Mesorprendio que hablara como si no hubieran pasado tan-tos afios y tantas cosas. No evocamos nuestra amistadinfantil ni aludimos al ultimo concierto. Me ofendio queLangerhaus hubiera pensado en su unico amigo solocomo en un posible cliente. Las palabras finales queescuche de su boca fueron las que en Mexico disimulanla eterna despedida: "A ver cuando nos vemos". Los dossabfamos muy bien que no fbamos a reunimos jamas.

No querfa ir al velorio. Sin embargo me rernordio laconciencia y me presente en Gayosso minutos antes deque partiera el cortejo. Di el pesame a los padres. Nome identificaron ni, en esas circunstancias, me parecioprudente decirles que yo habia sido aquel nino que ibaa su casa con Langerhaus. Me extrafio no hallar a nadiede la escuela y me senti inhibido por no conocer a nin-guno de los doce 0 quince asistentes al entierro. Todoseran alemanes, suizos 0 austriacos y solo hablaban ensu idioma.

Desde el Panteon jardin se advierte el cerco de mon-tafias que vuelve tan opresiva a esta ciudad. El Ajusco seve muy proximo y sombrio. Una tormenta se gcstaba enla cima. Mientras bajaban a la tierra el ataud de metal,el viento trajo las primeras gotas de lluvia. Cuando lafosa quedo sellada, abrace de nuevo a los padres deLangerhaus y volvi a la oficina.

Lo extrafio cornenzo allunes siguiente. Morales acaba-ba de ser nombrado subsecretario en el nuevo gabine-

104

te. EI hecho reanudo los lazos perdidos y. bao cl disfraz<-,

de la nostalgia, suscito entre los antiguos C01IHlisciplliosesperanza de mejoria y buenos negocios.

Por 10 que a mf respecta, el nombrarnicn to III ('

alegro. Trabajo en la fabrica de mi padre, rlO aspire (t

nirigun puesto en el gobierno, conozco a Moralesdesde el kinder y nos reunimos dos 0 tres: veces pOI

afio. De todos modos pense: la gente de rni cdad Ilcgaal poder como una concesion a esa juventud que screbelo en 1968 y a la que ya no pertene,cemos. Esdecir, escala posiciones sobre los muertos del 2 deoctubre en Tlatelolco. Desde luego ningunr) de noso-tros participo en el movimiento. Sus lfdercs estabanen la carcel 0 en el exilio. Los polfticos del viejo estilohabian sufrido un desprestigio irreparable. J?mpezabala hora de los economistas: Morales era eJ adclanta-do de la generacion que conducirfa al pafs bacia eJ si-glo XXI.

Cisneros me llamo para invitarrne una cena en honordel nuevo funcionario. Casi al despedirme le dije:

-~Supiste que murio Langerhaus?-~Quien?-Langerhaus. EI rmisico. Estuvo con nos:otros en

secundaria. No vayas a decirme que no te aC1.1erdas. Sihasta me comentaste el ana pasado 10 mucho (Jue gana-ba como fraccionador en Cuernavaca.

-~Como dices que se llamaba .. .? No, ni idea. Esesenor no figura en Ia lista de invitados. La hidmos conbase en los anuarios de Ia escuela. Por cierto, ahora aJhablarles para Ia reunion, supe que algunos de noso-tros han muerto.

"Algunos de nosotros han muerto .. , La construcicion gra-matical me sorprendio. En seguida pense: "NcP. ~como

105

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podrfa haber dicho Cisneros: "Algunos de nosotros hemosmuerto". Ese nosotros es un descuido 0 una abreviaturaafectuosa. Significa: "Supe que algunos de nuestros com-paiieros han muerto".

-~Estas ahf? -pregunto al advertir mi silencio.En vez de hablarle de mi desconcierto Ie dije:-Cisneros, como no te vas a acordar. Langerhaus era el

mas notable de todos: un clavecinista, un nino prodigio.-~Un clavecinista? En nuestro grupo 10 unico pareci-

do a un rmisico eras ni porque medio tocabas la guita-rra. ~No es cierto?

-Bueno, haz memoria. Ya recordaras. Gracias porinvitarme. Nos vemos.

- Te esperamos el viernes."t, Te esperamos?" ~Quit~nes?, me pregunte. ~El nosotros

me excluye ahora? Que estupidez. Desde cuando me hevuelto gramatico y vigilo como hablan los dernas. Porsupuesto nosotros quiere decir: "1'Ueres de los nuestros. Losdemds compaiieros de Morales y yo te esperamos el viernes".

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La cena fue deprimente. Morales ya era distinto al ami-go con quien desayune por tantos afios en el Conti-nental Hilton 0 en el Hotel del Prado. Ahora represen-taba el papel del Senor Subsecretario que se muestrasencillo y cordial con un grupo util para sus ambicio-ncs. Lo elogiamos sin recato como si nos hubieramospuesto de acuerdo. El nos observaba con sus ojillos iro-nicos de siempre. Acaso trataba de ajustar nuestradeclinante imagen al rostro que tuvimos de nifios,

Estaba a punto de concluir la reunion cuando Vallefue a hablar por telefono y me atrevi a sentarme en susitio junto a Morales.

-~Que te parecio 10 de Langerhaus? Terrible ~no?

106i ,

-~Langer que? ~De quien me estas hablando, Ge-rardo?

-De Langerhaus, un cornpafiero nuestro. Como esposible que no te acuerdes. Si hasta 10 agarraste depuerquito. Tu y el miserable de Valle 10 traian asolea-do. Una vez trataron de incendiarle el. pelo. Lo 11evabamuy largo, era como un antecesor de los jipis.

-Oye, siempre he tenido buena memoria, pero estavez sf te juro ...

-No te hagas: estuviste en su concierto del 68 y en-tonces te acordabas muy bien. Despues comentamos enun desayuno la catastrofe de Bellas Artes. Valle sugiriouna teorfa que nos parecio muy acertada.

-~En el 68? ~Cual concierto? Gerardo ipor favor! Enesas condiciones y con el puesto que ocupaba en el PRI

~crees que tenia ganas de ir a conciertos?Regreso Valle. AI encontrarme en su lugar se quedo

de pie junto a Morales:-~Ya te esta pidiendo chamba Gerardo?-No, me pregunta por un muerto. Dice que en la

secundaria ni y yo no dejabamos en paz a... ~como dicesque se llamaba?

-Langerhaus.-No 10 conozco, no se quien es.Repetf la historia. Valle y Morales cruzaron miradas,

insistieron en que no recordaban a nadie de ese nom-bre y con esas caracteristicas. Llame a Cisneros. Se in-trigo, pidio silencio e hizo un resumen del caso. Todosnegaron que hubiera habido entre nosotros alguien 11a-mado Langerhaus. Valle trato de lucir su falsa erudi-cion como siempre:

-Adernas ese apellido no existe en aleman.-No cambias -me dijo condescendiente el subsecre-

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tario-. Sigues inventandote cosas. Cuando tomaras algoen serio.

