El Poder de Las Piezas Menores - Jan Timman

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JANTIMMAN

«EL PODER DE LAS PIEZAS MENORES»

LUCHA DE ALFILES CONTRA CABALLOS ·EN EL MEDIO JUEGO Y FINAL

EDITORIAL CHESSY http:/ /www.editorialchessy.com

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GM JAN TIMMAN

Traducción: Ferrán Gómez

EDITORIAL CHESSY http://www.editorialchessy.com Urb. Puerta Vetusta nº 19 Sta Eulalia de Morcin (Asturias) Teléfono: 985 78 34 81 [email protected]

Todos los derechos reservados

Diseño de Portada: Marga López Michelone

l.S.B. N: 978-84-936238-1-4 Depósito Legal: AS. 1.007/08

Impresión: Gráficas Summa, S.A. Impreso en España

EDITORIAL CHESSY

Director General: Alfonso Romero Holmes Maquetación: Arturo González Pruneda Webmaster: Manuel Martí

Prefacio

Capítulo 1

Superioridad del Caballo - Partidas

Capítulo 2

Superioridad del Caballo - Finales

Capítulo 3

Superioridad de la Pareja de Alfi les

INDICE

Contenidos

7

Partida 1 : Andersson - Browne 9 Partida 2 : Karpov - Kasparov 1 3 Partida 3 : Romanish in - Timman 1 9 Partida 4 : Kasparov - Karpov 24 Partida 5: Karpov - Sokolov 32 Partida 6 : Karpov - Yusupov 37 Partida 7: Anand - Kamsky 42 Partida 8: Leko - Topalov 49 Partida 9 : Lautier - Kramnik 55 Partida 1 O : Polgar - Anand 60 Partida 1 1 : Piket - Azmaiparashvi l i 66 Partida 1 2 : Timman - Avrukh 69

75

Partida 1 3 : De Firmian - Alburt 95 Partida 1 4 : Qi J ingxuan - Timman 1 00 Partida 1 5 : Karpov - Seirawan 1 05 Partida 1 6 : Kasparov - Sokolov 1 1 3 Partida 1 7 : Ljubojevic - Khal ifman 1 1 7 Partida 1 8 : Bologan - Romanish in 1 23 Partida 1 9 : Anand - Tiviakov 1 27 Partida 20 : Leko - Topalov 1 37 Partida 2 1 : Short - Polgar 1 44 Partida 22: Sh i rov - Kasparov 1 50

Capítulo 4

Superioridad de la Pareja de Caballos

Capítulo 5

Superioridad de Alfi l y Caballo

Partida 23 : Hübner - Kortchnoi 1 56 Partida 24 : Psakhis - Speelman 1 60 Partida 25: lvanchuk - Kasparov 1 68

Partida 26: Karpov - Kamsky 1 75 Partida 27 : Salov - Kamsky 1 8 1 Part ida 28: Ponomariov - Val lejo 1 86

PREFACIO

Los conceptos estratégicos ofrecen puntos de referencia út i les para que el jugador práctico pueda navegar, pero eso es todo lo que hará . Con bastante frecuencia u n o encontrará otros factores , mucho más d ifíci les de transformar en palabras , que adquieren una importancia cruc ia l en l a va lorac ión de pos ic iones . El jugador de el ite ve ciertas estructuras en su tota l i d a d , como el l e g e n d a r i o p s i c ó l o g o h o l a n d é s A .O. d e G root e x p l i có e n s u momento. S i e l negro h a fianchettado s u a lfi l y se ha enrocado a continuación , como en la Grünfeld o en la I nd ia de Rey, la configuración alrededor de su rey es algo que reconocerá inmediatamente . El mismo jugador manejará los conceptos estratég icos de forma s imi lar ; los usa p a ra con stru i r p l a n e s y e l a bora r cálculos a s u a l rededor.

De todos los conceptos estratég icos, el del caba l lo contra a lf i l malo es indudablemente uno de los más estud iados y d e los más fác i l m e nte reconoc idos . E l caba l l o fu erte dom i n a al a l fi l , cuyo rad io de acción está restringido por uno o más de sus peones, que han sido fijados en las casi l las del alfi l . S i sólo se trata de un peón , estará sin duda ais lado. Si más peones han sido fijados , la posición estará b loqueada o semib loquead a , lo que acostu m b ra a i n cre mentar l a ventaj a de l jugador que posee el cabal lo , a menos que el alfi l consiga sal i r de la cadena de peones y unirse al ataque. Otra reg la general es que la ventaja del j ugador que posee e l ca ba l l o a u m enta a m e d i d a q u e desaparecen l a s piezas. A l mismo tiempo, no hace falta decir que hay i n contab les excepc iones a estas reg las generales.

La pareja de a lfi les es otro importante tema estratégico . La posesión de la pareja de alfi les no s iem pre ha s ido cons iderada como una ventaja evidente por e l l a misma. Cuando Adolf Anderssen , el g ran jugador de ataque del s iglo XIX, jugaba la Ruy López, a menudo lo hacía

sólo para poder camb ia r en c6 tan pronto como le fuera posib le . Solamente cambiaron estas a p re c i a c i o n e s a p a rt i r de W i l h e l m Stein itz , y en e l s ig lo X X la pareja d e a lfi les em pezó a ser cons iderada como un arma poderosa . Los l lamados alfiles de Horwitz, una pareja de a lfi les que contro lan d iagonales vecinas en un tablero ab ierto, son el ejemplo m á s i m p a cta nte . S o l a m e n t e c u a n d o el carácter de la posición es fuertemente cerrado la pa reja de a l fi les entra en cri s i s : en ese momento los alfi les t ienen un radio de acción más restr i n g i d o q u e a l fi l y caba l l o o dos cabal los .

En este l i b ro trataré estos dos temas, uno d e s p u é s d e l otro . To d a s. las p a rt i d a s comentadas datan en su mayoría d e las dos ú l t imas décadas y en e l las la bata l la entre piezas pequeñas tiene un papel protagonista . Obviamente , las piezas mayores y las diversas formaciones de peones también t ienen algo que decir : ¿cuándo es el momento de buscar un cambio de piezas mayores? ¿Cuándo es un buen momento para cambiar la estructura de peones? Estas cuestiones serán tratadas en los comentarios . Aaron N i mzowitsch ha destacado que el poder de la pareja de alfi les se h a ce nota r espec i a l m e nte en el fi n a l , después de q u e l a s p iezas mayores hayan sido cambiadas. Esto es cierto en numerosas part idas. Aún as í , he decidido no ded icarle un ca p ítu lo aparte a este t ipo de fi na les : las diferentes partidas conducen a un final de una forma natura l .

Por lo que respecta a la lucha de cabal lo contra alfi l malo , consideré que una sección aparte de fi na les sería úti l , porque es relevante de cara a la teoría de finales. También ten ía un mot ivo p rá ct ico . A fi n a les de 1 996 di dos conferencias en la U n iversidad de Ti lburg , que dediqué a la l ucha de cabal lo contra alfi l malo en el fi na l . De cara a este l ibro he revisado estas conferenc ias y he añad ido a lgu nos

8 PREFACIO

ejemplos prácticos recientes . H e i ntentado darle el tratamiento más exhaustivo posib le , aunque seguramente no he pod ido abarcarlo todo.

A pesar de que este l ibro contiene dos áreas claramente del imitadas, comparten una base com ú n . En la part ida Anand-Kamsky, por ejemplo, el ún ico empate que se ve en esta obra , vemos una lucha que dura 1 O jugadas entre 2 cabal los fuertes contra la pareja de alfi les. Sólo entonces las piezas pequeñas son cambiadas y emerge u n tema d ist into. Las partidas en las que la pareja de alfi les, por un lado, y el cabal lo fuerte -por otro lado- dominan, ta mb ién t ienen para le l i smos . E n u n buen número de partidas es el b lanco qu ien l leva la in iciativa . Una posib le y tentadora conclusión es que estas ventajas estratég icas en partidas entre grandes maestros pueden resu lta r de determ inadas aperturas.

En relación con las aperturas : he i ntentado alejarme de extensas d igresiones teóricas y s i e m p re h e i n t e n t a d o p r o p o rc i o n a r u n a descripción l o más breve posible d e l a esencia de todos los aspectos teóricos.

Jan Timman, Ámsterdam, enero 2008.

9

1.- EL PODER DEL CABALLO

1 .- Andersson - Browne

Wijk aan Zee 1 983

Apertura Inglesa [A30]

Pocas dudas caben de que U lf Andersson es uno de los estrategas más precisos de nuestro tiempo. En su plen itud es capaz de moldear una posición a su voluntad con una serie de peq u e ñ a s j u g a d a s y en tonces a p l i ca r l a misma precisión a la hora d e transformar s u ventaja . L a presente partida data d e su mejor periodo . En 1 983 era e l número cuatro del mundo. Ganó el torneo de Hoogoven y, un mes d e s p u é s , com p a rt i ó con Ka rpov e l segundo puesto en L inares, s i n haber perdido una sola partida .

Podría decirse que esta partida contra Browne afectó materia lmente a l desenlace del torneo de H o o g o ve n , p u e s el n o rtea m e r ica n o eventualmente acabó e n tercer lugar, un punto por detrás de los l íderes . Browne s igue e l eje m p l o d e Kasparov a l e c h a rse atrás y espera r a . que l a pos ic ión le ofrezca u n a oportu n i d a d d e a b a n d o n a r l a d efe n s a e intentar apoderarse de la in iciativa . Pero con un juego duro y sól ido , Andersson pone de rel ieve los inconven ientes de esa decisión . La bata l la se convirtió en un final modelo de caba l lo contra alfi l malo.

1 .tLlf3 c5 2.c4

Andersson rechaza la invitación de jugar la Sici l iana . Hubo un t iempo, hace muchas lunas, antes del match Spassky-Fischer de 1 972, en el que él jugaba las variantes abiertas contra la Sici l iana (recuerdo una aguda victoria sobre Stein en Reykjavik 1 972) pero tras cumpl i r los 25 años todo lo que jugó fue la Reti , la Ing lesa y ocasiona lmente la I nd ia de Dama.

2 . . . t0f6 3.t0c3 e6 4.g3 b6 5.i.g2 i.b7 6.0-0 .te7 7.b3

La contin uación más habitual es 7 .d4 , con i n te n c i ó n de g a n a r contro( i n m ed i ato de l centro . Con la textua l e l b lanco prepara un doble fiancheto, y a l hacer esto devuelve la part ida a l terreno de la Apertura I ng lesa . La ocu p a c i ó n d i recta d e l cen tro h u b i e ra conducido, de manera ind irecta , a una variante de la I nd ia de Dama.

7 . . . 0-0 8.i.b2 a6

El n e g ro ta m b i é n se fre n a a l a hora de consol i dar su infl uenc ia en e l centro . Con 8 . . . d5 hub iera a lcanzado una sól ida y fiable variante de la Apertura I nglesa. En lugar de eso, aún está preparándose para el avance d 6 , tras el cua l adoptará una posic ión de Erizo .

9.e3

E l b lanco juega igua l mente a la espera de acontecimientos . E l avance de peón deja l ibre la casi l la e2 para la dama, al t iempo que tras un futuro d4 tendrá la opción de recapturar de peón en d4.

9 . . . d6

JO CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

B rowne está cop i a n d o d evota m e nte l a s jugadas que Kasparov h a b ía ut i l izado con éxito en dos partidas, 1 8 meses antes. S i se hubiera decantado por 9 . . . d5, e l cam bio en d5 hubiera permit ido a l b lanco l legar a una versión favorable de la Apertu ra I nglesa: e3 es más úti l para las blancas de lo que a6 es para las negras.

1 0 .d4 lt'ibd7

Conti nuando los pasos de Kasparov. Pero después de esta partida quedó claro que la mejor opción para e l negro hub iera s ido e l cambio, ya que la jugada textua l condujo a una gran ventaja para las blancas.

1 1 .dS!

Por supuesto . Los rivales de Kasparov tuvieron m iedo de rea l iza r este obv io avance . E n Smyslov-Kasparov, Moscú 1 98 1 , la part ida continuó 1 1 .'ife2 ll:ie4 1 2.l:tfd1 'ifb8 1 3 .lt'ixe4 .be4 1 4 .lLieS ..txg2 1 5.lt'ixd? 'it'b7 1 6 .lt'ixf8 .tf3 1 7 . 'if d3 l:txf8 , y el incontestable control de la gran diagonal por parte del negro le otorgó suficiente compensación por la ca l idad . U nos meses m á s t a rd e , K a s p a rov v o l v i ó a encontrarse otra vez en la misma posición . En Speelman-Kasparov, Graz 1 98 1 , se prosiguió de la sigu iente manera : 1 1Jk 1 b5! 1 2 .dS exd5 1 3 .lt'ixdS lt'ixd5 1 4 . cxdS .tf6 1 5 . .txf6 lt'ixf6 1 6 .lt'ih4 a5, con juego razonable para el negro .

Es interesante ver lo que Kasparov pensaba d e 1 1 . d S . En s u s c o m e n t a r i o s p a ra e l Informador Ajedrecístico sobre l a part ida con

Smyslov ca l if ica el avance como dudoso , ind icando que el negro consigue contrajuego tras 1 1 . . . exdS 1 2 .lt'ie 1 b5 1 3 .lt'ixd5 lt'ixd5 14 . .txdS .txd5 1 5 .'ifxd5 lt'ib6, lo que es cierto . Pero Andersson encue ntra u n a forma d e mejorar esta variante .

1 1 ..• exdS 1 2.lt'ih41

Esta jugada de cabal lo es mucho más fuerte que la pasiva 1 2 .lt'ie 1 . Dado que el cabal lo amenaza con saltar a f5 con gran fuerza, e l negro se ve obl igado a ceder un t iempo en la bata l la por la importante casi l la central d5 .

1 2 . . . g 6 1 3 . lLi x d S lt'ixd5 1 4 • .txdS .t x d 5 1 5.'ifxd5

La d iferencia respecto a la part ida Speelman­Kasparov se hace evidente: el b lanco siempre ha sido capaz de recapturar en d5 con una pieza . En lugar de una posición t ipo Benon i , h a conseg u i d o l l e g a r a una p o s i c i ó n estratég ica idea l , pues siempre será capaz d e detener el avance l iberador d e l peón negro de «d» .

1 5 . . . bS

Browne sigue la estela de Kasparov, pero dado que se encuentra con un tiempo de menos, esta actitud no tendrá un buen final para é l . Otras a lternativas posibles eran :

A) 15 . . . ..txh4 . En el momento de rea l izar su undécima jugada, el blanco ya era consciente de lo inofensiva que resu ltaba esta jugada. Tras 1 6 .gxh4 'ifxh4 1 7 . 'ifxd6 'ifg4+ 1 8 . 'ifg3

CAPITULO 1 : EL PODER DEL CABALLO 11

'ifxg3+ 1 9 . hxg3 el alfi l b lanco es muy superior. El negro qu izá podría i ntentar constru i r una defensa, pero éste no es el t ipo de posiciones que a uno le gusta jugar.

B) 1 5 . . . i.f6 . Desde m i punto de vista , esta invitación a cambiar piezas parece lo menos malo. Es verdad que 16 . ..llxf6 ll:ixf6 1 7.'iff3 evita que el negro se l i bere de go lpe , pero tras 1 7 . . . 'ife 7 aún puede ser optimista sobre sus pos ib i l i dades de defenderse con éx ito . E l ca mb io d e l a lfi l de d a m a b lanco que está controlando la gran d iagonal es un importante logro .

1 6.ll:ig2

Una vez hecho su trabajo en h4, el cabal lo se d i rige nuevamente a controlar la importante casi l la de d5 .

16 . . . ll:ib6 1 7.'ifd3

Una casi l la ideal a la que regresar: e l b lanco defiende su peón de «C» al mismo tiempo que ataca el peón enemigo de « b » .

1 7 . . . bxc4

Otro error tras el cua l , en un sentido genera l , la posición está ganada para el b lanco. Lo correcto era 17 . . . 'ifd7 para mantener la tensión de peones. La apertura de la col umna « b » sólo beneficia al blanco.

1 8.bxc4 J:l.b8 1 9.J:l.ab1 'ifd7

Proba b l e m e n te el n e g ro s ó l o h a b ía co n s i d e r a d o 2 0 . ll:if4 , t ras l o c u a l l a aparenteme nte poco sa l udab le 20 . . . g 5 l e proporciona contrajuego tras 2 1 .ll:ie2 'ife6 y 2 1 .ll:idS ll:ixd5 22 .'ifxdS 'ife6 . El avance del peón «g» debi l ita la posición negra menos de lo que parece: e l a lfi l p roporc iona buena cobertu ra a l peón y se evita que el cabal lo blanco l legue a f5 .

20.e4

Una de esas poderosas y minúsculas jugadas de las q u e Andersson parece poseer los

derechos exc lus ivos . Refuerza su centro y l ibera la casi l la e3, ideal para su cabal lo .

20 . . .fS

La ún ica esperanza de contrajuego para el n e g ro , a u n q u e este m ov i m i e nto t i ene la desventaja de proporc ionar más o menos automáticamente una mayoría b lanca en el flanco de rey. Aún as í , todás las restantes jugadas le hubieran conducido a una muerte lenta y dolorosa .

21 .ll:ie3

No hace fa lta dec i r que e l b la nco prefiere permitir la captura al negro , ya que tras 2 1 . . .f4 d ispone de la v i rtua lmente leta l 22.ll:idS.

21 . . . fxe4 22.'ifxe4 l:!.be8

Ver m i comentario a la jugada 1 7 del negro.

23.'ifd3

U n a vez más , la dama e l ige esta cómoda casi l la para su ret irada. Tanto la dama como el cabal lo continúan defend iendo el peón «C» y la casi l la d5. E l b lanco ha hecho bien en no caer en la tentadora 23 .ll:ig4??, tras la cual 23 . . . i.gS! ganaría pieza .

23 . . . J:l.f3

Una jugada aparentemente activa , pero debido a la mala situación estratégica del negro, no consigue aportarle nada.

12 CAPITULO 1 : EL PODER DEL CABALLO

24 . .i.c31

El b la nco goza de un fi rme contro l de l a pos ic ión , pero só lo n eces i ta u n peq ueño em pujón más p a ra g a n a r l a part i d a . Ese pequeño empujón v iene proporcionado por la s igu iente man iobra , en la que e l b lanco c a m b i a s u a l f i l p o r e l c a b a l l o n e g ro , asegurando así l a cas i l la d 5 para s u propio caba l lo . A primera vista , cambiar el poderoso a lfi l por el débi l cabal lo no parece un buen negocio, pero podemos ap l icar lo que decía Ta rrasch : « Uno no debe fijarse en lo que desaparece del tablero, sino en lo que queda en él» . En este caso, lo que queda aparte de las p iezas mayores es u n i n menso caba l lo frente a un pátético alfi l .

24 . . . .tdS 25 . .ta5 �c6 26 . .tb6 .tb6 27JUd1

El in icio de la fase técn ica . E l b lanco empieza atacando el peón « d » negro para mantener pas ivo a l a l fi l e n e m i g o , pues s i e l n e g ro consigu iera l levar su alfi l a d4, a costa de sus peones de «d» y « a » , tendría pos ib i l idades razonab les d e sobrev iv i r. Después d e la jugada textua l , fracasará por muy poco .

27 . . . .tc7 28.l:.b3

Reforzando aún más su posición sin hacer demasiado ruido.

28 . . . .ta5

Con l a torre de d a m a b l a n ca l ejos de l a pr i mera fi l a , e l n e g ro se p u e d e p e r m i t i r exponer s u peón « d » , y a q u e 29 .�xd6 �xd6

3 0 ..l:b d 6 l e p e r m i t i rá p os i b i l i d a d e s d e c o n t raj u e g o m e d i a nte 3 0 . . . .i. e 1 . P e ro A n d e rsson n o se d ej a ten tar y cont i n ú a reforzando s u posición .

29.�c2

Ahora el cabal lo está preparado para saltar a d5 .

29 . . . .tdS

Es d ifíci l encontrar buenas jugadas durante l o s a p u ros d e t i e m p o . E l n e g ro d e c i d e refugiarse e n l a pasividad para evitar ataques sorpresa . No ten ía sent ido i ncrementar la presión sobre f2 mediante 29 . . J:tef8 , pues el blanco continuaría con 30.llid5 amenazando jaque en e7.

30.llid5

Finalmente se ha a lcanzado la casi l la idea l .

30 . • .l:tffS 31.�b2 �a4 32.l:.c1 l:.e6 33.l:.b8

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 13

Lentamente pero con contu ndenc ia , se va asaltando la forta leza negra . Es cierto que el b l a n co no d ispone tod av ía d e ame n azas concretas , pero el negro cada vez lo tiene más difíci l para rea l izar jugadas decentes.

33 . . . 'ii'eB 34.'iti>f1

Esto se acaba . E l b lanco imp ide a su riva l acceder a cualquiera de las posibles casi l las de penetración .

34 . . . 'ii'f7 35.:b 7

El i n ic io d e u n ca m b i o mas ivo d e p iezas mayores . E l negro no tiene otra opción .

35 . . . ..tf6 36Jbf7 ..txb2 37 .l:txf8+ 'iti>xf8 38.:e1

Forzando el cambio de la últ ima pieza mayor, tras lo cual se a lcanza un fi nal modelo.

38 . . . :xe1+ 39.'iti>xe1 Wf7 40.We2 ..td4

E l a l fi l fi n a l m e nte h a l l egado a la cas i l l a deseada , pero con las piezas mayores fuera del tablero no tiene mucho que hacer a l l í .

41 .f4

Cuando se pone en marcha una mayoría de peones en este tipo de posición , normalmente se emp ieza con el peón cand idato a peón pasado .

41 . . . hS 42.Wf3 '1te6 43.h3 ..tb2 44.'iti>e4 ..tc1 45.g4 hxg4 46.hxg4 ..tb2 47.a4

Antes de asestar la estocada fina l , el blanco refuerza su posición en el flanco de dama .

47 . . . ..ta1 48.ll:ib6

El i n i c io de u n a tra n sacc ión te mát ica : el blanco planea sacrificar su peón pasado para desviar al rey enemigo, tras lo cual los peones negros caerán uno a uno .

48 . . . ..tb2

Esta parte fi na l deb ió ser una tortura para Browne , pero aún es pronto para abandonar.

49. f5+ gxf5+ 50.gxfS+ Wf6 51 .ltJcB d5+ 52.'iti>xdS 'iti>xf5 53.ll:id6+ �f6 54.lt:\e4+ We7 55.ltJxcS a5 56.'iti>c6 ..tc3 57.ll:ib7

E l negro abandona.

[1 :O]

2.· Karpov • Kasparov

Cto . del Mundo (9) , Moscú 1 984

Defensa Tarrasch [034)

Esta part ida tuvo lugar en la primera fase de u n o de los e nfre n ta m i e ntos por el t í tu lo mundia l más largos jamás jugados; también ha sido el ú n ico match i nconcluso, pues el entonces Presidente de la F I D E , e l fi l i p ino Florencio Campomanes, se sacó de la manga un deus ex machina para detenerlo tras 48 partidas .

14 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

Karpov era intocab le en esta pr imera fase. Kasparov s implemente no pod ía luchar contra su juego estratég ico . La presente part ida i lustra esto a la perfección . Era la primera vez que Karpov volvía a d2-d4 como jugada in ic ia l , proba b leme nte con l a es pera n za d e q u e Kasparov usara la Defensa Tarrasch , ta l y como había hecho en su pugna de candidatos contra Smyslov y Kortchnoi . Y el aspirante fue incapaz de resist ir la tentación . Esta es una de las dos partidas en este l ibro que, a partir de un momento en concreto , será tratada de nuevo en el cap ítu lo del fina l . M is comentarios sobre la jugada maestra ll:ie3-g2 , una de las más bel las en la h istoria del ajedrez, tendrán que esperar hasta entonces.

1.d4

La jugada habitual de Karpov para i n ic iar la partida hoy en d ía , pero bastante inusual en aquel t iempo. E n sus tres matches contra Kortchnoi , Karpov s iempre hab ía empezado con 1 .e4.

1 .. . d5 2.c4 e6 3.ll:if3 c5

La Defe n s a Ta r rasch e ra la fa vor i ta d e Kasparov e n a.que l la época , y más tarde l a s u st i tuyó p o r l a I n d i a d e Rey. La h a b ía emp leado con éxito contra S m ys lov, pero contra Karpov la cosa no iba a ser tan fáci l . A pesar de haber perdido la séptima partida con el la , la empleó de nuevo aqu í . Posteriormente, dentro del mismo match , la sustituyó por la Eslava y la Tartakower.

4.cxd5 exd5 5.g3

5 . . . ll:if6

Desde s u e nfre nta m i e nto con Kortc h n o i , Londres 1 983, Kasparov retrasa el desarrol lo de su cabal lo de dama hasta que el b lanco haya situado el suyo en c3, porque Kortchnoi le jugó de la s igu iente manera en la sexta partida : 5 . . . ll:ic6 6 . ..tg2 ll:if6 7 .0-0 i.e7 8 .i.e3 c4 9 .ll:ie5 0-0 1 0 .b3 , con ventaja blanca .

6 . ..tg2 ..te7 7.0-0 0-0 8 .ll:ic3

A h o ra el n e g ro p u e d e re s po n d e r tranqui lamente a 8 . ..te3 con 8 . . . b6.

8 . . . ll:ic6 9 . ..tg5 cxd4 10.ll:ixd4 h6 11.i.e3 .l:le8 12.'i!Vb3

Esta jugada , i ntrod uc ida por Kortchno i e n 1 970 , había empezado a l lamar la atención nuevamente, justo antes del match , debido a dos part idas de Port isch . Yo mismo pensé e m p l ea r l a con t ra K a s p a rov e n el enfrentamiento entre la Un ión Soviética y el Resto del Mundo , pero en aquel la ocasión , por desgracia , se deca ntó por l a Va r ia nte O rtodoxa del Gambito de Dama . E l b lanco p la nea a u mentar d i recta m ente l a pres ión contra el peón aislado « d » , forzando a l negro a jugar su caba l lo de dama en el borde del tablero.

12 . . . ll:ia5 13.'it'c2 ..tg4 14.ll:if5

Esta es la novedad de Portisch . Anteriormente se j ugaba 1 4 . h 3 , y la mejor respuesta de l negro es probablemente 14 . . . i.h5. La partida Kortchnoi- lvkov, Rovinj-Zagreb 1 970, continuó

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 15

de la s igu iente manera : 1 5 .l:tad 1 :ca 1 6 .g4 ..ig6 1 7 .lLifS ..ib4 1 a . i.d4 l2ie4 , con juego compl icado. La textual es un intento de l b lanco de demostra r q u e el a l fi l neg ro está peor situado en g4 de lo que lo hubiera estado en h5.

14 .. . l:tcS

Aqu í , los dos oponentes de Portisch jugaron 14 . . . i. b4 , a l o q u e é l respond ió med ia nte 15 . ..id4, y ahora :

A) 1 5 . . . l:tc8 1 6 .l2ie3 i.e6 1 7.'ii'a4 i.xc3 1 a . ..ixc3 lL\c6 1 9.l:rfd 1 'ii'e7 20.l:td2, y el débil peón «d» cae, Portisch- Wilder, Nueva York 1 984.

B) 1 5 . . . ..ixc3 1 6 . i.xc3 l:txe2 1 7 . 'ii'd 3 :tea 1 a .lL\e3 ..ie6 1 9 .'ii'bS b6 20 .l:tad 1 a6 . Hasta aqu í la partida Portisch-Chandler, Amsterdam 1 9a4 . Ahora creo que el blanco pod ía haber mante n i d o u n a fue rte pres i ó n m e d i a nte 21 .'ii'a4 (en lugar de 2 1 .'ii'd3 , como se jugó en la partida) . Una jugada antes , el negro pod ía haber i g u a l a d o con 20 . . . :ca ( e n vez d e 2 0 . . . a 6 ) , seg ú n Port isch e n e l Informador Ajedrecístico .

Algunos años más tarde, el propio Kasparov se las tuvo que ver con 1 4 . . . ..ib4 conduciendo él las blancas. Contra l l lescas, L inares 1 990, s igu ió el ejemplo de Portisch hasta la jugada 1 7 , pero entonces se desvió mediante 1 7 . 'ii'd 1 . El negro reaccionó correctamente con 1 7 . . . d4! 1 a .l2Jxd4 l:.xf2 1 9 .'ii'a4 l:txg2+ 20 .�xg2 'ii'd5+ 21 .<li'g 1 l2ic4 , cons igu iendo buen juego. As í pues , d e acuerd o con los conoc i m i e n tos

actuales, 14 . . . i.b4 es la forma correcta para e l negro de solventar sus problemas de apertura .

15.i.d4

En la séptima part ida Karpov cambió en e 7 y, a u n q u e o btuvo l a v ictori a , a h o ra dec id ió desviarse . Estaba seguro de que Kasparov habría preparado una mejora para el negro.

15 •.. ..icS

Con 1 5 . . . i.b4 el negro pod ía haber entrado en territorio de la part ida Portisch-Wilder, pero como vimos anteriormente, no era una opción muy atractiva . Aún as í , la jugada del texto tam poco será sufic iente para solventar los problemas posicionales del negro .

16 . ..ixcS l:txc5 17.l2ie31

E l blanco ya no necesita bloquear más el peón negro « d » , y ahora está se está preparando para lanzarlo todo contra este débil ind ividuo.

17 . . . ..ie6

1 7 . . . d4 era insuficiente en vista de 1 a .l:tad 1 ..ie6 1 9 .'ii'a4 , y el peón «d» se pierde. Menos conv i n cente es 1 a . tLixg4 l2ixg4 1 9 .J:!.ad 1 , puesto que permite al negro evitar la pérdida de un peón mediante 1 9 . . . l:tc4 .

18.l:ad1

18 ... 'ii'cS

16 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

Tal y como Yusupov ind ica en Sovietsky Sport, el negro no estaba en cond iciones de cambiar su caba l l o descentra l i zado p uesto que le h u b i e ra costa d o un p e ó n t ras 1 8 . . . ll'ic4 1 9 .ll'iexd5 ! ll'ixd5 20 .e4 . Mediante la jugada de la partida se reti ra la dama de la columna de la torre , haciendo que la amenaza 1 9 . . . ll'ic4 sea rea l .

19.'ifa4

Y Karpov también se aparta de la infl uencia de la torre negra , a l t iempo que inmovi l iza el caba l lo de a5 ; el negro tendrá que vig i lar su peón desproteg ido de « a » .

19 . . . l:tdS 20 . .l:!.d3

N o sólo p re p a rá n d ose p a ra d o b l a r e n l a columna « d » , s i n o también evitando que e l cabal lo s e reti re a c 6 . Tras 20 . . . ll'ic6 2 1 . b4 l a torre negra no tendrá a donde i r. Yusu pov ta m b i é n i n d i c a 2 1 . . . ll'i e 5 2 2 . bxc5 ll'i x d 3 23.exd3 d 4 , y e l negro recupera la pieza . Pero tras 24 .'ifxa? el blanco se mantiene al menos con un peón de ventaja .

20 . . . a6 21 . .l:!.fd1

Una continuación bastante evidente, pero que permite a l negro l iberarse de la presión que hay sobre su territor io . Una recomendación muy fuerte por parte de Dolmatov era 2 1 .'ifd 1 ! . Del mismo modo que con l a textua l , e l b lanco ataca el peón negro por qu inta vez , pero el negro no d i spone d e recu rsos para d a rle protección adiciona l . Una vez más , la jugada crítica es 21 . . . ll'ic4 .

Me centraré en :

A) 22.ll'iexd5 .bd5 23 .ll'ixd5 ll'ixd5 24.i.xd5 ll'ixb2 25 . . bf?+ '>t>xf7 26.l:txd8 ll'ixd 1 27 .l:txc8 .l:!.xc8 28 . .l:lxd 1 . Hasta aqu í Yusupov, cuyo ún ico comentario es que el b lanco tiene un peón de ventaja . Y es verdad que el resu ltado de esta l i q u i d a c i ó n g e n e ra l es razo n a b l emente atractivo. Aún as í , queda una pregunta en e l a i re : ¿e l blanco gana? Tras 28 . . . �e6 29 . .l:!.d2 b5 el negro tiene una posición bastante activa q u e no creo re s u l te n e cesa r i a m e nte perdedora .

B ) 2 2 . ll'ixc4 . U n a so luc ión más s i m p l e a l problema posiciona l . Tras 2 2 . . . .l:!.xc4 e l blanco puede g a n a r u n peón med ia nte 23 .ll'ixd5 ll'ixd5 24 . .i.xd5 .i.xd5 25.l:txd5 J:rxd5 26 .'ifxd5 , pe ro e n to n ces 2 6 . . . l:tc2 ofrece a l n e g ro contrajuego. En m is comentarios orig ina les para New In Chess, i nd iqué que e l b lanco mantiene el control de la posición a través de 27 .'ife5. A pesar de el lo , en Moscow Marathon Speelman apunta correctamente que 27 .. .f6 proporciona al negro una posición aceptable . 28.'it'e? es respondido mediante 28 . . . 'ifc4 , con sufic iente contrajuego . Pero el b la nco no necesita captu rar e l peó n . 23 .'ifd 2 , como sugiere Speelman , proporciona una duradera ventaja posiciona l .

21 . . . lt:'ic41

Karpov debió haber subestimado esta répl ica , cuya justificación táctica reside en la variante 22 .ll'iexd5 ll'ixd5 2 3 .ll'ixd5 .i.xd5 24 . .i.xd5 .l:!.dxd5! 25 . .l:!.xd5 .l:!.xd5 26 .l:txd5 ll'ib6 , y en el resultante final de damas, el negro recuperará

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 17

su peón gracias al jaque en b2. Esto sign ifica que el b lanco se ve obl igado a cambiar su bel lo cabal lo centra l izado.

22.l2Jxc4 l:l.xc4 23.�a5

Yusupov sugiere 23 .�b3, proporcionando la variante 23 . . . d4 24.�xb7 'it'xb7 25 . . bb7 l:l.b8 26 ... ba6 dxc3 27.�xc4 �xc4 28.l:l.d8+ l:l.xd8 29 . .l:lxd 8 + ..t> h 7 3 0 . bxc3 , con b u e n a s posib i l idades d e victoria para e l b lanco. Aún así , resu lta mucho más fuerte 27 . . . c2 ! 28 . .l:ld8+ l2Je8! (no 28 . . . ..to>h l 29.�d3+, ganando), tras lo cual e l b lanco queda con pieza de menos, con compensación qu izá suficiente en forma de tres peones.

23 .�a3 tampoco era lo idea l , ya que permite al negro crear m ú l t i p les pos i b i l i dades d e contrajuego mediante 23 . . . d 4 , p . e : 24.e3 �g4 25 . .l:l 1 d2 b5.

23 . . . :cs

Una reacc i ó n a u to m át i ca . 2 3 . . . d 4 no funcionaría en vista de 24.�xb7, pero según Yu s u pov 2 3 . . . l:l.d7 e ra más p re c i s o . L a justificación táctica e s 24.l2Jxd5 �xd5 25 .�xd5 .l:lc5 , y el negro gana pieza . E l blanco también puede intentar 26.�xb7 aqu í , cuando una vez más queda con tres peones por el caba l lo . Tras 26 . . . .J:lxb7! 27 .:da+ Wh7 28 .�xa6 �c6 el negro no t iene nada que temer y poco a poco conf i a rá en s u s pos i b i l i d a d e s . La m ej o r cont i n u a c i ó n p a ra e l b l a nco pa rece s e r 24 .�b6, tras la cual e l negro indudablemente t iene a l g o m á s fuerte q u e 24 . . . .J:lc5 , p . e : 24 . . .l:k6, para expulsar a l a dama blanca .

24.�b6 .J:ld7 25 . .J:ld4 �c7

El negro ofrece el cambio de damas para qui­tarse de encima la tensión . No necesita pre­ocuparse de su peón « d » , puesto que contro­la la columna «C» .

26.�xc7 l:l.dxc7 27 .. h3

Karpov qu iere ganar espacio en el flanco de rey med iante g 3-g4 , pero la respuesta del negro deja claro que esto sólo debi l itará más el peón de h3 . Capturar en d5 d i rectamente no proporcionaría nada tras 27 .l2Jxd5 l2Jxd5 28.�xd5 l:txd5 29.l:l.xd5 �xd5 30 .l:txd5 .l:lc2 , y e l n e g ro reca ptu ra e l p eó n . Ta m poco constituye una amenaza hacerlo después de 27.e3, como demuestra Yusupov ej . 27 . . . l:tc4 28.l2Jxd5 �xd5 29 .. bd5 l:l.xd4 30.l:l.xd4 l2Jxd5 3 1 . .l:lxd5 .J:lc2 32Jld8+ W h 7 33 .l:l.d7 l:.xb2 34Jlxf7 b5 35.a4 bxa4 36.l:l.f4 a3 37 .l:ta4 a2 38 .Wg2 g5 , y el b lanco no tiene posib i l idades rea l i stas de ganar, una variante larga pero re lativamente i nfructuosa . A pesar de todo, e x i s te un p l a n pos i c i o n a l m u y b u e n o y rea l m ente m e sorpre n d e q u e Ka rpov, u n especia l i sta p o r exce lencia en este tipo d e posiciones, no l o encontrara .

El b lanco debería continuar 27. Wf1 ! , siendo el p lan l levar el rey a e 1 y entonces capturar el peón « d » , p .e : 27 . . . l:l.c4 28.We1 l:t?c5 29 . .J:lxc4 l:txc4 30.l2Jxd5 l2Jxd5 3 1 .�xd5 �xd5 32.l:txd5 .l:lc2 3 3 . l:t d 2 .l:l c 1 + 34 . l:l. d 1 l:l.c2 35 . .J:lb 1 , seguido de 36.Wd 1 y 37.l:l.c1 , y el blanco ha a l ca n z a d o u n a p o s i c i ó n té c n i ca m e nte ganada. ¿Cómo puede el negro defenderse con tra esto ? S u ú n ica defe n s a , creo yo ,

18 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

consiste en situar su torre de forma pasiva en d 7 , tal vez p re v i o ca m b i o de u n a torre med ia nte 2 7 . . . .l:!.c4 . Las pos i b i l i d a d e s de victoria de l b lanco son muy rea les . Tiene todo el tiempo del mundo para reforzar su posición .

27 . . . hSI

Kasparov e n t i e n d e l a pos ic ió n . N o t i e n e relevancia el hecho de q u e esté poniendo s u peón en u n a casi l la de color «erróneo» ( e l d e s u alfi l ) ; lo m á s i mportante e s evitar que e l blanco s e expanda por el flanco de rey.

28.a3

En este momento , e l p lan con 28 .'lt>f1 ya no era muy efectivo, porque el negro t iene t iempo para generar contrajuego mediante 28 . . ..lk4 29.'lt>e1 b5, pues el peón «d» está defendido indirectamente en vista del hecho que el peón «h» blanco está colgando.

28 . . . g6 29.e3 'lt>g7 30.'lt>h2 .l:f.c4

El negro ha situado sus piezas en posiciones activas y ha m in im izado la superioridad del b lanco .

31 .�f3 b5

Pachman rechaza este movimiento en el d iario a l e m á n Rochade , d e staca n d o q u e ba jo ninguna circunstancia el negro debía permitir que sus peones del flanco de dama quedaran fijados en las casi l las de su propio alfi l . Esta cr í t i ca es bas tan te d o g m át i c a y está injustificada, desde mi punto de vista . No hace

fa lta decir que Kasparov sabe lo que es un a l f i l m a l o , p e ro ta m b i é n es p l e n a mente consciente de que , dada la situación , este tipo de consideraciones es de menor importancia . I n tenta expa nd i rse por e l flanco de dama , buscando contrajuego.

32.'lt>g2 l:l.7c5 33 . .l:txc4

Es hora de que el blanco entrara en acción porque el negro estaba preparado para tomar la in iciativa mediante 33 . . . a5 y 34 . . . b4 . No era tan bueno 3 3 . �e2 en v ista de 33 . . . .l:f.xd4 34 .l:l.xd4 ll:ie4 ! , y el negro ha igualado como m ín imo.

33 • . . l:l.xc4

El negro no pod ía deshacerse de su peón aislado, porque perdería un peón tras 33 . . . dxc4 34 . .l:td6 a5 35 . .l:tb6 (35 . . . �d? 36.l:l.xf6) .

34 . .l:td4

Toda la presión contra el peón aislado se ha evaporado, motivo por el cual Karpov decide jugar por una insign ificante ventaja en el fina l .

34 . . . 'lt>f8 35.�e2 .l:f.xd4

El negro no debería intentar evitar el cambio de torre , pues 35 . . . l:l.c5 36.i.d3, seguido de 37.a4, proporcionaría nuevamente a l b lanco una sól ida ventaja .

36.exd4 'lt>e7 37.ll:ia2

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 19

Karpov quiere atacar el peón «a» negro lo más rápidamente posible. Yusupov sugiere 37.i.d3, con idea de 38.h4 y una marcha del rey hacia f4 , y es verdad que una vez que el rey llegue al l í , el blanco tendrá sus opciones. Pero el negro podría entorpecer fáci lmente el p lan b lanco jugando 37 . .td3 'it>d6 38.h4 .tg4 ! , y ahora , por ejemplo, 39.ltJa2 ltJe8 40.ltJb4 ltJc7 o 39.f3 i.d7 40 .'it>f2 ltJe8 41 .'it>e3 ltJg7, y tras 42.<;iof4 ltJe6+ y el rey blanco es obligado a retirarse.

37 . . . .tcs 38.ltJb4 'it>d6

El in icio de una buena man iobra , e l cabal lo negro se dir ig irá a f5 .

39.f3

El negro amenazaba l levar su caba l lo a c4 , vía e4 y d2 .

39 . . . ltJgS 40.h4 ltJh6 41.�f2 ltJf5 42.ltJc2

La posición del ap lazamiento. E l b lanco ha conservado su m ín ima ventaja , pero no tiene opc iones ser ias de v ictor i a . Los g randes maestros presentes en Ti lburg con motivo del to rneo l n terpo l i s d i e ron por sentado q u e Kasparov había sel lado la flexib le 4 2 . . . ltJg? . Tras, por ejemplo, 43.ltJa 1 .tf5 44 .ltJb3 ltJe6 45.'it>e3 .tc2 el blanco no ha conseguido nada . Otra consideración importante es que 43 .g4 puede ser re s po n d i d o m e d i a nte 43 .. . f6 , seguido de 44 . . . g5 .

42 . . . f6

Una jugada comprometida. E l negro q u iere l levar acabo el avance g6-g5 tan rápido como

sea p o s i b l e , p e ro al h a c e r l o está subestimando los pel igros que se esconden en el fina l de cabal lo contra alfi l . A pesar de todo , no creo que la jugada del texto suponga el error decisivo.

43 . .td3

Por supuesto . E l cambio del alfi l por el caballo es e l éxito más s ign ificativo que e l b lanco puede consegu i r en esta posición .

43 . . . gS

Tras 43 . . . ltJe? 44 .ltJe3 el negro también tiene problemas, ej . 44 . . . g5 45.g4! hxg4 46 .h5 ltJg8 47.fxg4 ltJh6 48.'it>f3 , y el negro no tiene una posición muy desahogada.

44 . .txfS ..ltxf5

El resto de la part ida será tratado dentro del Capítulo 2, en la página 88.

3.- Romanishin -Timman

l nterzonal Taxco 1 985

Defensa India de Dama (E15]

Cuando u n torneo va b ien , a menudo las victorias v ienen s in buscarlas . Taxco a lbergó uno de los torneos l nterzona les . Hab ía en j u e g o t res p u estos c l a s i f icato r i o s , y m i oponente debía ganar con b lancas para no quedarse desco lgado . Se dec id ió por una

20 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

apertura tranqui la que ofrecía mú ltiples puntos de part ida para una larga lucha posiciona l . Desde la j u g a d a 1 8 e n ade la nte , e l j uego negro se encaminó especia l mente hacia e l tema del alfi l malo . Eventualmente esto acabó en un fi nal temático de torre y a lfi l contra torre y cabal lo, que condujo a un final de torres s in esperanza para e l b lanco . La d efensa de Romanish in merece gran reconocimiento. E l ún ico motivo para que su alfi l fuera malo, en real idad , era que el peón estaba en c5 . Aún a s í , d a d o e l ca rá cte r s e m i cer rado d e la pos ic ió n , e l negro d i spon ía d e un a m p l i o margen para maniobrar. Pero Oleg continuó pon iendo tra m pas en l a pos ic ión hasta e l últ imo momento .

1 .d4 lLif6 2.c4 e6 3.lLif3 b6 4.g3 �a6 5.lLibd2 �b4 6.*'c2 �b7 7.�g2 �e4

U n a m a n i o b ra m u y c o n o c i d a . Antes d e entregar l a pareja d e alfi les , e l negro aumenta su presencia en el centro .

8 .*'b3 �xd2+ 9.�xd2 0-0 10.0-0 d6 11.*'a3

Una jugada notable . E l b lanco qu iere provocar el avance del peón negro de «a» para i ntentar el avance c4-c5 tan pronto como la situación lo permita .

11 . . . lLibd7 1 2.l:tac1 *'e 7 1 3 .l:tfd1 l:tfe8

P roteg i e n d o l a d a m a , q u e p o d r í a s e r importante e n a lgunos momentos . Desde hace tres j ugadas el negro de l i beradamente ha re n u n c i a d o a avanzar s u p e ó n « a » ,

principalmente porque qu izá desee jugar c7-c5 , y por lo tanto qu iere mantener su formación de p e o n e s fl ex i b l e . A h o ra Ro m a n i s h i n considera que e s e l momento oportuno para tomar la in iciativa en el flanco de dama.

1 4.b4 es

La respuesta correcta . S in el avance b4 , e5 será siempre respondido mediante d5, tras lo q u e el n e g ro te n d rá q u e vérs e l a s con problemas de espacio . No obstante, ahora 1 5 .d5 no es tan bueno en vista de 1 5 . . . b5 ! 1 6 .cxb5 lLib6, y el negro consigue controlar la posición . Por lo que el blanco se decanta por un avance d istinto .

1 5.cS!

El blanco ha conseguido una cierta ventaja .

1 5 . . . dxcS

La mejor respuesta . Tras 1 5 . . . exd4 1 6 .cxd6 cxd6 1 7 .�f4 el blanco tendría una clara ventaja posiciona l .

1 6.dxcS bxc5 1 7 .bxc5 h 6

Una humi lde jugada q u e resu lta úti l en todos los sentidos. La casi l la g5 está prohib ida para todas las piezas pequeñas del blanco.

1 8 .�aS?

Pasando por a lto la amenaza posicional del negro . Era correcto 1 8 .�c3 , que mantiene la posición enemiga bajo presión , por lo que el

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 21

mejor despl iegue del negro sería 1 8 . . . .ltd5, segu ido 1 9 . . . . c6 .

18 . . . ll'ibS!

El cabal lo se d i rige a la casi l la ideal de c6 .

19 . .ltc3 ll'ic6 20.'ilt'a4 'it'e6

Ahora se ve el propósito de la 1 7ª jugada del negro: la ventaja ha desaparecido y n ingún cabal lo blanco puede acceder a g5 . E l negro está l igeramente mejor.

21.h3

El in icio de una curiosa transacción , pero de cualquier forma no había un p lan correcto .

21 . . . :adS 22 . .lta1 .ltd5 23.e3 �d7 24.g4

Aparentemente intentando avanzar el peón a g5.

24 . . . �edS

Ahora es evidente que tras 25.g5 ll'ie4 , sólo se debi l ita aún más la posición b lanca; p .e : 26 .gxh6 'it'g6 ! , y el b lanco está i n merso en graves problemas.

25.l:te1 :bs

La a l ternat iva era 25 . . . ll'ie4 , explota ndo e l hecho d e que e l b l a n co p i e rd e ca l i d a d después d e 26 .ll'ixe5 ll'ixe5 27 .i.xe4 i.xe4 28.'it'xe4 ll'id3 . Aún así , tras 26 .:c2 ! , la cosa no está tan clara . La man iobra estratégica de

cambio 26 . . . ll'ig5 no funcionaría entonces en vista de 27 .ll'ixg5 hxg5 28.e4, y el blanco gana materia l .

26 . .ltc3 :dd8

Una vez más, había i nconvenientes tácticos a la respuesta 26 . . . ll'ie4 , esta vez por culpa de 2 7 . .ltxe 5 . A h o ra e l n e g ro podr ía i n tenta r 27 . . . ll'ixf2 , pero durante la partida no me gustó la respuesta 28 .e4 !

Durante el anál is is post-mortem descubrimos q u e esto co m p l i ca b a la s i t u a c i ó n tras 2 8 . . . ll'ixe5 2 9 . ll'i x e 5 'it'xe5 3 0 . ex d 5 'it'g 3 3 1 .'it'xd 7 ll'ixh3+ 3 2 .'it; h 1 ll'if2 + con ta b las forzadas . E l aná l is is del ordenador muestra que no ten ía de qué preocuparme en absoluto: 28 . . . .ltxa2 ! (en vez de 28 . . . ll'ixe5) deja a l negro con ventaja ; p .e : 29.'it;xf2 ll'ixe5 30 .ll'ixe5 l:td2+ y la pos ic ión d e l b l a nco está a pu nto de colapsar. La jugada textual prepara el sa lto del caba l lo .

27 .:ed1 ll'ie4

Por fi n . El negro no debe preocuparse por 2 8 . l:t xd 5 , ya q u e d e s p u é s de 28 . . . 'it'xd 5 29 . .lte 1 ll'ixc5 30 .'it'c2 ll'id3 e l b la nco está acabado .

28 . .lte1 ll'ig5

Forza ndo e l camb io de a lfi les de cas i l l as b lancas , t ras lo cua l e l pr imer j ugador se quedará con un alfi l malo .

29.ll'ixg5 hxg5 30.:xd5

22 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

Tomando primero de torre el b lanco consigue algo de t iempo para organizar sus defensas.

30 . . .l:txdS 31.'ifc4 llbd8 32.'1t>f1

El negro todavía no puede jugar su torre de d5. El b lanco se aprovecha de el lo acercando el rey un poco más, lo que resu ltará úti l en el final que está a punto de l legar.

32 . . . 'ifd7

La a lternativa era 32 . . . tl:ie7 33 . ..llxd5 tl:ixd5 , tratando de combati r 34 .c6 mediante 34 . . . e4 . Ahora lo mejor para el b lanco es 34 .e4 tl:if4 35.'ifxe6 tl:ixe6 36.c6, y el a lfi l b lanco no es tan malo como lo será posteriormente en la part ida .

33 . ..llxdS

Romanish in ya ten ía graves apuros de t iempo en este instante, y decide capturar la torre antes de que sea demasiado tarde . Más tarde ind icó que 33.i.e4! era más fuerte . E l plan para el b lanco cons iste en recu perar la ca l idad en mejores con�iciones tras 33 .. J�d3 34 .'ii'b5 tl:ie7 35 .c6 . Esto s ign if ica q u e el negro debería intentar 33 . . . g6 , seguido de 34 . . .f5 , tras lo cual e l b l a n co t iene m ej o res pos i b i l i dades de defensa que en la partida .

33 . . . 'ifxdS 34.'ifxdS l:[xd5 35.'it>e2

Se ha evitado el pel igro de la incursión de Ja torre , pero la posición del blanco sigue siendo

lamentab le en vista de su a lfi l malo y los peones débi les de «C» y « h » .

35 . . .f6 36.:tc4 'it>f7 3 7 .i.c3 'it>e6 38.e4 l:[d8 39.:ta4

La mejor opción . El peón «h» está sentenciado de todos modos , por lo que el blanco decide entregarlo para crear contrajuego en el flanco de dama.

39 . . . l:[hS 40.'it>d3 ltxh3+ 41.'it>c4 :th1 42.J:ta3 l:[f1

La jugada sel lada . Durante la pausa de dos horas descubrí que la victoria era todo menos fáci l . La mayoría del negro en el flanco de rey no puede ser real izada y el blanco, con su rey en b5 y su torre en a6, continúa evitando que la torre negra captu re sus peones. Al fi na l encontré un p lan laborioso pero ganador.

43 . .l:ta6 'iti>d7 44.'IPbS :tb1+ 45.'it>c4 l:[c1

Zugzwang. El blanco tiene que reti rarse con su rey, porque el avance del peón «a» sólo s ign ifica la pérdida de casi l las para su torre . Además, sería fáci l que volviera a caer en Zugzwang, p . e : 4 6 . a 3 :tf1 4 7 . 'it> b 5 :t b 1 + 48.'it>c4 :tc1 , etc.

46.'it>d3 :tf1

Ahora e l b la nco no t iene más opc ión q u e proteger su peón «f» .

47.'it>e3 :tg11

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 23

Es importante forzar f2-f3 , como veremos más tarde.

48.f3 l:tb1 49.'it>d3 l:tb7 50.'Wt>c4 ll'ib8!

El objetivo de las anter iores man iobras de torre . Por segunda vez en la partida el negro retira su cabal lo de dama, esta vez para situar su rey en c6 . Del m ismo modo que c6 era una casi l la ideal para el cabal lo en el medio juego, así lo es para el rey en el fina l .

51.l:a3 '.t>c6 52._¡_b4 a6 53.l:.d3

Ahora queda c laro por qué era i mportante forzar f2-f3 . Con el peón en f2 la torre blanca pod ía haber penetrado vía h3 .

53 . . . ll'id7

El rey y el ca b a l l o h a n i n te rca m b i a d o posic iones.

54.J::ta3

Tras 54.J::td 1 l:tb8 55.l:th 1 l:tg8! la man iobra ll'id7-f8-g6-h4 no puede ser evitada, por lo que el blanco decide poner el peón «a» en el punto de mira .

54 . . . J::ta7 55._¡_e1 l:ta8 56._¡_f2 ll'if8

Y ahora vemos la segunda razón por la que era tan út i l forzar el avance del peón a f3 : e l caba l lo se d i rige a h4 para atacar el peón .

57.J::ta5 ll'ig6 58.l:ta3 a5 59._¡_e3

Aqu í se aplazó la partida por segunda vez.

Los anál is is demostraron que las d ificultades técn icas ya no eran tan problemáticas.

59 . . . ll'ih4 60._¡_d2

La alternativa era 60 ._¡_f2, tras lo cual yo tenía preparado el s igu iente plan ganador: 60 . . . a4 61 ._¡_g 1 l:td8 62.l:txa4 ll'ixf3 63 .�e3 (o 63.�f2 l:f.d2 64._¡_e3 l:f.c2+ , con victoria fácil) 63 . . . ll'id2+ 64 .'it>c3 (o 64._¡_xd2 l:.d4+.0 64 . . . ll'if1 65.�g1 l:td2!

El b lanco pierde su a lfi l malo a la fuerza , o de lo contrar io d e ber ía entrar en la var ia nte 6 6 .J::ta 6 + 'it> b 5 6 7 .J::te6 J::tg 2 6 8 . a4 + '.t>xa4 69.'it>c4 ll'id2+ , ganando.

60 . . . l:dS 61 ._¡_c3 ll'ixf3 6 2 .J::txa5 ll'id2+ 63._¡_xd2 J::txd2 64.J::ta6+ c,t>b7 65.l:a4

Su ú l t ima oportu n i d a d . Tras 65 .J::te6 l:txa2 66 .J::te? c,t>c6 67 .l:txg? l:td2 e l b lanco se i r ía hund iendo poco a poco.

24 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

65 .•. l:d1!

El cambio de torres sólo conduciría a tablas. La textua l d ej a n u evamente a l b l a nco en Zugzwang. 66.'it>b5 es respondido mediante 66 .. Jk1 ; p .e : 67 .l:c4 c6+ 68.>t>b4 l:tg 1 . y el negro empieza la recolecta .

66.a3 l:td2 67.>t>c3 l:g2 68.>t>c4 l:td2 69.>t>c3 l:te2!

El plan correcto tras repeti r jugadas una vez. El rey b lanco no puede reti rarse de nuevo . 70.>t>d3 l leva a 70 . . . l:te1 seguido de 7 1 . . . >t>c6 .

70.l:tc4 Wc6 71.a4 l:tg2 72.a5 l:tg3+

La jugada más precisa.

73.>t>b4 l:txg4 74.a6 l:g1

El blanco abandona .

[0:1]

4.- Kasparov - Karpov

Cto . del Mundo (22) , Leningrado 1 986

Gambito de Dama Rehusado [055]

Esta es una partida importante en la h istoria del ajedrez del s ig lo XX. Durante la segunda parte del match en Len ingrado, Karpov ten ía tres puntos menos , pero más tarde se recuperó con u n « hat tr ick » . Con las b lancas hab ía

ganado dos veces convincentemente gracias a una su perior preparación en la Grünfe ld . Con las negras había luchado tenazmente en u n a pos ic ión d udosa y eventu a l m ente se había hecho con la victoria . Psicológ icamente hab lando , Kasparov se encontraba en una s i t u a c i ó n d i f íc i l , a u n q u e pudo a l b e rg a r esperanzas e n e l hecho d e q u e conduci ría las b la ncas en tres de las c i nco part idas resta ntes . Las dos pr i meras part idas que siguieron fueron tablas rápidas, pero entonces el Campeón Mundia l se impuso en una partida que fue ejemplar e instructiva en cada una de sus fases. E l tema de cabal lo contra alfi l malo adqu iere una d imensión especial en el sut i l fi nal .

Mis anotaciones están basadas sobretodo en los comentar ios de Kasparov en London­Leningrad Championship Games. Ta mb ién me serv í de The Centenary Match Kasparov­Ka rpo v ///; p a rt i c u l a r m e n te m e p e r m i t i ó mencionar ocasionalmente e l t iempo q u e los j u g a d o res se to m a ro n p a ra rea l i za r determinadas jugadas, un detal le cuidado con esmero en este l i bro .

1 .d4 ltJf6 2.c4 e6 3.ltJf3 d5 4.ltJc3 il..e 7 5.il..g5 h6

El alfi l blanco es inmediatamente cuestionado. E n los anter iores matches entre Ka rpov y Kasparov l a j u g a d a textu a l a p a rec ió con re lativa frecuenc ia , independ ientemente de quién condujera las piezas negras (en a lgún momento ambos jugadores se defend ieron con la sól ida Variante Tartakower) . N unca he entendido del todo la ventaja de mover el peón « h » antes de enrocarse , pero supongo que las dos K sabían lo que se hacían .

6.il..xf6 il..xf6 7 .e3 0-0 8Jk1

En el momento en el que se estaba disputando esta partida vital este sistema se consideraba bastante prometedor; pero poco después los anál is is demostraron que, con juego suti l , el negro puede mantener el equ i l ibrio.

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 25

8 . . . c6 9.i.d3 ll:id7 10.0-0 dxc4 11.i.xc4 es

Durante su segundo match , Karpov se decantó por 1 1 . . . c5, la otra forma de tener un contrapeso en el centro. Aquella partida en concreto acabó en tablas, aunque Kasparov d isfrutó de una relevante ventaja de espacio en e l medio juego. La textual parece menos atractiva a simple vista , pues abre la diagonal a2-g8 para el alfi l de rey blanco. Por otro lado, la pareja de alfi les negros es un triunfo para Karpov en vista del peón aislado «d» (algo típico en muchas l íneas del Gambito de Dama) .

12.h3

Para hacer fre nte a l a pos i b l e a m e n aza 12 . . . exd4 1 3 .exd4 ll:ib6, seguido de 14 . . . i.g4.

12 . . . exd4 13.exd4 ll:ib6 14.i.b3 i.fS 1S . .l:te1 as

Este avance está bastante justificado, no sólo porque el negro gana espacio en el flanco de

d a m a , s i n o ta m b i é n porq u e perm ite una suti leza más tarde, como parte de una variante muy larga . Ocho jugadas más adelante , será importante que no haya n ingún peón en a7 que pueda ser capturado . Esto suena críptico ahora mismo, pero ya volveré a el lo más tarde.

16.a3 .l:te8

Poco después del match Karpov conducía las piezas b lancas en esta posición durante un enfrentamiento de clubes entre el TSKA y el T r u e en l a C o p a de E u ro p a de c l u b e s . Be l i avsky, c o n negras , se d eca ntó p o r l a alternativa 1 6 . . . 'ii'd7 , tras lo cual fue barrido m e d i a nte : 1 7 . ll:i e 5 � x e 5 1 8Jbe 5 :te8 1 9 .'ii'e2 .Uad8 20.:e 1 ! (trip l icando) 20 . . . l:xe5 2 1 . 'ii'x e 5 a4 2 2 . 'ii'c 5 ! a x b 3 2 3 . .l:te? 'ii'd6 24 . .l:te8 + , y e l b l a nco q u edó con ventaja decis iva de materia l .

17 . .Uxea+ 'ii'xe8 18.'ii'd2

18 . . . ll:id7

Hasta ahora los j ugadores han real izado sus movimientos en un tiempo récord . Karpov sólo h a b ía e m p leado se is m i n utos y la j ugada textual fue real izada casi a l toque. Aún así , es esta ret i rada de caba l lo la que ca usará a l negro ser ios prob lemas . U nos meses más tarde , Pau l van der Sterren demostró cómo debía defenderse el negro . M. Gurevich-Van d e r Sterre n , B a k ú 1 98 6 , p ros i g u i ó de l a s i g u i e nte m a n e ra : 1 8 . . . 'ii'd ? 1 9 .l:e 1 .l:te8 20J:txe8+ 'ii'xe8 2 1 .'ii'f4 �e6! 22.i.xe6 'ii'xe6 23 .'ii'b8+ 'ii'c8 24.'ii'a? (ver el comentario a la

26 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

1 5ª j u g a d a n e g ra ) 24 . . . lLic4 2 5 . b3 lLixa3 26.'ii'xa5 i..e7

Y l a p o s 1 c 1 o n e stá i g u a l a d a . U n d e ta l l e interesante e s que Gurevich fue uno d e los segundos de Kasparov durante el match de Londres . S in duda había recibido permiso para ut i l i z a r s u p r e p a r a c i ó n d e s p u é s d e q u e Kasparov ganara e l match . Y Kasparov admite con fra nqueza en sus comentar ios q u e la a lternativa 2 3 .'ii'c7 (en lugar de 2 3 . 'ii'b8+) tampoco hubiera aportado nada en vista de 23 . . . lLic4 24.'ii'xb7 i.xd4 ! , y ahora 25 .'ii'b8+ 'it>h7 26.lLixd4 'ii'e 1 + 27.'it>h2 'it'xf2 es suficiente para consegu i r tablas. Está claro que Van der Sterren , que ten ía la Tartakower dentro de su repertorio habitua l , había preparado todo esto en casa. Es también comprensible que Karpov tuviera miedo de adentrarse en e l lo , pues es una variante tan buena como i m posib le de encontrar sobre el tablero.

La intención de la jugada textual es clara : el negro da protección extra a la casi l la e5 para evitar una posible invasión por parte del caballo blanco. Pero ahora el b lanco puede hacerse con la in iciativa a la fuerza y asegurarse una posición temática de cabal lo contra alfi l malo.

19.'ii'f41

Situando la dama en una posición dominante . Mucho menos fuerte era l a estereot ipada 1 9 . l:te 1 , t ras l a cua l e l n e g ro p o d r í a defenderse con éxito gracias a 1 9 . . . 'ii'b8 ! .

Vale l a pena com parar l a posición después de la jugada textua l con la que se produce en

una l ínea d iferente de l Gambito de Dama . Timman-Short , Belgrado 1 987, se desarrol ló de la sigu iente manera : 1 .d4 lLif6 2 .c4 e6 3 .lLif3 d5 4 .lLic3 i.e7 5 .cxd5 exd5 6 .i.g5 c6 7.'it'c2 g6 8 .e4 (el i n icio de una l ínea introducida por Lputian) 8 . . . dxe4 9 .i..xf6 i.xf6 1 0 .'ii'xe4+ 'it>f8 1 1 .1'.c4 'it>g7 1 2 .0-0 l:te8 1 3 .'ii'f4 , y ahora el negro d ispone de la neutra l izadora 1 3 . . . i.e6 , que forzó el cambio del pel igroso a lfi l blanco.

La situación favorece claramente a l b lanco, como veremos.

19 . . . i.g6

To d a v í a j u g a d o con ra p i d e z . A l g u n o s comentaristas i nd ican q u e 1 9 . . . i..e6 era aqu í u n a posible a lternativa , pero como demuestra Kasparov, l a pos ic ión negra tras 2 0 . i..xe6 'ii'xe6 2 1 .'ii'c7 'ii'b3. 22 .lLie4! 'ii'xb2 23.l:te1 es cualquier cosa menos envid iable. Tendrá que retirar su cabal lo a f8 , tras lo cual su flanco de rey quedará seriamente perjud icado después del cambio en f6 .

E l j u e g o rá p i d o d e Karpov es bas tan te i n te resa nte d e s d e e l p u nto d e v i sta ps ico lóg ico ; seg u ra mente p rete n d ía hacer c re e r q u e tod a v í a esta b a d e n t ro d e su preparación, aunque probablemente no fuera el caso . Kasparov necesitó 1 7 minutos para su jugada 1 9ª , durante los cuales tuvo tiempo p a ra c a l c u l a r l a s d e s a g ra d a b l e s consecuencias d e l a reti rada del alfi l a e6 .

20.h41

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 27

Esta jugada , que acierta de pleno en el clavo, le costó a Kasparov 1 5 m inutos . . . Expande su territorio por e l flanco de l rey y evita e l contrajuego negro. La estereotipada 20.l:te1 era nuevamente peor en vista de 20 . . . 'ii'd8 (con intención de responder a 21 .llle4 mediante 21 . . . 'ii'b6) 2 1 .llla4 i.h5! , como indicó Kasparov.

Con el peón «h» tan avanzado, la sal ida del a l fi l negro se conv ierte en bastante poco atractiva , ya q u e e l b l a nco puede seg u i r adelante con g2-g4 , seguido d e h4-h5 .

20 . . . 'ii'dS

Tras 30 minutos de reflexión .

21.llla4

Ahora el b l a n co h a ev i tado tan to e l desplazamiento d e l a dama a b 6 como e l del alfil a h5 .

21 . . . hS

Una grave concesión, para la que Karpov se tomó nueve minutos . A pesar de todo, la mejor opción del negro, puesto que tras cualqu ier otra jugada el blanco arrasaría el flanco de rey. A part ir de este momento, Kasparov se decide a buscar una posición de caba l lo contra alfi l malo .

22 . .i:te1

El b lanco fina lmente encuentra t iempo para esta jugada de torre .

22 . . . bS

Dado que el negro no puede hacer nada para reforzar sus defensas, se ve obl igado a buscar contrajuego en el fla n co de dama , con e l resu ltado de que e l b lanco puede l levar su cabal lo a e4 para cambiarlo por el alfi l de rey negro .

23.lllc3 'ii'b8 24.'ii'e3

U n momento i nteresante . E l salto del cabal lo 2 4 . llle 5 p a re c í a ten ta d o r, p e ro tras u n a reflexión de 1 O m inutos Kasparov s e l o pensó mejor.

«24.llle5 lllxe5 25. dxe5 es una continuación obvia pero peor, ya que el peón de «e» se encuentra temporalmente clavado» destacan Keene y Goodman .

K a s p a rov s i g u e a s í e n sus a n á l i s i s y demuestra que el blanco obtendría un fuerte ataque después de 2 5 . . . b4 2 6 . axb4 'ii'xb4 (26 . . . axb4 es contundentemente respondido mediante 27.llld1 ) 27 .i.c4! 'ii'xb2 28 .l:te3.

Pero 24 . . . i.xe5 25.dxe5 lllc5 es crítico y ahora el b lanco debe sacrificar la ca l idad mediante 26 . ..ta2. Kasparov ahora muestra que 26 . . . b4 27 .'ii'g5 ! es muy bueno para el blanco, lo que sign ifica que el negro se ve obl igado a recoger el guante con 26 . . . llld3 . Entonces él ofrece la l ínea 27 .'ii'g3 lllxe 1 28 .'ii'xg6 'ii'xe5 29 .llle4 (para incorporar el cabal lo al ataque) 29 . . . l:ta? 30.'ii'xc6 , y destaca que aunque la posición del negro parece embarazosa, la situación no está muy clara . Y es verdad que la cosa no

28 CAPITULO 1 : EL PODER DEL CABALLO

pinta bien para el negro , pues el b lanco parece tener un pel igroso ataq ue . A pesar de e l lo , después de ana l izar con más deten imiento , he l legado a la conclus ión de que el negro encuentra una defensa adecuada en 30 . . . g6 ! 31 .'i!t'xg6+ '1t>f8 . Sacrificando su peón «g» el negro gana un t iempo val ioso para poner a salvo su rey. Esto sign ifica que la i ntuición de Kasparov no le fa l ló . La jugada del texto le perm i te c o n s e rv a r todos l o s t r i u nfos posicionales en la mano.

24 . . . b4 25.tt:\e4 bxa3

El negro está obl igado a permiti r el cambio en f6 , ya que 25 . . . �xe4 26.'i!t'xe4 bxa3 27 .'i!t'xc6 axb2 28.'i!t'd5! s ign ificar ía perder materia l o ser barrido por un ataque imparable .

26.tt:\xf6+ tt:\xf6 27 .bxa3

Una vez d is ipado el humo, la situación es muy clara : las p iezas peq ueñas de l b lanco son claramente superiores y el salto del cabal lo a e5 es más temib le que nunca . Por lo tanto, el negro debe acceder a cambiar su cabal lo por el alfi l blanco.

27 . . . tt:\d5

Después de pensar 1 2 minutos. Kasparov le concede un signo de admiración y entonces critica a todos los comentaristas por rechazar la jugada textua l . Esto es un poco exagerado p u esto q u e K e e n e y G o o d m a n ta m b i é n consideran que e l movim iento d e cabal lo es lo m ej o r. L a s n e g ra s se d i r i g e n a u n a desagradable lucha d e cabal lo contra alfi l , en

la que la posición pasiva de su alfi l , que tiene que segu i r defendiendo el peón , convierte su defensa en muy d ifíci l . Con relación a esto , me pregunto si no hubiera sido mejor jugar 27 . . . a4 28.�a2 primero y sólo entonces l levar el cabal lo a d5. No es una continuación por la que uno se hubiera decidido en la práctica . El negro ya tiene dos peones en el color de su alfi l , y con un tercer peón en el mismo color m uchos de los fi na les técn icos de caba l lo contra a lfi l estarían perdidos. Pero las piezas mayores todavía están sobre el tablero. Su presencia puede convert ir al peón blanco en una debi l idad en a lgún momento , lo que haría la vida un poco más d ifícil a l blanco. Aunque esto pudiera ser así , Karpov avanzó el peón más tarde durante la partida , pero fue víctima de a lgunas man iobras tácticas .

28.�xd5 cxd5 29.tt:\e5 'i!t'd81

Una activa jugada de defensa . El negro pone en el punto de mira a l peón blanco de « h » , lo que d ificu lta que el blanco consiga reforzar su p o s i c i ó n a d e c u a d a m e nte . La a l te rnat iva 2 9 . . . 'i!t'd6 h u b i e ra p rovoca d o a l n e g ro d ificu ltades i rresolu bles tras 30Jk1 , con la devastadora amenaza 3 1 J:!.c6 .

30.'i!f'f3

U n a j u g a d a nota b l e t ras 1 1 m i n utos d e reflexión . En lugar d e continuar tranqui lamente la l ucha por las cas i l l as negras , el b la nco a u me nta l a apuesta . C ie rtame nte es u n a b u e n a i d e a desde e l pu nto de v ista de l a estrategia de l match , como veremos más tarde,

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 29

pero objet ivam ente hab lando , u n enfoq ue estratégico ceñ ido a la part ida hub iera s ido mejor. En este sentido, la jugada 30.'i!t'f4 satisface completamente las necesidades de la posición.

Keene y Good man sug ieren 30 .lllxg6 fxg6 31 .'i!t'e6+ Wh7 32.g3, tras lo cua l creo que el n e g ro no t i e n e p ro b l e m a s a la h o ra d e organizar s u defensa mediante 3 2 . . . 'i!t'f6 ! , con las s igu ientes posib i l idades:

A) 33.'i!t'xf6 gxf6 34 . .l:te?+ Wh6 35Jld7 J:tc8 36.l:txd5 l:tc4 ! , y el negro consigue fáci lmente tablas en el fina l de torres.

B) 33.'i!t'xd5 J::ld8 34 .'i!t'xa5 'i!t'xd4, y las opciones de victoria del blanco son m ín imas, dado que no puede forzar el cambio de torres .

30 . . . J::la6

Es interesante comparar los comentarios de Kaspa rov y K h a l ifm a n en este momento . «Probablemente la única jugada» i nd ica e l segundo en relación con la textua l , mientras que Kasparov opina que la a lternativa 30 .. Jk8 era «probablemente mejor» .

La idea de la jugada del texto es claramente que el negro pueda recapturar en g6 con torre . S iempre t iene q u e tener e n cuenta cómo quedará la posición después de un pos ib le cambio de piezas pequeñas.

Creo que Karpov rechazó 30 . . Jk8 en vista de 31 .lllxg6 fxg6 32.g3. Ahora 32 . . . J:tc4 sería malo debido a 33.l:te6, y g6 ya no puede continuar siendo proteg ido. Por lo que él hubiera debido aceptar una posición extremadamente pasiva tras 32 . . . l:tc6 33 .l:te5 J:td6, m ientras que e l blanco tendrá todo el t iempo del mundo para mejorar la suya . No está claro que la posición esté realmente ganada en este momento, pero Karpov ha demostrado a lo largo de su carrera l legar muy lejos en estas circunstancias. Esto hace l a e l ecc i ó n d e l a j u g a d a text u a l comprensible: Karpov n o quería sentirse como jugando «contra él mismo» .

