jueves, 1 de octubre de 2015

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J. Monroy | TOLEDO - jueves, 1 de octubre de 2015

jmonroy@diariolatribuna.com

Alejandro Vega lleva años estudiando Toledo, su magia y su historia en sus diversos aspectos esotéricos. En su tercer y cuarto cuadernos heterodoxos, por

ejemplo, trató el juego de la oca como filosofía de vida al recorrer la catedral. Para demostrarlo, tuvo que sacar la geometría del templo, algo que le ha servido

para seguir investigando y llegar a las conclusiones de su siguientes trabajos, como el que esta tarde a las siete presenta en la Biblioteca de Castilla-La Mancha.

En el séptimo de sus cuadernos heterodoxos toledanos, Vega tiene de nuevo como protagonista a la Catedral de la ciudad y su arquitectura áurea. En esta ocasión,

analiza su alzado, y descubre el trabajo de sus arquitectos a base de decágonos, que vienen a simbolizar el plan perfecto de dios. A partir de ahí, encuentra

interesantes relaciones de planta y alzado con la figura del hombre.

Vega explica que, igual que la planta de la Catedral se desarrolla desde un decágono «y por eso sale la girola más perfecta que hay en el gótico», el alzado

también se desarrolla con otro decágono divino, desde el que salen todas las medidas en vertical, todas ellas coincidentes, bóvedas, capiteles, pináculos,

arbotantes o contrafuertes. ¿Por qué se hizo así? Porque los maestros de obra, además de geómetras, tenían sus propios secretos de profesión, y sabían salir del

decágono y llegar al pentágono. El primero de ellos, significaba el plan de dios, una vez completado; mientras que el segundo era el hombre con piernas y brazos

estirados. «Es decir, llevaban la forma ontológica a lo cosmológico, el ser humano, buscando su dios interior, llegaba a ver el cosmos las estrellas, las líneas

sobre las que hizo los grandes templos», explica el estudioso. Todo ello, por medio del número de oro, la dimensión áurea.

Ya en su anterior trabajo, Vega estudió la cuadratura del círculo sobre la planta de la Catedral. Se trata, explica, de un cuadrado y un círculo con la misma

superficie, algo que «en geometría es imposible, pero en la construcción sí». En esta cuadratura, el estudioso ha encontrado tres puntos fuertes dentro de la

Catedral, como son el coro, el crucero don de se sienta el pueblo y el altar mayor. «Son puntos muy importantes, que en otras catedrales están más separados,

pero aquí están muy juntos, precisamente para llevar a cabo la cuadratura del círculo y permitir al pueblo que coja impresiones mientras cantan a su espalda y

ofician misa delante», explica. El cuadrado determina, además, los brazos o transepto de la Catedral, llegando al Pórtico del Norte, o de la Feria, y del Sur, o de

los Leones. A partir de ahí, busca Vega la proporción áurea en el alzado del templo.

El estudioso conecta los conceptos del hombre a través del pentágono y la cuadratura del círculo. Ha descubierto que si se hace un corte transversal de la

Catedral, se embute al hombre tumbado sobre la planta, y sus chacras o puntos de energía telúrica coinciden con los puntos más importantes de la cuadratura del

círculo, terminando con el altar mayor, que sería la cabeza. Cada uno de los puntos más importantes de la Catedral se corresponden por tanto con cada uno de

estos chacras.

Además, Vega también dibuja al hombre sobre la torre norte de la Catedral, siguiendo los cánones del arquitecto romano Vitruvio «y entra a la perfección». Al

tiempo, el corte transversal de segunda torre, reconstruida en el siglo XIV, «es idéntico al horno alquímico, donde está el fuego, el matraz y huevo de los

filósofos, que corresponde a la cúpula».Tras esta publicación, Vega ya tiene preparados sus dos siguientes cuadernos heterodoxos.

El plan de dios en forma de decágono en el alzado de la Catedral de To... http://www.latribunadetoledo.es/noticia/Z3A4911A6-A23B-CA51-4...

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