-De verdad es en serio: lei la noticia en el Excelsior, vila foto, la esquela. Estuve en el entierro.

-Eso no tiene nada que ver -comento Cisneros-. Eltipo jamas forrno parte de nuestro grupo. Lo conocisteen algun otro Iado.

-'Como ibamos a olvidarnos de alguien asi? A fuerzaalb'l.~ienmas tendria que acordarse de el -anadio Valle-.~Para que inventas, Gerardo? No Ie veo el objeto a estabroma y menos ahora cuando estamos celebrando lalJegada de nuestra generacion al poder. ..

-Si te impresiono tanto la muerte de ese fulano -dijoRiquelme-- bien pudiste haber traido el recorte.

-Pense que todos 10 habian visto. Adernas no guardoperiodicos. No quiero llenarme de papeles. . , '

-Bueno, muchas gracias por la cena y por la reunion.Estuvo muy agradable. Y ahora me perdonan: tengoque irme. Manana muy temprano salgo de gira con elSenor Presidente -Morales se despidio de cada uno conun abrazo y una palmadita en el hombro. Seguimosbebiendo, hablamos de otros temas.

_~YTere? -me pregunto Arredondo en un aparte deI

la conversacion general.-No se, no he vuelto a verla.-~A poco no supiste que se caso?-~Si?~Con quien?-Con un judio millonario. Vive en el Pedregal.-Ah, no sabia. Que importa.-Bien que te duele, bien que te duele.-No, hombre, eso ya paso.Me levante. Con la seguridad que me daban el vino y

el cofiac volvi al lado de Cisneros:

108 ."

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I

-No van a hacerme creer que estoy loco. Apostamos10 que quieras.

-Va que insistes, de acuerdo -respondio-, aunquc meparece un robo en despoblado. Ese senor no exis ... IlO

estuvo nunca entre nosotros. Mira, podemos com pro-barIo en los anuarios de la escuela.

-No los tengo: se me perdieron en una mudanza.-Deja a este loquito y vamonos por ahi a ver adondcValle estaba ebrio; Arredondo tuvo que ayudarlo a

mcorporarse.-No, ya me intrigo -d~jo Cisneros.-Bueno, pues quedense. Nosotros seguimos lajucrga.Cisneros y yo pagamos 10 que nos corrcsporidia y Cll

su autornovil fuimos a su casa. En el trayccto de la ZonaRosa a la colonia Roma hablamos mal de nuestros ami-gos: resulta muy triste verde nuevo a las personas deotras epocas; nadie vuelve a ser el mismo jarnas. Encambio la casa me parecio igual a la que recordabaentre brumas, Sobrevivia entre nuevos edificios horrcn-dos y lotes de estacionamiento. Encontre sin carnbios clinterior. Cisneros aiin dormia en la buhardilla comocuando eramos nifios.

-~ytu esposa?-Se fue de compras a San Antonio con las tres h ijas.-Menos mal. Me hubiera dado pen,l molcstarlas, Es

muy tarde.-No hay nadie, no te preocupes.Abrio un estante. Todo en orden, igual que cuando

estudiabarnos juntos para los exame nes finales. Ensegundos encontro los anuarios, eligi6 el de 1952, 10abrio y me sefialo la pagina correspondiente a PrimcroB: lista de alumnos, foto del grupo, cuadro de hOI101

para los alumnos distinguidos:

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-Ya puedes firmarme el cheque, Gerardo. Mira, aquiesta la ele: Labarga, Landa, Luna ... y Macias ... ~Viste?Como te adverti no hay ningun Langernada. Lo que esmas: en Primero B no figura nadie de apellido extran-jero.

-Imposible. Me acuerdo perfectamente de este anua-rio. Fijate en el retrato del grupo. Te 10 digo sin nece-sidad de volver a mirarlo: Langerhaus esta en segundafila entre Aranda y Ortega.

-Gerardo: entre Aranda y Ortega estas tu, con uncorte a la brush por afiadidura. Ni uno solo lleva el pelolargo. En esa epoca nadie se imaginaba que volveria ausarse.

- Tienes razon: no es el, no esta ... No entiendo, meparece imposible haber inventado todo esto. Es unabroma ~verdad? Un jueguito cruel de los que siemprese te ocurrian. Tu, Morales y Valle quieren seguirsedivirtiendo a mi costa. Este anuario es una falsificacion:10 hiciste en tu imprenta.

-Gerardo, como crees. Aparte de que el chiste saldrfacarfsimo ~de donde hubieramos sacado las fotos, latinta sepia que ya no se produce, el papel que haceafios dejo de usarse? Despues de todo, ni comenzaste~no es asi?

-Dame otra oportunidad. El dinero no importa:pago la apuesta pero dame otra oportunidad.

-~Cual?-El periodico.-No prueba nada.-Cuando menos demuestra que no estoy loco y en

efecto murio alguien Hamado Langerhaus ... Por des-gracia cad a fin de semana me deshago del papel viejo.No soporto la acumulacion, Siento que me asfixia.

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. ~.

-No te preocupes: tengo los periodicos, A mi senorale da por la moda ecologica y los junta para reciclarlosa fin de meso ~Recuerdas la fecha?

-Corno no me voy a acordar: jueves de la semanapasada.

Bajamos. Cisneros hallo en el garash el ejemplar deExcelsior eus: buscabamos, dio con la pagina y lefmos losencabezados: "El atraco a una mujer frente a un bancomovilizo a la policia". "Capturaron a un ladron y horni-cida profugo", "En presencia de sus invitados se hizo clharakiri". "Comandante del Servicio Secreto acusadode abuso de autoridad, amenazas y extorsion".

No habia ningun retrato de Langerhaus, ningunanoticia de un accidente en la autopista a Cuernavaca.Las unicas fotos eran de un auto bus de la lfnea Mexico-Xochimilco que estuvo a punto de precipitarse en elviaducto del rfo de La Piedad y de la senora FelicitasValle Gonzalez, extraviada al salir de su casa rum bo ala estacion de Buenavista.

Hojee de atras para adelante todos los diarios de lasemana, revisamos las esquelas funebres.

-Vamos a la agenda Gayosso =apr'ernie a Cisneros-.Langerhaus tiene que estar en el registro. Yo asistf alvelorio y abrace a los padres en la capilla ardiente.

-Bueno, manana debo presentarme alas siete en laimprenta. Pero ya me intrigaste y ya apostamos ... Nome explico, de verdad no me explico.

En la funeraria unos cuantos billetes doblegaron lahosquedad del encargado. Nos mostro 10s archivos y noencontramos a nadie que se llamara Langerhaus. Apesar de la hora sugerf hablarles por telefono alaspadres. El empleado nos facilito el directorio.