31.l:tc1

El blanco continúa con su p lan : qu iere atacar. O bje t i va m e nte h a b l a n d o , 3 1 . 'i!t'f4 era probablemente más fuerte, pero la jugada del texto i n c re m e nta l a p res i ó n p s i co l ó g i ca todavía más.

31 . . . 'it>h7

Jugada tras 1 1 m inutos ( lo que le dejaba 23 para las restantes nueve jugadas) . Kasparov, e n s u s comenta rios , d estaca q u e Ka rpov esta b a j u g a n d o « m ov i m i e n tos s ó l i d os » . También es l a primera vez que otorga u n signo de interrogación a una jugada de su oponente . Con tan poco t iempo, era d ifíci l ca lcular si el negro hub iera sobrevivido a la compl icaciones que se producen tras 31 . . . 'i!t'xh4! . La variante principal de Kasparov continúa de la siguiente m a n e ra : 3 2 . 'i!t'x d 5 W h 7 3 3 . lllf3 'i!t'g 4 ! (defe n d i e n d o l a cas i l l a c8) 34 . lllg5+ Wh6 35.lllxf?+ i.xf7 36.'i!t'xf? J:tf6 37.'i!t'c4 (no 37.'i!Vd5 en vista de 3 7 . . . r!xf2!) 37 . . . l:tg6 38.g3 h4, y ahora 3 9 . J::lc3 es forzad o , tras lo cua l las pos i b i l i d a d e s d e v i ctor ia de l b l a n co son m ín imas .

Tras la jugada del texto , el blanco puede in iciar una ofensiva que eventualmente le conducirá a una victoria d igna de un estudio .

32.'i!t'h3!

Defendiendo el peón « h » , al t iempo que se prepara la incursión en la últ ima fi la .

30 CAPITULO 1 : EL PODER DEL CABALLO

32 . . . J:tb6 33.J:tc8 'Wir'd6 34.'Wlr'g3

La dama ya ha hecho su trabajo en h3 .

34 . . . a4

Es posib le que este avance se base en un e rror de cá l c u l o ; Ka rpov pensó só lo dos m i n u tos . Pod ía h a be r optado p o r u n contrajuego activo mediante 34 . . . .l:tb1 + 35.'1t>h2 'Wlr'a 6 . K a s p a rov m u estra c ó m o h u b i e ra respondido a esto : 36 . .l:te8! 'Wir'f1 37 .'Wir'f3 a4 38.tt:Jxf? �xf7 39 .'Wlr'xf? 'Wlr'g 1 + 40 .'Wt>g3 l:!.b3+ 41 .f3 , y el blanco gana ya que con su jugada 36.l:te8 ha q u itado la casi l l a e1 a la dama negra .

35 . .l:ta8

35 . . . 'Wir'e6

El negro hace de la necesidad una virtud . No pod ía defender el peón de «a» , ya que 35 . . . J:ta6 fal la en vista de 36.tt:Jxf? ! il.xf7 37.'Wir'd3+ .

Tras la a lternativa 35 . . . l:tb3 el b lanco hubiera ten ido u n as en la manga 36 .l:!.h8+ ! 'Wt>xh8 37 .tt:Jxf?+ , ganando (pero no 36.tlJxf??? por 37 . . . .l:tb 1+, y el negro gana) . As í pues, decide activar primero su dama.

36.l:txa4 'Wir'f5

L a p o s i c i ó n act iva d e l a d a m a n e g ra l e p r o p o rc i o n a po s i b i l i d a d e s p rác t i cas d e supervivencia , ya que los finales d e torres (tras f7-f6 y el cambio masivo en g6) t ienden a ser tab las .

37 .l:!.a7!

A p e s a r d e l poco t i e m p o d i s p o n i b l e ( l e quedaban unos 1 5 minutos) Kasparov busca un fi nal que le permita coger a i re y que pronto aparecerá .

37 . . . .l:tb1+ 38.'Wt>h2 l:tc1

Obl igado, ya que tras 38 . . . .l:tb2 el blanco gana d i rectamente con 39.tt:Jf3 f6 40.'Wlr'c?, y el negro es an iqu i lado.

39.J:tb7

Otra jugada suti l , como ya veremos.

39 . • . l:tc2 40.f3 .l:td2

La ú lt ima jugada antes del contro l . Ahora el blanco se tomó todo el t iempo necesario para su jugada sel lada.

41 .tt:Jd7!!

Este es el salto de cabal lo p laneado cuatro jugadas antes y al mismo tiempo una de las jugadas sel ladas más impresionantes de la h istoria del ajedrez. Los temas de estudio que surgen de e l la son un rega lo para la vista . Keene y Good m a n eran test igos c u a n d o Kasparov escribió s u jugada sel lada. Entonces le vieron volver a por su bol ígrafo , por lo que p o d r í a p a recer q u e h a b ía ca m b i a d o de opin ión , y anotar una jugada d iferente . Pero Kasparov nunca tuvo n inguna duda .

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 31

La pas iva 4 1 . J:t b4 h u b i era dado a l negro exce lentes opciones de su pervivencia tras 41 . . .f6 .

41 . . J1xd4

No s ó l o p a ra g a n a r u n p e ó n s i n o p a ra amenazar e l camb io d e d a m a s m e d i a nte 42 . . . 'it'f4 .

42.lL\fS+ ..th6 43.J:tb41

Abortando los planes del negro .

43 . . .l:tc4

No hace falta decir que Karpov y sus segundos hab ían l l egado a l a conc l us ión de q u e la pos i c i ó n a p l a z a d a p e rd ía en tod a s s u s variantes. Probablemente l a m á s be l la era 43 . . . J:txb4 44.axb4 d4 45.b5 d3 46.b6 d2 47 .b7 d1 'ii' 4 8 . b8'ii' , y aunque el peón de l negro corona primero, se ve indefenso ante el ataque b lanco de mate . Kasparov tamb ién i n d ica

48 . . . 'ii'c 1 4 9 . lL\x g 6 'it'xg6 5 0 . 'ii'h 8 + 'ii'h 7 5 1 .'ii'gxg7+, mate .

Tras 43 . . . J:td3, la defensa más obstinada, el b lanco tiene tres formas de ganar:

A) 44 .l:!.b8 . La jugada menos suti l . El fi na l después de 44 . . . .i.h7 45.'ii'g5+ 'ii'xg5 46. hxg5+ �xg5 47.lL\xh7+ <Jo>h6 48.lL\f8 l:txa3 49.l:tb7 está ganado, pero q ueda claro que Kasparov no hubiera entrado en esto .

B) 44 .a4 . Este era su p la n . Tras 44 . . . .l:te3 45.l:tb8 'ii'e5 46.'ii'xe5 J:txe5 47 .lL\d7 el negro no tiene más opciones que rend irse.

C) 44.'ii'e 1 . Kasparov considera esta jugada insuficiente para ganar.

Lo curioso es que 44 . . . d4 (para evitar la mortal 45.'ii'c1 +) fracasa en vista de 45.'ii'g3! , seguido de 46.J:tb5, y el negro pronto recib i rá mate . Más obstinado parece 44 . . . 'ii'c8! 45.'ii'e7 'ii'f5 , y ahora no está claro cómo debe continuar el b lanco , y Kasparov, que cons ideró que la variante B era suficiente , seguramente no miró más a l lá . Aún así , el blanco gana aqu í también , como Keene y Goodman demuestran : 46.f4 f6 4 7 . lL\e 6 l:t h 3 + 4 8 . �g 1 ! , y e l n e g ro está sentenciado .

E s tota l m e n te co m p re n s i b l e q u e Karpov d e c i d i e ra no en t ra r e n n i n g u n a d e estas variantes .

44.J:txc4 dxc4 45.'ii'd61

32 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

Ahora el pel igro se esconde en la casi l la d2 .

45 . . . c3 46.'i'd4

El negro a b a n d o n a . En s u s comentar ios , Kasparov sugiere una variante como: 46 . . . i.h7 47.'i'xc3 .tg8 ( ¡esto es realmente una lucha entre cabal lo y alfi l malo ! ) 48 .'i'e3+ g5, pero entonces el cambio masivo en g5 es suficiente para hundir todas las esperanzas del negro .

[1 :O]

5.- Karpov • Sokolov

Match L inares ( 1 O) 1 987

Defensa India de Dama [E15)

Tras perder por estrecho margen su match contra Kasparov en Londres y Len ingrado , Karpov, de acuerdo con el sistema planeado por la F IDE , necesitaba sólo ganar un match para poder volver a retar a su archi rival de nuevo . Aún así , se encontró con un oponente formidable en la persona de Andrey Sokolov, cuyo juego fue descrito en aquel momento por Spassky como m i ster ioso y escu r r i d i z o . Sokolov había derrotado a Yusupov, q u e por entonces se encontraba seguramente en la cúspide de su carrera . Pero Karpov controló el match desde el primer momento . Sólo en una partida lo pasó mal con las piezas negras, y en el resto de part idas n u nca estuvo en pel igro . Esto debió darle mucha mora l para su cuarto match contra Kasparov en Sevi l la , que acabó en empate un año más tarde .

La 1 Oª partida del match es un claro ejemplo del sut i l juego posicional de Karpov en el cual una l igera ventaja de apertura es aumentada sistemáticamente. Cuando Sokolov pasa por alto su mejor defensa en la jugada 23, Karpov se encuentra en su terreno y construye un poderoso frente de peones en el flanco de rey. Durante la l ucha fi nal de torre y cabal lo con t ra to rre y a l f i l , el n e g ro t i e n e u n a oportu n idad d e camb iar p iezas pequeñas . Aún as í , no lo hace porque entrar ía en u n desesperado final de torres. Karpov refuerza su posición antes de proteger su cabal lo de posibles intentos de cambio, tras lo cual vemos el in icio de una incre íble bata l la en la que el caba l lo fáci lmente desborda a l a lfi l enemigo con sut i les man iobras tácticas .

El remate es extremadamente instructivo . Tras cambiar torres, el blanco real iza un sacrificio temát ico de ca ba l l o q u e le g a ran t iza u n a cómoda victoria .

1.d4 llif6 2.c4 e6 3.llif3 b6 4.g3 i.a6 5 .b3

Los dos contendientes ut i l izan su repertorio h a b i tu a l , con la ú n ica d i fere n c i a de q u e Karpov ta mbién juega esto m ismo con las piezas negras. La jugada del texto es la forma habitual en la que el blanco protege su peón de «C» , aunque la a lternativa 5 .'i'a4 se ha vuelto a poner de moda .

5 . . . .tb4+ 6.i.d2 .te? 7.llic3

La conti n uación más d i recta . E l b lanco se prepara para constru ir un gran centro .

7 . . . 0-0

E l n e g ro t i e n e d o s fo r m a s d e i n te n t a r desestabi l izar l a posición en e l centro: 7 . . . d 5 y 7 . . . c 6 , con intención de responder a 8 .e4 mediante 8 . . . d5 9 .e5 llie4 . La textual t iene la reputación de ser bastante fiab le .

8.e4 d5

La idea de la jugada anterior. El negro permite q u e el b la nco obtenga una mayoría en e l

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 33

flanco de dama con la esperanza de ser capaz de bloquearla con éxito .

9.cxd5 �xf1 1 O. 'it>xf1 exd5 11.e5 lL\e4 12. 'ii'e2

En su comentarios para New In Chess, Karpov escribe que su jugada de dama era buena y mala a la vez: la ventaja es que ob l iga a l cabal lo negro a decid i rse, la desventaja es que en cierto modo se trata de una pérdida de tiem po. E n la octava part ida de l match se decantó por 1 2 .'it>g2, s in consegu i r n inguna ventaja ta ng ib le . A pesar de todo , aunque parezca una pérdida de tiempo - en la mayoría de situaciones la dama blanca está mejor en d3 - probablemente la jugada del texto aún represente la mejor opción del b lanco para consegu i r ventaja d e apertura , ta l y como veremos más adelante en la partida .

12 . . . lL\xc3 13.�xc3 'ii'd7 14.'it>g2 lL\c6

Una a lternativa importante es 1 4 . . . c5 como en , por ej e m p l o , P o l u g a evs ky-S o s o n k o , Tesa l ó n i ca 1 984 , en l a q u e e l b l a n co n o consigu ió mucho tras 1 5 . .l:!.hd 1 lL\c6 1 6 . .l:!.d2 'ife6 1 7 . .U.ad 1 .l:!. a d 8 . M á s ta rd e , a l g u nos ejemplos prácticos demostraron que el blanco puede entrar en un final que resu lta un poco desagradable para el negro mediante 1 5 .e6 fxe6 1 6 .l:he U.f6 1 7 .-.Wxe6 'ii'xe6 1 8 .l:xe6 . La jugada textual tiene la intención de l levar el caba l lo negro a e6 antes de rea l izar el avance c7-c5 .

15.J:the1 lL\d8

16.lL\g1

Una forma i nteresante de reagruparse: tras dob lar dama y torre en la co lumna «e» , el b lanco retira su cabal lo para avanzar el peón «f» .

16 . . . cs

Una decisión sól ida y pragmática . E l negro ha evitado cualquier futuro avance del peón «e» y a h o ra i ntenta buscar contraj u ego en el centro . Era insufic iente 1 6 . . . lL\e6? 1 7 .f4 f5? 1 8 .exf6 J:txf6 1 9 .f5 ! , ganado pieza .

17.f4 cxd4 18.�xd4 'ii'f5

El negro intenta controlar las casi l las blancas, lo que le permit ir ía forzar un cambio de damas más tarde .

19 . .l:tad1 �b4

Obl igando a la torre de rey blanca a volver a f1 .

20.l:tf1 lL\e6

El negro ha desarro l lado algo de in iciativa , por lo que el b lanco decide ofrecer el cambio de damas.

21.'ifd3

Karpov señala que 2 1 .lbf3 era demasiado lento en vista de 2 1 . . . .l:!.ac8 22.'ifd3 'Wi'e4 ! , y el negro tiene la i n iciativa .

34 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

21 . . . ir'xd3 22Jtxd3 l:tac8 23.lllf3 l:tc2+?

Este jaque de torre a destiempo mete al negro en g raves prob l e m a s . Lo correcto e ra l a natural 23 . . . g6 , lo que mantendría a raya la mayoría b lanca del flanco de rey. E l b lanco tendría una l igera ventaja , pero no más.

Cabe destacar que Karpov no real iza n ingún comentario sobre este momento crucia l . E l antiguo Campeón del Mundo no es só lo un virtuoso del tablero , s ino también un maestro en hacer creer que él gana s in que su oponente cometa errores demostrables, como si hubiera estado jugando contra una fuerza superior.

24.l:tf2 l::tfc8

La consecuencia de la jugada previa . El negro toma el control de la col umna « C » , con la esperanza de que le proporcione suficiente compensac ión por l a fu erte formac ión d e peones q u e el blanco está a punto de constru i r.

25.f5

Forzando el cambio, tras el cual se producirá la temática bata l la de cabal lo contra alfi l .

25 . . . lllxd4 26.lllxd4 l:txf2+ 27.'1t>xf2 l:tc1

Karpov comenta que la gente en la sala de p rensa v a l o r a b a esta p o s i c i ó n c o m o prácticamente igualada, lo q u e ciertamente es un ju icio superficia l . La actividad de la torre negra no puede com pensar las deb i l idades posicionales de su territorio . E l peón «d» es una causa de preocupación y e l cabal lo es

superior. Esto proporciona a l b lanco una gran ventaja , aunque aún necesita de juego muy preciso para que tenga un efecto decisivo.

28.g4

Todo l isto . Aunque el cabal lo blanco es más fuerte que e l a l fi l negro , no pone n i n g u n a o bj e c i ó n a q u e e l n e g ro ca m b i e p i ez a s menores. Tras 2 8 . . . ..tc5 29.'it>g3 un cambio e n d 4 conduciría a un final de torres ganado por e l b lanco, m ientras 29 . . . l:tg 1 + 30 .'1t>f4 l:tf1 + ser ía res p o n d i d o m e d i a nte 3 1 . lllf3 . Esta variante muestra la importancia de la jugada de la partida: asegura la casi l la f4 para el rey b lanco .

28 . . . �fB

El negro l leva su rey al campo de bata l la y ahora amenaza el cambio de piezas menores.

29.�f3 l:tf1+ 30.'1t>g3 l:tc1

El negro se l im ita a esperar acontecimientos . Realmente no puede reforzar más su posición .

31.�f4 h6 32.h4

La estrateg ia del b lanco está clara como el agua: está preparado para reti rar su cabal lo a f3.

32 . . . ..t>eB 33.lllf3 l:tc2 34.a4 l:tb2

E l negro aguanta por el momento. Protege su peón «d» atacando el peón «b» . Pero el blanco continúa man iobrando con sus piezas.

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 35

35.ll:id4

Con la torre negra lejos de la ú l t ima fi l a , el cabal lo vuelve a su lugar. Los jaques de torre del negro ya no son un problema y la principal amenaza es 36.ll:ic6 .

35 . . . .te7

Para la a lternativa 35 . . :�d? el b lanco había preparado 36.e6+! 'it>e8 37.�e5, tras lo cual e l rey penetra y decide la bata l la rápidamente .

36.h5

Una e lecc ión temát ica : e l b l a nco fija s u s peones de la forma más estratég ica . Pero Karpov i n d i ca en sus comentar ios q u e l a a lternat iva 3 6 . g 5 era proba b lemente más fuerte . Este avance l im itaría el rad io de acción del alfi l negro y permitiría a l blanco el avance de su peón «f» . Después de esto el b lanco debe estar ganando.

Aún así , dados los apuros de t iempo esta jugada es bastante comprensib le : e l b lanco no qu iere perder más fuerzas de combate e intenta buscar una l ucha en la que pueda demostrar a la larga la su perior idad de su caba l lo .

36 . . . a6

La ú n i c a j u g a d a . E l b l a n co esta ba amenazando 37.ll:ib5, con victoria fáci l .

37.@f31

El b lanco va a recolocar su cabal lo de nuevo, esta vez v ía e2.

37 . . . .tcs

Con 37 . . . .ig5 el negro pod ía haber evitado la maniobra del cabal lo hacia f4 , pero entonces el pel igro hubiera venido por la otra banda . El b l a n co j u g a r ía 3 8 . ll:ic6 , s iendo 39 .ll:ib4 la amenaza princ ipa l .

38.ll:ie2 d4

Un momento importante . E l negro pod ía haber retrasado el avance del peón «d» una jugada más, pero esto no supone n inguna d iferencia i m porta nte . El hecho es que ahora el a l fi l negro puede ser considerado defin itivamente como « ma lo» .

39.ll:if4 'it>d7 40.e6+ �ea

Sokolov ha provocado un nuevo avance del peón «e» para crear algo de claridad . Espera cambiar en f7 , tras lo cual podría defender su fl a n co de rey con re lat iva fac i l i d a d . Pero Karpov continúa man iobrando.

41.�e4 a5

Las reglas estratég icas generales son ahora bastante i rre levantes. El negro fija su peón « a » en e l m ismo color que su a lfi l , con la certeza de que el b lanco lanzará una ofensiva en el flanco de rey con su torre y su cabal lo . En a lgunas ci rcunstancias podría entregar su peón « b » , lo que le proporcionaría a lgunas o p c i o n e s de s u p e rv ive n c i a g rac ias a su superioridad en el flanco de dama.

36 CAPITULO 1 : EL PODER DEL CABALLO

En este momento se aplazó la partida .

42JU3!

La jugada sel lada , que le costó a Karpov cierto tiempo. El b lanco busca una victoria d igna de un estudio , que es lo que sucederá sobre el tablero . El b lanco i ntentará el avance f5-f6 después de entrar en d5 . Esto le permit i rá consegu i r un peón pasado potencia l , un arma mortal en la mayoría de las ocasiones. Pero la jugada sel lada t iene otro punto a favor: l i berar la casi l la d3 para el rey.

42 . . . J:tb1

Dentro de lo que cabe, la mejor respuesta . E l negro activa la torre .

43.lt::idS

El p l a n b l a n co va to m a n d o fo rm a . Tras 43 . . . l:e 1 + 44 .�d3 fxe6 45 . fxe6 el negro no puede capturar en e6 en vista de l jaque en c?.

43 . . . J:tg1

La jugada más evidente, tras la cual el b lanco puede continuar con su plan de estudio . Una alternativa importante era 43 . . . �f8 , para la cual Karpov y sus segundos hab ían diseñado el s igu iente plan ganador : e l b lanco juega la sorprendente 44.e?+ ! , y el negro tiene que capturar el peón ya que 44 . . . We8 permitiría la incursión blanca mediante 45.g5! hxg5 46.h6 gxh6 47 .f6 , ganando.

E ra cruc ia l 44 . . . ..txe? 45 .'1t.oxd4 J:tg 1 46 .Wc4 J:txg4+ 47 .Wb5 ..td8 48 .Wc6

Una posición instructiva . El b lanco t iene un peón menos, pero el cabal lo blanco domina tota l m e n te a l a l f i l n e g ro , h a c i e n d o l a su perior idad mater ia l de l negro i rrelevante . 48 . . . l:g5 es respondido mediante 49.lt::ixb6, y el b lanco g a n a ; u n a vez más el negro no puede camb iar su .déb i l a l f i l por e l ca ba l lo pues ganar el fina l de torres resu ltante es una s imple cuestión de técn ica .

44.'1t>d3 J:txg4 45.f61

CAPITULO 1 : EL PODER DEL CABALLO 37

El momento álg ido de la partida . El negro no puede capturar n i n g ú n peó n . Si 45 . . . fxe6 , entonces 46 .f7+ 'it>d7 47.lLixb6+ 'it>c7 48.l2Jc4 , seguido de 49.lLie5 y 50 .lLig6 , sentenciando la partida .

45 . . . .td6

La defensa más tenaz. E l negro protege la cas i l l a c7 , hac iendo 46.e? i nocua . Pero e l blanco t iene t iempo para entrar en un fi na l ganado de cabal lo contra alfi l .

46.lLixb6

El blanco mantiene su pareja de peones en e6 y f6 sin que el negro pueda atacarla .

46 . . . .l:!.g5 47.fxg7 l:xg7 48.l2Jc4 .tb4 49.exf7+

No hay motivo para posponer el cambio de torres . Karpov ha calculado el fi na l hasta el último deta l le .

49 . . . l:!.xf7 50.l:!.xf7 <;f;>xf7 51.lLie5+ <;i;>f6 52.lLic6 .te1 53.l2Jxd4

Domin io . La casi l la g5 es inaccesible para el rey negro .

53 . . . .tb4 54.l2Jc6 .te1 55.'it>e2 .tc3 56.'it>d3

El blanco repite jugadas, un placer que no se le puede negar a l jugador que gana.

56 . . . .te1 57.'it>c4 'it>g5

58.lLixa5!

Con este sacrificio ganador, el blanco remata la partida con bri l lante esti lo .

58 . . . �xa5 59.b4 .td8 60.a5 'it>xh5 61.'it>b5 .tg5 62.a6 .te3 63.'it>c6

E l negro abandona.

(1 :O]

6.- Karpov - Yusupow

Ti lburg 1 993

Defensa India de Dama [E17]

Es ta p a rt i d a se j u g ó d u ra n te e l torneo l n te rpo l i s , q u e u t i l i z a b a e l s i ste m a d e e l iminatorias por segunda vez. Eventualmente la maratón fue ganada por Karpov. Este gran logro merece incluso mayor reconocimiento teniendo en cuenta que Karpov acababa de fi nal izar un largo match contra m í por el t ítu lo mundia l de la F I D E .

Aunque el enfrentamiento ofrece u n a buena visión de la increíble profundidad estratég ica de Ka rpov, h a y c i e rtos a te n u a ntes pa ra Yu s u pov , q u e j u g a b a e n i n fe r i o r i dad de co n d i c i o n e s : ¡ l a p a rt i d a se jugó e n l a habitación d e l hotel d e Karpov! E s cierto que el a n t i g u o C a m p e ó n d e l M u n d o estaba exhausto por e l la rgo match y el agotador torneo, pero este tipo de cosas no deberían suceder. De hecho , Yusu pov fue bastante complaciente a l aceptar estas condiciones . Pero debido a que no jugó a su máximo n ivel , ayudó a crear esta obra maestra en la que destacan todos los aspectos de la lucha del cabal lo fuerte contra el a lfi l malo.

1 .d4 lLif6 2 .c4 e6 3.lLif3 b6

U n a e l e c c i ó n i n u s u a l en Yu s u pov, q u e n o rm a l m ente j u e g a e l G a m bi to de Dama clásico.

4.g3 .tb7 5 . .tg2 .te7 6.l2Jc3 l2Je4 7.�d2

38 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

Este es probablemente el mejor camino para 11 . . . e5? 12.lllc61 que el blanco obtenga a lguna ventaja en la l ínea clásica de la Ind ia de Dama . El b lanco retrasa el enroque y se concentra en la l ucha por la casi l la e4 .

7 . . . �f6 8.ji'c2

La mejor continuación . El b lanco obl iga a su oponente a tomar en d2 , tras lo cual e l primer jugador controlará el centro . Era peor 8 .lk1 en vista de 8 . . . �xd4! , que se jugó, por ejemplo, en Karpov-Salov, Rótterdam 1 989. Por cierto, una alternativa bastante uti l izada es 8 .0-0.

8 . . . lllxd2 9.ji'xd2

El blanco ha perdido un t iempo, que el negro podría explotar rea l izando una jugada activa como 9 . . . c5 . Pero Yus u pov se extra l i m i ta empleando una contin uación esencia lmente constructiva pero pasiva , que permite a l b lanco sal irse con la suya .

9 . . . d6 10.d5

Ahora el blanco está claramente mejor.

10 . . . 0-0 11.llld4

El primer momento crítico de la partida . Dado que el a lfi l de g2 está desproteg ido, e l negro puede rea l izar una jugada de espera como 1 1 . . . llld 7 . Ca pturar p ri m e ro en d4 es otra posib i l idad , tras lo cual podría desarro l lar el caba l l o . P e ro el n e g ro q u i e re a c l a ra r l a situación d e inmediato, y e l resu ltado e s que se queda con un alfi l malo en f6 .

Con toda la intención del mundo. El b lanco forzará el cambio de cabal los, tras lo cual el negro está condenado a continuar con su inúti l pareja de alfi les .

Está claro que el negro no debe cambiar el caba l lo .

13.lllxb8 l:lfxb8 14.h4

Ahora todas las cartas están sobre la mesa . Con la jugada textua l , el blanco l i bera la casi l la h3 para e l a lfi l de rey, lo que s ign ifica que eventua l mente conseg u i rá una posic ión de cabal lo contra alfi l malo .

14 . . . a5

E n esto basaba sus esperanzas Yusu pov. Amenaza crear contrajuego en el flanco de dama mediante 1 5 . . . . �a6, segu ido de 16 . . . b5.

15.a4!

Desde m i p u nto de v i sta , la j u g a d a m á s i m p res iona nte d e t o d a l a p a rt i d a . « Poco habitual en este t ipo de posiciones» observa Karpov en sus comentarios para New In Chess ( 1 993/nº8) . La suti leza de la jugada textual reside en el hecho que el flanco de dama está b l o q u e a d o s ó l o t e m p o ra l m e n t e . Poste­riormente, el b lanco siempre dispondrá de la ruptura b2-b4 .

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 39

1 5 . . . .l:tfB

Un signo claro de que el negro está condenado a la pasividad . Vuelve a l levar la torre a l flanco de rey, donde pronto se l ibrará la bata l la .

1 6 .e4

Un só l ido movi m iento. Karpov expl ica que conte m p l a b a l a i d e a d e seg u i r u n p l a n estratégico d iferente , 1 6 .h5 , con intención de conservar la casi l la e4 para el cabal lo y lanzar un ataque. Aún así, este plan hubiera impl icado correr ciertos riesgos estratég icos , mientras que la jugada textual corta de ra íz cualquier intento de contrajuego negro .

16 . . . h5

El negro fija el flanco de rey, lo que en este momento es lo mejor.

1 7 .0-0-0

Una buena opción . El rey está perfectamente a sa lvo en el flanco de dama, permitiendo a l blanco concentrarse en una ruptura en el otro lado del tablero .

1 7 . . . 96 1 8 . ..th3 ¡je7 1 9.'1t>c2

El juego del gato y el ratón está empezando. Karpov comenta que la textual ra lentiza sus planes. De hecho, es cierto , pero este t ipo de esperas suele deprimi r a l oponente , que sólo p u e d e q u e d a rse de brazos c ruza d o s ,

esperando a ver q u é l e v a a ven i r desde el otro lado del tablero .

19 . . . Wg7 20.f3

El b lanco no t iene n inguna prisa . No hace falta decir que eventualmente avanzará el peón a f4 , pero con la textual el blanco anuncia que tal vez qu iera jugar g3-g4 .

20 . . . .i:thB 21 . .l:th2 ..ta6 22.lt:lb5

U n a j u g a d a n o ta b l e . El b l a nco pod ía s implemente haber defendido el peón , pero la textual es una muestra de superioridad : el b lanco pretende alcanzar una l ucha de cabal lo contra a lfi l ma lo , a l t iempo que tampoco le importaría jugar una posición con alfi les de d istinto color en la que la presencia de todas las p iezas mayores le garantiza excelentes posib i l idades de crear un pel igroso ataque.

Tras 22 . . . i.xb5 2 3 . cxb5 e l b la nco pr imero podr ía i ncrementar l a pres ión contra c? y obl igar al a lfi l de rey negro a ir a d8 . Después de esto a b r i r í a el f l a n co de d a m a en e l momento preciso . «No podría decir que la posición blanca estuviera ganada entonces, pero la presión es muy incómoda para el negro» , destaca Karpov en sus comentarios. En la l ucha de ca ba l lo contra alf i l malo la v ictor ia no está aseg u rada por el ca rácter cerrado de la posición , y durante el resto de la part ida Yusu pov basa su defensa en este hecho .

22 . . . .l:tafB

40 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

Yusupov uti l iza también la torre de dama para la defensa.

23.'>t>b1 'ti'dS 24.'ti'd3

Finalmente el b lanco vuelve a mover su dama.

24 . . . �e7 25J:1e2 �es

El n e g ro acepta su dest i n o . Desde este momento en adelante, el tema de este l i bro aparece en primer p lano.

26.�xcS 'ti'xcS 27J:lg1 �dS

2S.llia71

El b lanco conti n ú a apreta ndo las tuercas . Lleva s u cabal lo hacia la casi l la vital c6 , lo que proporcionará más fuerza a sus acciones tanto en el flanco de rey como, más adelante, en el flanco de dama.

2S . . . 'ti'h3

Tota lmente inofensivo .

29.'ti'c2

Profi laxis. Antes de poner su cabal lo en c6 , el blanco evita el avance f7-f5 .

29 . . . �es 30.llic6 .i.f6 31 .l:tf2 'ti'd7 32.'ti'e2 l:thfS 33.�h2 �hS 34.'ti'f2

El blanco se s igue reservando la opción de jugar g3-g4 , aunque continúa i ntentando e l avance del peón «f» .

34 . . . l:tefS 35J::tf1

E l segundo y ú lt imo momento crít ico en la partida . La mejor opción para el negro hubiera sido retirar su torre a e8, tras lo cual el b lanco h u b iera ten ido que conti nuar man iobrando con sus piezas. Con apuros de t iempo, estas posiciones son muy d ifíci les de defender, por lo q u e es co m p re n s i b l e q u e Yu s u pov sucumba .

35 . . . @gS?

Una jugada muy desafortunada que permite a l blanco avanzar su peón «f» con gran fuerza .

36.f4 'ti'g4

Una vez más, dentro de lo que cabe, la mejor opción para el negro . Se fuerza un final que todavía le permite albergar a lguna esperanza de supervivencia .

37.'ii'f3 �es 3S.'ti'xg4 hxg4 39.fS

Tod o esto es bastante d i recto . E l b l a nco amenaza abr i r la columna «f» , lo que obl igaría a un cambio de torres inevitable .

39 . . . gS

Yusupov hace lo que puede para mantener la posición cerrada, su ún ica posib i l idad práctica .

Al mismo tiempo, las ventajas posicionales del blanco son cada vez más fuertes .

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 41

40.h5

E l a l fi l negro no es m á s que una s i m p le marioneta .

40 . . . .l:taS 41.'iti>c2

Ahora el escenario de la bata l la se traslada al flanco de dama.

41 . . . 'iti>g7 42.'iti>c3 .l:ta6

Por desgracia , era necesario. E l negro intenta ralentizar la inevitable marcha del peón « b » .

43 . .l:ta1 .l:tha8 44.b4

Con el peón «a» suficientemente proteg ido, el blanco puede golpear.

44 . . . 'iti>fS

La tenacidad de Yusupov es impresionante . Hace todo lo posible para evitar que se abra el flanco de dama.

45.b5 .l:t6a7 46.h6

Jugando en ambos flancos. E l cabal lo blanco mantiene a raya a la torre de a7 , por lo que el b lanco no t iene prisa por captu rar. Primero mejora el flanco de rey, donde tendrá que forzar a lguna ruptura .

46 . . . �hS

E l principio de la fase fi nal de la partida.

En sus comentar ios Ka rpov i n d ica cómo h u b iera conseg u ido l a v ictor ia s i e l negro hubiera jugado 46 . . . .l:tb7 : 47 .h7 .¡;,g7 48 . .l:tah 1 'iti> h 8 (tras 4 8 . . . .l:t h B 49 . .l:th6 el negro estaría en Zugzwang; una posición para los amantes de los estud ios de fi na les) 49 .:h6 �g7 50.f6 ! �xh6 5 1 . .l:txh6 l:!.e8 52.llle7 l::txe7 53.fxe7 .l:tb8 54 .c5 ! , y el b lanco gana el final de torres.

Esta var ia nte s u g i e re q u e las pos ic iones estratég icas no conducen automáticamente a una victoria , especia lmente en ausencia de co l u m n a s a b i e rt a s . E n estos casos , l a s rupturas deben forzarse por métodos tácticos.

47.f6!

Con este avance el blanco fuerza la apertura de la columna «f» .

47 . . . �xf6 48.:t1 �h8 49.lllxa7 .l:txa7 50 . .l:th5

La torre entra con una fuerza devastadora .

50 . . . 'iti>e7 51 . .!:!.xg5 l:!.a8 52.h7 f6 53.1198 l:tf8 54.c51

Una ruptura casi temática .

42 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

54 . . . dxc5 55.<t>c4 <t>f7 56.d6

La segunda ruptura l ibera la casi l la d5 para el rey.

56 . . . cxd6 57.l::txfB+

El negro se r inde.

[1 :O]

7.- Anand - Kamsky

Match (5) Sanghi Nagar 1 994

Apertura Española [C92]

E n t re j u g a d o res d e s u p e r e l i te con puntuaciones de 2700 o más , el concepto de «bestia negra» prácticamente no se oye . Pero sucede q u e el est i lo de c iertos jugadores resu lta incómodo a determinados oponentes. Este es lo que le pasa a Kamsky cuando tiene que jugar contra Anand . En 1 994 y 1 995 se impuso a fuertes grandes maestros, uno tras otro , a menudo sin que aparentemente tuviera que esforzarse al máximo. Pero contra Anand nunca fue fáci l . Su primer match en el ciclo de la F I D E tuvo lugar en la I nd i a . Tras cuatro partidas parecía que acabaría en victoria fáci l para el jugador loca l , qu ien gozaba de dos pu ntos de ventaja y h u b iera n sido más s i Ka msky no se h u b i e ra esca pado e n u n a posición tota lmente perd ida , e n la segunda part id a . E n a l g u n o s as pectos l a b r i l l a nte estre l la de Anand en Sanghi Nagar resu l tó fugaz, porq ue no estaba pasando u n buen m o m e nto e n esta m o n ót o n a p o b l a c i ó n industria l . Todos los ojos estaban pend ientes de él, todo el mundo ten ía grandes esperanzas puestas en é l . Eventua lmente la presión le pudo y se quebró bajo ese gran peso .

La qu inta partida del match , la que veremos a q u í , fu e el p u nto de i n f l e x i ó n d e l enfrentamiento . Tras perder l a tercera partida con un Ataque Marsha l l , Kamsky cambió a la Za i tsev, a u n q u e él s i e m p re s e h a b ía enfrentado a Anand con la Ruy López, como

demuestra su encuentro en Las Palmas 1 995. A n a n d a n i q u i l a a s u r iva l por c o m p l eto , cons igu iendo una posición de ensueño con un magn ífico cabal lo contra un patético alfi l . La p a rt i d a p a r e c í a d e s t i n a d a a a ca b a r rápidamente, pero entonces e l motor d e Anand pareció fa l lar. Su juego se l lenó de dudas y d io t iempo a su oponente a con stru i r una defensa casi inexpugnable. Cuando el blanco pierde la paciencia poco después del primer control y lanza u n ataq ue prematuro en e l f l a n co d e rey, K a m s ky a p rovech a su oportu n idad y prácticamente igua la . Anand q u e d ó g ra v e m e nte afecta d o p o r la oportu n i d a d desaprovechad a : perd i ó dos partidas y la cosa empeoró en los desempates.

Esta part ida no es sólo i m portante para el desarro l lo del match , s ino también es muy i lustrativa en el sent ido de la relatividad del concepto « a lfi l m a lo » . D u ran te l a part ida s iem pre pensé que e l b la nco ten ía ventaja ganadora , hasta que apareció la posición fina l . A n a n d pa rece ver las cosas d e fo r m a d iferente; tras su d u d a in ic ia l é l valora sus posib i l idades sólo como l igeramente mejores. Hay otro par de op in iones d ia metra lmente opuesta s : S e i rawan tod av ía con s i d e ra l a posición como ganadora para el b lanco una j ugada a ntes del fi n a l , m i e ntras Dorfm a n defiende l a tesis d e q u e e l negro «a pesar d e todo n o t i e n e p ro b l e m a s » . C o m o s u e l e suceder e n estos casos , e l jugador estaba en lo correcto . No en vano, había estudiado la p o s i c i ó n m u c h o más t i e m p o y con m á s profund idad .

1.e4 es 2 .lllf3 lllc6 3.�b5 a6 4.�a4 lllf6 5.0-0 �e7 6.J:te1 b5 7.�b3 d6

E l negro no quiere jugar el Marsha l l , lo que sign ifica que también evita el «Anti-Marsha l l » tras 7 . . . 0-0 .

8.c3 0-0 9.h3 �b7 10.d4 .l:l.e8 11.lllbd2 �f8 12.�c2

U n a cont i n uac ión tra n q u i l a con l a q u e e l blanco busca u n a modesta ventaja de espacio . Seis meses más tarde, en el segundo match

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 43

entre ambos jugadores, Anand probó con éxito la aguda 1 2 .a4.

12 . . . g6 13.d5 ll'ib8 14.b3

La c o n s e c u e n c i a de l a s d o s j u g a d a s anteriores . Después de cerrar e l centro , e l blanco s e prepara para apoyar su punta de lanza en d5 con un peón .

14 • • . c6

La mejor opción del negro , atacando el centro de inmediato .

15.c4 as

Esta bon ita jugada fue uti l izada por primera vez e n Karpov- B e l i a v s ky, C a m p e o n ato Soviético, Moscú 1 983. E l negro se hace un hueco en el flanco de dama y l ibera una casi l la para desarrol lar el cabal lo de dama otra vez. Años más tarde, Karpov usó esta misma idea u n a s c u a n tas veces -con n e g ra s - p a ra solventar s u s p rob lemas d e apert u ra . La

p ráct ica h a demostrado que l a a lternativa 1 5 . . . i.h6 , para au mentar i nd i rectamente la presión centra l , es insufic iente para igualar en vista de 1 6 .a4, ya que exige a l negro ceder espacio en el flanco de dama.

16.dxc6

E l tratamiento más d i recto . Deshaciéndose de la tensión en la que estaban envueltos ambos peones, e l b lanco l ibera la cas i l la c4 para su cabal lo de dama. Esto es lo m ismo que jugó el rival de Karpov. El ant iguo Campeón del Mundo intentó la lenta 1 6 .ll'if1 en un esfuerzo p o r n o m o stra r s u s c a rta s , p e ro no l e proporc ionó n i n g u n a ventaja en la part ida anteriormente citada contra Bel iavsky.

16 . . . ..txc6 17 .cxb5 ..txb5 18.lt:'ic4 ll'ia6 19 . ..tgS

U n a t íp ica j ugada de desarro l lo . El b lanco conti núa la l ucha por la i m portante cas i l l a centra l de d5 .

19 . . . lt:'ib4

Ha esta l l a d o la bata l l a estratég ica por la in iciativa . La casi l la b4 no es un puesto seguro para el caba l lo negro , pero s irve para atacar el a lfi l b lanco antes de que la torre de dama blanca sea jugada a c1 .

20.ll'ie3

Esto es lo que Magem jugó contra Karpov, en Madrid 1 992. E l b lanco continúa luchando por la casi l la d5 . Lju bojevic jugó dos veces 20 . ..tb1 contra Karpov en 1 99 1 , primero en Linares y

44 CAPITULO 1 : EL PODER DEL CABALLO

después en el torneo VSB en Amsterd a m . Ambas part idas fueron i dé nt icas hasta l a jugada 27ª: 20 .i.b1 i.xc4 (un cambio a t iempo, ahora que el a lfi l de dama blanco ya no puede ir a a 4 ) 2 1 . b xc4 h6 22 . ..t e 3 ( e n es tas circunstancias cambiar en f6 y jugar por la casi l la d5 no t iene mucho sentido; el b lanco necesita su pareja de a lfi les) 22 . . . 'ilt'c7 23 .a3 tl:ia6 24.tlld2 tl:ic5 25 . ..tc2 J:!.eb8 26.J:!.b 1 'ilt'c6 , y ahora Ljubo se decantó por 27 .f3 en L inares, mientras que en Amsterdam prefi rió 27 .'ilt'f3 . No consiguió obtener n inguna ventaja real en n i n g u n a d e l a s p a rt i d a s ( a u n q u e eventualmente acabara ganando l a primera) .

20 . . . ..te7

Es imperativo neutra l izar la clavada y evitar q u e e l ca b a l l o b l a n c o l l e g u e a d 5 con demasiado aplomo.

21 . ..txf6

E l i n ic io d e u n nota b l e p l a n q u e M a g e m también había intentado. El b lanco cambia sus a l fi l es por ca ba l l os , confi a n d o e n q u e su pa reja de ca ba l l os , que está contro lando cuadros vita les, sea superior a la pareja de alfi les enemigos.

21 . . . i.xf6 22.a3 tl:ixc2 23.'ilt'xc2

Ha aparecido una posición que debería estar en otro cap ítu lo a causa de la pareja de alfi les. Pero pronto, y de manera inevitable , la pareja será red ucida , porq ue los cabal los b lancos pueden gozar de ca s i l l a s p ráct i c a m e nte i n expug n a b l e s como c4 y d 5 . A h o ra es

i m po rtante p a ra e l negro determ i n a r exacta mente cómo q u i ere que s u s p iezas mayores se coordinen con sus alfi les. Con los alfiles como espectadores y las piezas pesadas dormitando en la primera fi la , no es fácil ver cuál puede ser la mejor forma de hacer esto.

23 . . . ..tg7

Esta no es exactamente la solución al problema posicional del negro . E l alfi l está bien situado en g7 para proteger a l rey, pero pronto volverá a la diagonal corta h4-d8. Karpov jugó 23 . . . J:!.e7 para l levar su torre de rey a l flanco de dama, donde el blanco goza de mayoría .

Tras una tímida reacción a 24.J:!.ad 1 - 24 . . . J:!.d7 - tuvo que cargar tempora l mente con una pos ic ión a l go restr i n g i d a , p e ro a l f i n a l con s i g u i ó rea l izar u n efect ivo ca m b i o d e defensa a ataque. Estoy ofreciendo l a partida contra Magem para i l ustrar cómo el alfi l malo puede repentinamente convert irse en bueno y ayudar en un ataque de mate perfectamente ejecutado: 25 .tl:id5 ..tg7 (con la torre de rey negra controlando las casi l las c7 y e7, el negro puede retirar tranqui lamente el alfi l ) 26 .a4 ..ta6 27 .tlld2 l:tc8 28.tl:ic4 l:tc5 29.'ilt'a2 'ilfb8 30.J:!.d3 J:!.b7 3 1 .tl:ide3 i.h6 32.tlld5 ..tg5 33 .J:!.e2 h5 34 . J:!.c2 h4 3 5 . J:!.dc3 ..txc4 ! 3 6 . J:!.xc4 J:!.xc4 37 . bxc4 J:!.b1 + 38.'it>h2 J:!.e1 39.f3 'ilt'd8 40.'ilVb2 i.e3! 4 1 .tllxe3 'ilt'g5 ! ! , y el blanco abandonó. Parece claro que real izó las últ imas jugadas bajo graves apuros de t iempo.

24.J:!.ad1 'ilt'b8

U n a jugada no muy atractiva pero más o menos forzada . Esta es la ún ica forma que t iene el negro para l iberarse .

25.a4 J:!.c8 26.'ilt'b1

Mediante esta retirada el blanco mantiene los peones de «b» y «e» defendidos.

26 . . . ..ta6 27.tlld2

La d iferencia con la part ida Magem-Karpov es ev idente . Los caba l l os b l a ncos está n preparados para sa l tar a cas i l l a s v i ta l e s ,

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 45

m i e ntras q u e l a s t ro p a s n e g r a s tod a v í a carecen d e la coord inación necesaria .

27 . . Jfo3

Un ataque injustificado. El negro qu iere atar el cabal lo de d2 a la defensa del peón «b» y l levar su alfi l de dama a d3 . Pero toda esta tra n sacc ión se conv ierte en u n a costosa pérd ida de t iempo, más t iempo de l que e l neg ro se p u e d e p e r m i t i r perder e n esta pos i c i ó n estratég i ca m e n te i n fe r i o r. L a s alternativas eran :

A) 27 . . . h5 . Anand recomienda esto como lo mejor en el Informador Ajedrecístico, s i n dar n inguna variante . No ent iendo lo que qu iere decir. Tras 28.llidc4 el negro lo tendrá muy difícil para proteger los peones de «a» y «d» . Tendrá que ceder su alfi l de dama, pero tras 28 . . . ..ixc4 29.llixc4 l:ra6 30.J:!.d5 el blanco controla todo el tablero, como sucede en la partida.

B) 27 . . . ..ih6. Ind icada tanto por Dorfman en Europe Echecs como por Seirawan en lnside Chess. El negro qu iere ejercer una infl uencia tan d i recta como sea posible sobre el centro . Creo que es la ún ica opción para el negro de tener una posición jugab le . Su objetivo es cambiar el a lfi l de rey, no el alf i l de dama, por un ca ba l l o b l a nco , de manera q u e pueda quedarse con un alf i l bueno . Es importante que 28.llidc4 puede ser respondido mediante 28 . . . ..ixe3 . Tras 29.llixe3 J:!.c5 el blanco tiene una pequeña pero duradera ventaja , aunque tampoco es para que el negro se desespere.

28.llidS ..id3 29.'ii'a1

La dama se posiciona en un ri ncón del tablero para no perder un t iempo cuando la torre negra aterrice en c2 .

29 . . .l:tc2 30.l:!.e3

Senci l lo y fuerte . Primero se obl iga a que el a lfi l negro de dama se retire.

30 . . . ..ia6 31.l:rc3

Y ahora el negro se ve obl igado a cambiar su ún ica pieza activa .

31 . . . l:rxc3 32.'ii'xc3

V iendo l a s ú l t imas j u g a d a s , el b l a nco ha progresado mucho. La dama y el cabal lo de d5 en particu lar dominan el campo de batal la , mientras el negro l ucha por i ntentar coordinar sus tropas.

32 . . . ..ih6

Demasiado tarde, pero el negro no t iene nada mejor. Debe intentar l levar su alfi l a la defensa , vía g5 .

33.llic4

El peón « a » esta ba envenenado ya q u e 33.'ii'xa5?? fracasaría ante 3 3 . . . .te2 .

33 . . . ..ixc4

Una triste necesidad. El negro debe entregar su a lfi l bueno para l iberarse de la presión que ejercen los dos cabal los.

34.'ii'xc4

A primera vista , el b lanco ha conseguido una posición de ensueño: e l cabal lo blanco es muy poderoso, el peón «d» negro es débi l y su alfi l es malo . A veces vemos también este t ipo de posiciones a part ir de la Sic i l iana, cuando el negro ha descarri lado completamente. Aún a s í , vere m o s q u e la p o s i c i ó n no está « a utomát ica mente» ganada por parte de l b lanco .

46 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

34 . . . .tg5

El alfi l se d i rige a d8, desde donde controlará las casi l las de invasión del caba l lo enemigo en su propio territorio.

35 . .l:t.d3

Con esta j u g a d a rut i n a r i a el b l a n co d ej a escapar gran parte de su ventaja . Como ind ica Anand. la man iobra de cabal lo 35.tt::lc7! .l:t.a7 36 .tt::lbS le h u b ie ra conced ido u n a ventaja decisiva .

Ahora el negro tiene dos formas de proteger el peón , aunque n inguna es suficiente. Esto se deduce de:

A) 36 . . . l:td7 37.'ifc6 .l:t.d8 38J:txd6, y el b lanco tiene un saludable peón de ventaja . 38 . . . .l:t.c8 parece dar algo de contrajuego a l negro , pero no deja de ser un espej ismo tras 39.'ir'd5 1:tc1 + 4 0 . 'it> h 2 , y l a s p i e z a s b l a n c a s está n fuertemente centra l izadas.

B) 36 . . . .l:t.a6 37 .'ir'dS iie7 38 . .l:t.c1 . y aquí Anand concluye que el blanco gana. Y es cierto que tiene un control casi absoluto de la posición . Está amenazando penetrar en c7 y si el negro i ntenta evitarlo mediante 38 . . . l:ta7, entonces j u g a rá 39 . .l:t.c6 , con la a m e n aza tre m e n ­d a m e n te d e s a g ra d a b l e d e 4 0 . 'ir'c4 . L a man iobra d e l cabal lo hacia b 5 e s un aspecto típ ico de la lucha contra un peón retrasado o a is lado .

Otro eje m p l o podr ía ser e l ca racte r íst ico d i a g ra m a de l a oágjna 80 con e l ca ba l l o blanco en d4 y el peón negro en d5 . S i hay p i ezas mayores en e l ta b l e ro , e l b l a n co deber ía s i tuar las en l a co l u m n a « d » para atacar el peón y red i rig i r el cabal lo hacia c3 o f4 . E n la s i tuac ión actu a l , l a man iobra de cabal lo t iene una ventaja adiciona l : se cierra la columna «b» semiabierta y el negro pierde su últ ima oportunidad de contrajuego.

35 . . . 'ir'b7

U n exce l e nte movi m i e nto q u e fi n a l m e nte cu l m i n a e l i n tento por pa rte del negro de coord inar sus piezas con éxito . Anand valora l a p o s i c i ó n t ras esta j u g a d a como s ó l o l i geramente favora ble para e l b lanco . Esta va loración resu lta sorprendente, pero el resto de la p a rt i d a m á s o m e n o s conf i rma s u exactitud .

36 . .l:t.c3 .l:t.b8 37.'ir'd3 'it>g7

Otra i m portante j ugada defensiva . Tras la evidente 37 . . . il..d8 el b lanco jugaría 38J:tc4 ! , explotando el hecho de q u e el peón «b» es tab ú . 38 . . . 'it>g? sería entonces fuertemente respondido mediante 39 . b4 .

38.g3

U n momento i nteresante. Con el alf i l negro que aún no ha l legado a d8, el blanco ten ía la pel igrosa opción 38 . b4 , tratando de responder a 38 . . . axb4 con 39 . .l:t.c7 . Pero este bruta l i ntento de desbaratar las defensas negras fracasa porque tras 39 . . . 'ir'a8 40.'ir'f3 el negro s i m p l e m e nte j u e g a 4 0 . . . J:U8 , y l a aparentemente más suti l 40 .'ifb3 n o conduce

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 47

a nada en v ista de 40 . . . 'i!i'a5 ! , con idea de 4 1 .ll:ib6 d 5 ! , y e l n e g ro n o t iene d e q u é quejarse.

38 . . . ..tdS

Ahora el negro ha protegido lo suficiente su posición contra un ataque d i recto del enemigo y el blanco lo tiene muy d ifíc i l para progresar. El principal triunfo del negro es la presión a lo largo de la columna «b» semiabierta : la torre blanca está atada a la defensa del peón « b » , por l o q u e el blanco no puede cambiar damas s in que su peón «b» sea ca mbiado por e l negro de « a » o de « d » . La situación sería tota lmente d isti nta si e l peón blanco de «a» estuviera aún en a3, en cuyo caso el b lanco avanzaría su peón « b » , tras lo cual el cabal lo proporcionaría una defensa natural a l peón . Después de esto l as p iezas m ayores de l blanco estarían l ibres para ased iar al enemigo.

39.'ii'f3 'i!i'd7 40.�g2

40.'i!i'g4 no forzaría el cambio de damas, pues el negro podría jugar 40 . . . 'i!i'e6 .

40 . . . hS

La últ ima jugada antes del control de t iempo, y no es mala en absoluto . El negro gana algo más de espacio en el flanco de rey.

41.l:rc4 'i!i'b7 42 . .!:l.c3

Un momento crítico . E l b lanco reti ra su torre , admitiendo que no puede encontrar un camino para seg u i r ade lante . Dorfman en Europe

Echecs lo explica de forma d istinta : según é l , Anand a q u í ya hab ía dec id ido i r a por las ta b l a s . E sta s u pos ic ión ser ía co rrecta s i h u b i e ra h a b i d o a l te rnat ivas con mejores posib i l idades de éxito , pero no creo que éste sea el caso, como podemos ver en :

A) 42 . b4 axb4 43 . .l:!.xb4 'i!i'xb4! 44 .ll:ixb4 l:l.xb4 , y e l b l a n co n o p u e d e g a n a r. 4 5 . 'ii'a 3 es eficazmente contrarrestada con 45 . . . ..ta5.

B) 4 2 . h 4 . Una sugerenc ia de Dorfm a n . E l b lanco entrega su peón «b» para explotar la fa lta de movi l idad del a lfi l negro en el fina l . La var iante continúa 42 . . . 'i!i'xb3 43 .'i!i'xb3 1:!.xb3 44 .l:l.c8 ..tf6 45.l:l.c6. La ú lt ima jugada recibe u n s i g n o de a d m i ra c i ó n , p e ro no h a y concl us iones . N o creo que e l negro tenga mucho que temer tras 45 . . . .l:tb8 46.l:l.xd6 ..td8 . Su posición es restringida , pero no veo cómo el b lanco puede explotarlo . 45 . .!:l.a8 me parece un intento más serio de ganar que 45 .l:l.c6 . El b la nco se o lv ida del déb i l peón de «d» y cons igue uno pasado q u e pod r ía ser muy pel igroso . E l negro necesita activar su alfi l tan ráp ido como sea pos ib le para mantenerse v ivo . Lo con s i g u e m e d i a nte 45 . . . g 5 . Tras 46 . hxg5 ..txg5 47 .l:l.xa5 l:l.a3 48.l:l.a6 ..td2 el n e g ro co n s i g u e m a n te n e r el eq u i l i b r i o . Amenaza l levar su alfi l a d 4 vía c3, s i n temer al fi na l de torres que su rg i r ía después del cambio en c3.

42 . . . 'i!i'd7 43.'ii'e2 ..tb6 44.'i!i'd2 ..td8 45.'i!i'c2 'i!i'b7 46.'i!i'd3 ..tb6 47.'i!i'f3

Obl igando una vez más a que el alfi l se reti re .

47 . . . ..tdS 48.g4

F i n a l m e nte el b l a nco dec ide h a cer a l go . Dorfman da un signo de interrogación a esta jugada y cons idera q u e el b la nco debería haber esperado un poco más. Es verdad que esta jugada no consigue el efecto deseado, pero creo que el signo de interrogación es un poco exagerado, porque la pregunta del mi l lón es de qué otra forma podría haber progresado el b lanco . Nunca hubiera conseguido más que en la variante B del comentario a la 42ª jugada blanca . Kamsky encuentra una buena forma de explotar esto .

48 CAPITULO 1 : EL PODER DEL CABALLO

48 . . . hxg4 49.hxg4

49 . . . �c81

Bien hecho. Hasta ahora , un cambio de torres era la ú l t ima de las pr ior idades de l negro, pero la jugada 48ª del blanco ha provocado un cambio fundamenta l . E l avance g4 blanco ha hecho que las cas i l las de g5 y h4 sean potencialmente accesibles para el a lfi l negro , lo que le daría opciones de ataque contra el rey blanco. E l tema es que con las torres sobre el tablero estas opciones serían u n espej ismo, pues el a lf i l negro está atado a la defensa de la casi l la c7. Este es el motivo por el que un cambio de torres es bueno para el negro . E l hecho de que el blanco pueda crear un peón pasado no es tan importante .

50.'ii'e3 .U.xc3 51.'ii'xc3 'ii'a6

Una jugada activa . Ahora 52 . b4 es respondido mediante 52 . . . axb4 53.'ii'xb4 'ii'e2 .

52.'ii'c2 'ii'a7 53.'ii'd2 jt'b7

54.'ii'd3

[1/2 :1/2]

Tras este movimiento el blanco ofreció tablas, que el negro aceptó de buen grado. U n final a b ru pto p a ra u n a g u e rra de t r i n c h e ra s estratég ica d e p iezas q u e pod ía h a berse prolongado mucho más . Seirawan pone un signo de interrogación a la últ ima jugada del b la nco y afi rma que 54 . b4 axb4 5 5 .'ii'xb4 hubiera proporcionado a l blanco una posición ganadora . Dorfman no menciona la jugada 54 . b4 y op ina que el negro no t iene nada que temer si responde a la textual con 54 . . . 'ii'c8.

¿Quién tiene razón?

Permitidme empezar destacando que la ún ica opción del blanco es el avance b3-b4 y que 54 . b4 es , en este sentido , u n movi m iento esencia l . Pero también es una jugada que provoca una respuesta forzada . Tras 54 . b4 axb4 5 5 . 'ii'xb4 'ii'c 8 ! e l b l a n co n o p u e d e proteger e l peón «g» de forma natura l , p . e . con la d a m a . L a jugada de protección 56.f3 deb i l ita demasiado su posic ión , lo que sólo nos deja 56 .llle3 y 56 .Wf3 . La pr imera es respond ida mediante 56 . . . �g5 , la segunda con 56 . . . 'ii'c1 , y si 57.llle3 entonces 57 . . . �g5. Esto hace inevitable el empate . P.e : 58.'ii'xd6 �xe3 59.'ii'xe5+ �h7, y tras capturar en e3 el negro t iene jaque perpetuo. Esto sign ifica que l a va lo rac ión s u p e rfi c i a l d e Se i rawa n es tota lmente errónea.

Queda pendiente la cuest ión de si el negro realmente «no tiene nada que temer» tras la textua l , como afi rma Dorfman . Creo que esto también es fa lso. Aunque sea m inúscu la , el blanco tiene cierta ventaja . Además del avance b3-b4, podría , por ejemplo, l levar su cabal lo a c4 . Creo que alguien como Karpov d isfrutaría exprim iendo esta posición al máximo. Pero puedo entender la decisión de Anand . En 1 99 1 yo l l evaba dos p u ntos d e ventaja s o b re Kortchnoi cuando, en nuestra séptima partida , también ofrecí tablas en una posición superior pero imposib le de ganar. A veces es mejor reservar las fuerzas . La ún ica d iferencia es

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 49

que yo gané mi match , mientras que Anand tuvo la mala suerte de perder el suyo.

8.- Leko - Topalov

1 nterzonal Belgrado 1 995

Defensa Siciliana [895)

Cuando un joven y ambicioso jugador de el ite como Topalov juega la Variante Najdorf de la S ic i l i a n a , c l a ra m e nte está buscando u n a aguda bata l la . Pero e n esta partida n o sucede nada parecido. En una lenta batal la estratégica el blanco, casi imperceptiblemente, adquiere ventaja . Consigue cambiar p iezas menores en el momento adecuado, de manera que a l fi na l , además de las p iezas mayores , sólo quedan en e l ta b lero u n poderoso ca ba l lo blanco y un alfi l negro ma lo . Hacia el fi na l , e l negro está tan agotado que permite a l b lanco sentenciar la part ida con un golpe táctico que gana in mediatamente . Sorprendentemente , Leko no lo ve, qu izá porque está demasiado obs e s i o n a d o con el a s p e cto p u ra m e nte estratégico de la lucha . Acaba el trabajo de forma sistemática pero no táctica .

Ya en 1 993, cuando Leko ten ía sólo 1 4 años, Karpov alabó a l joven talento húngaro por su excelente técn ica . S i reprodujéra is la partida contra Topalov s in saber los nombres de los jugadores, pensaríais que Karpov en sus años de e2-e4 e ra q u i e n con d u c ía l a s p i ezas blancas, por la sol idez y el control de l juego del blanco. Para Leko ésta era una de sus primeras victorias contra u n gran maestro de elite.

1.e4 c5 2.tt:'if3 d6 3.d4 cxd4 4.tt:'ixd4 tt:'if6 5.tt:'ic3 a6 6.f4

La re s p u esta favor i ta d e Leko contra l a Najdorf. E l negro ahora puede intentar entrar en la Variante Scheveningen con 6 . . . e6 o bien jugar 6 . . . e5 para desarrol lar su cabal lo por d7 y su a lfi l por e7.

6 . . . tt:'ibd7 7.i..e2 g6 8.0-0 i..g7 9.a4 0-0

Lo que ha surgido es una Variante del Dragón en la que el negro ha desarrol lado su cabal lo de dama de forma pasiva , por lo que se podría pensar que el b lanco tiene buenas opciones de consegu i r ventaja en la apertura . Pero la práctica demuestra que estas conclusiones no están bien fundadas .

10.i..f3

Una continuación no muy habitua l . En su l ibro The Najdorf for the Tournament Player, Nunn d i s c u te l a s a l te r n at i v a s más h a b i t u a l e s 1 0 .i..e3, 1 0 .tt:'ib3 y 1 0 .'ít>h 1 . Leko empleó esta últ ima más tarde, en este m ismo torneo, contra Lautier. Tras 1 0 .'ít>h 1 .l:e8 1 1 .i..f3 e5 1 2 .tt:'ib3 exf4 1 3 .i..xf4 tt:'ie5 1 4 .i..e2 i..e6 el negro no tuvo problemas de apertura que valga la pena mencionar.

10 . . . es

La reacción estándar. Tras este avance el alfi l de rey b lanco q ueda muy pasivo .

50 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

1 1 .fxe5

La alternativa era 1 1 .tt'lb3, como en la part ida contra Laut ier. Tras 1 1 . . . exf4 1 2 . ..txf4 ( no 1 2. 'iVxd6 g5 , y e l n e g ro t i ene u n a fu e rte mayoría en el flanco de rey) 1 2 . . . tt'leS aparece una posición s imi lar a la de la part ida . Sólo hay una pequeña d iferencia : el cabal lo blanco está en b3 en vez de en d4. Es d ifíc i l decir cuál es e l mejor s i t io para e l caba l l o . En posiciones de Sic i l iana el b lanco a menudo reti ra voluntariamente el cabal lo a b3, pero en d ist intas c i rcu nstancias es centra l izado de nuevo . Resu lta d ifícil basarse demasiado en este t ipo de reg las fác i les . E l propio Leko opina, en el Informador Ajedrecístico, que la posición está igualada tras la textua l , así como tras 1 1 .tt'lb3.

11 . . . tt'lxe5

Aqu í Leko sugiere recapturar con el peón «e» . Tras 1 2 .tt'lb3 él valora 1 2 . . . b6, «con igualdad » . Pero creo que e l blanco puede ejercer cierta pres ión sobre la pos ic ión negra med ia nte 1 3 .tt'ldS . Recaptu ra r con e l caba l lo , lo q u e mantiene la d iagona l de l a l fi l negro de rey abierta , parece bastante lóg ica .

1 2.Wh1

Es d ifíci l para el b lanco evitar el cambio de su a l f i l d e rey, pues 1 2 . ..te2 es respo n d i d o mediante 1 2 . . . b6, seguido de 1 3 . . . �b?. Ahora el blanco debe buscar cómo proteger su peón «e» .

12 . . . h6

Las negras, en su turno, no capturan el alfi l . Rea lmente h ubiera va l ido la pena que aqu í hubieran valorado la conti nuación 12 . . . tt'lxf3 1 3 .'iVxf3 tt'lg4 , y las b lancas deberían ir con c u i d a d o y j u g a r 1 4 . tt'l d e 2 . La p o s i c i ó n resultante ofrece aproximadamente las mismas oportu nidades a los dos jugadores, pues la pareja de a lfi les es de menor importancia en este momento . H u b iera sido d iferente s i e l blanco hubiera perdido su a lfi l de dama, pues esto hub iera deb i l i tado mucho sus cas i l l as negras .

Otra a lternativa era 12 . . . J:!.e8, de forma análoga a la part ida Leko-Lautier. La textual parece m e n o s a d e c u a d a p a ra s o l v e n t a r l o s problemas d e apertura del negro . No debe ría temer que el a lfi l b lanco vaya a g5, puesto que todavía podría jugar h7-h6. Si el a lfi l se reti ra a h4, la clavada del cabal lo podría, si se dan las c i rcunstanc ias prop ic ias , romperse mediante g6-g5 . Avanzar el peón «g» de esta manera no siempre debi l ita la posición propia , a veces permite a l negro ganar espacio en el flanco de rey.

1 3 . ..tf4 ..td7

U n a seg u n d a i m prec 1s 1on q u e perm i te a l b l a n co conso l i d a r u n a d u ra d e ra ven taj a posicional . Era mejor 1 3 . . . b6 para fianchetar su alfi l de dama, y el negro podría responder a 1 4 .'iVd2 mediante 14 . . . Wh7, con una posición razonablemente jugable .

1 4 . ..te2 1

Bastante correcto . El alfi l de dama negro , a l estar pasivo (en d7) . ha a l iviado la presión contra el peón «e» . El b lanco se aprovecha de esto encontrando una diagonal mejor para su a lfi l de rey : desde e2 contro lará la vita l casi l la de c4 y la columna «f» semiabierta ya no estará bloqueada .

1 4 . . . J:!.cS 1 5.'iVd2 Wh7 1 6.l:!.ad1

A m bos j u g a d ores h a n co m p l et a d o su desarro l l o , y es hora de em peza r a hacer planes de cara a l medio juego. Una jugada de espera como 16 . . . l:!.e8, para ejercer cierta presión ind i recta sobre el peón «e» , sería la mejor opción para el negro . Pero él t iene un plan d iferente.

1 6 . . . ..tg4

El negro intenta cambiar a lfi les para consegu i r u n contro l tota l de l a ca s i l l a c4 . Pero ya veremos que contro lar esta cas i l la no tiene d e m a s i a d a i m porta n c i a e n esta p a rt i d a , puesto q u e e l blanco puede l levar s u cabal lo a una posición mejor.

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 51

1 7 . .i.xg4 lLifxg4 1 8.lLid5

Tras este evidente salto de cabal lo la ventaja del blanco resu lta ser más duradera que antes . El cabal lo de g4 ve imposibi l itada su reti rada , puesto que e l b l a n co gana u n peón t ras 18 . . . ll:if6 1 9 . lLixf6 + 'ifxf6 2 0 . .i.xh6 .i. x h 6 21 .'ifxh6+ �xh6 22 Jbf6 . Esto sign ifica q u e el neg ro se ve ob l igado a man iobrar con sus caba l los .

1 8 . . . lLic4 1 9 .'ife2 lLige5

Aqu í 1 9 . . . lLif6 hub iera sido una pos ib i l idad . Leko entonces propone 20.ll:ixf6+ .i.xf6 2 1 . b3 lLie5 , l legando a la conclusión que el b lanco está l i ge ramente mejor. C reo q u e es u n a valoración humi lde por parte d e l blanco. Con 22.c4 , seguido de 23.l:td2 y el doblaje de torres �n la co l u m n a « d » , el b l a n c o p u e d e incrementar lentamente l a presión sobre d6 . El negro no tiene contrajuego.

20.b3 lLib6 21 .lLif3

Una decis ión cruci a l . El b lanco se prepara para cambiar dos pares de piezas menores, buscando una posición de piezas mayores y cabal lo contra alfi l . Una a lternativa importante con el efecto opuesto (ma ntener todas las piezas en el tablero) era 2 1 .lLie3, tras lo cual e l negro no tiene nada mejor que 21 . . . lLibd7, �on idea de mantener su posición central tan intacta como sea pos ib le . El b lanco puede lanzar un pel igroso ataque contra la fortaleza enemiga med iante 22 .lLidf5 . Tras 22 . . . gxf5 23 .lLixf5 el blanco d ispone de la desagradable amenaza 24.'ifh5, y la posición del rey negro salta por los a i res. Sólo hay una defensa para que el negro evite que su posición colapse , 23 . .

.. l:tc6 . Proteg iendo el peón « d » , el negro

esta preparado para responder a 24.'ifh5 con 24 . . . 'iff6 . A u n q u e e l b l a n co d i s p o n e d e e�celente . com pensac ión pos ic iona l p o r l a pieza , no t iene nada a lo que agarrarse. Esta es la. justificación de la jugada textua l , que mantiene la partida en aguas tranqui las.

21 . . . lLixd5 22.l:txd5 'ifc7 23.c4

El b la nco ha constru ido e l l l amado « m u ro Ma �oczy » , aunque s in su peón «f» y s in el p e o n n e g ro « e » . A h o ra p u e d e ased i a r tranqu i lamente el peón enemigo d e « d » , sin que el negro pueda presionar el suyo de «e» .

23 . . . l:tfe8 24.l:tfd 1 'ifb6

Una háb i l jugada defensiva . El negro se da cuenta de que defender el peón «d» no le va a ayudar, por lo que aprovecha la oportunidad para atacar el peón blanco de «b» .

52 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

25 . .i.xe5

La j u g a d a t e m á t i ca . R e s u l ta m e n o s convincente 25 .c5 , pues permit ir ía a l negro constru i r una l ínea defens iva relativamente fuerte después de 25 . . . �xb3 26 .cxd6 llld7 ! El caba l lo es un buen bloqueador, por lo que el blanco decide cambiarlo .

25 . . . dxe5

Estratég i ca m e nte h a b l a n d o , reca p t u r a r mediante 25 . . . .i.xe5 h u b iera s i d o mejor. E l problema e s q u e 26.lllxe5 e s m u y fuerte , p .e : 26 . . J:Xe5 2 7 . �f3 ! o 26 . . . dxe5 27 .l:td7 . E n ambos casos el b lanco d ispone de ventaja decisiva .

26.�d3

La ventaja de l b la nco se concreta de dos formas: t iene un buen cabal lo contra un a lfi l malo y controla la ún ica columna abierta . Esto hace que su mayoría en el flanco de dama sea más val iosa que la del negro en el flanco de rey. E incluso s in la ventaja de un buen cabal lo contra un a lfi l malo , el b lanco podría te ner pos i b i l i dades de v ictor ias bastante aceptab les . U n buen ej e m p l o es Ka rpov­Parma, Caracas 1 970 . Esta era la posición después de 30 jugadas:

La partida continuó de la s igu iente manera : 31 .c5 l:te6 32 .�d3 bxc5 33. bxc5 �c6 34 .l:tb1 �c7 35 .l:tf1 l:tf8 36.Wh 1 �c6 37.l:tb1 (en este momento Karpov, en sus comentarios para Wie ich kampfe und siege , observa que e l b l a nco n o t i e n e n i p u e d e te n e r un p l a n

concreto , porque tiene que intentar reaccionar a las rép l icas de su riva l . ó l valora que la posición negra es defendib le pero muy d ifícil de j u gar) 37 . . . �c7 38 .e4 .l:tb8 39 .l:tf1 l:tb7 40 .�c3 l:tb5 4 1 .a4 l:tb8 42 .l:tc1 l:tc8 43.l:tb 1 �g8 44 .l:tbd 1 �e7 45 .l:tf1 l:tc7 46 .a5 l:tec6 47.l:tc1 f6 («Mi oponente perdió la paciencia» comenta Karpov aqu í ) 48 .�d2 Wf7 49.Wh2 We8 50.l:td6 l:td7 5 1 . .l:td 1 l:tcxd6 52 .cxd6 �e6 53 .�d3 �a2 54 .�xa 6 , ganando un peó n . Karpov n e ces i tó ot ras 1 2 j u g a d a s p a ra converti r su ventaja materia l en victoria . En la partida actua l , el b lanco tiene más d ificu ltades para crear un peón pasado en el flanco de d a m a . T iene q u e cont i n u a r m a n iobrando durante un rato para consegu i r más espacio . Mientras lo hace, no t iene nada que temer n i t ie� por qué buscar u n camb io de p iezas mayores .

26 . . . l:te7

Proteg iendo la séptima fi la .

27.l:td6 �c5 28.h3

Reforzando poco a poco la posición .

28 . . . l:tbS

A h o ra e l n e g ro a m e n a za l i b e ra rse v i rt u a l m en te m e d i a nte 2 9 . . . b5 , p e ro la amenaza es fáci lmente evitada .

29.�c3

U n su t i l mov i m i e nto de d a m a . 29 . . . b5 se encontraría con 30.axb5 axb5 3 1 .l:t6d5 �a7

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 53

32.c5, y el b lanco ha creado un poderoso peón pasado. Pero no 30J:txa6 en vista de 30 . . . bxc4 3 1 . b xc4 J:tc7 , y el n e g ro d i s p o n e d e contrajuego activo .