-Mira -dijo Cisneros y me leyo-: Lange, Langebeck,

111

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Langenbach, Langer, Langerman, Langescheid, Lan-hoff, Langhorst... Nada otra vez... Gerardo, ~recuerdasdonde estaba su casa? Tal vez los padres sigan alli.

-Vivia en Durango y Frontera, en un edificio demo-lido hace much os afios ... No queda mas remedio queemprender el viaje al Panteon jardm.

Cisneros estaba livido:-Mejor hasta aquf llegamos. No me esta gustando

nada todo este asunto.-Imaginate 10 que me gustara a mi. Pero apostamos.

Yo cumplo mis compromises: voy a firmarte el cheque.-Dejalo, por favor. Otro dia. La proxima vez que nos

reunamos.

Sin hablar una palabra Cisneros me llevara hasta elestacionamiento en que guarde mi coche. Nos despe-diremos, Manejare hasta la casa en donde vivo solo.Subire a mi cuarto. Antes de acostarme tornare unsomnffero. Dormire una hora 0 dos. La rmisica me des-pertara, Pensare: he dejado encendida la radio en algu-na parte. Sin embargo la rmisica llegara desde la sala entinieblas, la inconfundible musica del c1avecin de miinfancia, la sonata de Bach cad a vez mas proxima ahoraque bajo las escaleras temblando.

112. .'

Tenga para que se entretenga

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----------------- -_. --

j~1. ~

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---~-----.------.-------------------------

A Ignacio Solares Estimado senor: Le enuio el informe confidencial que me pidio.Incluyo un recibopor mis honorarios. Le mego se sirva cubrir-los mediante cheque 0 giro postal. Confio en que el precio demis servicios le parezca justa. El informe sali6 mas largo ydetallado de lo que en un principio supuse. Tuue que redac-tarlo varias veces para lograr cierta claridad ante lo dificil yaun lo increible del caso. Reciba Losatentos saludos de

Ernesto Dominguez PugaDetective PrivadoPalma 10, despacho 52

Mexico, Distrito Federal, sabado 5 de mayo de 1972

115

Page 54: El Principio Del Placer Pacheco

INFORME CONFIDENCIAL

EI 9 de agosto de 1943 la senora Olga Martinez deAndrade y su hijo de seis afios, Rafael Andrade Marti-nez, salieron de su casa (Tabasco 106, colonia Roma).Iban a almorzar con dona Caridad Acevedo viuda deMartinez en su domicilio (Gelati 36 bis, Tacubaya). Esedfa descansaba el chofer. El nino no quiso viajar entaxi: le parecio una aventura ir como los pobres en tran-via y autobus, Se adelantaron ala cita y a la senora Olgase Ie ocurrio pasear al nino por el cercano Bosque deChapultepec.

Rafael se divirtio en los columpios y resbaladillas delRancho de la Hormiga, atras de la residencia presiden-cial (Los Pinos). Mas tarde fueron por las calzadashacia ellago y descansaron en la falda del cerro.

Llamo la atenci6n de Olga un detalle que hoy mis-mo, tantos an os despues, pasa inadvertido a los transeiin-tes: los arboles de ese lugar tienen formas extrafias, sehallan como aplastados por un peso invisible. Esto nopuede atribuirse al terreno caprichoso ni a la antigue-dad, El administrador del Bosque inforrno que no sonarboles vetustos como los ahuehuetes prehispanicos delas cercanfas: datan del siglo XIX. Cuando actuabacomo emperador de Mexico, el archiduque Maximilia-no orden6 sembrarlos en vista de que la zona result6muy dafiada en 1847, a consecuencia de los combatesen Chapultepec y el asalto del Castillo por las tropasnorteamericanas.

EI nino estaba cansado y se tendio de espaldas en elsuelo. Su madre tom6 asiento en el tronco de uno de

116,-.,-

aquellos arboles que, si usted me 10 perrnite, calificarode sob~enaturales. Pasaron varios minutos. Olga sacosu reloj, se 10 acerc6 a los ojos, vio que ya eran las dosde la tarde y debian irse a casa de la abuela. Rafael lcsuplico que. 10 d.ejara un rato mas. La senora acepto demala gana, mquieta porque en el camino se habian cru-zado con varios aspirantes a torero quienes, ya desdeentonces, practicaban al pie de la colina en un estan-que seco, proximo al sitio que se asegura fue el bafio deMoctezuma.

~ la hora del almuerzo el Bosque habia quedadodesierto, No se escuchaba rumor de autornoviles en lascal~adas ni trajin de lanchas en el lago. Rafael se entre-tenia en obstaculizar con una ramita el paso de un cara-coI. En csc instan te se abrio un rectangulo de maderaoculto bajo la hierba rala del cerro y aparccio un hom-bre que dijo a Rafael:

-D~jalo. No 10 molestes. Los caracoles no haec) 'I

dano y conocen cl reino de los mucrtos,S~!i~ del subterraneo, rue hacia Olga, Ie tendi6 un

periodico doblado y una rosa con un alfilcr:-Tenga para que se entretenga. Tenga para que sc b

prcnda.

Olga dio las gracias, extrariada poria aparicion delh?~bre y la amabilidad de sus palabras. Lo crcyo unvigilante, un guardian del Castillo, y de memento norcparo en su vocabulario ni en cl 0101' <l liumr-dad qll('se d~sprendia de su cuerpo y su ropa.

Micntras tanto Rafael sc habia accrcaclo al clcscorio-cido y le preguntaba:

-~Ahf vivos?-No: mas abajo, mas adentro.-~yno tienes frio?

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-La tierra en su interior esta caliente.-Llevame a conocer tu casa. Mama ~me das permiso?-Nifio, no molestes. Dale las gracias al senor y varno-

nos ya: tu abuelita nos esta esperando.-Sefiora, permitale asomarse. No 10 deje con la cu-

riosidad.

-Pero, Rafaelito, ese ninel debe de estar muy oscuro.~No te da miedo?

-No, mama.Olga asintio con gesto resignado. El hombre tom6 de

la mano a Rafael y dijo al empezar el descenso:-Volveremos. Usted no se preocupe. S610 voy a en-

seriarle Ia boca de la cueva.-Cuidelo mucho, por favor. Se 10 encargo.

Segun el testimonio de parientes y amigos, Olga fuesiernpre muy distrafda. Por tanto, juzgo normal Iacuriosidad de su hijo, aunque no dejaron de sorpren-derla el aspecto y' Ia cortesia del vigilante. Guard6 laflor y desdoblo el peri6dico. No pudo leerIo. Apenaste nfa veintinueve arios pero desde los quince necesi-ta ba len tes bifocales y no Ie gustaba usarlos en pu-blico.

Paso un cuarto de hora. El nino no regresaba. Olgasc inquiet6 y fue hasta la entrada de la caverna sub-terranea, Sin atreverse a penetrar en ella, grit6 con laesperanza de que Rafael y el hombre Ie contestaran. AIno obtener respuesta baj6 aterrorizada hasta el estan-que seco. Dos aprendices de torero se adiestraban allf.Olga les inform6 de 10 sucedido y les pidi6 ayuda.

Volvieron al lugar de los arboles extranos. Los toreri-110s cruzaron miradas al ver que no habia ningunacueva, ninguna boca de ningun pasadizo. Buscaron a

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..,

gatas sin hallar el menor indicio. No obstante, en ma-nos de Olga estaban la rosa, el alfiler, el peri6dico -yen el suelo el caracol y la ramita.

Cuando Olga cay6 pres a de un autentico shock, lostorerillos entendieron la gravedad de 10 que en princi-pio habian juzgado una broma 0 una posibilidad deaventura. Uno de ellos corri6 a avisar por telefonodesde un puesto a orillas del lago. El otro perrnanecioallado de Olga e intento calmarla.

Veinte minutos despues se present6 en Chapultepec elingeniero Andrade, esposo de Olga y padre de Rafael.En seguida aparecieron 10s vigilantes del Bosque, lapolicia, la abuela, los parientes, los amigos y desdeluego la multitud de curiosos que siempre parece e~ta.rinvisiblemente al acecho en todas partes y se matenah-za cuando sucede algo fuera de 10 cornun.

El ingeniero tenia gran des x:egocios y estrecha amis-tad can el general Maximino Avila Camacho. Modestoespecialista en resistencia de materiales cuando gobe,r-naba el general Lazaro Cardenas, Andrade se habiavuelto millonario en el nuevo regimen gracias alas con-cesiones de carre teras y puen tes que le otorg6 donMaximino. Como usted recordara, el hermano del pre-sidente Manuel Avila Camacho era el secretario de Co-municaciones, la persona mas importante del gobiernoy el hombre mas temido de Mexico. Bast6 una or~ensuya para movilizar a la mitad de todos los efec~lvospoliciales de la capital, cerrar el Bosque, deten.er e Int.e,-rrogar a los torerillos. Uno de sus ayudantes lrrUm~l?en Palma 10 y me llevo a Chapultepec en un auto~oV11oficial. Deje todo para cumplir con la orden de AvilaCamacho. Yo acababa de hacerle servicios de la indole

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mas reservada y me honra el haber sido digno de suconfianza.

Cuando Begue a Chapultepec hacia las cinco de latarde, la busqueda proseguia sin que se hubiese encon-trado ninguna pista. Era tanto el poder de don Maxi-mino que en el lugar de los hechos se ha11aban paradirigir la investigacion el general Miguel Z. Martinez,jefe de la policfa capitalina, y el coronel Jose GomezAnaya, director del Servicio Secreto.

Agentes y uniformados trataron, como siempre, deimpedir mi labor. EI ayudante dijo a los superiores elnombre de quien me ordenaba hacer una investigacionparalela. Entonces me dejaron comprobar que en latierra habia rastros del nino, no asi del hombre que se10 llevo.

EI administrador del Bosque aseguro no tener cono-cimiento de que hubiera cuevas 0 pasadizos en Cha-pultepec. Una cuadrilla excavo el sitio en don de Olgajuraba que habia desaparecido su hijo. Solo encontra-ron cascos de rnetralla y huesos muy antiguos. POl' suparte, el general Martinez declare a los reporteros qt~ela existcncia de tunelcs en Mexico era solo una masentre las muchas leyendas que envuelven el secreto dela ciudad. La capital esta construida sobre el lechode un lago; el subsuelo fangoso vuelve imposible estared subterranea: en caso de existir se hallaria ane-gada.

La caida de la noche oblige a dejar el trabajo para lamanana siguiente. Mientras s,e interrogaba a los toreri-110sen los separos de la Inspeccion, acornpafie al ingc-niero Andrade a la clinica psiquiatrica de Mixcoac ~l()n-de atcndian a Olga los medicos enviados pOl' Avila

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Camacho. Me permitieron hablar can ella y solo saqucen claro 10 que consta al principio de este informe.

Por los insultos que recibf en los periodicos no guardcrecortes y ahora 10 lamento. La radio difundio la noti-cia, los vespertinos ya no la alcanzaron. En carnbio losdiarios de la manana desplegaron en prirnera plana y aocho columnas 10 que a partir de entonces fue llamado"EI misterio de Chapultepec".

Un pasquin ya desaparecido se atrevio a afirrnar queOlga tenia relacioncs con los dos torerillos. Chapuhc-pec era el esceriario de sus encuentros. EI nino result»-ba el inocente encubridor que al co n ocer la vcrdacltuvo que ser eliminado.

Otro periodico sostuvo que hipnotizaron a Olga)' 1(\hicieron creer que habfa visto 10 que corito. En rcali-dad el nino fue vfctima de una banda de "robachicos".(EI terrnino, traducido literal mente de kidnapers, scpuso de moda en aquellos afios por el gran nurncro desecuestros que hubo en Mexico durante la Scuunda,..,Guerra Mundial.) Los bandidos no tardarian en peclirroseate 0 en mntilar a Rafael para obligarlo a 1<1 mend i-ciclad.

Aun mas irresponsable, cierta hoja in m un da CJ10,1I1(). t-l

a sus lectorcs con la hipotesis de que Rabel rue captu-rado por una sccta que adora dioscs prchispanicox ypractica sacrificios humarios en ChaplllLCpcc. (Comoustcd sabe, Chapllltepcc fue el bosque sagrado de losaztccas.) Segtin los miembros de la sccta, la cucva OCIlJ-ta en cste Ingar es uno de los ombIigos del plancta v 1;1

entrada al inframundo. Scrncjanto idea parccc bas.u-sc en una pchcula de Cantinflas, L'l signo riP La mueit«

En fin, la gellte ha llo UI1 escape de la miscria, ICIS ten-

I ~ I

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siones de la guerra, la escasez, la carestfa, los apagonespreventivos contra un bombardeo aereo que por fortu-na no llego jamas, el descontento, la corrupcion, laincertidumbre ... Y durante algunas semanas se apa-siono por el caso. Despues todo que do olvidado paraslempre.

Cada uno piensa distinto, cada cabeza es un mundo ynadie se pone de acuerdo en nada. Era un secreto avoces que para 1946 don Maximino ambicionaba suce-der a don Manuel en la presidencia. Sus adversariosaseguraban que no vacilarfa en recurrir al golpe military al fratricido. POl' tanto, de manera inevitable se Ie dioun sesgo politico a este embro11o: a traves de un sema-nario de oposicion, sus enemigos civiles difundieron lacalumnia de que don Maximino habfa ordenado el ase-sinato de Rafael con objeto de que el nino no informa-ra al ingeniero Andrade de las relaciones que su pro-tector sostenfa con Olga.