29 . . . J:tcS 30.J:t6d5 'ifc6 31 .'ifb4

El b l a nco s i stemát i ca m e n te refu e rza s u posición .

3 1 . . . 'ifeB

El negro reti ra su d a m a para preparar e l ava nce de su peón «f» . Una defensa más tenaz hubiera s ido dejar la dama en c6 y jugar 3 1 . . J:tcc? . La torre b la nca de d 5 q uedar ía entonces atada a su base puesto que el peón «e» no está proteg ido.

32.'ifb6

Muy sistemático. Antes de avanzar su mayoría del flanco de dama , el b lanco conqu ista el máximo espacio posib le .

32 . . .f5

El primer atisbo de contrajuego desde hace muchísimo tiempo.

33.J:te1

Proteg iendo su propio peón de «e» , a l t iempo que ejerce presión i nd i rectamente sobre el enemigo.

33 . . . 'iff7

Tras esta imprecisión el negro se encuentra en una posic ión bastante desesperada . Su mejor i ntento para mantenerse en la l ucha hubiera sido 33 . . J:tc6 , y el b lanco haría bien en retirar su dama a f2 . Tras 34 .'iff2 d ispone de la amenaza posicional 35.exf5 gxf5 36.lllh4, por lo que el negro se ve obligado a l iberar la tens ión med iante 34 . . . f4 . Pero entonces el blanco dobla torres nuevamente en la columna «d» y el juego del gato y el ratón continúa . Aún así , esto es mejor para el negro que la conti nuación de la partida .

34.exf5 'ifxf5

Desgraciadamente necesario, pues 34 . . . gxf5 s u c u m b i r í a a n te 3 5 . lllx e 5 'ife8 3 6 . 'iff2 ! , ganando . ¿Es pos ib le que Topalov hu biera pasado por a l to esta continuación? Tras la textua l se encuentra en una posición en la que pierde fáci lmente .

35.llld2

Por supuesto . E l cabal lo ga lopa veloz hacia la terrorífica casi l la de bloqueo de e4 .

35 . . . J:tfS 36.llle4 'ifh5 37 . ..t>g1 .l:.f4 38.'ife3 'iff5 39.b4

Tras reforzar su posición , el b lanco finalmente in icia su avance del flanco de dama . En parte deb ido a l a poderosa posic ión de l caba l lo b l a n c o , e l n e g ro n o d i spone d e n i n g u n a respuesta satisfactoria .

3 9 . . . 'ife6 40.b5 axb5 41 .axb5 .l:.ef7

54 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

Un vano intento por parte del negro . Con su La torres apoyan a la pareja de peones. peón «e» masivamente bloqueado, no t iene la más m ín ima posib i l idad de supervivencia . 52 . . . �fS

42.'it'd3 'it'b6+ 43.c5 E l ú l t imo i ntento de constru i r u n a ba rrera defensiva . I ntenta capturar en e4 y luego en

E l sól ido progreso de l b lanco es u n rega lo c5. para la vista .

43 . . . 'it'a5 44.'it'e2 'it'b4 45.c.t>h2 l:le7 46.l:ldd1

La torre fina lmente abandona la v ita l cas i l la de d5 que ha ocupado durante 24 jugadas. Es recolocada para poder proporcionar un mejor apoyo a l peón «C» .

46 . . . 'it'a4

Un grave error probablemente provocado por lo desesperado de la posición .

47.l:la1

Y L e k o , a p a re n t e m e nte a b s o r b i d o p o r completo en la s iguiente l ínea posiciona l , n o se pe rcata d e e l l o . E l b l a n co g a n a b a d i rectamente con 47 .tUc3 , seguido d e 48.t0d5.

47 . . . 'it'd4 48.l:lad1 'it'b4

Sabiamente evitando volver a la cas i l la a4 ; pero cont i n ú a d i r i g i é n d o s e h a c i a u n f i n inevitab le .

49 . l:l b 1 'it'd4 5 0 . l:l b c 1 l:l c 7 5 1 .l:lc4 'it'd7 52.l:lb1

53.c.t>h1

M á x i m a prec 1 s 1 o n . A h o ra 53 . . J:txe4 es respondido 54 .'it'xe4 �xc5 55.'it'xe5 y se cierra el telón .

53 . . . :cs 54.'it'c2

La ú l t i m a j u g a d a p r e p a ra to r i a a n tes d e avanzar más e l peón d e «C» .

54 ..• l:lf7 55.c6 bxc6 56.J:!.xc6

Más fuerte que capturar con el peón . Ahora cambiar un par de torres le i ría bien al blanco, pues le ayudaría a acelerar la ruptura en la séptima fi la .

56 . . . J:!.xc6 57.bxc6 'it'a7 58.'it'c4

El negro abandona . No tiene defensa ante la amenaza 59.'it'd5, segu ido de 60.J:!.b7.

En la parte fi na l de la part ida e l b lanco ha uti l izado las casi l las de su color para romper las defensas enemigas.

(1 :O]

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 55

9.- Lautier - Kramnik

Ti lburg 1 997

Defensa N imzoindia [E58]

Esta partida se jugó en un torneo patrocinado por una organ ización que abarca d iversas un iversidades, l lamada Fontys . Dio nueva vida a la trad ición de los torneos l nterpol is , que se real izaban en la misma población industria l .

En 1 997, Kasparov fue invitado como lo que e l los l l amaban « i nstructor» . Aunque perd ió contra Svidler, h izo su trabajo bastante bien . Pero había otro instructor. Kramn ik se abrió paso por el torneo con un esti lo muy sól ido, eventualmente compartiendo el pr imer puesto junto a Kasparov y Svidler, y obteniendo unos impresionantes 8 pu ntos sobre 1 1 part idas . En esta part ida contra Laut ier, q u e era su segundo en 1 994 y que fue la piedra angular de l equ ipo dorado de anal istas que le ayudó a derrotar a Kasparov en Londres en el año 2000 , demuestra la profund idad de su visión estratég ica . Toma e l control de las casi l las blancas de una forma bastante orig ina l . En la jugada 22 empieza a buscar del iberadamente la lucha de cabal lo contra a lfi l malo .

1 .d4 l0f6 2.c4 e6 3.l0c3 ..tb4 4.e3 0-0 5 . ..td3 c5 6.l0f3 d5 7.0-0

La variante principal de la Rubinste in aparece sobre el tablero. Ahora el negro d ispone de un ampl io aban ico de opciones .

7 . . . l0c6 8.a3 ..txc3

El n e g ro cede la pa rej a de a l f i l e s p a ra contro lar las casi l las blancas. La alternativa 8 . . . .tas cond uce a agudas comp l icaciones que, como demuestra la práctica , no t ienden a favorecer a l negro .

9.bxc3 'iVc7

Y aqu í la a lternativa es 9 . . . dxc4 esperando a 1 0 . ..txc4 para desarrol lar la dama a c7. Este era el s i ste m a favor i to de Spassky, q u e

K ra m n i k t a m b i é n h a u t i l i z a d o c o n éx i to recientemente (contra K h a l ifm a n , L i na res 2000 ) . Con la textual e l negro permite a su oponente fijar en parte el centro , por lo que la posición adqu iere un carácter de semiabierta .

1 0 .cxd5

El tratamiento más habitua l . Aunque 1 0 .'iVc2 ta m b i é n se h a j u g a d o , y e l n e g ro proba b l e m e nte n o t i e n e n a d a mejo r q u e cambiar e n c4 .

1 0 . . . exd5 1 1 .l0h4

U n a contin uación pasada de moda que se ut i l iza desde principios de los 60 . El blanco prepara una inmediata expansión por el flanco d e rey. La a l ternat iva 1 1 . a 4 fue tamb ién i ntroducida a principios de los 60 , pero no fue hasta los 90 que ganó popu laridad gracias a p a rt i d a s d e Az m a i pa ra s h v i l i , Y u s u pov y Kortchnoi . Es lóg ico por s í mismo el hecho de l iberar la cas i l la a3 para el alfi l , como sucede e n d i ve rsas v a r i a n tes s i m i l a res de l a N i mzoi n d i a , pero l a contra part ida de esta j u g a d a es q u e el n e g ro p u e d e i n m ed i a ta m e n te i n tentar cre a r s ufi c ie nte con traj u e g o en el cen tro . Un ej e m p l o i lustrativo e s Lautier-Gelfand , Groningen 1 997, donde el negro igualó tras 1 1 .a4 J:te8 12 . ..ta3 c4 1 3 . ..tc2 l0e4 14 . . be4 l:txe4 1 5 .l0d2 l:te8 ( 1 5 . . . J:t h 4 es otra p o s i b i l i d a d , como en Kamsky-Al m a s i , G ro n i n gen 1 995 , pero es arriesgado descentra l izar la torre) 1 6 .e4 ..te6 1 7 .l:te1 dxe4 1 8 .l0xe4 ..tdS.

11 . . . 'iVa5

56 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

Esta interesante répl ica es « hija» de Bel iavsky. La s a l i d a d e la d a m a n e g ra pa rece u n a pérdida d e t iempo, pero n o t iene demasiada importancia pues entorpece el trabajo blanco. Como re s u l t a d o de esto , el r i v a l d e b e desarrol lar s u a lfil d e dama a l a pasiva casi l la b2, ya que 1 2 .i.d2 llie4 no causaría n ingún problema al negro . Las alternativas eran :

A) 1 1 . . . l:l.e8 1 2 .f3 b6 1 3 .l:l.a2! (e l arch iconocido método de activar la torre) 1 3 . . . a5 1 4 .l:l.e2 i.b7 1 5 .i.b2 (sólo ahora , con la torre en e2 , e l blanco fiancheta su a lfi l de dama) 15 . . . l:l.ad8 1 6 . 'it'e 1 g6 1 7 . g 4 , y e l b l a n co está m ejor (Portisch-Hort, N iksic 1 978) .

B ) 1 1 . . . lt:ie7 ( d u ra n te un t i e m p o , la continuación más habitua l : e l negro evita la jugada clave 1 2 .f3) 1 2 .g3 i.h3 1 3 .l:l.e1 llig6, y la posición negra es bastante sól ida , aunque el blanco puede consegu i r una l igera ventaja

1 2 .i.c1 -b2 .l:.f8-e8

As í es como B e l i avsky h a b ía j u g a d o . E n Mónaco, d u ran te e l torneo a n u a l Me lody­Amber, Kramnik jugó 12 . . . c4 en una partida a la ciega contra el m ismo oponente , y tras 1 3 .i.c2 llie4 1 4 .'it'e 1 'it'd8 1 5 .f3 lt:id2 1 6 .'it'xd2 'it'xh4 el negro tuvo que hacer frente a un fuerte centro blanco que apenas pod ía ser contenido. En Ti lburg Kramnik pod ía mirar el tablero , por

U na jugada no muy buena , aunque esto no e ra fác i l de prever en este momento . Las a lternativas eran :

A) 1 3 .'it'c1 . Esto es lo que Portisch jugó contra Be l iavsky, Amsterdam 1 990 . Tras 1 3 . . . i.d7 1 4 .llif5 'it'c7 1 5 .lt:ig3 lt:ia5 1 6 .'it'd 1 l:l.ad8 e l negro estaba l igeramente mejor.

B) 1 3 .'it'e 1 ! La jugada crítica . El blanco protege ind i rectamente el cabal lo de h4, de manera q u e está preparado para el avance f2-f3 , probablemente segu ido de e2-e4 o g2-g4 . La p ráct ica h a de mostrado q u e 1 3 . . . 'it'd8 es entonces la mejor opción para el negro . Una vez más, parece que la dama negra pierde otro tiempo. Pero este movimiento está también justificado, como demuestra Mi lov-Gavrikov, B ie l 1 995 . Tras 1 4 .llif5 lt:ie4 1 5 .lt:ig3 llixg3 1 6 . hxg3 el negro pudo haber manten ido la igua ldad med iante 1 6 . . . 'it'g5 . En el l i bro del torneo Van der Wiel sugiere la mejora 1 4 .l:l.d 1 (en vez de 1 4 .lt:if5) , y es verdad que una jugada profi láctica como ésta está más en el esp íritu de la posición .

E l inconveniente de la jugada textual es que el negro pronto in iciará acciones agresivas para l u c h a r por e l control d e las cas i l l as blancas de l flanco de rey.

1 3 . . . c41

lo que mantuvo la tensión centra l . E l momento adecuado para fijar el centro .

1 3 .l:l.e1 1 4.i.c2

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 57

La reacción estándar. E l a lfi l b lanco de rey sigue apuntando hacia el centro . Van der Wiel i n d ica 1 4 . ..tf1 como u n a a l ternat iva p a ra mantener la situación en el flanco de rey bajo control y es cierto que esta ret irada hubiera sido una sól ida continuación . Por otro lado, no hubiera sido n ingún problema para el negro puesto que ya controla el centro . A la larga el b lanco encontra r ía d ifi cu l tades para crear contra j uego.

1 4 . . . lLie4 1 5.l:l.c1

Tras esta pas iva j u g a d a , e l b la nco se ve forzado a q uedarse a la defens iva . En sus comentarios para el Informador Ajedrecístico Kramn i k sug iere 1 5 .¡j'h 5 , q u e permit i r ía a l blanco continuar la lucha por la in iciativa . Pero no creo q u e e l b l a n c o co n s i g a m u c h a compensación por e l peón tras 1 5 . . . g 6 1 6 . ¡j'h6 lLixc3, y el problema es que no puede forzar las tablas, pues tras 1 7 .lLixg6 fxg6 1 8 . ..txg6 el n e g ro d i s p o n e d e 1 8 . . . .1:1. e ? . 1 7 . f3 lLia4 tampoco parece muy convincente. La textual defiende de manera ind irecta el peón «C» .

1 5 . . . 'ii'dS!

Un impresionante final para las man iobras de dama . K ramn i k ret i ra la dama a su casi l l a in icial para trasladar el escenario de la bata l la al flanco de rey.

1 6.g3 g5!

La consecuencia de la jugada previa . Kramnik considera la textual como la ún ica opción de l negro , pero l a jugada ta mb ién i n d ica u n a

profunda comprensión de la posición . El negro a rr iesga deb i l i tando la posic ión de su rey, pensando que es suficientemente fuerte como p a ra conseg u i r el contro l de l a s cas i l las b lancas .

1 7.lLig2

La ret i rada más natura l de l ca ba l l o . Tras 1 7 .lLif3 ..tf5 el negro estaría en cond iciones de consegu i r una sólida ventaja .

1 7 . . . g4 1 8.f3

Lo más evidente es abrir el flanco de rey, pero Kramnik rechaza esta jugada y sugiere 1 8 .h3 como una mejora . Esta ruptura es incluso más fuerte , ya q u e 1 8 . . . h5 h u b i e ra d e b i l i tado d e m a s i a d o e l f l a n co de rey . K ra m n i k proporciona l a s igu iente variante s in valorar el resultado: 1 8 . . . gxh3 1 9 .lLif4 ¡fg5 2Q.¡j'f3 ..tg4 2 1 .¡j'h 1 lLid2 22 . ..td 1 . Considero q ue el negro t i e n e u n a l i g e ra ve ntaj a estratég ica tras 22 . . . ..txd 1 23 .l:tcxd 1 lLie4 , en concreto porque el b lanco se ha q uedado con su alf i l malo. Aún así , tras 23 .¡j'xh3 esta ventaja sería menos d u ra d e ra q u e en l a p a rt i d a , porq u e l a estructura de peones d e l flanco d e rey negro ha sido debi l itada .

1 8 . . . lLigS!

La ún ica manera para que el negro gane la lucha por la i n iciativa .

1 9.fxg4 lLih3+ 20.Wf1 ¡fgS

58 CAPITULO 1 : EL PODER DEL CABALLO

Esta es la posición que ha estado buscando el negro . Recupera el peón a la fuerza y pronto tendrá un control abso l uto de las cas i l l as b lancas .

21 .lbf4

Una jugada comprens ib le . El b lanco q u iere cambiar su cabal lo mal situado.

21 . . . i.xg4 22 .• d2 i.fS!

Desde este momento en adelante , el negro tratará de consegu i r una posición de cabal lo contra alfi l malo, con todas las piezas mayores sobre el tablero.

23.'it'g2

Y el blanco se resigna a su destino.

Las a lternativas eran :

A) 23.lbxh3 i.xh3+ 24 .'it>g 1 i.f5 , y el control del negro es tota l .

B ) 23.i.d 1 . L a defensa más tenaz. El b lanco evita el cambio de alfi les y conserva la pareja , que no es muy fuerte, pero ayuda a aguantar la defensa . Tras 23 . . . lbxf4 24 . exf4 •g6 el negro con serva u n a g ra n ventaj a , seg ú n Kramnik .

23 . . . lbxf4 24.gxf4

Tras 24 .exf4 'it'h5 el negro comenzaría a jugar al gato y al ratón por las casi l las blancas.

24 . . .• xg2+ 25.'1t>xg2 i.xc2 26.l:txc2 fS

Ahora la s ituación está c lara : tras camb iar damas y alfi les , el negro t iene una posición que debería estar técn icamente ganada. No só lo t i ene ca b a l l o contra a l fi l m a l o , s i n o ta mb ién mejor estructu ra de peones . Pero debido al carácter cerrado de la posición no será fáci l transformarlo en una victoria .

27.'1t>f3 �f7

E v i ta n d o q u e u n a to rre b l a n c a p u e d a maniobrar a g5 .

28 .a4

Su ú n ica oportu n idad . El b l a nco l i bera l a casi l la a3 para su alfi l .

2s . . . .:gs

Ahora el blanco se ve obligado a permitir e l cambio de un par de torres en a lgún momento, lo que convierte la part ida en una cuestión puramente técn ica .

29.i.a3 �e6

Una jugada importante . El negro defiende la casi l la d6 para evitar que el blanco ponga su alf i l en es.

30 . .:tb1 b6

En el l ibro del torneo, Van der Wiel considera 30 . . . .:tg? como más precisa , pero no hay nada malo respecto a l a textua l : e l negro t iene

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 59

ventaja ganadora , l as sut i lezas no t ienen n inguna importancia en este momento .

31 .�b4 l:tab8

Evitando el futuro avance del peón «a» .

32.l:tcb2 l:tb7

Una jugada suti l , como apunta correctamente Va n d e r W ie l . P a rece co m o si el b l a nco desarrol lara a lguna actividad mediante 33.aS, pero el negro jugaría 33 . . . .l:!.gb8 ! , y debido a la concentración de torres en la columna « b » , el b lanco no puede evitar el doble cambio de torres. Ahora 34 .a6 es respondido mediante 34 . . . l:!.g?, por lo que el b lanco se decide por el inmed iato cambio de torres.

33 . .l:!.g2 l:txg2 34 . ..t>xg2 .l:!.g7+ 35 . ..t>f3 l:tg8

El in icio de una nueva fase. El negro preferi ría , obviamente, el cambio de la otra torre , pero no puede forzarlo y deberá tener paciencia . Por e l lo , comienza tranqu i lamente a reforzar su posición .

36 . .l:!.a1 h5

Un momento interesante . Van der Wiel ind ica aqu í un plan ganador para el negro : 36 . . . as 3 7 . � a 3 lLia 7 ! , y el peón « b » p u e d e s e r protegido por e l cabal lo desde c8 . Hecho esto , puede l levar su rey a c6 para hacer efectiva su mayoría en el flanco de dama. El b lanco no t iene rép l ica a esto . El i ntento de genera r a l g u n a act i v i d a d m e d i a nte 3 8 . l:t b 1 lLi c 8 39.l:tbS .l:!.g 1 40 .e4 fxe4+ 4 1 .'it>f2 .l:!.a 1 42.fS+

es refutado con 42 . . . 'it>f? ! , y el casti l lo de naipes b lancos colapsa .

Cabe d estacar q u e Kra m n i k no menc iona 36 . . . as en sus comentarios . Probablemente se había convencido a sí mismo que la textual conducía a la victoria y no se preocupó por buscar otros caminos. También es posible que no tomara en consideración la jugada de Van der Wiel porq ue con un tiempo l im itado para jugar es d ifíci l encontrar una jugada como 37 . . . lLi a 7 , espec i a l m e nte si el peón « a » acababa d e abandonar esta casi l la .

37 .l:tb1 h4 38.aS bxa5

Esta jugada , crit icada por Kramn i k en sus comentarios , hace más d ifíc i l la victoria . Era más senci l lo 38 . . . ..t>d7 para l legar a tiempo de defender b6 .

39.�cs .l:!.g7 40.�a3

Lautier se defiende con tenacidad . Libera la casi l la es para la torre .

40 . . . h3 41 . .l:!.bS a41

Se ha l legado a l control de tiempo y el negro resiste la tentación de 4 1 . . . l:!.g2 , tras lo cual el b l a n c o p o d r í a p o n e r e n m a rc h a u n i m p res iona nte meca n i s m o para conseg u i r tablas: 42 . .l:!.cS lLi b 8 43 .l:tc8 lLi d 7 44 .l:tc6+ ..t>f7 4 S . l:tc7 , y e l caba l l o está bajo contro l , de m a n e ra q u e e l n e g ro n o puede evitar la repetición de jugadas.

60 CAPITU LO 1 : EL PODER DEL CABALLO

42.ltc5 tbb8 43.l:l.a5

Ahora el blanco perderá poco a poco . Tras la alternativa 43 Jk8 el negro aún tendría que esforzarse . Kramnik proporciona la s iguiente variante : 43 ..l::k8 tbd7 44 .l:l.c6+ Wf7 45 .l:l.c7 c;t>g6 46.ltxa7 tbf6 47.ltxa4 Wh7, seguido de 48 . . . tbe4 y 49 . . . ltg2 , tras lo cual el rey blanco está atrapado en u n a red de mate . E sta var ia nte es sorprendentem ente i l u strat iva del tema del caba l lo contra a lfi l malo. Algo más obsti nado es 47 .lta6 , pero tras 47 . . . Wf7 el resu ltado fi na l es el m ismo . El rey negro eventua l mente conseg u i rá protegerse en h7 . Tras 48 .ltxa4 e l negro t iene t iempo de jugar 48 . . . ..t>g8 antes de l anzar la morta l red de mate .

43 . . . a6 44.ltxa4 ltg2 45 . .i.b4 ltxh2 46 . ..t>g3 lte2 47.Wxh3 ltxe3+ 48.Wg2 tbc61

Exce l e nte técn i ca . El n e g ro e m p i eza a restringir al rey blanco, al mismo tiempo que amenaza cambiar para entrar en un final de torres ganado.

49.ltxa6 'it>d7 50.'it>f2 ltd3 51 . .i.c5

De otra forma, el negro hub iera entrado en un fi nal de torres ganado.

51 . . . ltxc3 52.l:rb6 ltb3 53.l:ra6 l:td3

El blanco abandona .

(0 : 1 )

1 O . - Polgar - Anand

Wijk aan Zee 1 998

Defensa Sic i l iana (890)

Las partidas entre Vishy Anand y Jud it Polgar son s iempre l u chas agudas . Recuerdo su p a rt i d a en M a d r i d 1 9 9 3 , d o n d e estuve presente en la ú lt ima ronda porq ue deb ía reun i rme con a lgu nos representantes de la F I D E . Fue una bata l l a espectacu lar ; V ishy planteó una aguda l ínea de la Sici l iana y Jud it recog ió el guante s in complejos. El negro pudo haber forzado las tablas en algún momento , pero cuando no qu iso hacerlo, Vishy consiguió transformar la partida en una victoria para él . La p resente part ida emp ieza con re lat iva ca lma. Muy pronto el blanco tiene una posición con un cabal lo poderoso contra un alfi l malo . Entonces el blanco se descu ida a l no fijar la estructura de peones del flanco de dama de la m ej o r m a n e ra pos i b l e y e n c u e nt ra p ro b l e m a s p a ra p ro g resar. A ú n a s í , u n a imprecisión d e Anand permite a Jud it romper las defensas y remata la partida con esti lo . Al fina l se convierte en una partida de ataque, la e s p e c i a l i d a d de J u d i t . L a p e q u e ñ a combinación final e s bastante bel la .

1 .e4 c5 2.tbf3 d6 3.d4 cxd4 4.tbxd4 tbf6 5.tbc3 a6 6 . ..te3 e5 7.tbf3

7 .tbb3 es la jugada más aceptada en estos d ías para busca r e l en roque l a rgo lo más rápidamente posib le . La textual conduce a una lucha más posiciona l . E l b lanco se prepara para desarrol lar su alfi l de rey a c4 . Una vez hecho esto , se enrocará largo.

7 . . . ..te7 8 . ..tc4 0-0

U n a a lternativa i m portante es la i nmed iata 8 . . . .i.e6 para hacer lo más aguda posib le la lucha por la cas i l l a d5. Entonces e l b lanco puede entrar en acción mediante 9 . ..txe6 fxe6 1 0 . tbg5 'it'd 7 1 1 .'Wf3 , pero la p ráct ica h a demostrado q u e tras 1 1 . . . tbc6 1 2 .'Wh3 tbd8 el negro no tiene nada que temer.

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 61

9.0-0 ile6 1 O . 'if e2

Una buena j ugada de desarro l lo . E l b lanco defiende el a lfi l y deja la cas i l la d 1 para la torre de rey.

1 0 . . . b5 1 1 .ilb3

11 .. . ilxb3?

Una grave concesión estratég ica que tal vez se deba a un fal lo de cálcu lo . Es notable que Anand , bastante dado a mover rápido, sólo neces itara dos m i n utos para rea l izar esta jugada . La jugada habi tua l a q u í es 1 1 . . . h6 preparando el desarrol lo del cabal lo de dama por d 7 . Un b u e n ej e m p l o de c ó m o se desarro l l a estratég icamente la part ida es Short-Kasparov, Horgen 1 995 : 1 2 . .l:!.fd 1 tl:lbd7 1 3 .a3 ! 'ife8 1 4 .tl:le 1 , con una l igera ventaja posicional para el blanco.

1 2.axb3 tl:lbd7

Intuyo que Anand había planeado in icialmente 12 . . . b4 . Después de esto el blanco tiene las dos siguientes opciones:

A) 1 3 .tl:la4 tl:lbd7 1 4 .ilg5 'ifc7 , y el negro no tiene problemas, pues el cabal lo blanco está fuera de juego.

8 ) 1 3 . tl:l d 5 ! Este es el p ro b l e m a . Tras 13 . . . tl:lxd5 1 4 .exd5 los peones negros de l fl a n co d e d a m a s o n extre m a d a m ente vulnerables. La amenaza d irecta es 1 5 .ild2, y el blanco t iene una gran ventaja , como puede verse en la variante :

8 1 ) 1 4 . . . a 5 1 5 .tl:ld2 ! f 5 1 6 . f3 , seg u ido d e 1 7 .tl:lc4 .

82) 1 4 . . . 'ifc? 1 5 .'ifc4! 'ifb7 1 6 .J:ra4 , con fuerte pres ión .

1 3JUd 1

U n a t ra n q u i l a j u g a d a d e d e s a r ro l l o q u e p r e p a ra l a t e m á t i ca il e 3 -g 5 . 1 3 . i.g5 d i rectamente no hubiera dado nada en vista de 1 3 . . . b4 , y el b l a nco debe re n u nc iar a l control de la vital casi l la de d5 .

El negro acepta su destino. En sus comentarios para New In Chess, Judit Polgar señala que tras 1 3 . . . h6 h a b ía p l a n e a d o la s i g u i e n te man iobra de caba l l o : 1 4 .tl:le 1 'ifc7 1 5 .tl:ld3 'ifb7 1 6 .tl:lb4 ! , y ahora 1 6 . . . tl:lxe4 fracasa ante 1 7 .tl:lbd5 tl:ldf6 1 8 .'iff3 ! , ganando p ieza . Un i nstruct ivo ejemp lo d e cómo u n a var ia nte táctica debe ser calculada mi l imétricamente para consegu i r un fin estratég ico.

1 4.ilg5 l::tc8 1 5.tl:le1

Todo preparado. El b lanco defiende el peón «C» para permiti r que el otro cabal lo salte a d5 .

Polgar p iensa que aqu í 15 . . . b4 hubiera sido mejor para el negro, y tras la secuencia forzada 1 6 .ilxf6 tl:lxf6 1 7.tl:ld5 tl:lxd5 1 8 .J:rxd5 continuar 1 8 . . . a5.

62 CAPITULO 1 : EL PODER DEL CABALLO

Ahora el negro ha fijado sus peones del flanco de dama en el color de su a lfi l , lo que , por supuesto , no es bueno . Aún así, por otro lado, es capaz de continuar presionando sobre el peón blanco de «C». Me resu lta d ifíc i l decir si esta idea es mejor que la textua l . Sin embargo, lo que está claro es que entonces el b lanco tiene un plan idea l : l levar el cabal lo a e3, ret irar la torre a d2 y ocupar la v ita l casi l la de d5 con el caba l lo . Así pues , una buena jugada es 1 9 .g3 para dejar l i b re la cas i l l a g2 para e l cabal lo , posiblemente seguido de h2-h4 para que la casi l la g5 no esté d ispon ib le para el alfi l . Para preven i r esto , la mejor opción del negro es responder 1 9 . . . g6 , y la partida podría continuar: 20 .h4 h5 (para preven i r que el peón b lanco de « h » ava nce más y aseg u ra r l a casi l la h6 para el alfi l ) 2 1 .¡vb5 .l:l:cb8 22 .¡va4 , con continua presión .

El negro está atado a la defensa del peón « a » , dando a l b lanco suficiente tiempo para apretar más las tuercas . Mi variante es t íp ica de la l ucha de ca ba l lo contra a lfi l m a l o : a m bos j u g a d o res f ij a n s u s p e o n e s en e l c o l o r « incorrecto» , e l negro en e l flanco de dama y el b lanco en el fla n co d e rey, para g a n a r espacio . Este tema volverá a aparecer más tarde en la partida .

1 6 .i.xf6

El b la nco no p ierde el t i empo y bu sca l a temática posición de cabal lo contra alfi l malo.

1 6 . . . ll:ixf6 1 7.ll:idS ll:ixd5 1 8 . .l:l:xdS

1 8 . . . .l:l:cS

Bien jugado. Esta era la intención de Anand cuando se decid ió por 1 5 . . . ¡vb? . Puesto que el control del b lanco sobre la cas i l la d5 no está consol idado, el negro consigue cambiar un par de torres, lo que faci l ita l igeramente su tarea defensiva . 1 8 . . . b4 ya no es bueno aqu í puesto que permit ir ía a l blanco jugar 19 . .l:rda5, y la presión es demasiado grande.

19 . .l:l:ad1 l:txd5 20.l::txdS .Uc8

U n momento importante . El negro intenta l levar la otra torre también a c5 para sacud i rse la presión todavía más.

21 .c3

Con esta hum i lde jugada el blanco consigue evitar el cambio de torres, ya que 21 . . . .l:l:c5 22 . .Ud 1 d5 fracasa ante 23 .b4 , ganando un peón, ya que el peón blanco más avanzado de «b» está defendido. La alternativa era 2 1 . b4 para fijar el peón negro de « a » . Una vez más tenemos aquí a l b lanco fijando los peones en el «color incorrecto» , esta vez en el flanco de dama. Esta hubiera sido seguramente la forma ideal de i ncrementar la presión .

21 . . . b4

Probablemente una buena decisión , en vista de lo dicho anteriormente . El negro fija sus peones del flanco de dama, mientras que a l mismo tiempo mantiene la posición tan cerrada

CAPITULO 1 : EL PODER DEL CABALLO 63

como le es posib le . También confía en poder l l eva r su a l fi l ma lo a la d iagona l a7-g 1 . y entonces no tendría mucho que temer.

22.c4 g6

La a lternativa era 22 . . . J:l.c5, pero creo que Anand tem ía 23.J:l.xc5 dxc5 24.'ii'd3 , segu ido de 25.'ii'd5 . La dama en la casi l la d5 ejercería una poderosa influencia , más aún cuando el negro no se puede n i p lantear el cambio de damas . E l b l a nco ataca r ía e l peón «C» y quedaría con un fi nal que se gana con suma faci l i dad . E l j uego podr ía cont i n u a r d e la s igu iente manera : 24 . . . a5 (para rescatar el peón de «a») 25.'ii'd5 'ii'c7 26 .tt:Jd3 ..td6 27 .f4 ! exf4 28.e5, seguido de 29.tt:Jxf4 , y el negro no tiene muchas opciones de supervivencia . En posiciones de carácter semiabierto , el tándem dama y caba l lo t iende a ser bastante más fuerte que el de dama y alfi l .

23.g3

El blanco duda y real iza un movimiento que se adecúa a l a l ínea estratég ica genera l . Como ind ica Polgar, era mejor 23 .ll'id3 para mantener la torre negra lejos de c5 y poder aumentar la presión .

23 . . .lkS

Ahora esto es pos ib le , la clave es que tras 24J:l.xc5 dxc5 2 5 . 'ii'd 3 'it< g 7 2 6 . 'ii'd 5 'ii'c7 2 7 . tt:J d 3 ..td6 2 8 . f4 f6 e l n e g ro p u e d e esconderse tras una sól ida barrera defensiva que es prácticamente i nexpugnable .

24.J:l.d1 as 25.tt:Jc2

Dado que las circunstancias han cambiado, e l blanco vuelve a su plan orig ina l : el cabal lo es conducido a d5.

25 . . . >i<g7 26.'ii'd3

Se defi e n d e e l peón « e » , perm i t iendo a l caba l lo continuar man iobrando.

26 . . . J:l.c6 27.tt:Je3 'ii'c8 28.'it<g2

Antes de saltar a d5, el b lanco avanza su rey para controlar la casi l la h3 .

28 . . . 'ii'e6 29.'ii'e2

Otra jugada de espera . En sus comentarios , Polgar expl ica que no estaba muy segura de cómo proceder. Con la textua l , vacía la casi l la d3 para la torre , cortando de ra íz el intento del negro de l levar su a lfi l a la d iagonal a7-g 1 .

29 . . . ..tdB 30.ltJdS J:l.c5

El n e g ro d e b e con t i n u a r e s p e r a n d o acontecimientos , pues 30 . . . ..tb6 s e toparía con la fuerte idea 3 1 .lld3 , amenazando 32.l:tf3 .

31 .'ilfe3

Atando la torre a la casi l la c5 . La penetración en a7 sería desagradable para el negro.

64 CAPITU LO 1: EL PODER DEL CABALLO

31 . . . �e7 32.l:td3

E l b la nco cont i n ú a s u s m a n i o b ras con e l

En cierto modo, el b lanco gana, pero todavía queda por delante un trabajo colosal .

objet ivo d e d o b l a r p iezas m a yores e n l a 36 . . . ..tgS 37.'ir'f3 columna « d » , con la torre al frente .

Ahora el b lanco t iene un plan muy claro : la 32 . . . �dB 33.'ir'd2 l::tc6 34.'ir'd1 Wg8 35.h4 torre es l levada a h1 para maximizar la presión

sobre la posición enemiga.

� 37 . . . l:tcB 38.l:td1 l:tc6 39.'ir'e2 :es

F ina l mente, e l b lanco dec ide rea l izar este ava nce temát ico . Ahora hemos l l egado a l momento crítico de la partida .

35 . . . Wg7

E l negro i ns i ste en su act i tud de esperar acontecimientos , pero como Polgar apunta , debería haber i ntentado 35 . . . h5 para evita r que el blanco gane espacio en el flanco de rey. Entonces e l la hub iera ten ido problemas para prog resar. Con creta m e nte seña la el sigu iente plan : 36.'ir'e2, seguido del traslado de la torre a h1 y la apertura del flanco de rey mediante f2-f3 y g3-g4 . Este plan tiene unas razonables probabi l idades de éxito, pero no hay ninguna garantía .

De hecho, es bastante raro que un jugador de la ta l la de Anand no se decantara por esta jugada tan evidente de defensa, aunque hay c i rcu n sta n c i a s a te n u a ntes : es m u y desagradable tener q u e defenderse e n una pos ic ión tan pas iva d u ra nte decenas de mov i m i e ntos s i n n i n g u n a p e rs p e ct i va . Probablemente pensó que la casi l la g5 podría ser importante en el futuro , lo que convertía a la jugada textual en el menor de los males.

36.hS

El negro continúa en una situaciónmuy pasiva p o r el m o m e nto y se l i m i ta a e s p e r a r acontecim ientos. C o n el alf i l en la d iagonal c1 -h6 no hay riesgo de que la dama blanca entre vía a? .

40.l:th1 Wg8

Una vez pasado el control de tiempo, el blanco e m p i eza a ej e c u t a r u n i n st r u ct ivo p l a n ganador.

41 .f3 !

Una jugada con inconvenientes de naturaleza estratég ica, pues el rey pierde su protección natura l . Pero las ventajas que con l leva son más importantes : se l ibera la casi l la f2 para la d a m a , de m a n e ra q u e el n e g ro d e b e e nfre n t a rse n u eva m e nte a u n a pos i b l e penetración por a 7 .

4 1 . . . l:tbB

La defensa más tenaz. El negro l leva su torre a b7 para proteger su séptima fi la de la forma más sólida posib le .

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 65

42.'ii'f2 .l:!.b7 43.hxg6

El momento justo . Ahora el negro debe elegir entre dos males.

43 . . . fxg6

Con esta recaptura , la protección natural del rey n e g ro d e s a p a re c e , p e ro l a s consecuenc ias de la a lternat iva 43 . . . hxg6 hub ieran dado menos esperanzas aún a l neg ro , pues permi t i r ía a l b la nco i n ic iar u n ataque morta l a través de la col umna « h » mediante 44.'ii'g 1 ! , seguido d e 45 .'ii'h2 .

44.c5

El b l a n co go l pea el h i e rro m i e ntras está candente. Con e l escudo de protección en torno a l monarca enemigo parcialmente roto , el blanco abre la columna «C» para lanzar un ataque demoledor. Esta partida hace a lgo más que mostrar la lucha de caba l lo contra alf i l malo en un entorno estratégico: Polgar también demuestra que hay factores d i n á m icos en juego d e b i d o a la p rese n c i a de p i ez a s mayores .

44 . . . dxc5 45.'ii'xc5

La posic ión ha cambiado d rásticamente . El negro ya no tiene un peón retrasado en la columna « d » , pero esto no sign ifica que esté ni s iquiera un poco mejor que antes . Ahora el b lanco va a s i tuar sus p iezas mayores de forma que pueda lanzar un ataque decisivo a través de la columna «C» .

45 . . . �d8 46.l:k1

La torre ha hecho su trabajo en la columna « h » . Ahora la pr incipal amenaza es 47.'ii'c8, por lo que el negro debe mover su rey para escapar de la clavada en la últ ima fi la .

46 . . . '.t>f7

Tras esta imprecisión , el camino de la victoria es más agradable para el blanco, aunque tras 46 . . . �g? el negro también se h ubiera visto impotente ante la supremacía del riva l .

47.'ii'e3

E l b lanco prepara e l cam bio de papeles de l a s p i ez a s m a yores en la co l u m n a « C » ganando un tiempo.

47 . . . '.t>g7

Evitando que la dama entre vía h6.

48 . .l:!.c4 .l:!.d7 49.'ii'c1

Ya no se puede evitar que la torre b lanca penetre en la posición negra .

4 9 . . . h5 50.lk6 .l:!.d6 51 .l:!.c8 'ii'd7 52.'ii'c5 '.t>h6 53.l:tb8

Más preciso que 53.l:ta8, tras lo cual el negro podría i ntentar 53 . . . �b6 . La jugada textual evita cualquier jugada defensiva úti l .

53 . . . �f6 54.'ii'e3+

66 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

Un jaque mortal . S i el negro se reti ra con su rey, s e rá a n i q u i l a d o en la s é p t i m a fi l a mediante 55.l:la8 , seguido d e 56.l:ta?.

54 . . . i.g5

Perm i t i e n d o al b l a n co d e c i d i r la p a rt i d a mediante u n a pequeña combinación .

55.f4! exf4 56.llhS+

El negro a b a n d o n a en v i sta de 56 . . . '.tg7 57.�d4+ .tf6 58.�xf6+ ! l::txf6 59 .l:th?+, y e l blanco queda con pieza de más.

[1 :O]

1 1 .- P iket - Azmaiparashvi l i

Montecatin i Terme 2000

Defensa Moderna [A42]

La part ida que ana l izaremos es u n ejemplo d e técn i c a i m pe ca b l e , p reced i d a de u n enfo q u e act ivo d e l a a p e rt u ra y u n s u t i l tratam iento de l a pr i mera parte de l med io juego . S u pr inc ipa l ca racter íst ica es q u e , desde la pr imera parte d e l medio j uego e n adelante . e l b lanco, con persistencia , intenta l legar a un final de caba l lo contra alfi l malo. Hay un momento en que puede ganar un peón en el fl a n co de d a m a , pe ro d a d o q u e l a posición resu ltante de a lfi les de d ist into color podría conducir a tablas, Piket ignora el peón para forzar d i rectamente e l fi na l de caba l lo contra a lfi l malo .

Esta es la segunda part ida cuya ú lt ima parte será d iscutida en la sección de fi nales del l ibro . Cuando se le preguntó, P iket afi rmó que no era consc ie nte d e h a b e r esta d o j u g a n d o esencialmente e l mismo fina l q u e Fischer jugó contra Saidy décadas antes. Pero todavía hay u n a p reg u n ta p a ra la q u e no te n g o u n a respuesta adecuada: ¿qué hubiera suced ido s i Azm a i p a ra s h v i l i se h u b i e ra defe n d i d o perfecta m e nte? L a teor ía d e l o s fi n a l e s práct icos no p u e d e avanzar s i n ej e m p los

prácticos y creo que tengo motivos para decir que es una gran lástima que el negro se dejara aplastar de esa forma en el fina l . De no haber sido así , hubiéramos conocido mejor la técn ica de Piket, lo que podría haber sido un caso de estudio para un l i bro entero del arte de los fi n a l e s . Pero i n c l uso de l a forma e n q u e transcurrió , resu ltó bastante impresionante.

1 .d4 d6 2.c4 g6 3.ll:ic3 i.g7 4.e4 e5

Seguramente una forma d udosa de intentar ac lara r las cosas en e l centro , a u n q u e la jugada ha sido considerada durante mucho como bastante fiab le .

5.dxe5

La forma estándar de luchar por una ventaja en la apertura . El b lanco entra en un medio juego sin damas en e l q u e su ventaj a de desarrol lo y la expuesta situación del rey negro le garantizan una fuerte in iciativa .

5 . . . dxe5 6. �xd8+ 'it>xd8 7.f4 i.e6

U n a espec ia l i dad de Azm a i pa rashv i l i q u e cayó e n desuso tras esta partida debido a la enérgica reacción de P iket.

8.lllf3 llld7 9 .lllg5

Una novedad en aque l la época , y una que resu lta ser muy fuerte . E l ataque d i recto del ca b a l l o deses ta b i l i za s e r i a m e n te l a coord inación d e l a l ínea defensiva del negro. En p a rt i d a s a nter io re s , el g ra n m a estro g e o rg i a n o n o tuvo exces ivos p ro b l e m a s

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 67

después de 9 . ..te2 y es q u e tras 9 . . . ll:ie7 1 0 . 0 -0 h 6 e l b l a n c o d i s p o n e de d o s continuaciones importantes:

A) 1 1.J:l d 1 exf4 1 2 . i.xf4 g 5 1 3 .i.g3 ll:ig6 1 4 .:d2 c6 1 5 .ll:id4, y ahora e l negro pudo haber jugado con nervios de acero 15 . . . i.e5! 1 6 .J:tad 1 l:th7 ! . La clave de la defensa es que tras 17 .ll:ixe6+ fxe6 18 . ..tg4 ..txg3 1 9 .i.xe6 ll:if8 20 . i.f5 i.xh2+ 2 1 .'it>xh2 l:te7 el b lanco no dispone de n inguna ventaja . En vez de esto ( S u b a - Azm a i parashv i l i , Reyk i a v i k 1 99 0 ) prosiguió : 1 5 . . . i.xd4+ 1 6 . .l:.xd4 cj;;e7 1 7 . ..td6+ , y el b lanco está l igeramente mejor.

B) 1 1 .ll:id5 c6 1 2 .ll:ixe7 �xe7 1 3 .f5 gxf5 1 4 .exf5 ..txf5 1 5 . ll:ixe5 ..te6 1 6 . ll:ixd 7 , y a q u í se acord a ro n t a b l a s e n Va g a n i a n ­Azmaiparashvi l i , Reggio Emi l ia 1 992/93 .

9 . . . ll:ih6

Ahora e l éxito del desp l iegue b lanco está garant izad o . En s u s comentar ios e n el Informador Ajedrecístico, Piket d ice que ten ía previsto responder a 9 . . . ll:ie7 mediante 1 0 .g3. Esta también es la idea de la jugada anterior: estar preparado para recapturar en f4 con peón, tras lo que el negro deberá enfrentarse a un cambio e6 , seguido de ..tf1 -h3, lo que le dejaría en una posición muy pasiva y restringida .

1 0 • ..te2

Con su ca b a l l o de rey v i rt u a l m e nte inexpugnable en g5, el blanco completa con ca lma su desarrol lo .

1 0 . . . c6 1 1 .0-0 �e7

1 2.h3

Con cautela . U n asalto d i recto mediante 1 2 .f5 no h u biera obtenido n ingún resu ltado claro , tal y como demuestra P iket. Tras 12 . . . gxf5 1 3 . exf5 ll:ixf5 1 4 . ..tg4 ll:id6 1 5 . i.xe6 fxe6 1 6 . ll:ig e 4 el b l a n co t e n d r í a b u e n a com pensación posiciona l por e l peón , pero nada más.

1 2 . . . exf4

Esto sólo faci l ita la movi l ización de las fuerzas blancas, pero el negro tampoco d isponía de demasiadas jugadas útiles a su d isposición . P i ket s u g i e re 1 2 . . . l:!. a e 8 , s i n v a l o ra r e l resu ltado . No creo q u e esta jugada tan artificial proporcionara nada especial a la defensa del negro .

1 3.i.xf4 ll:ie5 1 4 . .l:Z.ad1

A s i m p l e v i sta , e l n e g ro p a rece esta r relativamente b ien , pero un deta l lado anál isis nos m uestra q u e t iene g raves prob lemas , espec i a l m e nte deb ido a l a desafortunada posición de su cabal lo de rey.

1 4 . . . f6

C a p i t u l a c i ó n p o s i c i o n a l , a u n q u e l a s a lternativas eran igua l mente desagradables. E l p ro b l e m a d e l n e g ro e s q u e l a vu l nera b i l idad de su peón « h » hace d ifíci l la movi l i zac ión de sus fuerzas . Por ejemplo , 14 . . . .l:Z.ad8 1 5 .l:txd8 l:txd8 fracasaría en vista de 1 6 .ll:ixh7 f6 1 7 . ..txe5 fxe5 1 8 .ll:ig5 .l:!.d2 1 9 .ll:ixe6 �xe6 20 .l:!.f2 ! , y e l b lanco t iene un sano peón de más . Y s i e l negro recaptura e n d 8 c o n e l rey , 1 6 . ll:i a 4 p a rece u n a respuesta m u y fuerte .

1 5 . ..txe5

Por s u p u esto . A part i r d e a q u í , e l b la nco pers i g u e con determ i n a c i ó n la l u cha de cabal lo contra a lfi l malo.

15 . . . fxe5 1 6.ll:ixe6 'it>xe6 1 7 .ll:ia41

68 CAPITULO 1 : EL PODER DEL CABALLO

Estrateg ia pura . Antes de avanzar su peón «C» , e l b l a n co ev i ta c u a l q u i e r i n ten to de coord inación por parte de las torres negras.

1 7 . . . �fS

Tr i ste , p e ro nece s a r i o . 1 7 . . . b 6 s e r í a re spon d i d o m e d i a nte 1 8 . c 5 , con l a devastadora amenaza 1 9 .l:!.d6+ .

1 8.cS 'l;e7

Un momento importante en la partida . Ahora el b lanco podría ganar el peón «b» enemigo a la fuerza mediante 22.l:d3 �g7 23 .l:tb3 l:!.b8 24 .�a6. La ganancia del peón podría conducir por s í misma a la victoria . E l negro l levaría entonces su ca ba l lo a f4 vía g6 med iante 24 . . . 'i;d? ! 25 . .1:!.xb?+ (no 25 .�xb? en vista de 25 . . . 'l;c? , y e l b la nco quedará con peones doblados en la columna «b» , lo que haría muy d ifícil cualquier intento de victoria) 25 . . . .1:!.xb? 26 .�xb7 l?Jf7 27 .�a6 l?Jh8!

. . . tras lo cual tendrá posib i l idades reales de La ún ica forma de mantenerse vivo . E l negro salvar la partida . intentará cambiar torres para a l iv iar la presión .

1 9.�c4 l:d8 20.g4

El plan blanco está claro . E l caba l lo negro está bajo control y el b lanco qu iere l levarlo a f7 en algún momento , donde lo capturará con el alfi l . As í que pr imero fuerza el avance g6-g5 , l o que hará que el alfi l negro sea todavía peor.

20 .. .l::txd1 21 .l:xd1 g5

22.b4

Una continuación lóg ica . El b lanco persigue la lucha de cabal lo contra alf i l malo, confiando en que, en su momento, el cambio del segundo par de torres será inevitable .

22 . . . �g7 23.l?Jb2

Esto es parte del plan blanco. E l cabal lo busca mejores pastos .

23 .. .l:tfS 24.'i;g2 l:f4 25.l:!.e1

Con sus dos ú lt imas jugadas, el negro parece estar algo más activo . Pero inevitablemente será ob l igado a ret i rar su torre y entonces permitir que sea cambiada. Tampoco le será pos ib le evitar que el a lfi l b lanco e l im ine su cabal lo, tras lo cual emergerá un final temático.

25 . . . .1:!.fS 26.lie3 l::td8 27 .l:!.d3 l?Jf7

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 69

El negro acepta su destino. Mediante 27 . . . .l:!.d4 pod r í a h a b e r a p a re n t a d o a l g o m á s d e actividad , pero entonces hubiera permitido a l blanco reforzar s u posición gracias a 28.<li'f3 .

28.�xf7 J:l.xd3 29.ll:\xd3 <li'xf7 30.a4

Piket hace lo mismo que Fischer (contra Saidy) muchos años antes . Empieza a ganar espacio en el flanco de dama .

30 .. ,_¡,f6 31 .<li'f3 <li'e6 32.<li'e2 �d8 33.'it>d2 _¡,c7 34.<li'c3 �d8

El negro se queda sentado a ver lo que pasa , lo que aún está justificado en este momento de la part i d a . El resto será tratado en e l Capítulo 2, página 87.

1 2 .· Timman • Avrukh

Lost Boys, Amsterdam 200 1

Defensa India de Rey [E92]

A veces uno no se siente con ganas de l levar a cabo u n a ser ia l u c h a en u n a pos ic ión semicerrada con todas las p iezas sobre e l tablero . M i preparación contra el joven gran maestro israel í estaba encaminada a una I nd ia de Grünfeld , pero me sorprendió entrando en una I n d i a d e Rey. N o rm a l m ente h u b i e ra uti l izado el Samisch , pero desgraciadamente el cabal lo de rey ya estaba en f3 , por lo que decid í emplear el Sistema Petrosian .

Posib lemente lo jugué de una forma que qu izá el mismo Petrosian h ubiera considerado en su momento, pero que nunca l legó a emplear. El cambio en f6 le imprim ió a la partida un carácter estratég ico , aunque s in dar al blanco muchas esperanzas de consegu i r ventaja. Aún as í , poco a poco fu i consol idando una ventaja ya q u e Avru kh esperaba demasiado de su m a n i o b ra de ca b a l l o a d 4 . Como consecuencia de esto , la part ida se sumergió en un terreno puramente técn ico. E l grave e rror d e l n e g ro a l f i n a l s ó l o a c e l e ró e l inevitable proceso técn ico hacia la victoria .

1 .ll:\f3 ll:\f6 2.c4 g6 3.ll:\c3 �g7 4.e4 d6 5.d4 O· O 6.�e2 e5 7.d5

El S i s t e m a Pet ros i a n . E l b l a nco c ie rra inmediatamente el centro y entonces l leva su a lfi l de dama a g5 para ejercer presión sobre la posición negra .

7 . . . a5

La répl ica estándar. E l negro se expande por el flanco de dama y prepara el desarrol lo de su cabal lo a a6. E l antiguo plan de desarrol lo del cabal lo por d7 ha ca ído en desuso pues la práctica demuestra que el blanco está mejor después de 7 . . . ll:\bd7 8 . 0-0 ll:\c5 9 .'ii'c2 a5 1 O .�g5 h6 1 1 .�e3 ll:\g4 1 2 .�xcS dxc5 1 3 .h3 ll:\f6 1 4 .ll:\xe5 ll:\xd5 1 5 .cxdS .. be5 1 6 .f4 _¡,d4+ 1 7 .<li'h2. La pareja de a lfi les no es suficiente compensac ión por la m ejor estructura de peones del blanco.

8.�g5 h6 9.�h4 ll:\a6 1 0 .ll:\d2 'ii'e8

70 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

El negro desc lava el ca b a l l o de rey para retirarlo a h7 .

1 1 .i.xf6

Una decisión acertada: el b lanco cambia dos pares de piezas menores para que quede un cabal lo contra un alfi l más o menos malo. Era plenamente consciente de que este método no me iba a proporcionar n inguna ventaja de apertura , pues el cambio requiere su tiempo y el negro puede activarse muy rápido.

Lo normal es 1 1 .0-0, y el negro pretende reti rar su cabal lo a h7. Posteriormente juega h7-h5, lo que conduce a una compleja bata l la en la que el blanco, como suele suceder en la Ind ia de Rey, d isfruta de una l igera ventaja .

1 1 . . . i.xf6 1 2.i.g4 i.xg4

La reacción correcta . La posición de la dama blanca en g4 no será demasiado buena.

Cabe destacar que el negro no pudo cambiar su a l f i l por e l c a ba l l o b l a n c o , p u e s t ras 12 . . . i.g5 1 3 .i.xc8 i.xd2+ 1 4 .'ii'xd2 el peón de «h» está en el a i re .

1 3. 'ii'xg4 ll:ib4

El in icio de un plan considerado como erróneo. El negro quiere l levar su cabal lo a d4, la que parece una casi l la vita l . Aún así , lo que sucede es que el cabal lo será cambiado tan pronto como e l b lanco haya ganado t iempo para movi l izar sus tropas. Una buena jugada era 1 3 . . . ii.g7 , con i ntención de f7-f5 y l l evar el cabal lo a c5 para p lantar bata l la a l b lanco por l a i n ic ia t iva . La pos i c ión está a p rox i m a ­damente igualada .

1 4.0-0 ll:ic2 1 5.J:[ad1 ll:id4 1 6.ll:if3

El blanco usa su cabal lo pasivo para intentar un cambio.

1 6 . . . h5 1 7.'ii'g3

1 7 . . . ll:ixf3+

U n a d e c i s i ó n no ta b l e . E l n e g ro vo l u n t a r i a m e n te ca m b i a s u ca b a l l o aparentemente bien situado. Las alternativas eran :

A) 17 . . . c6 . Esta ruptura fue recomendada por Van Wely y Ligterink .

El negro trata de inyectar a lgo de d inamismo a la posición , pero dado que el b lanco está movi l izado casi por completo , lo ún ico que co n s i g u e e s d e b i l i t a rs e . T ras l a s i m p l e respuesta 1 8 .l:tfe 1 e l b lanco t iene u n a gran ventaja .

B) 17 . . . �g7 . Esta tranqui la jugada de espera es seguramente la mejor opción del negro . La idea es esperar a que el blanco juegue 1 8 .l:tfe 1 antes de cambiar en f3 . Más tarde en la partida se hará evidente que este deta l le es de vita l importancia .

Una comparación con la l ínea principal clásica de la I nd ia de Dama no está de más. Me refiero a la posición tras 1 .d4 ll:if6 2 .c4 e6 3 .ll:if3 b6 4 .g3 .tb7 5 . .tg2 .te? 6 .0-0 (para la alternativa 6 .ll:ic3, ver Karpov-Yusupov) 6 . . . 0-0 7 .ll:ic3 ll:ie4 8 .'ii'c2 ll:ixc3 g_¡vxc3 d6 1 0 . b3 c5 1 1 .i.b2 .tf6 1 2 .'ii'c2 ll:ic6 1 3 .l:tad 1 'ii'e7 1 4 .e4 e5 1 5.d5 ll:id4 1 6 .i.xd4 exd4 . El b lanco parece tener una l igera ventaja porque su cabal lo es más fuerte que el alfi l , pero la práctica demuestra que el peón pasado proteg ido garantiza a l negro suficientes posib i l idades de contrajuego.

CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO 71

Sin embargo, en esta partida el b lanco tiene una ventaja estratégica ya que la cas i l la b5 puede estar d ispon ib le en a lgún momento para el cabal lo . Esto sign ifica que, a la larga , e l negro se verá obl igado a cambiar en f3 .

18.'ifxf3 �g5 1 9.ll:ibS

Con este salto de cabal lo el b lanco aumenta la presión. De momento, al negro le va a ser casi i m po s i b l e rea l i za r la r up tu ra c7-c6 , especialmente porque el blanco ha ocupado la columna «d» .

19 . . . 'it'd7 20.'ife21

Una sut i leza importante. E l b lanco continúa impidiendo el avance f7-f5 a l mismo t iempo que amenaza conseg u i r la i n i c iat iva en e l flanco de rey med ia nte 2 1 . g 3 , seg u ido de 22.f4 . En la presente bata l la de cabal lo contra alfi l , con todas las piezas mayores sobre el tablero , es importante para el b lanco luchar en dos frentes. Más tarde, intentará la ruptura c4-c5 en el flanco de dama.

20 . . . h4

Fijando un peón en el color de su alfi l , una dec i s i ó n e st raté g i ca s u pe rfi c i a l m e nte incorrecta que , a pesar de todo, está justificada por las c i rcunstanc ias . En pr imer l ugar, la jugada del texto pretende evitar los planes de expansión del blanco en el flanco de rey, a l tiempo que ayuda a l negro para acelerar el avance f7-f5 . Pero la razón más importante por la que no es un error estratég ico reside en el hecho de que el peón de h4 no ha avanzado

demasiado lejos como para convertirse en una debi l idad . Aún as í , tal y como pronto veremos, esta j u g a d a ta m b i é n t i e n e un ser io i nconven iente.

21 .h3

No tanto para preven i r e l futuro avance del peón « h » (h4-h3 sería respondido mediante g2-g3) o para fijar la estructura de peones , como para permi t i r q u e l a cas i l l a g4 esté disponib le para la dama. Un cambio de damas beneficiaría a las blancas , puesto que sólo en la fase final e l poder del cabal lo blanco será completo.

21 . . . �g7 22.'it'g4

La consecuencia de la jugada previa . El negro no t iene más opc ión q u e ca mb ia r damas , puesto que 22 . . . 'it'd8 no es bueno en vista de 2 3 . cS ! dxc5 24 . ll:ixc7 'it'xc7 25 .'it'xgS , con ventaja decis iva . I ncluso s i e l negro rehúsa tomar en c5, e l b lanco tendr ía una ventaja estratég ica d ec is iva , puesto que entonces cambiaría en d6 y rea l izaría el avance a2-a4 para apoyar al poderoso cabal lo .

22 . . . 'it'xg4 23.hxg4 J:l.fc8

Una elección d ifíci l . Si el negro hubiera l levado la otra torre a c8 , su flanco de dama hubiera q u e d a d o s e r i a m e nte d e b i l i t a d o . Lo q u e h u b i e ra s u ced i d o es q u e l a torre b l a nca aparecería en a3 , obl igando a l avance b7-b6 q u e d e b i l i ta r ía la pos ic ión , con lo q u e el caba l lo blanco se situaría en c6 .

72 CAPITULO 1: EL PODER DEL CABALLO

24.�d3 �f8 25.g3!

I ncluso sin damas, el b lanco intenta mantener la lucha en los dos frentes . No puede consegu i r una ventaja dec is iva só lo en e l fla n co de d a m a , p o r l o que a b re l a co l u m n a « f» , a s u m i e n d o l a ru i n a d e s u est ructu ra d e peo n e s . E s t e p l a n es ext re m a d a m e nte efect i v o , e s p e c i a l m e n te p o rq u e la coord inación de las piezas de l negro está lejos de ser ideal debido a la inactiva torre de a8.

25 . . . hxg3

Obl igado, pues el b lanco amenazaba 26 .f4 con una expansión decisiva .

26.fxg3 �e7 27.�g2

Una jugada preparatoria que l i bera la columna «h» para la torre de rey.

27 . . . c6

Una decisión que fue duramente criticada en la sala de prensa del torneo. El negro no sólo renuncia a l control de b5, sino que también abandona la casi l la d5 , la más importante de todo el tablero que podría ocupar el cabal lo . Pero ¿ten ía a lguna a lternativa? . No creo que haya n i nguna otra manera de ofrecer una res istenc ia seri a . La amenaza d i recta e ra 28.�df3 f6 29.�h 1 . Si el negro se enfrenta en la columna « h » , entonces deja expuesto el peón «C» . Es cierto que el b lanco no puede capturar el peón d i rectamente, pues el peón b l a n co de « C » está d e s p roteg i d o , p e ro med ia nte l a i ntermed ia d4-c5 , q u e esta ba

s iempre en reserva , el b lanco consigue una ventaja decisiva . Aunque la defensa del negro tras la jugada textual sea ardua y desesperada , resu lta el menor de los males.

28.dxc6 .l:xc6 29.b3 a4

La ú n ica opción de l negro para conseg u i r contrajuego. Abre la columna «a» q u e caerá en manos del blanco más tarde, pero de otro modo el b la nco tendr ía todo el t iempo de l m u ndo p a ra convert i r su ventaj a e n u n a victor ia .

30.�df3

Obl igando a la torre enemiga a abandonar la columna « a » .

30 . . . l:tfS 31 .llic3

De camino a d5 .

31 . . . axb3 32.axb3 �e6 33.llidS

Ha empezado una nueva fase de la bata l la . El cabal lo blanco ha l legado a una casi l la v ita l y e l n e g ro está co n d e n a d o a u n a ter r i b l e pasividad . El avance b7-b5 hubiera fracasado en cua lqu ie r c i rcunstancia ya que h u b iera proporcionado al blanco un peón «b» pasado proteg ido por e l caba l lo . En determ i nadas situaciones el avance f7-f5 hubiera faci l itado re l a t i v a m ente la l a b o r d e l n e g ro , i ndepend ientemente d e s i l a estructu ra de peones blancos puede mejorar, por lo que las blancas se asegurarán evitar esta ruptura a toda costa .

CAPITULO 1 : EL PODER DEL CABALLO 73

33 . . . .tdS 34.l:ta1 i.g5 35JU2

E l b l a n co m a n i o b ra p a ra conseg u i r u n a coord inación ideal d e piezas.

35 . . . l:tbS 36.:a7 .td8

El negro se defiende bien . Prepara 37 . . . l:ta6 para cambiar un par de torres. Dado que el rey blanco está demasiado lejos de su peón de d a m a , ca m b i a r en a6 no h u b ie ra s ido bueno para él .

37.l:ta4

Esta jugada no es nada del otro mundo, pero tampoco es mala , como ya veremos.

37 . . . :as 38J:tfa2

El blanco se ve obl igado a aceptar el cambio de un par d e torre s , porq u e sería d i f íc i l progresar tras 38 .l:tb4 . Desde b4 , la torre práct icamente no ejerce pres ión sobre la posición enemiga .

38 .. J:txa4 39.l:txa4 �d7 40.b4!

Obligando al rey a i r a c6 . De otro modo, e l negro estaría aún peor tras 4 1 . b5 . En vista de esto , la jugada 37 del blanco era una buena med i d a p rofi l á ct i ca , p u e s p r o p o rc i o n a cobertura extra a l peón «C» .

40 . . . �c6

A pesar de los graves apuros de t iempo , el negro consigue encontrar la mejor opción para evitar el avance b4-b5, pues el rey negro se activaría vía c5.

41 .l:ta2 .tg5

A part ir de este momento el negro tendrá que encontrar la respuesta correcta v i rtualmente en cada jugada.

42.l:tf2 l:tf8 43.�f3 l:th8 44.�g2

El blanco, aún inseguro de cuál es el correcto plan ganador, continúa man iobrando.

44 . . . :h7 45.l:tf3 l:tg7 46.:a3

Para garantizar el acceso de su rey al flanco de dama el blanco debe atar la torre negra a b7.

46 . . . l:tgS 47.l:ta7 l:tb8 48.�f3

Fina lmente comienza la marcha del rey.

48 . . . .tdS 49.�e2 .tg5 50.'.t>d3 .td8 51 .�c3

51 . . . .tb6?

E x h a u sto por su l a rg a defe n sa . e l negro comete un grave error que provoca el súbito fi nal de la partida . Por enésima vez debería haber l levado su a lfi l a g5. Tras 51 . . . .tg5 el blanco d ispone de los s iguientes planes:

A) 52 .l:ta 1 l:th8 53 .l:tf1 l:tf8 54 .lt:'if6 .

En genera l , es habitual que el jugador que ataca ca m b i e su p i eza más fu e rte para convertir su ventaja estratég ica en un fi nal técn i c a m e nte g a n a d o . Aún a s í , esto no funciona aqu í , puesto que en el fi nal de torres re s u l tan te e l n e g ro p u e d e con stru i r u n a forta leza i m penetra b le med ia nte 5 4 . . . .txf6 55.:xf6 b6 ! .

B) 52 .�b3 . Este era e l p lan correcto , tal y como i nd icó el joven ho landés Lucien van Beek tras la part ida . E l a lfi l es ob l igado a retroceder, tras lo cual el b lanco recoloca su to rre . Después de 52 . . . .td8 53 . .l:ta 1 .tg5 54 . b5+ �c5 55 . .l:td 1 !

74 CAPITU LO 1: EL PODER DEL CABALLO

El negro está indefenso ante 56.ll:ic3 , seguido de 57.ll:ia4+ , y mate .

Yochanan Afek , com posi tor de estud ios y Maestro l nterm ac io n a l , l o descr ibe d e l a siguiente manera : « L a verdadera debilidad en la posición negra es el peón de d6» , u n a afi rmación q u e nos tiene q u e hacer reflexionar: los peones de b7 y f7 fueron siempre los más vulnerables del territorio negro , pero aun con d ificultad siempre pudieron ser defendidos. El verdadero peón débi l apenas estaba atacado, aunque la superioridad estratégica del blanco le permitió encontrar un plan que h izo que la posición negra se derrumbara como un casti l lo de naipes.

52.bS+ 'itr>c5 53.ll:if6

Y el negro abandona en vista del mate en d7 .

[1 :O]

75

2.- EL PODER DEL CABALLO - FI NALES

La s u p e rio r idad del ca b a l l o sobre e l a l f i l ma lo a menudo se man ifiesta de forma más c lara e n fi n a l e s s i n más p i ezas sobre e l tablero, como hemos visto claramente en la secc i ó n de p a rt i d a s . C o m o ej e m p l o expo n d ré u n a pos i c i ó n q u e i n i c i a l m e nte va loré como tab las .

Obviamente, s i e l b lanco moviera perdería . Pero a u n q u e le toq u e mover a l n e g ro l a pos i c i ó n e s t á g a n a d a g ra c i a s a u n a t r ia n g u l a c i ó n d e rey extre m a d a m e n te intel igente.

No hay victoria d i recta puesto que tras 1 . . . lLld6 el blanco jugaría 2 . .td2 para poder retirar su alfi l a e1 tan pronto como el caba l lo negro aparezca en e4 .

El camino hacia la victoria , descubierto por Luc Compagnie de Rótterdam, es el s igu iente : 1 . . . 'it>d6 ! , y ahora el b lanco puede elegir entre las siguientes jugadas de rey:

A) 2 .'it>e2 . I ntentando plantear la defensa más tenaz. Tras 2 . . . 'it>e6 3.'it>d3 'it>d5 el negro gana la oposición .

8) 2 .'it>d4 . La jugada clave. Parece como si e l rey se estuviera activando, pero tras 2 . . . 'it>c6 ! se va con las manos vacías: 3 .'Wt>c3 (no 3 .'Wt>d3

en vista de 3 . . . 'it>d5 , y la triangu lación del rey se ha com p l etado con éx i to ) . Y entonces segu i ría 3 . . . lLld6 ! . Debido a la mala posición de su rey, el b lanco no puede evitar la captura del peón « g » . Por lo cua l , el mejor intento es activar su rey: 4 .'it>d4 lLle4 5 .'it>e5 lLlxg3 6 . .te3. Ahora el negro juega 6 . . . lLle2 ! 7 .'it>xf5 g3, tras lo cual ofrecemos d iferentes variantes:

81) 8 .'it>e6 g2 9 .f5 g 1 'if 1 0 .. bg 1 lLlxg 1 1 1 .f6 ltJf3 , y el negro gana el fina l de peones .

82) 8 .'it>g5, y ahora no 8 . . . g2? en vista de 9 .f5 g 1 'if+ 1 0 . .txg 1 lLlxg 1 1 1 .f6 lLlf3+ 1 2 .'1itf4! lLlh4 1 3 .'it>g5, y el cabal lo no puede acercarse . Pero resu lta ganadora la centra l ización 8 . . . 'it>d5! 9 .f5 'Wt>e4 1 O . .tc5 lLld4 , y la d iagonal del alfi l ha sido cortada, permitiendo a l peón «g» coronar s in problemas.

C) 2 . 'it>c3 'it>c7 ! 3 . � d 3 'it> d 7 4 . 'it>d4 'it>c6 , transpone a la variante B .

E s t a s v a r i a n tes con t i e n e n e l e m e n tos i nteresantes como la transición a un final de p e o n e s y la o p o s i c i ó n d i st a n te , l o q u e n o rm a l m e n te s u e l e ocur r i r e n fi na les de peones .

Una posición s im i lar se produjo en una partida entre dos grandes maestros rusos :

76 CAPITU LO 2 : EL PODER DEL CABALLO - FINALES

Epish in - Balashov

Bundesl iga Aleman ia 1 997/98

Juega el blanco.

La situación parece muy prometedora para el blanco : su rey está en una posición dominante y el a lfi l del negro es rea lmente malo . Aún así , no tiene opciones de victoria . Su problema es que resulta d ifíci l atacar las debi l idades del negro (c6 y g6) de forma efectiva . E l a lf i l t iene suficientes casi l las para protegerlas . Epishin intentó prog resar d u rante 55 jugadas más , pero s in éxito .

En el s i gu iente ejemp lo el negro ta mb ién consiguió penetrar en l as defensas de l b lanco, sobretodo porq ue t iene sufic iente espacio para man iobrar con su rey y su caba l lo .

E l s i gu iente fi n a l se p rodujo en e l Grupo Magistra l de l entonces Torneo I B M . E l b lanco acaba de ca mb ia r en c4 , s i n d u d a con la esperanza de que no fuera demasiado d ifíci l forzar las tablas. Pero con man iobras largas y precisas Jakobsen demuestra lo contrario.

El alt ís imo maestro danés estaba tan orgu l loso de su técn ica de fi nales que mostró la parte fi na l de la part ida a S passky, q u e esta ba jugando en e l Grupo Pr i nc i pa l y h a b l a ba con m i g o e n a q u e l m o m e n t o . F u e d e l a siguiente manera :

Torre - Jakobsen

Amsterdam 1 973

Juega el negro .

67 . . . '>t>d7 68.'>t>d3 >tics 69.'>t>c3 '>t>b7 70.'>t>b3 '>t>b6 71 .'>t>c3 tLie8 72.i.e2 tLif6 73.i.d3 tLih7 74.i.f1 tLig5 75.'>t>c4 tLie6 76.'>t>c3 tLld4 77.'>t>d2 es

La parte teórica mente in teresante del fi na l empieza aqu í . Después de d i rig i r su rey a la cas i l la más importante, e l negro procede a l iqu idar el flanco de dama.

78.bxcS+ >t>xc5 79.'>t>c3 '>t>b6

Para expulsar a l rey blanco de su posición , el negro i n i c ia u n a tr i a n g u lac ión de rey. La triangu lación tuvo éxito básicamente porque el a lfi l no puede abandonar la cas i l la f1 en vista de tLixf3 , y porque el rey debe continuar proteg iendo la casi l la c2 .

80.'>t>d2 >t>a5

Acortando la victoria en dos jugadas.

81 .'>t>c3 '>t>b6

El rey debe retroceder, pues 8 1 . . . '>t>a4? hubiera s i d o re s po n d i d o m e d i a n te 82 . '>t> c4 ! tLic2 83.Wd5 tLie3+ 84 .>t>xe5 tLixf1 85.@xf4 .

82.'Wt>d2 'Wt>c6 83.i.e2

CAPITULO 2: EL PODER DEL CABALLO - FINALES 77

83.'it>d3 se hubiera encontrado con 83 . . . 'it>b5! 84 .'it>c3 'it>c5, y Zugzwang.

83 . . . 'it>c5 84 . ..td1 'it>c4 85 . ..te2+ 'it>b3 86 . ..td1 + �b2

Ahora el blanco debe ceder más territorio pues 87 . ..te2 fracasa ante 87 . . . tt::lc2 , segu ido de 88 . . . tt::le3.

87.'it>e1 'it>c3 88 . ..ta4

El b lanco sigue con su terca defensa . Evita que el cabal lo l legue a c2 .