El que escribio esa infamia amanecio rnuerto cercade Topilejo, en la carretera de Cuernavaca. Entre suropa se ha110 una nota de suicida en que el periodistamanifestaba su remordimiento, hacfa el elogio de AvilaCamacho y se disculpaba ante los Andrade. Sin embar-go la difamacion encontro un terreno fertil, ya que donMaximino, personaje extraordinario, tuvo un gustoproverbial por las Ilamadas "aventuras". Adernas, la dis-crecion, el profesionalismo, el respeto a su dolor y a susactuales canas me impidieron decirle antes a usted queen 1943 Olga era bellfsima, tan hermosa como las estre-Ilas de Hollywood pero sin la intervencion del maqui-Ilista ni el cirujano plastico,

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';jOt

Tan inesperadas derivaciones tenfan que encontrar unhasta aquf. Gracias a metodos que no viene al caso des-cribir, los torerillos firmaron una confesion que aclarolas dudas y acallo la maledicencia. Segun consta enaetas, el 9 de agosto de 1943 los adolescen tes aprove-chan la soledad del Bosque alas dos de la tarde y lamala vista de Olga para montar la farsa de la cueva y clvigilante misterioso. Enterados de la fortuna del ingc-niero, que hasta entonces habia hecho esfuerzos porocultarla, se proponen llevarse al nino y exigir un res-cate que les permita comprar su triunfo en las plazas detoros. Luego, atemorizados al ver que pisan terrenosdel implacable hermano del presidente, los torerillosenloquecen de miedo, asesinan a Rafael, 10 descuarti-zan y echan sus restos al Canal del Desague.

La opinion publica mostro credulidad y no exigi6que se puntualizaran algunas contradicciones. Por ejern-plo, ~quc se hizo de la caverna subterranea por la quedesaparecio Rafael? ~Quien era yen d6nde se ocultabael complice que desernperio el papel de guardia? ~Porque, de acuerdo con el relato de su madre, fue el pro-pio nino quien tuvo la iniciativa de entrar en el pasadi-zo? Y sobre todo ~a que horas pudieron los torerillosdestazar a Rafael y arrojar sus despojos alas aguasnegras -situadas en su punto mas proximo a unos vein-te kilornetros de Chapultepec- si, como antes he dicho,uno llamo a la policfa y al ingeniero Andrade, el otroperrnanecio al lado de Olga y ambos estaban en ellugar de los hechos cuando llegaron la familia y lasautoridades?

Pero al fin y al cabo todo en este mundo es misterio-so. No hay ninglm hecho que pueda ser aclarado saris-factoriamente. Como tapabocas se publicaron fotos de

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la cabeza y el torso de un muchachito, vestigios cxtrai-dos del Canal del Dcsague. Pese ~l la avanzada descom-posicion, era evidente que el cad~ver :orrespondia aun nino de once 0 doce afios, y no de seis como Rafael.Esto sf no es problema: en Mexico siempre que sebusca un cadaver se encuentran muchos otros en elcurso de la pesquisa.

Dicen que la mejor manera de ocuItar alg~ es.~oner-10 a la vista de todos. Por ello y por la excitacron delcaso y sus inesperadas ramificaciones, se discl.llpad.que yo no empezara por donde procedia: es decir, ~orinterrogar a Olea acerca del individuo que capturo a

b .su hijo. Es imperdonable -10 reconozco- haber consi-derado normal que el hombre le entregara una £lor yun periodico y no' haber insistido en examinar estaspiezas. "

Tal vez un presentimiento de 10 que iba a en~ontralme hizo posponer hasta 10 ultimo el verdadero mterro-gatorio. Cuando me presente en la casa de :~b~sco 106los torerillos, convictos y confesos tras un JUlCIO surna-rio, ya habian caido bajo los disparos de la ley fU?'a: enMazatlan intentaron escapar de la cuerda en que iban alas Islas Marias para cumplir una condena de treintaai10S por secuestro y ascsinato. Y ya todos, menos lospadres, aceptaban que los restos hallados en ~as agu<tsnezras eran los del ni110 Rafael Andrade Martinez,

Encontre a Olza muy desmejorada, como si hubierab A'envejccido varies anos en unas cuantas sem~n<ts. un

can la esperanza de recobrar a su hijo, se .dl~ ~uerzaspara contestarrne. Segun mis apuntes taquigraficos, laconversaci6n fue como siguc:

-Scnora Andrade, en la clfnica de Mixcoac nome

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pareci6 oportuno preguntarle ciertos detaIlcs queahora considero indispensables. En primer Ingar (co-mo vestfa el hombre que salio de 1(1 tierra para llevarsea Rafael?

-De uniforme.-~Uniforme militar, de policia, de guardabosques?-No, es que, sabe usted, no veo bien sin mis lcntcs.

Pero no me gusta ponerrnelos en publico. Por eso pasotodo, por eso ...

-Calmate =intervino eI ingeniero Andrade cuando ~;Il

esposa cornenzo a llorar.-Perdone, no me contesto usted: (como era eI uni-

forme?-Azul, con adornos rojos y dorados. Parecia muy des-

tefiido.-(Azul marino?-Mas bien azul claro, azul palido.-Continuemos. Apunte en mi libreta las palabras que

le dijo el hombre al darIe el periodico y la £lor: "Tengapara que se entretenga. Tenga para que se la prencla".(No Ie parecen muy extranas?

-Sf, rarisimas. Pero no me di cuenta. Que esnipida.No me 10 perdonare jamas.

-~Advirtia usted en el hombre algun otro rasgo fucrade 10 cormin?

-Me parece estar oycndolo: hablaba muy despacio ycon acento.

-~Acento regional 0 como si el espariol no fuera sulengua?

-Exacto: como si el espafiol no fuera su lengua.-Entonces ~cual era su acento?-Dejerne ver ... quiza.; como aleman.EI ingeniero y yo nos miramos ...Habia muy pocos ale-

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manes en Mexico. Eran tiempos de guerra, no se olvi-de, y los que no estaban concentrados en el Castillo dePerote vivfan bajo sospecha. Ninguno se hubiera atre-vido a me terse en un lio semejante. '

-~yel? ~Como era el?-Alto... sin pelo... Olia muy fuerte... como a hu-

medad.-Sefiora Olga, disculpe el atrevimiento, pero si el

homb~e era. tan estr~falario ~por que dejo usted queRafaelito bajara con el a la cueva?

-N? se, no se. Por tonta, porque el me 10 pidio, por-que .sIempre 10.he consentido mucho. Nunca pense quepudiera ocurnrle nada malo ... Espere, hay algo mas:Cl~~ndo el h.ombre se acerco vi que estaba muy palido ...~Como decirle ...? Blancuzco ... Eso es: como un cara-co1... un caracol fuera de su concha.

-Valgame Dios. Que cosas se te ocurren -exclamo elingeniero Andrade. Me estremecf. Para fingirme sere-no enumere:

-Bien, con que decfa frases poco usuales, hablabacon acento aleman, llevaba uniforme azul palido, olfamal y era fofo, viscoso. ~Gordo, de baja estatura?

-No, senor, todo 10 contrario: muy alto, muy delga-do ... Ah, ademas tenfa barba.

-~Barba? Pero si ya nadie usa barba -intervino elingeniero Andrade.

-Pues el tenfa -afirmo Olga.Me atrevf a preguntarle:-~.Una barba como la de Maximiliano de Habsburgo,

partida en dos sobre el menton?-No, no. Recuerdo muy bien la barba de Maximilia-

no. En casa de mi madre hay un cuadro del emperadory la emperatriz Carlota ... No, senor, el no se parecfa a

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Maximiliano. Lo suyo eran mas bien mostachos 0 pati-Has... como grises 0 blancas ... no se.

La cara del ingeniero reflejo mi propio gesto deespanto. De nuevo quise aparentar serenidad y dijecomo si no tuviera importancia:

-~Me permite examinar la revista que Ie dio elhombre?

-Era un periodico, creo yo. Tambien guarde la £lor yel alfiler en mi bolsa. Rafael ~no te acuerdas de quebolsa llevaba?

-La recogf en Mixcoac y luego la guarde en tu rope-roo Estaba tan alterado que no se me ocurrio abrirla.

Senor, en mi trabajo he visto cosas que horrorizarfana cualquiera. Sin embargo nunca habfa sentido ni hevuelto a sentir un miedo tan terrible como el que medio cuando el ingeniero Andrade abrio la bolsa y nosmostro una rosa negra marchita (no hay en este mundorosas negras), un alfiler de oro puro muy desgastado yun periodico amarillento que casi se deshizo cuando10 abrimos. Era La Gaceta del Imperio, con fecha del 2 deoctubre de 1866. Mas tarde nos enteramos de que soloexiste otro ejemplar en la Hemeroteca.

El ingeniero Andrade, que en paz descanse, me hizojurar que guardarfa el secreto. El general MaximinoAvila Camacho me recompense sin medida y me exigioolvidarme del asunto. Ahora, pasados tantos afios,conffo en usted y me atrevo a revelar -a nadie mas hedicho una palabra de todo esto- el autentico desenlacede 10 que llamaron los periodistas "EI misterio de Cha-pultepec". (Poco despues la inesperada muerte de donMaximino iba a significar un nuevo enigma, abrir elcamino al gobierno civil de Miguel Aleman y terminarcon la epoca de los militares en el poder.)

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Desde entonees hasta hoy, sin fallar nunea, la senoraOlga Martinez viuda de Andrade eamina todas lasmananas por el Bosque de Chapultepee hablando asolas. Alas dos en punto de la tarde se sienta en el tron-co vencido del mismo arbol eon la esperanza de quealgun dfa la tierra se abrira para devolverle a su hijo 0

para llevarla, como los caracoles, al reino de los muer-tos. Pase usted por allf y la encontrara eon el mismo ves-tido que llevaba el 9 de agosto de 1943: sentada en eltronco, inmovil, esperando, esperando.

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Cuando sali de La H abana, udlgame Dios

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A Salvador Barros Yo estaba nada mas de paso en Cuba como represen-tante que soy, 0 era, de la Ferroquina Cunningham,aquella tarde en la quinta del senador junto al rfoAlmendares tomabamos el fresco despues del almuer-zo, me habra firmado un pedido inmenso, el tiene laconcesion de todaslas boticas en La Habana, es amigointimo del presidente Gomez y socio en el Ferrocarrilde Jucaro y el periodico El Triunfo, cuando llegaron aavisarle, Dios mfo, en Oriente se han sublevado losnegros de los ingenios azucareros, van a echar al aguaa todos los blancos, a degollarlos, a destriparlos, quehorror;

tengo miedo, dije, ahora mismo me voy, el senadorinsulto a los negros, ya son libres, que mas quieren, nose conforman con nada, adernas escogen para rebe-larse precisamente hoy, decirno aniversario de la Repu-blica, luego intento calmarme, aseguro que el Tiburon,es decir el general Gomez, iba a someterlos en unascuantas horas y, en el caso remoto de que fallara, tropasnorteamericanas desembarcarian para proteger vidas yhaciendas;

pero no me convencio, no soy hombre de guerra, elchofer del senador me llevo al hotel, hice las maletas,pague la cuenta y llame por telefono a la agencia navie-ra, el unico barco que sale ahora va para Mexico, perosi acabo de llegar de Mexico, bueno, no importa, doy 10que sea, ~zarpa alas seis, pago a bordo, me aceptan uncheque?;

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en el muelle otros negros cantaban, cargaban azucar,~Io sabrian, iban a sublevarse tambieni', al fin trajeronmi equipaje, una lancha me llevo con otros pasajeroshasta el trasatlantico y subi por la escala colgante algran barco;

que alegria estar a salvo en un camarote del Churru-ca, no hay como estos vapores de la Compafiia Tra-satlantica Espanola, adernas sirven excelente comida,siento mucho no haberme despedido de quienes fue-ron tan am abies conmigo, menos mal que organizadocomo soy terrnine el dia anterior mis asuntos, en cuan-to 10 abran ire al despacho telegrafico para enviar unmensaje inalambrico a Mr. Cunningham, debo expli-carle por que sali de La Habana, aunque ya sabra todo,en Nueva York se interesan mucho por Cuba;

pasado un rato, me asfixio entre estas cuatro pare-des, subo a cubierta, suena la sirena, levan el anela, bri-llan las fortalezas de La Cabana y El Morro, todo pare-ce en calma, quien dirfa que al otro lado de la isla losnegros matan, violan, saquean, las torres de Catedral sealejan, las casas del Malecon se borran, por un instanteEl Vedado aparece color de rosa, jardines, balnearios,palmeras, disminuyen, se vuelven como un dibujochino en un grano de arroz, las aguas cambian de color,se oscurecen, nos hundimos en la curva del mar;

a bordo del Churruca la gente parece triste, soloDios sabe que va a pasar en Cuba, toca la orquesta esahabanera tan melancolica, La paloma, segun mi ma-dre la predilecta de Maximiliano y Carlota cuandoeran emperadores de Mexico, pobre Maximiliano, po-bre Carlota, sobre todo ella, muerta en vida, esperan-do, sin darse cuentade que han pasado los afios, sf,La paloma, mi madre la cantaba en mi cuna, Cuando

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sali de La Habana, ualgame Dios, / nadie me uio salir si noJui yo;

entre los pasajeros no hay ningun conocido, vuclvoal camarote, espero la cena, mientras tanto fumo unH. Upmann y termino La isla de los pingiiinos, gran escri-tor Anatole France, estoy a punto de quedarme dorm i-do, vienen a cobrarme el pasaje, ~cuando Ilegaremos aVeracruz?, en menos de tres dfas si hay buen tiernpo,responden;

por la noche miro hacia abajo desde la cubierta , 1;-15

olas se ven temibles al rompersc en el costado delbarco, si Ie tengo miedo a una sublevacion cuanto masremere un naufragio, serio inconvenicnte para alguicnque debe ir de un pais a otro de Sudamerica con 111llCS-

tras, almanaques y catalogos de 108 laboratorios Cun-ningham, y en que 10 voy a hacer si no en barco, pOl'fortuna los de la Trasatlantica Espanola son los mascornodos y seguros del mundo;