88 . . . 'it>d3 89 . ..td1 'it>e3 90.'it>f1 '1t>d2 91 . ..ta4 tt::le2 92 . ..td1

Un pequeño truco . E l negro no puede capturar el alfi l en vista del ahogado.

92 . . . tt::ic3 93 . ..te2

Se repite la idea . Ahora , s in embargo, e l negro encuentra una forma de l levar su cabal lo a e3 .

93 . . . tt::lb1 1

De camino a a3 . El b lanco no será capaz de proteger las casi l las c2 y c4 a la vez.

94 . ..tc4 tt::la3 95.SLb3 'it>c3 96.SLa4 tt::lc4 97.SLb5 tt::le3+ 98.'it>g1

Se ha com pletado una fase importante del plan ganador. El rey blanco ha sido perseguido

hasta un rincón . E l negro l levará su rey a e1 , t ras l o c u a l s u c a b a l l o p o d rá moverse l ibremente de nuevo.

98 . . . 'it>d2 99.SLa6 'it>e1 1 00 . ..td3

Ahora el p lan ganador continúa así : el negro debe l levar su caba l lo a d2 o d4 y su rey a e2 o e3, tras lo cual podrá real izar el sacrificio decis ivo en f3 . Pero esto es más fáci l de decir q u e de h a ce r, p o rq u e estas p o s i c i o n e s contienen u n a i nteresante paradoja : e l caba l lo es infi n itamente superior a l alfi l , pero aún así t iene muchas d ificu ltades a la hora de l legar a ciertas casi l las porque el a lfi l d ispone de una superior capacidad de man iobra . E l alf i l blanco d i f íc i l m e n te s e rá o b stacu l i z a d o e n s u s movi m i e ntos por e l ca b a l l o , porq ue de la misma forma no puede usar su l ibertad para conseg u i r n i ngún resu ltado posit ivo , por el simple motivo de que no tiene casi l las por las que luchar.

1 00 . . . tt::ld 1 1 01 . ..ta6 tt::lc3 1 02 . ..td3

Manteniendo el cabal lo lejos de b 1 .

1 02 . . . tt::la4 1 03.SLb5

En e l l i b ro de l torneo , Jakobsen ind ica que 1 03 . ..tc4 hub iera ofrecido más resistencia al negro , puesto que tras 1 03 . . . tt::lc5 d ispone de 1 04 . ..td5, manteniendo a l cabal lo alejado de las vita les casi l las b3 y b7 (el motivo por el que b7 es vital será evidente más tarde) . Tras 1 0 3 . SL c4 J a ko b s e n h a b í a p l a n e a d o l a s i g u i ente m a n i o b ra g a nadora : 1 03 . . . tt::lb6 1 04 . ..ta6 tt::la8 ! 1 05 . ..tb5 tt::lc? 1 06 . ..tc4 tt::le8

78 CAPITULO 2 : EL PODER DEL CABALLO - FI NALES

1 07 . i.bS lLid6 1 08 .i.a6 lLif7 1 09 . i.b? lLigS 1 1 0 .i.c8 '11te2 (amenazando capturar en f3) 1 1 1 .i.g4 lLif7 1 1 2 .i.c8 lLid6 1 1 3 .i.a6+ '11te 1 , y la posic ión es la m isma q u e se is jugadas antes, sólo que ahora le toca mover a l blanco. Deberá permit ir que el cabal lo acceda a b7. Resulta fascinante comprobar cómo el negro ha perd ido u n t i e m p o s i n co m p l etar u n a triangu lación d e rey.

1 03 . . . lLic5 1 04.i.c4 lLib7 1 05.i.b5

A otras jugadas, e l negro hubiera respondido igualmente 1 05 . . . lLiaS. Esta es la razón por la que b7 e ra u n a cas i l l a v i ta l : desde b7 el cabal lo puede saltar a as y desde a l l í a c6 o b3, porque el negro d ispone de una jugada de rey cuando el alfi l b lanco esté en d5 .

1 0 5 . . . lLi a 5 1 0 6 . i. a 4 lLic4 1 0 7 . i. b 5 lLi d 2 1 08.i.a4

Torre ya ha tenido suficiente. S i mantuviera su alfi l en la d iagonal f1 -a6, e l rey negro debería dar un rodeo a través de la casi l l a d1 para l legar hasta e3.

1 08 . . . '11te2 1 09.i.b5+ '.t>e3 1 1 0 .i.a4

1 1 0 . . . lLixf3+

Y ahora , finalmente, el sacrificio decisivo.

1 1 1 .gxf3 '11txf3 1 1 2.i.c6 g2

El blanco abandona .

[0 : 1 )

Recuerdo q u e S p a s s ky a p e n a s esta ba i m pre s i o n a d o . « Esta s maniobras son características de este tipo de finales» . d ijo s in inmutarse , dejando a Jakobsen bastante d e s c o n ce rtado p u e s h a b ía d e d i ca d o incontables horas a anal izar este fi na l .

Como conclusión , hay tres cosas a tener en cuenta aqu í :

1 . E l fi n a l se pa rece mucho a l s i g u i e nte ejemplo, muy frecuente en los manuales:

Schlechter-Walbrodt

Viena 1 898

Juega el blanco

A s imple vista , la posición parece aún más favora b le para e l b lanco . E n con creto , la presencia de los peones de « h » nos har ía pensar que las defensas de l negro pronto cederán . Todo lo que debe hacer el rey blanco es entrar en gS. A pesar de todo, un anál is is más profundo nos d ice que la cosa no es tan fá c i l . La p rese n c i a d e l p e ó n « h » n e g ro sign ifica que el blanco no d ispone de la casi l la g4 para que su rey triangule , lo que sign ifica que no será fáci l expulsar a l rey negro de su posición . Es por esto que Fine (en Basic Chess Endings) lo considera tablas .

Aún as í , Averbakh demuestra que el blanco d ispone de una serie de suti les man iobras que p u e d e p o n e r re m e d i o a l a s i t u a c i ó n de

CAPITULO 2 : EL PODER DEL CABALLO - FINALES 79

Zugzwang mutuo. Lo consigue de la s iguiente manera 1 .'ittg3 @e6 2 .@g2 @f6 3 .@f2 @e7 4.'ittf3 'iite6 5 .lLid3 @f6 6.@e3, y el negro está en Zugzwang. 6 . . . �f5 (o una jugada d iferente de alfi l ) es respondido mediante 7 .lLie5 �c8 8 .'it>f4 , y estamos de nuevo en la posic ión in ic ia l , pero ahora le toca mover a l negro , mientras q u e 6 . . . @f5 fracasa debido a 7 .lLif4 'iitg4 8 .lLixh5! @xh5 9 .'it>f4 , y el rey penetra con un efecto devastador. La man iobra ganadora puede ser ejecutada de una forma l igeramente d i st i n ta , pe ro el rey b l a n co d e b e vo lver s i e m p re a l a seg u n d a fi l a p a ra fo rza r e l Zugzwang, ganando l a oposición d istante . Por cierto , la variante ganadora no funcionaría sin los peones de « a » , pues en su ausencia el negro podría , en la posición fi na l , l levar su alfi l a a6 para proteger b7.

2. El final no siempre se gana.

Por ej e m p l o , e n l a s i g u i e nte pos ic i ó n , l a partida es tablas:

E l alf i l contro la c2 y f3 , y será i m pos ib le expulsar a l rey blanco de l as casi l las b4 y c4 . En la part ida Torre no cons igu ió acceder a esta posición de tablas, porque el negro no cambió su peón «C» hasta que el alf i l b lanco no se situó pasivamente en f1 .

3. El negro hubiera tenido a lgún problema con la reg la de los 50 movimientos si e l b lanco se hubiera defendido con más tenacidad en las jugadas 1 03 y 1 08 . Esto hub iera s ign ificado u n a d i fe re n c i a de 1 O y 4 m ov i m i e n tos respectivamente . En la partida , la lucha s in

capturas n i avances de peón duró 33 jugadas, por lo que el total hubiera sido de 47. Pero también es verdad que el negro perd ió dos movimientos en la jugada 80.

S i l a var iante y e l juego de Jakobsen son absolutamente correctos (y no veo motivo para dudarlo) la victoria que partió de la siguiente posición hubiera supuesto 51 movimientos :

El negro juega 1 . . . lLid4 , y tras 2 .i.f1 traslada su rey a l flanco de dama . Ahora todo lo que debemos hacer es esperar a que el ordenador encuentre una posición de i n icio desde la cual la victoria hubiera sobrepasado con claridad los 50 movimientos . Esto hubiera sign ificado que este fi nal debería inc lu i rse en el «cuarto grupo » , seg ú n l a c las ificac ión de Chéro n : finales q u e no pueden ser ganados e n menos de 50 movimientos.

D e s p u é s de este ej e m p l o i n t ro d u ctor i o , expondré u n tipo de posición q u e e s d e los más habituales en la práctica : un bando tiene un peón ais lado que ha sido fijado en el mismo color que el alfi l . En estas circunstancias, los inconven ientes del alf i l malo prácticamente son imperceptibles . El jugador con el cabal lo deberá d isponer de otros factores estratég icos a d i c i o n a l e s q u e l e s p e r m i t a n conseg u i r pos ib i l idades reales d e victoria .

Basándome en cuatro partidas (dos anteriores a la Seg u n d a G u erra M u n d i a l y dos más con te m p o rá n e a s ) i n t e n t a ré d e l i m i ta r la frontera entre las posiciones de tablas y las perd idas .

80 CA�TUL0 2: EL PODER DEL CABALLO - Fl NALES

El primero es un ejemplo clásico.

Flohr - Capablanca

Moscú 1 935

Juega el negro

Este tipo de fi nal lo encontramos aqu í en su for�a más pura . Ha surgido de una ant igua variante del Gambito de Dama clásico. Las torres fueron c a m b i a d a s en c 1 . L a s posib i l idades de victoria d e l b lanco son tan m ín i mas que los jugadores de e l ite actua l conduciendo las blancas, hubieran mantenid� las torres sobre el tab lero (aunque esto no hubiera aumentado sus pos ib i l idades rea les de victoria) . La part ida continuó de la s iguiente manera :

2 3 . . . we7 24.Wd2 Wd6 25.'it>c3 b 6 26.f4

Un avance importante. El b lanco intenta ganar espacio .

26 . . . �d7 27 .llif3 f6

Manteniendo las cas i l las es y g5 fuera del alcance del caba l lo .

28.'it>d4 as 29.lt:id2 �es 30.llib1

Una maniobra típ ica . E l b lanco l leva el cabal lo a c3 para ejercer la máxima presión sobre la posición negra .

3 0 . . . i.e6 31 .llic3 <;i;>c6 32.a3 h 6 33.g3

33 . . . hS

Capablanca se lo está tomando un poco a la l igera . No hay ninguna razón para fijar este peón en el color del alfi l .

34.b4 axb4 35.axb4 <;i;>d6 36.bS

F l o h r expr i me h a sta l a ú l t ima gota de la posición . F ija su peón «b» en el color del alfi l para ganar espacio .

36 . . . g6

Debido a la imprecisión de la jugada 33, el negro se ve obl igado a situar otro peón en c a s i l l a b l a n ca . 3 6 . . . �f7 h u b i e ra s i d o respond ido med iante 37 . fS , tras lo cua l e l b lanco hubiera l levado s u poderoso cabal lo a f4 .

37.llia4 wc7 38.llic3 Wd6 39.f5

CAPITULO 2: EL PODER DEL CABALLO - FINALES 81

39 . . . gxf5

Forza d o u n a vez m á s , p u e sto q u e t ras 39 . . . �xf5 40 .ll:ixd5 �d7 4 1 .ll:ixf6 i.xb5 42.lLidS el blanco ganaría un peón .

40.ll:ie2 �d7

Tras 40 . . . �g8 41 .ll:if4 i.f7 42 .h4 el negro estaría en Zugzwang.

41 .ll:if4 i.e8

Con esta jugada el negro asegura las tablas a pesar de su maltrecha estructura de peones.

42.ll:ixd5 �xb5 43.ll:ixb6 �c6 44.ll:ic4+ <ot>e6 45.lLib2 �b5 46.ll:id1 i.e2 47 .ll:if2 �f1 48.ll:id3 .bd3 49.<ot>xd3

Pasando a un conocido final teórico . Se puede encontrar en « Finales Prácticos» de Keres.

49 . . . <ot>e5

El camino más rápido hacia las tablas. 49 . . . <ot>f7 tam b i é n h u b i e ra s e rv i d o , p e ro 49 . . . <ot> d S hubiera l levado a la derrota , como s e puede leer en todos los manuales.

50.<ot>e2 @e4 51 .h3 @d5 52.@f3 @e5

Tablas .

[1 /2 : 1 /2)

Resu lta chocante comprobar las escasas posib i l idades de victoria del b lanco en este fi n a l . Só lo c u a n d o el negro cas u a l men te avanzó el peón « h » el b lanco cons igu ió un punto de partida . Y la transición hacia el fina l de peones es igualmente relevante . En este tipo de fina les es un factor importante .

Un año más tarde, el mismo Capablanca volvió a encontrarse de nuevo en el m ismo fina l , pero esta vez él ten ía el ca ba l lo y una vers ión claramente mejor de la posición .

Capablanca - Reshevsky

Nottingham 1 936

Juega el negro

El ú lt imo par de torres acaba de ser cambiado en b 2 . La s i tuac ión a h o ra es c la ramente favorable para el blanco, dado que podrá fijar el peón negro «b» en el color del alfi l . Esto no sólo s ign ifica que le será más fáci l atacar el peón , sino que también podrá penetrar vía c5 . La partida continuó de la s iguiente forma :

36 . . . �c6 37.ll:id3 g5

Esto es lo que podríamos l lamar un movimiento atíp ico. Enfrentado a la perspectiva de una l a rg a y l a bor iosa defe n s a , Resh evsky se deca nta por u n a cont i n uac ión que cambia rad icalmente la posición . Ahora el blanco tiene la posib i l idad de crear un peón pasado, algo que nunca hubiera pod ido hacer por s í mismo. Pr imero me centraré en el transcurso de la partida y luego volveré a la cuestión de qué hubiera pasado s i e l negro hubiera adoptado una posición pasiva . Desde el punto de vista teórico , esto es lo más interesante (y veremos cuál hubiera sido la mejor opción) .

38.hxgS fxg5 39.ll:ib4

A u n q u e eventu a l mente e l b l a nco gana la partida , esta no es la mejor jugada. Debería h a b e r cen t ra l i z a d o el ca b a l l o m e d i a n te 39 .ll:ie5! y entonces avanzar su peón «f» para

82 CAPITULO 2 : EL PODER DEL CABALLO - FINALES

crear un peón pasado. Apunté esta posib i l idad al compositor de estudios Jan van Reek y él la desarro l l ó e n s u l i b ro sobre C a p a b l a nca d e nt ro d e l a ser ie Schaakspelers a ls eindspelkunstenaars (Ajed rec is tas como artistas de los finales) . La l ínea principal de Van Reek prosigue así : 39 . . . ..teS (una mejor defensa que la pasiva 39 . . . ..tb7) 40.f4 gxf4 4 1 . exf4 a x b 3 ( e ste ca m b i o s i e m p re e s necesario, y a sea ahora o un poco m á s tarde) 42.axb3 Wf8 43 .We3 We7 44 .Wd4 We6 . Hasta aqu í todo está claro como el agua . Los reyes han sido centra l izados . Ahora el b lanco no debería caer en la tentadora 45.Wc5, porque entonces e l n e g ro aseg u ra r ía una tab las med ia nte 45 . . . h 5 46 .b4 Wf5! 4 7. Wxd5 h4 48.gxh4 Wxf4. Este pel igro (que el peón de «b» no haya avanzado lo suficiente) s iempre ex iste p a ra e l b l a n c o . C o rrecta se r í a l a man iob ra d e ca b a l l o 4 5 .tt:lg4 h 5 4 6 . tt:l e 3 . Seguiré con la variante de Van Reek: 4 6 . . . ..tf7 47 . b4 Wd6 48.f5 ..tg8, y ahora:

A) 4 9 . tt:l d 1 ..t h 7 5 0 . f6 ..te4 5 1 . tt:lc3 We6 52 .tt:lxb5 �xf6 53.tt:ld6 ..tg2 54 .b5 ..tf1 55 . b6 ..ta6 56.'it>xd5 Wg5 57 .Wc5 Wg4 58.Wb4 ..t>xg3 59.Wa5 h4 60.tt:lf5+ ! Wf2 6 1 .Wxa6 h3 62 . b? h2 63. b8� h 1 �. Esta es la variante pr incipal de Va n Reek, qu ien destaca que la s igu iente man iobra se conoce ya desde los estudios de Mann y Vand iest. 64.�b2+ Wg 1 65 .�c1 + Wg2 66.�c6+ Wg 1 67 .�c5+ ..tg2 68 .�d5+ Wh2 69 .�e5+ Wg2 70 .�e4+ Wh2 7 1 .�h4+ Wg 1 72.�e 1 + Wg2 73.tt:le3+ 'Wt>h2 74.�h4+ Wg 1 75.�g3+, y mate . U n recordatorio: ésta es una variante en el comentario a la jugada 39 del blanco. Por otra parte , demuestra claramente la p a s i ó n de Va n R e e k p o r el es tu d i o

u l tramodern o . Por desg rac ia , todos estos sut i les deta l l es no son excepc iona lmente relevantes , dado que el negro puede mejorar su juego en la jugada 50 mediante 50 . . . ..te6 51 .tt:lc3 Wxf6 52 .tt:lxb5 ..tf5! El negro se ahorra un importante t iempo, tras lo cual la variante ganadora , que pend ía de un h i lo , ya no se puede apl icar.

B) 49.tt:lg2. La ún ica forma en la que el blanco puede presionar a su oponente es continuar man iobrando .

E l blanco va a reagrupar el rey y el cabal lo de la s igu iente manera : 49 . . . ..th? 50 .tt:lh4 ..tg8 5 1 .tt:lg6 ..th7 52.We3! ..tg8 53.Wf4 ..tf7 54.tt:le5 .tes 55.tt:lf3 , y la reubicación de piezas está casi acabada . En cuanto el caba l lo l legue a d4, el negro quedará fuera de juego. As í pues, su ún ica opción es la entrega de peón 55 . . . d4 para disponer de la casi l la d5 para el rey; pero e n to n ces e l b l a n co g a n a con l a prec isa man iobra 56.tt:lxd4 Wd5 57.tt:le6 ..t>c4 58.tt:lc? ..tc6 5 9 . tt:la6 ! , y 59 . . . ..tb? es re spo n d i d a mediante 60.f6 ganando .

39 . . . axb3 40.axb3 ..tb7 41 .g4

4 1 . f4 h u b i e ra s i d o en c i e rto m o d o i rresponsab le , p u e s h u b ie ra d i f icu l tado e l a lejamiento del rey negro d e la casi l la g4.

De hecho , l a j u g a d a textua l es un t í p i co movimiento de medio juego: con las piezas mayores sobre el tab lero el b lanco hub iera p r i v a d o a s u o p o n e nte d e cas i l l a s y contrajuego. En esta situación , el negro tiene la posib i l idad de real izar la ruptura h7-h5.

CAPITULO 2: EL PODER DEL CABALLO - FINALES 83

41 .•. "1<g7 42."1<e2

42 . . . '1t>g6

El negro qu iere usar su rey para apoyar la ruptura . Como demostró Bondarevsky, hubiera sido mejor central izar su rey y entonces usar el alfi l para apoyar la ruptura h7-h5. Él ofrece la s igu iente var iante 42 . . . '1t>f6 43 .'1t>d3 '1t>e5 44 .ll:lc2 ..tc6 45.ll:ld4 .tes 46.'1t>c3 h5 47.gxh5 ..txh5 4S.'1t>b4 g4 49.fxg4 .bg4 50.'1t>xb5 '1t>e4 , ta b l a s . N ueva mente esto d e m u e stra q u e ganar un peón no ayuda a l b lanco s i s e ha equ i l ibrado demasiado la posición . La textua l , por otra parte , seguramente es suficiente para empatar.

43 .'1t>d3 h5 44 .gxh5+ Wxh5 45.'1t>d4 '1t>h4 46.ll:lxd5 "1<g3 47.f4 g4

La pos ic ión ha perd i do com p leta mente e l carácter de lucha de cabal lo contra alfi l malo y ya no es i nteresante para el tema que estoy tratando. Os faci l ito las jugadas restantes con un ú l t imo comentar io de Bondarevsky que

af i r m a b a que e l n e g ro podr ía h a ber conseguido tablas en la jugada 53 mediante 53 . . ,j_f? .

48.f5 .tea 49.�e5 ..td7 50.e4 j_e8 51 .Wd4 Wf3 52.e5 g3 53.ll:le3 �4 54.e6 g2 55.ll:lxg2+ @xf5 56.'1t>d5 '1t>g4 57.ll:le3+ 'i1<f4 58.'1t>d4

El negro abandona .

(1 :O]

¿Qué h u b ie ra pasado si e l negro hub iera adoptado una defensa pasiva en la jugada 37?

Alekh ine real iza el s igu iente comentario en el l i b ro d e l to rn e o : « Un juego p uramente defensivo, empezando por 3 7 . . . @f?, no le permitiría albergar ninguna esperanza, pues el blanco tras 38.ll:lb4 llevará su rey a d4 y entonces la explotación de las dos debilidades del negro de d5 y b5 será una tarea fácil» . Fine está de acuerdo en Basic Chess Endings, donde escri be : « las débiles casillas negras (c5 y b4) y el expuesto peón aislado, ofrecen al blanco el doble objetivo de ataque que de otra forma le hubiera costado tanto conseguir. Como resultado de esto, un juego pasivo por parte del negro sería su perdición » . Para apoyar su afi rmación proporciona la siguiente variante : 3S .ll:lb4 ..tb7 39 .ll:lc2 j_c6 40 .ll:ld4 ..td7 4 1 .'1t>e2 @e7 42.'1t>d3 axb3 43 .axb3 '1t>d6 44 .'1t>c3 '1t>c5 45 .b4+ Wd6 46.ll:le2 '1t>e5 47 .ll:lc1 ..tc6 4S .ll:ld3+ '1t>d6 49 .'1t>d4 j_eS 50.ll:lf4 ..tf7 5 1 .ll:le2 .tes 52 .g4 g5 53 . h5 h6 54 .f4 gxf4 55 . ll:lxf4 ..td7 56 .ll:lxd5 ..txg4 57 .ll:lxf6 ..tf5

84 CAPITULO 2: EL PODER DEL CABALLO - FI NALES

58.lZ:lg8 il..g4 59 .lZ:lxh6 il..xh5 60 .lZ:lf5+ 'lti>d7 6 1 .'lti>e5, concluyendo: « Y el resto es fácil» . Van Reek puntual iza que l a victoria e s incluso más fáci l , pero no t iene especia l relevancia . Mucho más importante es el hecho de que el negro se puede defender de manera mucho más eficaz.

La var ia nte de F i n e para e l negro parece razonab le : s i e l ca ba l lo b lanco está en f4 , entonces se defenderá con el alfi l en f7 ; si el cabal lo se d i rige a c3, el a lfi l i rá a c6 , s iempre con idea de contro lar el caba l lo lo máximo posible. Aún así , en vez de 5 1 . . . il..e8 Van Reek sug iere u n a cont i n uac ión mejor : 5 1 . . . il..e6 52.lZ:lc3 @c6 . Del mismo modo que Reshevsky debió haber intercambiado las funciones de su rey y alfil en la partida , igualmente debería hacerse aqu í también . E l a lfi l negro t iene una tarea defensiva permanente en el flanco de rey, m ientras que e l rey negro protege las d e b i l i d a d e s d e b 5 , c5 y d 5 . E l b l a n co encontrará muchas d ificu ltades para progresar y el ún ico plan ganador a su d isposición es el avance de los peones del flanco de rey.

Una vez más, estoy siguiendo la variante de Van Reek: 53.g4 h6 54 .lZ:ld 1 'lti>d6 55.lZ:lf2 il..d7 56.f4 il..e6 57 .f5 (el m ismo pr incip io que en Flohr-Capablanca . E l b lanco sitúa un peón en el color del a lf i l para ganar espacio) 57 . . . il..f? 58 .h5 (preparando la transición a un final de peones. Tras 58.lLlh3, 58 . . . i.eB hubiera sido una defensa adecuada. S i entonces el blanco juega 59.g5, el negro está preparado para responder 59 . . . il..d7) 58 . . . il..g8 59 .lZ:lh3 il..f7 60 . lZ:lf4 i.g8 6 1 .lZ:le6 il..xe6 62 . fxe6 @xe6 6 3 . @c5 f5 64 . g xf5+ @xf5 . H a sta a q u í lo

propu esto por Va n Ree k . E l cont i n ú a su var iante mediante 65 .@xd5 g5 66 . e4+ @f6 67 .'lti>d6 @f7 68.'lti>d7 @f6 , con repetición de movimientos . Una mejor opción para el blanco es 65 .'lti>xb5, tras lo cua l surge un fi na l de damas en el que el blanco d ispone de un peón de más. Pero no puede evitar el jaque perpetuo en este fi n a l de d a m a s , como se p u e d e comprobar tras 6 5 . . . g5 66.hxg6 @xg6 67.'lti>c5 h5 68 .'lti>xd5 ( 68. b5 h4 69. b6 h3 70. b 7 h2 7 1 . bBii h 1ii 72.iigB+ @f6 73. iixd5 iic 1 + 74.@d4 iid2+ , tablas) 6 8 . . . 'lti>g5 69 . b5 h 4 70 . b6 h 3 7 1 . b 7 h 2 7 2 . b8ii h 1 ii+ 7 3 . e4 iid 1 + 74 .'lti>e5 'ir'a 1 + 75 .'lti>e6 iif6+ 76 .'lti>d5 iif7+ 77 .'lti>c5 iif2+ , etc. Alekh ine y F ine hu bieran quedado bastante sorprendidos de ver cómo el negro salvaba el pel lejo en una posición tan desesperada entrando en un fi na l de damas de carácter tabl ífero.

Aca baré e l estud i o d e este fi n a l con dos ú lt imas observaciones:

1 . Este ejemplo una vez más demuestra la i m porta nc ia d e l a tra ns ic ión a u n fi na l de peones . En la práctica , resu lta recomendable valorar de tanto en tanto cómo sería la posición sin las piezas menores a la hora de enfrentarse a un final as í .

2. La siguiente posición, caracterizada por un Zugzwang m ut u o , es i m po rtante p a ra la valoración de este fi na l :

E l b lanco só lo puede l legar a esta posición tocándole a él jugar. S i tuviera un tiempo de reserva , d igamos con el peón de « b » o de « h » , consegu i ría una fác i l v ictori a . Pero e l

CAPITULO 2 : EL PODER DEL CABALLO - FI NALES 85

blanco p ierde la jugada de reserva con e l peón «b» para expulsar a l rey de c5 y con el peón « h » provocando h7-h6 (esto no se apl ica al ejemplo que estamos tratando, puesto que el peón ya está en h4) . Ta l y como hemos visto , este f i n a l g e n e ra l m e n te d e s e m boca e n empate . Esto n o e s tan raro , dado que l a reg la para el final de cabal lo bueno contra a lfi l malo d ice que e l j ugador que se defiende sólo pierde si t iene a l menos tres debi l idades (por ejemplo, peones a islados o retrasados en el color del propio alfi l ) .

Hasta ahora me he concentrado en el fi nal de cabal lo contra a lfi l en el que el jugador con el alfi l t iene un peón aislado en el mismo color que su alfi l y el jugador con el cabal lo controla la cas i l la de bloqueo . Ahora continuaré con una pos ic ión en la que e l j ugador con el caba l lo t iene un peón en la casi l la de bloqueo, en cuyo caso ambos jugadores t ienen un peón a is lado y hay dos col u m nas ab ie rtas . U n espectacu lar ejemplo e s l a s igu iente partida de Fischer del Campeonato de los Estados Unidos de 1 963/64 .

Saidy - Fischer

Nueva York 1 963/64

Juega el negro

Esta posición surg ió tras un cambio de torres en c 1 . Los j u g a d o res lo ca m b i a ro n todo excepto una de sus p ieza s : Sa idy porq u e pensaba que conseg u i ría tablas en el fi na l

resu lta nte , F i scher porq u e confiaba en su técnica en posiciones s impl ificadas. No parece pos i b l e q u e e l n e g ro vaya a g a n a r esta posición , pero sus opciones de victoria no serían mayores si el peón «d» negro hubiera estado en e6 . E l peón d5 restringe el radio de acción del rey enemigo, lo que permite al negro apoyar el avance de su flanco de rey, hecho q u e ta m b i é n a p a re c i ó en el a n á l i s i s d e C a p a b l a n ca-Reshevs ky. F i scher emp ieza mejorando la posición de su cabal lo .

23 . . . llid? 24.'it>f1

Con i nte nc ión de centra l izar su rey. Si e l b lanco se h u b ie ra percatado de l p lan que ten ía el negro en mente , seguramente hubiera optado por la d isposición 24 .g4 llif8 25.'it>g2 llie6 26 . ..te3, cuando el negro no será capaz, como s u ce d e en la p a rt i d a , de crear u n pel igroso frente d e peones en e l flanco d e rey.

24 . . . llifS 25.'it>e2 llie6 26.'1t>d3 h51

La manera correcta de poner en marcha el frente de peones .

27 . ..te3

El blanco espera acontecimientos . Igualmente era demasiado tarde para detener el avance enemigo. Tras 27 .h3 '1t>h7 28.g4 'it>g6 el negro hu biera d ispuesto de la amenaza 29 . . . llig5, contra la cual 29.f4 no es n inguna solución en vista de 29 . . . hxg4 30 . hxg4 f5 . Esta variante muestra con claridad que la central ización del rey blanco no era una idea tan buena .

27 . . . 'it>h7 28.f3 'it>g6 29.a4

86 CAPITULO 2 : EL PODER DEL CABALLO - FI NALES

Resulta interesante segu i r el desarrol lo en el fl anco de d a m a . En caso d e u n a pos i b l e transición a un fina l de peones, cada jugada de peón puede cambiar la situación . La textual no merece n ingún reproche . E l b lanco pone un peón en la cas i l l a del color adecuado y mantiene suficientes jugadas de reserva .

29 . . . Wf5 30.We2 g5

Más expansión .

31 .wf2 ll'id8

Fischer duda durante a lgunas jugadas antes de continuar con su plan ganador.

32.i.d2 Wg6

Allanando el camino para el peón «f» .

E l m i s m o p l a n q u e e n e l a n á l i s i s d e C a p a b l a n ca - R e s h evsky . E l ca b a l l o es trasladado a f5 .

40.h3

U n a jugada necesaria . 40 .g4 h u b iera s ido enérgicamente respondida mediante 40 . . .fxg3 4 1 . hxg3 g4.

40 . . . lt:'if5 41 .Wd3 g4

Acertadamente Fischer no ve motivo para pensarse dos veces este avance temático, pero a pesar de todo e l prog reso q u e ha conseguido real izar el negro , la posición no está ganada.

42.hxg4

El blanco tiene que capturar dos veces en g4. 33.We3 lt:'ie6 34.Wd3 <Ji>f5 Tras 42 .<Ji>e2 g3 43.i.g 1 lt:'ih4 44.Wf1 se hubiera

encontrado en una tragicómica situación de No te n ía n a d a de m a l o h a b e r j u g a d o Zugzwang. directamente 34 . . .fS .

35.i.e3 f6 36.We2 �96 37.Wd3

El blanco podría haber i ntentado d ificultar el avance de los peones enemigos en el flanco de rey mediante 37.g4, pero entonces el negro hubiera jugado 37 . . .fS 38 .h3 lt:'if8 , tras lo cual hubiera l levado el cabal lo a f6 . Esto hubiera puesto en pel igro el peón «g» blanco . tras lo cual el resto de peones blancos del flanco de rey quedarían muy débi les.

37 . . .f5 38.We2 f4 39.i.f2 ll'ig7

42 . . . hxg4 43.fxg4 lt:'ih6

44.i.e1

El error decisivo. En The Games of Robert J. Fischer encontra mos la s igu iente var iante : 44.We2 ll'ixg4 45 . .tg 1 �f5 46.<Ji>f3 ll'if6 47 . ..th2 ll'ih5 48.a5! '1tg5 49.g4 fxg3ep 50.i.xg3 , y el fina l de peones es tablas. I ncluso s in cambiar piezas menores, el negro no consegu i ría nada . U n a curios idad de esta var iante es que e l negro se encuentra en Zugzwang tras l a jugada 48 . Esto suced ió debido a que , tras l a

CAPITU LO 2 : EL PODER DEL CABALLO - FINALES 87

ruptura , el cabal lo se vio obl igado a mover a la poco favorable casi l la de g4, donde cayó bajo control del alfi l . Debido a la vulnerabi l idad del peón de f4 , e l negro no tuvo t iempo de l levar su cabal lo a la vita l casi l la de e6 . As í es como se produjo el Zugzwang y por qué el rey negro tuvo que apartarse . Esto sign ificó para el b lanco el momento preciso de rea l izar el l iberador avance del peón «g». Si la posición de los peones de a m bos jugadores en e l fl a n co d e d a m a h u b i e ra s i d o d i st i nta , l a posición hubiera estado ganada para e l negro .

44 . . . tt:'ixg4 45.i.d2 Wf5 46.i.e1 tt:'if6 47.i.h4 tt:'ih5 48.i.e1 >t>g4

Con ca l m a p e ro con fi rmeza , el n e g ro conquista más territorio .

49.We2 tt:'ig3+ 50.Wd3 tt:'if5 51 .i.f2 tt:'ih4

Temático. El negro el ige entrar en un final de peones que le es favorable.

52.a5 tt:'ixg2 53.Wc3 Wf3 54.i.g1 we2 55.i.h2 f3 56.i.g3 tt:'ie3

El blanco abandona.

(0 : 1 )

Una concl us ión prudente podría ser que e l jugador que t iene e l caba l lo gana en esta posición si puede crear un frente de peones tipo h5-g5-f4 y los peones del flanco de dama le garantizan suficientes tiempos de reserva. Más de 36 años después, el m ismo final se

prod ujo en l a p ráct ica , pero de una forma l igeramente d isti nta .

Piket - Azmaiparashvi l i

Motecatin i Terme 2000

Juega el blanco

Con los colores cam biados , se trata de la misma posición , pero con una mejor estructura para Piket de la que ten ía Fischer, tanto en el flanco de dama como en su flanco de rey. La partida continuó de la s iguiente manera :

35.tt:'ib2

La misma man iobra que Fischer.

35 . . . i.c7 36.tt:'ic4 Wd7

Aqu í estamos de nuevo . E l resto de la partida sólo demuestra que mi comentario respecto a la jugada 40 .h3 de Saidy-Fischer era correcto .

También aq u í 36 . . . a6 era una jugada crucia l . T r a s 3 7 . b 5 axb5 3 8 . a x b 5 cxb5 39 . tt:'i a 3 seg u i mos c o n l a m i s m a var ia nte pero con colores i nvert idos . De la misma forma que 48.a5! en Sa idy-F ischer, e l negro en a lgún momento jugará . . . h6 ! , porque é l d ispone de este t iempo ad ic iona l en e l flanco de rey. H u b ie ra s i d o i nteresante ver q u é t ipo de p rog reso h u b ie ra pod ido hacer e l b lanco .

88 CAPITUL0 2: EL PODER DEL CABALLO - FlNALES

No hay una victoria c lara sobre e l tab lero, pero con una mejor d isposic ión de p iezas a favor del b lanco , debería ser pos ib le i ntentar a lgo .

37.b5 cxb5 38.axb5 We6 39.Wb4 b6

Es ra ro que u n j u g a d o r de l n i v e l de Azmaiparashvi l i pensara que esta l ínea de defensa le pod ía proporcionar pos ib i l idades de supervivencia .

40.lllb2 .td8 41 .wc4 i.e7 42.c6 .td6 43.tt::ld3 i.c7 44.tt::lb4 .td6 45.llla61

Un p lan ganador s imp le , pero e legante . El caba l lo b lanco apoya e l posterior avance del peón «C» desde e l borde del tab le ro , no desde d5, casi l l a que debe ser reservada para el rey.

45 . . . .ta3 46.tt::lc7+ Wd6 47.llleS+ We6 48.c7 �d7 49.Wd5 .tb2 50.lllf6+ �xc7 51 .lllxh7 .tc1 52.Wxe5 a5 53.bxa6 b5 54.Wd5 Wb6 55.e5 @xa6 56.e6 i.a3 57.tt::lxg5 'it.ob6 58.tt::lf7

Y el negro abandonó.

[1 :O]

E n e l s i g u i e n te ej e m p l o , el j u g a d o r q u e d ispone d e l caba l l o no t iene opc iones d e constru i r u n fre nte d e peo n e s . p e ro l a est ructura d e l otro f l a n co l e fa vorece enormemente .

Karpov - Kasparov

Cto del Mundo (9) . Moscú 1 984

Juega el blanco

La posición surgió después de que el blanco hubiera cambiado su a lfi l de rey en f5 por un cabal lo negro . No es n inguna coincidencia que yo haya yu xta p u esto estos ú l t i m o s d o s ejemplos. En u n a conversación con e l jugador posta l a rg e n t i n o P e d ro F. H e g o b u r u (publ icada e n Jaque e lnside Chess) Fischer decía esto respecto a la novena part ida del primer match Karpov-Kasparov: «Hay cosas sospechosas. ¡Especialmente aquella partida! Recuerdo que al reproducirla me pareció muy familiar aquel final: caballos contra alfiles. Me chocó: ¡era mi partida contra Saidy! La única diferen cia es que en la partida Karp o v­Kasparov había una debilidad en a6 porque el peón negro estaba en bS. ¡ Yo gané la partida igualmente con el caballo!» .

Fischer está convencido de que todos los matches entre Karpov y Kasparov estaban arreglados de antemano. Esto sign ificaría que cuando estuvieran inventándose una nueva partida , a veces se basaban en a lguna antigua part ida de Fischer. Una idea i nteresante . S i entiendo bien lo que quiere decir F ischer, se supone que estas partidas estaban pactadas para aparentar que las dos K jugaban a un alt ísimo n ivel . Con esto en mente, vale la pena ver qué suced ió más adelante en el fina l .

CAPITULO 2: EL PODER DEL CABALLO - FI NALES 89

En la posición del d iagrama el blanco jugó:

45.lt:'ie3

Ahora es importante a qué casi l la se reti ra el alfi l .

45 . . . .tb1

En mis primeros comentarios en New In Chess consideré esta jugada de alfi l como el error decisivo , pero después de investigar más a fondo descu brí a lgo bastante d ist into: esta jugada, por el contrar io , es uno de los dos movimientos que permiten al negro mantener el eq u i l i b r io . Es i m portante para e l negro ofrecer a su alfi l un ampl io radio de acción , porq ue de lo contrar io sufri rá mucho. Las sigu ientes variantes lo demuestran :

A) 45 . . . .te6 46. hxg5! fxg5 47.f4 gxf4 48.gxf4 <tle7 49.f5 .tf7 50.<tlg3 <tlf6 5 1 .<tlf4 , y con juego prec iso , e l b l a nco puede desbord a r a su o p o n e nte , p o r ej e m p l o 5 1 . . . .t g 8 52 . b 3 (mediante 52.lt:'ic2 .i.h7 el b lanco no puede progresar, tendrá que esperar a que el a lfi l esté de nuevo en f7) 52 . . . .tf? 53.lt:'ic2 .tg8 (el negro sólo puede mover su alfi l . Tras 53 . . . h4 54. lbe3 o 53 . . . a5 54 . b4 , seg u i d o de u n a maniobra d e cabal lo a c3, y s u posición será desesperada) 54 .lt:'ib4 .tf7 (tanto 54 . . . a5 como 54 . . . h4 se toparían nuevamente con 55.lt:'ic2) 55.lt:'ixa6 h4 56.lt:'ic5 h3 57 .<tlg3 <tlxf5 58.a4, y el blanco gana sólo por un t iempo.

B) 45 . . . .tg6 . En aquel momento otorgué un s i g n o de exc l a m a c i ó n a esta ret i rad a , justificado por la variante 46 . hxg5 fxg5 47.f4 .te4 48 .fxg5 <tle6, y el rey se d i rige a g6.

Pero el b lanco d ispone de la s igu iente suti leza : 49 .g4 ! y 49 . . . hxg4 es respondida mediante 5 0 . <tl g 3 , m i e nt ras q u e 49 . . . h4 fa l l a a n te 50 .lt:'ig2 . Cabe destacar que Speelman, en su l ibro The Marathon Match también pasa por a lto esta suti leza en una variante l igeramente d i st i nta . Por tanto , el negro debe i ntenta r mantener la posición cerrada mediante 47 . . . g4 (en lugar de 47 . . . .te4) , pero entonces resu lta que el a lfi l de g6 está en una posición algo desafortunada. Tras 48.f5 .th7 49 . b4 el negro está en Zugzwang. No tiene nada mejor que 49 . . . 'it>c6, tras lo cual e l b lanco penetrará con un efecto devastador mediante el sacrificio de peón 50 .lt:'ig2 ! .txf5 5 1 .<tle3.

C) 45 . . . <tle6 . Como veremos, este movimiento de rey es tan bueno como la jugada del texto .

46.b4

Una jugada importante . E l b lanco fija el peón de « a » negro . Si por el contrar io hub iera jugado como en las variantes A y B anteriores, es decir, 46. hxg5 fxg5 47 .f4 , entonces 47 . . . g4 , para mantener la posición cerrada, hubiera estado b ien , pues el negro puede responder a 4 8 . f5 m e d i a nte 48 . . . .te4 . U n ej e m p l o interesante d e cómo un peón enemigo (en este caso el b lanco de «f») puede determinar si el a lfi l malo acabará dentro o fuera de la cadena de peones. Tras .th7, como en la variante B de la anterior jugada del negro , estará dentro . Ahora ha conseguido sal i r fuera .

46 . . . gxh4

90 CAPITULO 2 : EL PODER DEL CABALLO - FINALES

Esto es refutado espectacu l a rmente . E ra correcto 4 6 . . . 'Wt>e6 . E n m i s c o m e n t a r i o s orig i na les , expon ía en este pu nto q u e e l blanco podría lanzar ahora un decis ivo avance en el flanco de rey med iante 4 7 . g 4 . Tras posteriores investigaciones vi que éste no era el caso . Esta ruptura es un pel igroso ataque a la posición negra , pero puede ser rechazado. Tras la obl igada 47 . . . hxg4 48.hxg5 anal izaré :

A) 48 . . . fxg 5 4 9 . tt:Jxg4 � a 2 ( i n d icado por Speelman ; tras 49 . . . �f5 50.'it>g3 <lid6 5 1 . f4 gxf4+ 52.�xf4 i. b 1 53.'it>g5 'it>e6 54. ltJe5 el blanco gana, porque el cabal lo capturará el peón «a» . Para evitar esto , e l negro debería ren unc iar a la vital cas i l l a f6) 50 .lt:Je3 'it>f6 51 .'it>g3 i.b3 52 .'it>g4 i.c4 53.f4 i.e2+ , y según Spee lman , e l b lanco no cons igue nada (a l menos asumo que concibió la variante de esta forma . En la variante que realmente da, parece ha berse dejado una jugada , porque el rey blanco da un salto de cabal lo de f2 a g4) .

A pesar d e todo , e l b lanco tiene u n a forma de progresar: 54 .'Wt>g3 i.c4 55.'it>f3 'it>g6 56.'it>g4 i.e2+ 57.'it>g3 i.c4 58.�f3 �f6 59.lt:Jg4+ (tras pasar el turno a l negro con una triangu lación de rey, el blanco saca su cabal lo de paseo) 59 . . . 'it>f5 60.lt:Jh6+ <J;>g6 6 1 .fxg5 'it>xg5 62 .lt:Jf7+ , y una vez más el caba l lo capturará el peón «a». En estas variantes , la jugada 46 de Karpov es de vita l importancia .

B) 48 . . . gxf3 ! 49.gxf6 i.e4 50.lt:Jg4 'it>f7 5 1 .<Jó>g3 'it>e6 52.'it>f4 'it>f7 , y el b lanco no progresa , pues tras 53 .'it>e5 el negro puede jugar con su alfi l .

47.lt:Jg21 1

En mis comentarios anteriores consideraba 47.lt:Jg2 como la jugada más br i l lante jamás real izada en un match por el Campeonato del Mundo y ahora , varios campeonatos más tarde, me sigo reafirmando en ello. Parece claro que Kasparov no tuvo en consideración esta jugada durante sus anál isis previos ( la partida había sido aplazada tras 42 movimientos), ni sobre el ta b le ro . E l b l a nco sacr if ica u n peón para conseguir la casi l la h4 para su rey. Tras 47.gxh4 i.g6 48.'it>g3 'it>e6 49.lt:Jg2 'it>d6 50.lt:Jf4 i.f7 51 .lt:Jd3 i.e6 52.lt:Jc5 �c8 el blanco hubiera sido incapaz de progresar debido a l carácter tan cerrado de la posición .

47 . . . hxg3+

No hay más opción . Tras 47 . . . h3 48.lt:Jf4 el negro perdería ambos peones de « h » .

48.'it>xg3 'it>e6

Después de 48 . . . i.g6 49.lt:Jf4 i.f7 50:�h4 el negro tampoco hubiera sido capaz de evitar la entrada de las piezas blancas.

49.lt:Jf4+ �f5 50.lt:Jxh5 'it>e6 51 .lt:Jf4+ 'it>d6 52.'it>g4 �c2 53.'it>h5 i.d1 54.'it>g6

El rey ha entrado. E l blanco no pone n inguna pega a l cambio de los peones de «f» .

54 . . . 'Wt>e?

Tras 54 . . . i.xf3 55 .'it>xf6 surge una posición simi lar a la de la Variante A de los comentarios a la jugada 46 del negro . Con el rey en f6 , la p o s i c i ó n se r í a g a n a d o ra i n c l u s o s i n l os

CAPITULO 2 : EL PODER DEL CABALLO - FINALES 91

peones de «a» . Esto puede comprobarse en los m a n u a les teór icos que i nc l uyen esta posición , pero cambiada una fi l a .

55.tLlxd5+?

Karpov capturó el peón s i n pensar y e n co n d i c i o n e s n o r m a l e s n o d e b e r ía h a be r motivo para n o comerte un peón con jaque. Como el blanco acabó ganando el fina l , los comentaristas pasaron por alto este momento , pero la jugada textual es un grave error que debería haberle costado la victoria a l blanco. La captura del peón «d» cambia el carácter de la lucha; la posición se abre un poco y el rey negro d ispone de algo más de espacio . E l blanco debería haber ignorado el peón de «d» y atacar el de «f» mediante 55.tLlh5 ! . Tras la obl igada 55 . . . �xf3 56.tLlxf6 surge una posición q u e es d e l m i s m o t i p o q u e la d i s c u t i d a anteriormente: la presencia d e los peones de «a» convierte la posición negra en bastante desesperada .

55 . . . we6?

También real izada a l toque. S i hubiera optado por p e n s a r u n poco q u i zá se h u b i e ra decantado por 55 . . . "'d6 para conservar su peón « a » . Esta c i rc u n st a n c i a n o p a s ó desapercibida para todos los comentaristas . Gel ler la considera dudosa en el Informador Ajedrecístico, añad iendo q u e 55 . . . "'d6 es mej o r, pe ro s i n e n t ra r e n más de ta l l e s . Averbakh y Ta imanov escri ben en su l i b ro sobre el primero de los dos matches Karpov­Kasparov que Gel ler y M ikhalch ish in sugerían aqu í 55 . . . �d6 y eran de la opinión que 56 .tLlxf6 �xf3 no hubiera sign ificado una victoria fáci l para el blanco. Ta l y como Sosonko me expl icó a principios de los 70, eva luaciones como «el blanco está ligeramente mejor» o «no será una victoria fácil» no existen en este tipo de fi na les con tan poco materia l . Las ú n icas eva luaciones posibles son : «el b lanco gana» o «Tablas» .

N o veo cómo e l b l a n co podr ía g a n a r l a pos i c i ó n t ras l a d e s a p a r i c i ó n d e a m bos peones de «f» . Spee lman propone 56 .tLlc3 �xf3 57 .Wxf6 , añad iendo que entonces el

b lanco l leva su rey a e3. Esto , según él, deja abiertas dos posib i l idades: o el a lfi l negro está en territorio blanco, en cuyo caso el blanco captu ra el peón « a » enemigo med iante la man iobra tLic3-e4 y tLie4-c5 ; o el alfi l está en c8 , en cuyo caso el b lanco gana l levando su rey a e4 y avanzando su peón «d» tras el jaque en b7 . Todo esto está b ien , pero el negro puede tomar el cam ino de en medio : debe asegurarse que su alfi l está en f5 o h3 cuando el rey b lanco llegue a e3. Esto aborta el plan de l levar el rey a e4 , mientras que tLie4 será respondido mediante "'d5 y la subsiguiente tLic5 mediante .1'.c8 .

No se puede forzar al negro a un Zugzwang, porque tras "'d3 el alfi l da jaque en f5 , mientras que otros i ntentos no consiguen dar nada al blanco. El problema es que el rey negro está s iempre l isto para ir a d5 y probablemente a c4 . L a a n écdota d e L a s k e r d a n d o a u n a f i c i o n a d o ( q u e n o s a b í a a q u i é n se enfrentaba) la ventaja de una dama, con la excusa de que sus piezas pudieran moverse con más l ibertad , se apl ica aqu í hasta cierto p u nto . Como a rg u m e nté an tes , el b lanco ganaría s in duda a lguna si hub iera un peón negro en d5. H ubiera sido interesante haber visto la reacción de Fischer a estos errores . Defender que estos errores mutuos también habían sido acordados de antemano sign ifica l levar la teoría de la conspiración demasiado l ej o s . P e ro t a l vez se p u e d a e n co n t ra r expl icación a todo una vez uno empieza a creer en este tipo de conspiraciones. Podría ser, por ejemp lo , q u e las dos K desearan comprobar si los comentaristas notarían los errores. Entonces hubiera sido un exitoso plan,

92 CAPITULO 2 : EL PODER DEL CABALLO - FI NALES

pues se ha tardado más de 1 2 años en otorgar a la jugada 55 del blanco y del negro los signos de interrogación que merecían .

56.llic7+ 'it>d7

El rey t i ene q u e vo lver a t rá s , p u e s t ras 56 . . . 'it>d6 57 .llie8+ 'it>d5 58 .f4 ! e l peón «f» resu ltaría decisivo.

57.llixa6 ..txf3 58 .'it>xf6 'it>d6 59 .�f5 'it>d5 60.�f4

Ganando este tiempo el b lanco l lega justo a proteger su peón «d» con el rey.

60 . . . i.h1 61 .'it>e3 'it>c4 62.llicS ..tc6

Con dos peones de ventaja , la victoria es una s imple cuestión de técn ica, aunque el trabajo técn ico es todo menos senci l lo .

63.llid3 ..tg2 64.llieS+ 'it>c3

Tras 64 . . . 'it>b3 65 .'it>d3 'it>xa3 66.'it>c3 e l rey negro queda fuera de juego, de modo que el blanco deja el camino l ibre para su peón « d » .

65.llig6 'it>c4 66.llie7

Karpov usa todo el tablero para sus man iobras.

66 . . . ..tb7

defend ido tenazmente med ia nte 66 . . . ..t h 1 . Entonces sugieren 67.llic8 �d5 y concluyen :

«A pesar de los dos peones de ventaja, la victoria del blanco no es fácil; incluso si jugara a3-a4 no hay una victoria fácil a la vista» . Ta m b i é n a q u í se p u e d e a p l i ca r e l razonamiento d e Sosonko. S i e l blanco pudiera l levar su rey a c3 y entonces cambiar su peón «a» por el enemigo de «b» , entonces ganaría s i n p ro b l e m a s . No h a y p o s i c i o n e s excepcionales d e cabal lo y peón d e «b» y « d » contra a lfi l en la teoría de los fi na les . Pero i g u a l m e n te esto tam poco se a p l i ca a l a variante e n cuestión , porque e l cabal lo blanco tiene problemas después de 66 . . . ..th1 67.llic8 'it>d5 68.'it>d3 ..te4+ 69.'it>c3 'it>c6 . Por lo tanto 67.llif5 es mucho más fuerte . As í pues, tras 67 . . . �d5 , queda c laro por qué el a lf i l está mejor en h1 que en b7: el blanco no puede l levar su rey a d3. Pero a pesar de todo puede conseg u i r una fác i l v ictoria de la s igu iente manera : 68.llig3 ..tg2 69 .'it>f2 ! (atacando al poderoso alfi l ) 69 . . . ..th3 70.llie2 'it>c4 7 1 .'it>f3 ! (no 71 .'it>e3 en vista de 71 . . . ..tg2, y no 71 .llif4 debido a 71 . . . ..tcB 72.'it>e3 i.b7, y el blanco no p u e d e p ro g resar ) 71 . . . ..tf1 7 2 . lli g 3 ..t d 3 (manteniendo e l rey a lejado d e e4) 73 .'it>e3 ..tg6 74 .llie2, y el alfi l negro vuelve a la gran diagonal demasiado tarde.

67.llifS

Ahora 67 . . . 'it>d5 sería respondido mediante Una desgraciada casi l la para el alfi l . Averbakh 68.'it>d3 . E l resto es fáci l . y Taimanov destacan que, según G ipsl is y (una vez más) Mikhalch is in , e l negro pod ía haberse 67 . . . i.g2 68.llid6+ �b3 69.llixbS �a4 70.llid6

CAPITULO 2: EL PODER DEL CABALLO - FINALES 93

El negro abandona.

[1 :O]

Un fascinante fi nal en todas sus fases, en el que la actividad de los dos reyes tuvo un papel fundamenta l . Para el b lanco era importante encontrar un camino a través del flanco de rey ; para e l negro era vital dar la máx ima actividad a su rey después de perder su peón «d» .

Como últ imo ejemplo, proporcionaré la parte fina l de una part ida muy instructiva de Las Vegas 1 999. Durante este Campeonato del Mundo, el tema del cabal lo contra el alfi l malo se d io en una part ida a r itmo rápido. E l nuevo Campeón del Mundo de la F IDE conducía el bando del caba l lo .

Khal ifman - Barua

Las Vegas 1 999

El negro sólo t iene dos deb i l idades (a6 y g6) , lo que hace la v ictoria i ncluso más d ifíci l . L a ú n ica opción d e l b lanco e s e l sacrific io de peón f4-f5 en e l momento preciso en que el negro esté obl igado a tomar con el peón « g » .

54.�d3

Ciertamente no 54 .f5 en vista de 54 . . . i.xf5 55 .lt'ixa6 g5 , y el rey b lanco no está en el cuadrado. Pero 54 .�d2 ! era más preciso que la jugada textua l , ya que el blanco entonces puede responder a 54 . . . �e? med iante 55.f5. S i e l negro captura con e l alfi l , creo que el fina l está ganado para el b lanco después de 55 . . . ..txf5 56.lt'ixa6 . Y 55 . . . gxf5 conduce a la misma posición que veremos 14 jugadas más tarde en la partida .

54 . . . 'it>e7

Por supuesto , ahora 55.f5 es imposible porque el negro captura con jaque. Esto sign ifica que el rey l lega a la casi l la f6 , por lo que el blanco debe segu i r man iobrando.

55.'it>e3 'it>f6 56.'it>f3 i.g4+ 57.'it>f2 .tes 58.'it>e3 'it>f5 59.�f3 'it>f6 60.lt'id3

S i n man iobrar con e l ca ba l lo e l b lanco no podrá consegu i r nada.

60 . . . ..tg4+ 61 .'it>g3 ..tf5 62.lt'icS i.c8 63.lt'ib3 i.g4 64.'it>f2 i.f5 65.lt'id2 i.c8 66.lt'if1

Ahora el caba l lo l lega a la vita l cas i l la e3, permitiendo a l b lanco reforzar el avance f4-f5.

94 CAPITULO 2 : EL PODER DEL CABALLO - FINALES

66 . . . �fS s e r í a re s p o n d i d o p o r 6 7 . �f3 y 68.ll:ie3 .

66 . . . i.e6 67.ll:ie3 �f7?

Este desafortunado movi m i e nto ayuda a l b lanco a rea l izar su pla n . E l negro debería haber esperado mediante 67 . . . i.f7 68 .'1ti>g3 i.g8 , tras lo cua l aún podría responder a f4-fS con g6-gS, y el b lanco no podría progresar.

68.�g3

Bastante acertado. En estas circunstancias el blanco no necesita sacrificar d i rectamente su peón «f» : primero refuerza su posición . Tras 68 . fS el negro h u b i e ra sa lvado el p e l l ej o gracias a 6 8 . . . . bfS 69.lLixdS gS! 70 . hxgS �g6.

68 . . . �g7 69.fSI

Ahora el negro se ve obl igado a capturar con el peón .

69 . . . gxfS 70.�f4 �f6 71 .ll:ic2

Con el rey en f4 , el b lanco tiene todo el t iempo del mundo para man iobrar con su caba l lo . Está claro que la casi l l a clave es d3 , pues permite a l cabal lo saltar d i rectamente a es y f4 .

Es instructivo ver cómo se ha deteriorado la pos ic ión del negro a pesar de su peón de ventaja . T iene tres peones déb i les , a6, dS y hS y debe estar en guard ia constantemente frente a los intentos del rey blanco de penetrar

a través de es o gS .

71 . . . i.d7 72.ll:ie1 i.c8 73.ll:id3 i.e6 74.�3 �e7 75.�g3

Zugzwang. 7S . . . �f7 es respondida mediante 76.ll:if4 , y el peón « h » cae.

75 . . . �f6

Ú nica . Ahora el negro estará nuevamente en Zugzwang.

76.lLicS i.c8 77.�f4 Ahora el rey b lanco penetra , por lo que el negro debe devolver su peón de ventaja .

77 . . . �g6 78.�es f4 79.�xf4 �f6

El sacrific io de peón ha proporc ionado u n cierto a l ivio tempora l . E l b lanco v a a crear una nueva situación de Zugzwang.

80 .�g3 �g7 8 1 .�f3 �g6 82 .ll:id3 i.g4+ 83.�e3

Ganando un peón . E l resto es s imple .

83 . . . i.e6 84.ll:if4+ �f5 85.lL:ixhS �g4 86.ll:if4 i.f7 87.ll:id3 i.e6 88.lL:icS i.c8 89.hS

El negro abandona .

(1 :O]

95

3.- SUPERIORIDAD D E LA PAREJA DE ALFILES

1 3.- De Firmian - Alburt

Campeonato EEUU , Berkeley 1 984

Defensa Pirc-Ufimtsev (806)

Es interesante ver cómo un jugador de ataque puede enfocar una part ida posiciona lmente. ¿Cómo se desenvue lve si se ve obl igado a resolver problemas puramente estratégicos en pos ic iones d o n d e no ex isten motivos de ataque?

Aqu í vemos a l Gran Maestro norteamericano Nick de F i rmian man iobrar en una posición que le ofrece oportun idades potenciales de ataq ue . Antes de lanzar su ataq ue i ntenta contro lar e l F lanco de Dama, jugando con hab i l i dad en a m bos lados del tab lero . La pa rej a de a l fi l es , q u e i n i c ia l mente esta ba basta nte i n act iva , va g a n a n d o fu e rza progresivamente . Hay un momento en el que parece que el negro consigue contrajuego en e l Flanco de Dama, pero entonces De Firmian abre el F lanco de Rey. La pareja de a lfi les manda e n e l ta b le ro , y con una serie de peq u e ñ o s g o l pes el b l a n co co n s i g u e arri nconar a s u riva l . Cuando Alburt comete el error fatal , ya está claramente perdido. El error es una auténtica pena , a l menos para los amantes de las partidas bel las y completas. As í pues, la interesante fase final que hubiera seg u ido a la mejor defensa de l negro sólo cobra vida en los anál is is .

1 .e4 g6 2.d4 i.g7 3.lL:lc3 c6 4.i.c4

El b lanco d ispone aqu í de varias opciones , incluyendo la tranqui la 4.lL:lf3 y la ambiciosa 4 .f4, tras la c u a l el neg ro puede trasponer a l denominado S istema G u rgen idze mediante 4 . . . d5 5.e5 h5. La jugada de la partida es bastante lógica : evita d7-d5, a la vez que desarrolla el alfi l de la forma más activa posible.

4 . . . d6 5.lLlf3

De F i rmian decide completar tranqui lamente su desarro l lo . La alternativa es la aguda 5.'iff3 para forzar 5 . . . e7-e6 . E l pr imero en jugar esto fue Ljubojevic en una partida contra Ciocaltea , Vrsac 1 97 1 . Tras 5 . . . e6 6 .lL:lge2 lL:ld7 7 .a4 a5 8 . h4 lL:lgf6 9 . i.a2 h5 1 0 .i.g5 e5 1 1 . 0-0 el b lanco tiene l igera ventaja . U n ejemplo más reciente es Nunn-Chandler, Campeonato por Equ ipos I ng laterra 1 998, que continuó de la s iguiente manera : 6 . . . b5 (en vez de 6 . . . lL:ld7) 7 .i.b3 a5 8 .a3 .ta6 9 .0-0 lLld7 1 0 . ..11Lf4 'ife7 1 1 .e5 d5 1 2 .'ife3 h6 1 3 .'ifd2 , y aqu í el blanco ta m b i é n t i e n e u n a l i g e ra ventaj a . Como Ljubojevic y Nunn , De Firmian es un jugador de ataq ue , por lo que pod ía esperarse que rea l izara este agudo movi miento de dama. Aparentemente no le apetecía adentrarse en territorio desconocido.

5 . . . b5 6 . ..11Lb3 a5 7.a4

La a l ternat iva e ra 7 . a 3 , en ci rcu nstancias s imi lares a Nunn-Chandler. La textual es más d i recta ; e l negro se ve obl igado a tomar una decisión en el F lanco de Dama .

7 . . . b4 8.lL:le2

La ret irada correcta . E l cabal lo se d i rige a la casi l la f4 .

8 . . . lL:lf6 9.e5

96 CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

El b l a nco a v a n z a su p e ó n c e n t ra l . La alternativa 9 .lllg3 no era tan buena en vista de 9 . . . ..ta6 ! , y el b lanco no podrá enrocarse .

9 . . . llld5 1 O.lllf4

E l b l a nco s i ste m á t i ca m e n te b u sca u n a pequeña ventaja posiciona l . E l cabal lo negro central izado debe ser cambiado.

1 o . . . lllxf4 1 1 .i.xf4 d5

11 . . . ..ta6 no era correcto a q u í , puesto que h u b i era perm i t i d o a l b l a n c o l a nza r u n a pel igrosa ofensiva mediante 1 2 .lllg5 .

As í pues , el negro cierra el centro y la diagonal del alfi l de rey.

1 2 .0-0

El blanco, por su parte , no t iene t iempo de evitar la sal ida del alfil a g4.

1 2 . . . i.g4 1 3.h3 ..txf3 1 4.'i!i'xf3

Ha surgido una posición temática . Una vez cambiado su alfi l dama por el cabal lo blanco el negro ha a l iviado la presión en su posición , q u e era l a c o n s e c u e n c i a l ó g i c a d e l a estructura d e peones. A s imple vista , e l negro pa rece h a ber so lventado s u s p ro b l e m a s posicionales, pero e s sólo u n a i l usión . Aunque por el momento la posición está muy cerrada, el blanco puede abr i r una columna en el flanco de dama med ia nte c2-c3 , m ientras q u e e l

negro está condenado a la pasividad en e l flanco de rey. As í pues. podría argumentarse j u s t i f i ca d a m e n te q u e e l b l a n c o está l igeramente mejor.

1 4 . . . 0-0 1 5.c3

No hay motivo para retrasar esta ruptura . Con e l F lanco de Dama ab ierto, creo que sería b u e n o esta b l ecer un p a ra l e l i s m o con pos ic iones s i m i l a res que s u rg e n d e dos apertu ras d istintas :

A) La Sici l iana. Está claro que las variantes de la S ic i l i ana Abierta no encajan aqu í . E l paralel ismo se produce con la sigu iente l ínea: 1 .e4 c5 2 .lllf3 lllc6 3.i.b5 g6 4 .0-0 i.g7 5 .c3 lllf6 6 . .l:!.e1 0-0 7 .d4 cxd4 8.cxd4 d5 9 .e5 llle4 1 0 .lllc3 lllxc3 1 1 . bxc3 'i!i'a5 1 2 .a4 i.g4 1 3 .l:te3 l:tfc8 1 4 .h3 i.xf3 (esto se jugó en Levchenko­K lova n , U n i ó n Sov iét ica 1 97 8 . Kortchno i con s idera mejor l a ret i rada 1 4 . . . ..tdl, en Chess Encyclopedia ) 1 5 .J:txf3 a6 1 6 .i.f1 e6

1 7 . ..tgS 'i!i'c7 1 8 .h4 ! , y el b lanco d ispone de un fuerte ataque, Torre-Gheorgh iu , O l impiada de Skopje 1 972. El hecho de que el blanco tenga u n peón retra s a d o en c3 es de poca importancia .

B) La Eslava . Me refiero a la ant igua l ínea principal : 1 .d4 d5 2 .c4 c6 3 .lllf3 lllf6 4 .lllc3 dxc4 5 .a4 ..tf5 6 .e3 e6 7 . ..txc4 i.b4 8 .0-0 0-0 9 .'i!i'e2 lllbd7 1 0 .e4 ..tg6 1 1 . ..td3 ..th5 1 2 . ..tf4 l:te8 1 3 .e5 llld5 1 4 .lllxd5 cxd5 1 5 .h3 .te? 1 6 . .l:!.fc1 a6 1 7 .l:tc3 ..txf3 1 8 .'i!i'xf3

CAPITU LO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 9 7

Ahora la part ida Polugaevsky-Torre , Londres 1 984 , conti nuó 1 8 . . . tt:'ib8? 1 9 . ..txh7+ ! 'iti>xh7 20 .'WhS+ 'iti>g8 2 1 .J:lg3 g6 22 .l::txg 6 + ! fxg 6 23.'Wxg6+ <Ji> h 8 24.'Wh6+ 'iti>g8 2S.'Wxe6+! �h8 26.'Wh6+ �g8 27 .'Wg6+ 'iti>h8 28 .'WhS+ 'iti>g8 29 . ..ih6 ..tf8 30 .'Wg6+ 'iti>h8 3 1 .i.xf8 J:txf8 32.'Wh6+ 'iti>g8 33.l:a3, y el negro abandonó. Una interesante partida de ataque. E l negro debería haber jugado 1 8 . . . g6 , por supuesto , pero incluso entonces el blanco tendría buenas perspectivas de ataque.

Es una mera coincidencia que Torre aparezca en ambos ejemplos.

1 5 . . . bxc3

Una alternativa importante era 1 S . . . tt:'ia6 para poder recapturar de cabal lo en b4 y mantener la posición tan cerrada como fuera pos ib le . En ese momento la mejor opción del blanco hubiera sido probablemente la activa 1 6 .J:tfc1 con intención de c3-c4 , tras lo cual su control sobre la columna «C» hubiera sido suficiente para garantizarle una l igera ventaja .

1 6.bxc3 e6 17 .l:tab1 tt:'id7

Un momento importante. Mediante 1 7 . . . f6 el neg ro seguramente hub iera pod ido i ntentar debi l itar es, pero entonces el blanco hubiera reaccionado enérg icame nte con 1 8 .'Wg3 ! . También podría haber cerrado e l flanco de rey por medio de 1 7 . . . fS , pero entonces el blanco

se hubiera hecho con el control de la partida gracias a 1 8 .'We3 .

Tras la textua l , e l negro no sólo amenaza 1 8 . . .f6 , s ino también 1 8 . . . cS seguido de c4 .

1 8 . ..tc1 1

Con sangre fría y suti leza ambas rupturas son evitadas, pues 1 8 . . . es sería respondida con 1 9 . ..ta3, mientras que 1 8 .. . f6 -tras el cambio en f6- sólo abrir ía la posición en beneficio del b lanco .

1 8 . . . 'We7

Manteniendo a l a lfi l a lejado de a3, pero ahora el b lanco puede mantener su in iciativa en el F lanco de Dama .

1 9 .c4 J:tfb8

Una a lternativa i nteresante era 1 9 . . . tt:'ib6, para poder recapturar en dS de cabal lo . Después de esto , la mejor opción para el blanco sería 20 .cS tt:'id7 2 1 .i.d2, para colocar a l peón «a» en el pu nto de m i ra . Después de 2 1 . . . l:fb8 22 . ..tc2 las b lancas mantendrían la presión sobre la posición negra .

20 .cxd5

Ahora el avance del peón «C» sería menos efect ivo , pues e l negro t iene dos t iem pos ad icionales para organizar su defensa.

20 . . . cxd5 21 . ..td2

98 CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

Una nueva fase ha comenzado . E l b la nco conecta torres y d ispone su arsenal apuntando al peón enemigo « a » .

21 . . . .tfS 22.l:tfc1 lt:Jb6 23.'ifd3 'ifd7 24.l:ta1

Un paso atrás , pero a pesar de esta ret i rada e l b la nco cont i n ú a d o m i n a n d o l a part i d a . Tiene control total sobre la cas i l l a c4 , su a lfi l de dama está tra baj a n d o a l máx imo y e l caba l lo negro no puede s e r activado m á s .

24 . . . .l:ta7

Más preciso era 24 . . . i.e? con i ntención de detener tempora lmente e l avance del peón « h » .

25.h4

b l a nco rea l i zar ía un p rogreso l e nto pero seguro a base de 26.g3 segu ido de 27.�g2.

25 . . . lt:JcS

Una respuesta provocada por e l m iedo . El negro qu iere l levar su cabal lo a l flanco de rey p a ra detener l a ofens iva b l a n ca , pero e l problema es que ahora sus piezas se molestan unas a otras .

Lo correcto era 2 5 . . . .te? 26 . h 5 l:!.c8 , con i ntención de cambiar un par de torres. Tras 27 J:txc8+ lt:Jxc8 el ataque de dama 28 .'ifb5 no tendría efecto, pues el negro puede mantener su l ínea defensiva mediante 28 . . . 'ifxb5 29.axb5 i.d8.

26.h5 lt:Je7 27 . .td1

Una jugada fuerte . El alfi l de rey ya no necesita controlar la casi l la c4 y se d i rige a b5.

27 . . . lt:Jc6

La estrategia del negro no es nada del otro mundo.

La alternativa 27 . . . lt:Jf5 era mejor, aunque e l blanco podría igualmente aumentar la presión sin problemas.

En cambio, ahora va a l levar su cabal lo a b4 , cosa que no le dará suficiente contrajuego en el flanco de dama.

28.i.e2 l:tc8 29.'it'e3

De F irmian juega con extrema precisión : la dama se aparta para dejar e l cam ino l i b re hacia b5 al alfi l de rey.

29 . . . lt:Jb4 30.i.bS 'it'd8 31 .l:txcS

El blanco no pone n inguna pega a l cambio de Ha l legado la hora para expand irse en el flanco una torre . de rey. El negro puede detener el avance del peón «h» mediante 25 . . . h5 , pero entonces el 31 . . . 'it'xcS

CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 99

32.J:l.c1 1

Una pequeña suti leza que tiene como objetivo no permiti r que la dama negra pueda ir a c2 .

32 . . J:l.c7 33.J:l.d1

La idea de la jugada anterior. No hace fa lta decir que el blanco quiere conservar un par de torres sobre el tablero.

33 . . . lLlc2 34. 'iff4 ..tb4

Parece que el negro será capaz de a l iv iar la pres ión ca mb iando a l fi l es , pero e l b la nco reacciona con calma y contundencia .

35.g3

Dejando l ibre la casi l la g2 para el rey, de modo que la torre blanca pueda ser eventua lmente l levada a la columna « h » . El problema para el negro es que 35 . . . �xd2 no funciona en vista

d e 3 6 .'ifxd2 lLl b 4 3 7 . 'Wg 5 ! , con a ta q u e devastador.

35 . . . 'ilVdB

Manteniendo a la dama enemiga alejada de g5 .

36.hxg6 fxg6

D e s g rac i a d a m e nte n ecesa r i o ; s i h u b i e ra capturado con el peón « h » , el b lanco hubiera jugado 37.'it>g2, con resu ltados terribles.

37.'ifg4 �f7 38 . ..tgs ..te7 39 . ..th6

Una jugada aguda. E l b lanco evita el cambio de alfi les , pues ha depositado sus esperanzas en la superioridad de su pareja de alfiles.

39 . . . lLlb4

Mediante la alternativa 39 . . . ..tf8 el negro pod ía haber tendido una pel igrosa trampa. Veamos qué hub iera suced ido:

A) 40.'ii'f4+ �g8 4 1 .'ifxfB+ 'ifxf8 42 . ..txfB 'it>xf8 43Jk1 . La clavada en la columna «C» parece morta l , pero el negro d ispone de l recu rso 43 . . J:tc3 ! , tras lo cua l el b la nco no puede ganar, pues el rey no puede l legar a d2.

B) 40 . ..txfB 'ii'xf8 4 1 J:tc1 .

Esta es la ún ica forma que tiene el blanco de conseguir una ventaja decisiva . La clave es que tras 4 1 . . . 'ifa3 42.'iff4+ 'it>g8 prosigue con

100 CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

43.'lt>h2 ! . Tras esta tranqui la jugada, e l negro se queda sin defensas:

8 1 ) 43 . . JU? 4 4 . 'il'd 2 ll:ib4 45 . .i. d ? ! :xd7 46.'il'h6, y para evitar e l ataque de mate e l negro puede eleg i r entre 46 . . . 'il'xc1 y 46 . . . ll:ic6 47.:xc6 'il'f8, con un final fáci lmente ganado para el blanco.