10 mismo opina cl matrimonio que me toea a lamesa, unos noruegos muy agradabies aunque no dema-siado conversadores, ya que no se [ranees y eIlos habla nIngles britanico y casi nada de espafiol, solo pucdomencionarles dos obras de Ibsen que he visto en Broad-way, Espectros v Casa de muiiecas, y preguntarles sisu capi-tal, Cristiania, cs tan gelida como San Pctersburgo.acerca de cI\a se un poco, Dav, mi vecino en la Calle titi,es un exiliado enemigo del zar;

el nombre del barco les parece incornprensible a losnoruegos, gracias a que lei una novcla de Caldos Incluzco, les digo, Churruca rue el almirante espariol queen 1805 perdio la batalla de Trafalgar con tra I-Iorat i()Nelson, una bala de canon Ie arranco una pierna, Chu-rruca siguio dirigiendo sus naves con cl cuerpo mctido

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en un barril de harina para frenal' la hemorragia, sedesangro pero murio de pie como un heroe, yo alverme asf me hubiera dado un balazo, por increfble queparezca a su vez el almirante Nelson resulto muerto abordo del Victory, para evitar la corrupcion su cadaverfue llevado a Inglaterra en un barril de brandy, hubo unexceso de toneles en Trafalgar ~no creen ustedes?;

nadie se rie, fin de la conversacion, no hay mas temasde interes com un, hubiera preferido cenar con gente demi idioma 0 norteamericanos, para mi es igual, hablocomo ellos, vivo en Manhattan desde nino, mi padrefue otra victima de Porfirio Dfaz cuando hubo la rebe-lion de 1879, pero he llegado el ultimo y no debo que-jarme, fue una suerte hallar pasaje en estas condi-ciones;

por los nervios ceno mucho, no acepto jugar bridgecon los noruegos, me acuesto, no logro dormir, elbarco cruje, oscila, salta, me asomo por la claraboya, noveo nada, tinieblas profundas, pero oigo el chasquidode las olas como un sollozo, que extrafio, que ganas dehablar con alguien, no, no quiero vestirme para subir alsalon en donde aun habra gente;

tampoco puedo leer con este zangoloteo, ahoracuando ya se ha inventado casi todo ~por que no haranbarcos insumergibles y estables?, ~ysi algo nos pasara?,con todo y telegraffa sin hilos, el descubrimien to genialde Marconi, ~quien va a auxiliarnos en estas soledades?,por fortuna en el Golfo de Mexico no hay aisbergs, lacorriente tropicallos disuelve, no nos amenaza una tra-gedia como la del Titanic, eso nunca volvera a suceder;

que cosas tiene el mar, esta loco, nadie 10 entiende,nos da una noche en el infierno y al amanecer como unplato, tranquilo, ni un rizo en la superficie, que se hi-

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cieron las gran des olas nocturnas, y aunque el capitanecha las maquinas a todo vapor para seguir por esteoceano de aceite, vamos como si el Churruca fuera unbarco de vela, que extrafio:

10 bueno es que ya vi a la espanolita, los viejos debende ser sus padres, bellisirna, c6mo acercarme a ella,mejor esperar a que se rompa el hielo y brote la falsacamaraderfa de todo viaje, porque al desembarcar, plaf,se acab6, las cosas vuelven a ser como antes, haz decuenta que nunca nos hubierarnos visto, que raro,.o notanto, porque nadie sabe si llegara a puerto c~n VIda, yentonces fingimos, nada me preocupa, me sierrto co-mo en un paseo a orillas del rio;

por suerte el hombre que esta con ellos es el encar:gado del Casino Espanol en Mexico, me acerco, q_uegusto de verlo, encantado, senor, beso su mano, seno-ra, a sus pies, senorita, y alas pocas horas ya estamos enlas sillas de extension conversando, eso sf, con los pa-dres al lado, que encanto de nifia, tuve la precauci6nde quitarme la alianza matrimonial que cargo e~ eldedo como la argolla de un buey, si Cathy me VIeracuando no estoy con ella, bueno, supo ndr a que en losviajes me doy mis escapadas, los yanquis hacen 1,0mismo, aunque tengan cuatro hijos como yo Yuno mas

en camino;pobre Cathy, sola todo el afio, tienen la cul~a los la-

boratorios Cunningham y mis esfuerzos por mundarSudamerica de ferroquinas, pildoras y tric6feros, cuan-do menos su madre ya no vive en Albany, se cambi6 aBrooklyn para estar cerca de ella, nurica me he llevadobien con mi suegra aunque adora a los nifios:

primera vez que Isabel viene a Americ~, Ie hablo delprodigio que significa Manhattan, la ciudad en que

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comienza el futuro; solo Manhattan es Nueva York, losde mas distritos no importan; Ie cuento del ferrocarrilsubterraneo, 105tuneles que se construyen bajo el Hud-son y el East River, Ie digo que gracias a los ascensoresexisten los rascacielos y gracias a los rascacielos hayascensores en todo el mundo, de la misma manera queel tren elevado exigiola invencion de las escaleras elec-tricas, este mismo ano en las grandes tiendas de depar-tamentos habra escaleras electricas, le hablo del Niaga-ra y el camino de fierro de Veracruz a Mexico, su padredirigira una fabrica de tejidos en Puebla, no cree quevaya a haber otra revolucion contra el presidente Made-ro, en cambio esta preocupado por Cuba;

que delicia Isabel, nacio en Tunez, que extrano, lacrei madrilefia 0 andaluza,no, es catalana como suspadres, el mar reverberante, hace calor a pesar de labrisa, me sonde, no estoy bien vestido, pas an hombresde cuello duro, bombines, cachuchas, pecheras albean-tes, la orquesta inicia Maple Leaf Rag, como suena elcatalan le pregunto, Isabel es la perfeccion, lajuventudy toda la belleza del mundo, fragancia de agua de colo-nia, el viento empuja el cabello hasta su boca, meensefia algunas palabras, oratge tempestad, comiat des-pedida, mati manana, nit noche, ~como se dice encatalan hay baile esta noche?;

me desespera cenar con 10s noruegos, Isabel y yo nosmiramos de lejos, hasta que al fin la tengo en mis bra-zos, los padres solo nos dejan bailar valses no tango, mealegra porque no se 10s pasos, mil gracias, hasta mana-na, Isabel;

segunda noche, nit, de no dormir, pienso en ella, Isa-bel estara pensando en el novio que dejo en Barcelona,idiotez sentir celos, como voy a exigir fidelidad a quien