82) 43 . . . 'it'b2 . La defensa más tenaz. E l negro refuerza la protección del cabal lo y continúa atacando la torre enemiga . Pero el b lanco tranqui lamente continúa 44 .'lt>h3 ! , tras lo cual el negro no tiene nada que hacer.

Estas var ia ntes dejan c laro cómo deber ía proceder el blanco para asestar el golpe fina l ; a cada jugada busca todo t ipo de opciones prometedoras, pero sólo un camino l leva a la victoria . El sacrificio de alfi l en la jugada 45 de la variante 81 es , por otra parte , bastante atractivo .

40.'lt>g2

Ahora la p a rt i d a con t i n ú a p o r te r re n o s conocidos.

40 . . . Wc8 41 .'il'h3

Una jugada estratég ica . De Firmian vacía la casi l la g4 para su a lfi l de rey.

41 . . . 'lt>gS 42 . .te2

El reagrupamiento decisivo .

42 . . . .tdS 43.�g4 :es 44.lfo1

Otra aguda jugada que cons igue el efecto deseado .

44 . . . ll:id3

U n grave error tras el que el negro abandonó. Pero 44 . . . 'lt>f? no hubiera salvado su pel lejo. La forma más precisa del blanco para ganar se r í a en tonces 45 . .t d 2 h5 4 6 . l:t h 1 ! l:tc2 47 . .te3, y no hay defensa contra la amenaza 48 . .txh5 .

[1 : O]

1 4.- Qi J ingxuan-Timman

Torneo l nterzonal , Taxco 1 985

Defensa Alekh ine [804)

C u a n d o u n a p a rt i d a está g a n a d a , básicamente s e debe a un error evidente por parte del perdedor. Normalmente, uno se da cuenta mientras está jugando de cuándo y dónde se produjo, independientemente de si eres el que gana o el que pierde . Conozco a un jugador al que parece que no se le puede apl icar esto : Anatoly Karpov. Durante los post­mortem o en los comentarios escritos de sus part idas, normalmente no queda claro cuándo se equ ivocó su oponente , el motivo es que sue le ser aplastado poco a poco por el juego asesino de Karpov.

Esta introducción pretende explicar lo que me sucedió durante mi partida contra Q i . El jugó la apertura con poca fortuna , quedando su rey en el centro . El negro no pudo aprovechar esto i nmediatamente , pero i n ició los preparativos para un plan de ataque a largo plazo. En la jugada 24 e l negro cons igue l a pareja de alfi les , pero sólo es después de 35 jugadas más que el blanco finalmente sucumbe bajo el devastador poder combinado de las torres y la pareja de alfi les.

E l lector ten d rá que conformarse con las descripciones de lo que los jugadores estaban h a c i e n d o o lo q u e esta b a n i n ten ta n d o

CAPITU LO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES JO J

conseguir. No he conseguido encontrar el error decisivo ni durante la partida ni después. Debe ser señal que yo estaba en muy buena forma.

1 .e4 lLif6 2.e5 lL:id5 3.d4 d6 4.lLif3 g6

Un antiguo amor. No la había jugado desde hacía mucho tiempo, pues tem ía la l ínea de ataque con 5 .i.c4 . Pero por casual idad me atreví a jugar de nuevo esta variante de la Alekh ine . Alburt, el máximo entusiasta de la defensa Alekh ine entre los grandes maestros, ta mb ién jugaba en Taxco . Alg unas rondas después me enfrentaba contra él con blancas. Empecé m i preparación para aquel la partida en concreto con a nte lac ión , bás icame nte porq u e te n ía i n te rés en d e s c u b r i r cómo derrotar a la Alekh ine . Para mi sorpresa, no conseg u í encontrar una forma concreta de consegu i r una clara ventaja para el b lanco, por lo que me decid í a jugarla con negras.

5.lLigS

Aparentemente una peligrosa jugada de ataque, pero que ya había sido refutada en los años 60. El resto de la partida deja claro que el jugador chino no estaba preparado adecuadamente para esta variante . Hoy en d ía , la respuesta blanca es casi exclusivamente 5.i.c4.

5 . . . c6

Esta precisa jugada evita toda posib i l idad para mi oponente de lanzar un ataque por sorpresa . La a l te rna t i va 5 . . . f6 h u b i e ra d a d o l a oport u n i d a d a l b l a nco d e rea l i z a r u n prometedor sacrificio d e pieza mediante 6 .c4 lL:ib6 7 . e 6 ! fxg 5 8 . d 5 , como e n O ' K e l l y ­Golombek, Ámsterdam 1 95 1 .

6.exd6 exd6 7 .i.c4

Una jugada no demasiado efectiva , dada la situación . La ún ica esperanza para el blanco de consegu i r ventaja de apertura era 7 .c4 .

7 . . . 'ile7+

Con este jaque el negro se aprovecha de la fa lta de coord inación en terreno enemigo.

8.fle2

U n a g rave i m precis ión . Tras e l ca mbio de d a m a s el n e g ro c o n s e g u i rá u n a fuerte i n ic iat iva . E ra correcto 8 . i.e2 , y e l b la nco rea lmente no ha perd ido un t iempo; su torre de rey aparecerá rápidamente en e1 . tras lo cua l la d a m a negra d e berá abandonar l a columna «e» .

8 . . . flxe2+ 9 .i.xe2 h6 1 0 .lL:if3 lL:ib4

Ahora q u eda c l a ro por q u é el prematuro cambio de damas benefic ió tanto al negro, pues realmente se necesita una jugada muy a rt ific ia l para defender e l peón « C » . Cabe destacar que el negro ya está mejor aqu í , a p e s a r d e q u e h a sta a h ora s ó l o haya desarrol lado una pieza .

1 1 . lLia3 Ji. f5

Hac iendo q u e el b la nco se enfrente a un conocido di lema en este tipo de posiciones: dar la pareja de alfi les (mediante 1 2 .c3) o aceptar que su rey permanezca en medio del tablero.

1 2.'it>d1

Optando por la segunda alternativa , lo que es comprensib le , puesto que la columna «d» está cerrada y no será fáci l para el negro lanzar un ataque d i recto contra el rey blanco.

1 2 . . . lL:id7 1 3.lLie1

El b lanco tiene que rea l izar otra jugada pasiva antes de poder expulsar al cabal lo de b4.

102 CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

13 .. . tt:'ib6 14.c3 tt:'id5 1 5. tt:'ic4 lbxc4 1 6 . ..txc4 ..te6

El cambio de cabal los no ha al iviado al blanco. E l negro está fuertemente centra l izado. La primera amenaza es 17 . . . tt:'ixc3+, ganando un peón.

1 7.i.d3

Era mejor 1 7 .i.b3, con idea de 1 8.tt:'ic2 y 1 9.tt:'ie3. Camb iando el máx imo n ú mero d e p i ezas posible e l blanco intenta que la posición de su rey en e l centro no sea tan precaria .

17 . . . ..tg7

C a b e d e staca r q u e la p r e p a r a c i ó n d e l fiancheto empezó e n l a jugada 4 , pero n o ha s ido hasta ahora que el negro finalmente ha sido capaz de completarlo .

1 8.tt:'ic2 0-0 1 9 .i.d2

El blanco se ve obl igado a desarrol larse con humi ldad .

19 . . . c5

Dado que su desarro l lo está prácticamente final izado, ahora el negro empieza a atacar el centro blanco. No debe tener miedo del cierre del centro mediante 20.c4 tt:'ib6 2 1 .d5 , puesto que dispondría de 2 1 . . . i.d7 22.l:tb1 tt:'ia4 , con fuerte presión .

20.l:te1 1:tfe8

Una suti leza importante. El b lanco amenazaba

21 .f3 tt:'ib6

La forma correcta de aumentar la presión . El cabal lo controla las casi l las a4 y c4 .

22.i.e3 :taca 23 . ..tf2

El blanco se ve obl igado a man iobrar en un espacio l im itado.

23 . . . i.f6 24.'1t>d2

Durante un tiempo el blanco ha evitado que su oponente gane la pareja de alfi les, pero con la j u g a d a textua l fi n a l m e nte la cede con l a esperanza d e que e l cambio d e torres l e al ivie.

24 . . . tt:'ic4+

Por supuesto , e l negro golpea d i rectamente , ya que este jaque le garantiza la primera de sus ventajas a largo plazo: la pareja de alfi les .

25.i.xc4 i.xc4 26.1:txe8+ l:txe8 27 .i.e3 h5 28 .b3 i.a6

Dado que el peón «C» está i ndefenso, el negro se ve obl igado a mantener su alfi l de dama en la d iagonal a6-f1 . Esto sign ifica que el blanco no p u e d e to m a r dos veces en c 5 , p u e s entonces permitiría a la torre entrar e n e 2 con graves consecuencias.

29.1:te1 l:d8

Defendiendo ind i rectamente el peón «C» .

poner su rey a salvo gracias a 2 1 .�e2. 30.i.f4

CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES J 03

30 .a4, para contrarrestar la expansión negra en el fla n co de d a m a , era p robab lemente mejor. E l negro hubiera continuado mediante la modesta 30 . . . b6 .

30 .•. b5 31 . ..teJ .tea

El negro traslada su a lfi l a e6, desde donde trabajará con más eficacia .

32 . .tf4

Resu lta d ifícil censurar al b lanco por su juego d u b i ta t ivo , porq u e le es bas tan te d i f íc i l encontrar un plan adecuado s in debi l itar aún más su posición .

32 . . . .te6 33.l:td1 g5 34 . .te3 :tea 35.llie1

Finalmente, el blanco empieza a trabajar en el reagrupamiento de sus piezas. Esto era más o menos forzado, pues de otro modo el negro hubiera avanzado su peón «a» , aumentando todavía más la asfixiante presión .

35 . . . a5

Esta es una de las cuatro situaciones descritas por N imzowitsch en las que la pareja de a lfi les trabaja con eficacia: cuando el negro avanza un frente de peones . Resu lta que en esta partida lo hace en ambos flancos a la vez .

36.lZ:id3

Obl igando al peón «C» a decid i rse antes de que el peón «a» pueda continuar su avance.

36 . . . c4

37.bxc4 bxc4

Un momento c lave. La jugada evidente es tomar en c4 con el alfi l , tras lo cual el negro centraría su ataque en las debi l idades de a2 y c3. Pero tras u n aná l is is deta l lado opté por otro t rata m i e n to de la pos i c i ó n : a b r i r l a columna «b» como base de operaciones para la torre negra . Esto transforma al peón de c4 en una cuña que d ivide la posición blanca en dos, especia lmente cuando el a lfi l negro de dama aparezca en la d iagonal b 1 -h7.

3a.llie1

Para poder mantener algún tipo de l ínea defensiva el caballo debe volver sobre sus pasos.

3a . . . .:tba 39.llic2 .tf5

Por supuesto , no 39 . . . l:tb2 en vista de 40.'>t>c1 .:txa2 4 1 .'>t>b1 , y la torre negra está atrapada.

40.'>t>c1 '>t>g7 41 .l:te1 '>t>g6

E l a lfi l de dama negro está perfecta mente situado, pero el alfil de rey necesita ser activado para arrinconar al riva l . Con esto en mente, el rey se encargará de proteger el peón «g» .

42 . .td2 d5

Abriendo la d iagonal a3-f8 para el alfi l de rey.

43.lZ:ia3 .te6

Liberando la casi l la e? para el alfi l .

44.lZ:ic2

104 CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

44 . . . �f5

U n a peq u e ñ a vac i l a c i ó n , p u e s 44 . . . � e 7 perm ite a l b lanco conseg u i r contrajuego. A pesar d e tod o , t ras p rofu n d i z a r e n l a valoración , se puede ver que e l contrajuego re su l ta i n s u fi c i e n te , como m u estra n l a s siguientes continuaciones:

A) 45 J:te5 l:.b6 46.l2Je3 f6 47 .l2Jxd5 �a3+ , seguido de jaque de torre y el negro gana.

B) 45.f4 g4 46 . .:e5 �f6 47.f5+ �xf5 48J:txd5 �e4 , y el negro debería ganar.

Por desgracia , no estaba seg u ro de estas variantes , por lo que me dediqué a mover mis p iezas hac ia ade la nte y hac ia atrás para acercarme al control de tiempo de la jugada 56 (esta part i d a se j u g ó en los « b uenos tiempos» de 40 jugadas en dos horas y med ia , seg u ido de 1 6 jugadas en una hora ) . Tras impedir a tu oponente cua lqu ier pos ib i l idad de contrajuego d u rante toda la part id a , no debes tener prisa por entrar en la fase fina l .

45.�e2 h4 46.�e1 �d3 47.l2Ja3 �f5

La casi l la d3 es un puesto atractivo para el alfi l de dama, pero no sería efectivo por sí solo.

48.l2Jc2 �e6 49.l2Je3

Exactamente lo que estaba esperando. Tras esta j u g a d a de ca b a l l o , el n e g ro p u e d e m a n i o b r a r con s u a l f i l d e r e y s i n s e r molestado . H u b iera s i d o m á s preocupante 49 .�e2 , tras lo que el negro hub iera dispuesto

d e l a s v a r i a n tes q u e a p a recen en e l comentar io a l a j u g a d a 44 negra , c o n l a d iferencia a su favor de que el peón «h» ha sido avanzado a h4 .

49 . . . �e7

Explotando el hecho de que 50.l2Jxd5 fal la ante 50 . . . � a 3 + . A p a rt i r d e este momento , e l m e ca n i s m o p a ra conseg u i r l a v i cto r i a funcionará como un reloj .

50.Wc2 �d6 51 .h3 �d7

Una vez más el peón «d» está proh ib ido, esta vez a causa del ataque de mate . El blanco se verá obl igado a adoptar una posición todavía más pasiva .

52.�c1 �g3 53.�f1 �f4

Es sorprendente el absol uto domin io de la p a rej a de a l f i l e s e n esta p o s i c i ó n re l a t i va m e nte cer rad a . E l b l a n co está prácticamente para l izado.

54.Wd2 �f5

Las amenazas que surgen con un eventual �a4 han obl igado a l blanco a situar sus piezas de forma bastante lamentable . Ahora el a lfi l fi nalmente se instalará en d3 para mantener bajo control a l rey blanco.

55.�a3 �d3 56.�e1 Wf6

Amenazando l levar el rey hacia el flanco de d a m a a t ravés de la co l u m n a « e » , y

CAPITU LO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES J 05

eventu a l m e n te p e n etra rá e n l a pos 1 c 1 o n blanca a través d e a 4 , d e forma devastadora .

57.c,t>d 1 l:!.b1 + 58.i.c1 c,t>g6

Ahora que la torre ha entrado, el rey se aparta del camino .

59.c,t>d2 l:!.a1

E l b la nco abandona , está comp letame nte rodeado.

[0 : 1 )

1 5.- Karpov-Sei rawan

Torneo SWI FT, Bruselas 1 986

Defensa Petrov [C42]

Esta partida es un ejemplo de manual de cómo l a s peq u e ñ a s ventaj a s est ratég i c a s (superioridad centra l , control d e mayor número de casi l las) se convierten en la ventaja de la pareja de a lfi les.

H a c i a el p r i m e r cont ro l , Ka rpov p a rec ía dispuesto a consegu i r una victoria modél ica jugando de forma impecable. Pero entonces duda en ciertos momentos, permitiendo que el negro pueda refugiarse en un fina l . No será la primera vez que una partida gana en riqueza porque un jugador no ha sabido sentenciar rápidamente . El fi nal nos muestra la pareja de alfi les en todo su esplendor. El blanco cuenta con u n peón menos , pero eso no t iene demasiada importancia. Seirawan se defiende a la perfección durante un tiempo, y a pesar de que argumentaba que dejó escapar el empate justo antes del segundo control , un anál is is detal lado demuestra que había subestimado el poder de la pareja de alfi les.

Tras el a p l az a m i e n to , Ka rpov l i q u i d a rápidamente e l final d e alfi les del mismo color, en una posición que ya había estudiado en sus anál is is .

1 .e4 e5 2.t'Llf3 t'Llf6 3.t'Llxe5

Desde su de rrota a manos de Larsen en T i l b u rg 1 9 8 0 , Ka rpov ha e m p l e ado s i s t e m á t i ca m e nte este mov i m i e n to en detrimento de la alternativa 3 .d4.

3 . . . d6 4.t'Llf3 t'Llxe4 5.d4 d5

Cabe d estacar que esta posic ión ta mbién podría darse con los colores cambiados en la Variante del Cambio de la Francesa tras 1 .e4 e6 2 .d4 d5 3 .exd5 exd5 4 .t'Llf3 t'Llf6 , y ahora 5 .t'Lle5 , y aunque este sa lto de caba l lo no pa rece ma lo del todo , e l b la nco tiene que luchar para consegu i r igualar.

6.i.d3 i.e7 7.0-0 t'Llc6 8.c4 t'Llb4 9.i.e2

Para justifica r las esperanzas de consegu i r ventaja en la apertura el blanco depende de su a lfi l de rey. La práctica ha demostrado que e l negro cons igue un juego razonable tras 9 .cxd5 t'Llxd3 1 O .'ir'xd3 'ir'xd5 1 1 .l:!.e 1 i.f5 .

9 . . . i.e6 1 0.t'Llc3 0-0 1 1 .i.e3

El b l a n c o con t i n ú a t ra n q u i l a m e n te su desarro l lo .

11 . . . f5

U n a novedad e n a q u e l l a época . E l negro refu e rza l a p o s i c i ó n d e s u cab a l l o , incrementando d e esta manera s u influencia en el centro . La otra cara de la moneda es que debi l ita las casi l las es y e6 , lo que sign ifica q u e este m o v i m i e n to n o está d e l todo justificado posicionalmente . A pesar de todo, desde entonces este avance ha sido l levado

1 06 CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

a cabo var ias veces , espec i a l m e nte por Yusupov. El propio Karpov, que también por entonces inc l uyó la Defensa Petrov en su re pe rtorio , a p a renteme nte no cre ía en él puesto que jugó 1 1 . . . ..tf6 contra Ljubojevic en Bugojno , dos meses después . Una tercera pos i b i l idad es 1 1 . . . ..tf5 , la respuesta más habitual hoy en d ía .

1 2 .a3

Forzando el cambio del activo cabal lo de e4 , tras lo cual la posición del blanco en el centro parece más segura .

1 2 . . . lllxc3 1 3 .bxc3 lllc6

1 4.�a4

Este desarrol lo de la dama tiene éxito en esta partida, pero posteriores mejoras en el j uego del negro lo hacen innecesario .

Las alternativas eran :

A) 1 4 .cxd5 ..txd5 1 5 .c4 (e l tratamiento más d i recto ; en Be l iavsky-Yu su pov, B a rce lona 1 9 8 9 , e l b l a n co j ugó 1 5 . �c2 , p e ro t ras 15 . . . @hB 1 6.l:!.fd1 �d7 1 7 . ..tf4 ..td6 el negro consiguió una posición aceptable) 1 5 . . . ..txf3 1 6 . ..txf3 f4 1 7 . ..td5+ @h8 1 8 . ..tc1 lllxd4 ( la jugada más precisa ; en los comentarios de Ka rpov p a ra e l Informador Ajedrecístico propone 18 . . . ..tf6, pero entonces e l b lanco consigue una l igera ventaja gracias a 1 9 . ..tb2) 1 9 . .l:!.b1 ..tc5 20 . .l:!.xb7 f3 ! 21 . ..txf3 lllxf3+, y aqu í se acordaron tab las en la part ida H ü bner­Yusupov, Rótterdam 1 988.

8) 1 4 .l:tb1 , y ahora:

81 ) 14 . . .f4 1 5 . ..tc1 l:!.b8 1 6 .cxd5 ..txd5 1 7 .l:le 1 @h8 1 8 . ..td3 �d7 1 9 .c4 ! ..txf3 20.�xf3 lllxd4 2 1 .�e4 lllf5 22 .l:!.b5 c5 23 . ..txf4 l:lbd8 24 . ..tc2 b6 25 .g4 ! , y el b lanco gana. Adams-Yusupov, Mu nich 1 993 . Tras esta br i l lante part ida de Adams, ésta fue considerada la mejor forma de luchar contra 1 1 . . . f5 .

82) Sería mejor para el negro no continuar avanzando su peón «f» en la jugada 1 4 . Tras 1 4 . . . l:!. b 8 1 5 . cx d 5 ..t x d 5 1 6 . ..tf4 ..t d 6 l a posición , igual q u e e n Bel iavsky-Yusupov, no está clara del todo .

1 4 . . . f4

En Lj u bojevic-Bel iavsky, Be lgrado 1 995 , e l n e g ro j u g ó 1 4 . . . @ h 8 d i recta m e nte . La i nteresante conti n uación fue 1 5 .l:!.a b 1 l:!.b8 1 6 .l:!.fe 1 a6 1 7 . ..tf4 ..td6 18 . ..tg5 .te? 1 9 . ..tf1 ..txg5 20.lllxg5 ..td7 2 1 .llle6 lllxd4 ! 22.lllxd8 ..txa4 23 .l:lxb7 l:tfxd8 24.l:txb8 l:lxb8 25.cxd4 dxc4 , y en esta pos ic ión i gua lada a m bos jugadores acordaron reparti rse el punto .

1 5 . ..td2

Una ret i rada muy evidente, aunque 1 5 . ..tc1 e ra p ro b a b l e m e nte m ej o r . E l b l a n c o proporciona apoyo ad ic iona l a l peón « a » y l ibera la cas i l la d2 para el caba l lo . También podrá reactivar el a lfi l por b2 posteriormente.

1 5 ... @hB 1 6.l:lab1 l:lb8 1 7.l:!.fe1

El b l a n co h a s i t u a d o sus torres e n l a s columnas abiertas y semiabiertas y espera la jugada del negro .

1 7 . . . dxc4

El negro l ibera la tensión centra l . Después de 1 7 . . . �d7 el blanco podría haber reforzado aún más su posición mediante 1 8 .h3 , s in que el negro pueda explotar esto tácticamente . Tras 1 8 . . . lllxd4? 1 9 .�xd7 lllxe2+ 20.l:lxe2 el negro pierde un peón , porque el a lfi l de rey todavía está indefenso.

CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES I 07

1 8.�xc4 �g4

Un ca m b i o de a l fi les h u b i e ra permi t ido a Karpov controlar las casi l las blancas, por no d e c i r q u e el p e ó n de a3 no p u e d e s e r capturado.

Tras 1 8 . . . �xc4 1 9 .'ii'xc4 i.xa3 20 .d5 ttJe7 2 1 . .l:!.a 1 �d6 22 .tiJg5 e l negro t iene ser ios problemas.

1 9 . �e2

El a lfi l vue lve porque el b lanco no q u iere quedar con peones doblados en la columna «f» .

1 9 . . . �d6

Aunque sea una jugada natura l , no es la mejor opción del negro . Du rante e l post-mortem Se i rawan s u g i r i ó 1 9 . . . a6 para p reve n i r la subs igu iente man iobra e i ntentar b7-b5. El negro pa rece estar bien después de esto . Cabría preg u ntarse s i 2 0 . h 3 � h 5 perm ite 2 1 . tiJg 5 . E I negro puede reaccio n a r d e l a s iguiente forma :

A ) 2 1 . . . i.xg5 22 .�xh5 f3? ! (una consecuencia lóg ica tras los intentos por parte del b lanco de crear compl icaciones tácticas , aunque no es correcto) 2 3 . � x g 5 'iifx g 5 24 . � xf3 ! lixf3 25.'ii'xc6 (aq u í está la g racia de la anterior jugada) 25 . . . .l:!.xf2 26..l:lxb?, y el b lanco está mejor.

B) 2 1 . . . i.xe2 22 .tiJe6 'ii'd5 23 .l:!.xe2 f3

2 4 . li e 3 lif6 , y e l n e g ro t i e n e su f i c ien te contrajuego.

Hasta aqu í , m is comentarios orig inales para New In Chess (pero s in inc lu i r 20 .h3 �h5).

U nas cuatro semanas más tarde Seirawan pudo poner en práctica su sugerencia en el post-morte m . La part ida Rohde-Seirawa n , Estes Park 1 986, s iguió mi variante B hasta la jugada 24. Entonces Rhode jugó la i nferior 24.l:l.ee 1 y fue castigado mediante 24 . . . fxg2! 25 .tiJxf8 lixf8 26 .'ii'd 1 'ti'f5 27 .�xg2 'ii'xf2+ 28.�h 1 l:!.f3 .

¿Cuá l es l a cont i nuac ión correcta para e l b lanco? Kavalek sugirió 2 1 .libd 1 (en lugar de 2 1 . tiJg 5 ) . con i n te n c i ó n d e re s p o n d e r a 2 1 . . . i.d6 con 22.�c1 e i ntentar c3-c4 . Esto no parece malo, pero s í un poco lento. En el l ibro d e l to rneo L i g te r i n k d e stacó q u e ser ía i nteresante escuchar la op in ión de Ka rpov respecto a 1 9 . . . a6. Eso será d ifíci l , pues en s u s c o m e n t a r i o s p a ra el Informador Ajedrecístico , Ka rpov pasa de l a rgo este momento s in decir nada. Qu izá consideraba que a n ivel teórico era muy poco relevante.

20.h3 i.h5

Karpov y Ligterink sugieren 20 . . . �f5 como una forma de contrarrestar la man iobra de torre en la partida . S in embargo, e l problema es que reduce la presión sobre d4, permitiendo que el b lanco continúe 2 1 .libd 1 preparando 22.c4 .

21 .l:l.bSI

108 CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

El in icio de una magn ífica man iobra . La torre de dama intenta cambiarse por la torre de rey neg ra , u n o d e los p i l a res d e l a defe n s a enemiga .

21 . . . i.eB 22.'W!fc2

La consecuencia de la jugada anterior.

El negro debe mantener la torre blanca lejos de f5 y nuevamente no tiene tiempo de capturar el peón « a » . Tras 22 . . . i.xa3 23 .lLig5 i.g6 24 .i.d3 la posición negra se hunde.

22 . . . a6

Tras 22 . . . lLie?, intentando mantener la torre lejos de f5 , 23 .lLig5 vuelve a ser muy fuerte .

23.l:tf5 i:xt5 24 . .-xf5 i.96 25.'W!fg4

Un lugar excelente para la dama. El peón «f» negro es d é b i l y además el b l a n co t i ene perspectivas de ataque.

25 . . . 'W!ff6 26.i.c4

Así es como el blanco activa su alfi l de rey, al tiempo que evita que el negro se oponga en la columna «e» .

26 . . . l:tfB 27 .a4 i.c2

Una excursión i nfructuosa . El peón « a » ha sido tabú para el alfi l de rey negro hasta ahora y lo mismo va a suceder con el a lfi l de dama.

H ubiera ofrecido más resistencia 27 . . . h6 pues, tarde o temprano, hubiera sido inevitable .

28.'ifh5 h6

28 . . . i.g6 h u b i era permi t ido que e l b lanco real izara un cambio de damas muy favorable gracias a 29 .'W!fg5.

29 .J:teB

El b lanco fuerza el cambio de una segunda torre , con la esperanza de que sus p iezas menores , espec ia lmente el a lfi l de rey y el caba l lo , trabajen mejor que sus equ ivalentes negros .

29 . . . i.f5

S e i rawan confi aba en poder cont i n u a r 2 9 . . . i.xa4, porque 30.liJh4 lLie7 31 .J:txe? i.xe7 32 .lLig6+ Wh7 33.i.d3 Wg8 no ofrece nada al b lanco. Y 30.lLig5, como ind ican L igteri nk y Ka rpov, no está de l todo c laro en v ista de 30 . . . liJd8, que defiende casil las clave (pero no 30 . . . 'W!t'xg5? pues 31 . 'if f7 permite al blanco ganar materi a l ) . S i n e m ba rgo , u n a cont i n uac ión demoledora hubiera sido 30.J:te6! 'iff5 3 1 .'ifxf5 l:txf5 32.liJh4, y el negro pierde materia l .

30.i.d5

El blanco gana claramente terreno.

30 . . . i.d7 31 .l:txfB+ 'W!fxf8 32.lLih4 i.e8 33.'W!fe2

La partida ha l legado a una fase en la que el blanco querrá convertir su ventaja posicional

CAPITU LO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 109

en una superioridad permanente: la pareja de a lfi l es . Pero 33 .l0g6+ d i recta hub iera s ido prematura , pues e l negro d i spone de una defensa adecuada: 33 . . . i.xg6 34 .'it'xg6 4Je7 . Por el lo el blanco reti ra su dama, para penetrar de nuevo desde el otro lado.

33 . . . ltJdS

El negro s igue con su cu idadosa defensa (demasiado cu idadosa en este momento ) . 33 . . . g 5 l e h u b ie ra ofrec ido a l go m á s . Es verdad que se debi l ita el flanco de rey más aún, pero también gana espacio para respirar y evitar mori r por falta de oxígeno. El b lanco puede elegir entre dos jugadas de cabal lo :

A) 34 .ltJf5 i.g6 ! , y ahora n i 35.ltJxd6 'it'xd6 , n i 3 5 . i.xc6 'it'xf5 ! ofrecen a l b l a n co n a d a parecido a una ventaja . En e l segundo caso es i m portante destaca r q u e el b l a n co n o puede capturar e n b 7 e n vista d e l jaque en b1 .

B) 34 .ltJf3 . Esta modesta ret irada es lo que hab ía p laneado Karpov. E l caba l lo m i ra de reojo a la atractiva casi l la de e5 a l t iempo que defiende el peón «d», por lo que su avance e m p ieza a s e r u n a a m e n aza . E l b l a nco dispone de una ventaja considerable , pero no está claro que sea decis iva en este preciso instante .

34.'it'e4

Karpov es el dueño de las casi l las blancas. Debido a la pasiva posición de su cabal lo , el

n e g ro no p u e d e ev i ta r q u e e l b l a nco se asegure la pareja de alfi les .

34 . . . 'it'e? 35.ltJg6+ i.xg6 36.'it'xg6 c6 37.i.b3 b5

El ún ico intento posible de consegu i r un l igero contra juego.

38.�f1

Típico del frío esti lo de Karpov. La casi l la e2 queda proh ib ida para la dama enemiga .

38 . . . 'it'fS 39.i.c2 �g8 40.i.b3+ �h8 41 .h4

Con calma pero con fi rmeza las jugadas del negro se van agotando.

41 . . . l0b7

El in icio de una contraofensiva que hubiera pod ido s ign ificar el fi n i n mediato del negro . Más tenaz era 41 . . . i.c7 , con i ntención de esperar la conti n uación de l b lanco, aunque esto ta m poco h u b i e ra d a d o demas iadas esperanzas a l negro .

42 .c4

E l momento correcto para este avance : e l cabal lo que iba de camino a a5 y c4 está bajo contro l . Al mismo t iempo, la casi l la c3 queda l i bre para el a lfi l de dama.

42 . . . 'it'gS

La idea de la anterior jugada . El peón «C» está c lavado y atacado. E l negro confía en q u e la d a m a a b a n d o n a rá su p o s i c i ó n dominante .

43.'ifd3

El blanco se deja int imidar. Justo después del a p l a za m i e nto , Ka rpov a d m i t ió q u e h a b ía pasado por alto aqu í una espectacular victoria mediante 43 .i.c2 ! ! , lo que hubiera sido el fin para el negro aunque pueda capturar en c4 con jaque.

110 CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

La idea es que tras 43 . . . 'it'xc4+ 44.�d3 'it'g8 45 .i.c3 e l negro no t iene d efensa a nte la amenaza 46.d5, seguida de 4 7 .'it'xh6+ y mate . 45 . . . b4 46 .i.b2 no hubiera sido más que un aplazamiento de la ejecución .

Esta es una buena demostración de la fuerza de los l lamados Alfi les de Horwitz . S i Karpov no hubiera descubierto esto demasiado tarde, esta partida hubiera sido una verdadera obra maestra de precisión y suti les man iobras . Lo bueno de la vaci lación de Karpov es que la partida derivó en un instructivo fina l .

43 . . . 'ii'h7

Así es como el negro resuelve sus problemas más i nm inentes, aunque no será sufic iente para salvar la part ida.

44 . ..t>e2

Al blanco no le importa cambiar damas, pero sólo bajo sus condiciones. Si el negro cambia

e n d 3 , l a pos ic ión del rey b l a nco esta rá demas iado centra l izada como para que el negro pueda sobrevivir.

44 . . . gS

Una vez más, la mejor defensa .

45.c5

Este avance fue criticado por ambos jugadores d u rante el post-mortem . Ta nto yo (en m i s a n te r i o res comentar ios ) , como L i g ter i n k ind icamos que hubiera s ido más fuerte una l iqu idación masiva mediante 45 .'it'xh7+ ..t>xh7 46.axb5 axb5 47.cxb5 cxb5 48.�d5.

M i ra n d o u n a vez m á s l a p o s i c i ó n , me sorprende comprobar que este tratamiento de la posic ión sea tan conv incente . Tras , por ejemplo , 48 . . . lLid8 49.i.a5 i.e7 50.h5 ..t>g7 5 1 . ..td3 ..tf6 52 . ..t>e4 lbf7 el negro t iene una l ínea de defensa razonablemente sól ida , y no está nada claro que el blanco gane. Después de pensarlo bien, creo que la jugada del texto es bastante fuerte . El b lanco gana espacio y p riva a l r ival de c iertas cas i l l as . Al m ismo t i e m p o , l a p o s i c i ó n se m a n t i e n e considerablemente abierta , d e manera q u e la fuerza de la pareja de alfi les no pierde gas.

45 . . . i.c7 46.axb5

Esta jugada también fue considerada dudosa por Ka rpov. Y es c ie rto q u e pospo ner el ca m b i o h u b i e ra perm i t i do al b l a n co m á s opciones.

46 . . . axb5 47.h5

Bastante correcto . E l peón «h» negro queda fijado como una debi l idad y, eventua lmente en a lgún final lejano, será ased iado.

47 . . . i.aS

Una jugada estratégicamente correcta que resu lta tener contra ind icaciones tácticas. Pero e s i m po s i b l e e n co n t r a r u n a a l te rna t i va aceptab le .

CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 111

48 . ..tc1

Esto parece un fal lo de cálcu lo , pero después Karpov confi rmó que había visto la répl ica del negro , aunque pensó que Se i rawan no se atrevería a jugarla en semejantes apuros de tiempo.

En sus comentar ios Ka rpov i nd ica (con e l símbolo ±) que pod ía haber conservado una clara ventaja cambiando en h7 . Tres jugadas antes había ind icado el m ismo cambio como ganador, pero s i n proporc ionar var ian tes adicionales para respaldar su valoración .

Ch r i s t i a n s e n , e n Players Chess Ne ws , co n s i d era q u e e l b l a n co h u b i e ra g a n a d o directamente tras 48 .'ifxh?+ 'it>xh7 49.dS ! .

Esto da p i e a dos variantes :

A) 4 9 . . . ..txd2 5 0 . d xc6 .tas 5 1 . cxb? .te? 52 .'it>d3 @g? 53.'it>e4 'it>f6 54 ."1i>d5 'it>e7 55.'it>c6 "1i>d8 56 .@xbS, y el b lanco gana.

B) 49 . . . ..td8. Esta triste reti rada es la ún ica opción del negro . Tras 50.dxc6 lLixc5 51 . ..tc2+ @g? 52.i.b4 no pierde d i rectamente, pero se enfrenta a un final bastante peor que el de la part ida .

En este fina l n o hay un claro mecan ismo de ta b l a s p a ra el n e g ro ( c o m o p o d remos co m p ro b a r) l o que s i g n i f i ca que l a s posib i l idades de salvarse e n esta posición son m ín imas . Un aspecto sorprendente de este momento de la partida (después del primero control ) es que Karpov jugaba claramente por debajo de sus posib i l idades. Esto se debía en parte a l cansancio. Este primer torneo SWI FT fue uno de los primeros con sesiones de seis h o ra s . N a d i e esta b a h a b i t u a d o a e l l o y muchos grandes maestros man ifestaron su oposición , Karpov entre el los.

48 . . . 'ife7+

De repente queda claro que el rey blanco no puede avanzar tablero arriba: 49.'it>f3 fracasa ante 49 . . . g4+ ! , ganando pieza . Esto sign ifica que el blanco tiene que entregar un peón para proteger su rey en el flanco de dama.

49.'it>d1 'ife1 + 50.'it>c2 'ifxf2+ 51 ."1i>b1

Ahora el rey negro respira a i re fresco otra vez. Se i rawa n correcta mente dec ide buscar el cambio de damas.

51 . . . 'ifg3 52.'ifxg3

I n ev i ta b l e , pues 5 2 . 'ifc2 ser ía respond ido mediante 52 . . . 'ifc3 .

52 . . .fxg3 53.wc2 @g7 54.d5

El blanco justificadamente presiona con este avance . Después de 54 . ..te3 Wf6 55.dS 'lt>e5! E l negro estaría mejor, tanto tras 56.dxc6 lLid8 como tras 56 .d6 ..te1 , seguido de 57 . . . ..tf2 .

54 . . . lLixcS 5 5 . ..t b 2 + 'lt>f8 5 6 . d xc6 lLia6 57 . ..ta3+

Un jaque i nte l igente. E n caso de 57 . . . i.b4 58.c?! el b lanco ganaría de i nmediato .

112 CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

57 . . . <;t>eS 58 . .ie6

La pa rej a d e a l f i l e s t ra ba ja a p l e n o rendimiento . E l b lanco evita 5 8 . . . lllb4+ e n vista de 59 . .ixb4 .ixb4 60.c?, ganando.

58 . . . .ib4 59 . .ib2

59 . . . .ifS

U n a reti rad a co m p re n s i b l e e n a p u ros d e t i e m p o , pe ro c r i t i c a d a severa m e nte p o r Seirawan más tarde. En su opin ión 5 9 . . . .ie7 le hubiera proporcionado unas fáci les tablas. La idea es responder a 60 . .id?+ <;t>d8 6 1 . .ig? med ia nte 61 . . . lll b 8 . Tras 6 2 . .i x h 6 lllx d 7 63.cxd? <;t>xd7 6 4 . .i g ? <;t>e6 el rey negro l lega justo a tiempo de parar el peón « h » . Pero es mejor para el b lanco evitar que su alfi l de rey sea cambiado y confiar en la pareja de alfi les . Hay dos jugadas que se adecúan a este plan .

A) La primera es 62 .c?+ (en vez de 62 . .ixh6) 62 . . . <;t>xc? 6 3 . i. x b 5 . El m a t e r i a l ha s i d o d rás t i ca m e nte red u c i d o , p e ro e l b l a n c o consegu i rá un pel igroso peón pasado en « h » q u e le ofrecerá , co m o m í n i m o , opc iones prácticas de victoria .

B ) L a otra e s 62.i.e8 y solamente e n respuesta a 62 . . . .id6 jugar 63.c?+. Aqu í el negro tampoco dispone de demasiadas pos ib i l idades para hacer tablas. Esta variante demuestra que a pesar del peón de ventaja del negro su posición es desesperada en todas las variantes.

60.i.d7+ Wd8 61 • .ie5 lllb4+ 62.<;t>d2

En este punto se aplazó la part ida y el negro se l ló su j u g a d a . La pr imera i m p res ión de Karpov es que debía g a n a r, te n i e n d o en cuenta que el peón negro de «b» no puede ser pel igroso mientas que el blanco de «h» es una amenaza constante. Dos d ías más tarde continuó la partida .

62 . . . llld5

Su mejor opción .

63 . .ie6

63 . . . lllc7

Karpov crit icó esta jugada du rante e l post­m o rte m . Poco a n tes d e l re i n i c i o h a b ía encontrado un plan defensivo que empezaba por 63 . . . .ib4+ y para el que no había podido encontrar una refutación inmediata . Ahora el rey blanco debe tener cuidado a la hora de eleg i r casi l la , pues tanto 64 .<;t>d3 como 64 .<;t>e2 son respondidas mediante 64 . . . lllf4+ , mientras

CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 113

que 64.'it>d 1 es refutada por 64 . . . i.c3 ! . La única respuesta correcta era 64 .'it>c2 , tras la que Karpov había valorado 64 . . . lLJc? 65.i.f? l2Ja6 66.i.g? 'it>e7 67 .i.g6 i.a5. Parece un poco extraño poner las piezas menores en la misma pos ic ión q u e ocho jugadas antes , pero él aseguraba que ésta era la ún ica opción del negro. Karpov pensaba responder 68.'it>d 1 .

No había anal izado más al lá, ya que pensó que Seirawan no valoraría estas dos jugadas tan paradójicas y descentral izadoras seguidas. Más ta rde , e l nortea mer icano tam poco pareció demas iado i m p res ionado por l a pos ic i ó n , considerando que perd ía e n todas las variantes . Su búsqueda de opciones salvadoras había sido en vano. Personalmente, tampoco veo cómo el negro se salva , por ejemplo: 68 . . . l2Jb4 69.i.e4 llla2 70.i.f5 lllb4 71 .i.d?, seguido de 72.i.xh6, y el negro está condenado.

64.i.f7 l2Je8

Manteniendo a l a lfi l de dama lejos de g7; pero ahora el b lanco d ispone de otra posib i l idad : entregar la pareja de a lfi les para consegu i r un final técnicamente ganado.

65.i.xeSI 'it>xe8 66.�f61

Una jugada poderosa . «Parece simple. Pero fue difícil de encontrar» d ijo Karpov más tarde . Apa rentemente Se i rawan h a b ía ca lcu lado 66.�xg3, tras lo cual podría haber sobrevivido. Después de pensar a l rededor de 30 minutos se decidió por:

66 . . . g4

I ntentando proteger el peón «h» desde f4 . Pero ya es demasiado tarde para el negro, pues el rey blanco l lega a t iempo para proteger c6 .

6 7 . 'it> c 3 � d 6 6 8 . i. g 7 �f4 6 9 . 'it> b4 'it>d8 70 .'it>xbS �c7 7 1 .�cs �e3+ 72 .'it>dS i.f4 73.i.fS '1t.ob6 74.i.d6 i.g5 75.i.xg3

El negro abandona .

[1 :O]

1 6.- Kasparov-Sokolov

Copa del Mundo, Belfort 1 988

Apertura Inglesa [A 1 9)

Esta partida nos muestra a Kasparov en todo su e s p l e n d o r. Tra s u n a a g u d a a p e rt u ra co n s i g u e e m peza r a ej e rcer u n a terr i b le presión sobre su oponente . Con movimientos precisos y e legantes proporc iona u n gran poder a su pareja de a lfi les , que cada vez re s u l ta m á s te r ro r íf i ca . U n a s pecto impresionante es que Sokolov no tiene n i un momento de respiro . E l b lanco le sorprende cada vez con nuevos g i ros y suti lezas. Tras la jugada 42 el negro arroja la toa l la . Ante dioses menores , Sokolov p robab lemente h u b iera cont i n u a d o l a l u c h a , pero d e b i ó tener l a sensación de estar luchando contra un poder superior, la misma sensación que provocaba Karpov en su apogeo .

Con este espectacu lar tr i u nfo en la ú lt ima ronda, Kasparov consiguió una de las victorias m á s i m p re s i o n a ntes en torneos . Por desgrac i a , Kasparov no ha comentado la partida . Todo lo que yo ten ía d isponible eran l o s c o m e n t a r i o s de M a k a r i c h ev p a ra el Informador Ajedrecístico, y los de Petursson p a ra N e w I n C h e s s , y n i n g u n o de e l los profund iza demasiado a fondo en la partida. Pero yo tampoco he pod ido añadir demasiado, básicamente porque la part ida habla por sí misma.

1 .c4 l2Jf6 2.lllc3 e6 3.e4 es

114 CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

Hoy e n d ía , la a l ternat iva 3 . . . d5 es m á s habitua l , y el blanco, a l igual que después d e la textua l , avanza su peón « e » . La práctica d e m u estra q u e esto concede u n a l i g era ventaja a l pr imer jugador. La jugada de la partida conduce a un juego agudo en el que el blanco podrá rea l izar un sacrificio de peón que le proporcionará la pareja de alfi les y una fuerte in iciativa .

4.e5 lllg8 5.lllf3 lllc6 6.d4 cxd4 7 .lllxd4 lllxe5 8.llldbS a6

El negro cede la pareja de alfi les para poder completar el desarrol lo de su flanco de rey. Era insuficiente 8 . . . d6 en vista de la ruptura 9 .c5! , que proporcionaría al b lanco una gran ventaja . Otra posib i l idad en lugar de la textual era 8 . . . f6 , que traspone después de 9 . ..te3 a6 1 0 .llld6+.

9.llld6+ ..txd6 1 0 .'ii'xd6 f6

Con esta jugada de apoyo el negro mantiene a su cabal lo de dama en su posición centra l , de momento, a l t iempo que vacía la casi l la f7 para e l c a ba l l o . E sto s i g n i f i ca q u e , p o r ejemplo , 1 1 .i.f4 sería respond ido mediante 11 . . . lllf?, y la práctica ha demostrado que el negro tiene una partida cómoda .

1 1 . ..te3 llle7 1 2 . ..tb6 lllf5 1 3.'ii'cS

Esto en sí m i s m o no fue u n a n oved a d . Kasparov conocía u n a part ida e n l a que e l blanco no consiguió nada. Normalmente estas partidas no l laman la atención , pero Kasparov estaba acostumbrado a lanzar lejos sus redes.

El cambio de damas vía 1 3 . ..txd8 lllxd6 1 4 .i.c7 h a b ía s i d o d u ra n te m u c h o t i e m p o e l tratamiento más habitua l , hasta que Karpov demostró que conduce a unas tablas forzadas. Otra alternativa es 1 3 .'ii'b4 , como en la cuarta partida del match Kortchnoi-Timman, Bruselas 1 99 1 . Tras 1 3 . . . lllc6 1 4 .'ii'c5 'ii'e7 1 5 . 0-0-0 'ii'xc5 1 6 . ..txc5 d6 e l b l a n co p u d o h a ber conseguido buena compensación por el peón mediante 1 7 . ..ta3! (en vez de 1 7 . ..txd6, que condujo a una cómoda partida para el negro) .

1 3 . . . d6

En Ne w In Chess ( 1 988/n°6 ) , Petursson sugiere 13 . . . 'ii'e7, con intención de buscar e l cambio de damas igua l mente . S i e l b lanco acepta el cambio, el negro iguala tras 1 4 .0-0-0 'ii'xc5 1 5 . ..txc5 d6 . No hay duda de que Kasparov ten ía intención de jugar 1 4 .'ii'a5 para después de 1 4 . . . lllc6 reti rar su dama mediante 1 5 .'ii'a4 , y posteriores i ntentos de cambiar damas fracasaría n . Tras 1 5 . . . 'ii'b4 1 6 . 0-0-0 'ii'xa4 1 7 . lllxa4 el b l a nco a m e n a zar ía l a devastadora 18 . ..tc7 , segu ido de 1 9 .lllb6 . Por tanto el n e g ro d e b e r ía i n te ntar 1 5 . . . 0 -0 . Petursson también indica 1 6 .g4 lllh6 1 7 .h3 f5 1 8 .'ii'a3 fxg4 1 9 . hxg4 lllxg4 20.llle4 , y parece que las compl icaciones favorecen al blanco. Y es c ie rto q u e esta d i s pos ic ión pa rece bastante pasiva . La jugada del texto ofrece al negro más opciones de contrajuego activo .

1 4.'ii'aS 'ii'e7

Posteriores ejemplos prácticos sugieren que la a lternativa 14 . . . 'ii'd7 era tal vez mejor. La intención del negro era posiblemente activar

CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 1 15

la dama vía c6. Esto era lo que yo quería jugar contra Kortchnoi . Durante mi preparación para los cuartos de final Piket y yo l legamos a la concl us ión de que se habían su besti mado pel igrosamente las opciones de contrajuego para el negro . La segunda edición revisada de Chess Encyclopedia ofrece 14 . . . 'iid7 como la j u g a d a p r i n c i p a l , co n c l u y e n d o q u e l a posición está igualada después d e 1 5 .f4 ll:ic6 1 6 .'iia3 ll:ice7. Esta valoración se basa en la partida Psakhis- Greenfe ld , I srael 1 99 1 , que continuó de la sigu iente forma: 1 7 .0-0-0 'iic6 1 8 .'ifb3 ..td7 1 9 .l::tg 1 d5 20 .g4 llld6 2 1 .cxdS ll:ixd5 22.l:xdS exd5 23.i.g2 ll:ie4 24.l:e1 l:tc8 25.'it>b1 ..te6, con posición equ i l i brada. Tal vez haya una posib i l idad de mejorar el juego del blanco. La Enciclopedia , por ejemplo, sugiere 1 8 .'iiaS (en vez de 1 8 .'iib3) . A pesar de todo , no hay n u evos ej em p los p ráct ico s . E n l a part ida Kasparov-Be l i avsky, L i n a res 1 99 1 (j ugada a n tes q u e Psakh i s -Greenfe l d ) e l b l a n co co n s i g u i ó u n a l i g e ra ventaj a t ras 16 . . . eS (en lugar de 16 . . . ll:ice7) 1 7 .i.d3 0-0 1 8 .0-0. Cabe destacar que éste es el ún ico ejemplo práctico en el que el blanco se enroca corto.

1 5.0-0-0 0-0 1 6.f4 lllc6

La reti rada más natura l . Al atacar la dama blanca , e l negro gana tiempo para organ izar su defensa. Tras 1 6 . . . ll:if7 1 7 .i.d3 el blanco ejercería fuerte pres ión sobre la pos ic ión enemiga .

1 7.'iia3 es

Una medida necesaria . E l negro entrega la casi l la d5 para asegurar la de d4 a su cabal lo de f5 .

1 8.g41

Sólo ahora nos encontramos frente a una verd a d era n oved a d . E n H e r n á n dez­Rodríguez, Habana 1 980, e l b lanco j ugó l a evidente 1 8 .cS, tras l o cual el gran maestro cubano ma ntuvo la i gua ldad g rac ias a l a respuesta 18 . . . 'iif7 ! 1 9 .cxd6 lllfd4 .

Kasparov juega en ambos flancos .

1 8 ..• ll:ifd4 1 9.ll:id5 'iff7 20.fS

La idea del avance anterior. El b lanco restringe el rad io de acción del alfi l negro . La amenaza de captura en d6 no deja otra opción al negro: él mismo debe abrir e l flanco de rey, aunque esto en principio vaya contra el esp íritu de la posición (al fin y a l cabo, el b lanco tiene la pareja de alfi les) .

20 . . . 96

Ahora el juego se agud iza enormemente .

21 .l:g 1

Antic ipándose a la captura en f5 . Al mismo tiempo, la torre protege el peón «g» en caso de que el negro decida no capturar.

21 . . . gxfS

Cinco años más tarde, en Grigorian- Arakel ian, Yerevan 1 993 , se vio 2 1 . . . Wh8, y aunque la part ida eventua lmente acabó en tab las , no creo que esta jugada de rey sea una mejora para el negro . El b lanco continuó mediante 22 .'ifxd6 gxf5 23 .gS , pero tras 23 . . . ll:if3 debe retirarse para mantener la igua ldad .

D i r í a q u e K a s p a rov s i m p l e m ente te n ía i ntención de jugar 22 . fxg6 (y no 22 .'ifxd6) 22 . . . hxg6 23.'iixd6 . E l peón «g» está protegido y el b lanco puede ser opti m ista de ca ra al futuro .

22.gSI

116 CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

Kasparov debió tener previsto esto du rante su preparación : intenta contro lar las casi l las negras .

22 . . . 'Wt>hS

La ún ica defensa .

Tras 22 . . . fxg5 2 3 Jhg 5 + Wh8 24 . 'iVxd6 l a pos ic ión n e g ra se d e s p l o m a r ía como un casti l lo de naipes. Petursson ofrece la variante 24 . . . i.e6 2 5 Jhd4 ! l:!. a d 8 2 6 . 'iVc 7 ! 'iVxc7 27.lbxc7 , ganando.

23.gxf6 i.e6 24.'iVxd6

Es hora de recuperar el materia l .

24 .J:tg7 no proporc iona nada e n v ista d e 2 4 . . . 'iVh5, y el negro siempre t iene un jaque en h6 . M ientras tanto , la pres ión contra la posición negra ha aumentado tanto que ahora se ve obl igado a cambiar su segundo a lfi l por otro cabal lo .

24 . . . i.xd5 25.cxd5 'iVxf6 26.'iVxf6+

El cambio de damas es obl igado y la partida entra en una nueva fase.

26 . . . l:!.xf6

El negro ha ganado otro peón , y el b lanco no puede capturar ahora en c6 . Kasparov debió calcu lar todo esto muy bien por adelantado.

27.'Wt>b1

Una jugada tranqu i la . Por el momento, todas las sorpresas tácticas han desaparecido del tablero y el blanco puede concentrarse en la superioridad de su pareja de alfi les.

27 . . . !bdS

U n a ret i ra d a necesa r i a , p u e s e l caba l l o q uedar ía encerrado en caso de 27 . . . !bb4 28.i.xd4 exd4 29 .l:txd4 .

28.i.c51

Muy fuerte . En vez de capturar en d4, el blanco intenta debi l itar la base del cabal lo negro . La principal amenaza es 29.l:l.xd4 , ganando.

28 . . . :cs 29.i.e7 J:tf7 30.i.d6

E m pleando man iobras precisas , e l b la nco desborda por completo a su oponente . Sólo hay una forma de defender el peón «e» .

CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 117

30 . . . ttJf3 31 .l:f.g3 e4 32 . .1i.e2 J:!.f6 33 . .1i.f4

El juego blanco se basa en un cálculo suti l y agudo . Después de 33 . . . ttJf7 34 . .1i.xf3 exf3 35 . .U.xf3 e l b l a nco esta r í a técn i c a m e nte ganado .

33 . . . l:f.g6

I n tenta ndo a l i v i a r l a p res ión med ia nte el cambio de torres. Pero el blanco ha preparado una espléndida suti leza .

34 . .1i.xf3 .l:lxg3

Makarichev, en el Informador Ajedrecístico 45, ind ica que' 34 . . . exf3 hubiera dado a l negro más esperanzas de supervivencia . Pero tengo la sensación de que esto no ca mb iaba nada para el negro.

35 . .1i.xe41

La ú lt ima acción de la pareja de a lfi les.

35 . . .fxe4 36.hxg3 Wg7 37.l:td4

La i m pote n c i a d e l n e g ro en el f i n a l es sorprendente. S i su cabal lo hu biera estado en una casi l la algo más activa , tal vez hubiera pod ido oponer más resistencia .

37 . . . ttJf? 38.l:txe4 l:f.d8 39.l:f.e7 J:!.xd5 40.J:!.xb? h5 41 .l:ra7 a5 42.a4

El negro abandona .

[1 : O]

1 7.- Ljubojevic-Khal ifman

Clasificatorio PCA, Groningen 1 993

Defensa Caro-Kann [042]

En 1 983, Hübner y Smyslov se enfrentaron en u n match de Cand idatos que se recuerda básicamente porque el ganador se decidió en la ru leta . Más tarde H ü b ner ca l if icó a su oponente de forma admi rab le . Smyslov era g e n e ra l m e nte co n s i d e ra d o u n exce len te jugador técn ico y un v i rtuoso de los finales. P e ro eso esta b a fuera d e toda d u d a . E l va loraba a Smys lov, a nte tod o , como u n jugador de ataque. Es verdad q u e Smyslov, tanto de joven como posteriormente , había obte n i d o b e l l a s v i cto r i a s e n p a rt i das de ataque, pero cuando hablamos de jugadores «pura sangre» de ataque, los que se sienten a gusto en las posic iones más pe l igrosas, generalmente tendemos a pensar más en , por ej e m p l o , Lj u boj e v i c . C a b e destacar q u e Hübner d ice exactamente lo contrario sobre Lj u bojev ic . D u ra nte el X I Torneo l nterpo l is acababa de ganar una partida a muerte contra Lj u bo y p rec i s a m ente exp l icó q u e h a b ía o p t a d o p o r u n j u e g o t a n a g u d o porque Ljubojevic no se sentía a gusto en aquel tipo de co m p l i ca c i o n e s . P o r otra p a rte , en posiciones c laras y ordenadas , s iempre en opin ión de H übner, era un jugador mortal .

C u a n d o v i por p r i m e ra v e z esta part ida , recordé esta caracterización . Rara vez sucede q u e u n a p o s i c i ó n con l i g e ra ven taj a se transforma en victoria de forma tan clara y s istemática . Esta part ida contra Khal ifman nunca ha l lamado mucho la atención . Se jugó en la ronda final del torneo de clasificación de la PCA. N inguno de ellos ten ía opciones de clasificarse . El Informador Ajedrecístico n i tan s iguiera publ icó la partida , lo que fue un error.

En e l la el b la nco eventua lmente fuerza un cambio de alfi les, tras lo cua l emerge un final de a lfi l contra cabal lo i mpotente .

1 .c4 c6 2.e4

118 CAPITU LO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

Ahora el blanco l leva la partida a un Ataque Panov de la Caro-Kann en vez de la Eslava .

2 . . . d5 3.exd5 cxd5 4.d4 ll:if6 5.ll:ic3 e6

La variante antigua . La alternativa es 5 . . . ll:ic6 , tras la cual 6.,¡_g5 supone el mejor intento del blanco por consegu i r ventaja de apertura .

6.ll:if3 il..e7 7.cxd5

Con el cabal lo de dama negro todavía en b8, no hubiera sido bueno para el b lanco avanzar el peón a c5, pues esto hubiera permitido al negro, después de en rocarse corto , atacar d i rectamente la posición blanca, de inmediato, con b7-b6 .

Es el momento para la captura en d5 .S i en vez de esto el b lanco hubiera desarrol lado su alfi l de rey, e l negro hubiera pod ido cambiar ráp idamente en c4 y fiancheta r su a lfi l de dama .

7 . . . ll:ixd5 8.il..d3

La alternativa es 8 . .ltc4, para empezar a luchar enseg u i d a por la ca s i l l a c e n tra l d 5 . E l desarrol lo del a lfi l a d 3 se rea l iza ten iendo en mente un pos i b l e a ta q u e al rey . C o m o cur ios idad , cabe d estaca r q u e l a pos ic ión puede surg i r de otras dos aperturas: la Ing lesa Simétrica ( 1 .c4 c5 2 .ll:if3 ll:if6 3 .ll:ic3 ll:ic6 4 .e3 e6 5 .d4 d5 6 .cxd5 ll:ixd5 7 . .ltd3 cxd4 8 .exd4) y el Gambito de Dama ( 1 .d4 d5 2 .c4 e6 3 .ll:if3 ll:if6 4 .ll:ic3 c5 5 .cxd5 ll:ixd5 6 .e3 ,¡_e7 7.,¡_d3 cxd4 8 .exd4) .

8 . . . ll:ic6 9 .0-0 0-0 1 0 .l:te1 ,¡_f6

Con esta jugada de a lfi l el negro aumenta la p res i ó n en d 4 . P e ro ta m b i é n t i e n e u n inconven iente.

1 1 .,¡_e4

La posición ideal para el a l fi l , ahora que el negro no puede reti ra r su caba l l o a f6 . A l mismo tiempo, esta jugada l ibera la casi l la d3 para la dama blanca .

1 1 . . . ll:ice7

El negro refuerza la casi l la d5. Debe hacerlo antes de desarrol lar el a lfi l de dama.

1 2 .ll:ie5

Las alternativas son 1 2 .'ilfd3 y 1 2 .'ilfc2 . Con la textual e l b lanco se reserva la opción de elegir a qué casi l la desarrol lar la dama: el camino hacia casi l las como g4 y h5 ahora está l ibre.

1 2 . . . ll:ic6

El negro retira su cabal lo para obl igar a que el poderoso ca b a l l o de e5 se defi n a . U n ejemplo teórico bien conocido continúa 1 2 . . . g6 1 3 . 1'. h 6 .lt g 7 1 4 . .lt x g ? 'it>xg7 1 5 . l:t c 1 b6 1 6 .ll:ixd5 ll:ixd5 1 7 . .ltxd5 'ilfxd5 1 8 .l:tc? ,¡_b7 1 9 .'ilfg4 (7ª partida del match , Smyslov-Ribl i , Londres 1 983) . Más tarde, el blanco lanzó un ataque ganador. Este es un buen ejemplo de la tendencia de Smyslov a preparar partidas de ataque (ver la introducción ) .

1 3.'ii'd3

En esta s ituación , 1 3 .'ii'h5 no hub iera sido efectiva en vista de la simple 1 3 . . . g6. Llevando su dama a d3, e l b lanco mantiene su peón « d » proteg ido al t iempo que ataca e l peón « h » enemigo y conecta las torres.

1 3 . . . h6

En esta posición resulta d ifícil fiarse de reglas superficiales sobre si e l negro debe responder

CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 119

al ataque de su peón «h» mediante g7-g6 o h7-h6 . La ventaja de la primera es que, aparte del avance de su peón « h » , el blanco no tiene base para in iciar un ataque; el inconveniente es que le permite situar un a lfi l en h6.

En estas circunstancias, la jugada de la partida está justificada, puesto que será d ifícil en el futuro que el blanco tome h6 como objetivo de ataq u e . Tras 1 3 . . . g6 l a respuesta b l a n ca 1 4 . .i.h6 sería muy fuerte .

1 4.a3

El blanco se puede permitir esta úti l jugada sin preocuparse por la captura en e5, puesto que 1 4 . . . ..txe5 1 5 .dxe5 lLlxe5 fracasaría ante 1 6 . ..th?+ �h8 1 7 .l:txe5 .

1 4 . . . lLlde?

Más reagrupamientos. Con el peón «d» bajo ataque, e l blanco se ve obl igado a cambiar su cabal lo de e5. Pero igualmente es el momento adecuado para esto .

1 5.lLlxc6 lLlxc6

Una decisión vita l . E l negro permite el avance del peón «d» blanco y se prepara para dar a su rival la pareja de alfi les a cambio de un activo juego de piezas. E l desarrol lo posterior de la partida demostrará que ésta no era la mejor manera para el negro de solventar sus problemas, lo que sign ifica que 1 5 . . . bxc6 era mejor. Tras 1 6 .l:td 1 el b lanco tiene una l igera ventaja : el peón «C» negro es más débi l que el peón «d» y el control por parte del blanco

de la casi l la c5 es más importante que el del negro sobre d5. Sin embargo, se trata de una ventaja estática , pues parece improbable que el negro pueda forzar c6-c5 . A pesar de todo, los problemas del negro no son demasiado preoc u p a nte s , p u e s goza de u n a s ó l i d a posición q u e no será fáci l de penetrar.

1 6.dS exd5 1 7.lLlxdS ..te6

C o n s e rvar el a l f i l de rey era demas iado a rr iesg a d o , p u e s 1 7 . . . ..te5 1 8 . ..te3 d a r ía m ucha i nfl uencia al b lanco en el centro. El peón « b » está proh i b i d o : t ras 1 8 . . . ..txb2 1 9 . .l:.ad 1 'ilt'a5 20 .'ilt'c2 ! ..txa3 2 1 .l:l.a 1 el negro se ahoga en sus problemas.

1 8.lLlxf6+ 'ilfxf6

Es hora de recoger los beneficios: el blanco se ha asegurado la pareja de alfi les, lo que supone un gran tri unfo en una posición con t res co l u m n a s c e n tra l e s a b i e rt a s . La contrapartida es que el negro ha completado su desarro l lo y amenaza ganar la i n iciativa mediante 1 9 . . . l:l.ad8. Por lo tanto, e l b lanco necesita actuar con rapidez y precisión .

1 9 . ..te3

Desarrol lando su a lfi l y consigu iendo el control de la importante casi l la central d4.No hay que preoc u p a rse d e l p e ó n « b » , ya q u e tras 1 9 . . . 'ilt'xb2 20 . .l:l.ab 1 el b lanco recu perará el peón en b7 con gran ventaja .

1 9 . . . a6

Evitando que la dama blanca vaya a b5. La i nmed iata 1 9 . . . l:l.ad8 se hubiera topado con la desagradable 20.'ilt'b5. Aún así, la jugada del texto d e b i l i ta l i ge ra m e nte la pos ic ión de l negro , como veremos más adelante.

20.l:l.ac1 1

Una de las mejores jugadas de la partida . El b lanco sigue s in tener que preocuparse de su peón « b » , por lo que hace sitio a su dama en c3. El poder de la pareja de a lfi les se mostrará plenamente en el fina l .

120 CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

.I �

20 .. JUdS 21 .¡fc3 ¡fxc3

El negro cambia damas porque se ha quedado sin casi l las buenas para esta pieza , y es que los alf i les blancos dominan el tablero .

22.l::txc3 .td5 23 . .tc2

No hace fa lta dec i r q u e el b l a n co evita rá cualqu ier intento de cambiar un alfi l .

23 . . . l:taca

24 . .tb6

Aqu í se ve el inconveniente de la jugada 1 9 del negro. H ubiera sido mucho mejor si tuviera la estructura a7-b6 en el flanco de dama, para restringir el radio de acción del a lfi l de dama blanco. Ahora su rival conquista esta poderosa base de operaciones, que sólo abandonará 1 O jugadas más tarde para aumentar más aún la presión .

24 . . . i:tea 25.l:l.xea+ l:txe8 26.<ti>f1

El b lanco cambia un par de torres y ahora procede según el principio de Stein itz: qu íta le a las piezas de tu rival tantas casi l las como te sea pos i b l e . Las dos s i g u i e n tes j u gadas obedecen especia lmente a esta idea .

26 . . . lt'ieS 27.b3

Evitando que las piezas menores del negro se instalen en c4 . . .

27 . . . .te6 28.f3

. . . y en g4.

28 . . . i:tca

Este es el cambio de torres que el negro había preparado con sus dos jugadas anteriores. En s í mismo, el cambio favorece a l blanco, pues s in piezas mayores puede intentar que su rey p e n etre e n terr i to r io e n e m i g o s i n correr riesgos.

Aún así , dada la situación, el negro no ten ía más alternativas. Si hubiera optado por situar su cabal lo o alfi l en c6 , su torre sólo hubiera tenido acceso a dos de las tres fi las abiertas. La cas i l la d8 no estaría d isponib le para su torre , haciendo que la blanca tuviera una base ideal en la columna « d » . S i hubiera intentado expulsar a l alfi l de dama de su fuerte posición ret i rando su caba l lo a d 7 , la torre b la nca hubiera penetrado a través de c7 .

29.l:txc8+ .txc8 30.h4

Una jugada t íp ica . E l b lanco qu ie re ganar espacio en el flanco de rey.

30 . . .fS

E l n e g ro i n ten ta lo m i s m o , pero con s u s p ro b l e m a s d e act i v i d a d e s t o n o está justificado. T iene una ardua tarea defensiva por delante y su principal objetivo debería ser i ntentar evitar que el rey enemigo penetrara en su territorio . Esto hace que las casi l las c5 , d5 y e5 sean vita les . Con la jugada de la

CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 121

partida , debi l ita seriamente el control de e5. Resu lta muy instructivo ver cómo Ljubojevic explota esto .

Una buena defensa hubiera sido 30 . . .f6 . Si el negro qu isiera ganar espacio en el flanco de rey tal vez hubiera sido mejor intentar g7-g5, pero lo más importante es centra l izar su rey.

31 .<;i;>e2 <;i;>f7 32.<;i;>e3

Ahora el blanco amenaza 33 .h5 seguido de 34 .<;i;>f4 , lo que sign ifica que la sigu iente jugada del negro es forzada .

32 . . . gS 33.hxgS hxg5 34.�dS

Ahora es evidente el error de la jugada 30 del negro : se ve obligado a descentra l izar su rey.

34 . . . <;i;>g6 35.f4!

Un detal le importante . Al blanco no le importa que d isminuya el número de peones mientras pueda mantener uno en el flanco de rey que no pueda ser cambiado. La desaparición de estos peones proporcionarán a l rey blanco una base en f4 , desde donde no sólo tendrá al peón «f» enemigo constantemente en el punto de mira , s ino que también obl igará al cabal lo negro a vig i lar la casi l la e5.

35 •.. l2Jg4+ 36.Wf3 gxf4

Forzado, ya que tras 36 . . . l2Jh2+ 37 .<;i;>g3 l2Jf1 + 38.<;i;>f2 el negro perdería un peón .

37.'1t>xf4 �d7 38.�b6

E l a l fi l ya ha hecho su tra bajo en d8 y ahora está perfecta m e nte s i t u a d o . N o hay q u e temer la centra l ización de l rey negro , dado que esta p ieza está atada a la defensa del peón «f» .

38 •.. <;i;>f6 39.�d4+ <;i;>g6 40.a4

La s igu iente fase del p lan ganador para el b lanco . Ava nza sus peones del fl anco de d a m a p a ra fij a r e l peón n e g ro de « b » y posteriormente atacarlo con su a lfi l de rey.

40 . . . �e6 41 .b4 �d7

La posición del negro no es nada envidiable. Debe ser una tortura estar tan pasivo mientras q u e tu opon ente refuerza poco a poco su posición .

42.aS

42 . . . l2Jh6

Deteniendo temporalmente a l rey blanco, pues 43 .We5 es respondido mediante 43 . . . l2Jf7+, y el monarca debe volver a la cuarta fi la .

Una a lternativa i nteresante era 42 . . . l2Jf6 . E l negro perm ite a l rey enemigo tener acceso l ibre con la esperanza de poder reagrupar sus p iezas con éx i to . Vea m o s l a s s i g u i entes pos ib i l idades :

A) 43 .<;i;>e5 l2Jg4+ 44 .<;i;>d6 �c6 45 .g3 l2Jf6 ! 46.�e5 l2Je4+ 47.<;i;>c7 l2Jf6 ! y ahora 48.�d6? no es posible porque 48 . . . l2Je8+ gana pieza .

122 CAPITU LO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

B) 43 . . bf6 .ti>xf6 44.i.b3 i.e6 ! 45.i.d 1 i.d5, y el b lanco no puede prog resar. Con el a lfi l blanco en d5 y un cabal lo negro en c8 , el fina l hubiera estado ganado, pero esta d isposición es tan buena como imposible .

C) 43.i.b3 i.c6 y el negro no corre pel igro gracias a la doble amenaza 44 . . . i.xg2 y 44 . . . ll:id5.

D) 43.i.c5 ! . La ún ica forma que tiene el b lanco de conservar su ventaja .

Protege el peón «b» y continúa con la amenaza sobre el peón «f» . 43 . . . ll:ie4 se toparía con la devastadora 44 .g4 , lo que s ign ifica q u e e l negro deberá deshacer lo andado mediante 43 . . . ll:ig4.

43.i.b2 ll:ig4 44.i.c3 ll:if2 45.i.d4 ll:ig4

Las ú l t imas tres j u g a d a s d e l b l a n co h a n provocado q u e la part ida l legue a la misma posición que cuatro jugadas antes , pero ahora es su turno.

46.i.d1

Es la hora de que el segundo alf i l entre en acción, después de 23 jugadas s in moverse.

46 . . . .ti>h6

El negro continúa en la pasividad total , dado que 46 . . . i.e8 47.i.f3 i.c6 48.i.xc6 bxc6 49.g3 le conduciría a un Zugzwang morta l .

47.i.f3 .tes 48 . ..tds

El b l a nco s i stemát i ca m e nte a u m e nta s u territorio .

48 . . . <j;g6 49.i.c3

Zugzwang. 49 . . . ll:if6 es respondido mediante 50.i.xf6 .ti>xf6 5 1 .g3 , y el b lanco gana, como vimos en los comentarios a la jugada 42 del negro, variante B. 49 . . . .ti>h6 se encuentra con 50 . ..tf7! , y el negro está todavía peor. Resu lta interesante ver cómo se trabaja esta posición de asfixia : 50 . . . i.d7 51 .i.d4 i.c8 52 . ..tea i.e6 53 . ..tc5! .tea (53 . . . ll:if6 fracasa ante 54 . ..te5) 54 .i.f8 '1ti>h7 55 .Wg5 ll:ie5 56.i.d6, seguido de 57.i.g6, y el b lanco gana el peón «f» .

49 . . . ll:ih6

Permitiendo que el rey entre , con la esperanza de poder centra l izar el caba l lo .

50 . .ti>e5 ll:if7+ 51 . .ti>d4 ll:id6

Ahora el negro d ispone de 52 . . . ll:ie4+ para responder a 52 .Wc5 . Pero el blanco no tiene la más m ín ima prisa .

52 . ..te1 ll:ie4 53 . .ti>e5 .ti>g5 54 . ..te6

Poniendo la gu inda a la estrateg ia del blanco. Después del cambio de alfi les, e l rey devorará los peones d e l fla n co d e d a m a a p lacer, mientras que el otro alfi l mantiene a raya a l rey enemigo.

54 . . . i.xe6 55 . .ti>xe6 Wf4 56 . ..td7 ..te3 57.<j;c7 .ti>e2 58 .i.h4 �d3 59.Wxb7 .ti>c4 60 .'it>xa6 .ti>xb4 61 . ..tb6

El negro abandona .

[1 :O]

CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES J 23

1 8.- Bologan-Romanishin

Torneo Zona l , N ikolaev 1 995

Apertura de los Tres Caballos [C46]

H a y c o n ce ptos e n a jed rez q u e l o s ordenadores, a pesar de su i nmenso poder de cálcu lo , no comprenden. Uno de el los es el sacr i fi c io de peón a l a rg o p lazo . Esta siempre ha sido una de las especia l idades de Roman ish in , pero en esta part ida él mismo tuvo que hacer frente a uno. El sacrificio de peón de Bologan en la jugada 19 le garantiza u n a ter r i b l e p res i ó n s o b re la p o s i c i ó n enemiga . En e l esti lo tradiciona l , e l b lanco va au mentando la p res ión hasta que e l ige e l momento adecuado para forzar un cambio de alfi les . Esto permite que el rey blanco invada las l íneas enemigas por el centro . A pesar de que la partida es de poca importancia desde el pu nto de vista de la teoría de aperturas , puede ser considerada modél ica : la forma en la que el blanco impone la ventaja de la pareja de a lfi les es senci l lamente impresionante.

1 .e4 e5 2.ll:if3 ll:ic6 3.ll:ic3 i.c5

Una sistema inferior para evitar la Apertu ra de los Cuatro Cabal los.

4.ll:ixe5

La respuesta principa l . Contra otras jugadas el negro no tiene problemas de apertura .

4 . . . ll:ixe5 5.d4 i.d6 6.dxe5 i.xe5

7.'ii'd3

Claramente con idea de enrocarse largo en a lgún momento . A pesar de todo, la jugada natural de desarrol lo 7.i.d3 es probablemente m á s efect iva a l a h o ra d e demostra r los prob lemas de la tercera jugada de l negro . Hasta que se jugó esta part ida, Romanishin h a b ía te n i d o u n o s re s u l t a d o s bastante aceptables contra esta variante. A pesar de todo, en Glek- Romanish in , B ie l 1 996, el negro sufrió una severa derrota : 7 .i.d3 'ii'h4 8 .ll:id5 ll:ie7 9 . g 3 'ii'h 3 1 0 . ll:ixe7 cj;;xe7 1 1 . f4 'ii'g2 1 2 .i:m i.d4 1 3 .'ii'hs ! d5 1 4 .i.d2 :da 1 s .ts ! , con fuerte ataque.

La textual es suficiente para garantizar una l igera ventaja .

7 . . . ll:if6 8 .i.d2 o-o 9.0-0-0 :ea 1 0 .f3

Una novedad y a l mismo tiempo la respuesta más natural en esta posición . Antes se había jugado 1 0 .J:te1 , tras la cual el negro consigue suficiente contra juego mediante 1 O . . . c6 1 1 .f4 i.xc3 1 2 .i.xc3 d5 ! .

1 0 . . . c6 1 1 .g4 d5

O b l i g a d o . Las b l a n ca s a m e n a z a b a n expandirse posteriormente mediante 1 2 .g5. La j u g a d a d e l texto l l eva a l a fuerza a una posic ión en la que e l b lanco consegu i rá l a pareja de a lfi les y donde habrá dos columnas centrales abiertas .

1 2 .exd5

124 CAPITU LO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

E l trata m i e nto co rrecto . Tras 1 2 . g 5 tt:l h 5 1 3 .exd5 tt:lf4 e l negro h u b iera so luc ionado todos sus problemas de apertura .

1 2 . . . ..txc3

La consecuencia de la jugada anterior. El negro cede la pareja de alfi les para evitar quedarse con un déb i l peón a is lado . Tras 1 2 . . . tt:Jxd5 1 3.tt:lxd5 'ii'xd5 1 4 .¡t'xd5 cxd5 1 5 .f4 .te? 1 6.h3 i.d7 1 7.i.g2 i.c6 1 8.l:!.de1 el blanco disfrutaría de una gran ventaja, como Bologan indica en el Informador Ajedrecístico 63.

1 3 .i.xc3 tt:Jxd5 1 4.'ii'd4!

Una sut i l forma de forzar el cambio de damas.

1 4 . . . ¡fgS+

La ú n ica m a n e ra d e e v i t a r e l m a te . L a a l te rnat iva 1 4 . . . f 6 h u b i e ra d e b i l i t a d o demasiado la posición .

1 5.i.d2 'ii'f6 1 6. 'ii'xf6 tt:Jxf6

Ahora es un buen momento para evaluar la posición : la pareja de alfi les garantiza cierta ventaja al b l a n c o , p e ro en a u s e n c i a d e deb i l i dades en terr i to r io negro será d i fíc i l consegu i r a lgo más . La presencia de torres tampoco faci l ita el trabajo del blanco. A favor del pr imer jugador tenemos su ventaja de espacio en el flanco de rey. Pero como pronto veremos , t i ene q u e m a n ej a r l a con s u m o cuidado.

1 7.h4

Este avance es demasiado optimista . Bologan en sus comentarios ind ica que pod ía haber mantenido una l igera ventaja gracias a 1 7 .h3 , con idea de responder a 17 . . . i.e6 mediante 1 8 . .l:l.h2 y tener preparada la respuesta 1 9 .l:l.f2 contra 1 8 . . . i.d5. Después de esto se podría empezar a valorar la forma de aumentar la ventaj a . Sin embargo , la jugada del texto permite a l negro fijar la estructura de peones del flanco de rey a su favor.

1 7 . . . h5

Por supuesto . No era tan bueno 1 7 . . . i.e6 en vista de 1 8 .h5 i.d5 1 9 .l:!.h3, y a l expandir su territorio en el flanco de rey, el b lanco goza de una clara ventaja . La textual obl iga a l blanco a fijar la estructura de peones del flanco de rey, tras lo cual las piezas menores negras encontrarán cas i l l as donde i nsta la rse y la pareja de alfi les podrá ser controlada .

1 8 .g5 tt:Jd7

Pero después de esta retirada el blanco puede rea l izar un magn ífico sacrificio de peón que le asegurará una duradera ventaja , sin que el negro tenga la más m ín ima esperanza de contra juego. Lo adecuado era 18 . . . tt:Jd5, con i ntención de responder a 1 9 .i.d3 mediante 1 9 . . . i.e6 . E I n e g ro t iene u n a s ó l i d a l í nea defe n s iva ; t ras 2 0 . g 6 pod rá jugar 20 . . . f6 2 1 .l:l.d e 1 i.d7 , m ientras que 20 .l:l.de1 tt:Je7 2 1 .l:!.e5 tt:Jg6 t a m poco perm i te al b l a nco consegu i r la in iciativa .

1 9.g6!

CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES J 25

Así es como se crea espacio para la pareja de alfi les . El negro debe aceptar el sacrificio de peó n , d a d o q u e 1 9 . . . tt::lf6 2 0 . g xf7 + 'it>xf7 2 1 . ..t d 3 , seg u ido de 22 .l:thg 1 otorgar ía a l blanco u n a ventaja decisiva .

1 9 . . .fxg6 20 . ..tc4+ 'it>h7 21 .l:the1 tt::lf6 22 . ..tf7

Aq u í v e m o s l a verd a d e ra i n te n c i ó n d e l sacrific io . A l atacar la torre negra d e rey, e l blanco se apodera de la séptima fi la , lo que le perm itirá ejercer una fuerte presión contra los peones negros del flanco de dama. La mayoría negra del flanco de rey ha sido bloqueada , por l o q u e l a actividad del blanco l e concede una gran ventaja .

22 . . . l:txe1

No hace falta deci r que el negro debe cambiar una torre o de lo contra rio la pres ión será insosten ib le .

23.l:txe1 ..th3

Una suti l jugada defensiva . El negro activará su alfi l vía g2 .

24.l:te7 b6

La ún ica manera del negro de sostener sus peones del flanco de dama, por el momento . Tras 24 . . . b5 el blanco dispondría de la fuerte répl ica 25Jk7. Después de 25 . . . ..tg2 26.l:l.xc6 ..txt3 27 .l:tc5 el negro se enfrentaría a dificultades insalvables , especialmente porque su mayoría en el flanco de rey no puede imponerse .

25.c4

Manten iendo la cas i l l a d5 lejos del a lcance de las piezas menores del riva l .

25 . . . ..t g 2 2 6 . ..tc3 'it> h 6 27.f4 a6

Después de esta dub itativa jugada el negro está probablemente perd ido. Era más fuerte 27 . . . bS , para mantener los peones blancos del flanco de dama bajo contro l .

28.a4!

Una reacción enérgica .

2 8 . . . b 5 29.a5

La idea de la jugada anterior. Ahora el peón negro de «a» es una debi l idad permanente .

29 . . . l:l.dS 30 • ..te6 ..tf3 31 .c5

P o d r í a p e n s a rse q u e e s un avance sorprendente. El b lanco voluntariamente cede la casi l la d5 s in una compensación aparente . Pero un anál is is más detal lado nos ind ica que a h o ra el n e g ro t i e n e d o s d e b i l i d a d e s permanentes, e s decir, s u s peones d e « a » y « C » . De ahora en ade la nte el b la nco está d i s p u esto a ace pta r un ca m b i o de a l f i les puesto que esto debi l itaría especialmente e l peón «C» . Dadas las circunstancias, el negro no puede a p rovecharse de l control de la casi l la d5 .

31 . . . ..tg4 32 . ..tb3

Por s u p uesto , a h o ra e l b l a nco no q u iere ca m b i a r a l fi l e s e n g4 dado q u e el negro

126 CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

conseg u 1 r 1 a un p e l i g roso p e ó n p a s a d o después d e 32 .�xg4 hxg4 .

32 . . . J:d7 33.J:le1

La torre ha hecho su trabajo en la séptima fi l a . Es importante entrar en e6, pero sólo después de cambiar alfi les.

33 . . . i.f5 34.i.c2 i.g4

El negro no t iene más opción y sólo puede espera r acontec i m i e ntos . D e b e ev i ta r e l cambio d e alfi les e n estas circunstancias.

35.i.e5 Wh7 36.i.d6

Ahora el blanco ha dejado fuera de juego la torre negra y está preparado para l levar su rey a d4. E l negro se ve obl igado a oponer cierta resistencia .

36 . . . i.f5

Ahora el negro ofrece el cambio de alfi les dado que la incursión de la torre en e6 no es tan mortal como antes, ya que el alfil de d6 molesta .

37.i.xf5 gxf5 38.J:e6 lLie4 39.b4

El tercer peón del flanco de dama se fija en el co lor de l alf i l puesto que e l b la nco q u iere retirar su alfi l a e5, lo que sign ifica que el peón «C» necesita protección adiciona l .

39 . . . lLif6

El negro no pod ía cambiar en d6 , pues el fi na l

sería ganado fáci lmente por parte del blanco, a pesar de tener un peón menos. Esto se debe a que el rey blanco entraría a través de e5 y causaría estragos. Por lo tanto, el negro retira su caba l lo con idea de l levarlo a d5 , desde donde atacará el peón blanco de «b» .

40.lt>c2

De camino a b3.

40 ... cJ.ogS 41 .i.e5 ltJd5 42.Wb3

C o n j u e g o s i s t e m á t i c o , el b l a n co h a incrementado su presión al máximo. El negro se ve obl igado a reti rar su cabal lo.

42 . . . lLie7 43.J:dG

Y ahora la torre está condenada a la pasividad .

43 . • . J:la7

La ún ica opción del negro, dado que 43 . . . .l:!.b7 4 4 . J:l d 8 + , seg u i d o de 45 . .l:!. a 8 , h u b i e ra supuesto una fáci l victoria para el blanco.

44.Wc3

M u y i n s t ruct ivo . 44 . . . ltJ d 5 + s e r í a a h ora respondido mediante 45 .J:xd5 cxd5 46 .<;to>d4 <;to>f7 47 .<;to>xd5 .l:.d7+ 48.i.d6, seguido de 49.c6 y 50.lt>c5, tras lo cual el rey blanco penetraría decis ivamente a través de la casi l la b6 . Esta variante muestra claramente la fuerza de los avances de peones blancos de «a» y «C» .

de torres tras 39 . . . ltJxd6 40 .J:lxd6 l:C7 4 1 .<;to>d2 44 ... <;to>f7 45.<;to>d4 J:lb7

CAPITU LO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES J 2 7

El negro está condenado a la pasividad hasta el fina l . Con 45 . . . @e8 podría haber evitado la entrada de la torre enemiga, pero entonces el blanco ganaría capturando en g7 .

46.l:d8 l:a7 47.i.d6

Y una vez más el a lfi l de dama blanco aparece en d6, esta vez de forma demoledora .

47 . . . tt:ld5

Med ia nte 47 . . . tt:lg6 e l negro podr ía haber mantenido alejado a l rey enemigo de e5 . Tras 48 . l: c8 tt:l x h 4 49 . .l:!.xc6 tt:l g 6 el b l a nco detend ría e l peón negro de «h» g racias a 50 .@e3, y su peón «C» sentenciaría la partida .

48.@e5 @g6

No había nada mejor dado que tras 48 . . . tt:lxb4 49.'1t>xf5 g6+ 50.@g5, seguido de 51 . .l:!.f8+, el peón blanco de «f» gana.

49.i.bS l:ta8

El negro debe aceptar el encierro de su torre, pues 49 . . . l:e?+ se toparía con la réplica 50.'it>d6, y el caballo estaría atado a la defensa de la torre.

50.'it>d6 tt:\xf4

50 . . . tt:lxb4 hubiera permitido al negro proteger el peón «C» , pero entonces el blanco ganaría la ca l i d a d m e d i a nte 5 1 .'it>c7 , seg u i d o d e 52 .'it>b7, s i n q u e e l negro tenga n ingún tipo de contra juego.

51 .'it>xc6 tt:le6

52.i::td6

El camino más fác i l : la entrada en un final de torres supondrá una senci l la victoria para el b lanco .

5 2 . . . l:xbS 53.l:xe6+ 'it> f7 54.l:e1 g 5 55.hxg5 @g6 56.@d7 f4 57.c6 ..t>xg5 58.c7 l:b7 59.'it>c6 l::txc7+ 60.'it>xc7 f3 61 .@b6

El negro abandona .

[1 :O]

1 9 .- Anand-Tiviakov

Torneo Hoogoven , Wijk aan Zee 1 996

Apertura Inglesa [A30]

Ha hab ido jugadores de e l ite que tras una exitosa ca rrera con 1 .e4 han cambiado su repertorio a 1 . d4 ; por ejemp lo Be l iavsky y Karpov. Este ú lt imo lo h izo durante el primero d e s u s matches con tra K a s p a rov, q u i e n empezó a cambiar de un repertorio basado en 1 .d4 a uno basado en 1 .e4 , lo que no es tan habitual (en el caso de Kasparov, empezar con el peón de rey parecía un arma exclusiva contra Karpov ) . Por lo demás , después se mantuvo flexible en su opción de apertura .

Anand em pezó a var ia r su repertor io con blancas después de su match de 1 995 contra Kasparov. N u nca fue un cambio tota l , dado que 1 .e4 continuó siendo su arma principa l . Y no se decidió por 1 .d4 como alternativa , sino por 1 .tt:lf3 , el arma favorita de su riva l , Kramnik. E l ind io se encontraba como pez en el agua en las estructuras posicionales que surgen al empezar la lucha con el cabal lo de rey. Esta part ida contra Tiviakov fue la primera . A través de un orden de jugadas que normal mente conduce a la I nd ia de Dama clásica , se l legó a un tipo de estructura como la de la Variante Petros i a n : el b lanco ganó i nfl uenc ia en el centro mientras que el negro hizo lo propio en el flanco de dama. La lentitud de la partida en todas sus fases es i mpresionante . N inguno de los peones centrales n i de los del flanco de dama fue capaz de avanzar a l principio y e l

128 CAPITU LO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

protagonismo recayó en el juego de piezas . Tras un error de Tiv iakov en la jugada 24 Anand consiguió la pareja de alfi les, aunque necesitó más de 80 jugadas para la victoria .

El tipo de posición podría ser comparado con la de Karpov-Seirawan , aunque la d iferencia es que en aquélla el b lanco ya d ispon ía de un peón pasado. En la jugada 40, Anand cambia damas en un momento en el que el cabal lo enemigo está fuera de juego. No fue hasta la jugada 54 que pudo crear un peón pasado y el temático cambio de alfi l no l legó hasta más de 20 jugadas más tarde . I ncluso entonces , la posición era todo menos senci l la y la fase fina l , en la que el negro se quedó s in jugadas, aún se prolongó durante 30 movimientos .

1 .lllf3 lllf6 2 .c4 b6 3.g3 .tb7 4.i.g2 e6

Una modesta y sab ia j ugada . La ag res iva 4 . . . e5 hubiera estado fuera de lugar ya que tras 5 . 0-0 e4 6 . llle 1 e l negro ten d r ía q u e abandonar pronto su punto fuerte y el b lanco dominaría el centro .

5.0-0 i.e7 6.lllc3 0-0 7 . .l:te1

Con esta h u m i l d e j u g a d a , que K ra m n i k ta mb ién sue le emp lea r, e l b la nco evita l a variante pr incipal d e l a I nd ia d e Dama , que surge después de 7 .d4 .

7 . . . d5

La respuesta más sól i da . El negro evita el avance del peón «e» y asegura su presencia en el centro .

8.cxd5 lllxd5

La a l ternat iva era 8 . . . exd 5 , tras la cua l el b l a n co cont i n ú a 9 . d 4 . Esto l l eva a u n a conocida posición e n l a que e l b lanco debe d e m ostra r la u t i l i d a d de su s é p t i m o mov i m i e n to . I n vest i g a c i o n e s re c i e n tes demuestran que la tarea no es fáci l . La partida Kramnik-Van Wely, Ti lburg 1 997, en la que se l legó a esta posición por un orden l igeramente distinto (6.d4 en vez de 6 .lllc3) , prosiguió de la s igu iente manera : 9 . . . lllbd7 1 O . i.f4 llle4

1 1 . 'i!fc2 c5 1 2 . d xc5 i.xc5 1 3 . lllxe4 d xe4 1 4 .lllg5 , y ahora la continuación sugerida por Kasparov 1 4 . . .l:tc8 (y no 1 4 . . . lllf6?) es la mejor opción para el negro . En sus comentarios para Ne w In Chess ( 1 997 /n º7 ) , K ra m n i k proporciona la variante 1 5 .'Wii'b 1 lllf6 1 6 . b4, concluyendo que e l b lanco está mejor tras 1 6 . . . .txf2+ 1 7 .'it>xf2 h6 1 8 . .l:td 1 'i!fe8 1 9 .'it>g1 hxg5 20.i.d6 'Wit'e6 2 1 .i.xf8 lM8 22.'Wit'b3. Más tarde, Van Wely demostró que el negro puede forzar las tablas mediante 1 7 . . . 'Wii'd4+! (en lugar de 1 7 . . . h6) . El b lanco no tiene nada mejor que 1 8 .e3 'Wit'd2+ 1 9 .l:te2 , tras lo que 1 9 . . . lllg4+ 20 .'it>f1 lllxh2+ l leva a la repetición de jugadas. Probablemente el b lanco debería jugar algo d istinto en el movimiento 12 si qu iere mantener la esperanza de conseg u i r ventaj a en la apertura .

9.d4

La a lternativa 9 . e4 norma l mente l l eva a la misma posición tras 9 . . . lllxc3 1 0 .bxc3 , seguido de 1 1 .d4.

9 . . . lllxc3 1 0.bxc3 es

La continuación más evidente. El negro ataca de i n med iato el centro enemigo . Otra idea sería 1 0 . . . lllc6, intentando l levar el cabal lo a a5 y posiblemente debi l itar el centro blanco posteriormente. La part ida Kramn i k-Karpov, Dortmund 1 997, (una vez más, se empleó un orden l i geramente d i st into : el b la nco j ugó primero 9 .e4 en vez de 9 .d4) continuó de la sigu iente manera: 1 1 .e4 llla5 1 2 . h4 l:te8 1 3 .h5 h6 1 4 .llle5 i.d6 1 5 . i.f4 'Wit'e7 1 6 .'Wli'g4 'it>h8 1 7 .llld3 l:tad8 1 8 .l:tad 1 , y en esta compleja

CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 129

pos 1 c 1 o n , l a s perspect ivas d e l b l a nco se 1 4.cxd4 �b4 consideran l igeramente mejores.

1 1 .e4 ll:id7

En este t ipo de posiciones, con el a lfi l de rey blanco en d3 , la mejor opción para el negro suele ser desarrol lar su cabal lo a c6 . Por el contra rio , s i e l a lfi l ya está en fiancheto es preferible un desarrol lo humi lde como el de la part ida . Y es que tras 1 1 . . . ll:ic6 1 2 .d5 exd5 1 3 .exd5 ll:ia5 1 4 .ll:ie5 el b lanco sería capaz de crear un importante punto fuerte en d5.

1 2 .�f4

La forma más efectiva de desarrol lar el a lfi l . S i la tensión a lrededor del peón «C» se hubiera resue lto , entonces e l fiancheto ser ía m u y bueno para e l b lanco . S i ahora estuviera en b2, apuntaría tristemente hacia el peón de c3.

1 2 . . . ll:if6 1 3.'Wi'd3

Defendiendo el peón «e» y conectando torres.

1 3 . . . cxd4

El n e g ro l i b e ra la t e n s i ó n p o rq u e ve l a oportunidad d e tomar l a i n iciativa e n e l flanco de d a m a , a u n q u e el resto de l a p a rt i d a demostrará q u e esta in iciativa e s puramente tempora l . Aún así , la decisión del negro está j ust ificada por el a l iv io que le supone . S i h u b i e ra e s p e r a d o a 1 3 . . . J:k8 , e l b l a nco h u b ie ra desarmado e l pos ib le contraj uego negro m e d i a nte 1 4 . a 3 y T iv iakov te n d r ía dificu ltades para encontrar a lgún plan .

La i dea de la jugada anterior. Ahora 1 5 .l:e2 se encontraría con la desagradable 1 5 . . . a5, amenazando 16 . . . ..ta6 . Por el lo el blanco se ve obl igado a situar su cabal lo de forma algo pasiva .

1 5.ll:id2 l:!.c8 1 6.l:!.ac1

No debe perm i t i rse q u e la torre enemiga aterrice en c3 .

1 6 . . J:!.xc1

Esta j u g a d a d e tor re es e l i n i c io d e una característica maniobra . En sus comentarios para e l Informador Ajedrecístico 65, Anand sugiere la alternativa 1 6 . . . 'Wi'd7 . La intención es conectar las torres y dejar que el blanco decida sobre u n pos ib le camb io . Al mismo t iempo, el negro se prepara para l levar una torre a d8 y presionar el peón blanco «d» . La contrapartida de esta jugada es que permite al b lanco activarse con 1 7 . ..tg5, y el cabal lo de f6 no dispone de casi l las buenas; 1 7 . . . l:cd8 ser ía enérg icamente respond ida med iante 1 8 . d 5 , con i dea de 1 8 . . . exd 5 1 9 . e 5 ll:ie4 20 .�xd8, y ahora todas las compl icaciones favorecen a l blanco, por ejemplo : 20 . . . �xd2 2 1 .�xe4 o 20 . . . l:xd8 2 1 .ll:ixe4 �xe 1 22.ll:ig5, ganando .

1 7 .l:!.xc1 'Wi'a8

La idea de la jugada anterior. E l negro ataca el peón «e» y se prepara para luchar por la columna «C» .

130 CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

1 8.f3

Imprescind ib le . E l b lanco cierra la d iagonal de l alfi l enemigo, con la pega de que no podrá avanza r p ron to n i n g u n o d e s u s p e o n e s centrales.

18 . . . l:!.cS 1 9.tt::lc4 �a6 20.�f1

Movimientos habituales por parte de ambos bandos. Con la gran d iagonal bloqueada , los a lfi les buscan actividad en otra parte .

20 . . . l:!.dS

Con la transparente amenaza de capturar en d4.

21 .'WIVb3

La dama huye de las clavadas de torre y alfi l .

21 . . . �f8 22.�e3 .l:!.c8 23.l:!.c2

Ahora todos los intentos de clavada por parte del negro han sido rechazados y la posición parece estar en punto muerto. De momento , n inguno de los jugadores es capaz de crear amenazas y los peones están petrificados en sus casi l las . La situación del cabal lo b lanco es el factor más estabi l izador de la posición . E l b l a n co n o q u i e re ret i ra r l o , p u e s proporcionaría un juego fáci l a l negro después de cambiar dos piezas. Por otro lado, el negro no puede expu lsar lo dado q u e avanzar e l peón «b» debi l itaría seriamente su posición . Por l o t a n to , e l n e g ro d e b e e s p e r a r acontecimientos y la pregu nta clave e s qué

será capaz de hacer el blanco. Podría intentar avanzar sus peones de «g» y « h » , pero esto también debi l itaría su posición .

23 . . . 'WIVb7 24.�d3 'WIVe7

El negro pierde la paciencia . Es comprensible que qu iera l levar su dama a b4 para forzar un cambio e igualar por completo . Pero el blanco se lo hará pagar caro . H ubiera sido interesante ver cómo Anand hubiera intentado progresar después de u n a j u g a d a de espera como 24 . . J:tc? . El negro continuaría entonces con s u a ct i t u d de e s p e r a r a c o n tec i m i e ntos reti rando su dama a c8 , tras lo cua l la posición está virtualmente igualada.

25.'it'a4

T i v i a kov d e b i ó s u best i m a r esta s e n c i l l a jugada. Ahora n o puede reti rarse n i proteger su alfi l (25 . . . 'WIVb?? fracasa ante 26.tt::ld6) , por lo que no tiene más opción que cambiarlo por el caba l lo .

25 . . . �xc4 26 . .l:!.xc4

Con la ventaja de la pareja de alfi les, el blanco ya no tiene motivos para evitar un cambio de torres. 26.�xc4 hubiera permitido a l negro un ca m b i o d e d a m a s e n con d i c i o n e s relativamente favorables: 2 6 . . . 'WIVb4 27 .'WIVxb4 �xb4 , y si ahora el b lanco juega 28.�f2 , el n e g ro m e d i a n te 28 . . . b S 2 9 . � b 3 l::txc2+ 30.�xc2 �f8 podría intentar l legar a un final de piezas menores que sería relativamente bueno para é l .

CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 131

El negro pronto jugará a7-a6, tras lo cual su mayoría en el flanco de dama está intacta . Lo peor que le puede pasar es que el peón blanco de «a» sea cambiado por sus peones de «a» y « b » , lo que le dar ía buenas opciones de tablas. En la partida, el negro nunca será capaz de constru i r la estructura a6-b5 , porque el alfil enemigo d o m i n a l as cas i l l a s b l a ncas d e l flanco d e d a m a . Y d a d o q u e e l p e ó n se mantiene en a2, e l negro siempre tiene que contemplar la posib i l idad de que eventualmen­te el b lanco, en un remoto fina l , pueda crear un peón pasado en el flanco de dama. Mucho más tarde, en la partida , este tema aparecerá .

26 . . J:txc4 27 . .i.xc4

Anand no qu iere criticar esta jugada en sus com e n t a r i o s , p e ro otorg a un s i g n o d e exclamación a 27 .'i!fxc4 . Y e s cierto q u e es mucho mejor ; la textua l es el ú n ico error demostrable de Anand en esta larga partida .

27 . . . llldS

¿Es pos ib l e h a ber pasado esto por a l to? Anand e m p leó u n g o l pe s i m i l a r, t ras una apertura d istinta y con mucho materia l sobre el tablero , tres años y medio antes, y perd ió de i n m e d i ato . La p a rt i da e n cuest ión es Ka s p a rov-An a n d , D o rt m u n d 1 9 9 2 , q u e transcurrió d e l a s iguiente manera : 1 .lllf3 dS 2 .c4 c6 3 .d4 lllf6 4 .lllc3 dxc4 5 .a4 ..tfS 6 .e3 e6 7 . ..txc4 ..tb4 8 .0-0 0-0 9 .'i!fe2 lllbd7 1 0 .llleS l:te8 1 1 .�d 1 'i!fc7 1 2 .lllxd7 'i!fxd7 1 3 .f3 llld5 14 .llla2 ..tf8 1 5 .e4 ..tg6 1 6 .'i!fe 1

Y ahora el negro jugó 1 6 . . .fS?? , y tras 1 7 .exdS abandonó inmediatamente: 1 7 . . . exdS recibe la humi l lante répl ica 1 8 . ..te2 .

Volvamos a la partida . Si el b lanco hub iera jugado primero 27 .'i!fxc4 (en vez de 27 . ..txc4) , 27 . . . llldS hub iera s ido drásticamente refutada g rac ias a 2 8 . exdS exdS 29 .'i!fc 1 . Ahora el b lanco debe encontrar una casi l la adecuada para su alfi l para contrarrestar el emergente contrajuego negro.

28 . ..td2

La mejor ret i rada para e l a l fi l . En caso de 28 . ..tf2 el blanco hubiera perdido el control de l a s i m p o rta n tes ca s i l l a s c3 y b4 . E l inconveniente de esta j ugada e s q u e deja el peón «d» desproteg ido.

28 . . . lllf6

Una desafortunada reti rada que hace inúti l los esfuerzos anter iores del negro . Hab ía dos jugadas para i ntentar un contrajuego activo :

A) 28 . . . 'i!ff6 . La continuación más activa , con la que el negro fija su punto de mira en los peones «d» y «f» . Anand sugiere la variante : 29 . ..te2 lllb4 30 . .i.c3 a6 3 1 .'1o>g2! b5 32 .'i!fb3 lllc6 33 .dS , concluyendo que el blanco está c laramente mejor. Pero esta valoración no hace justicia a lo que sucede en el tablero . Tras 33 . . . llld4 34 . .i.xd4 'i!fxd4 35.dxe6 el blanco tiene una mayoría de peones ganadora en el flanco de rey. Si el negro evita el cambio de damas mediante 35 . . . ..tcS el blanco posee la enérgica répl ica 36.exf?+ 'iti>f8 37.'i!fe6.

132 CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

B) 28 . . . lllb4 ! . Anand no cita este movimiento de cabal lo . A simple vista parece que el negro no se salva , puesto que el cabal lo no tiene a dónde volver. Pero desde el punto de vista táctico está justificado. Es fundamental ver que 2 9 . a 3 es respo n d i d o m e d i a nte 29 . . . Wd 6 30 .i.c3 lllc6 , por lo que será mejor que el blanco se prepare de otra forma para el ataque en d4 . l ncluso entonces no puede evitar que el negro desarrol le suficiente actividad como para constru i r una buena defensa. E l intento más interesante es 29 .i.b5 para qu itar a la dama la casi l la c6 una vez se ha ido a d6 . La salvación reside en 29 . . . Wc? ! , pues 30 .i.xb4 se encuentra con 30 . . . Wc1 + 3 1 .�g2 Wb2+ .

29.�f1

Esta jugada recibe también una velada crítica de Anand . Es decir, cal ifica a la a lternativa 29.�f2 con un signo de exclamación . Pero hay un pequeño matiz. Tras 29 .Wf2 , la ru ptu ra 29 . . . e5 no resu lta posib le en vista de 30.dxe5 Wxe5 3 1 . W e 2 , y a h o ra 3 1 . . . W h 5 s e r í a respondido mediante 32.Wxa? Wxh2+ 33.�d3, y la an iqu i lación no se hará esperar. Por lo demás, no hay excesiva d iferencia en tener el rey en f1 o f2 , pues acabará igualmente en e2. Como mucho, podría decirse que la a lternativa 29.'it>f2 sería mejor desde un punto de vista práctico en caso de q u e el negro i ntente , desa stro s a m e n t e , c o n s eg u i r u n ac t i vo contrajuego.

29 . . . llleS

U n a vez m á s , el negro m a n iob ra con su caba l lo para i ntentar crear una sól ida l ínea defens iva . Su prob lema es que el cabal lo no podrá ocupar una fuerte cas i l l a defens iva como a5 (aunque esto le costara un peón al n e g r o , l o s a l f i l e s d e d i s t i n t o c o l o r l e p r o p o rc i o n a r í a n b u e n a s o p c i o n e s d e tab las ) . Ahora m ismo , e l b lanco ejerce u n completo control sobre el flanco de dama . A la l a rg a , su peón « a » va ldrá más que los dos peones negros del flanco de dama , y la p resenc ia d e d a m a s no l e perj u d i ca . Su dama se encuentra activamente situada , por lo que s iempre podrá i ntentar un cambio de damas que le favorezca .

30.i.d3 g6

U n a j u g a d a q u e ta rde o te m p ra n o es necesaria .

31 .�e2

En el verdadero esti lo de Karpov, e l b lanco refuerza su posición poco a poco .

31 . . . llld6

La cas i l la d6 no es la mejor para el cabal lo pero , por otro lado, entorpece los i ntentos de progreso del blanco.

32.i.f4

Amenazando para l izar la posición enemiga med ia nte 33 .Wc6. E l negro pod r ía ofrecer entonces un cambio de damas a través de 33 . . . W b ? , p e ro e n to n ce s el a l f i l b l a n co penetra r ía de forma d estructiva : 34 .Wxb? lllxb7 35 .i.b8 .

32 . . . Wc7

Una reacción a t iempo. Se mantiene a la dama b lanca lejos de c6 , m ientras que la negra a m e n a za i r a c3 e n c u a nto p u ed a . E n consecuencia, e l alfi l blanco se ve obl igado a retroceder.

CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 133

33.i.d2 'ike7 34.e5

U n a fo r m a r a d i c a l de p ro g r e s a r . E s t á j u st i f i c a d o a v a n z a r e l peón « e » p o rq u e o b l i g a a l c a b a l l o n e g ro a o c u p a r u n a pos ic ión pasiva .

34 . . . ll:if5 35.g4

La consecu enc ia d e l a j u g a d a p rev ia . E l caba l lo tendrá que volver a g 7 . E l blanco no tiene por qué preocuparse de las debi l idades de d5 y f4 causadas por el avance de sus pe o n e s : el ca b a l l o está d e m a s i a d o inmovil izado como para explotarlas.

35 . . . ll:ig7 36.�e1

Manteniendo la dama enemiga alejada de h4.

36 . . . 'ikc7

Un motivo recu rrente en esta part ida es s i ambos jugadores deberían cambiar damas y en q u é momento . E l n e g ro t iene aq u í l a posib i l idad d e forzar más o menos e l cambio med iante 36 . . . 'ika3 . E l blanco debe tomar la dama , pues de otro modo el negro generaría suficiente actividad como para forzar las tablas. Tras 37.'ikxa3 �xa3 el blanco debe proceder con c a u t e l a p a ra a u m e n t a r su ven taj a . E m peza n d o por 3 8 . � b 5 , p a ra m a n tener alejado a l cabal lo negro de la casi l la e3 tanto tiempo como sea posib le . Tras la continuación 38 . . . '1ti>f8 39.'1ti>d3 ll:ie8 40.�c6 ll:ic7 el blanco debe vig i lar nuevamente dónde pisa :

A) 4 1 . '1ti>e4 . Ev idente pero no demas iado bueno , ya que permite a l negro l iberarse en p a rte m e d i a nte 4 1 . . . ll:i a 6 ! , seg u i d o de 42 . . . ll:ib4.

B) 4 1 .'1ti>c4 . Esta jugada de rey también tiene sus i n conve n i e ntes , pues e l negro puede reforzar su defensa gracias a 4 1 . . . a6! , seguido de 42 . . . b5 . Se puede comparar esto con el comentario a la jugada 26 del blanco.

C) 4 1 .�d2 ! . Sólo esta humi lde y suti l jugada perm i t i rá al b l a n co a u mentar su ventaj a . Protege las casi l las e 3 y f4 , por l o que podrá responder a 4 1 . . . ll:id5 con 42.'1ti>c4 . Y 4 1 . . . a6 se e n c u e nt ra c o n l a ré p l i ca 4 2 . '1ti>e4 , aprovechando que el negro ya no puede usar la casi l la a6 para su cabal lo . S i el negro queda pasivo, el b lanco podrá avanzar sus peones « h » y «f» sin problemas.

37.'1ti>d1

Con la jugada del texto y la sigu iente, el blanco mantiene su mejor control de la posición .

37 . . . �e7 38.�d2 '1ti>f8 39.�e4 f6

El negro no puede esperar más. Tras 39 . . . ll:ie8, la respuesta 40 .i.c6 sería extremadamente desagradab le .

40.'ikc6

El momento adecuado para forzar el cambio de damas. 40.f4? hubiera sido un grave error, pues 40 . . . f5 daría nueva vida al cabal lo negro.

134 CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

40 . . . 'it'xc6 41 . .txc6

El i n ic io de u n a n u eva fa se . La pos ic ión todavía está semicerra d a , l o q u e hace l a victoria aún más d ifíci l . Como antes , e l mayor problema del negro es que no puede l levar su cabal lo al flanco de dama .

41 . . . lllea 42.�h6+ lllg7

Necesario, por desgracia , pues tras 42 . . . 'it>f7 el blanco real izaría la ruptura ganadora 43.d5 . Anand también ind icó que 43 . . . lllg? 44.d6 �d8 45.f4 , favorece claramente a l b lanco. Y una vez más Anand se queda corto valorando la posición . E l b lanco tiene una poderosa masa de peones bien proteg ida , su pareja de a lfi les domina el tablero y no hay defensa aparente contra la marcha del rey hacia a6. Uno puede entender la cautela de Anand : debe ser un i n menso p lacer para e l b la nco expri m i r la posición a l máximo s in importar lo más m ín imo en qué momento está efectivamente ganada. Lo que importa será el proceso en el que una gran ventaja se convierte en victoria .

43.�e2

En ausencia de damas, es hora de que el rey blanco se una a la lucha.

43 .• . 'it>f7 44.�e3

El b l a nco d e b e esta r ate nto . El n e g ro a m e n a z a b a fo rza r e l ca m b i o d e a l f i l e s mediante 4 4 . . . g 5 , seguido de 45 . . . 'it>g6 .

44 . . .fxe5

Antes de l levar su cabal lo a e8, el negro l i bera la tensión . Tras 44 . . . llle8 el b lanco volvería a d isponer del pel igroso avance 45.d5.

45.dxe5 llle8 46.f4

El inconveniente del cambio en e5 es que ha proporc ionado a l b lanco u n p lan concreto: intentará conseguir un peón pasado en «e» , s in que el negro pueda movil izar su mayoría mucho más a l lá .

46 . . . lllc7 47.'it>f3 llla6

El m i s m o p l a n q u e en la va r i a nte A de l comentar io a l a j u g a d a 36 d e l negro . La s i tuac ión es c laramente favora b le para el b lanco.

48.�b5

El blanco juega su a lfi l a c4 para proteger el peón «a» y asediar a l peón «e» del riva l .

48 . . . lllb4 49.�c4 lllc6

Las negras no ten ían t iempo para 49 . . . lllc2 , ya q u e el b la nco h u b iera a p rovechado la oportun idad para avanzar su peón «f» . Esto sign ifica que deben expulsar el a lfi l b lanco de rey de la diagonal a2-g8 tan pronto como le sea posib le .

50.'it>e4 llla5 51 .�a6

Una i magen cu riosa . E l cabal lo de a5 está controlado casi por completo y sólo d ispone de la casi l la c6 para volver. No hace falta decir

CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 135

q u e el n e g ro h u b i era j u g a d o 5 1 . . . lL:i b 7 a cua l q u i e r otra j ugada d e a l fi l , para poder acceder a la vita l casi l la c5 .

51 . . . ..tcs

La desaparición de las damas ha i ntroducido el s igu iente motivo en la posición . En estas ci rcunstancias, el negro busca el cambio .

52.il..d2

Pero el b lanco no está interesado, todavía . Sería curioso saber si el cambio en c5 hubiera conducido a la victoria . Anand proporciona la s i gu iente var iante : 52 . ..txc5 bxc5 53 . ..tb5 ( instructivo : con los alfi les sobre e l tablero, b7 era una de l as casi l las que el alfi l de rey blanco debía proteger s in n inguna duda. Ahora , con un peón negro en c5 , la casi l la c6 es débi l ) 53 . . . 'it>e7 54 . h4 'it>d8 55.g5 'it>c7 56 .il..e8 lL:ic6 57 .il..f? 'it>d7, y el negro se salva porque el alfi l es cazado después de capturar el peón « h » .

Habría dos cosas q u e decir respecto a esta variante :

A ) En la jugada 5 5 , el b lanco puede jugar 55.f5 para forzar la creación de u n peón pasado que no sería fáci l de detener. Tras 55 . . . gxf5+ 56 .gxf5 exf5+ 57.'it>xf5 el negro debe jugar con extrema precisión , como puede verse en :

A1 ) 5 7 . . . 'it>e7 5 8 . 'it> e4 'it>e6 (58 . . . c4 es res pond ido med i a nte 59. 'it>dS c3 60. il.. d3, controlando la posición) 59.il..f1 c4 60.il..h3+ '1ti>e7 6 1 .il..f5 h6 62.'it>d5 c3 63.'it>c5, y el blanco gana por un t iempo: 63 . . . lL:ib7+ 64 .Wd4 lL:id8 65 . '1ti>xc3 lL:ic6 6 6 . e 6 lL:i d 8 6 7 . 'it> c4 lL:ixe6 68.il..xe6 @xe6 69 .Wb5 , y en la carrera de peones exteriores, el b lanco es el primero que corona .

A2) 57 . . . c4 ! 58.'it>f6 c3 59.e6 c2 , y surge un final imposible de ganar de dama y a lfi l contra dama y cabal lo .

B) Si el b lanco se decanta por el p lan con g4-g5, el negro no tiene que poner su rey en c7. Puede quedarse en d8 o e7 . Por supuesto , queda claro que el negro qu iere volver con su

cabal lo a c6 si el b lanco intenta h4-h5, pero esto sucederá automáticamente puesto que el a lfi l deberá ser reti rado a e2 , por ejemplo: 56 .il..e2 lL:ic6 57 .h5 gxh5 (el negro no debe permitir que e l peón « h » avance más, pues d e b i l i t a r í a d e m a s i a d o g 6 ) 5 8 . il..x h 5 lL:ie7 59.il..g4 Wd7 , y el b lanco no progresa .

No hay más planes que el negro deba temer. Si el rey se d i rige a c4 para penetrar en las defensas negras, habrá tiempo suficiente para que el negro sitúe el suyo en c7.

52 . . . lL:ic6 53.f5

El b lanco fina lmente logra un peón pasado, aunque aún estamos a media partida .

53 . . . gxf5+ 54.gxf5 exf5+ 55.@xf5 lL:ie7+

No hace fa lta decir que es obl igatorio hacer retroceder a l rey blanco.

56.'it>e4 'it>g6

A pesar del peón pasado creado por el blanco, la l ínea defensiva del negro es bastante sól ida . El caba l lo y el a lfi l impiden el acceso por el centro , m ientras q u e su p rop io rey i ntenta impedir que el monarca riva l entre por el flanco de rey.

Aqu í se in icia una larga fase de maniobras en la que el blanco mejorará poco a poco, pero con fi rmeza , la posición de sus piezas.

57.il..b5 @f? 58 . ..tg5 ..ta3 59.il..c4+ '1ti>g6 60.il..f6 il..b4 61 .'it>f4 h6

136 CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

El primer pequeño éxito del b lanco . E l negro debe avanzar una cas i l la su peón « h » para proteger g5 .

62.�e4 i.a3 63.i.h4 .i.c5 64 . .i.g3

El b lanco va a d iseñar un p lan para hacer retroceder a l rey negro . Lo primero es l levar su propio rey a g4.

64 ... '1tg7 65.'1tf4 '1tg6 66 . .i.d3+ '1tg7 67.�g4 .i.e3 68 . .i.h4 �f7 69 . .i.c4+ '1tf8

No hay más remedio que retroceder.

70.i.f6

Manteniendo al rey en f8 . Debió ser una tortura para el negro tener que defender esta posición durante decenas de jugadas.

E l ún ico consuelo para Tiv iakov es que la partida ha entrado en su fase fi na l , así que no sufri ría durante más de 60 minutos .

70 . . . .i.d4 71 .'1tf4

Ahora que el rey negro ha s ido ob l igado a retroceder, el blanco centra l iza el suyo.

71 .. . .i.b2 72.'1te4 .i.a3

Si el negro hub iera manten ido su alfi l en la g ra n d i a g o n a l m e d i a n te , por ej e m p l o , 7 2 . . . i.c3 , e l b l a n co cont i n u a r ía 7 3 . i. h 4 , seguido d e 74 .e6 y 7 5 . .i.g3.

E n e l m o m e nto o p o rtu n o , l a s b l a n c a s

propondrán e l cambio d e l alfi l .

73.e6 .i.d6 7 4 . .i.e5

Es hora de cambiar alfi les, tras lo cual el rey b lanco accederá s in problemas al flanco de dama.

74 . . . .i.xe5

El negro debe aceptar. Después de 74 . . . .i.c5 el blanco jugaría de la siguiente manera para c o n s e g u i r ven taj a g a n a d o ra : 7 5 . .i. b 5 (preparando 76 . .i. b 8 . L a i n mediata 7 5 . .i.bB h u b ie ra perm i t ido a l negro l a pos i b i l i dad 75 . . . llic6) 75 . . . '1tg8 76 . .i.b8 a5 77 . .i.e5, seguido de 78 . .i.d4, y dado que el peón negro de «b» está condenado, el cambio de alfi les es una sab ia decis ión .

75.'1txe5 '1tg7 76 . .i.d3

El blanco no tiene prisa por penetrar y primero refuerza más su posición .

7 6 . . . llicS 77.a4 llie7 7 8 . .i.b5 llic8 7 9 . .i.a6 llie7 80.i.d3 llic8 81 . .i.a6 llie7 82.'1td6

Por fin .

8 2 . . . '1tf6 8 3 . .i.c4 llif5+ 84.'1td7 llie7 85.'1tc7 '1te5 86 . .i.b3

Técn ica superior. Con esta pequeña jugada profi láctica , el b lanco protege su a lfi l contra futuros ataques por parte del rey enemigo. El monarca blanco ejerce un gran control en c7. Por un lado, real iza la función del alfi l en la

CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 13 7

d iagona l f1 -a6 de ma ntener en jaque a la pareja de peones negra . Por otro , ob l iga a l rey negro a quedarse q u ieto , pu esto que 86 . . . Wd4 perdería de inmediato por 87.�d7.

86 . . . lt:lf5 87.Wb7 Wd6 88.Wxa7 Wc7 89.Wa6

Ahora que el blanco finalmente ha ganado un

1 00 ... we7 1 01 .a5 lt:lxe6 1 02.Wxb6

Y c ierta mente no 1 02 . Jtxe6?? en vista de 1 02 . . . bxa5 , y tablas.

1 02 . . . lt:lf4 1 03.a6 lt:ld5+ 1 04.Wb7 Wd8 1 05.a7 lt:lc7 1 06.Jtf1 Wd7 1 07.�e2

peón , e l resto es simple cuestión de técn ica . El negro abandona. Primero central izará el rey y después decid irá en qué flanco penetra . [1 : O]

89 . . . Wc6 90.1'.d1 lt:le7 91 .Jtf3+ Wc7 92.Wb5 lt:lf5 93.Jtg4 lt:ld6+

E l ú l t i m o s i g n o d e i n terrogac ión en los comentarios de Anand. Sugiere que 93 . . . lt:le7 ofrece más defensa , con la variante 94 .Wc4 Wd6 95.Wd4 h5. Pero también en este caso el blanco gana fác i l me nte med ia nte 96 .Jtxh5 Wxe6 97 .Jtg4+ Wf7 98.Jtd 7 ! . E l caba l lo está bajo control , por lo que nunca tendrá la más mínima posibi l idad de atacar el peón blanco de «e» .

94.Wb4 'Ot>d8 95.'0t>c3

No resu lta compl icado hacer caer las últ imas defensas del negro .

95 . . . We7 96.Wd4 lt:lb7 97.Wc4

La i nvas ión v ía b5 o d 5 ya no puede ser evitada .

97 . . . Wd6 98.'0t>b5 lt:lc5 99 .h4 h5 1 00.1'.h3

La ú lt ima situación de Zugzwang. El negro debe entregar su peón « b » .

P o r s u p u e sto , re s u l ta d i f í c i l i n d i ca r exactamente en qué momento de la larga fase de man iobras el d efensor cometió el error decisivo . Con franqueza, creo que suced ió tan pronto como en la jugada 24.A partir de aqu í fue cuestión de técn ica de la máxima cal idad .

20.- Leko-Topalov

Torneo de Candidatos , Dortmund 2002

Defensa Sici l iana [842)

De entre las partidas recientes, la presente es el ejemplo más perfecto de la superioridad de la pareja de alfi les. Al principio, la posición está semicerrada y el negro parece estar bien . Pero debido a su juego dubitativo, el blanco le plantea constantes dificultades para activar sus piezas.

No hace fa lta decir que en enfrentamientos a cuatro part idas por el Campeonato Mundial , la tensión es enorme. Leko consiguió controlar sus nervios claramente , no en vano porque s i e m p re n a v e g a p o r a g u a s p u ra m e nte pos ic io n a l e s . Ta m b i é n estuvo lo suf ic ien­temente atento como para controlar todas las compl icaciones tácticas que surgieron en cada una de las bata l las . Si Topalov hubiera logrado mantener sus nervios bajo control , la partida seg u ramente h u b iera concl u ido en ta b las . I ncluso entonces, la hubiera inclu ido en este l i b ro como un ejemp lo c lás ico de cómo la pareja de alfi les puede ser mantenida a raya en situaciones compl icadas.

1 .e4 c5 2.lt:lf3 e6 3.d4 cxd4 4.ltJxd4 ltJf6 5.lt:lc3 lt:lc6 6.lt:lxc6

138 CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

Leko no qu iere l legar a la var iante pr inc ipa l con 6 .ll:idb5 . Resu lta i nteresante especu la r con lo que Topalov h u b iera hecho en ese caso : ¿ h u b i e ra o p t a d o p o r la d e fe n s a estre l la del panorama actu a l , l a Sveshn i kov con 6 . . . d6 , o por la pasada de moda 6 . . . .tb4 , q u e y a h a b ía emp leado contra Kra m n i k y contra m í e n Wij k a a n Zee 2 0 0 0 y 2002 respec t i v a m e n t e , p a ra c o n s e g u i r con re lativa faci l idad unas tab las?

Un deta l le curioso es que ambos jugadores ya hab ían ten i do esta m i s m a pos ic ión u n año antes , pero con colores cambiados . Fue e n una p a rt i d a act iva en D u b a i , c u y o s p r i m e ros 1 5 mov i m i en tos co i n c i d e n c o n ésta .

6 . . . bxc6 7.e5 ll:id5 8 .ll:ie4 .tb7

La j u g a d a m o d e rn a . El n e g ro desar ro l l a tranqu i lamente su a lfi l de d a m a y decide n o forzar e l avance f2-f4 mediante 8 . . . it'c7 .

9.i.e2

También el blanco desarrol la sus piezas con tranqu i l idad . La suti leza de la textua l es que 9 . . . it'c7 1 0 . ll:id6+ i.xd6 1 1 . exd6 it'xd6 no funciona en vista de 1 2 .c4 it'b4+ 1 3 . .td2, y el blanco gana pieza .

9 . . . c5

El negro no sólo abre la gran d iagonal para su alfi l de dama, s ino que también l i bera la casi l la c6 para la dama.

1 0 .0-0 it'c7 1 1 .llld6+

No era tan bueno 1 1 .f4 en vista de 1 1 . . . c4 , y el negro d isfruta de una cómoda partida gracias a su cabal lo centra l izado.

1 1 . . . .txd6 1 2.exd6 it'c6

La idea de la jugada 9. Empezamos a ver cómo la posición temática cobra forma .

1 3 .f3

Con esta jugada de peón, el b lanco neutral iza l a bater ía e n e m i g a a lo l a rgo d e l a g ra n d iagona l .

1 3 . . . c4

Preparando el cambio de su peón «C» por el peón «d» blanco .

1 4.it'd4 0-0 1 5 . .txc4 l:l.fc8

Esto se cons idera más preciso que tomar d i recta m e nte en d6 , como s u ced ió e n la anteriormente citada part ida Topa lov-Leko . Tras 1 5 . . . it'xd6 el blanco podrá evitar, por el momento, el cambio de damas con la sut i l 1 6 .l:l.f2 ! . Tras la continuación 16 . . . it'b6 1 7 .it'h4 l:tac8 1 8 . b3 ll:ie3 1 9 .i.d3 ll:if5 20 .it'f4 it'd4 2 1 .it'xd4 ll:ixd4 22 . .te3 ll:ic6 23 . ..tcS l:l.fe8 24 . .td6 ! el b la nco d i spone de u n a só l i da ventaja .

1 6.b3 it'xd6 17 .l:l.f2 1

Leko sigue los pasos de su riva l . En la actual situación , esta jugada de torre es suficiente para asegurar al b lanco una pequeña pero duradera ventaja . En el s igu iente torneo activo de D u ba i , Leko h a b ía j ugado la ev ide nte 1 7 . .tb2 contra Grischuk , pero con la correcta -desde el punto de vista táctico y estratég ico-1 7 . . . e 5 ! e l n e g ro se h a b ía l i be r a d o por completo . La idea es que tras 1 8 .it'xeS it'xe5 1 9 . ..txeS el negro d ispone de 1 9 . . . ll:ie3 .

CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 139

1 7 . . . 'ii'b6

La novedad de Leko no debió ser una gran sorpresa para Topa lov, pues respond ió a l toque. E l negro fuerza e l cambio d e damas en cond iciones más favorables que en la partida activa , en la que e l gran maestro bú lgaro conducía las piezas blancas.

1 8 . ..tb2 'ii'xd4 1 9 . ..txd4

E n s u s comenta r i os p a ra el Inform a dor Ajedrecístico Leko valora la posición blanca como l igeramente mejor, una valoración con la que estoy de acuerdo. E l negro controlará el centro , pero el b lanco tiene la posib i l idad de real izar la ruptura c2-c4 en a lgún momento (o c3-c4 , como veremos más tarde en l a partida) . Ahora el radio de acción de la pareja de alfi les podría aumentar considerablemente si el negro comete alguna imprecisión .

1 9 . . . lbb4

Topalov real izó ésta y las s iguientes jugadas igual de rápido. Llevará su cabal lo a c6 y de esta forma dej a e l ca m i n o l i bre para sus peones centrales.

20.c3 d5 21 . ..tf1

El b lanco reti ra su alfi l , obviamente. Qu iere mantener la ventaja de la pareja .

21 . . . lLJc6 22 . ..te3

El otro a lfi l también es proteg ido contra u n posible intento de cambio.

22 . . . lLJe7

Una jugada no muy buena. E l cabal lo había encontrado una buena casi l la para oponerse al avance enemigo c3-c4 . Ahora el blanco, tras a l g u nos preparat ivos , puede rea l izar este avance con gran fuerza. Algunas a lternativas eran :

A) 22 . . . aS (suger ida por Leko) 23 .a4 ! ..ta6 24 . ..tbS, con ventaja para el b lanco, porque será d ifícil expulsar a l alfi l de rey blanco de su posición .

B) 22 . . . e5 23 .f4 ! d4 24 .cxd4 exd4 25 . ..td2, con c la ra ventaj a para el b lanco . En posic ión a b i e rta , l a pa rej a d e a l f i l e s e m peza rá a funcionar a pleno rend imiento .

C) 22 . . . J:!.d8 . La mejor opción para el negro, desde m i punto de vista . S itúa la torre en la col umna « d » para poder responder s iempre a c3-c4 con d 5-d4 y, si es pos ib le , i ntentar este ava n ce por s í m i s m o s i l a s i tuac ión ca m b i a .

23J:tc 1

L a j u g a d a m á s p re c i s a . To pa lov ta l vez esperaba 23.J:k2, tras lo cual podría haberse activado gracias a 23 . . . lLJfS 24 . ..tf2 e5.

23 . . . a5

El negro decide avanzar igualmente el peón « a » . En estas c i rcunstanc ias , la a lternativa 23 . . . lLJf5 no era efectiva en vista de 24 . ..tf4 f6 25 . ..td3 , y la pareja de a lfi les contro lará el tab lero .

24JUc2

Preparando mejor e l avance crucia l . 24 .c4 d i recta m e nte e ra p ro b l e m át ico deb ido a 24 . . . lLJfS 25 . ..tf4 ..ta6 , y el negro cons igue contrajuego. Tras la jugada del texto , el blanco está en condiciones de responder a 24 . . . lLJfS con 25 . ..tf2 .

140 CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

24 . . . es

El negro decide crear un fuerte centro para poder responder en cond iciones al avance del peón «C» .

La alternativa era 24 . . . i.a6, t ras lo cua l e l b lanco jugaría 25 .c4 . Después de u n cambio mas ivo en c4 med ia nte 25 . . . dxc4 26 . i.xc4 i.xc4 2 7 J:txc4 l:!.xc4 2 8 . l:!.xc4 el b l a n c o estaría c laramente mejor seg ú n Leko. Esta va lorac ión puede res u l tar sorprendente a s imp le v i sta , puesto q u e e l n e g ro puede c o n s e g u i r un c a b a l l o f u e rte m e n t e c e n t ra l i z a d o m e d i a n te 2 8 . . . lLi d 5 . P e ro entonces e l b l a n co j u e g a tra n q u i l a m e nte 29.i.d2, tras lo cual e l peón neg ro de « a » q u e d a i rre med i a b l e m e nte d é b i l , m i e ntras que los peones b lancos de l flanco de dama son i nm unes a cua lqu ier ataq ue . S i e l peón hu biera estado en a6, la ventaja del b lanco hub iera s ido m i n úscu la .

25.c4

Leko sabiamente decide no perder t iempo. Ha valorado correctamente que no debe temer e l avance de l peón « d » .

25 . . .f6

Y el negro duda . La textual no debía ser la intención de la jugada previa , como tampoco es ca racte r í s t i ca d e To p a l ov, q u i e n normalmente busca un juego activo .

La variante clave era 25 . . . d4 26.i.f2 lLic6 .Tras 27 . a 3 f5 Leko proporc iona l as s i g u ie ntes variantes:

A) 28 .b4 axb4 29 . axb4 , y ahora e l ava nce 29 . . . e4 no funciona por motivos tácticos . Tras 30.fxe4 fxe4 3 1 .b5 e3 32.i.g3! lLib4 33 .l:l.b2 lb a 2 34 . l:t a 1 lLic3 3 5 J:tx a 8 , seg u i d o d e 36.i.e5, permite imponerse a l blanco. Pero el negro d ispone de un recurso envenenado en forma de 29 . . . d 3 ! Ataca ndo la torre en el momento justo , puede mantener sus peones centrales en sus posiciones avanzadas, pues c u a l q u i e r mov i m i e n to de to rre s e rá respond ido med ia nte 30 . . . e4 . La pos ic ión resu ltante es d ifícil de valorar, pues el alfi l de rey blanco ha perdido su actividad .

B) 28 .i.d3 ! . Gracias a esta sut i l jugada e l b lanco mant iene el control . La justificación táctica reside en 28 . . . e4 29.fxe4 lLie5 30 .l:!.d2 fxe4 3 1 . i.xe4 ! i.xe4 3 2 . l:!.e 1 , y el b l a nco recupera l a p ieza con g ra n ventaj a . Esto s i g n if ica q u e e l negro deber ía i ntenta r l a modesta 28 . . . g6 , tras la que el blanco puede aumentar la presión por medio de 29.l:!.e 1 .

26.cxdS l:!.xc2 27.l:l.xc2 lLixd5 28.i.d2

Abriendo fuego contra el peón «a» . Ahora el negro explota el hecho de que la torre blanca todavía no está en c4 .

28 . . . a4

La ún ica opción del negro .

CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 141

29. bxa4

Un decisión comprensible a n ivel práctico. El b lanco abre la posición para dar vida a su pareja de alfi les. Aún así, el resto de la part ida demuestra que es d if íc i l i m poner e l peón pasado recién creado . En sus comentarios, Leko ind ica que la jugada del texto no es mala en sí m isma, pero considera que el b lanco estaría claramente mejor después de 29 .b4 , debido a la debi l idad de l peón «a» . As í habla el jugador práctico.

Es bastante probable que el avance del peón «b» sea más fuerte que la jugada del texto , especia lmente si el blanco pud iera continuar con a2-a3 para dar v ía l i bre a la pareja de a lfi les. Este es el motivo por el que, dadas las circunstancias, 29 . . . a3 sea probablemente la mejor opción del negro, lo que le permit ir ía albergar la esperanza de constru ir una buena l ínea defensiva . Tras 30Jk5 'Wt>f8 3 1 ._j_c4 l:[d8 estar ía en cond ic iones de evita r cua lqu ie r amenaza d i recta y no creo que la ventaja del blanco sea mayor que después de la textua l .

29 . . . nxa4 30._j_b5 naa 31 .a4 'Wt>f8 32.a5 _j_a6

El negro se defiende b i e n . Ahora q u e h a acercado e l rey al centro, ofrece un cambio de a l f i l e s . T ras la a l te r n a t i v a 32 . . . � e 7 se encontraría i n mediatamente en prob lemas , pues e l b la nco d ispondr ía de la poderosa 33._j_d3 ! . 33 . . . h6 sería respondida entonces med ia nte 34 ._j_e4 , con u n a desagradab le c l a v a d a a l o l a rg o d e l a g ra n d i a g o n a l ,

mientras que 3 3 . . . g 6 tiene s u adecuada répl ica en 34.l:[b2 .

33 . .ta4

El blanco mantiene la pareja de alfi les, pues un cambio en a6 le dejaría con pocos recursos p a ra i n i c i a r u n a s a l to d i recto contra l as defensas negras.

33 . . . �b8

Topalov está en su elemento. Activa su torre s in permitir que la b lanca entre en su posición .

34.'1t>f2 nb1 35.nc1 l:r.b2

El n e g ro rechaza el ca m b i o de torres , confiando en que un contrajuego activo le dé más opciones que un final en el que la pareja de a lfi les l legará a dominar.

36.l:[c2 l:[b1

S u pos ic ión ser ía bastante precar ia tras 36 . . . nxc2 37 ._j_xc2 h6 38._j_b3 ! , porque su rey no está preparado para defender a su caballo centra l izado.

37.'Wt>g3

La ún ica forma de luchar por la victoria . El rey b l a nco se expone l i ge r a m e n t e , pero l as p i ez a s n e g ra s n o t i e n e n su f i c i en te coord inación para explotar este hecho. Ahora el juego se agudiza .

37 . . . l"De7 38._j_d7

142 CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

No sólo evitando el jaque en f5 , s ino también amenazando 39 . .te6 .

38 . . . �f7 39.l:tc7

Este movimiento de torre es posible ahora que el rey blanco ha abandonado la segunda fi la .

39 . . . l:b2 40 . .tc3

40 . . . .l:.a2?

La famosa jugada 40. Topalov mantiene las esperanzas de activar sus piezas y pierde la últ ima oportunidad de cambiar torres. 40 . . . ll:id5 era la m ej o r o p c i ó n d e l n e g ro . E n esta situación , las pos ib i l idades de sobrevivir en un final de pareja de a lfi les contra alf i l y cabal lo hub ieran s ido mayores que cuatro jugadas antes . Tras 4 1 . .txb2 ll:ixc7 el b lanco puede intentar romper e l frente de peones negros med i a nte 4 2 . f4 , pe ro h u b i e ra te n i d o s u s inconvenientes en vista de 4 2 . . . exf4+ 43.�xf4 ..ib7 ! . El problema es que después de 44.g3 ll:id5+ su rey no estaría en una buena casi l la , de modo que se vería obl igado a jugar 44.g4. Entonces el problema sería que los peones del flanco de rey ser ían cam biados a ntes , dejando pocas posib i l idades de victoria . Por ello, 42 . .ta3, para mantener a lejado a l rey negro, sería la mejor jugada del blanco. Esto le concede a lgunas posib i l idades prácticas, aunque resu lta d ifícil ver cómo podría penetrar su rey eventualmente .

41 . .th3!

¡ Una jugada fuera de ser ie ! E l blanco refuta 4 1 . . . .tf1 , y su pri ncipal amenaza es 42 . ..ib4 .

41 . . . l:a4 42.J:la7 ..ib5 4 3 . ..if5!

Es hora de activar de nuevo el alfi l de rey.

43 . . . h5 44.h4

Con su poderosa pareja de a lfi les y la torre en la sépti ma fi l a , e l b lanco ejerce u n terrib le control de la posición .

44 . . . �fS

Una trampa posicional . Si el blanco juega la ev idente 4 5 . .te6 , e l negro se saca d e la manga 45 . . . ll:ig6, con contrajuego.

45.l:taS+ �f7 46 . .tc2

Mediante un juego sistemático obl iga a l negro a ponerse cada vez más a la defensiva .

46 . . . l:f4

Topalov acepta su destino. La pareja de a lfi les es demasiado fuerte . Sus esperanzas residen en un final de torre y a lfi l (y 3 peones) contra torre y 4 peones, que podría provocar ciertos quebraderos de cabeza técn icos al blanco.

47 . a 6 .tc6 4 8 . l:t d S ll:if5+ 49 . ..ixf5 l:txf5 50 . .l:.cS .td5 51 .a7

Una jugada apresurada . En sus comentarios, Leko ind ica que 51 . .l:.c5 .ta8 52 . .td2! es más fuerte . E l b lanco primero deja a la torre negra

CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 143

fuera de juego. Después de esto , el peón «a» podrá avanzar tranqu i lamente .

51 . . . .l:if4

Ahora el blanco sólo tiene por delante un mero trabajo técn ico.

52.a8'i!V ..txa8 53.l:l.xa8

Este fi nal está perdido para el negro por culpa de su v u l n e ra b l e peón « g » . El b l a n co consegu i rá l legar a un final de peones ganado. Cabe destacar que el fina l de torre + alf i l de rey + tres peones contra torre + cuatro peones (e6, fl , g6 ,h7) no se gana fáci lmente , puesto que no hay transición a un final de peones a la vista y el blanco podría temer un cambio de torres dado que podría quedarse con su peón «h» y el alfi l malo .

53 .•. l:tc4 54.i.d2 'it>g6 55.l:.a7

El blanco conquista la séptima fi la . Ahora todo lo que tiene que hacer es l levar su a lfi l a f8 .

55 . . . .l:id4 56.i.e3 l:.c4

Proteg iendo la casi l la c5.

57.l:.b7 l:.c3 58 . ..td2 l:k2

Una vez más, e l a lfi l no t iene acceso a b4, esta vez debido a 59 . ..tb4 l:.b2, y el b lanco pierde tiempo por la clavada sobre el alfi l .

59 . .tas l:.a2 60 . ..tda l:l.a8 61 . ..tb6

El b l a n co p rogresa con len t i tud pero con seg u ridad .

61 . . . :ca 62.l:l.c7 l:tb8

Tras el cambio de torres, la posición del negro sería i nsosten ib le .

63 . ..tcs .l:ie8 64.'it>f2

Con la torre negra condenada a la pasividad , el b lanco tiene t iempo de trabajar en su plan ganador.

64 . . . l:l.h8 65.'iii>e3 l:ta8 66.'iii>d3 .l:ia4

La actividad del negro es un espej ismo.

67.g3

Ahora la torre negra debe retroceder de nuevo .

67 . . . l:l.a8 68.'iii>e4 l:l.h8 69.'iii>d5 .l:l.d8+ 70.'it>e6 .l:ia8 71 .i.d6 .l:ie8+ 72 . ..te7 l:l.a8 73.l:l.b7 l:l.a6+ 74 . ..td6 :as 75.f4!

Con el rey blanco infi ltrándose en las l íneas enemigas, es hora de l levar a cabo la ejecución .

75 . . . exf4 76.gxf4 .l:ia6 77 . .l:id7 .l:ta8 78.f5+ 'iii>h7 79.'iii>f7

Acaba la marcha del rey. La cas i l la f8 está disponib le para el alfi l .

79 . . . l:l.a4 80 • ..tf8 l:l.g4

144 CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

81 . ..ixg7

E l negro abandon a . S i captu ra e l a l fi l , el blanco ganará el fina l de peones.

[1 : O]

21 .- Short - Polgar

Torneo I nternacional Budapest 2003

Defensa Sici l iana [892)

En muchas l íneas de la Sic i l iana Abierta , el negro cede la casi l la d5 mediante el avance e7-e5 (a veces e6-e5) para conseg u i r u n activo juego de piezas . Además, a menudo cons igue la igua ldad s i puede camb ia r su peón retrasado med iante e l avance d6-d 5 . Pero s i n duda h a y excepciones a esta reg la . En la presenta partida, Short permite el avance l iberador con la creencia de que le perm iti rá l legar a un final favorable para é l . La partida tiene un i nteresante desenlace, descrito por Short en New In Chess (2003/n°4) .

Anteriormente, en ese mismo torneo, Gelfand tuvo la misma posición que Jud it , conduciendo también las piezas negras ante Short . Tras una l a rga reflex ión , dec id ió p resc i nd i r de l avance « l i berador» . Short ganó la part id a . Cuando entró en e l comedor aquel la noche, se e n con t ró con el g ra n m a estro c h eco Movsesian , que le preguntó con una sonrisa q u é h u b i e ra h e c h o tras 1 1 . . . d 5 . D i o por sentado que el i nglés se hubiera conformado

con ta b l a s . S i n neces i d a d de ta b l e ro ana l izaron las consecuencias de la jugada negra y l legaron a la conclus ión de que el blanco estaría mejor en todas las variantes . Estos anál is is durante la cena pueden ser una excelente preparación . En la partida , Jud it se defendió bastante bien tras una imprecisión del blanco, pero con l igeros apuros de tiempo fue desbordada, y a l final el b lanco consiguió la victoria gracias a un juego suti l , apoyado por temas de Zugzwang.

1 .e4 es 2.ll:if3 d6 3.d4 cxd4 4.ll:ixd4 ll:if6 S.ll:ic3 a6 6 . ..ie2 es

E v i ta n d o l a s t í p i ca s v a r i a n tes de l a Scheveningen y buscando contrajuego e n el centro .

7.ll:ib3 ..ie7 8.0-0 0-0 9.'it>h1

Una buena -y relativamente nueva- jugada de e s p e ra . L a seg u n d a e d i c i ó n de Chess Encyclopedia no la menciona , a pesar de que cita cinco posibles alternativas (9 .a4 , 9 .'ird3, 9 . ..ig5, 9 . ..ie3 y 9 . f4 ) . Las dos ú lt imas son bastante jugables. Aún así , la jugada del texto es preferible en vista de ciertas suti lezas, una de las cuales se verá en esta partida .

9 . . . ll:ic6

E l n e g ro ta m b i é n d i s po n ía de d i ve rs a s opciones ahora :

A) 9 . . . ..ie6 . D u ra n te a ñ o s ésta e ra l a cont i n uac ión ha b i tua l , con l a i ntenc ión d e prosegu i r después d e 1 0 .f4 'it'c7 . En Short­Gelfa n d , Amsterdam VSB 1 996 , e l b la nco demostró que 1 1 .f5 i.c4 1 2 .g4! le garantiza

CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 145

un fuerte ataque, siendo la jugada 9 del blanco muy úti l en este sentido.

B) 9 . . . b 5 . Este a v a n ce es l i g e ra m ente prematuro . La práctica demuestra que tras 1 0 .a4 .tb7 1 1 .llJd5! el b lanco estará mejor.

C) 9 . . . b6 . Esta humi lde jugada es lo mejor para el negro . Se prepara para fianchetar su alfi l de dama, retrasando la activa b6-b5 para otro momento de la partida . Sería interesante ver lo que Short , un especia l ista en esta l ínea , ten ía planeado contra esto .

1 0 .i.e3

Ahora que el negro ha desarrol lado su cabal lo de dama a c6 , éste es el tratamiento correcto desde un punto de vista posiciona l .

10 . . . .te6 1 1 .'ii'd2 d5

Este es el supuesto avance l i berador. Pero pronto veremos que el b lanco d ispondrá de un férreo control de la posición . En una ronda anterior del torneo de Budapest, Gelfand había jugado 1 1 . . . a5 contra Short , pero tras 1 2 .l:tfd 1 a4 1 3 .llJc1 no pudo igualar.

1 2.exd5 llJxd5 1 3.llJxd5 i.xd5

Tras rea l izar esta jugada, Jud it ofreció tablas que fueron fi rmemente rechazadas por Short . La oferta de tablas es comprensib le puesto que no pa rece q u e vaya a suceder nada espec i a l . P e ro e l b l a n co n o t a rd a rá e n conseguir a l a fuerza l a pareja d e a lfi les y el negro se enfrentará a una ardua defensa .

1 4 . .:fd 1

1 4 . . . .i.xb3

En sus comentarios para New In Chess, Short i n d i c a q u e este ca m b i o l e so rp re n d i ó . Esperaba l a ret irada del a lfi l d e dama. A pesar de todo , puntual iza que la jugada del texto t iene su i mportancia : aunque se ceden las cas i l l a s b l a ncas , e l b l a nco lo ten d rá muy co m p l i c a d o p a ra a u m e n ta r s u ve n taj a estratégica en vista de los peones doblados de « b » . Esto hace que la mayoría blanca del flanco de dama no sea tan pe l igrosa. Tras 14 . . . i.e6 1 5 .llJc5 el negro se vería obl igado a cambiar su otro a lfi l por el otro cabal lo . La part ida podría segu i r de la s igu iente forma: 1 5 . . . i.xc5 1 6 . .i.xc5 'it'xd 2 1 7 . l:!.xd2 .:fd 8 1 8 . .:ad 1 i::txd2 1 9 .l:txd2 , y ahora 1 9 . . . l:tc8 es l a m ej o r j u g a d a d e l n e g ro , p u e sto q u e 1 9 . . . i.xa2 fracasa ante 20 .b3 a5 2 1 . .tb5. Pero gracias a 20 .b3 ! el b lanco mantiene una gran ventaj a .

1 5.axb3 'ii'xd2 1 6 . .l:!.xd2 .:tad8

La mejor opción del negro . La idea es cambiar las cuatro torres, con la esperanza de que la superioridad del b lanco sea insuficiente para consegu i r la victoria .