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no tiene compromiso alguno conmigo, ni siquiera S0110

en este encuentro, seria terrible enamorarme de ella,que diablos, siempre me pasa 10mismo, en vez de gozardel presente ya me entristece la futura nostalgia PC))" clahora que no volvera;

en el muelle de Veracruz nos despedirernos al bajardel Churruca, Isabel se ira a Puebla, me quedarc en clhotel Diligencias mientras lIega el barco para NuevaYork, no nos veremos nunca 0 al volvcrnos aver sere-mos otra vez desconocidos, que triste, pcro qucda undia mas a su lado, un ultimo dia, estamos de rcgreso encubierta, el sol resplandece sobre el mar en perpetuacalma, a 10 lejos pasan otros vapores, llegamos a lapopa, los padres vigilan sentados en el puente con clespariol del Casino;

y estoy cerca de ti, Isabel, tienes dieciocho <1110S, encambio estoy perdiendo el cabello, cmpiezan a salirrncIas canas, siento que me ha pasado todo, tu apenasabres los ojos, tu vida esta por delante, quisicra tom.u-Ie la mano, abrazarla, besarla, no sc, lc digo mira ysonde, arrojan el pan que sobro de ayer, las gaviotas scprecipitan a devorarlo, luchan pol' mcndrugos moja-dos en agua de mar, ~siempre van tras cl barco?, SIcuando hay tierra cerca y tambien tiburoncs 10 siguen,pero si no arrojan carne, cuando matan un animalechan los desperdicios al agua, tracn bueyes, ccrdos,carneros, gallinas, cah, sf?, no sabfa, los traen vivos, losmatan alla abajo, ~de donde crees que provienen nucs-tras comidas?;

cte gustarfa ver la sala de maquinasj', es prodigioso elmecanismo del barco, los trasatlanticos son maravillasde la ciencia aplicada, ni dirigibles ni acroplanospodran sustituirlos jamas, te irnprcsiono mucho 10 del

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Titanic ~no es cierto?, fue una desgracia aislada, nohabra otro accidente como ese:

nunca voy' a olvidar este dfa, como Fausto decirle aJinstante, detente, detente, no quiero volver a la Calle55, el subway, los domingos en Brooklyn, los juegos delos nifios en Park Slope, los pleitos con los primos, elste-w, el pay de manzana, la ferroquina, el tricofero,el talco, el jabon de olor, las pastiIIas para la tos, las pfl-doras digestivas, las tinturas de pelo, la locion revitali-zadora, los almanaques rosados de Cunningham quecontienen el sari.oral de todo el afio, anuncian las fasesde la luna y los eclipses, los mejores dias para sembrar,pescar y cortarse el cabello y las ufias, no quiero sabermas de las cuentas, los cobros, las comisiones, las mues-tras, los f1etes, 10s viaticos, el papeleo, las rencillas den-tro de la compafiia, las ganancias y perdidas, el despre-cio afectuoso de Mr. Cunningham para quien Ie da aganar miIlones de dolares al afio y l~ ha abierto los mer-cados de todo el continente a cambio de un sueldomiserable y unas comisiones ridfculas, no quiero volvera todo eso, quiero pasar la eternidad contigo, Isabel, laeternidad contigo ~me escuchas?;

que pronto, que pronto ha llegado la noche, la ulti-ma noche en el barco, antes de que oscurezca le sefia-10 una cumbre nevada, mira, es el Citlaltepetl, el Picode Orizaba, la montana mas alta de Mexico, llegaremosa Veracruz en el alba;

fiesta de despedida, ultimo baile, ven, Isabel, dejamesentirte en mis brazos, giramos en el vals Sabre las alas,no tiene mucho repertorio la orquesta, ahora toea otravez La paloma, Ie cuento a Isabel, mi madre la cantabaen mi cuna, en el Castillo de Bouchot Carlota, demen-te, la sigue escuchando en su interior como si aun estu-

viera en 1866, cuatro an os mas y su locura cum pliramedio siglo, pobre Carlota, supone que Maximilianoesta vivo, ignora el fusilamiento en Queretaro, cree queno tardara en abrir la puerta del otro castillo, Chapul-tepee, Miramar, que tristeza;

la gente abandona el salon, sus padres la lIaman, Isa-bel, no te vayas, quieren estar frescos para el desern-barco, oficial, ~a que hora fondeamos?, a la seis si Diosquiere, senor, don Baltasar me tiende la mano, fue unplacer conocerlo, don Luis, el gusto fue mfo, senora, sivan a Nueva York allf estoy siempre a sus 6rdenes, deotra manera hare con el mayor placer cuanto puedaofrecerseles, ya Ie di a don Sebastian mi tarjeta, no, no,Isabel, ahora no, nos diremos adi6s manana en el mue-lle, nunca mas, Isabel, nunca nunca, ~se humedecieronsus ojos?, ~fue una alucinaci6n?, ahora siento la sal demis Iagrimas, que verguenza, he llorado, me han visto;

no dormire, bebere, camarero, otra igual, que estopase a mi edad es el colmo, ~cuanto whisky, cuanto vinohe bebido?, hace calor, tengo suefio, frescura de labrisa en cubierta, ya se ven las luces de Veracruz, aunno, s610 el faro, los faros, las islas, la delicia de hundir-se en las mantas, ven conmigo, Isabel, no te vayas, meadormezco, me duermo, estoy dormido, suefio algoimposible de recordar, ya no suerio, despierto, alguientoea;

~quien llama?, Isabel, no es posible, ~por que vienesola Isabel, por que la dejan venir sola a verme?, abro,oigo gritos, carreras, lamentos, me pregunto, Ie pre-gunto ~que pasa?, no sabes, es horrible, no sabes, ~quepasa?, y ahora ella me interroga, me dice ~cuando sali-mos de La Habana?, el20 de mayo de 1912, responde,~que dia es hoy?, 23, 24, que importa;

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no no no, me contesta llorando, es el 23 de noviem-bre de 20~2, algo paso, nos tardamos en llegar todo unsiglo, no puedes imaginarte 10 que ha ocurrido en elmundo, no 11) podras creer nunca, mira, asomate, dimesi reconoces algo, hasta la gente es por completo dis-tinta, no nos permiten desembarcar, estan enloqueci-dos, dicen que es un barco fantasma, el Churruca de laCompafiia Trasatlantica Espanola se perdio en el mar alsalir de La Habana en 1912, ui y yo y todos los que via-jarnos en el sabemos que no se hundio, para nosotrossolo han pasado tres dias, estamos vivos, tenemos laedad que teniamos hace den afios al zarpar de LaHabana, pero cuando bajemos a tierra ~que ocurrirai',Dios mio, ~como pudo pasarnos 10 que nos paso, comovamos a vivir en un mundo que ya es otro mundo?

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'.':". "

In dice

El principio del placer, 11La zarpa, 57La fiesta brava, 65Langerhaus, 99Tenga para que se entretenga, 113Cuando salf de La Habana, valgame Dios, 129

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