1 7 . .:ad 1

Aqu í , 1 7 . .:txd8 .:txd8 1 8 .c3 hub iera sido una posib i l idad interesante para mantener un par de torres sobre el tablero. Pero entonces el negro d ispone de 1 8 . . . h6 ! , con la amenaza posicional 1 9 . . . i.g5 .

1 7 . . . .:txd2 1 8.l:txd2 l:t d 8 1 9.i.d3

Aqu í Short ind ica que 1 9 .l:!.xd8+ .txd8 20.c3 hubiera sido más d i recto y probablemente más fuerte . Qu izá tenga razón , pero todavía está en el a i re la cuestión de si el b lanco podrá penetrar en las defensas negras tras 20 . . . a5. La pareja de a lfi les es muy poderosa, pero de mome nto su mayor ía está b loquea d a . La j u g a d a d e l texto es espec ia l me nte fu erte desde e l pu nto de vista práctico. El b lanco p o s p o n e e l c a m b i o d e to rres q u e eventualmente acabará siendo inevitable . Al hacerlo, provoca determ inada incertidumbre

146 CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

en su oponente sobre cuál debe ser la mejor defensa .

1 9 . . . g6 20.c3 a5

Absolutamente necesario . El negro debe evitar el avance del peón « b » .

21 .f3

Una jugada estándar que , de hecho, pierde un tiempo. El blanco se anticipa a l avance del peón «f» , pero 2 1 .g3 ! hubiera sido claramente más fuerte . Tras 21 . . . f5 el b lanco aún podría haber respondido 22 .f3 .

21 . . . h6!

Una jugada muy suti l . « Una típica jugada de Po/gar. Es capaz de encontrar recursos tácticos en posiciones donde otros no ven nada» destaca Short. La justificación táctica de la textual es que 22 .�xh6? fracasa ante 22 . . . g5 23 .h4 e4 ! , y el negro gana pieza . En consecuencia , para poder mantener la pareja de a l fi l e s , el b l a nco d e b e rá aceptar u n a estructura d e peones dist inta e n e l flanco de rey. En posiciones abiertas , el bando con la pareja de alfi les no tiene que preocuparse por esto . Destrozar d i rectamente la estructura de peones también abre la posición .

22.g3

La única forma que tiene el blanco de mantener la ventaja .

22 . . . �g5 23.f4 exf4 24.gxf4

24 . . . �f6

U n a ret i ra d a n a t u ra l , a u n q u e creo q u e 24 . . . �e7 hubiera sido más fuerte . Tras 25.'it>g2 el n e g ro d i s p o n e de 25 . . . f5 , f i j a n d o l a estructura de peones de l flanco de rey. Aqu í el b lanco tendría muchas d ificultades para abrir la l ínea defensiva enemiga .

25.'it>g2 g5

E l negro trata de s i m p l ificar e l j uego . Es com p rens ib l e , pero en pri nc ip io cua lqu ie r apertu ra de la posición favorece al blanco. El n e g ro a ú n pod ía h a ber j u g a d o 25 . . . �e? , segu ido de 26 . . .f5 .

26.�c4

D a d o q u e ya no s o n l a s m i s m a s circunstancias, no h a y motivo para evitar el cambio de torres.

2 6 . . . l:teS 2 7 .l:te2 gxf4 2 8 . �xf4 l:txe2+ 29.�xe2

CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 147

29 . . . 'it>g7

Demasiado dubitativo. La respuesta obvia era 29 . . . ..tgS, buscando más s impl ificaciones. El alfi l b lanco de dama no puede apartarse , pues entonces el negro dispondría de 30 . . . ..tc1 . Es ún ica entonces 30.'it>f3 . Tras 30 . . . 'it>g? 3 1 .'it>e4 'it>f6 se h u biera l legado a un fi na l d ifíci l de valorar.

El cambio de a lfi les es inevitable, pero la clave es: ¿quién real izará el cambio? Si el b lanco captura en g5, el negro consegu i rá s in duda suficiente contrajuego en el flanco de rey. Por otra p a rte , e l n e g ro n o ca m b i a rá voluntariamente en f4 , a menos que tenga un buen motivo . El final que surge de 32 . ..tc4 ..txf4 33 . �xf4 llie5 34 . ..tdS b6 , por ejemp lo , es defendib le por parte del negro . La vaci lación de J u d i t es co m p re n s i b l e , espec ia l me nte desde el pu nto de vista práctico . Se puede luchar contra la pareja de a lfi les s in correr riesgos inmediatos .

30 . ..tg41

Una jugada muy aguda que, como veremos, pone freno al cambio de a lfi les.

30 . . . ..tgS 31 . ..tc7 1

La idea de la jugada anterior de alfi l . Ahora el b lanco puede evita r el cambio , puesto que 3 1 . . . ..tc1 fracasa ante 32.Sl.c8 ..txb2 33.Sl.xb7, ganando .

31 . . . ..td8

Triste necesidad . Pero ahora el blanco retira el alfil de dama a una casi l la d iferente, tras lo cual la pareja de a lfi les empieza a funcionar al máximo.

32 . ..tg3

La operación « evitar cambio de a lfi les» ha final izado con éxito . Ahora el negro no puede evitar tener que quedarse a la defensiva .

32 . . . 'it>g6 33 . ..tc8 b6 34.'it>f3 f5

La ú n i c a o p o rt u n i d a d . E l rey b l a n co amenazaba entrar vía e4 .

35 . ..td7

El cabal lo se ve forzado a ocupar una casi l la pasiva .

35 . . . llie7 36 . ..th4

Una i m precis ión basada probablemente en un fa l lo de cá lcu lo . Tal y como ind ica Short, el b lanco pod ía haber dado una vuelta más de tuerca mediante 36 .Sl.e8+ 'it>f6 37 . ..tf4 ! 'it>g7 38 . ..teS+.

36 . . . �f7

El b lanco deb ió pasar por a lto esta fuerte jugada defensiva , cuya idea es responder a 37 . ..txts mediante 37 . . . ..tc7, tras lo cual las o p c i o n e s d e v i ctor ia de l a s b l a ncas son m ín imas .

148 CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

37 . .1'.f2 41 . .1'.f5

Seguramente no hay nada más d ifíci l para un Evitando 4 1 . . . .1'.d8. jugador, durante una partida , que admit ir que se ha equ ivocado. Era correcto 37 . .1'.g3 para 41 . . . tt:Je5+ 42.'ite4 tt:Jg4 43 . .1'.d4 tt:Je3 44 . .1'.h3 mantener a l alfi l negro a lejado de c7, tras lo cual el blanco aún d ispondría de una gran -y E l negro se ha quedado s in pólvora . probablemente ganadora- ventaja .

37 . . . .1'.c7

Ahora el peón « h » b lanco es vu lnerab le , lo que permite al negro a l bergar opciones de tablas .

38.h4

La a lternativa era 3 8 . h 3 , pero entonces el n e g ro d i s po n e de la d e fe n s a 3 8 . . . @f6 (amenazando 39 . . . tt:Jg6) 39 . .1'.h4+ @f7, y el negro puede sostenerse gracias a la fuerza de la renovada amenaza 40 . . . tt:Jg6.

38 . . . h5

Con apuros de t iempo o no, Judit continúa la defensa admirablemente. F ija el peón blanco «h» para ased iarlo.

39.@e2 f4

Demasiado precipitado. Era correcto 39 . . . .1'.d8 para e l iminar el peón blanco « h » tan rápido como sea posib le .

40.@f3 1

Muy fuerte . Ahora que el peón negro «f» ha avanzado, el rey blanco vuelve a su posición para penetrar vía e4 .

40 . . . tt:Jg6

Mediante 40 . . . �d8 el negro puede e l iminar el peón « h » , pero entonces el rey blanco entraría con fuerza devastadora después de 4 1 .@xf4 tt:lg6+ 42.@e4 . Por tanto, e l negro cambia de ru mbo : su ca b a l l o se d i r i g e a f4 , con l a esperanza d e q u e l a pareja d e a lfi les blanca sea contra rrestada por l a activ idad de las piezas negras. E l juego se va agud izando.

44 . . . tt:lg4

El negro espera a que el blanco muestre sus cartas .

45.@f5 !

E l p lan correcto . E l rey b lanco atraviesa e l Rubicón para lanzarse a la captura de l peón negro « h » .

45 . . . tt:Je3+

El i n ic io de una ingen iosa man iobra con la q u e e l negro restr i n g i rá l a capac idad de maniobra del a lfi l de dama enemigo.

46.@g5 tt:Jc2 47 . .1'.f2 tt:Je3 48.@xh5 @f6

Los reyes se ven las caras. El b lanco tiene un peón de ventaja y la pareja de alfi les, pero la v i cto r i a e s d i f í c i l d e b i d o a la exce l e nte coord inación del ejército negro . Aq u í no es fáci l encontrar un plan ganador.

49 . .1'.g4 .1'.d6 50 . .1'.e1 .1'.f8 51 .b4

A simple vista , una jugada sorprendente. El b l a n co cede s u mayor ía pos ic i o n a l p a ra aumentar el rad io de acción del a lfi l de dama.

CAPITU LO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 149

E sta es l a ú n ica fo rma d e l b l a n co p a ra aumentar su ventaja .

58 . . . lLidS 59 . .td3+ We5 60.Wg4 ll:if6+ 61 .Wf3

51 . . . axb4 52.cxb4 lLid5 Era i nsufic iente para la v ictoria 6 1 . 'it>g5 en vista de 61 . . .f3 .E I b lanco espera el momento

Evita ndo el jaque de a lfi l , m ientras que a l oportuno para avanzar con su rey. m ismo tiempo ataca el peón « b » .

53.b5 .tb4

Short observa que esta jugada s implemente es incorrecta (como demostrará el resto de la part ida) y no sabe si el b lanco ganaría tras cualquier otro movimiento. No creo que haya n inguna duda respecto a esto ú lt imo: el b lanco amenaza 54 . .tf3 , y si el cabal lo abandona su posición centra l , segu i ría un terrible jaque en c3. Parece que el negro no puede defenderse ante este senci l lo plan .

54 . .txb4 lt:Jxb4 55 . .te2

Ha empezado la fase fi nal de la partida . E l b lanco amenaza senci l lamente l iberar su rey mediante 56 .Wg4 .

55 . . . wfS 56.Wh6 Wf61 57.Wh5 wf5 58.b3

Tras repet i r j u g a d a s u n a vez, e l b l a nco continúa trabajando en su plan . Tras la textua l , el negro se encuentra en Zugzwang. Si hubiera s ido el turno de l b la nco , ta mb ién h u b ie ra ganado. En ese caso podría haber dado un jaque en g4 , tras lo cual el rey negro se hubiera reti rado a f6 . El b lanco hubiera l levado su a lfi l a f3 , el negro retrocedería a f5 y el b lanco volvería con su a lfi l a e2 . Como norma genera l , el caba l lo es la ún ica pieza que no permite robar t iempos.

61 . . . lLigS 62.h5 lLih6 63 . .tg6 ll:ig8 64 . .tc2

Perd iendo un t iempo con el a l fi l , el negro queda una vez más en Zugzwang.

64 . . . lLih6 65 . .td3 lt:Jg8 66.c,t>g4 lt::lf6+ 67.'it>g5 f3 68.h6 f2 69.Wg6 lLid5

Tend iendo la últ ima trampa.

70 . .tc4

Ciertamente no 70 . h7 en vista de 70 . . . lLif4+ 7 1 .Wg5 lLixd3 72 .h8'it'+ 'it>e4 , y no hay victoria a la vista para el b lanco . En vez de la jugada del texto , 70 . .tf1 hubiera sido más fáci l .

70 . . . we4

150 CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

71 .'iti>f7

Una vez más, avanzar el peón «h» no sería bueno, pues el negro podría haberse salvado gracias a 7 1 . h? tt:lf4+, seguido de 72 . . . tt:ld3 .

71 . . . tt:Je3 72 . .te2 tt:lf5 73.h7 �e3 74 . .tf1 tt:lg3 75 . .tg2

El negro abandona .

22.- Shirov-Kasparov

Torneo I nternacional L inares 1 997

Defensa Sici l iana [890)

Kaspa rov, co m o n i n g ú n otro j u g a d o r, h a sabido aprovechar a l máximo l a ayuda d e los ordenadores para su preparación : haciendo q u e com p r u e b e c u i d a d o s a m e n te l o s resu ltados de s u s propios aná l is is jugada a jugada, ha conseguido un n ivel de preparación v i rtu a l men te i n s u pe ra b l e . A veces esta preparación se basa en suti lezas estratég icas, como e n la p a rt i d a q u e v e re m o s a continuación .

Shirov es incapaz de encontrar una respuesta adecuada a la novedad de la jugada 1 4 , lo que le l leva a u n triste fi na l . Esta no es la pr imera n i l a ú l t i m a d e l a l a rg a ser ie d e derrotas q u e le ha infl ing ido a Sh i rov. Siempre debe haber ten ido u n a g ra n sensación de im potencia : puede jugar tan bri l l antemente como su gran riva l , pero cuando se encuentran cara a cara , Kaspa rov s iempre bri l l a más , como invariablemente sucede en esta partida . El juego negro i rradia un gran d inamismo. E l hecho d e q u e se p e r m i ta u n a l i g era im precis ión , s i n más consecuenc ias , en la jugada 26, no t iene mayor importancia.

1 .e4 es 2.tt:lf3 d6 3.d4 cxd4 4.tt:Jxd4 tt:Jf6 5.tt:lc3 a6 6 . .te3 tt:lg4

La Sici l i ana N ajdorf es el pri nc ipa l s istema defensivo de Kasparov. Además de la textua l , acostumbra a j ugar las a lternativas 6 . . . e6 y

6 . . . e5 . Se is meses antes Kasparov h a b ía jugado 6 . . . e5 contra el mismo oponente en T i lburg .

7 .i.g5 h 6 8.i.h4

Una a lternativa interesante es 8 . .tc1 , puesto que la textual puede ser mala en determinadas variantes de la Scheveningen .

8 . . . g5 9 . .tg3 .tg7 1 0 . .te2 h5

11 . .txg4

E l b l a n co e n t rega la p a rej a de a l f i l e s , confiando e n s u capacidad para mantener una fuerte posición central con su cabal lo de rey. La práctica ha demostrado que la alternativa 1 1 . h4 ofrece a l negro suficiente contrajuego tras 1 1 . . . gxh4 1 2 .i.xh4 tt:Jc6 .

1 1 . . . .txg4

Esta re captu ra ha c a í d o en d e s u s o . La alternativa 1 1 . . . hxg4 parece solucionar todos l o s p ro b l e m a s de a p e rtu ra d e l n e g ro . I n i c i a l m e n te , l a reca ptu ra d e p e ó n se consideró sospechosa , en vista de la partida Sh i rov-Salov, Wijk aan lee 1 998, en la que el b lanco quedó claramente mejor tras 1 2 . 0-0 i.xd4? 1 3 .'ifxd4 f6 1 4 .tt:ld5 tt:Jc6 1 5 .'it'e3 . Un año más tarde, nuevamente en Wijk aan lee , Kasparov mejoró el juego negro contra Sh i rov mediante 1 2 . . . e6 (en vez de 1 2 . . . .txd4) y ganó la partida . Durante la habitual rueda de prensa tras la ronda , declaró que la jugada 1 2 de Salov había sido una «jugada homosexual » . Algunos period istas tuvieron la sensib i l i dad

CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 151

de omit i r esta extraña observación en sus artícu los, pero sea como sea , esta humi lde j ugada 1 2 . . . e6 (que vuelve a aparecer en esta part ida) resultó igua lmente insuficiente para proporcionar contrajuego al negro, como han d e m ostra d o ej e m p l o s poster i o re s . U n os meses m á s ta rd e , S h i rov y Kasparov se enfrentaron en Sarajevo otra vez. Esta vez, Kasparov jugó 12 . . . tt'ic6, la jugada más natura l . Tras 1 3 .tt'if5 .. bc3 1 4 . bxc3 'iia5! 1 5 .'iixg4 f6 la part ida eventua lmente acabó en ta b las . Y hasta ahora nadie ha encontrado la forma de consegu i r ventaja para el blanco contra esta enérg ica jugada negra .

1 2 .f3 .1'.d7 1 3 .. 0-0 tt'ic6 1 4 . ..tf2

Esto muestra la contrapartida de la jugada 1 1 de l negro: e l a lfi l b lanco vuelve a l j uego y contro l a l a s cas i l l a s centra l e s . Ahora h a surgido u n a especie d e variante del Dragón en la que los peones avanzados de «g» y «h» parecen debi l itar la posición de l negro . Esta impresión se contrad ice con lo suced ido en la partida , pero con juego más preciso el b lanco probablemente hub iera sido capaz de lograr ventaja , como veremos más adelante.

1 4 . . . e61

Una aguda jugada cuya idea principal es que perm ite a l negro rep l icar a 1 5 .tt'ixc6 ..txc6 1 6 . ..td4 mediante 16 . . . ..te5 ! . Kasparov ind ica esta jugada de alfi l en sus comentarios para el Informador Ajedrecístico 69, y posteriores ejemplos prácticos demuestran que el blanco no puede espera r n i n g u n a ventaja tras e l cambio en e5. Es cierto que controla el flanco

de dama, pero esto es contrarrestado por el domin io genera l de l negro , a pesar de sus p e o n e s d o b l a d o s , b á s i c a m e n te p o rq u e d ispone d e l a ruptura f7-f5 .

1 5 .tt'ice2

Refo rz a n d o su p o s i c i ó n en el cen tro y a menazando conseg u i r ve n taja med ia nte 1 6 .c4 .

1 5 . . . tt'ieS 1 6.b3

Un mov i m i e nto s u p e rf ic i a l que perm ite al negro hacerse con la i n iciativa gracias a un juego agresivo . Mucho más fuerte era 1 6 .'iid2, c o m o se j u g ó en J . P o l g a r- S u tovs ky, Hoogeveen 1 997, unos meses más tarde. Tras 1 6 . . . b5 1 7 . b3 tt'ig6 1 8 . .:tad 1 .:ca 1 9 .c3 .tes 20.tt'ic2 el b lanco quedó mejor. El negro ten ía e l p ro b l e m a d e q u e 1 7 . . . g4 (en l u g a r de 17 . . . tt'ig6) 1 8 .f4 h4, como Kasparov continuó en la partida , no funciona realmente en vista de 1 9 .fxe5 dxe5 20 . .:ad 1 exd4 2 1 . ..txd4 e5 22 . ..tc5 , con g ra n ventaja b lanca . En sus comentarios para el Informador Ajedrecístico 70, Sutovsky señala como alternativa 1 6 . . . J:l.c8 .

Pero entonces también el b lanco tiene mejores perspectivas: 1 7 . b3 g4 1 8 .f4 h4 1 9 .fxe5 dxe5 20 . .:tad 1 exd4 2 1 . .1'.xd4 e5 22 . ..te3 .Ya he comentado que en Ti lburg Kasparov optó por 6 . . . e5 contra Sh i rov (en vez de 6 . . . tt'ig4) . Esto seguro que estaba relacionado con la partida d isputada en Hoogeveen un tiempo antes.

1 6 ... g4 1 7.f4 h4!

Aq u í tenemos a Kasparov en su elemento . E x p l ota e l h e c h o d e q u e e l b l a nco h a b l o q u e a d o l a s ca s i l l a s d e regreso de su cabal lo centra l izado .

1 8 . .1'.e3

N ecesar io , pues tras 1 8 .c4 e l negro hab ía p laneado el asa lto frontal 1 8 . . . g3 ! 1 9 . hxg3 tt'ig4 , tras lo cual rápidamente consegu i ría un ataque imparab le .

1 8 . . . h3

152 CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

Este avance abre la gran d iagonal aún más, por l o q u e el rey b l a n co esta rá permanentemente expuesto .

1 9.g3 tt:'ic6

Tras fijar la estructura de peones del flanco de rey en su favor, el negro reti ra su cabal lo . De momento, la pareja de a lfi les no está muy activa , pero pronto conseguirá crear tensión en el centro para abrir la posición .

20.'ifd3 0-0 21 . .l:tad1 f5

Una poderosa jugada, tota lmente justificada desde el punto de vista estratég ico .

22.c4

Shirov expande su centro , tras lo cual la batal la se agud iza aún más. Cambiando en c6 podría haber buscado s impl ificaciones, aunque esto no hubiera solventado todos sus problemas como se puede ver a part ir de 22.tt:'ixc6 i.xc6 , y ahora :

A) 23.'ifxd6 'ifxd6 24 . .l:txd6 .be4 25 .c4 e5 , y Ka s p a rov i n d i c a q u e e l n e g ro está l i g e ra m e n te m ej o r . M e p a rece que esta valoración es demasiado modesta . La pareja de alfi les negra es muy fuerte e incluso si el blanco consiguiera cambiar un par de piezas menores , el a lfi l negro restante sería superior.

B) 23.exf5 exf5 24 .i.d4 (y no 24. 'ifxd6 en vista de 24 . . . 'ifeB, y la clavada en la columna «e» ocasiona serios problemas a l blanco) 24 . . . i.e4 25 .'ifd2 , y ahora Kasparov sug iere 25 . . . d5 ,

concluyendo que el negro está l igeramente mejor. A mí la posición me parece poco clara , especia lmente porque el negro ha cortado l a reti rada a su propio a lfi l mediante el avance d6-d5 , y la cas i l la d5 ya no está d isponib le para sus piezas. Tras 26.i.xg7 �xg7 27.tt:'id4 el blanco puede estar tranqui lo . Por lo tanto , considero que lo correcto sería 25 . . . �c8 y sólo conti nuar con 26 . . . d5 en caso de 26 .c4 . El negro entonces puede responder a 27 .i.xg7 'it> x g 7 2 8 . tt:'id 4 con 28 . . . 'if b 6 . La m ej o r continuación para e l blanco sería 26.i.xg7 (en vez de 26.c4) 26 . . . 'it>xg7 27 .tt:'id4, y es verdad q u e d e s p u é s de 27 . . . .l:te8 el n e g ro está l igeramente mejor. Podemos concl u i r, pues , que la jugada textual es la mejor opción de l b l a n co , porq u e l e p e r m i t i rá m a nte n e r l a igualdad con juego preciso .

L a s a l i d a d e l a d a m a a c e l e ra l o s a c o n te c i m i e n tos . E n s u s c o m e n t a r i o s , Kasparov ind ica 2 2 . . ... e 8 como u n a posible a lternativa . Con este humi lde movimiento de dama se supone que se esqu iva el cambio, pero el resu ltado es que hay pocas opciones de mantener la in iciativa . Parece que 23.�fe1 sería vá l ida para que el b lanco mantuviera suficiente control sobre la posición .

23.tt:'ic3

Tras esta jugada la posic ión b lanca es un gigante con pies de barro , una frase que Euwe sol ía emplear para defi n i r el Ataque de los Cuatro Peones contra la I nd i a de Rey. Lo correcto era 23 .'ifd2 ! , tras lo cual e l negro

CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES 153

tendrá problemas para evitar el ca mbio de damas. La sugerencia de Kasparov 23 . . . 'iia3 , con i ntención de responder a 24 .tt::lc3 con 24 . . . l:.ad8, perm ite a l b lanco constru i r una fuerte posición mediante 25.exfS exf5 26.tt::ldS . Tras 23 . . . 'iixd2 24 . .l:l.xd2 tomar en e4 no es b u e n o , pues e l b l a nco c a m b i a e n c6 y entonces captura en d6 , tras lo cual el alf i l negro de dama ha perdido la gran d iagona l . Tampoco serán suficientes jugadas d e cabal lo como 24 . . . tt::lxd4 o 24 . . . tt::le7, como demuestra Kasparov con la ayuda de variantes concretas . Esto s i g n if ica que debe e l e g i r e ntre dos jugadas de torre :

A) 24 . . . .l:l.ae8 2 5 JUd 1 fxe4 26 .tt::lxc6 .. bc6 27 . .l:l.xd6 e5 ( la idea de la jugada 24 ) . Habiendo cambiado las circunstancias, e l negro t iene éxito en la apertura de la posición , con lo que la pareja de a lfi les despl iega su poder. Aún así , la posición sigue siendo poco clara , como puede desprenderse de las l íneas:

A1 ) 28.�f2 �h7, con juego poco claro , según Kasparov. Creo que el negro está l igeramente mejor, pues el blanco no d ispone de un plan activo.

A2) 28 .l:rg6 . La jugada crítica . El b lanco clava el alfi l de rey y ataca el peón «g» enemigo. El problema de su jugada de torre es que permite al negro ocupar la col umna « d » g rac ias a 28 . . . .l:l.d8 . Kasparov cont i n ú a 2 9 . .l:l.e 1 .l:l.d3 30.tt::lc1 .l:l.xe3 3 1 .l:.xe3 exf4 32.gxf4 .l:l.xf4 , y e l negro t iene suficiente compensación por la ca l i dad . Esto es abso lu tame nte c ierto : l a pareja d e alfi les e s potencialmente m u y fuerte . Pero creo que la variante crítica es 29.l:txd8

.l:l.xd8 30 .fS , tras lo cual la pareja de alfi les tiene s ó l o un v a l o r test i m o n i a l . Tras 30 . . . .t>f7 31 . .l:l.xg4 .l:l.d 1 + 32.�f2 l:th1 33.l:th4, el blanco no corre n ingún riesgo de perder.

8) 24 . . . .l:l.f7 ! . Este sacrificio de peón a largo plazo es la ún ica manera que tiene el negro de inqu ietar a su oponente . El b lanco puede eleg i r entre las s igu ientes posib i l idades:

81 ) 25.tt::lxc6 .. bc6 26 . .l:l.xd6 .. be4, y ahora el negro t iene suficiente compensación por el peón tanto después de 27 . .l:l.xe6 .l:l.d8 como de 27 .Ji.d4 Ji.f8! 28 . .l:l.xe6 l:td8; su pareja de alfi les es extremadamente poderosa .

82) 25 . .l:l.fd 1 Ji.f8 26 .tt::lc3 .l:l.e8 27 .exfS exf5 28 .tt::ldS Ji.g7 , con juego poco c laro según Kasparov. Y es verdad que debido a su control sobre el centro , el b lanco consigue mantener bajo control la pareja de alfi les.

23 . . . l:raeS

Con las damas sobre el tablero , esta jugada de desarrol lo es mucho más fuerte .

24 . .l:l.fe 1

Una jugada dubitativa y automática que causa al b l a n co e n o rmes p ro b l e m a s . Su mejor defensa hubiera s ido 24 .tt::lde2, tras lo cual e l negro tranqu i l amente juega 24 . . .l:tf7 . Dado que el a lfi l está proteg ido, la posición blanca está sometida a una gran presión . El blanco puede i ntenta r mo lesta r a la dama negra m e d i a n te 2 5 . tt::la 4 , p e ro fra c a s a r í a a n te 25 . . . eS ! . As í pues , una contin uación lóg ica

154 CAPITULO 3: SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES

sería 26 . ..tb6 ji'b4 27 .ji'xd6 ji'xd6 28 . .l:l.xd6 exf4 29.lllxf4 llle5 30.lllc5 ..tc6 , y la pareja de alfi les trabaja a p leno rend im iento. Pero no está claro si el b lanco está i rremediablemente perdido. Esta es la primera variante en la que el negro explota la confrontación de peones que surge después de 25 . . . es. Muchas veces, e l hecho d e q u e haya l u c h a de p e o n e s sign ifica q u e la pareja de alfi les será superior.

24 . . . es

También ahora el b lanco debe cambiar en c6 para evitar un desastre i nmediato .

25.lllxc6 ..txc6 26.b4

Tras 26.fxe5 fxe4 27.lllxe4 l:txe5 28.lllxd6 l:l.f3 el blanco estaría perdido s in remedio .

26 . . . ji'a3

Ahora el b l a nco a ú n puede p la ntar cara . 26 . . ·*'xb4 era más fuerte , aunque esta captura requería un profundo cálcu lo . El b lanco podría intentar las s iguientes dos jugadas:

A) 27.llld5 fxe4 28.ji'xe4 exf4 , y ahora el negro gana tras 29.ji'xeB gracias a la espectacular 29 . . . ji'xe 1 + .

B ) 27J:tb1 .Ahora la dama n o puede retirarse a a3 o a 5 , p o rq u e s e r í a caza d a . P e ro nuevamente el negro dispone de la i ntermedia : 27 . . . fxe4 .Tras 28 .lllxe4 ji'a5 29 .lllxd6 exf4 ! 3 0 . lllxeB f3 3 1 . h xg3 ( s i 3 1 . lllxg l gxh 2+ 32 .�xh2 j;'eS+ el b l a n co rec i b e m a t e ) 3 1 . . .l:txeB la pareja de alfi les s e impone. E l

b lanco está tota lmente perd ido y no puede hacer nada ante el ataque de mate que está por ven i r.

27.bS exf4

La mejor forma de solventar la tensión centra l . Después de la a lternativa 27 . . .fxe4 el blanco sorprendentemente estaría mejor, como puede verse tras 2 8 . ji'xd6 ! ji'xd6 29 . .l:l.xd6 exf4 30.�d4 ! , y el a lfi l de c6 no tiene casi l las .

28 . ..txf4

La m ejo r opc ión d e l b l a n c o . E n caso de 28.bxc6 fxe3 29 . .l:l.xe3 bxc6 estaría perdido por las debi l idades de las casi l las negras.

28 . . . axbS 29.cxb5 ji'c5+

Un importante jaque intermedio.

L a i n m e d i ata 29 . . . ji'xc3 h u b i e ra s i d o respondida mediante 30. bxc6 Wxc6 3 1 .Wd5+ ji'xd5 32.exd5, lo que conduce a un final en el que el blanco tiene ciertas opciones de tablas.

30 . ..te3

M á s re s i ste n c i a p l a n teaba 3 0 . l:t e 3 p a ra proporcionar protección adicional al cabal lo . D e s p u é s de 3 0 . . . �xe4 e l b l a nco p u e d e capturar e n d6 d e dos formas:

A) 3 1 .ji'xd6 ji'xd6 32 . .l:l.xd6 .i.f3 ! , y la posición blanca se hunde.

CAPITULO 3 : SUPERIORIDAD DE LA PAREJA DE ALFILES J 55

B) 3 1 . .i.xd6! . La ún ica opción . Tras 3 1 . . . .i.xd3 32 . .i.xc5 :xe3 33 . .i.xe3 .i.c4 34 . .i.d4 el negro puede mantener su pareja de alfi les gracias a 34 . . . .i. h6 ! , tras lo que Kasparov va lora l a posición como claramente favorable a l negro . Me parece que el negro gana , ya que la pareja de a lfi les despl iega toda su fuerza.

30 . . . 't!fxc3 3 1 . bxc6 't!fxc6 32.'t!fxd6

32.'t!fd5+ 't!fxd5 33.exd5 .i.c3! 34 . .i.d2 .!:!.xe 1 + 35 . .i.xe 1 .i.xe 1 36 . .!:!.xe 1 l:ta8 37 . .!:!.e2 .!:!.a5 3 8 . .!:!. d 2 'it>f7 t a m poco h u b i e ra d a d o esperanzas a l blanco. E l negro l leva s u cabal lo tranqui lamente a e5.

32 •.. 't!fxe4 33.'t!fd5+ 't!fxd5 34.l::l.xd5 .i.c3

La m isma sut i leza mortal que v imos en la variante del comentario a la jugada 32 del b lanco .

35.l::l.e2 l::l.e4 36.�f2 i::tfe8 37.l:td3 .i.f6 38 . .!:!.ed2 .!:!.xe3

El b lanco abandonó.

[0 : 1 )

156

4.- EL PODER D E LA PAREJA DE CABALLOS

23.- Hübner-Kortchnoi

Torneo I nternacional L inares 1 985

Defensa Sici l iana [857)

Cuando se escriben comentarios superficiales sobre una partida entre dos jugadores de el ite, hay un pel igro real de ver el juego a través de los oj os d e l g a n a d o r. E sta co n d u cta i nvo lu ntar ia puede j u g a rte i n c l u so m a l a s pasadas mientras reproduces la part ida: las jugadas de a m bos contend ientes parecen plausibles y se da por sentado que jugaron a l más a lto n ivel posib le .

A la hora de seleccionar ejemplos prácticos en los que la pareja de cabal los se impone a l a de a l fi l e s , b u s q u é consej o e n e l g ra n maestro H übner. E l m e d i o l a referencia d e su partida contra Kortchnoi que encontré en un número antiguo de New In Chess, con breves comentarios m íos. Entonces volví a l lamar a Hübner para preguntarle si había comentado la partida para s í mismo, asumiendo que serían más profu ndos. «No» respond ió y conti nuó «Pero tengo la sensación de que la ventaja se me escurrió entre los dedos, porque en algún momento la partida no está para nada igualada» . Sobre la base de esta va loración escrib í nuevos comentarios.

La part ida ofrece una buena muestra de la superioridad de la pareja de caba l los , pero también s itúa en el pu nto de m i ra m uchos detal les importantes sobre el tema.

1 .e4 c5 2.tLlf3 d6 3 .d4 cxd4 4.tLixd4 tLlf6 5.tLlc3 tllc6 6 . ..tc4 'it'b6

La fo rma h a b i t u a l de e v i t a r el Ata q u e Vel imirovic. Dado que las piezas blancas no está n comp leta mente desp legadas , no se puede proteger el caba l lo mediante ..tc1 -e3,

l o que perm ite a las negras i nterrogar al caba l lo b lanco.

7.tLlb3 e6 8 • ..te3 'it'c7 9 • ..td3

Ahora ambos bandos han perdido un tiempo y la partida ha l legado a una subvariante de la Scheveningen que tuvo su apogeo en los años 60 y 70 del s iglo XX.

9 . . . ..td7

Una forma poco habitual de desarrol lar el alfi l en esta estructura . Las jugadas habituales son 9 . . . .te? y 9 . . . a6. Esta última prepara el avance de l peón « b » , tras lo cua l el negro podr ía fianchetar su alfi l .

1 0.f4 .Ud8

Aparentemente, esta es la idea de la jugada anterior. E l plan parece bastante artific ia l y probablemente no sea muy fiab le . Aún as í , t iene una cierta justificación como veremos en breve .

1 1 .'it'f3

El blanco normalmente se enroca corto en este sistema, pero en la actual situación intentará enrocarse largo puesto que esto d ificultará la organ ización de l contraj uego por parte del negro.

CAPITULO 4: EL PODER DE LA PAREJA DE CABALLOS J 57

1 1 . . . a6 1 2.0-0-0

Si el blanco se hubiera decidido por el avance d i recto 1 2 .g4 , el negro hubiera enseñado el as que guardaba en la manga: el contragolpe 1 2 . . . d 5 ! . E s to le p ro p o rc i o n a r í a b u e n contrajuego , pues 1 3 .e5 ser ía respond ido mediante 13 . . . d4 . Tampoco 1 3 .exd5 exd5 le daría a l blanco n inguna ventaja clara: el peón « g » está en e l a i re y tras 1 4 . g 5 e l negro dispone nuevamente de 1 4 . . . d4. Aún así , tras el enroque largo, 1 3 .g4 se convierte en una desagradable amenaza .

1 2 . . . tt:Jb4

Esta jugada de cabal lo es la ún ica opción del negro para obtener contrajuego activo .

1 3.g4 tt:Jxd3+ 1 4.l::.xd3

La a lternativa 1 4 .cxd3 , intentando l levar el rey a b 1 lo más rápido pos ib le , también habría dado a l b lanco una l igera ventaja . E l peón «e» está fi rmemente defendido y la apertura de la columna «C» debe favorecer al b lanco . Recapturar de torre t iene otra ventaja , y es que a l mantener la estructura de la Sici l iana con las columnas «C» y «d» semiabiertas , el b lanco d ispone de más opciones de ataque in mediatas .

1 4 . . . i.c6 1 5.i.d4

Esta centra l ización del a lfi l es muy fuerte, ya que d ificu lta el desarrol lo del alfi l de rey negro.

1 5 . . . l:tc8

En general no es recomendable mover dos veces u n a p i eza a n te s de c o m p l et a r e l desarro l lo , pero en la actua l s i tuación era d ifíci l encontrar una a l ternativa út i l para e l negro . Tras 15 . . . e5 1 6 .i.e3 el blanco estaría est ratég i c a m e nte m ej o r . C o n la textu a l , Kortchnoi intenta provocar a s u rival para que ca m b i e e n f6 , e n v i sta d e la a m e n aza 1 6 . . . . be4.

1 6 .i.xf6

Y H ü bner se l a nza s i n m iedo , tras lo que surg i rá la temática lucha de este l ibro .

Las alternativas eran :

A) 1 6 .'it> b 1 e5 ! (ahora s í se puede) 1 7 .i.f2 (desgraciadamente , 1 7.ii.e3 era imposible en vista de 1 7 . . . i.xe4!) 1 7 . . . exf4 1 8 .'ii'xf4 tt:Jd7 , y el negro t iene contrajuego . Cu r iosamente 1 8 . . . tt:Jxe4 no fu nciona debido a 1 9 .l:te1 d5 20 .'ii'xc7 l:txc7 2 1 .tt:Jxd5 i.xd5 22.l:txd5 l::.e7 23 .l:ted 1 ! , y el negro no podrá sobrevivir a sus prob lemas .

8) 1 6 .l:td2 ! . Esta es probablemente la mejor contin uación . Al proteger el peón «C» de la forma más natura l , e l b lanco mantiene todos sus triunfos en la posición . La mejor opción para el negro sería entonces 1 6 . . . d5, a lo que el blanco puede reaccionar de dos maneras:

81 ) 1 7 .e5 tt:Je4 1 8 .tt:Jxe4 dxe4 1 9 .'ii'e3, y el b lanco está mejor. La lucha de cabal lo contra a lfi l le ofrece buenas perspectivas, aunque el neg ro puede suav izar l a s i tuac ión con la i nmed iata 1 9 . . . hS .

82) 1 7 .i.xf6 dxe4 1 8 .tt:Jxe4 . La opción más pel igrosa del negro . Ahora 1 8 . . . gxf6 1 9 .tt:Jxf6+ 'it>e7 20 .tt:Je4 es demasiado arriesgado para e l n e g ro , por l o q u e se ver ía ob l igado a i nterca lar un cambio en e4 . Tras 1 8 . . . i.xe4 1 9 .'ii'xe4 gxf6 20 .l:tf1 ! e l b lanco d ispone de una duradera ventaja posiciona l .

158 CAPITU LO 4: E L PODER DE LA PAREJA DE CABALLOS

1 6 . . . gxf6 1 7.fS Justo a t iempo, antes de que el blanco pueda l levar su cabal lo a g3.

Se ha l legado a la posición temática . E l b lanco j u ega el h a b i t u a l ava n c e . h a c i e n d o m á s vulnerable e l peón «e» . No había motivo para retrasar esta jugada.

1 7 . . . it.e7

El negro debe poner su a lfi l de rey en una posición pasiva para defender f6 .

1 8 .fxe6

Demasiado pronto . Como veremos, ahora el negro tiene la oportunidad de l i berarse gracias a una man iobra de d a m a . Lo correcto era prosegu i r con la tranqu i la 1 8 .'it.ob1 . tras lo cual el plan que ten ía Hübner en mente constituye u n a se r i a a m e n a za y el n e g ro te n d rá problemas para crear suficiente contrajuego. Aún así , la ventaja del blanco no parece tan clara como si hub iera optado por 1 6 .J:td2 (en vez de 16 . . bf6) .

18 . . .fxe6 1 9.llld4 it.d7 20.'it.ob1 'i!Va5

Tras este movimiento de dama, la amenaza estratég ica 21 . . . hS ya no puede ser evitada. 20 . . . 'i!VcS h u b i e ra s e rv i d o p a ra e l m i s m o propósito . E l b lanco n o puede aprovechar esta jugada tácticamente pues 2 1 .'i!Vh3 h5 22.gS? fracasa ante 22 . . . fxgS 23.lllxe6 'i!Ve5, y se pierde el cabal lo .

21 .lllce2 h5

22.gxhS 'i!Vxh5 23.'i!Vg2

No hace fa lta decir que el b lanco mantiene las damas en el tablero dado que su rey está mucho más seguro que el de su riva l .

23 . . . 'it.of7

El ava nce l i berador de l peón « h » t iene e l pequeño inconveniente de que el rey negro queda l igeramente expuesto . Por supuesto , hubiera sido perfecto para el negro que su rey h u b iera estado en b8 , y entonces i n c luso tendría una pequeña pero sól ida ventaja . Dada la situación, el negro encuentra una posición l igeramente más segura para su rey en el otro fl anco , confiando en que la estructu ra de peones será lo suficientemente fuerte como para dar la protección necesaria .

24.lllg3

Con el peón negro «e» tan bien proteg ido, no tiene mucho sentido que el b lanco l leve su cabal lo a f4 , por lo que le proporciona una base más humi lde.

24 . . . 'i!Vg4

Probablemente la mejor casi l la para la dama. Al negro no le preocupa que se la puedan expulsar, puesto que 25 .h3 restaría seguridad a l cabal lo de g3. Una pos ib le conti nuación podría ser 25 . . . 'i!VgS 26.lllf3 'i!Vf4 27 .llle2 'i!Vh6 , y e l b l a n co n o h a b r í a rea l i z a d o n i n g ú n progreso.

25.a3

Acepta ndo que no ha consegu ido n i nguna ventaja concreta , Hübner real iza esta jugada para dar más a ire a su rey.

25 . . . J:th3

Demasiado optimista . E l negro se ha l iberado y ha creado suficiente contrajuego. Pero su posición de momento no es tan fuerte como

CAPITULO 4: EL PODER DE LA PAREJA DE CABALLOS 159

para lanzarse a por la in iciativa . La j ugada del texto intenta ejercer presión sobre el peón « h » , pero su ambicioso plan no tendrá éxito porque su rey está demasiado expuesto para l levar a cabo estas aventuras. Hub iera sido correcto u n a j u g a d a más tra n q u i l a como 25 . . .lk5 , con opciones s imi lares para ambos bandos . La pa rej a de a l fi les negros está condenada a la pasividad, porque los caballos blancos la mantienen a raya .

26.l:tf1

El blanco prepara una combinación de ataque.

26 . . . i.c6

Sin duda Kortchnoi hab ía p laneado aqu í la consistente 26 . . Jkh8, pero entonces 27.e5! hubiera sido leta l .

La i dea es que tras la forzada 27 . . . dxe5 e l blanco reti ra su cabal lo mediante 28.l2Jf3 . E l ataque doble a l peón «e» y a l a lfi l de dama sólo puede ser evitado mediante 28 . . . '0t>e8,

pero a esto segu i ría el sacrificio de caba l lo 29 .l2Jxe5 ! . Tras 29 . . . fxe5 30.'ifxb7 'ifa4 3 1 .l:tfd 1 el negro no d ispone de defensa efectiva , como puede verse en :

A) 3 1 . . J:txh2 32 .l:txd7 'ifxc2+ 33 .'0t>a 1 , y el contraataque de l negro se ha q uedado s in pólvora y pronto recib irá mate .

B) 3 1 . . . i.c6 32.'ifb8+ �f7 33.l:tf1 + , seguido de 34 .'ifxe5 , con ataque decisivo para el blanco.

La j u g a d a d e l texto p a rece un i n te n to desesperado de evitar el avance de l peón blanco «e» en graves apuros de tiempo, pero el inconveniente de esta jugada de alfi l es que su propio peón «e» negro queda seriamente debi l itado, algo que el blanco puede explotar por completo . H ubiera sido mejor para el negro h a b e r rea l i zado u n a j u g a d a só l i d a como 26 . . . l:tc7 , después de la cual hubiera pod ido evitar cualquier amenaza d i recta .

27 J:tf41

Forzando el cambio de torres en condiciones muy favora b les . E l negro debe capturar la torre , pues tras 27 . . . l:txh2 28 .'ifxh2 'ifxf4 29 .'ifh5+ su posición se hundir ía .

27 . . . 'ifxf4 28. 'ifxh3 'ife5

El n e g ro h a c o n s e g u i d o d a r p rotecc ión adicional a su peón «e» , pero no puede evitar que las tropas blancas entren decisivamente.

29 .l2Jf3 !

160 CAPITU LO 4: E L PODER DE LA PAREJA DE CABALLOS

Hübner juega esta fase de la part ida con gran precisión . 29.'i'h7+ parecía lo más evidente , pero entonces la fortaleza negra sobreviviría gracias a 29 . . . �e8 30.llif3 'i'f4 ! . La suti leza de la jugada del texto es que ahora 29 . . . 'i'f4 sería repl icada mediante 30.'i'hS+, obl igando a l rey negro a permanecer en la zona de pel igro , con lo q u e e l ata q u e b l a n co p ron to será inevitab le .

29 . . . 'i'a5

Defendiendo la casi l la h5 . Pero esta no es la forma de evitar que la dama blanca , ayudada por su pareja de caba l los , lance e l ataque decisivo.

30.'i'h7+ �es 31 .llih5 .ta4

El blanco no d ispone de amenazas d i rectas, lo que permite a l negro lanzar un contraataque inofensivo .

32.l4d2 'i'b5 33.llid4 'i'g5

La a l te rnat iva 33 . . . 'i'f1 + era i g u a l m e nte ineficaz para el negro en vista de 34.�a2 'i'c4+ 35 .b3 'i'c3 36 .'ii'g8+ (no 36 . .:td3? por 36 . . . .txb3+ ! ) 3 6 . . . W d 7 3 7 .'i'xe 6 + , seg u i d o d e 38.l:td3 .

34 . .:td1

El fi nal del contrajuego negro . La deb i l idad de su peón «e» será su condena .

34 . . . e5 35.llig7+ �d7 36.'i'h3+ �c7

Esto pierde de forma d i recta , pero tras 36 .. .f5 37 .lligxfS exd4 38.llixe7+ perdería materia l .

37.llige6+

El negro abandona .

(1 :O]

24.- Psakh is-Speelman

Torneo I nternacional Hastings 1 987/88

Gambito de Dama Aceptado [02 1 )

Recuerdo que du rante la Copa Mund ia l e n Reyk i a v i k 1 988 esta ba m i ra n d o a l g u n a s partidas con Ta l e n l a sala d e anál is is cuando súbitamente se levantó, dejando el trabajo a medias. Había visto a Speelman y a Petursson , su oponente , entrar en la sala para anal izar la partida que habían jugado. «Lo que él hace es siempre interesante» afi rmó Tal d i rig iéndose hacia ambos. Tal se refería en concreto a las ideas de Speelman en los anál is is . Sobre el tablero, el inglés puede ser un jugador seco y extremadamente técnico, capaz de convertir la más mínima ventaja en una victoria . Las ideas extravagantes se las guarda para después de la partida. Aún así, a veces se le escapan y las real iza sobre el tablero.

Un buen ejemplo de esto es su partida contra Psakh is , aunque siendo estrictos, no encaja con los otros ejemplos de la « impotente pareja de alfi les» . La forma en que la pareja de alfi les es neut ra l i zada no puede ser fá c i l m e nte descrita . Con una magia s in igual , Speelman hace aparecer sus caba l los en las casi l las más improbables para emerger victorioso del caos resu ltante .

E n su colección de mejores part idas . Jon Speelman admite que tras 17 jugadas y más de u n a hora de j u ego ofrec ió ta b l a s . Lo justifica de la s igu iente manera : «Consideré que sería necesaria una medida drástica. Pero no quería quemar mis naves antes de tantear el terreno: si aceptaba las tablas, perfecto; en

CAPITU LO 4: EL PODER DE LA PAREJA DE CABALLOS 1 61

caso contrario sería la guerra total» . Psakhis rechazó la oferta después de considerarla sólo d u ra nte tres m i n utos . Es peremos que los riva les de Speelman continúen haciendo lo mismo, porque en caso contrario podríamos perdernos un g ran número de potenc ia les obras maestras como la que ahora veremos.

1 .d4 d5 2.c4 dxc4 3.llif3 es 4.d5

La reacción más natura l . E l avance centra l abre ampl ias posib i l idades a l negro de crear suficiente contrajuego.

4 . . . e6 5.llic3 exd5

Un i ntento rad ica l por pa rte del negro d e solventar s u s problemas de apertura . I ntenta l legar a un fi nal con cuatro torres y pareja de a lfi les contra pareja de cabal los. Seirawan ha sido un gran defensor de este sistema, aunque no con demasiado éxito . La a l ternat iva es 5 . . . llif6 y l leva a posiciones muy compl icadas después de 6 .e4 exd5 7.e5 tlifd7 8 . ..tg5. Según el estado actua l de la teoría, e l b lanco está mejor.

6.'ii'xd5

Si el b lanco hubiera capturado con el cabal lo , su despl iegue hubiera carecido de fuerza .

6 . . . 'ii'xd5 7.llixd5 ..td6 8.llid2

La m a n i o b ra está n d a r. El b l a nco q u i e re recuperar el peón ganando un t iempo.

8 . . . llie7

La ú n ica fo rma d e conseg u i r contraj uego activo . La alternativa 8 . . . llic6 también se ha jugado, pero entonces 9 .llixc4 obl iga a l negro a ret irar su alfi l a b8, donde parece muy pasivo.

9.llixc4 llixd5 1 0.llixd6+ <t/e7 1 1 .llixc8+ .l:!.xc8

No es habitual que se cambie tanto material en sólo 11 jugadas. Al mismo tiempo , nuestra posición temática ha aparecido. En principio, la pareja de alfi les es superior en este tipo de posiciones, porque aún no se ha fijado n ingún

grupo de peones. Los ún icos puntos a favor del negro son su ventaja de desarrol lo y sus caballos centra l izados.

1 2 .g3

E l desarro l l o por fiancheto fue jugado por pr imera vez en T imman-Seirawan , Bruselas 1 986. En una part ida anterior Rib l i-Seirawan , Montpel l ier 1 985, e l b lanco no obtuvo nada tras 1 2 . ..tg5+ f6 1 3 . 0-0-0 .l:!.d8 1 4 . e4 fxg5 1 5 . exd5 llid7 1 6 . h4 g4 1 7 . ..td3 llif6 . Este ejemp lo deja c laro q u e e l b la nco no debe precipitarse. Al fianchetar su a lfi l de rey, el primer j ugador puede activar a l máximo su pareja de alfi les . Como veremos, neutra l izará la ventaja de desarrol lo del negro gracias a un truco táctico .

1 2 . . . llic6

El n e g ro con t i n ú a t ra n q u i l a men te su desarrol lo , s in intentar aprovechar su ventaja . A la alternativa 1 2 . . . llib4 el blanco responde 1 3 . ..th3 ganando un t iempo, lo que justifica la jugada anterior. Tras la continuación 1 3 . . . l:td8 1 4 . 0-0 lli8c6 la práctica ha demostrado lo s igu iente:

A) 15 . ..tg2 .l:!.d7?! ( impreciso) 16 . ..te3 b6 1 7.a3 tlid5 1 8 . ..tg5+ f6 1 9.e4 llic7 20.e5 ! , y el blanco está mejor, Timman-Seirawan , Bruselas 1 986. Aqu í vemos el plan de Ribl i ejecutado de forma muy favorable . Tras la partida Seirawan indicó que era mejor 1 5 . . . a5 1 6 . ..te3 b6 .

B ) 1 5 . ..t g 5 + f6 1 6 . i. e 3 . E sto es l o q u e Khal ifman jugó contra Seirawan e n Reykiavik

162 CAPITU LO 4: EL PODER DE LA PAREJA DE CABALLOS

1 991 . El blanco está preparado para cambiar uno de sus a lfi les por un cabal lo , confiando en que tendrá una i mportante ventaja en el final tras 16 . . . ll:id4 1 7 . . bd4 l:txd4 1 8 .i.g2 l:tb8 19 . .Ufc1 b6 20.a3 , seguido de 2 1 . b4 . Provocar f7-f6 es una parte esencial del p lan b lanco, puesto que supone deb i l ita r la sépt ima fi l a . Seirawan no buscaba el cambio , pero no pudo evita r tener g raves prob lemas después de 16 . . . b6 1 7 J:tfc 1 a5 1 8 .i.g2 . Los prob lemas a d q u i r i e ro n u n a d i m e n s i ó n d e s co m u n a l cuando se decidió por 1 8 . . . a4? , que fracasó ante 1 9 .a3 ll:id5 20 .i.xcS+, y el b lanco ganó materia l . Este ejemplo deja claro que 12 . . . ll:ib4 es una simple pérd ida de t iempo.

1 3.i.g2

En esta situación no es necesario l levar el a lfi l a h3 . El b lanco completa su desarro l lo con ca lma.

1 3 . . . .Ud8 1 4 . .tg5+

No está claro si forzar f7-f6 en esta posición tiene alguna uti l idad, ya que la séptima fi la no quedará débi l . Al contrario, d i ría incluso que el peón en f6 más bien refuerza la forta leza negra . Este jaque no supone n ingún problema.

1 4 . . . f6 1 5.i.d2 .Ud6

Muy sól ido. E l negro pretende consegu i r una centra l izac ión lo más fue rte pos i b l e para restringir la actividad de blanco.

1 6.0-0 l:rad8 1 7.l:tfc1 b6

Aqu í es donde Speelman rea l izó su oferta de tablas. Aparentemente ya había ca lculado la i n cre í b l e m a rc h a d e s u c a ba l l o , pe ro e l ofrecimiento s e hace e n e l momento justo. Tras su elección de apertura l igeramente i nferior, el negro sólo ha rea l izado jugadas sól idas . Con esta ú l t ima jugada ha movi l izado por com p l eto sus tropas y a h o ra te n d rá q u e continuar con u n a serie d e jugadas precisas.

1 8.@f1

El b lanco d i r ige su rey hacia el centro , de manera que e2 esté proteg ido en caso de que un cabal lo negro salte a d4.

1 8 . . . as

Otra jugada úti l .

1 9 . .te1

P a rece q u e e l b l a nco está j u g a n d o con humi ldad, pero es un espej ismo. El blanco es b ien consciente de l poder de su pareja de a l fi l es , pero ta mb ién sabe q u e las p iezas negras fuertemente centra l izadas le impiden por el momento extraer el máximo beneficio. Este es e l motivo por e l que rea l iza estas jugadas: está esperando a que el negro l leve s u s tor res o ca b a l l o s a cas i l l a s m e n o s favora b les . Y en caso de que e l negro n o colabore, confía en rea l izar progresos lentos pero seguros.

1 9 . . . g6

Real izada tras una reflexión de 20 minutos . En sus comentarios, Speelman ind ica 1 9 . . . @f? y 1 9 . . . h5 como alternativas. Esta ú lt ima no me parece tan buena. Llevar el peón negro a h4 debe beneficiar al b lanco puesto que abre la posición . Respecto a la primera sugerencia , serviría para justificar la acción que el negro tiene en mente, como podremos ver más tarde.

20 . .Uab1

Otra jugada prudente . Tras la inmed iata 20.a3 e l n e g ro d i s p o n d r ía d e l a fu e rte ré p l i ca 20 . . . ll:id4 . Resu lta impactante lo d ifíci l que es

CAPITULO 4: EL PODER DE LA PAREJA DE CABALLOS 1 63

para el b la nco ava nzar a lgún peó n , por e l momento . S i e m p re hay u n caba l l o negro d ispuesto a saltar al hueco que quede l ibre . Con la textual ya se amenaza 2 1 .a3, y 2 1 . . . tl\d4 sería respond ido con 22 .b3 , con lo que e l blanco ganaría espacio, poco a poco pero con fi rmeza . As í que ya es hora de que el negro tome cartas en el asunto.

20 . . . tl\db4

El i n i c i o de u n a de l a s m a n i o b ra s m á s rocambolescas d e toda l a h istoria del ajedrez.

21 .a3 tl\a2

La j u st i f i cac ión de la anter io r j u g a d a . E l cabal lo s e adentra e n l o profundo d e las l íneas enemigas para debi l itar la primera fi la , pero no tiene forma de volver atrás . L lamar a esto un riesgo controlado sería asumir que se sabe bien lo que se está haciendo. S i el más m ín imo deta l le no fuera bien, si la in iciativa generada por esta jugada de cabal lo fuera anu lada por un momento , el negro esta r ía tota l m e nte perd ido .

Spee lman otorga ¿ ! a esta jugada , en sus comentarios . E l signo de exclamación es por el va lor del negro a la hora de rea l izar este salto a l vacío . Había admitido lo equ ivocado de la i d e a d e s p u é s de q u e el GM J o e l Benjamín « refutara» s u va l idez. Me asombró m u c h o l a fo rma tan pasmosa e n l a q u e Spe e l m a n a d m ite e l fra caso tota l d e s u increíble idea . U n anál is is más profundo d e la posición (que él podría haber rea l izado, pero p a ra e l q u e n o es taba e s p e c i a l m e n te

motivado) me mostró que no hay n i nguna forma de que el b lanco cons iga una c lara ventaja ganadora .

22 .l:l.c4

Defin itivamente, la mejor casi l la para la torre . E ra m a l o 22 . ..txc6 e n v i sta d e 22 . . . tl\xc 1 23 .i.a4 .l:!.d 1 24 .i.xd 1 l:l.xd 1 , y el b lanco tiene problemas para l iberarse, con i ndependencia de la clavada del cabal lo negro .

22 . . . tl\d4

Spee l m a n a d m ite q u e en p r i nc i p io h a b ía planeado 22 . . . tl\e5, pero se lo pensó mejor en vista de 23 . .l:!.e4 'iá>f7 24 . ..th3 ! , y ahora 24 . . . l:l.d 1 fracasa ante 25.l:l.xd 1 l:txd 1 26 .f4 , y el blanco g a n a p i eza . E sta v a r i a nte d e m u estra c lara mente que la operación del negro tras 1 9 . . . 'iá>f7 (en vez de 1 9 . . . g6) hub iera estado totalmente justificada. Tras la jugada textua l , el negro amenaza 23 . . . tl\b3, cuando la pareja de ca ba l los d o m i n a por comp leto a la de alfi les .

23.b3

Una jugada comprensib le . E l b lanco no qu iere permit ir que el caba l lo tenga acceso a b3 y confía en que la pareja de cabal los negros acabe enredándose por sí misma. La jugada crítica era 23 .l:l.a 1 para capturar d i rectamente el ca b a l l o n e g ro . P e ro h a y u n peq u e ñ o problema: después d e 23 . . . tl\b3 24Jha2 l:l.d 1 la torre de a2 quedaría atrapada , mientras que el n e g ro d i s po n e de la m o rt a l a m e n aza 25 . . . tl\d2+. En la práctica uno t iende a buscar

164 CAPITU LO 4: EL PODER DE LA PAREJA DE CABALLOS

otras a lternativas en este tipo de situaciones. Aún así , el b lanco pod ía haber evitado estas amenazas gracias a 25 . .l:!.e4+ �f7 26 .f4 . Ahora vemos de nuevo cómo la idea negra hubiera sido perfectamente viable después de 1 9 . . . <Jo>f? en lugar de 1 9 . . . g6 , dado que la continuación prevista por Speelman 26 . . . .l:!.b1 27 . .l:!.e3 lL'ic1 se hubiera topado con 28 .�e4 , y el b lanco gana inmediatamente, como ind icó Benjamin . Pero el negro puede mejorar esta variante . Lo que debe hacer es proteger e l caba l lo con frialdad mediante 27 . . . a4! (en vez de 27 . . . lbc1 ) , tras lo cual el b lanco tiene dos opciones:

A) 28.�f2 1'dd 1 29 .�c3 lL'ic1 , y ahora la torre mal situada sucumbe de nuevo . Tras 30 .�e4 lbxa2 3 1 .�xb1 .l:!.xb 1 es el negro qu ien manda.

B) 28.�e4. Obl igado en vista de la variante a n te r i o r. Tras 28 . . . lb d 2 + 2 9 . <Jo>f2 lbxe4+ 30 . .l:!.xe4 b 5 s u rg e una p o s i c i ó n tremendamente i nteresante . E l b lanco t iene pieza l impia de más, pero la torre fuera de juego en a2 le compl icará mucho la vida . Esa torre no puede ser l i berada , puesto que se proporcionaría a l negro un terrib le frente de peones . Sería exagerado decir que en esta posición existe un equ i l i brio d inámico, dado que el blanco es el ún ico jugador con opciones de victoria . Pero , ¿cómo son de real istas estas opciones? El b la nco podr ía i ntentar ganar espacio mediante 3 1 .�c3 , seguido de 32.g4 y 3 3 . g 5 , pero en tonces e l n e g ro j u g a r ía 3 1 . . . .l:l.d5 para contener la actividad blanca .

Una segunda pregunta sería qué sucedería si un par de torres fueran cambiadas. Después de 31 .�c3 1'd5 el blanco puede continuar con

32 . .l:!.e3 y entonces ofrecer un cambio de torres mediante 33 . .l:!.d3 . El negro haría bien en no cambiar en d3 , puesto que la presencia de un peón b l a nco e n esa cas i l l a h a r í a que la ava la ncha de peones negros fuera menos pel igrosa tras la jugada l i beradora b2-b4 ( lo que sign ificaría que sería necesario 32 . . . c4) . E l b lanco podría situar entonces s u torre e n d4 s i q u i s i e ra , t r a s lo c u a l e l ca m b i o es i n ev i ta b l e , p u esto que e l n e g ro no debe abandonar bajo n ingún concepto la columna « d » . Pero ca mb iar tam poco sería de g ran ut i l idad para el blanco, puesto que le resu ltaría prácticamente imposible l levar su rey a c2 . U na vez m á s , d e c i r q u e l a p o s i c i ó n está d inámicamente equ i l i brada no sería correcto , pero la otra cara de la moneda es que resu lta bastante d ifícil encontrar un plan ganador para el blanco. Esto me l leva a la conclusión, con reservas, de que la jugada 1 9 del negro no merecería ¿! o ¿, sino ! ? o ! . Cabe destacar que el b lanco después de 20 . .l:!.ab 1 está peor que tras 20.a3.

23 . . . lbb5

Es un p l a c e r ver a l o s ca b a l l o s n e g ros campando a sus anchas.

24.1'b2

Una alternativa importante era 24 . .l:!.a 1 . tras la cual el negro debería tomar medidas concretas para evitar perder material sin compensación . Las posib i l idades son las s igu ientes :

A) 24 . . . 1'd2 . Seg ú n Speel m a n , ésta era la jugada que más tem ía Psakhis . No acabo de

CAPITULO 4: EL PODER DE LA PAREJA DE CABALLOS 165

entenderlo , porque creo que tras 25 .i.xd2 l:!.xd2 26 . i.e4 e l negro no t iene sufic iente compensación por la cal idad .

B) 24 . . . l2ibc3 . Obl igando al b lanco a cambiar una torre por la pareja de cabal los . Esto es desfavorable desde el punto de vista materia l , pero tras la forzada 25.l:!.xc3 l2ixc3 26.i.xc3 l:!.d 1 + 27 .l:!.xd 1 l:xd 1 + 28 .i.e 1 , la pareja de alfi les blancos está condenada a la pasividad, a l menos de momento . Speel man va lora la posición resu ltante como buena para el blanco, anal izando sólo la precipitada 28 . . . a4, cuando el blanco tiene efectivamente mejor juego tras 29. bxa4 c4 30.e3 c3 3 1 .i.e4 f5 32.<ti>e2 ! . Pero el negro puede usar su mayoría en el flanco de d a m a con m u cha más efect iv id ad . Lo correcto era 28 . . . <ti>d6 para qu itar las casi l las d5 y c6 a l a lf i l de rey, cuando la pr inc ipa l amenaza es 29 . . J:tb1 , y el blanco no tiene nada mejor que 29.i.e4 . Pero , incluso entonces , el n e g ro co n s i g u e un exce l e n te j u e g o , por ejemp lo : 29 . . . l:a 1 30 .a4 c4 3 1 . bxc4 .1:!.xa4 32.i.d3 l:ta 1 . E l b lanco debe sacrificar un a lfi l por e l peón « a » y, e n consecu e n c i a , se encuentra luchando por el empate .

24 . . . l2iac3

Esta jugada de cabal lo requiere un profundo cá lcu lo . Tras una serie de jugadas forzadas, s u rg i rá u n a pos i c i ó n d i n á m i ca m e nte eq u i l i brada .

La a lternativa era el otro sal to de caba l lo , 24 . . . l2ibc3 , lo que hub iera proporcionado a l negro u nos caba l los mág icos: s i tuados en casi l l as i m pos ib les donde su oponente no puede tocarlos. Una vez más, Speelman se muestra notab lemente pes im ista sobre las pos ib i l i dades de l negro . Ofrece la var iante 24 . . . l2ibc3 25.i.e4 b5 26.l:txc3 l2ixc3 27 .i.xc3 l:!.d 1 + 28 .i.e 1 , concl uyendo que la cosa no pinta bien para el negro . Y una vez más sólo co n s i d e ra u n a j u g a d a p rec i p i t a d a como 25 . . . b5 . U n movimiento mucho más fuerte es la natura l 25 . . J:td 1 . tras lo cua l el b la nco d ispone de las s igu ientes posib i l idades:

A) 26.i.c2 l:!.c1 27.f3 l:!.d2 Ofrezco esta variante principalmente por el efecto pintoresco de la posición . En la lucha entre piezas negras y blancas, las tropas del negro funcionan mucho mejor. E l negro gana.

B) 26.i.d3 l:!.c1 , y no es fáci l ver cómo debería cont i n u a r el b l a n c o . 27 . l:!.c2 se topa con 27 . . . l:!.xc2 2 8 . i.xc2 l2i b 5 , y l o s ca b a l los controlan todas las casi l las vitales de l flanco de dama, por lo que consegu i rán escapar con éxito .

Debo concl u i r que el negro podría i nc luso haber mejorado con 24 . . . l2ibc3 , porque la pareja de cabal los hub iera s ido más fuerte que la pareja de a lfi les enemiga.

25.a4

Obl igando a l ca ba l lo de c3 a saltar a otra casi l la sin retorno.

25 . . . l2id1 26.l:!.b1

El b lanco sacrifica la cal idad para mantener encerrado a l cabal lo de d 1 .

La a lternativa era 26 .l:!.a2 para responder a 26 . . . l2id4 con 27.l:ta3. El b lanco sitúa la torre en una casi l la pasiva para mantener a raya al cabal lo de d 1 , el «cabal lo errante» como lo l l ama Spee lman en sus comentar ios . Esta estrategia hub iera tenido éxito si no hubiera sido por un deta l le táctico. Veamos:

166 CAPITULO 4: EL PODER DE LA PAREJA DE CABALLOS

A) 27 .. .fS 28.e3 lbc6 29 . . bc6! .l:!.xc6 30 . .l:!.a2 l:td3 3 1 .'itó'e2 l:l.cd6 32 . .l:!.c1 , y e l negro t iene gravísimos problemas.

8) 27 . . . l:te6 ! 28 .e3 lLifS . Sólo mediante esta rápida reacción , el negro moldea la part ida a su gusto . Al blanco le será muy d ifíci l evitar la captura en e3 por parte de uno de los cabal los . Tiene dos jugadas de torre para dar protección adicional a su alfi l de dama:

81 ) 29 . .l:!.c1 . Ahora e l negro puede l leva r su «caba l lo errante» a la exce lente cas i l l a de d3 media nte 29 . . . lLib2 , tras lo cua l esta ría bastante b ien . También existe la pos ib i l i dad d e s a c r i f i c a r u n c a b a l l o e n e 3 . T r a s 29 . . . lLidxe3+ 30 . fxe3 lbxe3+ 3 1 . 'itó'f2 lLixg2 32 .'itó'xg2 .l:!.e2+ e l negro n o puede perder gracias a sus activas torres , m ientras que la torre b lanca de a3 está muy ma l s i tuada .

82) 29 .l1a 1 . Una vez más , el neg ro puede e l eg i r e n tre 2 9 . . . lLib2 y cap tu ra r en e 3 , s iendo esta ú l t ima opción la más atractiva , pues 29 . . . lLidxe3+ 30 . fxe3 lLixe3+ 3 1 . lt>f2 lbxc4 32 . bxc4 l:td3 ! ofrece al negro un activo contrajuego .

26 . . . lLia3

27 .l:tcc1

La mejor opción del b lanco .

Tras 27 . .U.e4+ 'itó'f7 28.l:tc1 lLib2!

E l b lanco tendría graves problemas debido a l a d e b i l i d a d d e su p r imera fi l a . La ú l t ima posición de esta variante merece un d iagrama para reflejar la fuerza del poder mágico de la pareja de caba l los.

27 . . . lLixb1 28.l:txb1

Ha empezado una nueva fase. E l negro tiene m á s m a t e r i a l , p e ro su ca b a l l o está permanentemente encerrado en d 1 . M ientras tanto el b lanco intentará l levar su a lfi l de rey a d3 para b loquear la col umna « d » y poder capturar el caba l lo .

28 . . .f5

C o n t ra r res ta n d o e l p l a n b l a n c o . L a a l ternativa era 2 8 . . . lbc3 , tras lo cual surgen var iantes s im i la res a las de l comentar io a la jugada 24 de l negro . Después de 29 . .txc3 l:t d 1 + 3 0 Jh d 1 l:t x d 1 + 3 1 . i. e 1 l a ú n i ca d iferencia con la variante anterior es que el peón b lanco está en a4 en vez de en a3. En esta s ituación , lo mejor que puede hacer el n e g ro es ro m pe r d i recta m e nte m e d i a nte 3 1 . . . b S . S p e e l m a n ofrece e n to n ce s l a s s igu ientes var iantes:

A) 32.axbS? c4 33 .b6 <j;>d8 34 . bxc4 a4 35.cS a3 36.c6 a2 37.c7+ lt>c8 , y el peón «a» decide la lucha.

8) 32.e3 ! . En sus comentarios orig ina les para e l Inform a dor Aje drecístico , S p e e l m a n

CAPITU LO 4: EL PODER DE LA PAREJA D E CABALLOS 167

consideraba que ésta era la jugada ganadora , pero m á s tarde cambió de opin ión . Y e s cierto que el negro no tiene que desesperarse tras 32 . . . c4 ! 33 .r.t>e2 l:l.a 1 34. bxc4 b4 . Speelman concluye que el blanco ahora deberá entregar el alfil por el peón «b» . Es interesante ver cómo hubiera acabado. Si el b lanco no está alerta , e l negro puede capturar con ca lma el peón «a» blanco, antes de avanzar su peón « b » . Sería correcto 35.cS ! , tras lo cual l a s tablas aparecen en el horizonte : 35 . . . b3 36 . ..ixaS b2 37 . .te4 l:l.xa4 38 . .tc3 l:l.xe4 39 . ..ixb2 , y n ingún jugador t iene n inguna opción real ista .

29 . ..ib?

El blanco intenta conseguir la casi l la d3 dando un rodeo. E l negro sólo puede contrarrestar esto avanzando sus peones del flanco de rey.

29 . . . g5 30 . ..ia6 f4

Justo a t iempo.

31 . .td3

Una jugada comprensible para un jugador en apuros de tiempo: el blanco quiere aclarar la posición tan pronto como sea posible. Aún así , sería mejor real izar una jugada de espera como 3 1 . ..i b S , cuando n i n g ú n j u g a d o r puede conseguir nada concreto . La torre blanca y el alfil de dama están atados a sus casil las, y las torres negras no pueden abandonar la columna «d». La posición está totalmente igualada.

31 .. . l:l.xd3 32.exd3 l:l.xd3 33.'it>e2 l:l.d5

Ahora se ve l a ut i l i dad de l avance de los peones del flanco de rey. E l b lanco no puede capturar el cabal lo , porque 34 .l:l.xd 1 f3+ pierde d i rectamente . Y tras otras jugadas, el cabal lo está b ien : 34 . f3 proporc iona l a cas i l l a e3, mientras que 34 . .td2 fracasa ante 34 . . . lllxf2 . 33 . . . .tl.d4 en lugar de la textual hubiera sido un error táctico en vista de 34 .gxf4 gxf4 35 . .td2 lllxf2 36 . .tc3 J:!.d3 37 . ..ie 1 , y el b lanco gana materia l . Una instructiva variante .

34.gxf4

Una a lternativa segura era 34 .'it>f3 para atacar el peón «f» enemigo. Tras 34 . . . ttJc3 35 . .txc3 J:!. d 3 + 3 6 . 'it>g 4 J:txc3 3 7 . r.t> x g S el b l a nco v i rtua l mente no t iene nada que temer en e l f i n a l d e tor res re s u l ta n te , m i e n tras q u e 34 . . . l:l. d 4 e s res p o n d i d o p o r 3 5 . 'it>e 2 , amenazando u n a vez más l a variante indicada en el comentario a la jugada anterior.

34 . . . gxf4

35.I:!.c1

168 CAPITU LO 4: EL PODER DE LA PAREJA DE CABALLOS

Aq u í e l b l a nco com ete el error dec is ivo . Psakh is , que só lo d i spon ía de u n m i n uto , pierde la paciencia y perm ite al cabal lo negro sal ir de su encierro con la esperanza de que sus propias piezas consigan mucha actividad , aunque sus esfu erzos serán e n va n o . E l blanco dispon ía de las s igu ientes alternativas para salvar la partida :

A) 35 .i.xa5 . Resta b lec iendo e l eq u i l i b r io materia l , pero l legando a un fi na l de torres perdido, como demuestra Speelman. Dado que no es relevante para nuestro tema reproduciré la variante de i23 jugadas! que proporciona el inglés sin más comentarios: 35 . . . bxa5 36.J:!.xd 1 f3+ 37.'it>e1 Wd6 (ahora el final de peones estaría perdido para el b lanco) 38.J:!.c1 J:!.d3 39.J:!.c4 l:xb3 40.'it>d2 'it>d5 4 1 .J:!.h4 J:!.b2+ 42.'it>d3 c4+ 43.Wc3 l:txf2 44 .l:xh? J:!.a2 45.J:!.f? f2 46 .h4 'it>e4 47.'it>xc4 'it>e3 48.'it>b5 J:!.a1 49.'it>xa5 f1 ¡t' 50.l:xf1 l:txf1 51 .'1t>b6 Wd4 52 .a5 'it>d5 53.a6 'it>d6 54 .'it>b? 'it>d7 55.a? l:!.b1 + 56.'1t>a8 'it>c7 57.h5 J:!.d 1 58.h6 J:td8+ , mate . Sin el peón «h» , el final hubiera sido tablas.

B) 35.'it>f3 . Su ún ica posib i l idad . Tras 35 . . . ll:lc3 36.i.xc3 l:ld3+ 37.'it>xf4 J:!.xc3

Speelman concluye que el negro está mejor. Esto es verdad , pero tampoco parece que el blanco tenga que desesperarse tras 38 .Wg4 'it>f6 39.h4 y 40 .h5 . Será d ifíci l expulsar a l rey de su escondite , porque el b lanco s iempre d ispone de una jugada de espera con su torre . Pero no 39.f4? en vista de 39 . . . h5+! 40.'it>xh5 'it>f5 4 1 .h4 J:!.h3, y la cosa tiene muy mala pinta para el blanco.

35 . . . ll:lb2

E l cabal lo escapa triunfante de su prisión .

36.i.c3 ll:ld3 37.J:!.g1

La torre ha encontrado una columna abierta , pero no puede hacer mucho . El deb i l itado flanco de dama blanco será decis ivo .

37 . . . ll:lb4 38.J:tg7+

Pierde d i rectamente. El fina l de torres tras un ca m b i o en b4 h u b ie ra estado i g u a l me nte perd ido .

38 . . . 'it>f8 39.i.b2

39 .J:!.xh? encuentra la devastadora rép l ica 39 . . .f3+.

39 . . . l:d3

El blanco abandona.

[0 : 1 )

25.- lvanchuk-Kasparov

Torneo I nternacional L inares 1 99 1

Defensa Sici l iana [851 )

La part ida q u e voy a mostra r ahora t iene ciertas s imi l itudes con Hübner-Kortchnoi . En ambos casos , la Defensa Sic i l iana vuelve a generar una posición en la que una pareja de cabal los se enfrenta a una pareja de a lfi les s in l ibertad de movimiento: en parte porque la posición está semicerrada y en parte porque el negro, el bando con los alfi les, t iene peones d o b l a d o s q u e d e b i l i t a n l i g e ra m e nte s u estructura . Pero hay una d iferencia importante . M ientras que en la otra partida la pareja de alfi les no funcionó debido a la mala posición del rey, aq u í Kasparov no puede l i berar su pareja de alfi les por su fa lta de espacio .

Es ta p a rt i d a fu e u n d u ro g o l pe p a ra e l excampeón mundia l y l e impid ió , por primera vez e n m u cho t i e m p o , g a n a r u n torn e o . lvanchuk l e superó por medio punto .

CAPITULO 4: EL PODER DE LA PAREJA D E CABALLOS 169

1 .e4 c5 2.tt:'if3 d6 3 . .i.b5+

lvanchuk esqu iva las variantes pri ncipales de la S i c i l i a n a , s i n d u d a p o r t e m o r a l a preparación d e Kasparov.

3 . . . tt:'id7

Una jugada ambiciosa que está considerada menos sól ida que la a lternativa 3 . . . .i.d7.

4.d4 tt:'if6 5.0-0

En s u s co m e ntar ios p a ra New In Chess ( 1 992/nº3) , lvanchuk concede a l enroque un s igno de excla mació n , i nd icando que esta jugada es mejor que la normal 5 .tt:'ic3 . Y es c ierto q u e la p ráct ica ha demostrado q u e 5 . . . tt:'ixe4 resu lta pe l igroso para e l negro a c a u s a d e 6 . J:t e 1 o 6 . ¡t'e2 . P e ro h a y otra variante en la que no tiene importancia si e l blanco primero desarrol la el cabal lo o b ien se enroca . Al menos desde e l pu nto de vista psicológico la jugada de la partida es fuerte , porque a Kasparov no le gusta enfrentarse a una posible fuerte in iciativa del riva l .

5 . . . cxd4

Unos meses más tarde, Kasparov jugó aqu í 5 . . . a6 contra Ljubojevic en el torneo VSB en Amsterdam. Tras la forzada 6 . .i.xd7+ tt:'ixd7 el gran maestro yugoslavo jugó 7 .tt:'ic3 , tras lo q u e la p a rt i d a e n tró en ter re n o s b i e n conocidos. Las otras opciones eran 7 .c4 y 7 .d5 como Kasparov ind ica en sus comentarios p a ra el Informador Ajedrecístico 5 1 . Seg u rame nte lvanch u k ten ía i ntenc ión de jugar una de estas a lternativas .

6.¡t'xd4 a6

Consiguiendo la pareja de alfi les . El b lanco se ve obl igado a cambiar en d7, pues de lo contrario el negro consegu i rá una favorable «S ic i l i ana Ab ierta » . Sin em bargo , dada la situación , el b lanco no tiene n ingún problema en cambiar, pues su ventaja de espacio tendrá mucho peso si retrasa el desarro l lo de su cabal lo de dama.

7 . .i.xd7+ .txd7 8 . .i.g5

Una j u g a d a muy d i recta . N u evamente e l b lanco prepara el cambio de su alfi l de dama por un cabal lo , dado que puede mantener las damas sobre el tablero .

8 . . . h6

lvanchuk acertadamente critica esta jugada. La prudente 8 . . . e6 e ra mejor, a la que e l b l a n co re s p o n d e r í a 9 . c4 .te7 1 0 . tt:'ic3 , cons igu iendo l igera ventaja . Por otra parte , esta jugada hubiera mostrado por qué 8 . .i.g5 es u n a j u g a d a t a n i m p o rta n t e : ev i ta e l fiancheto d e l a lfi l negro de rey.

9 . .i.xf6 gxf6

La posición temática .

E n cond ic iones norma les , el eq u i l i b rio de materia l en este tipo de Sic i l iana es d iferente . Lo habitual es que el blanco d isponga de su alfi l de rey y un cabal lo contra la pareja de a lfi les negra .

1 0 .c4!

« Probable m e n te una n o vedad» , d i ce lvanchuk . Fernández Garc ía-Csom, Málaga 1 981 prosiguió 1 0 .tt:'ic3 e6 1 1 .¡t'd3 .te7, con posib i l idades s imi lares. La jugada de la partida encaja en el plan estratég ico que ha d iseñado el blanco. No hay pel igro de que el a lfi l negro de rey se active pe l igrosamente en la gran d i a g o n a l , por l o q u e e l « M u ro M a roczy » proporciona al b lanco una ventaja duradera .

170 CAPITU LO 4: EL PODER DE LA PAREJA DE CABALLOS

1 0 . . . e6

La alternativa era 1 O . . . ..tg7, pero entonces el blanco se haría con el control de la posición gracias a 1 1 .lbc3 0-0 1 2 .'ifd3 ! , y el avance del peón negro «f» se evita de forma permanente .

1 1 .lbc3 l:tc8 1 2 .'it>h1

Una jugada suti l . E l b lanco espera a ver s i e l negro se en roca corto , tras lo cua l j ugará 1 3 .lbd2, seguido de 1 4 .f4 . Si el negro mantiene su rey en el centro , entonces decid i rá activar su flanco de dama.

12 . . . h5

Kasparov juega de la forma a la que nos t iene acostumbrados. Deja su rey en el centro con la esperanza de poder abrir la posición para sus alfi les en el momento oportuno. Pero ahora es el turno del blanco.

1 3 .a41

Expansión en el flanco de dama . Por otro lado, el blanco no ten ía ningún motivo táctico para rechazar la a lternativa 1 3 .lbd2 , pues 1 3 . . . h4 1 4 .h3 ..th6 1 5 .f4 ! ..txf4 1 6 .l:!.xf4 e5 1 7 .'ii'xd6 exf4 1 8 .lbd5 le proporcionaría una posición muy superior. Pero lvanchuk se decantó por la textual porque tras 1 3 .lbd2 el negro puede activar su a lfi l mediante 1 3 . . . ..tc6 .

1 3 . . . h4 1 4.h3 .te? 1 5.b4

M á s expa n s i ó n e n e l f l a n co d e d a m a . lvanchuk ind ica que l a a lternativa 1 5 .lbh2 no

le da nada en vista de 1 5 . . . 'ifc? 1 6 .lbg4 'ifxc4 1 7 .lbxf6 + 'it> d 8 , y el negro t i ene g ra n d e s esperanzas en su futuro .

1 5 . . . a5 1 6.b5 'ii'c7?

Con e l flanco de dama b loqueado, el p lan evidente del negro es l levar una pieza mayor a c5, tras lo cual podría ser trasladada a la columna «g» para presionar g2 . Pero hubiera s ido mejor l l evar la torre de d a m a , como recomienda lvanchuk : 16 . . Jk5 1 7 .lbd2 :tg5 (tras 17 . . . l:!.g8 el blanco desmonta los planes de su riva l g racias a 1 8 .f4) 1 8 .f4 l:!.g7 con la muy h u m i lde valoración «con pos ib i l idades para ambos bandos » . Creo que el blanco está un poco mejor. Dada la presión permanente en g2 , el blanco no lo tendrá fáci l para abrir la posición pero , por otro lado, la pareja de a lfi les negros continúa pasiva .

1 7.lbd2 'ii'c5 1 8 .'ii'd3 l:g8 1 9 . .l:tae1

El blanco refuerza poco a poco su posición . 1 9 .f4 era prematura en vista de 1 9 . . . l:g3, con juego activo para el negro . Por el lo el blanco perm ite que la dama negra l legue a g5, con la esperanza de que la i n iciativa del rival sea efímera .

1 9 . . . 'ii'g5 20.l:tg1 'iff4 21 .l:!.ef1 !

P a rece q u e l a s torres b l a n c a s ocu p a n posiciones bastante pasivas, pero el b lanco está seguro de que consegu i rá expulsar a la dama negra , tras lo cual podrá avanzar su peón «f» .

CAPITULO 4: E L PODER D E LA PAREJA D E CABALLOS 171

21 . . . b6

Una jugada pasiva que no se ajusta a l esti lo d inámico de Kasparov. Pero el negro no t iene forma de l iberarse , como demuestra lvanchuk en las s iguientes variantes:

A) 21 . . . d5 22.tt:Je2! (no 22.exd5 en vista de 22 . . . 1'.d6 23.tt:Jf3 'ii'xc4, con ventaja para e l negro) 22 . . . dxc4 23.tt:Jxc4, y 23 . . . 'ii'c7 recibe la fuerte rép l i ca 24 .l:!.c 1 . La pos ic ión se ha ab ie rto realmente y la pareja de cabal los se impone.

B) 21 . . .f5 22.tt:Je2 'ii'e5 23.f4 'ii'f6 , y el b lanco conserva la i n iciativa tanto con 24.tt:Jf3 como 24 .l:td 1 .

22.tt:Je2 'ii'h6 23.c5

Una ru ptu ra tentadora que no da a l b lanco una ventaja decis iva i nmed iata , pero que le hace la vida muy d ifíci l a su riva l . La alternativa era 23 .f4 , con gran ventaja de espacio, donde e l negro sería asfix iado poco a poco , s i n n inguna opción de contrajuego. Cabe destacar que lvanchu k critica la textua l , pero creo que s i m p l e m e nte es d e m a s i a d o p e s i m i s ta respecto a sus posib i l idades en una fase más avanzada de la partida .

23 . . J:txc5

El error decis ivo . El negro i ntenta abr i r la posición , pero s in consegu i r más espacio para q u e man iob re su pa reja d e a l fi l e s . Deb ió conformarse con una pos ic ión pas iva d e defe n s a ( 2 3 . . . d x c5 ) , con i n t e n c i ó n d e responder a 24.tt:Jc4 mediante 24 . . . l:tb8. Esto

resta pel igro al jaque de cabal lo en d6, puesto que podrá l levar su rey a f8 . Resu lta crucial entonces 25 . f4 1'.c8 26 .f5 , cuando el negro d ispone de las s igu ientes posib i l idades:

A) 26 . . . exf5 2 7 .tt:Jd6+ �f8 28 .tt:Jxc8 l:txc8 29 .l:txf5 , y el b lanco cuenta con una ventaja decis iva .

B) 26 . . . <t>fB . Lo mejor para el negro .

Ahora 27 .e5 exf5 no conduce a nada claro pues 2 8 . tt:Jd6 es respond ido con 28 . . . 1'.e6 29 .tt:Jxf5 'ii'g6 . Es mucho más fuerte para el b lanco 27 . .l:!.f4 ! añad iendo presión sobre el r iva l , con lo que e l b la nco t iene todos los tri unfos en su mano.

24.tt:Jc4 <t>fB

Desagradab le pero necesa r io . Después de 24 . . . d5 25 .tt:Jxb6 la posición negra se hundiría aún más rápido.

25.tt:Jxb6 1'.e8 26.f4 f5 27.exf5 l:!.xf5

1 72 CAPITU LO 4 : EL PODER DE LA PAREJA D E CABALLOS

28 . .l:tc1

Ahora el blanco tiene vía l ibre en el flanco de dama, mientras que las tropas negras están amontonadas s in sentido en el flanco de rey.

28 . . . '0t>g7 29.g4

Una jugada con poco sentido. E l b lanco no necesitaba in iciar n inguna acción en el flanco de rey para resolver la partida .

Era ganadora 29 .lllc8 , seguida del avance del peón « b » , como i n d ica l v a n c h u k e n s u s comentarios . L a textual compl ica un poco l a victoria , en parte porque a lgunas varia ntes permiten al negro un jaque por sorpresa contra el rey blanco, como podremos ver después.

29 . . . .l:tcS 30 . .l:txc5

Ahora 30.lllc8 no era bueno en vista del golpe táctico 30 . . . �xb5 ! .

30 . . . dxcS 31 .lllcS i.f8

Kasparov decide dar su a lfi l de dama con la esperanza de a ct i v a r su d a m a y te n e r contrajuego, pero e l b lanco puede anu lar este plan con jugadas precisas. 31 . . . �d8 hub iera planteado una defensa más tenaz; ahora el alfi l es intocable en vista del jaque en c6 y el b la nco debe j u g a r 32 .l::tc 1 . Tras 32 . . . 'i!t'f6 33.:xc5 'i!t'a 1 + 34 .�h2 'i!t'e 1 35.'i!t'c3+ el blanco consigue cambiar damas y la victoria es una simple cuestión de técn ica .

32.'i!t'd8 'ir'g6

La idea de la jugada anterior. Después de 33 . 'i!t'xe8 'ir'd 3 e l n e g ro c o n s eg u i r í a , de repente , un pel igroso contrajuego.

33.fS 'i!t'h6 34.g5 'i!t'h5 35 . .l:!.g4!

Med iante tres jugadas concretas, e l b lanco ha conseguido encerrar a la dama enemiga. La

35 ... exf5 36.lllf4 'i!t'h8

Aba n d o n a r h u b i e ra s i d o m ej o r q u e esta reti rada .

37.¡;of6+ �h7 38 . .l:txh4+

El negro abandona.

[1 :O]

Después d e esta conv i ncente v icto r ia de lvanchuk mostraré una part ida posterior de a q u e l a ñ o , e n la q u e e l g ra n m a est ro ucraniano intenta apl icar la misma estrateg ia . Esta vez su oponente es Salov, que se defiende perfectamente y consigue man iobrar por el tablero con una pareja de a lfi les que cada vez es m á s fu e rte . S i S a l ov n o h u b i e ra desperd i c iado u n a pos ic ión g a n adora e n apuros de t iempo, esta part ida podría haber sido la otra cara de la moneda . Pero tal y como s u ced i ó , l v a n c h u k con s i g u i ó la v i cto r i a . Muestro esta partida , l igeramente alejada del ám bito de este l i b ro , sólo con u nos breves comentarios .

Partida Anexa: lvanchuk-Salov

Reykjavik 1 99 1

Defensa Sic i l iana [861 )

posición del negro no se sostiene. 1 .e4 c5 2.lllf3 lllc6 3.d4 cxd4 4.lllxd4 lllf6

CAPITULO 4: EL PODER DE LA PAREJA DE CABALLOS 173

5.ll:ie3 d6 6.�g5 �d7

La especia l idad de Salov en aquel los t iempos.

7.'i'd2 :es S.f4 h6

Una buena répl ica . El negro se prepara para poner a salvo su rey.

1 S.l:tf3 b5 1 9.llle2 'i'e5 20.ll:id4 a6 21 .l:tg3 �fS

El negro · juega con extremada precisión . Se Igua l que Kasparov, Salov fuerza el cambio evita la penetración blanca en g7 , al tiempo en f6 . La alternativa era cambiar en d4. q u e el peón de f6 s i g u e suf ic ientemente

proteg ido . 9.�xf6 gxf6 1 0 .ll:if5

U n movi m i e nto de caba l l o t í p i co en esta pos ic i ó n , a u n q u e no g a ra nt iza u n a c l a ra ventaja . Una buena alternativa hu biera sido s implemente 1 O .O-O-O .

1 0 . . . 'i'a5 1 1 .�d3 lllb4 1 2.0-0 ll:ixd3 1 3.'i'xd3

Aparece la posición temática .

1 3 . . . 'i'eS+ 1 4.�h1 e6 1 5.ll:ie3 h5 1 6.l:tad1 �e7

1 7 .f5

En sus breves comentarios para New In Chess ( 1 99 1 /n º7 ) , Arna son cr i t i ca esta j u g a d a , i n d icando q u e h u b iera s ido mejor para e l b lanco 1 7 .l:tf3 o 1 7 .ll:ie2 , seguido 1 8 .ll:id4 . Y esto resu lta ser un vered icto acertado, aunque e l sa l to d e ca b a l l o a d4 podr ía h a be rse producido una jugada antes , con intención de l levar la torre de dama a c 1 . Esto h u b iera proporcionado al b lanco una l igera ventaja . Ahora la dama negra consigue el control de la v i ta l cas i l l a e 5 , s i n q u e e l b l a nco pueda apoyarse en nada para in iciar un ataque.

17 . . . �dS

22.e3 l:te7 23J:tf1 �es

Se retira el otro alfi l para situarlo en la gran d iagona l .

24.lllf3 'i'e5 25.ll:ih4

L a i n i c i a t i va b l a n c a en el f l a n co d e rey empieza a tomar forma, pero el negro puede defenderse con éxito sin perder sus logros posiciona les .

25 . . . �e7 26.fxe6 fxe6 27 . .l::.g7

Tentadora , pero no muy buena . Hubiera sido mejor cambiar el a lfi l de rey enemigo por uno de los cabal los mediante 27.ll:ig6.

27 . . . �b7

El negro prosigue con su plan .

2S.ll:ig6 l:teS 29.llle2

El b lanco continúa su man iobra , sin real izar demasiados progresos.

29 . . . �es 30.ll:id4 �dS 31 .ll:if4 'i'e51

174 CAPITU LO 4: EL PODER DE LA PAREJA DE CABALLOS

La dama recupera su posic ión centra l con Ahora el blanco manda de nuevo . renovadas energ ías.

32.J:rxc7+ @xc7 33.'Wh3 @b8?

U n error comprens ib le . Lo correcto era la evidente 33 . . . @d? ! , con ventaja ganadora . E l peón « e » se e n c u e ntra s u fi c i e n te m e n te proteg ido y el rey negro está a salvo.

En esta fase con apuros de tiempo por las dos partes , las jugadas del b lanco tamb ién se resienten. Era mejor 35.lLidxe6, aunque incluso entonces el negro está b ien tras 35 . . . i.xe4 . Después de la textua l , el negro vuelve a tomar el mando.

35 . . . J:rhS?

Era muy fuerte 35 . . . .Ug4, y en caso de 36.lLifxe6 'Wxe4 e l b l a nco te n d rá p ro b l e m a s p a ra proteger su peón « g » .

36.'Wxe6 .ixe4 37.h3 f5

El negro estaría bien después de 37 . . . i.b6 ! , amenazando 3 8 . . . ..ltxd4 . Tras 39 .cxd4 l:xh3+ 40.<;t>g 1 'Wxd4+ 4 1 . l:f2 'Wd 1 + 42 . .Uf1 .Uh 1 + 4 3 . '0t>x h 1 'Wxf1 + 44 . @ h 2 'Wxf4 + e l n e g ro domina el tablero.

Esta variante es del GM is landés Arnason .

38.'Wd71

38 . . . 'Wc5 39.lLide6 'Wc4 40. 'Wxd6+ @as 41 .l:f2

Se ha l legado al control de tiempo y el b lanco gana . lvanchuk remata la partida con esti lo .

41 . . . .ih4 42. 'Wxa6+ 'Ot>b8 43. 'Wb6+ <;t>c8 44.l:td2 i.e7 45.lLig6 'ii'f1 + 46.<;t>h2 l:txh3+ 47.@xh3 i.xg2+ 48.l:.xg2 'Wf3+ 49.Wh2 'Wh5+ 50.'0t>g3 i.h4+ 51 .@f41

El negro abandona.

[1 :O]

175

5.- SUPERIORIDAD DE ALFIL Y CABALLO

26.- Karpov-Kamsky

Torneo l nterpol is , Ti lburg 1 99 1

Defensa India de Grünfeld (085)

N o es hab i tua l que una part ida entre dos jugadores de super el ite se gane sólo por m e d i o s p u ra m e n te p o s i c i o n a l e s , s i n escaramuzas tácticas . Y esto e s mucho más s o r p re n d e n te en n u estro caso p u e s e l perdedor resu lta s e r Karpov. As í es como Kamsky derrotó a su gran r ival en el XV Torneo l nterpo l is .

Durante toda la partida , la pareja de alfiles blanca es manten ida a raya de forma exce lente y cuando e l negro rea l i za u n es pectacu l a r sacrificio d e peón e n l a jugada 4 8 para quebrar las defensas del blanco, se trata más de una tra ns ic ión estratég ica que táctica . E n m i s siguientes comentarios util izo algunas notas de Karpov en el Informador Ajedrecístico 53. Uno espera q u e l a s con c l u s iones d e l a n t i g u o Campeón d e l Mundo sean instructivas , pero resultan ser bastante decepcionantes. Por algún extraño motivo, Karpov parece extremadamente optim ista depositando una enorme fe en su pareja de alfiles, incluso cuando él mismo se encuentra bajo una asfixiante presión . Esto me sorprendió mucho. Su optimismo le ha permitido conseguir éxitos insospechados, pero esto no tiene sentido cuando uno está anal izando una partida .

1 .d4 llif6 2.c4 g6 3.llic3 d5 4.cxd5 tt:ixd5 5.e4 tt:ixc3 6.bxc3 ..tg7 7 . ..te3

Durante la d isputa del Campeonato del Mundo frente a Kasparov en Sevi l la 1 987, Karpov jugó invariab lemente la variante del cambio con 7 . ..tc4 , seguido de 8.llie2 . Tres años más tarde, en los enfrentamientos de Nueva York y Lyon , mod ificó l igeramente su repertorio l levando pr i mero su a lfi l de dama a e3. Estos dos

sistemas son muy d istintos. En el trad icional , e l b l a n co norma l mente i ntenta e n roca rse rá p i d o , s i n d a r o p o rtu n i d a d al n e g ro d e presionar d 4 . C o n la textua l , el blanco intenta activar sus piezas en primer lugar, confiando en que la presión sobre d4 no será demasiado fuerte .

7 . . . cs

El negro no qu iere enrocarse aún , puesto que d a r í a la oportu n id a d al b l a n co de ataca r d i rectamente su rey.

8.'ii'd2 'ii'as 9 . .Ub1

Esta jugada de torre encaja perfectamente en la estrategia del blanco. En fase muy temprana de la p a rt i da el n e g ro se enfre nta a una amenaza concreta .

9 . . . a6

Ev i ta n d o q u e la torre acceda a b 5 . U n a a lternativa i m porta nte e s 9 . . . b 6 , cuando la mejor répl ica blanca es 1 0 . ..tb5+ ..td7 1 1 .i.e2 , i n tenta ndo a l i v i a r l a pres ión sobre d4 . La práctica ha demostrado que 1 1 . . . ..tc6 ofrece al negro suficiente contrajuego.

1 O . .Uc1

Esto contradice la reg la de no mover dos veces l a m i s m a p i eza h a sta q u e n o se haya completado el desarro l lo . Pero el blanco se lo puede permitir. Quiere demostrar que a7-a6 ha d e b i l i t a d o la p o s i c i ó n n e g ra t ras e l i nevitable cambio en d 4 , puesto q u e evita que su riva l adopte una posición sól ida mediante b7-b6 , y restringe el radio de acción del a lfi l de dama blanco.

1 0 . . . cxd4

La amenaza posicional era 1 1 .d5 , con gran ventaja de espacio .

176 CAPITU LO 5: SUPERIORIDAD DE ALFIL Y CABALLO

1 1 .cxd4 'ii'xd2+ 1 2 .Wxd2 0-0

Aparece un medio juego sin damas antes de que los j u g a d ores h a y a n co m p l etado s u desarrol lo . El b lanco domina e l centro , lo que podría considerarse l igeramente mejor que la mayoría negra del flanco de dama. Aún así , es importante que el b lanco movil ice sus tropas de la forma más eficaz posib le para evitar que la posición centra l de su rey (que sería una ventaja en un fi na l lejano) se vue lva en su contra .

1 3.lZ:lf3 e6

Antes de prosegu i r con el desarrol lo , el negro detiene el avance del peón «d» enemigo.

1 4 . .tc4

Más tarde veremos que este desarro l lo del alfi l no garantiza n inguna ventaja , puesto que el blanco tendrá que perder un t iempo cuando sea atacado desde as por un caba l lo . Una a lternativa importante era 14 . .te2 , con idea de responder a 14 . . .fS mediante 1 S .exfS gxfS 1 6 .g3 , tras lo cual el b lanco probablemente dispone de cierta ventaja .

14 . . . lZ:lc6 1 5 . .l:!.hd1 ..td7 1 6.�e1

El blanco qu iere tener la opción de retirar su alfi l a e2, cuando el cabal lo negro se s i túe en as. La a lternativa era 1 6 .�e2 . Tras 1 6 . . . . lZ:laS 17 . .td3 .ta4 1 8 . .l:!.d2 .l:!.fc8 el negro estaría bien gracias a su control de la columna «C» .

1 6 . . . lZ:laS 1 7 . .te2 l::tfc8

En esta situación 1 7 . . . .ta4 no hubiera sido tan buena en vista de 1 8 . .::td3 , y el b lanco está mejor debido a la amenaza 1 9 . .::ta3 . Con la jugada del texto , el negro ha encontrado una soluc ión sat i sfactor ia a sus prob lemas de apertura .

1 8 . .td2

Esta seg u n d a re t i ra d a de a l f i l e s proba blemente lo mejor para el b lanco . E l cabal lo negro se ve obl igado a volver atrás, de modo que la in iciativa del negro en el flanco de dama pende de un h i lo . En el Informador Ajedre cístico S 3 , Ka rpov s u g i e re 1 8 . e S , considerando que e l blanco está l igeramente mejor. Esta valoración fue adoptada por la tercera edición de Chess Encyclopedia .

E s bas tan te i m p ro b a b l e q u e s e m ej a nte jugada, estratég icamente de doble fi lo , pueda ofrecer a las b l a ncas a l g u n a ventaj a . E l segundo jugador d ispone de l a s s igu ientes pos ib i l idades:

A) 18 . . . .ta4 1 9 .l:l.xc8+ l:l.xc8 20 . .::tb 1 , con buen juego para el blanco, pues 20 . . . .tc2 fracasa ante 21 . .::tc 1 .

B) 1 8 . . . .tf8 1 9 .lLlgS ..tc6 20 .f3 , y también aqu í el b lanco puede ser opt i m i sta respecto a l futuro .

C ) 1 8 . . . .t c6 ! . Es ta j u g a d a p u ra m e nte estratég ica es lo mejor para el negro. Mantiene a l caba l lo enemigo en su sit io y se prepara p a ra l l ev a r e l a l f i l a d S . T ras 1 9 . .t d 2 responderá con ca lma 1 9 . . . b 6 tras lo cua l

CAPITU LO 5: SUPERIORIDAD DE ALFIL Y CABALLO 177

20.l:tb1 se encuentra con 20 . . Jkb8 . Ahora la j u g a d a a 7 - a 6 no t i e n e consec u e n c i a s negativas para e l negro . U n cambio e n a 5 no le preocupa, porque reforzaría notablemente la pareja de alfi les. Di ría que es el negro, y no el blanco, e l que goza de cierta ventaja aqu í .

1 8 . . . tt:'ic6 1 9 . .tc3

El b l a n co pa rece h a b e r refo rz a d o considerablemente su posición , pero el negro guarda un as en la manga .

1 9 . . . tt:'ia71

Después de esta jugada Karpov considera la posición igualada, lo que sign ifica verlo todo un poco de color de rosa , porque e l negro está mejor. Ahora amenaza controlar el flanco d e d a m a med ia nte 20 . . . .ta4 , seg u i d o de 2 1 . . . tt:'ib5.

20 . .td2

Con esta h u m i lde reti rada , e l b lanco deja entrever que se contenta con tablas.

20 . . . tt:'ibS

Kamsky va a por la victoria . También podría haberlo i ntentado mediante 20 . . . .ta4 , pero entonces el blanco no tendría nada que temer tras 2 1 .l:txc8+ l:txc8 22.l:tb 1 , y ahora :

A) 22 . . . .tb5 23 .a4! .txe2 24.Wxe2 , y el b lanco está l igeramente mejor.

B) 22 . . . tt:'ib5 23 . .td3 ! , con opciones razonables para el blanco, pues 23 . . . tt:'ixd4 24 .tt:'ixd4 .txd4 fa l la a causa de 25 . .l:Z.b4 . La textual obl iga al b lanco a avanzar su peón « e » , lo que se convierte en una concesión posiciona l .

21 .eS .tc6

El alfi l de dama se sitúa en la gran diagonal pa ra ej ercer l a m á x i m a p res ión sobre la posición b lanca .

22.a4 tt:'ia7

U n a vez m á s , K a m s ky retrocede con su caba l lo con buen criter io . Una jugada más evidente hub iera sido 22 . . . tt:'ic7, pero entonces hubiera tenido que elegir con qué pieza menor ocu par la fu n d a menta l cas i l l a d 5 . Tras la textua l , todo está claro : qu iere situar el a lfi l en d5 y el cabal lo en c6 para ejercer la máxima presión contra el peón blanco «d» .

23.l:ta1 .td5 24.Wf1

L i berando la casi l l a e 1 para el caba l lo . E l b lanco planea l levar el cabal lo a c5 , tras fijar l o s p e o n e s n e g ro s d e l f l a n co de d a m a . Mediante j uego preciso, Kamsky conseguirá desbaratar este plan .

24 . . . tt:'ic6 25.aS l:tc7

Proteg iendo e l peón « b » , de ma nera que ahora el negro amenaza cambiar en f3 para poder capturar en d4.

26 . .te3 .tf8

La tercera pieza menor ocupa su lugar.

27 .tt:'ie1 .tb4 28.l:tdc1

Defend iendo i n d i recta m ente e l peón « a » . Ahora e l b lanco amenaza 29 .tt:'id3, obl igando al negro a ca m b i a r en e 1 , tras lo cual la temática bata l la de a lfi l y cabal lo contra pareja de a lfi les dará comienzo. Cabe destacar que Karpov considera la posición tras la jugada textual claramente mejor para el b lanco, con fe ciega en la fuerza de su pareja de alfi les. Pero en real idad, la situación es bien d istinta .

178 CAPITU LO 5: SUPERIORIDAD DE ALFIL Y CABALLO

La pareja de alfi les es muy estática, mientras que las p iezas n e g ra s se coord i n a n a l a perfección . E s más, e l negro pronto tomará el control de la col umna « C » , pues e l b la nco tendrá que recapturar de torre en e 1 .

28 . . . .txe1 29 . .J:l.xe1 ll:ib4

El cabal lo aparece en la casi l la del alfi l .

30.l:tac1

E l pe l i g ro d e l a i n i c i at iva n e g ra se h a ce patente en el hecho de que 30 .l:tec1 fracasaría ante 30 . . . ll:ic2 3 1 .l:tab1 .ta2 , y el negro gana la ca l idad .

30 . . . ll:ic2 31 . .tg5

La d i recta 3 1 . .l:led 1 hubiera l levado a la misma pos ic ió n , pues 31 . . . ll:ixe3+ 32 .fxe3 .J:l.ac8 33 . .l:lxc? .J:l.xc7 ser ía respond ido med ia nte 34 .i.f3 , tras lo cual el fina l de torres acabaría en tab las . Pero e l negro no t iene n i nguna intención de cambiar su poderoso cabal lo .

31 . . . l:racS 32 . .J:l.ed1 ll:ib4

Esta retirada permite a l b lanco l levar su a lfi l a b6, tras lo cual sus dos peones débi les están proteg idos. Pero no está c laro de qué otra forma podría mejorar el negro su posición .

33 . .l:lxc?

El blanco debe cambiar torres, ya que 33 . .J:l.b1 se toparía con la fuerte respuesta 33 . . . ll:ia2 .

33 . . . .l:lxc? 34 . .l:tb1

Karpov se defiende bien . Antes de situar su a lfi l en d8, obl iga a l cabal lo negro a decid i rse. 34 . .td8 h u b i e ra s i d o re p l i ca d a m e d i a nte 34 . . . 1.'t.c2 .

34 . . . ll:ic2

El caba l lo vuelve a su forta leza . Contra la a lternativa 34 . . . ll:ia2 Karpov hab ía p laneado 35 . .J:l.b6 ll:ic3 36 . .td3 i.c6 37 . .td2 , y el blanco se reagrupa con éxito . En caso de 37 . . . .tb5 38 . .txb5 ll:ixb5 el blanco jugaría 39 . .te3 c;1;>g7 (39 . . . ll:ic3 deber ía hacer frente a 40 .i.h6) 40.We2 ll:ic3+ 4 1 .c;1;>d3 ll:id5 42 . .J:l.b3 , y hubiera conseguido suficiente contrajuego.

35 . .tdS

35 . . . .i:.cs

Obl igando a l a lf i l a i r a b6 . Podría decirse que era su intención de todos modos y que la activa 35 . . . .l:.c3 e ra p ro b a b l e m ente m ejo r. Pero Kamsky qu izá había ca lculado una profunda variante que mostraría los inconvenientes de esta idea , que permite a l blanco jugar la activa 36 . .tf3 y explotar así la debi l idad de b7. Tras 36 . . . .txf3 37 .gxf3 ll:ixd4 38 . .J:l.xb? e l b lanco ame nazar ía 39 . .tf6 . Pa rece q u e e l negro podr ía refutar el p lan b lanco táctica mente c a p t u ra n d o p r i m e ro e n d 4 , p e ro es u n espej ismo: después d e 3 6 . . . ll:ixd4 3 7 . .txd5 exd5 38 . .J:l.d 1 ll:ie6 39 . .l:.xd5 el negro puede intentar ganar un peón con 39 . . . .l:lc1 + 4Q .r,t>e2 ll:if4 + 4 1 . W d 2 ll:i x d 5 4 2 . c;1;>x c 1 ll:if4 , p e ro

CAPITULO 5: SUPERIORIDAD DE ALFIL Y CABALLO 179

entonces e l b la nco se har ía con e l control g racias a 43.'it>d2 ll'ixg2 44.j¿g5 'it>g7 45.'it>e2 h6 46.j¿d2 . Por este motivo , la jugada del texto es la correcta .

36.j¿b6 j¿e4 37.l:td1 J:tc3

Ahora sí. E l negro ha entrado con la torre ; de otra forma no podría haberlo hecho, por culpa d e j¿c5 . Las p i ezas negras se s i tú a n en pos ic iones amenazantes , pero será d if íc i l romper la defensa b la nca , puesto que las debi l idades en a5 y d4 están proteg idas y e l flanco de rey blanco no ha s ido debi l itado.

38 . ..tcs 'it>g7 39.'it>g1

E l b la nco se prepara para expulsar a l alf i l negro mediante f2-f3 .

39 . . . J:tb3

Con su pos ición óptimamente reforzada , e l negro se reagrupa . Está preparando la retirada de su cabal lo a c6 vía b4 para poder ejercer la máxima presión contra a5 y d4 .

40 .f3 j¿c6 41 .'it>f2 ll'ib4

Ciertamente no 4 1 . . .ll'ie3, ya que el b lanco forzaría entonces un cambio de torres mediante 42 .l:td3 , tras lo cual puede estar tranqui lo en adelante, pues la presencia de torres refuerza la l igera superioridad de alfi l y cabal lo sobre la pareja de alfi les.

42.l:td2

Proteg iendo la segunda fi la .

42 . . . ..tdS 43.h4

U n ava n ce j u st i f i c a d o . D a d a s l a s circunstancias, e l negro e s e l ún ico q u e se puede plantear la expansión en el flanco de rey y, con esto en mente, la textual s irve de med ida profi l áct ica . Es i m portante q u e la posición blanca no se debi l ite .

43 . . . ll'ic6 44.j¿b6 h5

Si el negro se hubiera dedicado a perseguir peones mediante 44 . . . J:ta3, el b lanco hubiera jugado 45Jk2 . Después de 45 . . . ll'ixa5 la torre blanca hubiera penetrado con 46.J:tc8, provo­cando la desagradable amenaza 47 .j¿c5. Por el lo Kamsky refuerza su flanco de rey antes de emprender n inguna acción d i recta .

45.J:lc2 l:ta3

No tanto para tomar en a5, s ino para reforzar en general su posición .

46.g4

Esto deja bien claro que Karpov sobreestima sus pos ib i l i dades . Este prematuro avance debi l ita los peones de « h » y «f» , y aunque abre la pos ic ión , no cons igue contraj uego sufic iente . Al contra rio , las p iezas negras tendrán pos ib i l idades de presionar aún más al b l a n co . E sto es m u y i n st ruct ivo , pues demuestra cómo la apertura de la posición no siempre beneficia a l jugador que d ispone de la pareja de alfi les .

E l b l a n co d e b i ó h a b e r e s p e ra d o acontecimientos , por ejemplo, con 46.j¿f1 . y el negro no tendría nada fáci l real izar algún p ro g re s o , p u e s su l i g e ra ven taj a n o le garantiza posib i l idades reales de ganar.

46 . . . l:ta1

180 CAPITU LO 5: SUPERIORIDAD DE ALFIL Y CABALLO

Correcto . La torre negra va de camino a h 1 para atacar e l peón blanco « h » .

Menos fuerte e ra 46 . . . hxg4 47 . fxg4 l:t h 3 , porque e l blanco n o estaría mal tras 48 .h5 .

47.l:.C3 �h1 48.Wg3

Ka rpov i n d i ca q u e e ra p refer ib le 4 8 . g x h 5 gxh5 49.We3, c o n la i ntención de responder a 49 . . . l:txh4 5 0 . l:t c 1 , y es verd a d que le proporc ionar ía c ierto contraj uego . Pero e l negro no t iene n inguna pr isa por capturar e l peón « h » . U n a o p c i ó n muy fu e rte se r í a 4 9 . . . lll e 7 , s e g u i d o d e 5 0 . . . lll f5 . E s to demuestra que la apertura de la posic ión ha favorecido a l negro : e l caba l l o ha ganado una casi l l a vita l .

48 .• . g51

La mejor jugada de la partida . Al sacrificar un peó n , e l n e g ro fu e rza un p o d e roso y v irtua l mente i m pa rab le peón pasado, cuya fuerza reside en la situación marg inada del alfi l de dama blanco.

La jugada textua l es l a t íp ica ruptura q u e l lega p o r sorpresa en l o s fi na les de peones: una l ucha tensa norma lmente l l eva a que e l b a n d o que ro m pe co n s i g u e un d e c i s ivo peón pasado .

E l «campeón s i n coro n a » P a u l Keres fue v íctima de una de el las en u n fi na l de caba l lo contra a lfi l en e l que estaba prácticamente

ganando . Veamos qué suced ió :

La posición de l anterior d iagrama corresponde a la partida Kozma-Keres, Luhacovice 1 969 .

El negro tiene un peón de ventaja y un cabal lo superior. Sólo su peón «h» es débi l , por lo que Keres jugó 34 . . .f5??. El blanco reaccionó i nmediatamente con 35.f4 ! , y tras 35 . . . fxg4 36.fxg5 llle3 37.g6 lllf5 38 . ..tg3 consiguió una victoria relativamente fáci l .

En estas circunstancias -ya regresando a la part ida protagonista- , la jugada 48 . . . g5! no resu lta una sorpresa , pero probablemente fue un gran shock para Karpov.

49.hxg5 h4+ 50.Wg2

Su ú n ica oportu n i d a d . Tras l a a l ternat iva 50.'át>f2 el negro gana elegantemente gracias a 50 . . J:lh2+ 5 1 .'it>e3 h3 52 .lk1 'it>g6 53 . f4 �xe2+ , y el peón «h» decide la contienda .

50 . . J1e1

Ganando un val ioso t iempo. Ahora 5 1 .Wf2 no funcionaría debido a 5 1 . . . h3.

51 .l:tc2 'it>g6

Ahora el negro l lega a t iempo de responder a 52.'it>h3 mediante 52 . . . @xg5.

52.�f2

CAPITULO 5: SUPERIORIDAD DE ALFIL Y CABALLO 181

Lo que no pod ía hacerse en la jugada previa ahora sí es pos i b l e , puesto q u e 52 . . . h 3 ? 53.'ót>xe1 h2 s e encontraría con 54 . ..td3+.

52 . . J:ta1 53.f4 J:!.a31

Amenazando encerrar a l rey blanco mediante 54 . . . J:!.g3 .

54.J:!.d2

El blanco acepta su destino. Karpov ind ica que 54 .'ót>g 1 hubiera ofrecido más resistencia, pero igualmente la posición blanca es insostenib le tras 54 . . . ..te4 5 5 J:t d 2 tt:Jb4 , seg u i d o d e 56 . . . tt:Jd5.

54 . . . J:!.g3 55 . ..tcs

El blanco no d ispone de jugadas úti les, pues 55 .J:!.d3 fa l la a causa de 55 . . . J:!.g2+ 56 .'it>e3 l:txe2+ ! 57.'it>xe2 i.c4 .

55 . . . 'ót>g7

Con esta ú t i l j u g a d a e l negro s u b raya l a impotencia de s u oponente . Evita e l jaque d e alfi l e n d 3 , de modo q u e 5 6 . . . J:!.g2+, seguido de 57 . . . h3 , se convierte en una amenaza rea l .

56.l:td3

No hay nada mejor.

56 . . . l:tg2+ 57.<li'f1 l:txe2 58.'it>xe2 i.c4 59.dS

U n últ imo intento por detener el peón « h » . E l blanco abre la diagonal para su alfi l de dama, que se encuentra fuera de juego.

59 . . . exdS 60.<li'd2 ..txd3 61 .<li'xd3 d4

Y e l negro aprovecha la oportun idad para cerra r su d iagona l u n a vez más . Ahora el b lanco no puede evitar perder pieza .

62.<li>e2 h3 63.<li>f3 d3 64 . ..te3 tt:Jd4+ 65.'it>g3 h2 66.<li'xh2 tt:Jf3+ 67.<li'g3 d2 68.i.xd2 tt:Jxd2 69.fS tt:Jc4 70.<li'f4 tt:Jxa5 71 .<li'e4 tt:Jc6 72.'it>dS as

El b lanco abandona .

(1 : O]

27 .- Salov-Kamsky

Match Sanghi Nagar (6) 1 995

Defensa N imzoindia [E32]

Esta es la segunda obra maestra de Kamsky, en la que sistemáticamente restringe la pareja de alfi les enemigos en una posición que al principio parece ser i nocua . Una cosa a tener en cuenta de la part ida es que la situación del match obl igó a Sa lov a i r a por la victoria , por lo que , en un medio j uego sin damas, evitó las s imp l if icac iones q u e le h u b ieran permit ido consegu i r tablas cómodamente . Pero tengo l a sensac ión de q u e h u bo otro factor que infl uyó notablemente sobre la partida : Salov q u i e n desgrac iadamente , a l i g u a l q u e su oponente, hab ía abandonado el ajedrez de competición , es un optim ista incorreg ible con una seguridad inquebrantable en sus propias

182 CAPITULO 5: SUPERIORIDAD DE ALFIL Y CABALLO

hab i l idades técn icas (una actitud pe l igrosa 11 . . . :bSI ante un técnico por excelencia como Kamsky) .

Esta partida es un ejemplo clásico de cómo convertir una l igera ventaja posicional en una victoria .

1 .d4 lLif6 2.c4 e6 3.lLic3 �b4 4.'ii'c2 0-0 5.a3 �xc3+ 6.'ii'xc3 b6 7.�g5 c5

Sin rodeos . E l negro busca protagonismo en el centro s in fiancheta r pr imero su a lf i l de dama . La l ínea principal continúa así : 7 . . . �b7 8.f3 h6 9 .�h4 d5 1 0 .cxd5 lLixd5 1 1 .�xd8 ttJxc3 1 2 .�h4 lLid5 1 3 .�f2 , y el b lanco d ispone de l igera ventaja .

8.dxc5 bxc5 9 .e3 d6 1 0 .�d3

La idea del d ispositivo negro q uedaría más clara si el blanco hubiera jugado 1 0 .:d 1 para p res i o n a r l a pos i c i ó n d e l n e g ro . E n ese momento se podría responder 1 0 . . . lLibd ? ! , puesto que tras 1 1 .l:lxd6 'ii'c 7 e l b lanco tiene serios problemas para coord inar sus piezas. Esta suti leza fue descubierta por Salov.

1 0 . . . lLibd7

El negro evita la mecán ica 1 0 . . . �b?, tras la cual el b lanco continuaría tranqu i lamente su desarrol lo mediante 1 1 .lLie2 . Capturar en g2 sería demasiado pel igroso.

1 1 .lLie2

La alternativa es 1 1 .lLif3 para retirar su caba l lo a d2 , s i fuera necesar io . De esta forma e l blanco controlaría la casi l la e4 .

Tend iendo una trampa posiciona l .

1 2 .0-0

Aqu í es donde se apl ica la máxima de Ret i : «No te enroques aún, debe haber una jugada mejor en la posición» . La textual perm ite a l n e g ro i n i c i a r u n a com b i n a c i ó n q u e l e proporcionará l a igualdad . Otra opción era la profi láct ica 1 2 . .l:tb1 para ofrecer protección adic ional a l peón «b» .

1 2 . . . h6 1 3.�h4

Tras l a a lternat iva 1 3 . �f4 el negro h a b ía preparado 1 3 . . . 'ii'b6 .

1 3 . . . lLie4

La idea de la jugada 1 1 . El blanco debe aceptar el ca m b i o de d a m a s , p u e s re c h a z a r l o s ign ificaría permit ir a l negro consegu i r una part ida muy cómoda .

1 4.�xdB ttJxc3 1 5.�e7

No hace fa lta dec i r q u e e l b l a nco q u ie re conservar la pareja de alfi les .

15 . . . tt::ixe2+ 1 6.�xe2 .l:te8 17 .�xd6 .Uxb2

El negro está cómodo, pues la presencia de los peones «C» reduce notablemente el radio de acción de la pareja de alfi les .

1 8 . .Ufe1

CAPITULO 5: SUPERIORIDAD DE ALFIL Y CABALLO 183

Matanovic, en el Informador Ajedrecístico 63, sugiere como a lternativa 1 8 . ..tf3 , intentando activar d i rectamente el alfi l , y concluye que las opc iones son s i m i l a res tras 1 8 . . . ..tb7 1 9 .l:l.fb 1 l:txb 1 + 20J:txb1 ..txf3 2 1 .gxf3 . Creo que esta va loración es d iscutib le . El negro d ispone de l a só l ida 2 1 . . Jk8 , tras l a q u e amenaza expulsar el a lfi l enemigo mediante 22 . . . l:l.c6 . Entonces , el problema del blanco es que 22 J:tb7 ll:lb6 23.l:l.xa7 ll:lxc4 l leva a una posición en la que el peón pasado «C» es más fuerte que el de «a» , especialmente porque la torre negra ya se encuentra detrás de é l . As í pues, considero que Salov h izo bien al confiar en su pareja de alfi les por el momento , para evitar que las piezas enemigas se coord inen a l máximo.

1 8 . . . ..ta6 1 9.i.f1

Ahora el peón «C» b lanco está sól idamente proteg ido y la torre de rey tiene espacio para man iobrar.

1 9 . . . l:l.c8 20 . ..tg3

Señal de que el blanco juega a ganar. Lo más natural era 20.l:teb1 para forzar el cambio de la torre activa negra , cuando n ingún jugador pod ía asegurar tener ventaja . Con la textua l , e l b lanco pretende adentrarse en una lucha con las cuatro torres sobre el tablero, y el resto del juego demostrará que este plan no l levaba en s í mismo a quedar en desventaja . Aún así , exig i rá un juego preciso por parte del blanco.

20 . . . ll:lb6

I n cre mentando la p res ión contra el peón blanco «C» .

21 .l:tec1 l:l.d8 22 . ..tes

Pero esto es un error grave, lo que demuestra q u e esta b a s u best i m a n d o l o s p e l i g ro s inherentes a la posición . L o correcto era 22.a4, tras lo cua l e l j uego d i scu rre por cam i nos forzados: 22 . . . l:tb4 23.a5 ll:lxc4 24 .f3 ! . Gracias a tres jugadas consecutivas de peón , el blanco ha consegu ido un activo contrajuego. Para evita r la amenaza 25 . ..te1 el negro deberá

poner a salvo su alfi l . Las siguientes jugadas son también forzadas: 24 . . . ..tb5 25 . ..te 1 ll:ld2 26.i.xb5 l:l.xb5 27 .l:l.d 1 .l:tb2 28.l:l.ac1 , seguido de un cambio masivo en d2 y la captura en c5. E l fi na l de torres resu ltante es c laramente tablas, aunque el negro deberá l uchar un poco tras 28 . . . 'it>f8 29 . .l:txd2 l:l.dxd2 30 . ..txd2 l:l.xd2 3 1 .l:l.xc5 l:l.d5 32 . .l:tc8+ We7 33 .l:l.c7+ l:l.d7. Con el rey negro cerca de l flanco de dama , el b lanco debe jugar con precis ión.

22 . . . l:ib3 23.a4 f6 24.a5 ll:lc8

Una retirada aparentemente modesta , pero el ca ba l l o p ronto ocu pará u n a pos ic ión muy fuerte. No era tan bueno 24 . . . fxe5 25 . axb6 .l:txb6 en vista de 26.l:l.a5, con juego activo para el blanco.

25 . ..tc3 ll:ld6 26 . ..te1

U na tr i ste neces idad . La pa reja de a lfi les blancos está condenada a la pasividad , por lo que el b lanco se ve obl igado a sentarse y ver cómo el negro refuerza su posición .

26 . . . wf7 27 . ..te2 'Íii'e7 28.'it>f1 l:l.b8 29 .h3 e5

Tras mejorar la coord i nac ión de tropas, el negro empieza a expandir su territorio en el centro y en el flanco de rey.

30.'it>g1

Un claro s íntoma de que el blanco no d ispone de n ingún plan activo .

30 . . . .l:tb2 31 .i.d3 'it>e6 32.h4 g51

184 CAPITU LO 5: SUPERIORIDAD DE ALFIL Y CABALLO

La reacción correcta . El negro evita el posterior avance del peón « h » e i ntenta abr i r d icha col umna . Gracias a su ventaja de espacio, pod rá u t i l i z a r la co l u m n a a b i e rta c o m o lanzadera para s u s torres.

3 3 . h x g S h x g 5 34 . .tf1 g 4 3 5 . i. c 3 .1:%. 2 b 3 36 . .te2 f5

Una i lustración típica de la impotencia de la pareja de alfi les . Al atacar el peón enemigo «g» , el blanco ha aumentado el radio de acción de l a l fi l de d a m a , pe ro es estr icta m e nte tempora l . Tod a s las p i ezas n e g ra s está n s i tuadas d e fo rma m u y a ct iva y p u e d e n empezar a apretar las tuercas a s u voluntad .

37 . .te1 .l:tb2 3 8 . .td3 .l:t2b3 39 . .te2 .1:%.b2 40 . .td3 .1:%.h8

La últ ima jugada antes del contro l . Tras repeti r jugadas dos veces , el negro muestra su plan .

La a m e n aza e s 4 1 . . . .l:tb7 , se g u i d o de 42 . . J:tbh7 , tras lo cua l e l rey b la nco será expulsado a l rincón .

41 . .1:%.cb1 .l:tbb8

Con calma. Aún es muy pronto para empezar a perseg u i r peones , ya q u e esto h u b ie ra sign ificado ceder al b lanco la columna « b » . Tras l a j u g a d a de l texto , e l b l a n co se ve obligado a cambiar torres.

42 . .l:txb8 .l:txb8 43 . .l:tc1 .l:tb3

Una vez más, una torre negra penetra a través de la columna « b » . Con un par de torres fuera de l tab lero , la presión ha aumentado y las defensas se han debi l itado. El blanco no puede evitar la pérdida de un peón .

44 . .tc2 .1:%.a3 45.e4

U n d e s e s p e ra d o i n tento de conseg u i r contrajuego. E l b lanco entrega u n peón para romper el frente de peones negros.

45 . . . fxe4 46 . .td1 'it.of5

Todo encaja perfectamente en las fi las del negro.

47 . .te2 .l:ta2

Tras la i nmed iata 47 . . . .1:%.a4 el b lanco podría haber conseguido algo de contrajuego gracias a 48 . .l:tb1 .

48.'it.of1 .1:%.a4 49 . .1:%.d1 lLixc4

CAPITULO 5: SUPERIORIDAD DE ALFIL Y CABALLO 185

50J:tc1

El blanco intenta prolongar la lucha.

Tras 5 0 . l:t b 1 l:ta2 5 1 .l:tc1 e l negro pod r ía conseg u i r una posición fác i lmente ganada : 5 1 . . . ll:ie3+! 52.fxe3 J:lxe2 53.@g 1 i.d3 .

50 . . . ..tbS

El negro consigue una base de operaciones para su alfi l .

51 .@g1 a6 52.@h2

F i n a l me nte e l b l a n co cons igue crear u n a a m e n aza , esto e s , 5 3 . <;t>g 3 . La l u c h a s e intensifica un poco.

52 . . . lllb2

Ahora 53 . ..txb5 axb5 54 .l:[xc5 fracasa ante 54 . . . ll:id3, ganando pieza .

53.l::tc2

Manten iendo la l ínea defensiva tan fi rme como le sea posib le .

53 . . . ll:id3

Kamsky opta por un plan ganador que permite al b lanco aumentar l igeramente el rad io de acción de sus alfi les. Para el lo , depende de su s u per io r i dad n u m é r ica y de la fu e rte configuración de sus piezas.

La a lternativa 53 . . . ..txe2 hubiera conducido a problemas técn icos tras 54 .l::txe2 , debido a la activa posición de la torre blanca .

54 . ..td2 ll:ixf2

El negro tiene una clarís ima ventaja material y a simple vista parece que la victoria es coser y cantar. S in embargo , Sa lov esconde una sut i leza .

55 . ..te3

Esta es la posición que buscaba el blanco. La idea es q u e tras 55 . . . ..txe2 56 . ..txf2 ..td3 5 7 . l::txc5 e l n e g ro debe e n fre n ta rse a i n n u merab les p rob lemas técn icos . No hay duda de que 57 . . . @f4 58 . ..tg3+ @e3 aún gana, pero en este tipo de posiciones hay recursos escondidos que pueden poner obstáculos en el cam ino . Por e l lo , e l negro opta por otro tratamiento.

55 ... ll:id3 56.@g3 l:ta3!

Sus esperanzas estaban depositadas en esta poderosa jugada.

57 • ..txg4+ @g6 58 . ..td2

L a ú n i c a fo r m a de e v i t a r m á s p é rd i d a s materia les .

58 . . . ll:ib4+ 59.l:tc3 l:ta2

No hace fa lta dec i r q u e el negro evita el cambio de torres.

60 . ..tc1 c4 61 . ..te6 ll:id3 62 . ..txc4

Fina lmente el b lanco debe ceder su pareja de a l fi les , dado que 62 . ..te3 l:re2 63 . ..tb6 lllf4 s ign ificaría su perd ición .

62 .• . ..txc4 63.l::txc4 @fS

El fina l de torres, tras el cambio en c1 . también sería ganador, pero el negro no tiene por qué cambiar su poderoso caba l lo .

186 CAPITU LO 5: SUPERIORIDAD DE ALFIL Y CABALLO

64.l:lc8 llie1 65J:!.f8+ '1t>e6 66.l:te8+ 'it>d7

Teniendo en mente que 67.l:txe5 fracasa ante 67 . . . llid3 68.l:td5+ 'it>c6 , y el negro gana pieza .

67.l'fa8 l:txg2+ 68.'it>h3 l:lc2

Ganando igualmente la pieza y acabando con cualquier tipo de resistencia .

69.i.h6 e 3 70 .l:ta7+ c;i;>e6 7 1 . i. xe3 l:lc3 72.'it>g4 l:txe3 73Jba6+ 'it>d5 74 . .:ta8 'it>e4 75.a6 l:ta3 76.a7 llif3

El blanco abandona.

(0 : 1 )

28.- Ponomariov-Val lejo

Ol impiada Bled 2002

Apertura Ruy López [C67]

En el a ñ o 2 0 0 0 , d u ra n te e l con g reso d e Estambu l , l a F I D E introdujo un nuevo control de tiempo en el que ambos jugadores tendrían 90 minutos para toda la part ida más una serie de segundos adicionales por jugada .

Este control de t iempo fue impuesto en las competi c iones de l a F I D E s i n sondear l a opinión d e los jugadores de el ite. Obviamente , los mandatarios de l a F I D E ya no estaban interesados en la cal idad de la part ida . «El

ajedrez serio fue abolido en Estambul» afi rmó el gran maestro holandés Paul van der Sterren . Con este control de t iempo, el gran maestro ucraniano Ruslan Ponomariov se convirtió en C a m peón d e l M u n d o en e n e ro de 2002 . Parece que no le fue mal . En su partida con el g ran maestro español Paco Val lejo consigue aprovecharse de este control bastante bien . M a n iob rando s i ste mát icame nte co n s i g u e moldear l a part ida a su voluntad . Hacia e l final t iene un momento de debi l idad y deja escapar una clara victoria , pero con tenacidad se aferra a la ventaja que aún le queda para consegu i r igualmente el punto entero .

1 .e4 e5 2.llif3 llic6 3.i.b5 llif6 4.0-0 llixe4 5.d4 llid6

La ca racter íst ica man iobra de ca ba l lo que supone el in icio de la Variante Berl inesa .

6.i.xc6 dxc6 7 .dxe5 llif5 8 . 'ir'xd8+ 'it>xd8 9.llic3

La posición in icial de la variante . E l b lanco ha ced ido la pareja de a lfi les a cambio de una m ejo r estructu ra d e peones y una m ejor coord inación . Dado que el negro ya no puede enrocarse , segu i rá teniendo problemas para conectar sus torres . E n a lgu nos casos , e l blanco puede tener sus opciones en el medio j u e g o s i n d a m a s . A ú n a s í , no d e b e r ía su besti mar la pa reja de a l fi les negra , que puede l legar a ser muy fuerte en esta posición abierta .

Esta posición in icial se asemeja a la Variante de l Camb io de la Ruy López, aunque con a lgu nas notables d iferencias . En la Var iante d e l C a m b i o , e l n e g ro n o s u e l e te n e r prob lemas para coord inar sus piezas , pero el i nconven iente es que el peón b lanco está en e4 . El hecho de que en la Ber l inesa el peón esté s ituado en e5 puede hacer que el p r i m e r j u g a d o r tenga p ro b l e m a s con l a s c a s i l l a s b l a n c a s . P o r o t ra p a rte , e l i n co n v e n i en te p a ra e l n e g ro e s q u e s u ca ba l l o está ma l s i tuado . De h e c h o , este ú l t imo facto r es e l p r i nc ipa l p rob lema de apertura que tiene e l segundo jugador.

CAPITULO 5: SUPERIORIDAD DE ALFIL Y CABALLO 18 7

9 . . . 'iti>e8

Una jugada pasada de moda . El negro sitúa nuevamente el rey en su casi l la in icial antes de d e c i d i r cómo d e s a rro l l a r s u s a l f i l e s . An t i g u a m e n te , 9 . . . h 6 e r a l a p r i n c i p a l alternativa , con intención d e desarrol lar e l alfi l de dama a e6 y esconder el rey en el flanco de dama. Las jugadas modernas en este sistema tan uti l izado son :

A) 9 . . . llie7 . Una jugada lóg ica . El negro intenta so luc ionar el prob lema de su caba l l o ma l situado lo más rápidamente pos ib le . Va l lejo ya había jugado esto . En la práctica , nada ha demostrado que esta idea no sea suficiente para igualar, aunque este movimiento no es del todo fiable, como puede verse en la partida Topalov-Sh i rov, Praga 2002, que continuó de la sigu iente manera : 1 0 .h3 (evitando 10 . . . ..tg4) 1 0 . . . llig6 1 1 .llie4 h6 1 2 .l:te 1 ..te6 1 3 .llid4 ..tdS 1 4 .llifS llixeS 1 S . ..tf4 llid7 1 6 .llic3 g6 1 7 .llid4 ..tb4 1 8 .llixdS ..txe 1 1 9 . ..txc?+ 'iti>c8 20.l::txe 1 cxd S 2 1 . ..td6 , y e l b lanco t i e n e exce lente compensación por la ca l idad .

B) 9 . . . ..td? . Esta jugada de a lfi l fue introducida por Kramn ik en su match contra Kasparov, Londres 2000. A Kramnik le fue muy bien en este match , en parte gracias a esta humi lde jugada (aunque sufrió una grave derrota ante el prop io Kasparov u n a ñ o más tarde e n Astana) . E s sorprendente q u e esta jugada d e alfi l , q u e según la terminolog ía de Kortchnoi sería una « media jugada » , resu lte tan d ifíci l de refutar. Aún así, creo que el blanco puede obtener ventaja en la apertura . Esto pudo

verse en la partida McShane-lvanchuk, Malmó 2003, que s igu ió as í : 1 O . h3 'iti>c8 1 1 .l:td 1 b6 1 2 . b3 as 1 3 .a4 .te? 1 4 . .tb2 hS 1 S .llie2 es 1 6 .llif4 ..tc6 1 7 .llidS <;i;>b? 1 8 .c4 l:tae8 1 9 .l:td3 ..td8 20 .llid2 <;i;>c8 . E l gran maestro ucraniano tuvo que hacer malabarismos para mantener la igualdad en esta posición .

C) 9 . . . ..te? . I nc luso esta jugada , d i scuti b le pos ic io n a l m e nte ya que e l negro cede la pareja de alfi les, no tiene una refutación clara. Es to se d e b e a q u e el n e g ro no t i e n e problemas para conectar s u s torres después del cambio de alfi les .

En mi o p i n i ó n , e l b l a n co d e b e r í a poder consegu i r ventaja contra la Variante Berlinesa , pero a lgunos jugadores de super el ite han fracasado ante e l l a . Qu izá sea i nteresante reseñar una pequeña conversación que tuve con Anand a este respecto en el Torneo Corus en Wijk aan Zee 2003: «La Variante Berlinesa sigue jugándose» d ij e , a l o q u e A n a n d respondió d is imulando u n a sonrisa: «Sí, por desgracia» .

1 0 .h3

Una jugada bás ica en esta l ínea . E l blanco debe intentar expandir su territorio en el flanco de rey. Para consegu i r esto , es ind ispensable el control de las casi l las blancas. En algunas situaciones real izará el avance g2-g4 .

1 0 . . . ..te7 1 1 . ..tf4

Consol idándose poco a poco. El blanco sitúa su a lfi l de dama en la mejor casi l la disponible, de manera que pueda l levar su torre de dama a d 1 .

1 1 . . . ..te6 1 2 .a3

U na novedad . E l b lanco priva a l a lfi l de rey negro de la casi l la b4 . Tras 1 2 .l:tad 1 la d i recta 1 2 . . . ..t b4 h u b i e ra s i d o u n a re s p u esta sat i sfacto r i a . Con l a textu a l , Ponomariov demuestra que ha entendido el concepto de la profi laxis . No se puede hablar de actividad tod a v í a , p refi e re esperar a ver cómo su oponente organ iza su partida .

188 CAPITULO 5: SUPERIORIDAD DE ALFI L Y CABALLO

1 2 .. J1d8

Es jugada es la más obvia y probablemente la más fuerte de la posición . No neces ita más comentarios . Pero también es u n signo de impotenc ia : a l negro le h u b iera encantado poder e n rocarse corto o l a rg o . H u b i e ra solucionado todos sus problemas de golpe.

1 3.l:tad1 h6 1 4.l:l:fe1 a6

El otro peón de torre negro avanza también una casil la, con intención de 1 5 . . . c5 y 16 . . . ll:id4.

1 5.llle4!

Y así es como el b lanco evita este plan . Ahora 1 5 . . . c5 se toparía con 1 6 .l:l:xd8+ 'it>xd8 1 7 .g4.

1 5 . . . l:l:d5

Explotando la d ispon ib i l idad de d5 . Ahora la amenaza posicional es 16 . . . 'it>d? , por lo que el blanco tendrá que decid i r a lgo d rástico.

1 6.g4 lllh4 17 .ll:ixh4 i.xh4 1 8 .i.g3

La idea de las dos anteriores jugadas. El negro debe proteger a su a lfi l de rey de i ntentos de ca m b i o , p u e s de lo c o n t ra r i o el b l a n c o conseguirá u n a gran ventaja estratégica .

1 8 . . . i.e7 1 9.lllc31

El cabal lo ha hecho su trabajo . La torre negra se ve obl igada al cambio, lo que sign ifica que el rey enemigo no podrá l legar a la casi l la c8.

19 . . . l:l:xd 1 20.l:l:xd1

En este momento podríamos tener la tentación de extraer a lgunas conclusiones. El negro ha solucionado el problema de su caba l lo mal situado, con a lguna ayuda por parte de las b lancas. Pero como d ijo Siegbert Tarrasch , «no importa lo que se va del tablero, sino lo que queda en él» . La pareja de a lfi les negra está condenada a la pas iv idad y el negro tendrá problemas para activar su torre de h8. A pesar de todo, la posición negra no presenta n inguna debi l idad .

20 . . . h5

U n a b u e n a j u g a d a . M a n t i e n e a raya la mayoría blanca del flanco de rey.

21 .f3 b5?

Pero esto es un error estratégico. E l negro intenta activarse en el flanco de dama, pero lo ún ico que consigue es crear debi l idades en su propio territorio. Debería haber rea l izado a lguna jugada de espera ya que no es fáci l para el b lanco reforzar su posición . E l negro podría jugar 2 1 . . . a5 , seguido de 22 . . . b6, tras lo cual la estructura de peones del flanco de dama no se vería comprometida . Llevar el rey a g7 tiene ciertos inconvenientes , como puede observarse en la variante 21 . . . 'it>f8 22 .Wg2 g6 23 .ll:ie4 'it>g7 24 .�f4, y ahora tanto 24 . . . i.d5 25 .�g5 como 24 . . . .l:td8 25 .l:l:xd8 i.xd8 26.i.g5 proporcionan una clara ventaja a l blanco.

22.'it>g2 a5

CAPITULO 5: SUPERIORIDAD DE ALFIL Y CABALLO 189

Esto no mejora las cosas , como demostrará el resto de la partida .

23.llle2

El in icio de una larga y espectacu lar man iobra de cabal lo .

23 . . . hxg4 24.hxg4 .tes

Esta jugada de alfi l más tarde se revelará como una pérdida de tiempo, pero es que el negro se ha quedado s in planes úti les.

25.lllf4 g6 26.ll:id3

Queda c laro que e l b lanco aprovechará el debi l itamiento del flanco de dama enemigo.

26 . . . i.e7

Ponomariov, en el Informador Ajedrecístico, ind ica 26 . . . i.b6 como mejor, tras lo cual había previsto 27 .i.f2 , con clara ventaja . El hecho de que el b lanco controle la casi l la c5 hace que al negro le cueste mucho defenderse bien . Aún as í , tampoco será fáci l para el b lanco progresar después de, por ejemplo 27 . . . .tc4 28.ll:icS i.d5. La jugada del texto deja más desproteg ido aún el flanco de dama negro, y e l b l a nco se h a dec id ido a exp lotar esta circunstancia .

27.i.e1 a4 28.i.aS

Obl igando a l a lfi l de rey negro a permanecer pasivo.

28 . . . i.d8 29.ll:ib4

Esto condena también a la pasividad al otro alfi l .

29 . . . i.d7 30.ll:ia6

¡ U n a p o s i c i ó n fa n tás t i ca ! C o n métodos bastante orig ina les el b lanco ha conseguido quebrar las defensas enemigas.

30 . . . i.c8

La defensa más tenaz. Ahora 3 1 .i.xc? no funcionaría en vista de 31 . . . i.xc? 32.lllxc?+ �e7 , y el cabal lo blanco queda encerrado.

31 .lllxc7+ i.xc7 32.i.xc7 i.d7 33.b3

Con juego sistemático el b lanco abre el flanco de dama.

33 . . . axb3 34.cxb3 �e7 35.i.d6+

Tras consegu i r una posición ganadora con un est i lo bri l lante , Ponomariov empieza a bajar la guard ia . Esto es raro porque posee una excelente técn ica . Lo correcto era 35.i.b6 para conti nuar entorpeciendo la coord inación de las tropas negras. Tras 35 . . . i.e6 36.i.cS+ �e8 37 . .l:td3 las últ imas esperanzas del negro se desvanece n .

Un pequeño éxito . El rey escapa hacia el flanco de dama, lo que compl ica considerablemente la tarea técn ica del blanco.

36.a4 i.e6

E l b lanco debió de subestimar esta jugada. No t iene n ingún jaque a la descubierta úti l , po r lo que el negro tiene tiempo de constru ir una l ínea de defensa .

37 . .l:ta1 �d7 38.b4 bxa4 39Jba4 :h7

190 CAPITU LO 5: SUPERIORIDAD DE ALFIL Y CABALLO

Las d efe n s a s n e g ra s p a recen extremadamente pas iva s , pero aguan ta n . Ahora e l b l a nco i n tenta rá cre a r u n peón pasado .

40.l:ra7+ 'it>d8 41 . .l:ta1 >tea 42 . .t>g3

Tras asegurar la cas i l la h 1 , el b lanco pone en

51 . . . �d5 52.'it>h5 l:re6

E l negro s igue defend iéndose con uñas y d i e ntes . E l peón pasado b la nco debe ser mantenido a raya .

53 . .l:tg7

marcha su ejército . Conqu istando territorio en el flanco de dama.

42 . . . �d5 53 . . . .i:tea 54 . .l:ta7 .i:tg8 55.'it>h6 'it>d8 56.�e7+

43.f4

Simplemente demuestra poca paciencia . En sus comentarios Ponomariov apu nta como mejor jugada 43 .�c5, i ntentando conseg u i r e l control de g 1 antes de prosegu i r el avance del peón «f» .

43 . . . l:l.h1 44.l:l.a7 l:tg1 + 45.'it>h4 �e6

Ahora vemos por qué la jugada 43 del b lanco es imprecisa . Está obl igado a crear un peón pasado en c i rcunstanc ias q u e no son las mej o re s : s u rey q u e d a rá co rta d o e n la columna « h » .

46.f5 gxf5 47.gxf5 �xf5 48Jbf7 l:tg4+

Obl igando a que el rey se reti re , pues tras 49.'it>h5 el negro d ispondría de 49 . . . �g6+, y tablas.

49.'it>h3 �e6 50.l:e7 .l:tg6+ 51 . .t>h4

El rey comienza de nuevo su marcha .

Jugando suti lmente el b lanco l leva su alfi l a la diagonal d8-h4, haciendo que el peón pasado sea más pel igroso.

56 . . . ..t>ea 57.�g5

57 . . . 'it>fS

El crimina l nuevo ritmo de juego de la F IDE empieza a causar estragos. Lo correcto era 57 . . . �f? . tras lo cual sería d ifíc i l romper las defensas negras. Ponomariov proporciona la variante 57 . . .�f? 58.�f6 .l:tg6+ 59.'it>h7 l:tg 1

CAPITULO 5: SUPERIORIDAD DE ALFIL Y CABALLO

60 .l:tc? �d5 6 1 . '1t> h 6 , conc l uyendo q u e el blanco está claramente mejor, aunque la lucha podría haber conti n uado d u rante bastante t iempo. Es d ifícil decir si el b lanco dispone de una ventaja ganadora rea l , pero en la práctica el trabajo del defensor es extremadamente duro en este tipo de posiciones.

58Jk7!

Zugzwang. Después de 58 . . . i.f7 e l b lanco devuelve el alfi l a d6 tras 59.i.e?+ '1t>e8 60.i.d6 l:t g 6 + 6 1 . ..t> h ? y el n e g ro t i e n e g raves problemas.

58 . . . ..t>eB 59.e6

Ganando pieza . El resto es fáci l .

59 . . . i. x e 6 60 . .l:l: e 7 + '1t> d 8 6 1 .l:!.xe6+ '1t> d 7 6 2 . .l:l:e4 'it>d6 63.i.e7+ '1t>d5 6 4 . .l:l:f4 'it>e5 6 5 . .l:l:f1 .l:l:g2 66.i.c5 'it>e6 67.l:!.d1

El negro abandona .

[1 :O]

1 91

FRR